A medida que han ido debutando con discos sus participantes más conocidos, la edición 2018 de Operación Triunfo parece ir confirmándose como la de las promesas incumplidas. Si bien Miki Núñez cumplía en ‘Amuza‘ con las (bajas) expectativas hacia su pop populachero, Natalia Lacunza, que logró despertar nuestra atención con aquella balada con Guitarricadelafuente y hasta hacernos pasar por alto el fusilamiento a Billie Eilish en la divertida ‘Tarántula’, no pasaba de ofrecer algunas buenas sensaciones en ‘Otras alas‘.
Algo parecido ocurría con Alba Reche en ‘Quimera‘, potable pero ni mucho menos lo que esperábamos tras ‘Medusa’, y con Julia Medina, que sorprendía incluyendo un dueto con Carmen Boza en su debut… por lo demás repleto de guiños al libro de estilo de Pablo Alborán o Vanesa Martín. La amiga de Hinds, María Escarmiento, mostró con su fallido primer single el mismo desinterés que en el concurso; Damien aún debe confirmar si será un «Lolo Indigo» para su generación; Famous, ya tal… ¿Quién queda? Ah, sí: Sabela.
La joven coruñesa nos dejó relativamente boquiabiertos (al fin y al cabo, el sonido del debut de The xx ha sido de los más imitados en esta década) con la ambientación sinuosa y la instrumentación poderosa, a lo Daughter, de ‘Despedida‘. El tema que da nombre a su primer disco –que en realidad es un EP de apenas 20 minutos– no es un dechado de originalidad, pero al menos sí muestra algo distinto al promedio triunfito, apoyada en este caso en la producción del portugués Diogo Piçarra. La presencia orientando a Sabela Ramil en el sonido de sus canciones, hacía albergar algo de esperanza hacia este trabajo. Falsa alarma.
‘Despedida’ no es un desastre infumable a la altura del debut del compañero que nos representó en Eurovisión con ‘La venda’. Incluso hay algún número interesante que, aunque no sigue la línea marcada por el tema que lo abre, al menos sí ofrece una personalidad propia: el encuentro entre folclore galego y electrónica de ‘Nai’ parece una veta en la que indagar, mientras que el electrosoul con arreglos de cuerda de ‘Sin tu amor’ saca buen partido a la bonita (aunque algo random) voz de Ramil. Lamentablemente, el resto del disco discurre por la tan bucólica como soporífera épica de ‘Mi reina’ –la melodía, un tanto vetustamorlesca, no está mal– y ‘Nazco yo’, junto a baladas folkies al estilo Ed Sheeran como ‘Dame una señal’ y ‘El paso‘. Se nota que la última está co-escrita por Xoel López, pero su enfoque instrumental es demasiado convencional… en línea con sus letras.
De nuevo, ‘Despedida’ es más timorato y blandurrio de lo que prometía su primer avance. El hecho de que Sabela no se flipe de más y vea este trabajo como la culminación de una etapa que da por cerrada, en cambio, invita a pensar que quizá en el futuro, liberada de la vigilancia de la multinacional que auspicia el talent-show, pueda ser más osada y personal. Si es así, prometemos contarlo. El problema es si para entonces quedará alguien escuchando.
Calificación: 5/10
Lo mejor: ‘Despedida’, ‘Nai’, ‘Sin tu amor’
Te gustará si te gustan: Natalia Lacunza, Alba Reche, el Ed Sheeran más folkie.
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