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PJ Harvey lleva al éxtasis a un Primavera pasado por agua

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Gisela Jané

De Lemon Twigs ya habló largo y tendido mi compañero Gabriel Cárcoba. Así que hay que reseñar que inauguraron el escenario Estrella Damm. La temperatura es agradable y se disfrutan muchísimo a esta hora. La multitud está sentada en el césped artificial, gozando del solete y los hermanos D’Addario. “Es genial estar al aire libre”, dice uno (¿Michael?). Se les ve pequeñitos en ese escenario enorme, pero no arredrados. Nos regalan su infeccioso pop sesentas con bonitos juegos de voces y gran pericia instrumental. Su viaje en el tiempo no solo musical, sino de looks. Dan muchas ganas de abrazarse y querer a todo el mundo. Y hay que tener redaños para cerrar con la mejor canción de la historia, ‘Good Vibrations’. Idílicos.

A la misma hora tocan dos de las propuestas de aquí más interesantes: Depresión Sonora y Lisabö. Entre la duda sobre a quién ver, se impone la decisión salomónica: a ambos, que además están en escenarios adyacentes. La intensidad post-punk de Depresión Sonora casa a la perfección con el ambiente opresivo que están creando un mar de nubes amenazantes. Y bueno, con tocar en un escenario que se llama Steve Albini. Suenan intensisímos. El aspecto de hip-hopero esquivo de Markusiano contrasta con su voz profunda y sus versos como puñales. ‘Te mientes a ti mismo para ser feliz’ es abrasiva. ‘Nada importa’, desesperanzada. Y están sonando de fábula, te obligan a meterte de lleno…

Pero me voy para poder ver el tramo final de Lisabö en el Cupra, quizás el grupo con mejor directo del estado. Se acompañan con una bandera palestina de fondo. Su procesión sonora de post-hardcore es implacable. Toquen lo que toquen suena a algo definitivo, crucial. El viento cada vez es más fuerte y ellos suben aún más la descarga eléctrica. Para cerrar, leen un poema de Mahmoud Darwish, poeta palestino, y cierran con un ¡Gora Palestina!”. Su intensidad e implicación no es sólo sónica: también es emocional y reivindicativa.

Crumb registran una muy buena presencia en el escenario Plenitude y certifican que los sonidos de los 90 más etéreos siguen siendo tendencia: shoegaze, algo de psicodelia… Suenan pero que muy bien, pero les abandono porque me he empezado a poner nerviosa. Hay que llegar con antelación a PJ Harvey para conseguir un buen sitio.

Logramos una buena cuarta fila en el escenario Santander, aunque me tapan el escenario todos los mucachotes altos con capucha que están guardando sitio para SZA (¿¿por qué, Señor??). Se acerca la hora y 070 Shake, en el escenario Estrella Damm, no se acaba nunca. Parece que los escenarios grandes vayan con retraso. Aguantamos estoicamente (con algún grito ocasional de “señora, ¡cállese!”, tampoco somos tan santes). Suena una música de introducción. PJ se hace de rogar. Empiezan a caer gotas. Emerge nuestra diosa Polly Jean en una espectacular capa de lino blanco con bordados negros. En la banda distingo a su inseparable John Parish. Ella se queda en un lateral. No saluda, habita su mundo. Su voz es estremecedora, poderosa y con un timbre diferente, casi espectral, para abrir con ‘Prayer at the Gate’. Las gotas ya son lluvia, pero de momento ninguno nos movemos de ahí.

Los últimos conciertos de PJ Harvey estaban siendo divididos entre una primera mitad dedicada íntegramente a su último disco ‘I Inside the Old Year Dying’ y otra mitad de canciones pretéritas. Pero aquí se elimina este reparto. Porque tras tres temas del disco, caen tres fastuosos temas de ‘Let England Shake’: ‘The Glorious Land’, como gloriosa suena la guitarra de Harvey, ‘Let England Shake’, donde saca el autoarpa y ‘The Words that Maketh Murder’, jaleada con palmas por el público. Se le ve reconcentrada. La capa no le va bien para cambiar de guitarra y hay algunos parones. Sigue lloviendo.

De repente, Polly Jean abandona su aparente frialdad para decirnos que le sabe muy mal que nos estemos mojando. Y en esos momentos se vuelve cálida. Nos da igual mojarnos y se ve muy poca gente abandonando el concierto. Y recupera su último disco. ‘I Inside the Old Year Dying’ es especialmente emotiva. El sonido es pulcro, nítido. Y si hasta ese momento se había mostrado algo hierática, se posee y baila la coreografía de ‘Send His Love to Me’. Y la lluvia arrecia pero no importa, porque estás viendo a una de tus artistas favoritas cantar una de tus canciones favoritas.

PJ se despoja de la capa y queda solo con el vestido para arrearnos con la contundente ’50 ft Queenie’, entre sus bailes casi espasmódicos. Esta noche, PJ Harvey no es una PJ Harvey: es todas las PJ posibles, la joven descarnada del disco ‘Rid of Me’, la soñadora de ‘Is This Desire?’, álbum del que hay dos repescas maravillosas: ‘Angelene’, sentida y melancólica y ‘The Garden’. Dedica a Steve Albini ‘The Deseperate Kingdon of Love’, la toca con la guitarra acústica. Y cómo la canta…

Para la andanada final no hay prisioneros. Agarra la eléctrica y nos ataca con ‘Man Size’ y ‘Dress’, mientras el agua tampoco se apiada de nosotros. Las versiones mimetizan las originales. Y la diosa PJ, que parecía tan absorta en su arte, que nos estaba dominando desde su escenario, regresa a nuestro mundo con calidez para agradecernos de nuevo el haber aguantado bajo la lluvia: ‘Down by the Water’ queda perfecta en esta tesitura. Pero juro que llegué a un momento de éxtasis religioso con la final ‘To Bring You My Love’: la lluvia, los punteos, la voz de Polly llegando de algún lugar profundo del alma… No hay palabras. Es la mejor. Punto.

De vuelta a la Tierra, parece que ha dejado de llover. El agua ha durado exactamente lo que ha durado el concierto de PJ Harvey. ¿Será ella la hechicera de la lluvia? Pues no. Porque mientras nos dirigimos a la zona de comidas (sacrificamos a Mitski, estar mojado cansa mucho), arranca de nuevo. Y relampaguea. La cosa no pinta bien. Todo el mundo está guarecido. Algunos siguiendo la final de Champions. Pero hay que salir de la zona de confort. Al fin y al cabo, no llueve tanto y nos esperan Bikini Kill, otras leyendas.

Los relámpagos, más que asustar, parecen servir de acicate. Jaleamos cada uno de ellos. Kathleen Hannah nos explica que es la primera vez que Bikini Kill tocan en Barcelona. Está rutilante, su furia Riot es en technicolor, porque la rebelión no está reñida con la alegría. Es una pena no poder acercarme a las primeras filas y ver los pogos, poder confirmar que, efectivamente, están las “girls to the front!”. Kathleen no lo dice en ningún momento, así que presumo que sí. Pero el protagonismo no es solo para ella, varias veces aparece Tobi Vail, la batería a cantar. Todas parecen de excelente humor. El sonido es mucho mejor que el que disfrutaron con Le Tigre el año anterior.

Kathleen explica que “la siguiente canción va de cuando te enamoras de alguien” y rompe a canturrear, claro, ‘Ever Fallen In Love (With Someone You Shouldn’t’ve?)’ de Buzzcocks para fundirla con ‘Feels Blind’. La lluvia no para, tampoco las descargas punks, los gritos de Kathleen y los saltos. “¿Estáis todos puestos?”, bromea. “Yo no. ¡Yo estoy completamente sobria!”. Y por supuesto, el cierre con ‘Rebel Girl’. Ha dejado ya de llover y coreamos y bailando el himno definitivo de Bikini Kill. Divertidas e imprescindibles.

‘La vida sin ti’ de Rels B y Lia Kali es la balada del momento

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Rels B tiene nuevo disco en el mercado. Se llama ‘A New Star (1993)‘ y ya ha sido top 2 en España. El mayor éxito de este álbum está siendo ‘La vida sin ti’, un dúo con Lia Kali que un mes después de ser top 7 en nuestro país, continúa fuerte en el número 13 de singles de nuestro país, lo cual tiene mucho mérito, pues es una balada. Es nuestra Canción del Día para este domingo.

‘La vida sin ti’ es una canción de desamor con una estructura muy particular. Lia Kali abre y cierra la canción con lo que podríamos considerar el estribillo, y Rels B entrega lo que podríamos considerar una estrofa única, en el centro de la composición. Como haciendo homenaje al tema principal de la canción, es decir, la ausencia de la otra persona, los caminos de Rels B y Lia Kali no llegan a cruzarse. En este caso, el dúo no suena artificial o forzado, sino que parece haberse buscado que sus voces no se solapen, en reflejo de que los amantes ya no están juntos.

Así, Lia Kali se queda la parte más poética: «La cama sin ti / Una plaza sin gente / Un jeque indigente / Un puchero sin sal / La vida sin ti / Una guitarra sin cuerda / Un mechero sin piedra / Un vuelo bajo el mar»…

… y Rels B su típico fraseo a medio camino entre el rap, el R&B y un poquito el pop. En «Te olvidaste de mí por echarte a volar / No hay quién pare esos pies», incluso suena un poquito a Alejandro Sanz, para bien. ‘Ojitos lindos’ de Bad Bunny y Bomba Estéreo podría ser también una referencia, así como el flamenco chill de unos Chambao.

El invitado sorpresa de ‘La vida sin ti’ es ese Pablo Enoc que encontramos en los créditos y que no es otro que DELLAFUENTE. Y es que la estrofa «Hace mucho tiempo que quiero complacerte / Y verás que no es fácil, mujer / Dame tu palabra de que vas a quedarte / Y lo harás cuando no haya también» es una referencia a su tema de 2016 ‘Los millones que no tengo‘.

En cuanto a Lia Kali, merece la pena mencionar el recorrido de su disco ‘Contra todo pronóstico’, que pese a haberse editado en marzo de 2023, es ahora cuando está teniendo más repercusión. Ha sido recientemente top 38 en España y ya lleva 10 semanas en el top 100 oficial de Promusicae. Sin duda, es uno de los sleepers de la temporada.

Nelly Furtado, Tinashe, Nathy Peluso, Arab Strap… en el top 40 de JNSP

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Billie Eilish retiene el número 1 de la semana con ‘LUNCH’ con una diferencia holgada en la encuesta de X. Eso sí, desde hoy tendrá que competir contra sí misma, pues ‘BIRDS OF A FEATHER’ ya es un hit de manera internacional.

La entrada más fuerte es la de Nelly Furtado, que ha acertado con su colaboración con Tove Lo y SG Lewis y Tinashe. Nathy Peluso y Arab Strap también llegan al top 10.

Clairo, Villagers y DeTeresa logran asomarse por la zona baja del top 40.

Recordad que podéis escuchar la playlist con las 40 canciones del top y las 10 candidatas a entrar de cada semana, así como por supuesto votar por vuestras canciones favoritas, aquí. Los votos son sometidos a una fórmula matemática que beneficia a las novedades y perjudica a las canciones a medida que pasan las semanas.

Top Ant. Peak Sem. Canción Artista
1 1 1 2 LUNCH Billie Eilish Vota
2 3 1 6 Espresso Sabrina Carpenter Vota
3 3 1 Love Bites Nelly Furtado, Tove Lo, SG Lewis Vota
4 4 1 Nasty Tinashe Vota
5 5 1 7 Illusion Dua Lipa Vota
6 4 3 4 Big Time Nothing St Vincent Vota
7 7 1 LEGENDARIO NATHY PELUSO Vota
8 2 1 3 360 Charli XCX Vota
9 7 6 3 HE KNOWS Camila Cabello, Lil Nas X Vota
10 10 1 Bliss Arab Strap Vota
11 11 4 5 Baddy on the Floor Jamie xx, Honey Dijon Vota
12 9 8 4 Dónde estás? Alizzz Vota
13 14 12 3 The Last Year Jessica Pratt Vota
14 25 13 4 Ride or Die, pt 2 Sevdaliza, Villano Antillano, Tokischa Vota
15 10 3 6 Fortnight Taylor Swift, Post Malone Vota
16 17 16 2 Big Love Camera Obscura Vota
17 12 4 6 Too Sweet Hozier Vota
18 17 1 29 Houdini Dua Lipa Vota
19 19 10 4 La vida cañón Alcalá Norte Vota
20 35 8 3 Double Team Anitta, Brray, Bad Gyal Vota
21 37 3 9 obsessed Olivia Rodrigo Vota
22 22 1 15 Training Season Dua Lipa Vota
23 26 1 23 Zorra Nebulossa Vota
24 20 1 12 we can’t be friends Ariana Grande Vota
25 13 12 4 Contradicción Love of Lesbian, Rigoberta Bandini Vota
26 15 4 8 Dancing Star Pet Shop Boys Vota
27 36 2 8 Classical Vampire Weekend Vota
28 23 11 6 Starbuster Fontaines DC Vota
29 28 13 3 Honey Boy Purple Disco Machine, Benjamin Ingrosso, Nile Rodgers Vota
30 30 1 Sexy to Someone Clairo Vota
31 27 2 17 Loneliness Pet Shop Boys Vota
32 6 6 2 Britpop AG Cook Vota
33 31 9 8 Carretera perdida Alizzz Vota
34 33 33 2 New Confusion How to Dress Well Vota
35 34 5 9 I LUV IT Camila Cabello, Playboi Carti Vota
36 39 14 3 Algo especial Dorian Vota
37 18 1 13 Von dutch Charli XCX Vota
38 38 1 I Want What I Don’t Need Villagers Vota
39 39 1 PIRULÍ DeTeresa, Alba Morena Vota
40 24 9 4 Neverender Justice, Tame Impala Vota
Candidatos Canción Artista
BIRDS OF A FEATHER Billie Eilish Vota
Mi culpa pablopablo Vota
BRASIL Sila Lua Vota
Frogs Nick Cave & The Bad Seeds Vota
Always Forever Romy Vota
ROMPIENDO Mala Rodríguez, JC Reyes Vota
Elige tu propia aventura Carolina Durante Vota
Quiero ser tu novia Masoniería Vota
Never Need Me Rachel Chinouriri Vota
Raat Ki Rani Arooj Aftab Vota

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Yaya Bey / Ten Fold

Tan solo unos meses más tarde del fallecimiento de su padre, el rapero Grand Daddy I.U., Yaya Bey comenzó a escribir su quinto álbum, ‘Ten Fold’, un trabajo que explora el doloroso proceso del duelo. En él, la artista neoyorquina continúa en una senda sonora similar a la de su anterior trabajo, ‘Remember Your North Star’.

La producción de estas breves canciones (tan solo un par de ellas superan los 3 minutos) corre en su mayor parte a cargo de Corey Fonville, miembro de la banda Butcher Brown, quien se encarga de lograr una gran fluidez a lo largo de las 16 pistas.

El R&B alternativo de Yaya Bey coquetea con el neo-soul y el hip hop pero siempre desde una instrumentación que acompaña a las meditaciones de la cantante sin avasallar. Lo cual no quiere decir que no esté llena de ideas interesantes, pero para llegar a ellas demanda la máxima atención del oyente, de una forma similar a la que lo hacía el excelente ‘When I Get Home’ de Solange.

La experiencia, si uno no presta atención a las letras, es tan ligera como agradable. Parece casi como que la artista quisiera que hubiese dos formas de acercarse a este proyecto. Una desde el puro placer de atender solo superficialmente a las bonitas melodías y los relajados beats y dejarse llevar, y otra desde la gravedad de todo lo que está cantando. Esto último se ve claro en ‘yvette’s cooking show’, donde la cantante se abre en canal sobre una preciosa línea de piano. Su voz parece que está a punto de romperse: “Siempre seré tu pequeña”, “siempre seré tu mayor fan”.

Pero Bey no solo canta sobre la sacudida emocional y el desconcierto que provoca la pérdida de un ser querido, sino también sobre las precarias consecuencias económicas que trae consigo. “Estas facturas no se pagan solas y nunca me preguntan si estoy bien”, dice en la envolvente ‘Iloveyoufrankiebeverly’. También hace referencia a esto en la emocionante apertura del álbum, ‘crying through my teeth’, “sigo sin un puto duro / una chica paga sus impuestos / ha montado a su padre en un barco y ahora él está en el cielo”.

‘Ten Fold’ es un disco lleno de dolor, escrito desde las mismas entrañas, pero a su vez, una energía vitalista y de cierta esperanza sobrevuela constantemente a estas producciones delicadas. En el estribillo de ‘chasing the bus’, un magnífico corte a caballo entre el R&B tradicional y el soul, la artista plasma el conflicto de pasar página y olvidarse de esa persona que en un momento fue importante para ella, pero finalmente prevalece su amor por sí misma: “voy a dejar que te vayas”.

Lo que engrandece a este nuevo trabajo es que en cada nueva escucha hay algo que descubrir. La aparente ligereza de las producciones siempre esconde algo más, las pulidas composiciones nunca ocupan más tiempo del que deberían. Todo está medido al milímetro en este proyecto, pero la autenticidad y personalidad que aporta Yaya Bey hace que todo parezca de lo más sencillo, pero la realidad es que ‘Ten Fold’ siempre va un paso por delante del oyente.

Troye Sivan pone el cuerpo literalmente en su ‘Girlie show’ propio

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Christian Bertrand

En el mismo escenario de Lana pero unas horas antes, el bolo de Omar Apollo fue un poco bluf. Él no estaba muy involucrado en acompañar los mensajes de sus temas con una actitud concreta, ni en interactuar con el público (y no digamos de decir algo en español fuera de sus canciones), así que los temas se fueron sucediendo uno detrás de otro más como una playlist que como un concierto. En honor a la verdad, al pobre tampoco le benefició salir justo después de la intensidad de Ethel Cain (de quien solo pudimos ver en condiciones el final por coincidencia con entrevista precisamente a Omar, pero suficiente para decirle guapayreina) y justo antes de un show que sería todo lo contrario. Porque, aunque Omar intentaba en algún que otro momento ser sexy, el pretty privilege no lo es todo, y más cuando detrás de ti va algo que grita “disfrutón” a cada momento: eso fue el concierto de Troye Sivan.

Cualquier otro artista de ayer está a cierta distancia de Lana, claro, pero el show que se marcó Troye Sivan fue otro de los grandes puntos del día. Siento mencionar otra vez a Madonna, pero no pude evitar acordarme ayer de ‘Erotica’ y el Girlie Show Tour: Troye siempre la ha tenido como una inspiración (dijo que después de escuchar ‘Like A Prayer’ se dio cuenta de que quería ser cantante, y, después de ver el videoclip de ‘Girl Gone Wild’, de que le gustaban los tíos) y, aunque no ha citado el disco de culto de ella como referencia para ‘Something To Give Each Other‘, es cierto que ambos tienen tanto un carácter sex-positive (“es un disco sobre mi cuerpo, sobre usarlo y disfrutarlo, y sobre disfrutar los cuerpos de otras personas”, dijo al presentarlo) como un componente importante de comunidad y libertad.

Christian Bertrand

Ayer, Troye puso el cuerpo -literalmente- para que quien quisiera llamarle(nos) guarro por disfrutar se lo llamara, estando toda la temática del show enfocada a lo sexual desde el inicio con ‘Got Me Started’. Algunos ejemplos fueron la interpretación junto a Guitarricadelafuente (camiseta de “Maricona” con la tipografía de Metallica incluida) de ‘In My Room’ con ambos en la cama; la parte final en calzoncillos marcando paquete y con su nombre escrito en el culo; momentos cero sutiles como cuando un bailarín le ofrece el micrófono y él lo mira como en tu vida mirarías a un micrófono, o cuando otro bailarín simula que se la mete en ‘One Of The Girls’… o, por supuesto, la explosión final con ‘Rush’. Quizás sobraba el doblete de Ariana Grande, y es una pena el desdén no tanto a su debut sino a su mejor trabajo (de ‘In A Dream‘ solo rescató ‘Stud’), pero se entiende que el australiano buscaba en este bolo no tanto un repaso a su carrera sino un concepto.

Christian Bertrand

Otra gran sorpresa fue el concierto de Arca. Me decepcionó su paso por el Cala Mijas porque fue más un DJ set camuflado en el que cantó dos temas, pero ayer tuve, por un lado, compensación a lo grande (además de darlo todo con sus temazos más reggaetoneros, subiéndose incluso a la estructura metálica del escenario, rescató preciosidades como ‘Desafío’ o ‘Anoche’) y, por otro, respuesta a por qué ocurrió eso en Cala Mijas. La artista no paraba de decir lo contenta que estaba y la energía tan buena que sentía, y, de hecho, cuando por un momento parecía que iba a la mesa para pinchar, se lo pensó mejor: “cuando me pongo introvertida me meto ahí detrás, pero en verdad estoy bien, ¡quiero seguir cantando!”. ¿Parecía estar improvisando? Sí, pero, si era el caso, desde luego le funcionaba.

La noche terminaría con otras dosis de electrónica oscura: las de Sega Bodega, que encandiló a los supervivientes que quedaban a las cuatro de la mañana. Una pena que no saliese Arca cuando sonó ‘Cicada’, pero igualmente fue un bolo para mantener despierto al personal, cerrando por todo lo alto con ‘Deer Teeth’.

Por último, dos de esos nombres más pequeñitos pero que a su vez hacen especiales al Primavera Sound, a la hora de descubrir artistas que no conocías tanto. Por un lado, Tirzah, de quien ya hemos hablado varias veces en la web, se metió en el bolsillo a quienes apostaron por ella frente a Rels B y se desplazaron a verla al Escenario Plenitude. Sonaron temazos de su último disco como ‘No Limits’ o ‘Nightmare’ antes de que nos cambiásemos al Cupra para ver lo que tenía que ofrecer Barry Can’t Swim. Y otro acierto: no sabemos si Joshua Mainnie sería consciente o no de que la mayoría de los que estaban ahí sentados en las gradas no lo estaban para verlo a él, sino para no tener que cortarse las piernas al día siguiente, pero el escocés desde luego supo recompensarles con distintos temazos, y mostrándose agradecido cuando interactuaba.

Disclosure revienta el Primavera pasando de su último disco

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Christian Bertrand

Entre los primeros conciertos de la jornada del viernes en Primavera Sound, The Last Dinner Party demostró que está a un paso, a un disco, a una era, de convertirse en la próxima gran banda británica. ¿No lo es ya? A The Last Dinner Party le sobran los temazos, tanto que el grupo se permite tocar uno inédito, llamado ‘Second Best’, que, por cierto, oposita a ser el mejor de su carrera. ‘The Feminist Urge’ o el coreado ‘Nothing Matters’ se encuentran entre los himnos favoritos de la audiencia.

El pop barroco de The Last Dinner Party halla su ideal escudera en la vocalista Abigail Morris, sobre el escenario un torrente de teatralidad física y vocal: si alguna vez imaginaste a Kate Bush liderando Queen, esto se parece bastante. En algún punto entre la banda de rock clásica y unas Spice Girls salidas del medievo, The Last Dinner Party se come el escenario Cupra y apunta a uno más grande en el futuro.

Los encuentros festivaleros con Disclosure son ya prácticamente anuales, pero sus hits bailables no pierden un ápice de efectividad. El público sigue celebrando ‘Latch’ como si hubiera salido ayer, se sigue dejando extasiar por ‘White Noise’ como si no hubieran pasado diez años desde su estreno, sigue tocando el cielo con ‘When a Fire Starts to Burn’, y definitivamente ya acepta ‘Douha (Mali Mali)’ entre los grandes clásicos del dúo de hermanos. Guy y Howard, además, se lo pasan bomba sobre el escenario: se nota que, además de producir la música, la gozan como nadie.

En medio del furor provocado por el elegante house de Disclosure, uno de los mejores producidos de la actualidad, asoma el recuerdo de un nuevo disco que ha pasado injustamente desapercibido: ¿soy el único que ha escuchado ‘Alchemy’ hasta la saciedad? Disclosure le da cierta bola pinchando alguno de sus temas, como el espectacular ‘Higher than Ever Before’, que sirve de cierre, pero el repertorio que se visita es el clásico. El público, claro, sale encantado de su concierto. En este caso tampoco hay sorpresa.

Christian Bertrand

La marabunta de gente en Primavera Sound hace difícil -si no imposible- acercarse a tiempo a algunos de los conciertos más interesantes. Es el caso de Jai Paul, cuyo concierto coincide brevemente con el de Lana Del Rey. Calculo que dispongo de media hora para disfrutar de su show pero, cuando consigo alcanzar el escenario Cupra, Jai Paul está tocando la última canción.

Me da tiempo para apreciar que 1) el mito que ha logrado es impresionante, pues su escenario está petado 2) ni él mismo parece creérselo. Jai Paul se prodiga poco en directo y, aunque se le perciben tablas encima del escenario, también transmite esa timidez del que nunca esperó nada de esto. Setlistfm me dice que su repertorio incluye una versión de ‘Crush’ de Jennifer Paige, pero a mí me basta apreciar la personas de las primeras filas saltando como locas brazos al viento con ‘Str8 Outta Mumbai’ para entender cuán especial es esto.

Mabel diferencia su propuesta de la mayoría de conciertos del Primavera con un sonido deliberadamente comercial y disfrutón, de factura 100% UK. En su set caben ecos al pop de los 2000, en concreto a hits de Aaliyah y Destiny’s Child, aunque, irónicamente, a Mabel se la percibe incómoda encima del escenario y para nada defiende las canciones en vivo como debería. En cuanto al repertorio, “Meibel” estrena ‘Look At My Body Pt. II’ en vivo y, sobre todo, provoca la euforia colectiva con el pop de 24 quilates de ‘Don’t Call Me Up’, una canción que había olvidado por completo de mi memoria. ¡Qué temazo era!

Eric Pàmies

The National vuelven loco otra vez a su roadie en el Primavera

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Clara Orozco

Guillem Gisbert aparece tras un fanfarria, solo tras un pianito. Si Aidan Moffat cultiva el look jubilado de vacaciones, Guillem el de oficinista en verano… Y si en el Escenario Cupra se cuela el sonido del Pull & Bear, en Pull & Bear se cuela el del Cupra. Tras el primer tema sale la banda, pequeña y joven. Hay bastante público y se saben todas las canciones. El punto álgido del concierto llega enseguida, una muy intensa, hermosa y divertida ‘Balla la masurca!’. Guillem abandona el estatismo y baila, escuela Jarvis pero en tímido. ¡Y se pone a ejecutar una mazurca al final! Bastante bien, por cierto. Pena que su micro suene a lata y que el mejor momento del show haya llegado tan pronto. ‘Balla la masurca!” es un disco bonito y es genial ver a Guillem en un escenario grande, tan arropado. Pero el concierto se hace un poco plano.

Christian Bertrand

Yo la Tengo van camino de ser el grupo internacional que más veces he visto. Pero siempre vale la pena la visita, ya sea cuando les posee el ruido o la tranquilidad. Normalmente ambos, como ayer en el Escenario Amazon. Esta vez el concierto va de temas propios, claro. Ira Kaplan tarda nada en comenzara golpear la guitarra, rompen el ensimismamiento para atacar ‘Sinatra Drive Breakdown’. Pero mi felicidad es absoluta cuando se pone a los teclados e interpreta una preciosa ‘Autumn Sweater’. De hecho, va a ser algo parecido a un concierto de hits: caen ‘Aselestine’ por Georgia Hubbley, ‘Stockholm Syndorme’ y ‘Tom Courtenay’. El sonido y la ejecución rayan la perfección. No se oye a nadie hablar y, por todo lo que alcanza la vista, solo hay gente absorta en ellos, mientras Yo la Tengo se entregan a otro tsunami sónico para cerrar.

Eric Pamies

Faye Webster prolonga la calma en el Pull & Bear, un poco Angel Olsen. Y la única que lleva escenografía: una especie de busto femenino gigante hinchable. Esta extraña humorada contrasta un poco con la ejecución exquisita (hay hasta saxo y steel guitar) y la interpretación de Faye, sin alharacas. Sufre de algún problema técnico inicial, pero luego todo fluye. El concierto se mueve en la frontera entre la gustera estival y el sopor, pero suena tan bien…

Por problemas varios llego a la mitad de la actuación de Jessica Pratt en el Auditori. Otra absoluta exquisitez: hay cadencias de folk y bossa nova, su voz reina, trémula e infantil, fuera del tiempo, recuerda a una cantautora hippie de los 70. Aunque Pratt vaya con banda, casi todo el concierto es ella sola con la guitarra. Es un concierto preciosista, pero también emocionante. Cuando Jessica entona ‘Back, Baby’ hacia el final se deben romper varios corazones.

Si Lana ha ido tarde, pues The National también, aunque ellos menos de 10 minutos. El ‘Slippery People’ de Talking Heads les da la bienvenida. Segunda vez que les veo en tres días. ¿Diferencias con el concierto del miércoles en Razzmatazz? Los gemelos Dessner van más arreglados, Matt Berninger parece de entrada más afónico, no se quita la chaqueta en todo el concierto, el setlist es más equilibrado, sin momentos tediosos y el sonido es muchísimo mejor. Un aparte: es increíble que un escenario tan grande suene tan bien.

Como siempre, el espectáculo es Matt: su encanto histriónico, el toque de clown que contrasta con las tremebundas historias que canta: en numerosas veces se tira al suelo, se va de una punta a otra del escenario corriendo, se le traba el cable, lleva al roadie loco. Y sus baños de masas: ya de buenas a primeras se las arregla para acercarse al público. Público ya entregadísimo, porque abren con ‘Sea of Love’.

Hay gozosas recuperaciones que no hubo en el Razz, como ‘Squalor Victoria’, que suena como un tiro. De hecho, el primer cuarto de concierto es algo muy serio, porque están sacando ya gran parte de la artillería pesada: ‘Bloodbuzz Ohio’, ‘I Need My Girl’, magnífica, que la gente canta con fervor, y a Matt en ese momento la ligera afonía le queda muy bien. Un momento maravilloso, que remata la lluvia. Sólo cuatro gotas, por suerte.

Pero The National son sobre todo una máquina de épica introspectiva. Y sin baches. La velocidad de crucero es inmejorable. Y ahí que Matt vuelve al foso para ‘Apartament Story’, mientras la grita y la gritamos. La afonía parece haberse evaporado. Todo siguen siendo temazos: ‘The Day I Die’, un ‘England’ cuyo verso “You must be loving your life in the rain” coincide mágicamente con el reinicio breve de la Lluvia.

Matt se pasea por la valla en precario equilibrio en ‘Light Years’, mientras que los redobles que nos envía el resto de la banda nos estallan en los tímpanos. En ‘Mr. November’ Matt se va más allá de la valla y pierde las gafas por un momento. Tras el marasmo de ‘Terrible Love’, Matt se hace un Lana y se acerca al público para dejarse querer sin cantar. Ya se van despidiendo con ‘About today’. Muy bonito: palmas, entrega, una trompeta que suena a gloria, la pausa que viene antes del último “about today”… Han sido dos horas de intensidad feliz que han pasado como suspiro. Qué pena que en el Fòrum no cerraran con ‘Vanderlyle Crybaby Geeks’, como sí hicieron el el Razz.

Mount Kimbie han dejado de ser un dúo y han pasado a cuarteto, con las incorporaciones ya fijas de Andrea Balency-Béarn a los teclados y la voz y Marc Pell a la batería. A las dos de la mañana su mixtura entre indietrónica, Stereolab y cierta vena shoegazer, ni demasiado cañera, ni demasiado contemplativa, entra como el agua. Un concierto encantador y atmosférico, ideal para dejarse llevar antes de emprender el regreso a casa.

Sergio Albert

Lana Del Rey sigue a su bola en Primavera y por eso la amamos

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Sharon López

Hacer un juego de palabra con “Lana del Rey” y “reina” es muy facilón, pero es que no es ninguna mentira. Puede ser por las colas de antes de que abriesen las puertas del recinto (en su mayoría, fans); puede ser porque esos fans no solo llevasen ropa y accesorios para la ocasión, sino incluso aquella mascarilla absurda por la que se la criticó en pandemia; puede ser por dejar fuera del setlist el reciente hit ‘Say Yes to Heaven‘ o incluso ‘Blue Jeans’… pero decidir que sí se va a recrear en ‘Bartender’ porque a ella le encanta; puede ser por aparecer casi media hora tarde y tener el coño de decir “disculpad estos diez minutos de retraso”… y puede ser porque a eso respondamos “tú lo que necesites, reina”.

Coñas aparte, puede ser por un espectáculo que consigue que durante hora y media no estemos en el Primavera Sound, ni en Barcelona, ni en 2024: estamos en el espaciotiempo particular de Lana, que es a la vez vintage y actual, oscuro y luminoso, íntimo y épico.

Entre el público, distintas horquillas de edad. Me resultó curioso cómo un chico que conocimos ayer mis amigos y yo decía que su disco favorito era ‘Honeymoon‘ porque le recordaba “a su infancia”: aparte de sentirme en ese momento el meme de ‘El castillo ambulante’, entendí hasta qué punto Lana del Rey ya no es solo una cantante, y le di más razón a una amiga que la considera “la Madonna del indie” (tengo mis dudas no ya sobre si es ella, sino sobre el propio concepto en sí).

Porque es cierto que Lana se ha convertido en una institución, el setlist casi que pasa a un segundo plano porque, aunque haya decisiones raras, tiene tantísimos temas buenos y tan distintos, y los defiende tan bien, que siempre acertará. No todo fue bueno: el sonido podría haber sido mejor, y Lana quizás llevaba más pregrabados de la cuenta (tampoco ayudaban los berridos de quienes creían estar en ‘Tu cara me suena’), pero daba igual teniendo momentazos como la magia en la actuación de ‘Pretty when you cry’, el protagonismo repartido con las coristas en el tramo ‘The Grants’ + “Tunnel”, o cuando le dio por poner el monólogo de ‘Ride’ junto a imágenes de sus distintas “eras”(jé), antes de interpretar esta canción en su tradicional columpio.

La elegida para cerrar fue ‘Young and beautiful’, ya a la altura de esos grandes temas de BSO que acaban comiéndose a su película cuando pasa el tiempo, y se convierten en un clásico. Ahí está ‘I will always love you’: estoy seguro de que, sobre todo en la franja 20/30, la mayoría no ha visto ‘El guardaespaldas’, pero conoce de sobra la canción interpretada por Whitney Houston. No es algo común, y suele estar reservado a las grandes. Es el caso, desde luego, de quien es ya por méritos propios una de las grandes artistas de nuestro tiempo.

‘BIRDS OF A FEATHER’ es el nuevo macrohit de Billie Eilish

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Se acaba de producir un movimiento muy significativo en el Top Global de Spotify. Este viernes, ‘BIRDS OF A FEATHER’ de Billie Eilish tuvo más streams que ‘LUNCH’ por primera vez. La una sube al puesto 4 y la otra baja al puesto 5, ambas por detrás de ‘Espresso’, ‘MILLION DOLLAR BABY’ y ‘Houdini’ (la de Eminem).

Es decir, el que parecía el single principal de Billie Eilish está dejando paso a ‘BIRDS OF A FEATHER’. La que siempre fue mi canción favorita de ‘HIT ME HARD AND SOFT’ es, por tanto, nuestra Canción del Día hoy.

‘BIRDS OF A FEATHER’ es la máxima expresión de la felicidad en una relación de amor. Representa ese género tan complicado como es el de las canciones felices. El transmitir alegría a través de una canción positiva. El tema tiene su momento de llorar, pero son lágrimas de felicidad. Eso es lo que transmite una melodía absolutamente positiva y luminosa, que se viene aún más arriba con los agudos de Billie Eilish hacia el final.

En cuanto a la letra, habla hasta la saciedad de un amor que siente que durará hasta la muerte, mención a la tumba incluida, y si no lo logra, tampoco pasa nada. «Nunca pensé que no estaría mejor sola / No puedo cambiar el tiempo, puede que no sea para siempre / Pero si es para siempre, mejor aún».

‘BIRDS OF A FEATHER’ se ha incluido en la promoción de la tercera temporada de ‘Heartstopper’ pero parece muy difícil que se vaya a contener como single oficial del disco hasta que se estrene la nueva tanda de episodios. Esto no sucederá hasta octubre y el tema ya es un huracán en las listas de éxitos, encabezando de hecho ya la playlist TODAY’S TOP HITS.

Rihanna, la artista femenina con más Discos de Diamante

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Hay nuevas certificaciones de la RIAA estadounidense de los logros de Rihanna, y casi como en honor de su tema ‘Diamonds’, la artista resulta ser quien tiene más certificaciones de Diamante, que equivale a 10 discos de platino.

Las nuevas certificaciones de Diamante son los 11 platinos de ‘Stay’, los 10 platinos de ‘Work’, los 10 platinos de ‘Needed Me’ y los 10 platinos de ‘Umbrella’. Por otro lado, el disco ‘Loud’ pasa a tener 5 discos de platino.

Otros temas certificados ahora son estos:
Love On The Brain – 7x Platinum
S&M – 6x Platinum
FourFiveSeconds – 5x Platinum
Bitch Better Have My Money – 4x Platinum
Sex With Me – 3x Platinum
Shut Up And Drive – 3x Platinum
Hate That I Love You – 3x Platinum
Cockiness (Love It) – Platinum

Rihanna, que lleva la friolera de 8 años sin sacar música demasiado en serio -salvo alguna banda sonora o featuring anecdóticos-, ha celebrado este reconocimiento en sus redes sociales, lo cual nos da esperanza de que algo le siga interesando la música.

Pedro Sánchez vuelve a hacer campaña con bien de Taylor Swift

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Pedro Sánchez se está viniendo arriba en la semana final de campaña para las Elecciones Europeas. Tras el éxito del PSC en las catalanas, y la aprobación de la amnistía en el Congreso, las encuestas van reduciendo el margen entre el PP y el PSOE. La estrategia de Feijóo es centrarse en la supuesta corrupción de la esposa del presidente, y en el caso Koldo, y algunos lo están cuestionando, por resultar similar a la estrategia de VOX (incluso aproximándose a Meloni), solo que Abascal está resultando más mediático por sus polémicas fotos con Milei y Netanyahu.

En un mitin este viernes en Murcia, Sánchez se ha centrado en la economía y ha dejado un titular que ha copado titulares en la prensa generalista, tanto en ABC como en El Periódico de España: «¿España se hunde? Pero si estamos creciendo más que la media, estamos creando más empleo que nunca en nuestro país. España es la Taylor Swift de las economías europeas».

En otro mitin ya había dicho: «Llevan 6 años diciendo «España se rompe». Pero si Salvador Illa ha ganado las elecciones en Cataluña. «¿España se hunde?». Pero si España crece como la carrera de esta artista que tenemos estos días por España, Taylor Swift, que es imparable. Pues igual la economía española. En un contexto geopolítico complejo como el que estamos viviendo».

El presidente alude así al buen funcionamiento de la economía y el empleo que ha llevado al país a ser el 4º que más crece en Europa, tras Portugal, Lituania y Letonia, y por tanto el que más crece entre las economías grandes. Además, España ha sumado por primera vez 21 millones de empleados.

Hablando de Taylor Swift, y de fans, Pedro Sánchez ha aludido en el mismo mitin de Murcia a una veintena de personas que le persiguen para abuchearle allá donde va. «Gracias a mis fans, ¿qué harían sin mí?», ha bromeado.

Por otro lado, el secretario general del PSOE, ha vuelto a compartir un tema de Taylor Swift en su muro de Instagram, en concreto ‘The Lucky One’. No es la primera vez que usa su música en su Instagram. Además, en la entrevista con La Pija y La Kinki, en la que habló casi exclusivamente de música, afirmó haber visto el documental ‘Miss Americana’. Probablemente por la influencia de sus hijas, la cual valió para que el propio Sánchez calificara a Carlos Peguer como «una swiftie», así en femenino.

Hay que recordar, por si lees esto dentro de unos años, que las declaraciones de Sánchez llegan un día después de que Taylor Swift haya arrasado en Madrid, convocando a 130.000 personas en dos conciertos consecutivos. Veremos si esta vez le sirve la estrategia como en el 23-J, pues el paro juvenil, que afecta precisamente a la generación swiftie, es una de las cuestiones a resolver por su gobierno, como suelen recordarle sus socios de Sumar.

Jennifer Lopez cancela su gira ‘This Is Me’

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Jennifer Lopez ha cancelado la gira veraniega con la que iba a recorrer Norteamérica. Empezaba el 26 de junio en Orlando y terminaba el día 17 de agosto en Nueva York. Se llamaba ‘This Is Me… Live’ y presentaba el disco ‘This Is Me… Now‘, que ha tenido un recorrido muy discreto por las listas, pese a venir acompañado de una película.

Representantes de Live Nation han dicho que la gira se suspende «para que Jennifer se tome un tiempo para estar con su familia». La artista ha dicho: «Me siento completamente devastada por decepcionaros. Por favor, sabed que no haría esto si no sintiera que era absolutamente necesario. Prometo que os compensaré y pronto estaremos juntos. Os quiero mucho. Hasta la próxima».

Variety ya reportó hace unos meses que la gira no iba bien en cuanto a venta de localidades, y ya se suspendieron 7 conciertos.

El disco ‘This Is Me’ no pasó del puesto 38 en Estados Unidos, ni del puesto 55 en Reino Unido, siendo número 20 en España. En todos los mercados el álbum duró una sola semana en listas, siendo uno de los fracasos más sonados de 2024. Algo muy llamativo si recordamos que la artista hizo la Super Bowl más vista de la historia en Youtube hace tan sólo 4 años, en 2020.

Pulp ofrecen uno de los conciertos de su carrera en Primavera Sound

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Eric Pàmies

La jornada, como reza el tópico, fue de menos a más, con Beth Gibbons y Pulp como vencedores de la noche.

Voxtrot en el Plenitude sufren el calorazo y solazo de las seis de la tarde. Llevaban ya 16 años sin venir al festival, nos informan. Su pop a la británica es agradable, menos Belle & Sebastian en directo que en sus discos. Suenan muy bien, pero les falta algo de sangre.

Aidan Moffat tiene la pinta de un jubilado escocés de vacaciones, pero con más carisma. A plena luz de día las historias chungas de Arab Strap lo son algo menos, el sol les castiga en el escenario Cupra. Llevan una banda ampliada: batería, teclados. Los graves retumban de más. También hay sitio para sumergirse en el ruido, cuando acaban convirtiendo ‘The Shy Retirer’ en una rave perversa. Siempre es un enfermizo placer verles, pero su propuesta hubiera sido aún mejor de madrugada en un escenario pequeño.

Gisela Jane

Las multitudes se desplazan para llegar al Plenitude a Mannequin Pussy. Merecen un escenario mayor. Pero también ocurre lo de siempre: tapón en los accesos, espacio delante. Las Pussy arrancan algo seriotas con su emo/hardcore/shoegaze, ya que tienen problemillas técnicos. Missy Dabice está a ratos al borde de la afonía, pero se pone fuerte cuando toca. A medida que avanza el concierto, despliega toda su artillería interpretativa. Lanza diatribas contra la religión y Estados Unidos, se arreglan los problemas técnicos y la banda se va animando: se pasan al ruido acelerado y al pogo punkoso y acabamos todos engorilados con elles.

Blonde Redhead en el Cupra hacen una actuación parecida a la del Weekender, solo que el pañuelo palestino ahora luce en el cuello de Kaze Makino. El atardecer les sienta bien. Pero en ese mismo escenario, quien va a gobernar es Beth Gibbons en uno de los mejores conciertos de la jornada. Y probablemente del festival. Le acompaña una banda de impresión para recrear el magnífico ‘Lives Outgrown’: viola, violín, un multiinstrumentista que toca marimbas, percusiones y ¡hasta un fagot! No hay electrónica aparentemente. Todo es orgánico.

Clara Orozco

Hay hambre de Beth. El público que nos congregamos en primeras filas la escuchamos con fervor… aunque se cuele el chunda-chunda de los escenarios adyacentes. Ella se lo toma con humor, y se pone a bailar de espaldas entre canción y canción. Es un placer reencontrarse con su voz en directo, con su estilo retraído, su clásica sudadera, con verla aferrarse al micro. El despliegue de ‘Floating on a Moment’ es para desencajar la mandíbula. También hay repescas de su primer disco, ‘Out of the Season’: ‘Mysteries’ (piel de gallina) y una espectacular ‘Tom the Model’, con toda su fanfarria cinematográfica, cantada como un clásico absoluto por el público. ‘Beyond the Sun’ es apocalíptica, demencial.

Crees que ya no puede haber nada mejor. Pero no estamos preparados para la que se nos viene encima. Personalmente no esperaba que tocara nada de Portishead. Pues toca ‘Roads’. Ovación cerradísma, hay gente a mi alrededor abrazada llorando. Incluso ella al final se le rompe la voz. Es imposible emocionarse más. Beth también está emocionada: nada más acabar el concierto, se lanza al foso a darnos la mano y agradecernos estar ahí. Más agradecidos estamos nosotros de habernos reencontrado con Beth Gibbons.

Clara Orozco

Pulp es el segundo reencuentro felicísimo de la jornada. Acabar de ver a Beth me impide presenciar el arranque de Jarvis y los suyos en el escenario Santander. Pero llego cuando están con ‘Disco 2000’. Un despropósito tocarla la segunda, si me preguntan. Va a ser mi único pero del concierto, porque es una fiesta monumental. Esto no es nostalgia: esto es reivindicar por todo lo alto uno de los mejores cancioneros de los 90. Jarvis está pletórico, de voz, de poses, de carisma. Como con Gibbons, es una felicidad inmensa reencontrarse con él y, como con la Gibbons, más placer aún ver que está en un estado de forma magnífico. La música no va a la zaga. Se han traído un cuarteto de cuerda y aquello suena espectacular.

La sucesión de hits es tremebunda: ‘Miss Shapes’, un ‘Something Changed’ que dedican a Steve Mackey a Steve Albini… ¡Si hasta la oscura ‘Weeds’ de ‘We Love Life’ suena estratosférica! Pero es que aún hay más: chirigota de pitos para ‘Sorted for E’s & Wizz’, el arranque con chelo y la barbaridad de versión que hacen de ‘This Is Hardcore’, un ‘Babies’ emocionantísimo… Me las canto todas de pe a pa. Claro, cuando llega ‘Common People’ se viene todo el Primavera abajo. Pero es que encima cierran con ‘Razzmatazz’, una favoritísima mía que no estaba prevista en el setlist. Es imposible sentirme más feliz. Ha sido un concierto brillante, quizás el mejor que les he visto nunca, y les he visto muchas veces, gira de ‘This Is Hardcore’ incluida.

Tras tantísima felicidad, también acabo necesitando mi dosis de locura. Y esa me la dan The Armed en el Plenitude. No va ni la segunda canción y uno de sus cantantes ya se ha tirado entre el publico. El suyo es un show fragmentado y demencial, como su música. Es súper punk-pop acelerado: tralla, ruidaco, voces desgañitándose, bailes loquísimos de sus tres cantantes y toneladas de diversión.

Vampire Weekend y Justice en Primavera: el indie sleaze resucita

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Sergio Albert

En la primera jornada de Primavera Sound -la del jueves- se disputaron el título de Cabeza de Cartel Primero de Primavera dos titanes del indie sleaze que han derribado toda necesidad de apoyarse en la nostalgia publicando sendos discazos en 2024. En Vampire Weekend ya confiábamos y ‘Only God Was Above Us’ es claramente uno de los mejores discos del año, si no el mejor. Con Justice teníamos más dudas pero ‘Hyperdrama’ es un blockbuster electro de los buenos.

El concierto de Vampire Weekend es todo lo que esperas de la presentación en vivo de ‘Only God Was Above Us’. El grupo de Nueva York trae un sonido inmejorable, las distorsiones de ‘Capricorn’ te peinan a dos kilómetros de distancia, los pianos tintinean como si el grupo tocara directamente en tu oído, el bebé de ‘Ya Hey’ suena a gloria. Como es imposible que fallen las canciones, Vampire Weekend básicamente ofrece un directo de 10 sobre 10.

Sobre el escenario, Vampire Weekend, es decir, la formación de Ezra Koenig, Chris Baio y Chris Tomson, invita a la fiesta a un músico amigo que toca el saxofón. El concierto navega el jazz, la tropicalia, la electrónica o por supuesto el “a-punk” y, a todas estas facetas, Vampire le da su exquisita vuelta personal. Es fascinante ver en acción a Koenig, un frontman atípico con su porte de F. Scott Fitzgerald del siglo XXI, y cuando dice que está encantado de volver al Primavera y que el público español es “simplemente lo mejor” -en perfecto español-, te das cuenta de cuánto les hemos echado de menos.

Sergio Albert

No tenemos a Daft Punk, pero nos queda Justice
Este es el pensamiento inevitable que viene a la cabeza presenciando el show que Gaspard Augé y Xavier de Rosnay ofrece en Primavera pasada la medianoche. Las comparaciones son odiosas y tocapelotas, pero solo Justice puede hacerle honor en este caso. Su sonido es arrollador y las canciones de ‘Hyperdrama’ plantan cara a los clásicos.

La escenografía de Justice explota la faceta oscurantista / metalera presente en la estética del dúo francés, y tanto Gaspard como Xavier le da bola tocando con semblante serio y gafas de sol (el verdadero hombre de negro, Keanu Reeves, toca el viernes a la tarde) debajo de una lluvia de luces. Toda la acción la propone la música, y tanto los momentos macarras (‘Generator’) como los funky (‘Neverender’) terminan configurando un show electro de primer nivel.

A Justice le gusta jugar y durante su show va intercalando fragmentos de ‘D.A.N.C.E.’ y ‘We Are Your Friends’, sus dos grandes himnos. A cada “do the dance, do the dance”, la gente se vuelve loca. Pero la noticia es lo bien que funcionan, en este contexto, sus nuevos temas. En su objetivo de llevarnos en una montaña rusa de adrenalina y tensión, es evidente que Justice sigue jugando en primera liga.

Sergio Albert

Al margen de los headliners, Primavera ofrece la oportunidad de presenciar los directos de artistas que no se prodigan tanto por nuestro país. Es el caso de Amaarae, autora del aclamado ‘Fountain Baby’ (2022). Su show es una fiesta y ella se come el escenario desde el segundo cero. El público canta extasiado los estribillos de ‘Fountain Baby’ aunque la faceta pop-punk convence menos. Unas pocas horas antes, Freddie Gibbs había caldeado el ambiente rapeando sobre las viscosas bases de Madlib, y él no es el único entre los presentes que sujeta un porrito entre los dedos.

Otra de las sorpresas de la noche la da Sofia Kourtesis. Mis prejuicios me llevaron a pensar que Kourtesis traía un show más o menos tranquilo y espiritual, como su disco. Que pasaría desapercibida detrás de los teclados. Nada más lejos de la realidad. Lo primero que hace es sacar a unos amigos al escenario a bailar disfrazados unos segundos de ‘Vogue’ de Madonna. Después, Kourtesis aparece en el escenario y desde el segundo cero baila completamente desatada, grita frases inspiradoras al público e incluso se arroja el contenido de una botella de agua encima. ‘Si te portas bonito‘ no funciona con baterías, pero la energía de Kourtesis la vende.

En un punto del show, Kourtesis afirma estar tan «emocionada” que le da “un poco de miedo”. Desde el público parece poseída por el espíritu de Raffaella Carrà en el mejor de los sentidos. O, en otras palabras: a star is born.

Madonna es denunciada por un fan por «pornografía sin aviso»

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Un fan de Madonna ha presentado una denuncia contra la cantante alegando que tanto él como otros fueron «forzados» a presenciar «pornografía sin aviso» en su concierto de la gira ‘Celebration’.

La denuncia especifica que ni él ni ninguno de los asistentes fueron avisados de antemano sobre el contenido explícito del concierto en Los Ángeles. Después continúa diciendo que la actuación empezó una hora y media tarde, que Madonna hizo playback en algunas partes y que los fans fueron sometidos a condiciones insoportables, tanto por el calor como por la naturaleza del contenido.

Según el documento legal, el excesivo calor del recinto fue causado porque la cantante pidió que quitasen el aire acondicionado, diciéndole a los asistentes que se desnudaran si tenían demasiado calor. En cuanto al contenido del show, la denuncia habla de ser forzados a ver «mujeres en topless simulando actos sexuales». De esta forma, Madonna ha sido denunciada por publicidad engañosa, competición desleal e imposición intencional de angustia emocional, entre otros cargos.

Lenny Kravitz, célibe desde hace 20 años por razones espirituales

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En una nueva entrevista con The Guardian, Lenny Kravitz ha hablado del voto de celibato que tomó hace 20 años, en 2005. El cantante de ‘Fly Away’ aseguró que seguirá cumpliendo su promesa hasta que encuentre a su alma gemela.

El origen de la promesa es más profundo de lo que cualquiera se esperaría. Este se remonta a las infidelidades del padre de Kravitz, quien le dijo al artista que él seguiría su mismo camino en las relaciones. «Tenía razón», cuenta Kravitz, que estuvo casado con la actriz Lisa Bonet desde 1987 hasta 1993. «No quería convertirme en ese tipo, así que me enfrenté a ello y tardé años», continuó Kravitz.

Cuando tomó los votos por primera vez, declaró que se trataba de «una promesa hasta que me case». Casi 20 años después, sigue cumpliendo su pacto. La última relación seria de Kravitz fue hace 9 años, por lo que llevaría célibe desde entonces. Una de las reacciones más sonadas a la confesión del cantante y actor ha sido la del rapero Ice-T, que no entiende la decisión de Kravitz: «Esta mierda es muy rara… A mí me gusta follar. Mucho».

‘Mi Culpa’ es la desgarradora balada pop del prometedor pablopablo

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Si existen tantas baladas de este estilo, es porque funcionan. Que te sorprendan ya es otra cosa. pablopablo ha conseguido justamente esto último con su desgarrador nuevo single, ‘Mi Culpa’.

Compuesta, producida e interpretada por Pablo Drexler, ‘Mi Culpa’ está construida sobre unos románticos punteos que, gracias a una cuidadísima producción, desembocan en una potente distorsión que también sirve como climax emocional del tema.

Drexler se culpa a sí mismo por el final indeseado de una relación, e intenta buscar la razón de todo usando su dulce falsetto. «No sé si es el aire, si es el karaoke, o el after», enumera el cantante, nombrando también «el verano de Madrid» o «la ropa que dejaste en mí sofá». La letra no se pasa de devastadora ni cursi en ningún momento, y nos deja frases como estas: «Cuanto más bien me haces, más me sabe a nada», canta Pablo dejándose la voz.

Este es el tercer adelanto de un posible nuevo proyecto de pablopablo y llega después de la salida de las fantásticas ‘Sidekick’, con Guitarricadelafuente, y ‘Otra Vida’. Es otra muestra del gran futuro musical que tiene delante suyo.

Sen Senra y Aitana no suman en ‘Hermosa casualidad’

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Sen Senra puede tener en sus manos uno de sus mayores hits. Se trata de una colaboración con Aitana, la quinta artista de España más escuchada en Spotify.

Juntos cantan ‘Hermosa casualidad’, nuevo adelanto de la segunda parte de ‘PO2054AZ‘, el disco en varios volúmenes de Sen Senra. ‘Hermosa casualidad’ no es el hallazgo creativo que fue ‘No quiero ser cantante’, sino un tema apegado a la radiofórmula, tanto que sus retumbantes tambores pueden recordar a los de ‘Halo’ de Beyoncé o ‘Bleeding Love’ de Leona Lewis. ¿Sen Senra sonando a OneRepublic? Está pasando.

El paso comercial de Sen Senra con Aitana significa que ‘Hermosa casualidad’ no es una composición enrevesada ni misteriosa en absoluto. A su favor hay que decir que Sen Senra y Aitana hacen migas cantando una melodía bonita que se presta al coreo colectivo.

Aitana publicó este fin de semana un críptico tweet en el que se podía leer el título del último proyecto del gallego, posiblemente adelantando una colaboración entre los dos.

Poco después se revelaba que el single conjunto, ‘hermosa casualidad’, estaría disponibles en plataformas este mismo viernes 31 de mayo. En la portada de la canción aparecen los dos artistas preparados para tener una sesión de levantamiento de pesas.

La catalana optó por mantener la pista simple, escribiendo tan solo «PO2054AZ». El ambicioso proyecto de Sen Senra estará formado por tres volúmenes, de los cuales solo podemos escuchar el primero, de momento. Todavía no se conocen las fechas de salida de las dos entregas restantes.

RFTW: Bat for Lashes, Vetusta Morla, The Marías…

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Hoy 31 de mayo sale el nuevo disco de Vetusta Morla, el último antes de su descanso. Además, se editan nuevos álbumes de The Marías, Bat for Lashes, Arooj Aftab o Maya Hawke, y Confeti de Odio lanza EP.

Entre los singles destacados de la jornada hay que destacar el regreso de Eminem y el dueto de Sen Senra y Aitana. La curiosidad la protagoniza Charli XCX presentando remix de ‘360’ junto a Robyn (!!) y Yung Lean.

No es la única colaboración que subrayar hoy. Love of Lesbian y Amaral unen fuerzas en ‘¿Qué vas a saber?’ pero, para inesperada, la alianza de DELLAFUENTE y AMORE.

Otros lanzamientos significativos son los nuevos de Normani, Tokischa y Villano Antillano: las tres presentan nuevo disco. Estos días, Romy ha sorprendido adaptando el clásico de Donna Lewis y James Blake ha iniciado nueva etapa independiente con un tema muy recomendable.

La cosecha internacional deja, además, novedades interesantes de Nick Cave and the Bad Seeds, AURORA, Magdalena Bay o Disclosure. En la nacional hay nuevas entregas de Ganges, Julieta, Kora o un curioso remix de Mujeres y SVPER.

Eminem hace funcionar el sample de ‘Abracadabra’ en ‘Houdini’

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Eminem publicará nuevo disco este año, llamado ‘The Death Of Slim Shady (Coup De Grâce)’. El título del disco está directamente relacionado con el del primer single, ‘Houdini’.

Sí, como Dua Lipa, Eminem publica single llamado con el apellido del famoso mago húngaro conocido por arriesgar la vida con sus trucos. Eminem tiene más cosas en común con Harry Houdini que Dua Lipa: Houdini murió en Detroit a los 52 años, y Eminem es de Detroit y acaba de cumplir esa edad. Ahora, en su nuevo disco, promete su propia muerte.

Irónicamente, en ‘Houdini’ se da el «regreso» del Eminem que recuerdas de éxitos como ‘The Real Slim Shady’ o ‘Without Me’. ‘Houdini’ es prácticamente una recreación de ‘Without Me’ pero llevada al Eminem actual: en la letra, Eminem declara que seguirá soltando «mierdas» para «enfadarte» y sugiere que jamás será cancelado, porque sigue siendo el ídolo de toda una generación.

En su nueva «provocación», en realidad completamente autoparódica, a Eminem le caben referencias a Megan Thee Stallion, RuPaul, R.Kelly o a diversos colectivos, de los transformistas a las personas «transraciales» («mi gato siamés transgénero se cree negro pero actúa como si fuera chino»). En un punto de la letra usa la palabra «censura»… por si este dato te sugiere algo.

Pero la nostalgia de ‘Houdini’ también va por otro lado: la canción basa casi toda su composición en ‘Abracadabra’ de Steve Miller Band, una canción de 1983. Steve Miller se ha deshecho en elogios hacia Eminem por el uso adecuado que ha hecho de los permisos editoriales.

El videoclip de ‘Houdini’ también se inspira en el de ‘Without Me’ e incluye cameros de Dr. Dre, Snoop Dogg o Pete Davidson convertido en un loco al volante.

El asunto ha funcionado y ‘Houdini’ es ya un éxito internacional. El pasado viernes entró al puesto 3 del Global de Spotify, el sábado se mantuvo en el 3… y el domingo se mantuvo en el 3. Algo no tan fácil de conseguir para un estreno, ¿verdad, Dua Lipa?

Taylor Swift hace historia en Madrid con un Eras Tour que la afianza entre las grandes

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Una marea de purpurina y lentejuelas recorría el Paseo de la Castellana horas previas a que comenzara la segunda fecha -la única que se anunció al principio- de Taylor Swift en el estadio Santiago Bernabéu en Madrid. Hacía trece años desde la última vez que la cantante pisaba España para dar un concierto, un dato que quizá sorprenda a juzgar por la demografía de un gran número de los asistentes que peregrinaron a la sede del Real Madrid para ver a su ídolo: muchos de ellos eran entonces demasiado pequeños incluso para tener recuerdos.

Swift lleva casi 20 años en la industria musical, pero sus seguidores no están ahí por el factor nostalgia, sino porque su música es intergeneracional y no cesa de ganar nuevos adeptos a cada paso que da. Sus canciones tienen algo especial que cala muy hondo en el público adolescente de cualquier generación, pero además, aquellos que crecieron escuchando el CD de ‘Fearless’ en bucle tampoco se han desenganchado. En 2024, el techo para la artista es el mismísimo cielo, ya que lleva años batiendo récords que solo son superados por ella misma. Uno de ellos relacionado con el tema que nos ocupa, la gira con mayor recaudación de la historia: The Eras Tour.

Como no podría ser de otra manera, los “teloneros” de este mastodóntico espectáculo, no son ningunos novatos, ni tampoco un grupo que necesite una gira para obtener reconocimiento, sino una banda ya muy consolidada. Paramore llevan haciendo música desde que eran adolescentes en Nashville y no tardaron en saltar al estrellato. Swift también comenzó su carrera en la ciudad de Tennessee, su edad es similar a la de Hayley Williams y, al igual que ella, conoció la fama muy pronto. Los paralelismos acaban ahí, pero la amistad entre ambas ha llevado a los autores de ‘Riot’ a tener el privilegio de mostrar su música a un tipo de público distinto al que acostumbran.

El aperitivo antes del plato principal venía así en forma de un set de 9 canciones donde los de Hayley Williams repasaron algunas canciones que han marcado toda su trayectoria, especialmente del cuarto disco en adelante, incluyendo también un homenaje a Talking Heads versionando ‘Burning Down the House’. Con su energía característica, Paramore demostró que todas ellas están hechas para ser coreadas en los escenarios más grandes del mundo. Si abrir para Taylor Swift funciona como una puerta a nuevas audiencias, bienvenido sea.

TAS Rights Management

Tan solo media hora después de que la banda cerrara con ‘This Is Why’, llegó la hora de la verdad. A las 20:00, un gigante cronómetro indicaba los minutos que quedaban para que The Eras Tour diera comienzo. Los músicos se alineaban a los bordes de las pantallas dejando así todo el inmenso escenario libre para Taylor Swift y sus bailarines. El nerviosismo general es palpable, las expectativas son máximas. Al entrar, a cada asistente se le dio una pulsera con un pequeño dispositivo luminoso y se le indicó que tirara de la pequeña etiqueta que traía consigo cuando empezara el show, y así se hizo. Con las primeras notas de ‘Miss Americana and the Heartbreak Prince’ la gente enloqueció y aparecieron esas pequeñas luces de colores bañando la pista y la grada, esta vez de color rosa indicando que estábamos ante la era ‘Lover’, de la que la artista cantó ‘Cruel Summer’, ‘You Need To Calm Down’ y ‘Lover’.

Tras esa inauguración, Swift no tardó en dirigirse al público, muy agradecida del calor y cariño con el que le había recibido Madrid, y presentó su show: “vamos a iniciar una aventura, one era at a time”. Y si algo es The Eras Tour, es precisamente eso, una aventura fascinante que recorre una de las carreras más exitosas de la historia de la música. Es una forma preciosa de ver todas las versiones de la cantante a lo largo de los años, cómo ha ido evolucionando hasta llegar a convertirse en la artista que es hoy. Si todos los conciertos pueden considerarse regalos para los fans, lo que hace Taylor Swift aquí es directamente una carta de amor a todos ellos, con 3 horas y 20 minutos en las que repasa más de cuarenta canciones. A estas alturas, no se trata de intentar convencer a nadie, sino más bien de darle a su público todo lo que quiera y un poco más.

La preparación física y mental para exponerse delante de decenas de miles de personas cada día durante un año entero es absolutamente admirable. En The Eras Tour, Taylor es una presencia poderosísima en el escenario, por mucho que a lo largo de su carrera haya sido criticada por “no bailar bien”, “no tener una voz potente” o cualquier otra cosa. Este tour muestra con creces su valor como artista y debería servir para acabar de una vez por todas con esos discursos, ya que sin dejar de moverse ni un instante de las más de tres horas de espectáculo -prácticamente cada canción tiene una coreografía propia- su control de la voz es total.

La puesta en escena es, sin duda, otro de los puntos fuertes. Siendo una superproducción llena de efectos que te dejan sin palabras (como cuando Taylor se lanza a “la piscina” y aparece en el lugar opuesto del escenario), la escenografía no está recargada, sino que se compone de ideas y conceptos simples reforzados por las proyecciones en pantalla. En cada era, el escenario cambia en función al estilo de esta: en ‘folklore’ y ‘evermore’ aparecen unos pinos y una cabaña de madera, en ‘Red’ una gran caja de música roja, en ‘reputation’ se proyecta una enorme serpiente, etc.

TAS Rights Management

1989’, uno de sus discos más celebrados, sirvió de contrapunto perfecto tras el meditativo paseo por el bosque de sus álbumes pandémicos. Taylor iniciaba esta era vestida con un crop top rosa y una falda morada cantando la enérgica ‘Style’ rodeada de bailarines. Tras ella, ‘Blank Space’ ofreció un gran espectáculo con la irrupción en el escenario unas bicicletas con luces fluorescentes que después usaría para ‘Shake It Off’.

También hay mucha influencia del teatro musical durante todo el concierto, especialmente en las dos últimas partes con ‘Midnights’ (el baile de los paraguas de ‘Midnight Rain’, las nubes de ‘Lavender Haze’) y ‘The Tortured Poets Department’ (el principio de ‘I Can Do It With a Broken Heart’, cuando dos de sus bailarines la llevan a un sofá rojo y le cambian de ropa; la cama giratoria de ‘Fortnight’). A estas dos últimas eras es a las que más tiempo dedica, lo cual no deja de tener sentido ya que serán las que más representan quién es hoy.

En medio de todo esto, hay varios momentos donde Taylor se dirige al público con gran calidez y cariño. Su profesionalidad es máxima en todo momento, y su emoción genuina cuando tras cantar a piano ‘champagne problems’ el sobrecogedor estallido de aplausos invade el estadio. En las canciones sorpresa -una pequeña sección dentro del concierto que va variando en cada fecha-, nos dice que va a empezar por el principio, ya que en España siempre la hemos apoyado, antes de cantar ‘Our Song’ de su primer disco, un momento de increíble euforia colectiva, sobre todo cuando de ella pasa a ‘Jump Then Fall’, combinando ambas con la guitarra. La otra sorpresa vino con la versión a piano del “deep-cut” de ‘reputation’, ‘King Of My Heart’.

Viendo la grada y la pista iluminadas con puntos de color (la idea de las pulseras con luces es brillante) y a todo el mundo cantando todas las letras de todas las canciones creó una atmósfera acogedora y una sensación de unidad con una fuerza que rara vez se ve en un concierto. Sus canciones significan tanto para tanta gente que ese vínculo ya no solo entre artista y público, sino entre los propios fans es algo muy especial de presenciar. La sensación final que deja The Eras Tour es la de haber asistido a algo realmente grande e inolvidable, a una gira que pasará a la historia del pop. Todos los que allí estuvimos, cuando nos hagamos mayores, podremos decir con orgullo y una sonrisa en la cara: “I was there, I remember it all too well”.

TAS Rights Management

No he visto a The Beatles, pero sí a The Lemon Twigs

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Ainhoa Laucirica

Se encienden las luces. El concierto de The Lemon Twigs termina y los asistentes salimos ordenadamente de la Sala Copérnico de Madrid. Estamos comentando lo bien que sonaban las armonías, lo anacrónicos que eran los outfits y cómo los cuatro integrantes «tenían totalmente claro lo que hacían», cuando suena de la nada la mágica intro de ‘How Can I Love Her More?’. Rápidamente, todo el mundo de nuevo para dentro, que los hermanos D’Addario se han olvidado de tocar el single. Este caramelito final fue, como todo lo que vino antes, un delicioso espejismo de una época irrepetible.

Entre personas con patillas y camisetas rayadas, fui transportado a los años 60. Los únicos elementos que me sacaron de mi ilusión fueron, obviamente, los constantes teléfonos móviles, y Taylor Swift. «Yo creo que la clave es la conexión con los fans, tío», comentaban a mi lado sobre la inescapable cantante.

Ainhoa Laucirica

Brian y Michael D’Addario, al igual que el resto de la banda, están totalmente chapados a la antigua, hasta el punto de que les da igual pasearse por el escenario minutos antes del show para comprobar que tienen todo en orden. Su atuendo -ya le gustaría a Humana- y presencia los enmarcaban como viajeros del tiempo. Era casi surrealista.

Brian, tocayo de uno de sus grandes referentes, dispara los potentes acordes de ‘Golden Years’ y lo que sigue podría servir como compendio definitivo de los sonidos y corrientes del pop de toda una década, o dos, si me apuras; canalizadas en unos hermanos de 27 y 25 años. Los Beatles psicodélicos, los Beatles moñas, los Beach Boys de ‘Smile’ y ‘Pet Sounds’, la frescura de ‘Odissey & Oracle’, la creatividad de Todd Rundgren… No acabo. Estamos hablando de que, si todas estas canciones tuviesen 50 años, serían clasicazos indiscutibles. Así es el material, pero además en vivo lo defienden como si de ellos dependiera el futuro del rock. Y quién sabe, igual es el caso.

El repertorio abarcó los cuatro discos del dúo, pero las canciones de los dos últimos (‘Everything Harmony’, ‘A Dream Is All We Know’) brillaron de forma especialmente deslumbrante. Las armonías vocales de ‘In My Head’ o ‘Any Time Of Day’ hicieron imposible que el público no se rindiese ante ellos en una explosión de aplausos y vitoreos. Lo mismo ocurrió con una renovada ‘I Wanna Prove To You’, el tema que mejor funciona de su primer disco y que marcó un antes y un después en el concierto. A partir de aquí, la conexión público-artista fue total. Los chascarrillos entre hermanos -«Voy a intentar tocar esto, que parece un violín» soltó Michael señalando un bajo-, la perfecta naturalidad de la banda y la acertadísima versión del ‘I Don’t Wanna Cry’ de The Keys -«¡Wow!¡The Keys deberían tocar aquí!»- enamoraron a todo aquel que se hubiese resistido previamente.

Ainhoa Laucirica

The Lemon Twigs consiguieron que el bis fuese uno de los highlights absolutos. Se va toda la banda, solo vuelve Brian. Coge su guitarra eléctrica. Habían elegido los cortes más divertidos de su discografía para la sección principal del show, pero faltaban los que te tocan el corazón. Si alguien hubiese gritado alguna tontería mientras Brian cantaba ‘Corner Of My Eye’ y ‘When Winter Comes Around’, ese alguien se habría comido una silla. Qué bonito, y cuánto hacía que no veía algo así en un concierto. ¿De verdad eran así antes?

Lo único que les puedo echar en cara a las ‘ramitas’ es que no terminaron con ‘Good Vibrations’, y en Lisboa sí. Sería lo más cercano a ver a The Beach Boys en su peak. Conciertos como estos te quitan un poco el gusanillo de ver a una gran leyenda de la música en directo. No pasa nada. No he visto a The Beatles, pero sí a The Lemon Twigs.

Nathy Peluso / GRASA

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“If you play with my ass, you will quemarte”. La frontera entre el cringe y la personalidad es muy difusa y, sobre todo, muy subjetiva. Lo analizamos estos meses con la respuesta visceral (para bien y para mal) que provocaba Paul Thin, y sobre todo su actitud en el escenario, pero es algo que ha acompañado a Nathy Peluso desde que empezó a conocerla más gente. Recuerdo un tuit viral que decía algo así como “que alguien cierre el portal del que salió Rosalía, los españoles han enviado ahora a Nathy Peluso” acompañado de su performance de ‘SANA SANA’ en el Colors y, no mucho después, mucha gente flipaba con el *coge aire* “toitomijuguitocalentitotetragastemuchopesosobremishombromuchodramamíramealosojochúpamecomounafuckindama” de ‘BUSINESS WOMAN’. Peluso ha ido cimentando un estatus a base de hits que ya quisieran muchos, pero, al contrario que a mis compañeros, a mí no me convenció ‘Calambre‘ en su conjunto y, para mí, el formato álbum se le resistía. Hasta ahora.

Cuando se anunció que ‘Salvaje’, ‘Tonta’, ‘Mafiosa’, ‘Ella tiene’ o ‘Emergencia’ no iban a estar en ‘GRASA’ y se iban a quedar como singles sueltos, me llevé las manos a la cabeza. No ya por cuestiones de streaming, sino de calidad: ¿tan segura estaba Nathy de que tenía un disco en el que podía permitirse dejar fuera algunas de sus mejores canciones (quizás la mejor en el caso de ‘Emergencia’)? Pues parece que sí, que hizo bien en fiarse de su intuición, y que esa seguridad no estaba en el álbum que descartó. Tan segura está ahora, que el único adelanto fue algo más parecido a un interludio -con permiso de Antón-, y que ha sacado clips para todos los cortes (rodados en 3 días y con acting improvisado según cuenta. ‘GRASA’ es también un álbum visual, muy cuidado en casos como el de ‘Legendario’, con esa presencia de los espejos y el uso de los flashes: cómo la fama y su propio reflejo tienen ese doble efecto de ir ahogándola y, a la vez, darle alegría.

‘Legendario’ es el temazo del disco… aunque esa frase es un poco mentira, porque el disco está lleno de temazos. Pero barras como “el nombre que me dio mamá lo convertí en empresa”, “me doy un shot y le doy un beso a mi rosario” o el talento que tiene para mezclar sacada de coño con vulnerabilidad (“cuando llegue a lo que todos suelen llaman poder, voy a desaparecer”, o ese “tengo poco que perder, y si lo pierdo será haciéndolo legendario”, que recuerda al “que aunque no consiga nada, mami tuve mucha ambición” de Fernandito); son, desde luego, grandes aciertos.

‘GRASA’ es un disco muy bien atado, que empieza diciendo “esta ambición me está matando” en el bolero ‘Corleone’ (cuya preciosismo musical se materializa en eso de “me pregunto si es Dios el rayo de Sol que entra por la ventana”) y se cierra con la belleza costumbrista de ‘Mamá’: “el pelo te huele a pasto cortado, luciérnaga de la oscuridad (…) comenzaste a coleccionar fotos que me cuentan tantas historias”, canta en una canción que pone los pelos de punta cuando la oímos decir “gracias a que sé que estarás a mi lado, no le temo a la soledad”.

La producción es casi por completo entre Nathy y Manuel Lara; el venezolano, que ha trabajado con Kali Uchis o Bad Bunny, se estrena en la discografía de la argentina por todo lo alto, apareciendo en todo el tracklist, y siendo los otros nombres los que se añaden. Otros nombres con los que ella ya había trabajado son Zecca, Didi Gutman o Rafael Arcaute. Entre las novedades se encuentran pablopablo, Servando Primera y Yasmil Marrufo para la salsa de ‘La Presa’ (igual los conoces por trabajos similares para Jennifer López y Christina Aguilera, respectivamente), Casta (Maluma, Becky G) o Félix Lara (Duki).

Peluso se rodea no solo de este equipo, sino también de numerosas colaboraciones. De Blood Orange (‘El día que perdí mi juventud’, con Devonté Hynes como acompañante instrumental cediéndole el protagonismo a Nathy, recuerda al adelanto de ‘ANTI’ que fue la Rihanna de ‘Love Without Tragedy / Mother Mary’) a la Banda de Cornetas y Tambores Vera Cruz de Los Palacios en ‘Aprender a amar’ (curiosamente jamás se dice eso, sino “aprender a amarte”… quizás porque es muy complicado una cosa sin la otra), pasando por Lua de Santana en ‘Menina’ (que evidentemente menciona a Velázquez). Y, dentro de sus compatriotas, del interesante dúo Paco Amoroso & Ca7riel (‘Todo roto’) hasta la estrella Duki (“ustedes son muñecos de colección / porque pierden el valor si los sacan de su caja / con corashe como Nathy, somos de los que encajan”, suelta en otro de los cortes destacados, ‘MANHATTAN’).

Hay varias menciones a ‘Corashe’ en este disco (la “profecía” de ‘El día que perdí mi juventud’ también puede ser guiño a ‘Emergencia’), y tiene mucho sentido más allá de lo nostálgico. Pese a que parte de la letra de ‘Envidia’ recuerda un poco a su criticado mensaje de “la plata va a venir sola”, también deja claro que corashe no le falta y que, si te duele, curita: la garra de ‘Todo roto’ es impresionante y, cuando te acuerdas de Mala Rodríguez, Peluso te lee la mente y dice “tengo mala educación y de mala, mucha”. Lo mismo hace esto que te planta demostraciones vocales como en ‘Ideas radicales’ (magnífico puente), ‘Escaleras de metal’ o las mencionadas ‘Envidia’, ‘Mamá’ o ‘Corleone’, o se marca un “Mafiosa 2.0” con la salsa de ‘La presa’, o rima “Madonna” con ser “la bala que maneja tu pistola” en uno de los temas más sensuales que ha hecho, la estupenda ‘Real’, que incluye otra barra para quitarse el sombrero: “aunque me den un disparo, diles que llegaron tarde, ya tengo tu amor en el pecho clavado”.

La garra, la emoción, la experimentación, la versatilidad, el exceso y el punto de folclórica de Nathy Peluso van y vienen en el tracklist de ‘GRASA’, y prueba de ello es que, justo antes de cerrar tocándonos el corazoncito con ‘Mamá’, Peluso ha servido otro temazo flow 2000 como es ‘Remedio’. Se trata de un r&b con vocoders y delicioso instrumental que hace guiños en la letra a ‘I Want Your Love’ y ‘Criminal’, y en el que suelta “no es que quisiera abandonar, pero qué bien se me da esto de pirarme”. ‘GRASA’ deja claro que, desde luego, unas cuantas cosas se le dan bien a Natalia.

GPS cierra temporada con Chica Sobresalto y Lady Banana

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La edición 14 de Girando Por Salas concluirá el miércoles 5 de junio con un concierto en la sala El Sol de Madrid en el que participarán dos de las bandas seleccionadas de esta edición, Lady Banana y Chica Sobresalto. Las puertas abrirán a partir de las 20.30 horas.

El público interesado en asistir al concierto de Lady Banana y Chica Sobresalto en Sala El Sol puede descargar su invitación gratuita los días previos al concierto desde la web de Girando por Salas. La invitación será válida para la entrada hasta completar aforo de la sala.

En el concierto, Chica Sobresalto seguirá presentando su disco de 2023, ‘Oráculo‘. Últimamente, Maialen Gurbindo ha publicado el single ‘Tu Nirvana’ -producido por Zahara- o colaborado con Fran Perea en el single ‘Dame una alegría’. Por su parte, Lady Banana ha lanzado recientemente el single ‘Bora Bora’. Su último álbum, ‘Bipolar’, data de 2022.

La última edición de Girando por Salas ha contado con conciertos de otros artistas que hemos recomendado en JENESAISPOP, como from, Lisasinson, Meritxell Neddermann, Melenas o Marilia Monzón.