Rolling Stone ha publicado otra de sus comentadas -y a menudo polémicas- listas recopilando lo mejor de determinado año o género. Hoy, la revista estadounidense da salida a su clasificación de las mejores canciones R&B del siglo XXI.
Usher, que el mes que viene es el encargado de actuar en el intermedio de la Super Bowl, encabeza la lista con ‘Confessions Pt. II’. Otra segunda parte, la de ‘Dangerously in Love’ de Beyoncé, aparece en segundo puesto, seguida por ‘Untitled (How Does It Feel)’ de D’Angelo en tercer lugar.
El top 5 de Rolling Stone se completa con ‘Be without You’ de Mary J. Blige en el número cuatro y ‘We Belong Together’ de Mariah Carey en el cinco, y dentro del top 10 aparecen ‘Thinkin’ About You’ de Frank Ocean en el seis, ‘Fallin’ de Alicia Keys en el siete, ‘Ordinary People’ de John Legend en el ocho, ‘Bag Lady (Cheeba Sac Radio Edit)’ de Erykah Badu en el nueve, y ‘Full Moon’ de Brandy en el diez.
La lista se abre en el puesto 100 con ‘Woman’ de Raheem DeVaughn y presenta inclusiones más o menos esperadas como la de ‘Oops (Oh My) de Tweet en el número 46, ‘Differences’ de Ginuwine en el 34, ‘1 Thing’ de Amerie en el 32 o ‘Rock the Boat’ de Aaliyah en el 15, además de por supuesto clásicos de algunos de los artistas más prestigiosos del neo-soul, de Jill Scott a Floetry.
Entre los nuevos clásicos incluidos en la lista destaca ‘Leave the Door Open’ de Silk City en el 29, ‘Snooze’ de SZA en el 19, ‘Cranes in the Sky’ de Solange en el 18 o ‘Adorn’ de Miguel en el 12. Y, entre las grandes sorpesas, quizá, hay que comentar la entrada de ‘You Rock My World’ de Michael Jackson nada menos que abriendo el top 20, pues no es uno de sus singles más recordados. Puedes comentar la lista de Rolling Stone en el hilo de JENESAISPOP dedicado al R&B.
Aiko el grupo es una de esas formaciones que sobrevive en el underground nacional, gracias a una pequeña base de fans, pero muy fieles. Descubiertas en la colección New Adventures In Pop del prestigioso sello Elefant, a destacar su hit ‘A mí ya me iba mal de antes’, publican ahora un nuevo disco de título más catastrófico, si cabe: ‘Me están apuntando con un arma’.
Las historias de la banda formada por Teresa Iñesta, Lara Miera y Bárbara López, a quienes finalmente se uniría el batería y corista Jaime Acosta, a veces son tremendas. La que más bidones de palomitas requiere esta vez es ‘Peñacastillo‘. Turbulenta como una peli de tarde, narra un episodio violento de pareja («Cuando me enfadé / Pegándole patadas a tu coche / Arrancaste y te fuiste / Con la puerta abierta») que avergüenza a sus protagonistas («Sé que te acuerdas / quién iba a olvidarse de eso / No lo hablaremos / Siempre nos va a perseguir») y ha traído consecuencias insalvables («yo te quería y ahora me he vuelto una tía fría»).
La que podemos considerar la mejor canción de Aiko el grupo se termina de venir arriba con el crescendo a la altura de «me cago viva, me cago entera» (sic); como ‘ke pesao’ hace lo propio en su clímax «¡que me dejes en paz, asqueroso!». En ese otro caso estamos ante un himno feminista contra un sobón, retratado en frases como «te rascas la tula, te hueles la mano». Desgraciadamente, demasiados nombres te vendrán a la cabeza, de famosos y no famosos, ante frases como «¿Por qué me tocas tanto el brazo? / ¿Te pone cachondo? / Me estás dando un asco…»
A partir de este mundo a veces tan feo, Aiko el grupo saben construir música divertida, pese a todo. Quizá porque de algo hay que reírse. Un grano que nos sale y un examen en el que copiamos protagonizan el tema ‘Niños furbito y niñas lo que sea’. El mareo de alguien que nos dice que sí y luego que no da lugar al estribillo junto a Mujeres de ‘Soy una fracasada estúpida’: «si cada español que me diera una peseta, cada vez que me acuerdo de ti / Tendría una cantidad ingente de ellas y aun así no sería feliz». ‘Sexo Fender’ va de cuando «te huele el pelo a cenicero», remitiendo a los años del mal llamado tonti pop.
Estas composiciones de espíritu ramoniano y pegamoide citan como referentes a gente que siempre permaneció en el underground como Bikini Kill y Veronica Falls. Aiko el grupo le ponen un punto más desenfadado que el de sus referentes internacionales. «Nos gusta decir que hacemos rock para calvos, es la etiqueta en la que nos sentimos cómodas», dejaron como titular hace un par de años en Mondosonoro. Su punk pop de teclados insistentes y circenses tiende a lo lineal, al menos hasta que llega la balada final ‘Love Song’, que incluso incorpora unos pocos segundos de bossa. Hasta llegar ahí, son sobre todo sus letras las que han convertido algunas de sus canciones en pequeños himnos generacionales.
Selena Gomez ha dejado caer en una entrevista que su próximo álbum de estudio, en el que ya se encuentra trabajando, probablemente será el último, y que está pensando abandonar su carrera musical para centrarse plenamente en la interpretación.
«Creo que todavía me queda un álbum por hacer, pero si tengo que elegir, elijo la interpretación», ha declarado Gomez en el podcast SmartLess. Cuando los presentadores Jason Bateman, Sean Hayes y Will Arnett responden a Gomez que no tiene por qué elegir un oficio u otro, Gomez contesta que está de acuerdo, pero que su intención es «relejarse» porque está «cansada».
Gomez se está refiriendo a la intensa carga de trabajo a la que se ha enfrentado durante toda su carrera alternando ambos trabajos. «Cuando empecé en la serie ‘Los magos de Waverly Place’ me lo pasaba muy bien, me encantaba estar de gira y hacer música, pero cuanto mayor me hago, más me apetece asentarme en una cosa». Gomez recuerda que de hecho su carrera musical ocurrió casi por accidente: «Mi plan no era ser cantante, yo quería ser actriz, pero ese hobby se convirtió en otra cosa». En cuanto a sus aptitudes musicales, Selena añade que «no creo que sea la mejor cantante», pero valora su propia capacidad para «contar historias» y asegura que sigue disfrutando de «componer canciones».
Recientemente, Gomez ha compartido los primeros detalles de su próximo álbum de estudio, revelando que será «divertido», que con él ha intentado hacer «buena música pop que signifique algo», y que «no he escrito una sola canción triste» para el proyecto. ‘Single Soon‘, su último single, publicado el pasado mes de agosto, formaría parte del repertorio.
En los últimos tiempos, Selena ha triunfado gracias a la serie de Hulu ‘Solo asesinatos en el edificio’, en la que actúa y de la que es productora ejecutiva. La serie ha valido a Gomez dos nominaciones en los Globos de Oro a Mejor actriz.
«Este año tenía como propósito no meterme en jardines», ha declarado Rayden este martes en un mensaje publicado en su cuenta de X. David Martínez Álvarez ha sido interpelado en esta red social por el portavoz de Vox en las Cortes de Castilla-La Mancha, Iván Sánchez, quien ha instado al cantante, rapero y poeta a cancelar su próximo concierto programado en el festival Gigante de Guadalajara, programado para finales de agosto, en una ciudad donde gobierna la coalición PP-Vox, como canceló meses atrás su concierto en Alcalá de Henares después de que la misma coalición llegara al gobierno municipal.
El mensaje de Sánchez surge a raíz de que el Festival Gigante volverá a Guadalajara, la ciudad donde nació, en 2024, después de haber celebrado en Alcalá de Henares sus últimas seis ediciones.
«Estimado Rayden, le informamos que en Guadalajara también somos parte del equipo de Gobierno. Le avisamos con tiempo, por si quiere repetir la espantada de Alcalá y dejar su puesto en el Festival Gigante a alguien que no haya encomendado su conciencia a la mentira progre» han sido las palabras publicadas por Sánchez a través de su cuenta de X.
Rayden ha contestado a Sánchez arguyendo que los dos escenarios que plantea no son el mismo, y ha recordado por qué tomó la decisión de cancelar el que iba a ser el último concierto de su carrera, programado simbólicamente en su ciudad natal.
«Gracias por el aviso, Iván aunque ya estaba al tanto», ha firmado Rayden. «Creo que usted bien sabrá la diferencia entre tocar para las fiestas patronales de una ciudad y actuar para una promotora independiente sin ninguna implicación política. Tanto es así que hubiese actuado en mi propia ciudad con este festival. Le aviso con tiempo, por si no quiere repetir los mismos errores que sus vecinos. Me negué a actuar para blanquear a un gobierno que ya utilizó mi nombre para robar lo recaudado de un festival benéfico. Aunque viendo que os habéis subido el sueldo un 51% tampoco tengo mucha esperanza en ello».
Cuando Rayden habla de un gobierno que se apropió de la recaudación de un festival solidario, se refiere al festival Rumbo a la Esperanza, celebrado en 2011, y donde Rayden actuó. Rayden comparte una noticia de ese año donde se informa de la «condena a un año y medio de cárcel al extrabajador municipal del Ayuntamiento de Alcalá de Henares que, en 2011, se quedó con la recaudación del festival solidario Rumbo a la Esperanza». Sánchez ha contestado a Rayden apuntando que Vox no había nacido en 2011 y que poco tienen que ver «un trabajador municipal» con el «gobierno de turno».
‘El abismo del olvido’, por Paco Roca/Rodrigo Terrasa
Roca lo vuelve a hacer. Era difícil hablando de la España franquista, la de posguerra, pues se trata de un tiempo que se ha convertido en la arenga informativa, recurrente para reproches. Además, el valenciano a veces ha parecido no vivir en el presente, a tenor de todas sus obras anteriores, despreocupadas por captar a nuevas generaciones. Una vez finalizada la lectura de ‘El abismo del olvido’, todas estas incertidumbres desaparecen. En gran medida porque la historia llega hasta la actualidad de nuestros días. Y porque una vez más, como en ‘Los Surcos de Azar’ o en ‘La casa’, es patente que el presente no existe sin memoria, sobre todo si el futuro se construye en base a una mentira o a la ignorancia.
Con la ayuda del periodista de El Mundo Rodrigo Terrasa, Paco Roca ha trazado un relato emocionante, humano y atestado de preguntas para las que el lector presentirá las respuestas. Toda la narración se alimenta entre el zigzag de personajes pretéritos, y su conexión con sus descendientes contemporáneos. Poniendo nombres, apellidos, caras y situaciones individuales a seres olvidados, y removiendo hasta a ese lector más aburrido que un acuario de almejas. La rotulación del color y el estilo de dibujo son los acostumbrados, pero aquí presentan un nuevo sentido haciéndonos dueños del presente, por mucho que una parte de nuestra sociedad se empeñe en encerrar la verdad de aquellas décadas en una caja fuerte. 8,5.
‘El viaje de Shuna’, por Hayao Miyazaki Aunque originalmente fue publicado en 1983 en Japón, ‘El viaje de Shuna’ llega ahora traducido en su 40º cumpleaños coincidiendo con el estreno de ‘El chico y la garza’. Sirva como preámbulo de todo lo que vendría después, como ‘Mi vecino Tototro’ o ‘El viaje de Chihiro’: una antesala apabullante para entender el universo y la filosofía de vida de Miyazaki, como testigo de un tiempo que avanza y abraza un legado metódico en su construcción.
El discurso, los ingredientes y el espíritu de toda su trayectoria permanecen inalterables desde el comienzo, con convicciones muy firmes que, al haberse mantenido en el tiempo, generan la certeza de que Miyazaki es un adelantado a muchos de sus compañeros de profesión. Basta comprobar cómo la promulgación del ecologismo, la visibilidad permanente de la naturaleza, la soledad de sus personajes y su conexión con la sociedad colectiva, forman parte del engranaje del contexto actual en el que vivimos.
En ‘El viaje de Shuna’, un joven príncipe heredero de un país pobre en recursos tiene que emprender una aventura para encontrar unas semillas doradas que traerán la prosperidad a su humilde región. No se tardan en encontrar paralelismos que van desde el consumo desaforado, a la esclavitud como mano de obra barata, pasando por las catástrofes ambientales. Capítulo aparte merece el costumbrismo de lo cotidiano, combinado entre viñetas de colores cálidos y básicos, que se adaptan a las necesidades del tono narrativo de cada momento. 8.
‘El gran libro de Cuttlas’, by Calpurnio Eduardo Pelegrín Martínez de Pisón, bajo el pseudónimo de Calpurnio, nos obsequió con Cuttlas, uno de los personajes más icónicos del cómic español, pese a ser de lo más minimalista en cuanto a dibujo (apenas unos palotes con círculos). Sus aventuras, protagonizadas por un cowboy y enmarcadas en el género del western, evocaban temas insustanciales con un trasfondo de profundidad, englobando todo un abanico de lectores de distintas edades.
Hace más de un año que Calpurnio fallecía, y el anterior su autor ponía fin a las aventuras de Cuttlas después de casi 40 años a lomos de su caballo, junto a su amada novia Mabel, o al malvado Jak que, encorvado, con un sombrero alto negro y sus dos pistolas al cinto, era su principal enemigo.
Reservoir Books publica un homenaje con un gran criterio de selección: más de 2000 páginas han quedado en algo más de 700, siguiendo tres máximas. La primera es el orden cronológico, que acertadamente permite comprobar la evolución. Una segunda que recoge las temáticas del personaje, constatando que el género del Oeste se podía introducir en terrenos en las antípodas de lo esperado, con una gran dosis de humor. Y en tercer lugar, las páginas más vistosas.
En todas esas páginas plagadas de monigotes de trazo fácil, publicadas en El Japo, El País de las Tentaciones, 20 Minutos y la Revista Plaza, se abrió camino un nuevo lenguaje, porque lo fundamental en Calpurnio es la narrativa por encima del dibujo garabateado. Su esencia a través de sus hazañas conectaba de manera inédita a un cowboy que escuchaba a Kraftwerk, con las nuestras en el día a día. 8,5.
No contentos con haber firmado uno de los mejores discos de 2023, ‘Everything Harmony‘, otro de los discos nuevamente reseñados en el Anuario de JENESAISPOP, los neoyorquinos The Lemon Twigs han publicado nueva música en los primeros días de 2024.
‘My Golden Years’ es una nueva dosis de nostalgia de The Lemon Twigs que, como su propio título indica, es también una oda a los que tantos consideran «los mejores años de nuestra vida», que cantaría Marta Sánchez. Es la Canción Del Día.
Los hermanos Brian y Michael D’Addario nacieron en 1997 y 1999, respectivamente y, como Adele, Miley Cyrus o últimamente Kim Petras cantando ‘When We Were Young‘ con 31 años, también parecen conscientes de que la juventud es efímera y que se les escapará «en un abrir y cerrar de ojos». A ella le dedican ‘My Golden Years’ tratando de «derribar sus miedos» y «mostrar al mundo todo el amor» que hay en su interior, con tal de que sus «años dorados» brillen por fin.
En ‘My Golden Years’, The Lemon Twigs cantan también que «lo único verdadero es que nada dura para siempre», evocando aquel lema que Lana Del Rey -autora de ‘Young and Beautiful’- ha cantado en al menos dos ocasiones, apropiándose de un poema de Robert Frost, «nothing gold can stay». Ellos han explicado que ‘My Golden Years’ habla sobre «hacer que cada minuto cuente, vivir todo tu potencial» y han adivinado dos perfiles de personas a las que les gustará la canción: «la gente que hace montañismo, y los fans de Mark Ruffalo». También dicen que te la puedes poner «haciendo ejercicio».
David Bowie también cantó una canción llamada ‘Golden Years‘ y él podría haber sido una influencia en el sonido de este nuevo single de The Lemon Twigs. Sin embargo, el dúo de hermanos propone una acertada mezcla entre los Smiths en las estrofas, y los Beach Boys en el estribillo, muy propia también de su sonido, tan abiertamente deudor de sus influencias.
Romy ha confirmado que The xx se encuentran trabajando en un nuevo álbum de estudio. En una entrevista con NME grabada desde el festival Beyond the Valley de Australia, Romy ha declarado que ella y sus compañeros de banda, Jamie xx y Oliver Sim, han «empezado» a crear nueva música juntos.
«Oliver, Jamie y yo hemos probado cosas nuevas en los últimos años, hemos aprendido mucho haciendo diferentes proyectos, y creo que es muy sano que nos juntemos y nos preguntemos «¿qué has aprendido? ¿qué deberíamos hacer ahora?»», ha declarado Romy. «Por eso, creo que el proceso está siendo muy abierto y muy excitante, porque es empezar otra vez de cero. Hemos empezado a hacer nueva música y estamos emocionados».
Romy no se aventura a describir el sonido del cuarto álbum de The xx, pues es «demasiado pronto», pero asegura que volverá a ser un avance en el sonido del grupo: «Estamos emocionados de evolucionar nuestro sonido y de hacer que se mantenga fresco».
En septiembre de 2023, Romy confirmó que The xx se habían juntado en el estudio varias veces a lo largo del año y reiteraba que su deseo es que el sonido de The xx siga evolucionando, si bien se mostraba especialmente emocionada de «volver a coger la guitarra».
‘Mid Air‘, el disco en solitario de Romy, es uno de los mejores de 2023 para JENESAISPOP que aparecen nuevamente reseñados en el Anuario 2023, donde también se incluye la entrevista íntegra que la artista concedió a este medio. Recientemente, JENESAISPOP ha comentado ‘Mid Air’ y otros discos destacados del Anuario en el programa de Ángel Carmona en RNE.
Con cerca de 450 millones de streamings, y resucitada después de la Navidad en el top 25 del Global de Spotify, ‘Popular’ ha pasado a ser la canción más escuchada de la historia de Madonna en esta plataforma. Hay quien dirá que ‘Material Girl’ suma más escuchas si alternamos sus diferentes versiones, pero es cuestión de días que el “sorpasso” sea definitivo.
La colaboración con The Weeknd y Playboy Carti para la banda sonora de ‘The Idol’ ha sido un éxito especialmente en Australia y Canadá (top 10), Reino Unido (top 11), Alemania (top 23) o Estados Unidos, donde ha resistido 19 semanas en el Billboard Hot 100 tras haber sido top 43. Como decimos, el tema acaba de resurgir una vez pasado el tiempo de los villancicos, y se espera que reentre en varias listas internacionales o suba en los países en que seguía en la tabla, a destacar de nuevo Australia.
La buena aceptación en TikTok, en la playlist Today’s Top Hits, en algunas radios anglosajonas y su paso por Fortnite explican el éxito de ‘Popular’, que será la primera canción de Madonna en superar los 500 millones de streaming en Spotify sin videoclip al uso ni presentación televisiva alguna. En Youtube reina ‘La Isla Bonita’ con 850 millones.
Algunos argüirán que esto es más bien una canción de The Weeknd, pues Madonna no la ha co-escrito, pero al menos su voz es la primera que se oye en la grabación, y la artista canta en solitario la segunda estrofa. Como curiosidad, España es uno de los países en que menos ha funcionado ‘Popular’. Como viene sucediendo con todo el pop anglosajón, ninguno de los países latinos ha sido fundamental en su desarrollo en los últimos 7 meses.
No obstante, el tema sí entró en listas francesas cuando The Weeknd llevó al país galo su gira (puesto 89), y en Italia, pese a ser solo top 96, el tema acaba de recibir el disco de oro tras pasar meses en el top 200 de Spotify. España es de los pocos países en que el tema ni ha llegado ni al top 100 oficial, ni tampoco al top 200 de Spotify. Nuestro país ha sido fiel a Madonna incluso en eras tan controvertidas como ‘MDNA’, pero desde hace un tiempo ya no es una plaza fundamental para ningún artista anglo.
Por otro lado, os recordamos que Madonna aparece en el Anuario 2023 editado por JENESAISPOP con lo mejor del año, en el apartado de Mejores Conciertos.
Ryan Adams ha publicado cinco nuevos de golpe en el inicio de 2024. El 1 de enero han visto la luz en las plataformas de streaming ‘1985’, ‘Heatwave’, ‘Star Sign’ y ‘Sword & Stone’, todos ellos conteniendo material original e inédito hasta ahora, además de ‘Prisoners’, un disco grabado en directo.
Entre estos cinco discos llama especialmente la atención ‘1985’, continuación de su disco de 2014 ‘1984’, el cual se compone de 29 canciones, todas ellas muy cortas.
Apropiadamente, ‘1985’ sigue una estela punk y garajera, y los otros tres discos también son diferentes entre sí: ‘Heatwave’ apuesta por el punk-rock y la AOR, ‘Star Sign’ por la Americana y ‘Sword & Stone’ por la épica a lo Bruce Springsteen.
Adams ha publicado discos de manera muy prolífica durante toda su carrera. Solo en 2023 editó tres, aunque solo uno contenía material original, ‘Devolver’, y los otros dos volvían a ser de versiones, de ‘Nebraska’ de Springsteen y ‘Blood On the Tracks‘ de Bob Dylan.
Adams sigue su carrera pocos años después de haber sido acusado, en 2020, de abusar emocional y sexualmente de varias mujeres, entre ellas su ex-mujer, Mandy Moore, y Phoebe Bridgers. En julio de ese año, Adams publicó una carta de disculpa.
El especial de Nochevieja de ‘Cachitos’ en La 2 volvió a arrasar después de las campanadas con un 14% de cuota y 1.457.000 espectadores, situándose en tercer lugar de los programas más vistos de la noche, detrás de La 1 de TVE y de Antena 3. ‘Cachitos’ no decepcionó retratando el último año con la ayuda de la música, la nostalgia y de sus irónicos rótulos.
El de Amaral no necesita más explicación. Sobre todo, Cachitos volvió a entregar momentos sublimes comentando la política nacional. Se llevaron buenos repasos el currículum inexistente de Santiago Abascal al ritmo de Teresa Rabal, la apertura «sin barreras» de Pedro Sánchez frente a una «negociación de investidura», sonando Danny Daniel, o Yolanda Díaz y su afición totalmente real y verdadera a planchar, con María José Cantudo en pantalla. Para enmarcar fue la versión imaginada de ‘Nochentera‘ que narra la negativa de Feijóo de aceptar el último resultado electoral: queremos ‘Nosentera’ en Spotify ya.
Recordando las manifestaciones en Ferraz, Cachitos implicó lo mismo a Henry Méndez, a quien «le gusta estar cara al sol, como a los ultras de las protestas contra la amnistía», que a Marta Sánchez, que apareció cantando rodeada de bailarines «con menos coordinación que en una mani en Ferraz». Sánchez, es decir, Marta, no Pedro, apuntó Cachitos, «todavía no había escrito un himno para arreglar esto». ‘Muérdeme’ de Los Romeos sirvió al programa para pedir que «hagamos el amor y dejemos de bombardear niños».
Entre los momentos de la cultura pop de 2023 revisados por Cachitos en este último programa especial no podían faltar ni el caso Rubiales («a diferencia de Rubiales, Bertín vende sus picos a 1,50€») ni Shakira («sus caderas no mienten, de su pareja y de sus declaraciones de la renta no podemos decir lo mismo») ni curiosamente el «subidón de fentanilo». Y, entre los mejores rótulos a secas, el que brindó respeto a Antonio Vega. Otro gran programa que solo quienes aseguran que España vive un «régimen sanchista» y una «dictadura bolivariana» serán incapaces de encontrarle el humor.
La verbena previa, con Amaia, Lori Meyers…
Unas horas antes, en La 2, la verbena de Cachitos también presentada por Ángel Carmona, en este caso, rodada en El Molino de Barcelona por «falta de presupuesto», en palabras de Carmona, anotó un 6% de share y 661.000 espectadores, ofreciendo de nuevo un espectáculo diferente, donde no habrían cabido como en la gala de TVE ni Nancys Rubias, ni Juan Magán sonando a la peor música de 2003 que recuerdas, ni Rosario Modehano ni tampoco todos esos artistas que no sabías que existían que actuaron en la gala de La 1. Tatiana Delaluz, Depol o Hilario: revelación o timo.
La pre-gala fue pretendidamente viejuna, como el recinto, recordando a las varietés de tiempos pretéritos. Pero, al contrario que la de TVE, el show volvió a hacer uso de uno de los fuertes de Cachitos entregándose a la autoparodia. Solo así puede explicarse la misma presencia de Fernando Esteso en el programa, acompañado de La Maña; o de Jandro haciendo juegos de cartas, o la imitación de Bertín Osborne de Pep Plaza, que ahora mismo suena tan anacrónica como la misma presencia de Bertín Osborne en un programa de televisión. Ahí entraría, también, Sharonne haciendo un espectáculo de ventriloquía enguantándose una marioneta de Louis Armstrong. Cachitos te vende nostalgia, pero lo hace guiñándote el ojo.
El cartel musical fue más interesante que el del resto de programas de la noche. Abrió Amaia con ‘Bienvenidos al show’ y también se dejaron caer Carlangas y Los Cubatas presentando nuevo proyecto, La Prohibida y Algora reluciendo juntos, Lori Meyers recordando el temazo que es ‘Emborracharte’ como lo acaban de hacer en el WiZink, Adiós Amores saliendo en prime time como merecen, Joe Crepúsculo y Aaron Rux tocando ‘Mi fábrica de baile’ en castellano e italiano, y Sidonie cantando el himno oficial del 1 de enero, ‘No salgo más’. Los Gandules, por su lado, ofrecieron una actuación cómico-musical con ‘Ese loco material’.
La gala se pasó ineludiblemente de rosca con las imitaciones de Pep Plaza y el monólogo poco inspirado de Laura Márquez, pero, aún así, Cachitos volvió a confirmarse como la mejor alternativa de la Nochevieja, ya no tan alternativa, por suerte, en estos dos entretenidos y divertidos especiales.
Entre las canciones estrenadas en los últimos días de 2023 que vale la pena rescatar en estos primeros días de 2024 se encuentra ‘Solo Mai’ de Poala & Chiara.
Las italianas Paola & Chiara, muy conocidas hace dos décadas por éxitos como ‘Viva el amor’, ‘Festival’ o, sobre todo, ‘Vamos a bailar’, volvían en 2023 después de 13 años con ‘Furore‘, canción con la que participaron en el Festival de San Remo. A lo largo de 2023, Paola & Chiara publicaron otro single, ‘Mare Caos’, y dos colaboraciones con Boombadabash (‘Lambada’) y Tiziano Ferro (un remix de ‘Vamos a bailar’).
El nuevo single de Poala & Chiara se entrega por completo al sonido synth-pop que ha llevado a The Weeknd a la cima del mundo. ‘Drive’ -una de las mayores influencias de Abel Tesfaye- es otra de las referencias que evoca ‘Solo Mai’, así como por supuesto Giorgio Moroder en el tipo de sintetizadores empleados bajo la producción de Stefan Storm. Melódicamente, ‘Solo Mai’ es otra de esas composiciones poderosas de Paola & Chiara, y quizá no haga falta decir nada más.
‘Solo Mai’ es el «himno del amor universal» de Paola & Chiara, según ellas mismas. La letra sueña con «un mañana donde todos seremos iguales», especialmente en un mundo «que oculta cada imperfección». ‘Solo Mai’ promete al oyente que ya «nunca estarás solo» y, dando la espalda al «abuso y la crueldad», imagina un mundo nuevo en el que «ya no necesitaremos un dios», solo querernos a nosotros mismos.
Pasada la Navidad, las canciones navideñas han desaparecido por completo del top 50 global de Spotify. Han vuelto al congelador, como Mariah Carey.
Pero la noticia es que una nueva canción sube al número 1 global de Spotify desde hoy. Se trata de ‘La Diabla’ de Xavi, que llevaba días rondando los primeros puestos de la tabla. ‘La Diabla’ está haciendo 4 millones y medio de escuchas diarias.
Se trata de un corrido tumbado en el estilo de Peso Pluma, y la comparación perseguirá a Xavi toda su carrera, pues las voces de ambos cantantes son muy similares. Xavi intenta diferenciarse diciendo que él hace «tumbados románticos», pero Peso Pluma también.
‘La Diabla’ es otra de esas canciones melódicamente apasionadas que nacen del corrido tumbado. Dominada por los habituales e incesantes ataques de guitarra acústica típicos del género, ‘La Diabla’ habla de una «niña mala» que tiene a Xavi enamorado.
Xavi es el nombre real de Joshua Xavier Gutierrez, compositor mexicano-americano nacido en Arizona que cuenta con un álbum publicado en 2023, ‘My Mom’s Playlist’. Su mayor éxito hasta ‘La Diabla’ había sido ‘La Víctima’, otro corrido que suma 130 millones de reproducciones solo en Spotify. Diferenciándose del resto de singles, ‘Poco a poco’ con Los Dareyes de La Sierra, otro de los mayores éxitos de Xavi, incorpora un simpático acordeón. En cualquier caso, el corrido sigue dominando el mundo, y 2024 parece que será el año de Xavi.
“Conexión” es un término que se lleva usando en OT 22 años. Y lo han repetido tanto que hay estudios que indican que le gastaron el significado en algún momento de 2005. A los concursantes siempre se les pide que conecten: con su compañero de actuación, con la audiencia, consigo mismos. Pero es mucho más fácil decirlo que hacerlo, porque la conexión es algo que solo se percibe cuando falta. La gala de anoche sufrió varias desconexiones: entre Juanjo y Paul, entre Salma y la justicia y entre Rosa de vestuario y los límites de la decencia humana. Pero la desconexión más dramática ocurrió entre el jurado y los profesores. Es algo que pasa en OT cuando todo está sencillamente ok: si todas las actuaciones son un 7, los motivos para nominar y para salvar serán más caprichosos y aleatorios. Si todas las actuaciones son un 7, lo más televisivo de la noche será el choque de criterios entre dos hembras alfa: Noemí Galera y Buika.
Salma abrió la gala con algo que, de asentarse en OT, podría canibalizar la edición: la versión balada a piano y voz de una canción pachanguera. Es un fenómeno que empezó a principios de los 2000, cuando el pop todavía no había logrado el desproporcionado prestigio intelectual que disfruta hoy en día. En aquella época, que una banda de rock masculino como Travis versionase ‘… Baby One More Time’ se percibía como una legitimación: el indie elegía determinadas canciones pop para concederles una pátina de prestigio, aunque fuera desde la admiración irónica. El fenómeno cuajó en España gracias al ‘Girls Just Wanna Have Fun’ de Russian Red o el ‘Take On Me’ de Anni B. Sweet, versiones cuquis y en cursiva que querían ser tan emocionantes que le quitaban toda la emoción al original. A lo largo de los 2010s las versiones balada se propagaron por los pisos de universitarios, los hilos musicales de las cafeterías de brunch y, en su asalto más letal al mainstream, los programas de entrevistas de Bertín Osborne.
En esta edición de OT llevamos dos en dos galas consecutivas: ‘Es por ti’ de Violeta y ahora ‘Cuando zarpa el amor‘ de Salma. Y lo cierto es que, en este caso, el formato piano y voz le sentó extraordinariamente bien a la canción. Consiguió que la melodía luciese más y llevó la letra a otro lugar. Si bien Camela ha sido el grupo más ridiculizado del pop español de la democracia, Salma, que nació en 2002, no tiene prejuicio alguno. Ella sabe que ‘Cuando zarpa al amor’ siempre ha sido una canción excelente (compuesta, por cierto, por la propia Mari Ángeles: tras años sin que le dejasen incluir sus composiciones en el repertorio del grupo, Mari Ángeles se desquitó escribiendo seguidas, atención, ‘Nunca debí enamorarme’ y ‘Cuando zarpa el amor’), pero gracias a la interpretación de Salma la canción pasó de ser un canto al inicio de un romance a un réquiem por un amor perdido. Un ejemplo: en la versión Camela el verso “dime que sientes lo mismo que yo” suena a “sé que la respuesta es sí, así que ponme otro cubata”, mientras que en la versión de Salma sonó a “ya sé que no, pero te lo pregunto por última vez porque el amor es en realidad una enfermedad mental y si estoy loca es cosa mía”. Y esa doble lectura dice mucho de la canción y dice mucho de Salma. Ella cantó desde el corazón roto. Cantó como una Adele flamenca. Cantó como si no tuviera una pantalla llena de medusas detrás. Y en el último “cuando zarpa el amor” hizo una pausa preciosa para respirar, como si ese final fuese solo para ella.
Pero daba igual lo que hiciera. Su destino estaba sellado por dos síndromes que están resultando infalibles en esta edición: el factor Cepeda y el factor Cadena Dial (ver crónicas anteriores). Álex Márquez volvió a elegir Cualquier canción de Cualquier Artista. Su gusto musical no dice absolutamente nada de él, excepto que es uno de los concursantes con más probabilidades de hacer carrera tras el concurso, porque el gusto musical de Álex es el mismo que el del mínimo común denominador del público español. Y esa, por cierto, es una de las claves del éxito de OT1, una edición en la que ninguno de los 16 concursantes tenía ínfulas discordantes y todos aspiraban a sonar como artistas que ya existían y que ya triunfaban. Fue después, cuando el programa coqueteó con concursantes con gustos algo más alternativos, cuando se abrió una brecha y proliferaron los perfiles que funcionaban fenomenal dentro del concurso pero que no encontrarían su hueco en el mainstream al salir de él (Beth, Ainhoa, Virginia, Víctor, Moritz, Chipper). Y al nominar a Álex sin parar, el concurso le está brindando un escaparate excelente para esa carrera post-OT. En seis galas lleva tres actuaciones en solitario con canciones perfectamente genéricas que suponen una rampa de lanzamiento directa a hacer un dueto con Pablo López en el especial de Nochebuena de TVE en 2025. Puede que ese logro no signifique nada para muchas personas, pero sin duda lo significa todo para Álex Márquez.
La actuación de Álex parecía la de un artista invitado, lo cual no quiere decir que fuese especial sino todo lo contrario. El mercado musical español lleva una década sodomizado por el algoritmo y por canciones que se parecen a canciones que ya has escuchado. Y ese es un terreno fértil para un artista como Álex. Porque, mientras que es imposible imaginar qué tipo de carrera podrían tener Salma, Violeta o Juanjo, es obvio el tipo de carrera que puede tener Álex. Él sabe exactamente quién es. Quiere ser un 7. Quiere ser un artista de playlist que no desentone entre Manuel Carrasco, Morat y Rozalén. Quiere ser el futuro cantante favorito de la gente que acompaña sus fotos de Instagram con frases como “A esta vida invito yo”. Álex es un artista completo ya. Y por eso a OT no le sirve: su actuación de anoche fue estupenda, fue lo mejor que puede dar, pero lo mejor que Álex puede dar sencillamente no es suficiente para Buika.
Martin apareció en el escenario vestido como una parodia porno de Goku. Pero da igual porque a él todo le viene bien. Esta gala fue quizá la más transparente en cuanto a las intenciones de cada actuación: se notó que Álvaro y Martin llevaban toda la semana escuchando que tenían que tener “muy buena onda” y “mucho rollazo”, del mismo modo que se notó que a Chiara y a Cris les pidieron “mucha química” y “miradas de complicidad” o que a Juanjo y Paul les pidieron “algo muy fresquito y muy buenrollero”. El problema es que las tres actuaciones (sobre todo en la de Cris y Chiara) casi se podían escuchar los engranajes en la cabeza de los concursantes y su actitud quedaba poco natural. Qué rico, un 7.
Juanjo y Paul cantaron ‘La vida moderna’. Esta canción que contiene la frase “Le llamáis poliamor a los cuernos de siempre”, una sentencia que no puede sonar más al tipo de tuit que pondría alguien que paga por el tick azul. Juanjo cantó la frase “odio la vida moderna”, como si no lo supiéramos por los favs de su Instagram, y Paul se comportó como si en vez de en un dueto estuviese en una competición. Paul es un concursante delicado. Hace, en teoría, todo lo que tiene que hacer para levantar el ánimo del público. Y lo hace bien. Todos los artistas son en el fondo niños sedientos de atención, pero lo que diferencia a los artistas de las estrellas es que las estrellas consiguen que parezca que son ellas las que le están haciendo un favor al público y no al revés. Paul lo intenta demasiado fuerte y a veces cae en el histrionismo. Y eso causa cierta antipatía subconsciente entre los espectadores, porque todo el mundo ha tenido un compañero de clase que cuando presentaba un trabajo en grupo le indicaba al profesor la parte que había hecho él. Y si para algo sirve OT desde hace 22 años es para que los espectadores den rienda suelta a las filias y las fobias que engendraron durante su adolescencia: celebramos a los concursantes que nos recuerdan a los amigos que nos cuidaron y rechazamos a los concursantes que nos recuerdan a los compañeros que nos daban rabia. ¿Porque qué es la vida adulta sino una versión a gran escala de nuestros traumas adolescentes? Todo esto son (más) buenas noticias para Álex Márquez, que en principio eliminará a Paul sin despeinarse la semana que viene. Y para que no queden ni los huesos, seguramente elija una canción de Nil Moliner.
La combinación Naiara y Lucas resulta automáticamente interesante porque ambos son los concursantes que mejor entienden la tarea que les toca cada semana. Son los que menos dudan sobre el escenario. Cantaron ‘Corazón hambriento’ como si fueran dos participantes de ‘La isla de las tentaciones‘ que se dicen cosas como “eres mi prototipo de hombre”, “tengo que ser tu prioridad” o “si me quieres de verdad déjame mirarte los mensajes del móvil”. Y acercaron tanto las bocas que casi se quedan enganchados de los piercings de la nariz. Una actitud calentona que la canción no pedía y que el público no sabía cuánto necesitaba. Pero Naiara y Lucas entendieron que cuando le pides a alguien “no te vayas” lo que realmente quieres decir es “fóllame”. En una ironía del destino, los ojos de la novia de Lucas (que recordemos él lleva tatuados en el pecho) se pasaron la actuación obligados a mirar las tetas de Naiara. Es posible que al terminar la actuación ese tatuaje tuviese una ceja levantada.
Ruslana se pasó la semana escuchando a todo el mundo pronunciar la palabra “Ruslanazo”. La primera vez que se utilizó el sufijo “-azo” en OT fue con “Lorenazo”, cuando Lorena cantó ‘Land of 10000 Dances’ en la gala 11 de OT2006. El sufijo se usa para describir actuaciones de concursantes con potencial que llevan varias semanas en el casi-casi y que, de repente, encuentran la canción adecuada y se marcan un espectáculo pirotécnico que lleva a la audiencia a un trance que no encuentra en ningún otro programa de televisión. Cuando un concursante pasa de ser tu vecino a una superestrella. Es decir, se usa cuando OT se convierte en la mejor versión de sí mismo. Podría decretarse que el primer ejemplo es el ‘What A Feeling’ de Gisela en OT1 (las actuaciones de Chenoa no cuentan porque ella las hacía todas extremadamente bien, su relato nunca fue de superación), pero no hay muchos más porque el “-azo” es un fenómeno tan misterioso que no ocurre casi nunca. Hay ediciones enteras es las que no ocurrió. Hay ediciones en las que ocurrió dos veces, como en 2017 con Ana Guerra (‘Sax’) o Amaia (‘Shake It Out’, una actuación en la que Amaia, que ya era la mejor desde la gala 0, encontró inexplicablemente la manera de ser aún mejor). Vender tanto el “Ruslanazo” antes de que ocurriera demuestra que España todavía no ha aprendido (este país tiene sus tiempos) que añadirle el sufijo “-azo” a una actuación antes de que ocurra puede convertirse en un lastre. Su versión de ‘SloMo’ estuvo llena de aciertos: no intentar emular la coreografía original (entre otras cosas porque está patentada), una escenografía radical y arriesgada en su saturación de amarillo y violeta que colocaba la actuación en una dimensión propia y una disciplina militar por parte de Ruslana a la hora de aprenderse la córeo.
Ella hizo todo lo que pudo. Controló el escenario de tal manera que sabía en todo momento hasta dónde iba a caer su coleta. Incluso consiguió que la audiencia se olvidase de lo que llevaba puesto: un mono de color violeta con agujeros que solo puede describirse como la cosa más fea que ha pisado ese escenario en 12 ediciones. Ese mono tan apretado es una idea terrible en general, pero particularmente peligrosa para alguien con gastroenteritis. Era tan apretado que si cerrabas los ojos muy fuerte podías escuchar los comentarios que le hizo Carlos Lozano en una realidad paralela en la que Carlos Lozano nunca dejó de presentar OT. Y la única explicación posible a ese look es que, durante la cena de Nochebuena, el sobrino de Rosa de vestuario le explicó la expresión “servir coño” y ella se la tomó de manera absolutamente literal.
Ruslana ha tenido una semana para montar una actuación que requería meses. El resultado fue que consiguió hacer el show pero no disfrutar de él. Se la notaba concentrada en los pasos y, por alguna razón, dejó escapar el subidón del estribillo final. Tampoco ayudó que en el break la rodeasen cuatro bailarinas (Chanel lo hizo sola porque así no se perciben las posibles desincronías). Así que la actuación fue muy caliente pero no explosiva, aunque hubo suficientes momentos de chispas para erigirse como la mejor de la noche. En algún lugar de San Sebastián (o de San Sebastián de los Reyes), Miryam Benedited sonrió pensando “este país no me merece”. Ruslana consiguió darle identidad propia a una actuación cuyo original es imposible de imitar (y eso que todos los mariquitas de España lo llevan intentando 20 meses) y lo cierto es que nadie podría haberlo hecho mejor con solo una semana de ensayos, enferma y en una gala 5. Porque esta actuación le llegó demasiado pronto: habría brillado mucho más de ocurrir en la gala 9.
La noche se puso a 1.5 cuando Masi irrumpió en el escenario para decir “Ruslana, tú fuiste la nómada favorita la semana pasada y se te quedó una cara de no creértelo, podías elegir una clase y escogiste la de Vicki”. Ruslana, por su parte, respondió “Sí”, que es lo único que puede responderse a Masi porque Masi tiene la manía de hacer la pregunta y responderla. “Vivir de la música es muy difícil, ¿a que sí?”, les dijo. “Sí”, respondieron.
Cris Regatero dijo que su número favorito es el 24. El número favorito de Myriam Rodríguez, la jurado invitada de la semana, es claramente el número de teléfono del estilista de Inés Hernand. Y el número favorito de Buika es 0, porque esa es la cantidad de mierdas que le importa lo que penséis de ella. Su menú de la noche empezó con Chiara, que por cierto iba vestida como una agenda de Kukuxumusu. Buika le dijo que interpreta todas las canciones iguales, el público entró en cólera y Buika inmediatamente ordenó “Un poquito de orden, mis amores”. ¿Un poquito de orden? ¿El público de OT? Pero si esa gente hace que el público de ‘La ruleta de la suerte’ parezcan filósofos del Renacimiento. Y encima anoche les pusieron diademas de 2024, cuando todo el mundo sabe que poner algo en la cabeza de un español lo convierte en la oveja de Los Simpson que se volvía adicta al tomaco. El público de OT1, OT2 y OT3, por cierto, era mucho menos agresivo con las valoraciones del jurado, lo cual daría para un análisis de cómo ha cambiado la actitud ante la autoridad entre la Generación X y la Generación Z.
Buika empezó su valoración de Álex con “Ante todo tengo que decirte que tu actuación ha sido extremadamente enérgica”. Álex ya empezó a pensar en qué canción de Nil Moliner elige la semana que viene. “Extremadamente enérgica”, repitió. Y, por si quedaban dudas, soltó un tercer “extremadamente enérgica” que ya directamente sonaba a “no me pagan lo suficiente para aguantar esta mierda”. Ante las protestas desatadas del público, Buika se limitó a decir “¡Mis amores…!” con una sonrisa que sugería que mañana toda esa gente amanecerá muerta.
A Buika también le tocó valorar a Martin. Y con “le tocó” quiero decir que claramente lo pidió ella. Ese es su regalo de Reyes. Arrancó con un “Vuestra canción ha sido muy divertida”, que cualquiera que haya visto las seis galas sabe que es absolutamente una trampa. “Pero tienes que apretar, porque te estás acomodando”, continuó. Y no le falta razón. Martin no está concursando en OT, está surfeando OT. ¿Cómo no se va a estar acomodando un hombre que se define a sí mismo “bohemio” en 2023? Porque Martin en realidad no es bohemio, Martin es el tipo de chico que está acostumbrado a que todo el mundo le sonría allá donde va. Todos tenemos un amigo así y si no te lo has planteado es porque ese amigo eres tú.
“Tienes que apretar, papi”, insiste Buika por segunda vez. Abril Zamora está en estado de shock y Noemí Galera hunde su cara en las rodillas. Estas reacciones no solo denotan estupor porque Martin no merecía la nominación (que es cierto: no la merecía), sino también porque resulta muy perturbador ver a alguien siendo hostil contra una persona como Martin. Pero Buika no ha tenido suficiente (ella nunca tiene suficiente) y va a por una tercera, porque por lo visto está probando un nuevo ritual que consiste en mantras de tres en tres: “Aprieta, papi”. No es la primera vez que Martin escucha esas palabras en su vida. De hecho, seguramente no sea la primera vez que las escucha esta semana.
Myriam empezó la valoración de Naiara diciendo que “no nos parece que haya habido conexión”. ¿Que no ha habido conexión? Si a Naiara y a Lucas solo les faltó pedir una hora sin cámaras. Pero de repente cambió a “para nosotros sí ha habido conexión” y la invitó a cruzar la pasarela. Myriam parecía algo confusa, seguramente porque cometió el error de ponerse el medallón que Buika le regaló antes de salir a plató. Debió hacer como Pablo, que anoche metió el medallón de Buika en el congelador e hizo sus mejores valoraciones de la temporada: “Cuidado con la euforia, Paul, queda un poco forzada y al final estás en un dúo”.
Álvaro, Paul, Álex y Martin quedaron propuestos por el jurado y Chenoa dio pasó a Noemí. Ella saltó como un resorte: “Antes de nada, Myriam, no lo has podido hacer mejor”. A ver… sí. Sí que podía, Noemí. A continuación señaló una serie de “fallos objetivos” en las actuaciones “que se han pasado por alto”. Y remató con “No hemos escuchado lo mismo y no entendemos las nominaciones”. Estas polémicas son rarísimas en el OT post-2017. Pero esta semana se viralizaron en Twitter un par de vídeos de su rol como jurado (como aquel en el que le decía a Virginia, dos veces, que por haber salido favorita uno de sus compañeros iba a estar nominado mereciéndoselo menos que ella), así que quizá Noemí los vio y le entró morriña. En cualquier caso, es sano, divertido y jaleoso que haya discrepancias en OT. Ya le iba haciendo falta a esta edición. Y Noemí, desde luego, sabe dar buena televisión. No hubo contraplano de Buika, eso sí, quizá porque estaba demasiado ocupada fabricando una muñeca de vudú con gafas de color granate.
Los profesores salvaron a Martin. Los compañeros, a Álvaro, con cinco votos. Cuatro fueron para Álex y cero para Paul, que si ya se sentía desplazado en la academia esto es lo que le faltaba. No le votó ni Juanjo, su compañero de actuación, algo que como bien saben los fans de OT es rarísimo que ocurra, aunque solo sea por no quedar mal ante la gente. Pero eso a Juanjo le da igual, tal y como demuestran sus favs de Instagram.
Las cosas no pintan bien para Paul. Porque las cosas no suelen pintar bien para la gente como Paul. En este sentido es la némesis de Martin. Si Martin va por el concurso como quien pasea por la playa, Paul tiene la actitud de un minero picando piedra que encima intenta hacerlo sonriendo. Pero su mirada le delata. Esa mirada está cansada. Y no es cansancio de las últimas seis semanas, es cansancio de los últimos 20 años. Álex tiene, a priori, las de ganar por tercera vez (sobre todo porque ahora votar es gratis, cuando había que pagar los fans recalcitrantes acababan rindiéndose) y le dará igual que el jurado le siga nominando con argumentos como “tienes demasiada energía”. Por supuesto que dar botes es un recurso fácil, pero, a diferencia de en Estados Unidos, al púbico español le gusta que los cantantes sean simpáticos y les recuerdan a su primo. No, lo importante no es conectar sino entender dónde estás. Y Álex lo sabe perfectamente. El mundo está diseñado para que los hombres como Álex sepan siempre exactamente dónde están.
Taylor Swift ha superado un récord en Estados Unidos antes ostentado por Elvis Presley. Billboard informa que Swift suma oficialmente, y desde el pasado 31 de diciembre, 68 semanas ocupadas en el número 1 de la lista de álbumes de Estados Unidos, a lo largo de su carrera, frente a las 67 semanas de Presley. A Swift aún le quedaría rato para alcanzar el dato de los Beatles, que suman 132 semanas.
Swift ha superado el récord de Presley gracias a que, en la última semana de 2023, ‘1989 (Taylor’s Version)‘ ha vuelto al número 1 de la tabla de álbumes conocida por el nombre de Billboard 200, sumando cinco semanas en la cima. Este es oficialmente el primer disco número 1 de 2024 en Estados Unidos (la versión regrabada de ‘1989’ también ha sido número 1 en España).
Swift suma 68 semanas en el número 1 de Billboard 200 con 13 de sus 14 álbumes de estudio, los mismos que han alcanzado la primera posición de la lista y que han llevado a la cantante a ser la primera artista que logra posicionar 13 álbumes en el número 1 de Estados Unidos de manera consecutiva. Solo el primer disco de Swift, publicado en 2006, no llegó al número 1, pues no pasó del quinto puesto. Las 67 semanas de Elvis abarcan toda su discografía comprendida entre los años 1956 y 2002.
Los éxitos comerciales de Swift han continuado especialmente gracias a su proyecto de discos regrabados. Este verano, Swift se ha convertido en la mujer con la mayor cantidad de discos posicionados en el número 1 en Estados Unidos, los 13 que comentamos en el párrafo anterior. Swift ha superado así un récord previamente obtenido por Barbra Streisand. Swift es actualmente la tercera artista con más discos número 1 en Estados Unidos, superada solo por los Beatles, con 19 discos, y Jay-Z, con 14.
Por otro lado, la gira The Eras Tour es oficialmente la más taquillera de la historia. The Eras Tour llega a España el próximo mes de mayo.
El uso de ‘Murder On the Dancefloor’ de Sophie Ellis-Bextor en ‘Saltburn‘, la nueva película de Emerald Fennell, en la bailonga escena final, ha conseguido que la canción reaparezca en listas, más de 20 años después de su estreno.
Es demasiado pronto par hablar de nuevo caso Kate Bush, pero es un hecho que ‘Saltburn’ está descubriendo ‘Murder On the Dancefloor’ a un nuevo público. El clásico de Ellis-Bextor acaba de subir al puesto 8 de Spotify en Reino Unido, adelantando singles recientes de Central Cee y Doja Cat. Esto significa que es más que probable que ‘Murder On the Dancefloor’ vuelva a la lista oficial de singles de Reino Unido -donde llegó al puesto 2 en 2002- en los próximos días. «Murder» también es número 8 en Spotify Irlanda. En en el Spotify de Estados Unidos, acaba de entrar en el puesto 181.
A nivel global, ‘Murder on the Dancefloor’ también está dejando marca y acaba de debutar en el puesto 130 de la tabla global de Spotify, acorde con la información facilitada por chart data. Es la primera vez que ‘Murder On the Dancefloor’ asoma en esta lista que refleja las canciones más escuchadas diariamente en el mundo. Como dato curioso, ‘Murder On the Dancefloor’ es, además, la 27ª canción más buscada en Shazam en este momento.
Sophie Ellis-Bextor ha celebrado el nuevo éxito de ‘Murder on the Dancefloor’ haciendo su propio homenaje a la coreografía que el actor Barry Keoghan realiza en la película, completamente desnudo, al son de este clásico del pop de los años 2000.
‘Murder On the Dancefloor’ es el mayor éxito de la carrera de Sophie Ellis-Bextor. Incluido en su disco de debut ‘Read My Lips’ (2001), fue un éxito no solo en Reino Unido, sino en toda Europa, llegando al top 5 de países como Francia, Italia o Países Bajos, y muy especialmente en Australia. «Murder» suma hoy más de 233 millones de reproducciones en Spotify. ‘HANA‘, el último álbum de estudio de Ellis-Bextor, está a la venta desde el pasado verano.
Christina Aguilera ha cerrado 2023 estrenando nuevo concierto en Las Vegas. La crónica de Rolling Stone describe un show «opulento», «íntimo» y, sobre todo, más inspirado en la era ‘Burlesque‘ (2010) que cualquiera de sus espectáculos previos.
Ubicado en el club Voltaire, el nuevo show de Christina Aguilera ha contado con «artistas de burlesque, contorsionistas y acróbatas» y se ha extendido hasta los 90 minutos. Entre las curiosidades del setlist cabe destacar el nuevo arreglo orquestal de ‘Not Myself Tonight’, la canción de apertura, y también los nuevos arreglos de ‘Beautiful’ y ‘Fighter’.
Ahondando en su faceta cabaretera, muy presente en ‘Back to Basics‘ (2006), Aguilera ha cantado versiones de ‘You Don’t Own Me’ de Lesley Gore, ‘Diamonds Are Forever’ de Shirley Bassey, ‘Guy What Takes His Time’ de Ralph Rainger y ‘Diamonds Are a Girl’s Best Friend’ de Jule Styne, sin olvidar ‘Lady Marmalade’ ni varios temas de la banda sonora de ‘Burlesque’. Ni cabe decir que, vocalmente, está en plena forma.
La música de DJ Sabrina the Teenage DJ, el pseduónimo con el que firma la productora anónima que se esconde tras las imágenes pixeladas de las portadas de sus álbumes y sencillos inspiradas en la famosa serie de los 90, es un universo en sí misma. Acercase a cualquiera de sus discos puede imponer y ahuyentar a muchos por la extensa duración de la mayoría de ellos, pero las buenas noticias son que no hay nada que temer. DJ Sabrina trabaja totalmente al margen de la industria musical y sus convenciones comerciales, y su concepto de lo que un álbum tiene que ser desafía constantemente las normas establecidas. Su debut ‘Makin’ Magick’ en 2017 sorprendía con influencias que iban desde el House francés al Nu-disco y por una llamativa vivacidad en sus producciones. Aunque no sería hasta 2020 con ‘Charmed’ con el que comenzó a crear una base sólida de fans en internet. Para mucha gente, aquel disco fue como un bálsamo sanador en plena pandemia, una época de incertidumbre y oscuridad en la que el mundo se paró y tuvimos todo el tiempo del mundo para deleitarnos con un disco de 3 horas que invitaba al puro optimismo. Mismamente The 1975 cayeron rendidos a sus encantos y utilizaron una maqueta suya para la convenientemente titulada ‘Happiness’ en su disco más reciente.
Tras varios proyectos lanzados entre medias, llegó este verano ‘Destiny’, un trabajo aún más largo que sus predecesores. Compuesto de 41 canciones y superando muchas de ellas los 7 minutos, el disco se queda cerca de llegar a las 4 horas y está convencido de su poder para curar depresiones. Es probable que escucharlo de una tacada pueda ser un reto o directamente algo que mucha gente no esté dispuesta a hacer. Pero sigue habiendo buenas noticias: no importa. DJ Sabrina nos invita a montarnos la fiesta como más nos guste, ya sea de principio a fin (una experiencia inmersiva y fascinante de lo más recomendable) o creando nuestra propia aventura.
Ante un despliegue tan apabullante de música, ¿por dónde empezar?. La respuesta es más sencilla de lo que parece: por donde quieras. Escoge 10 canciones al azar de ‘Destiny’, haz una playlist con ellas y te quedará un disco de una duración convencional, de una calidad enorme y que seguramente te haga un poquito más feliz. Porque así de valiosa es la música que ofrece la artista: eufórica, divertidísima y llena de pequeños hallazgos sublimes.
Las canciones de ‘Destiny’ son como una inyección de serotonina directa a las venas. En algún lugar entre el onirismo y el éxtasis, DJ Sabrina encuentra siempre una fórmula imbatible para hechizar al oyente, ya sea mediante conversaciones televisivas sonando de fondo o a través de samples y estribillos tan dulces y contagiosos como un chicle de fresa. Un gran ejemplo de esto es la espléndida ‘Will U B Mine’, uno de los cortes más inmediatos y accesibles, cuyo coro se repite constantemente consiguiendo un efecto embriagador. Este tipo de producción es precisamente a lo que la artista nos tiene acostumbrados, como la enérgica y alegre ‘Brave’, o ‘Honey’, la encargada de abrir esta aventura.
Generalmente, en la primera mitad, aquellos que estén familiarizados con el universo habitual de DJ Sabrina hallarán el confort de lo ya conocido, aunque, lejos de resultar repetitiva, la productora tiene los suficientes recursos como para hacer de cada pista una experiencia adorada y única.
Pasado el ecuador del disco es cuando aparecen más experimentos, derivando en ocasiones en grandes aciertos, como las más relajadas ‘He’s My Baby’ o ‘The End’, donde los sintetizadores se convierten en instrumentos de viento. Esta última, además, cuenta con una cálida voz que narra la incertidumbre del amor incipiente logrando uno de los momentos más bonitos y románticos de este proyecto. ‘Without Crying/Without Crying’ se divide en dos partes muy diferenciadas, pero de alguna manera la primera te conecta con la segunda de manera orgánica. Comienza con un frenético número House repleto de voces moduladas y en su última mitad hace una ligera bajada de BPMs con un estribillo espectacular que se repite sin parar hasta alcanzar paulatinamente un eufórico clímax.
La espectacular ‘Stay’, el single ‘Dance Now’, la irresistible ‘For Now And Forever’… la lista de canciones impresionantes e hipnóticas es demasiado larga para enumerarlas todas. Lo que queda claro escuchando la que escuches es que ‘Destiny’ es un disco tan rico en sonidos y texturas que perderse en él es siempre una experiencia fascinante. El resultado es algo parecido a meter en una batidora a The Avalanches, el set de una rave noventera y a tu estrella de Disney Channel favorita, pero a diferencia de lo que puedas pensar, todo funciona a las mil maravillas.
Pharrell Williams ha publicado nuevo single en los últimos días de 2023 y, curiosamente, España es uno de los pocos países que se han enterado. ‘Airplane Tickets’ ha protagonizado una testimonial entrada en la lista de singles española, debutando en el número 92, y ya se encuentra fuera de lista. Merece mayor repercusión y hoy 1 de enero la elegimos Canción Del Día, la primera de 2024.
‘Airplane Tickets’ es un tema de corte afrobeat que une a Pharrell -a la producción- con el rapero Swae Lee, muy conocido en Estados Unidos por sus colaboraciones con Post Malone, French Montana o Travis Scott; y con Rauw Alejandro. El sonido es relajado y sutil, como el de tantos hits de este estilo que han triunfado en los últimos años, y tanto Swae Lee como Rauw Alejandro, cantando en inglés y en español, respectivamente, aportan su toque particular.
‘Airplane Tickets’ se dedica devotamente a una persona que tiene a Swae y a Rauw enamorados. Ellos solo se pueden imaginar compartiendo con esa persona un rato «bajo el sol». El gancho «voy a comprar billetes de vuelo / y van a ir a tu nombre» es infalible, y el componente «cool» de la canción lo termina de poner un videoclip rodado en Hong Kong, en el que aparecen juntos los tres artistas involucrados, pues han coincidido allí con motivo de un desfile de moda.
Es un punto común en las experiencias de muchas personas bisexuales el que, cuando a raíz de que les gusta una mujer (u hombre) concretos, empiezan a ver que también le gustan las mujeres (o los hombres), se pregunten “¿pero realmente me gusta? ¿Quiero ser como ella o quiero follar con ella?”.Y no solo en bisexuales; hablamos de una pregunta muy asociada al homoerotismo en general, una pregunta a la que, se supone, tienes que responder A o B. Pero, como en muchas otras cuestiones, la respuesta no es A ni es B. El protagonista de ‘Saltburn’, de hecho, respondería un contundente “AMBAS”.
Emerald Fennell ha dado un considerable salto de estatus en los últimos años. Como actriz no le iba mal, quizás la viste en ‘La chica danesa‘ o en ‘The Crown‘, pero el respeto se lo ha terminado ganando detrás de las cámaras, siendo el Oscar por el guión de ‘Una mujer prometedora‘ (su debut como directora) lo que le puso en el mapa definitivamente. ‘Una mujer prometedora’ era una película con una gran premisa, grandes escenas y muchos fallos, y su regreso con ‘Saltburn’, que Amazon Prime Video acaba de estrenar en nuestro país, vuelve a tener esas tres características.
He leído estos días algo así como “qué pena que a la directora Emerald Fennell le haya vuelto a tocar trabajar con esa guionista llamada Emerald Fennell», y a la coña no le falta razón, por mucho que ese Oscar fuese a mejor guión. En esta ocasión, la inglesa nos cuenta la historia de Oliver, un chaval de clase baja que en la década de los 00 consigue estudiar en Oxford gracias a la combinación de una beca y cero vida social, y que allí se obsesiona con Felix, el guapísimo hijo de una familia asquerosamente rica. Fennell, de hecho, no se corta en mostrarnos lo asquerosamente ricos que son, y en esto ayuda la dirección de fotografía de Linus Sandgren (que en su haber tiene, entre otras, ‘La La Land‘): estamos tan abrumados como Oliver la primera vez que entra en la mansión. Pero “asquerosamente” no es un adverbio usado a la ligera: la directora habla de algo tan visceral como la envidia, y tan terrenal como el deseo… tan cercanos entre sí para Oliver.
Se ha dicho que ‘Saltburn’ es la película más guarra del año, o de los últimos años, e incluso hay gente diciendo que “nunca había visto nada como esto”, y ahí no estoy de acuerdo; de hecho, me parece uno de los puntos donde Fennell flojea. Como en aquel sketch de ‘Buenafuente‘ donde Malena Gracia decía “estoy buenísima, ay que se me ve jijiji, ¿..se me ve?”, ‘Saltburn’ está más preocupada de parecer guarra que de serlo. Claro que momentos como el de la bañera o el del vampiro son cerdos (el tercero que estáis pensando no creo que pretenda ser sexy sino turbio), pero me parece que influye más el panorama sex-negative del cine actual, en el que cualquier cosa que se salga de ahí llama poderosamente la atención. Por ello, ‘Saltburn’ llama la atención tanto en esos momentos más gráficos como en la construcción de una atmósfera erótica: hay más tensión sexual en la secuencia de Oliver y Felix fumados en la habitación que en las siete temporadas de ‘Élite‘.
La cosa es que luego a ‘Saltburn’ le pasa con el deseo como con otros temas: destaca más por secuencias aisladas que por la historia en sí, que incluso por momentos carece de coherencia narrativa. Barry Keoghan está espectacular como Oliver, y debería ser un serio contendiente del Oscar al Mejor Actor, pero su mérito es aún mayor teniendo en cuenta lo desdibujado que a veces está el personaje. Rosamund Pike ha vuelto a enamorarnos como hizo en ‘Perdida‘ de Fincher; sin embargo, su personaje (que no su interpretación) está más basado en one-liners que en una consistencia, y algo parecido pasa con los de Alison Oliver, Archie Madekwe, Richard E. Grant y la aparición de Carey Mulligan. Lo simple del de Jacob Elordi tiene más excusa, porque podemos entenderlo dentro de la sexualización 24/7 que pretende hacerle Fennell, En general, hay un tono raro entre la parodia (desde muy temprano, recordemos esa tutoría con el profesor), el thriller erótico noventero y el intento de hacer una crítica social con ‘Retorno a Brideshead’, ‘El talento de Mr. Ripley’ e incluso ‘Teorema’ entre sus referentes, pero el conjunto queda bastante vacío.
‘Saltburn’ es muy vistosa y entretenida, y su banda sonora hará las delicias de cualquier melómano: además de los temas originales de Anthony Willis y del gag con ‘Common People’, en la peli suenan Arcade Fire, MGMT, Ladytron, The Killers, Bloc Party, Cold War Kids y, por supuesto, ESE final con Sophie Ellis-Bextor. Pero no puedes evitar tener la sensación de que, cuando la fiesta se acaba, hay poco que rascar, pese a todo el despliegue visual que hemos visto, y todo el ruido respecto a lo heavy que era esta película. Si recordáis, cuando Verónica Forqué decía “qué heavy eres” en la secuencia de ‘Kika‘ a la que pertenece este titular, Rossy de Palma le respondía “soy auténtica, señora”. Y no sé si ‘Saltburn’ puede decir lo mismo: hay ideas muy buenas, hay planos que son la hostia, hay un protagonista completamente entregado y, sí, hay provocaciones. Pero no parece que haya un fondo detrás de todas esas cosas aisladas, y muchas se pierden por el camino.
No me caben en los dedos de ambas manos las personas que conozco que viven en Madrid pero no están en Madrid en estas fechas. La mitad pasa Nochevieja en sus pueblos, la otra mitad huye de ese terrorífico esperpento de aglomeraciones en que se ha convertido el centro de la ciudad, rumbo a cualquier lado menos esto. Aun así, un 30 de diciembre es la fecha escogida por Lori Meyers para cerrar ciclo -o algo así- en el WiZink Center.
Solo el graderío superior permanece cerrado, y la parte abierta luce abarrotada: hay más de 10.000 personas. En la pista se nota que no cabe ni un alfiler. El grupo anunció hace tanto tiempo esta fecha que entonces no sabíamos que estarían presentando singles nuevos de lo que puede estar por venir, que aun ellos mismos han de decidir lo que es. Pero el público tiene ganas de fiesta, lo que se nota desde el riff de la segunda canción, ‘Luces de neón’.
Lori Meyers habían abierto el set con una faceta más espiritual, la de ‘Seres de luz’, un tema que apela a la «nueva normalidad» seducido por la sensibilidad retro y zen. Las proyecciones apelarán a lo lisérgico o al surrealismo indistintamente, en ocasiones programando simplemente títulos de canciones como «Tokio» o incluso el nombre de la formación granadina, a lo Elvis, o a lo Beatles.
Las canciones del grupo evitan situarse en el tiempo. Bien ecualizadas y mezcladas, ninguna pertenece a una hipotética etapa indie del grupo, a una etapa 60’s, a una etapa rock, o a una etapa sintes. Todas parecen proceder del mismo tiempo indefinido para bien. Relucen las letras que han conquistado a varias generaciones; sorprende la cantidad de parejas de veinteañeros que se besan mientras suenan temas de todas las eras. Debieron de crecer mientras sus padres las ponían en el coche. Si acaso la voz de Noni suena algo saturada o quemada en los primeros instantes, como si se estuviera lanzando demasiado alto. Después, el efecto se resuelve en la mesa de sonido, o mi oído se acostumbra a la imperfección. Por lo demás, el grupo goza de esa profesionalidad adquirida a lo largo de más de 20 años de historia. Ya hace tiempo que los celebraron en el mismo sitio.
El público celebra igual canciones más antiguas como ‘Luciérnagas y mariposas’, como otras de su último disco como ‘No hay excusa’, que a la vista de todos en Spotify está lo que también han triunfado. Parece que es obligatorio, no obstante, traer a artistas a colaborar al WiZink, y son varios los que complementan el poder de los grandes éxitos. Los invitados aparecen en canciones menos conocidas, más nuevas, como para equilibrar el setlist.
Kora es quien pasa más desapercibida en ‘No me merecía la pena’, pero el final con Manola de la nueva ‘Tú ya no dices nada’, con ella y Noni cantándose a la vez diferentes cosas a la cara, queda muy bonito. También aparece James de Temples para tocar en ‘Hacerte volar’, pero es Anni B Sweet quien deja la colaboración más emocionante en ‘Sobrevivir’. Noni y Anni danzando sobre proyecciones psicodélicas y teclados pícaros, en su salsa. El pudor les impide besarse, solo se abrazan dos veces; el mismo pudor que evita los primeros planos en las dos pantallas durante todo el show. Es un concierto de sensaciones y artistas humildes en la sombra, más que de superestrellas. En la lejanía, incluso es difícil dilucidar cuántas personas hay sobre el escenario, o sus caras. Alejandro interpreta la preciosa ‘Océanos’ como siempre sin grandes alharacas, pareciendo el Noel Gallagher del grupo, pero sin su necesidad de protagonismo.
Otro de los invitados es un primo de Noni (Joseme de la Rosa o algo similar), que resulta que toca guitarra flamenca, sin que el grupo se hubiera enterado. Así se marcan un bis con el tema ‘Rumba en atmósfera cero’, aunque la gente esté más pendiente de hablar que de disfrutar del pequeño tablao.
Rakel Odel
‘Punk’ y ‘Religión’ son los momentos más desbocados del setlist, pero es un medio tiempo, ‘El tiempo pasará’, el que por primera vez levanta a toda la grada en la segunda mitad del show. A partir de ahí ya casi todo serán hits (con la excepción del mencionado tablao), y la recepción de ‘Siempre brilla el sol’, ‘Emborracharme’, ‘Aha han vuelto’, ‘Mi realidad’ y ‘Alta fidelidad’ era por supuesto un éxito seguro. Aquellos que tanto dudamos de algunas de estas canciones, damos palmas. Ni los que sí adivinaron que ‘Emborracharme’ era una de las Mejores Canciones de 2013 habrían imaginado la recepción de este tema casi en 2024. Noni sigue sin cantar «con las ganas que tengo de follarte»: ya lo hace el público enloquecido por él. Hay una parte del tema en que la gente canta el estribillo casi a capella. Es más, cuando el grupo se va antes del bis, el público vuelve a cantarlo una vez más, y en solitario.
Sin darse por satisfecho, Noni recuerda: «en Andalucía chillamos mucho, y aquí no estáis gritando nada» para terminar de levantar lo que ya estaba bastante arriba. «¡Ha sido espectacular!», exclama una persona a la salida. A veces te preguntas qué puede seguir emocionando al público de Lori Meyers, tras haberlos visto en 60 festivales por año. Son las canciones que les han acompañado ya toda una vida. 8.
«¿Me seguirás queriendo si se acaba mi suerte?», canta Katelyn Tarver en ‘Japanese Cafe’. Hay tantas preguntas en el último tema de la artista que parece que su carrera acaba de empezar. Y, en cierto sentido, así es. Sin embargo, Tarver ya prepara el lanzamiento de su segundo trabajo discográfico: ‘Quitter’. Programado para salir en febrero, ‘Japanese Cafe’ es una de las canciones que formarán parte del mismo.
La artista estadounidense, de 34 años, refleja en su nuevo single sus propios temores. Y lo curioso es que lo hace en una canción meramente romántica. Katelyn Tarver se pregunta si el amor que existe entre ella y su amante perdurará en el tiempo, haciéndola sentir responsable de lo que finalmente ocurra. La duda no se disipa en ningún momento, pero los repetidos «quiéreme» que reclama la artista desvelan todos los sentimientos que guarda dentro.
Sin embargo, uno de los aspectos más interesantes del tema es que el receptor no es tan evidente. Si bien podría estar dirigiéndose a una pareja, uno de los dobles sentidos con los que juega la artista es que podría estar hablándole a sus seguidores. Esto es así por una de las estrofas de ‘Japanese Cafe’, en la que habla abiertamente de sí misma como actriz (en el pasado ha aparecido en series de ABC) deseando haber podido tener una vida normal. Más adelante se contradecirá con sus miedos: «Porque el mundo sigue girando y girando / Como si yo fuera fácil de olvidar».
«Este álbum es la crónica de mi experiencia perdiendo mi antigua forma de ver la vida y encontrando una nueva», ha comentado Katelyn Tarver sobre ‘Quitter’. Y lo cierto es que en ‘Japanese Cafe’ ya se aprecian los primeros indicios de ello. Si se acaba o no su suerte todavía está por ver, pero la artista no parece tener miedo a tentarla.
Dua Lipa comenzó oficialmente su nueva era el pasado 9 de noviembre con el lanzamiento de ‘Houdini’, el single principal de su próximo trabajo discográfico y una de las mejores canciones de 2023 para JENESAISPOP. Pero nuevas informaciones reveladas por The Sun parecen indicar que no era el tema con el que la artista británica tenía pensado presentar el proyecto.
The Sun ha desvelado que Dua Lipa «canceló sacar un videoclip» que era de «alto presupuesto». Este videoclip, que fue grabado en secreto, incluía «peleas multitudinarias y caos», además de «cientos de extras». «En esencia, el vídeo era divertido, pero contenía escenas de caos como accidentes automovilísticos, demoliciones, explosiones, fuegos artificiales y gente peleando», informa el medio.
La decisión de no publicar el videoclip fue tomada tras largas discusiones con su equipo, en las que acabaron considerando que era «insensible» publicar un vídeo así a la vez que sucede la guerra entre Israel y Hamás en Gaza. Pese a que confirma que hubo gran variedad de escenas grabadas, The Sun no deja claro si el videoclip llegó a finalizarse o si se quedó incompleto. De lo que sí deja constancia es de que «el tema estará incluido en su tercer álbum», por lo que no se trataba de ‘Houdini’.
En cierto sentido, esto podría explicar por qué ‘Houdini’ se publicó con un vídeo que algunos consideraron «demasiado simple»: solamente presenta una coreografía y es de menos presupuesto que los videoclips de ‘Future Nostalgia’. Anteriormente al lanzamiento de la canción se rumoreaba que el single principal se titulaba ‘Training Season’, ¿podría ser ese el tema con el que Dua Lipa planeaba empezar la era?
Según The Sun, Britney Spears estaría ya trabajando en su próximo álbum de estudio. Y, según el medio británico, planea publicarlo el próximo año para celebrar el 25 aniversario de su disco debut. Pero este, que supondría su primer álbum en 8 años, llegaría con una gran sorpresa: Charli XCX sería una de las compositoras.
The Sun revela que la idea de reclutar a Charli XCX como una de las compositoras de su nuevo trabajo discográfico sería con el objetivo de «regresar a las listas de éxitos». Y, pese a que todavía no se conocen en persona, Britney ya le habría comunicado alguna sugerencia sobre lo que tiene en mente para su nueva música.
«El álbum de Britney se mantiene en secreto», ha dicho una fuente a The Sun. «Se ha estado trabajando entre bambalinas durante bastante tiempo para recopilar una serie de canciones magníficas que traigan de vuelta a Britney con un gran pelotazo». Además, la fuente confiesa que a Britney «se la conoce como una de las mayores estrellas del pop del siglo XXI, así que hay presión para que la música sea buena».
El medio desvela que Charli XCX lleva en el estudio desde principios de año componiendo algunos temas según las directrices de Britney, y que hay «una canción muy potente que probablemente forme parte del disco, que el equipo de la artista espera que salga en 2024». Charli XCX ha trabajado escribiendo canciones pop para artistas como Selena Gomez, Raye, Blondie o el éxito de Shawn Mendes y Camila Cabello en 2019, ‘Señorita’.
Hasta ahora no hay ninguna información oficial que confirme la exclusiva de The Sun; sin embargo, recientemente se ha convertido en un medio fiable en lo que a noticias sobre Britney Spears respecta: fueron los primeros en anunciar su colaboración ‘Hold Me Closer’ con Elton John y ‘Mind Your Business’ con Will.I.Am.
RHODES empezó el 2023 con la publicación de su segundo trabajo discográfico, ‘Friends Like These’, que grabó durante la cuarentena. Pero, como si esta vez no tuviera tiempo que perder, el artista británico ya prepara su próximo disco: ‘un-finished’. Sumergido ya en su nuevo proyecto, el artista despide el año con el lanzamiento de ‘All I’ve Ever Known’, su nuevo single.
‘All I’ve Ever Known’ es el quinto tema que ya se conoce de ‘un-finished’, que saldrá el próximo 1 de marzo. La canción sigue una dinámica bastante similar a las publicadas hasta el momento, con una vibra intimista y melancólica que se sirve de sonidos comerciales que recuerdan, por ejemplo, a algunos de los mayores éxitos de Ed Sheeran. No obstante, su mejor baza es el contenido lírico, al que logra otorgarle todo el peso.
El artista no propone en ‘All I’ve Ever Known’ nada que no se haya hecho ya. La balada, alzada principalmente por el piano y sus momentos de mayor intensidad, trata el miedo a volver darlo todo por una persona tras haber salido de una relación fallida. Y, pese a que podría decirse que es una balada más de las muchas que ya se han hecho sobre el mismo tema, funciona. Funciona porque RHODES goza de un factor fundamental para este tipo de canciones: su voz transmite. Y su lamento se siente tan real y honesto que logra hacer empatizar al oyente.
«Cómo puedo mantenerte cerca de mí, cuando todo lo que siempre he sabido / Es que el amor se irá, así es cómo he crecido», canta el artista antes de introducirse de lleno en el estribillo. El tema es absolutamente universal y RHODES se las averigua para hacer que parezca especial. «En el pasado he sido autodestructivo y siempre he huido de las cosas buenas por miedo. Escribir esta canción me ayudó mucho a superar algunos de esos sentimientos», ha escrito en redes sociales. De alguna forma, consigue que los versos lo digan por él.