¿De verdad han pasado ya dos años de ‘Ole Lorelei’? Me parece realmente increíble, porque sigue emocionándome como el primer día, o incluso más. Y, de buenas a primeras, con una considerable cantidad de conciertos presentando ese disco, el debut del proyecto músico-poético Prado Negro, colaboraciones con Cineplexx o Delafé y un álbum con sus propias versiones del cancionero de Paco Ibáñez aparentemente en el aire, ya tenemos otra nueva colección de canciones de Soleá Morente entre manos. Por la cantidad de tareas desempeñadas en ese tiempo, lleva a pensar que ‘Lo que te falta’ ha podido nacer en un arrebato, con cierta urgencia o incluso improvisación. Sea así o no, esa sensación se espontaneidad y efervescencia es también la que deja la escucha de este tercer trabajo firmado en solitario por la hija mediana del cantaor Enrique Morente.
Eso tiene que ver, por supuesto, con el carácter coral y abiertamente pop (también popular) que tiene este disco que, a priori, se diría que da continuidad a ‘Tendrá que haber un camino’: producido y escrito mano a mano con David Rodríguez –La Estrella de David–, congrega también como co-autores a J de Los Planetas y La Bien Querida, que ya firmaban las canciones más conocidas de aquel debut como ‘Todavía’, ‘La ciudad de los gitanos’, ‘Nochecita sanjuanera’ o ‘Vampiro’. ¿Es, por tanto, un nuevo disco de indie-pop con querencia flamenca, como aquel? Sin duda es pop, es indie –a fin de cuentas, es un lanzamiento de Elefant Records, que sigue conservando su carácter de siempre aun acogiendo nombres como La Casa Azul o la misma Bienque– y es, rotundamente, aflamencado. Pero es mucho más sólido que aquel trabajo por un factor diferencial muy importante: el enorme crecimiento artístico de la propia Soleá.
Aunque efectivamente ‘Ole Lorelei’ parece un disco único y al margen de sus otros trabajos, sí parece haberla ayudado a afilar su carácter. Tanto en el plano compositivo –no solo interviene en las letras esta vez, sino que compone además dos temas en solitario: la preciosa habanera con la que avanzó el álbum, ‘No puedo dormir’, y la desopilante ‘Tutti Frutti’, guasón dueto con David en el que adopta «guni» del slang trap– como en el interpretativo. Su voz suena más rotunda, segura y desatada que nunca, permitiéndose incluso dejar aflorar su meloso acento granadino por instantes, con la naturalidad por bandera. Uno de los mejores ejemplos es ‘Pero es de noche’, una furiosa y guitarrera vuelta de tuerca a ‘Aunque es de noche’, aquel tango que su padre compuso a partir de versos de San Juan de la Cruz (re-popularizado por la versión de Rosalía). El recurrente homenaje al genio de su progenitor, apoyada en la voz de su hermano Kiki (que, se diría, acierta a emular el tono susurrado de Enrique en sus últimos días), confirma que es también un fenómeno vocal, aquí repleta de rabia y raíz.
Ese momento ejerce de contrapeso solemne en un disco eminentemente festivo y celebratorio que da toda la sensación de haber sido una fiesta constante en el estudio, con Las Negris, Antonio Carbonell, Tomasito, las Cariño o Muchachito Bombo Infierno (entre otros) entrando y saliendo para aportar coros, jaleos y guitarras aquí y allí. Todos desplegando alegría y bullicio sobre el fondo que sirve la base dispuesta por los guitarristas Eduardo Espín, Víctor Iniesta, los cajones y “percus” de Popo Gabarre y Ginés Pozas, el bajo de Checopolaco y David Rodríguez dándole a todo como “director de orquesta”. Esta suerte de orquesta-fanfarria con vocación pop, en fin, se emplea con brío en palos eminentemente luminosos y bailables, con la rumba con bandera, mirándose en el espejo de una María Jiménez o un Bambino, también por el carácter primordialmente sentimental de los textos.
Los menos de cuarenta minutos de ‘Lo que te falta’ discurren vertiginosos desde el banderazo de salida que se da con ‘Cariño’, que no es otra cosa que una acelerada adaptación del tema estrella de ‘Consagración’, el último álbum de La Estrella de David. Rodríguez (quién lo iba a decir, con su fuerte ascendente noise pop) se mimetiza perfectamente con el ambiente flamenco también con el irresistible single bambinero ‘Viniste a por mí’, así como con ‘Mundo nuevo’ –que incluye un guiño a ‘Una gitana del rastro’ de Parrita, también reivindicado por Rosalía– y la divertida ‘Coca-Cola’ –“No eres la chispa de la vida / eres la chispa de la muerte / No hay más cera que la que arde / y ya no muero por verte”– , que desde sus teclados y su bajo sandunguero apela al sonido Caño Roto. Igual que ‘Ducati’, otra festiva rumba-rock, en este caso co-escrita por Soleá y Jota. Como ya se hiciera en ‘Zona temporalmente autónoma’, equilibra letras de hechuras tradicionales (“Me dan pa que te olvide / palma y corona / Yo no quiero más bienes / que tu persona”) con un (otro) guiño a Yung Beef. En este caso, el puente-outro que entonan con candidez casi infantil las Cariño se adueña hábilmente de un verso de su tema con Somadamantina ‘Ducati Luv’: “Papi, ya no quiero Ducati / Solo te quiero a ti / Si te pillo in fraganti / te juro que te mati”.
Incluso los temas prestados por Ana Fernández-Villaverde, pese a su claro trasfondo pop –no en vano ‘Cosas buenas’ y ‘Olvidarme de ti’ han sido empleados como avances–, acaban totalmente integrados en ese “corral”. Dando, eso sí, un contrapunto emotivo gracias a sus siempre melodramáticas letras, llevándose la palma el fabuloso tema que da nombre al disco: “Si con lo que tienes no consigues ser feliz / Jamás podrás llegar a serlo con / lo que te falta”, canta una Soleá de voz pletórica y emocionada como nunca, en una de las interpretaciones más a flor de piel de su carrera.
Aparte de lo divertido y emocionante que es en su globalidad, quizá el gran valor de ‘Lo que te falta’ es que Morente se consolida como una cantante capaz de hacer suya cualquier canción, sin importar quién la haya escrito ni el palo que emplee. Y el mejor ejemplo está en ‘Condiciones de luna’, isla de melancolía que cierra el disco: sobre un solemne piano, coros de su hermana Estrella (también de Ángel Valiente del grupo psico-rock Karen Coltraine) y teclados espaciales, se atreve con unos versos (“Gitanita como yo / no las vas a encontrar / así se vuelva gitana / toíta la humanidad”) de cadencia próxima al rap, a lo ‘Islamabad’ (no en vano es el otro tema del álbum que co-escribe J). Ejerce, además, de contrapunto de tristeza en un disco vibrante y emocionante que fortalece a Soleá Morente como una artista única, a la altura de su apellido.
Aunque el futuro de cualquier concierto en España es incierto, de momento las presentaciones oficiales de ‘Lo que te falta’ tendrán lugar el 18 y el 25 de abril en Barcelona y Madrid –Sala Apolo y Ochoymedio Club, respectivamente, en ambos casos junto a Tronco–.
Calificación: 8,2/10
Lo mejor: ‘Viniste a por mí’, ‘No puedo dormir’, ‘Lo que te falta’, ‘Pero es de noche’, ‘Ducati’, ‘Tutti Frutti’
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