¿Qué dices si te preguntan cuál es el nexo entre Madonna y ‘Ghost In The Shell’? Tras escuchar ‘Oil of Every Pearl’s Un-insides’, se te puede ocurrir una respuesta: SOPHIE. El último tema está impregnado de una atmósfera futurista, paranoide y post-apocalíptica al más puro estilo ‘Ghost In The Shell’ o ‘Deus Ex’ y, aunque ‘Whole New World/Pretend World’ sea sin duda la pieza más inaccesible que presenta el disco (puede gustarte ‘It’s Okay to Cry’, o incluso la bruta ‘Ponyboy’, y que en cambio te espante este viaje -luego ahondaremos en este concepto- de casi diez minutos), es también la más representativa de SOPHIE y de lo que propone. No es de extrañar que la haya elegido para cerrar su álbum debut: nueve minutos y pico donde se mezclan las partes distorsionadas hasta lo ininteligible entonadas por la propia SOPHIE, el lamento noventero de “I looked into your eyes, I thought that I could see a whole new world”, la parte casi infantil de “whole! New! World! Whole! New! World!”, y hasta un interludio que podría servir también de hilo para los viajes espaciotemporales de ‘Interstellar‘. Esta estructura, más que caótica, podría describirse como fluctuante, y de hecho es esa idea del portazo a lo binario, a lo establecido, esa idea de fluir, una de las grandes constantes de SOPHIE, y la principal en este disco.
‘Oil of Every Pearl’s Un-insides’ sirve mucho más como debut que ‘Product’, y no solo por su duración: da la sensación de que aquí estamos mucho más cerca del universo personal de su autora. ‘Product’ era una colección de singles potentísimos -y otros no tanto-, pero todos cortados por un patrón similar (muy distintos a otras propuestas, pero similares entre sí); aquí, en cambio, tenemos una representación más cercana de hasta qué nivel llega lo que nos quiere ofrecer la productora. Está su faceta más brutal y más continuista con respecto a ‘Product’ y a su trabajo anterior, como podemos ver en ‘Not Okay’, ‘Faceshopping‘ y la especialmente destacable ‘Ponyboy’, pero también está ‘Immaterial’, la joyita cantada por Cecile Believe que mezcla a Madonna con el 2150 (eso de “vivimos en 2018 pero esta persona vive en el 2068” se podría aplicar aquí). Nuestro compañero Jordi Bardají ya os habló extensamente de ella, llegando a calificarla como “himno”, y no se equivocaba.
Y también están otros cortes donde la autora de temas tan bestias como ‘HARD’ o ‘LEMONADE’ (o de las ideas por las que muchos aún denostan ‘Bitch I’m Madonna‘) se entrega a lugares donde no pensábamos verla. ‘It’s Okay to Cry’ nos sorprendió hace unos meses porque la hasta entonces tan envuelta en secretismo SOPHIE, punto uno, se mostraba físicamente, y, punto dos, lo hacía de forma vulnerable, tanto exterior por la desnudez como interiormente al hablar de intimidades y de cómo afronta lo que la atormenta, todo con un aire celestial que envuelve el tema. Atreverse a dar el paso, y las inseguridades de ese segundo justo antes de saltar, parece ser también la temática de ‘Is It Cold in the Water?’, que si me dicen que es de Björk o de Arca me lo creo, igual que si me dicen que ‘Infatuation’ es de Aphex Twin (aunque en este segundo caso el resultado es más discreto).
Estamos por tanto ante un trabajo mucho más cohesivo que ‘Product’, y «Oil» es mucho más que una introducción al bubblegum bass: es directamente un viaje por el mundo paralelo de SOPHIE (volvemos a decir lo de que vive varios siglos por delante). Un viaje que es una auténtica montaña rusa donde la escocesa nos da una cálida bienvenida (‘It’s Okay to Cry’), nos lleva poco poco a la cúspide (‘Ponyboy’ y ‘Faceshopping’), nos da un poco de calma (‘Is It Cold in the Water?’, ‘Infatuation’), otra subida (‘Not Okay’), y nos “cuida” usando un ambient de casi seis minutos (‘Pretending’) a la espera de que asistamos al que como decimos parece ser su himno (‘Immaterial’). El objetivo final de este viaje es descarrilarnos en el mencionado último tema, que lleva el vagón a un viaje mucho más abstracto. Antes hablábamos de ‘Interstellar’, pero realmente sería más el viaje espaciotemporal de (no me matéis los puristas por hacer esta comparación) ‘2001: Una odisea en el espacio’: psicodélicamente maravilloso para algunos, inaguantable para otros. La propuesta de SOPHIE es por momentos muy arriesgada, posiblemente incomprendida y, aunque esto sea tópico, adelantada a su tiempo. Si mañana SOPHIE confiesa que es una robot, me lo creería, pero mucho menos que en la época de ‘Product’, porque dentro de toda la artificialidad buscada de este álbum, hay una capa de humanidad. Aunque sea una humanidad inmaterial.
Calificación: 8,5/10
Te gustará si te gusta: Björk, PC Music, Charli XCX, Hannah Diamond, Aphex Twin, Arca. O las distopías cyberpunk.
Lo mejor: ‘It’s Okay to Cry’, ‘Immaterial’, ‘Ponyboy’, ‘Whole New World / Pretend World’, ‘Is It Cold in the Water?’
Escúchalo: Spotify