Parte de la redacción evalúa los dos primeros adelantos del nuevo disco doble que esta semana han anunciado Coldplay, ‘Everyday Life‘. Se publica el próximo 22 de noviembre.
«Aunque mi primera impresión fue que este ‘Everyday Life’ podría ser un poco heredero del mejunje buenrollista y blandurrio ‘Mixoxoloco’ ‘Mylo Xyloto’, la verdad es que esta vez el apropiacionismo (acusaciones en 3, 2…) del folclore centroafricano que perpetran tanto en ‘Orphans’ como en ‘Arabesque’ no está nada mal. La primera disimula un poco más esas influencias, innegables en unos coros que suenan tan tribales como explosivos –combinados, eso sí, con unos «uuu-uuh»s que evocan los de ‘Sympathy for the Devil’– y que pueden lograr lo que parece impensable hoy en día para U2: lograr un hit. Pero de las dos mi favorita es ‘Arabesque’. Y no solo porque hayan tenido el buen gusto de reunir en una sola canción al casi desaparecido (por voluntad propia) Stromae y a Fela Kuti –sampleando frases suyas del documental ‘Music Is The Weapon‘, significativo título–, además de a su hijo y heredero musical Femi Kuti (y también a un hijo de este), con unos metales maravillosos, enraizados en la tradición nigeriana (ejecutados junto al grupo de Femi, The Positive Force). Sino también por su construcción, en la que esos vientos se desenvuelven sinuosos sobre el acústico ritmo marcial que impone el grupo –con una alucinante línea de bajo de Guy Berryman– hasta la abrumadora explosión final. Y, además, por el espíritu de su letra, que llama la atención sobre las similitudes que unen a las distintas etnias y religiones del mundo, a ponerlas por encima de las diferencias que nos separan. Así, sí». Raúl Guillén.
«Las comparaciones con U2 que desde años se les viene haciendo a Chris Martin y compañía, junto a las derivas de sus últimos discos, especialmente ‘A Head Full of Dreams‘, no tienen mucho sentido en ‘Orphans’. Más cercano a propuestas de M83 o hasta de fun. (¿os acordáis de fun.?) que de Bono, y más cercanos a una combinación de ‘Mylo Xyloto’ con ‘Viva la Vida’, ‘Orphans’ es un tema sin muchas pretensiones y con algo que hacía tiempo que no encontrábamos en el grupo. Porque tiene esas dosis de buenrollismo, épica y demás con potencial de ser en el futuro otro clásico de Coldplay. Otro de esos clásicos que sacarán de quicio a quienes no soportan los tics de la banda… pero con un carácter mucho más defendible que la cosa esa con Chainsmokers o los facilones temas de su último disco. Prefiero ‘Orphans’ a ‘Arabesque’ porque la primera es lo que es y su función la cumple de maravilla. ‘Arabesque’, en cambio, parece responder a ese “material experimental” del que ellos hablaban, y desde luego no se puede decir que sea una canción “sencillita” ni desde luego hecha para sonar en radio, pero acaba siendo un corte fallido que además se hace largo. ¿Es necesaria esa duración? ¿Tienen algún sentido esos solos aparte de para decir “mirad cómo nos la sacamos”? No me queda claro. Pablo N. Tocino.
«Coldplay han arrasado en este último lustro con sus aproximaciones al EDM y con los feos singles de ‘A Head Full of Dreams’. Sin duda, tienen una flor en el culo (literalmente, porque les encanta cubrirse de flores), porque su deriva artística no puede ser más hortera. En ‘Orphans’ encontramos todos los tics que temes cuando un grupo multimillonario se acerca a África y que Madonna ha evitado con una producción bastante minimalista en ‘Madame X‘. Coldplay, que fueron minimalistas en el precioso ‘Ghost Stories‘, apuestan ahora por el «más es más» todo el rato: la canción suena grandilocuente en su carácter coral, a ello se suma lo irritante de su juego de voces, a ello se suma lo pretencioso de sus referencias a Siria, y a ello se suma lo populista en las imágenes de su vídeo, que parece un anuncio de Benetton, a la postre resultando infantil y facilonga, de nuevo, como el mecanismo de un chupete. Melódicamente como un cruce entre Dandy Warhols y Passion Pit que nadie pidió, hace sonar ‘Arabesque’ como la octava maravilla, estupenda en su sección de vientos y con su sosegado pero incansable ritmo percusivo, que lleva a un final catárquico. De momento ‘Sunrise’ pinta infinitamente mejor que ‘Sunset’, aunque sea la segunda parte la que haga mejores números». Sebas E. Alonso.