Justo hace unos días, con motivo de ‘Homecoming‘, su nuevo documental en Netflix en torno a la actuación en Coachella, un colega me comentaba que se había aburrido un poco viéndolo. ¿Pero cómo? Muy sencillo: nunca había oído ‘Lemonade‘. ¿Pero en qué tipo de cueva estaba metido? En una demasiado cercana en la que solo se oyen discos en Spotify, Apple Music, Amazon Music o Deezer.
Coincidiendo con el tercer aniversario de su edición y entregándose a los nuevos tiempos, ‘Lemonade’ de Beyoncé ha llegado a las plataformas de streaming hoy mismo. No se puede decir que el paso sea un fracaso precisamente, pues el álbum fue un éxito comercial absoluto pese a carecer de ese número 1 en radios o listas de singles que lleva tiempo resistiéndosele a Beyoncé (para ello recurrió después a colaboraciones con J Balvin y Ed Sheeran), pero sí fue uno de los discos más vendidos y exitosos de 2016 en todo el mundo, en torno a los 3 millones de copias. Con esas cifras y las críticas costará creerlo, pero aunque haya quien no lo reconozca públicamente, hoy hay gente que va a escuchar ‘Lemonade’ por primera vez.
La buena noticia es que parece que el tiempo que no haya pasado para él. Tres años después, continúa siendo la gran obra maestra de Beyoncé, su disco más conciso y presto para sonar en bucle, perfectamente equilibrado entre los intentos modernos, como ‘Formation’ y ‘Sorry’, que no han envejecido en absoluto, al contrario; y los clásicos, como la country ‘Daddy Lessons’, ‘Freedom’ con Kendrick Lamar o ‘Don’t Hurt Yourself’ con Jack White. Uno de los mejores discos de todos los tiempos cuyos recovecos se abren hoy para el público que no hizo ese esfuerzo extra para acercarse.
Su subida a todas las plataformas de streaming puede ser vista como una pequeña derrota para la Beyoncé aferrada a Tidal, que ya tuvo que subir su disco con Jay-Z como The Carters a ellas cuando vio que las cifras de descargas no eran tan buenas. Corren nuevos tiempos, las ventas son más anecdóticas y los streamings dejan cada vez números más abundantes (salvo en Tidal, que continúa siendo ese gran desconocido). Puede que los streamings globales no sean suficientes para compensar la venta de descargas y CD’s como indican las estadísticas, pero las plataformas realmente populares son un escaparate que sencillamente, no, no puedes ignorar.
Por otro lado, y tras el fracasillo del disco de The Carters, es evidente que la sombra de ‘Lemonade’ puede empezar a alargarse. Por un lado, ¿será capaz la cantante de superar o igualar relativamente la sucesión de grandes discos que ha supuesto ‘4’, ‘Beyoncé’ y ‘Lemonade’? La presión puede ser parecida a la que vivió Lauryn Hill tras «Misseducation of», la que sufrió Amy Winehouse tras ‘Back to Black’ o la que ha de tener Kendrick Lamar tras ‘Good Kid, M.A.A.D City’, ‘To Pimp a Butterfly’ y ‘Damn’. Podemos pensar que editar hoy una demo de ‘Sorry’ y colocar una versión que sale en su documental en las playlists de novedades es una muestra de falta de ideas demasiados años después de su último disco en solitario. Pero por otro lado, su presencia en la industria es casi robótica y casi es evidente que aquí hay gato encerrado. Estos pasos parecen estar llevándonos a una nueva era de Beyoncé, entre rumores de que ese «algo» no se editará de manera tradicional (¡qué raro!). Por lo pronto, el acuerdo con Netflix incluye dos proyectos más, y tras el éxito del documental de Lady Gaga y el empujón que le dio a la imagen de la artista, el camino parece allanado hacia otro disco visual, un documental sobre lo nuevo o una idea totalmente renovadora. ¿Habrá noticias de manera inmediata?