Shelley Duvall, la actriz que interpretaba a Olivia en ‘Popeye’ de Robert Altman junto a Robin Williams y a Wendy Torrance -la esposa de Jack Torrance (Jack Nicholson)- en ‘El resplandor’ de Stanley Kubrick, ha acudido recientemente a un programa de televisión estadounidense para hablar de su vida actual. Duvall, de 67 años, no actúa en una película ni aparece en televisión desde 2002, cuando interpretó a una detective en ‘Maná caído del cielo’, por lo que su reaparición pública ha resultado toda una sorpresa… aunque para muchísimo peor de lo que nadie hubiera imaginado.
La actriz se ha sentado en el sillón del psicólogo Dr. Phil, que presenta un programa en el que psicoanaliza a famosos, por muy ridículo que suene, y su entrevista ha corrido como la pólvora por internet porque es de lo más preocupante. La actriz revela que tiene una enfermedad mental, aunque no indica cuál, y menciona algunas de sus inquietudes: cree que Robin Williams está vivo, «cambiando de forma», señala, y asegura que lo ha visto; que un agente de la policía de Nottingham la acosa y que tiene un disco girando en el interior de su pierna.
Lo extremadamente sensacionalista del asunto no ha gustado nada en internet y tampoco a una sección de Hollywood: ambas partes han entendido la emisión de esta entrevista como una explotación de la enfermedad mental. Vivian Kubrick, hija de Stanley Kubrick, ha tuiteado que la entrevista representa un ejemplo de «entretenimiento de explotación morboso» y ha dicho que es «horripilantemente cruel». Además, ha iniciado una campaña de micromecenazgo en GoFundMe para costear un tratamiento psicológico digno para Duvall. Esta asegura en la entrevista que necesita ayuda y puede que la haya conseguido, ¿pero a qué precio?
No deja de tener cierta guasa que Sia haya alcanzado sus mayores cotas de popularidad en su etapa más reciente como artista en solitario, cuando ella ha decidido dejar de dar la cara en sus actuaciones y ceder los focos a otros, escondiéndose detrás de toda clase de artilugios e inventos, entre los que destacan esas pelucas faciales de media melena rubia. Pero así es: con ‘Chandelier‘ y ‘Elastic Heart‘, en 2014 y 2015, y con ‘Cheap Thrills‘ y ‘The Greatest‘ en 2016, la australiana ha alcanzado el estatus de superventas que persiguió durante años. Porque, sí, antes de esto y antes de pasar varios años escribiendo éxitos para otros, Sia tenía toda una carrera previa, cuando no temía mostrar su rostro (más bien al contrario, solía protagonizar casi todas sus portadas). Hoy dedicamos nuestra nueva playlist para Kia Music Box a desentrañar lo mejor, para nosotros, de esa etapa.
Sia Furler debutaba oficialmente con ‘Onlysee’ en 1997, si bien su verdadero despegue comenzó en 2000 con ‘Taken For Granted‘, un single introducido por altisonantes arreglos de cuerda y una querencia hip hop muy de su tiempo, emparentada con Moby, Moloko o Zero 7, con los que colaboró asiduamente al inicio del siglo. Fue el anticipo de ‘Healing Is Difficult’, un disco muy marcado por esos sonidos y en el que la artista ya daba cuenta de su personal estilo vocal. Su segundo álbum, sin embargo, supuso un registro muy diferente: en ‘Colour The Small One’ la electrónica pasaba a un papel secundario y los sonidos acústicos ganaban peso en canciones delicadas, de cadencia lenta y llenas de melancolía. Curiosamente, su primer gran éxito surgió de este álbum: ‘Breathe Me‘ se hizo célebre por sonar en la famosa escena final de la serie de HBO ‘A dos metros bajo tierra’.
Ese éxito propició su primera gira por USA, que quedó plasmada en un disco en directo titulado ‘Lady Croissant’, que incluía un interesante inédito, ‘Pictures’, con ciertos aires soul. Una inspiración más clásica que tomó forma en ‘Some People Have Real Problems’, en el que los sonidos orgánicos cobraban todo el protagonismo en canciones que gozaron de cierto éxito, como ‘The Girl You Lost To Cocaine‘ o ‘Day Too Soon‘, y ya mucho más liberada en el plano interpretativo. Pero el gran salto, a todos los niveles, llegó con ‘We Are Born‘, un disco en el que comenzó a dar muestra de su enorme potencial comercial con hitazos para la pista de baile como ‘Clap Your Hands’ o ‘You’ve Changed‘. Nuestra playlist toma canciones de todos esos discos en una secuencia que pretende ser equilibrada y variada, mostrando que la Sia pre-‘Chandelier’ no solo existe sino que fue bastante interesante. Escucha la playlist aquí.
Las mejores noches surgen de manera inesperada. Ese tipo de noches en las que no puedes dejar de hablar, en las que de repente se te hace de día porque una persona que conoces, un lugar o un DJ consigue que seamos al fin nosotros mismos, son el fondo de presentación de #AbsolutNights, cuya campaña se presenta con una serie de emocionantes vídeos, en parte de temática LGTB.
Inspirados por ese concepto compartimos una playlist con una serie de canciones que pueden dar un vuelco a tu noche y convertirla en una de esas #AbsolutNights. Esa noche en la que un «DJ salvó tu vida», esa noche en la que bajas al centro para quemar la ciudad y terminas en el after del afterparty, ese momento en el que deja de importarte todo lo que digan o en el que conoces a alguien en el lugar más inesperado son algunas de las sensaciones reflejadas en estas 20 canciones que se inspiran en pistas de baile, flechazos e instantes mágicos. Todas nos traen un recuerdo de lo inesperado de la noche, de esas conexiones que provocan que lo veamos todo de forma diferente, de las experiencias que, simplemente, suceden.
El último año ha sido muy bueno para Coldplay. El grupo británico ha editado nuevo disco, ‘A Head Full of Dreams‘, que ha vendido cerca de 3 millones de copias (el álbum se colocaba como el octavo disco más vendido del mundo en 2015 y parece que volverá a aparecer en la lista de 2016), y producía varios singles de éxito, entre ellos ‘Adventure of a Lifetime’ y ‘Hymn for the Weekend’ con Beyoncé. Además, la banda de Chris Martin estrenaba uno de los mejores vídeos de su carrera para la canción que cerraba aquel disco, ‘Up&Up’. La explosiva gira de ‘A Head Full of Dreams’ pasaba por España el pasado mes de mayo con éxito de ventas de entradas y dejando en el recuerdo un espectáculo con altibajos pero entretenido de principio a fin.
Durante la gira de ‘A Head Full of Dreams’, sin embargo, Coldplay aseguraba que no sacaría más discos (aunque tampoco se separaría). A espera de que esto resulte ser verdad, lo que ha anunciado Coldplay hoy es un EP, ‘Kaleidoscope’, para 2017, tal y como ha confirmado en Facebook. ‘Kaleidoscope’ contendrá presumiblemente la nueva versión únicamente a piano de ‘Everglow’ que el grupo ha publicado recientemente, además de nueva música.
Como curiosidad, la versión original de esta canción incluye coros de la actriz Gwyneth Paltrow, ex de Chris Martin. Por cierto, ‘Kaleidoscope’ titulaba un interludio de ‘A Head Full of Dreams’.
Conocíamos a ROLE por su participación en la edición de 2014 de Make Noise Malasaña, la convocatoria cazatalentos de Converse que ha dado a conocer a grupos como Hinds (en su momento Deers), Sau Poler o Betacam. El grupo, oriundo de Madrid pero ubicado en Londres, está formado por Mvr, Hai, Franj y Alex O, ha salido en DiY y practica una electrónica tenebrosa conectada con el trip-hop, el witch-house y el ambient que se materializaba en un álbum debut, ‘How Distant’, en 2015, disco autoeditado y del que destacamos ‘Holy’, vídeo esotérico mediante.
Hoy, Role vuelve a autoeditar una nueva referencia, su nuevo EP, ‘Blurry’. Del mismo la nota de prensa asegura que es «un misterioso viaje que nos guía hacia profundos ambientes trip-hop, decorados con toques del witch-house más elegante, y voces etéreas que sugieren más preguntas que respuestas».
El EP contiene 4 canciones, ‘Blurry’, ‘Unstained’, ‘Lost Sea’ y ‘AM’, las cuales siguen una estética sonora similar compuesta por paisajes ambientales acuáticos, densos, con más sombras que luces, ritmos hip-hop pausados, voces distorsionadas y «difusas» y un oído para la melodía sutil pero esencial. Para fans de Washed Out y Balam Acab y, en menor medida, Burial y los Crystal Castles más introspectivos.
Después de cancelar un concierto en Los Ángeles y otro en Sacramento que ya había empezado, se ha confirmado lo peor: Kanye West ha cancelado su gira. Un representante de West ha confirmado la noticia a Pitchfork. La gira ‘Saint Pablo’ empezó en agosto y duraba hasta finales de diciembre, cuando concluía en Ontario, Canadá, pero ya no será así.
El rapero ha sido noticia estos días por sus tumultuosas declaraciones en directo durante esta misma gira. En primer lugar, el rapero declaraba públicamente su apoyo a la presidencia de Donald Trump, asegurando que de haber votado le habría votado a él (se desconoce por qué West no ha acudido a las urnas) y alabando sus dotes «futuristas» para la oratoria. En segundo, en estos mismos términos en Sacramento el rapero criticaba a Jay Z y Beyoncé por su apoyo «políticamente correcto» a Hillary Clinton.
Con estos dos, en principio amigos suyos, Kanye era, de hecho, bastante más duro de lo que se esperaba cualquiera de sus fans: sobre la primera aireaba que solo actuó en los MTV Video Music Awards porque los premios le habían garantizado que ganaría el premio a Vídeo del año, y al segundo le rogaba que le llamara para hablar «como un hombre» en lugar de llamar a sus sicarios.
La gira de ‘Saint Pablo’ era norteamericana y no pasaba por Europa, sin embargo, preocupa que Kanye haya tomado esta decisión, sin dudas la última que un artista querría tomar, especialmente teniendo en cuenta el enorme equipo involucrado en un proyecto de esta magnitud. ¿Tendrá algo que ver el reciente robo que sufría su esposa Kim Kardashian en París?
En otro caso, Kanye cancelaba un concierto después de 45 minutos por problemas de voz.
Justin Bieber ya está en Barcelona, donde actúa mañana 22 de noviembre, concretamente en Palau Sant Jordi (el miércoles lo hace en Madrid), para presentar su último disco, ‘Purpose’. No nos hemos enterado de esto a través de su Instagram, porque el cantante, para bien de su salud mental, ya no tiene, sino a través de La Vanguardia, que recoge hoy varios «instas» de Bieber junto a dos jugadores del Barça, Neymar y Rafinha, jugando un partido con la camiseta blaugrana o haciéndose «selfies» con ellos como una persona normal y no como una estrella de la música a la que sus fans dejan con el culo al aire literalmente delante de decenas de paparazzi, extasiadas por su bendita presencia. Por cierto, Bieber y Neymar ya eran amigos de antes, como recuerda el mismo periódico. En otra imagen, Bieber aparece sonriente junto al mismo Neymar, Luis Suárez y Leo Messi.
Un soplo de aire fresco ver a Bieber tan relajado estos días de intensidad profesional: la semana pasada lloraba durante un concierto en Frankfurt, aunque de felicidad, posiblemente descargando estrés acumulado, aunque se mostraba cabreado en Manchester, concretamente con sus fans. A estos (mejor dicho, a estas) pedía silencio el pasado mes de octubre durante sus varias actuaciones en la ciudad para hacer oír sus discursos sobre el propósito de la vida, hasta el punto que llegaba a lanzar bruscamente su micrófono al suelo durante una de ellas, superado por la frustración.
La buena noticia de esto es que la gira de Bieber es totalmente impredecible: no se sabe por dónde va a salir el muchacho la próxima vez. A ver qué cómo le va en España.
Después del fracaso comercial de su primer disco en solitario y de la cancelación del quinto disco de Jonas Brothers, Joe Jonas ha tomado la mejor decisión artística de su vida montando un grupo con sus amigos. En 2015, el proyecto de Jonas con Jack Lawless, ex batería de Jonas Brothers, la guitarrista JinJoo Lee y el bajista y tecladista Cole Whittle debutaba con un single espectacular, ‘Cake By the Ocean’, un número de pop bailable absolutamente irresistible en su euforia desatada, expresada por un divertido estribillo y una composición llena de ganchos onomatopéyicos («whoa!», «ay ay ay ay ay ay!», «oooh ahaaaa!») que resulta tan infecciosa hoy como hace un año y que el grupo difícilmente superará. Lo ha intentado en su álbum debut pero este no trae muy buenas noticias: ‘Be Mean’, la hermana perversa de «Cake», es un sencillo fantástico, y singles conocidos como ‘Body Moves’ y ‘Toothbrush’ están bien, pero ‘DNCE’ no es el disco de funk y disco que necesitábamos después de la semi decepción que ha supuesto el último trabajo de Bruno Mars. El tema titular es un buen homenaje a Chic; ‘Doctor You’ suple con sorprendente eficiencia la dimensión más disco del grupo y el pop acústico de ‘Truthfully’ es cuco, pero el resto del disco, exactamente su mitad, es la misma historia contada otra vez y con menos entusiasmo (‘Pay My Rent’, ‘Unsweet’, ‘Zoom’), por lo que aburre. La energía de ‘Naked’, por otro lado, parece forzada, mientras la baladita ‘Almost’ peca de blandengue y el buenrollismo de ‘Good Day’ es directamente espantoso. Nos queda, pues, un disco pop de los de toda la vida, con su mitad buena y su mitad prescindible, que no pasará a la historia pero nos deja varios momentos de diversión pura y dura. Con esos nos quedamos.
Calificación: 6/10 Lo mejor: ‘Cake By the Ocean’, ‘Be Mean’, ‘Toothbrush’, ‘Doctor You’, ‘Body Moves’ Te gustará si te gusta: el pop comercial sin pretensiones Escúchalo:Spotify Cómpralo:Amazon
Para muchos, que Tove Lo promocione su segundo álbum masturbándose en una especie de mediometraje ha resultado un poco gratuito. Al escribir su propia música y realizar un pop tan sofisticado, para algunos fans es dar una imagen distorsionada de su capacidad como compositora y artista. No hay que ser un lince para averiguar por qué lo está haciendo. Al margen de lo que pueda llamar la atención en los medios de comunicación, su segundo álbum ‘Lady Wood‘ habla expresamente sobre vivir al límite, también en el plano sexual. Esto nos decía durante una entrevista: «Este es un disco sobre perseguir las grandes emociones, sobre intentar hacer cosas para sentirte lo más vivo posible, lo que me da terror y lo que me pone. En lugar de describir diferentes estados de una relación como el disco anterior, intenta describir los momentos de mayor adrenalina o colocón, cuando te deprimes, cuando te enamoras, cuando te drogas, cuando sales al escenario. Todo ese curso emocional».
Pero hay más. Durante una conversación con el NME ha dicho que su objetivo final es poner un granito de arena para que las mujeres puedan estar desnudas, como los hombres, sin que ello tenga que implicar algo bonito o sexy. En referencia a las escenas sexuales del vídeo indica: «Podríamos haberlo rodado de mil maneras, podría haber arqueado mi espalda o lograr salir más atractiva, pero no era el objetivo. La gente puede pensar que no es sexy, y no se ve mucho así a las mujeres. No es importante. Ponemos demasiado énfasis en el look. La gente cree que en eso es en lo que hay que concentrarse, pero no lo es. Está bien no ser guapa».
Tove Lo ha acompañado el lanzamiento de este disco de fotos de Matt Jones en las que aparece desnuda cubriéndose el pecho. Aunque algunos criticarán que no sale precisamente fea, no hay más que saber buscar en Google para comprobar que la reivindicación por la naturalidad del desnudo femenino le viene de atrás.
El próximo 2 de diciembre, Britney Spears cumplirá 35 años, a todas luces es aún joven; sin embargo, para la industria y a ojos del público es toda una veterana. Solo hay que atender a varios de los mensajes publicados en los comentarios de Youtube de su nuevo vídeo para ‘Slumber Party’, de la naturaleza de un «¿pero esta chica no tenía 52 años?», por destacar un ejemplo concreto, para comprobarlo. Ciertamente me he topado con reacciones similares entre algunos de mis amigos, que no se deciden entre si Britney tiene 25, 39 o 47 años, y apuesto a que muchos de nuestros lectores y lectoras también lo han hecho, en alguna de estas conversaciones de sobremesa sobre cultura pop obligatorias en cualquier reunión molona que se precie y en la que el debate sobre divas de la música pasa siempre por mencionar su edad, mientras la de los iconos masculinos contemporáneos a ellas suele tocarse de pasada, si acaso.
Objetivamente, Britney es joven, pero en el ecosistema pop, sobre todo en el femenino, para mucha gente, parece mucho mayor. Y no me refiero a que fuera madre de dos criaturas a una edad tan temprana. Sobre todo sus recientes decisiones artísticas, por ejemplo la publicación de ‘Pretty Girls’ con Iggy Azalea, o el fracaso comercial de su último disco, ‘Glory‘, contribuyen a esta imagen. Además, su espectáculo en directo no podría ser más anacrónico a 2016, pues está coreografiado de principio a fin, no incluye una sola nota en directo y es de grandes éxitos (y no precisamente actuales). Además, tiene lugar en Las Vegas: allí murieron, han muerto o morirán las carreras de Elvis Presley, Cher, Elton John o Céline Dion. Con 35 años, Britney está actuando en Las Vegas como si llevara 4 décadas de carrera a sus espaldas. Con razón parece vieja, ¿no es cierto?
En perspectiva, sin embargo, el legado de Britney, para su edad, es espectacular. No tantos artistas se convierten en iconos pop antes de cumplir los 20 años y Britney tenía solo 23 cuando salió ‘Toxic’. A sus casi 35, Britney tiene la misma edad que Beyoncé y Justin Timberlake pero es más joven que Eminem, Shakira y P!nk y solo un poco mayor que Katy Perry, Macklemore y Lana del Rey, sin olvidar que iconos de pop rabiosamente actuales como Lady Gagay Bruno Mars ya han cumplido los 30. Si quisiera, Britney habría renovado su marca, como lo ha hecho magníficamente Beyoncé, pero no ha querido: es una decisión legítima, pero su imagen se ha resentido terriblemente por ello. ¿O quién habla de las edades de Jennifer López o Shakira en los mismos términos con los que se habla de la edad de Britney?
Pero hay esperanza: si atendemos no solo a las críticas de ‘Glory’ de los medios especializados que lo han reseñado sino también a la opinión de una gran parte de sus fans, ha sido en 2016 cuando Britney ha publicado su mejor disco. Y luego está ‘Slumber Party’. Una canción esta de sonido reggae más actual imposible, en la onda de ‘Side to Side’ de Ariana Grande, ‘Hotline Bling’ de Drake o ‘Work’ de Rihanna, que lo tiene todo para triunfar, un sonido fresco, una melodía seductora, un vídeo con un «replay value» brutal (van 14 millones de reproducciones en tres días) y la colaboración de una artista invitada de actualidad, Tinashe, que no, no vende discos, pero tiene a la crítica a sus pies. Nada en relación a ‘Slumber Party’ ni a ‘Glory’ sugiere que Britney es mayor. A Britney no le toca publicar su ‘Ray of Light’ todavía: lleva con nosotros toda la vida -para muchos de sus fans, literalmente- pero, 20 años después de ‘…Baby One More Time’, sigue siendo joven.
Cuando dos artistas se unen para hacer un disco conjunto en muchas ocasiones ocurre que uno de ellos acaba llevando la batuta y arrastrando artísticamente al otro. Encontrar el equilibrio idóneo en estos casos no es tarea fácil, para nada. Pero escuchando este ‘Lluvia y Truenos’ parece que Ramón Rodríguez (The New Raemon) y Ricardo Lezón (el líder de McEnroe) estaban predestinados a encontrarse tarde o temprano. Para Rodríguez esta es la tercera vez que se enfrenta a un largo de estas características después de haber hecho lo propio en 2011 con Francisco Nixon y Ricardo Vicente en ‘El Problema de los Tres Cuerpos‘, y repetir la jugada en 2013 con Maria Rodés y Martí Sales en ‘Convergència i Unió‘. Tampoco es nuevo para el de Getxo: hace poco se asociaba con David Cordero (Úrsula) en Viento Smith.
En entrevistas promocionales el propio Lezón ha afirmado que este es el álbum más rápido y pop de McEnroe y el más lento de The New Raemon (esto último no acaba de ser del todo cierto, ya que la discografía del catalán, aun habiéndose electrificado en los últimos años, está plagada de preciosos medios tiempos como aquel ‘Desencuentros’ que formaba parte de su último ‘Oh, Rompehielos‘). Pero lo que indiscutiblemente destaca de este trabajo grabado en los estudios La Mina junto a Raúl Pérez son unas letras que, a pesar de ser del todo crípticas e invitar a la libre interpretación del oyente, tienen como principal leit motiv la observación de la naturaleza y lo cotidiano de la vida.
Hay espacio para ese desamor que ambos han tratado en sus respectivos proyectos de múltiples maneras (por ejemplo, en ‘Malasombra’, ‘La Carta’ o la emotiva ‘Barcos’), sí, pero sobre todo para recrearse en imágenes naturalistas (el tema titular o ‘Por Fin los Ciervos’ dan fe de ello) o, en el caso de Lezón, relatarnos esas cosas mundanas que se encuentra paseando por el barrio barcelonés de ‘Gracia’. En definitiva, en estas doce canciones no hay ningún resquicio de crítica social o política, sino la mera contemplación como herramienta para simplificarlo todo.
Pese a ser un disco sonoramente contenido, hay números que sobresalen por sí solos como esa ‘Fantasía Heroica’ interpretada por Ramón cuyo minutos finales funcionarán muy bien en su futura gira; una ‘Cuadratura del Círculo’ que evoca a la vertiente más soul de Afghan Wings, o ese ‘Cristo de los Faroles’ que en boca de Lezón invita a hacer las maletas e irse al Sur. Sin embargo, entendemos perfectamente por qué ‘Montañas’ fue uno de los primeros avances que escuchamos porque resume a la perfección lo que aquí vamos a encontrar y, además, es la única pieza en la que ambos se turnan el micrófono.
‘Lluvia y Truenos’ es uno de esos trabajos que deben degustarse poco a poco, con una buena taza de café ardiendo entre las manos y prestando atención a los pequeños detalles. Aunque, después de ver el resultado final, muy probablemente éste será el punto de partida de otras tantas colaboraciones entre dos de los mejores compositores que actualmente tenemos en nuestro país.
Calificación: 7/10 Lo mejor: ‘Fantasía Heroica’, ‘Barcos’, ‘Cuadratura del Círculo’, ‘Cristo de los Faroles’ Te gustará si te gusta: escuchar a Ricardo Lezón en una tesitura más pop y los medios tiempos de The New Raemon Escúchalo: Spotify
Calvin Johnson, decano héroe de la militancia underground USA, está de gira en nuestro país. No con Beat Happening (ojalá, ¿no?), ni The Halo Benders ni The Hive Dwellers. Ni siquiera bajo su nombre propio. Esta vez presenta un nuevo proyecto llamado Selector Dub Narcotic, variante festiva de su Dub Narcotic Soundsystem, bajo cuya etiqueta ha lanzando hace un par de meses un primer disco que a buen seguro no decepcionará a los amantes del imaginario del sello K Records (Beck, Modest Mouse, Melvins o Built To Spill).
Pero tampoco a los amantes del universo DFA, si son suficientemente abiertos de mente como para vislumbrar el componente soul rhythm & blues y funk bajo la contundencia de LCD Soundsystem, The Rapture y demás. Este ‘This Party Is Just Getting Started’ es una colaboración con el productor de hip hop Smoke M2D6 en la que Johnson se erige en un Mark E. Smith, un James Murphy de baja fidelidad, y predica/rapea sobre bases mutantes de funk-dub-soul altamente bailables. Baste la caliente (je) e introductoria ‘Hotter Than Hot’ (la loca danza callejera de su vídeo no tiene pierde) para caer a sus pies de nuevo, en el que quizá sea el proyecto más comercial que nunca haya acometido Johnson.
Como decíamos, estos días Selector Dub Narcotic está de gira por nuestro país junto a la local Aries: no olvidemos que su reciente y notable ‘Adieu or Die’ ha sido editado en EEUU por K Records. Tras pasar por escenarios de Vic y Elche, mañana, 22 de noviembre, actúan juntos en la Sala Siroco de Madrid. Proseguirán el 23 en La Lata de Zinc de Oviedo, el 24 en la Sala Dabadaba de Donosti y el 25 en Liceo Mutante, en Pontevedra.
Kate Bush saca este viernes 25 de noviembre un triple álbum en directo llamado ‘Before the Dawn’. Recoge su última gira, una rara avis en la carrera de la artista, que llevaba casi 40 años sin actuar en directo, y que curiosamente, no conocerá edición en DVD. Sólo habrá audio.
Para presentar este álbum, Kate Bush ha escogido como single una canción de ‘Hounds of Love’, su mítico álbum de 1985, el que incluía ‘Running Up That Hill (A Deal With God)’. Se trata de ‘And Dream of Sheep’, que se presenta con un vídeo rodado en un tanque de agua, que fue usado durante las mencionadas presentaciones en directo.
Como cuenta la descripción de Youtube, la voz fue grabada en directo en ese tanque, pues se buscaba el máximo realismo posible, al hablar la canción sobre está perdido en el mar. Durante el rodaje, Kate Bush sufrió una leve hipotermia, tuvo que tomarse un día libre y al final terminó el vídeo un día más tarde de lo previsto.
Kate Bush también es noticia porque ayer se emitió completa su primera entrevista en 5 años en BBC 6. En ella hablaba sobre sus planes de futuro sin revelar demasiado («no sé qué será lo próximo. Pero algo haré. Quiero que sea algo completamente nuevo») o sobre Prince («Era un artista increíblemente talentoso. Un hombre en completo control de su trabajo como autor, músico, productor y director. Fue una gran inspiración»).
Parece que el público de Bruno Mars no es lo suficientemente fiel como para llevar su nuevo disco al número 1 de las listas de ventas (no sucederá ni en Estados Unidos ni en Reino Unido, donde Metallica, entre otros, se han interpuesto en su camino), pero sí es lo suficientemente fiel como para ir a ver su espectáculo en directo. Hoy salían las entradas para verle en Madrid y en Barcelona y en ambos casos se han agotado en tan sólo dos horas.
Según informa Live Nation, se habían puesto entre las dos ciudades 33.000 entradas a la venta y ya han volado, no sin el clásico infierno de colas virtuales habitual en estos casos. Las citas del artista con sus seguidores españoles serán el 3 de abril en el Barclaycard Center de Madrid y 7 de abril en el Palau Sant Jordi de Barcelona. La gira arrancará tan solo unos días antes, el 28 de marzo, en Amberes. El disco que presenta ha salido esta semana a la venta con el nombre de ‘24K Magic‘. En él, recrea los sonidos de la música negra de varias décadas con acierto, aunque a menudo quedándose en la mera mímesis, algo que no sucedía en el homónimo single de presentación, ligeramente más avanzado a pesar de las referencias a Michael y a Prince.
Martin Garrix es la primera confirmación de Arenal Sound 2017, que tendrá lugar del 1 al 6 de agosto en Burriana, Castellón. El DJ holandés, que solo tiene 20 años, se acerca a los 300 millones de escuchas en Spotify con ‘In the Name of Love’ junto a Bebe Rexha, y también ha superado los 100 millones con ‘Don’t Look Down’ junto a Usher. Aunque ya no está entre sus 10 canciones más escuchadas, seguramente nadie haya olvidado aquel ‘Animals’ de 2013 que lograba ser número 1 en Reino Unido y número 21 en Estados Unidos, además de ser una de las canciones más pinchadas en toda clase de spinning. Desde entonces, y tras avanzar single a single (no tiene disco largo de estudio aunque sí algún recopilatorio y varios EP’s), según DJ Mag es el DJ número 1 del mundo por delante de otros como Hardwell, Tiësto o David Guetta.
Arenal Sound informa de que en los próximos días anunciará más artistas que se unirán a Martin Garrix. Los abonos para Arenal Sound están disponibles desde 35 euros en Ticketea.
Roberta Marrero, a la que muchos recordaréis por las fiestas En Plan Travesti, por su labor como solista, DJ o diseñadora gráfica, publica estos días su autobiografía ilustrada. Estas son las palabras con las que la presenta: «»No nací ni hombre ni mujer, nací bebé, necesito tiempo para saber quién soy». Es el punto de partida de mi autobiografía como niña transexual. A partir del bebé verde (mi alter ego infantil) cuento el camino hacia mi propia identidad en un ambiente hostil (el mundo real) y otro mucho más amable (mi mundo interior). Una historia verídica sobre la infancia, la transexualidad, la búsqueda del yo y mi lugar en el mundo».
La nota de prensa revela que el libro recorre varios momentos de su vida, incluyendo la influencia de ídolos como Boy George, que le revelaron que otra realidad era posible: «Desde la infancia hasta la adolescencia vamos conociendo el mundo interior de este personaje «extraterrestre», el bebé verde, que crece viendo negada constantemente su propia imagen, su alma, su personalidad, su yo más auténtico. ¿Cómo se sobrevive en un entorno tan hostil? No olvidando que «siempre tienes que ser tú misma, no importa el precio. Es la forma más alta de moralidad»».
El libro, que nació como un proyecto de taller creativo, narra la historia de la difícil infancia de un niño que sabía que era una niña encerrada en un cuerpo masculino. Está dedicado «a todos los que sienten que no hay un lugar en el mundo para ellos; a todos los niños que se sienten atrapados en un cuerpo que no sienten como el que les correspondería tener».
Lanzado el pasado viernes 18 de noviembre, ’24k Magic’ de Bruno Mars era uno de los discos más esperados de este año. O eso creíamos, pues el anterior ‘Unorthodox Jukebox’ era exactamente el álbum más vendido de 2013 en todo el mundo. Pero sus primeras cifras de venta no son demasiado impresionantes. Bruno Mars no será número 1 ni en Reino Unido ni en Estados Unidos. De hecho, en ambos casos podría quedar en el top 3.
Según la primera filtración en el Twitter del insider de la industria Mint Royale, Bruno Mars no tiene ninguna opción de ser número 1 en Reino Unido, pues está ya «miles de copias por detrás» tanto de lo nuevo de Metallica como de Little Mix, de momento con una ventaja del 25% para las chicas. En Estados Unidos, tras las ventas del viernes, Hits Daily Double estima que Metallica venderán entre 250.000 y 270.000 unidades de ‘Hardwired… to Self-Destruct’ durante la primera semana, obteniendo entre 260.000 y 280.000 puntos sumando streaming y descarga de pistas sueltas. Bruno Mars vendería solo entre 110.000 y 120.000, obteniendo entre 140.000 y 150.000 puntos (su streaming y descarga de pistas es mayor). Sería número 3 incluso por detrás de Miranda Lambert, aunque se piensa que con su aparición de anoche en los AMAs y otros actos promocionales podría remontar y ser finalmente número 2.
Metallica, que son grandes superventas desde el álbum negro, vienen de vender en todo el mundo unos 4 millones de copias de ‘Death Magnetic’, pero Bruno Mars viene de vender 6 millones con ‘Unorthodox Jukebox’. Se considera a Mars un corredor de fondo más que un ídolo que genere fenómeno fan y fidelidad, por lo que podría remontar en meses venideros. De momento, queda demostrado una vez más qué fideliza más, si el pop o el rock.
Os dejamos con el vídeo de acción de Metallica para la trepidante ‘Spit Out The Bone’, situado en un futuro distópico.
Este fin de semana hemos recibido con tristeza la noticia de la muerte de Sharon Jones, que ha perdido su batalla contra el cáncer de pancreas a los 60 años. Ahora un miembro de su banda Dap-Kings (también conocidos por haber tocado con Amy Winehouse), Gabriel Roth, ha querido compartir con sus seguidores que Sharon estuvo cantando hasta el final de sus días, durante una entrevista con Los Angeles Times.
Según sus emocionantes palabras, incluso cuando se quejaba de dolor, lo hacía «en el tono correcto», entonando ‘His Eye on the Sparrow’, un clásico de principios del siglo XX, y otras canciones de góspel. «Estábamos con ella y cantábamos con ella», relata mientras cita pistas como ‘Amazing Grace’, ‘Go Tell It On the Mountain’ y ‘This Little Light of Mine’.
Además, cuenta que durante la noche electoral en que Donald Trump ganó a Hillary Clinton, empeoró tras sufrir un ataque. «Le dijo a la gente que Trump le había causado un ataque», indica riéndose. «Culpaba a Trump de todo (…) No parecía nerviosa o aterrorizada ni nada de eso. Simplemente quería cantar, ya sabes, y cada vez que había un momento de calma en la habitación, empezaba a gemir una canción de góspel». Después, el 9 de noviembre sufrió otro ataque tras el que ya no pudo hablar o responder. En ese momento se llamó a todo el grupo y a su familia para que muriera rodeada de todos sus seres queridos. Finalmente, falleció unos días después.
Durante los American Music Awards que se han celebrado esta noche, dejando como grandes ganadores a Ariana Grande, Rihanna, Justin Bieber o el propio Drake, este ha estrenado un anuncio de Apple Music que no es sino la respuesta a otro anuncio muy similar que rodó Taylor Swift hace unos meses.
En aquel, esta aparecía haciendo deporte mientras escuchaba una playlist de esta plataforma de streaming en la que sonaba ‘Jumpman’ de Drake y Future. La cosa terminaba mal y en este vídeo sucede lo mismo. Pero en este es Drake quien escucha a Taylor Swift en streaming, en concreto ‘Bad Blood’. Y eso es algo que solo puede suceder en Apple Music, pues la música de Swift sigue sin estar disponible en ninguna otra plataforma de streaming. En el nuevo anuncio vemos a Drake bailando la canción de Taylor y también enfrentarse a unas pesas con las que simplemente no puede.
Mientras llega el nuevo proyecto de Drake, ‘More Life’, del que se ha extraído el pequeño éxito ‘Fake Love’, continúan los rumores de una colaboración entre Drake y Taylor Swift, que aparecería en el disco de ella el próximo año. ¿Alguien se imagina que el sucesor del multiplatino ‘1989‘ tarde más de 3 años en llegar?
Devendra Banhart acudía hace unas semanas a Madrid para promocionar su nuevo disco ‘Ape In Pink Marble‘. Vestido con un elegante traje, calcetines rosas, pero a la vez sandalias, el artista de ascendencia venezolana me da las gracias por dejarle practicar español, introduciendo alguna cosa en inglés que he decidido dejar tal cual en pos de una mayor fidelidad a las que fueron sus palabras. Banhart es un conversador muy calmado, tranquilo, por momentos divertido, por momentos muy emocional (en un momento tiene que parar unos segundos al hablar de la muerte de su amigo, el artista Asa Ferry), si bien se extiende tanto con cada pregunta que, por tiempo, tengo que dejar la mitad de las cuestiones en el tintero.
Hemos recibido una descripción de las canciones de este disco. La has escrito tú mismo, ¿verdad?
Es una compañía a la que yo le pago (bromea).
En las notas has contado muchas cosas de las canciones, y aparte están las letras. Casi no queda nada por preguntar.
Interesante manera de pensar, porque sí, escribí las canciones, las grabé y luego escribí (las notas) sobre las canciones. La razón por la que lo hice es para ayudarte a ti (como periodista), para que tengas una idea de lo que estaba pensando. Porque en verdad prefería no hacer eso porque me hace triste. Me gustaría que la gente preguntara sobre sus interpretaciones, pero desafortunadamente eso nunca pasa. La gente lee Wikipedia y me pregunta cosas como «colectas instrumentos de música».
¿La intención es que tus fans no tengan esas notas sobre las canciones, verdad? Se han borrado de la web de tu sello.
Por dos segundos estuvo en la web de Nonesuch y les pedí que no lo pusieran, fue un… ¿Cómo se dice «mistake»?
Un error.
Lo escribí solamente para ti, pero no quería hacer eso.
Y después de todas estas notas, ¿te preguntan mucho o poco por las canciones?
Me preguntan como si fuera obvio: «oyendo el álbum…» y repiten exactamente lo que yo escribí. Qué interesantes las diferentes formas de hacer un interview. No sé la manera más efectiva de hacer un interview. En Berlín me pidieron que escogiera de lo que quería hablar y hablé todo el interview de Laurie Anderson. Qué divertido. Muchas veces la gente ha escrito cosas que no he dicho. He pensado: «De verdad, no lo dije». Perdí un poquito de confianza por eso. Nunca sé quién escribió el qué. Lo único de lo que me fío de una entrevista es cuando alguien recomienda música.
Hay autores que odian hablar de las canciones, en especial de las letras, pero tú has dejado cristalino de qué va casi cada canción.
Dejé espacio para la interpretación, pero tengo una idea general con la que puedo describir el álbum. Pero (las notas) eran solamente un poquito. Parezca que me estás diciendo que fallé en dejar espacio para la interpretación. I wish you hadn’t read that!
El disco empieza con ‘Middle Names’, que habla de la muerte de un amigo tuyo, luego hay otros temas, pero está claro que nunca nadie habría llegado al tema de esa primera canción sin las notas.
Entonces, I take it back: estoy feliz que lo leíste. Esa canción no es específica sobre la muerte de mi amigo. Estoy hablando a mi amigo, pensando en esa realidad, cuando se metía en la oscuridad, se iba por semanas, meses, no agarraba el teléfono… No lo reconocía cuando lo veía por suerte, y es mi amigo, mi espíritu, mi alma… y se metía tan, tan oscuro. No hay poesía en esa canción, es literal: estoy en una luz roja manejando (semáforo), es el único día que llueve en Los Ángeles, que llueve cada diez mil años, en un «bus stop». Y pienso: «¿Es ese mi amigo?» No, no era. En ese momento pienso «no sé dónde está y no sé si lo veo si lo voy a reconocer» (se emociona y ha de parar).
La canción es muy bonita, es muy visual, la explicación que acompaña también…
Cuando digo que no es poética, me refiero a que es literal, entre yo y un amigo que estaba sufriendo mucho y terminó en su muerte. Lo encontraron en su carro en una farmacia de Los Ángeles… (…) Pero esto sigue. Tanta gente se murió mientras hacía este álbum… Sigo de luto, estoy procesando, aprendiendo, aceptando. Es un proceso. Todos los días me despierto y digo «no, no, no», porque cuando una persona se toma su vida, te deja esa sensación de que como tomó su vida, de repente la pudiera retomar otra vez. Esa es la lógica. He hablado con gente de esto. ¿Tú has pasado por esto?
No.
Como tú tomaste tu decisión de no matarte, te dejan la sensación de «me van a llamar». Sigo en ese proceso. Cuando escribí esa canción estaba vivo. No escribí ninguna canción tratando de ¿»deal»?… (lidiar)… tratando de lidiar con esa experiencia, de encontrar alguna forma de «relieve», de catarsis, durante el álbum nunca estoy tratando conscientemente de envolver el álbum. He ido a tantos funerales, memorials… es la misma cosa, aunque «memorial» es más bonito… Toqué en dos. Eso informó al álbum. Se convirtió en el álbum.
«Escribí muchas canciones para el álbum y la pregunta es si podíamos oírlas en la recepción de este hotel imaginario»
¿Hay un concepto entonces en el álbum?
No líricamente, pero estéticamente sí. Es lo único que hicimos a propósito. Estéticamente empezamos con una región geográfica, el Oriente, enfocamos a Japón, con Oriente en los alrededores, enfocamos a Tokio, a una parte de Tokio casi abandonada, un poco más calladita, más gris, más agridulce… y luego a un hotel. Todo esto es imaginario, una conversación con Noah (Georgeson) y Joshia (Steinbrick). En ese hotel hay una señora de 70 años, con chaqueta de cuero, cigarrillos, sub-cool, fumando. Se llama Jackie. Hay un hombre de negocios borrachito, vestido con «suit», corbata, «crumpled» (arrugado) y con un poquito de «stains» (manchas), mitad borracho… enfocamos más y el papel de las paredes está cayendo ya. Está en proceso de desintegración, pero tiene su «charm». No tenemos el nombre del hotel pero sí todos los elementos del hotel, y terminamos con esta cosa tan vívida: utilizamos este lugar imaginario como la áncora estética. Escribí muchas canciones para el álbum y la pregunta es si podíamos oír estas canciones en la recepción de este hotel imaginario. Después que teníamos la canciones con ese «feeling», que tienen el «potential», la pregunta era cómo vamos a evocar eso. Y por eso alquilamos el koto, el instrumento clásico de Japón. Usamos sintetizadores rotos para evocar ese sentido de desintegración. Por eso alguna melodía es oriental.
‘Mourner’s Dance’ se sale un poco de esa estética porque…
La música es de Josiah.
¿No ha surgido que escribiera más?
Escribí el 95% de este álbum. Noah y «Joe» escribieron partes de ‘Fancy Man’ y de ‘Fig In Leather’. Sobre ‘Mourner’s Dance’, mientras estábamos enfocando esta imagen fantástica de hotel, alquilando el koto, buscando sintetizadores a punto de morir… íbamos a Salvation Army, a las tiendas de segunda mano, a las secciones con solo máquinas, con teléfonos viejos… Hay muchas, íbamos a Pasadena y buscábamos pilas, casi todas muertas, pero con un poquito de vida. Hacíamos ofertas «te doy 10 dólares». Y mientras tocábamos música, «Joe» tocaba esta canción. «Joe, ¡mira, esto me encanta!». Empiezo a escribir. No le dije «escribe algo», él ya estaba escribiendo y yo estaba escribiendo. Fue muy orgánico, muy espontáneo.
¿Crees que este disco es adecuado como introducción para alguien que no conoce tu música?
Me estás preguntando si es para todo el mundo, porque nadie conoce mi música (se ríe). Es un documento de dónde estaba hace 5 meses, ya para mí se está haciendo un poquito viejo. Creo que sí sería una buena introducción porque en los primeros álbumes tenía tanta energía… quería probar que sé escribir canciones y distintos tipos de música, quería «prove I knew how to write, and I knew how to reference stuff, and I knew about music, and I knew about different parts of the world, and different musical journals, and modes and styles of music»… Era ego, pero también era como «quiero probarlo».
Ahora estás más relajado.
Completamente. Ahorita no tengo ese sentido porque sé que no sé nada, he terminado completamente con la conclusión de que no sé nada. Todas las opiniones que yo tenía hace diez años han cambiado completamente. Yo pensaba que sabía todo de la música. Hay una tienda de vinilos en Los Ángeles que se llama Mount Analog. Yo voy, entro y coño, no sé nada. Lo que he aprendido es que no sé nada. Y ha sido una gran liberación. No es que estoy cómodo, «ya sé todo, ya sé escribir canciones, ya he probado que sé escribir canciones». ¡Nooo! Es que no me importa tratar de probar nada. Sé que no sé nada y sé que no sé un coño. Y sí es un buen álbum para empezar. Es un álbum tranquilito, no te estoy gritando, en otros «albums» estoy gritando. Si quieres que alguien te grite, compra uno de esos «albums».
«Siempre he escrito desde una parte muy íntima de mí, cosas que no podía decir a una persona, pero las podía cantar»
Al final este disco no es sobre la muerte, siempre has sido un tipo de cantautor muy particular, ¿nunca te has planteado hacer un disco conceptual, confesional, para liberar fantasmas?
Es una interesante pregunta, Sebas. Qué vaso tan raro (coge un vaso con forma rara). Es una pregunta como ese vaso. Siempre he escrito desde una parte muy íntima de mí, cosas que no podía decir a una persona, pero las podía cantar. Una de las cosas que tratas de hacer cuando escribes canciones es decir «mira, así es como soy yo cuando no hay nadie», «this is how I wish you could see me, but I’m so scared, and I am so self-conscious, and I am so insecure, and I’m so uncomfortable in my own skin, and I’m so unsure, I just… kind of… I guess… tengo tanto miedo que no puedo enseñarte la parte que te quiero enseñar más, voy a trabajar para enseñarte quién de verdad soy, pero por ahora tienes esta canción». Y muchas de mis canciones vienen de ese lugar. Para mí yo estoy comunicando una cosa muy íntima. Es mi versión de confesión.
Me ha llamado la atención lo que has dicho de que nadie conoce tu música, cuando has salido con famosas, hoy has hecho entrevistas con varias revistas de prensa femenina, tienes una movida con Blood Orange y sale en todas partes, has estado cerca de ser una celebridad… ¿cómo te ves al respecto? ¿Cómo ha sido tu relación con la fama?
(Silencio)
«En los momentos en que sí tengo acceso a Hollywood, es como un circo… y yo soy turista»
¿Un poco amor / odio? Veo cara de desconcierto.
Estoy pensando un poquito. En verdad lo que significa en mi vida… es como una oportunidad espiritualmente. Te doy la respuesta presente, porque en el pasado era una oportunidad para ahogarme en ego, de totalmente odiarme, era mucho «yo soy nada, odio esto and fuck all». Lo odiaba pero lo quería y a la misma vez, siempre sabiendo desde la distancia que es un juego. Y por eso sobreviví por ese tiempo que estaba «en las luces». Ahora es una oportunidad de dar gratitud y humildad. Qué suerte que a la gente le gusta la música que estoy haciendo. No lo puedo creer. Todavía me siento como el rey desnudo. Tengo suerte que tengo amigos que son famosos. Hace poco me tomé un traguito con Laurie Anderson, no lo podía creer, una cosa increíble. Pero el mundo del que estás hablando tampoco se siente como parte de mi vida, en verdad.
¿Qué opinas de Los Ángeles?
En Hollywood… yo a ese mundo ni tengo acceso, y los momentos en que sí tengo acceso, es como un circo… y yo soy turista.
Cuando ocupas titulares, ¿te ríes, te da igual? No eres tan ajeno a ese mundo…
Es un mundo en el que es surreal, no tengo nada de mí «invested» en eso. No tiene nada de mí. Coño… quiero darte una respuesta mucho mejor, rapidita y cómica, pero es una pregunta… Si sabes cómo el juego se juega, primero tienes que saber que es un juego. Por eso este disco es tan Hollywood, porque inventamos un hotel en el Oriente exótico y misterioso. Y lo grabamos en una ciudad que se inventó ella misma, no existe. Hollywood se inventó y se vendió al resto del mundo. Yo vivo en Hollywood porque me gusta estar en Madrid. Yo vivo en Hollywood porque me encanta irme y ver Hollywood en mi mente. A la misma vez, California es un lugar profundo. Muchas comunidades espirituales y ecológicas fueron fundadas en California, hay una cultura real y fuerte «to promote peace», de individualidad y de arte, pero también de comunidad. Y esa es mi comunidad. Si hay una persona de Kadarshian yo miro como «¿qué planeta es este? OK, qué interesante, buenas noches».
¿Alguien que te esperaras te ha dicho que le encantaba tu música?
Mi mamá. De verdad. Sí, acaba de pasar, un actor que está en un show que se llama ‘Stranger Things’. Él se pensaba que yo era un grupo, no sabía que yo era una persona. Tiene un grupo de música, creo que es como el malo-novio que se convierte en un poquito bueno, pero no sé su nombre.
Una de las características del ‘Saint Pablo Tour’, la gira que Kanye West ha emprendido para presentar su último disco, el notable ‘The Life of Pablo’, se caracteriza por resultar imprevisible. En principio, pensábamos que esa singularidad estaría en su escenario, una plataforma que planea sobre las cabezas del público, y un setlist cambiante que abundaba en su discografía y la de otros (Drake, Schoolboy Q).
Sin embargo, el rango de sorpresas se ha ido ampliando con varios finales anticipados por distintos motivos: desde un robo a mano armada a Kim Kardashian en París a un problema de voz. También existe la variante de ofrecer declaraciones sonadas: es lo que ocurrió hace un par de días, cuando aseguró que no votó en las recientes elecciones presidenciales de su país, pero que de haberlo hecho hubiera votado por Trump.
Ahora Kanye ha estrenado una nueva variante, que implica mezclar ambas cosas: soltar un discurso controvertido y, además, salir corriendo antes de tiempo. Ocurrió durante un concierto en Sacramento, que finalizó lanzando el micro media hora antes de finalizar, no sin antes haber realizado un discurso en el que dio estopa a sus teóricamente amigos Beyoncé y Jay Z, además de mencionar (esta vez no para mal) a Taylor Swift (“es fantástica”, dijo, pese a que ha mantenido una agria polémica con ella todo el año), Hillary Clinton (“un culo viejo siguiendo modelos viejos”) y las radios (“¡Que os jodan [por no radiar a Kid Cudi y Frank Ocean]!”).
Respecto a Beyoncé, insinuó que esta solo habría actuado en los MTV VMAs porque le garantizaron que ‘Formation’ ganaría a ‘Hotline Bling’ y ‘Famous’. “Me duele”, dijo, aunque luego pidió a su público, irónicamente, que no empezaran a hablar mal de ella (lo de tirar la piedra y esconder la mano, ¿sabéis?). En cuanto a Jay Z, con el que ha tenido una gran relación personal y artística hasta el punto de compartir el proyecto Watch The Throne, “Jay Z, llámame, hermano. Todavía no me has llamado. Sé que tienes sicarios. No me los envíes. Por favor, llámame. Háblame como un hombre”. Desconocemos cuál es, exactamente, el agravio que West echa en cara al rapero neoyorquino, pero supongo que pronto sabremos más.
Sin embargo, no todo fue beef en este concierto. El rapero Kid Cudi, que en sus inicios contó con el respaldo de Kanye, hizo semanas atrás unas declaraciones encendidas contra West y Drake, que obviamente cayeron mal a ambos. Poco después, Cudi ingresaba en rehabilitación para tratar su depresión e impulsos suicidas. En este show, West invitó a Cudi a interpretar ‘Waves’ y acabaron fundidos en un abrazo escenificando la paz entre ambos. No está mal un poco de esto, entre tanto incendio.
En otro orden de cosas, en los últimos días también ha sido noticia ‘The Life of Pablo’, el último disco de West, por motivos creativos. Este álbum, cuya versión definitiva parece que aún no conocemos, ha visto cómo un usuario de Reddit lo ampliaba y, a tenor de algunos medios, lo mejoraba. Usando remixes, intros empleadas en los directos, demos y otro material que a lo largo de estos meses ha aparecido en la web, ha creado una versión extendida del álbum. Puedes descargarla y escucharla aquí. Gracias a Alex A y swimmingpools por el aviso en nuestros foros.
Resulta realmente difícil escribir sobre este ‘Collage’, nuevo EP de The Chainsmokers, sin dejarse llevar por los prejuicios que sus figuras y sus declaraciones despiertan: dos chicos con pinta de pijos recién salidos de una escuela de negocios cuya principal motivación en el arte de hacer canciones presumo que se limita a ganar mucho dinero, ser famosos y ligar. Que, pese a sus evidentes plagios, no se les pone la cara colorada al decir que son los demás los que les copian a ellos. Para colmo, uno de ellos, Alexander Pall, no tiene reparo en reconocer que su papel en el grupo es el de “A&R” para encontrar las chicas adecuadas (generalmente poco conocidas, así su caché y su postura para negociar la autoría será más flexible, supongo) que canten sus canciones. La “creación musical” corresponde por tanto a Andrew Taggart, que es el único que firma las canciones y, llegado el caso, “canta” –su actuación en los MTV VMAs resultó polémica por razones obvias–.
Sin embargo, nadie podrá negar que estos tipos tan irritantes se han convertido en la revelación del año por méritos propios, logrando sobre todo el respaldo de un público que ha aupado ‘Don’t Let Me Down’ (un hurto descarado a ‘Lean On’ y The xx), y ‘Closer’ (junto a Halsey) al podio de los mayores hits comerciales de este año. Su formula parece sencilla: toman un pequeño riff de piano o guitarra (generalmente “inspirada” del todo en The xx) y lo convierten en un mantra que más tarde escucharás de nuevo como estribillo. O, en un alarde de complejidad, como pre-coro para un estribillo instrumental de lo más simplón. Eso lo rebozan de forma poco sutil con los pequeños trucos que Diplo, Skrillex o David Ghetta han explotado hasta la saciedad, et voilà: logran hacer que la misma idea funcione una y otra vez.
Este ‘Collage’ es la mera multiplicación de esa idea, llevando lo más lejos posible un planteamiento bastante raquítico. La fórmula se repite insistentemente en los otros tres cortes que incluye este disco corto: ‘Setting Fires’ (con el dúo de hermanos XYLØ), ‘All We Know’ (con Phoebe Ryan) e ‘Inside Out’ (con Charlee y otro simpático guiño a The xx). Bobo, sí, pero funciona. Por absurdo que te parezca, no será raro descubrirte a ti mismo canturreando una o varias de estas tonadas. Por una cuestión que escapa a lo razonable, logran que sus temas se graben a fuego aunque sepas que no son gran cosa. Ese es su mérito.
The Chainsmokers logran que ‘Collage’ sea la perfecta representación de la mediocridad generalizada a la que ya nos hemos acostumbrado en muchos aspectos de nuestra sociedad. Su simplicidad es tan insultante que uno casi duda si, en una extraña pirueta, podría hasta ser una provocación de una nueva generación de músicos hacia la vieja guardia, que entiende el pop como otra forma de arte. ¿Será el pop comercial el nuevo punk?
Calificación: 4/10 Lo mejor: ‘Closer’, ‘Don’t Let Me Down’, ‘All We Know’ Te gustará si: solo te interesa escuchar la música que tiene éxito comercial Escúchalo:Spotify Cómpralo:Amazon
The xx anunciaron la pasada semana un nuevo álbum, ‘I See You’, que verá la luz a principios de 2017. El esperado tercer largo del trío británico llegará a las tiendas el día 13 de enero, y su primer avance es un ‘On Hold’ que emplea un sample de Hall & Oates. Pese a no encontrar un respaldo unánime de la redacción de JENESAISPOP, sí parece haber enamorado a nuestros lectores: en su primera semana en el Top, ha alcanzado directamente en número 2.
The xx están, por tanto, en pleno arranque de la promoción de este nuevo trabajo y, como viene siendo imprescindible, los programas de la televisión norteamericana son parada obligatoria. En este caso, Romy, Oliver y Jamie estuvieron en el veterano programa de humor Saturday Night Live, donde últimamente hemos visto actuar a Solange o Lady Gaga.
Los londinenses comenzaron interpretando el ya conocido single, con cierta timidez. ¿Somos nosotros o se les nota algo justos de voz a ambos, quizá algo atenazados por los nervios? Lo más interesante llegó después, cuando interpretaron otro de los temas del nuevo álbum. Se trata de ‘I Dare You’, un tema de nuevo con una rítmica más uptempo y más luminoso, que destaca por un subidón de intensidad final.
The xx habían anunciado semanas atrás una próxima gira por varios países latioamericanos, Europa del Este y Japón. En los últimos días ampliaban esa gira con nuevas fechas europeas que incluían Italia, Reino Unido, Francia y Centroeuropa. De manera decepcionante, sigue sin haber hueco para ninguna fecha en nuestro país. ¿Tendremos que esperar el próximo anuncio de algún festival?
La cantautora Jesca Hoop lleva varios años pugnando por destacar en un panorama repleto de voces femeninas interpretando variaciones de la tradición musical norteamericana. Tras cuatro álbumes de estudio, el último de los cuales reinterpretaba en acústico una selección de su propio cancionero junto a voces masculinas como Guy Garvey (Elbow) o Willy Mason, este año ha publicado un álbum firmado a medias con Sam Beam, más conocido por su obra al frente de Iron & Wine.
Este disco, ‘Love Letter For Fire‘, parece haber supuesto un punto de inflexión para la cantautora californiana. Suponía su primer disco en un gran sello como Sub Pop (hasta ahora, había tenido que recurrir a la auoedición), y la compañía de Seattle se ha ofrecido a extender su colaboración para el próximo trabajo de la artista. Se titulará ‘Memories Are Now’, se publicará el día 10 de febrero y contará con producción de Blake Mills (Fiona Apple, Alabama Shakes) y un portadón en formato .gif que podéis ver aquí.
El primer tema extraido de este disco es un ‘The Lost Sky’ que nos ha impactado. No solo por la canción en sí misma, un sinuoso juego de arpegios que se entrelazan con la melodía vocal de forma dramática, sino porque su efecto se multiplica en el inquietante videoclip que la presenta. En contraste con una letra muy explícita (“When we said the words ‘I love you’/ I said them ’cause they are true/ Why would you say those words to me if you could not follow through?”), la directora Elia Petridis funde el mundo onírico y el real, escondiendo y alterando deliberadamente las caras de las protagonistas, logrando una pieza tensa y de múltiples interpretaciones que nadie debería perderse.