Fue allá por finales de los 90 cuando Björk descubrió que si sus seguidores iban a comprar todo lo que publicaba, ella le iba a sacar provecho a eso. Más de 20 años después, la islandesa es conocida por seguir siendo una sacacuartos profesional capaz de vendernos 4 sencillos diferentes de un mismo tema y un mismo disco en su versión normal y en su versión sólo con cuerdas o en su versión remix. Pero lo de Björk ya lo damos por perdido. Son tantas las reediciones, cajas, remixes, directos, ediciones especiales y demás locuras que nos ha vendido que su caso es probablemente único en la historia para un artista aún en activo.
A su lado, Alanis Morissette es una aprendiz. Alanis lleva 20 años queriendo vendernos el mismo disco. El tercer álbum de la artista, aquel ‘Jagged Little Pill’ que la lanzó al estrellato y que le dio 5 premios Grammy en 1996, vuelve a reeditarse esta vez con 3 discos extra además del normal, una cosa apta sólo para muy fans, si es que le queda alguno.
Como es conocido, el resto de la discografía de Alanis ha sido irregular y en caída libre desde aquel 1995. Su continuación, ‘Supossed Former Infatuation Junkie’, a pesar de contener algún tema memorable, no consiguió igualar el impacto ni de lejos y lo que vino después fue incluso peor. La canadiense ha publicado cuatro discos desde 1998, y ahora mismo es bastante complicado distinguirlos o encontrar algún momento destacable de ese período. Y mientras, ¿de qué ha vivido? Pues de lo que se comúnmente se denomina “vivir de las rentas”. Seis recopilatorios y dos discos en directo, entre ellos un acústico de ‘Jagged Little Pill’, han ayudado a ella y a su sello a sacar el jugo a las canciones de su repertorio jugando con la nostalgia discográfica de una generación.
Pero la pobre Alanis no es la única. Billy Corgan, utilizando el nombre de su antigua banda, ha seguido sacando provecho del material de unos Smashing Pumpkins que debieron dejar de existir en 1998 después de la edición de ‘Adore’. Precisamente, de ese álbum publicaba Corgan una edición especial el pasado año con 6 discos y un DVD. Pero antes ya habían tenido lugar las reediciones de ‘Siamese Dream’ y del inmenso ‘Mellon Collie and the Infinite Sadness’. De hecho, toda su discografía ha sido reeditada.
George Michael, a pesar de ser muy querido en Reino Unido y conseguir colocar en lo más alto de las listas cada trabajo que saca, sabe muy bien que nada vende mejor que un buen recopilatorio. El artista lleva 11 años sin publicar un álbum en condiciones con material inédito, pero no se ha privado de sacar grandes éxitos y versiones sinfónicas de esos mismos grandes éxitos. Algo similar a lo que hacía en 2009 Mónica Naranjo con ‘Adagio’, disco en directo de versiones sinfónicas de sus canciones de siempre.
Mónica, que el año que viene publicará su primer trabajo original desde ‘Tarántula’ en 2008, ha pasado estos 7 años amasando fortuna a base de tres recopilatorios y dos discos en directo. Lo de Mónica es un caso bastante singular por tratarse de una artista también en activo. Diferente al caso de Mecano, que llevan separados de manera oficial más de una década, pero que no dejan de explotar su catálogo. Desde la publicación de ‘Ana Jose Nacho’, el que es considerado su último disco y que ya era una compilación de hits con algunas canciones «nuevas», se han editado 5 grandes éxitos y hasta un videojuego dedicado exclusivamente a sus canciones. Es oficial: Mecano tienen más recopilatorios que discos de estudio. Ana Torroja ha aprendido bastante bien de esta manera fácil de hacer ingresos y de sólo 4 discos en solitario, tiene 1 recopilatorio, dos directos y otro de versiones de Mecano. Esto último debió aprenderlo de su amigo Miguel Bosé que lleva dos “papitos” con versiones de sus propias canciones, un camino que han seguido Malú y Marta Sánchez.
Y si la discografía de Ana Torroja es breve, atención a Sade. La artista de origen británico ha publicado sólo 6 álbumes en más de 30 años de carrera, a los que se añaden 5 discos más entre recopilatorios, directos y remixes. Al menos no le ha dado por hacer reediciones de sus trabajos, por ahora.
Muy pocos se libran de querer sacar provecho una y otra vez de material ya publicado o de rescatar grabaciones para utilizarlas como reclamo. Si tenemos en cuenta que el disco más vendido de lo que llevamos de siglo es una recopilación (el ‘1’ de los Beatles) no es de extrañar este gusto de discográficas y artistas de sacar el mismo material una y otra vez. En el caso de artistas que ya no están vivos o grupos que ya no existen es más o menos comprensible. En otros casos, no lo es tanto. Bob Dylan, a pesar de poseer una discografía extensa que cubre 5 décadas y publicar su último trabajo este mismo año, no se libra de este método de asegurarse unos ingresos extra. Incontables son sus álbumes en directo y sus recopilatorios, pero numerosas también son las ediciones de sus Bootleg Series, 12 discos que reúnen todo el material inédito del artista y que se han publicado desde 1991 hasta este mes de noviembre, de momento.
Dylan posee éxitos y temas clásicos para llenar un par de recopilatorios, no igual Britney Spears, a la que su sello le colocó un ‘Greatest Hits’ con tan sólo tres discos en el mercado. O Dido, con cuatro y apenas 4 canciones de éxito.
Otros que se han apuntado este mismo año a las reediciones de sus discos han sido Sigur Rós. Los islandeses aprovecharon estos años de descanso para volver a publicar toda su discografía, añadiéndole el aliciente de tratarse de ediciones numeradas limitadas y en vinilo.
El propósito de estas reediciones es el mismo que el de los artistas que sacan actualmente un trabajo y meses después le cambian el nombre, le añaden algunos temas nuevos y pretenden colocarlo a la misma gente que ya compró el álbum. En los tiempos que corren, en que cada vez hay menos gente que compre música, cualquier estrategia vale con tal de sacar el máximo partido al material ya grabado.