Wolf Alice / Visions Of A Life

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Wolf Alice / Visions Of A Life

wolf-alice-visions-of-a-life¿Cuántas veces habremos oído aquello del “difícil segundo disco”? Sin negar que no debe ser sencillo superar un debut que ha tenido una repercusión notable y que casi siempre es básico en la carrera de cualquier artista, es un mito que no necesariamente aplica cuando hablamos de grupos/artistas de gran talento. Ese, al menos eso deducimos tras analizar ‘Visions Of A Life’, parece ser el caso de Wolf Alice, un grupo cuyo debut ‘My Love Is Cool’ logró calar profundamente entre el público y la crítica (especialmente los británicos) pese a que en un principio no parecía para tanto.

Ahora llega su segundo álbum que, de manera clara, supera al primero en prácticamente todos los aspectos: cohesión, sonido, personalidad, canciones… Grabado en Los Ángeles con el productor Justin Meldal-Johnsen (Paramore, Beck, M83), Wolf Alice llevan un decidido paso más allá todo lo mostrado en su debut. Sobre todo, a nivel de diversidad sonora, con una variedad que sobre el papel parece difícil de encajar: si el cambio del punk-pop iracundo de ‘Yuk Foo’ (un himno angst que encuentra una nueva réplica en la eficaz ‘Space & Time’) a los atinados y poperos singles ‘Don’t Delete The Kisses’ (quizá la canción más memorable del disco, con esa excitante subida de intensidad final) y ‘Beatifully Unconventional’ (un coqueteo con el rock de Arctic Monkeys) te sonaron inconexos, es solo la punta del iceberg.

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Porque en ‘Visions Of A Life’ hay rock de todo pelaje: guiños a My Bloody Valentine (‘Heavenward’), los Radiohead de ‘The Bends’ (‘Planet Hunter’), Cocteau Twins (‘Sky Musings’), Muse (‘Formidable Cool’), Smashing Pumpkins (‘Sadboy’), folk pastoral (‘After The Zero Hour’, uno de los temas más sorprendentes y bonitos del disco, con una Ellie Goswell emocionante). Y lo mejor es que todo es bueno o, como poco, distintivo. Y en esa mezcolanza a priori imposible emerge la personalidad del grupo y la voz de Ellie para darle un hilván a todo, consolidando una propuesta que cristaliza del todo en las canciones menos inmediatas pero más elaboradas e interesantes del conjunto, esas que cada vez que escuchas te sorprenden con nuevos puntos de vista y detalles. Con un sonido realmente espectacular y Black Sabbath y los Led Zeppelin de influjo asiático emergiendo como probables referentes, la fantasía post-metalera de ’St. Purple & Green’ y el tema titular (pasa tanto en sus 8 minutos que se hacen hasta cortos) se antojan como un pirotécnico final hacia el que confluyen las distintas facetas presentadas en las otras nueve canciones del disco.

Como mayor pero a ‘Visions Of A Life’ podemos señalar unas letras que, al igual que en ‘My Love Is Cool’ pecan de cierto tono naíf que ni engancha (a excepción de ese “you bore me to death / I don’t give a shit” de ‘Yuk Foo’ –simplón juego de palabras con “fuck you”, por si alguien no lo había notado–) ni emociona especialmente. Pero eso no enturbia demasiado un disco con un encanto especial, de esos que te engatusan con 3 o 4 cortes de manera inmediata y que poco a poco te van dando más hasta que prácticamente todo el álbum se antoja imprescindible. ‘Visions Of A Life’ va directo a la selecta lista (precisamente junto a ‘The Bends’, ‘Loveless’, ‘Siamese Dream’, ‘Origin of Symmetry’…) de segundos discos que superaron en alcance comercial y calidad a sus debuts.

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Calificación: 8/10

Lo mejor: ‘Don’t Delete The Kisses’, ‘Heavenward’, ‘Yuk Foo’, ‘After The Zero Hour’, ‘Visions Of A Life’ 

Te gustará si te gustan: –o te gustaron en algún momento– Muse, Smashing Pumpkins, los Radiohead de ‘The Bends’
Escúchalo: Spotify

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