Las hermanas francocubanas Naomi y Lisa-Kaindé Díaz, más conocidas como Ibeyi y autoras de uno de los mejores debuts de 2015, vuelven este año con un nuevo disco del que ya conocíamos el tema ‘Away Away’ y sabíamos incluía las colaboración destacadas de la rapera Mala Rodríguez, el saxofonista Kamashi Washington y la mítica cantante de neo-soul Meshell Ndegeocello.
Hoy por fin conocemos más detalles sobre este esperado trabajo, que se titula ‘Ash’ y el 29 de septiembre a través de XL. Las hermanas han compartido además el videoclip de un tema nuevo, ‘Deathless’, su colaboración con Kamashi Washington, que ha dirigido Ed Morris y presenta a Naomi y Lisa emergiendo de los vientres de cada una y encogiéndose a su vez.
Lisa-Kaindé ha explicado que ‘Deathless’ es un “himno para todo el mundo, para todas las minorías, para todo aquel que sienta que no es nada, que se sienta pequeño, que sienta que nadie se preocupa por ellos y quiero que escuchen mi canción y por tres minutos se sientan grandes, poderosos e inmortales”.
‘Ash’ es el primer disco de Ibeyi desde que colaboraran con Beyoncé en su película ‘Lemonade’.
‘Ash’:
01 I Carried This for Years
02 Away Away
03 Deathless [ft. Kamasi Washington]
04 I Wanna Be Like You
05 No Man Is Big Enough for My Arms
06 Valé
07 Waves
08 Transmission/Michaelion [ft. Meshell Ndegeocello]
09 Me Voy [ft. Mala Rodriguez]
10 When Will I Learn [ft. Chilly Gonzales]
11 Numb
12 Ash
St. Vincent ha publicado este año nuevo single, ‘New York’, el primero en dos años, y además recientemente ha estrenado otro tema en directo, ‘L.A.’ Parece que su nuevo disco, el que ha de suceder a ‘St. Vincent’, ganador del Grammy a Mejor disco alternativo en 2015, está al caer, aunque Annie Clark no se decide a anunciarlo todavía y en su lugar continúa implicada en su carrera en el cine.
Pero las cosas marchan para St. Vincent y hoy se estrena el videoclip para ‘New York’, que es probablemente el mejor que ha hecho o, por lo menos, el más llamativo. Es obra del artista estadounidense Alex da Corte, que se estrena en el terreno de los videoclips, y se nota, pues el vídeo es completamente una destilación de su gusto por los colores básicos y lustrosos, las formas geométricas y la dislocación de objetos cotidianos.
En el vídeo, que es totalmente surrealista, vemos a Clark, por ejemplo, bajo un paraguas en interior y rodeada de flores, cantando frente a una planta en llamas en lugar de frente a un micrófono, acompañada de un cisne o leyendo un periódico (con manchas de color en lugar de texto) sentada en una viga de hierro. Aunque el mejor plano de todos es el que la presenta comprando champú en un bikini de terciopelo. Pero hay planos para elegir porque son todos espectaculares.
Dice Da Corte que “el Nueva York de Annie Clark es el Nueva York de mis sueños, confuso y fracturado, ensoñador y plano… Es el Toontown de mi Hollywood. Es hermoso pero está algo fuera de alcance”. Su videoclip presenta efectivamente una fractura, una fisura en la vida cotidiana, tan llena de color como inquietante en su surrealismo extraído de un sueño.
En los últimos cinco años, los que van del final de la gira de ‘Shields’ a este ‘Painted Ruins’, los miembros de Grizzly Bear se han enfrentado a retos personales de lo más variado: matrimonio, divorcio y entrega a la causa de Bernie Sanders (Ed Droste), estancias en restaurantes de alcurnia como cocinero en prácticas (Chris Taylor), paternidad (Chris Bear) y crisis personales (Daniel Rossen). En una estupenda entrevista concedida a The Guardian, explican cómo todo esto ha afectado a la confección de este álbum, en qué ha variado respecto a los anteriores; han pasado de unas grabaciones calificadas de “olla a presión” a la reflexión y exploración previa de canciones y texturas. Así explicado parece que nos vayamos a enfrentar al mejor disco de Grizzly Bear, ¿verdad? Pues… no. Ese título todavía está en manos de ‘Veckatimest’ y ‘Shields’ (siento debilidad por este último). ‘Painted Ruins’ es un muy buen álbum, magnífico por momentos, pero al final la obra maestra que esperaba no acaba de llegar.
Quizás el primer motivo por el cual no cuaje del todo sea una cierta falta de unidad. Cuesta encontrar un carácter que defina del todo el disco. La sonoridad es continuista, la personalidad de Grizzly Bear se mantiene incólume; su preciosismo formal está ensamblado con la precisión habitual: las voces de Droste y Rossen resplandecientes, conjugándose en estupendas armonías vocales; su delicadeza a la hora de poner en pie las estructuras sónicas, entre el rock alternativo, el dream-pop y el folk psicodélico… Pero, mientras en sus dos últimos álbumes se priorizaba la atmósfera -onírica y cálida- y fluían como un continuo, ‘Painted Ruins’ sería un disco de temas, más convencional, en el que la personalidad de las canciones individuales se impone al talante general del disco; Grizzly Bear parecen más preocupados en sacarlas adelante de la manera más concreta posible, sacrificando en parte esa feliz tendencia a la deriva tan suya. Ahí se nota precisamente ese cambio en la manera de enfrentarse a los temas en el momento de grabarlos, esa necesidad de tenerlos bien esbozados antes de meterse en el estudio frente al productivo caos de los procesos de grabación anteriores. Así, nos encontramos con un espectro de canciones que varían entre las efectivas, concisas e infecciosas a las preciosas que transmiten el aire onírico marca de la casa, pero también otras que se quedan un poco en tierra de nadie, muy bien facturadas pero a las que les falta ese toque de magia que les ayude a elevarse.
En el primer grupo estaría ‘Mourning Sound’. Un fantástico single que entra como un tiro; un clásico instantáneo de la banda a la altura de ‘Two Weeks’, próximo a la efectividad de los Spoon más efervescentes, pegadizo, divertido y zumbón gracias a ese riff adhesivo y su ritmo trotón. O en ‘Losing All Sense’, chispeante y erótico festiva; ¿acaso no recuerda su sinuosa base rítmica un poco a ‘You Can Leave Your Hat On’ en versión de Joe Cocker? En el segundo grupo, el de las canciones fascinantes, está ‘Three Rings’, dream-pop punzante y arrebatador, con sus vientos solapados, sus ruidos ignotos y una perfecta conjunción guitarra-batería. O ‘Cut-Out’, donde la combinación de psicodelia narcótica, armonías a lo Beach Boys con momentos de furia y contundencia erigen una canción majestuosa. Pero la canción que realmente resplandece es ‘Neighbors’. Su mandolina, su hechizante estribillo, su regusto boscoso van edificando un intenso crescendo que derrocha belleza, belleza que se prorroga en el folk hipnótico de ‘Systole’.
El resto, como ya he comentado, son temas hermosos y bien construidos, como el inicial ‘Wasted Acres’, cuya excesiva languidez le acaba lastrando o ‘Four Cypreses’, una introducción a lo 10cc, con redoble marcial y adornada por leves sintetizadores somnolientos. ‘Aquarian’ también incide en la lína menos soñadora y concisa, aunque hacia el final se deja llevar. Y, sin embargo, la calidad de sus hechuras no me llega. Por algún motivo se escurren de la cabeza. Visualizo su belleza pero no logro sentirla. Quizás exija demasiado a Grizzly Bear, quizás ansío que me subyuguen a cada nota y que el álbum se eleve hasta convertirse en algo aún más grande. Y la faena les sale muy bien. Pero yo esperaba que fuera soberbia.
Calificación: 7,7/10 Lo mejor: ‘Mourning Sound’, ‘Three Rings’, ‘Losing All Sense’, ‘Neighbor’ Te gustará si te gusta: Fleet Foxes, Spoon, Broken Social Scene
La australiana Courtney Barnett, autora del excelente ‘Sometimes I Sit and Think, and Sometimes I Just Sit’, y el estadounidense Kurt Vile, autor del igualmente brillante ‘b’lieve i’m goin down…’, es decir, dos de los más dotados compositores de rock alternativo de la actualidad, son amigos desde hace tiempo y ahora han llevado su amistad al siguiente nivel colaborando en un disco, ‘Lotta Sea Lice’, que sale el 13 de octubre. En el álbum han participado además miembros de Warpaint y Dirty Three.
El disco de Barnett y Vile se presenta con un single deslumbrante, ‘Over Everything’, que tiene la marca de ambos en las guitarras y sobre todo el estilo confesional y sin filtro de su letra, en la que ambos artistas nos hablan sobre el placer que encuentran haciendo cosas en soledad como tocar la guitarra, leer las noticias o escuchar música en auriculares. La letra parece una conversación de chat en el mejor de los sentidos.
‘Over Everything’ se presenta con un videoclip en blanco y negro dirigido por Danny Cohen, que ha prestado sus servicios a gente como Mac DeMarco o King Gizzard and the Lizard Wizard. En él, Barnett y Vile tocan el tema a solas en varias localizaciones naturales y curiosamente se intercambian frases en la canción: él canta las frases de ella y ella las de él, como queriéndonos decir que sus pensamientos son los mismos.
‘Lotta Sea Lice’:
01 Over Everything
02 Let It Go
03 Fear Is Like a Forest
04 Outta the Woodwork
05 Continental Breakfast
06 On Script
07 Blue Cheese
08 Peepin’ Tom
09 Untogether
Taylor Swift ha lanzado a las fieras el hueso, aún con carne, tendones y sanguinolento, de su venganza contra Kanye West y Kim Kardashian. Se llama ‘Look What You Made Me Do’ y contiene toda la inquina y malicia que requería la afrenta por el hecho de que aquella pareja la desacreditara públicamente, haciéndola quedar como una mentirosa tras su rechazo a ser citada en ‘Famous’. Quizá hubiera bastado con esperar a que el tiempo pusiera a cada uno en su sitio, pero ella no. Ella ha elegido contraatacar, porque, dice, está harta de ser la chica buena que se lo calla todo. Para mayor cinismo, Taylor se retrata a sí misma –como bien apunta la youtuberTer– como una víctima, una muchacha inocente que, atacada por aquellos monstruos, les planta cara. Pero son ellos los que la han hecho hacer esto. Ella sigue siendo cándida y pura, ¿verdad?
Es evidente que el salseo, el beef, le da sabor al pop masivo y este está haciendo dar brincos de alborozo al público de todo el mundo. Lo cual se traduce en visitas en Youtube a su –por otra parte, estupendo– vídeo, más unas ventas y unas cifras de streaming que, más que probablemente, la llevarán a desbancar a la ya odiada ‘Despacito’ del número 1 en USA. Doble bingo. Taylor ha hilvanado esta estratagema para sacar rédito comercial –lo artístico ya parece lo de menos– de ello, que es posiblemente lo que más daño hará a sus rivales.
Taylor probablemente ha sufrido, no se puede negar, pero lo que no puede hacernos creer es que, en el fondo, es buena –si es que lo fue alguna vez– y que ella no quería matar a la vieja Taylor, sino que han sido ellos. Una operación tan bien hilvanada, servida en frío, tan repleta de cinismo y maldad, no es propio de una chica buena sino de la Reina de las Malas, la mean girl suprema, corrompida por su poder. Porque Taylor, antes de esto, ¿no hundiste la cara de Katy Perry –y, de paso, a la sororidad– en el fango con ‘Bad Blood’? ¿No revelaste, en contra de lo que habías pedido, que tú escribiste bajo pseudónimo ‘This Is What You Came For’ para desacreditar a tu ex-novio Calvin Harris? ¿No has manejado los tempos de tus movimientos en la industria para que ‘Witness’ fuera ninguneado, pese a que quizá solo había que dejar que Katy, como Kanye y Kim, lo arruinara todo ella solita?
Curiosamente, este lanzamiento coincide en el tiempo con una transformación totalmente opuesta de otras chicas del pop: Kesha, ha abrazado sus influencias primarias –soul, country, blues, rock y psicodelia– en ‘Rainbow’, con resultados notables. Y tan importante como ese giro musical es el lírico, en el que –no sin cierta obviedad– no teme mostrar su fragilidad y hablar de lo duro que ha sido su travesía del desierto en forma de juicio contra Dr. Luke. De manera análoga, Miley Cyrus también recupera un estilo más tradicional del que salió huyendo, traumatizada por ser Hannah Montana, rebelándose con el sexo, las drogas y el hip hop como arma de provocación.
Kesha lidió con un trastorno alimentario, del que tuvo que salir con terapia y que le provocó además una profunda depresión; por no hablar de la aún supuestos acoso sexual y laboral al que le sometió su mentor, Dr. Luke. Su respuesta ante eso, en la explícita ‘Praying’: “Trajiste el fuego y me hiciste pasar un infierno / Tuve que aprender a luchar por mí misma / Ambos sabemos las verdades que podría contar / [pero] todo lo que diré es adiós; Espero que estés en algún lugar rezando / Espero que tu alma esté cambiando / Espero que encuentres paz / Poniéndote de rodillas, rezando”. La venganza de Kesha es mostrarse compasiva ante el supuesto responsable de su tormento, contarle a todo el mundo que ella quiere olvidarle y que su mayor castigo será saber siempre que lo que le hizo a Kesha fue horrible. Una lección de valentía y fortaleza que es todo un ejemplo.
Miley, por su parte, quedó privada de su infancia al convertirse en una estrella televisiva y musical muy precoz, una imagen de la que huyó con urgencia en cuanto fue mayor de edad. Dejó a Liam Hensworth, su chico de entonces, y se transformó en una joven que esgrimía su sexualidad como una bandera, confesaba su bisexualidad y abanderaba el libre consumo de marihuana. Una transformación –muy divertida, de eso no cabe duda– que la enriqueció tanto como la aisló de la persona que era antes. Miley volvió con Liam –a él está dedicada ‘Malibu’, como lo estuvo ‘Wrecking Ball’– y decidió reconciliarse con la niña que, en realidad, nunca llegó a ser. A eso dedica ‘Younger Now’, su nuevo single que además titula su nuevo disco: “Siento como si acabara de despertar / Como si todo este tiempo hubiera estado dormida / Incluso aunque ya no sea esa persona / No tengo miedo de quien solía ser; Nadie permanece igual / Sabes que lo que sube tiene que bajar / El cambio es algo con lo que debes contar / Me siento mucho más joven ahora”. Cyrus hace las paces con Hannah Montana y, sin rencor, intenta recuperar a la Miley que era antes de aquello, mientras que además ofrece en su vídeo un mensaje de respeto e inclusión para la senectud.
Aunque el propósito del pop debe ser la diversión, un escaparate de luces brillantes ante el que embobarse para trasladarse a un mundo paralelo, hay que pensar que hay algunos jóvenes para los que supone mucho más, como lo supuso para muchos que en su día quedamos fascinados con Bowie, Michael Jackson, Madonna o Depeche Mode. Para muchos, aún en crecimiento personal, es un espejo en el que mirarse, una inspiración para su vida que, en ciertos momentos, es tomado de manera demasiado literal. Por eso, el abrumador éxito de un mensaje como el de Taylor, de perversa venganza, rencor y manipulación cocinada a fuego lento resulta preocupante. Porque sí, puede ser divertido, pero también una pésima influencia para quien necesita referentes y aún no tiene el suficiente bagaje personal o espíritu crítico para discernir qué es, con perdón, literatura.
En cambio, los mensajes buenistas de Kesha y Miley, mucho más enriquecedores y positivos, están pasando de puntillas entre el fandom pop –de no contar con sus maquinarias de promoción, ¿hubiésemos sabido de su existencia siquiera?–. Incluso son despreciados porque, además, llegan en un envoltorio musical muy cuidado, que parece que resulta reaccionario para quien prefiere el pop como algo “guarro”, de consumo despreocupado. Personalmente me parece preocupante, desde un punto de vista social, que ‘Look What You Made Me Do’ sea un éxito. Es un nuevo triunfo de las chicas malas, algo a lo que estamos demasiado acostumbrados y sin duda un signo de que los tiempos no están cambiando tanto como parece. Ojalá que el buenismo de sus compañeras hubiera dado con la tecla para molar más y llegar a quien más lo necesita: el público más joven. Sería un símbolo de esperanza.
Blas Cantó ha vuelto esta semana con un nuevo tema, ‘Drunk and Irresponsible’, que no se parece nada a ‘Cake By the Ocean’ de DNCE. Es una canción bailable, divertida y despreocupada sobre un coito secreto durante el cual Cantó y su amante se emborrachan y practican sexo “como animales”.
A espera de que se anuncie si ambos temas formarán parte de algún disco largo, Cantó continúa con la promoción de ‘Drunk and Irresponsible’ y ha estrenado su videoclip, que se ambienta en un centro psiquiátrico y en el que el cantante interpreta varios papeles: médico, enfermo y a sí mismo, cantando y exudando sensualidad tras las rejas.
Al principio del vídeo, Cantó es sorprendido por una novia a la fuga, y durante el mismo, el artista bebe alcohol y busca sexo por el centro psiquiátrico desesperadamente, hasta el punto que se deja seducir por unas monjas o electrocutar los pezones por una enfermera (parece que los clichés sexuales vuelven este año por Halloween).
‘Drunk and Irresponsible’ es el primer single de Blas Cantó desde su éxito ‘In Your Bed’, estrenado en marzo y que entre Spotify y Youtube suma ya 6 millones de reproducciones en streaming. El cantante ganaba ‘Tu cara me suena’ ese mismo mes, siendo el primer hombre en lograrlo.
Tras publicar uno de sus discos más ricos y emocionantes junto a través de su banda McEnroe, ‘Rugen las flores‘, y un recomendable álbum colaborativo junto a The New Raemon, ‘Lluvia y truenos’, además de un precioso disco con Viento Smith, el cantante, letrista y compositor de los citados McEnroe, Ricardo Lezón, lanza su primer disco en solitario, ‘Esperanza’, el 6 de octubre. El álbum, que será corto -9 canciones- se publica en Subterfuge Records en vinilo, CD y digital y se presenta con el single ‘Arena y romero’, que estrenamos en JENESAISPOP.
‘Arena y romero’ es una balada, como indica su título y explica su autor, “como todas, sobre la esperanza”, pero además destaca por su letra costumbrista llena de melancolía y por la colaboración a las voces de la hija de Lezón, Jimena. La letra nos sitúa en Sevilla al principio del verano (¡ahora que está a punto de terminar!) y nos presenta a un Lezón que observa a los “caballos que miran de reojo al río” en la “plaza de Alfalfa, donde no se oye un ruido” y que al llegar la noche se queda bebiendo hasta la madrugada. “Hoy me duele todo el cuerpo y no siento nada el alma”, lamenta. Es al llegar su amada cuando Lezón recupera la esperanza: “me sentaré en una terraza, a esperar a que aparezcas, y hablaremos de bobadas, beberemos unas cervezas y planearemos como siempre un viaje a la playa”.
El mismo Lezón explica que ‘Areno y romero’ es “una canción que llevaba escrita bastante tiempo. Una historia de ausencia inspirada en Sevilla, ciudad en la que paro mucho y dónde tengo grandes amigos. Parte de la canción de grabó en Getxo, en los Estudios Pan Pot, allí entre Txomin, Edu y yo vestimos una canción que siempre había estado desnuda. Después, en Sevilla con Raúl Pérez, productor de Esperanza, la fuimos rematando. Cuenta con la colaboración a las guitarras de mi amigo Marc Clos y con la voz de mi hija Jimena aportando siempre luz. Estoy muy contento la canción que, como todas, habla de la esperanza”.
Paloma Faith, autora de la magistral ‘Only Love Can Hurt Like This’, vuelve con single y cambio de sonido. Lo nuevo de Faith se titula ‘Crybaby’ y abandona las cuerdas, los vientos y el sonido Motown de su anterior álbum, ‘A Perfect Contradiction’, para adentrarse de lleno en el R&B y la música disco. Y sí, esa es Paloma embarazada en una armadura “cyborg”.
‘Crybaby’ es el primer adelanto de ‘The Architect’, el nuevo álbum de Faith, que sale el 17 de noviembre. Es una composición de la propia Faith junto a Lindy Robbins, Cleo Tighe y Starsmith, productor británico a quien probablemente recordarás por su conocida remezcla de ‘Bad Romance’ de Lady Gaga. Faith dice que ‘Crybaby’ se hace una pregunta: “¿y si los hombres mostraran más sus sentimientos?” Continúa. “Si los hombres creyeran que socialmente es más aceptable estar más en contacto con sus sentimientos, ¿habría tantos problemas en el mundo? Personalmente creo que habría menos”. Durante un punto de la letra, Faith canta: “no tienes que hacerte el machote, déjate llevar y sé libre, ábrete a mí”.
En el anterior disco de Faith, ‘A Perfect Contradiction’, ya encontrábamos varios estilos de música negra como la mencionada fórmula Motown (‘Taste My Own Tears’), el R&B de la vieja escuela (‘Take Me’) o el funk (‘Mouth to Mouth’), además de una canción tan electrónica como ‘Impossible Heart’, sin embargo ‘Crybaby’ contiene un claro fondo neo-soul y de disco contemporáneo que podemos emparentar a canciones recientes de Beyoncé (‘Love on Top’) o Bruno Mars (‘Treasure’).
Justo un día antes de que se publique su nuevo disco, ‘American Dream’, LCD Soundsystem ha compartido en las plataformas de streaming un nuevo tema que sin embargo no formará parte del álbum. Se titula ‘pulse (v.1)’ y es una canción instrumental de trece minutos en la que Murphy y los suyos improvisan sobre una elegante base de electro-disco. Especialmente atractivos son el organillo del minuto 5.30 y los bongos que aparecen hacia el minuto 7 y tras los que el ritmo se apacigua definitivamente tras haber tocado cumbre en la primera mitad.
Del nuevo álbum de LCD Soundsystem se conocen ya ‘call the police’, ‘american dream’ y ‘tonite’, que se presentaba con un sencillo videoclip hace unos días.
‘American Dream’ es el esperadísimo nuevo disco de LCD Soundsystem tras el “descanso indefinido” que se tomaban en 2011 tras el fin de su concierto en Madison Square Garden y que James Murphy promocionaba en realidad como el último de su carrera, aunque no sería verdad (Murphy reconocía abiertamente hace poco que anunció el concerto como tal para vender entradas más rápidamente). Os recordamos su tracklist:
‘American Dream’:
oh baby
other voices
i used to
change yr mind
how do you sleep?
tonite
call the police
american dream
emotional haircut
black screen
Lo mismo ha dado que Kendrick Lamar abriera gala con una actuación espectacular, que esta la presentara la carismática Katy Perry o que Taylor Swift estrenara durante su emisión el videoclip de su nuevo single, que ha terminado batiendo varios récords; la audiencia de los MTV Video Music Awards sigue en capa caída.
Como informa The Washington Post, de nuevo los MTV Video Music Awards no se han salvado este año de conseguir la peor audiencia de su historia tras su emisión el pasado domingo: 5,68 millones de personas sintonizaron la MTV el fin de semana para ver los premios, casi un millón de personas menos que la pasada edición (6,5 millones). La gente prefirió ver ‘Juego de tronos’, como por otro lado es natural, pues emitía el episodio final de su séptima temporada. Este fue visto por 12,07 millones de personas.
En su momento cumbre, a principios de siglo, la audiencia de MTV Video Music Awards podía aproximarse a los 12 millones de personas, sin embargo su audiencia ha ido reduciéndose a medida que la industria de la música y también la línea editorial de MTV ha sufrido cambios fundamentales: decenas de millones de personas sí vieron la gala en internet, pero quizá la pregunta sería si pagarían por verla como paga la gente por ver ‘Juego de tronos’ en HBO. ¿O será que la ceremonia ya no resulta tan escandalosa como antes?
La noticia pop absurda del día involucra a dos personajes tan dispares como el rapero Dr. Dre y la antigua primera dama de Corea del Sur, Lee Hee-ho, viuda del ex presidente surcoreano Kim Dae-jung. Un hombre de 73 años de Seúl ha tenido la idea de relacionar a ambos personajes en un matrimonio falso a través de su blog personal y difundir el rumor en las redes sociales. No le ha salido bien la jugada.
Según el rumor, la viuda Lee Hee-ho iba a contraer matrimonio con el rapero estadounidense con el objetivo de blanquear fondos pertenecientes al ex presidente surcoreano supuestamente relacionados con sobornos. El Tribunal del Distrito Sudoeste de Seúl ha fallado que está información es infundada y completamente falsa y ha multado al hombre con unos 3.700 euros por “violar el honor del difunto” y usar las redes sociales para difundir información falsa.
Lee Hee-ho es todavía un personaje conocido y según BBC “influyente” en Corea del Sur a sus 95 años y a pesar de no haber sido primera dama del país desde 2003. Por su parte, Kim Dae-jung recibió un Nobel de la Paz en 2000 por su política de amistad con Corea del Norte y murió en 2009. Dr. Dre es uno de los raperos más influyentes de la historia del hip-hop y actualmente uno de los músicos más ricos del mundo gracias en parte a su famosa línea de cascos Beats.
Días atrás, los canadienses Godspeed You! Black Emperor anunciaron la próxima publicación de un nuevo disco llamado ‘Luciferian Towers’. Se trata de su sexto álbum de estudio, el tercero –tras ‘Allelujah! Don’t Bend! Ascend!‘ y ‘Asunder, Sweet and Other Distress‘– desde que el multitudinario combo de post-rock se reuniera en 2010 tras casi una década alejados de los escenarios y estudios de grabación. Se publica el día 22 de septiembre a través de su sello de siempre, el independiente Constellation, y hoy acaban de presentar su “single” –de más de 7 minutos– titulado ‘Undoing A Luciferian Towers’ (sic).
En un escrito que acompañaba al anuncio del disco, la banda de Montreal ofrecía los “contextos” que habían servido para desarrollar cada uno de los 4 temas que desarrollan en este álbum creado en “un caos comunal”, entre “perros y niños que crecen” , aunque los resumían en cinco “demandas”:
“+ el final de las invasiones externas
+ el final de las fronteras
el total desmantelamiento de los complejos de la industria carcelaria
Sanidad, hogar, alimento y agua reconocidos como derechos humanos inalienables
que los expertos cabrones que rompieron este mundo nunca puedan hablar de nuevo”
Tracklist de ‘Luciferian Towers’:
1. Undoing A Luciferian Towers
2. Bosses Hang, Pt. I
3. Bosses Hang, Pt. II
4. Bosses Hang, Pt. III
5. Fam/Famine
6. Anthem for No State, Pt. I
7. Anthem for No State, Pt. II
8. Anthem for No State, Pt. III
En un panorama pop dominado por artistas como Drake o Katy Perry que sacan a la venta discos larguísimos, a menudo imposible de oír enteros, para rascar lo máximo posible en streaming, Fifth Harmony operan a la vieja escuela y su nuevo disco homónimo dura solo 33 minutos. El disco supone por supuesto un “renacer” artístico para las chicas tras la dramática marcha del grupo de Camila Cabello, una de sus integrantes principales, y todo el mundo sabe que cuando titulas un disco con tu nombre cuando no es el primero es porque tu carrera ha llegado a un punto de inflexión o porque crees que has hecho tu obra definitiva.
‘Fifth Harmony’ responde más bien al primer caso: no es una obra maestra pero es perfectamente presentable y contiene momentos muy entretenidos. La producción es de calidad y gente como Harmony Samuels, Ammo, Dreamlab, Ian Kirkpatrick (productor de… ‘New Rules’!) o The Stereotypes cooperan para ofrecer a Fifth Harmony una fusión barnizada de pop, hip-hop y tropical house tan contemporánea como grimosa por momentos (‘He Like That’ parece de las Sugababes más oscuras) y dramática por otros (‘Don’t Say You Love Me’). El single ‘Down’ es pegadizo, ‘Deliver’ un buen tema electro doo wop y ‘Lonely Night’ evita parecerse demasiado a una canción de Jason Derulo con un buen estribillo “si no tratas bien a tu madre, chao chao; si tienes a otra tía en la cama, chao chao”. Hacia el final, ‘Messy’, que samplea a Shaggy, tiene un fondo místico muy dosmilero y la riqueza de las guitarras supone uno de los grandes aciertos del disco.
Entre lo malo de ‘Fifth Harmony’, las conjuras nucleares de Skrillex y Poo Bear en ‘Angel’ les vienen un poco grandes a la canción y esos “¿quién dijo que era un ángel?” no podrían sonar más a piloto automático, mientras ‘Make You Mad’ es una muestra más de lo agotada que empieza a estar ya la fórmula del “pop-drop” en el pop comercial. El disco, en general y por suerte, va al grano (por cuenta que le trae, pues dura media hora) y es mucho más difícil aburrirse de él que por ejemplo de ‘Views’. Desconozco si Fifth Harmony han rescatado estas canciones de un baúl de descartes para pasar página lo más rápido posible de la marcha de Cabello, pero el nivel es generalmente bueno. No es exactamente el disco de “renacer” que probablemente necesitaba el grupo, pero es un paso firme hacia conseguirlo.
Calificación: 6,8/10 Lo mejor: ‘Down’, ‘He Like That’, ‘Deliver’, ‘Lonely Night’ Te gustará si te gusta: el pop comercial, sobre todo las voces femeninas Escúchalo:Spotify
El papel que desempeña la actriz Lena Headey en ‘Juego de Tronos’, Cersei Lannister, es de esos que marcan una carrera como actriz o actor para siempre. Así que a Lena le toca aguantar aún un tiempo el que su nombre sea sustituido, como en este titular, por el de su personaje al menos hasta que la serie finalice en su octava temporada –acabamos de asistir al final de la séptima, por cierto–. Sin embargo, hoy la encontramos desarrollando su vis cómica en un medio totalmente distinto: el videoclip musical.
Headey protagoniza el nuevo vídeo de ‘Ill Ray (The King)’, single extraído del álbum regulero que Kasabian han publicado este mismo año, ‘For Crying Out Loud’. El clip desarrolla una idea original del guitarrista del grupo, Serge Pizzorno, inspirada en una noticia según la cual el cuerpo del rey Ricardo III, célebre protagonista de la obra de Shakespeare, yacía bajo un aparcamiento de su propia ciudad, Leicester.
Así, vemos a Lena en el papel de una chamana contemporánea que invoca el espíritu del último monarca de los York, con sorprendente éxito. Juntos, pasean por Leicester y van al pub, donde la cosa se sale un poco de madre, como cabía esperar, por otra parte.
¿Buscas credibilidad? Deja la electrónica y cuélgate una guitarra. Lady Gaga lo ha hecho. Harry Styles también. Y Kesha. A todos les ha ido bien. Ahora Miley Cyrus busca distanciarse de su pasado de niña mala que le perreaba la cebolleta a Robin Thicke y posaba con penes de látex y para su nuevo disco ha dejado la marihuana (se entiende que también el éxtasis y que ya no se plantea volver a tomar ayahuasca) y se ha puesto un gorro de “cowgirl”. Ya no hace hip-hop porque no se siente identificada con este estilo y con su obsesión con las chicas y los coches; en su lugar ahora suena a Sheryl Crow, por no decir a Colbie Caillat, hace baladas ñoñas, imita a Elvis Presley y monta un baile “honky tonk” en su nuevo vídeo y en los MTV, donde ahora los culos que aporrea no son de bailarinas negras sino de abuelas. Cyrus finalmente se ha encontrado a sí misma… ¡y resulta que siempre ha sido Hannah Montana!
La fórmula está clara: el público quiere lo de siempre, ahí están Adele y Ed Sheeran vendiéndolo todo, así que hay que darle lo que quiere. Y si ‘ARTPOP‘ no vende lo esperado y recibe críticas regulares a pesar de ser un disco cachondísimo, divertido y lleno de buenos momentos, la solución es sacar un disco de jazz con Tony Bennett y explotar la fórmula más todavía en ‘Joanne’, un disco con influencias de los Beatles, Bruce Springsteen y Elton John cuya canción titular parece un clásico perdido de Dolly Parton. Entre disco y disco, dejas de dar la nota con tus vestidos y optas por explotar tu papel más clásico, de modo que te curras un popurrí de ‘Sonrisas y lágrimas’ en los Oscar, colaboras con Diane Warren, eres nominada precisamente a un Oscar y además ganas un Globo de Oro. ¿Dónde está la Lady Gaga que conocimos? No se sabe, pero por lo menos ahora es creíble.
One Direction siempre han sonado medio folkis y AOR, sobre todo en su última etapa, donde parecían imitadores de Bryan Adams, aunque su sonido ha sido sobre todo popero y al fin y al cabo ellos han sido un grupo adolescente. Harry Styles se jugaba por tanto la credibilidad del público generalista en su primera aventura en solitario, de modo que su primera estrategia comercial ha sido vestirse de David Bowie y sacar una canción de seis minutos que parece de Billy Joel. Puede que a tus fans viejos no les guste, pero ahora te diriges a un público adulto, que es el que sigue comprando discos, por lo que tu debut ha de convencerlos y, por tanto, necesita resultar familiar. ‘Harry Styles’ contiene estilos clásicos de rock alternativo, rock and roll y folk de cantautor. Da igual que no se escuche al verdadero Harry Styles por ninguna parte, el disco es bueno y obtiene un aprobado clarísimo en credibilidad artística. Naturalmente, se vende muy bien.
El caso de Kesha es especialmente interesante. Ella se hace famosa a un Autotune pegada y a través de canciones de pop bailable y suciete como ‘Tik Tok’ o ‘Blow’, pero sus problemas legales con Dr. Luke le obligan a distanciarse radicalmente de su sonido original y adoptar otro distinto. A romper con su pasado. Por supuesto se pasa al country. Kesha crece en Nashville y durante años reivindica su adoración por Bob Dylan y por los clásicos del rock, llegando a colaborar con Iggy Pop en su segundo largo. ‘Rainbow’ se entiende por tanto como una evolución natural en su carrera que iba a tener lugar tarde o temprano. El producto es presentable, tiene country, rock clásico, un dueto con Dolly Parton, soul viejo, baladones al piano… La crítica está ahora con Kesha cuando nunca lo había estado. “El mejor disco de su carrera”, se lee por ahí. Da igual que su aproximación al country no pueda ser más de manual, puesto que ahora sí puedes compartirla con tus amigos.
Lo que ha pasado con todos estos artistas es sintomático de la alergia que se tiene al producto pop, digamos, vulgar (entendido como no elegante) tanto en los medios como en las listas de éxito y en los paneles de premios. A nadie se le escapa que ‘Perfect Illusion’ es una canción feísta, con mucho más que ver con el “trash metal” de Iron Maiden que con Springsteen, y sin embargo el primer single de ‘Joanne’ fracasó estrepitosamente. Kesha se hace millonaria con canciones de producción basurera, nada elegantes y sofisticadas, pero divertidísimas, como ‘We R Who We R’ o ‘Take it Off’, que además están llenas de personalidad en su obsesión con el autotune -que hasta la misma Kesha llega a parodiar– pero la cantante tiene que pasarse al country para que la crítica se la tome en serio y diga que su música es “impresionante”. ¡Si ‘Warrior’ estaba lleno de temazos! ¿Alguien me explica porque no vendió lo mismo que ‘Born this Way‘? O más importante, ¿alguien cree que ‘Born this Way’ habría ganado el Grammy a Disco del año de no haber existido ’21’?
Asociarse a los sonidos americanos clásicos ha sido el salvavidas de estos artistas. El as de la manga de ‘Joanne’ no ha sido otro que el baladón clasicote ‘Million Reasons’, que ha salvado los muebles de su disco a pesar de ser completamente impersonal. Claramente hoy Gaga es una artista respetada, muchísimo más que cuando hacía vídeos con referencias al arte contemporáneo, se presentaba con vestidos voladores o anunciaba que iba al espacio [NdE: al final no se fue]. ‘Joanne’ le ha devuelto la credibilidad que ‘ARTPOP’ le arrebató a pesar de ser un disco con mucha más personalidad. Y tanto Harry Styles como Kesha “molan” ahora gracias a sus discos puros, clásicos y “atemporales”. Está por ver si el público le compra a Miley su reinvención country, que en mi opinión no podría ser más cínica y oportunista, pero lo que está claro es que la cantante ha tenido que volver a ser Hannah Montana y renegar de su paso asociado al twerking, el hip-hop y las drogas para ganar credibilidad (y probablemente para creerse a sí misma). Ahora hasta dice que se sintió sexualizada en ‘Bangerz’. Sí, la Miley de ‘Jolene’ siempre fue la mejor Miley, pero también lo era la que lamía martillos subida a una bola de demolición… por mucho que ella diga que no.
Y ahora es Taylor Swift, TAYLOR SWIFT, la novia de América, que precisamente se ha hecho famosa haciendo country, quien busca distanciarse completamente de su pasado… pasándose al electroclash, un estilo asociado al underground estadounidense, a los clubes nocturnos y de mala muerte de Nueva York y Detroit (aunque también europeos), a las canciones guarrindongas de Peaches y Chicks on Speed, para convencernos de que ya no es la de antes. Su renovación electroclash constituye prácticamente una reinvención “punk” por radical y las críticas a la canción están siendo generalmente nefastas. Así, Swift mata a la “antigua Taylor Swift” y todos sabemos qué hará para recuperar su “reputación” una vez se haya cansado de hacer malabares con su propia carrera: volverá al country, recuperará su credibilidad y todo será como antes. Porque así es como el mundo, o por lo menos el mundo del pop, quiere que sean las cosas. Qué pereza.
Según reportan diversos medios británicos y confirma su familia, el pasado lunes 28 de agosto falleció Melissa Bell a la edad de 53 años. No se han especificado las causas, pero desde hace años estaba en tratamiento por diabetes e insuficiencia renal. Bell fue conocida por su trabajo como vocalista en el grupo británico Soul II Soul, que dominó las listas de pop en los últimos 80 y primeros 90 con su soul y R&B accesible y elegante.
Melissa fue integrante del grupo entre los años 1992 y 1995, haciendo coros en estudio y actuando en directo con Jamie B, Nellee Hooper y su troupe, que la descubrieron al escuchar su single del año 1987 ‘Reconsider’. Su gran momento protagonista con el grupo fue ‘Wish’, single del año 1993 que alcanzó el top 24 en la lista de singles de Reino Unido y fue incluido en la recopilación ‘Volume IV – The Classic Singles 88-93’. Más tarde, prosiguió su carrera en solitario y en grupos menos conocidos como Soul Explosion o Dazz.
En los últimos años, ya retirada de la canción, también fue conocida por ser madre de una de las artistas más notables surgidas del ‘X Factor’ británico, Alexandra Burke. Bell la acompañaba en las galas en directo. Hoy Burke ha compartido en Twitter un mensaje de despedida a su madre, antes de confirmar que seguirá participando en el ‘Mira quién baila’ británico, en el que está inmersa, porque es lo que su madre querría. Jazzie B, alma máter de Soul II Soul, también ha lamentado esta pérdida de «la familia soul».
Desde hace un par de años conocíamos la alianza del veterano productor Miguel López Mora, conocido por sus trabajos de electrónica como Digital 21 desde finales de los 90, y Stefan Olsdal, bajista del grupo Placebo y que más tarde emprendió la marcha para crear en solitario como Hotel Persona. Desde que lanzaran el EP ‘Rebellion’ en 2015, en el que mezclaban sonidos orquestales con bases tecno, el proyecto ha ido solidificando y han estado trabajando en un disco de debut que ya es una realidad.
‘Inside’ se publica el día 13 de octubre a través del sello Kobalt. Ha sido grabado a caballo entre Londres y Madrid lo cual ha dado a las canciones un aire especial: “El proceso de creación a distancia dio a las canciones un viaje fructífero”, dice Olsdal en nota de prensa. “Como si pusiéramos las pistas en órbita y lentamente las arrastraramos de vuelta a la Tierra cubiertas en polvo espacial”.
Además de la aportación de un cuarteto de cuerdas como el que suele trabajar en sus directos, el disco incluye colaboraciones vocales de artistas de todo el mundo, literalmente: la japonesa Cuushe en ‘Symmetry’ (avanzada hace meses); la islandesa Margrét Rán (del grupo Vök); la china Helen Feng del grupo Nova Heart; y la franco-alemana Juliette Dessange del grupo Saschienne. Precisamente esta última pone la voz en ‘Who Are All Of You?’, el single que presentan hoy con este anuncio.
A última hora de la noche de ayer, U2 confirmaron lo que ellos mismos se habían encargado de insinuar a sus fans más fieles por medio de una misiva (sí, sí… ¡en papel! ¡en 2017!): a lo largo del día de hoy publicarían una nueva canción que se titula ‘The Blackout’, de la que dejaban escuchar un fragmento en un vídeo en blanco y negro donde se ve al grupo de Dublín interpretando el tema.
Hoy, 30 de agosto, por la tarde estrenaban la canción completa con un vídeo en vivo (que no en tiempo real) a través de Facebook. Se trata de un tema bastante rockero y directo, marcado por una gran línea de bajo de Adam Clayton, que deja paso a una rítmica bastante funk.
En ambos mensajes también indica que este NO es exactamente el primer single de su próximo disco de estudio que, como confirman en el texto, se llamará ‘Songs of Experience’ y que, aunque no está confirmado aún, se dice que podría llegar el 1 de diciembre. Junto con ‘The Blackout’, que estará también en el disco, se indica que ese primer single se titula ‘You’re the Best Thing About Me’ y estará disponible la próxima semana. El día 6 de septiembre, concretamente.
Mientras, tras tomarse un descanso este mes de agosto, U2 retoman desde el próximo domingo su gira de 30º aniversario de ‘The Joshua Tree’ que, tras pasar por Europa –aquí nuestra crónica del show de Barcelona–, se dirige ahora a América, donde estarán actuando hasta finales de octubre.
Para los malpensantes, quizá la sonora rajada de Adam Levine contra los MTV VMAs de hace un par de días no tenía otro objeto que captar algo de atención sobre el hecho de que él y su grupo, Maroon 5, estaban a punto de lanzar un nuevo single, que acaba de estrenarse. Se trata de una colaboración con la interesante artista de R&B SZA, que acaba de lanzar su recomendable primer disco largo, ‘Ctrl’.
La canción, que está compuesta por Levine junto a Starrah (reciente colaboradora de Rihanna –‘Needed Me’–, Drake –‘Fake Love’–, Katy Perry –‘Swish Swish’– o Calvin Harris –‘Feels’–) y producida por Ben Billions (The Weeknd) y Jason Evigan (Madonna), es un artefacto de funk-pop suave y seductor que, por simple que parezca, parece destinada a convertirse en un nuevo éxito.
Y es que, por forzada que pueda parecer la pátina modernuca de sus nuevas canciones, la fórmula les está funcionando tan bien como siempre: por bobalicón que sonara el estribillo de ‘Don’t Wanna Know’ –con Kendrick Lamar como invitado, no lo olvidemos– o por impostada que pareciera ‘Cold’ –junto a Future–, ya se han convertido en nuevos éxitos comerciales para los autores de ‘Moves Like Jagger’ o ‘She Will Be Loved’. Su huída hacia sonidos contemporáneos para no convertirse en un grupo para nostálgicos y captar un público más joven parece que les está saliendo bastante redonda.
El próximo día 9 de septiembre se celebra un año más el festival DCode, radicado en el corazón de la Ciudad Universitaria de Madrid y que, de manera algo atípica, congrega a un buen número de artistas en un solo día, con un doble escenario que se alterna de manera que los solapes son prácticamente una rareza.
DCode, además, se esfuerza por ofrecer una apetecible mezcla de bandas de pop y rock que suponen un fuerte reclamo para un público que no se limita al underground o lo alternativo (Bunbury, Vampire Weekend, Natalia Lafourcade o Amaral, en pasadas ediciones) con propuestas que no es tan frecuente ver en nuestros escenarios (Mark Ronson, Zara Larsson, Flo Morrissey, Jungle, Eagles of Death Metal…). En este caso, acotamos los 10 nombres que, para nosotros, conforman precisamente ese espíritu tan particular de este certamen.
Band of Horses
El grupo comandado por Ben Bridwell quizá no es tan conocido o celebrado en nuestro país como en el suyo, Estados Unidos, donde son casi un grupo de estadio. Lo cierto es que, aunque la crítica ya no alaba sus discos de un rock que alterna furia y calma como al principio, nuestro colaborador Miguel Sánchez rompía una lanza por ‘Why Are You OK’, su último álbum, como uno de los más infravalorados del pasado año.
Carlos Sadness
Lejos ya –aunque no tanto en intenciones– de su etapa de rap-pop a lo Delafé y las Flores Azules como Shinoflow, este músico solo ha necesitado dos discos de pop fresco y diverso, ‘Ciencias celestes’ y ‘La idea salvaje’, para congregar a un amplísimo público que le venera tanto en nuestro país como en Latinoamérica. Ver cómo se las gasta el barcelonés en un ambiente festivo como el de DCode, puede ser mucho.
Charli XCX
La gran estrella pop internacional, contundente intérprete y dotada compositora, está quizá en uno de sus mayores momentos de popularidad, lo que no le impide figurar a mitad de altura de este cartel. Más allá del ego, estamos seguros de que –a poco que tenga un buen día– muchos espectadores se sorprenderán para bien de lo que es capaz de hacer la autora de ‘Sucker’ y acabarán conversos.
Daughter
Sorprende que no veamos con mayor frecuencia a este trío británico en nuestros festivales, pues son uno de los grupos más influyentes del pop reciente (pensamos en nombres como Pavvla, Pumarosa, Odina ¡y hasta Yung Beef & Steve Lean!). Quién iba a decirlo, cuando su rock shoegazer y melancólico parecía tener, a su vez, tanto de The xx y Arab Strap. Está a punto de publicar un curioso nuevo disco: la banda sonora para un videojuego de la popular saga ‘Life Is Strange’.
Exquirla
El combo que forman el cantaor Niño de Elche y el grupo de post-metal Toundra, que no son nuevos en el festival, son una de esas apuestas por la diversidad que caracterizan a DCode. Si aún queda alguien por rendirse al excelente trabajo que han presentado este año, el sobrecogedor ‘Para quienes aún viven’ –basado en poemas de Enrique Falcón–, tendrán una inmejorable oportunidad para descubrirlo en este concierto.
Franz Ferdinand
Hay quien ve fallida la estrategia de volver a recurrir a los escoceses para encabezar este cartel, cuatro años después de que ya lo hicieran –presentando en aquella ocasión ‘Right Thoughts, Right Words, Right Action’–. Sin embargo, no puedo estar más en desacuerdo: primero, están a punto de anunciar nuevo álbum y seguro que presentarán algunas nuevas canciones; segundo, también presentan nueva formación, después de que Nick McCarthy dejara el grupo y ampliaran la banda con dos jóvenes músicos de Glasgow (Julian Corrie –AKA Miaoux Miaoux– y Dino Bardot –ex-1990s–); y tercero, ¿quién demonios puede poner pegas a una colección de hits tan perfectos para bailar y divertirse como la suya?
Interpol
De forma similar a Franz Ferdinand, el otro cabeza de cartel de este festival no está en su mayor momento de popularidad, tras publicar un decepcionante álbum de regreso, ‘El Pintor’. Pero no olvidemos que este concierto tiene como coartada celebrar los 15 años del que es precisamente su disco más alabado ‘Turn On The Bright Lights’, el cual les llevó a la cima del rock mundial. Quizá tocar de nuevo ‘Obstacle 1’, ‘NYC’ o ‘PDA’ les/nos genere nuevas sinergias de cara al disco que preparan para el próximo año.
Liam Gallagher
El más bocachancla de los hermanos que crearon Oasis viene a presentar su primer disco en solitario, ‘As We Were’, que se publicará pocas semanas después de esta actuación. Si bien sus adelantos alternan evidentes intentos de captar la vieja magia del grupo que compartió con su hermano Noel con cosas más interesantes como ‘Chinatown’, el hecho de que buena parte de su repertorio en directo se dedique a recuperar temas como ‘Rock’n’Roll Star’, ‘Morning Glory’, ‘Slide Away’ y demás glorias ya tiene su punto. Eso y su impredecible actitud sobre el escenario, claro.
La Femme
Estos franceses han demostrado en discos como ‘Psycho Tropical Berlin’ y ‘Mystère’ no solo que son uno de los grupos galos con mayor proyección internacional sino también que no solo se puede actualizar la herencia musical de su país a través del retrofunk. Seguro que muchos quedarán tan sorprendidos al verles por primera vez como nosotros mismos el pasado año.
Milky Chance
El popular trío alemán se vio sacudido desde su independencia al éxito masivo con solo una canción, ‘Stolen Dance’, que les convirtió en estrellas del pop europeo de la noche a la mañana. Curiosamente, lo suyo no es el EDM ni los ritmos latinos, sino un pop-folk de guitarras acústicas con suaves bases bailables y ecos de Jamaica. Una propuesta que han consolidado con su buen segundo disco, ‘Blossom’, que se antoja perfecto para degustar en un ambiente festivalero como el de este DCode.
No deja de ser llamativo que Bicep publiquen esta semana su álbum de debut, cuando llevan una década en activo publicando maxis con temas propios y realizando remezclas para artistas tan diversos como Simian Mobile Disco, Blood Orange o 808 State, usando como soporte estético el blog Feelmybicep y su ingenioso logo.
Desde su Belfast natal, Andy Ferguson y Matt McBriar se han esforzado desde entonces en revitalizar, desde el máximo respeto, a géneros clásicos de la música electrónica como el techno de Detroit, el house de Chicago o el italo-disco, con temas como ‘Dahlia’ o ‘Just’ en los que las melodías de pianos y sintetizadores es tan importante como su hipnótica progresión rítmica.
Tras un parón de dos años, este 2017 volvían a editar nuevas canciones como ‘Aura’, ‘Glue’ –canción que destacábamos como una de las mejores del momento en nuestra playlist mensual– y ‘Vale’, que semanas atrás se confirmaba que formarían parte de su primer largo, que llega a las tiendas este viernes día 1 de septiembre a través del sello Ninja Tune. Un disco que, a tenor de las primeras críticas, les consolidará más allá de los circuitos especializados. Hoy, además, lanzan el clip oficial de ‘Aura’, una pieza enigmática dirigida por Matilda Finn (AlunaGeorge) que muestra a un grupo de personas que ven interrumpido un plácido viaje en autobús por una visión que les estremece.
Tras haber visitado Barcelona en el pasado Primavera Sound, Bicep volverán a la capital catalana el día 25 de noviembre, al club Nitsa de la sala Apolo.
Ya hemos hablado en anteriores ocasiones de cómo la clase política española saca a relucir de vez en cuando sus gustos musicales, dando sorpresas agradables (Pedro Sánchez, Andrea Levy) y otras no tanto (Pablo Iglesias, Albert Rivera). Pero lo que no habíamos visto aún es que un partido político empleara canciones para hacer oposición con una playlist de Spotify.
El Partido Socialista, de nuevo bajo la secretaría general de Sánchez tras vencer este año en sus primarias, está haciendo hoy campaña en redes sociales sobre la comparecencia del Presidente Mariano Rajoy mañana en el Congreso de los Diputados para dar explicaciones sobre su relación con la trama Gürtel, por la que ha declarado como testigo días atrás en la Audiencia Nacional. Y, entre sus acciones, han lanzado una playlist en Spotify (ojo también a su portada, que emplea el famoso “Sé fuerte”, como la promo de la serie ‘Narcos’) titulada con el hashtag #rajoydilaverdad en la que, con bastante coña, recopilan canciones cuyos títulos aluden a la postura del líder del PP durante su testimonio o sobre la postura del PSOE ante este. Una idea que se nos podía haber ocurrido a nosotros perfectamente, la verdad.
Así, comienzan empleando uno de los últimos singles de Sabina, ‘Lo niego todo’, seguida de ‘Silencio’ de Bisbal, y ‘Cara de póker’ de Izal. Hasta ahí, ok. Pero después, con relativa sorpresa si consideramos que Sánchez ha acudido a algún FIB que otro, van a degüello con ‘Devuélveme la pasta’ de Los Planetas, ‘El mundo conspira contra ti’ de Fangoria y, de manera más confusa, ‘Ley de imposibilidad del fenómeno’ de Miss Caffeina. Lo mejor se lo reservan para el final, encadenando ‘Lo que siempre me callé’ de Camela, ‘Voy a hacerte recordar’ de La Habitación Roja’ y ‘Caída libre’ de Zahara. Probablemente esto le resbale a Rajoy lo más grande, pero la verdad es que, dentro del pésimo panorama político generalizado, al menos un poco de sentido del humor se agradece.
Resulta de lo más enriquecedor, además de justo, que, en respuesta al cariño que se dispone en Latinoamérica a numerosas bandas del panorama independiente español que allí son tratados como estrellas –desde El Último Vecino a Los Punsetes, desde Christina Rosenvinge a Hidrogenesse– aquí prestemos atención –nuestro carácter no es tan efusivo– a grandes grupos de aquella tierra. En este caso, los argentinos Él Mató a un Policía Motorizado llevan más de una década dando muestras de que su indie pop rock heredero de los 90 es tan digno de celebrar como el de muchos grupos de aquí. Este verano, cuatro años después de publicar ‘La dinastía Scorpio’ –ya en nómina del sello madrileño Limbo Starr–, han publicado ‘La síntesis O’Konor’, un disco muy elaborado con el que dan un significativo giro a su sonido.
Grabadas en los famosos estudios Sonic Ranch de Texas, las canciones de ‘La síntesis O’Konor’ se envuelven en una producción mucho más cuidada, sobre todo en unas guitarras que se esmeran en tonalidades muy variadas, y en las que el ruido ya no es una parte fundamental, como ya dejó claro el fantástico adelanto ‘El tesoso‘. De hecho, la algarabía llega a menudo por un rico uso de sintetizadores de regusto 80s, percusiones e incluso vientos ocasionales (‘Las luces’, explosiva). También cabe destacar que la voz de Santiago Motorizado, además guitarrista y letrista principal del grupo, ha ganado protagonismo y limpieza para que sus letras ganen presencia.
Una letras que albergan, en su sencillez y aparente convención, personajes inquietantes que paladean la derrota, capaces de amar tanto a pesar de todo que da pavor. Un escalofrío subyace en líneas como “Perdón si estoy de nuevo acá / Pensé que habías preguntado por mí / Me gusta estar de nuevo acá / Aunque no hayas preguntado por mí / Voy a quedarme un poco acá / Cuidarte siempre a vos en la derrota / Hasta el final, el final” (‘El tesoro’) o “Dame algo esta noche, esta noche es especial / Voy a recorrer tu casa en la oscuridad” (‘La noche eterna’).
Pero, en todo caso, si algo brilla en ‘La síntesis O’Konor’ es la cantidad de buenas canciones que contiene. Salvando el prescindible interludio instrumental que da nombre al disco y no aporta nada relevante –del mismo modo que la breve ‘Alguien que lo merece’–, solo cabe rendirse ante el fulgor de ganchos tan precisos como los de las canciones ya citadas, además de la arrebatadora ‘Ahora imagino cosas’, una ‘El mundo extraño’ que evoca a los primeros Weezer, el surf-rock aparentemente ligero de ‘Destrucción’ –aunque a lo largo de sus casi 6 minutos va creciendo en intensidad–, o la sinuosa ‘Fuego’, con ese bajo sintetizado y sus percusiones mutantes, que conducen a un final espectacular, con Santiago dejándose el alma. Quizá es pronto para decir que ‘La síntesis O’Konor’ es el disco más completo de ÉMAUPM, porque en realidad la sensación es que están abriendo la puerta hacia un espacio nuevo. Pero sí es seguro que estas canciones son las mejores que hayan escrito hasta la fecha.
Él Mató a un Policía Motorizado cierran esta semana su gira por España con dos conciertos en la sala Sidecar de Barcelona, los días 1 y 2 de septiembre, cuyas entradas ya están agotadas. Sí hay aún localidades para verles el jueves, 31 de agosto, en Valencia (sala Veles e Vents).
Calificación: 7,6/10 Lo mejor: ‘El tesoro’, ‘Ahora imagino cosas’, ‘La noche eterna’, ‘Fuego’, ‘Las luces’ Te gustará si te gustan: Surfer Blood, Maga, Hello Seahorse! Escúchalo:Spotify
‘Witness‘ se está vendiendo mal, pero Katy Perry tiene ahora otros problemas y no, no nos referimos a las críticas encontradas que ha recibido su presentación de los MTV Video Music Awards, llena de bromas malísimas -aunque no estuvo tan mal- o a lo poco que está funcionando ‘Swish Swish’ en listas a pesar de ser una de las canciones más divertidas del año.
Como cuenta TMZ, una mujer ha demandado a Katy y la causa es un dedo amputado. Christina Fish trabajó de tramoyista en la gira ‘Prismatic’ de Perry en Raleigh, Carolina del Norte, y fue allí donde al ayudar al equipo escénico con un muro, este le cayó en un dedo, produciéndole tal herida que se le terminaría gangrenando, tras lo cual sería amputado. Aunque Fish dice que se le ofreció hielo tras el accidente, también asegura que nadie en el equipo de la gira llamó a una ambulancia y que tuvo que ocuparse ella de llamar a un amigo para que le trasladara a emergencias.
La mujer defiende además que ha sufrido una angustia tremenda durante meses a causa de su dedo, puesto que en todo ese tiempo no pudo usar su pie y los médicos de ortopedia que atendieron su accidente le recomendaron mantener el dedo “el mayor tiempo posible”, para que luego le fuera amputado igual. Además dice que solía hacer yoga, que era su pasión y que a causa de este accidente su “pasión por el yoga, sin un dedo, es ya un recuerdo distante”. Bastante lamentable la historia a pesar de las bromas a las que pueda dar piecabida. En TMZ, fotos del accidente, por si tal.