Más pereza que quien defiende que los medios no deberían hablar de 6ix9ine porque ha cometido tal y cual delito y supuestamente es una mala persona (lo parece, desde luego), como si el deber de los medios no fuera informar de las cosas que pasan en el mundo, más pereza incluso que la cultura de la cancelación da que el artista controvertido en cuestión demuestre ir cortito de talento. Es el caso de Tekashi.
Pese a quien le pese, 6ix9ine es uno de los artistas más relevantes del momento a nivel comercial. Sus videoclips arrasan en Youtube, sus singles generan streamings monstruosos (al menos en los primeros días), y su nuevo disco ‘TattleTales’ va a debutar dentro del top 5 de la lista de ventas americana y seguramente lo hará también en la española. Su éxito se produce a pesar de su repugnante historial delictivo -que incluye, nunca está de más recordarlo, cargos por explotación de una menor en vídeos sexuales; por violencia doméstica y por pertenencia a una banda armada- o también gracias a él, ya que hay quien le escucha por morbo o simplemente para poder dejarle un mensaje de odio en los comentarios de Youtube con conocimiento de causa. Sin embargo, el rapero ha dado con sus propios méritos artísticos por mucho que cueste reconocerlo: molan singles como ‘BEBE’ con Anuel AA, que ha sido número 1 en España; ‘GOOBA’ o ‘TROLLZ‘ con Nicki Minaj, y su estética infantiloide de dibujos animados y colores chillones -también presente en muchas de sus producciones- es cuanto menos atractiva.
El álbum tiene sus «guilty pleasures», término que no entiendo por qué alguna vez fue usado para referirse a temazos de gente tipo Edurne, cuando los artistas de moral cuestionable siempre han existido y triunfado (un saludito a Eminem). El single ‘TROLLZ’ con Nicki, que ha sido número 1 en Estados Unidos, es pegadizo, si bien vuele a ser ella la que se merienda al artista principal de la canción, gracias a un gracioso verso que incluye la genial rima «somebody usher this nigga into a clinic / My flow’s still sick, I ain’t talkin’ a pandemic». Los «cha cha cha», «bachata» y «dimelo mami» de ‘GOOBA’ también se pegan a pesar de la actuación vocal desgañitada de Tekashi, y el «hook» de ‘PANINI’ es tan bueno que es incomprensible por qué la canción no dura ni 2 minutos. El estilo de hip-hop con percusiones tipo xilófono caracteriza la música de 6ix9ine, pero el rapero también se atreve con el reggaetón en ‘YAYA‘ (el que rima ‘Waka Waka’ con «ella tiene culo bello pero es flaca») o con el dance en ‘LEAH’, que utiliza parte de la melodía de ‘Heaven’ de DJ Sammy. Ninguno de estos cortes mola tanto como los mejores, pero se agradece su intento por ofrecer algo distinto, próximo a los orígenes de Tekashi pues él es de ascendencia portorriqueña, y esto se debe a que el álbum termina pecando de repetitivo.
‘TattleTales’ vuelve a demostrar que las virtudes de 6ix9ine no dan para llenar un álbum entero. Y el problema no es que Tekashi se deje los pulmones aullando versos sobre chicas, dinero y sexo o sobre llevar armas encima (‘TUTU’), lo cual sabemos no puede hacer pues se encuentra en libertad provisional; sino que a lo largo del disco repite trucos y referencias no para redondear un concepto, sino por falta de imaginación. Por ejemplo, la pregunta «are you dumb» aparece en al menos tres pistas, ‘GOOBA’, ‘PUNANI’ y ‘GATA’; la figura de Ray Charles es utilizada hasta en dos ocasiones, ‘CHARLIE’ y la misma ‘GATA’, para referirse en ella Tekashi a una «zorra» a la que «no puede ver», y una marca de agua embotellada es mentada hasta en dos ocasiones, ‘TROLLZ’ con Nicki Minaj y el dancehall de ‘NINI’ con Leftside. Muy pronto durante el transcurso de ‘TattleTales’ queda claro que Tekashi va justo de referencias y que necesita asimilar nuevas para no repetirse a sí mismo, pero también que sus mensajes de autobombo poco aportan al mundo del rap en general. Su estética tiene mucha más personalidad que sus letras.
Esto, sumado a lo redundante de los beats, que desde luego poco aportan al trap (‘WAIT’) o al hip-hop clásico (‘LOCKED UP PT. 2’ habla de la estancia de Tekashi en prisión y es una de dos colaboraciones en el disco de… Akon), a la corta duración de las canciones y a la diabólica masterización del álbum, sugiere que ‘TattleTales’ ha sido compuesto con más prisa que mimo (de hecho, hay un tema de «jailhouse rap«) para aprovechar el «hype» en torno a la controvertida figura de su autor, que ya está disminuyendo.
Calificación: 3/10
Lo mejor: ‘TROLLZ’, ‘GOOBA’, ‘PANINI’
Te gustará si te gusta: XXXTENTACION, Nicki Minaj, Eminem
Youtube: vídeo de ‘TROLLZ’