shame / Drunk Tank Pink

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shame / Drunk Tank Pink

Muchos discos que saldrán este año estaba previsto que salieran el pasado, antes de la pandemia. Es el caso de ‘Drunk Tank Pink’ de shame: tres años enteros han pasado desde que el grupo británico lanzara su aclamado debut ‘Songs of Praise‘ en enero de 2018, y es ahora, en enero de 2021, cuando llega su segundo trabajo, que empezó a grabarse el año pasado. «Si me hubieras dicho, cuando grabábamos el álbum, que pasaría un año hasta que saliera, habría llorado», ha dicho el vocalista Charlie Steen. ¿Quizá mejor que no coincidiera en el tiempo con el disco de Fontaines D.C., que, al fin y al cabo, se quedó a las puertas de ser número 1 en Reino Unido y hasta aspira a un Grammy?

Tampoco es que shame tengan demasiado que envidiar a los de Grian Chatten, que además son amigos, ya que ‘Drunk Tank Pink’ es otro trabajo con el que celebrar el revival de post-punk actual formado por grupos como IDLES, Slaves, Preoccupations, Ought, Viagra Boys o los mismos Fontaines D.C; o en España La Plata, Depresión Sonora o Somos la Herencia. Es más maduro que ‘Songs of Praise’ tanto en lo lírico como en lo musical y las canciones pueden «diferenciarse» tanto las unas de las otras que el grupo, cuando se las pasó al productor James Ford para que las produjera, la única dirección que le dio fue «haz que todo esto tenga sentido». Y lo tiene: el disco mantiene en todo momento su tono acromático, grisáceo, mientras por las canciones asoman influencias de Talking Heads, la música «highlife» nigeriana, el punk-rock de los 2000 o el brit-pop de los 90.

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‘Drunk Tank Pink’ recibe su título de un tono de color rosa conocido por reducir el sentimiento de agresividad. Buena parte del álbum ha sido escrito en casa de Steen, cuyas paredes están pintadas de ese color, pero ‘Drunk Tank Pink’ solo reposa cuando se pone melancólico en la britpopera ‘Human, for a Minute’, que versa sobre sentirse insatisfecho con uno mismo («soy solo la mitad del hombre que debería ser»). El resto de canciones, el grupo las toca con la vena del cuello bien inflamada: en ‘Nigel Hitter’ impone, en ‘Snow Day’, la más épica de todas, se crece hasta llegar a un final con el que toca el cielo con los dedos, y en ‘Great Dog‘ termina de explotar definitivamente, en un balazo de punk-rock de 2 minutos (bueno, ni eso) que incitará al pogo en sus conciertos cuando estos puedan tener lugar.

Si, en lo lírico, Charlie Steen ha sacado jugo para sus textos del estrés vivido durante las giras, hablándonos en la vigorosa ‘Nigel Hitter’ de que necesita un cambio de vida urgente, o en la dramática ‘Born in Luton’ sobre el hecho de llegar a casa y descubrir que «no hay nadie dentro» porque todo el mundo ha seguido con su vida («llevo esperando fuera toda la vida», canta desesperado); el guitarrista Sean Coyle-Smith ha experimentado con «afinaciones alternativas» para tocar su guitarra con el propósito de no escribir canciones de rock demasiado típicas. De este modo le salen a la banda temazos tan claros como ‘Water in the Well’, un single anguloso, divertido, que suena como The Strokes versionando a Cate Le Bon; o el más urgente ‘Alphabet’, de ritmo trotón; pero también pasajes instrumentales que llaman bastante la atención, como los cuchillazos de ‘Snow Day’ o el océano de guitarras de ‘6/1′.

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Más allá de las canciones, las letras de Charlie Steen vuelven a ser razón de sobra para acercarse a este disco: autor de rimas perfectas que se entienden perfectamente, que huyen de la ambigüedad, la confusión o el absurdo, aunque a veces busquen el «sinsentido» («Great Dog’), el artista deja rimas expresivas en su reflexión sobre el mundo que le rodea (‘Born in Luton’) o sobre sí mismo («represento todo lo que odio, y a la vez soy el hombre en el que siempre he soñado convertirme») y tampoco tiene miedo de sonar cursi cuando toca: en la final ‘Station Wagon’ se promete «conseguir lo imposible» aun anticipando que «no va a ser fácil», solo porque seguirá acompañado de la persona amada, esa que ha conseguido que se sienta «humano» por fin.

Calificación: 7,7/10
Lo mejor: ‘Alphabet’, ‘Nigel Hitter’, ‘Water in the Well’, ‘Snow Day’, ‘Great Dog’
Te gustará si te gusta: IDLES, Fontaines D.C., Slaves… o los clásicos: Talking Heads, Wire, The Fall
Youtube: vídeo ‘Water in the Well’

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