¿Es el disco corto “the next big thing”? En los últimos meses, qué digo, últimas semanas, algunos de los lanzamientos más destacados han sido más cortos de lo habitual y no, nadie los ha llamado “EP”. Se han considerado un “disco”. Entre ellos se encuentra, naturalmente, uno tan importante como ‘ye’ de Kanye West. El nuevo álbum del rapero, de 7 pistas, dura tan solo 23 minutos. De hecho, el disco que ha producido a Pusha T, ‘DAYTONA’, dura 21 y el músico lanza otras tres obras de 7 pistas cada una, estas son, su álbum conjunto con Kid Cudi, ‘Kids See Ghost’ (otros 23 minutos), y sus producciones para Nas y Teyana Taylor. Adivinamos que ninguna de ellas superará la media hora de duración.
Cuando se empezó a lanzar álbumes pop en disco de vinilo en la década de los años 50, era normal encontrarnos con una duración similar. ‘Elvis Presley’ (1956) duraba 28 minutos, ‘The Chirping Crickets’ (1957), 26 minutos. Los tiempos se fueron ampliando por razones técnicas y con la llegada del CD y luego los mp3, el mundo se volvió loco en cuanto a duración. El debut de los Strokes en 2001, de 36 minutos, nos resultaba un álbum increíblemente corto. De hecho, el único álbum del siglo XXI del libro ‘1001 discos que hay que escuchar antes de morir’ que dura menos de media hora es ‘Your New Favourite Band’ de The Hives, de 28 minutos. Todos los mencionados en este párrafo duran más que el nuevo de Kanye West.
Pero West no ha sido el único en sumarse a esta tendencia de los discos cortos, ni tampoco el primero. Un añazo después de ‘Say My Name’, el esperado tercer álbum de la sueca Tove Styrke, ‘Sway’, contiene 8 pistas y dura… ¡26 minutos! Es lo de menos que una de sus pistas sea una “maqueta” y que ni siquiera sea una composición original (es una versión de Lorde). ¿De verdad es un mini álbum y no un álbum? (por lo menos, ambos cuentan con copia física). En España, C. Tangana ha sido número 1 con una “mixtape” que dura 23 minutos, con 10 temas, casi todos ellos en torno a los 2 minutos de duración. La “mixtape” de su colega, Sticky M.A., por lo menos roza la media hora, aunque ni llega, mientras el debut de PUTOCHINOMARICÓN, que tampoco nadie llamó «EP», dura 18 minutos.
En una época dominada por el streaming, en la que los artistas publican discos larguísimos, de 18, 19 o 20 pistas, de 1 hora de duración o más, para beneficiarse en el Billboard, favoreciendo la cantidad frente a la calidad como es el caso de, por ejemplo, Drake, Post Malone o Migos (por cierto, Rae Sremmurd acaban de publicar un disco triple, en 2017 Chris Brown sacó un disco de 57 pistas), otros artistas han decidido que pueden sacar una colección de canciones que no sume ni 25 minutos y llamarlo disco. Da igual que la industria dicte que un disco ha de durar 30 minutos o más y contener 7 pistas como mínimo. Las normas están para romperlas y también adaptarse a estos tiempos en que la gente pasa de una cosa a otra rápidamente.
Recientemente, Trent Reznor de Nine Inch Nails ha dado algo de luz a este fenómeno. El que tenía que ser la tercera entrega de una trilogía de EPs, ‘Bad Witch’, será finalmente el noveno “álbum” oficial de Nine Inch Nails. Reznor se ha negado a llamado EP pese a contener 6 pistas (aunque durando media hora, sí constituiría un disco) y en un post en Reddit -publicado a través de un pseudónimo- ha explicado: “los EPs aparecen en Spotify, y en otras plataformas de streaming, junto a los singles, por lo que se pierden más fácilmente. Los EPs parecen menos importantes en este mundo en el que “la música ya no es tan importante como antes”. ¿Por qué hacer que la música sea más fácil de ignorar?”. En la misma disyuntiva está The Weeknd, que ha lanzado 6 canciones bajo el nombre de ‘My Dear Melancholy,’. Se considera un EP, ¿pero habrá más partes, conformando un disco completo, como en su momento hicieran Róisín Murphy y Robyn? ¿Se ha lanzado así como parte de esta tendencia? Mientras nos aclaramos, computa en Billboard 200 como disco.
Puede que la apuntada por Reznor sea una de las razones por las que Kanye West o Tove Styrke han sacado “álbumes” de 23 y 26 minutitos respectivamente. O puede que la lógica sea tan simple y aplastante como que no existe razón para hacer un disco de 9 pistas imperfecto si con una o dos menos se llega a algo parecido a la perfección. Pero también puede ser que estos artistas concuerden en que el menos es más y en que el más es más es un empacho de información innecesaria (en este caso canciones de relleno para parar un tren) que solo perjudica al concepto de “álbum completo que ha de escucharse entero” que tanto se está diluyendo en la era de las playlists.
Quedaría por tanto determinar qué es un disco, qué un epé, o si la distinción tiene algún tipo de sentido a estas alturas. ¿Han olvidado Kanye y Tove que el término “mini álbum” existe? ¿Quizás no es este demasiado comercial? ¿Quizá dé a sus obras menos visibilidad, como razona Trent Reznor? ¿Fueron unos pioneros Un pingüino en mi ascensor con su disco de debut de 18 minutos? ¿La Casa Azul con ‘El sonido efervescente de La Casa Azul‘ y sus también 18 minutos? Porque si un disco como ‘ye’ que dura 23 minutos puede considerarse un álbum en el sentido clásico del término, ¿qué hay de “extended-plays” como ‘Do it Again‘ de Röyksopp & Robyn, que dura 35 (!!!) y ninguno de los involucrados ha intentado pasar por disco? Parece que el misterio simplemente es que la era del streaming, cuantas menos obras de calidad se coma, mejor, y si eso devuelve a la gente la ilusión por escuchar discos enteros, bienvenido sea el cambio.