Anoche arrancó en Bilbao la edición de 2019 del BBK Live. Solo en su primera jornada teníamos ya a varios de los cabezas de cartel de todo el festival, y también a varios de los “cabezas pequeñas”: gente que de ninguna manera eran superestrellas, pero sí habían tenido una fuerte evolución en meses (IDER en el plano internacional, DMBK en el nacional). Esa primera división estaba capitaneada sin duda por Thom Yorke, que se marcó un “¿Radiohead? ¿Qué es eso? ¿Se come?” y dedicó el concierto a sus tres discos en solitario (incluido el que acaba de publicar), con alguna curiosidad como la BSO de ‘Suspiria‘ o canciones de Atoms for Peace. Un setlist así podía espantar, y de hecho espantó, al público más casual, pero también tenía la capacidad de cautivar a sus fans. Así, durante todo el concierto, Yorke se apoyó en las proyecciones audiovisuales y en una entregada banda para demostrar a los allí presentes su capacidad para transmitir sensaciones y directamente transportar a otro lugar con su música. Salvo por alguna que otra intervención (chapurreando “eskerrik asko” como muchos de los visitantes de Bilbao este fin de semana), el inglés se centró en encadenar un viaje electrónico con otro, ganándose la aprobación tanto de quienes se han maravillado con el reciente corto ‘ANIMA‘ como con quienes aún no habían podido escuchar su último trabajo. [Foto Thom Yorke: Tom Hagen para Bilbao BBK Live.]
Otro cuyo nombre está asociado inevitablemente a una banda es Liam Gallagher, aunque su caso es, como sabemos, más complicado. Ironías del destino (¿o no?), su hermano Noel tocaba el mismo día en el Mad Cool, festival con cierta relación “fraternal” con el BBK, pero mientras que Noel no recurre mucho a temas de Oasis, Liam no escatimó en canciones de su anterior grupo: desde comenzar con ‘Rock n Roll Star’ o ‘Morning Glory’ hasta, por supuesto, incluir ‘Wonderwall’ en el último bloque. El público vibraba con el estatus de estrella de rock de Liam y la estupenda acústica del escenario Nagusia, y el inglés, además de incluir temas de su debut en solitario ‘As You Were’, aprovechó para promocionar su nuevo trabajo con el adelanto ‘Shockwave’. Unas horas antes en el mismo escenario actuaba otro peso pesado, en este caso a nivel nacional: Vetusta Morla son por sí mismos cabeza de cartel de muchos festivales, y nunca decepcionan. Centrándose en su último trabajo, ‘Mismo Sitio, Distinto Lugar’, del que sonaron ’23 de Junio’ o ‘La Vieja Escuela’, y sin olvidar clásicos como una ‘Mapas’ durante la cual Pucho se bajó a interaccionar con los asistentes (que se hicieron sus correspondientes selfies con él), la banda ofreció un entregado show con especial protagonismo de la percusión – y especial protagonismo de los coros del público, por supuesto, que se sabía prácticamente todos los temas de pe a pa. [Foto Liam Gallagher: Jordi Vidal para Bilbao BBK Live.]
Y de clásicos pasamos a lo opuesto: dos propuestas que estamos seguros de que van a dar cada vez más que hablar. Por un lado tenemos a Jess Smith, alias Biig Piig, irlandesa en la línea de proyectos como Clairo o Ama Lou, que al vivir muchos años en nuestro país ha incluido el castellano en sus canciones -ahí están ‘Perdida’ o ‘Vete’- y en ese mismo idioma se dirigía al público. Consiguió enganchar a los asistentes con la elegancia de cortes como ‘Vice City’ y, sobre todo, con ‘Crush’n’. Por otro lado, teníamos en el escenario Firestone a las londineneses IDER, para mí el mayor descubrimiento del festival. Estas dos compañeras de piso llamaron la atención de Shura para producir su primer EP, y ahora están a solo una semana de presentar su debut largo, todo esto en poco más de dos años. Con una mezcla de pop electrónico y armonía folkie que gustará a fans de MUNA y de First Aid Kit, Lily y Megan entregaron un temazo tras otro: pudimos bailar con ‘Mirror’, identificarnos con la generacional ‘You’ve got your whole life ahead of you baby’ o sentir un pinchazo con ‘Body Love’, siempre con un elegante uso de los sintetizadores y unas voces que encajan a la perfección. Ganas, muchas ganas, de escuchar su debut. [Foto Biig Piig: Óscar L. Tejada para Bilbao BBK Live.]
El Firestone recibió horas más tardes a Ms Nina, que, como es costumbre, apareció tras casi veinte minutos de DJ (al menos esta vez no fue tanto como cuando la vimos en el Warm Up del año pasado). Prácticamente salió cuando tuvimos que irnos a ver a Thom Yorke, pero hay que decir que, cuando por fin subió al escenario, se entregó al perreo con su publico. La autora de ‘Pastillas’ acaba de publicar la mixtape ‘Perreando por fuera, llorando por dentro‘, y por tanto se dedicó a repasar especialmente estos temas, desde la acertada ‘Resaca’ a la no-tan-acertada ‘Coqueta’. En el mismo escenario pudimos ver horas antes a Baiuca. La explosiva mezcla de folclore gallego y electrónica no necesitó que su responsable dijese una sola palabra (literalmente) para tener entregado a su público que no paró de bailar con temas como ‘Olvídame’, ‘Morriña’ o el remix de Chancha Via Circuito ‘Ilaló’. Otra propuesta de electrónica fue la de Courtesy y, aunque Najaaraq Vestbirk tenía el handicap de tener que defender una sesión de techno ácido bajo el imponente sol que seguía abrasando a las siete de la tarde, lo cierto es que el público de la danesa era reducido pero entregado. Había espacio para los tradicionales alemanes sin camiseta haciendo bailes epilépticos en las primeras filas, y también para los modernos que miraban desde atrás y cuyo “baile” parecía más un bucle de asentimientos.
Muy distinto era el ambiente en el concierto de Slaves. Isaac Holman y Laurie Vincent ofrecieron un show punk inaudito en el festival, con su rabia tirando micrófonos, su sudor compartido entre asistentes y el propio Isaac, y sus directísimas letras políticas sobre la clase obrera (menos mal que no estaban allí las dirigentes de Ciudadanos, porque se habrían sentido insultadas). Un conciertazo no apto para todo el mundo, pero conciertazo. También diferente al resto de propuestas era la de Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, uno de los primeros nombres de la tarde, que además pudieron llevar su “kinkidelia” al escenario grande, mientras Sandra y Sergio de Delaporte tuvieron que conformarse con el Firestone… lo que no les impidió ofrecer el divertidísimo show al que nos tienen acostumbrados). [Foto Slaves: Óscar L. Tejada para Bilbao BBK Live.]