El gran reclamo del Festival de Benicàssim este año eran sin duda los Red Hot Chili Peppers, el grupo que ha provocado que se agotaran las entradas de un día -este sábado- como hacía tiempo que no pasaba en el FIB. La banda de Anthony Kiedis no ha estado a la altura, sobre todo por una cuestión de volumen. Había gente para verlos no solo dentro del recinto sino fuera, en la montaña, en el puente que da acceso al FIB en la carretera de Castellón, etcétera. Y sin embargo no han sabido llegar en cuanto a potencia hasta donde sí han llegado en otras ediciones Queens of the Stone Age o Arctic Monkeys.
El montaje, en cambio, sí ha sido bastante notable, con varias pantallas en forma de círculo mostrando lo que hacía cada miembro del grupo. Ha habido varios momentos de protagonismo para Flea y para Chad Smith, y sí ha brillado un repertorio casi sobresaliente en el que han ido apareciendo ‘Around the World’, ‘Dark Necessities’, una versión de los Stooges, ‘Californication’, ‘Under the Bridge’ o ‘By the Way’. En el bis no ha faltado la generacional ‘Give It Away’, pero sí ‘Otherside’. Sí, los Red Hot se han ido del FIB sin tocar ‘Otherside’. Un buen concierto, aunque lejos de la bomba esperada tras el anuncio del cartel. Red Hot Chili Peppers, cabeza de cartel del Festival de Benicàssim. En serio, ha pasado.
Más discreta en la cartelería del festival, pero mucho más apoteósica de lo que parecía sobre el papel fue Mala Rodríguez. Con un DJ y cuatro performers como cuerpo de baile, la rapera hizo un show de 10 sobre 10, interpretando hitazos como ‘Caja de madera’, ‘Déjame entrar’, ‘La niña’, ‘Tengo un trato’, ‘Quien manda’, ‘Nanai’, etcétera. Aparte de permitirse el lujo de hacer un bis, La Mala llamó toda la atención con unas ametralladoras de agua que sacó durante el número de ‘Mátale’, pero sobre todo con su actitud, en todo momento imponente. ¿Por qué no sacará más discos y actuará en festivales más a menudo? ¿De verdad tiene La Mala menos bolos que otra gente? Esperemos que sea por decisión propia.
A continuación, el show de Liam Gallagher estuvo lastrado, como el de los Red Hot o el de Los Planetas el día anterior, por el bajo volumen. No tienen mala pinta algunas de sus canciones nuevas -las que no son las que ya conocemos, ‘Wall of Glass’ y ‘Chinatown’-, pero ni ‘Morning Glory’ hacia el principio, ni la sobresaliente ‘Slide Away’ en la mitad ni ‘Wonderwall’ en acústico en último lugar, lograron sonar a la altura. ¿Y ‘D’You Know What I Mean’ y ‘Be Here Now’ eran necesarias? ¿Es por el 20º aniversario del tercer disco de Oasis? ¿De verdad merece el tercer disco de Oasis una celebración que no sea privada? ¿No habría sido mejor ‘Champagne Supernova’?
Quienes sí sonaron espectacularmente bien fueron Surfin Bichos, que tocaban a eso de las diez de la noche en el Escenario Visa. El grupo de Fernando Alfaro fue todo energía durante la interpretación de canciones como ‘Fuerte’ y sobre todo la vibrante ‘Mi hermano carnal’. Únicamente habrían merecido algo más de público, aunque el millar de personas que había no podía estar más atento ni pendiente. Mura Masa actuaba en el mismo lugar a eso de la una de la madrugada, muy pocas horas después de haber estrenado su disco de debut. Su show tuvo tintes tropicales pero tanto productor como temazos quedaban en segundo plano debido al protagonismo de la cantante que llevaba. Sobreexcitada y energética saludando constantemente al Festival de Benicàssim, llegó a hacernos olvidar que estábamos viendo un concierto de alguien llamado Mura Masa.
Marika Hackman tocaba por la tarde en formato cuarteto ofreciendo un muy buen set de tintes indie rock muy apto para los lectores de Pitchfork. Se vio a Marika un tanto seria -casi agobiada en su perfeccionismo- pero muy agradecida con su público, lo único que pudo tener en común con Lao Ra, que tocaba casi a la vez como contraste en su antagonismo: un tremendo fiestón latino de ecos tropicales y reggaetón que un par de cientos de personas celebraron en el Escenario South Beach a tope. A última hora de la noche se vio en la carpa Razzmatazz el set de Cascales, en el que sonaron Bruno Mars, Destiny’s Child y The Weeknd, mientras Arturo Panigua decidía cerrar su ultra multitudinario set en el Escenario Visa con ‘Green Light’ de Lorde y ‘Dancing On My Own’ de Robyn.
Los usuarios del foro de JENESAISPOP han participado en los últimos meses en un nuevo «survivor» dedicado a Florence + the Machine. El objetivo ha sido consensuar sus diez mejores canciones. Todas las canciones seleccionadas han sido publicadas oficialmente por Florence + the Machine en sus tres discos de estudio, ‘Lungs’, ‘Ceremonials’ y ‘How Big, How Blue, How Beautiful’ (lo que incluye canciones de regalo como maquetas o descartes), aunque también se han tenido en cuenta colaboraciones.
El proceso de eliminación ha sido el siguiente: en primer lugar se ha realizado una ronda de votaciones por disco (a disco por semana) para eliminar las peores canciones de cada disco y dejar las cuatro mejores. Después, de entre las canciones salvadas se han escogido las tres mejores, y las cuartas de cada disco han pasado a una ronda de repesca, con la posibilidad de que solo una pudiera salvarse y entrar en el top 10 final. En la ronda final, los usuarios han votado sus tres canciones favoritas de entre las nueve seleccionadas, otorgándoles 1, 3, o 5 puntos. La canción repescada ha cerrado el top 10.
En cualquier caso, así ha quedado la lista de 10 mejores canciones de Florence + the Machine para los usuarios de JENESAISPOP. Los tres discos del grupo han quedado dignamente representados: de hecho, cada disco ha metido tres canciones por igual, lo que suma nueve canciones, a las que se suma cerrando el top 10 la colaboración de rigor, ‘Sweet Nothing’ con Calvin Harris, que tampoco podía faltar. Puede decirse que es un top 10 perfecto. Por supuesto se echa de menos ‘You’ve Got the Love’, pero parece difícil imaginar una lista más representativa de lo mejor de Florence + the Machine en cualquier caso.
Agradecemos a Terated por haber llevado el survivor a cabo.
10 mejores canciones de Florence + the Machine:
1. Dogs Days Are Over
2. Shake It Out
3. Queen Of Peace
4. No Light, No Light
5. What The Water Gave Me
6. Cosmic Love
7. What Kind Of Man
8. Rabbit Heart ( Raise It Up)
9. Sweet Nothing
10. How Big, How Blue, How Beautiful
Vuelve TR/ST (antes Trust), el proyecto de synth-pop industrial del canadiense Robert Alfons. Lo nuevo de TR/ST es un single titulado ‘Bicep’ que recupera los sintetizadores gélidos y tenebrosos que hemos venido oyendo en sus discos, y que sirve de adelanto de un nuevo trabajo que, según The FADER, verá la luz a principios de 2018.
Alfons ha dicho que ‘Bicep’, como todo el disco, «se escribió en una granja aislada en la Canadá rural» y que va «sobre el viaje de una figura -en esencia un narcisista- que lucha contra ideas de impureza y de no sentirse valioso». «Va sobre la lucha entre aceptar y resistir la vergüenza, también como expresión de fantasías sexuales», apunta.
La letra de ‘Bicep’ se compone de dos versos tan crípticos como difícil es escucharlos tras la maraña de distorsión de la producción. «Tu alma nunca quedará grabada, la belleza del sol, la belleza nunca la hará inteligente», canta Alfons. «Que llegues sano y salvo, salmuera amarga masoquista, te topas con la fuerza, de estas maneras profundas, espero por ella».
El último disco de TR/ST, ‘Joyland’, se publicó en 2014. Sucedió al álbum homónimo del músico, que le sirvió una considerable base de fans en su momento y contiene sus mayores hits, ‘Candy Walls’, ‘Sulk’ y ‘Bulbform’.
Desde varios medios hemos conocido esta semana la noticia de que Soundcloud, la página de música en streaming, tiene los días contados. La noticia original aparecía en TechCrunch, que aseguraba Soundcloud había despedido a cuarenta empleados tras una «tensa» reunión y que la empresa solo tenía fondos para aguantar económicamente hasta el cuarto trimestre del año (los meses de octubre a diciembre).
Soundcloud enviaba un comunicado poco después para ofrecer su versión de los hechos. Decía: «seguimos confiados en que los cambios realizados la semana pasada nos han colocado en un camino de rentabilidad y aseguran la viabilidad a largo plazo de Soundcloud. En cuanto a los despidos, nuestra política nos impide hablar de casos de trabajadores concretos, pero podemos compartir que seguimos trabajando con todos los empleados de los que hemos prescindido para apoyarles en este periodo de transición, ofreciéndoles trabajo y ayuda económica».
Detrás de las bambalinas, trabajando para mantener Soundcloud a flote, encontramos a un héroe sin capa, Chance the Rapper. Tras desvelarse la noticia de que Soundcloud estaba económicamente moribundo, el rapero, que sabe lo que es triunfar profesionalmente gracias al streaming, acudía a Twitter para informar de que se encontraba «trabajando en el asunto de Soundcloud». Poco después, el autor de ‘Coloring Book’ regresaba a la red social para dar la buena nueva: «acabo de tener una conversación fructífera con Alex Ljung [NdE: presidente de Soundcloud] y Soundcloud está aquí para quedarse».
En tanto que vemos cómo se desarrolla el futuro de Soundcloud, Chance the Rapper ha aprovechado el buen resultado de su reunión con Soundcloud para estrenar un nuevo tema precisamente a través de esta plataforma, ‘Big B’s’, un apañado tema con Young Thug.
Si el mundo fuera justo se hablaría de Captains mucho, muchísimo más. El proyecto liderado por el productor David Baldo (León Benavente o Hinds son sólo dos de las bandas que han pasado por su estudio) y la cantante alemana Fee Reega (cuyo tétrico sentido del humor ya reseñamos hace unos años cuando editó ‘La Raptora’, aunque desde entonces ha lanzado dos álbumes más en solitario igual de interesantes) es de esos que, desde la primera escucha, te dejan hipnotizado por lo bien engrasado que está a pesar de que dispara hacia diversas dianas sonoras como la electrónica, el folk y, sobre todo, el post-punk.
Como si de una versión mejorada de Violeta Vil se tratara, Captains sobresalen por la enigmática presencia de una Reega que aquí borda su papel de hechicera y femme fatale amenazante. Ya sea reviviendo a los muertos en la krautrock ‘Gracias por Dejarme’ o estando siempre alerta con una pistola al lado de la almohada en la frenética y muy Savages ‘Noisy’ (con mención especial a la batería apisonadora de Oscar SD y el bajo galopante de Aaron Dall), la alemana se mete muy acertadamente en su papel y brilla con luz propia en unas canciones sobradamente cinéticas que, en ese último tramo más sosegado formado por ‘How He Disappears’ y ‘Twisted’ (con esa viola gentileza de Sara Muñiz), bien podrían formar parte de la banda sonora de ‘Twin Peaks’ o cualquier otra ida de olla lynchiana.
Aunque hay más: los aderezos electrónicos de ‘I’m Your Ship’ casan a la perfección con el resto del minutaje, y las guitarras sumergidas en pedales de la sensual al igual que bailable ‘Touch Me, I’m Driving’ junto a la fuerza de la sección rítmica de ‘Heavy Metal Works’ son de lo mejor que puede encontrarse en este disco que cuenta con una estética sonora tan bien definida que, para nada, parece un disco de debut.
Desconocemos en qué quedará esto teniendo en cuenta que todos sus protagonistas andan más que atareados en sus propios proyectos personales. No obstante, y ciñéndonos al presente, estas canciones bien merecen tener un hueco entre lo mejor del año. Sin duda, uno de los proyectos nacionales más interesantes que nos han llegado en los últimos meses.
Calificación: 8 /10 Lo mejor: ‘I’m Your Ship’, ‘Heavy Metal Works’, ‘Noisy’, ‘Touch Me, I’m Driving’ Te gustará si te gustan: Violeta Vil, El Columpio Asesino y Savages Escúchalo:Spotify
«¿Dónde está Mykki Blanco?», era la pregunta que cabía hacerse a las 20.30 frente al escenario en el que tenía que actuar el artista en la segunda jornada del FIB. Después de más de 10 minutos de technazo, el artista finalmente apareció sobre las tablas, y mientras su DJ pinchaba bases cercanas al techno, al urban y al sonido Mad Decent, Mykki escupía sus letras ultra concentrado, portando una suerte de minifalda y pelucón, que parecía que iba a ser una parte decisiva del espectáculo… pero no.
La parte decisiva del espectáculo era el propio Mykki Blanco. Aquí a nadie le importaba qué cantaba o qué dejaba de cantar, qué llevaba puesto o qué no. Tirando por lo performativo, se tiró al público, pidió formar un círculo a su alrededor en el que pudiera actuar, se subió a una plataforma en la que la gente estaba sentada y bebiendo, ocupó el motel que protagoniza el escenario South Beach, se hizo con un contenedor de reciclaje y lo empujó mientras el público (medio millar de personas) le perseguía allá por donde iba… largo etcétera. Una vez de vuelta al escenario de verdad se valió del globo gigante y pesado que la gente lanzaba de mano en mano, y así. Una risa continuada durante 40 minutos en la que no pudimos parar de admirarle, aunque parece que el que peor lo pasó fue él: hubo un momento en que el micro no alcanzó a donde quería llegar en el recinto y sus últimas palabras fueron de cabreo: «Mi show requiere de 2 micrófonos, ¿vale?». Un grande.
«Yo no me voy a Temples» fueron las sabias palabras que una compañera me dijo mientras presenciábamos atónitos el singular show de Mykki Blanco. No era una opción largarse de allí, pero había tiempo de ver la mitad del set de la banda al término de Blanco. Preciosa y muy coreada esa joya llamada ‘Mesmerise’, en un concierto correcto en su recreación psicodélica, que algunos fans celebraron cantando todo de pe a pa (y con peinados muy parecidos a los de estos artistas).
Parecía que no había españoles el jueves en Benicàssim entre Ride y Stormzy, pero aparecieron bastantitos en el concierto de Joe Crepúsculo. El set comenzó algo monótono, casi rutinario, entre ‘Te voy a pinchar’ y ‘Rosas en el mar’, pero se vino completamente arriba, como era de esperar, primero cuando subieron Luciana de Svper y Tomasito a las muy audibles palmas y taconeos, y segundo cuando le empezaron a dar al bakalao. No faltó el coctelero de la calle Pez, ni Nacho Vigalondo, ni nadie en general. Cuando sonaron seguidas ‘Pisciburguer’, ‘La canción de nuestra vida’, ‘Suena brillante’, ‘Maricas’, ‘A fuego’ y ‘Mi fábrica de baile’ con Lkan, Perotutehasvisto DJ y otras personalidades de «la escena» como cuerpo de «baile», el éxito estaba garantizado. De lo más divertido del día, como siempre.
Más decepcionante fue el concierto de Los Planetas en el Escenario Las Palmas. No faltaron hits como ‘Pesadilla en el parque de atracciones’, ‘Segundo premio’ o ‘Un buen día’, pero sí faltó muchísimo volumen y un poquito de voluntad por conquistar a público nuevo, a guiris o a gente que dude de ellos, la cual existe. Hay que rendir pleitesía a un grupo que en 2017 se ha sabido renovar con ‘Islamabad’ (la primera del set), que reivindica a Camarón (cambiaron la letra de ‘Zona autónoma permanente’) y que ha aportado tantísimo a la cultura pop del país… ¿pero están sabiendo comunicarlo? A las 0.45, a cinco minutos de terminar, parecía que se habían ido cuando empezó a sonar una canción de Bowie por megafonía. Parecía que directamente pasaban. Por suerte, volvieron para hacer la gran ‘Alegrías del incendio’, que comenzaron desenchufados. Tan encantadores como algo desubicados y sobre todo acomodados.
Nada que ver con el concierto de La Casa Azul, una gozada de «grandes éxitos» que dejó al público más arriba imposible. La gente te preguntaba si habías visto su nuevo show (un cuarteto en dos alturas, cierta intención más orgánica), pero lo que importaba era la consistencia de un repertorio que fue dejando canciones como ‘Podría ser peor’, ‘Chicle cosmos’, ‘Sucumbir’, ‘Los chicos hoy saltarán a la pista’, ‘Esta noche solo cantan para mí’, ‘No más Myolastan’, ‘Cerca de Shibuya’, ‘Superguay’, ‘Como un fan’ al piano o para terminar ‘La revolución sexual’. ¿En qué momento llevamos 6 años sin disco de La Casa Azul? ¿Y cómo puede ser que un artista saque discos de Pascuas a Ramos y aun así sus hitazos perduren, no se olviden y la gente esté ahí para ellos como si no hubiera pasado ni un día? Un genio que por suerte podemos seguir disfrutando y que, aparentemente, algún día, publicará nuevo álbum. Guille Milkyway interpretó en penúltimo lugar una canción nueva, «importante», que cerrará su nuevo álbum y que habla sobre el hecho de que las cosas peguen un giro inesperado. Hay nuevo álbum de La Casa Azul. Está secuenciado. Existe. Ya queda menos.
Inmediatamente antes, James Vincent McMorrow y 2ManyDJ’s fueron los grandes beneficiados del hecho de que actuasen tantos artistas españoles seguidos, petando sus respectivos escenarios (concentraron a los guiris). Austra, en cambio, se vieron perjudicados por coincidir con Foals. La banda canadiense atrajo a poco público, pero muy entregado. La mejor arma para la banda, que tocaba enfrente de las sesiones de la playa artificial «South Beach» (un fiestón en el que no cabía ni un alfiler), fue la voz espectacular de Katie Stelmanis, que cortaba el hipo en los momentos agudos. Podemos argüir que ‘Lose It’ sea el momento álgido de su repertorio, pero ‘Home’ le va a la zaga y la elegancia de su teclista y sobre todo de su electrónica de sutil inclinación hacia el techno no se pueden pasar por alto. Son bastante exquisitos.
El escenario Las Palmas volvía a rugir con Foals. Como vienen haciendo en sus últimos conciertos, los de Oxford empezaron con ‘Mountain at my Gates’. La potencia de este grupo y su exquisito sonido, que era de lujo, estuvieron presentes durante todo el repertorio. Hubo repaso al nuevo disco y a anteriores hits, sonando, entre otros, ‘My Number’, ‘Black Gold’, ‘Spanish Sahara’, ‘Late Night’ o ‘Electric Bloom’ (ésta con Yannis Philippakis enérgico al tambor y bajando a saludar al público). A veinte minutos de finalizar, hubo una pequeña parada que aumentó un poco más las ganas que teníamos del gran tema con el que intuíamos volverían al escenario, ‘What Went Down’, con algunos pogos. La pena, que terminara 10 minutos antes de lo previsto.
Frente a la aparente obviedad de un Deadmau5, era una buena opción ir a la sesión de Olof Dreijer de The Knife. Como Austra, muy arropado por el público LGTB+, el artista pinchó alguna maravilla de su banda primigenia como ‘Pass This On’, alguna ajena como ‘212’ de Azealia Banks y alguna otra por descubrir. Una gozada de sesión que un miembro del personal de seguridad bailó a saco, integrándose con las primeras filas de asistentes. Mención aparte merece lo de Charlotte Church’s Late Night Pop Dungeon, un concierto de versiones a lo The Chillers, pero en plan fino, en el que una gran banda, sobre todo de chicas, iba interpretando canciones de Destiny’s Child, Rage Against the Machine o Fatboy Slim. La mezcla de ‘Right Here Right Now’ con ‘Rhythm Is A Dancer’ fue brutal y, honestamente, no sabía que iba a asistir a un concierto en el FIB que terminaría con ‘I Believe I Can Fly’. I believe I can touch the sky.
Miley Cyrus ha concedido una entrevista a Harper’s Baazar para promocionar su nuevo trabajo, o mejor dicho, su cambio de imagen, pues en la entrevista no se dedica una sola palabra a ‘Malibu’. En ella Cyrus recuerda la campaña de ‘Bangerz’, que inició la etapa más sexual de su carrera, y asegura que representó para ella su identidad en ese momento, pero que se alargó demasiado, hasta el punto que llegó a sentirse «sexualizada». Sus palabras textuales han sido: «Todo eso se convirtió en algo que se esperaba de mí: ya no quería ir a las sesiones de fotos y ser la chica que saca la lengua todo el rato y se saca las tetas. Al principio era un poco como decir «que os jodan, las chicas deberían tener esta libertad, o lo que sea», pero sí llegó un punto en el que me sentí sexualizada».
¿Sexualizada por quién? ¿Por ejecutivos de la industria? ¿Por su público? ¿Sus fans? ¿Por Terry Richardson haciéndole fotos de lo más hardcore? Miley no lo aclara, pero sí asegura que para el público lo verdaderamente impactante de su carrera no tendrían que haber sido sus polémicas sino ‘Hannah Montana’. La cantante explica: «lo que le tendría que haber chocado a la gente es que trabajara con 11 o 12 años, que a esa edad me hicieran maquillaje completo y me pusieran una peluca y me dijeran lo que tenía que llevar, sobre todo hombres mayores. No quería convertirme en una persona anti-hombres porque amo a todos los humanos, soy una humanitaria; [pero] Beyoncé dijo «las chicas lideran el mundo» y creo que fue importante que se dijera eso, porque creo que subconscientemente a las mujeres se nos hace creer toda la vida que eso no es verdad. A nadie debería extrañarle que luego algunas personas pierdan el norte o pierdan su verdadera identidad porque siempre han tenido personas alrededor decidiéndoles quién ser».
Estas palabras evocan ligeramente la carta que Sinéad O’Connor escribió a Miley Cyrus en 2013 en la que advertía a la intérprete de ‘Wrecking Ball’ que su imagen sexualizada podría no ser tan personal como parecía en ese momento. Decía: «me alegra ser algún tipo de modelo para ti y espero que por eso prestes atención a lo que te estoy diciendo: a la industria musical le importas una mierda tú o cualquiera de nosotros. Te prostituirán por todo lo que vales y muy astutamente te harán creer que eso es lo que TÚ querías. Y cuando termines en rehabilitación como resultado de haber sido prostituida, ellos estarán tomando el sol en sus yates, que compraron vendiendo tu cuerpo, y te sentirás muy sola».
No, Cyrus no ha terminado en «rehab», pero las palabras de O’Connor parecen premonitorias en cualquier caso, tras la «revelación» de Cyrus. Claro que ella quita hierro al asunto bromeando con que esta sexualización ya se ha hecho «mainstream»: «todo el mundo lo hace ya, incluso en la gala MET, todo el mundo va con sus tetas y sus culos al aire, ¿qué hay de punk en eso? Es más punk de hecho que yo no lo haga».
Os dejamos con el nuevo single punk de Cyrus, ‘Inspired’:
A Becky G, que por cierto tiene 20 años, le gustan mayores. Así lo expresa en este nuevo single de ritmos salseros. «A mí me gustan mayores, de esos que llaman señores, de esos que te abren la puerta y te mandan flores», canta. «A mí me gustan más grandes, que no me quepa en la boca…» ¡No tan rápido! Que esto no es lo que parece. La cantante se refiere a «los besos que quiera darme, y que me vuelva loca».
En ‘Mayores’, sin embargo, Becky G no encuentra a su señor, sino a un joven que cree que solo su generosa cuenta bancaria atraerá a la cantante. «Yo no soy viejo pero tengo la cuenta como uno, si quieres a la cama yo te llevo el desayuno, como yo ninguno, un caballero con veintiuno», rapea. Pero Becky G no está contenta: «yo no quiero un niño que no sepa nada, prefiero un tipo que me dé la talla». ¡Ahueca el hala, Bad Bunny! Becky quiere su «sugar daddy».
Donald Trump continúa paseando su cuerpo serrano por Europa después de asistir a la cumbre del G20 en Hamburgo. Ayer el líder estadounidense y su esposa Melania llegaron a París para asistir al desfile conmemorativo del 14 de julio, Día Nacional de Francia, que se ha celebrado hace escasas horas por supuesto con la presencia de Emmanuel Macron y su esposa Brigitte.
El desfile de la marcha francesa ha incluido un homenaje a las víctimas del atentado de Niza, que dejó 86 muertos precisamente el pasado 14 de julio, y también un curioso popurrí de canciones de Daft Punk, tesoro nacional francés donde los haya, de los que ha sonado ‘Get Lucky’ o ‘One More Time’, entre otras. Trump ha atendido al desfile con poso serio, o incluso cierta indiferencia; Macron sin embargo parecía encantado.
En otras noticias relacionadas con Daft Punk, uno de sus integrantes, Thomas Bangalter, ha colaborado recientemente en la producción de ‘Everything Now’ de Arcade Fire. Una colaboración esta franco-americana tan amistosa como parece que va a ser la cooperación entre Trump y Macron a partir de ahora. En su discurso de hecho, Macron ha querido hacer un llamamiento a la unión política, asegurando que «nada separará jamás» a las dos naciones.
Y la otrora ganadora de Eurovisión sigue adelante. Loreen, que se alzó con la victoria en 2012 con su icónico single ‘Euphoria’, de las pocas propuestas de Eurovisión que han trascendido el festival incluso en su año de edición, y además publicó después un disco que tampoco estaba fatal, vuelve este año con nuevo trabajo, ‘Nude’, que se espera para el 25 de agosto y se presenta este viernes con un llamativo single de título igual de revelador: ‘Body’.
‘Body’ es un corte de inclinación trance, tanto de hecho que su producción casi se come toda la parte vocal de Loreen, que lejos de cantar a pleno pulmón opta por un registro suave que se fusiona con la producción, dejando que sean sus sintetizadores densos y tóxicos lo que comanden el ritmo, que casi dejan a la artista en un segundo plano y la convierten en un engranaje más de la maquinaria que propulsa la canción.
Lejos quedan ya los tiempos en que el rapero DMX vendía cinco millones de copias de su tercer disco, ‘…and Then There Was’, en Estados Unidos o ganaba un Grammy en 2000 por Mejor artista de rap. DMX es hoy noticia sobre todo por sus problemas personales, el último de los cuales le ha devuelto a prisión.
Este jueves, el autor de ‘Party Up (Up in Here)’ ha sido detenido por evasión fiscal y se enfrenta a catorce cargos, la mayoría de ellos por evadir sus responsabilidades tributarias y por no declarar impuestos. También se incluye en su acusación un cargo de obstrucción a la justicia por impedir deliberadamente la revisión de sus impuestos. Entre estos y otros cargos DMX se enfrenta a cuarenta años de prisión según Rolling Stone.
Se acusa al rapero de haber «mantenido una vida de lujo y evitado el uso de su cuenta bancaria personal y usado la de otros titulares como sus gerentes de negocios para costear gastos personales». Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, DMX ingresó cerca de tres millones de euros entre 2010 y 2015 y no declaró un céntimo. En total debería a Hacienda unos 2 millones de euros.
DMX ingresó en una cárcel de Nueva York en 2015 tras no proporcionar la manutención a sus quince hijos, varios de ellos nacidos a través de relaciones extramatrimoniales, entre nueve mujeres distintas. A principios de 2016, el rapero fue hallado sin sentido y resucitado después en el párking de un hotel de Nueva York, y en diciembre de ese mismo año se declaró nuevamente en bancarrota.
Seguir la discografía de Will Oldham, que habitualmente emplea su alias Bonnie «Prince» Billy, es complicado. Sí, siempre nos quejamos de lo mismo, pero entre el marasmo de alias y colaboraciones, es difícil trazar la trayectoria del bardo. Para facilitar aún más todo este embrollo, Oldham sigue sin exponer su obra en Spotify. Y no tiene pinta de que vaya a hacerse un Taylor Swift en breve, para nuestra desgracia.
El disco que sí está en streaming es ‘The Bonnie Bells of Oxford’, un directo de Oldham con la banda escocesa Trembing Bells, donde ya podemos rastrear un pequeño adelanto de este ‘Best Trobadour’: un medley en el que aparece, fugazmente, ‘The Bottle Let Me Down’ de Merle Haggard. Y ahora amplía el homenaje al cantautor country fallecido en abril del año pasado, con un espíritu muy similar al de su álbum de versiones de los Everly Brothers. Por lo que parece, Oldham ya había empezado a preparar el álbum antes del fallecimiento de Haggard. Sus relecturas resultan respetuosas, aunque los livianos arreglos suavizan su dureza country, hacen las canciones más digeribles para aquellos que no sean muy amigos del género, acercándolas más al americana. El aire de haber sido grabado en directo en el estudio le dota de gran calidez y el saxo de Drew Miller sobrevuela todo el álbum y otorga al conjunto una pátina soul, especialmente en ‘I’m Always on a Mountain When I Fall’, que suena sorprendentemente cercana a Van Morrison.
Para rematar, Oldham canta expansivo y alegre; sacrifica sus habituales requiebros, su entonación doliente, para buscar una voz clara, casi canónica, en aras de rendir tributo al maestro. Su esquinado sentido del humor destella muy brevemente, porque aquí no hay ironía, sólo infinito amor por el cancionero de Haggard, tratado con mimo exquisito. En ‘I Always Get Lucky with You’, los coros de Nuala Kennedy y el saxo se dulcifican, aún más si cabe, una pieza ya de por sí dulce. Interpreta un ‘Leonard’ levemente acelerado, ribeteado por una deliciosa flauta, pero respetando la steel guitar y sus golpes de escobillas. También destaca el jovial crescendo de ‘Wouldn’t That Be Something’, el final, entre susurrado y gospel, de ‘Roses in the Winter’, casi sobrecogedor o el ‘Some of Us Fly’, delicadamente interpretado a dúo con Nuala. Oldham recorre todas las épocas de Haggard. Así, versiona el crepuscular ‘I Am What I AM’ de 2010, sin superar la cristalina belleza del original y tiñe de melancolía el tramo final del álbum. ‘Best Trobadour’ no sólo es una muestra de admiración del geniecillo Oldham a uno de sus maestros. Es, también, una hermosa panorámica que puede servir como buena excusa para decidir sumergirse en el universo Haggard.
Bonnie «Prince» Billy realiza desde este domingo una gira por el país junto al grupo Bitchin Bajas, con el que el año pasado publicó el álbum ‘Epic Jammers and Fortunate Little Ditties‘. Tras arrancar el domingo Valencia (Las Naves), estará el lunes, 17 de julio, en la sala Razzmatazz de Barcelona; y el martes 18 en Madrid, en un concierto gratuito hasta completar aforo. Después, el día 19 en Kafé Antzokia de Bilbado, y el día 20 en La Lata de Zinc de Oviedo.
Calificación: 6,5/10 Lo mejor: ‘The Fugitive’, ‘I Always Get Lucky with You’, ‘Roses in the Winter’ Te gustará si te gusta: El subgénero Americana, las revisiones contemporáneas del country canónico. Escúchalo: en su Bandcamp, aunque no está disponible todo el álbum.
Esta semana paracen haberse puesto de acuerdo la mitad de las aspirantes a grandes divas del pop para publicar singles. Comenzó Demi Lovato con ‘Sorry Not Sorry’, siguió Lana del Rey con sus dos temas junto a A$AP Rocky, y al día siguiente llegaron Selena Gomez y su ‘Fetish’ y, de sopetón, Kesha con el arrollador número country-rhythm ’n blues ‘Woman’, junto a la sección de viento de The Dap-Kings. Y no han sido las únicas, ojo, porque a otra escala hoy tenemos nuevos singles de Empress Of, La Bien Querida, Becky G, Grace Mitchell, Holly Cook, Torres, Gordi, Kamaiyah, Mow, además de Garbage –comandados por Shirley Manson– y Sofi Tukker –dúo en el que Sophie Hawley-Weld lleva la voz cantante literalmente–. Y, además, largos de Waxahatchee (proyecto personal de Katie Crutchfield) y Oh Wonder, otro dúo mixto. Maximum Yoni Power!
Además de estos últimos citados, también hoy se estrenan el EP de Coldplay que incluye temas con The Chainsmokers, Big Sean y Brian Eno, los nuevos álbumes de Mura Masa, Shabazz Palaces, RAC, French Montana (con feats de The Weeknd, Pharrell Williams, Future…), Wizkid (con Major Lazer, Drake…), Mammút (psicorock desde Islandia), DJ Shadow y ‘IT’, disco póstumo de Alan Vega. También, maravilla, un EP de The Radio Dept., apéndice del excelente ‘Running Out of Love’ publicado el pasado año, y lanzamientos nacionales como los de Cosmo K y Cómo Vivir En El Campo. Y por último, no uno sino dos EPs de La Mafia del Amor, proyecto reggaetonero de Los Santos (antes Pxxr Gvng), aunque cada vez se diferencian menos uno de otro asunto.
Hoy siguen avanzando sus más o menos inminentes nuevos álbumes Arcade Fire, Tyler, The Creator, Foster The People, Ariel Pink, Tricky, The Sound of Arrows (una canción junto a Niki & The Dove), Kitty, Daisy & Lewis, OneRepublic, Galantis, Tote King, ODESZA, Mount Kimbie, los interesantes Childhood (presentes en FIB 2017) y el MC británico Dave. También esta semana han anunciado (o lo hacen hoy mismo) disco Van Morrison, Nine Inch Nails, Metz y Protomartyr, a la vez que encontramos nuevos temas de Tomas Barfod (33% de WhoMadeWho), Vic Mensa (con Pharrell y Saul Williams), Chase & Status (con Emeli Sandé), Carlos Sadness, Aloe Blacc (canción oficial del combate de boxeo entre Mayweather y McGregor –WTF–) y C. Tangana, cuyo himno pro-género fluido llega al fin a plataformas de streaming.
Este mes de julio ha arrancado en Estados Unidos la gira conjunta de Blondie y Garbage, coyuntura que el grupo de Shirley Manson ha aprovechado para estrenar canción en directo, ‘No Horses’, que supone el primer material nuevo de Garbage desde el lanzamiento de su último disco, ‘Strange Little Birds’, el año pasado. ‘No Horses’ llega hoy viernes a las plataformas de streaming y es tan oscura que la propia Manson dice es «poco Garbage».
En palabras de Manson, ‘No Horses’ describe un mundo distópico sin esperanza y destruido por la avaricia del capitalismo. La cantante dice que la compuso tras conducir a través de los campos escoceses y encontrarse con un grupo de caballos. «Entoncés pensé, ¿qué pasará con estos caballos cuando ya no les necesitemos tanto como antes? Ya no serán bestias que trabajen para nosotros». Manson continúa: «[‘No Horses’] imagina un futuro en que las fuerzas que dominan el mundo han destruido todo lo que consideran inútil o no produce dinero, que es adonde creo que nuestra cultura se dirige ahora mismo: todo lo que no produce grandes beneficios se aparta o se considera poco importante, como esos artistas que no son tan grandes como Katy Perry. A ellos se los considera menos valiosos. En mi opinión no se pueden valorar las cosas en relación al beneficio que producen o a la envergadura de su éxito».
Dice Manson que ‘No Horses’ es una canción escrita en modo «corriente de voz interior en la línea de Patti Smith», aunque su letra no tiene nada que ver en principio con el clásico de Smith, ‘Horses’. «Te amarán, te adorarán, y después te venderán y te harán daño, y no habrá perdón, ni seguridad, solo habrá polis, solo hombres con pistolas», clama Manson en la letra. Tampoco por sonido ‘No Horses’ parece inspirada en el trabajo de la leyenda punk: sus sintetizadores oscuros y corrosivos presentan sobre todo un cariz más propio de Nine Inch Nails.
Arcade Fire publica nuevo disco, ‘Everything Now’, el 28 de julio, dentro de 14 días, y los adelantos que han compartido del mismo hasta el momento prometen un trabajo con muchos sintetizadores y vistas a la música disco de los setenta, es decir, un trabajo que lleva un paso más allá algunas de las inquietudes del grupo exploradas en su disco anterior, ‘Reflektor’. Además, Butler y compañía lo están promocionando a través de una divertida estrategia de fondo anti-capitalista que últimamente ha apuntado acertadamente a las hermanas Jenner y sus horribles camisetas vintage.
El grupo ha compartido este jueves un nuevo single del álbum y, como ‘Everything Now’, ‘Creature Comfort’ y más recientemente ‘Signs of Life’, vuelve a ser disco. En este caso es la única integrante femenina del grupo, Regina Chassagne, quien asume todo el protagonismo vocal en ‘Electric Blue’. Y es ella únicamente también a quien vemos en el videoclip de la canción, que se ha rodado en Nueva Orleans durante la celebración de la cabalgata de Mardi Gras, y en el que vemos a Regine bailando y cantando mientras el servicio de limpieza de la ciudad limpia las calles. Para Regine, la fiesta no ha terminado.
En su actual línea irónica anti-capitalista, Arcade Fire ha dicho sobre ‘Electric Blue’ que es «un anuncio que dura lo mismo que la canción». «Antes solía llamarse videoclip musical, pero en los últimos tiempos ha pasado a llamarse «vídeo promocional». Lo llames como lo llames, estamos seguros de que creará expectación ante el lanzamiento del próximo álbum». El grupo confirma que otros de sus integrantes aparecen también en el vídeo haciendo de trabajadores, aunque hay que echarle esfuerzo para encontrarlos.
I do love Arcade Fire's copywriting around the new record. This blurb explains the 'music video' for their latest single 'Electric Blue.' pic.twitter.com/YAJMMv0ZTf
La Bien Querida ha sorprendido este año con el reciente lanzamiento de su nuevo single reggae-dub, ‘7 días juntos’, que ha dividido a nuestra redacción, aunque no tanto como dividió en su momento el tecnopop de ‘9.6’ incluido en ‘Romancero’. El tema era el primer adelanto del nuevo disco del grupo, ‘Fuego’, que sale el 6 de octubre en Elefant.
Hoy viernes La Bien Querida publica un nuevo adelanto de este álbum, ‘El lado bueno’, que sorprende por otro motivo, pues empieza en forma de balada acústica con guitarras… para transformarse después en un bailable número cercano al country-folk. ‘El lado bueno’ nos habla de un amor a través del cual Ana Fernández es capaz de afrontar la vida positivamente. «Preparada para lo peor, esperando siempre lo mejor, caminando lo bastante, y llegar por fin a alguna parte», canta Fernández, «no podemos cambiar la dirección del viento, pero sí ajustar las velas para llegar al puerto».
Tras este verso, ‘El lado bueno’ anima sus ritmos, casi convirtiendo la canción en otra diferente, para contarnos Fernández en el estribillo que su amor existe para «descubrir contigo el lado bueno de las cosas». De hecho, la cantante dedica el verso siguiente abiertamente a su amado: «eres un incendio forestal, yo siempre me quemo entre tus brazos, nunca te he dejado de buscar, y en mi vida estás en un altar».
Tras revelarse la carta de Tupac a Madonna en la que el rapero le confesaba las razones por las que había cortado con ella, la correspondencia de Madonna en los noventa vuelve a ser actualidad. Ahora una carta supuestamente escrita por Madonna al actor John Eno a principios de los 90 ha salido a subasta y tiene tela: en ella, según el sitio de subastas, Madonna expresa su malestar en uno de los momentos más bajos de popularidad de su carrera y aprovecha para meterse con Whitney Houston y Sharon Stone, a las que llama «horriblemente mediocres». Habría ofrecido la carta a subasta la colaboradora y amiga de Madonna, la asesora de arte Darlene Lutz.
La carta se escribe tras la publicación de ‘Erotica’ y el libro ‘Sex’, que se venden bien en su momento, pero no tan bien como Madonna había acostumbrado. «Ahora que he enfadado a algunas personas se me castiga y se me achanta y se me obliga a sentarme en un rincón, al tiempo que otras personas menos interesantes y emocionantes recogen los beneficios de los caminos que yo he allanado», escribe la cantante. «A lo mejor así es como se sintió Elvis Presley cuando se hizo enorme. Es tan frustrante leer que Whitney Houston tiene la carrera musical que yo desearía tener o que Sharon Stone tiene la carrera en cine que yo nunca tendré… no porque quiera ser estas mujeres -antes preferiría la muerte- sino porque son tan horriblemente mediocres, y siempre se las alza como parangones de virtud y como varas de medir para humillarme… Todo lo que hago es tan original y único: me he entregado tanto a mi disco y a mi libro y solo me ha traído pena y dolor. No creo que pueda participar en el juego de ser aceptada: soy demasiado inteligente y tengo demasiado orgullo».
La actriz Sharon Stone ha contestado a Madonna en Facebook, pero no para confrontarla sino, al contrario, para apoyarla. «Que sepas que soy tu amiga», empieza. «En algún momento, en privado, yo misma he deseado ser una estrella del rock…. y me he sentido tan mediocre como tú describiste. Solo aquellos que hemos sobrevivido durante tanto tiempo sabemos que aceptar nuestra propia mediocridad es la única manera que tenemos de conocer nuestras capacidades… para llegar a donde ambas hemos llegado. Te quiero y te adoro y nadie me pondrá en contra tuya, ni siquiera a través de la invasión de tus propios vaivenes personales».
Beyoncé ha vuelto a las redes sociales y a lo grande, para presentar a sus mellizos recién nacidos a través de una nueva sesión de fotos para enmarcar como la que ya hiciera para anunciar su embarazo. Y ojo porque la imagen, subida a Instagram hace dos horas a tiempo de redacción de este artículo, supera ya los 3 millones de «likes».
Como se rumoreaba, Beyoncé efectivamente dio a luz no en el Día del Padre en Estados Unidos, sino varios días antes, el 14 de junio. La cantante confirma esta información en Instagram escribiendo: «hoy hace un mes que nacieron Sir Carter y Rumi». Así se llaman las criaturas.
En la imagen subida a Instagram, Beyoncé es retratada cogiendo a sus dos criaturas tras un marco floral y frente al mar, enfundada además en un vestido floral de color violeta y una especie de tocado de color azul claro. El atuendo es obra de un español, Palomo Spain, que en una entrevista para Divinity ha confirmado que Beyoncé le encargó este vestido «personalizado». La imagen parece de nuevo una referencia simbólica a la Virgen de Guadalupe, aunque conociendo a Beyoncé, la elección de algunos colores podría ser un toque a Oyá, la diosa yoruba de la destrucción… y también del nacimiento.
Desde el otro lado de los Carter-Knowles, el marido de Beyoncé, Jay-Z, que acaba de sacar disco, ha hablado sobre su matrimonio con la cantante en un documental exclusivo de Tidal. Dice que mantener la relación a flote ha sido duro. «Yo solo corrí hasta aquí y construimos esta hermosa mansión que es nuestra relación y que no estaba construida en base a la verdad al 100%, por lo que empezó a romperse”. “Llegamos a un punto en que, para que esto funcionara, no podía haber una sola mentira», ha apuntado.
La primera jornada del FIB 2017 ha sido uno de los jueves de mayor asistencia que se recuerdan. Como siempre durante los últimos años, una gran afluencia británica ha marcado el destino de algunos de los sets, en este caso de gente como Ride o Stormzy. Pero el cabeza de cartel era claramente The Weeknd, uno de esos pocos artistas que puedes encontrar constantemente en las webs especializadas más exigentes y al mismo tiempo en Los 40 Principales. Casi es difícil recordar los tiempos de sus mixtapes ahora que es una diva que puede permitirse salir 5 minutos tarde al escenario de un macrofestival, ¿cierto?
Abel Tesfaye ofreció un concierto sorprendentemente muy orgánico, con muchos menos pregrabados de lo esperado y una solvente banda destacada en una segunda altura, mientras él se paseaba de un lado al otro del escenario bajo su equipo. Empezó a lo grande con ‘Starboy’ y terminó, antes de los bises, como su último disco, con la otra canción que tiene producida por Daft Punk, ‘Feel It Coming’. Entre medias, una larga lista de canciones acortadas, no siempre bien dispuestas (alguien tiene que enseñarle cómo orquestar un buen repertorio con la cantidad de discos que, con la tontería, tiene ya), pero muy agradecida. El sonido de batería y guitarras, e incluso de su voz aterciopelada, era espectacular, dejando solo el protagonismo a pregrabados durante el estribillo de ‘Rockin» y algún momento más. Estupendo mash-up de ‘Secrets’ y la gran ‘Can’t Feel My Face’, y muy celebrado bis con la coreadísima ‘The Hill’. Resonarán entre sus fans largo rato los «I’d die for you, Spain», mientras lamentaba no haber visitado nuestro país hace mucho (suponemos que de vacaciones).
A continuación, una de las grandes sorpresas de la noche la daban en el Escenario Visa The Jesus and Mary Chain. Pensé que veríamos un grupo en declive, a lo sumo correcto, pero ahí el único declive era el del público que no atendía. La influyente banda de shoegaze dio un show de sonido de 10 en el que vibraron tanto sus evidentes influencias de Lou Reed como las de Phil Spector, así como las que han dejado en una generación posterior. ‘Just Like Honey’, en la segunda mitad, ni siquiera fue la cumbre del set: despuntaron igualmente ‘Some Candy Talking’, ‘The Living End’ o para terminar ‘I Hate Rock’n’Roll’. I Hate Rock’n’Roll? Más bien, «it’s only rock’n’roll, but I like it!».
«Está bien estar de vuelta, especialmente después de nuestros últimos días», así celebraba el líder de Ride su regreso a los escenarios del FIB 22 años después de su separación y de su concierto en la primera edición del festival (!), que fue el último que dieron, antes de separarse en 1995 (!!), hasta el año 2015 (!!!). La frase que celebraba el reencuentro, pronunciada entre los dos primeros temas del setlist, ambos del último disco del grupo, ‘Lannoy Point’ y ‘Charm Assault’, sirvió para introducir su indie británico de manual, en sintonía con los primeros Stone Roses y a todas luces un precedente de Oasis. No en vano, aunque no es la canción en la que más recuerdan, se despertó algún tipo de conexión mental y varios guiris se animaron a entonar un poquito de ‘Don’t Look Back In Anger’, el espontáneo himno post-atentado de Manchester, en un momento random de este concierto de Ride. El show dejó como momentos destacados la permanente sonrisa de Mark Stephen Gardener (sorry, Andy Bell), una ‘Cali’ llena de misterio; la electrónica cuasi trendsetter de ‘Leave Them All Behind’, un tema de 1992; o la maravillosa melodía de ‘Taste’. Fueron terminando con ‘Vapour Trail’, se recrearon en ‘Drive Blind’ y soltaron un «Enjoy The Weeknd» de despedida que nadie sabía si era por Abel Tesfaye o por el finde. Todo muy correcto, solo les sigue faltando un macrohit.
Con Ride medio comenzábamos la primera jornada de un Festival de Benicàssim realmente multitudinario en el que, en numerosos conciertos se han escuchado varios vítores dedicados a Jeremy Corbyn, el líder laborista británico (sobre la melodía de ‘Seven Nation Army’ de White Stripes). Entre ellos, el imponente show de Stormzy, marcado por las sencillas proyecciones con pequeñas distorsiones de colores sobre el directo que se mostraban tras él, y sobre todo por temazos como ‘Cold’ (hacia el principio), el R&B de ‘Cigarettes and Cush’ hacia la mitad o en última instancia, su aportación a ‘Shape of You’ de Ed Sheeran (precedida de un «¿Sabéis lo que es el grime? Porque no importa demasiado ahora mismo») y esa ‘Big for Your Boots’ en la que el volumen se baja estratégicamente cuando toca la cita a Adele. Para terminar ‘Shut Up’, ultra celebrada por el público. A destacar las ganas y la verborrea cantando de Stormzy, entregadísimo y perjurando que este ha sido uno de sus shows favoritos.
A primera hora de la noche, Ten Bears, uno de los grupos revelación de Madrid, ofrecían un dicharachero set en el pequeño escenario OchoyMedio/Razzmatazz, con influencias de gente como M.I.A., estilos como el trance y el synth-pop y sellos como Mad Decent. Mientras un DJ en segunda plana pincha las suculentas bases, dos voces femeninas -un tanto estridentes- ejercen de líderes en el repertorio de este interesante proyecto que dará que hablar o debería. También hay que destacar el sensual show de Honne, totalmente orgánico en su formato quinteto y muy suculento para seguidores del primer Michael Jackson o los primeros Phoenix, es decir, ¿todos nosotros?
La noche terminó con los hits tipo remezcla de ‘I Follow Rivers’ de Lykke Li de OchoyMedio DJ’s o el guiño a Moby de la sesión bailable de Kölsch. El escenario grande lo cerró Bonobo, en la que era la primera vez en el FIB para Simon Green. El británico salió acompañado de su banda y de Szjerdene, vocalista de varios de sus hits. Bonobo hizo un repaso de canciones de su último disco y anteriores, consiguiendo una delicia de espectáculo, muy cuidado y dinámico, donde las intervenciones de batería, guitarra e instrumentos de viento sumaban a lo que él aportaba a los teclados. Nos hizo bailar, entre otras, con ‘Bambro Koyo Ganda’ perfectamente enlazada con ‘Cirrus’, ‘Kerala’ o ‘Outlier’. El concierto, muy orgánico, fue precioso y aunque gran parte del público estaba entregado al show de sus emociones, faltó algo de atención quedando algo desaprovechado.
Hoy comienza en Madrid, en el recinto del IFEMA, el festival Río Babel, que pretende situarse como una propuesta prácticamente inédita en la capital. Una gran fiesta de la música iberoamericana en la que el folclore y la música avanzada se den la mano.
Así, junto a nombres populares como Estopa, Macaco, Amparanoia, La Pegatina, Residente (mitad de Calle 13) o Los Fabulosos Cadillacs, podrá disfrutarse de artistas más underground pero tanto o más interesantes como Mala Rodríguez, Niño de Elche, Nicolá Cruz, Novedades Carminha o Chancha Via Circuito. También tenemos nombres del panorama latinoamericano que aún no son tan conocidos por aquí pero que merecen la pena.
iLe
La desaparición de Calle 13 fue el acicate que Ileana Cabra necesitaba para lanzarse en solitario. Debutó el año pasado con ‘iLevitable’, un disco que se enfrenta con respeto a géneros clásicos como el son, el bolero y el boogaloo… pero desde un punto de vista musical. Porque en el aspecto lírico, iLe plantea unos textos que desafían las convenciones. Una intención que plasma perfectamente en clips tan inquietantes como el de ‘Canibal’ o ‘Triángulo’. ‘iLevitable’ se alzó con el Grammy al mejor disco de rock o alternativo ante pesos pesados como Carla Morrison o Illya Kuryaki & the Valderramas.
Kanaku y El Tigre
Desde que emergieran en 2010, la música del dúo formado por Bruno Bellatín y Nico Sada ha evolucionado de forma considerable: el psicofolklore de ‘Caracoles’ mutaron al rock expansivo de ‘Quema quema quema’ (2015), aprovechando las posibilidades que ofrecían las guitarras eléctricas al ampliar su formación a un quinteto pero sin perder su gusto por la tradición (como en esa ‘Pulpos’ en la que cantaba Leonor Watling). En todo caso, y a la espera de escuchar sus próximos pasos, son la prueba de que en Perú pueden surgir bandas tan interesantes como en el vecino andino.
Kumbia Queers
A base de tocar y tocar sin parar durante toda una década, este combo establecido en Argentina se ha ganado una base de fans lo bastante sólida en Europa como para hacer un tour como en el que están inmersas ahora mismo. Su secreto es haberse situado a medio camino de la cumbia y el punk rock (pero más cumbia) para hacer temas festivos con letras comprometidas tanto con la causa LGTTBI como con las políticas de izquierdas. Fiestón asegurado.
Mateo Kingman
Este ecuatoriano ha mamado la cultura occidental de la música electrónica y el hip hop pero, en su carrera musical, traslada esas influencias para llevar a un nuevo lugar la cultura amazónica tan enraizada en su país. La colisión de esos dos mundos prácticamente antitéticos resulta fascinante en sus manos, como refleja su debut de 2016 ‘Respira’ en canciones como ‘Sendero del monte’. Una de las grandes promesas del pop latinamericano.
Systema Solar
En realidad, este combo colombiano no necesita mucha presentación (quizá aún sí en nuestro país) porque sus ritmos afrocaribeños pasados por el tamiz de la electrónica contemporánea son sinónimo de baile y verbena, como ellos mismos dicen. Aunque su último disco oficial, ’La revancha del burro’, salió ya en 2013, ellos han seguido lanzando en Youtube temas tan atractivos como ‘Rumbera’ o ‘El wuere’.
Como habían anunciado el pasado año, la próxima obra de Nine Inch Nails se compondría de tres EPs que se publicarían por separado. El primero de ellos, ‘Not The Actual Events’, vio la luz la pasada Navidad en formato digital aunque, como ya os contamos, también se podía adquirir un “componente físico”: una serie de postales impregnadas de un polvo de color negro y composición indeterminada (aunque no parece ser nada tóxico, a posteriori).
Ahora, Trent Reznor y Atticus Ross (como sabéis, además de formar tándem como compositores de bandas sonoras, ambos son los dos miembros del grupo en la actualidad) anuncian el lanzamiento del segundo de esos EPs. Se titula ‘Add Violence’, estará compuesto por 5 canciones y verá la luz tan pronto como el viernes de la semana que viene, 21 de julio. Esto dice su nota de prensa (podéis ver la portada a la que se refiere el texto aquí al lado):
“En ADD VIOLENCE encontramos a unos Trent Reznor y Atticus Ross más accesibles e impenetrables a la vez. La paleta sónica se expande significativamente desde Not The Actual Events, incorporando elementos bellos a la disonancia oscura. El universo narrativo de los tres EPs comienza a evidenciarse a través de las letras disociativas y la portada provocativa y llena de pistas. También habrá un ‘componente físico’, disponible exclusivamente a través de NIN.com.»
La prueba de que, efectivamente, este EP presenta un sonido más accesible se llama ‘Less Than’ y ha sido presentada hoy a través de un vídeo. Seguramente sea su canción más pop desde los tiempos de ‘The Downward Spiral’, con esos sintetizadores tan technopop de su inicio, a los que más tarde se suman unas guitarras furiosas. Nine Inch Nails han sido uno de los numerosos nombres del pop y el rock que han aparecido en la tercera temporada de ‘Twin Peaks’. Más abajo podéis ver el vídeo de su interpretación en The Roadhouse de ‘She’s Gone Away’.
El programa de BBC Radio 1 Live Lounge se ha hecho muy popular por invitar a los artistas que pasan por él a hacer una versión de una canción contemporánea al disco o single que presentan. Esta mañana los canadienses Arcade Fire han visitado el show que comanda la locutora Clara Amfo y lo han cerrado interpretando una elección más o menos sorprendente: se trata de ‘Green Light’, el que fuera primer single de ‘Melodrama’, el sobresaliente segundo disco que la neozelandesa Lorde publicaba semanas atrás.
La versión de los de Montreal, aunque tiene bastantes visos de improvisación –han ensayado unos 30 segundos, decían–, no suena demasiado extraña en sus manos y voces, y casi encajaría en su propio repertorio. Puedes escucharla completa en el audio del programa, hacia las 2 horas y 25 minutos de programa. Antes de eso, el grupo también ha tocado ‘Everything Now’, el single del disco del mismo título, que verá la luz en un par de semanas, acompañados por un coro que han formado con el público del programa (escúchala completa en la hora 2:04 del audio).
Recordemos que Arcade Fire están en plena gira promocional de este nuevo álbum en Europa, tras aparecer semanas atrás en el Primavera Sound de Barcelona y por partida doble. Al margen de ‘Everything Now’, también hemos podido escuchar otras canciones del mismo, como ‘Creature Comfort’ y ‘Signs of Life’.
Actualización: la versión de Arcade Fire ya está en Youtube.
Luis Merlo, uno de los actores más queridos de la televisión española gracias a sus papeles en ‘Aquí no hay quien viva’ y ‘La que se avecina’, las dos series más vistas y repetidas en bucle de la TDT, ha sido ingresado de urgencia en la madrugada del martes 11 al miércoles 12 de julio. Su pronóstico es reservado, y se desconoce la causa de su hospitalización. La noticia ha llegado a los medios generalistas de mano de la Revista Love, que cita a varios testigos allí presentes que han observado a los familiares que acompañaban a Merlo visiblemente preocupados. La Vanguardia o FórmulaTV han dado veracidad a las informaciones publicadas por este site. El País ha confirmado que se encuentra en la UCI.
Merlo, hijo del desaparecido Carlos Larrañaga, ha generado algo de inquietud entre sus seguidores tras dejar en las redes sociales mensajes como «no somos aquello que logramos en la vida, somos todo lo que superamos» o «cuando crecemos nos damos cuenta por qué Peter Pan no quería hacerlo». El actor acaba de terminar el rodaje de la décima temporada de ‘La que se avecina’ y en agosto ha de incorporarse a la obra ‘El Test’ junto a Antonio Molero, Maru Valdivielso e Itziar Atienza. Esta comedia gira por España hasta regresar el 27 de noviembre al Teatro Cofidis Alcalá de la capital.
Actualización (13 de julio, 17:25h): Según un comunicado oficial de la familia de Luis Merlo difundido por la cuenta de Twitter MadridEsTeatro, el actor ingresó de urgencias en la madrugada del día 11 al 12 de julio a causa de una «insuficiencia respiratoria». En la UCI, recibió sedación y «respiración asistida durante horas». «Se trata de un episodio puntual y su evolución es favorable», continúa el escrito, «esperando su alta en las próximas horas para continuar con toda normalidad su periodo de vacaciones e inmediatos compromisos profesionales».
COMUNICADO OFICIAL SOBRE LA SITUACIÓN DEL ACTOR LUIS MERLO REALIZADO POR SU FAMILIA pic.twitter.com/JtqlYnixo9
Actualización (15 de julio, 12:07h): Merlo ha sido dado de alta, tal y como informa Libertad Digital. El actor ha acudido a Twitter para agradecer el apoyo recibido. «140 caracteres no son suficientes para agradecer tanto cariño y apoyo de amigos, seguidores, compañeros de profesión y medios de comunicación. Estoy bien, ahora toca descansar para en apenas veinte días cumplir mis compromisos profesionales. Insisto no hay palabras para expresar lo que siento leyendo vuestros mensajes. Os quiero».
Tras dos discos de éxito, incluyendo aquel debut que contenía hits como ‘All I Want’ y fue capaz de vender 200.000 unidades en Reino Unido, los irlandeses Kodaline están de regreso. Acaban de presentar el primer adelanto de su tercer largo, un emocionante ‘Brother’ en el que pasan su folk a lo Mumford & Sons o Keane por el filtro de Bon Iver, y que ya acumula 3 millones de reproducciones en Spotify. Hablamos con la banda el pasado viernes por la tarde en Madrid sobre este tema, su próximo disco o el impresionante vídeo que la acompaña. Nos atienden el cantante Steve Garrigan, serio y concentrado, pero muy agradecido, y el guitarrista, Mark Prendergast, mucho más guapo de cerca que en las fotos y, a menudo, introduciendo un pequeño toque divertido y sutilmente ácido en la conversación. Kodaline actúan el 13 de noviembre en La Riviera de Madrid (entradas aquí) y el 16 de noviembre en la Sala Razzmatazz de Barcelona (entradas aquí).
Estáis a punto de tocar, ¿de verdad os gusta hacer entrevistas así en medio de un festival? ¿No estáis nerviosos?
Steve: «No, no, está bien, nos encanta hablar de nuestra música, gracias por dedicarle tu tiempo».
Mark: «Todavía quedan unas horas, no hacemos entrevistas justo antes, pero ahora mismo está bien, nos gusta».
‘Brother’, el nuevo single, es mi canción favorita del grupo, habladme del modo en que tratasteis las voces.
Steve: «Es un vocoder, nunca lo habíamos usado antes en una canción, y en este álbum vamos a intentar algunas cosas que no hemos hecho antes. El vocoder era muy importante en esa canción. Ha sido divertido aplicarlo y queda bien».
Marc: «Siempre habíamos tratado la voz de Steve de manera natural, nunca le habíamos aplicado Autotune ni nada así, pero este es nuestro tercer disco y tenemos que cambiar el modo en que hacemos música».
Steve: «Es una canción muy emocional, y este tipo de voz tiene sentido ahí. Hay muchas baladas ya que usan el vocoder, y ha sido muy excitante para nosotros probar cosas nuevas».
¿Entonces encontraremos este efecto en más canciones del disco?
Steve: «Tratamos cada canción de manera diferente, así que probablemente no».
¿Está terminado el disco?
Steve: «No está acabado. Sacaremos 3 singles este año, y el álbum el año que viene».
Entonces cuando nos visitéis de gira aún no tendremos el disco nuevo…
Steve: «No, pero sí tendremos otra canción… o eso pensamos. Estamos en una etapa muy creativa y cambiamos de idea todo el rato, pero ese es el plan (se ríe)».
No sois el tipo de grupo que necesita parar de girar para seguir escribiendo o grabando…
Steve: «Vamos a ir incorporando canciones, ya tocamos dos nuevas, y en noviembre tendremos más».
«‘Brother’ es una canción sobre la banda, sobre el resto de compañeros (…) El vídeo cuenta una historia increíble que complementa la música»
‘Brother’ es una canción muy emocionante, pero una vez que ves el vídeo es totalmente indisociable de ella.
Mark: «Un buen vídeo es aquel que recuerdas en cuanto lo ves. Teníamos esta canción desde hacía cuatro meses, ya habíamos trabajado antes con el director, y está bien que alguien añada su historia a la canción. Hemos querido volver a verlo varias veces, nos gusta mucho».
Steve: «El director Stevie Russell es increíble, creemos que es solo cuestión de tiempo que haga sus propias películas. Me gusta mucho ver cortos y él tuvo esta idea que me envió para ‘Brother’ y nos encajó totalmente».
Estéticamente es como una película de miedo, pero al final es como un drama.
Steve: «Parece eso, sí, incluso los actores son increíbles, los dos niños. Lo haga como lo haga, el vídeo cuenta una historia increíble que complementa la música, que llevó nuestra historia a otro sitio. Vimos el vídeo con unos amigos y todos se pusieron a llorar al verlo».
¿Ha cambiado la historia de la canción, un vídeo tan potente?
Steve: «Para mí la canción era sobre la banda, sobre el resto de compañeros. Somos hermanos, llevamos juntos desde pequeños, hemos estado siempre unidos en este viaje loco, tocando por todo el mundo, somos un apoyo los unos para los otros y quería cantar sobre lo que significa para mí. Stevie añadió una historia totalmente diferente y puede significar eso también: esa es la belleza de las canciones».
¿El resto de canciones tiene algo que ver con ‘Brother’, temáticamente?
Steve: «Es una buena pregunta… Escribimos canciones sobre momentos, sentimientos, pero hay algo común en el disco, que va sobre las relaciones, no con chicas, sino con amigos, la familia… sí, hay otras canciones en la línea».
¿Quién ha producido este tema?
Mark: «Stephen Harris, un tipo que produjo nuestro primer álbum. Y también hemos trabajado con Two Inch Punch, que ha estado en el disco de Rag’n’Bone Man, en ‘Human’. Grabamos la canción con voz y piano y añadió algunos detalles y fue como una gran unión, creando algo interesante. Ha tenido muy buena recepción. Es una canción muy cómoda de tocar en directo. Así que seguro que volvemos a trabajar con él. Es un nombre que mola mucho, ¿verdad? Two Inch Punch».
«Hay un par de canciones de nuestro segundo disco que podríamos haber hecho mejor»
¿Os arrepentís de la producción del segundo disco?
Mark: «Quizá deberíamos haber trabajado más tiempo reflexionando sobre él, lo hicimos con algo de prisa, estábamos girando, lo teníamos y lo sacamos, estábamos organizando bodas y cosas así… Tampoco fue «prisa», pero no le dedicamos demasiado tiempo a dar vueltas sobre él».
Igual «arrepentir» es una palabra demasiado dura para lo que quería decir.
Steve: «No, No, no… de hecho, lo hablamos un montón. Esta vez hablamos de tomar un descanso de la gira. Ese disco fue parte de nuestra historia y si no hubiéramos hecho ese disco, no existiría el nuevo. Para estar hecho en 8 semanas es un buen disco, pero ahora mismo no lo haríamos. Hay un par de canciones que podríamos haber hecho mejor».
¿Qué canciones?
Steve: «‘Human Again’ personalmente no la veo bien terminada, y ‘Coming Alive’…»
«Hace dos semanas dijimos que el nuevo disco estaba listo, pero hace una semana dijimos: «no lo está, hagamos algo más. Está muy bien, pero hagamos que cada segundo sea excelente. No vamos a sacarlo aún»»
Qué pena que no te estoy grabando con cámara, porque tu cara lo está diciendo todo…
(se ríen) Mark: «No queremos que pase de nuevo. Hace dos semanas dijimos que el nuevo disco estaba listo, pero hace una semana dijimos: «no lo está, hagamos algo más. Está muy bien, pero hagamos que cada segundo sea excelente. No vamos a sacarlo aún». No va a llevarnos un año más. Si no es a finales de este año, va a ser muy a principios del que viene. Creo que es de lo mejor que hemos hecho, estamos muy orgullosos, lo escuchamos una y otra vez y creemos que eso dice mucho».
Coldplay, Keane, U2… han terminado haciendo hip-hop, dance… ¿os veis en esas?
Mark: «Creo que es algo que puede surgir».
Steve: «Bueno, hemos hecho una canción con Kygo, ‘Raging‘. Fue divertido, fue ir lejos para lo que somos nosotros, nos metimos en su mundo un poquito. Nos ha influido en el modo de escribir, estamos abiertos a colaboraciones, quizá en el futuro sigamos por ahí».
¿En serio? ¿Incluso en vuestros discos?
(se ríen) Steve: «Sí, sí. Nunca digas nunca más».
Mark: «A llamar a Justin Bieber».
Steve: «Oh, Dios…»
¿Hay algo de los dos álbumes que ya no os guste tocar?
Mark: «Solo tocamos lo que nos apetece. Tocamos temas del primer álbum que aún suenan frescos, está bien tener dos discos y unas pocas canciones nuevas, de manera que puedas elegir. Somos afortunados de que la gente aún se interese por nosotros».
Steve: «El set de los festivales es muy divertido, dependiendo del humor, del estado del público, puedes tocar una cosa u otra. Es increíble que tengamos un buen fondo de canciones del que tirar».
Os vi hace unos años en el Festival de Benicàssim.
Steve: «Ah, por eso llevas estas pulseras».
Ya, son un nido de bacterias.
Steve: «¡No te las quites! Me encanta el festival. Fui como público dos años antes de que empezáramos a tocar».
¿Acampaste?
Steve: «Sí, como con 35 grados. Strokes eran mi grupo favorito y les vi allí y siempre tendré un gran recuerdo de aquello, fue uno de esos momentos con mis amigos… Luego volvimos y tocamos como con 33 grados».
«Fue muy refrescante ver a U2 ensayar con guitarra, bajo, batería y nada más, sin más tonterías».
Mi pregunta es sobre todas las banderas irlandesas que vi entre el público, ¿es algo que os haga ilusión?
Steve: «Vayamos donde vayamos siempre hay una bandera irlandesa entre el público, excepto en Indonesia».
Mark: «Demasiado lejos».
Steve: «Irlanda es un país pequeño, de manera que si coincides con un irlandés, siempre te dice «hey». Cuando vemos la bandera, la señalamos y saludamos».
Mark: «Estamos terriblemente orgullosos los unos de los otros, sobre todo en el deporte, en el rugby, además, hay tanta música irlandesa… Estamos orgullosos de la unión que genera. Cuando estuvimos en California grabando, resultó que U2 estaban por allí, se enteraron de que estábamos y nos invitaron a su ensayo, hablaron con nosotros durante 2 horas sobre la importancia de estar en una banda, y eso no habría pasado si no fuéramos de Dublín».
Steve: «Fue uno de los momentos más emocionantes de nuestra vida, porque U2 han sido obviamente una influencia muy importante para nosotros. Fue muy refrescante ver a un grupo como U2 ensayar con guitarra, bajo, batería y nada más».
Mark: «Sin más tonterías».
Steve: «Y nosotros allí viendo su show. Nos dio fuerza para volver a lo nuestro y seguir».
¿Ha cambiado Dublín en los últimos tiempos? No voy hará unos 10 años.
Mark: «Muchísimo. Está todo mucho más construido, es un lugar muy seguro, mucho más barato que hace 10 años y ahora está más relajado».
Steve: «Es más barato porque la economía petó».
Marl: «¡Tienes que volver!».