Hace un año, las hermanas CocoRosie publicaron su sexto álbum, ‘Heartache City’. Esta semana, y cerca de un año después de avanzar algunos de sus temas en el festival Cruïlla de Barcelona, las hermanas Bianca y Sierra Casady vuelven a presentarlo en nuestro país. Hoy mismo actúan en la sala Apolo de Barcelona y mañana lo harán en el teatro Barceló de Madrid, el 28 en la sala Albéniz de Gijón y el 29 en el Circo Bombo y Platillo de Zaragoza. Con motivo de su visita, charlamos por teléfono con Bianca (a la derecha en la foto) sobre este disco, el vídeo de ‘Lost Girls’, su reciente aventura teatral en solitario u otros temas que interesan al grupo como Islandia o feminismo, dos temas, de hecho, para ella estrechamente relacionados.

¿Cómo ha ido la gira?
Muy bien, aunque acabamos de empezar, dimos el primer concierto de la gira justo anoche [10 de mayo].

Hace un año tocasteis en el festival Cruïlla de Barcelona. ¿Ha cambiado algo vuestro directo desde entonces? El disco que tocáis es el mismo…
Nuestros conciertos siempre son diferentes porque cambiamos el estilo de nuestras canciones con frecuencia.

Hace un año que salió ‘Heartache City’. Lo grabasteis en vuestro estudio en Francia con el equipo mínimo y suena muy parecido a vuestro álbum debut, ‘La maison de mon rêve’. Es, como vosotras mismas lo consideráis, una vuelta a las raíces. ¿Crees que ‘Tales of a GrassWidow’ representa la cumbre de vuestro sonido?
No creo que sea la cumbre de nuestro sonido, eso es algo en que no hemos pensado. Siempre que hacemos música buscamos cosas nuevas pero, al mismo tiempo, desde nuestro primer disco hemos mantenido ciertas técnicas. Con este disco en particular queríamos concentrarnos más en la narración de historias, en la poesía de las letras y el ritmo de los versos rapeados y pasar menos tiempo experimentando con tecnología, que es algo que nos ha gustado mucho hacer en los últimos discos, pero de lo que queríamos alejarnos en este. Sin embargo, es difícil adivinar hacia dónde iremos después.

Os mostráis observadoras en vuestras letras. Describen el momento, a menudo usan el tiempo de presente, aunque no tienen por qué ser autobiográficas, también pueden narrar una historia ficticia. Por ejemplo, ‘The Tower of Pisa’, que cuenta la historia de una mujer hechizada por un mago, que solía ser la guapa de seis hijas y ahora luce envejecida y parece loca, y busca a su hija… ¿Qué querías expresar con esta canción?
Esa canción salió de una historia corta que escribí hace tiempo sobre una mujer situada al borde de la carretera que mira a través de las ventanas de los coches y cuenta su historia personal a los conductores. No te puedo decir de dónde viene exactamente porque es solo una imagen que se me ocurrió en algún momento dado.

En mi opinión, el vídeo de ‘Lost Girls’ muestra que una idea simple, desarrollada con ingenio, puede resultar poderosa. ¿Cómo surgió este vídeo?
Grabamos ese vídeo en Buenos Aires, donde mezclamos el disco con nuestro ingeniero [Nicolas Kalwill]. Durante nuestra estancia allí conocimos a un par de artistas y juntos se nos ocurrió la idea de hacer un vídeo para esta canción. Fue una cosa muy espontánea. Hicimos un cásting a cientos de chicas. Nos tomó como once horas verlas a todas actuar. Fue una experiencia muy intensa porque muchas de ellas eran seguidoras nuestras. Finalmente seleccionamos a las actrices principales y después invitamos a quien quisiera a salir en la escena de la carrera final. Una gran parte de nuestro trabajo es fantasioso pero, en esta ocasión, nos interesaba mostrar una experiencia normal y universal, que es la de lo peligrosa que puede llegar a ser la experiencia de algo tan simple a su vez como haber nacido en un cuerpo femenino.

¿Pensáis hacer otro videoclip?
No hacemos muchos planes, si te digo la verdad. Depende de quién conozcamos y de lo que pase y de que el momento sea adecuado. Somos muy espontáneas en este sentido y no muy buenas haciendo planes.

¿Hay alguna canción del disco en particular para la que te gustaría hacer un vídeo?
Me gustaría hacer un vídeo para ‘Forget Me Not’. De hecho, llevo un tiempo trabajando en un vídeo para esta canción, pero siempre me termina saliendo muy oscuro, así que no sé cómo va a acabar el asunto.

Por eso has hecho un disco sola, ¿verdad?
[ríe] Exacto, para poder hacer lo que me dé la gana.

Volveré al tema de tu disco en solitario después, pero antes quería preguntarte sobre, según vosotras, la estrecha relación que existe entre feminismo y ecología, particularmente la que une el primero con los valores paganos previos al cristianismo. No sé si te has enterado pero Islandia ha oficializado recientemente de nuevo la fe en los dioses nórdicos. Pronto se edificará en el país el primer templo neopagano, el primero de esta naturaleza en 1000 años. ¿Qué opinas de esto?
La gente en Islandia tiene una conexión muy fuerte con la naturaleza y respeta a los otros seres, por ejemplo, a seres sobrenaturales como lo que llamamos hadas y duendes. Una gran parte del mundo piensa que esto es una tontería o una cosa de niños pero, en Islandia, por ejemplo las hadas representan la espiritualidad de la naturaleza. Es una cosa que forma parte de su cultura y que ha llegado al nivel de ser reconocida por el Gobierno. Por eso no me extraña el modo en que este país aborda el feminismo. Islandia fue cristianizada hace miles de años pero su veneración espiritual a la naturaleza permanece intacta. Nos encanta Islandia, nos sentimos muy conectadas con ella y hemos hecho algunos de nuestros discos allí. De hecho, ahora mismo estamos trabajando en una obra de teatro en Noruega que combina las mitologías noruega e islandesa. De alguna manera, este aspecto de la cultura islandesa siempre nos acompaña.

No escucháis mucha música y seguramente no controláis a Beyoncé, pero ha sacado un disco feminista, ‘Lemonade’. ¿Qué opinas de la corporativización del feminismo por parte de la industria de la música popular? ¿Creéis que el feminismo, cuanto más presente en nuestra cultura, mejor, o que, en este sentido, hay unos límites que mejor no sobrepasar?
Al principio, era de las que pensaba que, cuanto más presente, mejor, pero eso también puede ser algo peligroso. No soy una experta en este tipo de conversaciones políticas, pero, ahora mismo, no me emociona demasiado el concepto de feminismo o incluso la misma palabra que lo articula. Para mí, el feminismo debería ser un movimiento de hombres porque, para las mujeres, es algo completamente automático. Tal es así que la misma idea de que una mujer pueda escoger ser feminista o no para mí es un problema. No tiene ningún sentido. Es como si una persona o nación estuviera en contra de sí misma. No es una opción. Como artista femenina, no hay nada que haga que pueda no ser feminista. El feminismo es la expresión femenina misma.

Aún así, hay ciertas artistas que se han desentendido totalmente del concepto de feminismo, como Lana Del Rey.
He estado muy fuera de onda últimamente, intentando reintegrarme más profundamente en esta conversación… Ahora mismo no tengo mucha idea de lo que está ocurriendo en lo que a feminismo se refiere. Me considero más bien una persona que hace preguntas.

Cambiando de tema, estáis en el disco de ANOHNI, concretamente, hacéis coros en la pista 7, ‘Violent Men’…
Mmm… ¡no que yo sepa!

¿Ah, no? Lo pone en Discogs [NdE: así lo indicaba este enlace hace unas semanas]. Debe de haber sido sido un error…
[ríe] Internet se lía a veces.

En cualquier caso, ¿qué opinas del disco?
Justo he empezado a escucharlo. No he tenido mucho tiempo de ponerme con él más seriamente. No sé dónde me he metido, creo que he estado viviendo en una cueva.

Gracias a tu proyecto junto a C.I.A. has descubierto el teatro como medio artístico, entre otros motivos, porque ya no te exige ser la estrella de tu propio espectáculo como sí requiere CocoRosie. ¿En qué otros sentidos encuentras que el teatro es más apropiado para ti que formar parte de un grupo exclusivamente musical?
Lo más importante del teatro para mí como artista es que me da la oportunidad de comprometerme completamente con el arte. Puedo escribir, trabajar en proyecciones, en poesía, pensar en términos de movimiento… Es una síntesis absoluta de todo lo que quiero expresar. Para mí, la música es solo una de estas cosas. En el teatro no tengo que separar los diferentes medios con los que me expreso como artista. Por otro lado, el teatro tiene el poder de transformar al artista, al público, es como un ritual porque, a través de tu actuación, encarnas la historia misma. Este poder transformativo es lo que más me interesa del teatro.