Karmento, que canta a la tradición de su ciudad (Albacete) y de su pueblo (Bogarra), se suma a una tradición más, esta más reciente al proceder de la historia del pop. Si has formado parte de alguna manera del Festival de Eurovisión, es costumbre aprovechar la celebración del certamen para lanzar nuevo tema o disco; y dicha costumbre es extensible a la final nacional, en este caso el Benidorm Fest. La manchega dio un gran paso al participar en su 2ª edición. No ganó, tan solo quedó 6ª, pero sí estuvo en el top 3 de público, televoto y demoscópico, es decir, estuvo un poco en el corazón de todo el mundo, acercando a la gente a los sonidos tradicionales de su comunidad y de nuestro país.
‘Quiero y duelo‘ no aparece en este tercer disco de Karmento, que tiene en el epicentro otras ideas. En concreto, el curso del agua de la sierra al mar, como metáfora del desarrollo de la vida. También, de nuevo, un acercamiento a los pueblos y a sus historias, en estos tiempos en que tanto se habla de la España vaciada.
‘El aguadero’, el primer tema, es una bienvenida a su hogar. Un hogar al que se accede por la «senda del Castañar», entre un «flujo de agua clara», cuando «los feriantes marchan ya». Karmento utiliza el sonido ambiente de naturaleza y animales para llevarnos a su terreno, a su tierra. En un disco que tanto habla de ríos, es propio que encontremos canciones «ídem» como la titular que en su último medio minuto enloquece; o la excelente ‘Me dio pelusa’, que debatiendo entre amor o envidia (¿amor o celos?), incorpora arreglos de pasodoble interpretados por la Banda Municipal de Bogarra.
Karmento se inspira en Castilla La Mancha, pero como la música no conoce fronteras, ‘La loca del pueblo’ son unos verdiales llegados de Málaga, en retrato de esa persona perdida que podemos ser en cualquier momento todos nosotros. A todos nos «entra más sed de ti, al beber de otra fuente».
La celebración del folclore en esta obra es tan hermosa que no habría necesitado más adorno. Sin embargo, por la obligatoriedad de reinventarse del artista, están acreditados a Joel Condal los toques vanguardistas del disco, que son, eso, solo un adorno, si bien pertinentes. Los primeros instantes de ‘Fuego encendido’ suenan maliciosos por puro miedo (“ángel de mi guarda, dulce compañía, no me desampares, no me dejes sola, que me perdería”). La alegre ‘Remanso’ también cuenta con sus detalles electrónicos, y ‘Fangos‘ es ese single diferente, arriesgado (por momentos «spoken word») ya obligatorio en un tercer álbum. Karmento supera ese reto con nota.
Todo está en su sitio en esta cuidada producción de trompetas, violines, pianos y guitarros, y también aullidos, carcajadas, piropos y gritos de locura en retrato del nacimiento y la muerte de nuestra vida o el amor. El cruce entre tradición y vanguardia no es la noticia aquí, eso sí. Sino cuánto gustaría el bellísimo retrato de ‘Viejos padres’ a los seguidores de Amaral, y cuánto gustaría ‘Hay que soltar’ si fuera capaz de llegar a los seguidores de Ana Belén. Karmento ofrece un disco más completo que ‘Este devenir‘ con música apta para las personas con cierta sensibilidad de cualquier generación.
Pearl Jam ya ha apuntado el nombre de Barcelona en su agenda. La banda de Seattle estará el 6 y el 8 de julio en el Palau Sant Jordi dentro de su gira mundial, que incluirá 35 fechas y que empezará el próximo mes de mayo.
El grupo aprovechará su visita a España para presentar su próximo trabajo discográfico, ‘Dark Matter’, que se publicará el 19 de abril de 2024. Producido por Andrew Watt, es el primer disco de Pearl Jam desde el lanzamiento de ‘Gigaton’ en 2020. Su primer single ha sido publicado hoy.
Eddie Vedder, Jeff Ament, Stone Gossard, Mike McCready y Matt Cameron se retiraron a los estudios Shangri-La en Malibú para grabar el álbum el año pasado, que terminan en tan solo tres semanas «en un estadillo de inspiración». «Estamos en este momento de nuestras vidas en el que puedes hacerlo o no, pero todavía nos preocupamos por publicar algo que sea significativo y, con suerte, pensamos que es nuestro mejor trabajo. Sin exageraciones, creo que este es nuestro mejor trabajo», ha comentado Eddie Vedder.
Para acceder a la compra de entradas, los fans ya pueden solicitar su código registrándose aquí. El registro se cerrará el domingo 18 de febrero a las 23h59. La salida a la venta para los que hayan recibido código se abrirá el viernes 23 de febrero a las 10h.
Este es el tracklist de ‘Dark Matter’:
1. Scared of Fear
2. React, Respond
3. Wreckage
4. Dark Matter
5. Won’t Tell
6. Upper Hand
7. Waiting for Stevie
8. Running
9. Something Special
10. Got to Give
11. Setting Sun
Kylie Minogue ha empezado el año por todo lo alto. A la victoria del Grammy por su ‘Padam Padam’ hace tan solo unos días, y al lanzamiento de su tema ‘Dance Alone’ junto a Sia, le seguirá el reconocimiento que le será concendido en los próximos BRITs: el Global Icon.
La artista será honrada con el premio al icono global en la noche más importante de la música de Reino Unido. Según informa la Indistria Fonográfica Británica, «los más de 30 años de brillante carrera de Kylie la han llevado a vender más de 80 millones de discos en todo el mundo, acumular 5.000 millones de reproducciones, y tener 7 canciones y 9 álbumes número 1 en el país».
Además, Kylie Minogue también será una de las artistas que actúen durante la ceremonia. «Estoy encantada de recibir el premio Global Icon y de unirme a una lista de artistas absolutamente increíbles. Reino Unido siempre ha sido mi hogar, así que los BRIT ocupan un lugar muy especial en mi corazón. Tengo unos recuerdos increíbles de los premios a lo largo de los años y estoy deseando volver al escenario de los BRIT. Nos vemos en el O2», ha dicho la artista en un comunicado.
La gala se celebrará en Londres el próximo 2 de marzo, donde RAYE parte como principal favorita. Kylie Minogue, nominada a Artista del Año, tendrá la oportunidad sumar algún BRIT más a los 3 que ha conseguido hasta el momento. Lo hará seguro con el BRIT Icon, el máximo galardón que conceden los premios y que se encuentra reservado para los artistas «verdaderamente excepcionales». Los ganadores anteriores han sido Elton John (2013), David Bowie (2016), Robbie Williams (2017) y Taylor Swift (2021).
La Super Bowl 2024 ha producido cifras absolutamente históricas. Los datos oficiales confirman que ha sido la Super Bowl más vista de la historia. Con 123,4 millones de espectadores, la Super Bowl 2024 se convierte en el segundo evento televisado más visto de todos los tiempos en Estados Unidos, superado únicamente por la transmisión de la llegada a la luna, que -se estima- atrajo entre 125 y 150 millones de espectadores en 1969, cuando existían menos cadenas, la televisión era novedad e internet no era una realidad.
Las cifras de la Super Bowl ascienden a 202 millones contando los espectadores que sintonizaron con el partido de manera puntual en algún momento del día. Muchos de estos espectadores por supuesto vinieron arrastrados por el efecto Taylor Swift, quien se encontraba en las gradas apoyando a su pareja, Travis Kelce, jugador del equipo que finalmente ha ganado el partido de la Super Bowl, el Kansas City Chiefs, que se ha impuesto a los San Francisco 49ers por 25 contra 22 puntos.
La presencia de Taylor Swift en la Super Bowl ha generado cuantiosos titulares en los días previos a la celebración del partido. Un sector del republicanismo estadounidense se ha enredado a conspirar tratando de promover la idea de que la presencia de Swift en la Super Bowl ha sido una artimaña de Joe Biden para hacer propaganda demócrata de cara a las próximas elecciones generales.
Las cifras de Usher
Pero el verdadero protagonista musical de la Super Bowl no han sido ni Taylor Swift ni Beyoncé, pues la segunda ha anunciado disco durante el evento, sino Usher, quien ha actuado en el esperado Halftime Show. El intermedio de Usher en la Super Bowl ha atraído a 30,1 millones de «hogares» en Estados Unidos según Forbes, un 5% más que el de Rihanna. Forbes especula que unos 100 millones de personas (contando familias, amigos reunidos en casas, etcétera) han podido ver el intermedio. No es una cifra descabellada teniendo en cuenta que el partido en cuestión ha sido el más visto de la historia.
El efecto Super Bowl ha devuelto varios temas de Usher a las listas de Spotify. Aunque solo uno ha entrado en la lista global, ‘Yeah’, y lo ha hecho en un discreto puesto 36. Es evidente que la música de Usher no goza de la popularidad global de la de Rihanna, quien el año pasado colocó hasta 15 singles en el top global de Spotify tras su actuación.
El público de Usher está mayormente concentrado en Estados Unidos y varios de sus temas entran en el top 50 de Spotify del país norteamericano. El más escuchado vuelve a ser ‘Yeah’, que entra en el número 9, seguido por ‘My Boo’ con Alicia Keys en el 22. En el 39 aparece ‘DJ Got Us Falling in Love Again’, una de las grandes ausencias del repertorio de Usher en el intermedio. Finalmente, en puesto 40 entra ‘Hey Daddy (Daddys Home)’, y en el 41 ‘Love in this Club’. El top 50 de Estados Unidos está ahora mismo inundado por las canciones del disco de Kanye West y Ty Dolla $ign. Hay que recordar que Usher acaba de publicar nuevo disco, ‘Coming Home’, aunque no está generando demasiado interés.
En cualquier caso, los grandes datos de audiencia de la Super Bowl 2024 convierten el intermedio de Usher en el más visto de la historia, seguido de cerca del de Rihanna. Katy Perry, quien ostentó el récord durante años, queda en tercer lugar. Así queda el top 10 de intermedios más vistos de la historia acorde con los datos publicados por Billboard:
1.- Usher, 123,4 millones (2024)
2.- Rihanna, 121,017 millones (2023)
3.- Katy Perry, 121 millones (2015)
4.- Lady Gaga, 117,5 millones (2017)
5.- Coldplay, Beyoncé, Bruno Mars, 115,5 millones (2016)
6.- Bruno Mars, 115,3 millones (2014)
7.- Madonna, 114 millones (2012)
8.- Beyoncé, 110,8 millones (2013)
9.- Black Eyed Peas, 110,2 millones (2011)
10. -Justin Timberlake, 106,6 millones (2018)
Ya sabemos quiénes son los 6 finalistas de Operación Triunfo 2023. Casi al mismo tiempo, una de las que fuera finalistas en 2018, Sabela, anuncia un nuevo tour. Se trata de varias fechas, 6 de ellas realizadas bajo el paraguas de Girando por Salas, que como siempre apoya a artistas noveles con menos de 3 discos en el mercado.
Estos conciertos se organizan siempre fuera de la comunidad de origen del artista, en este caso Galicia. Los shows GPS serán en Ponferrada (León) el 12 de abril, en Madrid el 13 de abril, en Tafalla (Navarra) el 26 de abril, en Barcelona el 27 de abril, en Sevilla el 9 de mayo y en Jaén el 10 de mayo.
La artista continúa presentando las canciones de su segundo disco editado el año pasado, ‘Ceniza’, marcadas por la pérdida de su padre. «Está muy marcado por la muerte, pero también hay vida en él, porque una forma parte de la otra», confesaba en La Voz de Galicia. «Una tiene la sensación de sentir un gran dolor al hacer canciones. Pero el tiempo va haciendo su trabajo y te separas un poco de la emoción. Sin embargo, cuando hago los temas intento volver ahí, porque me parece la única forma de transmitir la sensación original».
Era por tanto un disco más oscuro, en el que los sintetizadores de la escuela del synth-pop o incluso del trance empujaban las canciones hacia territorios turbios. El mejor ejemplo era ‘La Piedra’, la mayor prueba de hasta qué punto funciona en la música un contraste. La letra nos habla del «agua más pura de todos los mares» o «la risa más tiеrna que pueda tocarte»… mientras la música nos revela que algo ha ido mal, que no ha funcionado: Sabela suena en ella rabiosa, incluso con cierta ansia de venganza.
El álbum, que se presentaba con el single ‘Ya no me quiero ir’ (la que tiene un desenlace en modo «trance»), contenía también canciones tan interesantes como la balada medio trip hop ‘No sé lo que sientes’ o la titular ‘Cenizas’, con un matiz más folclórico y ancestral en melodía e interpretación vocal. Esta última te gustará si te gustan Maria Arnal y María José Llergo.
En este lustro de carrera, Sabela ya ha pasado por escenarios como el del Festival Noroeste, SonRías Baixas y O Son do Camiño. Baiuca, Xoel López, Tanxugueiras y Luisa Sobral están entre las personas con que ha trabajado. Las entradas y muchas otras fechas de su próximo tour, están disponibles en su web.
Madison Beer es una de las nuevas superestrellas del pop estadounidense surgidas en la era streaming. Beer se dio a conocer como tantos artistas en la última década, subiendo versiones a Youtube, y la suerte llamó a su puerta cuando Justin Bieber compartió una de esas versiones en redes. A partir de entonces, Beer comenzó una carrera vinculada a las discográficas multinacionales que continúa hoy.
Ocupando ese hueco que separa el pop alternativo de la radiofórmula, Beer ha publicado multitud de singles, algunos de streamings multimillonarios, como la nana doo-wop ‘Reckless’ o el (buen) facsímil de Tame Impala ‘Home to Another One’, y ha editado dos discos, ‘Life Support‘ (2021) y ‘Silence Between Songs‘ (2023). Además, Beer ha dado voz a una de las integrantes de la banda de k-pop virtual K/DA, vinculada a ‘League of Legends’.
A la lista de logros de Beer se suma que la artista está a punto de iniciar una gira mundial que la traerá a España en marzo. El 16 de marzo, Beer actuará en la sala Razzmatazz de Barcelona y, el 17 de marzo, en el Palacio Vistalegre de Madrid.
De cara al inicio de la gira ‘The Spinnin Tour’, Beer ha publicado nuevo single. ‘Make You Mine’ es probablemente su apuesta más decidida a la pista de baile. Un beat de house-pop propulsa ‘Make You Mine’ hacia ese lugar de éxtasis. Los riffs de sintetizador ayudan a Madison Beer en su misión de «sentir el subidón». Canta «I wanna feel the rush», pero este no es el ‘Rush‘ de Troye Sivan. Beer baila pero lo hace suavemente, deslizándose en la base, envuelta en una atmósfera etérea, en una nube.
Elevada en el aire, Madison reta a una persona a acercarse a ella: «métete en mi mente, puedes ver el escudo, te tengo en mis muros, no tengas miedo». En su canción más ‘Alpha‘, Beer logra una producción tan «inmersiva» como la de su segundo disco, nominado al Grammy precisamente en esta categoría, la de Mejor disco de audio inmersivo. En ‘Make You Mine’, Madison Beer te envuelve y te hace «suya».
Aunque en apariencia sencillo, el vídeo de ‘Selfish’ contiene más ideas de lo que parece a simple a vista. El director Bradley Calder combina con ingenio tres interesantes escenarios y recursos dramáticos: el backstage, el falso making of y la fuga fantástica y mental.
Lo primero que vemos es a Justin Timberlake saliendo de escena por unos cortinajes que recuerdan a los del cine de David Lynch. Enseguida aparece una claqueta que marca el significado del vídeo: estamos entre bambalinas, pero también “entre cámaras”. Vemos el falso rodaje del clip a la vez que el trascenio. Luego, añadiendo una capa semántica más, al estilo de ‘Los ensayos’, el cantante sale al backstage del backstage que sirve como escenario del vídeo. Un itinerario que se completa con Justin saliendo directamente al exterior del estudio de rodaje.
Ese recorrido se ve interrumpido por dos fugas narrativas. La primera hace referencia a ‘Alicia en el país de las maravillas’. Justin descubre una misteriosa puerta por la que accede a un largo pasillo de pequeñas dimensiones. Un espacio que remite explícitamente al célebre piso 7½ de ‘Cómo ser John Malkovich’. La otra fuga es más una proyección mental. El cantante cierra los ojos y se ve a sí mismo bailando en un escenario.
El clip termina con un último guiño: Justin rompe de nuevo la cuarta pared saliéndose del personaje, mientras en la imagen aparece una interferencia como si fuese una toma falsa.
Pablo López es uno de los exconcursantes de OT más famosos de España y, a la vez, uno de los que el público menos asocia con OT. Esto se debe a dos motivos: sacó su primer disco en 2013, cinco años después de quedar segundo en el concurso; y Risto Mejide asfixió aquella edición hasta no dejar aire para que el público recordase a ningún concursante. Ni siquiera a Virginia Maestro, la que fuese su favorita hasta unos límites obsesivos. Y por eso, aunque la edición tuvo mucho éxito con un 30% de cuota y cuatro millones de espectadores semanales, hoy es la única edición de OT que tiene solo dos concursantes con página de Wikipedia propia. (Durante la búsqueda de este dato he descubierto que Thalía Garrido no tiene página porque, desgraciadamente para ella, Wikipedia no permite que te la hagas a ti mismo).
El primero en desvanecerse de la memoria colectiva fue Chipper, el tercer clasificado, a quien España olvidó según aparecían los créditos de la gala final. Para muchos espectadores Chipper fue un hito televisivo (era el primer concursante gay de OT y además era negro y sacaba por la tele a su marido, con quien se casó durante los castings finales) pero no había hueco para un artista de su estilo musical en el mercado español. E incluso a los fans más fieles del programa les costará recordar la cara de los otros tres finalistas al leer sus nombres: Manu Castellano, Sandra Criado y Mimi Segura.
Pero si mucha gente no recuerda que Pablo López estuvo en OT es también, en buena parte, porque no hizo nada demasiado memorable. Como cantante sí. Su trayectoria fue impecable. Pero en aquella edición no había espacio para que los concursantes se luciesen. Quizá el momento más destacado de Pablo fue cuando Risto Mejide le pidió que se nominase a sí mismo y él, harto de sus humillaciones, decidió contestarle: “Yo he venido a cantar y a hacer música, que es lo que se me da bien. Comprendo que como publicista te irá bien, yo no me quiero meter en tu trabajo”.
En ese momento Jesús Vázquez cortó para ir a publicidad, porque ese enfrentamiento era exactamente lo que el programa llevaba buscando nueve galas y había que alargarlo hasta la madrugada, que es el tocino de la cuota de pantalla. A la vuelta, Pablo se disculpó y Mejide le respondió con ironía: “Si quieres te digo que tu actuación ha sido la mejor que he visto en toda la historia de OT y que ahí fuera hay millones de fans esperando para comprar tus discos”. La verdadera ironía, por cierto, es que años después efectivamente millones de personas escuchen la música de Pablo López.
Aquel fue el punto más bajo de las doce ediciones de OT. El instante exacto en el que el programa vendió su alma por dos euros (o más probablemente por dos millones de euros) y se traicionó a sí mismo y a sus espectadores. La etapa Telecinco tuvo sus cosas buenas (sobre todo para Edurne, que hoy tendría muchos menos Funko Pops de haberse quedado OT en TVE), actuaciones extraordinarias (‘Lágrimas negras’ de Lidia Reyes, ‘Kiss’ de Guillermo Martín, ‘Purple Rain’ de Moritz, ‘Land of 1000 Dancers’ de Lorena, ‘Cree’p de Virginia, ‘When Love Takes Over’ de Álex, todas las de Soraya) y desde luego enriqueció la condición de radiografía social del programa: esas ediciones son imprescindibles para entender cómo estaba España justo antes de la crisis.
Desbocada, voraz y sin escrúpulos. Si OT fuera un ser humano, aquellas cinco ediciones en Telecinco serían la época en la que descubrió las drogas y dejó de ponerse condón. Los más jóvenes no se acuerdan, pero cuando OT regresó a TVE en 2017 venía de un lugar muy siniestro. El hijo díscolo volvía a casa después de desintoxicarse. Y la operación de marketing de presentar este regreso con ‘OT: El reencuentro’ fue absolutamente magistral. Aquellos tres episodios y aquel concierto le recordaron al público todo lo que OT es y todo lo que podría volver a ser si el público confiaba de nuevo en él: un lugar feliz.
Durante los últimos doce lunes, hemos vuelto a ver la tele. Lo hemos comentado con amigos, familiares y desconocidos. La vuelta al trabajo se ha hecho menos pesada sabiendo que por la noche pondríamos los pies en alto y veríamos a Buika decir incoherencias. Para mucha gente joven ha sido su primer reality y les ha pillado desprevenidos: no sabían procesar lo hondo que les estaba tocando un programa de televisión y lo implicadas que estaban con esas personas a las que solo conocían de ver por la tele. Hay que repetirlo siempre: OT es, por encima de todo, un programa sobre la ilusión.
Y a Bea, la pobre, ya no le quedaba ninguna. ‘Bette Davis Eyes’ es una canción traicionera porque está compuesta para otra época, una en la que las canciones se consumían en la radio, en la MTV o en el coche. Y a menudo a trocitos. Escuchada entera, ‘Bette Davis Eyes’ suena demasiado monótona y aunque Bea la cantó muy bien (de nuevo bordeó la imitación) no la llevó a ningún lugar. No movió el brazo izquierdo en ningún momento, sonrió con frases dramáticas como “she’s precocious” o “she’s ferocious” y ya desde el principio entró en el escenario saliendo de una cortina no como una diva sino como si estuviese buscando el baño y se hubiese confundido de puerta. No hubo atmósfera alguna. No ayudó que not-Rosa-de-vestuario, en su última venganza, le pusiera dos vestidos que habrían sido preciosos por separado pero que juntos hacían parecer a Bea un perchero indeciso. Bea se puede ir orgullosa de su participación, eso sí, porque las concursantes como ella son imprescindibles en OT: son las que hacen que siga siendo un programa de cantantes.
Martin se pasó su actuación bajándose el crop top para que no se le viera el ombligo. Por lo demás, su actitud era de “mariquita feliz”, especialmente sonriente cuando los bailarines lo levantaron por los aires como si fuera Norma Duval. Y eso en sí ya es motivo de celebración teniendo en cuenta que la gala empezó con una versión grupal de ‘Aire’ de Pedro Marín, un ídolo de adolescentes en los 80 que tuvo que ocultar su condición sexual en una España que iba de moderna pero no lo era tanto. Martin tiene algo que no se puede aprender: un entusiasmo contagioso sobre el escenario. En otro lugar de Prime Video el público puede disfrutar de otro gay de metro setenta bailando ‘Murder On The Dance Floor’.
Ruslana entró en su Olivia Rodrigo era con ‘Let Me Out’, aunque su estética era más bien un cruce entre la pelirroja de TaTu y María Pedraza cuando se empeña en seguir interpretando adolescentes. Tuvo una actitud demasiado cerebral durante la segunda mitad y miraba demasiado al público, más buscando su aprobación que exigiendo su adoración, y ese es un vicio que deberían quitarles desde la gala 0: no funciona nada en televisión. Las estrellas deben existir por encima del público, ya tendrán tiempo de mostrarse cercanas después de la actuación. Y es especialmente frustrante en el caso de Ruslana, la concursante que mejor ha atravesado la cámara con la mirada de esta edición. Estaba nerviosa como solo puede estarlo una chica de 18 años para la que cualquier cosa que no sea ganar se sentirá un fracaso. Pero en cuanto se libró del lastre del pie de micro se vino arriba y se convirtió en todo lo que esperábamos que fuera Violeta.
Quizá la cima de su paso por el concurso sean los nueve segundos en los que miró a cámara y gritó «Let Me Out» como si se lo estuviera gritando al propio programa. El viaje de Ruslana ha sido el más estimulante de la edición desde el punto de vista tanto musical como narrativo. En la gala cuatro ya estaba prendiendo fuego al escenario con ‘Salvaje’ mientras Lucas ni siquiera se había cortado el pelo todavía. Luego encadenó ‘SloMo’, ‘I Put A Spell On You’ y ‘Criminal’. Pero de repente tropezó en el peor momento posible. Y no pudo soportarlo. Sería inapropiado decir que Ruslana tiene una disciplina soviética, pero independientemente de su lugar de origen, es cierto que ese estado de tensión permanente y autoexigencia enfermiza recuerda al de las gimnastas entrenadas desde niñas para el oro. Y para ellas, la plata resultaba insoportable.
“Después de las puntuaciones te quedaste rabiosa”, le soltó Chenoa como si nada. Es una pregunta interesante y pertinente, aunque algo injusta teniendo en cuenta que a Martin le dijo “lo que has hecho es muy Martin” y a Lucas le preguntó “¿cómo afrontas la final?”. Si ponemos a los chavales en un brete, pongámosles a todos, ¿no? Ruslana respondió que estaba muy orgullosa y que si le hubieran dicho hace un año todo lo que iba a hacer en OT no se lo habría creído. Es mentira. Ella sabía perfectamente todo lo que iba a hacer. Llevaba toda la vida preparándose para hacerlo. Pero es una respuesta digna de las mayores popstars del panorama actual: anodina, genérica e inspiradora. Que se acabe OT da pena, pero al menos podremos ver todo lo que hará Ruslana al salir. Chenoa, por cierto, le dijo: “Mis tres erres favoritas: rockera, reina y Ruslana”. ¿Cuál sería su tercera erre favorita antes de conocer a Ruslana? ¿Risa? ¿Rebelde? ¿Rutinas?
Juanjo cantó ‘El patio’ de Pablo López y estuvo vocalmente impresionante.
Lucas se empeña tanto en mirar al público que le sale una chepa que el resto del tiempo no tiene. Pero es una postura que le define: él es por encima de todo un hombre amable y agradecido. Y en estas doce galas ha descubierto también su condición de fucker. Entró en el escenario y le echó una mirada a la cámara que parecía decir: “Daos por folladas”. Llevaba un traje de flores tan histriónico que no se lo habría puesto ni David Bisbal en su etapa ‘Bulería’. Parecía un cantante de bodas (desde luego si Lucas actuase en una boda la novia se replantearía todas sus decisiones), pero la actuación fue creciendo hasta que gritó “¡Que se escuche!” y de repente estaba en un concierto, como bien le dijo Chenoa con acento argentino (que ya sabemos que es la mejor Chenoa). ¿Sabéis lo que sería interesante? Que alguien recrease por IA todas las actuaciones de Lucas pero poniéndole el pelo largo otra vez. A ver qué tal. ‘Mariposa Tecknicolor’, por cierto, es una canción preciosa. ¿Por qué los bares nos torturaron durante años con ‘Clavado en un bar’ de Maná en vez de poner esta?
Álvaro de Luna cantó una canción titulada ‘Hoy festejo’ que nos viene que ni pintao, que podría perfectamente ser el título del single de Omar.
Paul Thin es el concursante que más ha arriesgado (y, a diferencia de Ruslana, se creció justo en el momento adecuado), pero su coqueteo con el sustigusti anoche cayó del lado del susti. Era una cuestión de probabilidad. Pablo Rouss cuestionó su afinación, lo cual requiere un apunte: ‘Fiebre’ es una canción que no está afinada. Es decir, no existe una versión de ‘Fiebre’ en la que haya afinación (aparte de la de Amaia a piano y voz, pero ella es sobrenatural y no vale compararla con nadie), de manera que lo que Paul estaba intentando era crear una canción nueva. Y en una semana no da tiempo. Y lo intentó de verdad, adoptando esa manera urbana de cantar que parece que están bostezando. Pero bueno, da igual, en el minuto que Paul ponga un pie fuera de esa academia se va aferrar a un autotune y no lo va a soltar ni cuando vaya al Mercadona.
El caso es que, además de la afinación, a Paul Thin también le falló la actitud y el vestuario. Y con “vestuario” quiero decir que llevaba puesto un vestuario entero. El look consistía en unos pantalones, un plumas y una falda de monedas (dios sabe que a Naiara le habrían puesto solo la falda de monedas y un tanga de pedrería), lo cual complicaba la movilidad de Paul. Como un albañil que tiene que poner cemento por la mañana y protagonizar un espectáculo drag por la noche. Él lo intentaba, eso sí, y obedecía la coreografía incluso en movimientos tan extremos como cuando (disculpad la vulgaridad) daba pollazos al aire y la cabeza del bailarín Pol Soto se movía al ritmo como si Paul Thin tuviera una onda expansiva en la entrepierna. A Paul no le pega explotar la sensualidad tradicional. Cada artista necesita encontrar su propio sexy.
El mayor talento de Bad Gyal es que parezca que no está haciendo nada cuando en realidad lo está haciendo todo: está mandando descargas eléctricas directamente a la corteza prefrontal del cerebro de sus espectadores. Pero Paul es lo contrario, él lo intenta demasiado y se empeña en que te des cuenta. Y por eso veces vuela alto y a veces derrapa. Pero en ningún momento sonó estar creyéndose la letra de una canción que dice “Cuando yo te bailo sé que tú te vuelves loco”. La iluminación además impedía que se le viera bien la cara y la cara es uno de los puntos fuertes de Paul, de manera que los bailarines le robaban protagonismo (seguro que Pol Soto odió cada minuto), especialmente porque todos se magreaban entre ellos pero ninguno tocaba a Paul ni con un palo. O quizá era él, que estaba demasiado abstraído en sí mismo. Parecía Joey en aquel episodio de ‘Friends’ en el que se pone toda la ropa del armario de Chandler. En cualquier caso, todo el conjunto resultó incómodo y encima, al encenderse los focos y sentarse con Chenoa, Paul Thin parecía directamente la prima de Las Tukus.
“¿Hay ambición de ganar?”, le preguntó Chenoa más yo digo pocas cosas pero creo que se me entiende que nunca. “No, a ver…”, mintió él. Al final la respuesta que dio fue: “No sé, que venga lo que tenga que venir”. Reapareció así el Paul de la gala 2. El Paul que pidió una clase extra de baile urbano porque aseguraba que “bailo como un palo”. Algo que, tal y como ha demostrado varias veces desde entonces, es una trola como una llamada de Iberdrola. Es decir, que reapareció el Paul que (y me voy a citar a mí mismo del texto de la gala 2 porque son exactamente las 4:30 de la madrugada y no tengo vergüenza) “tiene la certeza de que es el mejor pero sabe que para llegar lejos en un reality hay que exagerar la humildad”.
Buika le dijo a Juanjo que le pasaba como a Naiara, que empezaban tan alto que había muy poco espacio para subir. “Además de la melodía, hay que pensar en la progresión, contemplar la construcción”. Es un consejo interesante que Buika le dio a Juanjo después de cantar, pero a Naiara antes de cantar. Sería comprensible que escuchar esas palabras cuando llevas una semana preparando una actuación (una semana, recordemos, recibiendo la aprobación de los profesores al hecho de que empieces así de arriba) la desestabilizase y lo cierto es que durante la primera mitad de la canción Naiara recurrió a sus trucos infalibles de cantante de orquesta. Es posible que también estuviese inquieta por las tres subidas de tono que tenía que hacer en el puente. O que al saberse finalista bajase la guardia inconscientemente porque ella es de las que se viene arriba cuando tiene hambre. En cualquier caso, Naiara no parecía una cantante de orquesta cualquiera. Parecía una cantante de orquesta gallega.
Ella iba vestida como una auténtica Mamachicho. La semana que viene se cumplirán doce lunes consecutivos en los que España le ha visto el tatuaje de “art” que tiene en el canalillo. El mallot tenía unos agujeros en las axilas ideales para echarse desodorante con la ropa puesta (y seguro que Naiara lo ha hecho más de una vez) y el look iba complementado con tantos abalorios que Naiara parecía un expositor de Bijou Brigitte. Llevaba, atención: un coletero de brillantes, cuatro horquillas de brillantes (una de los cuales decía ‘Star Girl’ porque si tu bisutería no te lo dice quién te lo va a decir), un chocker de brillantes, aros de brillantes, perlas en las tetas, perlas en las botas y una falda de plasticorro mal pegada que hacía que cuando Naiara meneaba las caderas pareciese que estaba haciendo percusión con el culo. En total, el look costaba siete euros con cincuenta.
Su actitud era la de una adolescente que ha suspendido todo y sale a celebrarlo subiéndose a la tarima de alguna discoteca llamada Trópico, Piropo o PK2 Beach. Entre frase y frase no dejaba de moverse como una stripper en llamas (sus intestinos debían de estar flipando) y cuando Pol Soto le ayudaba a bajar las escaleras ella caminaba por delante para no perder el foco. Pero le faltaba nervio. Parecía una chica que tiene un Audi con el logo normal de cuatro círculos. Le faltaba ese rollo tan disfrutón que tenía en ‘Despechá’. Esa Naiara no emergió hasta que se quitó de en medio los tres agudos, se entregó al dance break y nos dio todo lo que creímos ver cuando Ana Guerra cantó ‘La negra tiene tumbao’. Movió las caderas y el pecho en órbitas distintas pero en círculos concéntricos. Voló de bailarín en bailarín hasta que uno de ellos la subió a su hombro en una postura (no hay otra forma de describirla) “coño en oreja”. Es posible que el coño en cuestión le dijese algo al bailarín. Probablemente “¡acelera!”. Naiara me volvió heterosexual durante la primera mitad de la canción, pero en el dance break me volvió más maricón que nunca. La escenografía consistía en cuatro bloques blancos y las pantallas proyectaban… bloques blancos. ¿Quién iba a mirarlos? Esa actuación solo podría haber sido mejor si en la esquina inferior derecha hubiera habido un vídeo de reacción de la madre de Naiara. Si OT está obligado a ser un lugar feliz, este año ha sido ella la que ha puesto la cerveza semana tras semana.
Naiara es una superestrella porque cuando se ponía de espaldas a menear el culo te podías imaginar perfectamente su cara. Porque hasta cuando se le escapó un eructo durante los ensayos fue el eructo mejor afinado del mundo. Porque los lunes sin ella van a ser más lunes. Anoche empezó la canción gritando “¡Naiara llegó!” y ojalá no se vaya nunca. Ojalá no acabe en Fórmula TV tirando de la manta a cambio de 15 minutos de atención, un Cabify y un Nestea. Antes de ir al plató, Naiara cantó un trozo de ‘Sobreviviré’ en la academia y, por favor, que funcione como un mantra para que la semana que viene cante algo de Mónica Naranjo. Tres minutos le bastarán para que millones de chavales entiendan que eso que les pasa es que son homosexuales.
A continuación Chenoa dio paso a Masi, la adaptación humana de una raya de cocaína, y le dijo “Esto es como un avestruz en mi pecho” (Chenoa, por cierto, iba guapísima y mejor maquillada que nunca). Masi respondió “pues claro que sí Chenoa” con tanta celeridad que no hay dudas de que si Chenoa hubiera dicho “acabo de matar a nueve bebés y me los he comido” Masi habría respondido “pues claro que sí Chenoa”. Masi llevaba un look muy Natalia de OT1 (la del principio, no la que se propuso actuar en todos los Orgullos de la península ibérica hasta el día de su misma muerte) con una coleta que le quedaba estupenda. Lo cierto es que cuando entró en plató llevaba el pelo suelto, pero como corre tanto se le hizo una coleta sola por el camino.
El nómada favorito de la semana pasada, Paul Thin, tuvo como premio 3000 euros e ir al concierto de Bad Gyal. Le acompañaron Ruslana y Lucas, porque Naiara estaba en descanso vocal y sabe dios que no se habría callado ni un segundo en ese concierto. Pero es mentira. En realidad Bad Gyal la vetó por temor a que la eclipsase. En ese momento, Chenoa dijo: “Pues te dejo con ellos y yo me voy a beber agua”. Se dice “Beber agua” pero se pronuncia “No pienso colaborar ni un segundo con el capitalismo, ¡arriba el bolchevismo!”. En el camino de ida, Masi les explicó que ING se preocupa mucho por su formación y los tres completaron el eslogan obedientes, “tanto dentro como fuera de la academia”, con unas sonrisas ingenuas que dejan claro que no son conscientes de cuánto dinero deberían haber pedido por corear esas palabras. El vídeo del concierto confirmó dos cosas: que Masi tiene la misma energía en el exterior (ella al final del día no se duerme, ella se desmaya) y que no podían usar audio del concierto de Bad Gyal. En su lugar pusieron una musiquilla reggae así como de dibujos animados. Bad Gyal les dio ánimos y añadió: “Yo me volvería loca”. Ruslana sonrió en plan: “Ya es tarde para mí”.
El balance de Masi de la experiencia fue que “nos lo pasamos muy bien y aprendimos mucho, a que sí chicos, qué importante es la formación”. Dos cosas:
Si algún día Masi dice “a que sí chicos” y alguno le responde “no” es probable que ella colapse y caiga en coma.
Nadie sabe cuántas veces tiene que decir Masi “formación” pero claramente pierde la cuenta en algún momento y se dedica a repetirla en cada frase por si acaso.
“ING quiere ayudaros en vuestra formación tanto dentro como fuera de la academia, siempre querrá apoyaros estéis dónde estéis”, anunció. ¿Sí, Masi? ¿De qué manera? ¿Les va a dar más dinero? ¿Les va a pagar clases con Mamen Márquez vocal coach? (Fun fact: en OT1 a los concursantes expulsados les regalaban un curso de inglés en Opening y justo al terminar la edición la empresa se declaró en quiebra y cerró todas sus escuelas). La favorita fue Naiara, que ya acumula 9000 pavos para sus llantas de diamantes, y Masi y Chenoa lo celebraron bailando ‘Let’s Get Loud’, una canción que Masi considera una balada.
Pablo López cantó, sin duda alguna, una canción de Pablo López. Debe de saberle muy bien la venganza cada vez que regresa a ese plató. Él emitió cada nota como si fuera la última de su vida, aporreó el piano como siempre y acabó gritando “¡Que viva la libertad” (?). Se debió de quedar a dos estrofas de gritar “¡Más alto, que nos oiga Miguel Ángel!”.
El jurado salvó a Martin, algo incoherente con sus puntuaciones de la semana pasada pero coherente con las actuaciones de anoche (fue el mejor de los cuatro nominados). Juanjo lo celebró levantando los brazos y hasta sus sobacos estaban pletóricos de alegría. Aun así, le escamotearon el besito a la audiencia. Ya se los dieron todos durante la semana de votación.
Noemí Galera se puso a llorar cuando le tocó anunciar la decisión de los profesores. Su posición no es fácil: tiene que hacerse cargo de una pandilla de niñatos, convivir con ellos y cuidar que no hagan ninguna estupidez delante de las cámaras que arruine sus vidas para siempre. Tiene que detener su vida durante tres meses para levantar el ánimo de 16 concursantes y mantener intacta el alma del programa. Y mientras tanto, tiene que aguantar que en las redes sociales gente con evidentes problemas mentales y ninguna vida personal le diga idioteces. Gente que no sabe que la mayoría de todas esas cosas que tanto le gusta de OT es gracias a Noemí Galera. Anoche lloraría de pena, pero seguro que también de agotamiento.
En fin. Noemí dijo las palabras “evolución, actitud, luz y positivismo. Y solo podía estar refiriéndose a Lucas, lo cual dice mucho de Lucas y poco de Bea y Ruslana. Hay gente que asegura que Ruslana está sufriendo una amonestación por mala conducta. Puede que sea cierto pero probablemente no lo sea (a estas alturas, ¿qué más le dará a la organización si llega o no a la final? No es una academia-academia, es un programa de televisión y Ruslana es buena televisión), en cualquier caso sus notas de la semana pasada fueron ridículas. No se entiende este concurso sin Ruslana. Chenoa despidió a Bea diciéndole: “Si yo hubiera tenido en OT1 una compañera con esa voz…”.
Eh… Chenoa, la tuviste.
Ruslana celebró haber “llegado a la final por el público y no por nadie”, con un tono revanchista que recordaba a las mejores/peores noches del OT de Telecinco. A veces, la euforia está manchada de rencor. Los seres humanos somos así de complicados, especialmente a los 18 años (o a los 40). Algún día Ruslana volverá a ese plató en calidad de estrella y actuará con media sonrisa como Pablo López. Y ese será, por fin, su lugar feliz.
Kanye West y Ty Dolla $ign han inundado las listas de éxitos de Spotify con su nuevo disco colaborativo, ‘Vultures’. La primera entrega del proyecto que se traen entre manos ambos artistas ha tenido un buen debut en streaming, que los ha llevado a ser los artistas más reproducidos de la plataforma en el día de ayer (junto a Taylor Swift, que ocupa el top 2).
En cuanto a los datos globales, Kanye West y Ty Dolla $ign meten dentro del top 60 las 16 canciones del álbum, obteniendo 2,3 millones de reproducciones el tema más bajo (‘King’ en el #58) y 5,8 millones el más alto (‘Carnival’ en el número 1). En total ha acumulado 56,6 millones de reproducciones en sus primeras 24 horas en la plataforma. Pero si nos centramos únicamente en Spotify USA, las datos son mejores: las 16 canciones entran dentro del top 40, con 700.000 reproducciones para ‘King’ (#36) y 2,3 millones para ‘Carnival’ (#1).
Esta se trata de la primera parte de un disco que Kanye West y Ty Dolla $ign han dividido en tres partes. Para poder escuchar la segunda de ellas habrá que esperar hasta el 8 de marzo, mientras que la tercera está programada para el 5 de abril.
Beyoncé ha anunciado nuevo disco durante la Super Bowl. ‘Act II’ saldrá en poco más de un mes, el 29 de marzo, y será el esperado «segundo acto» del proyecto ‘Renaissance‘, el disco country de Beyoncé que se lleva rumoreando dos años.
Que ‘Act II’ será el disco country de Beyoncé Knowles es evidente escuchando el sonido de los primeros adelantos del disco ya disponibles.
Los dos primeros singles de ‘Act II’ presentan dos caras de la misma moneda. En este nuevo proyecto vinculado a ‘Renaissance’ es probablemente más importante que nunca recalcar la inspiración en la época del Harlem Renaissance, el «renacer» de la cultura afroamericana que tuvo lugar en Nueva York durante los años 20 y 30 del siglo pasado. En 2022, Beyoncé reclamó devolver a la comunidad gay afroamericana a los espacios del house y la música electrónica que esta comunidad impulsó. Ahora hace lo mismo con el country. Knowles pide a la audiencia llegar a las raíces del country, recordar nombres que pueden haber sido olvidados, como el de Lesley Riddle, cuya manera de tocar el banjo tanto influyó a la Carter Family. La otra Carter Family que era blanca.
Por un lado, ‘Texas Hold ‘Em’ presenta un ritmo animado e influencia del hillbilly. El hillbilly es la primera evolución del country, previa incluso a que la industria musical impusiera este término -country- para vender discos al público blanco. En ‘Texas Hold ‘Em’, Beyoncé entrega una canción arquetípica del country, incluyendo un banjo y una viola tocados por la misma persona, la músico afroamericana Rhiannon Giddens. Tan arquetípica que suena extremadamente calculada y medida. Esto desactiva toda diversión que la canción pueda ofrecer. En ‘Texas Hold ‘Em’, Beyoncé trata de olvidar los «problemas» del día bailando y bebiendo «en el primer bar que encontremos». Ni la «ola de calor» para a la artista. Pero ‘Texas Hold ‘Em’ no da muchas ganas de dejarse las botas bailando en el salón.
Por otro lado, ’16 Carriages’ ralentiza el tempo. Es una composición densa y pantanosa que arrastra su ritmo penosamente. Parece que le pese el alma. Pero la voz de Beyoncé la eleva. Más próxima a un blues espeso tocado a cámara lenta, ’16 Carriages’ cuenta una historia de superación a una edad temprana, y es una historia autobiográfica. Knowles recuerda que «a los quince años» se le fue la «inocencia» y que tuvo que ocuparse de las facturas trabajando sin parar «mientras mi madre lloraba y mi padre mentía». Pero le compensa que deja un «legado» atrás. Acompañada, a la «pedal steel guitar», por otro pionero del country afroamericano, Robert Randolph, Knowles ofrece un pedazo de su vida y el resultado es realmente conmovedor.
En una entrevista con HuffPost, la pionera del country Alice Randall describe las «cuatro verdades» que contiene toda buena canción de country, estas son, 1) la vida es dura, 2) Dios es real, 3) el whisky y la familia lo compensan todo, 4) el pasado es mejor que el presente. ‘Texas Hold ‘Em’ y ’16 Carriages’ cumplen al menos dos de estos requisitos. Dios siempre ha estado presente en el repertorio de Knowles, pero si la cantante pensara que el pasado es mejor que el presente, el proyecto ‘Renaissance’ perdería todo sentido.
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Los 2 anuncios de la Super Bowl
El anuncio ‘Act II’ emitido durante la Super Bowl está rodado en el desierto de Texas y rinde homenaje a la película de Wim Wenders de 1984 ‘Paris, Texas’. La película precisamente narra un viaje en carretera hacia Houston, ciudad de nacimiento de Beyoncé. Ella, como Usher, «vuelve a casa».
Beyoncé ha dado pistas de lanzamiento de ‘Act II’ de varias maneras. Durante la Super Bowl, también, Knowles ha protagonizado un anuncio cómico en el que ha tratado de «romper internet» de todas las maneras posibles, esto es, desde disfrazándose de ‘Barbie’ hasta viajando al espacio.
Recientemente, Beyoncé ha acudido a la ceremonia de los Grammy con un gorro de vaquera. En la gala, Jay-Z -marido de Beyoncé- afeó al jurado no haber premiado a Beyoncé jamás en la categoría de Álbum del año, a pesar de ser la artista que más Grammys ha ganado de la historia.
Beyoncé ya grabó un tema de country en 2016, ‘Daddy Lessons’. El tema fue presentado a los Grammy, pero fue rechazado por el jurado (como tantos otros). ‘Act II’ competirá más que probablemente en los Grammy de 2025.
Podcast Revelación o timo: el feminismo de Beyoncé
Pese a su fin hace ya más de una semana, la tercera edición del Benidorm Fest sigue acaparando titulares. Ya sea por la victoria de Nebulossa o por la crítica al jurado de Jorge González, pareciera que el certamen no hubiese acabado todavía. Pero lo cierto es que hay gente que ya piensa en el futuro. Es el caso de Abraham Mateo, quien ha desvelado que descarta presentarse al Benidorm Fest.
En una entrevista para Cadena SER, el cantante de ‘Quiero Decirte’ ha confesado que en sus próximos planes no entra el ser participante del Benidorm Fest, pese a que hace un tiempo habría respondido que sí. «Ya descartado, descartado totalmente. Pienso que se tiene una visión muy diferente a lo que yo tengo en mi mente que debería ir a Eurovisión», comenta el artista. «Es como que, de alguna manera, lo veo que está muy sectorizado, ¿sabes? Y pienso que mi propuesta sería algo en lo que yo creo, pero eso no va a ser lo que va a querer la gente», ha añadido.
Cuando el presentador le responde que «nunca se sabe» lo que va a querer la gente, Abraham Mateo es todavía más contundente: «Puede ser, pero bueno, ya viviéndolo en este año así de cerquita, creo que lo mejor sería seguir con mi carrera y estar en mis cosas, aprovechando este momento tan bueno que estoy teniendo en general con mi música y ya».
Abraham Mateo se subió al escenario del Benidorm Fest 2024 como artista invitado, donde interpretó sus éxitos ‘Falsos Recuerdos’ y ‘Clavaíto’. Ni durante el primer tema estuvo acompañado de Omar Montes ni durante el segundo estuvo junto a Chanel. Más tarde, Chanel mostraría en redes sociales su descontento por su propia ausencia.
Abraham Mateo descarta presentarse a próximas ediciones del #BenidormFest por estar "muy sectorizado".
Se trata de la noticia musical más relevante del país en lo que llevamos de año: Nebulossa representará a España en Eurovisión con su tema ‘ZORRA’. A la altura de la polémica de hace dos años por el drama Chanel-Rigoberta-Tanxugueiras, la ganadora del Benidorm Fest ha vuelto a ser objeto de debate político en nuestro país. ¡Hasta el presidente se ha posicionado al respecto! Y eso se ha reflejado, como era de esperar, en las listas de éxitos españolas, donde ‘ZORRA’ ha debutado en la posición número 5.
Esta se trata de la primera entrada de Nebulossa en la lista. La canción es, además, la más reproducida en el canal de YouTube de Eurovisión 2024 hasta el momento. Sus grandes datos de streaming también se reflejan en Spotify, donde ya ha acumulado más de cinco millones de reproducciones y es número 1 en la lista nacional de temas virales. A falta de conocer su desempeño en el certamen europeo, Nebulossa ya tiene motivos para sentir que ha ganado.
‘Zorra’ es la única canción de Benidorm Fest que entra en la lista oficial de singles española: ni Almácor, ni Marlena, ni St. Pedro, ni Jorge González, en principio favoritos por cifras y/o resultado en la final de Benidorm Fest, colocan sus respectivos singles en clasificación.
Hay más entradas en lista esta semana. Quevedo ha logrado un nuevo número 1 gracias a su nuevo single ‘La Última’. Después de entrar en la posición 28 hace unos días, ha sido capaz de subir escalones hasta tocar la cima. De esta forma, desbanca a Bizarrap y Young Miko, que se habían mantenido en el top 1 de la mano de la más reciente sesión del argentino.
Acostumbrados al dominio frecuente de artistas extranjeros, es una gran noticia que el resto de entradas de la semana también se la apuntes artistas españolas. La segunda de ellas la protagonizan los granadinos Lola Índigo y Saiko, que meten dentro del top 10 su canción ‘Una Bachata’ (#9) perteneciente al EP ‘GRX’ de Lola Índigo. Asimismo, a esa fiesta es invitado Rels B, que debuta su balada ‘Ni 1 Complejo’ en el puesto 70. Finalmente, Cruz Cafuné debuta en la posición 76 su ‘Movin Loko’.
Ariana Grande fue una de las tantas estrellas presentes en la edición LVIII de la Super Bowl. Lo hizo a través de las gradas, pero también a través de la pequeña pantalla. La artista fue, junto a Cynthia Erivo, la protagonista del primer tráiler de ‘Wicked’.
La película, adaptación del famoso musical de Broadway basado en la novela de 1995 de Gregory Maguire, está ambientada en el universo de Oz antes de que Dorothy llegue de Kansas. Glinda, conocida como la Bruja buena del Sur, está interpretada por Ariana Grande. Cynthia Erivo, por su parte, se convertirá en Elphaba, conocida como la Malvada Bruja del Oeste. Se espera que la versión cinematográfica amplíe el argumento de la producción original de Broadway, que se llevó tres premios Tony y un Grammy.
El reparto lo completan la ganadora del Oscar Michelle Yeoh como Madame Morrible, la imponente directora de la Universidad Shiz; Jonathan Bailey (Los Bridgerton, Compañeros de ruta) dando vida a Fiyero, un príncipe despreocupado y canalla; el novio de Ariana Grande y nominado a los Tony Ethan Slater (el musical de Broadway de Bob Esponja) en el papel de Boq, un altruista estudiante munchkin; Marissa Bode en su debut en la gran pantalla encarnando a Nessarose, la querida hermana de Elphaba; y el icono de la cultura pop Jeff Goldblum transformado en el legendario Mago de Oz. j
Dirigida por Jon M. Chu, ‘Wicked’ es una película que se estrenará en dos partes. La primera entrega llegará a los cines el 27 de noviembre de 2024, mientras que la segunda lo hará el 26 de noviembre de 2025.
El concierto que COBRAH en Barcelona coincide con las fiestas de carnaval. Esto significa que buena parte de la asistencia acude a la sala Razzmatazz disfrazada. Llega tanta gente vestida de Mario Bros que por un momento me pregunto si me he equivocado de lugar. Pero no, todo en orden.
COBRAH, que da sus primeros pasos en la música actuando en clubs de BDSM, se da a conocer internacionalmente gracias a la potencia de singles de electro-house rapeado como ‘Good Puss’ o ‘Brand New Bitch’. Su sonido es gélido pero altamente sensual: COBRAH domina los beats electro que se le ponen por delante, y no al revés, en canciones que en pocos minutos capturan todo el autoestima del mundo.
El show “divertido y sudoroso” que COBRAH promete en una entrevista concedida recientemente a este medio es exactamente eso. COBRAH solo se necesita a sí misma (y a su peluca rubia) para provocar los gritos del público cuando pasan las 2 y media de la madrugada. La artista, que presenta nuevo EP, ‘Succubus’, tira de pregrabados, pero a nadie parece ni debe importarle cuando la sueca baila con una seguridad apabullante y se come el escenario.
La audiencia viene con los deberes hechos y grita las letras de ‘FEMININE ENERGY’ o ‘TEQUILA’ mientras COBRAH menea la cadera, sacude los hombros, se acerca al uno y otro extremo del escenario, se abre de piernas o se marca una serie de “hairflips” que le garantizarán un cuello de hierro. El directo flaquea en algunos puntos debido a la homogeneidad de todas las canciones, pero la agresividad de la base mantiene en todo momento el ritmo y los ánimos, como demuestra un grito de «puta jefa» que se oye entre canción y canción.
En momentos puntuales del show de COBRAH se da un curioso contraste entre el animal que es en el escenario, y la muchacha encantadora que también es cuando interactúa con el público. Cuando saluda a la audiencia con un extendido “hiii”, acompañado de una sonrisa de oreja a oreja, en tu cabeza lo traduces como “holiii”. También esa es la “energía femenina” de COBRAH, aunque cuando la base se impone, la fiera vuelve. COBRAH somos todos nosotros, también.
COBRAH sabe perfectamente lo que es tratar con un público diferente. Ella, antes de dedicarse al oficio de pop star, impartía clases de música a niños por el día, y actuaba en clubs de fetish por la noche. Hoy tiene repertorio para armar un entretenido show de una hora, aunque ‘Good Puss’ sigue siendo el single estrella, hasta el punto de que lo toca dos veces para cerrar show. Con el ‘BANG’ de confetti final, el espectáculo de COBRAH y la jornada de carnaval se funden en uno.
Joy Division, New Order, The Cure y Depeche Mode son los grupos que María Bas citaba como principal influencia cuando Nebulossa publicaban su primer disco. Mark Dasousa, que se había comprado su primer teclado por influencia de Nacho Cano, prefería añadir a la lista artistas españoles: Radio Futura, La Mode y por supuesto Mecano. Aprovechando que cada 20 o 30 años vuelven las mismas modas, decidieron formar un grupo llamado Nebulossa, nombre inspirado por una excursión a un Observatorio realizada junto a sus hijos. Antes habían formado parte de otros proyectos: con Solar llegaron a grabar hasta 4 álbumes.
Que el certamen Indie Cool escogiera a Nebulossa mejor banda emergente fue un punto de inflexión para ellos en 2021 y les empezaron a salir conciertos de presentación del que fue entonces su debut, ‘Poliédrica de mí’.
Con este título querían hablar de nuestra versatilidad como seres humanos, de nuestras diferentes caras, de la verdadera libertad, aunque la gracia es que la música parecía tan sacada de una cápsula del tiempo que el disco se abría con un tema llamado ‘1984’. Sí, inspirado en ‘Julia’ de ‘Gran Hermano’. Una canción sobre distopías y «tarados desinformados» que terminarían cantando junto a Rocío Sáiz, aprovechando su enfoque femenino: «quería que me besaras y bailáramos juntas toda esta canción».
Para sonar a aquella época, se hicieron con los sintetizadores adecuados (Roland, Juno) y cuidaron mucho que la batería fuera producida como en aquella época. Mark quería que su música fuera «pop con algunos toques oscuritos» y María buscaba algo más sofisticado. Para ella era importante que el grupo tuviera un punto más underground, en el sentido de The Cure, de los que insiste, es muy fan.
La proliferación de teclados inclina la balanza más bien hacia OMD (sobre todo en ‘La herida’) o hacia el debut de Depeche Mode. Hacia las creaciones de Vince Clarke antes de centrarse en Yazoo y Erasure. ‘Glam’ -un himno sexy sobre la devoción- y ‘Anoche’ -sobre un desenfreno lleno de posibilidades- son canciones que en verdad podrían hablar de cualquier cosa porque son sus líneas de sintetizadores quienes nos capturan y nos dirigen. Auténticos hits de revival que van a vivir una nueva oportunidad tras la victoria de Nebulossa en el Benidorm Fest con ‘Zorra‘.
Sin duda van a remover cosas a quienes vivieron con ilusión la edad del oro del pop español, o a los que se han molestado en descubrir después a gente como Azul y Negro o también Olé Olé. El primer disco de Nebulossa te va a encantar si alguna vez lo has dado todo con ‘Me estoy volviendo loco’, ‘Voy a mil’ o ‘No controles’ -que era un absoluto himno de empoderamiento-.
Algo desatinado en su estructura y en su estrategia -‘La colmena’ fue el despistado single principal porque no querían dar una imagen demasiado comercial-, ‘Poliédrica de mí’ es un álbum muy adictivo en sus estribillos y líneas de sintetizadores inspiradísimas en los años 80. Como ellos solían decir, un recuerdo de los días en que “en la radio ponían música de calidad” (y no estaban haciéndose los esnobs, hablaban de Madonna y Duncan Dhu). Y un álbum en el que ya afloran mensajes de autoafirmación, descaro y hedonismo, lo que les está llevando a diseñar el que puede ser un segundo disco enorme, ya solo por ‘Zorra’, ‘Me pones a mil’ y ‘Me han dado porno’. De hecho, quienes busquen precedentes de sus últimas canciones, encontrarán aquí ‘KTJDN’ («que te jodan») o ‘Poliédrica’. Este tema nos habla de «sonidos que me dicen quién soy, que vuelva a ser la que yo quiera». Su música, vuela igual de libre.
AC/DC volverá a Europa después de ocho años con la gira de ‘Power Up‘, su último disco, que pasará por España, y más concretamente, por Sevilla el próximo mes de mayo. La fecha confirmada de AC/DC en el Estadio de la Cartuja, el día 29 de mayo, es la única en España de la gira.
Las entradas de la gira ‘Power Up’ saldrán a la venta el viernes 16 de febrero a las 10 horas en los puntos de venta habituales.
El tramo europeo de la gira de ‘Power Up’ comenzará el 17 de mayo en Gelsenkirchen, Alemania, y pasará por Italia, España, Países Bajos, Austria, Suiza, Inglaterra, Eslovaquia y Francia antes de llegar a Dublín, Irlanda, en su parada final. En total, AC/DC pasará el verano de 2024 actuando en un total de 29 ciudades repartidas entre 11 países.
caracazador es el alias de Pablo Pérez, cantante y compositor de Cádiz que publica sus primeros temas en 2020. De hecho, en plena pandemia se edita oficialmente la primera canción de caracazador, la nana folk de ‘A primavera’. Después, la pianística ‘A dos tiempos’ sigue allanando el terreno hacia el lanzamiento del primer disco de caracazador.
Tradición y electrónica confluyen en ‘Marea y Plata‘ (2020), por ejemplo en la atmosférica pista titular o en la neoflamenca ‘Pies descalzos’. Algunas composiciones, como ‘La chica fluorescente’ o la excitante ‘There are children in the morning’, exhiben una riqueza barroca inusual en cualquier debut, en un disco curiosamente grabado con un iPad en el que Pablo empieza a definir su sonido tirando de distintas evoluciones del folk o la música neoclásica.
En 2021, caracazador sigue publicando temas sueltos, como ‘Aún no lo cuentes’ o ‘Distrito industrial’, y, también, ese año, conoce a Zahara, quien le acaba fichando en su sello G.O.Z.Z. Records. Zahara y Pablo se conocen en aquel verano durante un curso de composición que Zahara imparte en la masía-estudio de grabación La Casamurada. De ahí surge el título del primer single que caracazador estrena en esta etapa actual de su carrera.
El piano clásico sigue guiando el sonido de ‘CASAMURADA’, dibujando una melodía preciosa acompañado de unas sutiles percusiones, hasta que el beat electrónico entra en acción. La contraposición de elementos define también la letra de ‘CASAMURADA’, una canción que habla «de la vorágine del día a día y de la dificultad de compaginar las obligaciones de la vida adulta con el amor».
Zahara comparte las siguientes palabras sobre caracazador: «Cuando escucho a Pablo me lo imagino recogiendo pequeños fragmentos de su vida, con mucho cuidado, ordenándolos, iluminándolos delicadamente para convertirlos en canciones. En ellas estoy como en casa y a la vez siento que me está llevando a un sitio nuevo, desconocido y mágico en el que estoy deseando perderme».
Zara Larsson es una artista comprometida con hacer pop comercial de calidad. Después de publicar, en 2017, su debut internacional, ‘So Good‘, uno de los discos más reproducidos de la historia de Spotify, gracias al éxito de ‘Lush Life’, Larsson ha seguido entregando macrohits como ‘Words’ con Alesso y joyas del pop escritos con todo el gusto que esperas del pop sueco como ‘All the Time’, ‘Don’t Worry About Me’ o los contenidos en su tercer disco, el popero ‘Poster Girl‘, el que traía otro hit del tamaño de ‘Ruin My Life’. Más buen pop ofrece Larsson en su nuevo trabajo, ‘Venus’. Aupado por el éxito en Reino Unido de ‘On My Love’, ‘Venus’ reúne una colección de canciones tan variadas como el propio gusto musical de su autora. Zara nos atendió vía Zoom en los últimos días de enero para hablar de ‘Venus’ y de otros aspectos de su carrera.
¿También te parece que es 82 de enero?
Espera, ¿sigue siendo enero? Siento que este mes he hecho muchas cosas. En la industria musical el único momento en que te puedes relajar un poco es Año Nuevo. Después vuelves y yo por ejemplo he estado ultimando los últimos detalles de mi disco, y haciendo mucha prensa y promoción.
¿Qué hay de Venus en ti? ¿Por qué te representa en este disco?
He hablado mucho sobre amor y relaciones durante mi carrera, y Venus es la Diosa del amor. Representa la energía que quiero encarnar este año, el empoderamiento femenino, pero también la vulnerabilidad. Además, mis padres viven en Roma y los visito a menudo. Me inspira la historia de la ciudad. La figura de Venus une todas las historias del disco.
Dices que Venus une las canciones del disco conceptualmente, ¿y musicalmente?
No sé si hay algo que las una realmente. Rick Nowels y yo hemos tenido muchas conversaciones al respecto, pensando la dirección del disco, y yo he llegado a la conclusión de que no me quiero cerrar en un único estilo. Eso no soy yo y nunca lo he sido. Sigue siendo pop. Hay canciones rítmicas como ‘Ammunition’ y baladas como ‘The Healing’. Todas me representan como persona. De hecho, mi debut, ‘1’, acaba de salir internacionalmente en streaming. Se publicó originalmente hace 10 años, lo acabo de escuchar y muchas de las canciones las publicaría a día de hoy. Tienen una esencia que me representa.
¿Qué sería esa esencia? ¿La importancia de la melodía, quizá?
Sí, o simplemente aquello que me gusta. Me gustan muchas cosas. Mi gusto musical es amplio y variado. Cuando estás en el coche conmigo hasta flipas un poco. Tengo muchas playlists diferentes. Lo que me representa es mi propio gusto personal.
¿Consideras ‘Venus’ una evolución?
No es tanto una evolución porque considero que toda mi música es atemporal. Me refiero a que, cuando la escucho, aunque hayan pasado años, no me avergüenzo de ella. Me sigue gustando. Lo que ha cambiado es que ahora me involucro más que antes en la composición de las canciones o en la creación de los vídeos. Ahora me siento más artista que simplemente performer.
Tu disco anterior no tenía muchas baladas pero aquí cantas algunas incluso orquestadas.
Me encantan las baladas, me parecen preciosas. Te conmueven de una manera diferente a la de una canción de pop de gran producción. Una canción de pop puede ser muy buena, pero muchas veces la voz queda camuflada debajo de la producción. Aunque vocalmente tengas que ser ágil en ciertas producciones, la voz luce menos y la historia pasa a un segundo plano. Las baladas te permiten cantar de manera más íntima.
¿Qué diferencia ‘Venus’ de ‘Poster Girl?’
‘Venus’ es un disco más dinámico que ‘Poster Girl’, abarca emociones diferentes. Además, haciendo este disco me he sentido más libre que cuando trabajaba en el anterior. Cuando hacía ‘Poster Girl’ sentía muchísima presión por cumplir las expectativas de las ventas y los streamings de ‘So Good’. Me preguntaba, ¿cómo voy a superar eso? Con ‘Venus’ no he sentido esa presión.
Has trabajado con Danja (Timberlake, Nelly Furtado, medio ‘Blackout‘) en varios cortes del disco. Me sorprende ver su nombre en ‘Can’t Tame Her‘, no tanto en ‘Ammunition’. ¿Cómo es trabajo con él?
Las canciones las escribimos con Rick Nowels y después se las llevamos a Danja para que metiera percusiones. Danja está también en ‘More Than this Was’ y en ‘None of These Guys’. (Rick y yo) queríamos que les diera ese toque a Danja. Él es un maestro de las percusiones. ‘Ammunition’ originalmente era una balada, y él le dio una vuelta. En el estudio, cuando terminábamos las canciones, se las pasábamos a Danja para que las convirtiera en lo que son ahora.
Adquiriste tu catálogo en 2022. ¿Por qué es importante para un artista ser dueño de sus masters?
Ola Håkansson, fundador de TEN, mi antiguo sello, me lo ofreció. Ola va a cumplir 80 años, fundó TEN cuando ya se había retirado, es una leyenda en la industria musical sueca, y quería dar un paso atrás. Me ofreció la propuesta cuando estaba pasando todo aquello con Taylor Swift. Ola no quería que pasara lo mismo conmigo. Me lo ofreció y acepté sin pensármelo dos veces por dos razones. Primero, es una buena inversión para mí y mis futuros hijos. Es un plan de jubilación. Segundo, me gusta poseer el derecho de mis propias canciones. Cuando empecé en la industria yo no escribía, pero ‘Lush Life’ y otras canciones siguen siendo parte de mí y de mi carrera. Ahora puedo decir qué hacer con ellas y con todas mis canciones. Creé mi propia empresa, Summer House, para darles cobijo. Compré mi contrato así que sigo licenciada por Sony, no soy completamente independiente, pero tengo más poder de decisión en mi carrera.
Sobre ‘Soundtrack’, ¿alguna banda sonora que te haga llorar o te emocione?
Me encantan las bandas sonoras. La de ‘Gladiator’. Todo lo que ha hecho Hans Zimmer. ‘Shutting Down Grace’s Lab’, de ‘Avatar’. ‘La lista de Schindler’. La banda sonora de ‘Das Boot’ es una pasada. ‘Soundtrack’ -mi canción- no tiene tanto que ver con películas, sino con escuchar una canción tantas veces que la asocias a recuerdos concretos, sobre todo en una relación. Cuando la escuchas piensas automáticamente en esa persona.
Usher ha protagonizado la última actuación musical del intermedio de la Super Bowl, el espectáculo pop más visto del mundo cada año. Usher ha presentado grandes éxitos de su carrera como ‘Yeah’ o la mejor canción del R&B del siglo XXI acorde a Rolling Stone, ’Confessions Part II’. Además, Raymond ha patinado… sobre ruedas, y se ha quitado la camiseta, en el que ha sido uno de los Halftime Shows más largos en años.
Usher, que ya se subió al escenario del Halftime Show en el año 2011, invitado por Black Eyed Peas, ha devuelto el favor a will.I.am. sacándole en ‘OMG’. Y en absoluto Will ha sido el único artista invitado.
El show de Usher en Las Vegas ha sido un homenaje a sí mismo y a otros artistas. El recuerdo a Michael Jackson ha estado presente en outfit (ese guante blanco) y coreografía. El moonwalk ha sido prácticamente un invitado más. En otro punto, H.E.R. ha salido al escenario homenajeando al mismo tiempo a Prince en el solo de guitarra; y a TLC, pues su traje ha recordado al del videoclip de ‘No Scrubs’, y su peinado el que solía llevar Lisa Left Eye, la rapera del grupo.
Aunque el verdadero baño de masas lo ha protagonizado Alicia Keys, pues ha contado con su propia actuación durante el intermedio cantando ‘If I Ain’t Got You’ al piano… después de soltar un gallo en la primera nota. A continuación, Usher se ha sumado a Alicia para cantar ‘My Boo’ y él ha abrazado a Alicia por detrás. Ha sido el momento más tierno de la actuación.
La actuación de Usher ha sido generosa en baladas y medios tiempos (‘Bad Girl’), concentrándose especialmente en los primeros discos del artista, sobre todo el cuarto, ‘Confessions’, el más vendido, a punto de cumplir veinte años. El show se ha ido animando con apariciones de Ludacris y Lil Jon y con una versión de ‘Turned Down for What’ y ha acabado con los icónicos teclados raveros de ‘Yeah’.
Usher ha vuelto de esta manera a la industria musical pocos días después del lanzamiento de su nuevo disco, ‘Coming Home’, del cual no ha recuperado una sola canción.
Drake, Travis Scott, Nas y Metro Boomin eran la competencia y aun así Killer Mike hizo un barrido total en los Grammy. Puedes llamarlo contactos o lo que sea, pero lo que es seguro es que el rapero de Atlanta no estaba en la porra de nadie. Mejor Actuación de Rap y Mejor Canción de Rap para ‘SCIENTISTS & ENGINEERS’, y Mejor Disco de Rap para ‘MICHAEL’. Las nominaciones no eran nada del otro mundo (¿dónde quedó JID?), pero da la sensación de que los Grammy se decantaron por el “rap consciente” sin tener en cuenta si realmente se trataba del mejor trabajo. De hecho, muy consciente tampoco es.
Protegido de Outkast (con los que ganó su primer Grammy en 2003), actor, activista y rapero desde siempre. ‘MICHAEL’ se trata del primer disco en solitario de Killer Mike en 11 años, pero ha estado muy presente gracias a los cuatro maravillosos discos de Run The Jewels, junto al productor El-P. En este disco, Mike rinde homenaje a su Atlanta natal con beats inspirados en el góspel, el soul y el funk, como es típico en el rap sureño de grupos como UGK o Goodie Mob.
Precisamente, es Cee Lo Green el que abre el disco con su vozarrón por delante. ‘DOWN BY LAW’ es uno de los momentos más altos y definitorios del LP, con una base de órgano entre el soul y el blues adornada con una percusión que es puro trap atlantés. Killer Mike se come el tema por completo. Resume todos los temas del disco, desde las consecuencias del abuso de sustancias, su pasado criminal y su familia, hasta el racismo, el «black power» y su fe.
Aunque ‘MICHAEL’ pretenda ser una historia de superación y “sumisión a Dios”, en palabras de su autor, también acaba siendo una ventana a un Killer Mike que, a sus 48 años, se la suda todo un poco. Si en un verso habla sobre la esclavitud de la gente negra y sobre luchar contra la opresión de los poderosos, en el siguiente es capaz de decir esto: “A la mierda el rap y el trap, soy casero: paga el alquiler, puta”. Mucho movimiento abolicionista, pero por la vivienda digna nada. Debe de estar orgulloso, porque repite la idea en varias canciones. La música no llega a compensar estos momentos. No hay canciones malas, pero sí mediocres. ‘TALK’N THAT SHIT’, ‘TWO DAYS’, ‘SPACESHIP VIEWS’ o ‘EXIT 9’ son como agujeros en el tracklist. En el resto de temas, Mike sigue siendo tan activista como siempre: «Misma fecha de nacimiento que Hitler, pero que le jodan, soy un negro».
Por otro lado, lo de que Killer Mike rapea maravillosamente no es nada nuevo, y eso sigue presente en ‘MICHAEL’. Este está lleno de poder y pasión en canciones como ‘DON’T LET THE DEVIL’, una deliciosa reunión de Run The Jewels y probablemente la canción más eléctrica del disco, o ‘SLUMMER’, un precioso tema narrativo sobre el amor en los suburbios. A la vez, el de Atlanta es muy capaz de emocionar. ‘MOTHERLESS’ es una canción devastadora sobre los sacrificios de una madre que casi recuerda al ‘Plastic Ono Band’ en la dureza de las letras. “Mi madre está muerta, mi abuela está muerta, siendo sincero estoy deprimido y tengo miedo”, entona el rapero en los primeros momentos. La versión de Robert Glasper es la definitiva, con un Killer Mike que se derrumba durante la grabación y que no se puede escuchar en el disco final.
‘SCIENTISTS AND ENGINEERS’ es la mejor canción del disco. Con esta los Grammy no se equivocaron. ¿Cómo podemos creer a André 3000 cuando jura que no tiene nada sobre lo que rapear soltando un verso como este? El beat también es único en el proyecto, siendo una mezcla perfecta entre un coro de góspel y sonidos electrónicos de los que te acarician el cerebro. De lo mejor que ha dado el rap este año. Qué pena que no tenga nada que ver con el resto del álbum.
Desde sus primeros trabajos con su expareja Fiona Apple a finales de los 90 (‘Across the Universe’, ‘Fast as You Can’, ‘Paper Bag’), Paul Thomas Anderson siempre ha encontrado un hueco para dirigir los videoclips de sus amigos y colaboradores: Thom Yorke, Jonny Greenwood, las hermanas Haim.
Antes de enfrascarse en el rodaje de su siguiente y misteriosa película (hay mucho secretismo a su alrededor, apenas se sabe algo más allá de su reparto: Leonardo DiCaprio, Regina Hall, Sean Penn, Alana Haim), PTA rodó este clip para The Smile, cuyo ‘Wall of Eyes’ acaba de ser publicado.
El videoclip comienza con una larga secuencia introductora, fotografiada en blanco y negro, de composición geométrica y lentos movimientos de cámara, que contrasta con el montaje acelerado del resto del filme. Anderson echa mano de uno de los símbolos más reconocibles de la iconografía surrealista: el ojo. De hecho, hay un plano, el de los ojos asomando por diversos orificios, que podría haber filmado Buñuel o Dalí (la escena recuerda a los famosos decorados del pintor catalán en ‘Recuerda’, de Hitchcock).
Esa calma inicial, interior, se ve interrumpida por el ajetreo exterior. Un viento huracanado empuja a Thom Yorke hacia afuera, a las abarrotadas calles de Londres. A partir de ese momento, en ‘Wall Of Eyes’ conviven dos realidades con distintos ritmos: la del protagonista y la del mundo que le rodea. Para su traducción visual, el director combina dos velocidades de filmación y la inclusión de destellos de color como fogonazos de ruido. En esta ocasión el referente podría ser la famosa secuencia de ‘Wonderland’ (1999) de Michael Winterbottom, con la inolvidable música de Michael Nyman.
El clip termina con una secuencia tan brillante como inquietante: un trávelin por una barra de pub que muestra distintas versiones de Yorke en actitudes diferentes. Una imagen final que se podría leer como la plasmación visual de una ruptura mental, una desconexión esquizofrénica con la realidad.
Desde su lanzamiento el mes pasado como parte del nuevo disco de Savage 21, ‘american dream‘, ‘redrum’ es uno de los mayores éxitos en todo el mundo. Puedes encontrarla en el top 10 del Global de Spotify, donde en su mejor momento ha sido incluso número 6. Es nuestra Canción del Día.
El tema, que toma su nombre de la famosa escena de ‘El Resplandor’, es «MURDER» al revés, por lo que aquí encontramos a Savage 21 entre beats «asesinos», suavizados eso sí por la voz de la vocalista brasileña Elza Laranjeira. Como ‘MONACO’ de Bad Bunny recientemente, ‘redrum’ se inspira en una grabación de los años 60. En este caso ‘Serenata do Adeus’, que apareció en el álbum de 1962, ‘A Música De Jobim E Vinicius’. Estamos hablando de dos de los grandes de la música brasileña, y el tema que nos ocupa lo firmó Vinicius de Moraes.
En ‘redrum’ funciona el contraste entre la dulzura de Elja diciendo que «lo único que queda es todo amor» (y el agudo de su voz), con la crudeza del ritmo trap de 21 Savage y su rap.
Disparos aparecen marcando el ritmo de la canción porque «todo lo que conocemos es «redrum»», mientras el tema redunda en los lugares comunes del género. Muerte, cocaína, éxito y «pussy», con un estribillo ostentoso: “lo quiero todo, no dejaré ni una miga de pan”.
El vídeo del tema ha sido grabado en Londres y Brixton, lo que le ha beneficiado para su carácter internacional. El tema del artista medio británico medio estadounidense ha sido número 5 en el Billboard Hot 100 y número 11 en Reino Unido. Aunque por supuesto por España no ha asomado la cabecita, sí lo ha hecho por Alemania (top 51), Italia (top 66) y Francia (top 88).
Este fin de semana se ha conocido la noticia de la muerte de Damo Suzuki, que ejerciera de vocalista de los influyentes Can a principios de los años 70. El japonés Kenji Suzuki -este era su verdadero nombre- fue cantante de Can solo desde 1970 -cuando sustituyó a Malcolm Mooney tras conocer a la banda a las puertas de un café- y hasta 1973, pero se da la circunstancia de que en esos años editaron sus discos más influyentes.
Entre ellos estaba ‘Ege Bamyasi’ (1972), lo que significa que Damo Suzuki era quien entonaba ‘Vitamin C’, la canción más popular de toda la carrera de Can, la vívida ‘I’m So Green’ y también por ejemplo ‘Spoon’. El sello de Can, precisamente llamado Spoon Records, ha comunicado que «echarán de menos el alma amable de Damo y su atrevida sonrisa».
Otros discos de Can en que Damo Suzuki participó fueron el segundo álbum de la formación alemana ‘Soundtracks’ (1970), el también seminal ‘Tago Mago’ (1971) y ‘Future Days’ (1973). Can continuaron sin él con más y menos suerte, y él operó como Damo Suzuki’s Network, con los que realizaba giras de improvisaciones.
También fue noticia por sus opiniones políticas. Se mostró muy crítico con Estados Unidos y la Unión Europea, y favorable al Brexit. Primero fue testigo de Jehová, luego renunció.
No se ha revelado la causa de la muerte de Damo Suzuki, aunque Pitchfork recuerda que en 2014 fue diagnosticado con cáncer de colon.
12 Goyas, incluidos muchos de los principales, se ha llevado este sábado en Valladolid ‘La sociedad de la nieve‘. A la película de Juan Antonio Bayona, que generó cierta polémica en las salas por su temprana subida a Netflix, que había ejercido de co-productora y distribuidora, se le han escapado los premios de Mejor Guión y el de los actores principales. Pero se ha llevado todos los técnicos y también los de Mejor Dirección y Película. Este último se le había resistido siempre al principal responsable de ‘Lo imposible’ y ‘El orfanato’.
No hubo una sorpresa en forma de homenaje a Víctor Erice ni tampoco una enorme por parte de ‘20.000 especies de abejas’, que sí había triunfado en los Feroz, siempre más alternativos, aunque la película que habla de infancias trans arañó 3 premios, que su directora y guionista Estibaliz Urresola aprovechó para subrayar que lo que está sucediendo en Gaza es un «genocidio». No fue la única reivindicación de la noche. La misma Rigoberta Bandini había apelado a «maricas y bolleras» al recoger el premio a Mejor Canción.
En una ceremonia marcada por la asistencia del presidente y la vicepresidenta del gobierno, así como por la de los ministros de Cultura, Transportes e Igualdad y el presidente de Castilla y León, fueron habituales -aunque no constantes- las reivindicaciones sobre el #MeToo. Almodóvar repartió contra VOX al entregar el Goya a la Mejor Película y recordó que los cineastas -a quienes el partido de ultraderecha llamó «señoritos»- devuelven las subvenciones pagando impuestos y generando miles de empleos.
Pero la mejor de las reivindicaciones fue la que hicieron a través de la música Niña Pastori, India Martínez y María José Llergo. Interpretaron una estupenda versión de ‘Se acabó’, que no se vino abajo a la mitad, como ese ‘Mi gran noche’ que tan bien empezó con Amaia sola al piano y tan predecible terminó en boca de David Bisbal. Los Goya habían decidido empezar así, y fue un aviso de lo que veríamos después.
La ceremonia decidió no arriesgar ni en lo editorial ni en el desarrollo de la gala en sí, con contadísimas apariciones de los presentadores -Los Javis y Ana Belén-, quienes lucían mucho más encorsetados que en otros formatos televisivos. Apenas fue entrañable el momento en que Calvo, Ambrossi y María del Pilar Cuesta Acosta recordaron que no tienen galardón alguno y rebuscaron entre el público a otros famosos damnificados.
El highlight de la noche fue la foto realizada junto a Almodóvar y el elenco de ‘Todo sobre mi madre’ recreando una de sus escenas. Por el contrario, que leyéramos los subtítulos del discurso de Sigourney Weaver antes de que esta pronunciase siquiera las palabras le quitó toda la emoción a este Goya de Honor. Desde el punto de vista de la realización, fue atroz.
Los Goya no quisieron quitarse el esmoquin para ponerse el corsé. Tras 3 horas y media de gags, montajes, homenajes a Concha Velasco, actuaciones de Estopa o un In Memoriam de 7 minutos y medio a cargo de Salvador Sobral y Sílvia Pérez Cruz, casi que lo mejor de la madrugada fue ese anuncio de RTVE emitido en un descanso que se reapropiaba de una frase de ‘Zorra’, flamante ganadora de Benidorm Fest. «La 1 está en un buen momento», fue la gran ocurrencia de la noche, al tiempo que la gran duda.
Palmarés de los Goya 2024:
Mejor Actor de Reparto: José Coronado, por Cerrar los ojos
Mejor Canción Original: Yo solo quiero amor, de Rigoberta Bandini (Te estoy amando locamente)
Mejor Vestuario: La sociedad de la nieve
Mejores Efectos Especiales: La sociedad de la nieve
Mejor Maquillaje y Peluquería: La sociedad de la nieve
Mejor Actor Revelación: Matías Recalt, La sociedad de la nieve
Mejor Montaje: La sociedad de la nieve
Mejor Dirección de Fotografía: La sociedad de la nieve
Mejor Sonido: La sociedad de la nieve
Mejor Dirección Artística: La sociedad de la nieve
Mejor Dirección de Producción: La sociedad de la nieve
Mejor Música: La sociedad de la nieve
Mejor Película de Animación: Robot Dreams
Mejor Película Documental: Mientras seas tú, aquí y ahora
Mejor Corto de Ficción: Aunque es de noche
Mejor Corto Documental: Ava
Mejor Corto de Animación: To bird or not to bird
Mejor Dirección Novel: Estibaliz Urresola Solaguren, por 20.000 especies de abejas
Mejor Actriz Revelación: Janet Novás, por O corno
Mejor Película Iberoamericana: La memoria infinita (Chile)
Mejor Película Europea: Anatomía de una caída (Francia)
Mejor Actriz de Reparto: Ane Gabarain, por 20.000 especies de abejas
Mejor Guion Adaptado: Pablo Berger, por Robot Dreams
Mejor Guion Original: Estibaliz Urresola, por 20.000 especies de abejas
Mejor Actor: David Verdaguer, por Saben Aquell
Mejor Actriz: Malena Alterio, por Que nadie duerma
Mejor Director: J.A. Bayona, por La sociedad de la nieve
Mejor Película: La sociedad de la nieve