En plena vorágine de los estrenos mundiales de ‘Piratas del Caribe 2’, la británica Keira Knightley me provoca emociones encontradas. Mientras que en el estreno en Los Ángeles me dejó epatada con un vestido de Chanel en blanco y negro tipo babydoll finísimo, en Londres esta mujer me ha dejado medio en coma ante el número de desastres estilísticos que dominan su imagen. Para empezar, el traje en sí (lo firma Gucci, me ha parecido leer) no es ni mucho menos feo, pero sí es una pieza muy complicada de llevar y con un escote muy arriesgado que sólo se debería lucir con un mínimo de talla 85 de sostén. Keira llega difícilmente al 80, y lo que sobresale entre las tiras doradas es una suerte de costillar excesivamente marcado y nada de carne. Gran fallo de la estilista, y no el primero.
Look de la semana: Keira
Madonnadas
No vamos a negarlo, este es el año Madonna. Su último disco ha roto todas las previsiones de venta, y sus conciertos son capaces de reunir a 60.000 personas en un estadio después de vender todas las entradas en cuestión de minutos. Vamos a repasar dos de las últimas «madonnadas» de la temporada: una que ya tenemos en nuestras manos y otra a punto de llegar.
I’m Going To Tell You A Secret
Dejen paso a la Autoridá
En el último Salón del Cómic de Barcelona, hace apenas un mes, Norma Cómics se estrenó con los derechos de la editorial Wildstorm reeditando en un tomo los doce primeros números de ‘The Autority’, el cómic que encumbró a Warren Ellis y a Brian Hitch como fan favourite del cómic americano.
Como suele pasar con algunas obras maestras de éste y del pasado siglo (‘Daredevil’, ‘Jimmy Olsen’, ‘La Patrulla-X’), Ellis heredó una colección moribunda, con apenas público, e hizo de ella la más vendida de la editorial. ‘Stormwatch’ evolucionó de una manera inteligente y madura, se eliminaron personajes completamente previsibles y se llevó a cabo un cambio de guardia que desembocó en el cierre del título, aunque sólo para recuperarlo poco después con una nueva cabecera que hiciera honores a su nuevo plantel.
‘The Authority’ nació con una voluntad claramente provocadora, igual que su líder, la británica Jenny Sparks, icono de la colección y columna vertebral del grupo. Fumadora compulsiva, bisexual y con un vocabulario que haría sonrojar a un camionero, resulta difícil no caer rendido a sus pies. La acompañan las versiones gays que siempre quisiste ver de Supermán (Apollo) y Batman (Midnighter) –aunque Ellis asegura que no fue algo buscado y que sólo respondió al ataque de los grupos de presión conservadores–; un hechicero tan poderoso como heroinómano; una chicana convertida en máquina; una seductora y violenta tibetana y un hombre que asegura ser «el espíritu de las ciudades».
Khoiba, República Checa
Si alguien me hubiese dicho hace poco que podía encontrar un grupo que sonase como Khoiba, no me lo hubiese creído. Imagínate que un día coges la sencillez y las melodías repetitivas de The Postal Service, el trip hop de Portishead y el electro más suavecito de Goldfrapp, lo metes todo a la batidora y… ¿qué te sale? Pues seguro que un disco como este. Este grupo de Praga presenta su álbum ‘Nice traps’ este año, y creo que puedo estar seguro al afirmar que van a aparecer en las listas de lo mejor del año de los aficionados a estos estilos.
Canciones como ‘Make no silence’ o ‘Pathetic’ son las que más se parecen a Portishead, y en algunos momentos la voz de la cantante, Ema Brabcová, suena a la Beth Gibbons más rabiosa; llegando a parecerse increíblemente. Lo que sí que se nota durante la escucha del disco es una cierta continuidad en las letras y en algunos sonidos. No llega a ser molesto, pero algunas canciones suenan muy parecidas a otras, no sé si intencionadamente o no. Cosas de la indietrónica, supongo. Aun así, el disco está extraordinariamente bien y tiene canciones que, escuchadas tranquilamente, pueden hacer hasta que te apetezca un poco cortarte las venas y todo, como ‘T.I.M.E. Tears In My Ears’. Me parece que no están editados en España de momento, pero si alguna vez lo están, auguro que no van a vender nada. Desgraciadamente. 8.
Supervago DJ en Summercase
Hace una semana, nuestro censor Supervago –a.k.a. Supertijera-, nos dio una fantástica noticia: había sido invitado a pinchar en el Summercase. Evidentemente esto nos emocionó a todos muchísimo. El Summercase es un festival al que le tenemos muchas ganas y al que va a ir la plana de JNSP al completo, ávida de ver a algunos de nuestros grupos favoritos. Y lo mejor es que vamos a poder dormir en nuestras propias casas y no en esos campings chungos del FIB o el Contempopranea. Todos mis respetos a los tiendacampañeros, pero los campings son un poco incómodos, sinceramente. Por muy bien que te lo pases.
Para horarios y transporte, podéis consultar este post. La sesión de Supervago será el sábado 15 de 21 a 22:30 en Madrid, no la cambiamos por nada (me reservo el derecho a retractarme de esta frase). Eso sí, el día anterior no estará en Barcelona, así que no le busquéis.
También conviene decir que pinchará pop en un pequeño espacio llamado «I love MAD», aunque todavía no tiene decidido qué grupos va a poner. Sólo que se va a llevar muchas cosas y ya irá decidiendo en función de los asistentes. Yo os lo recomiendo fervientemente, pero vosotros veréis…
Lily Allen: mi disco del verano
Música de chiringuito fina. Así me gusta llamar en broma al disco de Lily Allen, una chica de Londres de 21 años cuyo debut, uno de los más esperados en su país, finalmente verá la luz el 17 de julio. Lily es protagonista del enésimo fenómeno myspace, donde hace unos meses empezamos a leer su diario y a escuchar canciones como ‘Littlest things’ o ‘LDN’, que es mi canción del verano y a la que me arrepiento de no haber dado el top 1 de nuestro Súper 10 en lugar del top 4 hace un par de meses. Perfección pop con guiños calypso, easy-listening y pop jazzy a lo Feist con resultados excelentes en al menos 8 de las 11 canciones del disco.
A pesar de los matices hip-hop (‘Knock’em out’ podría pertenecer a los Streets), british (‘Take what you take’) o circenses (‘Alfie’), ‘Alright still’ consigue una coherencia que ya hubieran querido para sí, por ejemplo, Nelly Furtado, Dannii Minogue o Rachel Stevens en sus intentos. El ensoñador nuevo single ‘Smile’, que ya se ha colado en las listas inglesas, la jeanettiana y preciosa ‘Littlest things’ o la agridulce ‘Friday night’ reflejan a la perfección el amor de un verano, la ruptura, una fiesta a pie de playa o el sabor de un polo de naranja. Una pena la portada tan fea que le han puesto al disco, pero en cualquier caso, ojalá esos miles de copias que va a vender en Reino Unido nos contagien. 8
La decadencia del punk bailable
No sé si alguien esperaría algo del cuarto disco de Radio 4, teniendo en cuenta el retroceso ya de ‘Stealing of a nation’ (2004) respecto a ‘Gotham!’ (2002), su obra magna, y con el punk bailable, al menos en su forma más obvia (muy lejos de esto suenan por ejemplo Hot Chip), en plena decadencia. ‘Enemies like this’ comienza con el single, homónimo, de batería contundente, ritmo trepidante, guitarras pegajosas y estribillo aceptable. Cuela bastante. Como las primeras pistas, ‘Packing things up on the scene’, ‘Too much to ask for’ o ‘Grass is greener’, de nuevo detrás de Gang-of-four-y-The-Clash, eso sí, con menos fuelle y personalidad que trallazos pasados como ‘Start a fire’, algunos de los cuales pasaron por las manos de James Murphy de LCD.
Las letras reivindicativas que también han usado siempre como arma vuelven ahora en forma de Huracán Katrina, aunque están recibiendo críticas nefastas. Pero lo que realmente termina de hacer el disco un poco indigesto, o simplemente insulso, no son las letras, ni la repetición de los mismos patrones a estas alturas de la película, sino el estilillo reggae que aparece de vez en cuando en temas como ‘Ascension street’. No puede resultar precisamente inesperado, ni novedoso, ni buenrollista, ni sensual, ni evocador de nada. Simplemente pone sobre la mesa que el grupo no irá nunca más allá. Suponemos que cuando hace unos años pensábamos en el futuro de esta banda, ahora su presente, nuestros peores presagios sonaban más o menos así. 5.
Recetas para ineptos
Quien es inepto para cocinar, lo será intentándolo por libre o siguiendo al pie de la letra una receta que lo explique todo minuciosamente. Julian Barnes es una de estas personas (como yo misma) bien poco habilidosas con la cocina, pero que a lo largo de su vida ha intentado hacer algo de provecho con los alimentos a través de toda clase de libros de cocina, pero que sólo han conseguido sumergirle en un mar de dudas peor que el que tenía antes de empezar. ¿Cuánto es una cucharada rasa? ¿Y un puñado? ¿Y una pizca? ¿En qué momento algo da un hervor? ¿Cuándo está listo un sofrito? Todas estas menudencias pueden ser verdaderos obstáculos para un inútil como Barnes o como yo. En este breve ensayo da cuenta de sus visicitudes culinarias con mucho sentido del humor y da unos consejos muy sencillos para que no terminemos tirando a la basura cada intento de receta y pidiendo una pizza: no obsesionarse con seguir la receta a la perfección, no intentar dilucidar cuánto es exactamente una pizca sino echarle un poco de imaginación y confiar en la bondad de nuestros comensales.
De este libro se saca un mensaje muy positivo: los que no conseguimos seguir una receta no es que seamos retrasados; es que somos demasiado perfeccionistas. ¡Claro! ¿No sería mucho más sencillo pedir «150 gr de espárragos» que «un manojo mediano»? Es una cuestión de percepción. Barnes, como siempre, maravilloso. Lectura de verano hiperrecomendada. 8.
Súper 10 / 3-7-2006
1.PET SHOP BOYS:
Minimal
2.LE SPORT:
It’s not the end of the world
3.DIRTY PRETTY THINGS:
Bang bang you’re dead
4.SPARKS:
Perfume
5.LIMOUSINE:
So down
6.JOSH ROUSE:
Quiet town
7.RADIO 4:
Enemies like this
8.PEACHES:
Downtown
9.SKIMO:
Hombre menguante
1000.MUSE:
Supermassive black hole
HIT DE AYER:
DEAD OR ALIVE:
You spin me round
Golpéales en la cabeza
Estos últimos años hemos tenido la suerte de vivir un auténtico revival zombie. Por alguna extraña conjunción cósmica, los muertos vivientes han invadido las pantallas de medio mundo con películas como ‘Resident Evil’, ’28 días después’, ‘El Amanecer de los Muertos’, ‘Zombies Party’ o ‘La Tierra de los Muertos Vivientes’. Y teniendo en cuenta la simbiosis que actualmente existe entre cine y cómics, no era de extrañar que se editaran nuevos tebeos con los no-muertos-del-todo como protagonistas. Seleccionamos tres que se han editado recientemente.
Happiness & La Casa Azul
La idea de ayer era ver el concierto, bueno, el playback, de los Happiness en Vázquez de Mella por la tarde y el de La Casa Azul por la noche. Pero cambiaron la hora del concierto de los Happiness y, aunque en el programa, impreso desde hacía varios días, estaba bien la hora, en esa cosa llamada, emm, Internet, no se molestaron en cambiarlo y cuando llegué ya había acabado. Con la curiosidad que tenía por ver lo que hacían… Un 10.
El concierto de La Casa Azul era en el 8ymedio, que celebraba su VI aniversario. El 8ymedio es la discoteca en la que mejor nos lo hemos pasado en nuestra vida muchos de nosotros. ‘Cerca de Shibuya’ es una canción que hace unos 5 años sonaba siempre. Cuando digo siempre quiero decir SIEMPRE. Quizá por eso Guille la escogió para comenzar su show. El sonido no era muy bueno, no entendimos absolutamente nada de lo que dijo entre canción y canción. Salió solo, como en la Sala Sol, tocó todos sus hits, dejando ‘Superguay’ y ‘Galletas’ para el final, ‘Tang de naranja Tang de limón’ de la reedición de su estupendo primer EP y alguna nueva como la que han colgado en el myspace de Elefant. Su próximo disco, como nos contó en entrevista, saldrá después del verano.
La gente gritaba todas las letras como loca. Es increíble, un desfase, el nivel de fanatismo que estamos alcanzando sus seguidores. Algo así como debe ser un concierto de Take That o La Oreja, frase por frase, coma por coma, la gente se lo sabe todo y cualquier gesto de Guille es recibido con una devoción ya casi enfermiza. Es entrañable pero también da la risa. De nuevo la duda de por qué este grupo no vende 1 millón de copias, toca en un estadio y con una gran banda de músicos. Eso sí, hacía tanto calor que empapaba las paredes, llegaba al techo y volvía al público en forma de lluvia. Como lo oís.
Ultravioleta

Hace un par de semanas se estrenaba en las salas de nuestro país la aventura futurista de Violet, una heroína de las de toda la vida a la que, rodeada de efectos especiales y coreografías algo manidas, da vida una espectacular Milla Jovovich. Interesante mezcla.
Finales del siglo XXI. El mundo ha sufrido catastróficos ataques biológicos. Los muertos se cuentan por millones y el pánico está presente en todas partes. En un fallo del gobierno al intentar crear una vacuna se produce una mutación que multiplica los efectos contrarios, lo que da lugar a una nueva especie de hemófagos. La sociedad queda así dividida entre humanos y vampiros, queriendo ser estos últimos destruidos por los primeros. La guerra está declarada. Entre los cabecillas del movimiento de resistencia hemófaga se encuentra Violet, encargada de robar de los laboratorios centrales la clave para la redención de su especie. Pero los planes de la Resistencia, y por ende de Violet, cambian de rumbo al verse al cargo de un niño portador de un virus que podría salvar o destruir al mundo.
Lo mejor de enero a junio 2006
2006 llega a su ecuador y, cuales friquis de las listas del año, votamos la que nos ha parecido, de momento,
1.-La canción del año
2.-El disco del año
Agenda 29-6 / 2-7
En plena celebración de las Fiestas del Orgullo Gay, las Gavilanas Diyéis (Nani y Patata) vuelven al Barbarella Club -San Vicente Ferrer, 33- para celebrar este mismo viernes el Orgullo Gavilán. Estarán pinchando hits heteros de 1 a 3 o hasta que las echen de la cabina.
Para los que no vayan recomendamos estos otros actos. Si quieres recomendar eventos de fuera de Madrid, te invitamos a hacerlo en los comentarios.
Jueves 29-6:
– Fiesta fin temporada Freeway (c/San Vicente Ferrer, 7). 22.30 h. Gratis.
– The Essex Green. Sala Nasti (c/San Vicente Ferrer, 33). 22 h. 12 E.
– Transmission FIB’06. Sala Yastá (c/Valverde, 10). 24 h. Gratis.
– John Acquaviva. Sala Macumba (Estación Chamartín, s/n). 24 h. 10 E.
– Fiesta Pussy Kingdom. Club ¿Dónde Vamos? (C/ Hortaleza 107). 23 h. 7 E.
Billy, Courtney and me
Billy Corgan, líder de los Smashing Pumpkins, y Courtney Love, a la que no le hace falta presentación alguna, llevan viviendo juntos cuatro meses. ¿Se estarán dando una segunda oportunidad? Y es que Billy y Courtney son ex novios. Estuvieron saliendo una temporada a principios de los 90 hasta que ella conoció a Kurt Cobain y la dejó preñada.
El supuesto nido de amor es la mansión que la viuda de Kurt Cobain se compró en Los Ángeles con el dinero que obtuvo de la venta del 25% de los derechos de Nirvana. Pero quizás esta convivencia no sea más que por la colaboración que Corgan está haciendo en lo que será el próximo disco de Courtney. A ver si esta vez no terminan echándose los trastos a la cabeza, como ya ocurrió la última vez que trabajaron juntos en el ‘Celebrity Skin’ de Hole. Smashing Pumpkins también grabarán su nuevo disco este mismo verano.
Versus Sonic Youth
Sonic Youth Sí
Una de las pocas veces en las que me he indignado de verdad por una crítica fue hace un par de años. No recuerdo quién firmaba la reseña, pero en el «difunto» Tentaciones alguien decía que era imposible escuchar un disco de Sonic Youth de principio a fin. Así que yo, que había escuchado hasta la saciedad aquel ‘Sonic Nurse’ al que hacía referencia, no sabía qué pensar: o yo estaba fatal de la cabeza, o el crítico era por completo idiota. Ahora que la banda neoyorkina vuelve a publicar disco, el ‘Rather Ripped’, espero de nuevo todo tipo de comentarios. Hay quienes dicen que son un timo, que no tienen melodías y mucho menos canciones, que sus fans no saben sus letras… y hasta que a la gente tan sólo le gusta ver a Kim Gordon en plan guarrilla tocando el bajo. Pero es que enfrentarse a un disco de Sonic Youth no es coger un disco pop que se terminará tarareando tras la primera escucha.
En ‘Rather Ripped’, aunque siguen el estilo de sus dos últimos discos, ‘Murray Street’ y ‘Sonic Nurse’, pasan a hacer canciones más cortas que raramente pasan los cuatro minutos. Dejan de lado los largos experimentos con las guitarras que podíamos encontrar en esos trabajos y siguen, con paso firme, hacia adelante. Lo demuestran en temazos como ‘Reena’, ‘Incinerate’ o ‘What a waste’, que llevan claramente el sello de la banda. Y eso, en una carrera de más de 20 años en la que han sorteado el abismo de la decadencia, es de agradecer. 7 Iko
Sonic Youth No
Llevamos varios meses pendientes de hacer un post sobre Sonic Youth y no hay manera porque vaya perezón escucharlos. Los amigos de Christina Rosenvinge vuelven con su nuevo disco, que podría ser el anterior o el anterior, pero que es el nuevo, ‘Rather Ripped’. Otro éxito de crítica y otro fracaso rotundo de ventas a sus espaldas. El disco es lo de siempre: canciones que huyen de la simple estructura de 4 acordes, punteos, distorsiones que a estas alturas ya causan risa, etc. Excepciones que se salven como siempre sí hay un par, a pesar de que luego nadie se aprenda ni sus títulos ni sus letras, ‘Do you believe in rapture’, ‘Turquoise Boy’ o ‘Jams run free’. Aunque quizá más bien habría que decir «a punto de salvarse» porque para cuando llevan un par de minutos producen tanta jaqueca como el resto. Y es que otro mito en torno al grupo es que cada una de sus interminables ralladas es intelectualísima, cultísima y digna del mayor respeto. No será, desde luego por sus letras. Tanto reírse del pop para terminar diciendo las mismas tontadas, con las mismas rimas fáciles y los mismos tópicos, sólo que a veces, desde su apasionante mundillo de depresión, suciedad, ratas y esas cosas tan poco vistas. Que viste mucho. ¿No es «tengo un amigo que reía todo el rato / tengo un amigo que lloraba todo el rato / tengo un amigo que gritaba todo el rato / tengo un amigo que mentía todo el rato» una estrofa sonrojante? A quien le gusten que los disfrute, para mí este disco es etiqueta clara de «sólo para fans». 4. Supervago.
Look de la semana: jLo
Esa máquina de hacer dinero que es Jennifer López (aka jLo aka Jenny from the block) parece que no se guarda unos poquitos de dólares para gastárselos en la peluquería y teñirse esas señoras raíces que le salen de la cabeza. Esta imagen pertenece al sábado pasado, cuando la diva -y actriz y diseñadora y empresaria y cantante y bailarina y lo que le echen- asistió a las celebraciones del Día del Orgullo Gay en Nueva York. Para este acontecimiento Jenny recurrió a una indumentaria desacertada por todas partes: una bata-camisa mezcla de maestro de yoga con farmacéutica. Pero, sin duda, lo más desacertado es ese desbarajuste capilar que presentaba: rizo libre (libérrimo) y pegado a la cabeza dejando a la luz unas raíces grises que tienen un retraso de tinte como de tres semanas. ¡Jennifer! ¿Qué has hecho? ¿Será este desaguisado consecuencia de ese embarazo que se rumorea que vive la Jenny, o simplemente que se le olvidó el Día del Orgullo y se fue tal cual se levantó? Sea como fuere, qué espanto.
Se nos rompió el amor
Hace aproximadamente un año se aprobó en el Congreso de los Diputados una modificación en la ley para permitir a las parejas homosexuales casarse. España se convertía así en uno de los países con la legislación más moderna en ese sentido. Hoy es el día del Orgullo Gay y hace unos pocos días, los medios nos sorprendieron con la noticia de los primeros divorcios de parejas homosexuales. No nos hemos podido resistir a comentar una de ellas, que de absurda parece una canción de Mcnamara.
Se trata de una pareja que se casó en Madrid en octubre de 2005, pero que llevaba viviendo junta desde 1993. Uno de los integrantes era el que trabajaba y llevaba dinero a casa, y el otro se dedicaba a atender el hogar “como si de una ama de casa se tratara”. Tenían, por lo visto, un nivel económico alto, con casoplones, ropa de marca, cruceros de lujo y “costosas reformas en el domicilio”. El que se dedicaba a sus labores, era modelo de profesión y llegó a montar una peluquería canina (!) en su garaje. Todo esto según noticia de la agencia EFE.
Las cosas no salieron del todo bien, la pareja se trasladó a Francia y el negocio se acabó. El demandante ha decidido que su marido le ha hecho perder la posibilidad de seguir trabajando como modelo (tiene 43 años) y por ello le pide 7.000 euros al mes (!), el uso del chalet con su jardín de 300 metros cuadrados (ajuar doméstico incluido) y la custodia de los perros. No hay duda de que esto nos hace replantearnos la cuestión: ¿supone el matrimonio el fin del amor?
Sleater-Kinney se separan
No hace ni 3 días que algunos miembros de JNSP tarareamos una canción de Sleater-Kinney de vuelta a casa en coche y hoy nos ha llegado un comunicado que anuncia la separación temporal del grupo. Su sello espera que esta retirada se parezca más a la de «Jay-Z que a la de My Bloody Valentine». Una suerte los que presenciaran su último concierto en el Primavera Sound (ya sólo les quedan 5 fechas en EE.UU., incluido el Lollapalooza), y una gran pérdida para sus fans. Uno de los mejores grupos de chicas y no chicas del post-grunge, autoras de joyas como ‘Call the doctor’, ‘Dig me out’ o el reciente ‘The Woods’. Este es el comunicado oficial:
¿Quieres vivir una segunda vida?
¿Alguna vez has soñado con tener una vida totalmente diferente? ¿Te habría gustado ser modelo, actriz, cantante, sexador de pollos…? ¿Has pensado alguna vez cómo te sentirías si fueras millonario? Ahora tienes una oportunidad de ser otro.
Casi 300.000 personas de diferentes lugares del mundo llevan una “segunda vida” en una sociedad que opera en Internet a través de una plataforma tecnológica tridimensional. Second Life es un mundo virtual en el que podemos elegir con total libertad nuestra imagen (humana, animal o quimérica) y forma de vida dentro de una idílica ciudad en la que convivimos del mismo modo que en el mundo real.
Nuevo disco de Postal Service
Hoy sin embargo, nos sorprendemos con una noticia en Pitchforkmedia: resulta que ambos han comenzado a preparar un nuevo álbum, del que ya tienen grabadas dos canciones. Yo me conformaría con que fuesen la mitad de bonitas y emocionantes que las de su primer disco, la verdad. Menos mal que a Gibbard le ha dado por repensárselo, que yo ya me sentía un poco huérfano.
De todos modos, la preferencia de Gibbard sigue siendo DCFC por encima de The Postal Service, así que aseguran que el nuevo disco, en el que la voz femenina de Jenny Lewis también tendrá cabida, no estará antes del año que viene. Desgraciada o afortunadamente, lo bueno se hace esperar.
Mocky
He conocido a Mocky porque el single de su nuevo disco está cantado por Feist, una de mis vocalistas favoritas de los últimos años, gracias a su adorable ‘Let it die’ (2004) o a sus exquisitas colaboraciones con Kings of Convenience. Amigo de Peaches y Gonzales y miembro junto a ellos de la banda The Shit, Mocky ha publicado bajo su nombre un par de discos antes de este ‘Navy Brown Blues’: ‘Mocky in Mesopotamia’ y ‘Are+Be’.
El nuevo single ‘Fightin’ away the tears’ es un acústico delicado y minimalista bastante notable, aunque no precisamente una buena muestra de lo que encontramos en el disco: soul ahiphopado (‘Animal’), funky del siglo XXI (‘Elementary’), R&B (‘Navy Brown Blues’) y pequeños guiños gospel (‘After the rain’). ‘Extended vacation’, por ser una de las más animadas, es una de mis favoritas. La producción, sobresaliente, echa en falta un par de singles que podrían acercarle incluso al público millonario de Moby y Kanye West, o, ejem, Gnarls Barkley. 7,5
Los Beatles en Cuarto Milenio
Qué perezón y qué angustiaza ver el fin de semana morir con Cuarto Milenio de fondo, pero siempre termino tragándome algún reportaje. El de anoche se llamaba ‘Rock Maldito’, y en él se repasaban algunos de los discos con mensajes subliminales supuestamente satánicos y malditos. Discos descatalogados para Charles Manson, homenajes de Guns n’ Roses en forma de pista sorpresa para el mismo y lo de siempre: Alice Cooper, jevi y rock duro. ¿A quién se le habrá ocurrido escuchar los discos al revés? Me encantó, eso sí, ver en TV la leyenda sobre el ‘Abbey Road’ de los Beatles, según la que Paul McCartney ya estaba muerto cuando se grabó. La portada consistiría en un funeral en el que:
1.-Paul, descalzo, sería el cadáver.
2.-John, de blanco, sería el sacerdote.
3.-Ringo, de traje, encargado de la funeraria.
4.-George, de vaquero, sería el enterrador.
5.-La matrícula del coche a la izquierda, «28-IF», indicaría la edad de Paul en aquel momento, si es que hubiera estado vivo. Que por lo visto no.
Cómo me gustan estas historias. Nunca me he olvidado de aquella leyenda urbana que aseguraba que Michael Jackson había muerto tras el ‘Dangerous’. Ni de la supuesta amistad entre mi profesora de inglés del instituto y una amiga íntima de Elvis que seguía viviendo con él en los 90 (aseguraba que con lo gordo que estaba Elvis no podría haber cabido nunca en el ataúd que le pusieron). A ver quién es el próximo vivo / muerto que nos sorprende.
Franz Ferdinand en Metrorock
Con un cartel que, en un principio, prometía muy poco por la abundancia de grupos perrofláuticos y de «fusión» (El Bicho, el pastiche ese llamado Chambao, etcétera), el Metrorock mejoró irremediablente con la inclusión de Franz Ferdinand en su cartel. Muchos nos preguntábamos que qué harían los fans acérrimos de Macaco al ver a esos cuatro finolis de Glasgow vestidos de Dior hasta las cejas cantando eso de ‘Take Me Out’, pero yo que estuve delante pude comprobar que no sólo triunfaron, sino que fueron capaces de unir a perroflautas, heavies, pijillos, indies e incluso a familias con críos durante su actuación.
Franz Ferdinand no sólo no defraudaron sino que sorprendieron con un concierto inusitadamente largo para ser un festival (empezaron con puntualidad británica a las 22,40 y terminó a las 12), cargado de hits y con la blanda plena de energía y con ganas de meterse al público en el bolsillo, algo que consiguió en cuanto Kapranos afinó la voz con la segunda canción. Apenas dejaron un par de concesiones para descansar (‘Walk Away’ y un tema nuevo, cara B de ‘The Fallen’ titulada ‘Lindsey Wells’) porque el resto de la actuación fue una sucesión de bailes desenfrenados por parte de los asistentes.
Durante el escaso tiempo que pasé en Metrorock pude extraer pocas pero interesantes conclusiones: que el sonido era bastante bueno, que las instalaciones estaban muy bien, que había espacio para respirar durante los conciertos (vamos, que no había el típico overbooking de los festivales ni siquiera durante FF), que la zona de prensa era amplia y cómoda, que había que caminar demasiado para recoger las pulseras o simplemente para encontrar la entrada, que el metro estaba a años luz del recinto y que sobraba el stand gigante de Metro de Madrid a la entrada cantándote las bondades de este servicio público, el cual en estos momentos tiene más líneas cerradas que abiertas.