Parece mentira pero ‘My My My!’, el primer adelanto del nuevo disco de Troye Sivan, un esperado ‘Bloom’ que ha salido finalmente este viernes 31 de agosto, llegó a nuestras vidas… ¡¡¡en enero!!! Siete meses han pasado desde que la campaña de ‘Bloom’ arrancara oficialmente hasta la salida del disco, pero la canción, en lugar de caer en el olvido, se ha hecho más y más grande con el tiempo hasta consolidarse como la mejor canción de la carrera del australiano. Es sin duda el ‘Green Light’ de 2018… y las comparaciones con Lorde no se acaban aquí.
No, ‘Bloom’ no será el mejor disco de 2018 como ‘Melodrama’ lo fue el del año pasado, pero igual que Lorde, el cantante australiano ha publicado un álbum que documenta su madurez emocional (‘The Good Side’, ‘Postcard’) y sexual (‘Seventeen’, ‘Bloom’) en un momento muy concreto de su juventud, lo cual a la vez, como ‘Melodrama’, va a servir de espejo para una generación entera de fans que idolatran a ambos artistas y buscan reflejarse en ellos a través de sus historias. Además, ‘Bloom’ se ha presentado también con un primer single trascendental y eufórico, estelar del primer segundo al último, en el que Sivan aboga por “dejar de huir del amor”, donde Lorde clamaba “estoy preparada, esa luz verde, la quiero”.
Sin embargo, Troye no es Lorde, ‘Bloom’ no es un disco de autor como lo es ‘Melodrama’ y el australiano hace bien en acompañarse de diversos autores para pulir y elevar sus, por otro lado, personales canciones, aunque esto resulte en composiciones con un carácter más diluido. Le acompañan en ‘Bloom’ su habitual Allie X en canciones como ‘Seventeen’, una emotiva balada sobre una primera experiencia sexual de Sivan, Grindr mediante, o Peter Svensson, quien ya al margen de los Cardigans hace actualmente carrera como compositor para estrellas del pop como Ariana Grande (con quien Sivan colabora aquí en la cálida ‘Dance to This‘), The Weeknd o Nick Jonas, y que firma, entre otros y junto al productor Oscar Holter, el voluptuoso homenaje a los ochenta de los bombos enlatados que es el tema titular.
Si algo define ‘Bloom’ es una vulnerabilidad que empapa todas las canciones, desde las más bailables (las irresistibles ‘My My My!’ y ‘Plum’) hasta las baladas y pese a que Sivan no disponga de una voz especialmente carismática o emotiva. Ya nos detuvimos en ‘The Good Side’ destacando su preciosa melodía, que parecía inspirada en Sufjan Stevens tanto como su mágica unión de guitarras acústicas y florituras electrónicas, y casi igual de emocionantes son una ‘Postcard’ junto a Gordi en la que Sivan narra la vez en que envió una carta a su novio desde Tokio, “incluso la escribí en japonés”, recuerda, “y no te importó una mierda”, o ‘Animal’, la épica balada post-Frank Ocean -con producción futurista de Jam City (productor de Kelela)- que cierra el álbum.
Si algo hay que lamentar de ‘Bloom’ es que Troye Sivan no haya aprovechado la oportunidad para crear un segundo disco que termine de forjar su personalidad en la industria, que partiera más de ‘Blue Neighborhood’ y menos de las expectativas comerciales depositadas sobre la nueva estrella del pop internacional. Sin embargo, ‘Bloom’ sí mantiene ese gusto por las producciones sofisticadas de aquel primer trabajo y su abierta comercialidad expone ante nosotros a un artista que sabe qué quiere contar y con quién quiere trabajar para hacerlo lo mejor posible. Como ‘Dance to This’, ‘Bloom’ nos invita a quedarnos en casa y bailar, y aunque no tiene el aura de disco histórico de ‘Melodrama’, sí es un trabajo importante para Sivan, que sienta las bases para lo que el australiano nos tenga que contar en el futuro.
Calificación: 7,4/10
Lo mejor: ‘My My My!’, ‘The Good Side’, ‘Bloom’, ‘Dance to This’
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