El pasado mes de julio Róisín Murphy reaparecía tras la serie de cuatro maxi-singles publicada el año pasado. Lo hacía con ‘Incapable‘, un tema que de nuevo se movía en la órbita del funk, el house y el disco, pero quizá de una forma más directa que singles como ‘The Rumble o ‘Jacuzzi Rollercoaster‘.
Este single suponía su reencuentro con Richard Barratt, experimentado productor también conocido como Crooked Man y Dj Parrot. Como explica Murphy en la nota de prensa de ‘Narcissus’, su nueva colaboración con él estrenada hoy, fue uno de los primeros artistas con los que colaboró cuando se mudó de Manchester a Sheffield con apenas 19 años. De hecho, explica, sus primeras grabaciones serias fueron versiones de ‘Feel Up’ de Grace Jones y ‘Sorted Out for E’s and Wizz’ de Pulp realizadas con él. Luego, revela, contribuyó a su fantástico disco de 2007 ‘Overpowered‘ (aunque en los créditos no figura en nombre de Barratt, que sepamos), y también creó con ella dos singles como ‘Simulation‘ (2012) y ‘Jealousy‘ (2015).
Pero Róisín siente que tenía pendiente ahondar más en su trabajo junto a él, y parece que ha llegado el momento. Dejando ver que ambos trabajan «en algo más grande» (aunque sin mencionar un álbum), para la ex-Moloko tanto ‘Incapable’ como ‘Narcissus’ –una canción que ya presentó en otra versión en ‘Lives Through Magic‘, una cassette que se publicó para recaudar fondos para las víctimas del terrible incendio en 2016 del club Ghost Ship, en Oakland– forman parte de una misma idea. En ella, Murphy y Crooked Man pretenden revisitar la grandeza, la elegancia y la épica de la música disco, investigar el porqué de esa euforia que nos invade con el simple sonido de un plato que sisea al ritmo.
De eso va esta ‘Narcissus’, cuya versión original –aunque existe un edit de poco más de tres minutos– se alarga hasta más de 7 minutos y medio, en una construcción realmente fascinante, arrancando a piñón con el bajo, la guitarra y la batería, mientras se desarrollan maravillosos arreglos de cuerda –a cargo de Eddie Stevens, otro colaborador frecuente de Murphy– que se solapan al final tras un brutal puente. Mientras, la voz de Róisín nos embauca lentamente con unos «quédate conmigo» («be left with me») que aluden al ensimismamiento de ese Narciso, mientras en los versos Eco, la ninfa que feneció de amor por él, advierte al bello humano de los peligros de amarse sólo a sí mismo.