La colaboración de Beyoncé en ‘Mi gente’ de J Balvin y Willy William es claramente una de las noticias musicales del año por muchos motivos. Es la primera canción de Beyoncé después de su sonado parto de mellizos, representa su regreso al español precisamente en un momento en que la música latina está más de moda que nunca y además tiene todas las posibilidades de darle a Beyoncé un nuevo hit mundial a la altura de ‘Crazy in Love’ o ‘Halo’, como sugieren sus primeras cifras en descargas (ya es top 1 en iTunes USA).
Teniendo en cuenta que la colaboración de Beyoncé en ‘Mi gente’ es benéfica, está claro que la canción es una selección meditada por parte de la intérprete de ‘Crazy in Love’: nadie espera que Knowles se sume a ‘Felices los 4’ por la causa de la catástrofe caribeña. ‘Mi gente’ es una canción universal (su lema es “mi música no discrimina a nadie”) que llama al baile y de la que nadie podría hacer una lectura tramposa para detectar machismo. La canción es una carta de amor al baile, a la fiesta y a la unión: perfecta por lo tanto para ser interpretada por un colombiano, un francés y una afroamericana y que puede ser entendida, como ya lo era antes de que se uniera Beyoncé, por todo el mundo.
Pero Beyoncé, cuya carrera de un tiempo a esta parte ha destacado por su buen gusto en las composiciones y en los productores con los que ha trabajado, tampoco se ha sumado a la producción más vulgar que podía haber encontrado en la lista de éxitos latinos de Billboard ni a un cutre ‘Súbeme la radio’ de Enrique Iglesias o ‘Mi sueño’ del propio J Balvin, sino a una producción elegante, de base pulida, dura y con fuerza, que no hubiera desentonado por ejemplo firmada por unos Bomba Estéreo, y que se impulsa además por un estribillo de voces distorsionadas a la moda, muy Jack Ü. Es una de los reggaetones más “modernos” que triunfan actualmente.
Beyoncé añade además un elemento de mayor accesibilidad a ‘Mi gente’ gracias a su melodiosa voz, que suena especialmente madura, pero también un clarísimo elemento de humor en frases como la grande “la fiesta la llevo en mis genes, yo soy la reina de los nenes” que probablemente vamos a tardar muy poco en ver impresa en camisetas y gorras o, en el caso de la segunda frase, en ser usada como nuevo apodo de Knowles. Tampoco hay que ignorar en la letra las referencias a Blue Ivy (“azul, are you with me?”), la cual extiende un puente generacional que será interesante escuchar en el futuro; su descendencia creole, que remite a ‘Formation’, y por supuesto a Jay-Z (“si me quieres, escribes un disco sobre mí” es una clara alusión al último disco del rapero).
Y puede que sea una obviedad, pero una canción tan universal como ‘Mi gente’ probablemente necesitaba una mujer hace tiempo, sobre todo si atendemos a la lista de mayores éxitos latinos de Billboard, en lo que concierne a mujeres prácticamente monopolizada por Shakira, quien cuenta hasta dos éxitos en el top 10. El resto, lo has adivinado, todo hombres: Luis Fonsi, Daddy Yankee, Maluma, Bad Bunny, Ozuna, Nicky Jam, por supuesto el mismo J Balvin… Pero Beyoncé puede conseguir lo que no ha logrado Shakira con ‘Chantaje’: hacer “crossover” en Billboard y por lo tanto dar con un nuevo ‘Despacito’… y por fin hacernos bailar con una canción suya en las discotecas que no sea ‘Crazy in Love’, ‘Single Ladies’ o, en menor medida, ‘7/11’.