Es cierto que Noel Gallagher en ocasiones habla más de la cuenta, pero cuando no lo hace siempre existe alguien que lo pique para sacar lo peor del artista. El último episodio de la verborrea marca de la casa de la familia Gallagher ocurrió durante un concierto de Noel y su banda en Irlanda, días antes de su actuación en el FIB 2015. Un gracioso del público se atrevía a preguntarle en mitad del concierto dónde estaba su hermano Liam a lo que el músico no se quedaba indiferente. “Liam está en casa, mirándose en el espejo” respondía no sin antes hacer mención a que tenía un cómico local entre el público y añadiendo “afortunadamente, él aun no es tan puto gilipollas como tú. Imagínate eso, ser más puto gilipollas que nuestro chico. Imagínate eso”. Lo mejor de todo el asunto, es que existe un vídeo que recoge el momento.
The Chemical Brothers / Born In The Echoes
Cinco años han pasado desde que los hermanos químicos editaran aquel ‘Further‘, su último álbum de estudio (siempre y cuando no se contabilice la banda sonora que compusieron en 2011 para el filme ‘Hanna’). Y, desde entonces, durante su ausencia, el panorama electrónico se ha colapsado de vividores de la EDM y demás caraduras que se las dan de estrella sin ser ellos en realidad nada de eso. Por ese motivo resulta de lo más aplaudible que Tom Rowlands y Ed Simons, en lugar de seguir ninguna corriente ni moda, vayan por libre únicamente referenciando a unos grandes: ellos mismos.
‘Born In The Echoes’ es una respuesta, precisamente, a su anterior álbum. Si bien ‘Further’ era un disco sin featurings y con zapatilla de la buena, este nuevo trabajo de los británicos, aun guardando joyitas acid house como ‘EML Ritual‘ o ‘Reflexion’, que animan a alzar los brazos en cualquier buen after que se precie, está plagado de invitados vocales y luce un buen número de experimentos sonoros que se postulan entre lo mejor que el dúo ha firmado en años.
Más allá de la muy noventera ‘Just Bang’, que se hace algo lineal, The Chemical Brothers vuelven a valerse de las baterías bombásticas y los bajos portentosos marca de la casa en esa bomba de relojería que lleva por título ‘Sometimes I Feel So Deserted‘, y también explotan por enésima vez ese halo psicodélico que de siempre les ha encantado en esa ‘I’ll See You There’ que, inevitablemente, trae a la mente su grandioso ‘Let Forever Be’.
Asimismo, las almas más pop también tienen su dosis en ‘Go‘, en la que han vuelto a contar con Q-Tip después del pelotazo interplanetario de ‘Galvanize’. Pero como anteriormente ya hemos dejado caer, esto no es ningún ‘Push The Button’ ni ningún ‘We Are The Night’, ya que las cuotas de experimentación que se cuecen en este disco son las que hacen que estas canciones valgan su peso en oro.
St. Vincent, por ejemplo, se pone a las órdenes de la pareja en ‘Under Neon Lights‘ para propulsar, cual Mata-Hari, una oscura gema de pop raruno que, desde la primera escucha, consigue atraparte por completo (algo que también ocurre en el tema titular con una Cate Le Bon que parece que se ha comido las cuerdas vocales de Annie Clark). Y, por haber, hay hasta una legión de abejas que en ‘Taste Of Honey’ tienen el mismo protagonismo que su melodía al ralentí.
Eso sí, si hay que detenerse en una sorpresas mayúscula, esa corre a cargo de Beck en ‘Wide Open‘, un tema tan precioso, neworderiano, delicado y capaz de ponerte los pelos como escarpias que jamás, ni en nuestros mejores sueños, diríamos que los Chemical están detrás de él. En definitiva, ‘Born In The Echoes’ ofrece tantas cosas en menos de una hora que cualquiera encontrará su highlight particular. Aquellos que afirmaban que ya no son lo que eran, que se lo hagan mirar después de hincar el diente a estos sólidos temas.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Wide Open’, ‘Go’, ‘Reflexion’, ‘I’ll See You There’
Te gustarán si te gustan: los Chemical más inspirados y que saben combinar con maestría los bombazos hedonistas con aquellos números más experimentales.
Escúchalo: Spotify
Blur cumplen en el FIB
La tercera (o cuarta) jornada del FIB comenzó con relámpagos y un poco de lluvia en el horizonte lleno de montañas, afeando bastante el concierto de Loyle Carner. Gente corriendo sin norte bajo los rayos en todas las direcciones. Antes había tocado Papaya, que actuaron en formato trío presentando las canciones que editarán en Jabalina el próximo otoño. Sonaron correctamente ‘El rey de las camas’ y ‘Joyas en las trompas’, con un punto tropical por momentos ideal para el Festival de Benicàssim. No estuvo Le Parody, otrora ganadora del Proyecto Demo, pero sí se subió Elsa de Alfonso a estrenar un dueto que estará contenido en su próximo disco.
Triunfó a pesar de los problemas de sonido, que llegaron a detener su concierto porque no sonaba una de las bases electrónicas, el dúo Siesta! Un par de macarrillas bastante monos sobre un fondo kraut, que dejaron grandes momentos cuando metían caña con la guitarra eléctrica, se ponían en plan Fuck Buttons o usaban el micrófono para comunicarse con el público en plan campechano. «Aquí hay algo pitando todo el rato, pero mola» fue una de sus grandes frases. «Vamos a taladrar», otra. Mucho mejor que lo que luego veríamos en Hinds: un concierto plano, de voces inaudibles, que no fue divertido ni cuando sonaron ‘Bamboo’ o ‘Castigadas en el granero’. Era muy tierno, eso sí, ver lo bien que se lo pasaban. «Este es el puto mejor festival del mundo», sentenció una de ellas.
Beach Beach sí habían dado un concierto potente, sorprendentemente fresco, y no porque estuviera a punto de llover sino porque su sonido, entre un surf/californiano y el pop/rock más macarra, sonó de lujo. Tomeu Mulet y Pau Rituort encabezan este cuarteto que se mostró crecido y como en casa en el escenario principal. Tocaron canciones tanto del primer, ‘Tasteless Peace’, como del segundo disco, ‘The Sea’. ‘An Ice Rose’, ‘No Joy’, ‘Friendly’, ‘Plants’ o ‘A Weak Song’ mostraron el gran talento de estos chicos.
Otro directo que nos cautivó fue el del impresionante Curtis Harding. Con tan sólo un disco en su haber, ‘Soul Power’, demuestra un saber estar, un carisma y una sofisticación casi propia de grandes como B.B. King. Esta soltura nos hace entender por qué ha colaborado con la firma francesa Yves Saint Laurent. Que solo tenga ese disco no le impide sonar espectacular. Si necesitas referencias para entender su soul contemporáneo, Solomon Burke, Al Green, Howard Tate o Lee Fields & The Expressions ayudan a ubicarle. Espectacular su final cuando rozó la pista de baile disco.
Los británicos Kaiser Chiefs fueron la gran decepción de la noche. A pesar de contar con un masivo y excesivo público que cantaba todos sus hits más conocidos, como ‘Everyday I Love You Less And Less’, ‘I Predict A Riot’ o ‘Modern Way’, Ricky Wilson se mostraba a su público como un mesías contemporáneo que había venido a salvarlos… sin ser él nada de eso. También flojos estuvieron Los Planetas, que optaron por lo árido durante los primeros 40 minutos de set. Si fuéramos artistas, íbamos nosotros a dejar para el final ‘Segundo premio’, ‘Un buen día’ (ft Mendieta) o ‘Pesadilla en el parque de atracciones’. Hasta que llegaron, fue un auténtico rollo.
Mark Ronson hizo un show que era mitad DJ set mitad live, con dos MC’s (¡uno de ellos era Theophilus London!) que llegaron a saturar. Hay veces en las que está bien rapear y hay veces en las que hay que saber quedarse callado, como cuando suena ‘You Know I’m No Good’. Aun así, una gozada escuchar en vivo ‘Uptown Funk’ o ‘Tribe’ (de Theophilus). Y averiguamos por qué Ronson no canta: su voz es realmente terrible. A la misma hora, en el escenario Red Bull, The Death of Pop dieron un concierto que sólo podríamos definir como «cutie», con canciones tan prestas para el «sing along» como ‘Whenever’, que hacen pensar que pueden o deben ser los nuevos Drums.
Blur no necesitan presentación, eran lo mejor y más esperado por todos. Estos iconos británicos de los últimos veinte años demostraron por qué son quienes son y por qué están donde están. El carismático Damon Albarn demostró que los años no pasan por él. Hooligan por naturaleza, nada más llegar al festival se puso a jugar al ping-pong en la zona VIP delante de unos atónitos fans. Su setlist combinó canciones del nuevo disco, ‘The Magic Whip’, con otros clásicos como ‘Beetlebum’, la mítica y tierna ‘Coffee & TV’ (Graham es amor), ‘There’s No Other Way’, ‘Tender’ o por supuesto ‘Song 2’. Aunque se echaron de menos ‘Charmless Man’ y ‘Country House’, dejaron uno de los mejores momentos de la noche con ‘Parklife’: Albarn escogió a una persona al azar al escenario y se puso a cantar con ella la canción. La chica, que dijo que se llamaba María, sonreía y pegaba botes feliz sobre el escenario en la que fue probablemente la mejor noche de su vida. El bis nos deleitó con ‘Stereotypes’, ‘Girls & Boys’ y finalmente la espectacular ‘The Universal’. Tras algunos altibajos (¿era necesaria ‘Trimm Trabb’ a las 2 de la mañana?), mejor cierre, imposible. Nadia Leal, Sebas E. Alonso.
La «nota sostenida» de Jeff Buckley le da escalofríos a Juanma de Vetusta Morla
Vetusta Morla continúan presentando por toda España su último álbum, ‘La deriva‘. Antes del último concierto de la gira, que tendrá lugar el 21 de noviembre en la Barclaycard Center de Madrid, podremos ver al grupo en el festival PortAmérica de Vigo el 17 de julio o en el FIB el 19 de julio, entre otras fechas disponibles aquí. Le pasamos nuestro «tipo test» al guitarrista de la banda, Juanma Latorre, quien, entre otras cosas, reivindica a ABBA, lamenta a Leticia Sabater y recuerda con cariño a The Beastie Boys.
¿Tienes canción favorita de todos los tiempos? En caso negativo, ¿una canción que te haya obsesionado últimamente?
No tengo una canción favorita de todos los tiempos, pero desde luego sí una que me ha obsesionado muchísimo últimamente, ‘Afraid of Nothing’ de Sharon van Etten. No puedo contar la cantidad de veces que la he escuchado en los últimos meses, ha sido el himno de una etapa vital.
¿Qué canción ajena ensayaste por primera vez en tu vida?
‘Stand by Me’ de Ben E. King, en concreto ese riff de bajo tocado con una sola cuerda de una guitarra más bien desafinada. Nuestro amigo Ricardo la cantaba con aires de «crooner» adolescente y la parte de los violines la hacíamos todos a coro con un «lo, lo, lo, lo-lo, lo-loooooooo».
¿Alguna canción que asocies a un recuerdo infantil?
Sin duda alguna, ‘Mediterráneo’ de Serrat, que estaba entre los principales temas de la banda sonora en casete de los viajes en el auto familiar. Como nosotros también éramos gente del Mediterráneo, el mismo mar, los pinos y la genista, las barcas, el levante otoñal formaban parte del paisaje y del recuerdo de escucharla. Todavía hoy, si voy a un karaoke, algo más fuerte que yo me obliga a cantarla.
¿Qué canción desearías haber escrito?
Muchísimas, casi cualquiera de los Beatles, pongamos por ejemplo ‘Blackbird’, que es una de mis favoritas.
¿Qué canción odias con toda tu alma?
Sinceramente, ninguna, las canciones no me parecen odiosas en sí mismas, pero si hay que ponerse duro y decir una, diría ‘Yo quiero fiesta’ de Leticia Sabater, esa transmutación terrible de ‘A mediodía, ¡alegría!’
Actuación vocal que adores.
La versión de Jeff Buckley del ‘Hallelujah’ de Leonard Cohen. La primera vez que la escuché no podía creerlo y el momento vocal que hay hacia el final de la canción (minuto 6’11») sigue habiendo que se me erice el vello por más veces que la escucho: 22 segundos de nota sostenida sin desfallecer… ¡y sin vibrato!
Momento musical exacto de una canción que adores.
Incontables. Pongamos uno que he rememorado recientemente, la intro de ‘Sabotage’ de Beastie Boys, ¡qué precalentamiento! Cuando empezaba la canción ya estábamos botando y rebotando contra el techo.
¿Alguna canción que en algún momento te haya avergonzado que te guste o no existe tal cosa como el «guilty-pleasure”?
No creo mucho en eso del «placer culpable», si algo nos proporciona placer al escucharlo no deberíamos avergonzarnos, pienso yo. Pero vamos, si entendemos bien la cuestión y pensamos en algo que sorprendería a alguien que no te conozca muy bien, diría alguna de ABBA; ‘Dancing Queen’, por ejemplo.
¿Mejor secuencia de canciones en un disco que hayas oído?
Hay muchas increíbles, podríamos mencionar la cara A del disco homónimo de St. Vincent y por supuesto el ‘OK Computer’ de Radiohead al completo.
¿Algún disco que te encante pero cuya secuencia te parezca un desastre?
Es difícil decirlo porque a los discos que encantan se les perdona una mala secuencia y a la vez un disco que te encanta lo hace en parte por tener una buena secuencia. Pero bueno, un álbum que podríamos decir que tiene una secuencia nada acorde con lo que me gustan las canciones sueltas sería el ‘Out of Time’ de R.E.M. En mi opinión, ‘Losing My Religion’ entra como un cuchillo asesino después del rapeo de KRS One en ‘Radio Song’.
¿Qué necesita una canción para ser perfecta?
Pues para empezar no pretenderlo porque no hay canción perfecta en sí misma sino perfecta para una persona, para una situación, para un estado de ánimo, para decir algo a alguien… Canciones técnicamente mal compuestas pueden resultar perfectas para algunas situaciones. Hay que intentar hacer las cosas bien, claro está, y está muy bien pensar en estribillos, ganchos melódicos, partes, duración de compases y todo esto, es nuestro trabajo como compositores, pero al final las canciones, cuando bajan a la realidad, tienen que desenvolverse en un territorio sin normas que es el de las emociones.
Un remix que te haya vuelto loco.
Pues por ejemplo el remix de Mocean Worker de ‘I Just Want to Celebrate’, original de Rare Earth. Está en un curioso disco de remezclas de la Motown que se titula ‘Remixed & Unmixed’ en el que aparecen unos cuantos éxitos míticos del sello y remezclas que los actualizan y les dan otro color, de manera que puedes compararlos, es muy interesante.
¿De qué canción de tu propio repertorio te enorgulleces más o crees que está más infravalorada?
La canción de la que me siento más orgulloso como compositor es ‘Maldita dulzura’ y como miembro de Vetusta Morla, de ‘Los días raros’. No me gusta hablar de canciones infravaloradas, pero sí hay una que siempre me ha parecido que no supimos sacarle todo su potencial y me da pena que es ‘Escudo humano’, pero más bien es un fallo nuestro como banda que una infravaloración de elementos externos.
¿Qué canción vuestra te imaginas cantando a otro artista? ¿A quién?
Hemos imaginado unas cuantas, unas más en broma y otras más en serio como ‘La marea’ en una imaginaria versión de Delafé y las Flores Azules.
Franz Ferdinand: «El concierto de Kanye West en Glastonbury fue lo peor»
FFS, el proyecto conjunto de Franz Ferdinand y el legendario grupo de los 70 Sparks, ofreció uno de los mejores conciertos de la pasada edición del festival Cruïlla en presentación de su álbum debut. Varias horas antes, charlamos con el batería de Franz Ferdinand, Paul Thomson (segundo a la izquierda en la foto), en el hotel donde se hospedaba la banda, para hablar sobre este nuevo proyecto, la música que le interesa actualmente o su experiencia en la pasada edición de Glastonbury, donde vio a Kanye West soltar eso de que es «la estrella del rock más grande del mundo»… para su pesar. Hoy actúan en el FIB.
¿Qué significa FFS? ¿Lo obvio o hay algo más detrás? ¿Fue el primer nombre que se os ocurrió para vuestra colaboración con Sparks?
Aparte de ser una combinación de Franz Ferdinand y Sparks, el nombre significa «for fuck’s sake». Es un nombre como universal y sí, fue el primero porque cuando empezamos a trabajar con Sparks no pensamos en que estuviéramos creando algo así como un grupo nuevo, de modo que «for fuck’s sake» fue lo primero que se nos ocurrió y así se quedó.
El génesis de esta colaboración data de 2004. ¿Por qué ha tardado tanto en materializarse?
En 2004 no era un proyecto, simplemente conocimos a Sparks pero no pensamos en hacer un grupo conjunto hasta 2013, cuando empezamos a intercambiar ideas por correo electrónico. Al final nos dimos cuenta de que habíamos escrito hasta 16 canciones y que teníamos un disco terminado.
¿Cómo y a qué edad descubristeis a Sparks?
Yo era un niño. Mi padre tenía una colección de vinilos enorme y me ponía a mirarlos a menudo. Las portadas de ‘Kimono My House’ y ‘Propaganda’ de Sparks me llamaron mucho la atención. Quería averiguar cómo sonaba la música tras esas portadas y cuando los escuché descubrí que no había nada que sonara igual en la colección de discos de mi padre, que era básicamente Americana, música country, rock progresivo y cosas del estilo.
¿Cuál es tu grabación favorita de Sparks?
Cambia todo el tiempo y como ahora tocamos con ellos, a menudo tocamos canciones que nos encantan y que terminamos aburriendo un poco porque descubrimos sus entresijos, su mecánica. Pero diría que una de mis canciones favoritas de Sparks es ‘Number 1 Song In Heaven’.
¿Son Sparks fans vuestros?
Sí, por supuesto. De no ser así, si nos nos tuviéramos respeto mutuo, el proyecto nunca habría sido una realidad.
¿Y os comentan ellos lo que les gusta de vuestro sonido?
No, es una cosa no hablada entre nosotros. Por supuesto Sparks han hablado de ello en entrevistas cuando les han preguntado pero no nos han dicho directamente lo que les gusta de nuestra música; nuestra relación en ese sentido es muy natural. Todo empezó con Alex Kapranos comentando en una entrevista lo mucho que le gustaba ‘Propaganda’; de ahí Sparks nos contactaron, nos conocimos en un hotel de Los Ángeles y empezamos a trabajar juntos. Desde siempre ha sido una relación natural.
Evidentemente Sparks es una de vuestras mayores influencias. ¿Qué consecuencias crees que va a tener esta colaboración en el próximo disco de Franz Ferdinand?
Habrá que esperar para verlo pero normalmente las cosas que nos influencian lo hacen de un modo subsconsciente, nunca es algo explícito. Además, es que este disco lo hicimos muy rápido, nunca habíamos grabado un álbum tan rápidamente: lo hicimos en 16 días. 16 canciones en 16 días. Nos enviábamos las maquetas a través de correo electrónico.
De hecho, una de las canciones, ‘Piss Off’, tiene como 10 años.
Sí, esa canción la escribimos hace 10 años. En realidad, Sparks la escribieron para que Franz Ferdinand la tocáramos en directo pero, por alguna razón, nunca se hizo nada con ella.
¿Cuál es la canción más nueva del disco?
Si no recuerdo mal, alguna de las canciones de la edición de lujo, como ‘Violent Death’. Sin embargo, si bien ‘Piss Off’ tiene 10 años, lo cierto es que el resto de canciones las escribimos hace solo 2 ó 3.
¿Qué tal los vídeos? ¿Os lo habéis pasado bien grabándolos con Sparks?
Sí, el de ‘Johnny Delusional’, con la coreografía y tal, fue muy divertido. Lo grabamos en un día pero no recuerdo el nombre del equipo de producción que lo hizo. Creo que una de las personas involucradas era un chico francés que trabaja en moda o algo así. Pero cuando vi el vídeo ya no pude disociarlo de la canción.
¿Estáis pensando ya en el nuevo single?
El próximo single seguramente sea ‘Call Girl’. Grabamos un vídeo para ella hace tiempo pero todavía no está terminado.
¿Cuándo crees que saldrá?
Probablemente el mes que viene.
¿Y quién lo ha dirigido?
No recuerdo el nombre exacto, era una chica de Nueva Zelanda con base en París.
Hay una canción en el disco titulada ‘Collaborations Don’t Work’. Es gracioso porque, en este caso, vuestra colaboración sí ha funcionado. Pero lo que quiero preguntarte en realidad es si se te ocurren casos reales en la historia de la música de grupos que colaboraran pero que no les saliera bien.
No ocurre muy a menudo que dos bandas se fundan en una para convertirse en una única banda. Supongo que en el mundo del hip-hop sí pasa mucho porque es muy natural que productores y raperos hagan cosas juntos pero no se me ocurren demasiados ejemplos de grupos que colaboraran y formaran una banda sola. Se me ocurre ‘Judgement Night‘, aquella banda sonora de los 90 donde grupos de rock alternativo colaboraban con raperos, con canciones como aquella de Sir Mix-A-Lot con Mudhoney. Pero en cuanto a lo que me preguntas, no sé… ¿Queen y Freddy Mercury?
Aunque a nosotros nos gustó mucho, vuestro último disco, ‘Right Thoughts, Right Words, Right Action‘, recibió críticas encontradas. ¿Crees que lo merecía? ¿Cómo recuerdas ese álbum actualmente?
Estas cosas pasan pero yo creo que era un disco muy bueno y disfruté mucho haciéndolo. Espero no obstante que el siguiente sea mejor.
¿Ya estáis pensando en él?
En verdad no. ¡Si ni siquiera tengo tiempo para dormir! Como para pensar en el siguiente disco… Pero estoy emocionado por poder hacerlo y me siento afortunado de poder dedicarme a lo que me gusta. Pero creo que el proceso de grabar este disco con Sparks ha renovado mis energías para el siguiente álbum de Franz Ferdinand. Sin duda, uno aprende de sus contemporáneos y nosotros desde luego consideramos que Sparks son contemporáneos nuestros no solo porque han sacado música desde que empezamos en Franz Ferdinand sino también porque actualmente están haciendo de la mejor música que han hecho en su carrera. Además, siguen entusiasmados con el grupo como cualquier banda de veinteañeros, y eso es inspirador.
¿Cómo son los conciertos de FFS? ¿Tocáis el disco y además canciones de cada banda?
Sí, hacemos el disco entero y después versiones de Franz Ferdinand y Sparks. Son directos muy divertidos y uno puede ver que nos lo estamos pasando muy bien encima del escenario.
Imagino que tenéis ganas ya de salir al Cruïlla. ¿Has visto el cartel? ¿Te quedarás viendo algún concierto?
Sí, vi que toca Lauryn Hill. Me encanta su disco, ‘The Miseducation of Lauryn Hill’, todavía después de tantos años. También me gusta Kendrick Lamar, le vi actuando hace dos años y me parece un artista muy especial y que realmente sabe captar tu atención.
Lo bueno de Kendrick es que juega mucho con su público y sabe establecer una conexión con sus seguidores en sus conciertos.
Sí, es un poco lo contrario a Kanye West. En cuanto a lo que dijo de que era la «estrella del rock más grande del mundo», pues igual es cierto porque nadie tiene el valor de decirlo en voz alta. Solo él. Eso sí, asistí a su concierto en Glastonbury y me pareció lo peor.
Sí, al parecer hizo una especie de versión de ‘Bohemian Rhapsody’ de Queen…
Me gustaría pensar que lo hizo para tomarle el pelo a la gente, pero con él, nunca se sabe.
Volviendo a Kendrick Lamar, su último disco, ‘To Pimp A Butterfly‘, es de los más prestigiosos del momento. Hasta hay una asignatura que lo estudia… ¿Qué te parece a ti?
No sabía que se estudiaba en la escuela, qué guay. Kendrick me parece el mejor rapero vivo de nuestra generación y creo que ‘good kid, m.A.A.d. city‘ es uno de los mejores discos que han salido este siglo. Es como una densa película. Hay tanto por analizar y tanto por digerir en ese álbum y no creo que haya nadie ahora mismo haciendo lo que hace él. ‘To Pimp a Butterfly’, sin embargo, me parece menos escuchable, con esa producción estilo jazz fusión… Sin duda me quedo con el primero.
¿Qué otros artistas o discos actuales te parecen importantes? Sale tantísima música últimamente…
Es difícil estar al día porque hoy el acceso a la música es más fácil que nunca. Hay una sobredosis de información en ese sentido. Pero me gustan mucho Young Fathers, su último disco, ‘White Men Are Black Men Too‘, es muy bueno. Sin embargo, cuando fui a Glastonbury no vi a demasiados grupos, simplemente merodeé por el festival a ver que encontraba. Evidentemente fui a ver a Kanye West porque me interesaba ver lo que hacía y porque me gusta su música, pero la mayor parte del fin de semana simplemente di vueltas por allí. Vi a un productor de Londres que me gustó mucho, Mumdance. Y a un montón de raperos.
Arcade Fire anuncian ‘The Reflektor Tapes’ y estrenan vídeo
Dos años después de la publicación de su último disco, Arcade Fire anuncian el estreno de ‘The Reflektor Tapes’. Se trata de un documental que llegará a los cines el próximo 24 de septiembre. En él se recogerá todo el proceso de creación y posterior gira de ‘Reflektor’, así como la visita de la banda a Haití.
Dirigido por Kahlil Joseph, el documental se describe en la nota de prensa como “una experiencia cinematográfica única, a medio camino entre el documental, la música y la historia personal”. Aquí el tráiler.
Extraído de ese filme, el grupo ha estrenado un video para ‘Porno’, uno de los temas que incluía ‘Reflektor’.
Rudimental unen fuerzas con Dizzee Rascal
Rudimental siguen estrenando canciones que vendrán incluidas en su segundo trabajo. Tras el número house elegante de ‘Rumour Mill’, la formación vuelve al drum&bass con este ‘Love Ain’t Just A Word’ que cuenta con la vocalista Anne-Marie y con el rapero Dizzee Rascal. La canción tiene los vientos reggaes fusionados con esa base drum&bass que tan bien le ha funcionado a la formación y que les ha dado un par de números uno en las listas británicas.
‘We The Generation’, el nuevo disco de Rudimental, sale a la venta el próximo 18 de septiembre. Antes, el jueves 30 de julio, el grupo estará actuando en el Arenal Sound de Castellón.
La nueva entrega de ’50 Sombras de Grey’ llega a España con una página en blanco
Estos días se ha vivido un auténtico drama para las seguidoras españolas de ’50 Sombras de Grey’. Según informan desde Europa Press y confirma la editorial de la saga literaria en nuestro país, la nueva entrega de las novelas, titulada ‘Grey’, ha llegado con una página en blanco.
Se trata concretamente de la página 421 y se ha debido a un fallo en la impresión. Aun así, los representantes de Penguin Random House ya han confirmado que el 27 de julio saldrá una nueva tirada del libro y que se todos los afectados por la “página en blanco” podrán cambiarlo. Mientras tanto, se puede descargar la página que falta desde la página web de la editorial.
‘Grey’ se ha publicado en nuestro país hoy viernes en una primera edición de 500.000 ejemplares, lo que equivale a 500.000 páginas en blanco.
Will Butler / Policy
‘Policy’ es un disco curioso. Es el primero que saca Will a su nombre -al margen de su papel en Arcade Fire, donde permanece a la sombra de su hermano, el líder Win- y parece que se haya dedicado a ejecutar un collage de sus influencias sonoras, como si quisiera mostrarnos lo bien que se le da mimetizar los últimos treinta años de la historia del pop, al grito de «miradme-qué-listo-y-qué-simpático-soy». Sí, porque en este ‘Policy’ no hay una unidad estilística ni una gran muestra de personalidad. Yo lo definiría como «pachanguita deluxe». O «pastiche pop con coartada arty». Bueno, ‘Reflektor’ ya era bastante pastiche, pero ‘Policy’ tiene menos ínfulas. Y también es menos memorable.
Lo realmente entretenido es escuchar las canciones y buscarles padres. Empieza ‘Take My Side’; The Strokes y garage ligeramente guarrote. ‘Anna’ es techno-pop oscuro parido en algún recoveco de 1982. En ‘Finish What I Started’ juega a ser el Lou Reed de ‘Berlin’. ‘Son Of God’, después de su inicio a lo ‘The Time Is Now’ de Moloko, acaba siendo la más Arcade Fire gracias a sus «ohhh»s desatados. ‘Something’s Coming’ es la más pachanguera, a lo !!!, con esos coros y el ritmillo funky, oscuro y ahumado. ‘What I Want’, un ejercicio de «más es más»: aquí mete en su batidora rock enérgico, punk-funk, toques Western, aires surf, final épico a lo Bowie de los ochenta y letra que parece reírse de los topicazos de «échame la culpa». ‘Don’t blame me ‘cause is not my fault, is your fault’. ‘Witness’, es un caramelito pop a lo Phil Spector.
Eso sí, es mejor decantarse por la versión deluxe del álbum. La ordinaria sólo contiene ocho temas. La expandida llega hasta los trece, añadiendo las canciones que Butler había grabado para The Guardian a principios de este año, e incluye las mejores piezas: ‘Clean Monday’, con su línea rítmica prestada de los New Order primerizos; ‘Waving Flag’, puritos Magnetic Fields; ‘You Must Be Kidding’ con su desenfadado tono a lo ‘Faith’ de George Michael. ‘Madonna Can’t Save Now’, que empieza como un pop de aires latinos suave y soleado para acabar en una fanfarria de coros grandilocuentes, muy en la onda de David Byrne. Pero la versión extendida aún no existe en formato físico, solo está disponible en streaming y descarga digital.
No sé si ‘Policy’ funciona como homenaje o parodia. Quizás el aire sardónico que lo sobrevuela continuamente lo decanta hacia la segunda opción, sensación incrementada por el papel de los coros. Aparecen en todas las canciones, replican y persiguen a Butler, a veces incluso se extralimitan en sus funciones. Parecen la panda de amigotes de Will, haciendo cualquier cosa que él les pida, choteándose, si se tercia, de lo que están cantando. No será un gran álbum, pero es entretenido y respira una atmósfera jocosa e intrascendente. Will Butler nos demuestra que sí que sabe pasárselo bien.
Nota: 6,5
Lo mejor: ‘Son of God’, ‘What I want’, ‘You must Be Kidding’, ‘Madonna Can’t Save Me Now’
Te gustará si te gusta: jugar a identificar los orígenes de las canciones, algunos de los artistas nombrados.
Escúchalo: Deezer
‘Del revés’: un elogio a la tristeza
Toda la vida creyendo que el cine funcionaba como terapia y resulta que no, que la terapia no era todo lo anterior. La terapia era esto. Explica el director Pete Docter que algo se encendió en su cabeza el día que su hija de 11 años perdió la sonrisa. Un detalle que cualquier progenitor atareado podría pasar por alto porque bueno, así es la vida, ya se te pasará, vete a jugar un rato al parque, cuando seas padre comerás huevos y todo eso que te soltaban para demostrarte que ellos, y no tú, tenían verdaderos problemas que resolver. Problemas de adultos. ¿Qué motivos reales puede tener un niño para estar triste?
Pero Docter no es un tipo normal. Igual si le ves por la calle ni le paras porque no le conoces, pero ese larguirucho que camina por ahí es el responsable de que se te saltaran las lágrimas cuando una niña fuera de plano gritaba “¡Gatito!” al final de ‘Monstruos S.A’., o de que te deshidrataras viendo el principio de ‘Up’. Ese tío. Así que no es de extrañar que allí, en esa sonrisa perdida donde el resto solo vería postureo de críos, él encontrara la inspiración. Ahí había algo que merecía la pena investigar y contar. Y así, de un mohín juvenil, nació esta maravilla, que no obra maestra.
Puede que por comparación con los últimos títulos entregados por Pixar, ese estudio que hasta hace no mucho vivía inmune al fracaso, lo parezca. Pero hay todo un segmento central en la historia ‘Del revés’ que le impide alcanzar esa categoría. Poco que objetar teniendo en cuenta que hablamos de una película de animación cuya meta principal era explicar cómo funciona la mente humana sin parecer un capítulo actualizado de ‘Érase una vez… La vida’. Nada que ver, por fortuna.
El guión baja el ritmo más minutos de los deseables, cierto, pero el resto, desde el diseño de producción hasta la música –por no hablar de esos sutiles guiños a filmes como ‘El viaje de Chihiro’ o ‘Toy Story’– es de una sencillez y, a la vez, de una profundidad tan bestia que todo se perdona. Incluso que te lleven una vez más al llanto contenido cuando menos te lo esperas. Porque si de algo habla esta película es precisamente de eso, de la tristeza. De la necesidad y la obligación de abandonarnos de vez en cuando a ella. Y es ahí cuando ese ‘Del revés’ de título toma sentido. La primera vez que una traducción fallida acierta. Porque así es justo como te deja. 8,5
‘A primera vista’: como una canción de Belle & Sebastian
Discapacidad, despertar homosexual y acoso escolar en el Brasil actual. Con estos elementos cualquier director con ganas de hacer ruido podría haber prendido la mecha de una gigantesca mascletá sentimental y hacerla explotar en la cara de los espectadores. El debutante Daniel Ribeiro ha optado por lo contrario: llamar la atención pero sin hacer aspavientos, sin sobreactuar, sin subrayar con rotu el discurso ni poner en negrita y mayúsculas sus conclusiones. Y no le ha ido mal. ‘A primera vista’ acumula más de veinte premios en festivales, incluyendo el FIPRESCI (y el Teddy) que consiguió en el Festival de Berlín de 2014.
“No quiero ser Bach, prefiero Belle & Sebastian”. En esta frase, referida a la música para personalizar una llamada en el móvil, está contenida gran parte del tono y las pretensiones de esta película. La inclusión de la canción ‘There’s Too Much Love’ (del disco ‘Fold Your Hands Child, You Walk Like a Peasant’) funciona desde un punto de vista dramático y narrativo en dos direcciones. Por un lado, como metáfora del descubrimiento, del cambio, de la apertura a nuevas experiencias vitales y sentimentales (el protagonista solo escuchaba música clásica). Y, por otro, como declaración de intenciones del director: ‘A primera vista’ es tan luminosa, encantadora y cursilona como una canción pop, una sencilla apuesta por la visibilidad y la normalización de la minusvalía y la homosexualidad sin molestas pretensiones aleccionadoras.
La película, cuyo título original es ‘Hoje eur quero voltar sozinho’ (“hoy quiero volver solo”), está basada en el cortometraje ‘Eu não quero voltar sozinho’ (“no quiero volver solo”). El matiz es importante. El director amplía los horizontes dramáticos de su corto llevándolos mucho más lejos, más allá de la crónica del despertar sexual de un chico que “no quiere volver solo a casa”. De hecho, el conflicto que se origina entre el adolescente, deseoso de conseguir independencia a pesar de sus limitaciones físicas, y los sobreprotectores padres, reticentes y asustados ante esa incipiente rebeldía, es lo que verdaderamente singulariza a esta película. Este toque de distinción argumental, unido a una puesta en escena muy atenta a los detalles, hace que ‘A primera vista’ se eleve muy por encima de las decenas de dramas de este estilo que se pueden ver cada año en los festivales de cine LGTB. 7,2
Buscando el mejor disco de… Blur
Aprovechando el concierto como cabeza de cartel del FIB 2015 de este sábado, la redacción de JENESAISPOP invita a Blur a la serie «Buscando el mejor disco de…». El ganador obviamente ha sido su gran clásico ‘Parklife’ de 1994. Raúl Guillén lo ha puntuado con un 10: «Recuerdo los días (bueno, meses: eran otros tiempos) del lanzamiento de ‘Parklife’ como uno de los momentos más excitantes en mi relación con la música. Tengo pocos CDs tan machacados como ese (disco, caja y encarte), y recuerdo la secuencia perfectamente y puedo cantar cada tema. Además, abrió a mi generación los ojos hacia The Stranglers, The Jam, Ian Dury…». También Mireia Pería lo adora: «No me considero fan de Blur, pero este disco es otra cosa. Todos los que éramos pre o post adolescentes en 1994 lo teníamos, original o grabado, y nos sabíamos sus himnos al dedillo. Es un hito generacional y quizás uno de los discos más importantes de los últimos 25 años. Iré a las fiestas del IMSERSO y me seguirán poniendo ‘Girls and Boys’. Y qué fresco suena a día de hoy».
En segundo lugar queda su sucesor. Sebas E. Alonso lo defiende: «Aunque ‘The Great Escape’ siempre ha estado considerado el mellizo un poquito más feo de ‘Parklife’, su colección de sencillos es impresionante. Blur nunca han hecho un disco perfecto y ‘Mr Robinson’s Quango’ no es una canción que me haya apetecido escuchar jamás en estos 20 años, pero ‘It Could Be You’ o ‘Globe Alone’ podrían haber sido singles internacionales, ‘Top Man’ parece un precedente de Hot Chip y la moda afro-indie y ‘Dan Abnormal’ (anagrama de Damon Albarn) certifican que no había cosa más divertida a mediados de los 90 que seguir a Blur. Además, mi canción favorita de Blur es de este disco, ‘The Universal'».
En tercer lugar sorprende el último álbum de la banda, ‘The Magic Whip‘, editado este mismo año y que vienen a presentar. Así concluíamos nuestra crítica del disco: «‘The Magic Whip’ se resiente de algunos lastres, como ‘Pyongyang’, pero en general se ve enriquecido por las aventuras de Blur por su cuenta durante estos años. Especialmente las de Damon. La inquietud por el medio ambiente de Gorillaz se corresponde con la desesperanza que ocultan algunas de estas composiciones; los hallazgos electrónicos de ‘Everyday Robots’ aparecen también aplicados; e incluso el final ‘Mirrorball’ puede asociarse a The Good, The Bad and the Queen en sus referencias western. Es curioso que hasta esos sonidos puedan encajar en un disco de Blur sin que nos sorprendamos, pero esa es la grandeza del grupo: haberse sabido desarrollar como muchos de sus coetáneos no pudieron, sacando lo mejor de sí mismos en géneros casi contrarios, de la electrónica intimista al folk pasando por la música negra. Deberes hechos».
Casi empatados en nota encontramos ‘Blur’ y ‘Modern Life is Rubbish’. Mireia defiende el primero («es un pepino que enlaza pelotazo tras pelotazo. Sin tonterías, sin florituras. Uh-hu!») y también tiene palabras condescendientes para el segundo: «quizás se me haga un poco largo, quizás es que adolezca de falta de canciones carismáticas (bueno, me encanta ‘Turn it Up’). Quizás es simplemente que lo que vino después era demasiado grande».
Ya en la zona baja de la tabla queda el debut, ‘Leisure’, aunque Jaime Cristóbal lo defiende: «Damon Albarn renegó de ‘Leisure’ quince años después, pero para muchos de nosotros sigue representando el emocionante nacimiento de un gran grupo de pop inglés, por muchos defectos que supuestamente tuviese. ¿Volatilidad estilística, letras aún muy lejos de la brillantez costumbrista que les haría célebres? Pues ya les gustaría a muchos grupos inaugurar su carrera con un disco con tantas ideas interesantes, dominio de la tradición pop y melodías».
En penúltimo lugar aparece ‘Think Tank’ que, co-producido por William Orbit, recibió un 10 de DrownedinSound y un 4 de Allmusic. Mireia reconoce: «aquí ya me había apeado», pero Raúl lo defiende tímidamente: «aunque en su momento pasara desapercibido, veo en ‘Think Tank’ el germen de muchas ideas interesantes que luego se han plasmado en el disco de Damon en solitario o en ‘The Magic Whip'».
Al menos no ocupa el último lugar, que queda para ’13’. Sebas indica que «singles aparte, cuando se ponían así, Blur ni resultaban innovadores ni experimentales ni interesantes ni influyentes. Simplemente era incomprensible». Coincide Mireia: «Vale, tiene el melocotonazo de ‘Tender’. Y ‘Coffee and TV’. Y no dudo que será buenísimo. Pero lo siento, es que me parece un coñazo».
Carlos Úbeda | Jaime Cristóbal | Mireia Pería | Nico del Moral | Raúl Guillén | Sebas E. | Ránking | |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Leisure (1991) | 5,3 | 8 | 7,5 | 7,3 | 7,5 | 6º | |
Modern Life is Rubbish (1993) | 7,2 | 7,5 | 7 | 8 | 6,5 | 5º | |
Parklife (1994) | 7,7 | 8,4 | 9,5 | 8 | 10 | 8 | 1º |
The Great Escape (1995) | 7,5 | 7,9 | 8 | 6,8 | 8,5 | 2º | |
Blur (1997) | 6,2 | 7 | 8,5 | 9 | 6,9 | 6 | 4º |
13 (1999) | 6 | 5,5 | 5,7 | 5 | 8º | ||
Think Tank (2003) | 7 | 5 | 7º | ||||
The Magic Whip (2015) | 7,2 | 7 | 7,9 | 7,8 | 3º |
Alice Glass estrena ‘Stillbirth’ y confiesa haber sido víctima de maltrato
Crystal Castles siguen con su vida sin Alice Glass y Alice Glass sigue con su vida sin Crystal Castles. La artista acaba de publicar una canción nueva titulada ‘Stillbirth’, muy fiel a la agresividad lúgubre a la que nos tenía acostumbrados en su antigua banda, que estará disponible en formatos de streaming a partir de mañana.
Glass ha escrito una carta contextualizando la creación de ‘Stillbirth’ en la que asegura que, durante años, fue víctima de violencia por parte de su pareja, al que acusa de haberla «hecho callar, gritado, encerrado en habitaciones y criticado a diario por mi talento, mi peso, mi aspecto, mi inteligencia y por casi cualquier movimiento que hacía». «Y cuando ya no podía mas», continúa, «era amenazada y me decían que me amaban y el ciclo comenzaba otra vez».
La artista es consciente de que esta información sorprenderá a sus seguidores por venir de alguien que «públicamente siempre ha dado la impresión de ser valiente y de no aguantar mierdas de nadie». A ellos les resultará extraño que Glass fuera «maltratada y manipulada por alguien cercano». «Esta persona casi acabó conmigo», apunta.
Toda ganancia generada por las compras digitales de ‘Stillbirth’ será donada a organizaciones contra el maltrato doméstico, el abuso sexual y el incesto.
Glass ha confirmado además que tiene preparado otra canción «hermana» de ‘Stillbirth’ y que es una «nana que está deseando conoceros».
Grace Jones e Iggy Pop, en la «película muda más ruidosa de la tierra»
La gran Grace Jones e Iggy Pop, así como Henry Rollins y Jesse Hughes de Eagles of Death Metal, serán algunos de las superestrellas protagonistas de ‘Gutterdämmerung’ («el ocaso de los dioses», como la ópera de Richard Wagner), una nueva película muda dirigida por Bjorn Tagemose que sus creadores definen como como la «película muda más ruidosa de la tierra». Jones interpretará a una especie de bruja que controlará la testosterona de las «malvadas masas del rock’n’roll», según Pitchfork, e Iggy interpretará a un ángel punk-rock llamado Vicious.
Quedan ocho grandes nombres todavía por confirmar que irán revelándose cada semana en la web oficial de la película. ¿Quién aparecerá en la cinta? Seguiremos atentos…
Marina & the Diamonds llora en el parque de atracciones
A espera de que Marina & the Diamonds traiga su gira ‘Neon Nature’ a nuestro país -será en 2016, según ella misma y si los planes no cambian-, la autora de ‘I’m Not A Robot’ estrena vídeo para otra de las canciones incluidas en su nuevo disco, el notable ‘FROOT‘. El tema elegido es la pegadiza ‘Blue’, para cuyo vídeo la artista se deja grabar (y bailar y comer algodón de azucar y lloriquear dramáticamente) en un parque de atracciones. También hace de pitonisa. Dirige Charlotte Rutherfood, encargada del arte del disco.
@AndreaRealmadri YES. 2016. xx
— Marina Diamandis (@MarinasDiamonds) July 10, 2015
Ciara, espectacular y esquiva en ‘Dance Like We’re Making Love’
Ciara ha sacado un vídeo para su single producido por Dr. Luke, el elegante ‘Dance Like We’re Making Love’. Dirigido por Dave Meyers, el vídeo, de espléndida fotografía, muestra a Ciara siendo de lo más sugerente y esquiva, marcándose unos buenos pasos de baile y luciendo varios modelos espectaculares. Por si cabía alguna duda que es una de las mujeres más hermosas del momento, aquí está este vídeo para confirmarlo. El tema está incluido en su último álbum, ‘Jackie‘.
Gracias a Flounder por compartir el vídeo en nuestros foros.
Wilco sacan disco gratis, ‘Star Wars’
Continúa la moda de los lanzamientos sorpresa. Ahora, son Wilco los que acaban de subir su nuevo disco gratis (por tiempo limitado) a su web. Se trata de ‘Star Wars’, que da continuación a ‘The Whole Love‘, contiene 11 temas inéditos y su cubierta es un adorable gatito. Wilco, hoy habéis ganado internet.
‘Star Wars’
01 EKG
02 More…
03 Random Name Generator
04 The Joke Explained
05 You Satellite
06 Taste the Ceiling
07 Pickled Ginger
08 Where Do I Begin
09 Cold Slope
10 King Of You
11 Magnetized
Star Wars: a new Wilco album featuring 11 original songs is available now. Free to download at http://t.co/fCTwKatIc4 pic.twitter.com/qZBKXOJ6WE
— WILCO (@Wilco) July 16, 2015
Podéis descargaros el álbum aquí.
Florence, reina del FIB 2015
La gran novedad del FIB 2015 es la incorporación de nuevos escenarios dedicados exclusivamente al hedonismo: donde antes había una mini piscina ahora hay tres, arena, varias alturas, un simulacro de motel americano y unos DJ’s, además de la carpa J&B, equipada para fans del techno o igualmente para gente nada dispuesta a tragarse al mismo grupo por enésima vez. Si el FIB ha sido siempre el festival más divertido, imaginad ahora. Un acierto enorme. Es duro, muy difícil, salir de ahí. Esperamos que el escenario South Beach sea la primera confirmación 2016.
Reforzada frente al público británico tras encabezar el cartel de Glastonbury, Florence + The Machine se antojaba como la gran triunfadora de este jueves, máxime si tenemos en cuenta que presenta dos de las mejores canciones de 2015, ‘What Kind of Man’ y ‘Ship to Wreck’, y que actuaba como gran cabeza, a años luz de lo demás en popularidad en este primer día oficial, a la una de la madrugada.
Florence no es que decepcionara con esta presión, sino que fue mucho más allá de las expectativas gracias a tres pilares básicos no al alcance de cualquiera: una presencia escénica espectacular, histriónica pero no excesiva; una buena escenografía basada simplemente en la fuerza de 12 músicos sobre un fondo brillante que se movía al viento; y un repertorio sólido que incluía la multitud de hits con que ya cuenta.
El show comenzó fuerte con ‘What The Water Gave Me’ y ‘Ship to Wreck’, siendo luego rico en anécdotas. Después de ‘Shake it Out’, sonó ‘Rabbit Heart’, en la que incitó a todo el mundo a subirse a caballito de algún colega, y acto seguido se tiró al público. Aunque nada que ver con el subidón récord que se llevarían después 2 fibers: al que acarició la cara y quizá besó en la boca como parte de la performance de ‘What kind of Man’, y la que subió para abrazar a todo el equipo gracias a su cartel de «free hags» o similar antes de ‘You’ve got the Love’. Por no hablar de la bandera gay que recogió del público y con la que interpretó ‘Spectrum’ entera o la versión pop-rock de ‘Sweet Nothing’ que se marcó. Musicalmente espectacular, sobre todo en la sutileza del uso de vientos (ese final de ‘How Big How Blue How Beautiful’), el concierto fue todo lo que nos debía Florence tras cancelar hace un par de años… y más, porque parece haber crecido mucho. Grande el final con ‘Dog Days Are Over’.
Trajano! habían abierto la jornada a las siete y cuarto de la tarde, puntuales como un reloj. Había curiosidad por ver cómo defendían en escenario grande temas de ‘Antropología’ como ‘El último hombre del mundo’ o ‘Las nieves de Kilimanjaro’, y la noticia es que no se desintegraron con todo el calor de frente, que no es poco. Sonaron bien, fuerte (dando un gran susto con el primer golpe de batería) y entregados, sobre todo al final, revolcados por el suelo en un pequeño momento de improvisación. Canciones con los punteos de un ‘155’ hubieran agradecido otro horario, pero a alguien tenía que tocarle. ¿Quién ha nacido para tocar con este calor húmedo?
Ya miles de personas acudieron después al mismo escenario grande, este año llamado Las Palmas, para ver a Swim Deep. Un show de Brit-pop puro y duro (en su caso B-Town) durante el que ondearon banderas de Birmingham y que recordó a los logros en el mismo lugar, el mismo jueves, pero el año pasado, de James. ‘King City’ es un gran tema para el «sing along» y no decepcionaron las buenas melodías de ‘Francisco’, ‘One Great Song And I Could Change the World’ o el aire Madchester de ‘To My Brother’. Igual los tenemos infravalorados.
Después del buen concierto de pop onírico de Ocellot, cuyo cantante afrontó con una capa tipo Nochevieja y una boa de espumillón; Clean Bandit hicieron justo lo que esperábamos de ellos: reducir su setlist respecto a sala de manera que aquello se pareciera todo lo que pudiera ser a un hit after hit. ‘Real Love’, ‘Extraordinary’ y ‘Rather Be’, muy bien distribuidas en los 45 minutos de set, arrasaron mientras durante el resto, entre sonidos noventeros y eurovisivos, entretuvieron. Mención especial para el violinista (sí, el novio del cantante de Years & Years), en primera línea con las dos cantantes, y uniéndose de vez en cuando a las coreografías.
Hasta que no ves a DMA’s en directo no se terminan de comprender las comparaciones con Oasis. Johnny sí que se parece a Liam Gallagher en directo en el timbre, en el modo de alargar las vocales y en aquello de que no toca ningún instrumento significativo, por momentos pareciendo un Happy Monday desfasado con su camisa estampada. Aunque aún no son tan famosos ni siquiera en UK, su repertorio funciona gracias a la solidez de su EP de seis canciones (ellos también son seis), sobre todo durante ‘Laced’ o ‘Delete’, que empieza en plan dúo y termina en plan sexteto después de que sus miembros se sumen uno a uno.
Inmediatamente antes de Florence, Crystal Fighters resultaron el grupo perfecto para hermanar al público británico y español, con una asistencia de unos y de otros situada casi exactamente en el 50%. No son superestrellas ni en nuestro país ni en el otro pero en ambos lugares se les disfruta por igual. La decoración vegetal en micrófonos, altavoces, etcétera, les sirvió para alimentar su concierto buenrollero, casi étnico, especialmente triunfal cuando sonaron temas como ‘LA Calling’, ‘Love Is All I Got’, ‘I Love London’, el final ‘Xtatic Truth’ o ‘Plage’, en el que soltaron todo un arsenal de pelotas de playa grandes y pequeñas, que después quedaron repartidas por todo el recinto. Sebas E. Alonso, Elena H.
Astro reivindican a Enya y CFCF
El grupo chileno Astro inician una minigira por nuestro país, para presentar las canciones de su segundo álbum ‘Chicos de la luz’, que fue avanzado hace meses por el grower ‘Caribbean‘ y, hace solo unos días, también por ‘Druida’ (cuyo lyric vídeo no debes dejar pasar). Astro actúan el viernes, día 17 de julio, en la sala Caracol de Madrid); el 18, en la sala Razzmatazz de Barcelona; el 19, en el Festival La Mar de Músicas, de Cartagena; el 24, en el Festival Charco, de Getafe (Madrid); y los días 25 y 26 en dos Secret Shows que tendrán lugar en Galicia. Aprovechando esta visita, el vocalista y guitarrista de la banda, Andrés Nusser, ha contestado nuestro «tipo test», en el que reivindica a Enya, CFCF o Pat Metheny, y confiesa su repulsa por ‘Macarena’.
1. ¿Tienes canción favorita de todos los tiempos? En caso negativo, ¿una canción que te haya obsesionado últimamente?
‘Sail Away (Orinoco Flow)’, de Enya.
2.¿Qué canción ajena ensayaste por primera vez en tu vida?
‘Rape Me’, de Nirvana.
3.¿Alguna canción que asocies a un recuerdo infantil?
‘Dream Of The Return’, de Pat Metheny feat. Pedro Aznar.
4.¿Qué canción desearías haber escrito?
Alguna de los Beatles, así sería muy millonario.
5.¿Qué canción odias con toda tu alma?
Me cuesta odiar música, en general me gusta toda. Pero si estoy obligado a decir una sería ‘Macarena’.
6.Actuación vocal que adores.
Un clásico, Sinead O’connor en ‘Nothing Compares 2 U’.
7. Momento musical exacto de una canción que adores.
El minuto 2:25 de ‘Empire Ants’, de Gorillaz.
8.¿Alguna canción que en algún momento te haya avergonzado que te guste o no existe tal cosa como el «guiltypleasure”?
Creo que no existe, si ves culpa en el placer es que tienes un problema social y te falta mucho para ser feliz.
9. ¿Mejor secuencia de canciones en un disco que hayas oído?
‘Outside’ de CFCF, todo un viaje.
10. ¿Algún disco que te encante pero cuya secuencia te parezca un desastre?
‘Pom Pom’ de Ariel Pink.
11. ¿Qué necesita una canción para ser perfecta?
Fuera de sentidos comerciales, que se haya compuesto y producido con relajo y buena onda, que es la
única manera en que puede aflorar la creatividad. Creo que perfecto es armonioso y creativo.
13.Un remix que te haya vuelto loco.
No soy de escuchar remixes la verdad, no tengo ninguno en mente.
13. ¿De qué canción de tu propio repertorio te enorgulleces más o crees que está más infravalorada?
‘Mono Tropical’ es mi favorita.
14. ¿Qué canción vuestra te imaginas cantando a otro artista? ¿A quién?
‘Manglares’, por Gepe.
Palma Violets / Danger In the Club
La de veces que nos preguntamos por qué gente tan talentosa como Joe Crepúsculo, Hidrogenesse, Anntona o La Bien Querida (por poner algunos ejemplos dispersos) tienen escasas posibilidades de triunfar en Reino Unido, ¿no? Suponemos que es porque no se entenderían, simplemente. Bueno, pues algo así debe ser lo que me pasa a mí con Palma Violets. No lo entiendo. ‘Best Of Friends‘ y ‘Step Up For The Coolcats’ eran canciones notables, está claro, pero por lo demás ‘180‘ era un disco simplemente pasable que pasaba sin dejar mucho poso, arrastrando el lastre de esos dos primeros cortes durante todo el álbum. Su mayor aportación era añadir a la tópica idiosincrasia brit que hace unos años impusieran The Libertines, cierto toque tabernario a lo The Pogues.
Y lo cierto es que en ‘Danger In The Club’, su nuevo disco, ese vuelve a ser su «gran» mérito (como muestra, ‘Peter & The Gun’), acentuado por el hecho de que esta vez ni siquiera poseen dos canciones tan redondas como aquellas. La sombra de Doherty y Bârat (por no citar a Joe Strummer y Mick Jones, claro) vuelve a ser muy alargada en los momentos más desaliñados, y logran salir airosos de la comparación con la eficacia innegable de la propia ‘Danger In The Club‘, ‘Hollywood (I Got It)’, ‘English Money’, ‘Coming Over To My Place’ o ‘Gout! Gang! Go!’, con el experimentado John Leckie dejando a Sam Fryer y Chilli Jesson desbocarse. Pero poco más. Abundan canciones de inspiración melódica muy justita, como ‘Girl, You Couldn’t Do Much Better On The Beach‘ (que parece que sí, pero luego no) o ‘Secrets Of America’ (The Clash, sí, The Clash), y baladitas tan pesadas (con un irritante punto de desgana) como ‘The Jacket Song’ y ‘No Money Honey’, que solo ralentizan la dinámica urgente que podría hacer el álbum más digerible. Boutades como ‘Matador’, desde luego, hacen que se atragante de lo lindo. En fin, qu, precisamente en el año en que regresan los autores de ‘Up The Bracket’, Palma Violets tienen más papeletas de ser los nuevos Shed Seven, los nuevos Mansun, abocados a la intrascendencia en a dos o tres temporadas.
Palma Violets actúan en el FIB el viernes 17 de julio.
Calificación: 5,8/10
Lo mejor: ‘Danger In The Club’, ‘Hollywood (I Got It)’, ‘Coming Over To My Place’
Te gustará si te gusta: The Libertines, The Clash, The Vaccines
Escúchalo: Spotify
Monarchy y Dita Von Teese reviven ‘Boys & Girls’ de Blur
Antes de desaparecer para siempre, el dúo Monarchy ha publicado un EP con versiones titulado ‘Re|Vision’. De ese trabajo extraen una reinterpretación del ‘Boys & Girls’ de Blur en la voz de Dita Von Teese. El vídeo para la canción, en el que Dita colabora con la banda por tercera vez, ha sido dirigido por Andrew, mitad del dúo, y es una recopilación de imágenes de la actriz y modelo con un hula-hoop y en un columpio en localizaciones de Ibiza.
El ‘How Deep Is Your Love’ de Calvin Harris
Calvin Harris ha decidido saltarse la promoción de su último disco, ‘Motion’, y se saca un nuevo sencillo de la manga. El tema se titula ‘How Deep Is Your Love’ y, aparte del título, poco tiene que ver con el clásico de los Bee Gees. La canción es una colaboración con el trío británico Disciples y es una composición de la noruega Ina Wroldsen, responsable de éxitos para Britney, Shakira, Little Mix, One Direction y Sophie Ellis-Bextor, quien además pone voz al tema.
‘Honeymoon’ de Lana del Rey: ¿pobre y aburrido o de magia inagotable?
La redacción evalua el single del esperado nuevo álbum de Lana del Rey, que en principio estará producido por Mark Ronson.
«Después de darle un par de vueltas a este ‘Honeymoon’ de Lana del Rey he llegado a la conclusión de que a Lana se le ha pasado el arroz. Yo guardaba algo de esperanzas sabiendo que tenía a Mark Ronson cerca, pero este primer adelanto es lo más aburrido que he escuchado en mucho tiempo. La calidad de la canción es excelente, los arreglos de cuerda son preciosos pero Lana sigue insistiendo en los mismos temas, y empieza a dar sensación de que su fórmula está comenzando a agotarse. En definitiva, lo que consigue es dar mucha pereza volver a ponerse los 6 minutos interminables de esta canción». ACM.
«Nada me gustaría más que hablar maravillas sobre el nuevo single de Lana Del Rey, sin duda mi vocalista e intérprete favorita del momento; ‘Honeymoon’, sin embargo, no termina de convencerme del todo. Sus limpios arreglos instrumentales retro, especialmente los violines, son espectaculares y sobrecogedores, pero la lánguida melodía vocal, excepto por ese hermoso puente o «middle 8″, así como la letra que la acompaña, son pobres y redundantes. Hacia el final el tema remonta con un momento un poco ‘Deer Stop’ de Goldfrapp pero sigo sin verme regresando a esta canción muy a menudo en los próximos tiempos. Estaré, sin embargo, más que encantado en comerme mis palabras». JB.
«Vale. Entiendo que lo de «disco producido por Mark Ronson» te hace imaginar otra cosa (que a saber si efectivamente él ha producido este single). Pero desde el primer momento ‘Honeymoon’ demuestra que Lana del Rey nunca fue el espejismo que muchos querían hacernos ver que era, y que su prolifidad no está reñida con la calidad. Estamos ante un oscuro baladón blues de altísima clase, sostenido de forma minimalista por tensas cuerdas (por momentos, parecen sacadas de un western de Morricone), un piano solemne y dulces coros. Mientras, la voz de Lana dibuja un nuevo drama de mujer fatal enganchada a un hombre de conveniencia incierta, cortando la respiración cuando, al final de cada estrofa, se detiene un segundo para entonar «our honeymoon». Lizzy Grant vuelve a dar un giro inesperado a su carrera y aumenta la excitación por su nuevo álbum. Empezamos a creer que su magia es inagotable». Raúl Guillén.