Los hermanos Ben y Joshua Safdie no han tenido mucha suerte con la distribución española de sus películas. No se ha estrenado ninguna en salas comerciales. La primera, ‘Go Get Some Rosemary’ (2009), se pudo ver en el festival de Gijón. Eran los tiempos del mumblecore, un movimiento que alumbró a algunos de los directores más interesantes de la actualidad: Barry Jenkins (‘Moonlight’, ‘El blues de Beale Street’), los hermanos Duplass (‘Cyrus’, ‘Togetherness’), Greta Gerwig (‘Lady Bird’, ‘Mujercitas’)… El propio Joshua Safdie debutó en solitario con uno de los mejores títulos de esta corriente: ‘The Pleasure of Being Robbed’ (2008), disponible en Filmin.
La segunda película que rodaron juntos, ‘Heaven Knows What’ (2014), se pudo ver en el festival de Sevilla, donde la protagonista, la ex toxicómana Arielle Holmes, ganó el premio a la mejor actriz. A pesar de que el filme fue nominado a la mayoría de los premios del cine independiente, tampoco esta vez se estrenó comercialmente (se puede ver también en Filmin). Con ‘Good Time’ (2017), los Safdie dieron un definitivo paso adelante. La película compitió en la sección oficial de Cannes, volvió a acumular nominaciones (Spirit, Gotham) y apareció en prestigiosas listas de lo mejor del año como la de Indiewire o Cahiers du Cinéma. Pero nada. Ni siquiera el protagonismo de Robert Pattinson consiguió que se estrenara en España. Al final, la película llegó a Netflix casi un año después y un poco de tapadillo.
Con ‘Diamantes en bruto’ ha vuelto a suceder. De nuevo la estrena Netflix. Pero esta vez de forma simultánea en todos los países y solo un mes después de su estreno en salas de Estados Unidos, al nivel de otros lanzamientos de la plataforma como ‘El irlandés’ o ‘Historia de un matrimonio’. Quizá el hecho de que la produzca Martin Scorsese (de quien los Safdie son alumnos aventajados), y la protagonicen Idina Menzel y, sobre todo, Adam Sandler -quien se ha convertido en la estrella de la plataforma con éxitos de público como ‘Criminales en el mar’ o ‘La peor semana’, y de crítica como ‘The Meyerowitz Stories’- ha tenido algo que ver con este estreno mucho más cuidado.
‘Diamantes en bruto’ sigue la estela estilística y narrativa de ‘Good Time’: un thriller vertiginoso, con toques de humor negro y apuntes de drama familiar (en este caso sobre las relaciones y rituales de una familia judía), protagonizado por un hombre en plena huida hacia el abismo. Sandler interpreta a un endeudado joyero neoyorquino que, como Harvey Keitel en ‘Teniente corrupto’ (Keitel fue la primera opción para interpretar este papel), intentará saldar sus deudas de juego subiendo la apuesta. Esto es: endeudándose aun más. Una trepidante carrera a “doble o nada”, llena de caídas, golpes y saltos mortales.
Los directores consiguen transmitir el estado de ánimo del protagonista -entre la euforia, el alivio y el ataque de pánico- por medio de una puesta en escena muy enérgica: planos cerrados, irrespirables; cámara y personajes en constante y frenético movimiento; y un uso de la música (de nuevo a cargo de Oneohtrix Point Never, quien ya ganó un premio en Cannes con ‘Good Time’) muy incisivo, con voluntad de subrayar el vértigo y la angustia existencial en la que vive inmerso el personaje. Una caligrafía visual con vocación documental enfatizada por la presencia de celebridades interpretándose a sí mismas, como el jugador de baloncesto Kevin Garnett o el músico The Weeknd.
Al igual que el protagonista camina por la cuerda floja, ‘Diamantes en bruto’ hace equilibrios entre el thriller, el drama y la comedia. Los Safdies realizan una apuesta arriesgada, incluida la elección del actor protagonista (aunque Sandler ya había demostrado su versatilidad en películas como ‘Punch-Drunk Love’, ‘Hazme reír’ o la mencionada ‘The Meyerowitz Stories’). Una apuesta que al final -¡y menudo final!- resulta ganadora. 8,5.