
De los 8 millones de personas que se han comprado ‘Confessions on a dance floor’, sólo 1,4 corresponden a Estados Unidos, una proporción ridícula, sobre todo si pensamos que Madonna es americana y que Estados Unidos es el mayor mercado del mundo. El fracaso de ‘Sorry’ en Estados Unidos ha sido estrepitoso y rotundo, quedándose en un humillante puesto 58, al que además ha llegado gracias a las descargas de Itunes y al apoyo de un programa de MTV. Lo mismo para ‘Hung Up’. Nos vendieron que fue un top 10, y no nos contaron que fue top 10 gracias a las descargas legales masivas que realizaron sus fans cuando el single apenas sonaba en la radio. Pero el adolescente medio no sabe muy bien lo que es ‘Hung up’ ni Abba ni nada de nada.
Esta situación nos lleva a analizar el curioso sistema de listas y la diversificación extrema de la radio en Estados Unidos, donde las emisoras se dividen por estilos: R&B, hip-hop, country, rock y pop copan un mercado cerrado en banda a estilos como el electro o el tecnopop. La lista de éxitos, Billboard Hot 100, dejó de depender hace tiempo exclusivamente de la venta de singles. Ahora se compone, en una mayoría abrumadora, de «impresiones», es decir, el número de personas que escucha un tema en una radio. Cuantas más emisoras pinchen un tema y más grande sea la cobertura de la emisora, más alto llegará en las listas. Como pagar para que una canción suene en la radio, por mucho que nos cueste creerlo, en principio está prohibido (cuando se descubrió que Sony BMG había sobornado a algunas emisoras para que sonara ‘Get right’ de J.Lo fue un escándalo), se tienen siempre teléfonos y mails abiertos para «democratizar» las emisoras… aunque al final, suena lo que ellos creen que se ajusta al estilo de la cadena. ¿Pero de qué estilo estamos hablando?





1. El short. Llevan siglos intentando sacar a los shorts de las piscinas y los gimnasios y qué, ¿qué consiguen? Que sólo cuatro personas con las piernas muy largas y bien torneadas se atrevan a ponérselo para ir a trabajar o para salir. También hay algún valiente -alguna, puntualizo- que tomando la filosofía de «ande yo caliente…» se calza sus shorts con sus patorras de futbolista y hala, a quien no le guste que no mire. Pues no; una vez más, las pasarelas pretenden que nos pongamos los shorts, pero es que no hay manera de llevarlos sin parecer a) una pilingui b) un deportista que se ha escapado del gimnasio c) tonto/a.















Este hombre ha hecho sentir mujer y madre a 







Por cortesía de Piscu y su viaje a Londres, he conseguido un libro que en España, al menos de momento, no se ha publicado y dudo que lo haga. Se trata de ‘

No es ninguna novedad que