Ya no es el mundo de Katy Perry

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Ya no es el mundo de Katy Perry

Katy Perry ha movido fecha tras el desastroso desempeño comercial de ‘Woman’s World‘ lanzando un segundo single solo un mes después del primero. Sin embargo, los datos iniciales de ‘Lifetimes‘ son aún peores que los de ‘Woman’s World’ pues el lanzamiento ya no viene acompañado del «hype» de ser un primer single de Katy Perry después de varios años.

‘Lifetimes’ ha entrado en el puesto 145 global de Spotify con 1.426.000 reproducciones en streaming en su primer día. En el segundo, ha caído de los 200 primeros puestos marcando cerca de 3 millones de reproducciones. Un peak en el número 95 de Noruega es su mejor dato hasta ahora, pues en Estados Unidos no ha pasado del puesto 195 a pesar de ser su mercado principal. ‘Lifetimes’ ha debutado también en el 144 de Brasil y en el 152 de Finlandia. Ni cabe decir que en listas oficiales el dato de ‘Lifetimes’ no será nada halagüeño… y que en España ni nos enteraremos de su existencia.

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La marca de Katy Perry parece seriamente dañada por varios motivos. Sobre todo está terminando de hundir a Perry su decisión de volver a trabajar con Dr. Luke en su nuevo disco, ‘143’, a pesar de la nefasta reputación del productor en la industria y de su disputa legal con Kesha. Al público no le ha pasado desapercibida la ironía de que Dr. Luke se encuentre detrás de una canción que se proclama a sí misma feminista. ‘Lifetimes’ mejora la propuesta de ‘Woman’s World’ al no presentar una letra que invita al sonrojo… aunque ese nunca ha sido un problema para Katy Perry, autora de ‘Firework’.

Es igualmente un misterio por qué Katy Perry ha decidido volver a trabajar con Dr. Luke cuando en los últimos años no le ha necesitado. Es cierto que ‘Witness‘ (2017) y ‘Smile‘ (2020) fueron sendos fracasos comerciales para Katy Perry, pero también lo es que Dr. Luke no estaba presente en dos de las canciones más queridas que ha firmado Perry en el último lustro. Ni ‘Never Really Over’ ni, sobre todo, ‘Harleys in Hawaii‘, que se viralizó dos años después de su estreno, contaban con él. Y eran dos canciones excelentes. En este caso parece que «ir sobre seguro» trabajando con Dr. Luke, ha sido el mayor riesgo que Katy Perry ha podido correr.

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Pero la mayor enemiga de Katy Perry en esta era parece ser ella misma. O su filtro de calidad. ‘Woman’s World’ es una canción fantástica melódicamente y su estribillo es un tiro. Sin embargo, la letra supuestamente feminista revela que la visión de Perry del feminismo está anticuada. El mensaje «las mujeres pueden con todo» ya estaba superado y hoy suena condescendiente e impersonal. El videoclip de ‘Woman’s World’, por otro lado, supuestamente satiriza el absurdo del patriarcado, pero la sátira es fallida porque 1) no se entiende 2) perpetúa los mismos clichés que en principio critica. ‘Chained to the Rhythm’ era muchísimo mejor crítica del capitalismo, que ‘Woman’s World’ del feminismo. ‘Lifetimes’ es disfrutona y veraniega; personalmente me gusta y me la estoy poniendo bastante, pero en el escenario en el que Perry se encuentra, su éxito no está garantizado. No descarto que triunfe a la larga, eso sí.

Otros factores han podido mermar la popularidad de Katy Perry en los últimos años. Es posible que el público no esté perdonando sus (aparentes) contradicciones morales, previas a ‘Woman’s World’. En 2017 ya fue criticada por burlarse de la salud mental de Britney Spears para hablar de su propio «breakdown»… a pesar de que el comentario que hizo no fue nada del otro mundo («aún no me he rapado la cabeza» fueron sus palabras; sorry pero es Britney quien decidió afeitarse el coco delante de las cámaras). Y en 2022 sufrió un pequeño backlash por su decisión de votar a Rick Caruso, ex-republicano convertido a demócrata, pero aún con inclinaciones católicas y anti-abortistas, para la alcaldía de Los Ángeles, en lugar de a la representante demócrata Karen Bass. Perry, que en las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos se había hartado a apoyar públicamente a la demócrata Hillary Clinton, de repente parecía la Malú de Estados Unidos, inclinada al centro.

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Que los artistas se politicen nunca ha sido tanto el problema como que lo hagan en aparente conflicto con sus propios valores. Y es comprensible en parte: Parry viene de una familia republicana y votante de Trump; todo el mundo recuerda que empezó en la música como cantante de pop cristiano. ‘Woman’s World’ y otros momentos -musicales o no- de su carrera indican, sin embargo, que a Perry se le da un poco regular hacerse la progresista. Los mayores éxitos de su carrera son apolíticos, superficiales e impersonales; ‘Chained to the Rhythm’ fue un batacazo comercial a pesar de su calidad. Ella nunca ha renunciado a su pasado, por cierto; ‘Prism‘ se cerraba con una balada llamada ‘By the Grace of God’. Pero, como Rigoberta Bandini nos ha enseñado, la gente de izquierdas también puede profesar su fe.

El caso de Katy Perry es complicado. Por un lado se puede decir que la política no siempre hunde carreras: Kanye West, una persona que ha realizado declaraciones antisemitas y de todo tipo, comercialmente sigue siendo una potencia… aunque no al nivel de su época de gloria. Y, aunque se dice que Katy no se está sabiendo ubicar en el contexto del pop de hoy, tan diferente al que la catapultó hace 15 años, no estoy tan seguro de ello. La transparencia de Taylor Swift, Billie Eilish, Charli xcx o el propio Kanye West reina sobre la impersonalidad hoy en día, pero la impersonalidad no ha dejado de ser comercialmente viable; Katy Perry sí. La carrera de Kim Petras -artista invitada en ‘143’- nunca ha despegado, pero la alemana ha generado un culto enorme entorno a su proyecto copiando a Katy Perry y Britney Spears. Y, aunque Doja Cat ha triunfado trabajando con Dr. Luke, ella firmó en Kemosabe antes de que se hiciera pública la denuncia de Kesha. Cuando Doja ha tenido oportunidad de dejar de trabajar con Dr. Luke, lo ha hecho. Katy Perry ha vuelto a reclamar sus servicios después. El éxito de ‘brat‘ lo ponía en bandeja para que Perry plantara su bandera; ha fallado la estrategia.

A pesar de que los medios sugieren a Katy Perry que debería dejar de explotar la imagen de ‘Teenage Dream‘ en esta nueva era y ofrecer un producto más personal, por ejemplo, escribiendo sobre su maternidad o sobre su espiritualidad, ese argumento tampoco lo compro, porque eso es exactamente lo que hizo en ‘Smile’ y el batacazo fue de los gordos. Y, no sé vosotros, pero yo quiero que Katy Perry me siga dando pop del bueno. El mayor problema de la era ‘143’ es que con ‘Woman’s World’ Perry sigue dando un mensaje y el contrario, como otras veces en su carrera. En este caso, un mensaje y su extremo opuesto.

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