Dos de los compositores de pop más interesantes del momento han unido fuerzas para un EP conjunto. Se trata de Dev Hynes, más conocido como Blood Orange y del que recientemente repasábamos sus 10 canciones más representativas, y Connan Mockasin, el idiosincrático cantautor de Nueva Zelanda autor de ‘Caramel‘.
Ambos se conocieron para el festival Marfa Myths de Texas, que los puso a componer juntos una semana anterior a su realización, y de la colaboración resultaron tres canciones que suenan exactamente a lo que esperarías de esta atractiva fusión de estilos. El EP se titula ‘Marfa Myths 001’ y ya está en Spotify. Nosotros os dejamos con ‘Feelin’ Lovely’:
Basia Bulat, la cantante canadiense autora del notable ‘Tall Tall Shadow‘, tiene una nueva historia que contar. El nuevo trabajo de la artista es ‘Good Advice’ y llegará al mercado el próximo 12 de febrero a través de Secret City. La producción del álbum ha corrido a cargo de Jim James de My Morning Jacket, que ha definido la experiencia de grabar con Bulat como «fascinante».
Según la nota de prensa, ‘Good Advice’ es «una partida de sus trabajos anteriores, con su voz apoyada por la batería, el bajo, la guitarra eléctrica y los teclados. James toca la guitarra eléctrica, el sintetizador, el saxófono y el bajo en el álbum así como otros invitados como Houndmouth, Twin Limb o Seth Kauffman de Floating Action». Bulat, por su parte, indica que “las canciones pop pueden acoger todos esos grandes sentimientos que tenemos, no necesitas detallarlo todo porque la gente lo puede entender. Todos entendemos esos sentimientos”.
La artista rendirá homenaje a Cecilia en el festival Voces Femeninas el 25 de noviembre en el Teatro Lara de Madrid, el 26 de noviembre en el Teatro Principal de Ourense y el 28 de noviembre en el Teatro Centro Cultural Afundación de Vigo.
El primer adelanto es ‘Infamous’, que puedes escuchar a continuación:
Britney Spears, que acaba de grabar su aparición en ‘Jane the Virgin’, donde hará de sí misma, se encuentra actualmente trabajando en su noveno disco de estudio, el que ha de suceder a ese ‘Britney Jean‘ tan personal y sincero que al final no lo fue tanto. Entre los compositores involucrados conocemos el nombre de Matthew Koma, autor de algunas de las canciones del último álbum de Hilary Duff, o el de BURNS.
Britney no suele dar pistas concretas de nueva música en Twitter, aunque sí suele colgar fotos suyas con gente en el estudio. Cuando anunció ‘Work Bitch’, lo hizo a una semana de su lanzamiento. Ahora, la cantante ha tuiteado que ha terminado la grabación de un nuevo tema y lo ha hecho de manera un tanto peculiar, enfatizando con mayúsculas tres palabras concretas de su mensaje que podrían conformar el título de una posible canción nueva titulada ‘Just Love Me’. ¿Será una balada de amor?
JUST finished recording some vox. LOVE this song. It makes ME smile, and I hope it will make you smile too… #B9
En medio del huracán Adele, quizás no sería lo más sensato del mundo lanzar nuevo single ahora, pero sí cabe recordar que Spears es uno de los nombres que más fuerte suenan para actuar en la próxima edición de la Superbowl. Ahora que Maroon 5 han asegurado que no tienen ni idea de dónde vienen los rumores sobre su posible actuación en el evento, ¿está el nombre de Britney más cerca de la confirmación que nunca? ¿Se decantará la organización finalmente por Bruno Mars, otro de los nombres rumoreados, aunque ya tocara hace dos años?
Por cierto, will.I.am., productor ejecutivo del malogrado ‘Britney Jean’, ha dicho que no tenía ni idea de que Britney había vuelto al estudio. ¿Toca abrir el champán?
A sus 23 años, Demi Lovato edita su quinto disco, ‘Confident’, a través de Safehouse Records, subsello del que es propietaria junto a Nick Jonas. Como antigua estrella Disney, Lovato es de esas artistas jóvenes que pueden presumir de haberse comprado una casa en Los Ángeles para su dieciocho cumpleaños, pero sus problemas mentales y con la bulimia, así como con el alcohol y las drogas, han impedido que encontrase en los últimos años la felicidad que en principio esperaríamos de una estrella de su nivel.
Superados ya esos problemas, Lovato se siente más «segura» de sí misma que nunca y alrededor de esta idea ha elaborado la cantante su nuevo álbum, que viene presentado por el single ‘Cool for the Summer‘, una espectacular composición de Max Martin en la que Lovato canta sobre un desliz lésbico que recuerda por supuesto a ‘I Kissed A Girl’ de Katy Perry pero que es mejor en todos los sentidos. A la misma Perry recuerda Lovato, de hecho, en ‘For You’, un pasional medio tiempo tamaño Oscar que, entre ‘E.T.’ y la última Kelly Clarkson, podría darle a Demi otro hit si ella y su sello quisieran.
En cuanto a la temática de ‘Confident’, no puede decirse que este sea el disco de madurez de Demi que lo último de Selena Gomez sí es, pues la evolución es menos perceptible. En realidad, que Lovato se divierta es ahora la novedad e incluso cuando nos canta sobre no volver a sus «antiguos hábitos» en ‘Old Ways’ lo hace en una canción divertida y pegajosa, nada dramática y bastante urban, que ya están tardando en pinchar en los clubs de todo el mundo. ‘Kingdom Come’, en la que rapea una renovada Iggy Azalea, también es digna en este aspecto, ahora desde cierto espíritu heroico presente en su mismo título.
Una lástima, pues, que entre varios momentos dignos como estos o el tema titular, que es como la hermana pop de ‘Black Skinhead’ de Kanye West, se cuelen hacia el final baladas absolutamente soporíferas como ‘Lionheart’ o ‘Wildfire’, en la que ni siquiera Ryan Tedder es capaz de ofrecer una melodía interesante, o antes ‘Stone Cold’, que suena a lo peor de la reventatímpanos profesional Jennifer Hudson. Por letra, ‘Father’ emociona (el padre de Demi murió en 2013) pero la canción es justita. Al final, ‘Confident’ se queda corto en grandes momentos, aunque las canciones que molan, molan de verdad. Ay, si hubiera explotado más ese lado gamberro…
Calificación: 5,9/10 Lo mejor: ‘Confident’, ‘Cool for the Summer’, ‘Old Ways’ Te gustará si te gusta: Kelly Clarkson, Katy Perry, Adam Lambert Escúchalo:Spotify
Noel Gallagher acercándose en metro no es el único invitado de lujo que han tenido U2 a su paso por el O2 de Londres. También estuvo por allí nada menos que Patti Smith para interpretar un fragmento de ‘Gloria’ y de ‘People Have the Power’. No la hicieron, de esta manera, cantar un clásico del repertorio de la banda de Bono y The Edge, como sí sucedía con el ex miembro de Oasis, quien sí se arrancó con ‘I Still Haven’t Found What I’m Looking For’ y además después declaró que había hecho realidad uno de sus sueños.
La colaboración con Noel tenía lugar el día 26 de octubre y la de Patti, el 29. Ya van cuatro conciertos del ‘Innocence + Experience Tour’ de U2, que recientemente pasaba por Barcelona, en el mismo recinto de Londres, pero aún quedan un par más hoy 2 de noviembre y mañana 3 de noviembre. ¿Habrá más sorpresas?
Patti Smith no publica disco de estudio desde ‘Banga’. Puedes recordar nuestra reseña, aquí.
Daft Punk tienen rostro. Hay multituddefotos de Guy-Manuel de Homem-Christo y Thomas Bangalter en los albores de su carrera. Luego, en favor de su música, decidieron ocultarse. Y eso es lo que trata de retratar este documental: su carrera hacia el éxito y el anonimato. Sí, ambas cosas, en el caso de los franceses, es posible.
Lástima que una carrera tan singular como la suya sea relatada en un documental tan convencional como este. Cronológicamente, se explica la singladura del dúo. Sus inicios, el éxito de ‘Homework’, su progresivo ocultamiento culminado en su «reconversión» en robots en el año 2000, los retos musicales auto-impuestos, hasta el terremoto ‘Random Access Memories‘. Aunque todo gire en torno a ellos, la pareja, obviamente, no aparece, más allá de algunos insertos de voz de antiguas entrevistas radiofónicas. Son colegas y colaboradores que han jalonado su carrera los que van narrando su ascensión (especialmente su primer manager, Pedro Winter), alternando lo interesante con lo fútil. Entre los más destacables, un entrañable Giorgio Moroder, Skrillex afirmando que fue el Alive Tour de 2006 lo que originó en EEUU la escena EDM, Nile Rodgers ilustrando cómo creó el ya inmortal riff de ‘Get Lucky’ y un iluminado Paul Williams (voz de ‘Touch’ y ‘El fantasma del Paraíso’). En el otro lado, un Pharrell Williams ligeramente volado y Kanye West, absolutamente innecesario y generando vergüenza ajena, para variar.
El documental no deja de ser interesante para entender el fenómeno Daft Punk y asombrarse ante su inteligencia y olfato, que se loa constantemente. Pero a pesar de su valor histórico y didáctico, sus reflexiones sobre el valor de la identidad y el significado del éxito, en ‘Daft Punk Unchained’ se echa en falta mayor profundidad y pasión. Se realza mucho la parte del éxito más llamativa (su llenazo en la edición 2006 de Coachella, los cinco Grammys que ganaron en 2014) y se recrea demasiado en el hecho de tener invitados de lujo, aunque algunos tengan poco que aportar (a los casos Williams y West me remito), pero se incide poco en el verdadero triunfo de Daft Punk: la creación de una música y unos himnos imperecederos, una herencia que les sobrevivirá (‘Get Lucky’ es eterna). Y lo peor: que hay muchas, muchísimas palabras y gran cantidad de información pero, paradójicamente, poca música. Y eso, en un retrato de dos tipos cuya máxima motivación en la vida, más allá del dinero y del reconocimiento, es precisamente eso, la música, no deja de ser un fallo. 6.
‘Daft Punk Unchained’ forma parte de la programación de Beefeater In-Edit. Más info, aquí.
La semana pasada, cuando quedaban poco más de 10 días para el lanzamiento de su esperadísimo nuevo disco, ‘Purpose’, Justin Bieber compartía el tracklist del mismo a través de varios graffitis dejados por medio mundo. Uno de los temas era ‘I’ll Show You’, que será la pista número dos del álbum y que es una baladita algo alejada de los petardazos que contiene el álbum, ‘What Do You Mean’, ‘Sorry’ y ‘Where R Ü Now’. Eso sí, aquí tampoco se consiente la cursilería ñoña. Detrás de esta canción vuelve a estar su nuevo mejor amigo, Skrillex.
Como veis en el tracklist, una de las sorpresas del álbum será la colaboración con Halsey, autora del exitoso debut del otoño, ‘Badlands‘.
01 Mark My Words
02 I’ll Show You
03 What Do You Mean?
04 Sorry
05 Love Yourself
06 Company
07 No Pressure (ft. Big Sean)
08 No Sense (ft. Travi$ Scott)
09 The Feeling (ft. Halsey)
10 Life Is Worth Living
11 Where Are Ü Now
12 Children (ft. Skrillex)
13 Purpose
14 Been You
15 Get Used to Me
16 We Are (ft. Nas)
17 Trust
18 All In It
19 What Do You Mean? Remix (ft. Ariana Grande)
Desesperación en el mundo Rihanna. Meses después de singles que no fueron número 1 pero lograron un éxito medio aceptable como ‘FourFiveSeconds’ y ‘Bitch Better Have My Money’, seguimos sin fecha de lanzamiento para su álbum. Hace unas semanas se anunciaba al menos el título del disco, ‘ANTI’, y su portada «alternativa«… pero el hype se ha vuelto a apagar. Ahora mismo, teniendo en cuenta los terremotos que vienen de mano de One Direction, Justin Bieber, Coldplay y sobre todo Adele, Rihanna sólo tendría opción de ser número 1 si saca su álbum este viernes 6 de noviembre o el 11 de diciembre.
Pero puede que el número 1 le dé igual. Parece que la razón de todo este retraso está en los siete meses que ha tardado en negociar su equipo de Roc Nation un contrato con Samsung. Según informa New York Post, Rihanna ayudará a promocionar su línea de productos Galaxy y la marca patrocinará tanto el disco como la gira de Rihanna que se avecinan. También ofrecerán vídeos exclusivos de la cantante. Se desconocen más detalles si bien sí se sabe que la causa de la tardanza en las negociaciones está relacionada con los detalles que Rihanna ha ido cambiando sobre su octavo álbum.
Por otro lado, y en relación a los fastos de Halloween, Rihanna ha compartido un epílogo del vídeo de ‘Bitch Better Have My Money’, que como sabéis, está dedicado al contable que la estafó. Continúa la tortura.
Aunque en España no nos enteramos, y nos quedamos en el plantón que les dieron en el Mercury Prize, premio para el que partían como favoritos, London Grammar consiguieron arrasar en Reino Unido después de aquello, colocando ‘If You Wait‘ entre los 40 discos más vendidos de este país tanto en 2013 como en 2014. Oh Wonder, el dúo -ejem- londinense formado por Josephine Vander Gucht y Anthony West, parece la consecuencia inmediata de ese extraño pelotazo: pop preciosista, minimalista, ambientaciones otoñales, ritmillos R&B que no renuncian a pianos y otros elementos orgánicos y letras sobre amor, mucho amor. A pesar de que The Guardian ha intentado hundir su carrera, Oh Wonder han conseguido una buena base de fans y millones de escuchas en las plataformas de streaming gracias a canciones tan bonitas como ‘Technicolour Beat’, ‘Livewire‘ o, muy especialmente esa ‘Drive‘ que representa un viaje en coche para huir del dolor, pero en el que la radio no deja de pincharte con las mismas canciones. Aparecen referencias a cosas que no tienen nada que ver con ellos, como ‘Shake it Off’ de Taylor Swift, ‘Chandelier’ de Sia, ‘Stay With Me’ de Sam Smith o ‘Rather Be’ de Clean Bandit y resulta divertido, construyendo un tema agridulce de lo más memorable. Otra cosa es el disco entero. Aunque cortas, son 15 las composiciones que conforman ‘Oh Wonder’, quizá como consecuencia de su estrategia de lanzar un tema al mes durante todo un año, y aquí de momento no hay talento para tanto. Josephine y Anthony intentan aportar un poco de variedad con un corte dedicado al tumor cerebral que sufrió un amigo (‘White Blood’), con un corte sobre la vida escrito en Nochevieja a la una de la mañana (‘All We Do’) o con un tema jazzy, el acertado ‘Lose It’. Pero lo que prima y percibe el oyente es un exceso de obsesión por las relaciones amorosas con referencias constantes tipo «are you gonna be my love?» o por ese minimalismo del que hablábamos, que termina resultando monótono después de tanto rato. En algún momento este disco se parece a ‘Ghost Stories’ de Coldplay, sólo que llega después de ese álbum que ya vendió millones de copias y además carece de un ‘A Sky Full of Stars’ que buena falta le hace en el último tramo.
Calificación: 6,9/10 Lo mejor: ‘Drive’, ‘Technicolour Beat’, ‘Lose It’, ‘Livewire’ Te gustará si te gustan: London Grammar, Rhye, ‘Ghost Stories’ de Coldplay Escúchalo en: Spotify
Noel Gallagher, a quien hace poco vimos en el metro de Londres dirigiéndose a cantar con U2 en un gran estadio, es el gran protagonista de esta mañana de lunes. El ex miembro de Oasis ha anunciado que con su último proyecto, Noel Gallagher’s High Flying Birds, estará el 8 de abril en La Riviera de Madrid y el 9 de abril en el Sant Jordi Club de Barcelona. Las entradas saldrán en preventa mañana 3 de noviembre a las 10 de la mañana a través de Live Nation.
El disco que Noel Gallagher presenta en vivo es el notable ‘Chasing Yesterday‘, que contiene temas tan destacados como ‘In the Heat of the Moment’, ‘The Girl With X-Ray Eyes’, ‘Ballad Of The Mighty I’ o ‘You Know We Can’t Go Back’. Sobre ese regreso al pop que plantea el final del disco después de haber recorrido territorios más densos hacia la mitad hablábamos con el propio Noel Gallagher hace unos meses. «Puse ‘Ballad of the Mighty I’ al final a propósito por el tipo de cuerdas que tiene, sonaba como el final de un álbum para mí. Mientras que en medio, desde ‘The Dying of the Light’ a ’While the Song Remains the Same’, con ‘The Right Stuff’ entre las dos, es mi parte favorita del álbum. Son canciones que están en la misma clave. Hago simplemente lo que me suena bien».
Al público parece que también le ha sonado bien y el disco se acerca al platino en Reino Unido, donde esta semana vuelve al top 40 de ventas tras 33 semanas en lista. La fidelidad hacia el artista es considerable.
Precisamente la mencionada ‘The Dying of the Light’ será el nuevo single el 11 de diciembre. Mientras, os dejamos con el que era el último sencillo hasta ahora, ‘Lock all the Doors’.
Es más que probable que si hiciésemos una encuesta entre las 13.000 personas que según la organización asistieron a la segunda jornada del BIME Live obtuviéramos los mismos resultados que si hubiéramos preguntado al público de dos festivales distintos. Por un lado, fans de Imagine Dragons y Supersubmarina nos darían una imagen de lo que fue el sábado el BEC y el resto de asistentes otra muy distinta. Ofrecer un cartel interesante, con espacio para propuestas no tan mayoritarias, dejando espacio para grandes descubrimientos y asegurarse una venta de entradas suficiente para garantizar futuras ediciones es complicado. Los organizadores del BIME Live cumplieron de sobra: Nudozurdo, Michael Kiwanuka y, sobre todo, unas Savages que disiparon todas las dudas que pudiéramos tener sobre su siguiente trabajo, fueron los grandes triunfadores, pero sería injusto olvidar al resto de propuestas.
Mientras en el Escenario Teatro Pokey LaFarge encandilaba con su country blues / hillbilly, los autores de ‘Rojo es Peligro‘ se encontraron un Escenario 2 bastante concurrido en comparación a cómo estuvo durante la jornada anterior a la misma hora. Con las primeras filas repletas de fans, el resto de público entró de sobra en la propuesta de Nudozurdo dando pie, y eso que no muchos apostaban por ello, a uno de los conciertos del día. ‘Mil Espejos’, ‘Ha Sido Divertido’ y ‘No Siento el Amor y tu Amor es Falso’ sonaron a la perfección.
Savages entregaron su debut mientras intentaban quitarse el olor a hype – Geoff Barrow las llegó a comparar con My Bloody Valentine – y, quizá por eso, ‘Silence Yourself‘ obtuvo menos nota de la que se merecía. Tras el concierto que ofrecieron el sábado en el BIME, y después de pedirles perdón una a una por no valorar en su justa medida su disco, creo que puedo afirmar que sus seguidores tienen un líder: yo.
Sonaron impecablemente bien, Camille Berthomier con un carisma incuestionable se erigió como la sucesora de Siouxsie, estuvieron simpáticas («que sea Halloween no quiere decir que tengáis que estar como zombies») y, literalmente, arrasaron lo que pillaron a su camino. Después de ‘Fuckers’, que en directo es como una especie de ‘I Feel Love’ en plan satánico, la gente se quedó con la boca abierta durante más de 10 minutos. ES-PEC-TA-CU-LA-RES.
Sin tiempo casi para recuperarse del shock, Villagers presentó ‘Darling Arithmetic’, una preciosidad folk que puede llegar a recordar a Sufjan Stevens, en el Escenario Teatro. ‘Dawning On Me’, ‘Courage’ o ‘Twenty Seven Strangers’ lograron conquistar a los asistentes a pesar de tener el handicap de haber sonado después de un show realmente épico como el de Savages.
Richard Ashcroft, su madre y yo éramos los únicos que creíamos que el cantante de The Verve merecía estar con un nombre tan grande en el cartel. Después de que el bueno de Richard saliese con una guitarra a interpretar los grandes éxitos de su banda y ‘A Song For The Lovers’, se han quedado él y su progenitora. Sing along de los nostálgicos con ‘Sonnet’, ‘Lucky Man’ y ‘Bitter Sweet Symphony’, que hubiese sido tolerable si la actuación hubiese sido en el Teatro. Y no, las canciones no ganan en acústico.
Gracias al fiasco de Ashcroft Michael Kiwanuka lo tuvo todavía más fácil para convertirse en uno de los protagonistas del día y uno de los mayores descubrimientos del festival. Como si Stevie Wonder, Rodríguez y Bill Withers se hubiesen juntado para grabar unos cuantos temas: así suena ‘Home Again‘. Con un material de ese calibre y una banda apabullante, Kiwanuka puso al auditorio en pie en varias ocasiones.
Con Imagine Dragons ocurrió lo mismo que con Crystal Fighters. No aguantan comparación con el resto del cartel pero fueron de lejos los que más seguidores consiguieron convocar. Con veinteañeros cogiendo sitio desde primeras horas de la tarde, preparados para darlo todo con himnos (?) como ‘I Bet My Life’, ‘On Top of The World’, ‘Demons’ o una versión del ‘Forever Young’ de Alphaville, y dispuestos a que las peores estratagemas de Dan Reynolds para convertirse en líder de masas surtieran efecto, Imagine Dragons fueron los grandes triunfadores para un amplio sector del público.
Sallie Ford, en formato trío, conquistó el corazón de todos los amantes del garage. Insultantemente joven – era como ver tocar a la china fan de Sonic Youth de ‘Las Chicas Gilmore’ sólo que con mucha más pericia – Ford se lo pasó teta en el escenario.
Los de Kakkmaddafakka debieron de ir a la misma academia para ser estrellas de rock que Imagine Dragons y les cundió igual de poco. Insufribles en sus constantes llamadas de atención, los noruegos presentaron un nuevo single ‘Galapagos’ – una de las mayores naderías del año – y demostraron tener un poco de buen gusto al interpretar ‘What is Love’ de Haddaway.
Desgraciadamente para ellos, los !!! se los comieron con patatas a las primeras de cambio con un espectáculo que no por habitual es menos disfrutable. Fin de fiesta perfecto presentando ‘As if‘ acompañados de una corista espectacular llamada Lily. En serio, ¿se le puede pedir más a la vida? Ser negra, cantar bien y llamarte Lily. Desde aquí un llamamiento a todos los festivales: cerrad siempre con !!!, ¿vale?
Will Butler de Arcade Fire (no confundir con Win, el líder, su hermano) sigue tomándose muy en serio la promoción de su disco editado este año, ‘Policy’. Tras el enorme vídeo realizado para ‘Anna’, ahora es el turno de estrenar vídeo para ‘What I Want’, una canción más punky para la que ha decidido contar como actriz con Jennifer Morrison de la serie ‘House’. Brantley Gutierrez dirige esta intervención en un club con rayos láser.
Por otro lado, el mánager de Arcade Fire ha contado durante una entrevista que recoge Pitchfork que el grupo se ha quedado sin sello después de ‘Reflektor’ y que han recuperado los derechos de su primer mini álbum, de ‘Funeral’ y de ‘Neon Bible’. En 2017 recuperarán los de ‘The Suburbs’ y en 2018 recuperarán los de ‘Reflektor’. De momento, van a pasar de fichar por otro sello, pues por su cuenta, dice, ya venden millones. “Tienen un par de estudios, así que no necesitan un estudio para hacer su siguiente disco. Se financian ellos mismos, como ya han hecho otras veces. Simplemente quieren hacer lo que es inteligente. Podemos llegar a un acuerdo con una tienda de ropa para las ediciones físicas y crear un bonito vinilo. O llegar a un acuerdo con una compañía tecnológica. Podemos firmar con una distribuidora digital. Hay muchas opciones”.
Os recordamos que aunque sólo se recuerde a su cabeza visible Jay Z, Arcade Fire también se pasaron por el lanzamiento de Tidal como parte implicada.
Mientras Yeah Yeah Yeahs se toman un descanso indefinido después del infravalorado ‘Mosquito‘, su líder Karen O continúa en activo. Su nueva canción se llama ‘I Shall Rise’ y forma parte de la banda sonora del videojuego ‘Rise of the Tomb Raider‘, que sale el próximo 10 de noviembre.
Igual esta composición tristona influida por la chanson sesentera no es la típica canción que esperabas de un videojuego pero así lo ha explicado durante una entrevista con Rolling Stone: «sonaba todo muy jugoso. Querían drama y melodrama. Me apetecía mucho porque me encanta hacer música conectada a una historia. Me encantaba toda la idea, como hacer una canción para que Lara Croft se convirtiera en icono, para la creación del mito y el momento en que se convierte en Lara». También indica que muchas de las premisas que le han dado como posibles temáticas, como la transformación o la supervivencia, las relaciona con el hecho de haber sido madre durante los últimos meses.
Karen O sabe muy bien lo que es componer bandas sonoras, pues su tema para ‘Her‘, ‘The Moon Song’, llegó a estar nominado al Oscar a mejor canción. Aunque al final no ganó, su interpretación junto a Ezra de Vampire Weekend en la ceremonia es bastante difícil de olvidar (os la volvemos a pegar debajo).
Os recordamos que Karen O también ha editado recientemente un disco en solitario en plan lo-fi, con grabaciones viejas de su etapa más promiscua y sentimentalmente agitada. Se llamaba ‘Crush Songs‘.
En una época en la que Edward Snowden, los programas de vigilancia electrónica de la NSA, las filtraciones tipo Ashley Madison y demás aberraciones a nuestra privacidad están a la orden del día, ‘Mr. Robot’ ha supuesto uno de los pocos intentos serios por parte de la televisión de reflejar este fenómeno e incluso llevarlo tres pasos más allá.
Elliot Alderson, el protagonista de la serie, se pasa el día en una empresa de seguridad informática y de noche se dedica a espiar a sus compañeros de trabajo y amigos y a esnifar rayas de morfina. La empresa para que la que trabaja, AllSafe, es la máxima encargada de proteger a E-Corp – Evil Corp para los colegas – de los frecuentes ataques que recibe. El primero, un DDoS que colapsa sus servidores y que tiene como único objetivo que FSociety, una sociedad de hackers que pretende destruir el sistema capitalista actual aniquilando las multinacionales que lo sustentan, contacte con Elliot. Su misión final una vez lo hayan reclutado: destruir las bases de datos de E-Corp y borrar así todo registro de los préstamos que ésta ha concedido a prácticamente toda la población mundial. Sin deudas sería como volver a empezar de cero en condiciones de igualdad.
Ya desde el primer capítulo, el show de Sam Esmail deja bien claro que tiene 4 puntos a su favor. El primero es una puesta en escena finísima. La primera vez que vemos las oficinas de la E-Corp es como si el Cronenberg de ‘Crash’ se hubiese pasado por el set para mostrar a una multinacional como una amenaza y, a la vez, hacer que te sientas atraído por ella. Como Deborah Kara Unger se masturbaba frotándose contra el ala de una avioneta. La sombra de David Fincher también sobrevuela pero es Kubrick el protagonista de uno de los momentos mas impactantes de la serie. La escena del suicidio y esa cámara que retransmite la entrevista y mira como Hal9000 justifica por sí sola el visionado de una serie con muchísimos momentos brillantes por capítulo. Sin ir más lejos, lo de la tienda de zapatos instantes después del suicidio, es espectacular.
El segundo es que a sus guionistas les da exactamente igual desconcertar al espectador y perder a unos cuantos miles por el camino. El punto de vista de Elliot – sociópata, paranoico con ansiedad y adicto a la morfina – es de todo menos fiable y, aun así, somos testigos de toda la narración exclusivamente desde su punto de vista. Leer determinados foros el día siguiente de la emisión de un capítulo es toda una odisea. Gente enfadada ante los sinsentidos del guión, otros pensando que estábamos ante el nuevo ‘Lost’, etc. El encuentro en el coche entre Mr. Robot, Elliot y Tyrell hizo correr ríos de tinta.
Una serie necesita de personajes fascinantes para captar la atención del público y ‘Mr. Robot’ anda sobrado de ellos. El protagonista o Whiterose -atención a la escena final después de los títulos de crédito del último episodio- son claros ejemplos de ello pero el gran triunfador en esta «competición» es el matrimonio formado por Tyrel Wellick y su mujer. A su lado, los Underwood de ‘House of Cards’ se quedan en dos hermanitas de la caridad. Resulta imposible escoger a uno de los dos. Él es una especie de Patrick Bateman que usa linux y contrata a vagabundos para que se dejen pegar. Ella… ella es una de las grandes bazas para la segunda temporada que se firmó nada más emitirse el piloto. Tercer punto fuerte.
Por último, y lo que probablemente ha sido la causa de que hayamos seguido con la serie después de sufrir la confusión máxima en un par de episodios, es su carácter antisistema. La idea de intentar restablecer una sociedad más igualitaria destruyendo las bases de datos de las empresas bancarias que prestan dinero, a pesar de ser pelín absurda, no deja de ser atractiva. ¿Y si fuese posible? ¿Qué ha ocurrido durante la elipsis de los últimos episodios? ¿Dónde está Tyrell?
Son muchas las preguntas que esperan respuesta en la siguiente temporada de ‘Mr. Robot’. Una vez se ha confirmado que el punto de vista de Elliot no es nada fiable, la serie que ha encandilado a programadores y desarrolladores por su realismo, promete ser una de las máximas atracciones de la parrilla televisiva.
Un fragmento de una canción de Fangoria, aparentemente titulada ‘Fiesta en el infierno’, ha aparecido en la red. Hasta el momento se había barajado el 12 de febrero de 2016 como lanzamiento de lo nuevo del grupo de Alaska y Nacho Canut, si bien desde hace meses no hemos sabido mucho más sobre ese nuevo disco que sucederá a ‘Cuatricromía‘. Recientemente Olvido Gara estuvo en ‘El hormiguero’ junto a su marido para hablar de su trabajo como actriz de doblaje en ‘Hotel Transylvania’, si bien el álbum de Fangoria únicamente fue mencionado.
La descripción de Youtube indica que esta canción sería «el single» de Fangoria, si bien este extremo no ha sido confirmado aún. Es conveniente recordar que ‘Cabezas disecadas’ fue de lo primero que escuchamos de ‘Absolutamente’ y la canción jamás llegó a ser editada como sencillo.
Suponemos al dúo trabajando con Guille Milkyway en este nuevo disco, pero la idea igualmente sólo ha sido sugerida.
Hay ganas de nuevo disco de Haim tras el entusiasmo que despertó su debut ‘Days Are Gone‘ y las chicas han aprovechado las festividades de Halloween para pasarse por Beats 1 y contar cómo va la grabación de su segundo largo. Haim han dicho que trabajan en el disco «cada día». «Estamos haciendo cosas. Suena muy bien. El horno está precalentado y la puerta del horno está abierta», han sugerido, sin que sepamos exactamente qué quieren decir.
Más claro ha sido su amigo Rostam de Vampire Weekend, quien ha compartido una foto con ellas en el estudio que revela que han estado trabajando juntos. Rostam corre así mucha mejor suerte que Diplo, quien ha intentado colaborar con las hermanas sin ningún tipo de éxito.
Después, Haim han tenido tiempo de pasarse por un concierto de Tobias Jesso Jr (quien figura como co-autor en el próximo disco de Adele), para interpretar una canción propia que Tobias tiende a versionar, ‘Forever’.
Haim han sido también noticia últimamente por haber versionado / remezclado a Tame Impala, en concreto su éxito ‘Cause I’m a Man‘.
Parte de la redacción evalúa el single que presenta el próximo disco de Savages, ‘Adore Life‘, a la venta el 22 de enero.
«Algo que se desprende del potente directo de Savages es que ponen aún más carne en el asador cuando presentan sus temas en vivo. Si su álbum de debut tenía un punto de furia y rabia, en sus conciertos ese punto se multiplicaba y parece que este hecho ha permeado en sus nuevas grabaciones. ‘The Answer’ es una patada en la cara con una sección rítmica que parece un tren a punto de descarrilar y unas guitarras cerdas que se acoplan una y otra vez, coronadas por una Jehnny Beth fuera de sí en una nueva (aparentemente) oda al amor. Parece que Savages van a hacer algo fácil del difícil segundo álbum». Miguel Sánchez.
«¿Para qué vamos a llorar por la vida, llorar por el amor (…), por esperar la muerte, yo no puedo esperar, ya vi la respuesta», canta Jehnny Beth después de un gran punteo de guitarra que sirve para descargar -sólo ligeramente- la presión formada por las guitarras metaleras de este trallazo llamado ‘The Answer’. La urgencia por la vida y por el amor es la protagonista de este enorme single de regreso, cuyo gran vídeo ignoro por qué no va por los 10 millones de visitas». Sebas E. Alonso.
«Teniendo en cuenta que ‘Fuckers’ se va a quedar fuera del tracklist de su segundo largo, después de haber colaborado con Bo Ningen y mostrarnos este adelanto llamado ‘The Answer’, Savages quieren desquitarse de todos los parecidos razonables con Joy Division que les encasquetaron con su puesta de largo. Radicalizando aún más su discurso musical, este es un tema de amor que se sustenta en la violencia eléctrica que la banda ha demostrado con creces siempre que ha venido por aquí a actuar. Puede que en una primera escucha no tenga madera de hit, pero en vivo va a provocar los mismos (o aún más) pogos que los que se ven en el vídeo. Quién iba a decir hace pocos años que la delicada cantante de los extintos John & Jehn acabaría pillándole el gusto a los sonidos metaleros…» Sergio del Amo.
Parte de la redacción evalúa el single que avanza el próximo disco de Chairlift, ‘Moth‘.
«Cambio para bien en la carrera de Chairlift tras sus años de colaboraciones, que han dejado sólo un grado de separación entre Beyoncé y… ¡Delorean! ‘Ch-ching’, otro tema «love vs money» (su título hace referencia al sonido que hacen las monedas chocando entre sí), es una exquisita producción post-hip-hop con una sección de vientos tan impecable que parece aportada por Matthew Herbert. ¿Qué malo se puede decir de esto? ¿Que es menos pop que ‘Bruises’, ‘Met Before’ o ‘I Belong in Your Arms’ y por tanto se pega menos? Meh… Ni eso». Sebas E. Alonso.
«Al principio tenía el corazón un poco dividido ante este ‘Ch-Ching’. Me apena que Chairlift hayan perdido esa pátina de pop comercial que tan bien supieron aplicar en ‘Something’, pero a cambio resulta muy adictivo, gracias a esos grititos, los vientos, los coros, el estribillo con el punto justo de arrebato, esos quiebros y esa cadencia de r’n’b sedoso. Así que al final, y después de pillarme a mí misma dándole la réplica (ooohhh) a Caroline, me declaro muy a favor». Mireia Pería.
«Tengo un problema fundamental con el nuevo single de Chairlift. A pesar de que me entusiasma y es evidente que es un sencillo para encandilar a las masas, hay algo que no me cuadra. Existe un punto en la canción en el que producción, melodía o estribillo terminan por devorar al grupo. No sé por qué razón, cuando escuché la canción, me vino inmediatamente a la cabeza aquella vez en que Jewel sacó ‘Intuition’ después de una carrera dedicada al country pop. Aquello, que algunos vieron como una nueva vía, fue solo un escape de humo que se quedó en nada. El caso de Chairlift y este ‘Ch-ching’ es prácticamente el mismo. Una canción pop perfecta que parece escrita para alguna otra artista. No es de extrañar que tras todas las colaboraciones de Polachek, haya terminado perdiendo la ubicación cuando se trata de su propia música. Pero en definitiva, esto es un temazo, lo cante el dúo, Katy Perry, Nelly Furtado o Taylor Swift». ACM.
«Se me ocurren varias voces femeninas y masculinas, populares y sumergidas, mejores y más capaces de defender ‘Ch-Ching’ que la de Carolina Polachek, que no obstante también tiene encanto pero, para mi gusto, no la suficiente dimensión expresiva. Esa es la única pega que puedo ponerle a este ‘Ch-ching’ que se pega como un chicle desde la primera escucha y no gracias a una melodía desesperada sino a todo lo contrario, a una melodía tan sutil y sofisticada como el buen pop merece. La producción, exquisita por exuberante pero nada cargante es solo la guinda del pastel». JB
Kendrick Lamar no ha descansado ni un minuto en la promoción de su aclamado último trabajo, ‘To Pimp A Butterfly’. Lo más reciente es el estreno de un videoclip para la canción ‘These Walls’. El tema cuenta con las colaboraciones de Bilal, Anna Wise y Thundercat y tiene ahora un videoclip que han dirigido Colin Tilley y The Little Homies, responsables igualmente de la pieza que acompañaba con imágenes a ‘Alright’, anterior sencillo del rapero.
Bajo el título de ‘Behind the Walls: A Black Comedy’, el vídeo de 8 minutos cuenta con las apariciones de los actores y humoristas Corey Holcomb y Terry Crews, y de la vocalista SZA. Está rodada en un plano secuencia y la cámara recorre las diferentes habitaciones de un hotel durante los primeros minutos, hasta que corta a un concurso de talentos en el que Kendrick y Crews bailan al ritmo del viral ‘Hit The Quan’ de iHeart Memphys. Después de este interludio, la acción vuelve a los pasillos del hotel, en el que varias chicas ligeras de ropa se restriegan con los varones presentes, Lamar entre ellos.
Además, Kendrick Lamar ofrecía la semana pasada un concierto único en el Kennedy Centre de Washington en el que interpretaba temas de su último trabajo acompañado por la National Symphony Orchestra. Precisamente, uno de los temas que presentaba con el acompañamiento de la orquesta sinfónica era este ‘These Walls’. La actuación sigue la estela de la que realizaba el pasado año Nas interpretando canciones de su célebre ‘Illmatic’ para conmemorar los 20 años de la salida del disco.
9.400 personas se dieron cita ayer en el BIME Live en su primera jornada. Lo hicieron de una manera escalonada y, de hecho, no fue hasta la salida de Stereophonics que el recinto dejó de parecer un desierto. Gracias a esa falta de interés del público por los primeros artistas en salir al escenario, las actuaciones se pudieron disfrutar en todo su esplendor y con una comodidad bastante poco habitual en este tipo de eventos.
El francés Gaspard Royant, que ya había pasado por el Dabadaba de Donosti, fue el encargado de inaugurar el Escenario Teatro desplegando los encantos de una banda que sonaba a gloria bendita y que cumplió de sobra con su misión de hacer suspirar a los nostálgicos del doo-wop y garage’n’roll de los 60. Gaspard bebe de Roy Orbison, Phil Spector, Otis Redding y la Stax para ofrecer unos temas absolutamente irresistibles como ‘Marty McFly’, ‘Europe’ o ‘The Woods’. «Sé que estáis aquí para follar. Escuchar música y descubrir grupos están bien pero es a follar a lo que habéis venido». Descubrimiento.
Mientras me dirigía al Escenario 2 para ver a Zola Jesus me dio tiempo a ver cómo Darwin Deez y sus músicos hacían una coreografía con Enya sonando de fondo -Ahá, lo juro- como colofón a su show. La autora del notable ‘Taiga‘ ofreció un concierto impecable. El batiburrillo de referencias -Björk/Grimes/Florence- que maneja en su puesta en escena y en sus composiciones deja un regusto a déjà vu que no sale ni a tiros pero el sonido era casi perfecto y las canciones de su último trabajo ganaron muchos enteros.
Al hijo de Mengele que se lo ocurrió hacer coincidir a Everything Everything con Benjamin Clementine deberían fustigarle sin piedad. Clementine, que puso al público en pie en varias ocasiones con su virtuosismo vocal y una propuesta escénica austera, hizo gala de una precisión quirúrgica para conseguir mejorar todavía más las canciones de su álbum. El autor de ‘At Least for Now» se hizo merecedor de un silencio absoluto en el Teatro que sólo se rompió para estallar en aplausos en los momentos álgidos. ‘Condolence’, ‘Cornerstone’, ‘Nemesis’ o ‘The People and I’ fueron las más celebradas pero todas estuvieron a la altura. Con la única ayuda de un percusionista y un manejo de la teatralidad apabullante, Benjamin Clementine se convirtió en el vencedor de la jornada con una diferencia abismal.
Tenía mucha curiosidad por ver cómo Everything Everything trasladaban al directo el inclasificable ‘Get to Heaven‘ y, por lo que vi, no lo pudieron hacer mejor. ‘Distant Past’ fue uno de los pepinos de la noche.
Los Planetas, a base de insistir e insistir, han conseguido que esa recalcitrante facción de sus fans que no toleran ‘La leyenda del espacio’ y ‘Una ópera egipcia’ sea capaz de estar callada y esperar pacientemente a que toquen ‘Un buen día’ o ‘Pesadilla en el parque de atracciones’. Abrieron con ‘Romance de Juan de Osuna’ y ‘Si me diste la espalda’ para después soltar ‘Rey sombra’ como si no hubiera pasado nada. Volvieron a lo suyo con ‘Ya no me asomo a la reja’ y ‘Señora de las alturas’. A partir de aquí el jolgorio para los «seguidores» más intransigentes: ‘Corrientes circulares en el tiempo’, ‘Santos que yo te pinte’, ‘Segundo premio’, ‘Pesadilla en el Parque de Atracciones’, etc. También sonó ‘El duendecillo verde’ que, como se pudo comprobar anoche, ocupa desde ya un lugar destacado en su discografía. ¿Puede haber algo mejor que comprobar, concierto tras concierto, que Los Planetas siguen siendo Los Planetas? Yo digo NO.
Iron & Wine también lo tuvo fácil, aunque menos que Benjamin Clementine, en el Teatro. La noche avanzaba y la gente no estaba tan dispuesta a mantener la compostura en un show acústico de estas características. Tímido, se le subieron los colores cuando se confundió en ‘Tree the River’. Sam Beam quizá se hubiera beneficiado de otro horario aunque, siendo sincero, ‘Fever Dream’ emocionó hasta a las sillas.
The Go! Team es una formación que me despierta las mejores simpatías cada vez que escucho su nombre. ‘Doing It Right‘ o ‘Grip Like A Vice’, casi todo el ‘Proof of Youth’ de hecho, me resultan adictivas pero el concepto «estirar el chicle» adquiere una nueva dimensión con los de Brighton. El directo de anoche resultó aburrido, repetitivo y hasta desganado. Creo que ellos también sabían que todo el mundo estaba haciendo tiempo para Crystal Fighters, así que decidieron salir con el piloto automático.
A los autores de ‘Cave Rave’, auténticos cabezas de cartel (!!) por su poder de convocatoria, no les faltó detalle. A saber: una introducción de 10 minutos a cargo de dos maromos tocando la txalaparta poseídos por el espíritu de Nacho Cano, pirotecnia, unas coristas a las que no se las oía, una ikurriña, un escenario decorado como si fuera un invernadero y un Sebastian luciendo unas «maracas» imposibles. El no va más, vaya. Ahora, ya desde primeras de cambio con ‘Solar System’, la chavalería estuvo a su merced. Si les llegan a decir que se tiren por el puente, lo hubiesen hecho sin dudar. Al fin y al cabo, de eso es de lo que se trata, ¿no?
Aprovechando la coyuntura, Joaquín Reyes ha decidido imitarle también en Los 40 Principales, donde el equipo del programa de Dani Mateo finge que lleva 24 horas esperando a Bieber. El nuevo Justin Bieber habla de esta “espantada”, entre que si hace caca-futi, se fuma un cigar o los agobios de la fama.
No es el mejor Reyes que hemos visto, pero aquí queda como curiosidad. El sketch, aunque empieza flojito, sí deja algún momento glorioso. «Lo que a mí me sale de mis huevos toreros, ¡yo tengo un H&M en mi casa!» o «las Biebers son muy estomagantes, así todas juntas…» están entre los highlights. También intenta explicar de manera infructuosa por qué está en la lista de las personas más odiadas del mundo. «¡Si yo soy muy sencillo!».
Por otro lado, Justin Bieber ha realizado una versión del actual top 2 en Estados Unidos, el viralizado e imitado ‘Hotline Bling’ de Drake. Puede escucharse llamando a este teléfono suponemos que americano 231 377 1113, pero alguien lo ha subido también a Soundcloud.
Los usuarios de JENESAISPOP habéis escogido ‘Hello’ de Adele como nuestro nuevo top 1 semanal.
A su vez, al cerrarse ayer la primera semana en que ha estado a la venta, se han conocido los primeros números 1 de ‘Hello’ de Adele en el mundo, que desde luego no serán los últimos. El primer single de ’25’ es evidentemente número 1 en Reino Unido tras la consecución de 333.000 puntos. Casi 260.000 de ellos se corresponden con las ventas digitales del single y 75.000 proceden del streaming. Es tan sólo el segundo número 1 en singles de Adele en su propio país, tras ‘Someone Like You‘, aupada por una inolvidable presentación en los Brits. ‘Rolling in the Deep’, ‘Chasing Pavements’ y ‘Skyfall’ hubieron de conformarse con el puesto 2.
El single también es número 1 ya también en Australia, Alemania, Francia, Noruega, Holanda, Italia y Nueva Zelanda, entre otros territorios. Se espera que a principios de la semana que viene se confirme el cuarto top 1 para Adele en el Billboard Hot 100 de Estados Unidos (tras los 3 singles que todos recordamos de ’21’). Y lo hará con cifras récord: un torno a 1 millón de unidades vendidas en tan sólo una semana. También tenemos curiosidad por saber qué pasará en España: ‘Hello’ quintuplica las ventas de Cali y El Dandee en iTunes, pero estos ganan en el streaming.
‘Hello’ es una composición sencilla que parece una llamada telefónica al amor perdido del que hablaba ‘Someone Like You’, que se piensa podía ser el fotógrafo Alex Sturrock. Adele, en cualquier caso, quiere pedirle perdón por el daño hecho pero esa persona nunca está en casa o no coge el teléfono. Quizá también pide perdón por la exposición pública de esta relación, si bien no deja de ser irónico o más bien paradójico que Adele vuelva a sacar a esta persona a la palestra: ¿volverá a decirle “lo siento” en una tercera canción? Ella, de hecho, niega que la canción hable sobre un ex, por muy claro que parezca: «Sentía que todos queríamos pasar página, no es sobre una antigua relación, una relación de amor, es sobre todas las relaciones que he tenido con gente que he querido. Todos hemos seguido con nuestras vidas y necesitaba escribir esta canción para que pudieran escucharla, porque ya no estoy en contacto con todos ellos».
A pesar del vídeo, con Tristan Wilds de ‘The Wire’ haciendo de ex y de algún que otro “us” y “we”, otra interpretación posible de ‘Hello’ es que Adele esté llamándose a sí misma, a su viejo pasado, para intentar redimirse de algún hecho del que se arrepiente.
Curiosamente Adele está acreditada como baterista en ‘Hello’. La composición pertenece únicamente a ella misma y a Greg Kurstin, al que conocimos por su grupo The Bird and The Bee, pero al que conocemos hace rato sobre todo por sus labores como autor de hits. A pesar de haber trabajado con casi todo el mundo en los últimos años, Greg Kurstin no había conseguido concretar una aportación para el disco anterior de Adele, el multimillonario ’21’. Aun así, el productor se saca la espinita siendo responsable, junto a la propia cantante de este ‘Hello’ y de dos canciones más que irán incluidas en ‘25’, ‘Water Under The Bridge’ y ‘Million Years Ago’. Recientemente en una entrevista, Kurstin hablaba de lo difícil que ha sido para él no poder contar nada de esta colaboración. “No voy a mentir, no es fácil guardarse esa información durante tanto tiempo. Casi que quieres gritarlo a los cuatro vientos, correr por las calles gritándole a los desconocidos lo que acabas de hacer”, decía. Los últimos años, el nombre del productor ha estado asociado a los trabajos de Sia, Kelly Clarkson, Ellie Goulding, Charli XCX, Lily Allen o P!nk, entre otros muchos.
Xavier Dolan, ¿qué haces trabajando con Adele?
Más famoso todavía es el director del videoclip. Cuando se anunció que el gran, o al menos el tan cuestionado, Xavier Dolan había estado tras los mandos de ‘Hello’, nos quedábamos helados. Pero pensándolo bien, no tanto: Adele necesitaba un buen vídeo después de lo sencillo que era el de ‘Rolling in the Deep’, lo improvisado que había estado el de ‘Someone Like You’ y lo inexistente de ‘Set Fire to the Rain’.
Pero ‘Hello’ no muestra apenas la enorme personalidad de Xavier Dolan. En primer lugar, él no sale, con lo que le gusta ponerse; y a duras penas en las voces intercaladas con la canción percibimos su mano underground, y en el entorno rural la tensión que vimos en ‘Tom à la ferme’. La mayor virguería es la introducción del espectador en la escena como personaje de Adele: vemos a su ex primero cariñoso y luego enfadado, pero ella nunca aparece en los flashbacks, sino que su ex se dirige al espectador a través de la cámara como si este fuese Adele.
Cuando Dolan recibió «la llamada» para realizar el vídeo y le propusieron rodar el vídeo de Adele, preguntó a qué Adele se referían. Y eso que en la banda sonora de la controvertida ‘Mommy’ suenan Dido, Lana del Rey o Céline Dion. A la autora de ’21’ le había gustado ‘Yo maté a mi madre‘, su debut semi autobiográfico. Dolan se cogió un tren y se presentó en Reino Unido, preguntándose por qué le había gustado a la cantante esa película. «Es emocionante, pero es como fea», se decía él mismo.
Adele quería capturar el trabajo primigenio del cineasta e hicieron una tormenta de ideas, sobre una chica con el corazón roto que llama a una versión joven de sí misma. Al final, rodaron el vídeo en sumo secreto en una granja de Québec con cámaras IMAX. “En cuanto oí la canción, vi la historia totalmente, simplemente la idea de coger el teléfono y llamar a tu pasado”, dice Dolan en una entrevista. “El vídeo carece totalmente de originalidad. La letra dice “Hola, soy yo” y ves a alguien cogiendo un teléfono. No soy bueno imaginando vídeos súper conceptuales. Pensé que simplemente estaría bien tener a Adele dando vueltas alrededor de la casa y haciendo llamadas, para terminar en un bosque con quizá algunos flashbacks”.
Dolan también se ha reído de los memes sobre lo viejísimo que es el móvil de Adele. ¿Es que no le llega para uno de última generación tras haber vendido 30 millones de discos? “Si ves un iPhone o un Toyota en una película, se rompe la narración, te sacan de la historia. Si pones un iPhone o un coche moderno parece un anuncio”, explica Xavier. La letra del tema obvia también el uso de móviles, pues ella, donde llama, es “a casa”, al fijo.
El tema no se ha interpretado en vivo aún, pero la cantante tiene reservadas citas en la BBC, en Saturday Night Live y en el Radio City Music Hall de Nueva York grabando un especial que se emitirá el 14 de diciembre. A Adele le espera la mejor Navidad de su vida. Hasta entonces, os dejamos con nuestro meme favorito.
Imposible, en mi cabeza, no comparar este documental con el de Spandau Ballet que se mostró el año pasado en este mismo festival, Beefeater In-Edit. De entrada, la base es similar: grupo que arrasó gracias al fenómeno fan rememorando su carrera y volviendo al ruedo musical años después de su retirada. Pero si el de los británicos era un film bastante complaciente, el de Backstreet Boys se pasa la complacencia por el forro y se erige en una pieza valiente e incómoda a ratos. Y que juega muy bien con las expectativas del espectador.
Ya la primera secuencia es bastante desmitificadora: Kevin y Howie orinan en el bosque, en medio de una excursión, mientras A.J. suplica que le esperen porque no puede subir la pendiente. A los antiguos jovenzuelos, ahora hombres adultos, la cámara los acompaña constantemente. Son ellos, y nadie más, los que van desgranando su trayectoria como la mayor boyband de la historia, desde que los creó a su antojo Lou Pearlman, millonario magnate de Florida. Entretanto, preparan disco nuevo, ensayan su gira de regreso de 2013 y retornan a los lugares que les formaron como personas. Con un ritmo estupendo, gran cantidad de impagable material videográfico y alternando sabiamente los momentos divertidos (¡esas alucinantes giras por institutos en 1994!) con los emotivos (Kevin rememorando la muerte de su padre), la impresión inicial es que estamos ante otro panegírico para justificar la gira de retorno. Todo ello bien adornado con muestras del espíritu americano de superación y camadería; los BSB se comportan como una panda de amigos del instituto que se juntan, van de acampada y se llevan súper bien, aunque haya sus pequeñas pinceladas de mala sombra y luchas de egos.
Pero es entonces, hacia el último tercio del film, cuando la película toma el quiebro que rompe los esquemas que te habías fabricado y le otorga su justo valor. Coincidiendo con el momento en que narran su apoteosis, los chicos retornan a la mansión de Pearlman, actualmente en prisión por estafa (a ellos los desplumó). Esa sombría visita a la casa que tanto les marcó, ahora vacía, es el punto de inflexión: A.J. comienza a explicar su adicción a las drogas; los chicos se lamentan de no haber sido más que un mero negocio para la industria… Y entonces, en una a priori inocente reunión de trabajo sobre el disco nuevo, estalla toda la tensión entre ellos. La miseria aflora, se dinamita toda la imagen anterior y se muestra la peor cara de la banda (especialmente, de Nick): puñaladas traperas, comentarios hirientes, derrumbes emocionales, recuerdos familiares turbios. Y todo retratado sin ningún pudor. Llegados a este punto, te pasma que la banda haya tenido los redaños de presentarse también así: como un grupo de hombres asustados y mezquinos; seres humanos, al fin y al cabo. Y a pesar de que el final trata de ser exultante, exhibiendo imágenes triunfantes de la gira de retorno, ya no logra evitar que lo veas con cariz amargo. Si a todo esto le unes una sala llena de fans aplaudiendo los momentos álgidos, abucheando en los ruines y cantando a pleno pulmón todos los hits, catapulta la experiencia hacia lo inefable. 8.
‘Backstreet Boys: Show’ Em What You Are Made Of!’ forma parte de la programación de Beefeater In-Edit. Pases y más películas, aquí.