Desde Chile para el mundo, Javiera Mena se ha convertido en uno de los mayores exponentes internacionales del electropop, llevando mucho más allá su alcance que, por ejemplo, sus admirados Sally Shapiro. Solo saca disco cada 4 años (!), pero entre vídeos tardíos, adelantos tempranos, alguna colaboración puntual y sobre todo un directo que paulatinamente ha ido llenando de hits y profesionalidad, Javiera se ha hecho un nombre en su país, el nuestro y algún otro de América Latina, a destacar México.
En ‘Espejo’, su cuarto disco de estudio, Cristián Heyne ha dejado de ser un «inseparable» -como le denominábamos en la crítica de ‘Otra era‘ tras su trabajo en este disco o el álbum con el que se abrió camino la artista, ‘Mena‘-, y Javiera se decanta ahora por Fernando Herrera (con quien ya había trabajado junto a Heyne), Juan Sueiro (Fangoria), su amigo en común con Erlend Øye Nico Parra, su colaborador ya habitual El Guincho y una sorpresa que nos revelaba el mismo interesado hace unas semanas, Alizzz, últimamente muy conocido por ser el «hermano» de C. Tangana en las producciones más conocidas y exitosas de este: ‘Mala mujer’, ‘Guerrera’ con Dellafuente o ahora ‘Llorando en la limo‘.
Javiera Mena se queja con razón de que siempre se hable del productor detrás de ella. Se ha hablado mucho del machismo en la asunción de créditos. Vaya por delante que aquí todas las canciones han sido escritas única y exclusivamente por Javiera Mena, que además es co-productora. Valga la lista de productores -y la ausencia de Heyne- solo para recalcar que las cosas han cambiado ligeramente en el entorno y por tanto el sonido de la artista: ahora es menos ochentera y ha virado ligeramente hacia otros derroteros. Por un lado está el reggaetón en ‘Intuición‘, el single compartido con Li Saumet de Bomba Estéreo ahora que estos están arrasando con una remezcla reggaetón viejísima de ‘To My Love’; y también en otra canción que igualmente ha sido producida por El Guincho, ‘Noche’. Y por otro están los 90’s. Alizzz, además de introducirnos un par de samples vocales como recién saliditos de ‘Mala mujer’, suponemos que a modo de seña de identidad, ha dado una impronta de piano house y de dance noventero muy especialmente al corte titular; también un sonido mitad balear mitad británico -si es que esto no es lo mismo desde ‘Technique’- a ‘Cerca’; y casi-casi un estribillo instrumental al modo de Kiesza en ‘Hideaway’ a ‘Aire’.
Eso sí, que no cunda el pánico. El cambio es muy ligero. Los sintetizadores identificativos de Mena siguen apareciendo frecuentemente, y por supuesto sus personales textos, que aquí nos hablan de viajes interiores (el single ‘Dentro de ti’), la honestidad y la verdad (‘Espejo’), la soledad (‘Alma’), la igualdad (‘Todas aquí’) o los dictados del corazón (‘Intuición’). De hecho, aún hay canciones que podríamos vincular a los 80, bien al italo, a Moroder o incluso a Roxy Music, como la elegante ‘Alma’ -esos teclados en el estribillo-; o a sus adorados Mecano, pues la mencionada ‘Todas aquí’ es un pelín ‘Hawaii Bombay’ en ese gancho sensual hecho con un teclado de inspiración oriental.
La segunda mitad del álbum es menos inspirada que la primera, con pistas como ‘Escalera’ o la balada final ‘Cuando no la esperas’, que quizá funcionen mejor en directo, la una por la explosión tribal y la otra por el obligado momento de recogimiento, pero hay una cosa que Javiera Mena ha hecho muy bien en ‘Espejo’. Y ha sido integrar bien todos los elementos que ha manejado: los de su pasado y que la definen, a los que no ha renunciado; los del presente, pues parece obligatorio que todo artista latino tenga su reggaetonsito, y ella ha sabido hacer uno bien elegante; y quizá los del futuro, pues tras la buena aceptación del último single de Azealia Banks y sobre todo el de Dua Lipa y Calvin Harris, ¿quién nos asegura que no estaremos bailando house los próximos 2 años?
Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Intuición’, ‘Espejo’, ‘Todas aquí’, ‘Alma’
Te gustará si te gustan: lo mismo Fangoria que Charli XCX que Bad Gyal que C+C Music Factory
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