En esa carrera que nadie busca correr por ser el “nuevo punk”, ya le ha entrado flato al trap. Si hay alguien auténticamente punk en el panorama independiente nacional es Carolina Durante Marcelo Criminal. Y es que el cantautor-rock murciano, en la escuela de Daniel Johnston, Beat Happening o David Rodríguez, hace del lo-fi toda una filosofía de lo más extrema que, desde luego, no está hecha para el consumidor medio de música… incluso aunque ‘Perdona (ahora sí que sí)’ haya demostrado que es capaz de escribir canciones que pueden ser un éxito comercial.
Pero no lo serán, eso seguro, con sus propias interpretaciones, que hacen de la baja fidelidad una bandera también en el que es su primer lanzamiento oficial desde que Carolina Durante y Amaia popularizaran ese tema que es, casi de forma evidente, el momento estelar de este ‘Repentino brote de añoranza y amor’ que lanza Sonido Muchacho. Canciones cantadas a voz en cuello, en un tono tan grave que hace sus letras prácticamente ininteligibles –lo de ‘Londres 2012’ es de medalla–, sin que la afinación le quite el sueño lo más mínimo –el disco debería llevar la etiqueta “libre de Autotune”– son la tónica en estas siete canciones, que aunque le representan a la perfección, dejan un sabor agridulce.
Y es que parece que Marcelo, fiel a su aura y actitud anti-todo, ha apostado –no sabemos si voluntariamente o no– por pegarse un tiro en el pie con ’Repentino brote de añoranza y amor’. Y es que, en lugar de aprovechar la atención mediática para reivindicarse, ha sacado un disco mucho más esquivo que ‘(acepta su cruz)’, aquella recopilación de sus primera demos que hizo Fikasound. Con la excepción de “Perdona”, ‘Londres 2012’ y la final ‘Somos conscientes de la proximidad del parque’ –ambas con crucial aportación vocal de Juana Díaz–, sus melodías y ganchos son exiguos, rozando el spoken-word (‘Mercadona’).
Lejos del magnetismo inmediato de viejas tonadas como ‘Solan de Cabras’, ‘Juana de Arco’, ‘Whatsapp/Huerta’ o ‘Murcia nos pertenece’, el atractivo de ’Repentino brote de añoranza y amor’ reside muchas veces en sus partes instrumentales –producido por su habitual Álex López y masterizado por Carlos Hernández, es su disco más guitarrero– o algún coro, cuando no en uno de sus desconcertantes versos (“Todos mis amigos se quieren suicidar”, comienza cantando en ‘Mocedades suicidas’).
Desde luego, a Marcelo Criminal le honra ser fiel a sus principios estéticos de una manera tan radical, y seguro que eso potenciará su reputación de héroe del underground. Pero la sensación de que, pese a tenerlo a mano, seguirá sin comerse un colín es real. Al menos, hasta que algún artista avispado vuelva a aprovecharse de alguna de sus buenas ideas.
Calificación: 5,8/10
Lo mejor: ‘Perdona (ahora sí que sí)’, ‘Londres 2012’, ‘Somos conscientes de la proximidad del parque’
Te gustará si: La Estrella de David, Daniel Johnston y Beat Happening son tu santísima trinidad.
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