Childish Gambino, el proyecto musical del actor y guionista Donald Glover, se hizo famoso en 2013 tras la edición de su segundo largo, el fantástico ‘Because the internet’, que logró dos nominaciones a los premios Grammy en 2015, una por Mejor disco de rap (que ganó Eminem) y otra por Mejor canción de rap por ‘3005’, el primer sencillo del álbum, que fue a parar en manos de Kendrick Lamar por ‘i’.
Tres años después del lanzamiento de ‘Because the internet’, Childish Gambino está de vuelta con un nuevo disco, ‘Awaken My Love!’, que sale a la venta el mes que viene, concretamente el 2 de diciembre a través de Glassnote, y que se presenta con el portadón que ilustra este post y un single épico, ‘Me and Your Mama’, que abre el álbum y es una fusión de R&B psicodélico, hip-hop y un soul-rock intenso como el entendido recientemente por Miguel o en el pasado por Prince o Funkadelic.
Recientemente, Donald Glover ha actuado en una serie de autoría propia, ‘Atlanta’, que narra las aventuras de dos primos que intentan hacerse un hueco en la escena de hip-hop de Atlanta. Previamente a eso actuó en ‘Community’, serie que abandonó en 2013 precisamente para trabajar en ‘Atlanta’. Durante este tiempo, como véis, ha compuesto este esperado nuevo trabajo.
‘…Awaken, My Love!’:
01 Me and Your Mama
02 Have Some Love
03 Boogieman
04 Zombies
05 Riot
06 Redbone
07 California
08 Terrified
09 Baby Boy
10 The Night Me and Your Mama Met
11 Stand Tall
La Oreja de Van Gogh han logrado mantener y ampliar su base de fans durante sus 20 años de carrera, resistiendo envites de todo tipo, desde la marcha de su carismática ex vocalista, Amaia Montero, hasta cambios en la forma de vender música, pasando por la falta de atención o respeto por la crítica especializada. Pero acaban de publicar ‘El planeta imaginario‘, su séptimo disco de estudio, y el público parece seguir respondiendo de manera óptima. Aprovechando la promoción de este álbum, hemos podido charlar por teléfono con Xabier San Martín, teclista y uno de los compositores principales del grupo. Hablamos con él sobre este nuevo disco, su producción algo más conservadora, de cómo han apartado un poco los tópicos románticos de algunas canciones para dejar paso a asunto más serios y sobre su consideración dentro del panorama musical estatal. ¿Les veremos algún día actuar en Sonorama, por ejemplo?
En primer lugar, enhorabuena por el éxito que el disco ha tenido nada más salir, colocándose en número 1 de iTunes en España y 6 países de Latinoamérica. Está claro que vuestro público no os da la espalda, supongo que estaréis contentos con la recepción.
¡Sí, muy contentos! Siempre es difícil valorar solo por cuestiones numéricas, pero lo que nos llega de fans, medios y demás es muy positivo. Ten en cuenta que no es fácil, este es ya nuestro séptimo disco y siempre intentamos innovar un poco. Sin que se nos vaya la pinza, pero crecer. Así que nunca sabes cómo se va a responder a eso.
Precisamente, es vuestro séptimo disco y cumplís 20 años como banda. Imagino que no es fácil seguir contando con el respaldo del público, después de tanto tiempo. De vuestro nivel comercial y vuestra generación, no siguen muchos grupos en activo.
No, nada fácil. De nuestra época, fíjate, del lado mainstream quedamos Amaral y nosotros, yo diría. Nosotros, de hecho, sentimos cierta nostalgia de aquellos tiempos, cuando en la radio sonaba pop de guitarras, porque hoy es prácticamente todo orientado al dance. Nos encantaría sonar junto a grupos más de nuestro estilo, más de canciones. Sentimos cierta nostalgia del concepto “banda”. No quiero decir que lo que hay sea peor, pero echamos en falta eso.
«Algunas canciones hemos tardado un mes en terminarlas. (…) Hemos sido, por decirlo así, más neuróticos»
En la nota de prensa de ‘El planeta imaginario’ se dice que este ha sido el disco más difícil de hacer para vosotros. ¿Por qué?
Bueno, ya sabes que a veces en las notas de prensa se exageran las cosas… [Risas] Pero sí que es verdad que, bueno, entre todos tenemos 11 hijos, algunos muy pequeños, entonces tu prioridad ya no es la música al 100%, ¿no? Hay muchas circunstancias personales que te distraen. Por otra parte, ya no tenemos 19 años. Entonces, todo valía, todo cabía. Ahora todo es mucho más meditado, sabes que literalmente millones de personas van a escuchar cada nota, cada palabra, cada acorde, y eso te frena a la hora de avanzar. Algunas canciones hemos tardado un mes en terminarlas. De ‘Verano’, por ejemplo, no exagero si te digo que hay 30 versiones distintas: con ukelele, piano y voz… Una locura. Hemos sido, por decirlo así, más neuróticos. Pero a cambio de ser menos espontáneos, sí que creo que tenemos más seguridad, [nos sentimos] más en control para afrontar en las letras otros temas más serios, que no sean simplemente lo romántico y demás. O al menos, así lo hemos buscado. Creo que esa es la cara positiva de la madurez.
En este disco, al contrario que en ‘Cometas por el cielo’, en el que os atrevíais con arreglos electrónicos, la producción ha sido más conservadora, más ortodoxa, ¿no?
Sí, sí, es verdad. Ha sido totalmente adrede. Con ‘Cometas…’, por decirlo así, nos asustamos un poco. Fue una excursión de ida y vuelta. Nos gustó, pero nos sentimos más cómodos y nos identificamos más con la formación más clásica de pop, esa es la verdad.
En algunas canciones del disco, como ‘Diciembre’ o ‘Cuando menos lo merezca’, percibo algunos sonidos tradicionales norteamericanos. Igual ha tenido que ver con aquella gira que hicisteis por USA, con una producción más pequeña de lo que acostumbráis.
Molaría, pero no es tan premeditado. [Risas] Cada canción nos pide tirar a un lado u otro. ‘Diciembre’ tiene, sí, ese sabor tipo americana, con esas guitarras con reverb, jugando con los muelles… un poco ‘True Detective’, a lo Handsome Family, con los amplis al borde de crujir. Nos parecía sexy. Pero no lo buscamos, surgió así. Y ‘No vales más que yo’, por ejemplo, tiene un rollo yanqui, pero más de baladón, onda ‘Los Fabulosos Baker Boys’, usando los silencios como un elemento más…
«En nuestros principios, cuando en España éramos número 1 en Los 40 y tal, el equivalente al Mondo Sonoro en Los Ángeles nos metía en el mismo saco que a Le Mans»
¿Y cómo fue esa gira, cuáles fueron las sensaciones de volver un poco a vuestros inicios, a tocar en salas pequeñas, moviéndoos en furgoneta…?
Sí, sí, es una gozada. Te recuerda un poco lo que eres, te devuelve tu identidad, y eso mola mucho. Vivir la realidad de las salas… Es muy inspirador. Paradójicamente, mira que hemos hecho conciertos en sitios gigantes, emblemáticos… pero la caña de tocar en salas de 1.000, 2.000 personas no tiene igual. Nos llama mucho la atención la respuesta, porque allí somos mucho menos mainstream, y el ambiente es como más bohemio. En nuestros principios, cuando en España éramos número 1 en Los 40 y tal, el equivalente al Mondo Sonoro en Los Ángeles nos metía en el mismo saco que a Le Mans, compartíamos página con ellos. Tiene gracia, cómo la misma música, siendo aquí el grupo más denostado para el indie, allí se veía como algo alternativo.
Hablábamos de Latinoamérica antes, y yo percibo cierto eco de ranchera en ‘Tan guapa’, en la que por cierto cantas tú por primera vez, luego te preguntaré… Pero ¿es algún tipo de guiño a vuestras experiencias por allí?
[Risas] Bueno, puede ser, pero nosotros pensamos más en un rollo 50s, un poco Otis Redding, fíjate… Pero bueno, si te suena a ranchera, la culpa es solo nuestra… [Risas]
Y, bueno, ¿cómo surgió la idea de cantarla tú?
Nada, si es un bonus track… Pues fue que la maqueta estaba así, canturreada por mí, y el resto, un poco de broma, comenzó a decir que la dejáramos tal cual. Y jugando, jugando… A mí me daba terror la idea, pero sinceramente, no es falsa modestia. Pensaba “se nos está yendo la pelota”. Pero bueno, lo pasamos bien grabándola, la verdad, y a los fans les gusta.
Igual es un principio de algo, ¿no? ¿Te lanzarás más a menudo?
¡Qué va, qué va! Tengo demasiado poco talento y demasiado pudor.
Antes hablabas de que en la radio de ahora suena, sobre todo, música dance, pero en ‘Camino de tu corazón’ introducís unos ritmos casi reggaetoneros. ¿Os interesa ese tipo de rítmica, un experimento…?
Sí, bueno, era una forma de experimentar. Nosotros pensábamos más en The Wailers que en el reggaeton, pero bueno, programando ritmos al final nos quedamos con ese patrón…
Bueno, al final también es Caribe…
[Risas] Sí, son esas latitudes. Pero sí, es un experimento. En casi todos los discos hay algún tema en el que nos dejamos llevar y hemos hecho un poco de trabajo de laboratorio. Desde ‘El viaje de Copperpot’, donde estaba ‘Pop’, que tenía una 909, pumba pumba, bakalao… En cada disco hay un pequeño espacio para asustar a alguno. Pero bueno, incluso ese tema, para bien o para mal, sigue sonando a nosotros.
Tradicionalmente vuestras letras son usadas como principal argumento en contra por vuestros detractores: son enrevesadas, ripios…
Sí, sí…
«Sí queríamos mejorar [con las letras], pero sinceramente no teníamos ninguna espinita»
En este trabajo se percibe un esfuerzo por cambiar en ese aspecto. Por un lado, son más específicas, más claras, y por otro, tocáis, como decías antes, temas más adultos. ¿Era una espinita que teníais ahí y queríais mejorar?
Sí queríamos mejorar, pero sinceramente no teníamos ninguna espinita. A medida que avanzan los años, metemos muchas horas en el local y en el papel, que te dan más sensación de control, manejas mejor las herramientas, te atreves a contar las cosas con más profundidad, con más matices. Para nosotros este disco es un pasito más, no un gran paso, pero si alguien lo ve así, bienvenido. Y para el próximo será igual, intentaremos contar algo que te remueva, te despeine un poco. Cuando tienes 18 años el ángulo de visión es estrechito, pero ahora con 40, empiezas a ampliar, te atreves a hablar de otras cosas.
Bueno, es que hay temas crudos, delicados, más adultos. Empieza el disco y ¡bam!, Alzheimer (‘Estoy contigo’), y más tarde, violencia machista (‘No vales más que yo’), una madre enferma que se dirige a su hijo (‘Mi pequeño gran valiente’)… ¿Cuál de todas os ha sido más complicada de escribir?
Hombre, está claro que cuanto más delicado sea el asunto más miedo te da meter la pata. Con la violencia machista, por ejemplo, hemos tratado de evitar el oportunismo, la truculencia, lo facilón. Es directamente proporcional a lo sensible del tema.
En la redacción de JENESAISPOP pensamos que sois un grupo bastante ejemplar melódicamente, y que tenéis unas canciones fantásticas a lo largo de vuestra carrera. Pero quizá esto es algo que la crítica no valora lo suficiente. ¿Os sentís poco valorados por la crítica?
Bueno, entre la crítica, salvo Diego Manrique, hubo pocos que rompieran una lanza por nosotros y dijeran cosas como lo que acabas de decir. Entiendo que somos un grupo muy mainstream y que ni siquiera hemos entrado a trámite, pero también pienso que después de 20 años hemos demostrado que somos un grupo 100% auténtico, real. En un ámbito de crítica más serena, más puramente musical y menos de postureo, sí creo que estamos justamente valorados.
«En un ámbito de crítica más serena, más puramente musical y menos de postureo, sí creo que estamos justamente valorados»
Del mismo modo que el público y crítica valoran vuestro talento melódico, supongo que la industria y otros artistas también lo hacen. Tú mismo has compuesto canciones para otros artistas pop, como Auryn, Paulina Rubio, Sergio Rivero… ¿Os llegan muchas propuestas de componer para otros?
Sí, llegan un montón, pero para nosotros lo prioritario es la agenda del grupo. Personalmente, recibí muchas propuestas que tuve que desechar porque, precisamente, coincidían con este disco. Lo que hacemos fuera del grupo son como excursiones, cosas muy divertidas de hacer e inspiradoras, creativamente muy estimulantes. Pero casi siempre nos pilla muy ocupados, de gira o con la cabeza ya puesta en el próximo disco. Es algo puntual por eso, pero personalmente nunca ha habido nada que haya dicho que no porque sea disparatado. Más bien al revés, cuanto más disparatada mejor, es más divertido cuanto más antagónico. Aunque a veces aciertas y otras no.
¿Incluso de artistas foráneos, angloparlantes?
Sí, alguna vez, pero eso ya ha sido a través de la compañía. La verdad es que para mí la música y la letra, con perdón del último Nobel de Literatura, es algo que va entreverado, como la grasa del jamón. [Risas] Para nosotros sería difícil, escribir la música y no la letra, porque la semántica se ve reforzada por la música. Yo lo vería un poco impostor.
Este disco se titula ‘El planeta imaginario’ porque es así como veis los momentos en que os juntáis en el local de ensayo. ¿No guarda ninguna relación con aquel programa infantil que marcó tanto a nuestra generación?
No directamente, pero no nos molesta. Tenemos grabada a fuego esa versión de la ‘Arabesca’ de Debussy, por Isao Tomita. Lamentamos mucho su muerte, y de hecho lo mencionamos en Twitter. Era un crack, poca gente habla de él y para mí fue uno de los músicos más vanguardistas con los sintetizadores. Para mí está incluso por encima de Wendy Carlos, era un pintor de música inigualable.
En este disco, para mí, la voz de Leire suena más segura que nunca, más liberada. Lo percibo especialmente cuando escucho grabaciones anteriores. ¿Lo habéis notado vosotros, desde dentro?
Puede ser, pero es que aún estamos como demasiado dentro. Es como cuando vas con tu niño, te encuentras a la vecina y te dice “¡hay que ver, qué grande está!”. No tenemos perspectiva. [Risas] Ten en cuenta que llevamos 5 años prácticamente sin parar, haciendo al menos un concierto a la semana, grabaciones… Pero vaya, que me suena bien lo que dices.
¿Pero ella ya ha adquirido su espacio en el grupo, ya tiene una entidad?
Total, es que no podría ser de otra manera. El tema vocal es totalmente su área y ella manda ahí.
En diciembre comenzáis una gira que, de forma llamativa, es en salas de tamaño medio o pequeño, que lógicamente se están agotando rápidamente. ¿Es una cuestión de prudencia?
No, la idea es acompañar la promo con conciertos, dar a las canciones una realidad de forma un poco rápida, que hubiera actuaciones a la vista aunque fuera en sitios pequeños, al menos en varias ciudades importantes. Claro, lógicamente se están agotando rápido, pero bueno, repetiremos. En primavera estaremos en Estados Unidos y Latinoamérica, pero en verano ya haremos una gira por todo el país, haciendo plazas grandes.
Y, dada la cantidad de festivales que hay en nuestro país, ¿os planteáis tocar en un festival, si llegan ofertas?
Claro, por supuesto.
Por ejemplo, pienso que en un festival como Sonorama no sería tan extraño veros en el cartel, por ejemplo…
Totalmente, sería un placer, si la mitad de los grupos que actúan allí nos encantan. Lo que pasa es que todavía no… [Se ríe]
«La Oreja de Van Gogh ni se plantea para actuar en Sonorama. The Rural Zombies y luego, La Oreja de Van Gogh, ¿te imaginas? Alguno empieza a fibrilar»
¿Crees que hay muchos prejuicios hacia vosotros?
Sí, sí, los hay… Pero ojo, también al revés, seamos justos. Igual de prejuicio es que muchos grupos que valen la pena no suenen en radios generalistas. Yo pienso que Dorian podrían sonar sin problemas en Cadena Dial, por ejemplo. Pero ni se plantea. Por el mismo problema, La Oreja de Van Gogh ni se plantea para actuar en Sonorama. The Rural Zombies y luego, La Oreja de Van Gogh, ¿te imaginas? Alguno empieza a fibrilar.
[Risas] Pero bueno, si han actuado Raphael, Dúo Dinámico…
Falta tiempo, igual dentro de 10 o 15 años… Falta un poco aún para que llegue ese toque irónico, el paraguas de la ironía que cubre todo y permite todo.
Después de una serie de filtraciones sobre su tracklist y pistas de 55 segundos soltadas deliberadamente en sus playlists de Spotify, The xx han estrenado como está mandado ‘On Hold’, el primer adelanto de su nuevo álbum.
La canción comienza como el clásico dúo entre Romy y Oliver, pero hay un cambio en el estribillo, donde la canción pasa a lo bailable con el uso no del típico truco instrumental tan de moda en los últimos tiempos, sino de voces sampleadas más ininteligibles. Es ahí donde escuchamos claramente la mano de Jamie xx, que viene de triunfar con ‘In Colour‘ y, como era de prever, añadirá nuevos matices a la producción del trío. La canción contiene un sample de ‘I Can’t Go For That (No Can Do)’ de Hall and Oates.
The xx publicarán su tercer disco como auténticas superestrellas. Su primer álbum despachaba un millón de unidades y el segundo ‘Coexist‘ no les mostraba precisamente en decadencia. Este tercero estaba previsto para algún momento del año pasado, pero la larga sombra de ‘In Colour’ de Jamie xx, que era nominado a los Mercury, y dejaba un pequeño hit en las emisoras británicas (‘Good Times’), así como singles tan degustables como ‘Gosh’ y ‘Loud Places’, retrasaba su lanzamiento.
El tracklist verdadero del tercer disco de The xx, que sí se llama ‘I See You’, presenta variaciones frente a lo filtrado en Shazam y la fecha de edición es el 13 de enero.
Tras un pequeño retrasillo, Rumer publica el 25 de noviembre su nuevo disco, ‘This Girl’s In Love: A Bacharach And David Songbook’, que se compone de canciones escritas por sus ídolos Burt Bacharach y Hal David, fallecido en 2012, a los que tanto referenciaba su exquisito primer largo ‘Seasons of my Soul‘. Después, Rumer colaboraba con Burt Bacharach varias veces, como en un single navideño y de hecho la cantante se ha casado con Rob Shirakbari, que trabajaba con Bacharach y David durante 25 años como director musical.
El nuevo álbum ha sido grabado en los Capitol Studios y ha sido arreglado por Shirakbari. Hoy en JENESAISPOP estrenamos para España el vídeo de ‘What The World Needs Now Is Love’, que se grabó en Abbey Road con orquesta. En el caso de esta reinterpretación del clásico de 1965 popularizado por Jackie DeShannon, ha dicho que se ha dado cuenta de que es un tema que funciona como «una oración». «Es una canción sobre alguien que le pide a Dios que traiga paz al mundo». Viene, pues, que ni pintado para esta semana.
Rumer ha realizado unas declaraciones para el lanzamiento de este disco. «No podría haber hecho este disco hace cinco años. Creo que hoy tengo una paleta suficientemente amplia para dibujar cosas sobre los personajes y las historias de estas canciones. Ese tipo de punto de vista que viene solo cuando te haces mayor».
Os dejamos con el tracklist. Burt Bacharach toca el piano en el tema titular y ‘The Last One to Be Loved’ se ha incluido como petición suya.
1. The Look Of Love
2. Balance Of Nature
3. One Less Bell To Answer
4. Are You There (With Another Girl)
5. (They Long To Be) Close To You
6. You’ll Never Get To Heaven (If You Break My Heart)
7. Land Of Make Believe
8. A House Is Not A Home
9. Walk On By
10. The Last One To Be Loved
11. This Girl’s In Love
12. What The World Needs Now Is Love
Britney Spears continúa actuando como residente en Planet Hollywood de Las Vegas haciendo algunos de sus mayores clásicos, además de canciones menos conocidas de su repertorio y dos singles de su último disco, ‘Glory’. La cantante actuará en Las Vegas hasta mayo de 2017 pero se desconoce qué hará después, si extenderá la residencia un año más o la dará por concluida definitivamente. No estaría mal que saliera de gira por todo el mundo, pues las ventas de ‘Glory’ están siendo paupérrimas, pero eso es ya cosa suya.
Uno de los motivos por los que Britney actúa en Las Vegas es por la comodidad de no tener que viajar cada noche a un país distinto para actuar y la cercanía de su familia. Pero hay un motivo por el que la cantante podría abandonar la residencia: el público de Las Vegas. Las primeras filas de ‘Piece of Me’ suelen ser buenas, sin embargo, más atrás, como en casi todo concierto, el público va más a su aire y no hay que olvidar que estamos en Las Vegas y una gran parte del público de Britney ni siquiera es fan.
Esto le quedó claro a Britney anoche cuando actuó ante un público de lo más desganado (una noche mala, ¿no?). La situación fue tal que Britney se cabreó y pidió claramente a su público que «levantara el puto culo» antes de introducir a su banda de bailarines al final del show. «Gracias», apostilla Britney en el vídeo, con un tono de irritación notable. Antes de eso, en la actuación anterior de ‘Till the World Ends’, Spears se dirige al público con una petición: «os reto a que os quedéis sentados». ¿Tan aburrido se está volviendo el público de Spears?
Tres años después de la edición de su último disco, ‘No Blues’, en 2013 (aunque en 2014 hubo EP navideño), el grupo de punk-pop galés Los Campesinos! ha anunciado nuevo álbum, ‘Sick Scenes’, para el 24 de febrero tal y como informa hoy Stereogum. Precisamente una «escena enfermiza» ilustra la portada anime del disco en cuestión en la que vemos a una joven tirada inconsciente en el suelo de un supermercado después de haber ingerido agua de una botella de plástico.
El primer adelanto de ‘Sick Scenes’ es ‘I Broke Up in Amarante’, que va sobre «combatir los problemas mentales» según el líder del grupo, Gareth, «y sobre intentar tranquilizarte y razonar contigo mismo por algo que no puedes controlar». «De forma específica, [‘I Broke Up in Amarante’] va sobre cómo mi mecanismo de defensa principal [contra mis problemas mentales] ha sido emborracharme todo el rato al calor abrasador de Amarante [NdE: en Portugal] al mismo tiempo que me decepcionaba un torneo de fútbol internacional que era terrible en su mayor parte».
‘Sick Scenes’
01 Renato Dall’Ara (2008)
02 Sad Suppers
03 I Broke Up In Amarante
04 A Slow, Slow Death
05 The Fall Of Home
06 5 Flucloxacillin
07 Here’s To The Fourth Time!
08 For Whom The Belly Tolls
09 Got Stendhal’s
10 A Litany/Heart Swells
11 Hung Empty
Esta mañana, Kate Bush ha concedido su primera entrevista en un lustro. Ha sido en la radio británica, donde la cantante ha acudido para promocionar su nuevo disco en directo, ‘Before the Dawn’, del que ya os hemos hablado y que recopila grabaciones de los directos realizados por Bush en el teatro Hammersmith Apollo de Londres durante agosto y octubre de 2014, sus primeros desde 1979 (un total de 22 para los que conseguir entradas fue todo un infierno). El álbum sale el 2 de diciembre en formato CD doble y vinilo cuátruple pero sin DVD a pesar de que la teatralidad del espectáculo en cuestión era uno de sus mayores reclamos. ¿Saldrá más adelante?
Durante la entrevista se ha estrenado una de las canciones pertenecientes al directo, ‘King of the Mountain’, el primer sencillo de ‘Aerial’, el álbum de Bush de 2005, que puedes escuchar más abajo. Además, Bush ha hablado sobre los conciertos, sobre tu terror escénico y sus nervios cada noche que salía al escenario a cantar, pero sus declaraciones más interesantes se han producido al final de la entrevista, cuando ha dicho que lleva tiempo sin escribir una sola canción porque ha estado ocupada preparando el álbum en directo, pero no descarta que vaya a haber disco nuevo en el futuro. «No es un punto final, es una coma bien grande», ha apostillado.
Podéis escuchar el directo de ‘King of the Mountain’ aquí a partir del minuto 49:37. Os dejamos con el audio de la canción original.
Entre las novedades de la lista de singles española de la semana destacaba el ‘Chantaje’ de Shakira con Maluma. Teniendo en cuenta que ya no hay entradas directas al top 1 desde que cuenta el streaming, el top logrado por ‘Chantaje’ no es precisamente una decepción.
El número 1 en España continúa siendo ‘Safari’ de J. Balvin. Mientras Ricky Martin y Maluma aguardan en el número 2, sube desbancando a ‘La bicicleta’ el ‘Traicionera’ de Sebastián Yatra, claramente el mayor éxito que ha tenido nunca el colombiano.
Además de llegar directamente al top 8 con ‘Chantaje’, algo que no logró ni siquiera ‘La bicicleta’, que fue escalando hasta el número 1 poco a poco, Maluma sitúa otra canción en la lista, un ‘Cuatro Babys’ muy trap en el que se acompaña de Noriel, Bryant Myers y Juhn y que cuenta con 84 millones de reproducciones en Youtube.
46(53) Charly Black / Gyal You A Party Animal
La subida más fuerte en número de puntos es la de este tema del jamaicano Charly Black. De momento solo ha sido hit en los países vecinos, Portugal y Francia.
73(E) Drake / Fake Love
Drake lanzaba un par de canciones nuevas para un proyecto por determinar tipo playlist. La más exitosa ha sido ‘Fake Love’, exactamente número 10 tanto en Reino Unido como en Estados Unidos.
Mientras, en el top 100 español continúan ‘One Dance’ (número 28 en su 29ª semana, triple platino) y ‘Too Good’ con Rihanna (número 83 en su 24ª semana, oro).
98(E) India Martinez / Todo no es casualidad
Tras haber sido número 1 en álbumes con ‘Te cuento un secreto’ la semana pasada, este disco baja al puesto 2 e India Martínez logra colocar una de las canciones del mismo entre el top 100. Es la primera vez que esta canción, el single principal del largo, aparece por la lista.
Esta semana se ha parado el tiempo pero no solo por la victoria de Donald Trump en Estados Unidos. También ha nacido un nueva moda en las redes sociales, el #MannequinChallenge o el «reto del maniquí», que se ha hecho viral rápidamente en internet desde su origen el 27 de octubre en un instituto de Florida. En este reto, que no es solidario como sí lo era el Ice Bucket Challenge, sus protagonistas aparecen completamente congelados ante la cámara en posición de actividad, como si se hubiera parado el tiempo, lo que está dando lugar a vídeos de lo más curiosos o divertidos. Desconocemos si el reto tiene algo que ver con aquel episodio de Los Simpson en el que Bart y Milhouse se hacían con un reloj capaz de parar el tiempo, con la de veces que hemos leído el nombre de esta serie de animación estos últimos meses a causa de Trump, pero parece que no es el caso.
El detalle que falta por contar de este reto es que la mayoría de los vídeos resultados del mismo incluyen una banda sonora común, ‘Black Beatles’ de Rae Sremmurd, el grupo de hip-hop de Tupelo autor de ‘SremmLife 2’. Hemos escuchado esta canción en los retos de Destiny’s Child, que se han vuelto a reunir solo para la causa, o en el del programa de James Corden, aunque no en el vídeo más curioso, el de la mismísima Hillary Clinton, que se congeló en el tiempo junto a Jon Bon Jovi y el resto de tripulantes de un avión el día de las elecciones presidenciales estadounidenses, pero que optó por hacer un vídeo mudo.
Faltaba, claro, que los mismos Beatles se sumaran a la moda y hoy ha sido uno, Paul McCartney, el que ha parado el tiempo en su casa, al piano, mientras suena ese ‘Black Beatles’ que ya se ha colado en el top 10 de éxitos de Estados Unidos gracias a la tontería del reto. Curiosamente, el fragmento de la canción usado por McCartney en el vídeo menciona su propio nombre.
Estos días se ha estrenado en el Cine Capitol de Madrid la película ‘No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas’ de Maria Ripoll. La gran Maria Rodés participa en la banda sonora, y es a todas luces una Maria Rodés diferente la que interpreta esas tres composiciones. Se trata de la jazzy y popera ‘Eyes in My Pocket’, que podría ser una canción de Marlango; la muy americana y retro ‘Oh, You Are Mine’, que podría ser una canción de Russian Red arreglada por Burt Bacharach; y la brasileña ‘Busy, Busy’.
La razón de la diferencia artística es que las canciones no han sido compuestas por ella, sino por el autor de la banda sonora de la película, Simon Smith. El álbum, que ha aparecido este mes en las plataformas de streaming, también incluye colaboraciones de Alex Garcia, Victor Hernandez y Eduard Gener. En la película aparece la canción ‘Desorden’ del repertorio de Maria Rodés.
La película llega a cines oficialmente este 11 de noviembre. Se trata de la adaptación cinematográfica de la novela homónima de Laura Norton, protagonizada por Verónica Echégui, Alex García, David Verdaguer, Alba Galocha, Cecilia Freire, Elvira Mínguez y Jordi Sánchez. Esta es la sinopsis oficial: «A Sara le gusta planificar y quiere todo salga perfecto para la visita de su novio que lleva un año fuera. Pero una semana antes de su llegada, la vida de Sara, y su piso, se convierten en un caos por culpa de unos padres al borde del divorcio y una hermana menor a punto de casarse con Aarón, un famoso cantante que resulta ser el amor de instituto de Sara. ¿Qué ha hecho mal para que el karma le devuelva todo esto?»
La música vive una situación extraña actualmente en Buenos Aires. El pasado mes de abril se prohibió la celebración de festivales de música electrónica en la ciudad debido a la muerte de cinco jóvenes durante la edición argentina del festival Time Warp por causas relacionadas con las drogas.
Ahora este veto ha afectado a Kraftwerk, que iba a traer su concierto en 3D a Buenos Aires el próximo 23 de noviembre, pero va a tener que cancelarlo o trasladarlo a las afueras de la capital debido a que se le ha retirado el permiso para celebrarse. La Agencia Gubernamental de Control de la Ciudad (AGC), informa Clarín, considera que el concierto de Kraftwerk entra dentro del decreto de prohibición de festivales de música electrónica de la ciudad a pesar de tratarse, efectivamente, de un concierto y no de un festival o una serie de sesiones.
La promotora del concierto, Move Concerts, ha defendido que el permiso para el montaje de este concierto en Buenos Aires le ha sido denegado con retraso, pues ya había vendido el 70% de entradas, y ha pedido un recurso a la justicia de Buenos Aires para que este permiso se le vuelva a conceder. Por otro lado, asegura que el espectáculo tendrá lugar de todas formas ya sea en la ciudad de Buenos Aires o en otro lugar de la provincia.
La brutal fama de que goza Robbie Williams en Reino Unido ha sido un claro hándicap para su desarrollo artístico. A raíz del desbordante impacto de canciones como ‘Angels’, ‘Feel’ o ‘Let Me Entertain You’ -grandes clásicos por allí y en otros países europeos, canciones totalmente desconocidas en lugares como Estados Unidos-, cada largo que ha sacado el artista ha sido número 1 en las listas británicas con cifras astronómicas.
‘The Heavy Entertainment Show’, su undécimo álbum de estudio sin contar los grabados junto a Take That (!), sirve para engrosar su cuenta bancaria e incluso ahora que Radio One no le pincha porque ya ha cumplido los 40, sus cifras de venta de la primera semana siguen siendo altísimas. El álbum se abre con la «bombástica, grandiosa, tonta, teatral y gloriosa» -según sus propias palabras- canción titular, que servirá para abrir sus conciertos como deja caer la letra («We are so glorious / Why not leave your job and come on tour with us? / Before I drop dead and die»), y ese toque tan jamesbondiano que tan bien le sentaba en la graciosa ‘Millenium’ tiene cierta continuidad en el single ‘Party Like a Russian’, en el que se pone a gritar «spasiba» para celebrar a los que beben como cosacos justo antes de que comience el estribillo.
El resto del disco, como era de esperar, nada que ver. Escuchamos baladas tan insípidas como ‘David’s Song’ (¡pero si el bonus track ‘When You Know’ es mucho mejor!), junto a números rockeros a lo Bon Jovi como esa ‘Mixed Signals’ carcomida por los celos, y otros de rock’n roll más «cheesy» aún, que suenan como una mezcla entre Oasis y Scissor Sisters en el mejor de los casos. A ‘Bruce Lee’, hay que sumar la pegajosa pero facilona ‘Motherfucker’ y la insulsa ‘Pretty Woman’.
Aunque alguna podría tener su éxito, y si hay carambola y el ‘A-YO’ de Lady Gaga también triunfa, igual hasta podemos hablar de tendencia, se percibe a Robbie Williams mucho más cómodo y solvente en las canciones con un puntito electro, como ese ‘Sensitive’ que ha co-producido Stuart Price (también presente en números rockeros, ojo); y en las amables, como el single ‘Love My Life’, en el que empodera a su mujer y a su hijo, y un poquito también a sí mismo: «I love my life / I am powerful / I am beautiful / I am free».
Porque al final, como sucede en el disco de Gaga, aquí el único protagonista es él hablando a su público de siempre. Antes de los bonus tracks, que incluyen también el reivindicable tema de John Grant, se despide de sus fans en alemán con la histriónica ‘Sensational’. Ha podido contar con invitados de lujo como Rufus Wainwright, Grant, Price, Ed Sheeran (co-autor de ‘Pretty Woman’), Brandon Flowers (co-autor de ‘Mixed Signals’), etcétera, pero muchas de esas colaboraciones son totalmente imperceptibles (Sheeran) o quedan en la mera anécdota (Wainwright). En resumen, les ha llamado porque le apetecía y para entretenerse, nunca por un imperativo artístico. Al final aquí el único protagonista, por encima de la propia música, siguen siendo él mismo y su autocomplacencia.
Calificación: 5,9/10 Lo mejor: ‘Sensitive’, ‘Party Like a Russian’, ‘Love My Life’ No te gustará si te gustan: John Grant y Rufus Wainwright, sino Robbie Williams, Robbie Williams y Robbie Williams Escúchalo: Spotify
El Brexit ganó en Reino Unido, aunque casi todo el mundo esperara lo contrario, por lo que es normal que salga alguna voz a favor del mismo, como la de Morrissey o ahora la de Matt Bellamy de Muse. El cantante acudía esta semana a una fiesta electoral de la CNN debido a las elecciones presidenciales de Estados Unidos y un par de periodistas del mundo tabloide, tras escuchar una conversación suya, aseguraban que Matt Bellamy había votado a favor del Brexit. El NME intentaba conseguir una declaración suya, pero prefería no responder.
Sin embargo, el asunto se ha salido tanto de madre, que ha tenido que acudir a su Twitter para explicar su postura contestando a uno de los tuits de los periodistas, recalcando que no está a favor del Brexit sino de una versión «soft», es decir «light», del Brexit que incluya «mercado único y libre circulación de personas», añadiendo «sí al acuerdo de libre comercio fuera de la UE».
A pesar de sus declaraciones, son muchos los fans de diversos países decepcionados, con algunos echándole en cara que no viva en Reino Unido (tiene dos casas en Malibú), otros criticando la política exterior tradicional de este país y otros sus contradicciones. Estas han sido algunas de las reacciones vía NME.
MadCool ha celebrado una rueda de prensa esta mañana en Madrid para informar sobre las novedades de su cartel. La segunda edición del festival madrileño tendrá lugar en La Caja Mágica entre los días 6 y 8 de julio, coincidiendo en fechas con Bilbao BBK Live, que ya ha presentado a Depeche Mode como cabeza de cartel.
La organización ha hecho balance del primer año, citando más de 100.000 asistencias sumando los 3 días y referenciando un impacto económico de 23 millones de euros. Entre las novedades de la nueva edición, desaparecerán los escenarios interiores por los problemas generados (aforo, cuartos de baño), siendo los cuatro ideados esta vez todos exteriores. Habrá un quinto interior pero solo para bandas madrileñas emergentes. Se cierra, por tanto, la puerta a la celebración de conciertos intimistas con asientos para ver a gente tipo Kings of Convenience, o de un gran espacio casi tipo Palacio de los Deportes, para ver a productores tipo Caribou.
Pero la gran novedad es por supuesto el cartel, para el que se han confirmado a Foo Fighters, como se rumoreaba desde hace unos días, y a Green Day, que acaban de publicar nuevo disco y presentarlo en los MTV EMA’s. Estos dos cabezas de cartel confirman la senda hacia el rock abierta el año pasado con la presencia de Jane’s Addiction, aprovechando lo rockera que ha sido siempre Madrid… y justo ahora que Bilbao BBK Live parece haber dejado esa vertiente un poco de lado (la promotora de BBK también programa el Azkena).
Las entradas estarán a la venta el lunes 14 de noviembre a las 10:00 horas con un precio de 105 euros para poseedores de la tarjeta Mad Cool (si la compra se realiza en las primeras 24 horas) y 125 euros para los 10.000 primeros compradores. El precio del abono después de la oferta de lanzamiento será de 145 euros.
La banda Foxing, conocida por discos como ‘The Albatross’ y ‘Dealer’, en la estela de Death Cab for Cutie, los Bloc Party más sentidos y baladescos o The Antlers, sufría un accidente de tráfico hace unos días. Para tratar de recuperarse económicamente de los desperfectos han grabado una versión de ‘White Flag’ de Dido que, cuando han terminado con la mezcla de Chris Walla, ha cambiado de sentido.
Como informan en el largo post de su Facebook, que el lanzamiento de esta versión haya coincidido con la victoria de Donald Trump en Estados Unidos ha cambiado todo el sentido de ‘White Flag’ y aunque aún la mitad de los beneficios de esta versión irá a reparar sus daños, la otra mitad la donarán a dos organizaciones benéficas, Planned Parenthood y ACLU. Foxing tienen unas palabras de cariño «hacia la población negra, latina, LGTB, musulmana, femenina y toda aquella que alguna vez se haya sentido marginada».
«Cuando nos hemos despertado esta mañana», escribían ayer, «todo parecía estar mal y nada parecía ser importante. Nuestros problemas financieros se han quedado pequeños por otros más grandes. Algo de lo que hay que hablar con urgencia. Ha sido una dura semana para nosotros, y ha sido un día duro para nuestro país. Es casi imposible asumir lo que pasó anoche. La verdad es que lo que podamos decir ahora sería reaccionario y posiblemente no de muy buen gusto». Concluyen: «nuestro país tiene una enfermedad, una enfermedad que hemos alimentado profundamente y desde hace mucho tiempo. Ha estado con nosotros desde que tenemos un nombre. La cura para esa enfermedad es una voz unida. En los próximos días, meses y años, por favor, dejadnos ser parte de esa voz».
La letra de ‘White Flag’, escrita desde el dolor pero desde también la esperanza y la fuerza («me hundiré en este barco, pero no me rendiré, no habrá bandera blanca sobre mi puerta, estoy enamorada y siempre lo estaré»), suena hoy ciertamente como dedicada a América. Es, por cierto, la canción más escuchada de Dido en las plataformas de streaming por encima de ‘Thank You’ y ‘Here With Me’.
El nombre de Anne-Marie puede ser de los que llegan a las listas internacionales pasito a pasito para después quedarse. Muchos la conocimos gracias a su participación en una fantástica canción de Rudimental, ‘Rumour Mill’, después ha triunfado internacionalmente con un tema llamado ‘Alarm’ que ya reúne más de 100 millones de reproducciones en las plataformas de streaming y la semana pasada llegaba a entrar al fin en la lista oficial de singles española. Y ahora acaba de pegar otro pelotazo en Reino Unido, donde se espera que su sencillo para Clean Bandit, ese ‘Rockabye’ que os presentábamos hace un par de semanas, y en el que también es artista invitado Sean-Paul, sea el próximo número 1 de la lista oficial desde mañana viernes, tras haber pasado por los MOBO Awards. También, por cierto, la hemos visto estos días participar en los MTV EMA’s. ¿Nueva Jess Glynne?
La joven de 25 años nacida en Essex, que coincidió en una producción teatral del West End con Jessie J cuando apenas ambas eran unas adolescentes, publicaba un EP llamado ‘Karate’ en 2015, aunque ha sido este 2016 cuando parece que se ha dispuesto a dar el salto entre referencias tropical house, jamaicanas y urban (‘Alarm’ podría ser perfectamente una vieja canción de Rihanna).
A la espera de que el pelotazo que acaba de dar este ‘Rockabye’ en las islas británicas se extienda por la Europa continental, y de que ‘Alarm’ continúe desarrollándose, Anne-Marie prepara el lanzamiento oficial de otro sencillo llamado ‘Breathing Fire’ que parece que en Reino Unido se editará el 30 de diciembre (??) después de haber sido interpretado en vivo varias veces. Serviría como aperitivo de un disco que tiene que llegar el año que viene.
En los últimos días, la penúltima polémica sobre ‘OT, El Reencuentro’ ha sido el rumor que situaba que David Bisbal pudiera haber cobrado hasta 24.000 euros por el concierto de reunión 15 años después del programa, cuando los demás habrían cobrado 3.000. No sonaba tan disparatado, pues a día de hoy David Bisbal es el artista más vendedor de los 16, en algunos casos con una diferencia abismal (en el caso de David Bustamante, por ejemplo, no tanta) y además tiene nuevo disco que presentar el 2 de diciembre y a buen seguro será uno de los álbumes más vendidos de la Navidad en España.
Juan Camus y Verónica Romero se habrían quejado de la diferencia de cachés y, sin embargo, no es cierto que se haya cobrado tan diferente caché. Según informa Chance y recogen webs televisivas como Vertele, los 16 participantes habrían cobrado 3.000 euros cada uno por los documentales emitidos por TVE y, por otro lado, otros 3.000 euros por el concierto celebrado en el Palau Sant Jordi de Barcelona. David Bisbal sí habría ganado en cambio 7.000 euros por el concierto, pero debido al equipo más amplio que llevaba con él, lo que además produjo que se alojara en un hotel diferente.
Por otro lado, David Bisbal ha negado en El Mundo estos días que hubiera «cobra» a Chenoa sobre el escenario del Palau. «Por supuesto que no fue una cobra. Yo no he sentido eso en ningún momento. Lo que hablé lo dije en el escenario y creo que quedó claro. He hablado con ella luego y antes y después. Está en la misma posición que yo, es decir, que sabe que la gente va a poder hablar muchas cosas. La gente se monta muchas películas y nosotros no podemos hacer nada».
Según algunos compañeros, cuando Chenoa se bajó del escenario, le indicaron que no mirara las redes sociales porque se estaba hablando de una cobra. Su respuesta fue: «¿qué cobra?».
El año 2017 promete ser el de explosión de Supertennis. El grupo de Alburquerque emergió siendo profeta en su tierra, ganando el concurso de bandas noveles del festival Contempopránea, celebrado en la misma localidad pacense. Ya en 2014, publicaban su debut, el EP ‘El mono radioactivo’, a través de Clifford Records, que les llevaba a situarse entre los favoritos del programa Disco Grande de Radio 3. Pero su gran salto ha llegado al obtener la confianza de la multinacional Warner, que publicará en los próximos meses el primer disco largo de la banda, que ha sido producido por el prestigioso Carlos Hernández Nombela (Triángulo de Amor Bizarro, Los Planetas, Disco! Las Palmeras, Juventud Juché).
El primer adelanto del mismo, ‘Nada que perder‘, no engañaba: los fans de Vetusta Morla o Viva Suecia deben estar muy atentos a esta banda. Y la confirmación de eso mismo llega ahora con ‘Ruido’, un nuevo avance de ese próximo álbum cuyo estreno, en forma de lyric-video, presentamos hoy en JENESAISPOP. Esta canción constata las virtudes de la banda, guitarras bien rápidas y aguerridas, baterías contundentes y melodías pegadizas, que en este caso invitan, por medio de su letra, a huir de «la farsa» de la realidad cotidiana haciendo ruido y bailando «hasta la muerte».
Hace años se solía identificar a The Hidden Cameras como un colectivo. Con todo aquello de «Gay Church Folk Music», sus divertidísimos directos con multitud de instrumentistas y demás daban la impresión de conformar realmente una agrupación inmensa, una especie de comuna musical. Pero nada más lejos de la realidad: The Hidden Cameras fue, es y será un proyecto completamente personal de Joel Gibb, su compositor y cantante. Prueba de ello es que un miembro histórico como fue Maggie MacDonald se dedica por completo y desde hace un tiempo a otros temas -ONGs y activismo político- sin repercusión alguna para el concepto The Hidden Cameras.
Por eso no extraña que en la portada y en la fotos promocionales de ‘Home on Native Land’ Joel Gibb salga solo, sin nadie a su alrededor, y que -además- tenga un contexto tan personal. El sexto disco de The Hidden Cameras, si no contamos la maqueta ‘Ecce Homo‘ (2001), altera (corrige, según Gibb) una línea del himno nacional canadiense ‘Home and Native Land’ para rendir tributo a su patria, a la que retornó tras varios años viviendo en Berlín. Por ello, ha querido dotar estas canciones de un sonido más country, más norteamericano. Y ese ha sido el sonido con el que ha regrabado una de las grandes canciones que componían ‘Ecce Homo’: ‘He Is the Boss of Me’. Con esto ha continuado con una vieja tradición de The Hidden Cameras basada en adaptar canciones de su afamada maqueta. En ‘The Smell of Our Own‘ (2003) la elegida fue ‘A Miracle’ y en ‘Mississauga Goddam’ (2004) le tocó a ‘I Believe in the Good of Life’. En este caso la adaptación brilla especialmente, si bien te deja con la duda de si Gibb ha llegado alguna vez a superar aquellas canciones. Yo soy de los que piensa que sí, aunque fuera por esa maravilla infravalorada llamada ‘Awoo‘ (2006). Justamente es en ese disco donde empieza a tomar forma la idea de este ‘Home on Native Land’, una idea que ha ido evolucionando durante estos 10 años en los que Gibb ha publicado los -en mi opinión- mucho más flojos ‘Origin:Orphan‘ (2009) y ‘Age‘ (2014).
Puede que por eso el resultado sea tan irregular. Por un lado, tenemos las canciones que mejor resumen lo que me parece que es la intención original: utilizar recursos e instrumentación de country y folk americano para interpretar canciones más apegadas al territorio. El clarísimo single ‘Day I Left Home’ es el mejor ejemplo. Una canción limpia, suave, con la clara firma de Gibb pero con el evidente deje country de las guitarras steel y el banjo. En la misma línea está la sorprendente ‘Counting Stars’, un punto de equilibro precioso que hace que pese a ser la canción más larga del álbum no lo parezca en absoluto.
De ser todas las canciones así estaría hablando de cómo el muy espabilado de Joel Gibb se ha sacado de la manga un estilo nuevo, completamente a su medida, que menuda vuelta a lo grande y demás alabanzas. Pero el experimento country no le sale tan bien en todas las ocasiones. Ejemplo de ello son las versiones. A diferencia de otros discos de The Hidden Cameras, aquí hay hasta tres versiones ajenas. Una es el clásico del soul ‘Dark End of the Street’ que a muchos sonará por la versión original de James Carr o por la sugerente versión de Cat Power que dio título a uno de sus EPs. En este caso resulta agradable pero innecesaria y suena más a los trabajos de Don Kerr -productor del disco- con Ron Sexsmith que otra cosa. El bueno de Sexsmith colabora en la llena de clichés y aburrida ‘Twilight Of The Season’ y en ‘Don’t Make Promises’. Lo de esta última es especialmente doloroso porque la versión original de Tim Hardin es una canción preciosa, una auténtica maravilla que aquí queda completamente desposeída de su gracia. La tercera versión que queda es más extraña: ‘Log Driver’s Waltz’, una canción folk canadiense para la que se hace acompañar de nada menos que de Rufus Wainwright, Feist y Mary Margaret O’Hara (que ya apareció fugazmente en ‘Age’). Creo que, conceptualmente, debería ser el punto clave del disco, una revelación de Joel Gibb como el nuevo Van Dyke Parks, pero se queda en poco más que una excentricidad. Dentro de estos cortes country también entrarían las pasables pero forzadas ‘You and Me Again’ y ‘Drunk Dancer’s Waltz’.
Sin embargo, esparcidas a lo largo de todo el disco, hay otro tipo de canciones. Interpretadas con la instrumentación de las demás pero compositivamente alejadas, muy herederas de ‘Awoo’. Una de ellas es la breve ‘Ode To An Ah’ -premio para quien sea capaz de identificar a Neil Tennant aquí- que es prácticamente una curiosidad, y otra bien puede ser la bonita y más desarrollada ‘Be What I Want’. Pero lo mejor viene más al final: ‘The Great Reward’, ‘Feelin ‘Bout You’ y especialmente ‘Big Blue’ son las canciones que muchos aficionados a The Hidden Cameras llevábamos esperando desde ‘Awoo’. Fabulosas melodías ensoñadoras, de la misma pasta de las que ya formaban ‘Ecce Homo’, donde la sofisticada instrumentación de este álbum no aporta demasiado pero tampoco estorba.
Al final, ‘Home on Native Land’ resulta ser una extraña mezcla: versiones de clásicos, colaboraciones de relumbrón, oda a la madre patria, inspiración country, búsqueda de nuevo sonido, vuelta parcial a ‘Awoo’… demasiados frentes que forman un conjunto claramente irregular pero, eso sí, con un buen puñado de momentos que no se deben pasar por alto.
Calificación: 7/10 Lo mejor: ‘He Is the Boss of Me’, ‘Day I Left Home’, ‘Big Blue’, ‘The Great Reward’, ‘Feelin ‘Bout You’ Te gustará si te gustan: los Erasure de ‘On the Road to Nashville’. Escúchalo: Spotify
La artista canadiense Cœur de Pirate, o lo que es lo mismo, Béatrice Martin, emergió como una suerte de estrella alternativa post-adolescente en el año 2008. Entonces, su debut homónimo, además de obtener varios premios, fue todo un éxito tanto en su país como en Francia (ella es quebecoise, de Montreal, y todo su repertorio era en francés). Ese éxito se consolidó con ‘Blonde’, en 2012, y en 2015 trataba de alcanzar a un público más amplio con ‘Roses’, su primer disco con canciones en inglés. Esta semana, Béatrice realiza la primera gira por nuestro país en toda su carrera, de la que JENESAISPOP es medio oficial. Con ese motivo, hace unos días charlábamos con ella por vía telefónica.
Como decíamos, Cœur de Pirate es toda una estrella en Canadá. También en Francia, mientras que en el resto de Europa es menos conocida. Por ejemplo, sus conciertos en nuestro país serán en salas de pequeño tamaño: el sábado, 12 de noviembre, en la Sala Moby Dick de Madrid, y el domingo, 13 de noviembre, en la Sala Bikini de Barcelona (entradas a la venta aquí). Sin embargo, ella se muestra muy contenta por poder tocar de esta manera en nuestro país, básicamente porque su motivación no es meramente comercial: “muchos amigos me habían dicho que era fantástico tocar en España y, sobre todo, tenía muchas peticiones de fans que querían verme, así que ahí estaré para que cualquiera que lo desee venga a escucharme”. Serán conciertos en los que actuará en solitario, al piano, por lo que cree que “la gente a la que gustan mis primeros discos estarán encantados”, pero también mostrará sus últimas composiciones de una manera diferente. Confía, en cualquier caso, poder volver en otra ocasión con toda su banda.
Respecto a ‘Roses’, su último álbum y el que parece el más ambicioso de su carrera, se muestra feliz de haber podido trabajar con productores como Rob Ellis (PJ Harvey) o Bjorn Yttling (Peter Bjorn & John), que han llevado su sonido “a otro nivel”. Ellos le ofrecieron una perspectiva diferente, a la que quizá no hubiera llegado por sí misma, y piensa que es, definitivamente, un gran disco. En cuanto a su sonido, es mucho más sofisticado y contemporáneo que los anteriores, y por eso le pregunto si se había cansado un poco de la estética retro de aquellos: “Simplemente creces, tu estilo evoluciona, y yo siempre quiero probar cosas distintas. No sé qué pasará en el futuro, pero sé que este disco suena como quería”.
A la vez, sus últimas canciones suenan más tristes y oscuras que nunca, lo que quizá es un síntoma de madurez artística. “Estoy de acuerdo”, responde Martin, “es un disco que habla de transición y cambio. Para mí fue difícil de hacer, imaginar un nuevo enfoque, y me costó mucho trabajo”. Es consciente de que este nuevo enfoque no es, quizá, tan apto para grandes audiencias, pero eso no le preocupa lo más mínimo: su público responde positivamente, nota su excitación ante los nuevos temas y su base de fans no deja de crecer, por lo que está muy feliz.
Se muestra especialmente orgullosa de cómo ha evolucionado, con el paso de los meses, el single ‘Crier tout bas’. Primero, porque se ha convertido en uno de los momentos más potentes en directo, pero también porque es una canción muy importante para ella. No quería dejar pasar la ocasión de preguntarle por la que es mi canción favorita del disco, ‘Drapeau blanc’, para la cual presentó un clip en el que la acompañaba su propia hija. Cuenta que fue una experiencia maravillosa, aunque fue especialmente difícil para ella porque era un guión muy emocional y le exigía un gran peso interpretativo.
Le pregunto sobre su manifiesto interés sobre artistas de hip hop como Kanye West, Drake o Fetty Wap, que en cierto modo yo veo en su álbum, aunque a ella le hace bastante gracia. Por supuesto, confiesa que estaría totalmente abierta a colaborar en el futuro con alguno de ellos, y por el momento piensa continuar esta línea sonora, especialmente ahora que las producciones de pop y hip hop van cada vez más de la mano. También parece seguro que, aunque no sea constante, no dejará de cantar en inglés, ahora que lo ha hecho por primera vez. Era algo que ella quería hacer en ese momento y ahora es consciente de que esto puede haberle abierto las puertas para alcanzar al público de otros países que ahora visita por vez primera, como el nuestro o Países Bajos.
Por último, le pido que eche un poco la vista atrás y me cuente cómo recuerda el enorme éxito que obtuvo en su país y en Francia con su debut, cuando apenas tenía 20 años. Admite que fue algo muy difícil de digerir para ella, muy intimidatorio, sobre todo teniendo en cuenta que Montreal, pese a ser una capital, es una ciudad bastante pequeña en la que todo el mundo te conoce. Pero, afortunadamente, ya se ha acostumbrado bastante a eso.
Desde hace meses, Miley Cyrus ha depositado una enorme ilusión por la candidatura de Hillary Clinton a la presidencia de Estados Unidos. De hecho, el pasado mes de marzo iba tan lejos de asegurar que se iría del país si Trump se hacía con el sillón de la Casa Blanca y, recientemente, visitaba la Universidad de Virginia para pedir el voto de sus estudiantes puerta por puerta. El resultado electoral en Estados Unidos, naturalmente, no es el que esperaba ni de lejos.
Profundamente decepcionada por el resultado de anoche, Miley Cyrus se ha grabado a sí misma en vídeo en Twitter haciendo una reflexión sobre lo sucedido. En él, no puede esconder su tristeza y llora a moco tendido. «He apoyado públicamente a todo el mundo que no era Trump», ha dicho. «Apoyé enormemente a Bernie Sanders y a Hillary y todavía creo que se merece ser la primera presidenta de Estados Unidos. Por eso que estoy tan triste. Ha entregado su vida entera a hacer mejor este país pero, como dijo Donald Trump después de su discurso de anoche, no siempre consigues lo que quieres».
A pesar de que Trump es, para Cyrus, la peor de las opciones posibles para ocupar la Casa Blanca, Cyrus predica con el ejemplo y asegura que acepta la presidencia de Trump en Estados Unidos. «Tenemos que ajustarnos [a la realidad] y aceptar a todo el mundo por quién es y, por eso, Donald Trump, te acepto, y me duele decir esto, como presidente de los Estados Unidos. Lo que quiero ahora es tener esperanza».
El empresario y farmacéutico norteamericano Martin Shkreli se hizo famoso para fatal en 2015 cuando subió el precio de un medicamento que ayuda al sistema inmune debilitado (por ejemplo, lo toman frecuentemente pacientes de sida) en un 5.000% (el medicamento pasó a costar de 12 euros a 700). En otras palabras, Shkreli se convirtió, de la noche a la mañana, en la persona más odiada de Estados Unidos.
Hace unos meses conocíamos que había sido Shkreli, de entre todas las personas del mundo, la persona que había comprado la única copia disponible del disco secreto de Wu-Tang Clan, ‘The Wu – Once Upon a Time In Shaolin’. El grupo de hip-hop había dicho que el álbum podría escucharse dentro de 88 años, pero Shkreli, que no tiene tiempo para estas chorradas, tiró la casa por la ventana y desembolsó 2 millones de dólares para hacerse con el disco.
Esta semana, Shkreli había prometido en las redes sociales que compartiría música de este trabajo solo si Donald Trump ganaba las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Como esto ha resultado ser así, Shkreli ha cumplido su palabra y se ha retransmitido a sí mismo en Periscope escuchando el disco. Os dejamos con un fragmento de la escucha completa que ha llegado a Youtube.
Justo el año que se cumplen 18 años del lanzamiento de ‘Mechanical Animals’ y 20 años del lanzamiento de ‘Antichrist Superstar’, dos de los mejores discos de Marilyn Manson (y posiblemente de toda la década de los 90), el grupo liderado por Brian Warner ha anunciado la edición de un nuevo álbum, ‘Say10’, para el próximo 14 de febrero.
El anuncio en cuestión se produjo hace unos meses durante una entrevista para Alternative Press pero ha sido esta semana, concretamente ayer, día importante en Estados Unidos por razones obvias, cuando el grupo ha compartido un adelanto del mismo en forma de videoclip. Manson ha dicho en las redes sociales que el vídeo va sobre los «actos desesperados de la gente que se cree los sermones de un no creyente».
En el vídeo, Marilyn Manson, de nuevo con aspecto elegante pero tenebroso, cercano a lo gótico, deshoja una Biblia y decapita a un ejecutivo que resulta ser Donald Trump. La cabeza rubia de este aparece perfectamente visible en el minuto 1.00 del vídeo, pero el plano es rápido como la luz, conque has de fijarte bien.
En cuanto a la canción nueva, que se alegren los fans de Manson porque vuelve su rock más agresivo, o eso parece, aunque lo que destaca de esta canción es su base instrumental hip-hop. ¿Marilyn Manson haciendo hip-hop? No sería la primera vez…
El último disco de Marilyn Manson, ‘The Pale Emperor’, salió en 2015.
Aunque no sean los únicos capaces de hacerlo, Pixar nos tiene muy mal acostumbrados y esperamos que cada film de animación contenga un guiño adulto, una doble lectura que a los espectadores más pequeños se les escape y que haga que, aunque sea un poco, nos emocionemos. Pero es una rareza que, sobre todo, sirve para poner en valor el trabajo de guión que desarrolla la compañía dirigida por John Lasseter. ‘Trolls’, el nuevo film de animación de Dreamworks, tampoco alcanza ese nivel de complicidad con los espectadores más talluditos.
Y eso que por momentos parece que lo intenta. Vagamente, podemos tratar de extraer una moraleja sobre basar la felicidad en cosas intangibles y futiles, desechando lo que tenemos al alcance de la mano. Incluso, por un momento, parece que quiere poner de relieve algo tan serio como la depresión. Sin embargo, el boceto que parecen comenzar a dibujar se emborrona rápidamente con concesiones a una acción que, además, mediada la película comienza a decaer lentamente, volviéndose previsible y solo totalmente disfrutable para los niños. Es su conformista guión, sin duda, el gran fallo de esta producción que, para colmo, ni siquiera logra sacar todo el partido a los personajes secundarios, pese a lo prometedor de varios de ellos: para las tres líneas que tienen, podían haberse ahorrado a Gwen Stefani y James Corden en las voces de Dj Suki y Biggie, respectivamente. Y Nube merece, como poco, un cortometraje propio.
Y resulta una verdadera pena, porque los primeros 40 minutos de ‘Trolls’ resultan apabullantes, especialmente desde el punto de vista visual. El equipo de animación dirigido por Walt Dohrn (2ª y 3ª secuelas de ‘Shrek’, ‘Madagascar’) y Mike Mitchell (‘Shrek: Felices para siempre’) realiza un trabajo verdaderamente espectacular, un auténtico deleite visual. Basándose en la imaginería de los trolls de la suerte, muñecos que creara el danés Thomas Dam a finales de los 50 y que gozaron de gran popularidad en los 90, ‘Trolls’ recrea todo un universo de criaturas. Brilla, como decía, sobre todo en su inicio, en la recreación de la Ciudad Troll y la posterior peripecia de Poppy (Anna Kendrick en la voz original) y Branch (Justin Timberlake) a través del bosque hacia Ciudad Bergen, momentos en los que logran unas composiciones visuales realmente alucinantes, de gran imaginación y potencia. Particularmente geniales son la notable inspiración en la estética psicodélica del bosque y toda su flora y fauna, que parecen rememorar, con su acabado de felpa y fieltro, al fantástico universo de Jim Henson. A falta de una historia que llegue al público adulto, al menos sí han sabido ofrecer ese emocionante guiño a nuestras infancias.
Por otra parte, el gran acierto de ‘Trolls’ es el uso de la música. Con Timberlake a los mandos de esa parcela, no solo destaca el tema principal de la película, un ‘CAN’T STOP THE FEELING!’ que ha logrado que el soul funk más clásico sea de nuevo un éxito en 2016. También es atinado el uso de clásicos de la música de todos los tiempos, con especial querencia disco funk: de ‘September’ de Earth, Wind & Fire o ‘I’m Coming Out’ de Diana Ross a ‘D.A.N.C.E.’ de Justice o ‘Move Your Feet’ de Junior Senior, pasando por los grandes momentazos que llegan con ‘The Sound of Silence’ y ‘Hello’. Tranquis: es la de Lionel Ritchie, no la de Adele, y resulta preciosa en la voz de una Zooey Deschanel que interpreta el papel de Bridget. Por todo esto, en este caso resulta ineludible, si se pretende disfrutar de ‘Trolls’, verla en versión original. Más allá del valor o no del doblaje, escuchar estas canciones en unas traducciones bastante forzadas y prescindiendo de las voces de Timberlake, Deschanel, Kendrick o Stefani es un pecado. 6,8.