La “edición especial” de ‘Manic’ en Spotify se abre con una interesante presentación de Halsey que se antoja clave para entender qué supone este disco en su carrera. En ella habla de un antiguo dicho según el cual todos tenemos tres caras: “la primera es la que muestras al mundo; la segunda, la que das a los más cercanos; y la última, la que no enseñas a nadie. La primera es Halsey; la segunda, es Ashley; la tercera, vive en las grietas que hay entre las dos. (Es) la más carnal, desinhibida, explícita, un flash de color y luz que se oculta en el centro de mi pecho. Soy Halsey, Ashley, y os ofrezco un vistazo a esa tercera cara”. Puede parecer un topicazo para un/a artista pop decir que el que presenta es su disco más personal, pero en el caso de ‘Manic’ lo es de verdad y a conciencia.
En ese mensaje Frangipane también alude de algún modo a la bipolaridad que se le diagnosticó hace años y con la que convive. Algo que marca su vida y ahora también su arte: de manera significativa, en la portada de ‘Manic’ un código indica que este es el tercer disco de Halsey (“H3), pero el primero de Ashley (“A01”). Así, si ‘Badlands’ y ‘hopeless fountain kingdom’ eran en buena medida una fantasía, en este nuevo trabajo parece ser esa personalidad más íntima la que emplea la voz de la estrella del pop para hablar de sí misma de una manera profundamente honesta.
Porque, al margen de su enfermedad mental, ‘Manic’ no alude ninguno de sus problemas más personales: sus relaciones fallidas con el rapero G-Eazy y la estrella emergente Yungblud a través de episodios muy específicos, su bisexualidad, los abortos involuntarios que ha sufrido en tres ocasiones (alguno estando en pleno concierto) derivados de la endometriosis que también la aquejaba (según explica, se operó y ahora puede tener hijos de manera natural), su fragilidad mental, su baja autoestima, sus impulsos “homicidas”, la soledad que siente pese a estar rodeada de gente, los altibajos que envuelven la relación con su padre… Nada, o prácticamente nada, queda sin exponer en unas letras que, además de muy claras y directas, están muy bien construidas, aderezando con humor sus dramas.
¿Pero cómo encaja todo eso en un disco de pop con teórica vocación mainstream, que incluye su monster-hit de 2018, su primer número 1 en EEUU, ‘Without Me’? La mayor sorpresa es que lo hace de una manera asombrosamente coherente, bien hilvanada y de calidad. Lo cual tiene aún más mérito si tenemos en cuenta que hay una auténtica manada de productores –Greg Kurstin, FINNEAS, benny blanco, Cashmere Cat–, autores –Ed Sheeran, Romy Madley Croft de The xx, Noonie Bao, Nate Rues– y colaboradores –Alanis Morisette, SUGA de BTS– de altura que bien podrían haberle robado el protagonismo o deslavazado el resultado. Más aún cuando sus canciones van, como si tal cosa, del pop contemporáneo vía hip hop al country de baile en línea (‘You Should Be Sad’), pasando por emo a lo Avril (‘3AM’) y electrorock (‘Alani’s Interlude’), guiños al pop vocal de Beach Boys (‘Dominic’s Interlude’) o baladas folk a lo ‘Joanne’ (‘Finally // Beautiful Stranger’), electrónica oscura (‘SUGA’s Interlude’) o con ecos de los 80 (‘More’). Desde luego, la unidad estilística no será lo que haya dejado fuera de la selección final la casi-metalera ‘Nightmare’.
La clave de todo es que Halsey/Ashley impone siempre su voz e hilvana un discurso coherente (en su caos), tanto en lo estético como en lo espiritual. Y eso es porque su discurso es una verdad desnuda. Porque, llamadme naif, pero creo firmemente que (siendo consciente de que habrá “licencias artísticas”) nadie osaría exponer de esa manera su intimidad para mentir. ¿Quién, si no fuera cierto, hablaría de las adicciones de G-Eazy y una tendencia autodestructiva en la que se implicó de lleno como hace en ‘Graveyard’? ¿Quién le espetaría a aquel algo tan duro como «me alegro tanto de no haber tenido un bebé contigo»? ¿Quién se atrevería, como hace en ‘Ashley’, a exponer que solo la empatía de sus fans ha evitado su muerte? ¿Quién, como en ‘I Hate Everybody’, a asegurar que sus propias inseguridades son las que le llevan a odiar a los demás como método de defensa para no amar? ¿Quién a cantar sobre su trastorno bipolar como lo hace en ‘Forever… (It’s a Long Time)’? ¿Quién a cantar que un coño es como “un país de las maravillas” si no lo sintiera así? ¿Quién dedicaría una preciosidad como ‘More’ a los niños que ha perdido… y a los que vendrán en el futuro? ¿Quién rapearía sus emociones más secretas como hace en ‘929’ –su fecha de nacimiento– si no le salieran de dentro?
Y lo mejor es que lo hace con un disco que, al contrario que sus explícitos textos, se va desnudando poco a poco ante nosotros. Al principio parece árido, pero pronto se impone su conjunto. En ello influye su cuidada secuencia, que a menudo funciona como un relato, con guiños de la vida real (como ese mensaje telefónico de John Mayer que la advertía de la grandeza de ‘Without Me’ antes de que se convirtiera en un hit, justo como intro a esta). Y la personalidad de Halsey que, lejos de sus inicios, resulta aquí incuestionable. Pero, sobre todo, no fallan las canciones, porque en una línea próxima a su mayor hit, brillan la ya citada ‘Graveyard’, ‘Ashley’ (con un deje a Depeche Mode en la melodía de su estribillo) y ‘Still Learning’, además del tándem ‘You Should Be Sad’ y “Forever”, el contrapunto animoso de ‘3AM’, la emotividad de ‘More’… En sus dieciséis cortes hay algún filler que otro, claro, pero siempre guardan un sentido importante y sin que la calidad general se resienta en ningún momento. Sirvan de ejemplo ‘clementine’ (que alude a ‘Eternal Sunshine of the Spotless Mind’ como influencia en su vida) o esos interludios que no son tales, sino canciones hechas, derechas e interesantes (dedicada cada una de ellas a un tipo de amor distinto: fraternal, lésbico y artístico, en ese orden). En varios sentidos (y no porque FINNEAS intervenga en este), ‘Manic’ se antoja un poco como el término medio de dos discos de pop que estuvieron entre lo mejor del año pasado: el de Tove Lo y el de Billie Eilish. Desde luego, como indica ese “A01” en su portada, este parece un nuevo comienzo para Halsey/Ashley. Uno enormemente ilusionante.
Halsey presenta ‘Manic’ en España en dos fechas inminentes: 6 de febrero en WiZink Center de Madrid y 7 de febrero en Palau Sant Jordi de Barcelona. Entradas disponibles aquí.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Without Me’, ‘Graveyard’, ‘Ashley’, ‘You Should Be Sad’, ‘Still Learning’, ‘3AM’, ‘More’
Te gustará si te gusta: Tove Lo, Billie Eilish, Lorde, Melanie Martinez.
Escúchalo: Spotify