Este martes ha supuesto otra noche de música en La 2, con la cadena luchando por los «trending topics» de Twitter con hashtags del nivel de Gran Hermano VIP y #YoTambiénMeCagoEnFalange. Las audiencias de «Cachitos» o ‘La Hora Musa’ nunca podrán ser millonarias en nuestros tiempos, pero en cuanto a comentarios en redes, también una forma de medir el éxito en 2018, está claro que no se pueden quejar.
El programa de hoy de ‘Cachitos de hierro y cromo’ estaba dedicado a tratar de dilucidar «qué es el indie», una batalla perdida de antemano. Las presentaciones de Virginia Díaz se rodaban en el FIB este verano de manera simbólica, pues los inicios de este festival fueron el inicio del indie por varias razones; pero también de manera simbólica porque igual que el FIB se ha abierto a otros estilos que nada tienen que ver con sus inicios (lo cual no es ni bueno ni malo, pero no, Travis Scott no es un indie de la vida), el programa ha terminado coronando a Vetusta Morla como reyes de dicho movimiento. Una decisión arriesgada, pues aunque se sitúe su origen en 1998, la banda no empezó a popularizarse hasta 2008, cuando gracias a MySpace o Youtube o más tarde Twitter y Spotify, ya no se hablaba tanto de «indie» como de bandas que sabían hacerse a sí mismas en la era 2.0. El escenario de ‘Chup Chup’ no era el mismo que de ‘Copenhague’ quince años después.
No sin mostrar una imagen de ‘Pequeño circo‘ en el reportaje de libros pop del programa posterior ‘La Hora Musa’ o sin concluir que es difícil saber que es el indie «porque ya está todo mezclado», RTVE ha yuxtapuesto el indie de los 90 y el de nuestra década (han salido Izal o Miss Caffeína) como si de lo mismo se tratara. Y los medios de difusión, el alcance de los grupos o las posibilidades para dedicarse a la música no son las mismas. Por supuesto que hay nexos en común. Australian Blonde abrieron puertas con su anuncio de Pepsi, pero por mucho que fueran a por todas, no disponían de ningún medio digital para que su música llegara donde Subterfuge no lo hacía.
Pero esto es prime-time y tampoco hay que sacar la lupa. Aunque muchos usuarios han echado de menos imágenes de sus artistas favoritos (Hidrogenesse, Family o al menos Souvenir, que llegaron a actuar en Música Sí -y Popcasting ya ha sido mencionado en las clases de Operación Triunfo-), sí hemos podido ver por una vez en horario de lujo en televisión a gente como La Buena Vida, Los Planetas, Undershakers, Cancer Moon, Patrullero Mancuso, El Niño Gusano, Los Bichos, Sr Chinarro, Los Punsetes (no sé si en la sección «tonti-pop», ¿no, verdad?), Papa Topo, La Casa Azul, Las Odio o mencionada la gira seminal «noise pop» de 1992, entre muchas otras cosas. Porque otra cosa no, pero archivo que presentar, RTVE tiene un rato. Tiene, hasta para años en los que no te enteraste de que contaban con programa musical. Saludos a Klaus&Kinski o a La Bien Querida.
El programa ha alternado en sus rótulos los guiños para enteradillos (el dedicado a Aventuras de Kirlian y Single, recordando que estos ponen la sintonía del programa), con humor todo lo cercano posible al público generalista. En esta categoría podemos meter la comparación realizada entre el físico de Fernando Alfaro y Andrés Pajares de joven, la cantante de Cola Jet Set con Amaia Montero, la broma sobre el exilio de Russian Red y su Instagram perfecto o el «léase Nosoträsh como si lo pronunciara Mariano Rajoy». Con más tino o menos, lo seguro es que no he sido capaz de despegarme de la pantalla ni para mirar el móvil durante los 55 minutos de duración de programa. Ni me acuerdo de cuándo fue la última vez que me pasó esto, pero seguro que no fue viendo las 3 horas de ‘Masterchef’, así que gracias.
La polémica selección de Vetusta Morla como reyes del programa indie por encima de Los Planetas, que se llevaron el beneplácito crítico, o Dover, que vendieron cientos y cientos y cientos de miles de copias, servía para presentar la actuación del exitoso grupo madrileño en el programa siguiente, ‘La Hora Musa’, que llegaba a su tercera edición. La presentación de 3 canciones en directo del notable ‘Mismo sitio, distinto lugar’, es apabullante, de sonido magistral, medido al milímetro y ensayado en el estudio hasta la saciedad. Elegante y pro, presentable ante las masas como lo mejor del pop español, es casi la prueba de que el indie no era esto. Lo cual no es bueno ni malo, pues tiene sus ventajas y sus inconvenientes. No verás a un miembro de Vetusta Morla hablando de mezclas de Coca-Cola con MDMA ni dar una respuesta mínimamente fuera de lo políticamente correcto. Pero tampoco faltando a su profesionalidad con una nota fuera de su sitio o una letra leída de mala manera en el suelo o en un atril después de 20 años en esto. Ver a Vetusta Morla arrasar en prime-time era la prueba de que si los indies eran pobres, lo eran porque querían; y a la vez de que lo suyo no tiene más en común con aquella cosa rara del indie que las ganas de hacerse a sí mismos al margen de la industria.
‘La hora musa’ se completó con una actuación de Soleá Morente acompañada como es habitual por Alonso de Napoleón Solo y Lorena Álvarez a los coros; además de por el show de un ex miembro de Dover, de nuevo en sintonía con el #CachitosIndie. Las entrevistas a Soleá y a Vetusta hechas por Maika Makovski resultaron un poco menos encorsetadas que en semanas anteriores, sin dejar aún grandes titulares (igual estaría bien que repartieran copas de vino como en la misma cadena a Anabel Alonso y Bibiana Fernández en su programa de late-late-late-late night «Las Retales»), pero todo apunta a que las cosas van por buen camino. ¿Cuándo llevan a Rosalía?