La noticia insólita de la semana en el mundo musical nos la trae Rolling Stone América, que asegura desde su titular que Fleetwood Mac han expulsado de sus filas al mítico Lindsey Buckingham, quien entraba a formar parte de la banda en 1974, estando por tanto en la formación clásica del grupo y en todos sus discos históricos, de ‘Rumours’ a ‘Tango in the Night’ pasando por ‘Tusk’.
La bomba saltaba cuando el segundo guitarrista Billy Burnette tuiteaba el pasado 4 de abril: “Última hora: Lindsey Buckingham está fuera, pero yo no estoy dentro”. Aunque ha borrado el tuit, Rolling Stone ha podido confirmar la salida de Buckingham. Además, hay comunicado de Fleetwood Mac confirmando el asunto, aunque de manera poco clara.
El texto no menciona a Buckingham y anuncia más que nada los sustitutos en la formación: “estamos emocionados de dar la bienvenida a talentos musicales del calibre de Mike Campbell y Neil Finn a la familia de Fleetwood Mac. Con Mike y Neil, tocaremos todos los hits que a los fans les encantan, y además sorprenderemos a la audiencia con algunas canciones de nuestro catálogo histórico de canciones. Fleetwood Mac siempre han sido una evolución creativa. Estamos deseando hacer honor a ese espíritu en esta gira”.
Neil Finn de Crowded House también aporta un comunicado a Rolling Stone en el que dice que hace “dos semanas” recibió la invitación, que está encantado con este proyecto “fresco y excitante” con tantas “grandes canciones” y que lo mejor de todo es que “sonaban muy bien juntos”. Por su parte, Mike Campbell es conocido por haber tocado con Tom Petty.
Ese afán del grupo de tocar “todos los hits” pone sobre la mesa si la banda se atreverá a tocar sin Lindsey ‘Go Your Own Way’ o, peor aún, ‘Big Love’, pues en directo solía presentarse con una versión suya espeluznante, completamente en solitario. Hay que recordar que durante la ausencia de Christine McVie, Fleetwood Mac no solían hacer en vivo ‘You Make Loving Fun’.
Se desconoce el fondo de la cuestión, más allá de un desacuerdo para esta gira, si bien hay que recordar que Lindsey Buckingham y Christine McVie sacaron un disco juntos recientemente… porque Stevie Nicks no estaba disponible. Sumando el cáncer que sufrió John McVie, qué pocas veces se ha visto a estas 5 personas juntas sobre un escenario pese a las múltiples reuniones…
Uno de los mayores talentos emergidos en nuestro país –aunque su origen es argentino– durante el pasado año es Nathy Peluso, una artista que rezuma singularidad y personalidad, con un trasfondo jazz y arty poco común en el batallón de nuevos artistas urban que poco a poco está revolucionando la escena musical española. Tras compilar en el miniálbum ‘Esmeralda’ sus primeros temas –a excepción del bárbaro ‘Corashe‘, que ha quedado en el limbo–, con los que ha venido llenando salas no ya de España, sino de toda Europa y América Latina, Everlasting Records ha apostado por ella en este su primer EP oficial, ‘La Sandunguera’, un disco atrevido y poderoso, que no deja duda sobre sus enormes virtudes, aunque se aleje bastante de las presunciones del nuevo hip hop.
Sabíamos de su formación clásica y de su facilidad para ir, también vocalmente, del rap al jazz, pero no estábamos preparados para el clasicismo soul y R&B que gobierna buena parte de estas 6 canciones. Ni siquiera lo habíamos sospechado tras el genial, exuberante tema titular, donde logra que la idea de una Celia Cruz de nuestro tiempo no resulte escandalosa ni exagerada. Pero no imaginábamos que la mayor parte de ‘La Sandunguera’ tuviera tanto (o incluso menos) de hip hop como de latin-jazz-soul (producen, espectacularmente y casi al 50%, Peter Party y Dano –Ziontifik–) orientado sobre todo al lucimiento vocal del virtuosismo de Natalia. De primeras, impacta encontrarse ante un disco totalmente alejado del nuevo rap español, dispuesto para que Peluso demuestre su virtuosismo en territorios propios de Erykah Badu o D’Angelo, en el mejor de los casos (o alguien más random, en los más predecibles).
Pero eso es, simplemente, quedarse en la superficie. Nathy, en realidad, está imponiendo su impronta como artista total, provocando, desconcertando y, al final, embriagando. ¿Cómo, si no, puede calificarse el hecho de que dedique, de manera hilarante, el 80% de ‘Gimme Some Pizza’ a repetir sin cesar su deseo del plato estrella de la cocina italiana –por supuesto, hablamos de una metáfora sexual–? ¿O que abra el disco gritando y llorando desgarradamente ese ‘Estoy triste’ que al principio descoloca y luego cautiva? ¿O que en ‘La Sandunguera’ –como en el rap de la estupenda ‘Hot Butter’– lleve al extremo su inigualable flow italo-argentino-yanqui con una dicción totalmente delirante?
Ciertas fases de esta obra pecan de un exceso de estandarización, por más calidad que tenga (‘La Passione’, respaldada por la banda que la acompaña en directo, Big Menu, es una pasada), y se echa de menos una mayor conexión con lo contemporáneo. Sin embargo, su audacia precisamente, está en ese sonar añejo y en su atención a otros aspectos. Más allá de su lírica –en esta ocasión centrada en lo sentimental y sensual, más vibrante cuando rapea, más predecible cuando canta–, la teatralidad, la interpretación, la magia de un personaje (entendemos «La Sandunguera» como un álter-ego) son comúnmente descuidados, cuando no despreciados, en el pop contemporáneo y Nathy Peluso, dice, quiere traer el pasado al presente. Podemos discutir lo oportuno de esa idea, quizá haya mucho que matizar, pero las posibilidades de esta artista se antojan ya enormes.
Por mucho que a sus «haters» les cueste creerlo, las madrileñas Hinds vuelven a publicar un disco reconocido por la crítica internacional. Y por muchos que a sus «haters» les cueste creerlo, vuelven a enfrentarse a una mastodóntica gira internacional por varios países que las lleva por Reino Unido y Europa todo el mes de abril, y por Estados Unidos y Canadá todo el mes de mayo, antes de volver a los festivales europeos este verano. El grupo estará el 31 de mayo en Primavera Sound y el 7 de junio en Joy Eslava, Madrid. Hablamos con sus autoras principales, Carlotta Cosials y Ana Perrote en casa de esta sobre este disco, su relación con la prensa, los meltdowns que deja la sensación de girar durante casi 3 años seguidos, o la famosa cita de C. Tangana. Ambas se muestran entusiasmadas y vivaces sobre su trabajo. La gente va a odiar la naturalidad con la que se quejan de girar por aquí y por allá. Pero a su vez lidian sin problema con el odio que generan, llevándome a cotillear una crítica espantosa que les han hecho en El País. Casi siempre resulta fascinante escuchar lo que tienen que contar por uno u otro motivo. Foto: Alberto Van Stokkum.
Me esperaba vuestro segundo disco antes…
Ana: «¡Y nosotras!».
Carlotta: «No ha sido nuestra culpa, pero por tener todo bien atado, y que las canciones salgan con la rotativa de UK, y que no moleste en Estados Unidos…»
¿A qué te refieres?
Carlotta: «En Reino Unido tienen que pasar 3 o 4 semanas de un single a otro. No podíamos sacar un segundo single porque el sello no puede presentarlo en la BBC hasta que no pasan 3 ó 4 semanas».
Ana: «En septiembre no nos daba tiempo, y nos dijeron que necesitaban 6 meses para trabajar. Entre Thanksgiving y Navidad, el 6 de abril era lo antes posible que podía salir».
Carlotta: «Septiembre era demasiado apresurado, noviembre dicen que es muy raro por las ediciones deluxe y llegas tarde para todas las listas del año, diciembre ya es Navidad, enero es la cuesta de enero. Si has hecho promo antes de Navidad y lo sacas después, se van a haber olvidado de ti. Había que empezar de cero con la promo el 15 de enero».
¡Pero esto se ha planificado como lanzamiento global, tipo Adele!
Ana: «Pero no somos tan importantes (risas) Estamos en el punto medio de que no podemos sacar el disco cuando queremos y de no ser tan importante».
¿Y eso os ha tocado la moral, tener el disco hecho tantos meses en un cajón? ¿Cuándo lo acabasteis?
Ana: «Nos jode, porque estamos acostumbradas a trabajar sin parar desde hace 3 años y de repente parar… Pero queremos hacerlo bien, así que nos jodemos y punto».
Carlotta: «El máster que usamos es del 27 de noviembre, pero el 90% está hecho desde mayo».
«Hacemos todo nosotras (…) y somos adictas al trabajo. Cuando el trabajo es de una persona externa lo notamos nosotras y creemos que se va a notar. Se pierde magia»
¿En estos meses no os han surgido cambios o retoques?
Carlotta: «Hay algunos detallines, como en una frase hacer un juego de voces, y lo que vamos a hacer es aplicar esos cambios al directo. Tampoco hemos estado componiendo porque el volumen de trabajo de sacar el disco ha sido enorme. Como hacemos todo nosotras: el arte, decidir si handwritten o algo digital, el póster, las lyrics…»
Ana: «El merch».
Carlotta: «Intentamos que todo salga súper compacto, y hemos tenido desde septiembre para esto que llamamos «trabajo de mesa», que no es componer, pero es importante».
Vista vuestra posición, ¿no pensáis en delegar?
Carlotta: «Es que no va a quedar tan bien. Sería rarísimo. Somos adictas al trabajo. Seguimos cuidando el detalle. Cuando el trabajo es de una persona externa lo notamos nosotras y creemos que se va a notar. Se pierde magia.
«Hemos pensado mucho todas las cosas de este disco. Llegará un 50% de los significados que hay detrás, el análisis puede ser más profundo o menos, pero hay un significado»
Por lo que decís, tenéis un apego al formato de disco largo que ya tiene poca gente joven.
Carlotta: «Me gustaría que el disco se recibiera al estilo antiguo, que escuches el disco en su totalidad, de la canción 1 a la canción 11, para ver qué línea hay, qué historia estás tratando de expresar en su totalidad. Va en conjunto con la portada, que te parecerá una tontería, pero estábamos muy concienciadas de las canciones que habíamos escrito, a la hora de decidir mirar fijamente a cámara. Hemos pensado mucho todas las cosas de este disco. Llegará un 50% de los significados que hay detrás, el análisis puede ser más profundo o menos, pero hay un significado».
¿En algún momento, pensasteis en no salir en la portada?
Ambas: «No, eso no».
Se me acaba de ocurrir que por ejemplo, The Strokes, una referencia para vosotras, no suelen salir en sus portadas.
Carlotta: «Es un poco antiguo, pero me gusta coger la música y ver quién la hace. «Ah, mira, son estos». Me parece una carta de identidad».
«En la portada decidimos mirar fijamente a cámara. No estamos desafiantes ni borrachas ni graciosas. Estamos tranquilas, serias, sabiendo dónde estamos mirando»
¿Por qué esa decisión consciente de mirar a cámara? ¿Es un desafío?
Carlotta: «Cuando miras a los ojos de alguien es como que no estás escondiendo nada. Si no, parece que hay algo que ocultar».
Ana: «Y queríamos mostrarnos tranquilas, como en el título ‘I Don’t Run’. No estamos desafiantes ni borrachas ni graciosas. Estamos tranquilas, serias, sabiendo dónde estamos mirando. Hemos pensado todo. En el primer disco todo tenía que salir ya, te quedabas hasta las 3 de la mañana en el ordenador escaneando en casa de tu madre, tenías que acabar 4 canciones para grabarlas al día siguiente… Fue una avalancha sin tiempo para nada. Y en este ha sido un gusto decidir cómo queremos estar, seguras, tranquilas».
¿En algún momento habéis sentido una presión brutal para este segundo disco?
Carlotta: «Era una inercia intrínseca en Hinds decir que sí a todo. De Japón a Australia, Estados Unidos, el «South By», volver a Madrid para el Orgullo… 2017 ha sido muy bonito, muy creativo, ha sido volcar todo lo que hemos recibido en 2 años y medio de gira. Hemos decidido tocar menos para poder hacer el disco, ha sido el año de crearlo y ha sido muy satisfactorio, ver qué hemos aprendido y ponerlo todo en un álbum».
«En ‘New For You’ nos habría encantado nombrar la canción con el solo. Es la belleza de hablar con un punteo. Un solo de guitarra lo vas a entender da igual el idioma que hables»
Los punteos siguen siendo los ganchos del disco, como en el primero. Se nota por ejemplo en ‘The Club’. ¿Lo hacéis a conciencia?
Carlotta: «Los trabajamos muchísimo».
Ana: «Nos encanta».
Carlotta: «Cuando estábamos decidiendo los títulos, en ‘New For You’, nos habría encantado nombrar la canción con el solo. Es la belleza de hablar con un punteo. Un solo de guitarra lo vas a entender da igual el idioma que hables. Tienen mucha carga emocional todos los solos, uno puede llegar arriba, de repente metemos una nota que no es la que esperabas… O repeticiones como en ‘Linda’, que da una cadencia muy dramática».
‘Linda’ suena muy tristona, melancólica. ¿Quién es Linda? ¿De qué va esta canción?
Ana: «Linda es el sonido de la canción. Nos cuesta escoger títulos y las vamos llamando en función del «vibe». ‘To the Morning Light’ era «Furious». Y esta es la única que dejamos y mantuvimos como ‘Linda’. Va de algo muy triste…»
Carlotta: «Es sobre perder el amor involuntariamente, la otra persona lo pierde y tú notas que lo estás medio perdiendo también, no sabes que está ocurriendo, ese misterio del amor que se va…»
Ana: «Y del momento en que te das cuenta».
«I Feel Cold» también es una canción de amor…
Ana: «Igual que ‘Leave me Alone’ eran 12 caras del amor, este son 11 caras de desamor».
Carlotta: «Nos pilló en un momento de cambio. Fuimos a la vez, las dos tuvimos cambios personales. Es una pena pero nos vino muy bien para componer (risas)».
Sobre todo la segunda parte del disco sí que tiene un poso tristón, ¿para vosotras es un disco triste?
Ana: «Es más honesto, más introspectivo…»
Y luego cerráis con una canción lo-fi, en 3 idiomas. Está el morbo de oíros en español, aunque ya hicisteis una banda sonora.
Carlotta: «Pero no la compusimos nosotras».
Ana: «Esta la pusimos al final porque si pones eso en medio, rompe la continuidad. Es demasiado diferente. La grabamos como siempre con el móvil, y Carlota empezó a cantar en español. La grabación buscaba como un patio español, con las chanclas de gente, los pájaros… Al ser en español nos parecía que pegaba más. Esa canción solo tenía sentido con esa grabación. No pegaba hacerla más rockera ni en inglés».
Carlotta: «Es una bajada a tierra, va de ser músico, vivir en la carretera… Vimos que teníamos que hacer una canción de carretera, y nos apetecía que fuera más arraigada. Ella (Ana) es medio francesa, por parte de madre, y queríamos que la guitarra sonara lo más «plain» posible».
Ana: «Es cruda. Es sobre echar de menos a la gente, sobre estar desesperadas, entender que la gente te rechace por la vida que tienes, sobre nunca estar aquí».
Carlotta: «No es que nunca estemos aquí, es que nunca estamos en ningún lugar».
La métrica es distinta y se dice que es más fácil escribir pop en inglés por los monosílabos, etcétera. ¿Cómo ha sido el reto de enfrentaros al español y al francés?
Carlotta: «Pues fíjate que no nos gusta que se repitan ciertas palabras en el mismo disco, y al escribir en español de repente tienes todo el vocabulario…»
Ana: «Cuál es la personalidad de Hinds en francés o en español no lo sabemos. En inglés tenemos muy claro cuál es. Es un desafío».
La vida de rockstar se lleva por delante a muchísimos artistas en los segundos y terceros discos, ¿es algo que habléis entre vosotras?
Ana: «Esta pausa de 6 meses nos ha venido muy bien, el sello necesitaba esos 6 meses y nos han parado los pies. Es verdad que no vamos a tener vida normal, pero ahora que vienen 6 meses de gira, me acordaré de mis 6 meses en Madrid, viendo a todo el mundo, tranquilizándote».
¿De qué canción estáis más orgullosas esta vez aunque nadie os esté preguntando por ella?
Ana: «Para nosotras tenemos 10 singles dentro del disco. La única que podemos quitar del directo es la última, porque hacer un acústico, como que no».
Carlotta: «‘Echoing’ va a ser de las que no nos preguntan mucho, y todos los versos tienen un juego de voces, la parada del tercer verso siempre antes…»
Yo sí os iba a preguntar porque me ha recordado un poquito a ‘Brimful of Asha’ de Cornershop, una canción divertida, bailable, que llama la atención, parece que tiene un algo diferente.
Ana: «Es la más caminable, pero en el trasfondo para nada. Parece que va de una cosa y la letra va de otra».
Carlotta: «Hay contraste entre verso y estribillo. Todo los versos van de «te sigues acordando de mí» y el estribillo, con todas a la vez, es «yo también me acuerdo de ti»».
Ana: «Dijimos: «Ade, hazte un bajo y a ver qué pasa». El punteo que habría sido una guitarra en el disco 1, aquí lo hace el bajo. El bajo es la melodía que se queda en la cabeza».
¿Dónde habéis trabajado con el co-productor Gordon Raphael, y cómo ha ido, qué ha aportado?
Carlotta: «En Cádiz. No tenemos una experiencia gigante con productores, no sé si es lo normal, pero se metió muy poco. Es el tipo de productor que deja al grupo ser como es. Las decisiones de este pedal, este ampli… era decisión nuestra. Decía «lo que tú quieras»».
Por eso sois co-productoras…
Carlotta: «Hemos usado nuestros propios instrumentos y pedales en casi todas las canciones. Queríamos tocar las 4 a la vez, que fuera en directo. Nos gusta trabajar con gente que le gusten Hinds, obviamente, y él era fan desde hace un montón. Nos escribió por Facebook cuando teníamos solo ‘Bamboo’ y ‘Trippy Gum’ para decirnos que le gustábamos, y se quedó una puerta abierta».
«Gordon nos hizo trabajar un montón las voces, «más divertidas, más enfadadas, en esta toma tomáoslo tranquilo». Dio un punto de misterio que favorecía a la canción. Hay una textura en las voces que no existe en el primer disco, también a nivel tonal»
¿Le conocíais como productor?
Ana: «Hombre, claro. Ha hecho muchos discos que nos gustan. Tiene un abanico tan grande, sabe adaptarse a diferentes grupos».
Carlotta: «Nos hizo trabajar un montón las voces, a nivel pronunciación y a nivel experimentar, «más divertidas, más enfadadas, en esta toma tomáoslo tranquilo». Dio un punto de misterio que favorecía a la canción. Hay una textura en las voces que no existe en el primer disco, también a nivel tonal, con tonos que no estaban en el primer disco y dan mucho color».
Preguntaba si le conocíais porque no se me hace tan famoso o responsable del sonido Strokes. Igual es que simplemente no es mediático.
Carlotta: «Es cero mediático, se fue a vivir a Berlín, es bastante personaje, hizo ‘Is This It?’ y ‘Room on Fire’ y tiene historias para parar un tren. Nos contaba que pudo tocar con Nirvana. Le paró Kurt Cobain por la calle y le dijo: «¿tú no tocas?». Le dijo que les faltaba una persona para la gira europea, pero como (Gordon) había quedado con su «dealer», dijo que no. Estaba tan agobiado por su cita con el «dealer» que le dijo que no. Ahora ya está desintoxicado (risas).
Habéis viajado una pasada, la gira anterior fue monstruosa, y la nueva es monstruosa. ¿Hay algún sitio donde tengáis más ganas de volver?
Ana: «Chicago porque tenemos muchos amigos, por lo que es lo más cercano a estar en Madrid. Son unos 15 amigos, de los que hemos estado en su casa. No son conversaciones todo el rato de «qué edad tienes, soy Ana», «pues nada, vamos a emborracharnos porque tampoco vamos a hablar gran cosa». Somos muy amigas de Twin Peaks y ellos se sienten así en Madrid. Da gusto».
Carlotta: «Te dejas allí un trocitín».
Ana: «Y a nivel musical, es muy rock, el público es la caña, y muy joven».
«En Escandinavia son demasiado fríos para lo que es un show de Hinds»
¿Y dónde no tenéis ninguna gana de volver?
Ambas: «Escandinavia».
Carlotta: «Son demasiado fríos para lo que es un show de Hinds».
Ana: «Esto es un poco súper racist» (risas).
Carlotta: «Oyes a la gente toser, se oye en toda la sala entre canciones. Es muy diferente de lo que querrías en un concierto de Hinds».
Ana: «Se salva Copenhague».
¿Y volveréis?
Ana: «Nos obligarán, llegará un momento. La última vez dijimos que no, y nos dijeron: «es muy importante, compran muchos discos». Hicimos una gira escandinava, que fue absurdo».
¿Habéis tenido un «meltdown» gordo durante alguna gira?
Ambas: «Todas y varias veces».
¿El peor?
Carlotta: «El que fue a la vez en marzo de 2016, más bien al principio de la gira, sabiendo todo lo que nos quedaba. Intentamos crecer a nivel global, a la vez en todas partes, y los 5 primeros meses son los más importantes para todo el mundo. Tienes que estar solo en Reino Unido un mes, en Europa un mes, en Estados Unidos un mes…».
Ana: «Y luego está España, lo de «¡¡nunca tocáis en España!!».
Carlotta: «Se nos juntaron 3 meses de «ya que estáis en L.A. tenéis que hacer un vídeo», y de «cómo vais a estar en Madrid si podéis estar nosedónde». Decíamos a todo que sí porque cómo vas a decir que no, y tuvimos unos teloneros que nos hundían la vida, cuando normalmente intentamos que nos motiven para salir con ganas hacerlo mejor. No nos gustaban nada, eran muy lentos, y como personas eran más lentas aún».
¿Pero quiénes eran?
Carlotta: «No lo vamos a decir, es muy feo. No te van a sonar tampoco… un grupo americano».
Ana: «Se nos juntó ahí todo, discutimos con el mánager, entre nosotras, íbamos a ir a Japón, luego a Australia, estábamos en San Francisco, y como es carísimo, compartíamos habitación las cuatro…»
¿Y cómo salisteis de ahí? ¿Cancelasteis Japón?
Ana: «Fuimos, fuimos. ¡No cancelamos nada!».
Carlotta: «Salimos siendo más duras con nuestro equipo. Vamos poniendo límites. De ahí salió un grupo de WhatsApp entre las cuatro».
¿Cómo se llama?
Carlotta: «Se llama «misión ser la polla» para preparar los conciertos (risas). Entonces se llamaba «Hinds, palo de remo»».
Ana: «No nos puedes hacer girar tanto tiempo. No tiene sentido dar un concierto de mierda. En esa gira estaba todo sold-out: enero, febrero, marzo. Si tengo un sold-out y no quiero salir a tocar, algo está fallando».
«No nos puedes hacer girar tanto tiempo. No tiene sentido dar un concierto de mierda. En aquella gira estaba todo sold-out: enero, febrero, marzo. Si tengo un sold-out y no quiero salir a tocar, algo está fallando»
¿No os habéis tenido que enfrentar a ningún concierto fuera de Reino Unido sin gente?
Ana: «Sí, la gira escandinava, encima que vamos, ni siquiera vendemos. ¿Como que vamos a pasar a una sala más pequeña? ¡Hemos venido cuando podíamos estar haciendo otra cosa, y no estamos haciendo ninguna entrevista! Anna of the North es amiga y nos decía: «¿cómo venís ahora, con todo nevado? Si está todo el mundo estudiando» (risas).
Con Anna of the North sí que no tenéis nada que ver…
Carlotta: «No, pero es majísima. Tenemos mucho que ver pero personalmente».
A pesar de todos estos viajes, Madrid sigue siendo la ciudad que más os escucha, según Spotify.
Carlotta: «Sí, y nosotras lo sabemos».
Ana: «Dicen que en España no triunfamos tanto, pero es que la prensa no está actualizada. En Madrid actúamos en La Riviera, que es de grande como el recinto donde tocamos en Londres».
«La mayoría de las críticas ni las leemos, porque ya sé qué va a poner, y para hundirme, no, hay que seguir para adelante»
No se os trata tan mal en la prensa de aquí, este rifirrafe con la prensa se tiene que terminar…
Ambas: «¡Que se acabe, por favor!».
Ana: «Ayer leí con Pelayo la crítica de El País del concierto de Costello».
Carlotta: «No quiero saberlo» (risas).
Ana: «No te puedes imaginar. La mayoría de las críticas ni las leemos, porque ya sé qué va a poner, y para hundirme, no, hay que seguir para adelante. Pelayo nos dijo: «esta ha sido horrorosa». Y ayer tuve una entrevista con El País y me la leí. Me sacó el periodista el tema y me dice: «No, hombre, estuvo bien». La había leído hasta la mitad, que estaba más o menos bien, pero la segunda mitad es como si fuéramos el demonio. Al parecer hay solo una persona que hace las críticas de conciertos de El País, y si no le gustamos a él, pues ya está» (risas).
No os voy a preguntar por El País, pero sí por JENESAISPOP.
Ana: «La mejor review de ‘Leave Me Alone‘, la más bonita, fue la de JENESAISPOP. Lo decimos de corazón. De decir, ¿cómo puede entender cosas que no hemos contado a nadie?».
Eso puso vuestro mánager, Joan Vich, en Twitter, pero yo os quiero preguntar por el vídeo de Carlotta con Cecilio G de El País. Se me ha hecho muy incómodo de ver.
Carlotta: «Lo hicimos hace un año, antes de verano de 2017. Él estaba muy nervioso. Había un guión, la idea era hacer algo tipo Eric Andre, unos shows locos incomodando al invitado pero con producción, por ejemplo le ponen un culo en la cara a Mac DeMarco, le tiran cosas al invitado… Había dos cosas pactadas, como lo de C. Tangana. Pero se hizo la entrevista con un formato y ha salido mucho después como otra cosa que no tiene nada que ver».
Ana: «A mí me flipa». (risas)
Carlotta: «Imagino que es más potable de ver si sabes que no lo estoy pasando mal».
El caso es que hay un momento en el que leéis una noticia que juraría que es nuestra, rollo «C Tangana pide matrimonio a Carlotta» y tú Carlotta, dices: «eso es basura».
Carlotta: «Pero la basura es C. Tangana, no la prensa. Y de todas formas estaba pactado. Como con todo el tema de C. Tangana nunca he declarado nada… Esa era otra de las cosas, vamos a decir que «vaya basura», y como entre ellos también tienen beefs…»
En cualquier caso sí entiendes entonces, que sea noticiable que C. Tangana te pida matrimonio en una canción.
Carlotta: «Hay tanta cosa con C. Tangana que no, no tiene nada que ver con el periodista que lo escribe. Es una historia un poco larga».
¿Cómo has llevado este tema?
Carlotta: «Se me ha ido haciendo peor. Ha sido una pesadilla a posteriori más bien, a nivel personal».
«El encuentro con C. Tangana no fue muy agradable»
¿Pero por qué?
Carlotta: «Yo no le conocía cuando hizo la canción, nos enteramos a la vez que todo el mundo. Estábamos en Albuquerque y todo el mundo escribiéndome desde Madrid, preguntándome si era mi amante, que qué coño había hecho, amigos diciendo que sabían dónde ensayaba y que iban a ir a por él, mi ex novio por ahí… Fue un poco locura. Y al final viene a un concierto en la Joy Eslava que hacíamos con Twin Peaks, y le conozco en persona porque en cierto momento habíamos hablado, y me propuso hacer una cover de ‘Hotline Bling'».
Ana: «Me había olvidado de eso, ¡ay, Dios!» (risas).
Carlotta: «No fue muy agradable el encuentro. No sé muy bien qué contar…»
Ana: «No tienes por qué estar protegiéndole. Aunque tampoco es plan de reavivar».
El caso es que no hicisteis la cover de Drake…
Carlotta: «No… Y desde entonces me lo he cruzado en algún photoshoot y todo bastante educado y bien. Casi se me hace más raro por su parte».
Ana: «Él fue un poco desagradable y el asunto no ha sido más desagradable porque tú no has entrado al trapo y porque no has estado aquí (en Madrid)».
Desde fuera, parecía algo divertido.
Carlotta: «Para mí también lo fue. Yo no me ofendí con la canción ni nada».
Ana: «La canción era una macarrada y ya está, pero la están dando por culo en Instagram y no sé… no sabes ser simpático, agradable, educado».
Cuando os entrevisté la otra vez, decíais que os gustaban muchos grupos de chicas. ¿Sigue siendo así?
Carlotta: «Nos inspiran chicas en grupo, pero por desgracia grupos de chicas no se nos ocurre ninguno».
Ana: «Partes de cómo han hecho la promo Haim, las letras de Courtney Barnett… pero tampoco un ídolo que todo lo que haga me parezca genial».
Habláis del sexismo en la nota de prensa, y muy claramente se os ha observado con lupa, ¿habéis notado algún cambio en estos tres años?
Ana: «Es muy pronto para decirlo. Igual lo veremos cuando salgan las reviews».
Lo digo porque hicisteis el anuncio «no es no» mucho antes del movimiento Time’s Up.
Ana: «Yo creo que todo el mundo es más consciente, el tema está en el aire, se están diciendo las cosas, son tiempos delicados, hay mucha información todas las semanas y yo creo que eso es buenísimo. Pero no estamos en el «ya ha ido a mejor». Estar todo el rato acusando deja en evidencia que esto ocurre sin parar. Creo que los frutos vendrán más tarde».
La condena de prisión a Valtonyc –que llegó incluso a la prensa internacional–, así como los juicios pendiente de sentencia a otros raperos como Pablo Hásel y La Insurgencia, ha causado gran indignación entre parte de la ciudadanía. También entre otros artistas (incluso festivales como Primavera Sound emitieron un comunicado en su apoyo), que ven cómo ellos podrían ser los siguientes, llegado el caso.
Por eso, la plataforma #NoCallarem ha logrado reunir en su apoyo a un buen número de MCs de toda España que han decidido “autoinculparse” cantando la canción ‘Los Borbones son unos ladrones’, una de las frases que sirvió al Tribunal Supremo para sentenciar a prisión al rapero mallorquín.
Hasta 13 artistas del género de todo el país, desde Frank T hasta Elphomega pasando por los desaparecidos Chikos del Maíz –reunidos para la ocasión– o Def Con Dos (César Strawberry, también juzgado y finalmente absuelto por una serie de tuits, aparece con una cadena sobre su boca haciendo de mordaza) se reunieron, junto con bailarines y grafiteros, en la clausurada cárcel Modelo de Barcelona para filmar un vídeo de la canción.
Vídeo que se lanzaba esta mañana y que personalidades políticas como Alberto Garzón difundían en sus redes sociales, convirtiéndolo en pocas horas en Trending Topic en Twitter y llevándolo directo al Top 1 de las Tendencias de vídeos de Youtube. El tema construye una base jazz sobre la que, además de los ya citados, artistas como Machete en Boca, Homes i Dones Llúdriga, La Raíz, Ira, Tribade, Noult, ZOO, Rapsusklei y Sara Hebe cantan en su estribillo “libertad de expresión, tomando posiciones, que retumben las prisiones, los Borbones son unos ladrones”.
Semanas atrás hablábamos sobre Buzzy Lee, proyecto personal de Sasha Spielberg, que ha gestado su EP debut junto a su “mejor amigo” Nicolas Jaar. Su single, que se presentaba en los mismos días en que el artista de origen chileno lanzaba su sobresaliente disco como Against All Logic, ‘2012-2017’, se llama ‘Coolhand’ y ha ido calándonos lentamente hasta convertirse en una canción difícil de sacar de nuestra cabeza.
Un tema repleto de sutileza pero con una rítmica uptempo, un ambiente misterioso aportado por sintetizadores de querencia retro que recuerdan a proyectos como Au Revoir Simone o Ariel Pink, aunque la bonita voz de Sasha remite, más bien, a la de Feist (en algunos momentos su timbre es prácticamente idéntico). Una canción que embruja con cierto misterio, pero que no es en ningún momento esquiva (‘No Her’, presentada hace pocos días, resulta más oscura, por ejemplo). La producción de Jaar es magnífica, manejando los sintetizadores con sutileza y haciendo de la percusión una auténtica montaña rusa.
Este fin de semana, además, se ha presentado un vídeo oficial para la canción que aumenta su poder. Curiosamente, siendo hija de Steven Spielberg, el clip tiene más que ver con el universo estético de David Lynch que con el de su padre. Saltando del sueño a la realidad, la Sasha más mundana e insegura sueña con un yo que, aún mostrándose estelar en un viejo escenario, está rodeada de sombras. Incluye, para redondear la semejanza, un personaje estrafalario/turbador, personificado en una anciana bailarina. “El mensaje es: ayúdame, me siento insegura y me siento así mucha veces”, revela abiertamente Sasha en una entrevista. Tanto ‘Coolhand’ como ‘No Her’ forman parte de ‘Facepaint’, ese disco breve hecho junto a Jaar que se publica el próximo 27 de abril y que parece que va a despegar a Sasha la etiqueta de “hija de”.
Justo en los días en que se cumplen 10 años de que llegara al número 1 en Estados Unidos por última vez con la contagiosa ‘Touch My Body’, Mariah Carey es noticia por ser la gran protagonista del último spot de HostelWorld. El anuncio está rodado en Barcelona, aunque su vocación claramente sea internacional. En él, el personal del hostel se revoluciona cuando descubre que hay una reserva a nombre de M. Carey.
Mariah Carey -ojo, hay broma sobre la pronunciación correcta del nombre de la diva- por poco se desmaya cuando descubre que está en un hostel en lugar de en un hotel, si bien al final decide “integrarse” realizando una actuación “improvisada” en el bar de este local.
La cantante era vista en Barcelona hace casi un año. En junio del año pasado El Periódico publicaba unas imágenes suyas en el Paseo de Gracia, como también lo hacía ABC. Suponemos que fue entonces cuando se rodó este spot si bien no ha sido hasta este fin de semana cuando finalmente ha visto la luz. Ella misma lo ha promocionado en Instagram bromeando sobre «el drama» de hospedarse en un lugar así.
Mariah Carey está grabando su nuevo disco como también ha dejado ver en las redes sociales.
Bad Gyal ha agotado con un mes de antelación las entradas para la presentación en el OchoyMedio de Madrid el próximo sábado 5 de mayo de su excelente segunda mixtape, la ultra adictiva ‘Worldwide Angel‘. Sin embargo, acaba de anunciar una segunda fecha el día siguiente, 6 de mayo. Eso sí, será por la tarde, con las puertas abriendo a las 16.00. Un curioso plan para la tarde de dicho domingo para la que se acaban de poner a la venta las entradas en Ticketea desde 10 euros. La cantante también ha agotado los pases para el concierto de Apolo en Barcelona el 13 de mayo.
Por otro lado, Bad Gyal es protagonista de un pequeño microdocumental producido para RTVE en el que la cantante habla de cómo compone a partir de la improvisación, recuerda que ha trabajado de «panadera, teleoperadora, camarera, canguro, profesora, monitora y limpiadora» y habla con entusiasmo de su descubrimiento del dancehall. Aunque el titular seguramente lo deje cuando habla de feminismo.
Esta es su declaración sobre su derecho a vestir o enseñar cuanto quiere: «Una chavala que va en chandal o no se quiere maquillar me parece estupendo, pero eso no significa que ella sea más auténtica o que tenga más carácter o que sea menos sumisa. Yo enseño el culo y bailo así porque quiero y me hace sentir bien. No pienso que eso sea malo ni que proyecte una imagen de sumisión, ni de que consigo las cosas con eso porque no. Lo hago porque me gusta. Espero que se pueda entender la idea de que puede existir una chavala que le guste hacer eso, porque le gusta a ella misma. No quiero que nadie piense que lo estoy pasando mal (risas) por hacer ciertas cosas. Si alguien piensa que eso es malo para mí, que se esté tranquilo, que yo estoy de puta madre y contenta con lo que hago”.
La Pegatina han publicado esta semana un disco nuevo llamado ‘Ahora o nunca’ cuyo single principal es la colaboración con Eva Amaral que os presentamos hace un par de meses, ‘La tempestad‘. El álbum incluye también colaboraciones con Rozalén y Macaco, entre otros muchos artistas, lo cual garantizará buenas entradas en las listas que conozcamos la próxima semana.
Hoy el grupo concede una entrevista a 20 Minutos que deja un titular simpático cuando este medio les pregunta cómo se toman que les llamen «perroflautas». Y se oyen risas, pero lo tienen claro: no se ven a sí mismos como tal. Adrià indica: «Nunca hemos tenido ni perro, ni flauta (…) Calificarnos así es muy simplista. Si no te gusta la música alegre, ya sabemos todos lo que eres». Y Rubén añade simplemente: «Quien nos escucha ve que somos diversos».
Las declaraciones «no tengo ni perro ni flauta» recuerdan mucho a las realizadas por Bebe a lo largo de los años, indicando que hacía tiempo que no tenía perro y que no tocaba la flauta desde la E.G.B. Teniendo en cuenta que cuando entrevistábamos a Fernando León de Aranoa respondía a una pregunta con la etiqueta de «director perroflauta» esquivando el término… ¿existirá algún artista dispuesto a enarbolar la bandera del orgullo perroflauta?
Arcade Fire continúan con la gira de presentación mundial de ‘Everything Now‘, que pasará el 21 de este mes por el Palau Sant Jordi de Barcelona y el 24 de abril por el WiZink Center de Madrid. En ambos casos aún quedan entradas a la venta en Ticketmaster, aunque no de pista.
El grupo ha estado este fin de semana en Dublín, y a su paso por Irlanda han querido rendir homenaje a una de las personalidades desaparecidas este año de este país, Dolores O’Riordan, que fallecía el pasado mes de enero a los 46 años por causas no reveladas. Los resultados de su autopsia estaban previstos para principios de este mes, pero se han retrasado y lo único que se ha hecho público es su último mensaje de voz, dejado horas antes de morir, en el buzón de voz de un responsable de su sello.
Arcade Fire han entonado unas frases de ‘Linger’, uno de los grandes hits de Cranberries, integrándolas con ‘Everything Now’. La idea ha sido sustituir las cuerdas del éxito ajeno por el tarareo del propio, haciendo que ambas canciones converjan inesperadamente.
Curiosamente, Dolores O’Riordan estuvo 20 años casada con un canadiense, su mánager Don Burton, fijando su residencia en este país, en concreto en Toronto (Arcade Fire son de Montreal).
La Canción del Día del pasado sábado fue, inequívocamente, ‘Nice for What’, la nueva de Drake. Sin embargo, el tema no ha podido ser número 1 directo del global de Spotify como ha conseguido el artista en otras ocasiones. ¿La razón? Él mismo con su single anterior, ‘God’s Plan‘, que sigue ocupando la posición de honor con unos 5 millones de streaming diarios en todo el mundo. ‘God’s Plan’ ha sido número 1 global en Spotify 74 días desde que se editara hace 79 días y es ya uno de los mayores éxitos de la gran historia de éxitos de Drake, con más de 500 millones de reproducciones solo en la plataforma sueca.
En este Drake contra Drake, ‘Nice for What’ logra ser el número 2 global de Spotify tras sí haber logrado alzarse con el número 1 de streaming en esta plataforma en mercados estratégicos como Estados Unidos, Reino Unido y Canadá. Otros como el nuestro aún tienen que verla asomarse por las posiciones importantes, pero en cualquier caso, ya van 8 millones de reproducciones en algo menos de 2 días.
Además, en este caso y a diferencia de lo que suele ser habitual últimamente para Drake, el vídeo se ha lanzado al mismo tiempo que la canción. Ya lleva casi 9 millones de visualizaciones, muchos de los cuales -los locales, lógicamente- contarán para el Billboard Hot 100. ¿Logrará ‘Nice for What’ desbancar a ‘God’s Plan’ en tan influyente lista?
Caído Myspace –los lectores más jóvenes ni sabrán de qué narices hablo– Youtube ha pasado a alojar la mayor cantera mundial de artistas musicales. Una de las youtubers musicales que ha emergido de manera más potente en los últimos meses ha sido la adolescente Claire Cottrill, una chica de 19 años residente en Boston que tiene varios vídeos, extremadamente caseros, pero que suman varios millones de reproducciones.
Clairo, como se hace llamar, es capaz de emocionar tanto con una sencilla versión a la guitarra de ‘He Can Only Hold Her’ de Amy Winehouse como con sus propias composiciones que, si bien a veces tienen bases más elaboradas (‘Get With U’) y contemporáneas, a menudo están hechas con un teclado doméstico y sus bases pre-programadas. Es el caso de ‘2 Hold U’ o ‘Pretty Girl’, el que se ha convertido en su gran éxito, con más de 12 millones de reproducciones del vídeo y más de 10 streamings en Spotify.
Se trata de una canción que, en contraposición a su lo-fi extremo, ofrece una melodía preciosa, interpretada por Clairo con una mezcla de candidez y rotundidad bastante sorprendente. La naturalidad que desprende su imagen en el vídeo tiene una razón y da una medida de por qué tanta gente la admira: explica que grabó el vídeo nada más levantarse, con el pelo y la cara sucios, porque la canción precisamente habla sobre una relación en la que se obligaba a sí misma a ser perfecta para complacer a su pareja. “La única forma en que podía hacer este vídeo era divertirme mucho mostrándome desagradable y que no me importara en absoluto”, dice su descripción.
Recientemente, Clairo lanzaba su vídeo más profesional hasta la fecha para su single ‘Flaming Hot Cheetos’, en el que comienza paseando entre un grupo de los aperitivos picantes que protagonizan este tema que alterna una base hip hop, teclados ensoñadores y una línea vocal de soul blanco a lo Lily Allen. Lo cierto es que sus canciones y su personalidad son cada vez más conocidas –a principios de año, Pitchfork le dedicaba un extenso reportaje y entrevista– y uno de los artistas que se ha rendido a su encanto es Danny L Harle, de PC Music, que hace unos meses publicó ‘Blue Angel’, un fantástico single de pop electrónico contemporáneo que contaba con la voz de Cottrill como protagonista, demostrando cuánto puede llegar a brillar fuera del ámbito Youtube. Su último salto, y probablemente el definitivo para trascenderlo, es el de ejercer de telonera para Dua Lipa en la gira que la norteamericana realizará el próximo verano.
Conocimos a la joven Lucy Dacus en el Primavera Club de 2016, cuando Matador Records acababa de ficharla reeditando ‘No Burden’, su álbum de debut, lanzado anteriormente a través de EggHunt Records, un modesto sello de su Richmond natal. Dos años después, el salto cualitativo de la compositora y guitarrista virginiana se ha certificado claramente en ‘Historian’, un trabajo completo y sólido con el que, además, se aleja de la Americana genérica para autodefinirse en base a sus propias particularidades. Tampoco es que su ópera prima oliese a folk-rock-country de manera exagerada, pero a nivel compositivo presentaba más dependencia con respecto a patrones clásicos que este nuevo disco.
‘Historian’ es un álbum que, ante todo, pone en evidencia la fortaleza interna de su autora, respondiendo ante todo tipo de situaciones sentimentales que la vida le brinda siempre con la misma positividad y entereza, sacándole a todo el lado bueno. Resaltando la dignidad con la que falleció su abuela en la escalofriante y grandiosa ‘Pillar of Truth’, por ejemplo; normalizando y aceptando la sensación de agotamiento creativo en ‘The Shell’, que paradójicamente tiene una de las líneas melódicas vocales más bonitas y voladoras del disco; o remangándose las manos para implicarse en la reconstrucción político-social de su país en ‘Yours & Mine’, al dejar de reconocerlo como su hogar tras los disturbios raciales de Baltimore de la primavera de 2015. Da igual el tema del que hable: familia, amor, política, arte, fe o amistad: siempre lo hace dominando el sentimiento y construyendo en positivo.
A nivel estilístico, Lucy Dacus guarda cierto paralelismo con su muy buena amiga (¡tienen hasta un choque de manos personalizado!) y compañera de sello Julien Baker. Si desnudáramos los temas de Dacus hasta dejar solo la guitarra y esa voz elegante y gruesa, observaríamos que ambas se sirven de melodías similares, honestas y serenas, aunque en el caso que nos ocupa aquí estén revestidas con una instrumentación mucho más vigorosa, en la línea de Waxahatchee, Courtney Barnett o Sharon van Etten. La diferencia fundamental entre las dos artistas sureñas radica en el control que Dacus ejerce sobre las emociones que expone. En el planteamiento común de casi todas las canciones de ‘Historian’ hay un punto culminante de inflexión que hace que, de algún modo, las heridas de las que habla cicatricen. Heridas que son producto del aprendizaje más que del dolor en sí; pero de ese modo consigue extraer lo positivo de cada una de ellas y cerrarlas.
El particularismo estilístico de Lucy Dacus en este disco, por tanto, consiste en eso: además de en la fortaleza y en la positividad, en la acertadísima administración de la épica culminante, plasmada en saltos de voz, estallidos de guitarra y cambios de ritmo en momentos clave, siempre cerca del final. Todo ello se manifiesta de forma especialmente atractiva en la inaugural y creciente ‘Night Shift’, donde Dacus soluciona de manera práctica el dolor de una ruptura optando por cambiar de turno laboral y confiando en el paso del tiempo; en la redonda, carismática e imparable ‘Nonbeliever’; en la ya mencionada ‘Pillar of Truth’; y, desde la morfología de un blues oscuro que rompe tormentoso, en ‘Timefighter’, un precioso llamamiento irracional y derrotista a la lucha contra el paso del tiempo.
Otras piezas destacadas del álbum son la ya citada ‘The Shell’, cuya preciosa línea melódica navega por las aguas tranquilas de la aceptación, y una ‘Addictions’ a través de la cual reflexiona, ella que no toma ni café por no viciarse a nada, sobre la peor de las dependencias: a una persona concreta. Ambas muestran claramente la gran capacidad de aprendizaje de Dacus: el aplomo que da saber que hay errores que no se repetirán nunca más. Lo más interesante del álbum, en relación a su trayectoria en ciernes, es apreciar cómo la artista está construyendo sólidamente su personalidad musical, al tiempo que lo hace también como ser humano. Porque no hay éxito mayor en esto que empezar a triunfar sonando a una misma, y Lucy Dacus lo ha hecho. Simplemente alejándose de todo aquello de lo que no puede extraer aprendizaje alguno, y abrazando todo lo bueno y lo malo que le pasa con optimismo y fortaleza interior.
Calificación: 7,7/10 Te gustará si te gustan: Julien Baker, Courtney Barnett, Waxahatchee, Sharon van Etten o Laura Marling. Lo mejor: la épica y los saltos de voz de ‘Night Shift’, ‘Nonbeliever’, ‘Pillar of Truth’ y ‘Timefighter’, y la preciosa línea melódica vocal de ‘The Shell’. Escúchalo:Spotify
Ayer Laura Pausini fue trending topic durante la tarde, pero no fue exactamente por su nuevo álbum, ‘Hazte sentir’, ni por su inminente aparición como jurado en una nueva edición de Factor X, con el que Telecinco claramente pretende aprovechar la ola generada por Operación Triunfo 2017. Con motivo del estreno de este programa, la artista italiana visitó ayer por la tarde el magacín televisivo presentado por Toñi Moreno, ‘Viva la vida’.
En un momento de la entrevista, Moreno le dijo a Laura que deseaba ser como ella: «Me encantaría cantar, pero tengo una oreja aquí y la otra aquí. Me encantaría ser madre y no lo soy. Tú tienes todo lo que yo quiero. El marido te lo puedes quedar…” Entre risas, ante esta última frase, Pausini espetó a la presentadora: “¿Te gustan las mujeres?”
Visiblemengte incómoda, la espontánea pregunta dejó a la conductora de ‘Viva la vida’ bastante descolocada y reaccionó primero con cara de póker y luego, intentando bromear, dijo para salir “del entuerto” (sic): “no me gustan las mujeres, me gustas tú”. Una respuesta que, aunque hay que considerar que fue igualmente improvisada, no ha hecho gracia a todo el mundo. Brays Efe, actor que interpreta a Paquita Salas, ha afeado su falta de concreción en un tuit: “¿Sabes lo que sería un entuerto para las lesbianas que te ven? Que fueras lesbiana y dijeras que no porque te da vergüenza serlo. Entonces el nombre de tu programa sería una ironía”.
En Factor X, Pausini compartirá mesa de jurado con Risto Mejide, el locutor de Los 40 Xavi Martínez y el productor musical Fernando Montesinos. El habitual Jesús Vázquez conducirá el programa.
Momentazo en #VivaLaVida91 con Laura Pausini y Toñi Moreno.
¿Qué entuerto, Toñi Moreno? ¿Qué entuerto? Si fueras lesbiana, pues viva la vida, ¿no? ¿Sabes lo que sería un entuerto para las lesbianas que te ven? Que fueras lesbiana y dijeras que no porque te da vergüenza serlo. Entonces el nombre de tu programas sería una ironía.
De manera sorprendente, pues ya se había dado por cerrado el listado de nombres de esta edición, Bilbao BBK Live 2018 acaba de anunciar una nueva tanda de confirmaciones en su cartel en la que, sin duda, destaca un nombre no ya por encima de estos sino sobre gran parte del resto del cartel. Se trata de My Bloody Valentine, uno de los grupos más influyentes de las últimas décadas, que ya había anticipado su regreso a los escenarios este año. Esta actuación coincide con la próxima publicación de al menos dos EPs con nueva música del grupo británico comandado por Kevin Shields, que sucederían al sobresaliente ‘m b v‘ con el que regresaron, por sorpresa y tras años de silencio, el pasado 2013.
El resto de nombres de estas confirmaciones post-cierre de cartel son la superprolífica banda australiana de psico-rock King Gizzard & The Lizard Wizard, los prometedores Bad Sounds y el grupo local eMe. Estos 4 nuevos grupos se unen a un cartel que ya de por sí resultaba muy interesantes, encabezado por Gorillaz, The xx y Florence + the Machine, más unas segunda y tercera líneas espectaculares, con The Chemical Brothers, Noel Gallagher, alt-J, David Byrne, Childish Gambino, Jungle, Fischerspooner, Benjamin Clementine, Cigarettes After Sex, Bomba Estéreo, Triángulo de Amor Bizarro o Parquet Courts. Tanto My Bloody Valentine como King Gizzard & The Lizard Wizard pasan a engrosar el cartel del viernes, 13 de julio, junto a The xx y The Chemical Brothers, entre otros.
Bilbao BBK Live 2018 se celebrará entre los días 12 y14 de julio en Kobetamendi (Bilbao). El bono de 3 días para Bilbao BBK Live está a la venta a un precio de 155 euros + gastos (que se puede abonar en 2 o 3 plazos). También disponen de entradas de día a un precio de 60 euros más gastos y el cámping está disponible a un precio de 10 euros + gastos. Toda la información sobre entradas y la distribución por días, en su web.
Tres décadas después de sus momentos de mayor gloria, Samantha Fox vive una segunda juventud artística a sus más que bien llevados 52 años. Lo cual no es poco, si tenemos en cuenta que su mito como estrella del pop de los 80 se cimentó en sus muy sonados éxitos, extraídos de sus primeros discos de estudio. Canciones de tecnopop post-italodisco ultracomercial como ‘Touch Me (I Wanna Feel Your Body)’, el megahit ‘Nothing’s Gonna Stop Me Now’ –compuesto y producido por Stock, Aitken & Waterman, poca broma– o ‘I Surrender (To the Spirit of the Night)’ son epítome del sonido de la época y marcaron a aquella generación, por increíble que parezca, más que Talk Talk o The Cure.
Por supuesto, parte de ese éxito también se basaba en la exuberancia física de la artista británica, que la convirtió en icono de un prototipo de estrella del pop que, en versión algo más trash, perpetuaron la italiana Sabrina y la polaca Danuta Lato. Fox se esforzó por adaptarse a los tiempos en un par de discos lanzados en los 00s, pero la realidad se impuso y tanto ella como Sabrina han terminado sobreviviendo gracias a la burbuja nostálgica de los 80, participando en festivales remember o lanzando conjuntamente un single con una versión que nadie pidió de ‘Call Me’ de Blondie.
Pero ahora Samantha reaparece con ‘Hot Boy’, su primer single original en años y vuelve a lo que mejor sabe hacer: no, no me refiero a explotar su sensualidad –que también–, sino al mismo pop irresistible de influencia italo que la encumbró 30 años atrás. La canción tiene su guasa: se trata de un encargo para una película sueca llamada ‘Videoman’, una tragicomedia mezcla de costumbrismo y thriller que cuenta las penurias económicas que vive en la actualidad un hombre que fue dueño de un importante videoclub, eje del ocio cinematográfico en los 80 y 90.
La película, dirigida por Kristian A. Söderström, cuenta con un reparto lleno de caras conocidas como Stefan Sauk (‘La chica con el tatuaje de dragón’, de la saga ‘Millennium’), Martin Wallström (‘Mr. Robot’), Amanda Ooms (‘Los mercenarios 2’) o la estrella televisiva de los 80 en Suecia Lena Nilsson. ‘Hot Boy’ ha sido objeto de un clip, con “chico caliente” incluido y con Sam haciendo sus coreos mohínes y demás, aunque con una simpática pátina chanante general. ‘Muchachada Nui‘ ya lo predijo.
Tras tener que lamentar el pasado año la cancelación de su gira europea (España incluida), felizmente Damien Jurado anunciaba, días atrás, la próxima publicación de su 13º disco de estudio. Se titula ‘The Horizon Just Laughed’ y, tras discos de sonido expansivo como ‘Visions of Us on the Land‘, ‘Brothers and Sisters of the Eternal Son‘ y ‘Maraqopa’, el cantautor de Seattle se ha propuesta hacer una obra diferente en varios aspectos. Para empezar, por primera vez en mucho tiempo, se ha sentado él solo a los mandos de la grabación –que mantuvo prácticamente en secreto–, descartando esta vez contar con su amigo y más fiel colaborador reciente, Richard Swift.
Además, Jurado pretende dar a este disco un valor extra: en un tiempo en que “tenemos todo a un click de distancia”, él ha decidido premiar la paciencia y la expectación, como ha explicado en un extenso (e interesante) texto en Facebook. Por eso, cuando se publique el 4 de mayo, la única manera legal de oírlo será a la antigua, comprando el disco: retrasando la llegada de ‘The Horizon Just Laughed’ hasta el mes de julio, Damien no quiere “cerrar la puerta a los servicios de streaming”, a los que reconoce un papel importante para la música en general y su carrera en particular, sino “honrar a los fans que hacen el esfuerzo de comprar música física”.
En el escrito, el músico alude con nostalgia los tiempos en que uno sentía excitación por escuchar un disco y dedicada mucho tiempo a hacerlo. Una nostalgia que inunda los textos de presentación de disco y artista, ambos de su amiga la escritora Claire Carey Deering, y también ‘Over Rainbows and Rainier’, el primer adelanto del álbum. Una canción tan austera como emotiva en su ejecución, con un esqueleto apenas integrado por la guitarra acústica y la voz en un primer plano –a los que un delicado coro femenino se suma posteriormente, antes de un emotivo pero discreto arreglo de cuerdas y metales final–, para hacer brillar una melodía preciosa, perfecta para escuchar en bucle un lluvioso domingo como este (al menos en la mayor parte de España), mirando el aguacero desde la ventana.
Su vídeo, como la canción, muestra con un paseo en un viejo coche los majestuosos paisajes alrededor de Seattle, tras la que se eleva el monte Rainier al que alude la canción. Entre dylanianas referencias religiosas –comienza situando al Ángel Moroni, un símbolo importante en para la iglesia mormona, “dormido en el garaje, con un periódico bajo el brazo”–, Jurado poetiza la visión de la muerte futura y pide ser “llevado sobre arcoiris y el Rainier” para observar la belleza del mundo.
Este viernes se publicaba ‘Invasion of Privacy’, el primer disco oficial de Cardi B, rapera que marcó un hito el pasado año al ser la primera rapera, desde Lauryn Hill, en ser número 1 de Billboard Hot 100 en 20 años con su single ‘Bodak Yellow’. Su popularidad ha ido en aumento desde entonces, gracias a susdiversascolaboraciones y su carisma, por eso no sorprendía en absoluto que este sábado fuera la artista invitada en el show televisivo Saturday Night Live.
Su actuación está dando muchísimo que hablar, y no solo por razones meramente artísticas. Tras aparecer en primera instancia para interpretar un medley de sus primeros singles, la citada ‘Bodak Yellow’ culminada con ‘Bartier Cardi’, la rapera del Bronx regresó a escena para interpretar ‘Be Careful’, otro de los singles destacados de su álbum. La sorpresa llegó cuando, al abrir el plano de cintura para abajo, la cámara mostró cómo, con un vestido más ceñido, lucía un embarazo ya difícil de ocultar.
‘Invasion of Privacy’ está causando muy buenas sensaciones en las primeras horas desde que ha sido revelado, y personalidades y artistas como Oprah Winfrey, Erykah Badu o el rapero Logic ya han alabado el álbum públicamente. Aunque se conocía su tracklist, no se había desvelado quiénes serían los ya imprescindibles colaboradores estrella en el disco y, a decir verdad, las sorpresas han sido muy gratas. Además de Migos –el grupo de su pareja Offset– en ‘Drip’, Chance The Rapper, SZA, Savage 21, YG y Kehlani intervienen en sus temas, aunque sin duda la más inesperada (y feliz, por lo escuchado) es la intervención de Bad Bunny y J Balvin en ‘I Like It’, un tema que desde ya apunta a hitazo en los mercados latinos.
Triángulo de Amor Bizarro han acertado con ‘El gatopardo’ entregándose al formato EP como la muchachada. Por un lado, quitan hierro al marrón de tener que dar sucesión a ‘Salve Discordia‘, su cuarto largo, con el que ganaron tanto el Premio Ruido como el Premio MIN a Álbum del Año. Y a menos que alguien esperara que ganaran un premio Ondas (?), de Los 40 Principales (??) o un Grammy latino (???), en cuanto a reconocimiento no es que se pueda aspirar a mucho más. Por otro, en un momento de decepción política en el país -otro más-, entregan cuatro canciones muy de su tiempo que además presentan variantes estilísticas con respecto a lo que suelen hacer.
‘Ciudadanos’, con un teclado prestado de Serge Gainsbourg, es de todo menos sexy. Melódicamente es la canción menos inspirada del conjunto, pero su letra no puede llegar en mejor tiempo, con C’s tomando la delantera al PP en todas las encuestas para las elecciones generales tras su ascenso en las catalanas. «Pobre hombre afortunado, siempre podrás comprar coca / mientras proclaman que no existe izquierda ni derecha», termina diciendo, haciendo que merezca la pena que Triángulo de Amor Bizarro hayan publicado más una letra que una firme composición. Mucho mejor es la canción titular situada al final. Agitada y rabiosa pero contenida, medio sincopada, ‘El gatopardo’ vuelve a poner el dedo en la llaga: «O Isa, el gatopardo quiere cambiar todo / para que todo siga como está / O Isa, el gatopardo querría mudar su piel para que no cambie nada». ¿Nueva referencia al partido que puede gobernar para que «todo siga igual» y que en las entrevistas consideran de «extrema derecha»? Lo seguro es que aquí hay una parodia de aquel que proclama amar a nuestra patria, banderita en el balcón mediante, pero no lo ama en su diversidad: «amaba tanto a la patria que convirtió el país en un campo de fútbol», canta irónicamente Rodrigo Caamaño.
No se pueden pasar por alto las autorreferencias del EP, que hacen que ‘El gatopardo’ forme un gran conjunto. Esta última pista, además de una cita a la vieja canción ‘La malicia de las especies protegidas’ (la del «último lince»), lleva como veíamos una referencia a ‘O Isa’, la canción con la que se abre este EP. Y no es Isa Cea, co-líder del grupo, sino «nuestra fundacional Reina Malvada por excelencia, Isabel», en una canción que habla de «su estirpe, sus actos, figurados o no, su larga figura, su mano negra llegando hasta nuestro días». Retrata, pues, lo poco que han cambiado las cosas a lo largo de los siglos llevando a la «decadencia imperial de la actualidad», al «colapso de la civilización», a «una fiesta del fin del mundo» como indican en la nota de prensa; y lo hace en ese caso a través de sonoridades que juegan con el rock and roll, pero también con los bajos funk y con un «drop» algo ambient que nos lleva a los Radiohead de ‘Paranoid Android’, algo bastante inédito para el cuarteto gallego.
Canciones políticas con tantas lecturas (incluso ‘Ciudadanos’, que podría ser la más obvia, admite diversas interpretaciones en la mayoría de sus frases) no podían esperar en un cajón a que el grupo formara un disco completo. No es nada fácil hacer canción política sin caer en lugares comunes o hacer el ridículo y ellos lo evitan también en el single ‘Les llevaré mi cruz’, el más certero esta vez. El grupo expone aquí su típico pelotazo entonado por Cea, de lectura feminista y anti-paternalista, con el típico ritmo trepidante que Triángulo saben manejar con la gorra. Ya tiene vídeo con Luis Cerveró y seguro que acaba siendo una favorita de su repertorio junto a ‘Barca quemada’ o ‘El fantasma de la transición’. Hay buen pop, y en su caso siempre con fondo.
Calificación: 8/10 Lo mejor: ‘Les llevaré mi cruz’, ‘El gatopardo’ Te gustará si: piensas que vivimos en tiempos propicios para protestar y maldecir, para canciones de escarnio, como dicen ellos Escúchalo: Spotify
Hoy se cumplen 10 años del lanzamiento de ‘Just Dance’, el single de debut de Lady Gaga, que os presentábamos en un «Revelación o Timo» de la cantante (atentos a los comentarios) en julio de 2008, entraba en listas estadounidenses en agosto y alcanzaba el número 1 en medio mundo ya a principios de 2009, pero por lo visto se editaba realmente, de manera modesta, un 8 de abril. En cualquier caso todo ello sucedía un año antes de la llegada del videojuego que de hecho incluiría la canción de Gaga en su 5ª edición de 2014.
Lady Gaga emprendía con esta canción un viaje a la fama sin retorno que en este caso iría más allá de lo metafórico. Harta de su vida en bares perdidos de Nueva York, cogería un vuelo a Los Ángeles para grabar música y, tras escribir ‘Just Dance’ en 10 minutos, decidiría dejar a su novio y no volver nunca a su viejo piso de Nueva York. Así lo contaba en The Guardian en 2009: «Todavía no he vuelto». Su siempre devota madre tuvo que desocupar su apartamento en su lugar.
‘Just Dance’ tiene, efectivamente, la inmediatez de las canciones de un artista novel de 21 o 22 años, escritas en 10 minutos. Como ‘I Get Around’ de Dragonette, un año anterior, presentaba sin remordimientos una fiesta etílica de las de perder el móvil, y como aquella, atrapaba desde los primeros segundos por el riff de sintetizador y ese aire a «keytar» que solo podía situar la producción en la década de los 80. Acompañaban sin molestar una serie de featurings e invitados que merece la pena mencionar sólo porque ya se nos habían olvidado: me pasé meses pensando que Gaga cantaba al «vino tinto» en lugar de al a la postre productor de himnos para el Real Madrid y Álvaro Soler RedOne; Akon… OK; ¿pero quién demonios era -corto y pego- Colby O’Donis?
Estaba claro que esta era una canción de Lady Gaga, nadie escuchó jamás aquí a nadie más. A fortalecer esa idea contribuyó una icónica presentación de la canción en Miss Universo, integrada dentro del desfile, que hoy puede resultarnos viejuna (sí, las haría mejores, desde ‘Paparazzi’ a la Super Bowl), pero que en los albores de Youtube era arrebatadora: en ese escenario la única que conquistó el universo fue Lady Gaga. La canción no era la más imaginativa ni moderna, y por tanto, podía haberse quedado en «one hit wonder», pero pronto se pondría sobre la mesa que su sentido de la performance no iba a consentir que la atención del público decayese. No había más que ver el guiño a David Bowie de su maquillaje, bastante insólito en unos tiempos en que el pop se lo repartían Aguilera cantando a grito pelado, Britney con la cabeza como una pelota de tenis y Nelly Furtado disfrazada de moderna. La Gaga que conocemos vivía ya «para el aplauso» y, pese a la deriva agridulce de su carrera vista en su documental reciente, o pese a que su gran disco no haya llegado aún (¿o fue ‘The Fame Monster’?), lo cierto es que supo capturar la atención del público con este primer single, sin llegar a perderla hasta hoy pese a los baches que ha conocido por el camino.
‘Just Dance’ fue elegida por nuestra web como una de las mejores canciones de 2008 con 32 puntos míos, 12 de Lolo/Farala y 5 de Raúl Guillén -qué maravilla conservar estos documentos de lustros pasados, saludos a Cristina Cifuentes-, pero ni siquiera resultaría la mejor canción de Germanotta: ‘Poker Face’ y ‘Bad Romance’ la terminarían superando poco a poco en popularidad, ‘Telephone’ en modernidad, ‘Venus’ en diversión, ‘Perfect Illusion’ en locura ya total. Y aun así, 10 años después, continúa siendo una canción que llena una pista en cuanto entran sus primeras e identificativas notas. Porque siempre será una buena canción a la que volver.
Si bien sus seguidores parecen algo cansados de que aparezca de manera recurrente en el repertorio de sus giras, es referencial del sonido Gaga. Aunque hoy nos cueste creerlo, en su momento se decía que ‘Bad Romance’ era demasiado ‘Poker Face’, que a su vez era demasiado ‘Just Dance’. Hoy en día, perfectamente distinguibles todas ellas, podemos afirmar que con este primer single Lady Gaga asentó las bases de un estilo que siempre será bienvenido de vuelta: por muchos viajes que dé hacia el folk, hacia el jazz o hacia el jevi, siempre habría de ser, como mínimo, una posibilidad.
Entre las novedades de este viernes, 6 de abril, que desgranábamos en nuestro artículo y playlist Ready for the Weekend, estaba el primer miniálbum de la artista sueca Ångie. Pese a su nombre poco carismático y, quizá, no muy fácil de recordar, seguro que muchos la recordaréis bien por aquella fantasía de canción y vídeo llamados ‘Smoke Weed Eat Pussy’ con el que nos conquistó tiempo atrás. En esta etapa, como han mostrado los singles ‘Dope’ y ‘Here For My Habits’, ha dejado atrás los colores pastel de su pelo y vídeos –empleados con ironía, sin duda– para apostar por una imagen más oscura.
Pero no hasta el punto que ha mostrado con la portada del disco y su mismo título, revelados ayer y que le han valido numerosas críticas. El disco se llama ‘Suicidal Since 1995’ –su año de nacimiento– y su cubierta muestra un retrato de la artista vestida de negro y con una soga al cuello. Al parecer, numerosas voces la han acusado de enviar a sus seguidores un mensaje que puede entenderse como una apología del suicidio, dotándolo de romanticismo.
Ångie ha salido al paso de las críticas subiendo un breve comunicado a sus redes sociales: “Asumo que el título del disco y la portada son un poco provocativos, pero no intento parecer guay o “glamourizar” el suicidio. Para mí la imagen es preciosa porque es sobre el hecho de que me he sentido una mierda durante toda mi vida pero aún estoy aquí. ¡Aún no he muerto y voy a seguir haciendo arte!”, decía en Instagram y Facebook. Según Wikipedia, Angelina Dehn –ese es su nombre real– tuvo que lidiar en su adolescencia con un TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) que derivó en depresión y un intento de suicidio. El cannabis, dice la misma página, fue su salvación. Anedcóticamente, ‘Suicidal Since 1995’ se cierra con una versión del célebre ‘Venus In Furs’ de Velvet Underground, en la que Lou Reed hablaba de prácticas BDSM.
Como explica El Diario, el mismo medio que ha destapado el “mastergate” de Cristina Cifuentes, Vetusta Morla lanzaron una puya musical a la Presidenta de la Comunidad de Madrid, protagonista del escándalo, durante un concierto ofrecido el pasado jueves por la noche. Era un recital en el que, junto a otros grupos y artistas como Amaral, Zahara, Lori Meyers o La M.O.D.A., rindieron homenaje al cámara de televisión José Couso con motivo del 15º aniversario de su muerte mientras cubría la guerra de Irak, víctima del ataque de un tanque estadounidense a su hotel. Su familia y amigos reclama aún justicia para él, tras el archivo de la causa en 2015 por parte de la Audiencia Nacional, basado en la reforma de la ley de justicia universal aplicada por el Gobierno del PP .
Durante su actuación acústica junto a tres de sus compañeros de grupo, Pucho cambió la letra del single de su anterior disco, ‘La deriva’, para atizar a Cifuentes. Ya de por sí muy política, la versión de estudio de ‘Golpe maestro’ dice al final del primer verso “Llevaron los finales / A tierra de neutrales / No nos dejaron líneas ni para empezar”. Como puede verse en un vídeo subido por una tuitera, esa última línea es sustituida por “no nos dejaron másters sin falsificar”, provocando los vítores del público. El caso de la supuesta manipulación del expediente de Cifuentes para la obtención de este máster está causando una tormenta política, pero también está dejando momentos memorables, como el ya famoso consejo de Paquita Salas a la líder del PP madrileño o el hit musical “Yo realicé mi máster”.
Vetusta Morla publicaron el pasado año ‘Mismo sitio, distinto lugar’, uno de los álbumes más vendidos en 2017 en España, consolidando su posición como el gran grupo de rock –como mínimo, a nivel comercial– de su generación. A finales de abril el grupo madrileño comenzará una extensa gira por nuestro país presentando ese disco. Puedes encontrar las entradas para sus conciertos en Ticketea.
Muy grandes Vetusta Morla hoy en el homenaje a Couso… Justicia, para todxs. (Segundo 27) pic.twitter.com/bZIsAZdH2U
La pasada semana el francés David Guetta y la australiana Sia presentaban un nuevo paso en su alianza artística, esa que tantas alegrías les dio en el pasado con ‘Titanium’. Sin embargo, quizá solo por esta vez, ‘Flames’ no persigue ser una reedición de ese tema y se aleja bastante de un EDM efectista que ya apenas entre un público que está a otras cosas. En este caso, han recurrido a un electropop con trasfondo ochentero en el que, de nuevo, la particular voz de Sia –para bien y para mal– gobierna sobre todo.
El caso es que el tema termina siendo más grower de lo que parecía y su estribillo, especialmente, acaba por incrustarse en la cabeza casi inevitablemente, con esa letra sobre superación personal que anima a luchar para salir adelante. Hoy esas ideas se trasladan de manera casi literal a un videoclip, aunque tiene un trasfondo más cómico del que parece. Lior Molcho, realizador de los últimos vídeos de Sia como ‘Move Your Body’, ‘Never Give Up’ y ‘Cheap Thrills’, se lo ha tomado al pie de la letra e imita el estilo de las películas de kung fu de serie B tan populares en los años 70 y 80.
David Guetta, que con ese pelo corto parece un doppelgänger de nuestro Antonio de la Torre, es un malvado emperador que oprime al pueblo y solo un viejo maestro de artes marciales (interpretado, muy atinadamente, por el actor Danny Trejo) y sus tres discípulas, pueden impedir su tiranía. La escena de la lucha final tiene un final-que-te-sorprenderá, propio de una película de Bud Spencer y Terence Hill.
Hace apenas unas horas se anunciaba la triste noticia del fallecimiento a los 82 años de Isao Takahata, uno de los directores de cine más importantes para la animación mundial. Fundó el Studio Ghibli junto a Hayao Miyazaki, aunque siempre parece haber quedado injustamente eclipsado por su compañero.
Takahata nació en 1935 en Ise, y se graduó en la universidad de Tokio en literatura francesa. Sin embargo, su fascinación por el cine de animación le haría trabajar en la famosa Toei Animation, donde conoció a Miyazaki –en 1963- y se hicieron grandes amigos. Cinco años más tarde, la compañía le dio la oportunidad de dirigir su primer largometraje, ‘Las aventuras de Horus, el príncipe del sol’, un ambicioso proyecto que, aunque fue un fracaso comercial, marcó un antes y un después en la animación japonesa, abriendo camino a lo que vendría con Ghibli. La productora no le dio la oportunidad de dirigir más dado los malos resultados económicos, pero tanto él como Miyazaki comenzaron a trabajar en diferentes productoras.
La primera de ellas fue Toho, donde Takahata dirigió ‘Las aventuras de Panda y sus amigos’, una película muy infantil –y menor- con guion de Miyazaki. La otra fue Nippon Animation, donde comienza una nueva etapa en su carrera en la que se dedicó principalmente a las series. Durante este periodo, los años 70, se encargó de la dirección de animes tan míticos como ‘Heidi’, ‘Marco’ o la infravalorada y algo más desconocida ‘Ana de las Tejas Verdes’. En los 80, antes de la fundación del prestigioso Studio Ghibli, fue el responsable de ‘Chie the Brat’, una adaptación de un manga muy exitoso en su época de Etsushi Haruki; y de la más aclamada ‘Goshu, el violoncelista’.
En 1984 nace Ghibli, un proyecto que junto con Miyazaki y el productor Toshio Suzuki consiguen sacar adelante y que se convertirá en el mejor estudio de animación del mundo. Los primeros años, Takahata se dedicó más a labores de producción y de gestión. No fue hasta 1988 cuando tuvo la oportunidad de dirigir una película: ‘La tumba de las luciérnagas’. Ese mismo año Miyazaki estrenó ‘Mi vecino Totoro’. El estudio trabajó en ambas películas a la vez gracias al apoyo de Tokuma, un productor que confió en ellas pese al riesgo que suponían dado el aparentemente poco tirón comercial que tenían.
‘La tumba de las luciérnagas’ es la película más celebrada de Isao Takahata. Está basada en la novela de Akiyuki Nosaka, pero es una historia que a él le resultaba muy cercana, ya que cuando tenía 10 años, su ciudad quedó devastada por la Segunda Guerra Mundial, y murieron muchos de sus familiares y vecinos. Evidentemente, este hecho le marcó de por vida y le inspiró para dirigir la película. En ella, dos niños huérfanos sobreviven como pueden durante el conflicto bélico. Probablemente se trate de una de las películas más tristes y desgarradoras jamás hechas. Es imposible no conmoverse gracias a una narración desbordante de sensibilidad. El resultado es una experiencia durísima, brutal e inolvidable que nos deja un manifiesto antibelicista tan sincero como perturbador. Takahata casi siempre fue más realista que Miyazaki, y en sus películas intentó innovar y encontrar nuevas formas de contar. Su cine es, quizá, menos accesible que el de su colega, pero no por ello merece menos reconocimiento. ‘La tumba de las luciérnagas’ está considerada como una de las mejores películas de animación de la historia.
En 1991 dirigió ‘Recuerdos del ayer’, que nada tenía que ver con lo que Ghibli había hecho hasta el momento. Inspirada por el cine de Ozu y libremente basada en el manga de Hotaru Okamoto, es una película en la que todo sucede desde la calma. Taeko, una mujer de unos treinta años, vive en Tokio y pide vacaciones para ir a su pueblo natal en el campo. A partir de flashbacks de su infancia, la película reflexiona sobre la vida moderna y el futuro incierto de la protagonista. Como siempre, Takahata, aporta algo nuevo, por pequeño que sea, a la animación. En esta ocasión decide marcar los músculos de la cara de los personajes adultos. Algo que según cuenta él, fue una labor difícil ya que bastaba con alargar ligeramente las líneas para que la edad de los personajes se disparara.
Su siguiente proyecto fue ‘Pompoko’ en 1994, vinculada directamente con el folklore japonés. Es su película más alocada, y a simple vista, puede parecer hasta infantil. Pero nada más lejos de la realidad. El filme esconde una visión pesimista de la deforestación, de cómo los humanos vamos poco a poco destruyendo la naturaleza sin tomar conciencia de lo que eso conlleva. En ‘Pompoko’ un grupo de tanukis (una especie de mapaches) son quienes intentan poner fin al destrozo que están haciendo los humanos. Y lo hacen utilizando la técnica milenaria de la metamorfosis. Takahata recurre a multitud de leyendas japonesas, como la procesión de los Yokai (espíritus con forma de monstruo procedentes de bosques y montañas) para realizar esta divertidísima pero reflexiva fábula ecologista.
Siguiendo con la comedia en 1999 estrenó el trabajo que más se aleja de lo que el estudio suele hacer. ‘Mis vecinos los Yamada’ está basada en las tiras cómicas de Hisaichi Ishii y retrata diferentes episodios de una familia de clase media en Tokio. Takahata quiso adaptarla como si fuera el propio cómic, por lo que los planos no están cargados de detalles. Los personajes son “garabatos” y los fondos a menudo están vacíos. Es la única película del estudio realizada por ordenador. Una “rara avis” que tiene el valor de romper con la tradición, y un experimento con nuevas técnicas que le servirán para desarrollar la que fue su última película.
Hasta 2013 no volvió a dirigir para Ghibli (en 2010 readaptó ‘Ana de las tejas verdes’ en formato largometraje’) y resultó ser la última vez que lo hiciera. ‘El cuento de la princesa Kaguya’ es su proyecto más ambicioso y le llevó casi 8 años sacarlo adelante. La producción contó con 49 millones de dólares, pero desgraciadamente el fracaso en taquilla fue estrepitoso, recaudando en Japón solamente 22 de ellos. Sin embargo, gracias a ella, al año siguiente consiguió su primera nominación al Oscar. Para adaptar el famoso cuento japonés utilizó acuarelas y técnicas como la rotoscopia. Una de las secuencias más bellas que nos ha dado el cine reciente aparece en esta película: Kaguya huyendo mientras el trazo del dibujo se va volviendo cada vez más libre. Con esta cinta, logró uno de sus mejores trabajos en lo que se convertiría en su testamento fílmico.
A Takahata nunca le preocuparon demasiado los resultados en taquilla. De hecho, todas sus películas fueron fracasos comerciales, porque nunca puso las cosas fáciles al espectador. Siempre intentó ir más allá de lo que ya había hecho, llegar cada vez más lejos artísticamente y aportar una nueva perspectiva al cine de animación, revolucionándolo con cada película. Ghibli no sería nada sin él, y puede que ni siquiera Miyazaki hubiese llegado a donde está ahora mismo sin su ayuda, ya que siempre le apoyó en la sombra en todos sus proyectos. Con su muerte se nos va un enorme cineasta, que nos ha dejado un legado impagable al que siempre podremos volver y disfrutar. Solo podemos dar las gracias.