Si la música pop ha dado para escribir tantos libros, incluso dentro del indie español, ¿por qué no hacer un disco sobre ella? Eso parecen haber pensado Sidonie. ‘El peor grupo del mundo’ no es un disco sobre la historia del pop, pero sí uno en el que caben citados expresamente los Smiths, Brian Eno, los Doors, los Ramones, teclistas maquillados con hombreras y muchísimas cosas más que resultarán familiares a quienes hayan seguido la actualidad musical de las últimas décadas.

Sidonie parten de una base mitad humilde mitad vengativa (o como mínimo autoafirmativa) en todo esto. En una nota de prensa recuerdan el día en que distintos sectores de la industria musical rechazaron a grupos como los Beatles, Queen, los New York Dolls, los Ramones o en España a Dorian, y narran un día de reunión en su local de ensayo una semana después de haber sido humillados por el público en un festival de mestizaje durante uno de sus primeros conciertos en 1998. Recuerdan: «Durante un buen rato no nos dijimos ni una palabra. No podíamos. El fantasma de la separación flotaba sobre los amplificadores, pero en un instante único, que se convirtió en una revelación y en un hito, nos acordamos de lo difícil que lo habían tenido los Beatles, los New York Dolls, Queen o los Ramones. Nos levantamos de golpe y dijimos: «¡Cuatro tipos con camisetas de Bob Marley no van a conseguir que lo dejemos! ¡Que se jodan! ¡Que se jodan ellos y todos los que nunca han creído en nosotros!». Entonces, nos abrazamos y nos pusimos a ensayar».

En los últimos años, no hay duda de que las cosas han cambiado y han sido muchísimos los artistas que gracias a internet y al boca a boca elevado al cubo por obra y gracia de las redes sociales, lo han tenido un poquito más fácil que ellos en sus inicios. Sidonie saben capitalizar ese movimiento de artistas un poco más jóvenes en este nuevo disco de varias formas y por varias vías.

En primer lugar, ellos formaron parte de la última oleada de grupos indies que llegaron a sonar en Los 40 Principales, y además son los primeros en volver a sonar en la radiofórmula hoy en día. Después de 12 años de ausencia, tanto Fangoria (que nunca quisieron ser indies ni cuando lo eran) como ellos han vuelto a sonar en las ondas de la cadena más importante del país, y lo suyo tiene bastante gracia, porque lo hacen con ‘Carreteras infinitas’, un single en el que mencionan a Jota, al Primavera Sound, a Lori Meyers, a Egon Soda, a Mi Capitán «y a Santos«. De repente, toda esa modernidad y guayedad que permanecía subrepticia (el single, aunque buenrollista, incluye alguna puyita) ha pasado al primer plano de las ondas. Y claro, ¿quién mejor para contarlo o introducirlo que un grupo veterano que ya estaba allí cuando Supersubmarina o Izal no existían?

Además, como se desprende de ‘Carreteras infinitas’, Sidonie es uno de esos grupos que llevan tiempo ejerciendo de puente entre underground y mainstream. Puede que no sean los favoritos del Primavera Sound, pero llenan salas y con discos como ‘Sierra y Canadá‘ o ‘El fluido García’ han mostrado ciertas inquietudes estilísticas y amplitud de miras. Si un par de singles de este álbum calan y logran un disco de oro, bienvenido sea, y que dé nuevas oportunidades a otros artistas.

En tercer lugar, el grupo acierta en el modo de abordar las cuestiones musicales, tanto en producción como en cuanto a letras, abrazando tanto nuevas ideas como también a las nuevas generaciones. En cuanto a letras, el disco se abre con la canción ‘El peor grupo del mundo’, en la que se enamoran de una banda amateur en proceso de formación, y la gracia es que no lo hacen con un tono paternalista, sino todo lo contrario: «ahí es donde aparezco yo / Un cantante perdedor / Mucha pose y poca voz», reconoce Marc Ros. En cuanto a sonidos, ni aun contando con instrumentos de cuerda en diversas composiciones, el disco suena recargado, grave o afectado. Todo lo contrario, este álbum sobre música pop suena como ha de sonar la música pop: desenfadado, ligero, entretenido. Así, ‘Los coches aún no vuelan’, la única con el punto psicodélico de sus inicios, parte de ser una canción de lo-fi electrónico, montada con una modesta caja de ritmos; ‘Instrucciones para construir un submarino’, antes de seguir derroteros dylanianos y luego kraftwerkianos (!), empieza como una humilde canción de ukelele; y el álbum se cierra con una canción intimista llamada ‘No sé dibujar un perro’ que a pesar de hablar de la muerte suena pequeñita. Es como si nos estuvieran dejando el mensaje de que la música pop no es un tocho de 1000 páginas, sino 38 minutos de evasión.

Lo que nos lleva al último punto. Sidonie son el grupo perfecto para capitalizar lo que está pasando con la música pop española actual en los grandes festivales de verano porque han hecho un gran disco, de 10 canciones en las que casi todas podrían ser un single, desde ‘Os queremos’, que suma un ritmo muy Rolling Stone, una referencia al Brit pop y alguna idea de The Style Council; hasta esa ‘Siglo XX’ muy bien ornamentada y con la subida de tono final de la temporada; pasando por los retazos soul de ‘Fundido a negro’ o el góspel de ‘Atragantarnos’.

Escuchando el potencial de algunas canciones, es extraño que hayan intentado colar -y colado- en radiofórmula una canción tan metamusical como ‘Carreteras infinitas‘ pero tanto esta como ‘El peor grupo del mundo’ son perfectas para sus menesteres pues contienen la misma alegría y amabilidad de un ‘Girls Just Wanna Have Fun’. Sabemos que a quien tienen en mente con la letra de la una y las guitarras jangle de la otra es por supuesto a los Smiths. Lo sabemos porque hay otras referencias a Morrissey y a ‘Hang the DJ’ en el disco. Bueno, y porque no hay una sola chica en los grupos citados en ‘Carreteras infinitas’ (en la nota de prensa han metido a Alaska un poco con calzador). Pero lo cierto es que el espíritu de diversión que dominan ambos sencillos es el indicado para presentar un disco que resulta increíblemente entretenido, adictivo, fresco y jovial aunque sus autores no sean precisamente unos adolescentes (aunque a veces lo parezcan en alguna letra suelta).

‘El peor grupo del mundo’ es, pese a su título y después de todo, un buen álbum conceptual, porque incluso cuando las canciones no hablan tanto de música como los singles principales, suelen introducirla a través de «karaokes», menciones a ciudades tan musicales como Memphis o Detroit, o algún guiño velado en alguna letra (‘Atragantarnos’ parece referenciar ‘There Is A Light That Never Goes Out’). Una buena celebración de la música pop para todos aquellos para los que haya sido importante durante las últimas décadas.

Calificación: 7,8/10
Lo mejor: ‘Siglo XX’, ‘Os queremos’, ‘El peor grupo del mundo’, ‘Fundido a negro’
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