Nicki Minaj / Queen

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Nicki Minaj / Queen

Han pasado 4 años desde que Nicki Minaj publicara su penúltimo disco de estudio, ‘The Pinkprint’, y este ‘Queen’ pero no la hemos echado de menos. Entendedme bien: no la hemos echado de menos porque, quizá como táctica para no perder su estatus como la mejor rapera de la última década, ha optado por hacerse omnipresente. Ya fuera con singles propios (algunos tan brillantes como ‘No Frauds’) e incontables colaboraciones de todo pelaje (en hits de Katy Perry –’Swish Swish‘ es referenciado repetidamente–, Ariana Grande y Jason Derulo, en cortes de Future, Gucci Mane o Migos), parecía una simple cuestión de tiempo que el récord arrebatado nada menos que a Aretha Franklin como la artista afroamericana con más canciones en el Billbooard Hot 100 cayera simplemente por inercia. Esa hiperactividad la ha llevado al punto de quemarse y convertirse casi en una parodia y, lo que podría ser peor, ver tambalearse su reinado con la irrupción de, sobre todo, Cardi B que, aprovechando ese momento de flaqueza, ha hecho a Onika Maraj ver cómo a su trono se tambaleaba.

Así que este ‘Queen’ –ante tamaña autoconfianza, un batacazo podría ser mortal– llegaba con más responsabilidad de la que quizá haya tenido que asumir nunca, no sólo en un plano comercial, sino también en el artístico donde, por más que acuse a Cardi –a ella, más veladamente– o Remy Ma de imitadoras, estaba obligada a dar un golpe sobre la mesa. Y lo cierto es que, pese a la sombra de improvisación (¡asegura que lo terminó pocas horas antes del lanzamiento oficial!) que ha tenido el lanzamiento en las últimas semanas, su trabajo supera incluso las mejores expectativas y ‘Queen’ es un trabajo sólido del que sale muy reforzada.

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Por supuesto, parece ya inevitable que un trabajo de 19 cortes –con la adición ¡a posteriori! de ‘FEFE‘, su éxito con 6ix9ine– contenga paja, pero en este caso ni es flagrante ni desluce tanto el resultado global del álbum. Es cierto que esos tropiezos resultan insospechados, ya que coinciden con colaboraciones de relumbrón como las de The Weekend, en una ‘Thought I Knew You’ tirando a anodina, Future, en una “bajonera” ‘Sir’, o la de Swae Lee (del dúo Rae Sremmurd) en una prometedora, pero exageradamente prolongada a la postre, ‘Chun Swae’. Pero, aunque resulten en cierto modo prescindibles, incluso esos cortes contienen el suficiente interés (ya sea la oscura producción de Metro Boomin en ‘Sir’, la outro de ‘Thought I Knew You, el gancho y el primer verso de Nicki en ‘Chun Swae’…) como para que no sea fácil clicar el botón de “skip”. Los 66 minutos de ‘Queen’ divierten y no dan tanta pereza como pudiera parecer.

Esto lleva a otro hecho de ‘Queen’ que engrandece a su autora: no necesita de otros nombres de gran caché para deslumbrar. De hecho, no es baladí que los temas más brillantes de ‘Queen’ sean estrictamente los que afronta Minaj totalmente en solitario: tal es el caso del apabullante single ‘Chun Li’, con ese sorprendente espíritu old-skool («classic shit») que, aún más agudizado, se impone en la brillante ‘Barbie Dreams’ vía sample de ‘Just Playing (Dreams)’ de The Notorious B.I.G. Une tema donde se muestra intratable, incluida su divertida coda trap, con un flow de locura que extiende a las también excitantes ‘LLC’, ‘Good Form’, ‘Hard White’ (con una estupenda y tenebrosa base de Boy1da) y ‘Miami’. Como grandes excepciones a esta regla, destaca por supuesto ‘Coco Chanel’, ese despiporre neoperreo junto a Foxy Brown extendido a ‘Inspirations Outro’ (de manera tan incomprensible como imprescindible), y el gran gancho que Labrinth libera en ‘Majesty’, donde Eminem suelta el micro de manera absolutamente gloriosa con un verso de técnica alucinante (que Nicki ha etiquetado en su programa de radio como “el mejor verso rap de todos los tiempos”).

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Aunque si algo caracteriza a ‘Queen’ es su buen equilibrio con temas más R&B y pop que, sin ser su gran baza, no desmerecen en casi ningún caso (‘Run & Hide’ termina siendo más un interludio que otra cosa, mientras que la melodía de ‘Come See About Me’ es bonita, pero su desarrollo parece algo perezoso). Nicki brilla en esa faceta en la sinuosa ‘Ganja Burns’ que, aunque al principio no parezca encajar del todo como apertura del disco, pronto se convierte en uno de los highlights del disco; pero también resulta eficaz como contrapunto ‘Nip Tuck’ y, sobre todo, ‘Bed’, el dueto con Ariana Grande, que crece en coherencia y poder de seducción en la secuencia.

‘Queen’ sin duda refuerza la faceta como MC de Nicki, recurriendo a su mejor flow en los cortes indicados dos párrafos atrás. Y también como letrista, dejando una buena colección de barras para el recuerdo. Sin duda se lleva la palma ‘Barbie Dreams’, que está dando muchísimo que hablar, y con toda la razón: en una retahíla totalmente hilarante, se dedica a descartar nombres del rap business como padres para sus hijos (si quisiera tenerlos), y se esmera en ridiculizar, con muchísima coña, la pericia sexual de buena parte de sus compañeros masculinos de negocio; de 50 Cent (“Intenté follar a 50 durante una hora / pero todo lo que ese negro quiere es hablar de ‘Power’ durante horas”) a Quavo (“quizá debería dejarle “autotunearme” el coño”) pasando por Young Thug (“Solía follar con Young Thug, pero no arreglo esta mierda / Le pillé en mi vestidor, robando ropa y tal”, aludiendo la llamativa portada de su disco ‘JEFFERY’), DJ Khaled (“Tuve que “cancelar” a DJ Khaled, ya no hablamos / ningún negro gordo va a decirme lo que no se come”) o, el mejor de todos, Drake (“Drake vale cien millones, siempre me está haciendo regalos / Pero no sé si el coño está mojado o si está llorando y tal”). De manera hilarante, termina encomendándose cómicamente al «lubricante».

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Pero encontramos perlas similares, poco sorprendentemente dedicadas, en su mayoría, a explicar lo buena que es ella ante las demás, pero repletas de sentido del humor, sexo y de un chorro de referencias culturales dignas de estudiar. Desde ‘Ganja Burns’ (en ese primer verso donde desarma impostores con barras como “No puedes ponerte una peluca de Nicki y ser Nicki / Es como si un negro gordo se cree Biggie” o “¿Has hecho un ritmo guay y eres Kanye? / ¿Te has ligado a un Jay y ya eres ‘Yoncé?”) hasta la final ‘Coco Chanel’ (tirando con bala a Remy Ma en “Me llaman Ms. Puta, pero no fallo, zorra / (…) ¿Quién, yo? Físicamente estoy bien / ¿Quién, ella? Sabemos que se muere por dentro / Puta, no he mirado Billboard en 2017 / Tenía que dejar caer ‘Queen’ como una guillotina”). Y, pese a sus defectos, exactamente así, afilado e infalible, es como ha caído ‘Queen’, el disco más equilibrado –tanto en el sentido musical como en el lírico–, maduro y completo de Nicki Minaj. El mejor hasta el momento.

Calificación: 7,8/10
Lo mejor: ‘Chun-Li’, ‘Bed’, ‘Barbie Dreams’, ‘Ganja Burns’, ‘LLC’, ‘Majesty’
Te gustará si te gusta: Cardi B, Lil Wayne, cupcakKe
Escúchalo: Spotify

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