Arcade Fire, lo mejor de la inauguración de Cala Mijas 2023

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Arcade Fire, lo mejor de la inauguración de Cala Mijas 2023

Ayer dio su pistoletazo de salida en la costa malagueña la segunda edición de Cala Mijas, el festival que conocimos el año pasado organizado por Last Tour, los mismos detrás del BBK. Si el año pasado tenían a gigantes de la talla de Arctic Monkeys, Liam Gallagher, Kraftwerk, Röyksopp, Róisín Murphy o The Chemical Brothers, esta edición cuenta con gente como Arcade Fire, Florence & The Machine, The Strokes, Siouxsie, Underworld, Arca, Duki, Belle & Sebastian o M83.

Entre algunas de las novedades, la organización ha cambiado la distribución de los escenarios, ha dado más espacio a La Caleta (el nicho electrónico primo hermano del Basoa en BBK) y ha ampliado las zonas de restauración (a precios prohibitivos, pero ése es un melón festivalero en general). Como podéis imaginar por este titular, está claro quienes fueron los ganadores de la noche, pero antes de eso hubo muchísimos artistas interesantes en los que detenerse.

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Los asistentes más tempraneros pudieron disfrutar de dos nombres andaluces que hace tiempo que ya cruzaron nuestras fronteras. Por un lado, Vera Fauna: despacito y con buena letra, la banda se ha ido ganando el respeto de los grandes de la escena, fichando por Ernie Records (sello también de las Shego, Julio de la Rosa o Niños Mutantes), e incluyendo en su reciente segundo disco, ‘Los años mejores’, una colaboración con Kiko Veneno. ‘Martes’ por supuesto no faltó en un setlist que se acordó también de temas de su estupendo álbum debut, ‘Dudas y flores’ y que, pese al inclemente sol, disfrutaron los valientes que ya se encontraban en el recinto.

Por otro, Juicy Bae. La artista sevillana afincada en Barcelona acaba de sacar EP, ‘Antes de Conocerte (Parte I: Premonición)’, solo unos meses después de su primer largo, ‘PTSD’, donde contó con colaboraciones de gente como Polimá Westcoast, Aleesha o Taichu (casi ná), y ambos trabajos tuvieron su lugar en un directo donde quedó clara su presencia escénica y la entrega de sus fans, pese a un horario que no pegaba nada con temazos como ‘Por ti’ o ‘Malas lenguas’.

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Poco después llegaba el turno de contemplar un poquito de Historia de la música. El talento y el poderío de Siouxsie está fuera de toda duda, y estar acercándose a los 70 años no fue impedimento para que la inglesa lo diese todo repasando algunas de las mejores canciones de su trabajo en solitario ‘Mantaray’ como ‘Into a swan’ o ‘Here comes that day’, pero sobre todo los hits de Siouxsie and the Banshees. El gran momentazo, claro, fue con la magnífica ‘Spellbound’, pero la garra de la mítica rockera estuvo presente desde el inicio al final, cuando se despidió chapurreando un “adiós muchachos y muchachas, buenas noches y buena suerte”. Más tarde, Siouxsie volvería a “aparecer”: en el concierto de Arcade Fire, su líder Win Butler habló del honor de compartir cartel con ella, a quien dijo haber visto por primera vez en concierto a los 19 años.

Oscar L Tejeda

Y de una reina pasamos a quien durante 2017-2018 fue Reina de España: Amaia no se complicó con la canción elegida para iniciar el bolo teniendo ‘Bienvenidos al show’ en su último disco, y lo cierto es que funciona estupendamente con ese fin. Personalmente, su segundo disco me pareció bastante flojo, y no sé cómo juzgaría ahora su debut sin la magia / la psicosis colectiva que fue OT2017, pero desde luego la navarra puede presumir de tener unas cuantas canciones bastante apañadas, como la ya mencionada, ‘El Relámpago’ o ‘Yamaguchi’, y de su capacidad para hacer suyas versiones como ‘Fiebre’ y ‘Santos que yo te pinte’. El concierto, que según contó fue el antepenúltimo de la gira, me sirvió para tener esperanzas de cara a su tercer trabajo.

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Sharon Lopez

En el mismo escenario pero varias horas más tarde veríamos a Pabllo Vittar. El brasileño dio uno de los shows más divertidos de la noche, un festival de pop petardo, córeos y mariconeo que espantaba a un sector de asistentes que pasaba por allí casi santiguándose, encandilaba a otro sector que le profesaba su devoción entre “yasss queen” varios, y despertaba la curiosidad de un tercer sector que se acercaba para echar un vistazo, y terminaba quedándose ante la fuerza y el reconocible timbre de Vittar. La intérprete de ‘Problema Seu’ presentaba su último disco, ‘Noitada’, en un show que daba cabida a hits colaborativos como ‘Flash Pose’ con Charli XCX o ‘Sua Cara’, el tema de Major Lazer con Anitta que luego tendría su versión hispana con Karol G.

Sharon Lopez

Muy distinto sería el bolo que se pudo ver también en el Escenario Victoria al final de la noche. Cuando muchos ya habían empezado a irse, los más aventureros tenían la oportunidad de disfrutar de Moderat, programados a las 3 de la mañana. Los alemanes dieron comienzo con ‘Ghostmother’, para sorpresa de algunos asistentes que tomaban cositas, como diría Olvido Hormigos, esperando una rave desde el primer minuto. Por suerte para ellos, enseguida vino ‘A New Error’ y, pese a algunos problemas de sonido (no esperábamos un beef de Moderat con VVV trippin you), el público -también los que solo llevaban dentro cerveza- se entregó al máximo en los distintos subidones de una canción que muchos tenemos asociada a ‘Laurence Anyways’ de Xavier Dolan como os contamos en su día, y en los distintos subidones del concierto en general.

También hubo quejas de sonido en el concierto inmediatamente anterior, el de Foals en el Escenario Sunrise. La banda inglesa sigue presentando su último disco, ‘Life Is Yours’, en una serie de conciertos cuya principal novedad es la vuelta al redil del bajista Walter Gervers, uno de los fundadores, que en principio había dejado el grupo en 2018. Philippakis y compañía comenzaron acompañando ‘Wake me up’, el lead-single de este disco, de una apuesta segura como ‘Mountain at my Gates’ y, a lo largo de un bolo en que la voz de su vocalista parecía de un concierto de metal de lo que se desgarraba, despacharían otros hits como ‘My Number’ o ‘Spanish Sahara’.

Y sí, dejamos lo mejor para el final. El titular es a nivel personal, por supuesto, pero para mí fue el mejor concierto del día, y probablemente el mejor concierto de este joven festival (habrá que ver si The Strokes o Florence lo superan en este finde). Aunque en el estudio hayan bajado el nivel con sus dos últimos discos (también es normal cuando tus otros cuatro discos son fácilmente cuatro masterpieces como ‘Funeral‘, ‘Neon Bible‘, ‘The Suburbs‘ y ‘Reflektor‘), en directo Arcade Fire no dejan de mejorar.

Ahora desgranaremos alguno de sus momentos clave, pero, para que os hagáis una idea, os comento dos anécdotas. Una es que iba con un amigo que no conocía una sola canción de los canadienses y que, después de varios gritos en mi oreja a lo largo del concierto diciendo “joder, son tremendos”, salió de allí siendo fan. Y la otra tiene que ver con mi modus operandi cuando voy a un concierto del que tengo que hacer crónica. Normalmente, voy apuntando en las notas del móvil datos, canciones, o aspectos que observo, para que no se me olvide tenerlos en cuenta. Aunque esté disfrutando del concierto, tengo el móvil a mano y voy escribiendo palabras clave. Pues bien, desde que empezó el concierto estaba tan absorto que no apunté nada hasta la tercera o cuarta canción. Y lo mejor es que ni siquiera me di cuenta de que no lo estaba haciendo.

En sus inicios, Arcade Fire recibían críticas por su margen de mejora en los directos, y lo cierto es que yo no tuve oportunidad de verlos por entonces, pero en las tres ocasiones que los he visto (la gira de ‘The Suburbs’, la gira de ‘Reflektor’ y ésta), cada una ha sido mejor que la anterior. Se tira mucho de la palabra “comunión” cuando se habla de conciertos en los que la banda tiene una conexión extraordinaria con el público y cuando hay bien de épica, pero, en un concierto de Win Butler, Régine Chassagne y compañía, esa palabra no solo no es exagerada sino que hasta se queda corta. Por supuesto el punto máximo es el cierre con ‘Wake Up’ (no por esperado es menos impresionante lo que ocurre ahí, además con un fallo del micrófono haciendo que el público se esforzase aún más en ayudar), pero ya antes hemos vivido momentos similares con ‘Creature Comfort’ (confirmándose como otro himno generacional y la gran canción de ‘Everything Now’, pese al temazo homónimo), ‘Tunnels’, ‘No cars go’, ‘Reflektor’, ‘Afterlife’, ‘Rebellion (Lies)’, ‘Sprawl II’, ‘Everything Now’, o ‘The Suburbs’ (“I’d love to waste it again… here in Spain, singing with my friends” añadió).

Incluso, con las del reciente ‘WE’: los canadienses abren con ‘Rabbit Hole’ y no temen agotar cartuchos, con explosiones de confeti y acercamiento al público ya desde su primera canción, o bailarines hinchables gigantes que surgen del suelo en ‘Lookout Kid’. La maestría de la banda, la química entre Win y Régine (“what do you feel like playing now? She can play any fucking instrument”, dijo él en un momento) y su entrega (no paraban de moverse; se podía freír un huevo en la frente de Butler), los juegos con las pantallas, las luces y los añadidos de atrezzo ya mencionados se fusionan con los sentimientos del público y el resultado es el que es. Salir de allí pensando que sí, que probablemente son la banda con mejor directo de la actualidad.

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