Vetusta Morla: «‘MSDL’ para nada es un unplugged«

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Vetusta Morla: «‘MSDL’ para nada es un unplugged«


Con dos meses de retraso según lo previsto inicialmente, este viernes 22 de mayo Vetusta Morla publican su quinto álbum de estudio. Se trata de ‘MSDL’, iniciales que no por nada coinciden con el título de su anterior trabajo, ‘Mismo sitio, distinto lugar‘. Se trata de una reinterpretación íntegra de ese disco, pero enfocando los arreglos y el modo de grabación de una manera tan diferente que parecen canciones nuevas. Horas antes del lanzamiento tenemos ocasión de hablar con Guille Galván, multiinstrumentista, co-productor y compositor del grupo de Tres Cantos, sobre esta idea algo marciana de volver a grabar su álbum inmediatamente anterior. También, claro, sobre la pandemia que, entre otras cosas, ha truncado sus planes del lanzamiento del disco y la gira, y las medidas que el Gobierno español ha anunciado para el dañado sector cultural del país. [Foto: Carolina Sánchez.]

Lo primero, ¿cómo estáis pasando esta crisis?
Por suerte, estoy en la acera soleada y no me ha tocado nadie muy enfermo cerca, ni hospitalizado. Así que, privilegiado por eso.

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¿Cuál es el germen de ‘MSDL’, cómo surge la idea de rehacer el disco?
Pues mira, hace casi dos años, dos semanas después del concierto que hicimos en La Caja Mágica para tanta gente, tocamos por sorpresa en la programación de los Veranos de la Villa (de Madrid). Tocamos en un patio para unas 500 personas, gente de muy distinto perfil: niños, mayores… No solo el público de Vetusta. Y lo que decidimos fue hacer un concierto de ‘Mismo sitio, distinto lugar’ con una versión reducida del set, donde tocábamos todos haciendo un círculo, explicábamos detalles de las canciones, de los instrumentos que habíamos elegido. Nos pareció una experiencia tan buena, nos sentimos tan a gusto, que nos apetecía convertir aquello que era puntual en algo que pudiera ver y escuchar más gente. Allí empezamos a idear ‘MSDL’ como disco y como gira en espacios diferentes, con otra escenografía. A partir de entonces empezamos a trabajar con los arreglos, poner unas restricciones con las que trabajaríamos esas nuevas versiones. Ha sido un trabajo inverso al de ‘Mismo sitio, distinto lugar’: en aquel, cada canción fue grabada de una manera, con una instrumentación, con un enfoque de producción; y aquí la idea era que volviéramos a estar tocando como antes, alrededor de nosotros mismos y sólo con los instrumentos que teníamos a mano, sin overdubs ni pistas adicionales.

Comentáis en nota de prensa, por ejemplo, que ‘Consejo de sabios’ ha vuelto a ser prácticamente la primera versión que ensayasteis de la canción. ¿Diríais que habéis llegado a sobretrabajar algunas canciones? ¿Hay algún tipo de insatisfacción con cómo quedó ‘Mismo sitio, distinto lugar’?
No. Todo parte de un ejercicio: cuando compones una canción, en el proceso hasta que se graba, sigue una especie de camino laberíntico. Cada decisión, hace que vayas hacia un lado y pierdas el que no ha elegido. Todo ese tipo de decisiones siguen presentes hasta que grabas el disco, pero en las giras las canciones evolucionan más, te das cuentas de cosas de las que no te habías dado cuenta en la grabación… Entre nosotros hacemos la broma de que el mejor momento para grabar un disco es cuando has terminado la gira de ese disco. (Risas) Es cuando mejor conoces las canciones y te permites «faltarles al respeto», de alguna manera. Intentar cosas que no habías intentado. ‘MSDL’ no parte de una insatisfacción, no es «vamos a hacerlas mejor de lo que eran». Sino «vamos a ver qué pasa si en ese laberinto tomamos otras decisiones», si en vez de abrir la puerta de la derecha abres la de la izquierda. Es muy bonito, y es algo que es difícil hacer con una canción que no has publicado, porque estás muy pegado a ella y quieres verle la cara de forma clara. Ha sido un ejercicio muy divertido, muy interesante también como músicos. Y creo que para quien conozca el disco y a la banda, también será bonito por lo que tiene de complicidad. Y, para quien no conozca a la banda, también puede ser una buena manera de introducirse en el sonido de Vetusta.

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«‘MSDL’ para nada es un unplugged»

¿Cómo definirías a qué suena ‘MSDL’? Porque no es acústico, ni siquiera electroacústico, es más bien eléctrico, al final…
Es una buena pregunta. ‘MSDL’ para nada es un unplugged. La idea no era hacer el disco con instrumentos acústicos y menos intensidad. Cada canción es un mundo. Hay canciones que están más rebajadas de instrumentación, otras han cambiado el compás y donde había un 3/4 hay un 4/4, donde había un ritmo normal, como en ‘Consejo de sabios’, que era tirando a reggaetonero, ahora hay un 6/8, que tiene más que ver con rítmicas de folclore latinoamericano como la chacarera, cosas que hemos ido interiorizando en estos años… Yo creo que es un disco muy orgánico, tanto en el sonido como en la manera de interpretarlo, tocando en corrillo. Es muy físico, de escuchar y ver a músicos tocando los instrumentos. Por eso queríamos que en los vídeos promocionales hubiera planos muy cortos, que se vea lo que estamos tocando, porque es interesante. Por ejemplo, no hay batería en todo el disco: la base percusiva es casi siempre un «cocktail drum», que es una batería que se toca de pie, con un bombo vertical… Muchos detalles que mola ver. Porque además de un disco muy orgánico y muy físico, es muy de ver.

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¿Y qué habéis aprendido de ese proceso de adaptación? ¿Qué os deja como aprendizaje para el próximo disco?
A lo largo de la carrera de Vetusta Morla siempre hemos hecho discos que, a priori, iban en contra de lo anterior. Quiero decir, nuestro primer disco era muy de banda, luego hicimos la BSO del videojuego, luego queríamos romper con eso y hacer ‘La deriva‘, que era más frontal’, para pasar a un disco que no tenía que ver con tocar juntos, era más de canciones, cada una con su desarrollo… Y ahora veníamos de eso y queríamos hacer lo contrario, un disco que podía haber sido grabado con cuatro micrófonos colocados sobre nosotros. En ese sentido, no sé si es un apunte del futuro, pero sí de algo que es una constante en nuestra carrera: transformar las canciones, hacerlas ser algo vivo y cambiante. Hemos decidido grabarlo en este momento porque surgió esa idea de una gira y una escenografía, pero también es algo que hemos hecho con otros discos, en algún teatro, alguna actuación televisiva, aunque no haya quedado registrado en formato disco. Y nunca ha sido cambiar las guitarras eléctricas por acústicas, como en los 90, sino trabajar en la reformulación de las canciones. Nos resulta muy interesante también como productores de nuestros discos.

¿Cuál ha sido la canción más difícil de adaptar?
Quizá hay canciones que tienen cambios sutiles… Me estoy acordando de ‘Punto sin retorno’, que al principio no sabíamos muy bien cómo hacer, porque ya en el disco era bastante desnuda, bastante nuclear. Y nos costó un poco encontrarle el punto. Es de esas que tienen un cambio sutil pero, a la vez, de los más interesantes: le cambiamos el compás y lo hicimos atresillado, en 3/4, y también la explosión de los estribillos, esa dinámica de estrofas abajos y estribillos muy arriba. Es algo que veníamos trabajando hace años, en nuestros inicios, y llevábamos una temporada sin hacerlo.

«Aunque en este disco no haya habido un proceso de composición, todos los demás han sido los mismos que para un álbum de canciones nuevas»

Ya que lo dices, después de haber vuelto a tocar íntegro ‘Un día en el mundo‘ por su décimo aniversario, ¿no os ha picado también un poco la cosa de rehacer esas canciones?
No, no, no… Es curioso, porque justo esas canciones, cuando las ensayamos para el concierto de WiZink Center y el FIB, tampoco fueron tocadas de la manera en que se grabaron. Intentamos huir de la nostalgia y las tocamos como las sentimos a día de hoy. En esos shows, que estaba pensado sobre todo para el directo, con los visuales y demás, también hicimos una revisión de esas canciones. Es algo que se podría hacer con todos. Pero aunque en este disco no haya habido un proceso de composición, todos los demás (procesos) han sido los mismos que para un álbum de canciones nuevas, los pasos y la atención son los mismos. Ya el siguiente, supongo, será partiendo de cero.

Hablas de el siguiente. Por ciclo, tocaría en 2020 nuevo disco de Vetusta Morla…
Sale el viernes… (Risas)

Quería decir con canciones nuevas, claro. Pero ¿os ha cambiado la planificación?
Bueno, ya estaba previsto hacer la gira de este disco e iba a ser un año atípico igualmente. De hecho, la gira arrancó, hicimos cinco conciertos y hubo que parar. Pero no estaba enfocado a ser un año de canciones nuevas. Ahora, como todo el mundo en su profesión, nos enfrentamos a un año distinto, extraño… Tendremos que tener paciencia, no tratar de ser urgentes en la reacción sino aprovechar este tiempo para pensar y ver el futuro con perspectiva.

«Queremos pensar que ‘MSDL’ puede servir para pensar en la vuelta a una cierta normalidad»

Demorasteis un poco la salida del disco. ¿Es particularmente difícil sacar un disco en esta situación? Más que en el sentido comercial, me refiero al emocional…
Estamos en un momento en el que cualquier decisión es extraña. ‘MSDL’ iba a salir a final de marzo y se pospuso el lanzamiento que todos conocemos. Y hemos decidido que salga ahora porque pensábamos que no tenía mucho sentido guardarlo mucho más, había empezado la gira, los singles habían empezado a salir… Es complicado. No estamos sacando disco en unas circunstancias normales. Pero queremos pensar que puede servir no solo para mandar ánimos, sino también para reactivar el mundo de la música y todo lo que hay en torno a él, y pensar en la vuelta a una cierta normalidad.

Diría que se nota que es un disco importante para vosotros por su edición física, que es una pasada.
Ha quedado muy bonita. Y parte de la cuestión de retrasar la publicación también era por eso. Nos parecía una pena sacarlo solo en digital… Con todo el respeto para el digital, que no somos talibanes del formato físico. Pero nos parecía que valía la pena que salieran a la vez.

Habéis publicado ‘Los abrazos prohibidos‘, dedicada y en beneficio del personal sanitario y la investigación científica. Hay muchísimas colaboraciones y de mucho renombre. ¿Fue especialmente difícil o, como todo el mundo está en su casa sin poder hacer mucho más, todo lo contrario?
(Risas) Bueno, llevó muchas horas de trabajo y fue complejo. Pero cuando las cosas se hacen de corazón y de una manera directa, a nivel personal, son más fáciles. Todo el que participó lo hizo con la mejor de las disposiciones, cada uno en su lugar, con mejores o peores medios… La lista es muy grande, y se paró ahí, pero hubo mucha gente que nos hubiera gustado que participara y no se pudo por cuestión de espacio. Ha sido algo una experiencia muy bonita tanto a nivel musical como personal. Ojalá recaude muchos euros y, sobre todo, ponga el foco en la investigación y la defensa de la sanidad pública, que al final es lo que nos va a robustecer como sociedad.

«Si no se entiende que los técnicos son fundamentales para la cultura, es que (en el Ministerio de Cultura) no se han enterado de nada»

Como músico, ¿qué opinión tienes sobre las medida que ha tomado el Gobierno para el sector cultural en esta crisis?
Creo que en las medidas anunciadas por el Ministerio de Cultura estamos todos de acuerdo que dejan atrás a una de las patas claves en cualquier ámbito cultural que es la de los técnicos, que no pueden optar a ellas. Si no se entiende que los técnicos son fundamentales para la cultura, es que no se han enterado de nada.

Te pregunto esto de forma tan directa porque desde tu cuenta de Twitter te mojas mucho en cuestiones políticas y sociales. Eres casi como el portavoz del grupo en esas cuestiones, aunque igual no todos pensáis igual. ¿Te genera eso alguna tensión con tus compañeros?
No, cuando hablo de ciertas cuestiones hablo desde mi punto de vista personal, que a veces coincide con el de ellos y otras no. Yo creo que es sano que en un grupo haya opiniones que no solo sean musicales, porque somos personas que viven en sociedad y que tenemos otros intereses que van más allá de la música. Igual que Pucho o Juanma o David o quien sea puede comentar en un concierto una opinión personal. Yo creo que lo importante es distinguir lo que se dice en primera persona del singular y lo que se dice en primera persona del plural, sin poner en una situación incómoda a nadie. De todas maneras, como Vetusta Morla hemos dicho lo que pensábamos de muchas cosas que no tenían que ver con lo musical desde el minuto cero. Y creo que no nos ha ido mal, en 20 años de carrera. No creo que nos penalice. Parece que a veces hay miedo en que un grupo hable de cosas extramusicales, y es completamente normal.

«Vetusta Morla hemos dicho lo que pensábamos de muchas cosas que no tenían que ver con lo musical desde el minuto cero»

¿Y te molesta que utilicemos alguno de esos tuitspara hablar de algún asunto de actualidad política o social?
Hombre, si consideráis que algo de lo que yo tenga que decir es digno de ser noticia, estáis en vuestro derecho. Mi opinión, me la reservo para según qué momentos. En algún caso
me parecerá pertinente y en otro no, como a cualquiera.

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