No hubo lugar para la cultura, y mucho menos para la música, en el debate a 5 celebrado anoche de cara a las elecciones generales de este domingo. Pedro Sánchez, presidente del gobierno en funciones, otrora adicto a llenar playlists con artistas como Zahara y Carolina Durante; Bowie, León Benavente o Iggy Pop; y fiber si el nuevo FIB mantiene la línea editorial tipo Killers, está ahora mismo liado con otros asuntos. Con la derecha concentrada en hacer oposición en base a la crisis catalana, incluso en el bloque que no tocaba, y la izquierda acusándose mutuamente de bloqueo, la cultura quedó desterrada del debate.
Únicamente hizo una mención a «los artistas»… ¡Albert Rivera! Fue algo así como: «Quiero liderar un Gobierno que esté a la altura de la sociedad civil española, de nuestras empresas, de nuestros deportistas, de nuestros artistas…». Hubo quien pensó inmediatamente en el alcance internacional de algunos de «nuestros artistas», tipo Rosalía, justo la artista que más apoyo institucional requiere ahora mismo; pero Twitter tiró más hacia su pareja Malú. El líder de Ciudadanos, muy a la baja en todas las encuestas, ha mencionado canciones de Alejandro Sanz o Niña Pastori entre sus favoritas, y lo más moderno que parece haberse puesto nunca son las New Balance de costura naranja -como el color emblema de su partido- que calza en el ya ilustre vídeo -no necesariamente para bien- de Lucas, el perrito de C’s que acaba de nacer y aún «huele a leche».
Lucas, hemos grabado un vídeo juntos en Instagram y los rivales del debate ya hablan de ti. ¡Bienvenido, ya eres parte de la familia ‘ciudadana’! 🐶🧡https://t.co/EZMntY5KgB pic.twitter.com/IS2Q63pCuQ
— Albert Rivera (@Albert_Rivera) November 3, 2019
Mítica fue aquella sesión tan confusa de VOX en la que lo mismo sonaron Gloria Gaynor, «Bella Ciao» y Los Nikis en la que alguien llegó a preguntar que si el DJ era de Podemos. Ahora, Santiago Abascal parece haber renunciado a utilizar la música de Coque Malla tras una burla de este, que le recordaba que ‘No puedo vivir sin ti’ es una canción de temática gay. Tras enfrentarse al ex líder de Los Ronaldos con su impudor habitual indicándole que «la droga es muy mala«, Santiago parece haberse decantado por desarrollar una fantasía en torno al género equino. Después del vídeo de Abascal trotando al ritmo de la banda sonora de ‘Juego de Tronos’, ha llegado el vídeo de Ortega Smith trotando al ritmo de ‘El bueno, el feo y el malo’. «¡Pobre Ennio Morricone!», exclamaréis. Pero no. Como una idea de Goebbels que se estudia en las Facultades de Comunicación casi un siglo después, da más miedo que una maratón entera de Halloween, a la par que enloquece a su público. Como todo lo jevi metal.
Pero es precisamente Unidas Podemos quien ha tomado las riendas de la música en la campaña del 10-N. Mientras unos no tienen nada que añadir al respecto a lo que ya expresaran en abril y otros han decidido que ahora mismo, la verdad, no es primordial, la formación morada está dando la nota. Pablo Iglesias, que criticó el himno que Joe Crepúsculo se molestó en crear ad hoc para su partido, ha contratado a Kiko Veneno y a O’Funkillo para el cierre de campaña de este viernes. Además, se han lanzado dos temas con los que pretende conectar con públicos antagónicos siempre dentro de su target: la gente joven. Por un lado, El Nega de Los Chikos del Maíz y miembros de Reincidentes, Boikot y Sugarless se han unido para construir una canción llamada ‘Se puede’ (no confundir con el insólito nuevo lema de Rivera) que nos habla de derechos LGTB+, desahuciados, refugiados y nuestros ancianos, si bien acercándose peligrosamente a los territorios pseudopunk de Pignoise.
Y luego está ‘Pedro no duerme tranquilo’, también subida al canal oficial de Podemos de Youtube, un tema basado en las sonoridades conocidas como trap (Autotune, bases secas normalmente de 808, letras casi ininteligibles), con un poquito de tropical. Es una parodia del acercamiento de Sánchez al centro, pero Echenique está eufórico por motivos estrictamente musicales: sabe que Unidas Podemos no se compone precisamente de trendsetters en lo musical. «Llevo cinco años diciendo a todo el que me ha querido escuchar que necesitábamos un reggaetón de Podemos. CINCO AÑOS. Gracias @AdanCallejo por cumplir mi sueño». La canción tiene su «punch» y el vídeo es una geometría polisentimental que ni Canada en los tiempos de ‘Espada’, si bien no sé si puede ser contraproducente que salga más la palabra «Pedro» que en todo el guión de ‘Heidi’.
Exactamente igual, Más País se debate entre rock y trap, para asombro mundial. Por un lado ha circulado una adaptación de Los Suaves realizada sin permiso por una plataforma afín al partido de Íñigo Errejón. Ha tenido que ser retirada y miembros de Más País Pontevedra han tenido que pedir disculpas. Esta era la versión de ‘Dolores se llamaba Lola’, junto al «Trap en apoyo a Íñigo Errejón» que los mismos chicos de El Observatorio habían hecho en apoyo a su campaña.
Finalmente, Pablo Casado no parece demasiado interesado por la actualidad musical y cuando en abril le preguntaban por sus temas favoritos tiraba con «pereza» por cortes muy “populares” de ídem, Coldplay, U2, El Último de la Fila y Depeche Mode, mostrando un perfil definitivamente muy afín a su amiga Isabel Díaz-Ayuso. Muy Kiss FM. Pero para eso tiene a la verdadera joya de la corona en la materia. La derrota de aquellos partidos a los que realmente les interese la cultura es no haber sido capaces de crear un perfil tan alto como el de Andrea Levy, la política del PP que tras nacer en Barcelona ha terminado siendo concejala de cultura de la ciudad de Madrid, integrada en el equipo del ayuntamiento del Partido Popular, con los votos de C’s y VOX.
Ella puede pasearse por unos premios MIN en los que Maria Arnal carga a grito pelado contra la corrupción de «M Punto Rajoy» y tomarse un piscolabis después en el bar de al lado impertérrita, dejarse ver por el Ochoymedio o acudir a un concierto de Fuerza nueva donde se deconstruyen frente al desconcierto del público el ‘Els Segadors’, pero ahora a favor de los obreros, en la misma noche en que «arde Barcelona», y el himno de la legión también. El mismo himno de la legión que Santiago Abascal cita entre sus canciones favoritas de todos los tiempos, entre otros temas de Julio Iglesias y ‘Camino Soria’ (sorry, Jaime Urrutia). Andrea parece ir muy a su aire y no ha hecho ni un triste tuit sobre el debate, pero ya nos hemos aburrido de ver a la misma personalidad en los conciertos. ¿Para cuándo su homólogo, una siempre sonriente cara visible interesada por la actualidad musical, en el resto de partidos?