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Por qué BASOA es de lo mejor de Bilbao BBK Live

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Bilbao BBK Live se celebra los días 6, 7 y 8 de julio en Kobetamendi. Las entradas y abonos están a la venta. Será el momento de reencontrarse en directo con dos pesos pesados del pop británico como Arctic Monkeys y Florence + the Machine, de entregarse a las guitarras de Pavement, de constatar que el último disco de Phoenix es uno de los más agradecidos que han publicado o de maravillarse con el show de Fever Ray.

Es especialmente interesante la línea de Bilbao BBK Live dedicada a la electrónica. De un lado los Chemical Brothers volverán a traer su espectáculo audiovisual a un festival español. Del otro será momento de descubrir cómo suena en vivo el fascinante disco que prepara Róisín Murphy y que no sale hasta septiembre. Entre los ritmos tradicionales de Baiuca y la electrónica sofisticada de Daniel Avery aún habrá tiempo de reunirse con Röyksopp y Jamie xx, de volar con The Blaze o de dejarse asombrar por Arca y sus derrapes sonoros.

Cualquiera que ha acudido a Bilbao BBK Live sabe que la electrónica en el festival disfruta de un espacio importante, casi sagrado si tenemos en cuenta que el escenario Basoa es uno de los más queridos. Por un lado, visualmente es un paraje mágico, sobre todo por la noche, capaz de producir momentos inolvidables como la sesión de John Talabot del año pasado, pues hay que recordar que el festival se celebra en plena naturaleza; por el otro, hay mucho que descubrir particularmente en su programación, tanto como para querer instalar la tienda de campaña delante de ese escenario.

Este año, el jueves 6 de julio abrirá el cartel de Basoa la sesión de Sama Yax, conocida por su labor de arqueóloga sonora con la que rescata clásicos perdidos del soul o las músicas latinas. Este día será momento de acercarse también a los ritmos de electro burbujeante de Anz. Su éxito ‘You Could Be’ es directamente pop, aunque ella, que es de Manchester, no renuncia a los ritmos del garage y el tecno británicos, en los que Call Super (londinense afincado en Berlín) ha sabido encontrar un sonido refinado y atmosférico. Ojo, por ejemplo, a su éxito ‘Chiseler’s Rush’ o a su reciente lanzamiento, ‘Illumina’, una colaboración con Julia Holter de tintes free jazz que suena a algo completamente nuevo. En el otro lado de la moneda, HAAi, que ha colaborado con Fred again.. o Jon Hopkins, promete hacernos «ascender» con los chutes de euforia contenidos en su disco ‘Baby, We’re Ascending’, aunque el mundo «alienígena» se lo reserva Violet con su tecno torcido.


Un nombre tan reputado ya como el de Ben UFO figura en la programación de Basoa del viernes 7 de julio: sus sesiones, desplegadas en espectaculares Boiler Rooms, navegan las aguas del tecno al deep-house pasando por el jungle de vieja escuela y son un Edén de la electrónica exquisita. Él cerrará la jornada. Antes la abrirá Dalila, la sevillana “enamorada de los ritmos rotos”, autora de un hit tremendo como es ‘Cieguita’, y también será momento de disfrutar de los beats espídicos de Shirelle, entre el footwork y el jungle, o de Dinamarca, renovador de aquello que se podría llamar «músicas urbanas», como demuestra en la fascinante ‘Sana Sana’ o en sus colaboraciones con rusowsky o DELLAFUENTE. Para los fans de los ritmos raveros y 90s Job Jobse trae canela fina.

El día 8 de julio encontramos un nombre del que ya os hemos hablado: Gazzi es una de las grandes joyas escondidas en el cartel de Bilbao BBK Live y una de las grandes promesas de la electrónica nacional desde que escuchamos hitazos como ‘Quiere vacilar na más’ o desde que hemos degustado su reciente EP. Pero tampoco es cuestión de perderse el divertido set de Toccororo, que hace grandes mezclas de música latina y electrónica; el de Young Marco, que, conocido por los paisajes paradisiacos de ‘Sacred Space’, ha tenido la ocurrencia de darle una vuelta clubby al ‘«watcha say»‘ de Imogen Heap; o el de Avalon Emerson, que seguramente le dará más al tecno que al disco de cantautora que acaba de sacar. Tendrá que calentar el ambiente para llegada de John Talabot, cuyos sets suelen ser sublimes. Con el paisaje de Basoa de fondo, un viaje a otro mundo.




Sparks / The Girl is Crying in Her Latte

2021 fue un año espectacular para los hermanos Mael: Edgar Wright les rindió pleitesía total en el documental ‘The Sparks Brothers’. Se estrenó ‘Annette’, el heterodoxo musical de Léos Carax, con guión y música de Sparks: un largo sueño se había hecho realidad al fin. Y, para culminar un año fantástico, los hermanos ganaron el premio César a la mejor música original por la película.

Toda la alegría, energía y entusiasmo generados por estos proyectos, han cristalizado en el disco número 25 (26 si contamos el de ‘FFS’, 27 si incluimos la BSO de ‘Annette’) de Sparks. Y quizás este sea el más divertido y fácil de escuchar del dúo. Sparkcididad al 200%, en la línea de ‘Hippopatamus’ o ‘A Steady Drip, Drip, Drip’, pero aún más heterogéneo e inmediato. Como bien dice Ron Mael, han usado todo su bagaje en beneficio de cada canción, empleando el género y los arreglos que más se ajustaran en cada caso. El resultado es un abigarrado y desbordante muestrario de todo lo que son Sparks. Si en las críticas de ‘Hippopotamus’ y de ‘A Steady Drip, Drip, Drip’ destacábamos que eran buenos álbumes para introducirse en el peculiar mundo de Sparks, este es más perfecto todavía.

Sin embargo, es curioso que, entre tanta vorágine, la canción inicial, y single principal, ‘The Girl Is Crying in Her Latte’ casi, casi sea la más “floja”. ¡Pero menuda “flojez”! Porque es un pepinazo obsesivo sobre la tristeza generalizada que observan en la actualidad. Ella está aparentemente bien, pero no para de llorar sobre su café.

Pero no es tristeza lo que encontramos precisamente en el disco. ‘Veronika Lake’ es fría quietud electrónica. ‘Escalator’ recuerda a los tiempos de Moroder y ‘Nº1 Song in Heaven’. ‘Nothing Is As Good As They Say It Is’ es una divertida pieza de glam rock de lo más pegadiza, repleta de poderosos guitarrazos, como recién venida de 1974… Sólo que es de 2023. ‘The Mona Lisa’s Packing, Leaving Late Tonight’ con su fanfarria de trompetas y sintetizadores, no puede ser más efectiva. Las cosquillitas pop de ‘You Were Meant For Me’ y su bajo tan sexy contrastan con el pop barroco y épico a la Scott Walker de ‘Not That Well-Defined’ y la pesadilla orquestal ‘We Go Dancing’, prima hermana de ‘The Rythm Thief’.

‘Take Me For A Ride’ es un número musical loquísimo, que tanto te lleva a un hipotético film de Tim Burton como a una desatada actuación de rock eurovisivo. Y para cerrar, la parodia pero también homenaje a Bowie que es ‘It Doesn’t Have To Be That Way’, orquestal, pomposa y emotiva. En la final ‘Gee, That Was Fun’, parece que se vayan a arrancar con ‘My Way’ (¡al fin su oportunidad de cantarla!). Pero por suerte, dicen, no hemos de leerla como despedida

En ‘The Girl Is Crying in Her Latte’ todo sigue intacto. La extraordinaria voz de Russell, la imaginación de Ron, el humor y el cariño que desprenden todas las canciones, ese fino equilibrio entre la burla y la ternura que distingue a los Sparks. ‘The Girl Is Crying in Her Latte’ es un disco donde todos los temas son singles potenciales, claros “Sparks Hits”. Pero no solo eso: también desborda entusiasmo y alegría por los cuatro costados. Que una banda tan veterana suene con tantas ganas y tan lozana es maravilloso.

Lana Del Rey canta su propio verso en la nueva ‘Snow on the Beach’

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Cuando se puso a la venta ‘Midnights‘ de Taylor Swift, el esperado «featuring» de Lana Del Rey en ‘Snow on the Beach‘ fue una decepción: Lana sólo cantaba coros. Ni un miserable verso le dejó Taylor. ¿Para eso llamaba Taylor a la que ella misma reconocía la artista más influyente de la década?

Lana se pronunció al respecto de ‘Snow on the Beach’ poco después, atónita por ser la única artista invitada en ‘Midnights’. Decía que, de haberlo sabido, habría cantado más en la canción, concretamente el «segundo verso entero».

Ese segundo verso, el que menciona las auroras boreales, es precisamente el que ha grabado Lana en la nueva versión de ‘Snow on the Beach’ que sale hoy. Taylor ha escuchado a sus fans y ha puesto «más Lana Del Rey» en la canción. Así ha llamado el «featuring»: «más Lana Del Rey». Se nota que Taylor pasa ratos online, aunque eso ya lo sabíamos.

Con 290 millones de streamings, ‘Snow on the Beach’ ya era un hit tanto para Taylor como para Lana, pero la nueva versión no admite más cambios, por lo que está por ver hasta qué punto el tirón de Lana convierte en éxito esta segunda mezcla. Ella está triunfando ahora con un descarte de hace 10 años, ‘Say Yes to Heaven‘, así que todo es posible.

La reedición de ‘Midnights’, que sale hoy, incluye otro curioso remix, el de ‘Karma‘ con la rapera Ice Spice. Es cuanto menos curioso escuchar el apático flow de Ice Spice sobre esta base de synth-pop de Jack Antonoff. ‘Karma’ es el single actual de ‘Midnights’, por lo que claramente se va a por todas con este remix.

«Nunca vuelvas a pisar Madrid»: la furia y el despecho adolescentes de Error 97

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Dos miembros tienen 19 años, y los otros, 17. Es decir, con una media de 18 años, Error 97 han agitado en el último par de años la escena del punk pop nacional. Si estás suscrito a nuestra playlist Sesión de Control seguro que te suenan muchas de sus canciones, como por ejemplo la más melódica ‘Mariposas’. El año pasado publicaban el EP que la contenía, ‘¡Apaga eso, niño!’, donde otras pistas como ‘Los Portales’ podían recordar a Carolina Durante. Pero últimamente están dando pasos importantes.

Por ejemplo, el de esta noche. Porque hoy viernes 26 de mayo es el día escogido por el grupo para presentar su nuevo EP ‘Nada bueno’, que sale el 2 de junio a través de Mont Ventoux, en el Wurlitzer de Madrid. Lo harán con Los Valientes como teloneros y seguro que suenan por allí canciones nuevas como ‘Consuelo emocional’.

Es este un tema cargado de angustia existencial y de contagioso estribillo («Cuando todo me va mal, ellos lo saben, lo saben, lo saben…»), y sin duda una de sus mejores canciones. Como ‘Nunca vuelvas a pisar Madrid’, que escogemos como «Canción del Día» hoy.

La base rítmica de ‘Nunca vuelvas a pisar Madrid’ está tan llena de furia y ejecutada con tanta profesionalidad que hace pensar en grupos consagrados como Cala Vento. El título recuerda a la canción social o reivindicativa tipo ‘Madrid nos pertenece’ de Biznaga. Por ejemplo, podría imaginar el Madrid post-Ayuso. Pero no. Esto está en verdad encarrilado para superar el despecho y ‘Nunca vuelvas a pisar Madrid’ no es sino una canción de desamor entonada como forma de salvación.

«No me olvido de la última vez, ya tu mirada se fijaba en él, nunca lo voy a poder entender» es una de las frases que Error 97 interpretan con todas sus ganas, haciendo de la mención a la ciudad que todos conocemos, un lugar común en el que se alivien nuestras miserias. «Ahora que no estás aquí, sé que debo dejarte ir / Yo solo espero que nunca vuelvas a pisar Madrid» es toda su esperanza para superar el dolor en una producción enrabietada escrita por ellos mismos. Son Gonzalo García, Nicolás Escardó, Sara Torres y Álvaro Casado. Darán que hablar.

RFTW: Belén Aguilera, Rels B, Arlo Parks, Lauren Jauregui…

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Alexandra Waespi

Hoy 26 de mayo sale el que está siendo el Disco de la Semana en estas páginas, el nuevo trabajo de Sparks, que reseñaremos próximamente (podéis recordar nuestra entrevista con ellos aquí). Además ve la luz -por fin- el nuevo disco de Arlo Parks y se ponen a la venta también nuevos trabajos de Israel Fernández, Lauren Jauregui, Matchbox Twenty, Cruz Cafuné, Jam City, Clark, The Dirty Nil, d4vd, o Lil Durk. Estos días ha sacado su disco La Zowi.

Y luego está lo de Taylor Swift, que ha lanzado una nueva versión de ‘Midnights‘ con colaboraciones de Ice Spice en ‘Karma’ y con «más Lana Del Rey» en ‘Snow on the Beach‘. Como recordaréis, en la versión original, a Lana casi ni la oíamos. Ya sabéis que todas las novedades las podéis escuchar en la playlist «READY FOR THE WEEKEND«.

En materia de singles, Belén Aguilera abre la playlist con un nuevo adelanto de ‘Metanoia’, el EP que publica próximamente. Además, Dua Lipa saca su tema para la banda sonora de ‘Barbie’ y Rels B da comienzo al «proyecto de su vida» con ‘Sin gato’.

Entre las novedades que cabe comentar se encuentra la que marca el regreso de Royal Blood, con ‘Mountains at Midnight’. También vuelve The Voidz, la banda paralela de Julian Casablancas de los Strokes. Además, Peso Pluma dice «bye» en otro corrido tumbado que será hit, Portugal .The Man y Unknown Mortal Orchestra se alían en el «verano del amor».

El viernes de novedades deja también música fresca de Tegan and Sara, Foo Fighters, Jungle, Travis Birds, Anijmile, Cat Burns, Sofia Gabbana, Asake, Cosmic Wacho, Olivia Dean, Little Dragon, Anitta, Maria Jaume, Miya Folick, Ashnikko…

Dua Lipa es la reina de la disco en ‘Dance the Night’

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Dua Lipa ha estrenado ‘Dance the Night’, su contribución a la banda sonora de ‘Barbie‘, película en la que aparece (entre otras Barbies y Kens). En la banda sonora, Dua comparte espacio con Nicki Minaj, Charli XCV, Ava Max, largo etcétera.

El breve avance de ‘Dance the Night’ revelaba un sonido no muy alejado del de Future Nostalgia‘. Aunque quizá hoy nos parezca más similar al del nuevo discazo de Jessie Ware.

Con producción de Andrew Wyatt y una co-autoría de Mark Ronson, con quien Dua ya trabajó en ‘Electricity’, ‘Dance the Night’ apuesta por la música disco como modo de vida: a Dua no verás «llorando» en la pista de baile aunque su corazón esté roto, ella mantiene la compostura, convierte las lágrimas en «diamantes» y se transforma en reina de la noche.

Por supuesto, ‘Dance the Night’ no es el primer single de Dua posterior a ‘Future Nostalgia’: después ha arrasado con ‘Cold Heart’ con Elton John y ha publicado sencillos con Miley Cyrus (‘Prisoner‘), Megan Thee Stallion (‘Sweetest Pie‘) o Calvin Harris (‘Potion‘).

Por otro lado, Dua Lipa no es la única artista que ha avanzado música relacionada con ‘Barbie’ en los últimos días: Alice Glass también ha compartido un adelanto de su versión de ‘Barbie Girl’ de Aqua. Quien ha revelado que ha escrito música para la película que no se ha usado ha sido Bastille.

‘Barbie the Movie’ se estrena en cines este verano, el día 21 de julio, con Margot Robbie y Ryan Gosling en sendos papeles protagonistas.

Sentenciado a seis años de cárcel el rapero Fetty Wap

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Jimmy Fontaine

Este miércoles ha sido sentenciado a seis años de prisión por tráfico de drogas el cantante estadounidense Fetty Wap por su participación en la distribución de cocaína, heroína, fentanilo y crack entre Long Island y Nueva Jersey durante los años 2019 y 2020.

Willie Junior Maxwell II, que es el nombre verdadero del rapero, se declaró culpable de ayudar e incitar a la distribución y posesión de droga en agosto del año pasado. Trató de evitar así, en un juicio, la condena de cadena perpetua que le habría impuesto el tribunal si hubiese sido acusado de todos los cargos.

Willie Junior Maxwell II pertenecía a una organización que movía la droga desde la costa oeste de Estados Unidos mediante vehículos de mensajería o servicios postales hasta la costa este. Allí la vendían en el estado de Nueva York. El rapero fue detenido en octubre de 2021, durante el festival Rolling Loud, en Queens. Otros miembros de su banda han sido acusados y se encuentran a la espera de la sentencia.

El artista es autor del famoso ‘Trap Queen’, tema que llegó a lo más alto de las listas de éxitos en 2014 y que luego formó parte de un álbum llamado igual. La canción protagonizó una polémica cuando un músico danés, Lazar Lakic, denunció a Fetty Wap y el productor del single Tony Fadd, por usar la instrumental de la que presuntamente tenía los derechos exclusivos.

Depeche Mode ya no «disfrutan del silencio» en su nuevo videoclip

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Depeche Mode han estrenado al fin el videoclip de su último single ‘Wagging Tongue’. La canción forma parte de su reciente álbum ‘Memento Mori’.

El vídeo cuenta con la dirección creativa de Anton Corbijn, el fotógrafo holandés autor de muchos de los retratos de estética rock de los años 80, y que ya ha dirigido muchos de los proyectos más famosos de la banda, como ‘Enjoy the Silence’.

Curiosamente este vídeo también habla del «silencio», pues es una de las palabras contenidas en una letra que versaba sobre las habladurías. Pero todo aquí es más amargo. Los personajes no pueden hablar, sino que han de escribir en una pizarra mensajes como «necesitamos hablar» o «esto necesita ser verbalizado». Sin embargo, no es posible hacerlo en condiciones normales.

La grabación de ‘Wagging Tongue’ tiene un argumento bastante original. Según ha compartido la banda, se trata de una historia en la que “una pareja joven de un pequeño pueblo remoto se une a sus vecinos para un ritual confrontacional, y atrae a participantes de todos los ámbitos de la vida: abogados, hombres de negocios, sacerdotes, policías e incluso Martin Gore y Dave Gahan de Depeche Mode”.

El grupo estrena el trabajo unas semanas antes de sus próximos conciertos en el Primavera Sound. En Barcelona, el 2 de junio, y el día 9 en Madrid.

Santander Music anuncia programación por días y cambios

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El festival Santander Music celebra su edición número trece, que tendrá lugar el próximo viernes 4 y sábado 5 de agosto. Hoy presentan la programación de ambos días, con cambios en el cartel.

El festival incorpora a su line up a la catalana Queralt Lahoz, que se suma al cartel sustituyendo a Alba Morena. Su música está atravesada por los sonidos latinos, de raíz y urbanos, el soul, el hip hop y el dancehall. La artista presentará sus canciones en un tour que pasará por Santander Music la jornada del sábado 5 de agosto.

La jornada inaugural, el viernes 4 de Agosto, contará con el sonido pop de La Casa Azul o el hip hop de SFDK. Ese día también actuarán Ana Tijoux, Second, Depresión Sonora, Soleá Morente o Joe Crepúsculo.

El segundo y último día, el sábado 5 de agosto, el festival acogerá al indie de Viva Suecia. Dani, Reyko, Ladilla Rusa, Iseo & Dodosound, La M.O.D.A., Alice Wonder o la última incorporación, Queralt Lahoz, son los artistas que se podrán escuchar en esta jornada de clausura.

Chica Sobresalto / Oráculo

Pop-rock, qué cosa, ¿os acordáis? ¿Ahora que Zahara se entrega a la electrónica con y sin _juno? ¿Ahora que Aitana hace música house? Incluso había un programa musical de televisión llamado casi en honor de aquello, ‘Rockopop’, cuando el «género» -si es que puede considerarse tal- parecía que iba a estar siempre ahí. ¿Como se titularía ahora? ¿Drill&trap? ¿ReggaeFolk? Quedan pocos artistas entregados al pop-rock como tal y Chica Sobresalto, el proyecto de Maialen Gurbindo, está entre ellos.

Si en su disco anterior ‘Sinapsis‘ se construyó en base a la ciencia, donde las canciones se llamaban cosas tan raras como ’Oxitocina’, ‘Progesterona’ o, de manera más comprensible, ‘Endorfina’ y ‘Selección Natural’, este es más fantástico. Habla de brujas y astros. Chica Sobresalto dice querer ser «una artista que es de ninguna manera y de todas a la vez». Aglutinar a varias en una, como todas las personas, en realidad. Quien no haya sentido una contradicción viviente ahogándole en el pecho, que tire la primera piedra.

‘Oráculo’ sí agradece la fidelidad a una línea artística. Ahí no hay desencuentro alguno. Las canciones pueden ser más synthpoperas, como ‘La Estrella‘; o más rockeras y polvorientas, como ‘El Juicio’. Pero son todas representables por un cuarteto de batería, bajo, guitarra y teclados. No hay beats latinos, ni guiños al folclore nacional, ni drops de drum&bass. La referencia clara es Zahara, con quien Chica Sobresalto ha colaborado en el pasado. ‘La Estrella’ recuerda a ‘Santa‘ lo mismo que ‘El Juicio’ a ‘La pareja tóxica’.

Y el álbum es todo un festival de exorcismos personales y profesionales. Los propios de una persona que está buscando su lugar en el mundo y en la industria musical. «De vez en cuando me pregunto si sigo componiendo para mí o para el resto», dice la letra de ‘La Estrella’, donde recuerda tristemente cómo de pequeña tenía menos problemas de autoestima. «Quería ser como Madonna, confiaba mucho más entonces en mí que ahora». ‘Testamento de una decepción’, a piano, habla abiertamente de «abandonar el barco» y «reencarnarse en un funcionario». ‘El hogar’, de quererse a una misma, y ‘Poquita cosa’ es otra que busca la reafirmación de la autoestima. «Demasiado asimétrica, para vender pintalabios en Instagram», lamenta.

‘Oráculo’ se beneficia de lo descarnado que es. ‘La muerte (en Twitter)’ cierra el álbum hablando tanto de «correrse en tu boca» como de «no rendir cuentas a nadie». Y a veces de lo ácido y autocrítico. «Ahora que abrirse en canal es tan mainstream / Toda la sangre por el suelo como una peli macabra de ‘Saw'» es la primera frase de ‘El Desorden’, un tema aparentemente más influido por los Beatles.

Otras veces, la temática es más ligera. Rafa Val, convertido ya casi en superestrella tras el año de éxitos que están teniendo Viva Suecia, arropa en el poético estribillo de ‘El Milagro’. Celia Becks aparece en un tema que plantea la poligamia y la bisexualidad, llamado ‘La monogamia’. Y Veintiuno, que también cuestionaron el poliamor en un hit con Love of Lesbian, son los invitados en ‘Poquita cosa’.

Es muy evidente que su carrera musical no está dando la felicidad a Chica Sobresalto. Son muchas las confesiones de momentos duros y de inseguridad que se dejan caer por ‘Oráculo’. Hasta el punto de que grandes fragmentos de las letras son pura terapia para todes, como también lo son esos momentos más hedonistas. Una dicotomía comprensible por todos que suma un aliciente más: varios guiños a la imaginería popular, desde Rocío Jurado y la «fuerza de los vientos» (‘La Torre’) a ‘Pena, penita, pena’ de Lola Flores (‘Poquita cosa’), pasando por el ‘Corazón contento’ de Marisol (‘El lío’).

Chica Sobresalto actúa hoy 25 de mayo en la Sala Paqui de Madrid. Más fechas, en su web.

Charli XCX, Ava Max, Tame Impala… en ‘Barbie the Album’

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Que ‘Barbie’ será la película más pop de 2023 lo sabemos desde que vimos las primeras imágenes de Margot Robbie y Ryan Gosling en el rodaje. Después lo corroboramos con la publicación de los pósters oficiales, que confirmaban la aparición en la película de Dua Lipa.

El rumor que apuntaba que Dua colocaría una canción en la banda sonora oficial de ‘Barbie’ se confirmaba esta misma semana, y ‘Dance the Night‘, de hecho, sale este mismo viernes 26 de mayo. Por el avance, ‘Dance the Night’ traerá un sonido de disco clásico, es decir, seguirá la «marca Dua».

Dua Lipa parece que se ha quedado la canción principal de ‘Barbie’, pero en la banda sonora en absoluto estará sola. Charli XCX, Ava Max, Haim, Karol G, Nicki Minaj (vinculada a Barbie desde el inicio de su carrera y en su reciente éxito ‘Super Freaky Girl‘), Lizzo y Tame Impala también aparecerán en el disco, que sale el miso día de la película, el 21 de julio.

Rolling Stone ha confirmado los primeros nombres que figurarán en el disco con una imagen de Margot (Barbie) leyendo el periódico. ‘Barbie the Album’ contará también con la rapera de moda Ice Spice, su colaboradora PinkPantheress, las surcoreanas FIFTY FIFTY, que estos días arrasan con ‘Cupid’; el cantante y actor Dominik Fike (‘Euphoria‘), Khalid, GAYLE, Kali y también Ryan Gosling, que, al parecer, volverá a cantar, como ya hiciera en ‘La La Land‘.

El anuncio de ‘Barbie the Album’ confirma que Mark Ronson será el productor ejecutivo del proyecto, en el que podrían confirmarse más nombres: «más Barbies y Kens por anunciarse próximamente» es la promesa impresa en el periódico.

Tina Turner no «tenía una edad»

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Hay un momento de tu vida en que la edad no significa nada. Cuesta recordarlo en un mundo en el que artistas de 20 años escriben sobre sentirse «viejos», estrellas de 28 piensan en retirarse para no hacer «el ridículo», influencers de 30 y poco se definen como «señoras mayores», podcasters de 40 no se quitan el «tener una edad» de la boca, y personalidades de 50 se definen como «abuelas», como para reírse de sí mismas, como si ser abuela fuera algo gracioso en absoluto. Pero es cierto. Hablo de la infancia: cuando tus padres son Dioses que lo saben todo para ti, y el mejor plan que te cabe en la cabeza es pasar un verano con unas personas octogenarias. Tus abuelos. *Los de verdad, no tus amigos que se autodenominan como tales desde los 25.

Seguro que muchos de los que leéis sobre música, tengáis la edad que tengáis, rondabais los 5 años cuando descubristeis a Tina Turner. Da igual si fue en 1971, en 1984, en 1995 o en 2010. A través de su trabajo con Ike Turner, su resurrección en solitario, con la banda sonora de ‘GoldenEye’ o a través de una película, un musical, la noticia sobre su retirada o el algoritmo de Spotify, ver a Tina Turner por vez primera era contemplar un mito, una leyenda viva en cuanto abría la boca o se movía por el escenario, con un carisma arrollador. Alguien que nunca pasaría de moda. Y desde luego alguien que no «tenía una edad».

La inocencia de la infancia y la pubertad hizo disfrutar a una generación de niños y adolescentes de clásicos como ‘What’s Love Got to Do With It’ sin que te preguntaras cuántos años tenía Tina Turner. Recuerdo quedarme embobado mirando sus vídeos, sin nunca, jamás, tratar de dilucidar su edad. Eso llegaría mucho después.

El comentario sobre lo bien que se conservaba la artista sí era habitual, pero también lo eran los cincuentones en las listas de éxitos, a diferencia de lo que ocurre ahora, cuando parece que la industria ha agudizado su crueldad con los profesionales de la música pop. Leonard Cohen era pinchado con 50 años en Los 40 Principales (son los que tenía en la era ‘I’m Your Man’), Julio Iglesias vendía millones de discos aún en los 90, todo el mundo sabía quién era Nana Mouskouri porque era carne de prime-time. Ahora parece que tenemos mucho miedo de que alguien cambie de emisora o de canal, o de que se asuste escuchando una playlist. Han mejorado muchísimo algunas cosas, pero la media de edad para entrar en Today’s Top Hits de Spotify ronda los 30 años, rara vez puede pasar de los 40, con honrosas excepciones.

Excepciones como Beyoncé, para la que Tina Turner es un referente muy evidente, al proceder de un entorno musical eminentemente masculino. En su entrevista para The Guardian del mes pasado, que parece haberse concedido como temiendo lo peor, Tina era muy consciente de ese papel. Cuando le preguntan cómo quiere ser recordada, responde que como «reina del rock’n’roll» y añade: «como mujer que mostró a otras mujeres que está bien esforzarse por conseguir el éxito en sus propios términos». Cuando le preguntan qué no le gusta de su apariencia física (y parece mentira que esto sea una pregunta en 2023, y de un medio serio), es tajante: «Nada. Las mujeres se ven obligadas a mirarse a sí mismas demasiado fijamente, y a ser críticas con su apariencia. Y los hombres, no». Y una más para el «knock-down» del test. Cuando le preguntan «qué te da miedo de hacerte mayor», responde igualmente: «Nada. Esta es la aventura completa de la vida y acepto y abrazo cada día traiga lo que traiga».

Decía Picasso que «cuando me dicen que soy demasiado viejo para hacer una cosa, procuro hacerla enseguida». Los artistas han ido por delante para enseñarnos un par de cosas sobre cuál es la supuesta manera adecuada de envejecer, y Tina Turner puso algo más que un grano de arena al respecto, sobre todo siendo mujer.

Mientras muchas actrices de Hollywood protestaban con razón por la falta de papeles para las mujeres de «cierta edad», Tina Turner lograba hacer de la edad su gran bandera, por mucho que no supieras muy bien de qué edad estábamos hablando. Tanto ha cambiado todo con los tiempos, de hecho, que sorprende comprobar que en su momento de mayor popularidad la artista tenía tan sólo 45 y 50 años, es decir, la edad actual de Shakira, y no la que quizá te haya venido a la mente, próxima a la jubilación. Tanto han cambiado los tiempos, las modas y las posibilidades: no lucen igual los 42 años que tenía Elvis cuando murió, que los 50 de Jennifer Lopez en la Super Bowl. Y este cambio de percepción, entre otros factores, se debe a que a Tina Turner le salió del coño subirse a un escenario con 51 años en minifalda.

Muchas de las loas que hoy se escribirán sobre Tina Turner se corresponderán con sus tiempos junto a Ike Turner, con quien logró sus primeros éxitos, le dio su primera oportunidad y al fin y al cabo un hijo y su apellido profesional, en medio de demasiadas cosas malas e intolerables. Pero siempre tendrá más valor una reinvención en lo que podríamos llamar «a destiempo», que un golpe de suerte en la lozanía de la juventud, algo al alcance de casi cualquiera. Y fue en ‘Private Dancer’ donde dejó al mundo mudo.

Cuando en Capitol ya nadie daba un duro por ella, cuando iba por su 5º disco en solitario sin haber alcanzado casi ningún hit sola, más de un lustro después de su separación, el ejecutivo John Carter se enfrentó al sello para defenderla. Quedaba atrás el rhythm and blues, también los coqueteos con la música disco, para apostar por un sonido que mezclara baladas y temas de pop llenaestadios. Algo que terminaría definiendo los 80 por su alternancia entre guitarras y teclados, emparentado con Bruce Springsteen. Lo cual era bastante gracioso porque no era otra que Pamela Springsteen, hermana del Boss, a quien veíamos en el vídeo de ‘What’s Love Got to Do With It’ como bailarina.

Y este fue su gran comeback, con un punto reggae y unos sintetizadores sensuales que dotaban al disco de cierto misterio. Curiosamente, tanto Cliff Richard como Donna Summer habían rechazado este tema, ignorando que iba a posicionarse en el número 1 del Billboard Hot 100 de Estados Unidos.

También estaría en aquel disco ‘Private Dancer’, un bonito tema escrito por Mark Knopfler que Dire Straits habían rechazado de ‘Love Over Gold’. Knopfler creyó que un cantante masculino no podía entonar tal letra, que parecía escrita desde la perspectiva de una prostituta. Mientras Mark no se veía «bailando por dinero», Tina Turner no tuvo ningún reparo en entonar este tema sobre alguien que sí hará tal cosa y “todo lo que quieres que haga” en un lugar “al que todos los hombres van porque todos los hombres son iguales”.

Se escogería este tema para titular el LP y la portada del disco, con Tina pintándose los labios, acompañada de un gato negro, es histórica. Casi tan icónica como la portada después de ‘Break Every Rule’ (1986), un título que dejaría claras sus intenciones. Y que llegaría tan solo unos meses después de la gira del disco anterior, que fue monstruosa: hasta 177 fechas. Echad un ojo a la hoja de ruta y desfalleced del susto: a excepción de enero, cuando no había empezado, y junio, cuando se tomó un descanso, Tina Turner ofreció un concierto prácticamente todos los días de 1985.

Pero Tina no desfalleció, y grabó rápidamente ese otro disco que presentaría con singles como ‘Typical Male’ o ’Two People’. Allí hubo créditos de Bowie, Bryan Adams, Phil Collins o Steve Winwood de diferentes formas; si bien sería ‘The Best’ ya en 1989 otro de sus grandes hitos. La canción ya se había publicado de mano de Bonnie Tyler, pero Tina Turner sentía que se podía mejorar: pidió un nuevo puente y cambió un poco el tono.

Los primeras notas de ‘The Best’ son tremendas. De esas que hacen reconocible un tema en un par de segundos, o quizá una carrera entera. Antes de cantar el tema, por ejemplo en Barcelona, decía “¿sabéis qué? ¡Sois los mejores!”, en referencia al título de la canción. Aunque todos sabíamos que tal tema solo podía estar dedicado a sí misma, subida en unos tacones de 15 centímetros, mostrando las piernas que se harían imprescindibles en sus parodias, o rugiendo literalmente en un gesto que podríamos llamar «empoderado» si es que tal palabra entonces hubiera sido inventada.

Tina Turner interpretó en los 90, con gran éxito también, el tema ‘GoldenEye’ para ‘James Bond’, que Bono y The Edge no habrían grabado ni con la mitad de gracia como U2. Los irlandeses, en aquel momento entre ‘Zooropa’ y ‘Pop’, por no hablar de su proyecto experimental The Passengers, escribieron el tema con Tina Turner en mente, pero a esta no le gustó nada la demo que le mandaron y la rechazó. “Me mandaron la peor maqueta posible. Esta canción, es que ni siquiera sé en qué tono estaba”. Bono le suplicó que la aceptara. “Me pareció increíble lo que me habían mandado, pero ya sabes, tienes que meterte en la piel y hacerlo. Entonces la canté como la canté y Bono quedó impresionado. Tuve que salirme de mí misma y hacer la canción. Nunca había hecho una canción como esa antes, y me dio creatividad en el sentido de hacer algo que era muy, muy difícil».

De la misma manera que James Bond no volvió a arriesgar con un artista de 55 años para interpretar su tema principal, esa Tina Turner dispuesta a arriesgar y a hacer otras cosas es la que echamos de menos en última instancia. Podemos recordar algún single de sus dos últimos discos, como ‘On Silent Wings’, con coros de Sting, porque la radiofórmula fue generosa con ellas. Pero es cierto que en estos años Tina Turner no se prodigó como compositora, como sí había hecho durante los 70, ni ya como performer. En su última entrevista para ABC, afirmaba: «Estoy segura de que todos podemos abrirnos un camino a nuestra versión personal de una vida en paz. Estoy segura porque yo pude, incluso después de enfrentarme a circunstancias aparentemente imposibles. No soy sobrehumana, solo una señora de un pueblo llamado Nutbush. Si yo pude llegar a ser indestructiblemente feliz, todos podemos».

Había sido precisamente la historia de Nutbush la que nos contaba en ‘Nutbush City Limits’, un éxito primigenio junto a Ike equiparable en cifras a la adaptación de ‘Proud Mary’ o a la de ‘River Deep – Mountain High’. Un lugar en el que solo se podía «ir de compras los viernes y a la iglesia los domingos», donde «no había whiskey», donde «el límite de velocidad era demasiado bajo». Donde «vas a la cárcel sin fianza». Un tema que recibió una producción bastante imaginativa para ser de 1973 y que nos contaba la visión de la artista sobre una ciudad sin posibilidades, cuando tenía poco más de 20 años.

Complace imaginarla feliz, como decía ella misma, terminar sus días con su familia, después de haber trabajado tanto. Aunque duele pensar que su último disco llegara tan pronto como a los 60 años, y dejara de dar conciertos tan pronto a los 68, a diferencia de lo que han hecho muchos de sus homólogos masculinos, que continúan ofreciendo shows incluso más allá de los 80, como esos Rolling Stones a los que tantísimas veces teloneó (además sintiendo una atracción secreta hacia Mick Jagger).

Ahí Tina Turner decidió que «sí tenía una edad». Pero qué demonios, ya había puesto una primera piedra como mínimo para las mujeres. Una tan grande que incluso resultó en algún momento demasiado pesada para sí misma. Cuando le preguntaban por su retiro, respondía entre risas que «no quería salir al escenario con bastón». Que quería ser recordada dándolo todo sobre las tablas como había hecho siempre. Algunos lo llamarán retirarse a los 68 -una edad estándar de jubilación- con dignidad. Otros argumentarán que si sus 50 años fueron los nuevos 30 hace demasiado tiempo, los 70 pueden ser los nuevos 50 para generaciones venideras. Será gracias a ella, aunque fuera sin proponérselo.

Lo siento mamá, escucho a Bb trickz

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De vez en cuando en el panorama musical aparecen estrellas fugaces, que no sabes de dónde salen, cómo han llegado a tus oídos o por qué. Hace algo más de un mes que la catalana Bb trickz apareció en el firmamento musical español con su primer EP ‘Trickstar’, y desde entonces está en boca de todos.

En este EP está el sencillo ‘Lo siento mamá’, que es nuestra canción del día. Con un tono jocoso, divertido y una base ligera, habla de una vida tan difícil como desesperanzadora. La instrumentación minimalista y la voz seca de la cantante permiten que la letra atraviese los oídos, directa al cerebro.

¿Quién dice que el trap no habla de cosas importantes? El abandono de las funciones familiares de su padre, las Navidades, la casa sin una figura paterna que interviniese en los conflictos con su madre, o la separación de los progenitores no son temas banales.

Quizá no es demasiado serio para la cantante, o quizá sí. Quizá habla de esto como quien habla de cualquier otro tipo de tema en sus canciones. Pero quizá esta artista con apariencia superficial y pasajera ha encontrado en el estilo que ya manejaba la artista estadounidense Ice Spice, el lugar donde volcar sus preocupaciones y lesiones emocionales.

‘Lo siento mamá’ acerca a la situación familiar de Bb trickz aunque no la hayas vivido ni te haya tocado de cerca. Y lo peor (o mejor) es que te hace pensar que es una canción divertida, que no tiene notas de preocupación. Lo cierto es que cuando la acabas solo piensas en volverla a poner, por si se te ha escapado algo.

Comeback de Nelly Furtado, que avanza el house de ‘Eat Your Man’

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En los últimos años, Nelly Furtado ha estado presente en el pop de diversas formas: ‘Say it Right’, su éxito de 2007, se ha viralizado en TikTok, propiciando el lanzamiento de su versión «sped up» en Spotify antes de que se consolidara esta práctica. Otros temas viejos de Nelly, como ‘I’m Like a Bird’ o ‘Maneater’, han seguido produciendo cifras espectaculares. En el mundo indie, Four Tet ha llegado a samplear ‘Afraid’ en una maravilla reciente.

Ante este escenario, Nelly no se va a quedar de brazos cruzados y va a intentar un «comeback». Nelly es portada de la revista FAULT Magazine, en la sesión de fotos aparece renovada, recordando a la época de ‘Loose’, y habla de nueva música.

Inspirada por los DJs que constantemente remezclan ‘Say it Right’ y ‘Give it To Me’, Nelly está a punto de sacar una colaboración con el DJ Dom Dolla. El título de ‘Eat Your Man’ es una referencia evidente al de uno de los grandes éxitos de Nelly Furtado. En TikTok ya puede escucharse un avance, el cual revela un sonido cercano al «ballroom house».

En la entrevista, Nelly revela que ha grabado una canción con Bomba Estéreo porque Li Saumet y ella recientemente han entablado una amistad. Y cuenta que la segunda canción que escucharemos de esta nueva etapa está cantada en «spanglish». Nelly dice haber grabado «cientos de canciones» en los últimos 18 meses y se muestra emocionada por darlas a conocer.

En otro punto de la entrevista, Nelly revela que en los últimos tiempos ha sido diagnosticada de TDAH. Su último disco, ‘The Ride‘, salió en 2017 sin hacer demasiado ruido.

Coldplay menean las emociones en su concierto sostenible (y reciclado)

Foto: Marta Pérez (EFE)

Por si se te había olvidado, Coldplay han conseguido llenar CUATRO Estadis Olímpics de Barcelona con la gira de ‘Music of the Spheres’. Es imposible no pensar en este hito cuando te vas acercando al Estadi: a eso de las 19.00 de la tarde, a punto de tocar las primeras teloneras, Hinds, a las que no alcanzo a ver, el metro camino a Plaza España ya va lleno de fans arreglados para la ocasión; después, el autobús especial que lleva al Estadi también. Camino a las taquillas -donde recojo mi entrada- hordas de gente desfilan en las inmediaciones del recinto, hacia arriba, hacia abajo o en múltiples direcciones al mismo tiempo, como fans de Take That perdidos en el multiverso, buscando su acceso. Cuando, empezado el concierto, Chris Martin da las gracias a su público por el «esfuerzo de esperar durante horas en largas colas», es obligado pensar que se refiere a las virtuales.

La pista está prácticamente llena a simple vista cuando Chvrches, el segundo grupo telonero, aparece en el escenario. Las gradas aún muestran calvas pero estas se van rellenando poco a poco a medida que Lauren Mayberry y los suyos van disparando las canciones de su repertorio. Es inaudito ver a Chvrches tocar para un público tan tremendamente masivo… y no es que no mereciera igual destino. Al contrario: cuanto más canciones toca el grupo, menos entiendes por qué no está llenando un Palau Sant Jordi.

Chvrches sabe calentar motores con ‘Forever’ o ‘Leave a Trace’ y cada canción es más himno. Pero Mayberry parece algo insegura, afectada quizá por la indiferencia de un público que no les espera: Mayberry pide “perdón” por tocar una canción lenta y a continuación toca ‘How Not to Drown’. Nada, solo su mejor canción. O una de las mejores, al menos. Inmensa. Después llegan a las del primer disco y recuerdas por qué Chvrches como mínimo se han ganado el derecho de telonear a la banda más masiva del mundo, y la catarsis de ‘Clearest Blue’ te hace soñar con que sean ellos quienes ostenten ese título.

En la entrada al recinto se entrega al público una pulsera blanca que emitirá luces de colores durante el concierto. La pulsera, hecha con material compostable, es uno de varios elementos ecológicos del show: no hay que olvidar que la gira de ‘Music of the Spheres’ es sostenible. O todo lo sostenible que puede ser llenar cuatro Estadis Olímpics no solo gracias a la población barcelonesa, que aquí somos fans de Coldplay, pero no sumamos 220.000 solo entre nosotros. La gente ha cogido aviones y trenes y ha dejado su huella de carbono para venir a ver a Coldplay, y más sostenible aún habría sido directamente no realizar ninguna gira, pero a la banda más famosa del planeta no le puedes pedir que no toque, pues hay una demanda que satisfacer y, sobre todo, un mensaje que transmitir. Chris Martin y los suyos defienden la importancia de cuidar el medio ambiente y, sobre todo, predican con el ejemplo: todo la energía que hace posible el show de ‘Music of the Spheres’ es renovable y con la compra de la entrada el público pone su grano de arena en la reforestación y en la limpieza de los océanos, entre otras acciones.

Este escenario hace que Coldplay sea una de las bandas más progresivas de nuestra época, y no cabe duda de que pasará a la historia por esta y otras razones. El concierto de ‘Music of the Spheres’, sin embargo, no pasará a la historia porque ya forma parte de la historia, en el sentido de que ya lo has visto antes. En 2016, Coldplay dieron un concierto casi idéntico en el mismo recinto, con los mismos efectos, el mismo concepto interactivo, el mismo despliegue de luces de colores, confeti, globos, hilos de colores quilométricos, petardos, fuegos artificiales… Hasta las carreras de Chris Martin por la pasarela que anticipan el subidón de muchas de sus canciones eran las mismas (lógico, el efecto es emocionante). Pensaba escribir sobre todos estos golpes de efecto en la crónica, pero ya lo hice hace años.

Pero el texto no se puede reciclar, no cuando el primero de los cuatro conciertos de Coldplay programados en Barcelona estará marcado para siempre en la historia por suceder en el día en que murió Tina Turner. A la autora de ‘Private Dancer’ el guitarrista Jonny Buckland, el bajista Guy Berryman y el batería Will Champion, además de Martin, dedican el concierto. En el tramo final, Coldplay improvisan una versión de ‘Proud Mary’ acompañados de los Gypsy Kings, a los que han invitado en realidad para cantar ‘Bamboleo’ y otras versiones. La idea parece random pero tiene sentido, pues diría que hasta Coldplay se cansan de ser Coldplay cuando llevan hora y media de concierto, y se permiten el lujo de hacer otra cosa, de desviarse brevemente de toda la épica que han construido en la hora anterior.

El show no puede empezar más arriba. Es imposible. Con los decibelios alcanzando otra galaxia de lo ALTA que suena la música (pero nunca incómoda, se nota que el equipo es bueno), Coldplay arrancan con el trío de ases de ‘Higher Power’, ‘Adventure of a Lifetime’ y ‘Paradise’. Como el de hace unos años, parece que el concierto de Coldplay ha empezado por el final: las pulseras entregadas al público se utilizan desde el segundo cero, dibujando un océano de pequeñas luces que cubre absolutamente todo el estadio. Ya al inicio atendemos a las típicas explosiones de confeti y chorros de fuego. Llevamos 5 minutos. Coldplay es de los pocos grupos capaces de hacer que claves la mirada en el público más incluso que en el propio escenario. Y no es que no pasen cosas en el escenario: pasan muchas, todo el rato, sin parar. La sobreestimulación es continua y constante. De alguna manera Coldplay te hacen conectar con un lado infantil, impresionable, en el que todo lo que sucede a tu alrededor es motivo de asombro. Si no lo habías visto antes, claro. Si lo habías visto antes, el asombro es menor.

Para cada canción Coldplay tienen un golpe de efecto. En ‘Clocks’ se impone el color verde y los rayos láser inundan la pista. En ‘Human Heart’ solo los laterales de las gradas se iluminan dibujando sendos corazones. En ‘A Sky Full of Stars’ la primera explosión de fuegos artificiales pega un susto. Las canciones épicas y las lentas se alternan. Ellos no piden perdón por tocar una balada, ‘Fly On’: invitan a una fan al escenario. La chica se sienta con Chris Martin al piano e intenta llamar a su madre, pero su teléfono no funciona. En otro momento fan, Martin debe interrumpir su interpretación de ‘Yellow’ (con el estadio iluminado de amarillo, claro) cuando advierte a una muchacha levantada a hombros, completamente de pie y recta, como si estuviera levitando o midiera tres metros de altura. “Esto es lo mejor que he visto nunca, ¿eres acróbata?”, le pregunta. La chica, de repente el foco de todo el estadio, balbucea algo emocionada, y Martin continúa con su canción como estaba previsto.

En el concierto “blockbuster” de Coldplay, que se desarrolla con la intensidad y los efectos especiales continuados de una película de ciencia ficción de Hollywood, también ocurren escenas de relleno. Es desconcertante la entrada de Angel Moon, el monigote de Coldplay, en ‘Human Heart’. Más inexplicable es la sección “alienígena,” en la que Coldplay se pegan unos bailoteos de electrónica metidos dentro de sus cascos de humanoides con antenas. No cabe duda de que el show está medido para que sea lo más dinámico posible y es evidente que todas y cada una de las secciones tienen su razón de ser. Es solo que la parte alien bordea el universo de Barrio Sésamo (aunque los golpes de cadera de Martin vale la pena verlos) y la de los Gypsy Kings es perfecta para aliviar emociones y también riñones.

De todas las baladas de Coldplay, ‘Fix You’ sigue siendo la más efectiva de todas y, por lo tanto, ellos la reservan para el final, pero el show no termina tan arriba como empieza. Después de menear las emociones del público sin parar, llevándolas arriba y abajo de manera constante, de la estratosfera al subsuelo, Chris-Martin-y-los-suyos clausuran con su propia «canción de créditos»: la bonita y serena ‘Biutyful’ ayuda a reposar las emociones y a recomponerse después de la intensa experiencia de ver a Coldplay en directo. Con el metro cerrado pasadas las doce de la noche de un miércoles, el nitbus petado y cientos de personas que buscan taxi desesperadamente repartidas en diversos puntos de la zona, el regreso a casa también es la «aventura de una vida».

Adiós a Tina Turner, gran icono del soul, el rock y emblema contra el edadismo

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Tina Turner ha muerto a los 83 años tras una larga enfermedad. Así lo ha informado su representante, detallando que ha muerto en su casa de Küsnacht, en Zúrich. Allí se había retirado hace unos años tras haberse nacionalizado suiza. Su marido era el ejecutivo alemán Erwin Bach, con quien se casó tras 27 años de relación. De ahí su querencia por el centro de Europa en la última década de su vida. El País recuerda que Tina sufría un cáncer intestinal, diagnosticado en 2016. También había tenido un trasplante de riñón en 2017.

Una de las voces más identificables del siglo XX y una influencia para todo seguidor del soul desgarrado de los años 60, Tina Turner fue conocida en principio por su tumultuosa relación profesional y personal con Ike Turner. La cantante sufriría su maltrato dentro del que fue uno de los grandes dúos de aquella época, llegando a intentar suicidarse en 1968. A la muerte de Ike en 2007, su equipo declararía: «Tina no ha tenido ningún contacto con Ike durante más de 30 años. No habrá más comentarios».

La artista había nacido en Tennessee en 1939. De pequeña recogió algodón con su familia, fue separada de sus hermanas durante la II Guerra Mundial, y se refugió en el coro de la iglesia. Su madre les abandonó debido al maltrato que sufría por parte de su padre, y Tina contaba en su autobiografía que no se sintió querida de niña.

Su carrera comenzaría de mano de Ike en su single ‘Boxtop’, como voz invitada. Ella les había visto actuar en un concierto junto a su banda Kings of Rhythm y les convenció de cantar, tras robarles el micrófono para hacer una versión de BB King, y pese a que muy pocas mujeres habían actuado con ellos.

En un primer momento se hacía llamar Little Ann -pues su verdadero nombre era Anna Mae Bullock, y la gente la llamaba Ann- adoptando el nombre de Tina Turner en 1960, a los 21 años, por primera vez en el single ‘A Fool In Love’. Puro sonido «girl group» de la época. Dos heroínas de cómic -Sheena, Reina de la Selva y Nyoka la Chica de la Jungla- habían esperado su nuevo personaje sobre el escenario.

Tras una serie de éxitos durante los primeros años 60, Phil Spector los fichaba para su sello Philles, produciendo una de sus canciones más populares ‘River Deep – Mountain High’. Hoy un clásico que en su momento sería mejor acogido en Europa. Ike y Tina Turner teloneaban a los Rolling Stones, actuaban en televisión, enmudecían con su fuerza sobre el escenario.

Su sonido fue evolucionando hacia el rock -su versión de ‘Come Together’ de los Beatles no puede ser más psicodélica, y ella sería considerada «la reina del rock’n roll»- y a sus conciertos iba gente como Bowie (con quien Tina terminaría colaborando), Janis Joplin, Cher, Elton John y Elvis Presley. Tina sería la primera mujer en ser portada de Rolling Stone y la primera negra.

En 1971 una versión de ‘Proud Mary’ de la Creedence fue un éxito enorme. Desde entonces, Tina se implicó más en la composición, participando en 9 de las 10 canciones de ‘Feel Good’, su disco de 1972. Poco después, ‘Nutbush City Limits’, escrito también por ella, sería uno de sus mayores hits, sumando aun a día de hoy decenas de millones de streamings en plataformas.

En 1976 Ike y Tina se separarían dada su adicción a la cocaína y tras un altercado violento sufrido en un hotel, y Tina Turner desarrollaría una en principio irregular carrera en solitario, que podía virar hacia la música disco, o no. En aquel momento comenzó a ser vista como una artista de «nostalgia». Sin embargo, despuntó especialmente en los años 80 por dos razones: el éxito de ‘Private Dancer’, uno de los álbumes más vendidos de 1984, y la normalización de que una mujer de 45 o 50 años pudiese seguir subiéndose a los escenarios. Fue su gran «comeback» y de alguna manera, su mejor venganza.

‘What’s Love Got to Do With It’ se hizo con el Grammy a Grabación del Año, siendo número 1 del Billboard Hot 100. Sería su única canción que lo conseguiría y la mujer de más edad que lo había conseguido hasta aquel momento: 44 años. 50 tenía cuando publicaba su versión de ‘The Best’, una de sus canciones más icónicas. Después, aguardarían más éxitos como ‘GoldenEye’ escrita por Bono y The Edge para la saga de ‘James Bond’.

Como actriz, habían sido conocidas sus apariciones en películas como ’Tommy’ o el ‘Mad Max’ de 1985. Después, se harían films sobre su carrera como ‘I, Tina: My Life Story’, y musicales como ’Tina’.

Tina Turner continuó sacando discos durante los 90, alcanzando aún cierto éxito con ‘Wildest Dreams’ (1996), pero ‘Twenty Four Seven’ (1999) sería su último largo, grabado con 61 años. Ya en el siglo XXI solo realizaría giras, ejerciendo Tina!: 50th Anniversary Tour de despedida entre los años 2008 y 2009. La cantante tuvo dos hijos biológicos (por otro lado adoptó 2 de Ike), uno de los cuales se suicidó en 2018 y otro de los cuales falleció de cáncer la Navidad pasada.



Sparks: «Siempre estamos pensando en el futuro»

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Sparks, los hermanos Ron y Russell Mael, son una fuerza de la naturaleza musical. Sacaron su primer disco en 1971, llegaron a la cima del glam y del éxito comercial con ‘Kimono My House’ en 1974, prácticamente inventaron el synth pop con ‘No 1 Song in Heaven’ en 1979 y, en general, se han dedicado a ahondar en todo tipo de géneros y estilos durante más de 50 años de carrera: del vodevil a la música orquestal, del hard rock al pop. Insobornables, siempre han seguido su propio camino sin hacer mucho caso de premisas comerciales o modas. Y aunque hayan pasado por épocas de más repercusión y de menos, se han ganado una legión de fans que les ha llevado a ser un grupo de culto. El documental de 2021 de Edgar Wright, ‘The Sparks Brothers’, así lo atestigua. Pero no contentos con eso, también han escrito y puesto música a ‘Annette’, la última locura/genialidad del director Léos Carax, un musical protagonizado por Adam Driver y Marion Cotillard. Ahora sacan nuevo disco, ‘The Girl Is Crying in Her Latte’, el Disco de la Semana, a sumar en su extensa lista de obras memorables. Y encima son uno de los principales reclamos del Primavera Sound. Tocan el 2 de junio en Barcelona, el 8 en Madrid y el 10 en Oporto.

Antes de concretar la entrevista, me preguntan a cuál de los dos hermanos Mael prefiero entrevistar. Elijo a Ron sin dudarlo (¡todos tenemos nuestro Spark favorito!), el circunspecto hombre detrás del teclado. Hemos acordado que la conversación será de sólo 20 minutos, vía zoom y sin vídeo. Así que cuando Ron aparece por sorpresa en la pantalla de mi móvil, me pilla teniendo que hacer equilibrios para que la cámara me enfoque a mí y no al techo, me aturrullo y casi pierdo la compostura. Pero es que una no tiene a una leyenda viva todos los días mirándole atentamente.

Me encanta vuestro nuevo álbum, ‘The Girl Is Crying in Her Latte’. Sois una banda que siempre evoluciona. Pero en este disco hay temas como ‘Nothing Is As Good As They Say It Is’, que es muy glam, ‘Escalator’, muy Giorgio Moroder, ‘We Go Dancing’, que parece sacada de ‘Lil’ Beethoven’… ¿Es este disco una especie de compendio de lo que son Sparks?
Bueno, hemos pasado por tantas fases musicales diferentes que ahora nos podemos inspirar, dependiendo de cómo sea la canción, en cualquiera de los diferentes estilos en que hemos trabajado en el pasado. Hemos pasado por fases electrónicas, orquestales y, obviamente, por la fase de ser una banda, así que esto es una especie de constante. No fue una decisión consciente hacerlo así, pero estas fases son una especie de herramientas que tenemos para cada canción que se nos ocurre. Siempre tratamos de encontrar la forma correcta de hacer cada canción. Y nosotros sabemos que tenemos la capacidad de trabajar de muchas maneras diferentes. 

El álbum suena muy… animado. Como si la pandemia nunca hubiera ocurrido.

Pero supongo que la pandemia os afectó de alguna manera al grabar el disco, ¿no?
Tenemos nuestro propio estudio, así que la pandemia realmente no nos frenó de esa manera. Nos dio la oportunidad, ya que sabíamos que no íbamos a poder estar de gira durante ese tiempo, para concentrarnos de verdad en el álbum. En ese sentido, no nos afectó de una manera adversa, aunque fuera una época adversa para todos. Pero musicalmente, nos permitió concentrarnos en acabar de grabar grabar el disco. 


En el documental de Edgar Wright salís diciendo que os encanta el café y que soléis quedar para tomarlo en el Farmer’s Market de Los Ángeles. ¿Es de aquí de dónde viene el título del álbum y de la canción? ¿De la gente que veis allí tomando sus cafés?
Por supuesto, pensamos mucho en el café. Pero la canción es más bien una manera de resumir el estado de ánimo actual general de la gente, que es un poco de melancolía y soledad. Es simplemente la imagen de la chica que se sienta sola, incluso en una cafetería llena de gente. Nos evocó un sentimiento que va más allá de esa chica en concreto: es la atmósfera general que encuentras ahora en todo y en todas partes.

¿Y habéis notado si ahora hay más fans en el Farmer’s Market cuando vais a tomar café? Porque cuando vi el documental, pensé que si alguna vez voy a Los Ángeles, sería genial ir allí, a ver si os encontraba.
Ahora solemos ir a otros sitios desde entonces (risas), digámoslo así.

Entonces, ¿te inspiras mucho en las imágenes, en la gente que ves cuando sales, para escribir tus canciones?
Más bien se nos ocurre la música primero y, entonces, una imagen de repente salta en mi cabeza. No tenemos tantas canciones donde algo sucede o conoces a una persona y, entonces, escribes una canción. Nuestras canciones provienen más bien de situaciones imaginarias, pero que están a su vez basadas en situaciones reales. Sólo que las llevamos más allá de esa situación en particular. No es, por ejemplo, que rompes con alguien y eso te inspira a escribir una canción sobre eso. No funcionamos así.

La última canción del disco es ‘Gee, That Was Fun’. Es una canción fantástica, pero también tiene un… preocupante aspecto de despedida. ¿Tenemos que empezar los fans a preocuparnos? ¿O es solo que a los periodistas nos gusta imaginar cosas?
Es una manera de cerrar el disco, esperamos que la gente no interprete la canción más allá de eso (risas). Claro, si la canción de cierre dice que “ha sido divertido”, algunas personas sacarán la conclusión de que estamos diciendo algo más que eso. ¡Pero no es nuestra intención que sea la última canción que hagamos nunca!

Imagino que todo el mundo os preguntará sobre Cate Blanchett. ¿Cómo os conocisteis? ¿Y cómo surgió su participación en el vídeo de ‘The Girl Is Crying in Her Latte’?
La primera vez que la conocimos fue cuando acudimos a los premios César como hace un año y medio. Fuimos lo bastante afortunados como, uh, para ser unos americanos que ganaban un premio César [Nota de la redactora: Sparks lo ganaron por la mejor música original con ‘Annette’], lo cual es algo bastante extraordinario. Así que ahí estábamos, esperando en el backstage, en nuestro camerino, cuando esta persona, esta mujer impresionante, llegó al backstage. Y era Cate Blanchett. Es algo impactante cuando ves a alguien de su talla haciéndote una visita sorpresa. Quiero decir, que es una actriz extraordinaria. Fue muy afable y nos dijo que siempre había sido una gran fan del grupo. Y obviamente, nosotros no podíamos admirar más su trabajo como actriz. No es que habláramos de proyectos en firme, pero nos mantuvimos en contacto. Entonces, cuando llegó el momento de hacer el vídeo, Russell le mandó un mensaje y le preguntó: “¿estarías interesada?”. Y ella contestó que sí. O sea que es así cómo todo se desarrolló. Y sin publicistas o mánagers de por medio. Lo hicimos todo a nivel personal, porque es cómo nos gusta trabajar. Porque esa gente [mánagers y publicistas] solo dan problemas.

¿Cómo afectó la experiencia ‘Annette’ a este disco?
Obviamente, hay habilidades diferentes involucradas en hacer canciones de tres o cuatro minutos que en narrar musicalmente una película de dos horas y veinte minutos. Creo que ‘Annette’ sí tuvo un efecto en este disco, ya que con ‘Annette’ nos sentimos capaces de poder usar cualquier influencia musical que pudiera surgir. Y nos nos preocupamos de, por ejemplo, de que hubiera algún tipo de coherencia en el tono y en la música. Por ejemplo, había cambios muy intensos en la sonoridad, lo cual está bien. Y nos hemos dado cuenta que, en la mayoría de nuestros discos, pero en este especialmente, que no tiene por qué haber una coherencia de tono. No tiene que haber un hilo que atraviese todas las canciones, que les haga tener un significado general. Podemos pasar de una canción y, entonces, cambiar de repente de estilo musical en la siguiente. También con ‘Annette’ aprendimos más sobre cómo usar instrumentos orquestales. Algo de eso se coló en este disco, ganamos algo de confianza en hacerlo de una manera más diestra.

«Disfrutamos tanto del proceso de trabajar en ‘Annette’ que queremos repetir»

Para ‘Annette’ incluso compusisteis un aria de ópera. ¿Os habéis planteado escribir una ópera entera?
Aunque en ‘Annette’ hay momentos operísticos, no es algo que hayamos pensado en hacer en formato extendido. Pero si aparece la oportunidad y la persona adecuada para dirigirla, sería muy interesante. La idea de hacer una pieza narrativa larga, pero en vivo, sería muy emocionante. Me encantan las emociones intensas de la ópera, y conseguir transmitir esas emociones musicalmente sería una propuesta apasionante… ¡si conociéramos a alguien que nos la hiciera!

El cine siempre ha sido muy importante en vuestra carrera [Los hermanos Mael son unos fanáticos del cine. Russell quería ser director y rodó varios cortos en estilo Nouvelle Vague en la universidad. Sparks estuvieron involucrados en proyectos de enjundia que no llegaron a buen puerto: un film con Jacques Tati en los 70 y un musical con Tim Burton en los 90]. Pero han tenido que pasar más de 40 años para que se materializara un proyecto. Así que cuando ‘Annette’ se estrenó, ¿cómo lo sentisteis? ¿Como la culminación o como el punto de partida en el mundo del cine?
Hemos intentado hacer una película musical desde hace mucho, mucho tiempo. Y esta tardó unos ocho o nueve años en completarse. Pero se hizo. Así que nos sentimos reivindicados de alguna manera: finalmente fuimos capaces de conseguirlo, porque amamos los musicales que no son corrientes y creemos que el musical es un formato abierto a reinventarse. Eso lo sentimos de manera muy especial con ‘Annette’. Sentimos que es nuestra contribución para mostrar cómo se puede hacer una película musical. Pero también es un inicio para nosotros, porque ya estamos trabajando en otro proyecto de musical ahora mismo, que esperamos que vea alguna vez la luz del día. Disfrutamos tanto del proceso de trabajar en ‘Annette’ que queremos repetir.

Vuestra carrera abarca ya seis décadas. Pero os estoy preguntando más sobre vuestro presente y vuestro futuro.
Una de las razones por las que somos capaces de hacer discos como este es que, en general, siempre pensamos en el futuro. Obviamente, estamos orgullosos de todo lo que hemos hecho, especialmente cuando estamos de gira, cuando somos más conscientes del pasado, porque tocamos canciones de cada una de nuestras etapas. Pero en general tratamos de concentrarnos exclusivamente en lo nuevo que estemos haciendo. Y si tenemos una canción que se quedó fuera del proceso de elaboración de algún disco anterior, normalmente la desechamos, porque intentamos que cada disco se empiece desde cero. Así que es muy importante para nosotros lo que hacemos ahora, es ahí donde ponemos el énfasis, no en ser unos nostálgicos del pasado.

Siempre habéis sido reticentes a participar en documentales sobre vosotros. ¿Fue muy difícil para Edgar Wright convenceros para realizar ‘The Sparks Brothers’?
No realmente. Porque tenemos un enorme respeto por Edgar Wright como director. De otra gente que se había dirigido a nosotros, como dices, declinamos respetuosamente, en parte porque no estábamos seguros de que tuvieran suficiente bagaje como directores. Pero es que además nos veían de una manera en que no queríamos ser mostrados: creían que había algún período de nuestra carrera que era algo así como nuestra “era dorada”. Desde el primer momento en que hablamos con Edgar él quiso recalcar que había una solidez en todos los períodos de nuestra carrera, que lo que estábamos haciendo ahora era tan potente como cualquier otra cosa que hubiéramos hecho en el pasado. Así que cuando se combinaron ambas cosas, un director fantástico y la idea general que tenía acerca del documental, no llevó mucho tiempo. Le dijimos que sí bastante rápido. Y además, es una persona llena de entusiasmo, y queríamos mantener ese entusiasmo en el documental.

Bisexualidad y brujería: La Zowi se corona como ‘La Reina del Sur’

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La Zowi estrena hoy ‘La Reina del Sur’ y con el nombre del álbum parece confirmarse líder de un territorio que ya le pertenecía. Trazas de reggaeton, dembow, melodías jamaicanas y flamenco conforman un trabajo tan variado como violento, al que pertenecen los singles ‘Bitch Feka’ y ‘La 9’. Se unen a ella otros artistas como Soto Asa, Mariahlynn, Harry Nach, Marcianeke o Galee Galee, en un disco más extenso de lo que acostumbra la cantante de ‘Matrix’.

La brujería y la oscuridad las encontramos en el tema ‘Chill’, donde se combinan las palmas de flamenco y las rimas ingeniosas, ya características de La Zowi. Esta canción está producida por King Doudou, productor de temas como ‘Fiebre’ de Bad Gyal. El videoclip apoya esa estética hechicera que se entremezcla, incluso, con lo religioso.

“Dice que es mía, no quiere a otro. Antes de mí no comía toto”, cuenta en ‘Lokita’. Por si quedaban dudas de su atracción por las mujeres, la autora las despeja por completo. Lo hace en una canción que se acerca al trap de su mixtape ‘Ama de Casa’. Suena a ella, no hay duda, es marca personal.

La artista, nacida en París, presenta su primera canción en francés. ‘Bebé’, con una base de reggaeton se acerca a notas jamaicanas, se desenvuelve en un ambiente en el que no se había visto a la cantante.

Un disco lleno de empoderamiento y rimas obscenas que ya han devuelto a La Zowi al lugar del panorama que desea.

La Zowi en concierto:
24/5 SOUND ISIDRO – LA RIVIERA (Madrid)
26/5 VIVE FEST (Guadalajara)
17/6 SONAR FESTIVAL (Barcelona)
30/6 BIG SOUND FESTIVAL (Valencia)
1/7 PEÑÍSCOLA FROM STAGE (Peñíscola)
6-8/7 ROLLING LOUD FESTIVAL (Portugal)
29/7 FAN FUTURA FEST (San Javier, Murcia)
11/8 NEO CAAC (Sevilla)
25/8 RIVERLAND (Arriondas)



Lana del Rey ahonda en la doble cara de Hollywood en su gran cortometraje

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El 15 de enero de 1947 fue hallado en un descampado de Los Angeles el cadáver desmembrado de Elizabeth Short, una aspirante a actriz de 22 años que trabajaba de camarera mientras esperaba una oportunidad en Hollywood. La brutalidad del asesinato y la ausencia de pruebas (el caso sigue aún sin resolverse) alimentó el sensacionalismo mediático de la época. Bautizada por la prensa como la “Dalia Negra”, en referencia a la famosa película que triunfaba en la época ‘La dalia azul’ (1946), la figura de Short se ha ido convirtiendo gracias a la ficción criminal en un icono popular, en una nueva Mary Jane Kelly.

El director Rich Lee, quien ya había utilizado referencias a Hollywood en otros clips para Lana del Rey como ‘Lust for Life’ o ‘Doin’ Time’, se ha inspirado en el imaginario estilístico de la Dalia Negra para realizar ‘Candy Necklace’.

El vídeo está articulado por medio de dos líneas narrativas. La primera es un relato ambientado en Los Angeles en los años 40, rodado en formato panorámico, donde se narra un argumento clásico del cine negro: el triángulo amoroso de fatales consecuencias. En este caso entre una cantante, su rico y mafioso «sugar daddy» y el joven pianista (Jon Batiste) que le hace tilín.

La segunda es el making of de esa ficción. Un relato paralelo, rodado en un formato que imita una grabación vintage, donde Lana interpreta a una actriz caracterizada consecutivamente como una versión de la Dalia Negra, la Marilyn de ‘Blonde’ y la rubia Veronica Lake de, precisamente, ‘La dalia azul’. Un juego metalingüístico influenciado estéticamente por las revisiones que se han hecho últimamente de ese Hollywood dorado pero también muy oscuro: ‘Mank’ (2020), la mencionada ‘Blonde’ y ‘La dalia negra’ (2006), la fallida adaptación que hizo Brian de Palma del clásico de James Ellroy.

Siguiendo con esta dualidad, ‘Candy Necklace’ termina mal y bien. El relato de ficción sugiere que el cadáver de la cantante aparece en un baúl, descuartizado como el de la Dalia Negra. Pero la actriz que la interpreta, Lana, se gana una estrella en el paseo de la fama gracias a su actuación. La doble cara de Hollywood. Un lugar donde los focos –el vídeo comienza de forma muy elocuente con un zoom sobre uno de ellos- iluminan tanto como ocultan.

La veteranía es un grado en Primavera Sound: 10 leyendas

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En esta edición de Primavera Sound, una proporción considerable de los cabezas de cartel son veteranos de solvencia contrastada. Pet Shop Boys, New Order y Depeche Mode, los tres grandes grupos de pop electrónico de los 80 y 90, siguen mostrando unas credenciales más que dignas. Blur, capitostes del Brit Pop, se niegan a vivir de rentas y están a punto de sacar nuevo disco. Pero estas cuatro bandas no son las únicas. El Primavera Sound 2023 cuenta con más veteranos y veteranas que miran más hacia el futuro que hacia el pasado.

Sparks
Los hermanos Mael, Ron y Russell son iconos del glam, del rock, del pop, del techno pop y básicamente de TODO. Están a puntito de sacar un nuevo disco que mantiene el fantástico nivel de sus últimas entregas. Y encima, su concierto del Primavera Sound de 2018 fue el mejor de todo el festival.
[Canción: The Girl Is Crying In Her Latte]
[Barcelona: viernes 2 de junio, Amazon Music, 19:55 / Madrid jueves 8 de junio Amazon Music 19:40]

John Cale
Cale no se conforma con ser una leyenda, con haber sido el más underground de la Velvet Underground, con haber creado obras maestras de orfebrería pop como ‘Paris 1919‘ (que tocó en el Festival en 2011). Sino que encima sigue mirando más allá a sus 81 años y ha sacado uno de los discos del año.
[Canción: Moonstruck (Nico’s Song)]
[Barcelona: sábado 3 de junio Auditori Santander 19:30 / Madrid: sábado 10 de junio Auditorio Primavera 14:40h]

Laurie Anderson
Suponemos que Anderson optará por su faceta experimental, de poetisa y de performer, porque es el terreno donde más y mejor se mueve. Pero, siendo este un festival, ¿cantará temas de Lou Reed como hizo el año pasado en Nueva York? ¿Recuperará el fabuloso ‘Big Science’ ahora que ha cumplido 40 años (bueno, 41)? En cualquier caso, valdrá la pena averiguarlo.
[Canción: O Superman]
[Barcelona: sábado 3 de junio 21:30 / Madrid: sábado 10 de junio 13:10h]

Arthur Verocai
Su disco homónimo de debut (1972) no tuvo mucho éxito en su momento, por no decir ninguno: demasiado jazz, demasiado orquestal, demasiado bossa, demasiado… diferente. Así que el brasileño se refugió en los arreglos y en la música para televisión. Pero fue redescubierto y adorado masivamente varias décadas después primero por hiphoperos de pro como Madlib, luego por cualquiera con oídos. Lamentablemente, es una delicatessen sólo para Barcelona.
[Canción: Verocai, Caboclo]
[Barcelona: jueves 1 de junio 18:20]

Built to Spill
No solo tenemos a Blur como estandartes de los 90. Los estadounidenses Built to Spill fueron unos de los grupos preferidos de la crítica del rock alternativo con álbumes como ‘Perfect from Now On’ (1997) y ‘Keep it Like a Secret’ (1999). Pero además se permiten el lujo de continuar publicando discos tan pintones como el psicodélico ‘When The Wind Forgets Your Name’ (2022).
[Canción: Gonna Lose]
[Barcelona: jueves 1 de junio escenario Dice 18:50 / Madrid: jueves 8 de junio escenario Tous 18:55]

Karate
Karate son otra banda mítica de los 90. Los norteamericanos no tuvieron una repercusión muy grande a nivel popular, pero sí en el corazoncito de los aficionados al emocore de calidad. Pero no solo emocore. En su música contemplativa cabe el jazz, el blues y el postrock. Un amigo me los definió como “la versión limpia de Mogwai (y con voz)”.
[Canción: Trophy]
[Barcelona: viernes 2 de junio escenario Dice 20:50 / Madrid: viernes 9 de junio escenario Tous 20:50]

Come
Los 90 más atormentados: Thalia Zedek y Chris Brokaw forjaron su reputación con su rock alternativo rocoso y desesperanzado, dirigido por la intensa mirada y voz de Zedek: canciones a corazón y a tumba abierta. Thalia nunca ha parado de actuar, con Thalia Zedeck Band o con su inseparable Chris en E (¡otro nombre estupendo para buscarlo!). Pero el retorno de Come será un poco como volver a nuestra (sombría) casa.
[Canción: Mercury Falls]
[Barcelona: jueves 1 de junio Auditorio Santander 19:50 / Madrid: jueves 8 de junio escenario Tous 17:10]

Beth Orton
1999. El folk mezclado con electrónica de ‘Central Reservation’ era de lo más relevante. Beth nos miraba desde la portada del Rockdelux, entre ingenua y desafiante. ‘Daybreaker’ (2002) fue un gran éxito. Y luego… Luego la figura de Beth pareció diluirse. Pero basta con escuchar ‘Weather Alive’, la canción que abre su álbum homónimo del año pasado, para darse cuenta que no. Beth sigue emocionando.
[Canción: Weather Alive]
[Barcelona: viernes 2 de junio Auditorio Santander 18H / Madrid: viernes 9 de junio escenario Plenitude 18h]

Boris
¿Sientes que no controlas lo suficiente a los Boris? No te preocupes: han editado unos 29 álbumes desde 1996. Eso sin contar las colaboraciones. Desde el doom de sus inicios al cuasi metal de 2022, pasando por cualquier cantidad de palos como el punk o el shoegaze, los japoneses van a ser una de las más gratas locuras de esta edición.
[Canción: Pink]
[Barcelona: jueves 1 de junio Auditorio Santande 21:30h / Madrid: jueves 8 de junio Auditorio Primavera 13:30h]

Swans
¿Cuáles serán los nuevos derroteros de Swans, una vez desmantelada la anterior formación? La pandemia nos hurtó la posibilidad de averiguarlo en su debido momento. Es la hora de resarcirse. Del directo del demiurgo Michael Gira caben esperar muchas cosas, y todas buenas: conciertos febriles, atmósferas tensas, oscuridad, luz… Apunta a que será uno de los conciertos del festival.
[Canción: Sunfucker]
[Barcelona: viernes 2 de junio Auditorio Santander 21.30h / Madrid: viernes 9 de junio Auditorio Primavera 13:30h]

Lisasinson / Un año de cambios

Desde 2Pac a Justin Bieber pasando por Lauv, es casi un tópico que un artista joven nos cuente en sus canciones cuánto está «cambiando». Antes de todos ellos, David Bowie publicó su ‘Changes’ cuando tenía 24 años. Los «cambios» a que apela el grupo revelación fichado por Elefant Lisasinson tienen que ver con su vida personal y profesional. También con los que anhelan en el mundo. La formación del grupo ha cambiado desde que comenzaran en 2018 como Miriam (voz y guitarra), Mar (voz y guitarra) y María (batería y coros). De ellas ya solo queda Míriam Ferrero, junto a Paula Barberán, que se había unido más tarde.

Dúo de manera oficial, como vemos en la portada, cuarteto variable para los directos, Lisasinson ya no es una simpática manera de escribir el nombre de un personaje favorito de Los Simpsons. Su primer hit ‘Barakaldo’ supera el millón de reproducciones, que son los que deberían llevar también otras canciones de su mini LP -agotado en vinilo- ‘Perdona mamá’. Como ‘Discoteca’.

Si aquel mini-álbum tenía 9 canciones y duraba 26 minutos, ‘Un año de cambios’ se estira hasta las 12 pistas y los 33 minutos. Ya es su primer disco «en serio». Se extiende casi lo mismo que el debut de los Strokes; es más largo que el primero de los Ramones. La urgencia punk permanece en sus composiciones, ahora de sonido más profesional de la mano de Carlos Hernández, y en el caso de los singles, se mantiene la frescura propia de unxs debutantes.

Precedida de una intro y un timbre de colegio (¿ahí son Britney, Blink-182 o ambos?), ‘Se me ha muerto una flor’ habla de la necesidad de cuidarnos a nosotras mismas, ‘Últimamente’ presenta uno de los mejores estribillos del disco (el de «que mi gato no oliese a muerto como tú, a muerto como tú, como tú…»), y una de las secciones rítmicas más imponentes. Y ‘No sé muy bien‘ se supera porque no solo tiene un estribillo igual de bueno, sino un puente lleno de carisma y autoafirmación: «Ya no quiero ser moderna, ahora paso del post-punk / no me invites a tu puta fiesta, no soy parte de ese club».

Hablan las canciones de Lisasinson de modernidad, desamor y cotidianidad, hasta el punto de que algunas letras se recrean en la banalidad total. ‘Ya me da igual’ simplemente versa sobre alguien que no te felicita el cumpleaños y además se come todo lo vegano que hay en tu fiesta. ‘Canción de entretiempo’, pese a su bajo a lo Joy Division, hace de su estribillo zonzo su baza más adherente («Tengo calor y tengo frío, tengo todo menos tu cariño»).

Hasta el punto de que cuando incorporan temas más graves, los resultados no son tan buenos. ‘Mira chico’, su aproximación a las riot-grrrl, con su letra contra el mansplaining, es más necesaria como concepto que pegadiza. Lisasinson tratan de ofrecer algo diferente más veces, como el final contemplativo de ‘Todo mal’, más indie-rock, aunque su fuerte sigue estando en los singles principales.

‘The Idol’, fracaso estrepitoso de crítica para The Weeknd

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Borracho de éxito tras el impacto de la segunda temporada ‘Euphoria‘, Sam Levinson afirmó que con ‘The Idol’ iba a hacer la serie del verano. A falta de comprobar qué cifras produce ‘The Idol’ en HBO cuando se estrene el 4 de junio -seguro serán muy buenas, pues el «hype» es considerable-, Levinson y su compañero Abel Tesfaye (The Weeknd) van a tener que empezar a asimilar que las primeras críticas profesionales sobre ‘The Idol’ están siendo nefastas.

Tras el pase de los dos primeros episodios de ‘The Idol’ en Cannes, con todo el reparto paseando por la alfombra roja, la crítica no atribuye grandes méritos a la serie. De hecho, el agregador de reseñas Rotten Tomatoes le ha asignado su famoso tomate podrido.

En cuanto a críticas concretas, Rolling Stone titula que ‘The Idol’ es «más tóxica y mucho peor de lo que esperabas», Variety argumenta que el show no es más que un «cúmulo de clichés sacados del porno que se amontonan en una fantasía masculina sórdida», The Hollywood Reporter destaca que «el sexo vende y ‘The Idol’ se regodea en eso, sin que quede claro el propósito» y que por tanto el resultado «es más regresivo que transgresor», y The New York Times ha comparado ‘The Idol’ con ‘50 sombras de Gray‘ y descrito que es «una rallada de Pornhub protagonizada por las areolas de Lily Rose Depp y la cola de rata grasienta de The Weeknd».

No todos los medios han sido tan crueles con ‘The Idol’. Deadline ha sido prudente y no ha querido emitir juicios morales o éticos por ahora, y ha destacado que al menos la interpretación de Depp es «realista y en ocasiones vulnerable en el modo en que camina la fina línea que separa el porno del arte y el poder de la explotación». Por su parte, Vanity Fair subraya que ‘The Idol’ ofrece «buen entretenimiento» a pesar de su estilo agresivo.

Recordando a la hecatombre de ‘Cats‘, aquella película en la que ya ni recordamos que Taylor Swift tenía un papel, ‘The Idol’ dará a The Weeknd el mayor fracaso crítico de toda su carrera: en Metacritic todos y cada uno de sus discos han recibido valoraciones más que positivas. De hecho, su disco mejor valorado es el más reciente, ‘Dawn FM‘, publicado el año pasado, seguido por el primero, ‘House of Balloons‘, editado en 2011.

Con una media de 77 sobre 100 en el citado site, The Weeknd es un artista respetado por la crítica. Llama la atención que ‘Starboy‘, un disco tan exitoso que sigue colocando hits en las listas casi 10 años después de su publicación (el remix de ‘Die For You’ con Ariana Grande acaba de ser número 1 en Estados Unidos), obtiene apenas un 67 sobre 10 de media. Sin embargo, ‘After Hours‘ (el álbum que cobija ‘Blinding Lights’) recibe un 80. Los peores valorados son el EP ‘My Dear Melancholy,‘ (63) y ‘Kiss Land‘ (65).

Al margen de las malas críticas a ‘The Idol’, el estreno de la serie de Levinson y Tesfaye estaba maldito de entrada, después de que trascendiera -mediante un reportaje de Rolling Stone- que el rodaje estuvo marcado por un ambiente tóxico y que la serie se tuvo que grabar por segunda vez, tirando por tierra todo el dinero y tiempo invertidos. De manera paralela, Tesfaye ha declarado que quiere dejar el alias de The Weeknd atrás. ¿Mejor momento imposible?

«El porno nos engañó» según Mae Muller, en su debut

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Mae Muller actuó última en Eurovisión y quedó penúltima, en el puesto 25, además actuando en casa, con ‘I Wrote a Song’. Sin embargo, el público ha apoyado a Muller y la canción acaba de subir del 45 al 9 en la lista de singles británica, dando a Muller su primer single top 10 en las islas.

Muller no pierde el tren y ha anunciado su primer disco. ‘Sorry I’m Late’ sale el 15 de septiembre y naturalmente incluye ‘I Wrote a Song’ en la secuencia. El disco será largo, pues se extenderá hasta las 17 pistas. En negrita destacamos las que ya se han publicado:
1. I Just Came To Dance
2. Sorry Daniel
3. Bitch With A Broken Heart
4. I Wrote A Song
5. Me, Myself & I
6. Tatiana (feat. Dylan)
7. Somebody New
8. I Wish I Could Hate You
9. Little Bit Sad
10. MTJL
11. Breathe
12. Something Real
13. Nervous (In A Good Way)
14. Better Days (NEIKED x Mae Muller x Polo G)
15. Porn Lied To Us
16. Miss America
17. Written By A Woman

Llaman la atención algunos de los títulos, claramente reivindicativos, como el de ‘Porn Lied to Us’, en una declaración parecida a una que realizó Billie Eilish hace meses. Además, cerrará el álbum una canción declaradamente «escrita por una mujer».


Bebe Rexha, Ozuna y PNAU alcanzan las «estrellas»

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Así de rápido va la industria musical: cuando no hace ni un mes que Bebe Rexha ha publicado disco, ya tiene nuevo single en el mercado ajeno a ese ‘Bebe‘ que tan desapercibido ha pasado. Claro que de ‘Stars’ llevamos oyendo hablar hace bastante tiempo y todo ese tiempo lleva guardado en un cajón.

Peor aún, ‘Stars’ se filtró el pasado mes de enero, por lo que, quien haya querido, lo ha podido escuchar durante estos meses de manera «clandestina».

La versión oficial es fantástica. La Canción Del Día para hoy, ‘Stars’ une a Bebe y a Ozuna en una producción de elegante y moderno disco-pop firmada por PNAU que, no en vano, trae ecos a ‘Cold Heart‘, el macrohit de Elton John y Dua Lipa producido por el trío australiano. Si Elton buscó un éxito parecido con Britney Spears en ‘Hold Me Closer‘, ¿por qué no van a intentarlo PNAU?

Sin melodía «interpolada» de Elton John esta vez, ‘Stars’ se basta y sobra gracias a su estelar melodía, que podrían haber entonado los mejores Empire of the Sun (Nick y Sam Littlemore forman parte de PNAU junto a Peter Mayers). Una melodía que Bebe acaricia vocalmente con sumo gusto mientras nos anima a creer en nosotros mismos y a no claudicar ante quienes nos quieren ver fracasar. Ozuna aporta también su propia visión, invitándonos a beber una «cerveza fría» como si fuera el fin del mundo.

El videoclip de ‘Stars’ mezcla las estéticas de ‘Barbarella’, ‘Star Wars’ y la «psicodelia cósmica de los setenta», según los productores MELT Immersive, y las atiborra con efectos visuales generados por inteligencia artificial. El efecto es psicotrópico y divertido.