Escuchando el primer disco de… Ariana Grande

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Escuchando el primer disco de… Ariana Grande

Este 2019 cierra la segunda década del siglo XXI con un invitado insospechado a su banda sonora: el R&B comercial de los 90. Aunque es archisabido que “todo vuelve”, pocos podrían prever en los albores de los 10 que el sonido de Toni Braxton, TLC, Boyz II Men, Babyface o Mariah Carey –con la propia Mimi ejerciendo de genuina “anfitriona” con un disco tan notable como ‘Caution’– estaría tan presente en las listas de éxito de estos años. Y que, sobre todo, haya ejercido de enorme influencia para numerosos artistas, no únicamente del espectro del pop, con Bruno Mars, Charlie Puth o Ella Mai a la cabeza, sino también del hip hop, con Chance The Rapper o Cardi B, o artistas más alternativas como SZA o Kali Uchis. Pero sí hubo una artista que, allá por 2013, vislumbró y marcó ese camino: se llama Ariana Grande.

Hoy alabamos la solidez y personalidad de su discurso en ‘Sweetener’ y, sobre todo, en el más oscuro y contemporaneizado ‘thank u, next’, pero ¿cabía esperar su ascensión a los altares cuando publicaba en 2013 su álbum debut, ‘Yours Truly’? Se imponía un repaso a ese disco que, días después de su edición, ya reseñó mi compañero Jordi Bardají que, a pesar del 6 sobre 10 que le endosó premonitoriamente, vaticinaba con precisión que había “nacido una estrella”.

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Lo cierto es que, aunque Metacritic promedia una respuesta crítica de “aclamado universalmente” –un 81 sobre 100–, la reseña aquí publicada atinaba al señalar los principales problemas de ‘Yours Truly’: unas letras predecibles y pacatas –que la ex-estrella de la televisión infantil etiquetaba como páginas de su diario, “literalmente”–, cierta falta de identidad –las comparaciones con Mariah y Whitney, aunque sólo fuera porque Babyface producía unos cuantos cortes del álbum, eran evidentes– y algo de dispersión que llevaba a incluir su flojo dueto con Mika y a tantear (tontear) en ‘Better Left Unsaid’ con poca coartada el pop post-electro de Lady Gaga y Kesha, en lo más alto por entonces. Curiosamente, esta faceta la explotó más y mejor en su exitosa continuación, ‘My Everything’.

Pero lo que más sorprende hoy es comprobar lo bien que han envejecido los temas más clásicos de ‘Yours Truly’. Especialmente los producidos por Babyface, que suenan bastante más modernos de lo que pudiera parecer: con algún retoque, la algo melancólica ’Honeymoon Avenue’, que con sus arreglos de cuerda podría estar perfectamente en ‘thank u, next’, mientras que ‘Baby I’, más colorida, hubiera dado el pego en ’Sweetener’. Esta última, lanzada como segundo single del álbum con un vídeo que Grande quería que rememorara los trabajos visuales para Will Smith en los 90, fue compuesta por el mismo Babyface y Antonio Dixon para Beyoncé, que la rechazó.

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Kenneth Edmonds, nombre real de Babyface, participaba en casi la mitad del álbum, lo cual incluía desde números tan reguleros como ‘Lovin’ It’ –muy Carey, incluso en su clásico uso de silbidos, esa voz tiple tan singular– a una ‘Tattooed Heart’ totalmente doo-wop, que dejaba patente el amor de Ariana por Amy Winehouse, uno de los espejos artísticos en los que se miraba. El otro gran artífice del sonido de ‘Yours Truly’ fue el británico Harmony Samuels que, con una pátina algo más contemporánea introducía un fuerte componente hip hop en el single principal del álbum, ‘The Way’, con el hoy desaparecido Mac Miller, y en ‘Right There’, con Big Sean. Se da una circunstancia bastante llamativa: ambos fueron pareja de Grande posteriormente, pero en la época en que este trabajo vio la luz su novio era Nathan Sykes de la boyband The Wanted. Y este último también aporta su granito de arena a ‘Yours Truly’ a modo de dueto, en la mona balada soul ‘Almost Is Never Enough’.

Toda esta retahíla de nombres masculinos no debe, en todo caso, restar valor al papel que Ariana tuvo en la gestación del disco. Creado en un periodo de 3 años, su contenido le valió a la cantante de Florida numerosas disputas con Universal, aireadas abiertamente por su protagonista: renegó públicamente de la terrible ‘Put Your Hearts Up’, su single debut de 2011, que tenía un sonido pop muy de aquel momento, con el que no se identificaba en absoluto (el tema ya utilizaba una melodía ajena muchísimo antes de ‘7 rings’ o ‘break up with your girlfriend, i’m bored’, en concreto la del estribillo de ‘What’s Up‘ de 4 Non Blondes). Grande luchó por imponer su criterio, y que ‘Yours Truly’ se nutriera sobre todo de la música que amaba y que había escuchado en su adolescencia, “pop urbano de los 90”. Esa pugna derivó en que hoy el disco suene por momentos como un frankenstein poco brillante –‘Piano’ y ‘Daydreamin´’, su primera colaboración con TBHits, a cargo del sonido de su ya histórico hit ‘thank u, next‘, la canción, son fallidos intentos de hacer sonar “moderna” la música de la Motown–; pero no cabe duda que, tras su apariencia de producto pop al uso, ya poseía una fuerte personalidad. El tiempo ha acabado por dar la razón a la visión pop de Ariana.

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