Matt McBriar, miembro del dúo irlandés de música electrónica Bicep, a la derecha en la foto, ha sido operado de un tumor cerebral, en concreto de «craneofaringioma», un tipo raro de tumor cerebral no canceroso, localizado en su «glándula pituitaria». McBriar pasó por quirófano el pasado 9 de agosto, motivo por el cual Bicep hubo de cancelar un concierto en Cornualles «por circunstancias personales imprevistas».
En un post de Instagram, McBriar ha contado que se empezó a sentir «fatigado» y «con dolores de cabeza» a finales de 2023 y que las pruebas médicas le detectaron el bulto, afortunadamente, «a tiempo» de que produjera mayor daño. McBriar cuenta que, si se le hubiera descubierto el tumor más tarde, podría haber perdido parcialmente su vista debido al tamaño del tumor y a que, en la posición en que se encontraba, le «presionaba los nervios ópticos».
McBriar, quien ha confirmado que la operación «ha ido bien», se encuentra recibiendo tratamiento y guardará reposo durante «seis y ocho semanas», seguido de un «largo posoperatorio». Mientras, su compañero de banda, Andy Ferguson, continúa la gira de Bicep en Reino Unido.
Bicep se encuentra entre los proyectos de electrónica más interesantes surgido en los últimos tiempos. Tanto su debut, ‘Bicep‘, publicado en 2017, como su segundo disco, ‘Isles‘, lanzado en 2021, se encuentran entre los mejores de su año.
El concierto de clausura de los Juegos Olímpicos de París incluyó la actuación de Phoenix y las apariciones de Ezra Koenig de Vampire Weekend, Air, Angèle y Kavinsky. Este último, ha conseguido que ‘Nightcall’ rompa el récord de canción más buscada en Shazam en un solo día.
‘Nightcall’ fue lanzada en 2010, pero ganó una gran popularidad tras ser incluida en la banda sonora de la película ‘Drive’, protagonizada por Ryan Gosling. El himno de synth pop se ha colocado en lo más alto del top global de Shazam después de sonar en la ceremonia final de los Juegos, y se ha convertido en la canción más shazameada en un día. De momento, ‘Dance Monkey’ de Tones And I sigue teniendo el título de canción más shazameada de la historia.
‘Lisztomania’ de Phoenix ocupa el segundo puesto del top global de Shazam, seguido de ‘BIRDS OF A FEATHER’ de Billie Eilish, en tercer lugar. Esto se debe al paso de la antorcha a Los Ángeles, que contó con los shows de Eilish, Red Hot Chili Peppers y Snoop Dogg, desde la playa de Long Beach.
Como cada año, Barack Obama ha vuelto a publicar su colección de canciones favoritas para el verano. El expresidente de Estados Unidos está puesto al día y ha incluido canciones de, al menos, tres de los lanzamientos más importantes del año para el pop: Charli xcx, Billie Eilish y Beyoncé.
Del mundo del pop, Obama ha elegido ‘365’ de Charli, ‘CHIHIRO’ de Billie Eilish y ‘TEXAS HOLD ‘EM’ de Beyoncé. ‘brat’, ‘HIT ME HARD AND SOFT’ y ‘COWBOY CARTER’ son tres de los discos más importantes del año y tiene sentido que ocupen un hueco en esta lista. Por otro lado, ni rastro de Chappell Roan o Kendrick Lamar, que ha protagonizado todo un beef con Drake.
También podemos encontrar algunos de los hits más virales del año: ‘i like the way you kiss me’ de Artemas, ‘MILLION DOLLAR BABY’ de Tommy Richman, ‘PERRO NEGRO’ de Bad Bunny y Feid o el actual número 1 del Hot 100, ‘A Bar Song (Tipsy)’ de Shaboozey. Igualmente, podemos encontrar clásicos como ‘No Diggity’, ‘Golden’ (Jill Scott), ‘Satisfaction’ o ‘You’ve Really Got a Hold On Me’.
El año pasado, Obama volvió a aclarar que él es el que elige las propias canciones: «La gente suele pensar, ‘bueno, debe tener un becario de 20 años'», contó, solo para aclarar que tiene la misma playlist en su iPad.
‘Um’, el álbum debut de Martha Skye Murphy, habita en un espacio lúgubre y misterioso. La artista inglesa no busca respuestas ni despertar emociones concretas con sus canciones, sino que deja todo un espacio abierto para que lo que provocan sus evocadores sonidos vaya paulatinamente mutando en los oyentes. Su estilo recuerda inevitablemente a los universos oníricos y subyugantes de Julia Holter, mientras que su voz operática por momentos retrotrae a la mismísima Kate Bush.
Pero Murphy nunca es esclava de sus influencias, más bien se apoya en ellas para reforzar su propia visión. Con una confianza que no es frecuente en primeros trabajos, el álbum transita con gracia por concavidades ambient e incluso industriales, atravesando a su vez melódicas texturas art pop.
De todos los elementos que hacen de ‘Um’ una experiencia fascinante, destaca por un lado la voz soprano de la cantante, que se retuerce en lamentos y susurros logrando una notable expresividad. Por otro, la calidad de las producciones que la acompañan son capaces de construir un mundo oscuro tan peligroso como profundamente conmovedor. ‘Kind’ es el perfecto ejemplo de ello, una canción que recoge todas las cualidades del álbum y que comienza como una tenebrosa balada a la Nicole Dollanganger hasta que en la mitad da un inesperado giro barroco en el que la acumulación de instrumentos y sonidos la convierten en un indescifrable enigma cargado de poder de sugerencia.
Murphy no emprende este viaje sola, sino que añade a un par de invitados en la secuencia del disco. En colaboración con Roy Montgomery, compositor experimental de culto, ‘Need’ es una emocionante canción de folk avant-garde, conducida por una sombría línea de piano y lánguidas guitarras acústicas que progresivamente van distorsionándose. Mientras que para culminar el proyecto, Claire Rousay aparece en ‘Forgive’, una pieza mayoritariamente instrumental en la que se cuelan varias voces lejanas.
Al escuchar la viva interpretación vocal en ‘Pick Yourself Up’, es inevitable no pensar en la autora de ‘Hounds of Love’, pero Murphy consigue incorporar esa melodía y estribillo aparentemente más animados a la estética tétrica del disco. Otra de las mejores composiciones que aquí se encuentran es ‘Spray Can’, un tema que también encapsula la magia impredecible de ‘Um’ y que culmina con unos inquietantes y tensos sintetizadores.
En su atrevido debut, Martha Skye Murphy ofrece una sólida colección de canciones cuya anárquica estructura hace que estén continuamente en movimiento, que nunca quieran ser un espacio cómodo y amable. Las letras crípticas y los extraños sonidos que ofrece nos transportan a un lugar lejano, a un abismo desconocido y aterrador.
Teo Planell continúa construyendo una discografía envidiable en forma de singles, haciendo que no podamos esperar más para esperar su primer largo. ‘Canción En Murcia’ es su último lanzamiento, una oda al amor joven que también sirve como homenaje a la ciudad de Murcia. Es la Canción del Día.
Un pitido electrónico abre la canción, que saca a relucir el lado más cantautor de Planell. Con una guitarra que acompaña todo el tema, el joven de 20 años narra vivencias durante su estancia en Murcia con una sensibilidad pasmosa, pero sin dejar de lado los actos típicos de la juventud. Una vez más, Roy Borland se encarga de la producción.
«En la madrugada acabé vomitando en frente de la catedral», nunca había sonado tan bonito. Lo mismo con colarse en un portal con un ligue, que nunca había sonado tan romántico: «Usted me disculpe señor Policía, soy joven y busco el amor». La melodía de la canción es de las que parecen que siempre han estado ahí y su brevísima duración hace que ‘Canción En Murcia’ sea como un pedacito de cielo. «¿Dónde descansarás?», repite Teo en el estribillo.
Que ‘brat’ se haya apoderado del debate cultural en internet (y del electoral en Estados Unidos) significa dos cosas 1) que quienes siempre creímos en Charli xcx teníamos razón 2) que el uso de un simple color en una campaña promocional puede producir auténticos milagros. No hay que irse más lejos que el verano pasado para recordar la manera en que ‘Barbie’ tiñó el mundo completamente de rosa.
El poder de un color lo conocen los artistas sobre todo, y no son pocos los ejemplos de álbumes de música pop que, a lo largo de la historia, se han tornado absolutamente indisociables de un único color: a la cubierta verde lima de ‘brat’ hay que sumar precedentes como el rosa ‘Teenage Dream‘ de Katy Perry, el blanco del ‘White Album’ de los Beatles, el azul del debut de Weezer o el rojo de ‘Red‘ de Taylor Swift.
Especialmente el azul ha sido y sigue siendo un color muy buscado y querido por los artistas de todas las disciplinas. Pocos colores representan tan bien los diferentes estados de ánimo del ser humano, desde la alegría a la depresión pasando por ese estado de calma y serenidad que todos anhelamos. En la psicología del color el «azul es el contrario del rojo», como explica Julieta Wibel en uno de sus divulgativos vídeos (sobre Ter y su pelo teñido de azul, por cierto). El rojo es calor y alarma; el azul frío y calma. Pero la cosa no es, ejem, blanco o negro.
‘Hit Me Hard and Soft’ de Billie Eilish es la última obra maestra basada en este color; el corte de cierre se titula ‘Blue’. En el inicio de la canción, un animado ritmo de batería acompaña a Eilish mientras esta canta que “intenta vivir en blanco y negro, pero estoy tan azul” (una traducción literal de “estoy triste”). Pero, después, ‘Blue’ desciende hasta las profundidades del mar; el tono se torna “azuloscurocasinegro”, abisal. Billie se dirige a alguien que le ha hecho daño: “Naciste más azul que una mariposa / tan hermoso, y privado de oxígeno”.
Históricamente el color azul se ha asociado -como acabamos de ver- a la tristeza y la melancolía. De ahí viene el “blues” inventado por lo esclavos afroamericanos y después popularizado por cantantes como Bessie Smith. En el pop los artistas han podido mostrarse ‘Blue’, como Joni Mitchell, o ‘Kind of Blue’, como Miles Davis. ‘Blue Moon’ es una de las grandes tonadas tristes del cancionero americano y, por supuesto, ‘Blue Monday’ de New Order ha marcado más lunes de los que podemos contar. En el ambient el tono deep blue es imposible de escapar en los proyectos de nuevos artistas como Øneheart, leadwave o My Heart is Empty; la música suena igual de desolada y fría que las portadas. Y luego está ‘Blue’ de Beyoncé que, dedicada a su hija, puede ser la canción más bonita de su carrera, una canción que, aunque no es triste, sí suena melancólica.
No solo la música pop se ha teñido y se sigue tiñendo de azul. En la gran pantalla este color ha inspirado grandes obras como la trilogía de los colores de Krzysztof Kieślowski, en el caso de ‘Bleu’, simbolizando una ruptura con el pasado. Pero el uso más radical del azul que se ha hecho en el cine puede ser el de Derek Jarman en ‘Blue’ (1993), una película inspirada en la experiencia de Jarman con el sida. Estrenada cuatro meses antes de su muerte, es una película sin escenas; una pantalla estática de color azul es la única imagen que vemos en ella porque, en el momento de su creación, Jarman estaba prácticamente ciego y solo era capaz de ver tonos azules. Mientras, la voz de Jarman nos habla sobre su enfermedad, pero el cineasta también imagina, sueña despierto, se pregunta qué hay más allá del cielo.
En la cinta de Jarman el azul lo inunda todo, pero no solo de tristeza; hay un componente de inocencia también en el texto de Jarman, y de hecho el tono de azul empleado -Klein o azul eléctrico- indica un sentimiento vibrante y vivaz. El tono de azul por tanto determina el sentimiento que se expresa en una determinada obra. No es lo mismo el rostro angustiado de Mitchell en ‘Blue’, considerado el más triste de los discos de ruptura jamás creados, que esa cara iluminada por el sol de Madonna en ‘True Blue’, por cierto, una expresión ligada a la lealtad sobre todo en el contexto de una relación amorosa (viene a significar algo así como “te seré fiel”) de la que es imposible no extraer también un componente de inocencia e ilusión; el azul antes del abismo. ¿No va de eso ‘Vestido azul’ de La Oreja de Van Gogh?
Es la misma sensación de libertad y de expansión infinita, de poder ante la vida, que expresaba en 2002 Cristian Castro en su gran himno, ‘Azul’, probablemente la canción llamada así más icónica, con perdón de ‘Estoy azulado’ de Soda Stereo. Cuando Castro canta “este amor es azul como el mar, azul; como de tu mirada nació mi ilusión”, deja claro que el azul aquí ya no significa depresión, sino que, al contrario, señala una felicidad abrumadora e indescriptible.
El azul del mar y del cielo ha inspirado innumerables obras a lo largo de la historia que se remontan a siglos y milenios atrás; el cielo y el mar son sinónimo de libertad y de posibilidad y el arte no ha dejado de explotarlos simbólicamente a lo largo de la historia. ‘Verano azul’ marcó a una generación, el pop italiano de los 50 y 60 es indisociable del azul claro del cielo y el mar mediterráneos y, en el cine, a este color se le ha asignado también un significado político: los cielos claros despejados de ‘Eduardo Manostijeras’ (1990) o ‘American Beauty’ (1999) simbolizan el ideal de Estados Unidos mientras sus habitantes en ambas películas viven experiencias de todo menos envidiables.
El concepto de “posibilidad” o potencial en la cultura también está ligado a la tecnología y a la modernidad, y el azul ha simbolizado el futuro por ejemplo en películas como ‘Avatar’ o, décadas antes, ‘El planeta imaginario’ o ‘Gandahar’, en las que la piel de los personajes era de color azul (lo de Los Pitufos era otra cosa). En el cine de Jacques Tati los cielos azules también decoran películas que, como ‘Mi tío’ o ‘Playtimes’, parodian la ultramodernidad exportada desde Estados Unidos a Europa, tan pronto como en los años 60.
En la música, la portada de ‘LP1’ de FKA twigs gritaba “futuro” por los cuatro costados y también el tono azul eléctrico de la alfombra de la portada y los videoclips de ‘Grasa’ de Nathy Peluso -y su uso del iPhone- nos indica que la cantante, por mucho que mire al pasado, sigue instalada en el siglo XXI. El azul por tanto sigue marcando la estética de la modernidad actual; solo André 3000 ha ido tan lejos de imaginar un ‘New Blue Sun’, mirando más allá de las estrellas. Otros, como Billie Eilish o últimamente The Marías, han preferido seguir buceando las profundidades del océano.
Una semana le ha durado a JADE el número 1 en JENESAISPOP con ‘Angel of my Dreams’. En este caso, ‘Guess’ se impone con el 49% de los votos en X. Y es que Charli xcx y Billie Eilish siguen estando entre vuestras artistas favoritas. Este es el 10º número 1 para la primera en nuestro top y el 5º para la segunda.
Charli xcx logró ser lo más votado de la semana con ‘Super Love’, ‘Boom Clap’, ‘Break the Rules’, ‘Breaking Up’, ‘Boys’, ‘Good Ones’, ‘Von Dutch’, ’360’ y recientemente con ‘The girl, so confusing’, que ha sido número 1 durante todo el mes de julio. Por su parte, Billie Eilish ha sido número 1 en JNSP con ‘Bad Guy’, ‘NDA’, ‘LUNCH’ y ‘BIRDS OF A FEATHER’. En cuanto a artistas con más números 1 históricos en nuestra web, solo Lana del Rey y Florence + the Machine superan a Charli xcx. Amaia la iguala.
Otras entradas destacadas de la semana han sido las de Jamie xx con Avalanches, o la de JUDELINE.
Tras ser expulsado del concurso de Eurovisión al protagonizar un incidente con una trabajadora del festival, Joost Klein, representante de Países Bajos, ha sido absuelto por la justicia sueca. Hoy, el cantante ha reaccionado al veredicto en redes sociales: «No hay ningún caso contra mí, porque nunca hubo uno».
Justo antes de la final, Países Bajos fue descalificado por la UER bajo polémica. Una trabajadora del equipo de producción del concurso interpuso una denuncia que hablaba de un incidente ocurrido después de la actuación de Klein en la semifinal. Esta habla de «amenazas verbales». Sin embargo, tras meses de investigación, Klein ha salido inocente.
La Fiscalía sueca lo ha transmitido así: «Se ha cerrado la investigación en la que un hombre de 26 años era sospechoso de haber amenazado ilegalmente a una mujer», comienza el comunicado. Según la investigación actual, Klein hizo «un movimiento que golpeó la cámara de una mujer», valiéndole su expulsión de Eurovisión. «El transcurso de los hechos fue rápido y los testigos del incidente lo percibieron de forma diferente!, continúa.
Fedrik Jönsson, fiscal jefe de Malmö, declara resuelto el caso: «Hoy he cerrado la investigación porque no puedo demostrar que el acto fuera capaz de causar un miedo grave o que el hombre tuviera tal intención». Por otra parte, Klein ha reaccionado al veredicto en su Instagram: «Los últimos dos meses han sido terribles», comienza.
«¿Por qué hemos tenido que esperar tanto para una respuesta? Me he sentido inseguro todos los días, aunque supiese la verdad. No hay ningún caso contra mí, porque nunca hubo uno», finaliza el cantante holandés.
La lista de singles española mantiene su top 3 idéntico al de la semana pasada: Karol G sigue en el número 1 con ‘Si antes te hubiera conocido‘, en el 2 continúa Isabel Aaiún con ‘Potra salvaje‘ y en el 3 se lo vuelve a quedar Kapo con su ‘Ohnana’.
La subida más fuerte se la queda Floyymenor con ‘Peligrosa’, que pasa del 81 al 35. Floyymenor es junto a Cris MJ autor e intérprete de ‘Gata Only’, uno de los mayores éxitos en el mundo actualmente. Publicado el pasado mes de febrero, ya supera los mil millones de reproducciones en Spotify.
En cuanto a las entradas, Charli xcx y Billie Eilish se quedan la más importante de la semana gracias a que el remix de ‘Guess‘ entra en el número 36. Aunque ningún otro single de ‘brat‘ ha logrado entrar en lista, el disco sí se mantiene en el puesto 13 de los más exitosos del país.
De manera trágica hay que señalar que el remix de ‘Guess’ es tan solo la segunda entrada de Charli xcx en la lista de singles española, en toda su carrera. Antes -hace 10 años- había llegado al puesto 4 con ‘I Love It’, su colaboración con Icona Pop.
En el 61 colocan Clarent y Myke Towers el remix de ‘Sport+’, una canción original del primero, y en el 82 nos encontramos con la curiosidad de la semana: ‘Bye Bye Bye’ de *NSYNC vuelve a la lista tras su aparición en ‘Deadpool & Wolverine‘. ‘Bye Bye Bye’, actualmente la 13ª canción más escuchada en el mundo, ya había entrado en la lista española en el año 2000, llegando al top 7. Una alegría para un Justin Timberlake en horas bajas.
La última entrada de singles la firman dos superestrellas del urban actual, Nanpa Básico y Béele, que, con su single conjunto ‘Hasta aquí llegué’, se posicionan en el 92 de la tabla.
Chiara Oliver se ha desplomado de todo el top 100 de álbumes más vendidos en España con ‘la libreta rosa’, su EP de debut, además, desde el número 1. El desempeño de ‘la libreta rosa’ en la lista de álbumes española ha sido inusual: el EP entraba directo en el número 1 de ventas, la semana siguiente bajaba al 2, a continuación volvía al 1 y, en la semana actual, cae completamente de la lista.
El extraño paso de ‘la libreta rosa’ por la lista de Promusicae puede tener que ver con que su buena aceptación entre los fans de Oliver no ha contaminado al público generalista. Parece que el «fanbase» de Oliver ha hecho los deberes… pero después el EP no ha generado interés en el comprador u oyente de a pie, ni siquiera de manera gradual en el tiempo. Un single de éxito habría ayudado a mantener ‘la libreta rosa’ en la lista, pero no ha habido ninguno.
La entrada más fuerte de la semana en la lista de álbumes española la comparten Kanye West y Ty Dolla $ign con su nuevo disco conjunto, ‘Vultures 2’, que se posiciona en el número 16. En Estados Unidos ‘Vultures 2’ ha entrado en el número 2, una humillación para Kanye, pues hasta ahora se había logrado anotar 11 números 1 directos en el país. Taylor Swift, su histórica enemiga, ha vuelto a cruzarse en su camino.
Justin Quiles, icono del urban, firma la segunda y penúltima entrada en la lista de álbumes española. ‘Permanente’ se coloca directo en el puesto 43. ‘Permanente’ queda lejos -de momento- del top 4 de ‘La última promesa’, Disco de Platino en España, y del top 7 de ‘Realidad’. Eso sí, mejora con margen el dato de ‘La promesa’, que no pasó del puesto 89.
Finalmente la banda de power metal Blind Guardian entra en el puesto 77 de la lista con la reedición -o más «revisión»- de su disco clásico de 1992, ‘Somewhere Far Beyond’, que se edita con motivo del 30 aniversario del álbum. ‘Somewhere Far Beyond Revisited’ es además el vinilo más vendido de la semana en España, colocándose en duodécima posición.
“Puedo hacer algo bueno” repetía para poder creérselo Porter Robinson en ‘Look at the Sky‘, uno de los cortes más destacados de ‘Nurture’, su anterior álbum. El proceso hasta que este vio la luz no fue nada sencillo. Sumido en una depresión provocada por el bloqueo creativo y la presión de las expectativas que sentía sobre él, Robinson se planteó no hacer música nunca más por no considerarse lo suficientemente bueno. La mera existencia de ‘Nurture’ suponía una celebración. Era todo un canto a la esperanza, una lucha contra los peligrosísimos demonios que habitan en el lado más oscuro de nuestras mentes.
En ‘SMILE! :D’, el artista suena mucho más convencido de su talento, pues ya es al fin consciente del valor de lo que mejor sabe hacer. Adoptando una estética inspirada en la era tecnológica de finales de los 2000 y principios de los 2010s (Messenger, Fotolog, Facebook, Tumblr, etc.), el álbum ofrece desde el principio un sonido electropop exultante y eufórico combinado con un buscado toque pop punk tan característico de esa primera década del siglo XXI.
El artista lanza toda la artillería pesada al principio. Se abre con ‘Knock Yourself Out XD’, que cuenta con todos los brillantes vicios sonoros marca de la casa (glitches, referencias digitales, melodías épicas…). En la letra ya se plasma una actitud diferente a la de su anterior proyecto, mucho más sarcástica y desenfadada, incluso si está hablando de temas serios, en este caso, acerca de la necesidad social de aparentar felicidad y maquillar la realidad. Allí una frase como “Bitch, I’m Taylor Swift / got a hundred million on my wrist’ ironizando sobre la fama no hubiera tenido cabida, y aquí encaja a la perfección.
Justo después viene ‘Cheerleader’, un absoluto temazo power pop nostálgico con unos intensos y abrasivos sintetizadores y una gran interpretación vocal. Inmediatamente después llega ‘Russian Roulette’, una de las producciones más ambiciosas de Robinson. Detrás de los coloridos sintetizadores y las melodías alegres se esconde una profunda y triste reflexión sobre la depresión y el desencanto ante un mundo digitalizado e insensible. Y de nuevo, la presión de las expectativas: “Pitchfork reports. They are calling me the big new thing”. Pero hacia mitad de la canción, el artista encuentra la luz “I wanna live, I don’t wanna die” versa antes de que la composición suba de BPMs llevando a la canción a un eufórico climax.
Tras estas tres canciones espectaculares, ‘SMILE! :D’ nunca consigue igualar el nivel, pese a que haya resquicios y detalles de calidad en la mayoría de las otras pistas. Nada tiene el mismo impacto emocional y el disco va perdiendo fuelle de forma inevitable. Canciones como la balada ‘Year of the Cup’ no logra encontrar su espacio en la secuencia o, por mucho que llame la atención el semi-rap de ‘Kitsune Maison Freestyle’ al estilo Brokhampton, el resultado es bastante descafeinado y el sonido sorprendentemente genérico. La cara B del álbum es algo parecido a un desierto, con la excepción de ‘Is There Really No Happiness?’ que cuenta con un potente estribillo.
Con todo, ‘SMILE! :D’ vuelve a demostrar que si hay alguien en el electropop que ahora mismo está dispuesto a experimentar y jugar con sus posibilidades es Porter Robinson. El deslumbrante comienzo de este tercer trabajo es una buena muestra de ello. Es una lástima que lo demás se quede en lo simplemente correcto, aunque como ejercicio puramente nostálgico no deja de ser interesante XD.
Miley Cyrus se ha convertido en la persona más joven en recibir el título de Leyenda de Disney. Se trata de un premio que la Walt Disney Company entrega anualmente a los artistas más influyentes de la famosa «fábrica de sueños». Entre los galardonados en ediciones pasadas se encuentran Phill Collins, Christina Aguilera o Robin Williams.
Cyrus ha recogido su galardón durante la D23 Expo, la mayor convención de fans de Disney, que se ha celebrado en Anaheim, California. Sobre el escenario esperaba Miley la cantante de country Lainey Wilson caracterizada como Hannah Montana.
Miley ha empezado su discurso emocionada y sin conseguir aguantarse las lágrimas, y ha enviado un mensaje de motivación a sus seguidores: «Las leyendas también se asustan, yo tengo miedo ahora mismo, pero lo que es de leyendas es tener miedo y hacer igualmente (cualquier cosa que te propongas). No existe el fracaso cuando lo intentas».
Cyrus ha expresado también un mensaje de orgullo por Hannah Montana, el icónico personaje que la catapultó a la fama en 2006: «Sigo orgullosa de haber sido Hannah Montana. Ella creó a Miley en muchos sentidos». Y, en otro momento su discurso, ha disputado la idea de que los ídolos de Disney se «fabriquen» en laboratorios: «Si a mí se me creó de esa manera, entonces hubo un fallo en el sistema entre los años 2013 y 2016». Cyrus se refiere por supuesto a su etapa rebelde, la de ‘Bangerz‘ y la psicodélica.
Cyrus triunfó el año pasado con ‘Flowers‘, nada menos que la canción más exitosa de todo 2023. En 2024 le valió su primer Grammy. También este año, Cyrus ha aparecido en el disco de Beyoncé para cantar junto a la texana ‘II Most Wanted‘.
Miley Cyrus becomes the youngest Disney legend in history and her acceptance speech has me bawling 😭 pic.twitter.com/SwCUB7v5Cy
black midi, el grupo de post-punk y art-rock de Reino Unido conocido por su disco ‘Schlagenheim‘, nominado al Mercury Prize, y después por ‘Cavalcade‘, uno de los mejores discos de 2021, y ‘Hellfire‘, otro notable disco publicado en 2022, se ha separado.
Geordie Greep, vocalista de black midi, ha anunciado la separación de black midi en sus stories, comunicando que el grupo se ha disuelto «de manera indefinida». La confirmación de la disolución de black midi ha llegado por parte del bajista, Cameron Picton.
black midi se dio a conocer en 2017 por sus arrolladores directos, que otorgó a la banda una gran reputación, y su estilo de rock avanzado, una auténtica trituradora de géneros y sonidos, ha hecho las mieles de la crítica especializada. Con la marcha de black midi se va sin duda una de las bandas más interesantes del rock de los últimos años.
Liana Flores es una cantante de Reino Unido que se ha marcado uno de los mayores éxitos de folk de los últimos años. ‘rises the moon’, su tema de 2019, echó a volar en TikTok y hoy supera los 500 millones de reproducciones en Spotify. Nada mal para una artista emergente y sobre todo para una canción de su estilo que, de hecho, no anda muy lejos de lo que hace por ejemplo Jessica Pratt. A Flores y Pratt les une además su interés por las melodías de la bossa nova, con la diferencia que Flores de hecho tiene ascendencia brasileña, por parte de madre.
‘rises the moon’ es una canción que cautiva desde el segundo cero. Su bella melodía y la magnética voz de Flores, limpia y elegante como la de Connie Converse, conforman una composición magistral que Flores decide, además, decorar con un coro tipo años 40 precioso.
El éxito de ‘rises the moon’ y de otros temas como ‘recently’ han valido a Flores su fichaje por Universal Records y a continuación el lanzamiento internacional, el pasado mes de junio, de su primer disco, ‘Flower of the soul’. Un disco que huele a clásico de culto de folk por todos lados; casi parece firmado por Linda Perhacs o por Vashti Bunyan, sonando igual de atemporal que ellas.
En una colección de «viñetas de su íntimo mundo», Liana Flores da rienda suelta a sus influencias del folk británico y la bossa nova. A veces también del pop de los años 50; ‘I wish for the rain’, la canción más escuchada del álbum, la podría haber entonado Connie Stevens en su disco ‘Conchetta’. Sobre todo, mandan en ‘Flower of the moon’ unas guitarras acústicas rasgueadas con sensibilidad que, producidas por Noah Georgeson, quien ha trabajado con Joanna Newsom, Devendra Banhart o Natalia Lafourcade, reclaman tu atención igual que la voz de Flores.
Hay en este «mundo de fantasía» de Flores también ecos de jazz en cortes como ‘Nightvisions’. En la Canción Del Día emerge por otro lado un arreglo de violines que dialoga con las guitarras acústicas, mientras las baterías aportan un ritmo acariciado. ‘Nightvisions’ es una canción enamorada, ñoña incluso, en la que Flores tiene «visiones» de su persona amada juntando su mano con la suya. Flores se siente «en un trance» por la «disonancia» que está experimentando y se siente como si estuviera viviendo «en otro planeta». De otro planeta solo puede ser un talento como el que exhibe Flores en esta primera etapa de su carrera.
Katy Perry ha movido fecha tras el desastroso desempeño comercial de ‘Woman’s World‘ lanzando un segundo single solo un mes después del primero. Sin embargo, los datos iniciales de ‘Lifetimes‘ son aún peores que los de ‘Woman’s World’ pues el lanzamiento ya no viene acompañado del «hype» de ser un primer single de Katy Perry después de varios años.
‘Lifetimes’ ha entrado en el puesto 145 global de Spotify con 1.426.000 reproducciones en streaming en su primer día. En el segundo, ha caído de los 200 primeros puestos marcando cerca de 3 millones de reproducciones. Un peak en el número 95 de Noruega es su mejor dato hasta ahora, pues en Estados Unidos no ha pasado del puesto 195 a pesar de ser su mercado principal. ‘Lifetimes’ ha debutado también en el 144 de Brasil y en el 152 de Finlandia. Ni cabe decir que en listas oficiales el dato de ‘Lifetimes’ no será nada halagüeño… y que en España ni nos enteraremos de su existencia.
La marca de Katy Perry parece seriamente dañada por varios motivos. Sobre todo está terminando de hundir a Perry su decisión de volver a trabajar con Dr. Luke en su nuevo disco, ‘143’, a pesar de la nefasta reputación del productor en la industria y de su disputa legal con Kesha. Al público no le ha pasado desapercibida la ironía de que Dr. Luke se encuentre detrás de una canción que se proclama a sí misma feminista. ‘Lifetimes’ mejora la propuesta de ‘Woman’s World’ al no presentar una letra que invita al sonrojo… aunque ese nunca ha sido un problema para Katy Perry, autora de ‘Firework’.
Es igualmente un misterio por qué Katy Perry ha decidido volver a trabajar con Dr. Luke cuando en los últimos años no le ha necesitado. Es cierto que ‘Witness‘ (2017) y ‘Smile‘ (2020) fueron sendos fracasos comerciales para Katy Perry, pero también lo es que Dr. Luke no estaba presente en dos de las canciones más queridas que ha firmado Perry en el último lustro. Ni ‘Never Really Over’ ni, sobre todo, ‘Harleys in Hawaii‘, que se viralizó dos años después de su estreno, contaban con él. Y eran dos canciones excelentes. En este caso parece que «ir sobre seguro» trabajando con Dr. Luke, ha sido el mayor riesgo que Katy Perry ha podido correr.
Pero la mayor enemiga de Katy Perry en esta era parece ser ella misma. O su filtro de calidad. ‘Woman’s World’ es una canción fantástica melódicamente y su estribillo es un tiro. Sin embargo, la letra supuestamente feminista revela que la visión de Perry del feminismo está anticuada. El mensaje «las mujeres pueden con todo» ya estaba superado y hoy suena condescendiente e impersonal. El videoclip de ‘Woman’s World’, por otro lado, supuestamente satiriza el absurdo del patriarcado, pero la sátira es fallida porque 1) no se entiende 2) perpetúa los mismos clichés que en principio critica. ‘Chained to the Rhythm’ era muchísimo mejor crítica del capitalismo, que ‘Woman’s World’ del feminismo. ‘Lifetimes’ es disfrutona y veraniega; personalmente me gusta y me la estoy poniendo bastante, pero en el escenario en el que Perry se encuentra, su éxito no está garantizado. No descarto que triunfe a la larga, eso sí.
Otros factores han podido mermar la popularidad de Katy Perry en los últimos años. Es posible que el público no esté perdonando sus (aparentes) contradicciones morales, previas a ‘Woman’s World’. En 2017 ya fue criticada por burlarse de la salud mental de Britney Spears para hablar de su propio «breakdown»… a pesar de que el comentario que hizo no fue nada del otro mundo («aún no me he rapado la cabeza» fueron sus palabras; sorry pero es Britney quien decidió afeitarse el coco delante de las cámaras). Y en 2022 sufrió un pequeño backlash por su decisión de votar a Rick Caruso, ex-republicano convertido a demócrata, pero aún con inclinaciones católicas y anti-abortistas, para la alcaldía de Los Ángeles, en lugar de a la representante demócrata Karen Bass. Perry, que en las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos se había hartado a apoyar públicamente a la demócrata Hillary Clinton, de repente parecía la Malú de Estados Unidos, inclinada al centro.
Que los artistas se politicen nunca ha sido tanto el problema como que lo hagan en aparente conflicto con sus propios valores. Y es comprensible en parte: Parry viene de una familia republicana y votante de Trump; todo el mundo recuerda que empezó en la música como cantante de pop cristiano. ‘Woman’s World’ y otros momentos -musicales o no- de su carrera indican, sin embargo, que a Perry se le da un poco regular hacerse la progresista. Los mayores éxitos de su carrera son apolíticos, superficiales e impersonales; ‘Chained to the Rhythm’ fue un batacazo comercial a pesar de su calidad. Ella nunca ha renunciado a su pasado, por cierto; ‘Prism‘ se cerraba con una balada llamada ‘By the Grace of God’. Pero, como Rigoberta Bandini nos ha enseñado, la gente de izquierdas también puede profesar su fe.
El caso de Katy Perry es complicado. Por un lado se puede decir que la política no siempre hunde carreras: Kanye West, una persona que ha realizado declaraciones antisemitas y de todo tipo, comercialmente sigue siendo una potencia… aunque no al nivel de su época de gloria. Y, aunque se dice que Katy no se está sabiendo ubicar en el contexto del pop de hoy, tan diferente al que la catapultó hace 15 años, no estoy tan seguro de ello. La transparencia de Taylor Swift, Billie Eilish, Charli xcx o el propio Kanye West reina sobre la impersonalidad hoy en día, pero la impersonalidad no ha dejado de ser comercialmente viable; Katy Perry sí. La carrera de Kim Petras -artista invitada en ‘143’- nunca ha despegado, pero la alemana ha generado un culto enorme entorno a su proyecto copiando a Katy Perry y Britney Spears. Y, aunque Doja Cat ha triunfado trabajando con Dr. Luke, ella firmó en Kemosabe antes de que se hiciera pública la denuncia de Kesha. Cuando Doja ha tenido oportunidad de dejar de trabajar con Dr. Luke, lo ha hecho. Katy Perry ha vuelto a reclamar sus servicios después. El éxito de ‘brat‘ lo ponía en bandeja para que Perry plantara su bandera; ha fallado la estrategia.
A pesar de que los medios sugieren a Katy Perry que debería dejar de explotar la imagen de ‘Teenage Dream‘ en esta nueva era y ofrecer un producto más personal, por ejemplo, escribiendo sobre su maternidad o sobre su espiritualidad, ese argumento tampoco lo compro, porque eso es exactamente lo que hizo en ‘Smile’ y el batacazo fue de los gordos. Y, no sé vosotros, pero yo quiero que Katy Perry me siga dando pop del bueno. El mayor problema de la era ‘143’ es que con ‘Woman’s World’ Perry sigue dando un mensaje y el contrario, como otras veces en su carrera. En este caso, un mensaje y su extremo opuesto.
Kanye West había conseguido entrar con todos y cada uno de sus álbumes en el número 1 de Estados Unidos… hasta ahora. ‘Vultures 2‘, su nuevo trabajo con Ty Dolla $ign, entra en el 2, por primera vez en su carrera, mientras Taylor Swift permanece en el 1 con ‘The Tortured Poets Department‘.
‘Vultures 2’ abre en Estados Unidos con 107.000 unidades equivalentes. De estas unidades, 50,44 millones pertenecen a reproducciones en streaming y 60.500 a ventas, en concreto a descargas. En comparación, ‘Vultures 1‘ debutó con 148.000 unidades equivalentes, posicionándose entre los 10 mejores debuts de 2024 en Estados Unidos, concretamente en el puesto 9.
Taylor Swift, por su lado, logra despachar 142.000 unidades equivalentes de un disco publicado en abril que ya suma 5.307.000 unidades «vendidas» entre sus diferentes ediciones y variaciones. Swift se anota su 14ª semana en el número 1 de álbumes en Estados Unidos; solo Eminem interrumpió su racha entrando en primera posición con ‘The Death of Slim Shady (Coup De Grâce)‘.
Swift ha vuelto a jugar su carta de lanzar una nueva variación de ‘The Tortured Poets Department’ para permanecer en el top de Estados Unidos. Exactamente una edición del disco a la que se ha agregado el audio del primer borrador de ‘My Boy Only Breaks His Favorite Toy’ se ponía a la venta en su web el mismo día que ‘Vultures 2’, por cierto, un domingo.
De ‘Vultures 2’ Kanye y Ty Dolla pueden celebrar que especialmente el tema ‘Field Trip’ está conquistando a la audiencia. Una noticia horrible para Geoff Barrow de Portishead, por otro lado, pues es el tema que samplea o lo parece ‘Machine Gun’ sin su autorización.
Phoenix ha ofrecido la actuación musical de clausura de los Juegos Olímpicos de París, casi como si se tratara de un intermedio de la Super Bowl, aunque peor organizada. Visibles han sido los problemas de sonido y escénicos al inicio de la presentación de Phoenix, pues los atletas se encontraban subidos al escenario junto a la banda, provocando el caos. Al menos han sido consistentes con la gala de apertura.
Mientras el grupo ha interpretado sus éxitos, como ‘Lisztomania’ o ‘1901’, ha ido recibiendo un artista invitado tras otro. La sorpresa la ha dado Ezra Koenig, cantante de Vampire Weekend, que ha salido al escenario para cantar con Phoenix su canción conjunta, ‘Tonight’. Air ha hecho un cameo para tocar ‘Playground Love’ y Kavinsky ha tocado ‘Nightcall’ mientras la belga Angèle ha atravesado el escenario. El rapero cambodiano Vannda ha sido otro de los artistas invitados.
Otro de los protagonistas de la clausura de los Juegos Olímpicos de París puede haber sido el «viajero interestelar» que ha protagonizado el gran espectáculo de Thomas Jolly, que ha contado con decenas de bailarines, reproducciones gigantes de los anillos olímpicos y un pianista tocando en el aire. Alguien ha querido ver a Daft Punk sobre el escenario.
Unas horas antes ha sido Zaho de Sagazan, autora de la gran ‘Tristesse‘, quien se ha encargado de abrir la ceremonia de clausura de los Juegos ofreciendo una interpretación de ‘Sous le ciel de Paris’, el clásico de la chanson de 1951.
El paso de la antorcha a Los Ángeles ha contado con las actuaciones musicales de Red Hot Chili Peppers, que han tocado ‘Can’t Stop’; Billie Eilish, que ha interpretado ‘Birds of a Feather’ acompañada de Finneas y del resto de su banda, y Snoop Dogg. Este último, después de rapear ‘Drop it Like It’s Hot’, ha sacado a Dr. Dre -que no estaba confirmado- al escenario para interpretar ‘The Next Episode’. Los tres artistas han actuado desde Los Ángeles, en la playa de Long Beach.
Previamente a la transmisión desde Los Ángeles, desde el Stade de France, H.E.R., favoritísima de los Grammy, ha cantado el Himno de Estados Unidos, el Star-Spangled Banner, como siempre pegada a su guitarra eléctrica, y Tom Cruise ha realizado su truco de salto al vacío, antes de protagonizar el vídeo en el que «ha recorrido todo el mundo» para llegar a Los Ángeles y plantar la bandera olímpica.
El cierre definitivo de la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos lo ha protagonizado la cantante francesa Yseult, que ha aparecido sobre el escenario para presumir de chorro de voz y cantar ‘My Way’ de Frank Sinatra. Yseult se ha dado a conocer este verano en ‘Alibi‘, el éxito de Sevdaliza, en el que es artista invitada, junto a la brasileña Pabllo Vittar. Nos vemos en Los Ángeles.
La vigesimoséptima edición de Sonorama Ribera ha llegado a su fin. A diferencia del año pasado, en el que los headliners eran pocos y contundentes (Wilco, Vetusta Morla, Amaral en su 25 aniversario…), en esta ocasión la gran cantidad de artistas por día intentaba compensar por un cartel que a primera vista podía parecer insuficiente. De esta forma, Sonorama Ribera 2024 se ha celebrado con un día extra respecto a la edición de 2023, en la que los conciertos del miércoles se limitaron a medio recinto.
El número de asistentes ha ido aumentando cada día, al igual que la longitud de la cola del bus al recinto, mientras que el año pasado se mantuvo en una media constante de 35.000 personas por día. Algunas decisiones, como la de programar a Niños Mutantes o La Habitación Roja en el escenario más grande, no ayudaron en esto, e hicieron que parte del público se buscase la vida, o bien en las tarimas pequeñas y en los DJs, o bien en la zona gastronómica.
Aunque las dos primeras jornadas fuesen más flojas de lo que nos habría gustado, con Luz Casal salvando los muebles en el último momento, Sonorama siempre tiene algo planeado. Una sorpresa o un momento mágico en el momento más inesperado, y por eso sigue siendo el mejor festival que tenemos en nuestro país. La tercera jornada, con la aparición de Supersubmarina en el Trigo y Jaime tocando en el escenario principal, fue una prueba de ello.
Gloria NM
La cuarta y última jornada comenzó con Álvaro de Luna y Sidecars juntando grandes masas de gente, aunque algo apagadas. Tuvo que llegar Rozalén para levantar las primeras ovaciones del público. El concierto es ella, la banda y su intérprete de lengua de signos particular en un escenario decorado con una estructuras que parecen pétalos caídos. «Cuando digo que esto impone, lo digo de verdad», contó la manchega, pese a no notársele nada. Tiene canciones capaces de levantar a todo el mundo a bailar, como la rumba de ‘En Una Noche Cualquiera’ o ‘Este Tren’, a la vez que tiene otras hechas para ablandar corazones. ‘La Cara Amable del Mundo’ y ‘Entonces’ cumplieron este propósito.
«Sé que no pega que me cante una a guitarra y voz, pero me gustaría que tuviéramos un momento de viajar a la infancia», dijo antes de presentar esta última. Aunque, efectivamente, no se montase la fiesta total, fue uno de los mejores momentos del concierto. Cuando su voz, ya de por sí bella, se desgarra de pasión, es maravilloso. En ‘Mis Infiernos’, por otro lado, ocurre lo contrario. Siendo una colaboración con Kase.O y R de Rumba es normal que su voz pase a segundo plano. ‘Todo Sigue Igual’ fue la culminación de un show lleno de arte. Con fuegos artificiales incluidos, que este año los regalan, aunque Rozalén sí los merecía.
El concierto de la noche claramente fue el de Hombres G, en cuestión de asistentes, anticipación y resultado. ‘Voy a pasármelo bien’ fue la mejor canción de introducción posible, que empezó sin apenas preparación. Debo decir, que al final de todo me lo pasé más que bien. El concierto es un karaoke total, con una ristra de éxitos apabullante que además son defendidos perfectamente por la banda. ‘El Ataque de las Chicas Cocodrilo’, ‘Un Par de Palabras’, ‘Te Quiero’ (presentada como «una de las más bonitas que hemos escrito en estos 41 años» y mejorada cono unos preciosos vientos), ‘No te escaparás’, ‘Suéltate el pelo’… La lista no acaba.
En su primera vez en el festival de Aranda de Duero, la banda original de David Summers fue recibida con un gran amor del público, aunque en su época muchos renegasen de ellos. Seguro que a muchos de su quinta les han parecido más cañeros de lo que recordaban. La característica voz de Summers se nota envejecida, pero en algunos momentos es prácticamente igual a la de antes. En ‘Temblando’, por ejemplo, sí se ha resentido un poco. La banda, con algunos de los nombres más curiosos del rock (como Jason Paradise o Juanito Piscinas), está en plena forma y suenan mucho mejor que en su época de auge.
Rodrigo Mena Ruiz
El bis fue lo mejor del show. Fue ayer cuando descubrí que Javier Molina, batería, es la voz de la mítica intro de ‘Venezia’ y doy fe de que hoy en día suena exactamente igual que en la versión de estudio. En este instante, todo el mundo se abrazó a quien tenía al lado. Sorprendentemente, cuando entró la batería y se formó la fiesta se formaron algunos pogos, aunque estaban más cerca de ser escaramuzas que otra cosa. ‘Devuélveme a mi chica’ es la canción definitiva de los Hombres G porque une a todas las generaciones, y así lo vivió Sonorama Ribera. Hay muchas más del repertorio que han sobrevivido en la mente de las nuevas generaciones, como ‘Marta tiene un marcapasos’, reconocible de forma instantánea en su redoble inicial, pero ninguna como la de los «pica-pica». Una vez más, fuegos artificiales.
La Casa Azul es el concierto de festival por excelencia. Es siempre tanto un estímulo para la vista como para el oído y se pueden bailar hasta las canciones lentas. ‘La Revolución Sexual’ siempre llena el ambiente de amor y congas. Era un momento perfecto para los fuegos artificiales, pero se quedaron en el confeti. A Macaco no es tan común encontrarle en un festival. Cuando era el turno del catalán, muchísima gente decidió que era el momento idóneo de cenar. Se perdieron un concierto realmente interesante. Los más jóvenes recibieron su dosis de dopamina reggae con ‘Moving’ al principio del set, siendo esta la segunda canción. Con los numerosos años de carrera que tiene Dani Carbonell a sus espaldas, activo desde 1995, es normal que haya hecho algunos amigos.
El más asombroso de estos fue Miquel Serviole, apodado ‘Muchacho’ y presentado como «el mejor guitarrista de rumbas del mundo». Antes de meterse con las cuerdas, este se dedicó a hacer todo tipo de ritmos con el cuerpo de la guitarra. «Por los gitanos del mundo», soltó Macaco antes de hablar de «esa bendita mezcla que solo trae cosas buenas». Acto seguido, Serviole empezó ‘Con la mano levantá’. Adivinad lo que hizo el público.
De YSY A, conocía una canción y su estilo musical: trap argentino. Fue sorprendente llegar al escenario y ver un acordeón y una guitarra española junto a un teclado. ¿En un concierto de trap? Curioso. Desde el principio, el argentino llamó mi curiosidad. Cuando salió al escenario, se descubrió lo que estaba pasando. Estaba viendo uno de los shows más originales del festival. «Tengo el honor de venir acompañado de esta orquesta» y de «la voz viva del tango de mi país», contó el argentino, que se come el escenario con su presencia.
Rodrigo Mena Ruiz
La mezcla de tango y trap que propuso YSY A brilló en temas como ‘CUÁL?’ y ‘PA ESTA SOLEDAD’. Lo único pregrabado es la propia base de trap, pero absolutamente todo lo demás se hace en directo. Al principio no atrajo mucha gente, pero el público no tardó en acercarse puramente por la curiosidad de la música. Hubo hueco hasta para un tango tal cual, sin 808s ni hi-hats. ‘Por una Cabeza’ de Gardel, concretamente. En este momento, una sección del público no tiene ni idea de quien es la persona que está en el escenario, pero están disfrutando. Por otro lado, otros saben de sobra quien es y parece que están en otro concierto de los botes que dan. Hubo gente que voló por los aires.
«Es un lugar muy cultural, hay muy buena música y queríamos tomarnos el atrevimiento», cuenta YSY. Hay que sentir mucha pasión para representar a tu país en un festival en el que nunca has estado y dando un show totalmente fuera de lo normal, incluso para ti. La segunda parte del concierto se convierte en uno de trap al uso, con la banda dejando el escenario, pero la calidad no baja. YSY A lo rapea absolutamente todo. Además, sigue siendo interesante. ‘EL AFTER DEL AFTER’, su último disco, tiene jersey beat, pop, electrónica, todo dentro del marco del trap. ‘GANAS’ y ‘Tamo Loco’ fueron los claros highlights del show. El argentino me ganó completamente a medida que avanzaba el set y estoy convencido de que no puedo ser el único. Programar artistas como YSY A hacen mucho más grande a Sonorama y esperamos que sigan haciéndolo en los años venideros.
Cuando se describe la música de los Raveonettes el énfasis suele ponerse en su sonido. Es algo entendible, porque es lo primero que te impacta y lo que los hace casi instantáneamente reconocibles cuando suenan. Así, se suele hablar de guitarras evocadoras, fantasmales, se alude al shoegaze y abundan las comparaciones con The Jesus & Mary Chain. Por contra, aunque también siempre se mencionan sus tendencias retro, suele ser como si su fetichismo por la música de los 60 fuese una especie de accesorio para dotarles de un extra de “coolness”. Sin embargo, la importancia del rock and roll de los 50 y el pop de los 60 en su identidad musical es mucho más profunda que todo eso, y está en el corazón mismo del dúo que forman Sune Rose Wagner y Sharin Foo. Por lo pronto en sus primeras andanzas a primeros de los dos mil el grupo tocaba básicamente versiones de aquellas décadas, lo que les hizo adoptar esa armonía vocal chico-chica tan característica suya —salida directamente de los Everly Brothers— o experimentar con estructuras de tres estrictos acordes en su EP de debut, aprendidas ventajosamente en la escuela de Buddy Holly.
Asimismo, su obra maestra canónica (‘Pretty In Black’, 2005) incorporaba colaboraciones que también daban muchas pistas al respecto: colaboraciones con leyendas como Ronnie Spector, Maureen Tucker de la Velvet Underground o Martin Rev de Suicide. Como colofón, a lo largo de los años un goteo de versiones repartidas en álbumes, caras B y discos de homenaje (de los Doors, de las Angels, Eddie Cochran o incluso de los Stone Roses) nos habían mostrado ya efímeramente a los Raveonettes guiñando a sus referentes.
Por esa razón este nuevo disco de versiones es tan oportuno: porque funciona a modo de reflexión sobre las raíces de los Raveonettes, una reflexión registrada en el estudio en 2023, año en que el grupo cumplía su vigésimo aniversario. Quizá los fans más acérrimos del dúo se hayan llevado un chasco por esa sequía de de material nuevo propio que ya va para ocho años, pero la brillantez de estas diez versiones y la luz que arrojan sobre el ADN musical de la banda lo compensan con creces.
Desde el primer segundo el sonido es inconfundible: voces en armonía envueltas en ecos antiguos, reverbs envolviendo guitarras que doblan melancólicamente las notas, enmarcado todo ello en un clásico compás 3/4 muy respetuoso con la canción original (‘I Love How You Love Me’, un hit de 1961 del girl group The Paris Sisters, producido por Phil Spector). Un enfoque doblemente retro, que mezcla el sonido surf y el muro de sonido de los 60 con el muro de sonido reverbcore 80s de los Jesus. Esa es la fórmula mágica de los Raveonettes, y a lo largo y ancho del álbum está aplicada con increíble maestría.
Quizá la devoción por todos estos clásicos haya motivado especialmente a Wagner (factótum a nivel de arreglos de todas las canciones), o puede que sea simplemente todo el tiempo que llevaban sin grabar: el caso es que la decena entera de canciones es inspiradísima. Se percibe ya desde los medios tiempos como el ya mencionado, o en el de su relectura de ‘All I Have To Do Is Dream’ de sus esenciales Everly Brothers, arreglado con un estimulante ritmo opaco y retumbante, bajo sintetizado que le da toque y personalidad y unas guitarras de frenético efecto trémolo que tejen bellísimos bordados en el aire, como luciérnagas aleteando alrededor de las voces. Y todo ello en dos meros y gloriosos minutos.
Esa concisión es una constante (sólo dos canciones aquí superan los 3 minutos), y también abunda el señalado minimalismo rítmico: el combo de cajas de ritmos oscuras y opacas de pura caja y bombo junto a bajos de sinte dan a algunos de los mejores momentos del disco un aire esquelético y marcial maravilloso. Ocurre con su revisión del ‘Shaking All Over’ de Johnny Kidd and the Pirates, respetuosa con el icónico riff de guitarra de Joe Moretti (hasta el solo es católicamente replicado nota por nota) pero sumergida en un tanque de reverb.
Y ocurre también con la impresionante ‘The Girl On Death Row’, una elección nada evidente del cancionero de Lee Hazlewood (bravo por reivindicarla) ejecutada con un magistral abanico de texturas de guitarra, desde graves “twangs” (que en la original tocaba el gran Duane Eddie) a ensoñadores guitarrazos con palanca de vibrato para finalizar con capas de fuzz y reverb que envuelven el dramático final como un viento maldito. Un tono tétrico y emotivo, idóneo para su terrible temática. ¡Casi la podría haber escrito Sune! Y no es el único momento en el que puede asaltarte ese pensamiento, prueba de lo bien que el danés ha asimilado en su propio estilo este tipo de composiciones a lo largo de estas dos décadas.
La cumbre de esa simplicidad máxima en el ritmo llega con ‘Will You Love Me Tomorrow’: un bombo discreto pero obsesivo es todo lo que suena, dejando campo abierto para el placer sónico de la voz de Sune solazándose en un océano de reverb, desprovista incluso de armonías. Una sobriedad que desnuda el misterio de esa melodía eterna, aderezada tan solo por bellísimos arpegios de guitarra trémula y gloriosas campanitas, una estampa sonora solemne y perfecta, como el anverso angelical del ‘Cheree’ de Suicide.
Y si es Sune quien protagoniza el clásico de Carole King para las Shirelles, Sharin coge el testigo cuando llega ‘Venus in Furs’, una de las elecciones más interesantes de este ‘Sing…’ por salirse de lo más previsible: la Velvet Underground no eran exactamente pop, y la canción original es una fúnebre pieza de folk modernista con agresiva viola de lamento “arty”. Su reconversión a mecánico beat tipo “baggy”, hipnotizado, ralentizado y con panorámicos ecos, es simplemente exquisita: Sharin dulcifica perversamente la monótona declamación de Lou Reed en la original, mientras Sune atrae a su terreno el motivo de guitarra, con reverbs de muelles y fuzzes marca RAT. Se completa con gloriosos estribillos de corte shoegaze y hasta un llamativo fade-out.
La otra gran sorpresa es la versión de ‘Return of the Grievous Angel’. Sin ser exactamente la primera incursión de los Raveonettes en el cancionero country, resulta excitante verles salir de su zona de confort. Frente a la muy ortodoxa versión original de Gram Parsons con Emmylou Harris de 1974 aquí se observa a los daneses haciendo retroceder la canción en el aspecto vocal, un poco como habría sonado en el ‘Sweetheart of the Rodeo’ de los Byrds —casi como si los 70 fueran demasiado para ellos— y resulta una de las propuestas más luminosas de todo el disco.
Imposible también no mencionar su excelente versión del ‘Goo Goo Muck’ de Ronnie Cook and the Gaylads: en una maniobra también muy Raveonettes, le añaden melodía en las estrofas en contraste con el tono monótono rockabilly de Lux Interior en los Cramps (la versión en la que claramente se basan). Es algo que añade una nueva e interesante dimensión a la canción, que mejora aún más en los estribillos, con más melodía y armonía vocal. Todo ello se completa con la clásica guitarra rítmica reverbcore y un riff lleno de trémolo que parece otro guiño a los Cramps, pero a los del ‘Human Fly’. Y entonces, en el minuto 1:15, llega un solo de ¿guitarra? que es como la explosión nuclear silenciosa en ‘Oppenheimer’: una niebla de fuzz extremo envuelta en ruido blanco que dura apenas 20 segundos y suena como algo salido de la mente de John Cage o Delia Derbyshire. Sólo esos 20 segundos merecen el precio de admisión.
El disco concluye con una última incursión en el minimalismo rítmico y el maximalismo ruidista: el ‘Leader of the Pack’ de las Shangri-Las flota suspendido en un mar de distorsiones y fuzz en los que la saturación máxima pixela el sonido, para después ser sumergido en reverb eterna. Infinitas láminas metálicas de fondo, procesadas con un pedal Geiger Counter, que combinan con la dulzura de las voces de Sune y Sharin. El halo intensísimo de misterio resultante es espectacular y le da una pátina contemporánea: el recitado de la parte central recuerda mucho más al neo-goth del ‘What’s A Girl To Do’ de Bat For Lashes que a las propias Shangri-Las.
Escuchar a los Raveonettes coger canciones tan icónicas y retorcerlas a su voluntad y estilo con tanta pericia puede hacerlo parecer fácil, pero en realidad es un reto complicadísimo. Que hayan sido capaces es una prueba más de su talento; sólo queda esperar que ese mismo talento se pueda traducir en un próximo nuevo disco de composiciones propias.
JPEGMAFIA, alias del rapero estadounidense Barrington DeVaughn Hendricks, es autor de uno de los mejores discos de 2024: ‘I Lay Down My Life for You‘, publicado hace apenas una semana, es uno de los trabajos de hip-hop más creativos, sorprendentes y excitantes del año.
La mezcla de estilos de ‘I Lay Down My Life for You’ -el quinto álbum de JPEGMAFIA- lo hacen completamente imposible de atrapar en un único género. Como un científico loco, JPEGMAFIA mezcla rap, industrial y electrónica «sin miedo» a que sus experimentos resulten explosivos.
Es el caso de la gran composición de ‘I Lay Down My Life for You’, que también ha servido de primer single del disco. En ‘don’t rely on other men’ JPEGMAFIA rapea sobre una base de hip-hop industrial y sobre otra de puñetazos tecno que no da tregua en ningún momento de los -apenas- 2 minutos y medio que dura la canción. En el final, entre efectos de campanas y barras que suenan gritadas a través de un megáfono, emerge un fastuoso arreglo de cuerdas que pone paz en el caos… y que por alguna razón está ausente de la versión «single», pero que si está en la del álbum, al haberse añadido después.
La producción de ‘don’t rely on other men’ esconde otras sorpresas, por ejemplo, su uso de un sample de la serie ‘Succession‘ al principio y al final de la canción. De repente, las voces de Brian Cox y Kieran Culkin parecen atrapadas en medio de la bomba sónica de JPEGMAFIA, sin poder salir.
Tan atrevida es ‘don’t rely on other men’ que su letra no se anda con rodeos poniendo el valor el talento de JPEGMAFIA. El rapero se llama a sí mismo el «cornerback» del rap, su visionario y, entre referencias al k-pop y a los «drillers», se saca de la manga una barra que escupe como si fuera fuego por la boca: «Wanna cry on the bus or the Maybach? / If you hate me, my nigga, just say that». La diferencia entre ir en autobús o en un Mercedes está evidentemente en el talento. Os dejamos con su videoclip protagonizado por Brooks Ginnan.
Beny Jr es uno de los nombres clave de la música urbana española actual. Sin contar con el apoyo de una multinacional y sin apenas exponerse en redes sociales, en las que, además, suele aparecer encapuchado, Beny Jr ha conseguido generar un culto en torno a su figura que se refleja en sus casi 8 millones de oyentes en Spotify. Beny Jr es, exactamente, el quinto artista catalán más escuchado en la plataforma sueca, solo por detrás de Rosalía, Bad Gyal (con la que ha colaborado en un remix de ‘Flow 2000’), Morad y Aitana.
Desde hace rato, el de Beny Jr es un nombre imposible de ignorar en las listas españolas, especialmente cuando ha colaborado con su amigo Morad, con el que comparte algunos de sus mayores éxitos. Pero Beny Jr también ha volado solo y, esta última semana, ha entrado en la lista de Promusicae su tema ‘Luna llena’, en realidad publicado el pasado mes de febrero.
Aunque protege su identidad hasta el punto que su nombre de pila no se conoce públicamente, sí se sabe que Beny Jr procede del barrio de La Florida, en el Hospitalet de Llobregat, como Morad, y que su ascendencia magrebí ha inspirado su nombre artístico, pues Beny Jr es nacido en el municipio de Beni Ahamed Garbía, situado en Chauen, Marruecos.
Con un puñado de discos publicados a sus espaldas, entre ellos el popular ‘La soledad aburre pero no traiciona’, lanzado en 2023, y otro firmado junto a El Guincho, ‘Samurai’, editado en 2021, Beny Jr ha lanzado en 2024 su último proyecto, ‘Anti Social Cool Kid’, al que acaba de dar continuidad lanzando un nuevo single de destino incierto.
‘Valkyrie’ es una producción marca de la casa de Beny Jr llena de los ingredientes que han catapultado a Beny a la fama, basándose en una mezcla de trap, autotune y reverb configurada alrededor de una melodía devastada y llena de una profunda melancolía. Aunque, según Genius, la composición de ‘Valkyrie’ se divide en una estructura clásica de estrofa-estribillo, cada una de las partes de ‘Valkyrie’ suena en realidad como una variación de la misma melodía. Como si Beny Jr no pudiera dejar de reflexionar sobre una cosa y sus demonios le atormentaran.
Y son varias las reflexiones que deja ‘Valkyrie’, por ejemplo sobre la fama y el dinero: «Morad, si pegamo’, yo igualito me mantengo» y «Gritando mi nombre, pero yo no lo comprendo» retratan a un Beny Jr cuya popularidad empieza a producirle vértigo y desconcierto, pero aún dispuesto a seguir con los pies en la tierra y a nunca dejarse corromper por el dinero. Él, como cuando Rosalía cantaba ‘Que dios nos libre del dinero‘, parece refugiarse en su fe cuando, en el estribillo, canta: «Soy un palestino pero con sangre de moro / Cuando me arrodillo solo a mi Dios yo le lloro».
En un breve comunicado publicado en Youtube, Beny Jr ha compartido este comentario sobre ‘Valkyrie’: «Lealtad, honor y respeto, lo demás te lo dejo para ti, todo, para ti. El dinero te hace parecer que eres el más importante, fuerte, poderoso y hasta el más inteligente, hasta que las cadenas de oro no pueden defenderte, los relojes no puedan hablar por ti y los billetes no te den la respuesta». A continuación, ha anunciado que prepara una gira y ha recomendado a sus seguidores que «guarden 30 euros». Beny concluye su mensaje con un «Palestina libre».
Donald Trump sigue defendiendo su candidatura a la presencia de Estados Unidos y hoy sábado 10 de agosto ha ofrecido un mítin en Montana junto a su número dos, el aspirante a vicepresidente J.D. Vance. Durante el mítin se ha hecho uso de una actuación en vivo de ‘My Heart Will Go On’ de Céline Dion, por alguna razón.
El uso de ‘My Heart Will Go On’ en un mítin de Trump ha provocado confusión en redes, pues parece un reconocimiento por parte de Trump de que su campaña electoral se está «hundiendo como el Titanic» tras la irrupción de Kamala Harris en la carrera presidencial.
Céline Dion no está nada contenta con el uso que la campaña de Trump ha hecho de su canción insignia y también de su imagen proyectando su interpretación en directo, y su equipo ha emitido un comunicado en el que tajantemente niega haber autorizado a Trump el uso de ‘My Heart Will Go On’.
«Hoy, el equipo de management de Céline Dion y su sello discográfico, Sony Music Entertainment Canada Inc., ha sido informado dEl uso no autorizado del vídeo, la grabación, la actuación musical y la imagen de Céline Dion cantando ‘My Heart Will Go On’ en el mítin de Donald Trump y J.D. Vance en Montana. De ninguna manera esto se ha autorizado y Céline Dion no aprueba este ni ningún uso (que se haga de la canción)».
El equipo de Céline Dion, no contento con haber criticado a Trump por el uso de una canción de la artista, también ha expresado su desconcierto por el hecho de que ‘My Heart Will Go On’ haya sido la elegida, terminando su comunicado con un breve inciso: «…y, en serio, ¿ESA canción?'»
Is Trump’s campaign being trolled from within? Someone on his staff decided to play Celine Dion singing “My Heart Will Go On” from Titanic at his Montana rally. Many consider Titanic a metaphor for Trump’s sinking campaign. pic.twitter.com/dVbNjVylel
Aranda de Duero amaneció ayer con los primeros derrotados por la juerga y con el Mercadona más cercano luciendo como una zona de guerra. Todo, en el mejor de los sentidos. La tercera jornada de Sonorama Ribera fue una importantísima para el pop español, consolidando nuevos nombres y recuperando viejas leyendas. La emoción y la nostalgia marcaron tanto el día como la noche porque, ante todo, ayer fue el día de Supersubmarina.
La sorpresa de la Plaza del Trigo fue Pignoise, pero el momento que todos recordaremos será aquel en el que Jaime y Chino volvieron a subirse al mítico escenario. Han pasado 14 años desde que el grupo de Baeza actuara por primera vez en el Trigo y, tras todo lo ocurrido, lo de ayer fue un verdadero acontecimiento. Javier Ajenjo adelantó lo que se venía como «el momento más importante de todo el festival y de todo lo que ha pasado en muchísimos años». El regreso de Supersubmarina. El cantante y el guitarrista saludaron, emocionadísimos, a las cientos de personas presentes, que no se lo podían creer, mientras sonaba su música en los altavoces.
Rodrigo Mena Ruiz
Desde ayer, la historia de Supersubmarina está inmortalizada en un banco que se quedará para siempre en Aranda de Duero. «Un homenaje de Sonorama Ribera a la música y a la vida», se puede leer en él. En el momentazo del día también estuvieron presentes Dani Fernández, que mantiene viva la memoria del grupo en cada concierto con la canción ‘Supersubmarina’; Antonio Linaje, alcalde de Aranda de Duero; y el periodista Fernando Navarro, autor de ‘Algo que sirva como luz’ y motor de todo el merecido amor que está recibiendo la banda jienense.
El gran día del pop nacional en Sonorama comenzó con una de las mejores canciones del género gracias al Homenaje a Antonio Vega, conducido por la banda original del cantautor y sus «íntimos amigos y colaboradores». Entre estos, Anni B Sweet. Hablo de ‘La Chica de Ayer’, una de las muchas canciones del set que recibieron una ovación. Si alguien es capaz de conseguir que la gente se rinda ante un tema, es Antonio Vega. Lo mismo ocurrió con ‘El sitio de mi recreo’ o ‘Lucha de Gigantes’.
Veintiuno fue una de las grandes apuestas del festival, programándolos en uno de los escenarios principales por primera vez en la historia de la banda. Con esta, ya van cinco visitas del grupo manchego en Sonorama. «¡Esto es lo que pedisteis! Un principal, ¿no?», gritó el vocalista Diego Arroyo al gran y fiel público que estaba presente. Para ser las 20:30 de la tarde, consiguieron juntar un gran número de personas. El pop rock de ‘La Ruina’, mezclada con ‘Mr. Brightside’, movió a las masas como un terremoto. El saxofón los diferencia de otros grupos del mismo estilo, más que las letras, que suelen ceñirse a la fiesta, pasarlo bien y todo lo que ello conlleva, pero apuntando a la creación de himnos.
Jacobo Revenga
«Hoy todo lo que podía salir mal nos ha salido mal, pero da igual», contaba Diego. Aunque en un principio no dijo a que se refería, más tarde aclaró que se trataba de problemas técnicos: «Un minuto antes de salir no sabíamos si íbamos a poder tocar». ‘Dopamina’ y ‘Cabeza Abajo’ son dos de sus canciones más importantes y queridas, y en consecuencia prepararon dos sorpresas para presentarlas como se merecen. La primera fue Dani Fernández, que ayer estuvo hasta en la sopa. De esta forma, dos de los grandes exponentes de la nueva ola del pop rock español compartieron escenario en un momento lleno de euforia. Por otro lado, Quequé, de entre todas las personas, salió para cantar prácticamente la mitad de ‘Cabeza Abajo’. Un gran show que terminó con el gran éxito de ‘La Vida Moderna’ junto a Gabriel Montes, de Sexy Zebras.
Al otro lado del recinto, Paula Cendejas también se postulaba como uno de los nombres más importantes del panorama. Su último EP llegó como una necesidad de la cantante de dar su cara más verdadera, y a la vez, cañera. De ahí que estuviese acompañada en el escenario por una sección de cuerdas, pero también por dos enmascarados encargados de la parte más electrónica. Producido por Carlos Ares, que también lanzó uno de los mejores discos del año, ‘TSUNAMI’ fue defendido maravillosamente ante la mirada fiel y atenta del público. Jersey beat, reggaetón, trap y drill son algunos de los estilos que bañan las bases de los temas y que reversionan algunos de los clásicos de su discografía. ‘Cómo habla una mujer’ no tiene ni rastro del toque de bolero que se aprecia en la original, y tiene un tono más solemne.
Sin duda, lo mejor fue ‘COLIBRÍ’. «Esta es la canción más importante de la gira», contó Cendejas antes de arrancar. Es una canción preciosa que es interpretada de una manera totalmente emocionante por la madrileña. Si además conoces la historia detrás de la canción, escrita a partir del «duelo» del aborto, se convierte en un momento desgarrador. Sobre un bombo imitando los latidos de un corazón, la voz de Cendejas se llenó de sentimiento. Y el público se llevó un momento memorable.
Aliron Studio
Después de la fiesta total de Coque Malla, que demostró ser uno de los mejores performers del país, Dani Fernández regaló al Sonorama el que probablemente sea, a falta de un día, el mejor momento del festival. El concierto del manchego era el lugar perfecto para lo que estaba a punto de suceder. En los últimos años, Dani ha demostrado ser una de las voces que más personas mueve, por lo que el público estaba asegurado. Además, siempre ha sido abierto sobre su amor por Supersubmarina.
El concierto ya estaba siendo conmovedor. La áspera voz de Dani casi rompiéndose en la bella ‘Si tus piernas’ o el sentido discurso antes de ‘Clima Tropical’, en el que recordó su pasado en «una banda que hacía música para niñas y adolescentes», fueron los mejores aperitivos antes de la sobredosis de ilusión que venía a continuación. «No sé cómo se lo explicaré a mi hija», contó emocionado. Todo estaba conduciendo a aquel momento.
Rodrigo Mena Ruiz
Después de unas palabra salidas del corazón sobre su amor a la banda, Dani Fernández entró a formar parte de la historia de Sonorama. «¡Un fuerte ruido para Jaime de Supersubmarina!», gritó ante las decenas de miles de personas presentes. Escalofríos. Llantos. Un sentimiento indescriptible. Jaime coge la guitarra y comienza ‘Supersubmarina’. No era la primera vez que este se subía a un escenario tras el accidente, pero poco importó, porque es el Sonorama. El festival que consolidó a Supersubmarina. Ha sido la vez en la que más vivo he visto a un público. Jaime pronunció unas palabras que ya acabaron de destrozarnos a todos, después de recordar a sus compañeros de grupo: «Ojalá algún día Supersubmarina pueda cantar de nuevo en el Sonorama. Para mí es un sueño tocar esta canción en este escenario. Era todo lo que quería». JENESAISPOP ha subido un pequeño resumen del momentazo a Instagram, pero no le hace justicia.
Los conciertos de Sen Senra, Niña Polaca y Sexy Zebras terminaron de poner el broche de oro a un día clave para el pop nacional. Si había un festival donde pudiese ocurrir algo así, es Sonorama Ribera.
Entre las novedades de este fin de semana se encuentra el nuevo single de The Killers. ‘Bright Lights’ se publica de cara al inicio de la residencia de ocho conciertos de The Killers en Las Vegas, que se extenderá del 13 al 30 de agosto. La residencia de conciertos de The Killers se centrará en el material de ‘Hot Fuss‘, su álbum debut de 2004.
‘Bright Lights’ es un lanzamiento que refleja esta nueva etapa de The Killers en Las Vegas, sobre todo en la alusión de su letra a un «largo desierto» que debe llevar a Brandon Flowers a «ese lugar al que pertenezco», su hogar. Por supuesto, Las Vegas es la ciudad de origen de The Killers.
La noticia que deja ‘Bright Lights’, además, es que reúne en el estudio a sus cuatro componentes originales, estos son, Flowers, Dave Keuning, Ronnie Vannucci Jr. y Mark Stoerme. Eso sí, el sonido elegido está más cerca de los últimos trabajos de The Killers, como ‘Pressure Machine‘ (2021).
Rock echado a la carretera y una melodía con altura de himno, en el estilo de Bruce Springsteen, definen la propuesta de una ‘Bright Lights’ que busca la épica total, encaramándose al sonido heartland rock de los últimos álbumes de la banda y, al final, incluyendo la aparición de un coro de góspel que lleva la canción más arriba todavía.
Puede que The Killers no siga en ‘Bright Lights’ el sorprendente estilo synth-pop de uno de sus últimos lanzamientos, ‘Your Side of Town‘, pero en ‘Bright Lights’ sigue haciéndose notar su capacidad para capturar emociones tan grandes como el desierto de Las Vegas.