Está claro que Fontaines D.C. están siendo una de las revelaciones del año. Tras haber pasado por Vida Festival y FIB, y aunque se percibió que aún les falta algo de rodaje para llenar escenarios gigantes, sus canciones sí que son grandes de verdad y su promotora en España ha anunciado esta semana buenas noticias. Mientras su show en Madrid se mantiene el 1 de noviembre en la Sala Cool (la misma que acaban de agotar Ladilla Rusa, vendiendo 750 entradas), en Barcelona, donde actuarán el 2 de noviembre, amplían aforo pasando de Razzmatazz 3 a La [2] de Apolo. Según informa Houston Party, el cambio de ubicación se debe «al fuerte ritmo de la venta anticipada, que habría dejado pequeña la sala inicial». Y esto sucede con más dos meses de antelación.
Lógicamente este entusiasmo se debe a la pegada de las composiciones incluidas en su debut ‘Dogrel’, que además está nominado al Mercury Prize, que se entrega el próximo 19 de septiembre. Entre ellas está ‘Too Real’, que se editaba a finales del año pasado, ‘Boys in the Better Land’, el reciente single ‘Sha Sha Sha’ o la estupenda ‘Big’, que ejercía de single principal del álbum en torno a su lanzamiento.
Como indicaba mi compañero Raúl Guillén en su crítica del álbum, la frase de arranque no puede ser más icónica (“Dublin bajo la lluvia es mía / una ciudad preñada de creencias católicas”) para después pasar a hablar, en contraste, de violencia («A loose ambassador for all that crime») y adicciones («Slick little boy with a mind of Ritz). En ese entorno hostil, el repetitivo estribillo parece dejar un mensaje de esperanza: «Mi infancia fue pequeña, pero yo voy a ser grande».
En total sintonía con ese texto, el sencillo vídeo de ‘Big’ muestra a un niño de 11 años recitando la letra de la canción por la calle Moore de Dublín. El grupo cree que “la ambición es una enfermedad” y aunque siempre hay algo de ambición en un plano secuencia, el muchacho es simplemente un vecino del cantante Grian Chatten que según ellos “tiene la presencia escénica de cien líderes de grupo”. Un vídeo lleno de simbología que desde luego ha contribuido a que la canción, de tan sólo 1 minuto y 45 segundos, se haya hecho «más y más grande». Os dejamos también con un directo bien grabado de ‘Big’.