Aparte de los premios que se retransmiten por televisión de manera internacional, MTV Europe concede un premio local. En España este año los nominados a artista del año son Love of Lesbian, Iván Ferreiro, Corizonas, Supersubmarina y The Zombie Kids. Ya se puede votar a través de la web oficial de los MTV Europe Music Awards, tanto en esta como en el resto de categorías.
Los nominados españoles a los EMA’s
AlunaGeorge, en el museo
El dúo AlunaGeorge sigue sorprendiendo no sólo por el buen gusto de su apuesta musical, sino por el cuidado que ponen en cada una de sus representaciones estéticas. Su nuevo videoclip no es menos. ‘Your Drums, Your Love’ transcurre en un museo con una acción perfectamente coreografiada en la que la cámara los sigue en un falso plano secuencia orquestado por el realizador Henry Scholfield.
Último vídeo de Swedish House Mafia
Normalmente cuando hablamos de lo último de cualquiera, nos referimos a lo “último” por el momento. En el caso de lo nuevo del supergrupo de DJs Swedish House Mafia, se trata realmente de lo último que van a publicar, ya que el grupo desaparecerá el 24 de noviembre tras una actuación en Suecia. ‘Don’t You Worry Child’ es el single con el que Axwell, Steve Angelo y Sebastian Ingrosso se despiden acompañados de John Martin y con un videoclip con imágenes, recopilatorio de su actuación en Milton Kaynes Bowl, donde sonó el tema por primera vez.
Más animación para Gotye
Gotye parece que no quiere dar la cara. Es lo que se puede sacar como conclusión a la vista de los dos últimos videoclips extraídos de su último disco ‘Making Mirrors’. Hace poco más de un mes pudimos ver la animación de Peter Lowey para el tema ‘Save Me’ y ahora podemos ver lo que han hecho Gina Thorstensen y Nacho Rodríguez con ‘Giving Me A Chance’. Animación surrealista, sin argumento aparente.
Cat Power, post-apocalíptica
Cat Power nos deja ver al fin el videoclip para ‘Cherokee’, extraido de su último disco, ‘Sun’. Dirigido por la propia Chan Marshall, está ambientado en un desierto en un ambiente post-apocalíptico en el que una especie de zombies desprenden luz cuando son atacados. Titulándose así, es normal que salga el indio de rigor.
Lana del Rey canta ‘Blue Velvet’
Ya podemos ver el primer spot de Lana del Rey para H&M al son del clásico ‘Blue Velvet’. Dirigido por Johan Renck, es un pequeño adelanto del cortometraje/videoclip que podremos disfrutar a partir del próximo jueves día 20. Son obvias las referencias al cine de David Lynch, pero también mantiene las señas de identidad del realizador sueco. Esperemos que la versión larga tenga un poco más de enjundia que lo que hizo Gaga con su perfume.
Además, a pesar de que en el anuncio sólo se puede escuchar un pequeño fragmento de la versión que la cantante ha hecho del clásico popularizado por Bobby Winton, la versión completa en la voz de Lana del Rey ya se puede encontrar fácilmente rondando Internet, y sólo podemos decir que le viene como anillo al dedo.
The Killers / Battle Born
Por muchas vueltas que se le pueda dar al asunto -y por mucho conciertazo que sepan hacer-, la conclusión más cabal es que tras debutar muy exitosamente con ‘Hot Fuss’ en 2004, The Killers no han logrado recapturar la magia de ese primer álbum. En un intento por mostrar una temprana madurez, quisieron volverse trascendentales en ‘Sam’s Town‘, fijándose en la temática de discos como ‘The River’ o ‘Born In The USA’ de Bruce Springsteen, pero quedándose a medio camino (al menos dejando un buen puñado de temas entre tanta pretensión). Con ‘Day & Age‘ (2008) dieron un considerable paso atrás, volviendo al ambiente festivo de sus comienzos con un disco que, aun situándolos de nuevo en el mapa y conteniendo hits como ‘Human’, ‘Losing Touch’ o ‘Spaceman’, perdía frescura y no hacía sino añorar aquellos primeros años en los que encandilaban a la primera, cuando tenían algo excitante entre manos sin forzar demasiado la máquina. No obstante y de nuevo, había suficientes canciones de calidad como para quedarse con un buen sabor de boca.
Aceptemos, pues, que por ahora no va a haber una segunda cima en la trayectoria de la banda de Las Vegas y, sintiéndolo mucho, ‘Battle Born’ no va a ser ese “Hot Fuss II” que muchos desearían tener en sus estanterías. Su anticipo, el single ‘Runaways‘, hacía presagiar un mayor peso en las guitarras de Dave Keuning, pero tampoco podemos catalogar en líneas generales este nuevo álbum como un disco rockero. Ni como electrónico y deudor de Duran Duran. Ni como nada en concreto. Lo nuevo de Brandon Flowers & Cía es un pisto. Cuando podrían haberse vuelto a zambullir en la piscina del pop grandilocuente de ‘Day & Age’ y al menos medio salvar los muebles, aquí han intentado de todo: ‘Flesh and Bone’ abre el disco cargada de sintetizadores, voces y coros llenaestadios, prometiendo un sonido deudor de su anterior LP, algo teóricamente bueno, pero al continuar con la citada ‘Runaways’ giran hacia el rock de ‘Sam’s Town’ y descolocan (por mucho que las canciones sean dignas). Hay un riff de este último corte que recuerda al ‘Heat Of The Moment’ de Asia y no es algo que parezca casualidad, ya que, según avanzamos hacia ‘The Way It Was’, los ecos AOR son cada vez más notorios, rizando el rizo en esa especie de power ballad que pretende ser ‘Here With Me’, digna de sonar en M80, entre Toto y los Scorpions más azucarados. Y qué decir de la letra (“tu cuerpo estaba bronceado y tu pelo era largo/…/me dijiste “venga nene, estaremos bien”), que parece estar escrita a conciencia para un tema así de ñoño.
Tras ‘A Matter Of Time’, un pasable nuevo guiño a su segundo LP, parece que se recuperan del batacazo con ‘Deadlines and Commitments’, un medio tiempo melancólico que por fin hace sentir emoción en vez de vergüenza. Es curiosamente en este tipo de canciones, en las que Brandon Flowers canta en vez de gritar con la intención de emocionar a toda costa, donde llegan a buen puerto. Ocurre más o menos lo mismo con ‘Miss Atomic Bomb’ y ‘The Rising Tide’, pero preocupa que bien entrados en la segunda mitad del álbum no haya una canción mínimamente memorable o pegadiza. Y no, esta no es la peor noticia, porque en ‘Heart Of A Girl’ Flowers se salta todo disimulo y copia abiertamente la forma de cantar del Boss incluso calcando alguna melodía del de Nueva Jersey y, para colmo de males, ¡se atreven con el country en ‘From Here On Out’! Y no, no hablamos de la visión alternativa del country de Wilco, Calexico o Ryan Adams, sino del mainstream puro y duro en plan Garth Brooks o Billy Ray Cyrus. El disco lo cierran ‘Be Still’, una balada insípida, y el tema titular, que tiene algún momento de ligera gracia, aunque a estas alturas ni coros ni arreglos grandiosos pueden sacar al cuarteto del atolladero. ¿Qué les ha pasado a The Killers? ¿Dónde está el brillo de ‘Jenny Was A Friend Of Mine’, ‘Mr. Brightside’, ‘When You Were Young’, ‘Read My Mind’ o ‘Human’? Apenas dos o tres de las canciones de ‘Battle Born’ se pueden considerar aceptables y eso es una verdadera pena al recordar lo grandes que han llegado a ser.
Calificación: 4,5/10
Lo mejor: ‘Miss Atomic Bomb’, ‘Deadlines and Commitments’, ‘Runaways’, ‘Flesh And Bone’.
Te gustará si te gustan: un poco de cada etapa de la banda, pero peor y encima con aires AOR y country mainstream hortera
Escúchalo: Spotify
Supersubmarina juegan a la guerra
Quienes fueran fans de ‘Juegos de guerra’, aquella película de 1983 que tantos hemos visto en televisión y que tanto nos ha gustado, reconocerán inmediatamente la estética del filme en el nuevo vídeo de Supersubmarina estrenado en Radio 3, y que ha sido dirigido por Diego Hurtado de Mendoza. La diferencia es que aquí el protagonista es Eloy Azorín y los misiles van dirigidos a una chica que se las apaña bastante bien a solas.
Paulita abandona Papá Topo
Día de abandonos en nuestro país. Dimite Esperanza Aguirre y descubrimos que Paulita de Papá Topo ha dejado la formación. Ha explicado su decisión en una carta en la que indica que su vida ha tomado caminos distintos a los de Adrià desde que este se mudó a Barcelona. «Paulita, te echaremos mucho de menos y esperamos reencontrarnos contigo en alguna nueva locura», dice la nota de Elefant. Al mismo tiempo, se presenta una nueva formación para la banda, semanas después del anuncio realizado por Adrià, buscando nuevos miembros.
El 27 de octubre los nuevos Papá Topo actuarán en el Siroco de Madrid en una de las fiestas Elefant Club. Les acompañarán Wild Balbina. La nueva formación es la siguiente: Adrià Arbona Orero (teclados y voz principal), Oscar Huerta Plaza (guitarra, carrillón y coros), Julia Fandos (flauta travesera y voz) , Sònia Montoya Barberà (bajo y coros), Omar Ballester (Batería) y Ferran Puig Bosch (Trombón, coros, segunda guitarra). Como veis, ya tienen primera foto.
Os dejamos con la carta de Paulita -recordemos- voz solista en muchas de las canciones del hasta ahora dúo.
«Cuando conocí a Adrià tenía 14 años y unas ganas inmensas de saber todo lo que pasaba por su cabeza. Así pude hacerlo, y más cuando fui un día a probar las canciones que por aquel momento tenía en su habitación en Binissalem. Recuerdo perfectamente el examen que no estudié para presentarme en su casa. Claro que todo lo bueno que ha pasado después ha compensado ese suspenso.
Al principio no sabíamos muy bien hacia donde nos dirigíamos, pero el verano llegó y fuimos viendo que estábamos construyendo algo que realmente nos gustaba mucho y queríamos disfrutarlo juntos.
Estos cuatro años los he vivido en una etapa que ha sido gran parte de mi adolescencia. Estoy hablando de un momento en que suceden una serie de cambios decisivos que después, más que nunca, conforman como eres, o por lo menos así ha sido en mi caso. Un momento en que las cosas se viven de manera muy intensa mientras creces a gran velocidad.
De principio a fin ha sido desordenado y extremadamente divertido. Y aunque cuando Adrià decidió irse a vivir a Barcelona nunca lo vimos como un impedimento, a la larga, y casi sin darnos cuenta, ha cambiado cosas. La distancia que nos separaba no era un obstáculo, pero después de dos años, nuestros gustos se han ido fijando y hemos ido creciendo separados. Eso ha hecho que ahora tengamos que continuar por caminos distintos. Todo lo que tiene principio tiene final, y este es mi final en esta historia que él continúa, y en la que le deseo lo mejor por el camino que elija. Decidiendo así dejar algo que ha sido tan importante para mí, quería de alguna manera que se supiera lo mucho que he disfrutado este tiempo y lo agradecida que estoy por todo lo que ha sucedido y he aprendido. Por eso quería despedirme y darle las gracias a toda la gente que nos ha apoyado, que ha venido a nuestros conciertos y han cantado nuestras canciones. A los que nos han ayudado en directo y a los que nos han criticado. A Jony Monta-Man que me enseñó a montar un micro, a Pau de BEACH BEACH por la ayuda en los primeros conciertos y a Lluís por las clases de guitarra e infinitas cosas. A los chicos de Binissalem, Alicia, Tote, Jaime de Sexy Sadie, Dory, Lluís Berges, Angie y Cati. A Guille Milkyway, Oscar y Alvarito, Yolanda Riera, Alberto Ruiz, Marta y Las Vegetales, Mavi y todo el equipo de los vídeos. Al Papagayo, a Fitness Forever, a los que han apostado por nosotros, nos han animado y querido. A Jordi, a la familia de Adri y a mi familia, que siempre nos han ayudado y me han apoyado. Sobretodo, dar las gracias a todos los chicos de Llaüt Digital y a Elefant Records. Y por supuesto a Adrià. Puedo decir que soy como soy por lo que he pasado con PAPA TOPO, sin arrepentirme de nada y yéndome a dormir con un montón de cosas aprendidas y recuerdos de risas. Ha sido todo un placer» Paulita de Maiz.
Foto Toni Amaya Obrador
Frank Ocean, absenta y strippers
Ocho minutazos de video se ha marcado Nabil Elderkin a la hora de poner imágenes a ‘Pyramids’, una de las canciones del ‘Channel Orange’ de Frank Ocean y uno de los discos más destacables de este año para la redacción de JENESAISPOP. En él, chupitos de absenta, un solo de guitarra con bien de luz estroboscópica y un club de striptease que te dejará anonadado. Como dicen en Disco Naiveté, si todos los vídeos de ocho minutos fuesen tan buenos como este, bienvenidos sean.
Rihanna, The Killers y Taylor Swift, nominados a los MTV Europe Music Awards
El próximo 11 de noviembre, la ciudad de Frankfurt será la encargada de acoger la ceremonia de entrega de los MTV Music Awards, conocidos oficiosamente como los EMAs. Es por eso que hoy la cadena de televisión ha revelado las nominaciones a los premios, con la intención de ir caldeando el ambiente de cara a la gala. Rihanna es quien más nominaciones acumula este año (un total de seis), seguida de cerca por Taylor Swift, seleccionada para cinco, y de Justin Bieber y Katy Perry (cuatro cada uno).
La batalla promete ser dura en la categoría a mejor canción, con una Carly Rae Jepsen que juega con ventaja por lo pegadizo de su tema, pero que se enfrenta a grandísimos éxitos a nivel mundial como ‘Somebody I Used To Know’ de Gotye o ‘We Are Young’ de fun., así como a ‘We Found Love’, de Rihanna. Por probabilidad, Pitbull también está nominado por su featuring con Chris Brown.
fun. y Jepsen también están nominados al premio de artista revelación, que se disputarán junto a Rita Ora, One Direction y Lana del Rey. En cuanto a la mejor artista femenina, Rihanna, Katy Perry y Nicki Minaj se verán las caras con P!nk, y Taylor Swift; y en el caso masculino, el omnipresente Justin Bieber tendrá que vérselas con talluditos de la categoría de Kanye West o Jay-Z.
No Doubt son el único grupo nominado en la categoría a mejor artista pop, y para el mejor artista rock la contienda se prevé encarnizada entre Linkin Park, Green Day, Muse, The Killers y Coldplay, si es que alguno puede ser catalogado como rock de verdad. Más variedad trae el premio a mejor artista de electrónica, que aglutina a David Guetta, Avicii, Swedish House Mafia, Skrillex y Calvin Harris en una misma categoría.
En lo que a música alternativa se refiere, el veterano Jack White se enfrentará a The Black Keys, Arctic Monkeys, Florence + The Machine y Lana del Rey. También se han colado dos artistas alternativos en las nominaciones a mejor vídeo: ‘Bad Girls’ de M.I.A y (mejor aún) ‘Gangnam Style’ de PSY tendrán como contricantes a ‘Marry The Night’ de Lady Gaga, ‘Wide Awake’ de Katy Perry y ‘We Found Love’ de Rihanna.
The xx, en Madrid
El mismo día que el grupo celebra su primer número 1 en Reino Unido, gracias a las casi 60.000 copias (otras tantas se prevén en Estados Unidos) vendidas en siete días de su nuevo lanzamiento, sabemos que habrá presentación de ese disco, ‘Coexist‘, en Madrid.
Será el próximo 14 de noviembre, y como dejaba caer Gabi Ruiz del Primavera Sound en su Twitter hace unos días, cerca del Manzanares, en La Riviera. Las entradas se ponen a la venta este 21 de septiembre y ojo, porque podrían volar.
Tracklist de ’18 Months’ de Calvin Harris
Había muchas ganas de conocer el tracklist del disco de Calvin Harris, sobre todo para saber si ya habíamos escuchado sus colaboraciones con Rihanna y Kelis, por ejemplo, o serían nuevas.
Al final era lo primero. ’18 Months’ es un álbum de estudio, pero como veis, funcionará a modo de recopilatorio de la cantidad de singles que ha lanzado estos últimos meses con diferentes artistas o en solitario. ¿Cuántos singles hay ya aquí dentro?
1.-‘Green Valley’
2.-‘Bounce’ (featuring Kelis)
3.-‘Feel So Close’
4.-‘We Found Love’ (featuring Rihanna)
5.-‘We’ll Be Coming Back’ (featuring Example)
6.-‘Mansion’
7.-‘Iron’ (featuring Nicky Romero)
8.-‘I Need Your Love’ (featuring Ellie Goulding)
9.-‘Drinking From The Bottle’ (featuring Tinie Tempah)
10.-‘Sweet Nothing’ (featuring Florence Welch)
11.-‘School’
12.-‘Here 2 China’ (featuring Dillion Francis and Dizzee Rascal)
13.-‘Let’s Go’ (featuring Ne-Yo)
14.-‘Awooga’
15.-‘Thinking About You’ (featuring Ayer Marar)
Sigur Rós, en Barcelona
Hace unos días Sigur Rós anunciaban una gira por Europa en la que no incluían España. Inmediatamente después de haber pasado su (excelente) concierto en el Dcode de Madrid, su promotora anuncia que actuarán en Barcelona el próximo 16 de febrero. Seguro que en esta ocasión, en la intimidad (relativa) del Sant Jordi Club, el grupo tendrá ocasión de atender mejor su última entrega, ‘Valtari‘. La preventa de entradas comienza en Live Nation mañana mismo, mientras que el público general podrá comprar los tickets a partir del 20 de septiembre.
La Bien Querida confirma ‘Ceremonia’ y ‘Arenas movedizas’
Hace unos días La Bien Querida anunciaba su tercer álbum para el próximo mes de noviembre. Ahora se conocen los detalles de ese disco. ‘Ceremonia’ saldrá el 5 de noviembre, precedido por un single llamado ‘Arenas movedizas’ el próximo 1 de octubre. La nota de prensa habla de «canciones que se expanden y crecen en busca de sonidos más oscuros y electrónicos terminando en algunos momentos en una auténtica sinfonía de ruidos infinitos, fríos y penetrantes», así como de la influencia de «New Order, Kraftwerk, My Bloody Valentine y Love and Rockets, el kraut-rock y el post-punk, el amor y la venganza, la belleza y el dolor».
Grizzly Bear / Shields
Tres años después del exitoso ‘Veckatimest‘, Grizzly Bear vuelven para reafirmar que son una de las bandas más llamativas de lo que va de siglo, y ante ‘Shields’, su cuarto disco de estudio, es complicado permanecer indiferente. ¿Qué es lo que hace enriquecedor a este grupo? Que nunca ha dejado de crecer. ¿Dónde podemos encontrar la explicación? En que todos sus integrantes son muy inquietos musicalmente. En múltiples entrevistas los miembros de Grizzly Bear han afirmado lo comprometidos que se sienten con su grupo, pero esto no ha impedido que experimenten fuera de él. Aunque llevamos sin escuchar nada de ellos tres años, la ausencia ha sido más llevadera gracias a que los diferentes proyectos que han mantenido cada uno de sus miembros por separado nos han ido abriendo el apetito. En 2010, Department of Eagles, formado por Daniel Rossen y Fred Nicolaus, editaron ‘Archive: 2003-2006’ (Bella Union, 2010) con canciones inéditas comprendidas entre estas fechas. A finales de 2011, Chris Taylor sorprendió con ‘Dreams Come True‘ (Warp, 2011), yéndose por una vertiente más electrónica, y a principios de 2012, Daniel Rossen ha publicado ‘Silent Hour/Golden Mine‘ (Warp, 2012), que más bien parece un EP de descartes de Grizzly Bear.
Los neoyorquinos estuvieron desconectados unos de otros durante un largo período de tiempo y no fue hasta después de varios reencuentros que redefinieron de nuevo su sonido. El lugar donde la química volvió a surgir fue Cape Cod, concretamente en Veckatimest, ese sitio de nombre tan simbólico. ‘Shields’ es el disco más asequible hasta la fecha del cuarteto, puesto que suena compacto y convencional, aunque esto sea engañoso: a los de Brooklyn aún les siguen importando las capas sonoras y las armonías vocales. Pero ‘Shields’ podría ser ese disco con la llave para acceder al mundo Grizzly Bear sin volverse loco, algo así como un curso de iniciación. En esta obra, el cuarteto neoyorquino muestra una perspectiva más convencional y lineal de su música, un carácter más rockero (en este aspecto, el miniálbum de Rossen se antoja como un fantástico prólogo) y una buena dosis de luminosidad, aun conservando su deleite por las texturas de los sonidos orgánicos y el uso de una rítmica atípica, que usa el silencio casi como un instrumento más (el lapsus de Chris Taylor con CANT mostró que él tiene buena «culpa» de ello).
El arranque de ‘Shields’ es arrebatador, con la enérgica ‘Sleeping Ute’, ‘Speaking In Rounds’ (una fabulosa transición de sonidos graves hacia una catarsis final, heredera de viejos temas como ‘Southern Point’ o ‘On A Neck On A Spit’) y ‘Yet Again’, de la que en su día ya destacamos sus tintes épicos y su brillo melódico. Aunque en números como ‘The Hunt’, ‘What’s Wrong’ o ‘Half Gate’ retoman aquella densidad e intensidad que hacían de ‘Veckatimest’ un desafío en el que perderse, en esta ocasión apuestan por reducir su complejidad, apoyados en un sonido más desnudo y natural. ‘A Simple Answer’ y ‘gun-shy’ son la perfecta conjugación de ambos polos, reafirmando, sin caer en lo facilón, el carácter positivista de ‘Shields’. Sin embargo, pese a que se intuye esa vocación aperturista e introductoria de ‘Shields’, el superlativo punto final de ‘Sun In Your Eyes’ no deja lugar a la duda: Grizzly Bear no piensan volverse, ni mucho menos, dóciles ni obvios.
Como ya ocurriera en sus anteriores lanzamientos, no debe uno llevarse a engaño tras una primera escucha apresurada de ‘Shields’. El ansia y la emoción por devorarlo rápidamente puede llevar a una equívoca frustración. De nuevo es imprescindible paladear este ‘Shields’ con deleite y mimo, porque Grizzly Bear siempre acaban sorprendiendo para bien.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Sleeping Ute’ ‘Yet Again’ ‘Speak in Rounds’ ‘What’s Wrong’
Te gustará si te gusta: Grizzly Bear y todo lo relacionado con ellos.
Escúchalo: NPR
‘Your Body’, el veredicto
«Hace unos meses, cuando trascendió que Max Martin produciría el primer single de Christina Aguilera tras el sonado fracaso de su último disco, la noticia no me pareció demasiado alentadora porque, en mi opinión, nada de lo mejor que haya grabado Xtina en su carrera ha tenido jamás algo que ver con la música dance o el pop de masas. Por supuesto, ‘Your Body’ no es exactamente la canción que me gustaría oír de la intérprete de ‘Candyman’ pero desde luego ha superado mis expectativas: la melodía es buena, la producción, más machacona de lo habitual en Max Martin, y Xtina continúa regalándole a sus seguidores únicos y poderosos excesos vocales. Nada mal, de momento». JB.
«Que yo recuerde, es la primera vez que, después de haber escuchado un single de avance de Christina Aguilera, he tenido ganas de ponérmelo de nuevo y sentido claramente que va a ser un hit global. Xtina no ha necesitado producciones forzadamente eurodance, cambios de imagen radicales ni otras bobadas: simplemente es un tema hecho a medida para el lucimiento de su gran voz que, además, tiene un estribillo potente y con gancho». Raúl Guillén.
«Se me había olvidado, pero antes de que llegase Katy Perry al candelero mundial, otras gritonas como Christina Aguilera o Mónica Naranjo ya habían allanado el camino. ‘Your Body’ no es más que la enésima vuelta de tuerca a los polvos de una noche, incluso con una pequeña referencia a ese momento tan sutil de «quita, quita, que ya termino yo» que la Aguilera enarbola aquí como una especie de mantra de autosuficiencia de la mujer. ¿O es un canto a la masturbación femenina, en realidad? Sea como fuere, la cuestión es que la canción es bien mala, con innecesarias muestras de poderío vocal y una producción tan fea que bien podría estar en cualquier álbum de lo peor de los ’90 (o en el ‘Born This Way’)». Farala.
«»Eres el rival más débil, adiós». Los fans de Madonna, Britney, Lady Gaga, Rihanna y Katy Perry sólo tienen una cosa en común: el gusto por ridiculizar a Christina Aguilera. Sin embargo, su lista de singles durante los últimos 15 años está bastante mejor que la de alguna que otra de las mencionadas. ‘Your Body’ cumple su función y no desluce nada al lado de ‘Keeps Getting Better’ o ‘Fighter’, aunque no llega a sorprender tanto como un ‘Dirrty’ ni a deslumbrar como un ‘Ain’t No Other Man'». Sebas.
The xx, número 1 en Reino Unido
Tras la condición de «sleeper» del primer disco de The xx, que terminó siendo disco de platino en Reino Unido a pesar de haber debutado sólo en el puesto 36 (al final fue top 3 tras ganar el Mercury Prize), ‘Coexist‘ repite éxito. El segundo disco de The xx ha entrado directamente al puesto 1 en este país tras vender 58.000 copias en siete días. Esta cifra afianza la condición de superestrellas de la banda, siendo superior, por ejemplo, a la lograda por Madonna con ‘MDNA’.
En el top 3 queda Bob Dylan con ‘Tempest‘ (casi 37.000 copias), mientras Pet Shop Boys llegan al top 10 por los pelos con ‘Elysium‘ (10.000 copias, top 9).
‘En el camino’: las curvas de la vida
Antes de los hippies, los beats. Antes del rock psicodélico, el bebop. Antes de la revolución sexual, la desinhibición sexual. Antes del LSD, la marihuana. Antes de Ken Kesey, Bob Dylan o Jim Morrison, Jack Kerouac. Antes de ‘Easy Rider’ (1969), ‘En el camino’ (1957).
Pocas veces una novela ha sido tan profética y un autor tan lúcido como para que su voz se amplificara formando el eco del movimiento que estaba por llegar: la contracultura estadounidense. La road movie de espíritu libertario, la música como frenesí liberador, el autostop como medio de trasporte, las drogas como experiencia mística, el amor libre o la búsqueda de modos de vida alternativos estaban ya presentes, casi 10 años antes, en la novela autobiográfica de Kerouac. Un libro que desde los años 50 ha inyectado gasolina en el motor de generaciones de lectores deseosos de convertirse en “gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, que arde, arde, arde…”.
Ahora que está a punto de estrenarse su adaptación al cine (19 de octubre); ahora que la desorientación existencial se apodera de muchos; ahora que el derrumbe del sistema nos ha dado de lleno en toda la boca; ahora, es un buen momento para volver -o conocer por primera vez- a ‘En el camino’ (Anagrama). Un buen momento para hacer autostop con Sal Paradise (Jack Kerouac), viajar de copiloto con Dean Moriarty (Neal Cassady), recorrer las calles con Carlo Marx (Allen Ginsberg) o escuchar en su cátedra a Old Bull Lee (William S. Burroughs). Un buen momento para dejarse atrapar por la prosa frenética y “espontánea” de Kerouac, y dejarse inspirar por la crónica de sus viajes por Norteamérica, desde el Este de su juventud hacia el Oeste de su futuro.
La mejor manera de hacerlo es conseguir su última edición, retitulada ‘En la carretera’ (Anagrama). Una nueva traducción de la versión íntegra, sin censurar, sacada del rollo mecanografiado original (Kerouac la escribió de un tirón en un rollo de papel de teletipo sin márgenes ni párrafos diferenciados).
¿Mejora en algo esta nueva edición a la antigua? Sí. Lo primero que llama la atención es la utilización de los nombres reales de los protagonistas. La eliminación de los pseudónimos provoca un cambio de sentido: de ficción “basada en hechos reales” a autobiografía o libro de memorias. Un cuaderno de viaje a lo largo y ancho de los Estados Unidos y parte de México.
Otro cambio substancial es la recuperación de algunos pasajes censurados por su contenido sexual. Esta inclusión aporta autenticidad, añade capas de significado a la caracterización de los personajes y contribuye a re-situar la novela en su contexto histórico y editorial.
Por último, la publicación del texto “en crudo”, sin las intervenciones y correcciones gramaticales del editor, acelera el ritmo de la novela hasta tal punto que parece “conducida” por Neal Cassady. Un nuevo impulso que la rejuvenece, la limpia del polvo de la leyenda, y nos ayuda a entender mucho mejor el legendario método de escritura que Kerouac bautizó como kickwriting.
Además, como complemento a esta nueva edición, nada mejor que la recientemente publicada correspondencia entre Kerouac y el poeta Allen Ginsberg (cuya vida se llevó hace poco al cine en un notable biopic). La lectura de ‘Cartas’ (Anagrama) permite conocer la gestación de la literatura beat, el proceso creativo de sus más notables obras, a la vez que descubrimos la relación de profunda amistad, emocional y espiritual, entre los dos iconos del movimiento cultural y artístico que definió a toda una generación.
¿Y la película? El camino ha sido largo. Los rumores sobre la adaptación de ‘On the Road’ han sido una constante desde que en 1957 Kerouac le escribiera una carta a Marlon Brando sugiriéndole que interpretara a Dean Moriarty. Más tarde, desde que en 1979 Francis Ford Coppola comprara los derechos, se han hecho varios intentos, incluido uno con Ethan Hawke y Brad Pitt de protagonistas. Pero no fructificaron.
Cuando en 2005 Coppola vio ‘Diarios de motocicleta’, la adaptación de los diarios de viaje de Che Guevara realizada por Walter Salles, volvió a retomar el proyecto. El brasileño, famoso por su ‘Estación central de Brasil’ (1998), era el director ideal. Y Sam Riley (Sal Paradise), Garrett Hedlund (Dean Moriarty) y Kristen Stewart (Marylou) el atractivo trío protagonista (junto a Viggo Mortensen y Amy Adams como Old Bull Lee y Jane).
Presentada en Cannes, el recibimiento no ha sido muy entusiasta. En general, se ha criticado la falta de profundidad de la adaptación y su fallido intento de capturar el espíritu de la novela. Sin embargo, han destacado la belleza de su estilo visual y a sus dos protagonistas masculinos.
A la espera de verla, recordar cómo se imaginaba el propio Kerouac la adaptación: «con la cámara colocada en el asiento delantero del coche mostrando la carretera (día y noche)». ¿Se imaginó Kerouac el prólogo de ‘Gerry’ (2002)? ¿No hubiera sido Gus Van Sant el director ideal para esta adaptación?
Dcode 2012: sábado
Para el fresquito que haría por la noche, el sol era verdaderamente de justicia frente al escenario principal durante la actuación de Fira Fem. Además de los (sobre todo las) fans teenagers que ya estaban cogiendo sitio en las primeras filas para ver a The Killers unas cuantas horas después, había unos cuantos curiosos presenciando el directo de los madrileños, quienes siguen presentando ‘Aedificatoria’, un notable debut que vio la luz hace unos meses. Como unos Tortoise con la mira más puesta en el pop que en la complejidad, nos hicieron bailar y flotar con sus etéreas melodías, pero también prestar atención a los detalles de canciones como ‘Old Man Jacket’ o ‘Cine Azteca’. Una estupenda manera de ponerse en situación de cara al resto de la jornada.
El rock con mayúsculas vino de la mano de los argentinos Cápsula (Lüger también repartieron leña, pero ellos salieron a escena antes). Aún con ‘The Land Of Silver Souls’ como coartada para girar, hicieron sonar su engrasada máquina, tan garajera como psicodélica, en temas como ‘Hit ‘n’ Miss’, ‘Into My Skull’ o ‘Wild Fascination’. No había un gran número de asistentes, pero los que estuvieron disfrutaron a lo grande y es que ver a un frontman como Martín Guevara es ya un espectáculo de por sí. Con guitarra y micrófono inalámbricos y supurando estilo y actitud por los cuatro costados, el argentino se movía por el escenario a placer, bajando al foso o incluso tocando su instrumento con el micro en alguna ocasión. No menos imponente es la sección rítmica que conforman Coni (quien también cantaba) e Ignacio, un brutal colchón que amortiguaba todas las piruetas de Guevara, con la botella de agua incluida.
Aún de día, Django Django se enfrentaron al sol del escenario principal muy poco después de haberse encontrado con la nominación al Mercury, premio para el que parten como favoritos después de Alt-J. Todos sus miembros salieron al escenario con la misma camisa estampada de lunares (los pantalones sí eran distintos), quizá como metáfora de los mundos coloridos y caleidoscópicos a que te trasladan sus canciones. Es fascinante lo lejos que puede llevarte el cuarteto sólo con bajo, batería y guitarra, y los matices funk y country, entre otros, de sus canciones son su clarísima gran baza. ‘Default’ llegó decidida, nada decepcionante, justo cuando empezabas a pensar que quizá les faltaba algo de repertorio. La banda cerró su gira europea con un cálido agradecimiento hacia el público y ‘Wor’.
Como Triángulo de amor bizarro el día anterior, Lüger sonaron trepidantes y potentes en el Escenario Heineken, consolidados como una de las mejores bandas nacionales en vivo del momento. Si el disco del quinteto, ‘Concrete Light’, podía carecer de cierta definición entre el kraut, el post-rock y un probable pasado jevi, sobre las tablas ese batiburrillo se convierte en su tabla de salvación, haciendo vibrar al público con una impresionante sección rítmica y temazos tan abrasivos como ‘Monkeys Everywhere’. Ganazas de saber hacia dónde irán en el futuro.
Todo lo contrario que Supersubmarina. Una amiga nos preguntaba nada más llegar si lo suyo era un concierto de versiones, cuando sus riffs se aproximaban a Two Door Cinema Club y sus canciones a las mil veces escuchadas en el pop alternativo más cercano a la radiofórmula de los últimos 20 años. Estridencias como ‘Santacruz’ estresan. Otras veces simplemente aburren. A su favor hay que destacar, por supuesto, su buena conexión con el público y su habilidad para desenvolverse en un escenario gigante frente a miles de personas. Algo que ya quisieran muchos grupos con mejores críticas. Y ya.
Los dos últimos conciertos del escenario grande vieron más público que ningún otro del festival. Sigur Rós se acercaron el viernes, pero la masa que estaba viendo a The Kooks (probablemente también cogiendo sitio para la gran actuación de la noche) era de órdago, con una ingente cantidad de asistentes a lo largo y ancho de la explanada frente al escenario principal. Los chicos de Brighton, con un Luke Pritchard muy animado, lo pasaron bien y nos lo hicieron pasar bien con ‘Junk Of The Heart (Happy)’, ‘Do You Wanna’ o ‘Shine On’, algunas de las cuales se pueden considerar ya como pequeños himnos indies. La sorpresa de la noche vino dada por la aparición (justo un año después) de Mark de Foster The People, para versionar ‘Pumped Up Kicks’ junto a sus anfitriones, quienes venían tocando la canción desde hace un tiempo. Toda una fiesta que fue preludio (y buen presagio) de lo que estaba por venir.
Si el viernes el sorpresón de la noche venía de la mano de The Shoes, que daban un concierto memorable, Capital Cities no quisieron ser menos, y se revelaron como uno de los conciertos imprescindibles de la jornada. Los californianos dejaron a un lado los complejos por ser probablemente uno de los grupos más desconocidos del cartel y desplegaron un torrente de energía, motivación y buena música que generó conversaciones del tipo «¿qué es ese fiestón en el escenario de al lado?», que terminó atrayendo a buena parte del respetable, que aguantó estoicamente incluso a pesar de que la hora para ver a The Killers se iba acercando peligrosamente. Se disfrutó sobremanera con su trallazo ‘Safe And Sound’, pero lo que verdaderamente movió a muchos a saltar desde la barrera fue esa versión del ‘Holiday’ de Madonna con la que cerraron su show.

A poco más que dos canciones de su nuevo disco se limitó el show de The Killers, y eso que formó parte de lo que ellos mismos llaman «Battle Born Tour», es decir, la gira de presentación del álbum que saldrá mañana. Claro, que no es de extrañar teniendo en cuenta dos cosas: la primera que, aunque el disco se haya filtrado, todavía no se encuentra oficialmente en tiendas. Y la segunda, que en general el nuevo trabajo de la banda es un poco «meh». Quizá por eso los de Brandon Flowers decidieron presentar una cuidada (y equilibrada) selección de temazos de sus tres discos anteriores con los que enamoraron a su público y sirvieron en bandeja de plata un concierto de 10. Flowers estaba perfecto como frontman: no habló en exceso, chapurreó todo el español que pudo y se dedicó a hacer las dos cosas que mejor sabe hacer: la primera, cantar. La segunda, poner posturitas, saberse guapo y provocar lipotimias y enamoramientos en el público. No se puede ser más adorable que este tipo.
Así, la actuación comenzó con un sonoro ‘Runaways’, que parece que ha calado más de lo que reflejan las listas de éxitos entre el público. Para las siguientes, cuatro trallazos en toda la frente: ‘Somebody Told Me’, ‘Smile Like You Mean It’ y ‘Spaceman’. No se dejaron en el tintero tampoco un homenaje a Alphaville (‘Forever Young’) ni una segunda referencia a ‘Battle Born’, con una ‘Miss Atomic Bomb’ que tiene todas las papeletas de convertirse en uno de los exitazos del futuro trabajo de los de Las Vegas. Eso sí, la locura total vino de la mano de ‘Human’, una de las canciones que el público esperaba con más ahínco junto con ‘Mr. Brightside’. Para entonces, Flowers tenía al público tan metido en el bolsillo, tan absolutamente a sus pies, que nadie movió ni una pestaña durante el tiempo que separó la última canción del set principal (‘All These Things That I’ve Done’) de los bises, con ‘Jenny Was a Friend of Mine’ y una arrebatadora ‘When You Were Young’, que parece una de las preferidas de los fans y que puso el punto final a un memorable concierto que, en parte gracias al buen hacer de The Killers y en parte a toda la parafernalia propia de un gran show de una diva (cohetes, papelitos, pirotecnia, bengalas…) quedará en la memoria de todos los asistentes durante bastante tiempo.
Si el día anterior Justice nos mató y no pudimos quedarnos a ver a Joan Luna pinchar a pesar de la curiosidad que teníamos por escuchar su selección musical, el sábado restaban muchas ganas de fiesta tras el conciertazo de los Killers. La sesión de Eme DJ fue una diversión absoluta, con el público universitario y de todas las edades y tipos bien entregado, manos arriba, en un fiestón colectivo con sabor a carpa pop en el FIB. A este festival recordó también esa manera de pedir a la gente que se vaya a casa con una simpática cinta. Después, en el after party del Ochoymedio, donde se entraba gratis con la pulsera, no cabía ni un alfiler. quietmansmiling, Farala, Sebas.
Fotos: Killers (Surfer Rosa). Resto (quietmansmiling)
Francis Alun Bell / Agustin
Cuando escuché por primera vez a Francis Alun Bell pensé, instintivamente, en Vini Reilly, pero enseguida me lo quité de la cabeza. El artífice de The Durutti Column es un consagrado guitarrista y, según iba escuchando las canciones, me iba quedando claro que Alun Bell es, ante todo, un pianista.
Por eso, cuando me topé con la estupenda reseña de Ricardo Aldarondo en El Diario Vasco, me hizo especial ilusión que lo identificara como «el Durutti Column de Moonpalace». La agradable coincidencia, aparte de envalentonarme, me animó a reafirmarme en que -instrumentos aparte- hay algo en la melancolía un tanto distante -lejana, ambiental- de ambos artistas que los acaba relacionando.
Es de suponer que el trabajo de Alun Bell ha debido de evocar esas y muchas más sensaciones en Juanra Moonpalace, ya que pocas veces se ha visto una apuesta tan decidida por un músico tan desconocido. Porque, desde luego, no es normal debutar con una preciosa caja de 2 álbumes y 1 ep, que parece ser que es todo lo que el músico portugués le hizo llegar al sello donostiarra. Un total de 28 canciones que convierten al lanzamiento en uno y trino: bajo la referencia de ‘Agustín’ se esconden 3 discos sin ningún orden en particular: ‘At Any Given Time’, ‘All the Girls’ y ‘All of You’.
‘At Any Given Time’ es el disco más pop. 10 canciones entre las que destaca su maravillosa versión de ‘Rainbowarriors’ de Cocorosie, a la que captura la esencia para transformarla en un fantasmagórico vals. Pero no es el único gancho: el comienzo más cinematográfico con ‘Marcenda’ o el acercamiento a Tiersen en ‘Monsaraz’ brillan tanto como los únicos temas con voz de todo ‘Agustin’ (‘Scotish Drums’ y ‘Klezmer Drums’, con un corte más cercano a la canción pop). Además, ‘Mariah is Pregnant’ o ‘Rosetta’ lo aproximan al sonido del sello 4AD.
‘All the Girls’ es un recoleto EP de 5 temas instrumentales con nombre de chica (algo bastante habitual en toda su producción) que orbitan alrededor de melodías bastante emotivas. Es un buen punto de entrada a ‘Agustin’ ya que todas las canciones son tan breves como bonitas. En cualquier caso, ‘Catherine’ suena especialmente decidida y ‘Rita’ se apoya en la mandolina para resultar particularmente ensoñadora.
‘All of You’ es, sin embargo, un disco mucho más difícil. Pese a contar con los mismos elementos que los dos anteriores, se trata de una selección de 13 canciones más ambientales y abstractas. ‘André’, por ejemplo, alarga su melodía hasta 8 minutos mientras que ‘Daniela’ experimenta con el sonido de una manera más arriesgada. No obstante, el problema de ‘All of You’ no reside en esas canciones sino en otras intentonas menos afortunadas, como ‘Anne-Laure’, más cercanas al new age y un tanto edulcoradas.
Se puede llegar a pensar, por lo tanto, que si ‘Agustin’ fuera un único disco con una selección de, pongamos, 12 o 14 temas, estaríamos ante una obra imprescindible. Y sería verdad. Sin embargo, esta pasión sin ataduras -casi kamikaze- por la música más allá de modas y lógicas está haciendo de Moonpalace (que también han editado este año el debut de House of Wolves) uno de los sellos referenciales en este 2012.
Calificación: 7,6/10
Lo mejor: ‘Rainbowarriors’, ‘Catherine’, ‘Rita’, ‘Monsaraz’, ‘Scottish Drums’
Te gustará si te gustan: Gnac, Rachel’s, The Durutti Column, el primer Yann Tiersen
Escúchalo: ‘At Any Given Time‘, ‘All the Girls‘ y ‘All of You‘
Dcode 2012: viernes
El Dcode arrancaba ayer en Madrid su segunda edición, a falta de conocer los datos oficiales, con aparente gran éxito de público también en su nuevo emplazamiento en los últimos días de verano. El recinto presenta ligeros cambios con respecto al año pasado, prescindiendo como se había anunciado del tercer pequeño escenario, y destacando una mayor oferta culinaria que en 2011. Para los que vais hoy por primera vez, recomendamos llevar pantalón largo y chaqueta: en la explanada de la Ciudad Universitaria corre bastante el aire de madrugada, todo lo contrario que a primera hora.
En beneficio de todos, el sol iba dejando de agobiar según avanzaba la tarde, momento perfecto para disfrutar de la actuación de Napoleón Solo. Alonso Díaz y sus chicos, quienes han estado presentes en otros festivales veraniegos como el Sonorama, lograron que el público frente al escenario Heineken fuera aumentando canción tras canción, guitarrazo tras guitarrazo. Recordando sus dos álbumes, dejaron caer temas como ‘Perdiendo el tiempo’, ‘Antes de que ocurriera’, ‘Sospecho sospecho’ o la siempre divertida ‘Lolaila Carmona’.
Poco antes de que Dorian recojan sus bártulos para volver al estudio, ofrecieron en el Dcode el penúltimo concierto de la dilatada gira de ‘La Ciudad Subterránea’, su último álbum. A Marc se le veía un poco despistado sobre el escenario en ocasiones y podía ser, como nos comentaba, por la falta de costumbre de tocar con la luz del sol en sus caras, pero aun así nos hicieron bailar y disfrutar con ‘Simulacro De Emergencia’, ‘Verte Amanecer’, ‘Cualquier Otra Parte’ o ‘La Tormenta De Arena’, que provocó la locura colectiva al final de su show. Por supuesto, hay que destacar la pausa que hicieron a mitad de éste para leer un manifiesto en contra de la subida del IVA en el mundo de la cultura, mostrando una pancarta que rezaba “La cultura no es un lujo, NO a la subida del IVA”, contando con la evidente aprobación del público, pues esto nos afecta a todos.
Otros que han estado girando este verano son Dinero. El trío afincado en Madrid está gozando de un éxito que, justificado o no, trae consigo bastantes seguidores a sus conciertos, tal y como sucedió anoche. Tal vez sea su efectivo directo lo que les haga destacar, porque ver al batería Ekain Elorza aporrear su instrumento es toda una gozada. Contundentes canciones como ‘Lo Mismo’ fueron de las que más gustaron al respetable, haciendo sudar tanto a banda como a público.
Disfrutar de Kings Of Convenience será siempre más apropiado en un teatro, para sentarse y flotar con sus preciosas composiciones, pero si vienen a actuar a tu ciudad has de ir a verlos, porque siempre regalarán más de un momento mágico. Así ocurrió en la primera jornada del Dcode cuando Erlend y Eirik salían a escena y el sol se iba poniendo. Ni los gritos y conversaciones de según qué asistentes pudieron evitar que los pelos se nos pusieran de punta a los que realmente teníamos interés en ver su concierto. Comenzaron ellos solos con ‘Me in You’, ’24-25′ o ‘Mrs. Cold’ y, adaptándose al formato festivalero (como en el Primavera), luego contaron con banda (guitarra eléctrica, bajo, batería) para temas como ‘Boat Behind’, sobre la cual improvisaron y acabaron dándole aires funk, conformando así la parte más divertida de su actuación, con un Erlend Øye en total estado de gracia, ya fuera bailando o pidiendo al público que coreara en plan pregunta-respuesta. Enlazaron ésta última con ‘Rule My World’ y más funk para finalizar con ‘I’d Rather Dance With You’, más que apropiada en esas circunstancias. Entretuvieron y emocionaron a partes iguales en un show sobresaliente.
Los franceses The Shoes ofrecieron el clásico concierto disfrutable por las masas festivaleras incluso para aquel que nunca hubiera oído hablar ni de ellos ni de su disco ‘Crack My Bones’. Con dos baterías que no terminaban de caer en el efecto Safri Duo (aunque a veces lo rozasen), la banda jugó con los sonidos tropicales y houseros, siempre sin perder de vista los ritmos trepidantes de LCD Soundsystem (y en menor medida Battles). «Sabemos que estáis en la mierda, como en mi país. Yo estoy con vosotros», dijo en castellano uno de sus miembros cuando faltaban 10 minutos para que cerraran el set. Un acierto programarles en un escenario como el Heineken, de tamaño mediano, y a eso de las 22.00, para tomar fuerzas para el resto de la noche.
Quienes no cabía duda que iban a arrasar eran dEUS. Pese a que la inicial ‘The Architect’ vio a Tom Barman un poco mosqueado con algún que otro problema técnico, nada pudo evitar que se comieran el escenario principal. Los belgas daban por terminada su gira en la capital y por ello lo dieron todo tanto en sus nuevas composiciones (la sensual ‘Quatre Mains’, ‘Girls Keep Drinking’ o ‘Sirens’, pertenecientes a su reciente ‘Following Sea’) como en sus hits más míticos (‘Suds & Soda’). Barman fue el centro de todas las miradas con sus movimientos y su puesta en escena, tan macarra como elegante, pero nada tienen que envidiarle sus compañeros, porque ya solo por el dominio de sus respectivos instrumentos dejan con la boca abierta. Al igual que la última vez que nos visitaron, las proyecciones que tenían preparadas para varios de los temas sumaban puntos a su imponencia sobre las tablas, aunque con su sola presencia ya impresionan suficientemente.
Kimbra saltó al escenario con vestido estrambótico colorido y sobre todo ganas de pasarlo bien y darlo todo. Sin embargo, toda la calma con que se toma su condición de artista de pop en su notable ‘Vows’ se desmoronó sobre el escenario, donde se convirtió más bien en una estrella chillona a lo Katy Perry. Con un sonido deficiente y completamente falto de matices sonaron canciones que, de otra forma, habrían formado un repertorio consistente para una debutante, como ‘Something’, ‘Two Way Street’ o, hacia el final, ‘Settle Down’ y ‘Cameo Lover’. Quizá hoy en las distancias cortas del Apolo, todo salga tan fino como es el disco.
Hace unos días Sigur Rós eran noticia por haber tenido que cambiar de horario en un festival (por una exigencia de Stevie Wonder), lo que llevó a que se vieran obligados a tocar de día, desembocando en una sucesión de desastres técnicos por los que tuvieron que terminar pidiendo disculpas a sus fans en su web oficial. Tras ver su show anoche como cabeza de cartel del Dcode, se entiende todo. De su set no hay que esperar las proyecciones más espectaculares, pero sí una elegante serie de efectos especiales de referencias naturales sobre sus propias imágenes en directo (o al menos lo parecen), que funcionan de la mejor manera posible en torno a la medianoche (ni antes, ni después, cuando su show se vería perjudicado por el agotamiento del público).
Con la intención de llegar a propios y ajenos, algo normal en un festival, el set de esta noche estaba compuesto por sus canciones más conocidas, como ‘Svefn-g-englar’, ‘Ný batterí’ o la majestuosa ‘Popplagið’, con la que acabaron su concierto. Sin querer olvidarse de los más fans, interpretaron un corte de su reciente y relajado ‘Valtari’ y como no podía ser de otro modo, el más enérgico: ‘Varúð’. Todo el show de los islandeses es un espléndido ejercicio de contención. Con un sonido y ecualización excelentes, tocaron sus canciones sin un aspaviento ni ningún exceso, con la voz de su líder como un instrumento más (afinado y perfecto pero nada sobreexplotado), y donde ni siquiera dejaron brillar por encima de lo soportable la preciosa ‘Hoppípolla’, a la postre su gran hit. Por si eso fuera poco, estuvieron acompañados de una sección de cuerda y viento que daba más empaque si cabe a cada momento de su actuación. Hasta para el bis Sigur Rós siguen siendo elegantes: no hubo, simplemente la decena de personas que conforma la banda salió para dar las gracias.
Triángulo de Amor Bizarro volvió a dar el espectáculo por el que amamos todos y cada uno de sus directos después de todos estos años. Los gallegos se subieron al escenario con la intención de revisar algunos de sus clásicos, desde ‘De la monarquía a la criptocracia’ hasta ‘El fantasma de la transición’, pasando por ‘Amigos del género humano’, ‘El crimen: cómo ocurre y cómo remediarlo’ e incluso ‘Isa vs. el partido humanista’, una de las pocas en las que hicieron introducción, afirmando que la cantaban «muy cabreados» y dedicándosela a la postre a la lideresa, a.k.a. Aguirre. Pero también tuvieron a bien guardarse un par de ases en la manga en forma de nuevas canciones que ya han tocado en algunos festivales durante todo el verano. De ellas, cabría decir que parecen (al menos en su directo) algo menos ruidosas que a las que nos tienen acostumbrados y que podrían sonar como una mezcla entre ‘Para los seres atados (a las condiciones terrenas)’ y el sonido, llevado a su terreno, de Alaska y los Pegamoides (‘Llegando hasta el final’, ‘Quiero salir’) o Parálisis Permanente. Atentos a la de «vamos a pudrirnos».
No somos precisamente unos fans de ‘Audio, Video, Disco’, el último trabajo de Justice, pero en su momento, poco a poco, sí entramos en el juego de su debut ‘†’, que incluso llegó a calar con algunas canciones que todavía bailamos y cantamos cuando llega el momento. Por eso, y porque eran uno de los claros cabezas del cartel del festival, su actuación en el Dcode era una fecha inamovible, marcada con amarillo fluorescente en nuestro calendario.
Algo similar debía de haber pasado con la infinidad de fans que los franceses consiguieron acumular en el recinto, todos ellos pertrechados con bien de merchandising de la banda, bien reconocible gracias al (ab)uso de esa cruz que ha hecho tan reconocible al dúo formado por Gaspar Augé y Xavier de Rosnay. Es por eso que, al empezar, aquello era prometedor: nosotros esperábamos ver bailar a todo pichichi hasta que se encendiesen las luces del escenario en cuestión, dando por finiquitado el concierto. Pues nada más lejos de la realidad: el show de Justice, lamentablemente, deja al descubierto algunas de las enormes carencias del dúo frente a… ¿los platos? Para empezar, estaban subidos a un escenario con ínfulas de Daft Punk en el que había un crucifijo iluminado en el centro. Tal era el peso de esta pieza de atrezzo, que alguno seguramente echó de menos a Madonna cantando ‘Live to Tell’. Pero al contrario que sus hermanos mayores, que se suben al escenario con sus cascos (ellos o sus dobles) y se dedican a hacer lo que tienen que hacer, el exceso de protagonismo de los Justice es excesivo. Un par de minutos de foco de luz y pose de Mesías precedieron a ‘We Are Your Friends’, que quedó absolutamente descafeinada en manos de estos dos; y ni siquiera el momento en el que el escenario se abre revelando un teclado dentro que sirve para dar un poquito más enjundia a ‘D.A.N.C.E.’ logra que el público sucumba al éxtasis, que les premió con una sonada espantá antes de que empezasen los bises. Es una pena todo esto y sus imperdonables problemas de sonido, porque ‘Genesis’ es LA canción para abrir un concierto. quietmansmiling, Sebas, Farala.
Fotos: Dcode, quietmansmiling.
‘We Are Never Ever Getting Back Together’, el veredicto
«Sin ningún lugar a dudas, Taylor Swift ha dado en el clavo con ‘We Are Never Ever Getting Back Together’. Con el punto justo country para no decepcionar del todo a sus fans americanos, pero decididamente más pop que nada de lo que haya publicado antes, el nuevo sencillo de Swift contiene el que es, probablemente, el mejor estribillo del año, además de la melodía más pegadiza que se ha oído en mucho tiempo. Normal que siga inamovible del puesto de honor del Billboard. En serio, disfrutar del modo en que lo estoy haciendo de una canción de Taylor Swift es lo último que esperaba hacer en la vida, pero esto es un clásico al canto». JB.
«Sí, sí, es muy simpático eso de meter comentarios aparentemente casuales en la canción como «ese disco indie que es muuucho más guay que el mío» y tal. Y uuuuy, mira, hace con la guitarrica como el ‘Don’t Tell Me’, fíjate… Pero detrás de esas gracietas solo hay la enésima deglución perfecta para adolescentes con picores, de parte de la próxima Jackie O (por aquello de su noviazgo con Connor Kennedy). Así que no pienso escucharla más. Osssea, like ever». Raúl Guillén.
«Me repele mucho la belleza aburrida de Taylor Swift (no puedo verla ni en foto), y más todavía la producción chirriante de esta canción con desagradables voces dobladas y guitarras enlatadas. Sin embargo, no hay pero que se le pueda poner a esta melodía que se recuerda de pe a pa desde la primera escucha. La perfección pop, vamos. Con otra protagonista y estilo, y un final algo más imaginativo, sería la canción del año». Sebas.
«La primera vez oí esta canción podían haberme dicho que era Avril Lavigne y me habría quedado tan a gusto. Como medio mundo, supongo. Es cierto que no tiene ni de lejos el gancho que pueda tener ahora mismo ‘Call Me Maybe’, pero el tema tiene todos los ingredientes para enganchar: arpegio bonico, bridge, estribillo molón, uuuuuuhhs, paradas, estrofas habladas… Sólo por poder cantar con esta ñoñería (y a ser posible a voces) algo como » no, chati, que tú y yo no vamos a volver en la vida» ya habrá valido la pena». Angèle.
Calexico / Algiers
La banda liderada por Joey Burns y John Convertino, con ese espíritu de eternos exploradores sonoros que han tenido desde el comienzo del proyecto, ha ido fusionando diversos estilos con la base de la que partieron, esa amalgama de folk-rock fronterizo, con el desierto dominando la atmósfera. El jazz, post-rock o diversas músicas latinas (mariachi, cumbia, etc.) se han visto las caras con el dúo de Tucson, quienes con oportunos colaboradores han sabido llevar a cabo cada experimento con éxito. Tras cuatro años de ausencia discográfica, dan continuación a ‘Carried to Dust‘ con ‘Algiers’, cuyo título no debe llevar a confusión: no, esta vez no se han aventurado a probar con sonidos africanos. El título de su nuevo álbum no viene dado por la capital de Argelia, sino por el distrito de Algiers en Nueva Orleans, que es donde grabaron las canciones que conforman este LP. Cualquier día podrían lanzarse a ello, a juzgar por lo que Joey nos contaba en la entrevista que mantuvimos con él y John, pero no por ahora.
Tampoco parece que vayan a volver por los derroteros de ‘Garden Ruin‘ (2006). Aquello fue un punto y aparte, su disco más abiertamente pop y en el que abandonaban parcialmente los sonidos que venían ofreciendo en favor de ambientes más convencionales. En el citado ‘Carried To Dust’ se desdijeron de todo aquello y volvieron por la senda que siempre habían recorrido y por la cual siguen caminando en su séptimo álbum. No obstante, aunque persisten en la misma fórmula, esta vez han relajado la marcha, recordando así a discos como su mítico ‘The Black Light’ (1998), algo que sin duda hemos de celebrar. Con esta premisa comienza ‘Epic’, primer corte, un susurro que va ganando en potencia según se van sucediendo los acordes. ‘Splitter’, con sus saltarines arreglos de viento, se salta un poco las reglas con las que han querido jugar aquí, pues es mucho más animada que el ambiente general, pero nadie ha dicho que el contraste y la variedad tenga algo de malo.
Una de las canciones más interesantes es ‘Sinner In The Sea’, dominada por un ritmo de son cubano que, órgano Farfisa mediante, se transforma en surfera hacia la mitad, donde asimismo la voz de Burns cobra una inesperada fuerza gospel, para acto seguido volver al ritmo inicial. En temas como ‘Fortune Teller’, ‘Maybe On Monday’, ‘Para’ y, especialmente en la instrumental que da título al álbum, hacen gala de su mayor baza: la deliciosa melancolía que evoca esos paisajes desérticos de los que tanto han hablado y esas historias de romances fallidos y soledad. Hacia la segunda mitad del disco nos encontramos con ‘Puerto’, latina y enérgica y con la voz de Burns juntándose con la de Jairo Zavala, quien además de volver a colaborar con Calexico como guitarrista, vuelve a aportar sus cualidades vocales. En la misma onda está ‘No Te Vayas’, otro tema muy destacable, escrito y cantado por Jacob Valenzuela a la voz principal y Zavala doblando voces de manera muy acertada. En ella podemos escuchar y compadecernos del final de una relación, perfectamente acompañada por vientos lastimeros, órgano y ritmo trotón.
La ausencia de relleno queda patente una vez hemos llegado al final, con las sosegadas ‘Hush’ y ‘The Vanishing Mind’, que cierran el disco mirando más al norte que al sur con su country folk aterciopelado que no hace sino poner los pelos de punta. Sí, es cierto que ‘Algiers’ es un disco continuista que en los cimientos sobre los que se asienta no ofrece nada que no conozcamos, pero cuando las canciones están tan bien hechas y encima las variantes que traen refuerzan esa calidad, los giros estilísticos salvajes se pueden ir al carajo y si no que se lo digan a POP ETC.
Calificación: 7,6/10
Lo mejor: ‘Epic’, ‘No Te Vayas’, ‘Hush’, ‘Para’, ‘Sinner In The Sea’, ‘The Vanishing Mind’.
Te gustará si te gustan: Lambchop, Giant Sand
Escúchalo: Spotify
























