Tras más de 60 días en la primera posición del Top 50 Global de Spotify, esta semana ‘Flowers’ ha sido desbancada del número 1. Este puesto ha sido ocupado esta semana por Jimin, uno de los vocalistas principales de BTS, y su canción ‘Like Crazy’, sacada de su EP debut, ‘FACES’.
Jimin, nacido como Park Ji-Min, lanzaba el pasado viernes su primero proyecto extendido bajo el título de ‘FACES’. Previamente ya había sacado el single ‘Set Me Free Pt.2’, que también se ha posicionado en el Top Global de la plataforma, en el número 23. Sin embargo, la que ha calado más al público del artista surcoreano ha sido ‘Like Crazy’, un pegadizo corte de pop marcado por los sintetizadores y la dulce voz de Jimin que ha ascendido directamente al puesto más alto del Top 50 Global.
Dado el éxito del tema, Jimin lanzó ayer un nuevo EP, pero esta vez compuesto por distintos remixes de ‘Like Crazy’. Entre estos, una versión ‘UK Garage’ y otra más inclinada al house, denominada como ‘Deep House Remix’. Por otro lado, Miley Cyrus lanzó ‘Flowers’ a mediados de enero como el primer single de ‘Endless Summer Vacation’ y se convirtió en la canción con más streams en una semana de la historia de Spotify.
Al igual que The Velvet Underground hace dos años, Nick Drake recibirá su propio disco tributo compuesto por versiones de otros artistas. Sin embargo, a diferencia de ‘I’ll Be Your Mirror’, ‘The Endless Coloured Ways – The Songs Of Nick Drake’ incluirá 23 versiones de las canciones más icónicas de toda la carrera del músico británico y estará disponible el próximo 7 de julio.
Los primeros adelantos son ‘Cello Song’ por parte de Fontaines D.C. y ‘From the Morning’ de Let’s Eat Grandma. El primero con una potente base instrumental que se exhibe a lo largo de más de 5 minutos de duración, el segundo en clave de preciosa balada de dream pop onírico muy distanciada de la acústica original.
El proyecto incluirá los temas más queridos de los tres discos de Nick Drake (‘Five Leaves Left’, ‘Bryter Layter’ y ‘Pink Moon’), que serán reimaginados por 32 artistas contemporáneos de la talla deJohn Grant, Self Esteem y Philip Selway, entre muchos otros más. ‘The Endless Coloured Ways’ es una creación de Cally Callomon, mánager del patrimonio de Nick Drake, y Jeremy Lascelles, cofundador de Blue Raincoat Music.
Lascelles cuenta que la única directriz que dieron a los artistas involucrados era «ignorar la grabación original de Nick y reinventar la canción en su estilo único»: «A medida que los resultados fueron llegando uno a uno, nos emocionamos por la genialidad que había mostrado cada artista», destaca Lascelles. A su vez, Callomon ha aclarado que el disco fluirá de forma «cohesiva» y no como «una galería de piezas independientes»: «Si hemos tenido éxito o no en estas ambiciones, solo el oyente puede decidir», concluía Callomon.
Tracklist:
Season 1:
1) The Wandering Hearts – Voice From A Mountain (prelude)
2) Fontaines DC – ‘Cello Song
3) Camille – Hazey Jane II
4) Mike Lindsay feat. Guy Garvey – Saturday Sun
5) Bombay Bicycle Club and The Staves – Road
6) Let’s Eat Grandma – From The Morning
7) David Gray – Place To Be
Season 2:
8) John Parish and Aldous Harding – Three Hours
9) Stick In The Wheel – Parasite
10) Ben Harper – Time Has Told Me
11) Emeli Sandé – One Of These Things First
12) Karine Polwart and Kris Drever – Northern Sky
13) Craig Armstrong feat. Self Esteem – Black Eyed Dog
Season 3:
1) Bombay Bicycle Club and The Staves – Road (reprise)
2) Nadia Reid – Poor Boy
3) Christian Lee Hutson feat. Elanor Moss – Which Will
4) Skullcrusher and Gia Margaret – Harvest Breed
5) Katherine Priddy – I Think They’re Leaving Me Behind
6) AURORA – Pink Moon
7) Joe Henry and Meshell Ndegeocello – Time Of No Reply
Season 4:
8) Feist – River Man
9) Liz Phair – Free Ride
10) Philip Selway – Fly
11) John Grant – Day Is Done
12) The Wandering Hearts – Voice From A Mountain
En Bilbao BBK Livesonarán muchos discazos en directo. Será la ocasión de atender a las presentaciones de los últimos trabajos de Arctic Monkeys, Florence + the Machine, Fever Ray, y muchos otros. También actuarán artistas que no por no habernos entregado aún sus nuevos largos no son menos recomendables, como Jamie xx y Róisín Murphy; otros que han generado un enorme runrún últimamente con sus colaboraciones; y otros que incluso sin haber sacado un primer disco ya han generado un revuelo a su alrededor que justifica la atención que recibirán. El festival se celebra del 6 al 8 de julio y entre sus nombres más interesantes encontramos los que comentamos a continuación.
070 Shake
La rapera de Nueva Jersey acaba de vivir el mayor hito de su carrera gracias al exitazo de ‘Escapism.’, su colaboración RAYE. Una oportunidad, como la de ese remix de Madonna en el que ejerció de artista invitada, idónea para descubrir la música de 070 Shake y adentrarse en discos tan recomendables como ‘Modus Operandi’ o el reciente ‘You Can’t Kill Me‘, donde el hip-hop barroco à la Kanye West se cruza con su fino verbo.
Daniel Avery
Para fans de la electrónica más sibarita, Daniel Avery es un nombre esencial de Bilbao BBK Live. Él ha colaborado con Kelly Lee Owens, ha sido telonero de Nine Inch Nails… pero su música recuerda más bien a propuestas como la de Jon Hopkins. Su último disco, ‘Ultra Truth’, está lleno de ritmos volcánicos y atmósferas etéreas. Un trabajo para quien busque propuestas electrónicas de enorme sofisticación, pero que no renuncien a las grandes emociones.
La Plazuela
Es evidente que La Plazuela es una de las bandas revelación de 2023: sus conciertos cuelgan carteles de «todo agotado» y casi todos sus singles superan el medio millón de escuchas. Su gran hit, ‘Tangos de Copera’, supera el millón. El dúo granadino combina flamenco fusión a lo Ketama con electrónica ravera con un carisma tan potente que solo puede sacar hits como ‘Realejo Beach’, ‘Péiname Juana’ o el emocionante ‘El lao de la pena’. Les está quedando un repertorio bien digno. Y lo que está por venir.
Art School Girlfriend
Ahora que vuelven Everything But the Girl es buen momento de hablar de una de sus alumnas aventajadas. Al menos eso parece por el sonido de ‘A Place to Lie’, una de sus mejores canciones. A la cantante de Gales la conocimos en realidad por su atmosférica versión de ‘I Would Die 4 U’ de Prince, pero son imperdibles sus producciones propias, tan enigmáticas como ‘Close to the Clouds’ o su hit ‘Bending Back’, que se acerca a los 3 millones de streamings.
Judeline
Que Judeline es una promesa indiscutible del pop en España no lo decimos solo nosotros. La artista gaditana acaba de ser fichada por Interscope, aunque nadie se haya enterado, solo Público, que ha dado la exclusiva. De pronto, ‘ZAHARA’ ya es claramente una de las mejores canciones de 2023, pero antes el EP ‘de la luz‘ nos descubrió a una artista con mucho más que ofrecer que ser simplemente la «nueva Rosalía».
Miss Grit
Si siempre quisiste que St. Vincent continuara por su vena más pop, tenemos una buena noticia: Miss Grit suena a eso mismo. Su nombre ya avisa: la artiste no binarie de Nueva York le da bien a la distorsión y a las guitarras «sucias», pero sus melodías y producciones pueden llegar a ser tan sumamente adictivas como ‘Nothing’s Wrong’ o su canción estrella, ‘Follow the Cyborg’. En su disco colabora Stella de Warpaint, y lo ha editado Mute, signo de calidad.
Dry Cleaning
En una «escena» llena de grupos post-punk que suenan igual, Dry Cleaning se han desmarcado de todo gracias al anti-carisma de su vocalista Florence Shaw y su «deadpan delivery», con el que nos cuenta historias que van del costumbrismo al surrealismo. Sus dos discos ‘New Long Leg‘ y ‘Stumpwork‘ (con una portada que supera aquello de «pelo ajeno en la piscina» de Las Bistecs) han entrado en los puestos más altos de las listas británicas.
The Murder Capital
Desde Irlanda, The Murder Capital también están haciendo ruido con su propia propuesta de post-punk existencialista. Menos desquiciada que la de sus compatriotas Gilla Band, la música de The Murder Capital es tan asequible como su estupendo single ‘Don’t Cling to Life’. Su nuevo disco, ‘Gigi’s Recovery’, lo ha producido el manitas John Congleton y, entre sus momentos más atractivos, recomendamos ‘Return My Head’.
Albany
La sadgirl del trap no para y en dos años ha publicado tres discos: ‘Se trata de mí’ pasará a la historia por la generacional ‘No estoy bien’ y también por la colaboración de C. Tangana en ‘Bebé’; ‘XXX‘ iba más allá ofreciendo su obra mejor cerrada, y solo ‘Lágrimas de un G‘ parecía un traspié… del que Alba Casas parece haber pasado página ya, colaborando con Babi en ‘Lejos’. Una de las voces más importantes del trap español por la importancia que las emociones tienen en sus letras.
eee gee
Una de las grandes joyas escondidas en el cartel de Bilbao BBK Live es eee gee. Esta popstar danesa hace un pop tan sofisticado que ‘Favourite Lover’, su single más escuchado, suena como un cruce entre Lana del Rey y Lorde (que no nos escuche ninguna de ellas). ‘Winning’, su debut oficial, contiene otras perlas pop como ‘Forever Dreaming’, mientras la reciente ‘Perfect 10’ es un tema de disco-pop «de 10». No os perdáis tampoco su versión de ‘More than a Woman’ de los Bee Gees.
MTINES es el alias del cantante y compositor barcelonés Marc Tinés. Su nuevo disco, ‘Els dies iguals’, está disponible desde el pasado 24 de marzo y se compone de ocho cortes producidos por Emili Bosch, mitad del dúo de electrónica b1n0, uno de los mejores en activo en nuestro país, como hemos constatado cuando les hemos visto en directo. El trabajo de Bosch vuelve a ser de primera categoría en este minidisco, como ya lo fue en el primer EP de MTINES, ‘PQLCNSMS?’ («per què les coses no són més senzilles?»), publicado hace un par de temporadas.
Las canciones de MTINES están salpicadas de nostalgia y de situaciones cotidianas, también las de ‘Els dies iguals’, que se abre con una pieza preciosa llamada ‘On és l’amor?’, en la que Marc recuerda su niñez en compañía de la cantante Uma. El cantante añora tiempos más sencillos, la época en que iba al colegio o dejaba el pijama «calentándose en el radiador».
‘Els dies iguals’ explora diversos estilos musicales y no anda corto de colaboraciones. ‘Si tu m’ho demanes’ recuerda al bedroom-pop funky de Rex Orange County, y cuenta con la participación de Yaunest. Y los beats de Alizzz producidos para C. Tangana parecen la inspiración de ‘Com vols que no ho vegi’, en la que colabora David Caraben, cantante de Mishima.
Pero la canción destacada en todo esto puede ser ‘Estimada Glòria’. Se trata de una colaboración con Anna Andreu, una habanera modernizada en la que Andreu aporta su personal tono folclórico, similar al de Maria del Mar Bonet. Aderezada con alegres sonidos de marimbas, ‘Estimada Glòria’ es el «tercer capítulo» en la narrativa visual de ‘Els dies iguals’, y la Canción Del Día de hoy.
‘Estimada Glòria’ cuenta la historia de la abuela de MTINES: «Está inspirada en una historia de amor frustrada de mi abuela, que marchó a Brasil y sus padres no le dejaron irse con él. Ella me dijo una vez que no sabía si el chico estaba vivo o muerto. Esto me hizo reflexionar sobre el paso del tiempo, cómo aquello que no ha pasado se deforma hasta este punto».
Luz Casal acaba de publicar un nuevo disco llamado ‘Las ventanas de mi alma’ que desde Virgin venden como «el más personal de su carrera». Desde luego la artista se ha implicado como pocas veces para hablarnos de la muerte de su madre, de edadismo o de la manera de sacar fuerzas en un periodo tan complicado para todos como fue la pandemia.
Es la segunda ocasión tengo el placer de entrevistarla, y no es un decir. De casi cada frase que pronuncia se me ocurre una repregunta que no puedo formular por cuestiones de tiempo. Al final, tienen que darme un toque para salir de la sala adjudicada en el hotel que ha construido Universal en el Teatro Albéniz.
Evito tratar temas como sus co-autores Pablo Sycet o Vainica Doble sobre los que ya hablamos en la entrevista anterior, a pesar de que este nuevo álbum se cierra con una composición de Carmen Santonja recuperada de los años 90, antibélica. ¿Pero cómo dejar de hablar de revivals, de la muerte, de lo que necesita un artista para ser considerado artista, de modas que vienen y van, de las 2.000 llamadas que la cantante hizo a sus fans durante la pandemia de coronavirus?
¿Cómo estás?
Feliz, contenta… esperando la nota del examen de algo que ha costado tanto tiempo y esfuerzo. Pero ha sido muy bien empleado, estoy muy satisfecha del resultado final.
¿Para ti qué significa esa nota? ¿Quién te la da?
La gente. El público. Empezamos ya la gira en España, porque hemos tocado en Atenas, pero sin canciones nuevas. Ahí empezaré a ver la reacción de la gente. Sin ninguna duda es un examen: qué les parece la portada, qué les parece que haya canciones de aquí y de allí. Que me haya mostrado aquí más vulnerable, allí más fuerte…
Pero hay canciones que en directo no funcionan, y en estudio sí, y tampoco pasa nada, ¿no?
Son las dos cosas. Ahora sabré tu opinión del disco, si me la quieres dar, como antes la de tu compañero anterior. Voy percibiendo lo que significa el disco para quien lo ha escuchado. Luego está ese contacto directo, donde percibes cómo sale. Cuando hicimos la gira del disco pasado, hacíamos el disco entero, luego una pausa, y al final el resto de canciones. Y fuimos dándonos todos cuenta de que había canciones a las que se reaccionaba con menos entusiasmo. O con mucho entusiasmo. La canción que le he dedicado a mi padre le interesa al padre más sentido, pero al resto como que no. Aquí pasará un poco lo mismo.
A mí me apetecía que hicieras un disco de rock, pero de repente mi favorita es ‘Un lugar perfecto’, que es más bien folk. En plan rock, ‘Antes que tú’ es una canción peculiar, porque también tiene algo de música disco.
Yo soy la culpable de la parte disco. Hubo un momento en que me acordé de las guitarras de Chic: me venían bien como para mantener la canción. Es mezclar dos cosas que podían cohabitar bien. No me importan todas las referencias que puedan surgir: lo que al oyente le parezca, me parece que está muy bien. No me desagradan las comparaciones.
La letra de ‘Antes que tú’ da como para una entrevista entera. Habla de «subir, bajar» y todo ese «blah blah blah». Estás hablando de relativizar el éxito. ¿Has tenido que escuchar mucho de ese blah-blah-blah?
Sí, claro. Con esta canción quiero manifestar que tengas cuidado, que cuides tu integridad, que es saber conocerte. Cuando digo que «ya no soy carne fresca» puede parecer que me estoy subestimando, pero es que es así. Él o ella sí son carne fresca. Yo no.
¿Quién es ese «él», ese «ella», ese «tú» de la canción?
Le estoy diciendo al que está vigente que no se descuide, que le va a pasar lo mismo.
Estás hablando de edadismo, en JENESAISPOP intentamos cuidar a los artistas que no son la novedad. ¿Tú crees que se está cambiando y se está retrasando la edad a que dejamos de tener en consideración a los artistas?
Hay muchísimos casos donde la imagen está por encima de otras cosas. Hay muy pocos casos de cantantes, sobre todo femeninas, que hayan triunfado o mantengan el tipo más allá de los 40. Madonna y muy pocos más.
«Parece que todo está reducido a una imagen, a una edad»
Estoy muy concienciado con este tema, pero creo que se está mejorando. Shakira tiene 45 años y acaba de tener un número 1 mundial. Creo que casi nadie está hablando de su edad.
Ha sido impactante: un exitazo a ese nivel, enorme… Pero son muy pocos casos. Me acuerdo de cuando Adele lanzó su álbum. Hizo un alegato de que mujeres como ella, de treinta y pocos, no tenían espacio. No comunican con personas de su edad. Hay una dificultad, parece que todo está reducido a una imagen, a una edad. Yo no puedo estar más que agradecida de poder seguir teniendo una carrera, la oportunidad de poder grabar, tener un álbum completo. No una canción. Un álbum completo. Ya me parece un regalo.
¿Has sufrido el desprecio de algún artista joven en concreto y es a quien dedicas el tema?
¡No, no! Tampoco soy cronista, ni reflejo de manera exacta algo tal cual. Es una imaginación. Me preparo para un día en que no esté aquí. Soy consciente de que un día no voy a estar aquí, no voy a existir, no voy a tener un cuerpo físico. «Pronto seré la nada y el olvido». «Seré más olvido que presente». Es una reflexión que puede sonar muy rotunda, pero es una manera de añadirle a la canción elementos. Yo no veo el final ahora mismo, espero que tarde mucho, pero es una manera de darle consistencia a la letra. No es que considere que eso vaya a pasar pronto. Haciendo una composición, una mujer describe unas posibilidades y dice «fui lo que tú ahora eres, y lo que soy, serás». Estoy mezclando cosas, como cuando hablas de algo íntimo, o como cuando digo «cambio de timón». Uso una imagen clara y poderosa para que quien la escuche, pueda verla. Pero no estoy diciendo «que se le acaba el rollo».
«Lo de Bowie fue brutal. Su último álbum lo tuve que escuchar en pequeñas dosis»
Entiendo que no es una crónica, que es una metáfora, pero es llamativo que ciertos artistas a partir de los 60, han ido hablando de su final, como Bowie o Leonard Cohen.
Bowie fue brutal. Ese álbum (NdE: ‘Blackstar’) lo tuve que escuchar en pequeñas dosis. Le presté mucha atención. Saber que estaba malito mientras lo hizo, que se tuvo que ir dosificando. El vídeo que hizo con Tilda, me encogió el corazón completamente. Has dado 2 nombres considerados por mí artistas. A mí me cuesta mucho trabajo considerarme artista. Tengo en altísimo valor qué es para mí un artista.
Pues si tú no te consideras artista, después de 4 décadas de carrera…
No te lo digo para que me digas que sí. Te lo digo de manera espontánea. Es como el pintor después de todo el proceso. Los últimos cuadros de Picasso son como pintados por un niño. Como «me queda poco tiempo, quiero acabar esto». Hay como una regresión. Bowie anuncia su final y es como el reflejo de un espejo en el que está viendo su deterioro sobre todo de salud, físico. Y lo convierte en material expresivo. Aparte de que les hiciera bien hacerlo, es una de las pruebas más entregadas. El final no es un tema agradable. Hablar de mi final, de mi enfermedad, de mis fracasos… El verdadero artista hace melé de esas cosas. Anunciar su final, es de una franqueza brutal.
«No me interesaba hurgar en el dolor que todos conocimos en la pandemia. No exponer el caso de una persona que se quiere quitar de en medio porque no lo puede soportar»
En cualquier caso, tu disco es optimista, mucho más luminoso que todo esto. Incluso ‘Hola, qué tal’, que es la canción de pandemia que escribiste al telefonear a 2.000 fans.
La gente ha querido olvidar un episodio dramático, una vez pasada la pandemia. Ese momento dramático tendemos a olvidarlo aunque esté en nuestra memoria. No me interesaba hurgar en el dolor que todos conocimos. No exponer el caso de una persona que se quiere quitar de en medio porque no lo puede soportar. «Yo te llamo porque quieres hablar y porque sé por qué estás pasando. Entiendo que estés desesperado». Todo eso se convierte en algo luminoso, esperanzador, casi divertido, si me permites. Por eso tiene esa base (canturrea «hola, qué tal»), para salir adelante. No hacer un viaje más a ese pasado, a esa dureza.
¿Qué te encontraste en esas 2.000 llamadas?
Una barbaridad. Todo el abanico profesional posible. Incluyo a estudiantes. Todas las generaciones. Todos los dramas posibles. Todas las alegrías posibles. Hice 2.000 y algo de llamadas, es para hacer 100 canciones con las 100 historias más relevantes.
«Todo lo que nos produce dolor puede ser revertido»
‘Duele’ habla de la muerte de un familiar cercano (NdE: su madre), pero también, de nuevo suena alegre. No sé si por llamarte Luz te ves como obligada a traernos luz (risas).
Ojalá fuera así. Las cosas desagradables, los dramas, lo que nos produce dolor… puede ser revertido. Por lo menos hay que tener la actitud de «¿no puedo correr? Pues ando. ¿No puedo andar? Me quedo aquí y estoy bien». Esa actitud muy cercana a lo religioso de aceptar el destino. Yo creo que el destino se puede modificar. Cuando te llegan decepciones… «si no me hubiera dejado este idiota, ahora no conocería a otros». Aunque todos mis discos tengan canciones de profundidad y melancolía, sobre todo yo canto a una cierta esperanza. Parece que tengo esa predisposición natural. ¿Te dejé marchar? ¡Pues vete!
¿Es más difícil componer desde la alegría que desde la tristeza? Hablabas de Adele: ella hace una canción de ruptura, y todo el mundo lloramos. Me parece más difícil hacer una canción optimista.
Como hemos escuchado muchas veces, es más difícil hacer comedia, ¿no? ‘Antes que tú’ tiene tanta intensidad como la letra más profunda del resto del disco, pero está soltada, cantada, hecha para descojonarte. A mí me gusta más eso, tener esa sensación. Sé que puedo cantarle al dolor como la mejor de las actrices del mundo mundial, pero no me interesa explorar lo que ya he explorado o lo que me sale de manera natural. Quiero ir a otros registros. Por eso soy tan veleta como la ilustración de la portada. Como la cometa.
En este disco has colaborado con Los Zigarros, Víctor Mirallas… También has trabajado hace poco con Viva Suecia…
Eso para su álbum. Con Vic me propusieron y me pareció interesante compartir una mañana. Venía con una canción desarrollada y ahí se acabó ‘Hola, qué tal’. En el caso de Ovidi de Los Zigarros, proyecto que él comparte con su hermano no sé en qué porcentaje, yo tenía esta idea de que ‘Antes que tú’ tenía que ser rock. Empecé y no arrancaba bien. Me iba casi más por territorios de música urbana, por decirlo rápidamente. No me encajaba. Lo probé con Baldo (J.M. Baldomà), que muy es importante en el album, y tampoco funcionaba. Como escucho mucha música, un día me salió una canción de Los Zigarros y dije: «¡esto!». Le conté la idea de «dentro de 10 años habrá otra que es más guapa, de toda la fragilidad del «top of the hill». Me mandó un audio (NdE: tararea el riff) y dije: «vamos bien».
¿Cómo escuchas música ahora mismo? ¿En vinilo, CD, streaming?
Bueno, depende de dónde esté y cómo esté. Si me despierto a la hora que sea, lo más fácil para mí es ponerme música clásica, sonatas, conciertos, el número 1 de piano y orquesta de Tchaikovsky. Lo escucho en el teléfono o ipad porque lo he escuchado muchas veces. También me gusta escuchar cedés, leer los créditos, es algo con lo que yo trabajo, quiero ver quién ha hecho el mastering.
¿Tienes una gran colección en físico?
Tengo una gran colección junto con mi compañero, una gran colección de discos. Tengo un enorme espacio ocupado por ellos, que no me dejan sitio para mí.
«Ahora apenas hay guitarras eléctricas, yo sí tengo porque me produce sensaciones necesarias»
C. Tangana ha protagonizado un gran revival del pop-rock de los 90 con Kiko Veneno, Ketama… Hay como un revival de este sonido. Tu disco también tiene partes así como cuando ‘Suave es la noche’ pasa a ser no sé si un bolero o un son.
Tiene un poquito de bolero chá. Como de cha-cha-chá. Defiendo la variedad de canciones y de género. El texto y la melodía te van exigiendo por dónde tienes que ir. ‘Suave es la noche’ siempre me la imaginé con un trombón y antes de acabar la canción tenía la intención de grabarla en Cuba. La fui prepranando para grabarla de manera tradicional. Me venían flashes de cuando fui a Tropicana porque actuaba Omara Portuondo. Es darle a los músicos la oportunidad de que se desarrollen en un género que para ellos es una aventura. Como para mí fue componerla. Yo no hago planteamientos racionales como «voy a hacer un bolero». Surgió. Sí me plantee que ‘Antes que tú’ tenía que ser un rock’n roll. Si saltas al precipicio tienes que ir con todo, pero no hago planteamientos de concepto. Tiene que ver con la sonoridad, cuál le va bien a cada canción, por ejemplo a ‘Hola, qué tal’.
En cualquier caso, hay un revival de boleros, que tú llevas haciendo desde los 90.
No te puedo responder a eso. Lo que yo sí sé con respecto a mí es que cuando hice ‘Tacones lejanos’, el hecho de cantar ‘Piensa en mí’ o ‘Un año de amor’ me situó en otro espacio que no había escuchado de mí. Era la dama de la canción, pero nunca había sido un planteamiento. Hice esas canciones porque sabía que las podía interpretar y hacer lo que Pedro quería. Sí sé que cíclicamente van pasando cosas. Ahora apenas hay guitarras eléctricas, yo sí tengo porque me produce sensaciones necesarias, no para el repertorio pasado sino para el actual.
Me ha llamado la atención que te dé pudor llamarte «artista». ¿Qué te puede faltar, en qué te sientes más insegura?
Es mi manera de ser, mi carácter. Para mí artista es Dalí. Como el que es neurocirujano pero no es investigador. Me produce pudor. Que me consideren artista me produce una enorme satisfacción. Yo tengo unas herramientas: mi voz, mis conocimientos musicales, mi posibilidad de plasmar una historia, un sentimiento en una letra. A medida que voy creciendo, voy mejorando. Pero no es modestia. No me considero modesta. ¿Que soy artista? ¡Que me muero! ¿Soy guapa? ¡Qué vergüenza! (risas)
Christine and the Queens ha actuado este fin de semana en el BBC 6 Music Festival, en Manchester, y ha estrenado dos de los temas que aparecerán en su nuevo disco, el single ‘To Be Honest‘ y ‘Lick the Light Out’, uno de los cortes en los que participa Madonna. La parte de Madonna puede escucharse aquí a partir del minuto 76 (1 hora y 16 minutos). Es un recitado dramático, susurrado, que da pie a la canción en sí.
Pocos pensaban que Madonna fuera a cantar en ‘Paranoïa, Angels, True Love’ dado que la artista aparece en otros dos cortes del disco. La autora de ‘Madame X‘ interpretará un personaje llamado Big Eye que ilumina al cantante y bailarín francés con su sabiduría.
En una entrevista para BBC, Chris ha explicado que Madonna da vida a un «ser de luz» en su disco, cuyo origen se desconoce. «No sabemos si es una creación de inteligencia artificial, un ángel de verdad o quizás mi madre. Puede que sea yo». El francés ha dicho que la voz de Madonna «atraviesa el disco para ofrecerme la sabiduría que necesito». Cabe recordar que ‘Paranoïa, Angels, True Love’ es la segunda parte de un ambicioso álbum conceptual inspirado en ‘Angels in America’, la obra de teatro de Tony Kushner, de 1991. ‘Redcar les adorables étoiles‘ era la primera parte.
Chris ha contado que a Madonna le encantó el concepto de ‘Paranoïa, Angels, True Love’ cuando se lo explicó «en una arriesgada llamada de Facetime». «Le pregunté, ¿quieres ser la actriz de este extraño musical? ¿Quieres sacar a esa gran actriz que eres?» Madonna aceptó porque «le pareció muy interesante la locura de todo el proyecto». A Chris las frases que Madonna le envió le parecieron «perfectas» desde el primer momento, por lo que se siente en deuda con ella «de por vida».
‘Paranoïa, Angels, True Love’ sale el 9 de junio y os recordamos que Christine and the Queens estará presentándolo en vivo en el Primavera Sound de Barcelona y Madrid.
El viernes ha llegado cargado de novedades. En portada hemos repasado ya «en diagonal», por encima, los esperados nuevos discos de Lana Del Rey y Depeche Mode. No son los únicos que sacan disco hoy, como saben Ana Mena, Ginebras o la artista revelación Debby Friday. Además, el EP conjunto de Rosalía y Rauw Alejandroha llegado con sorpresa. También publican disco Luz Casal, Valeria Castro, Rouss, Fall Out Boy, Arooj Aftab, o Marilia (ex Ella Baila Sola).
Entre las grandes novedades del finde hay que comentar el single Ed Sheeran. ‘Eyes Closed’ es el primer anticipo de su disco «folk», aunque en él no ha renunciado a que Max Martin le eche una mano. Además, Miss Caffeina entregan la divertida ‘Para toda la vida’, Noel Gallagher sorprende con la bonita y clásica ‘Dead to the World’, DELLAFUENTE saca bolero (como RR), Fusa Nocta vuelve con ‘AYAYAY’…
Entre las novedades nacionales cabe destacar el nuevo single de Jimena Amarillo, que abre la playlist Sesión de control, así como nuevas propuestas de Chica Sobresalto, Meler, The Guapos, One Mafalda, Chico Blanco u otro disco que sale hoy, el de Supermeganada.
En el plano internacional, FLO se sacan de la manga otro hit dosmilero, Rina Sawayama publica la canción que ha grabado para la nueva película de ‘John Wick’, en la que además aparece; Ciara vuelve con ‘Da Girls’, hay nueva música de Jimin de BTS y Jam City y nuevos adelantos de lo próximo de Hailee Stanfield, The National o del disco de Ellie Goulding, que se resiste a salir.
En la playlist de novedades «Ready for the Weekend», con más de 6.100 suscritos, escucha también música recién salida del horno de Westerman, zzoilo, Caroline Rose, MANTRA, JPEGMAFIA y Danny Brown, Morad, Victoria Monét, Bimini…
Beth ha cantado ‘Dime’, una de las mejores canciones que España ha enviado a Eurovisión, en directo 20 años después de presentar la canción en el festival en el año 2003, en Riga, quedando en octavo lugar. Ha sucedido este fin de semana en el festival BCN Eurovision Party, celebrado en el Sant Jordi Club.
La cantante se ha «venido muy arriba» y ha cantado ‘Dime’ «como si estuviera en Eurovisión», pues ha ido tan lejos de incorporar un coro religioso al inicio de la actuación. Beth se ha reconciliado así con ‘Dime’, canción que nunca le ha «representado» y que llevó a Eurovisión por obligación. Con la actuación ha reconocido haberse «liberado» porque se la «debía» a sus fans.
Beth ha sido solo una de varias «leyendas» confirmadas en BCN Eurovision Party. También ha actuado Rosa López, que ha presentado un extraño popurrí de canciones eurovisivas, de ‘Quédate conmigo’ de Pastora Soler a su propio ‘Europe’s Living a Celebration’. El festival ha contado, a su vez, con participantes de Eurovisión de este año, entre ellos Blanca Paloma, que ha cantado ‘EAEA’, así como con las representantes de Reino Unido, Portugal, Islandia, Lituania, Letonia y San Marino.
En el backstage, Beth ha coincidido con Blanca Paloma. La intérprete de ‘Secreto de agua’ ha expresado a Beth que no ve la televisión, pero que recuerda ver ‘Dime’ en Eurovisión y que su actuación le ha provocado una ola de nostalgia.
Después de ‘Dime’, Beth ha desarrollado su carrera en la música publicando varios discos, pero también ha actuado en televisión y en teatro. Su último álbum de estudio, ‘Origen’, aparentemente inspirado en ‘folklore’ de Taylor Swift, data de 2021.
Vicco ha estrenado su anunciado single ‘Me muero x ti’. En la línea de ‘Nochentera’, ‘Me muero x ti’ presenta un sonido inspirado en el electropop y la música de los 80, si bien el gancho melódico es menos lapidario y mucho más sutil, en sintonía con la elegante producción. Es la Canción Del Día.
Con ‘Me muero x ti’, Vicco inaugura nueva etapa profesional: «‘Me muero x ti’ es la primera canción que compuse para esta nueva etapa, con este tema conseguí desbloquear mi inspiración en cuanto a mi música. Después de muchos años componiendo para otros me había olvidado un poco de mi esencia».
En cuanto a la letra, explica: ‘Me muero x ti’ habla de amor, que es algo que vais a ver mucho en mi música. Me vais a conocer más como artista y como persona. Estoy feliz de que por fin después de un año y medio todo esto vea la luz. Esta nueva era se viene fuerte».
El «lyric video» de ‘Me muero x ti’, por otro lado, llega con inspiración marciana y recuerda a una escena del vídeo de ‘Oops!…I Did it Again’ de Britney Spears. Musicalmente, el tema evoca el trabajo de Kylie Minogue o Roosevelt.
El momento es perfecto para Vicco, pues ‘Nochentera’ continúa fuerte entre los singles más escuchados del país, en el número 7 de Promusicae y en el 11 de Spotify España. Es excepcional que una canción puramente pop como ‘Nochentera’ triunfe en unas listas inundadas de reggaetón, pero el gancho de ‘Nochentera’ fue evidente desde el segundo cero. Tan pegadiza es la canción que Vicco tuvo que pedir perdón por haberla escrito. Es la ganadora moral de Benidorm Fest 2023.
Con tan sólo 3 pistas y 9 minutos de duración, ‘RR’ parece más un single de 7″ con 2 caras B que un EP. Hay que irse como a los años 50 de Elvis Presley para imaginar un lanzamiento de este tipo tan escueto. Solo que a este le falta bastante cuerpo por mucha mayúscula que hayan decidido desplegar por todos sus títulos.
El disco basado en la relación personal entre Rosalía y Rauw Alejandro, que han escrito ellos dos solos y luego han producido junto a Noah Goldstein, Dylan Patrice y Jake Miller, parece un mero trámite para anunciar al mundo su matrimonio. La música de ella se ha caracterizado por el riesgo y la aventura, y la de él por su «punch» comercial, pero ‘RR’ no tiene demasiado de lo primero y casi nada de lo segundo.
La canción principal se llama ‘BESO‘. Empieza como un R&B de Timbaland. Después, se convierte en reggaeton. Primero canta ella el estribillo, luego lo hace él, al final lo hacen un poco los dos, y ni por esas deja de sonar medio desganada. ‘VAMPIROS’ decide enturbiarse con un teclado oscuro, medio industrial, por alguna razón. Lo mejor es la entrada del beat fuerte cuando ambos se van «al garete», aunque no sea lo que esperábamos de un EP entregado al amor. Parece un truco de ‘MOTOMAMI’ metido como por obligación. Rauw Alejandro habla sobre su «pistola» en referencia a ‘HENTAÏ’, nos cuenta que Rosalía «no es seguidora» porque ella «es la ola», sin que esta producción lo exhiba.
‘PROMESA’ es el anunciado bolero. Dura 3 minutos, de los cuales 1 se lo pasa terminando, lo cual no hace sino subrayar la flaqueza de todo esto. Es llamativa la falta de pasión puesta en el tema, sobre todo porque Rosalía acaba de bordar ‘DELIRIO DE GRANDEZA’.
‘RR’ es un disco -si es que es un disco en absoluto- entretenidillo, una curiosidad como pasatiempo de dos de los grandes totems del pop actual, cada uno con su monstruosa cantidad de oyentes y followers, pero esperemos que los cimientos de la relación personal que lo ha generado sean más sólidos que la inspiración musical que han encontrado en este año de creación.
Un día dos amigas se juntaron y tuvieron una conversación sobre el futuro del country. Convencidas de que el country necesita evolucionar y dejar de estancarse en los sesgos racistas, homófobos o sexistas del pasado, tuvieron la idea de crear un reality que buscara a una nueva estrella del country que sea capaz de transgredir unas normas impuestas por otros. A esas amigas las conoces de sobra, pues son Reese Witherspoon y Kacey Musgraves.
Ellas son las ideólogas de ‘My Kind of Country‘, el nuevo reality musical de Apple TV+, que busca a la nueva estrella del country entre un grupo de músicos que no son los que esperas: una persona de India, un grupo de África, una cantautora mexicana, una artiste no binarie… Para este propósito les ayudan tres expertos en la materia, los iconos del country Jimmy Allen, Mickey Guyton y Orville Peck, este último, favorito de esta casa desde el lanzamiento de ‘Bronco‘, uno de los mejores discos de 2022, y desde antes, pues su éxito ‘Dead of Night’ sonaba hasta en ‘Euphoria’.
Orville, muy conocido por presentarse al mundo bajo una máscara con tiras, aunque todo el mundo debe saber ya que se llama Daniel Pitout y que estuvo en una banda de punk antes de adentrarse en el mundo de la tradición musical americana, es uno de los mejores compositores del momento en Estados Unidos. ‘C’mon Baby, Cry’, ‘Daytona Sand’, la hawaiana ‘The Curse of the Blackened Eye’, ‘Outta Time’… son solo un puñado de las canciones sobresalientes que incluye su segundo álbum. Hasta Shania Twain le ha avalado con un dueto, ‘Legends Never Die’.
Pero Orville también es una estrella inusual del country: canta como Elvis (además en serio) y tiene su mismo sex appeal aunque no se le vea la cara (o quizá por eso mismo), pero es gay y evidentemente sus letras son gays, como las de Elvis eran hetero sin que nadie nunca levantara una ceja. Orville, oriundo de Johannesburgo, Sudáfrica, se codea con Trixie Mattel y hace de jurado en Drag Race, pero su música aún tiene un sabor tradicional que resulta transversal y atractivo a diferentes generaciones, mientras sus letras derriban nociones heteropatriarcales del pasado. Él, como Jimmie Allen y Mickey Guyton, es un verdadero revolucionario del country. Hablamos con Peck sobre su debut televisivo.
¿Ha sido gratificante la experiencia de rodar un reality sobre el country?
Ha sido increíblemente gratificante, sobre todo porque Mickey, Jimmie y yo venimos de no sentirnos especialmente bienvenidos en el country, por razones como el color de nuestra piel o nuestra sexualidad, y los concursantes sienten lo mismo. En ‘My Kind of Country’ buscamos estrellas del country que vienen de todo el mundo y que no son típicas, son personas que quieren encajar en el country pero sienten que no pueden. A través de nuestras propias experiencias navegando este mundo hemos podido ayudarles a encontrar su camino.
La música country tiene fama de ser música para blancos. En los primeros segundos del shows vemos personas de India o África. ¿Era importante que quedase claro que el country tiene un alcance global?
Era muy importante, queríamos buscar talento en todas partes, buscar esa diversidad. Y que el country es una música blanca es una idea equivocada. El banjo, uno de los instrumentos icónicos del country, procede de África, es un instrumento africano. Las primeras grabaciones del country se inspiraron en el góspel, otro género negro. El «pedal steel» viene de Hawaii. El country es una música creada con influencias que vienen de otras partes del mundo. Buscar talentos del country en otros lugares del mundo no es tan raro, en realidad tiene mucho sentido.
¿Cuál ha sido el papel de Reese Witherspoon y Kacey Musgraves en todo esto?
El proyecto nació de una conversación que tuvieron ellas dos, en la que reflexionaban sobre la falta de diveridad en la música country y el modo en que el country no se permita evolucionar.
Cada uno de vosotros imparte su propio taller. ¿Cómo se decidió? ¿Cómo fueron las conversaciones?
En las reuniones con la productora Hello Sunshine (NdE: fundada por Reese Witherspoon) decidimos qué taller quedarnos en base a los fuertes de cada uno. Jimmy Allen ha trabajado mucho con otros artistas, ha colaborado mucho, y en su taller se trabaja la colaboración, la práctica de juntar dos ideas en un mismo proyecto. En la industria las colaboraciones son importantes, se dan todo el tiempo. En su taller, el de interpretación, Mickey busca extraer la autenticidad en cada uno de los artistas, sacarles esa sinceridad, porque a ella eso se le da muy bien. Y en mi taller, el de la narración visual, busco que trabajen su creatividad, que sepan pensar otros elementos que complementen a la música, y llevar sus proyectos a nuevos lugares, para pasar de ser simplemente performers a artistas.
Has dicho que disfrutas de ayudar a los artistas nuevos.
En mi carrera he conocido a personas que me han ayudado a convertirme en el artista que soy, pero la mayor parte del trabajo la he hecho yo solo sin ayuda de nadie. Muchos me decían que yo no iba a ir a ningún lado siendo un hombre gay en el country que canta sobre otros hombres y que, además, lleva una mascara. He tenido que buscar mi propio camino. Me gusta poder ayudar a estos artistas que, quizá, porque son de India o por otras razones, creen que no pertenecen al country porque supuestamente es música de blancos y no se atreven a dar el paso y aceptar que ellos también tienen un lugar en este mundo. A mí, como a Jimmy y Mickey, porque me consta que piensan lo mismo, nos ha gustado poder ofrecer a estos artistas la ayuda que nosotros nunca recibimos.
«Es la industria del country la que se niega a evolucionar, los fans de esta música quieren diversidad e historias nuevas»
En la radio country americana no hay manera de que a Kacey Musgraves o a ti os pinchen. ¿Qué tiene que cambiar?
Creo que el country está cambiando enormemente ahora mismo. Hay que hablar de los fans del country, son ellos los que quieren diversidad e historias nuevas, más que la propia industria. Es la industria la que perpetúa todo esto, pero ahora se está dando cuenta de que ya no puede controlar todo lo que entra y lo que no en el country. Ahora existen las redes sociales y los artistas no necesitan una discográfica grande que les respalde. Mira a Lil Nas X, que subió una canción a Soundcloud y ahora es una estrella. Yo mismo soy fan del country y quiero escuchar historias nuevas, por eso rodar este programa ha sido emocionante, porque nos ha permitido descubrir historias desde puntos de vista que nunca habíamos escuchado antes.
¿A qué retos te has enfrentado al rodar por primera vez un programa de televisión? ¿O no ha habido ninguno?
¡Me encantó hacerlo! Simplemente he sido yo mismo y no he me preocupado demasiado por otras cosas. Creo que no ha habido retos, ha sido una experiencia muy agradable, ni siquiera he tenido la sensación de estar dentro de un programa guionizado. Hemos podido conocer a los artistas en profundidad y la experiencia en general ha sido auténtica.
¿Y qué has aprendido de la experiencia? ¿Qué te llevas?
He aprendido muchas cosas de todos ellos. Mickey y yo llorábamos todo el rato pero hasta Jimmy, que era más de reírse, lloraba a veces. Todos estos artistas me han inspirado por su valentía, porque han venido desde muy lejos, han viajado a un lugar en el que nunca han estado, y se han atrevido a abrirse en canal a tres extraños como nosotros y a otra gente de la industria.
El 2023 aún tiene ese olor a nuevo que a todos nos encanta y, en cambio, con todo lo que ha pasado en sus primeros meses tengo la sensación de estar en el ecuador. Por dónde empezar… Se ha hablado y por supuesto “memeado” sin parar a Shakira y sus salpicaduras, sobre el amor propio de Miley Cyrus, sobre Rihanna luciendo “barriguita” en la Super Bowl, sobre el conflicto Gomez-Bieber (Hailey) y ahora, por fin, sobre los bellodramas de Ana Mena.
Personalmente, he echado en falta eco para otra artista merecedora de formar parte de la lista anterior: Angy Fernández con su recién estrenada ‘Dualidad’. Haré un chiste malo a lo Troy McClure para poner en contexto: tal vez la recuerden por series de televisión como ‘Física o Química’, musicales como ‘La Llamada’ o por haber ganado la primera edición de ‘Tu cara me suena’. Por si no es suficiente, han pasado 10 años desde su último trabajo discográfico, ‘Drama Queen’, un golpe de muchísimo efecto para el pop electrónico español en su momento con su broche de oro: ‘Boy Toy’.
A día de hoy sigue dándome unos satisfactorios vibes con el ‘We R Who We R’ de Kesha, esos primeros planos, esos ritmos, esos maquillajes estrambóticos, ese aro en la nariz… Para los “haters” que se me vayan a echar encima por atreverme a comparar a Angy con Kesha advierto que todavía no he terminado y que, de momento, me marco un “bitch silence”, que diría Henar Álvarez.
Dualidad vio la luz hace un par de semanas. “Es una canción que habla de lo que he sentido todos estos años con la música. Lo difícil que ha sido siempre tomar decisiones en cuanto a mi carrera. La ansiedad, la tristeza…”, aclaraba la artista en su perfil de Instagram. “¿Por qué Dualidad? Se trata de dos estados opuestos que no están en contradicción, sino que se complementan y dependen el uno del otro (…). Mi miedo y mi valentía”. No empecé a escribir esto hasta que pude ver el videoclip en YouTube. En parte para terminar de creérmelo y en otra parte para volver a sentirme como el adolescente que consumía tardes enteras escuchando desde ‘Sola En El Silencio’ hasta ‘Die With Me’.
Este nuevo single es una puerta abierta para Angy Fernández, una puerta que ella misma ha conseguido abrir con mucho esfuerzo. En los últimos años muchos medios de comunicación han hablado sobre los problemas de ansiedad y depresión que atravesaba la cantante. Ella, afortunadamente, tampoco se ha escondido a pesar de las críticas. Ha recalcado la importancia de la salud mental, de ir al psicólogo y de no tratar la depresión como si fuese un tabú o la ansiedad como si se tratase de algo nimio. ‘Dualidad’ es la última prueba de ello.
Es un single lleno de energía, no hay un solo segundo que llegue a hacerse bola y además trae de vuelta la esencia rockera de la Angy de los 2000 que explota en los sentidos de los que somos sus más fieles fans. Al mismo tiempo, su letra desgarra una imparable lucha contra la inseguridad, el ancla que es la depresión y esa voz que chilla dentro de la cabeza hasta comprimir el aire en los pulmones. Angy no se queda atrás y chilla aún más fuerte rodeada de una estética con la que se muestra decidida consigo misma. Hace diez años, ‘Drama Queen’ fue su ‘Cannibal’. Si el miedo no supera la valentía y todo se mantiene en un equilibrio “dual”, ‘Dualidad’ puede ser el principio de su ‘High Road’.
En España la fe católica rara vez se ha visto bien en el indie. Ha tenido que llegar Rigoberta Bandini para que nos dé igual que cante sobre religión en sus canciones, aunque ella misma se ha desmarcado del típico discurso conservador hablando positivamente sobre el no binarismo o el consumo de drogas. Digamos que su imaginario está muy lejos del que un día conocimos a Nena Daconte. En Estados Unidos la cosa es diferente y la fe es el pan de cada día. Todo el mundo reza, todo el mundo ora, todo el mundo tiene a Dios en la mente. Hasta los artistas más alternativos y disidentes.
Es el caso de Yves Tumor. El título de su nuevo disco es prácticamente un poema. También es la descripción de un «Señor que mastica pero no consume». El anterior ya apelaba al «Cielo» y, el otro, a caer «en manos del amor». La pista inicial de «Praise a Lord» se llama ‘God is a Circle’ y son varias las referencias a Dios o a la «necesidad de creer en algo» (‘Operator’) que encontramos en el álbum. Incluso cuando habla de amor, Tumor recurre a las típicas referencias católicas que apelan al cielo y al infierno. «Ángeles» que en verdad son «demonios», «santos» y hasta un «agujero en el cielo» se encuentran entre los personajes y paisajes que el artiste estadounidense atrapa en su cuarto álbum de estudio.
Sean Bowie se encuentra sumide en un «viaje espiritual», entre «dos mundos», como en su EP del año pasado, y este viaje es tan intenso como los «amores ardientes» de los que habla en sus nuevas canciones, amores a los que se engancha como a la droga, que le hacen «fundirse en uno» o le «paralizan». Las grandes pasiones siempre han interesado a Yves Tumor, y su música lo ha reflejado con un sonido de rock psicodélico que buscaba equipararse en tamaño al de una catedral gótica. En «Praise a Lord», Tumor consigue ese tamaño con la ayuda del productor Noah Goldstein, conocido por su trabajo con otro conocido creyente, Kanye West. Aunque las canciones unas veces están a esa misma altura y otras se quedan un poco por debajo.
La gracia de Yves Tumor siempre ha sido lo mucho que cuida la producción de sus canciones. No por nada es Warp el sello que las edita. Si ‘Heaven is a Tortured Mind’ era un trabajo fascinante en el que perderse y sumergirse, sobre todo por su exquisito uso de la distorsión y su fusión con sonidos como el R&B o el góspel, este vuelve a ser el caso de «Praise a Lord». ‘God is a Circle’ empieza llevándonos a través de un delirante mundo de gemidos (femeninos) y guitarras eléctricas que suenan como cuchillos líquidos. Es uno de los grandes temas del disco junto al enérgico ‘Operator’ y, especialmente, ‘In Spite a War’, un himno que refleja la paranoia de su letra a través de un muro de guitarras y distorsión que quita el aliento.
La influencia de los 90 está muy presente en «Praise a Lord». No tanto en ‘Lovely Sewer’, otro de los cortes destacados, de beats decididamente kraut. Pero sí definitivamente en la emocionante ‘Meteora Blues’, donde las guitarras acústicas nos llevan a los tiempos de Cranberries. ‘Parody’, que nos habla sobre una «parodia de estrella del pop», sobre alguien que se ha «comportado como un monstruo», es puro indie-rock noventero sin mayor misterio. Es aquí donde las canciones de «Praise a Lord» empiezan a desdibujarse: a Tumor le salieron melodías más potentes en el disco anterior. Elle insiste en que solo quiere escribir hits («¿por qué querría escribir otra cosa?») pero la mayoría de pistas de «Praise a Lord» ocupan un punto intermedio de calidad. La producción, las ideas instrumentales, sin duda, carga con un gran peso. Incluso se puede decir que una de las instrumentales, ‘Purified by the Fire’, es una de las mejores en general, pues suena como una versión maldita del primer Kanye West, que luego se enturbia y autodestruye: no esperábamos otra cosa.
Hay buenas ideas en otra de las pistas religiosas, ‘Heaven Surrounds Us Like a Hood’, especialmente en su uso de coros fantasmagóricos. Es la canción en la que Bowie directamente reconoce que el azul es su color favorito «porque es el color del cielo, y en el cielo está Dios». La canción, sin embargo, no alcanza su máximo potencial. Tampoco termino de ver un single evidente en ‘Echolalia’, por cuidado que esté el diseño sonoro. Sin duda, las cuerdas de ‘Ebony Eye’ aportan un gancho mucho más potente al disco, pero Tumor ha decidido dejarlas para el final. «Praise a Lord» termina así por todo lo alto, pero el conjunto se queda atrás de lo que esperábamos de Tumor a estas alturas.
La vida de Ramona (María Vázquez) está siempre al borde del abismo. Trabaja limpiando en una fábrica en un pueblo costero gallego y lucha por llegar a fin de mes; su pareja se dedica a beber continuamente y no valora sus esfuerzos; y su hija de 18 años, acaba de irse a vivir con su nuevo novio y ha dejado de estudiar. Continuamente con la soga al cuello, Ramona intenta salir del subyugante infierno en el que se ve atrapada.
En su ópera prima presentada en la Berlinale, Álvaro Gago traslada al formato largo el cortometraje homónimo que le llevó a triunfar en el Festival de Sundance en 2018, basado en (y protagonizado por) Francisca Iglesias Bouzón, la mujer que cuidó a su abuelo durante 8 años.
En la tradición del cine social europeo, el cineasta gallego posa todo su peso dramático en el retrato de su protagonista, de forma similar a la de los hermanos Dardenne en ‘Rosetta’ (1999) o ‘Dos días, una noche’ (2014).
Toda ‘Matria’ gira alrededor de Ramona, interpretada por una extraordinaria María Vázquez (mejor actriz en el Festival de Málaga), a la que seguimos cámara en mano, casi siempre a escasos centímetros de su piel. Hay una humanidad siempre palpable en la extraordinaria construcción del personaje y en su interpretación. El rostro castigado por los disgustos y su constante pelea contra el mundo no impiden que Ramona derroche una vitalidad asombrosa. Ahí se encuentra lo más bonito de la película: en ese indudable cariño en la representación de su heroína. Ramona es imperfecta, y la película se empeña en mostrarla como tal: una mujer con carácter, impulsiva y alegre, que no siempre hace las cosas bien y que es un carismático terremoto que arrasa allá donde va.
Pese a que ‘Matria’ no ofrezca grandes sorpresas ni se separe demasiado de los retratos sociales de los mencionados cineastas belgas o de Ken Loach, es un más que solvente trabajo. Gago muestra pulso narrativo y habilidad para crear progresión dramática mediante una atmósfera asfixiante que evita caer en los maniqueísmos frecuentes del género. Comprometida con reflejar las precarias condiciones a las que a menudo se enfrenta la clase obrera, la película rinde homenaje a todas las mujeres que reman a contracorriente para sacar a los suyos y a ellas mismas adelante. También sirve como recordatorio de que no pueden con todo, porque es meramente imposible. La siempre empática y férrea visión del cineasta y el torbellino interpretativo que es Vázquez, convierten el intimismo de ‘Matria’ en un épico alegato anticapitalista y antipatriarcal.
‘River’ de Miley Cyrus es la canción escogida como nuevo top 1 de JENESAISPOP, en este caso a través de Twitter. Desplaza el temazo de Alba Morena, ‘Nadie’, al número 4. La entrada más fuerte es la de ‘Miracle’ de Calvin Harris y Ellie Goulding, directa al número 5.
Otros temas que entran esta semana son los de M83, Fever Ray, Morreo, Renaldo y Clara y Kate NV.
Ya está en el mercado el nuevo disco de Lana del Rey, 15 días después de lo previsto inicialmente. Y hay quien dice que no quería competir con lo nuevo de Miley Cyrus, pero termina compitiendo con ‘Memento Mori’, el primer disco de Depeche Mode sin Andy Fletcher. Veremos quién se termina llevando el número 1 en Reino Unido (en Estados Unidos está fuera de alcance para cualquiera de los 3 artistas mencionados).
‘Did You Know That There’s a Tunnel Under Ocean Blvd’ viene precedido de varios singles: el titular, el dedicado a su familia ‘The Grants‘ y ‘A&W’, una de las producciones más excitantes que nos ha dejado Lana del Rey en los últimos años. De hecho, a punto estuvo de colarse en el top 40 británico. Al final quedó en el puesto 41, como sucedió más o menos con ‘Love’ y ‘Doin’ Time’. Finalmente, ‘A&W’ en su requiebro hip hop, no es una canción tan indicativa de lo que encontramos en este nuevo álbum de Lana del Rey, aunque con matices.
El disco comienza con un inusual góspel, como ya sabíamos, para pronto entregarse al piano. Este es el instrumento primordial en la casi navideña ‘Sweet’, en la más oscura ‘Candy Necklace’ con Jon Batiste (para la que se prepara vídeo, como revelan nuestros foros) o en ‘Kintsugi’. Entre las primeras favoritas en ese sentido, podemos destacar ‘Let the Light In’ con Father John Misty, con ciertas reminiscencias de ‘Karma Police’ (esperemos que no emerja otra polémica con Radiohead, como aquella de ‘Creep’ y ‘Get Free’, resuelta de manera amistosa). Y también ‘Paris Texas’, que es nuestra «Canción del Día» hoy, con Lana optando por un registro agudo que ni Elizabeth Fraser.
Obviamente ‘Paris Texas’ es un homenaje al clásico de Wim Wenders rodado a principios de los 80, el que inspiró el nombre de la banda de Sharleen Spiteri. Pero no hay «slide guitar» en esta bella canción, sino más piano. Uno tan hermoso que hace pensar en Beethoven o Chopin. Pero es el artista indie SYML el que Lana del Rey ha sampleado, en concreto su tema ‘I Wanted to Leave’, sobre el que se basa toda la grabación. Es muy curioso que SYML antes tuviera una banda llamada Barcelona porque Lana del Rey menciona España en la letra («I took a trip to Spain / Just a notebook in my hand») en esa canción viajera, escapista, en la que huye de un amor malogrado y se busca a sí misma («tuve que marcharme, supe que no me iban a entender»).
De manera excepcional, muchos de los mejores temas del álbum aparecen en la segunda mitad. La primera, está algo lastrada por un par de interludios que dificultan la escucha del oyente casual. El de Judah Smith va más allá de los 4 minutos -que parecen 7- y el de Jon Batiste dura más de 3 justo después de ‘Candy Necklace’. Pero hace tiempo que los discos de Lana del Rey son para escuchar con las letras bien a mano. La familia, el amor y la fama, están entre los temas tratados.
De hecho, resuenan nombres como Angelina Jolie o Red Hot Chili Peppers en la última parte del álbum, donde sí encontramos retazos de trap y trip hop. Más cajas de ritmo y menos pianos en una parte que parecen «los bonus tracks». Tras una coral ‘Margaret’ con Bleachers y melodía de final, de cierre, aparecen cosas como ‘Fishtail’, ‘Peppers’ (con sample de ‘Angelina’ de Tommy Genesis), y una especie de revisión de ‘Venice Beach’ llamada ‘Taco Truck x VB’. Un álbum tranquilo, contemplativo, que Lana del Rey dice haber hecho «sin esfuerzo» y que ha vuelto a poner el foco en su visión del mundo, en las letras, llenas de autorreferencias y curiosidades, y en las que ahondaremos en los próximos días.
Parece que todo lo que toca Beyoncé no se convierte en oro. Adidas y Beyoncé han puesto fin a su colaboración en torno a Ivy Park, la línea de ropa deportiva de la popstar estadounidense. Según The Hollywood Reporter, la separación ha sido acordada mutuamente debido a «diferencias creativas», pero es posible que las flojas ventas de la marca hayan influido en la decisión.
Según cuenta The Wall Street Journal, Adidas esperaba que Ivy Park vendiese igual de bien que la marca Yeezy de Kanye West, quien ya sabemos todos que dejó de trabajar con Adidas a raíz de sus polémicos comentarios. Sin embargo, las ventas de la marca de Beyoncé no han ido como se esperaba, ya que «casi la mitad del merchandising de cinco de los seis lanzamientos siguen en las estanterías», según informa Billboard.
Para hacernos una idea sobre cómo de decepcionantes han resultado las ventas de Ivy Park, se había pronosticado una facturación de 250 millones de dólares en 2022. Sin embargo, al final de 2022 se estimó que la marca de Beyoncé llegaría a alcanzar los 40 millones de dólares en ventas, casi un 50% menos que en 2021 (93 millones), y una gran bajada respecto al pronóstico del año.
Respecto a las «diferencias creativas» que mencionábamos previamente, The Wall Street Journal también indica que las estrategias de marketing de Adidas y Beyoncé diferían mucho entre sí y que Adidas pretendía impulsar su propia marca.
Neil Young ha sido el último en sumarse a la larga lista de artistas que han criticado el monopolio de Ticketmaster en la venta de entradas y sus abusivos precios. En un nuevo post de su website Neil Young Archives, titulado «Las giras de conciertos están rotas», el músico canadiense ha condenado los precios y tarifas para los artistas de la compañía ticketera. En algunos casos, estas últimas ascienden hasta el 30% del precio total.
«Se ha acabado. Los viejos tiempos han pasado», comenzaba Young el breve comunicado. Junto con fragmentos de un artículo sobre lo sucedido recientemente entre Robert Smith de The Cure y Ticketmaster, Neil Young ha condenado las acciones de la ticketera y ha recalcado que ninguna parte del dinero llega a sus manos: «Recibo cartas culpándome por entradas de 3.000 dólares para un evento benéfico que voy a hacer. Ese dinero no me llega ni a mí ni al evento. Los artistas tenemos que preocuparnos sobre fans estafados que nos culpan por los especuladores y cargos adicionales de Ticketmaster».
Young terminaba el comunicado declarando que «las giras ya no son divertidas» y que «no son lo que eran». Este comunicado llega tras la histórica victoria de Robert Smith frente a Ticketmaster. El frontman de The Cure consiguió acordar con la ticketera una pequeña rebaja en los gastos de gestión de las entradas de la banda en Estados Unidos y Canadá, los cuales solo pueden ser limitados por Ticketmaster.
Lewis Capaldi canceló sus dos conciertos de la gira ‘Broken By Desire To Be Heavenly Sent’ en España por «razones médicas», según informó Live Nation. Además, el propio artista publicó un comunicado en el que detallaba las razones de esta cancelación de última hora. Por suerte, no ha pasado mucho tiempo para que Capaldi encuentre nuevas fechas en España.
Los nuevos conciertos de Lewis Capaldi en nuestro país serán los días 8 de septiembre en el Palau Sant Jordi de Barcelona y el 9 de septiembre en Madrid, aunque para este último el recinto y la fecha de salida de las entradas se anunciarán próximamente.
Las entradas para el concierto de Barcelona saldrán a la venta el miércoles 29 de marzo a las 11h en Live Nation y Ticketmaster. Además, todas las personas que compraron entrada para los conciertos planificados para marzo en Barcelona y Madrid han recibido un email mediante el cual podrán acceder a una preventa exclusiva a partir del lunes 27 de marzo a las 11h.
La noticia del aplazamiento de los conciertos del escocés en Barcelona y Madrid llegaba después de la cancelación de sus shows en Zurich y Milán, a raíz de una bronquitis que le impedía cantar con normalidad.
Lamentamos comunicar que debido a razones médicas Lewis Capaldi se ve obligado a cancelar sus conciertos en Barcelona y Madrid este fin de semana. pic.twitter.com/QhFC7xaZBj
Además de Lana y Depeche hoy publica disco Ana Mena. La «diva doliente» entrega ‘Bellodrama‘ incluyendo algunos de sus éxitos recientes, como ‘Un clásico’ y ‘Música ligera’ representando la vena italiana y mediterránea de Ana Mena, o ‘Las 12’ con Belinda o ‘Me he pillao x ti‘ con Natalia Lacunza, entregados a su línea bailable y discotequera.
El «focus track» de ‘Bellodrama’ de hoy es ‘Lentamente’, que abre el álbum en clave disco pero con una referencia a los «22 añitos» de su amante que preferimos no volver a escuchar; y también podríamos destacar en la secuencia ‘Llorando en la disco’, que trae un sonido más aflamencado de lo esperado. Pero hoy comentamos otro de los cortes destacados.
Como es sabido, Ana Mena disfruta de gran éxito en Italia, hasta el punto que suele adaptar sus éxitos al italiano y ha participado en San Remo. ‘Mañana Dios dirá’ es una versión de ‘Stasera… Che Sera’, el clásico de 1976 de Matia Bazar, como ‘Un clásico’ y ‘Música ligera’ ya lo eran de otras canciones italianas más recientes. «Ma stasera, qué será, estar contigo me sienta bien, hacerte el amor esta noche hasta que llegue el amanecer», canta la malagueña.
Matia Bazar es una banda italiana que nació en 1975 y que ha seguido publicando discos con diversas formaciones. ‘Stasera… Che Sera’ no fue en principio uno de sus mayores éxitos. Esos fueron ‘Solo tu’ (1978), ‘Vacanze Romane’ (1982), ‘Souvenir’ (1985) y ‘Ti Sento’ (1985). Sin embargo, sobrevive entre sus más escuchados en streaming a día de hoy.
En la agradable y bonita adaptación de Ana Mena, ‘Mañana Dios dirá’ presenta un sonido no disimilar al de los alemanes Milky Chance, una mezcla de guitarras acústicas y ritmos semibailables que no llegan con ganas de petarlo en la discoteca sino de serenar el espíritu. ‘Mañana Dios dirá’ es suave como la brisa, o como la propia voz de Ana Mena, un pedazito de pop reconfortante que se quita de «dramas» y se queda solo con lo «bello».
«Orwell tenía razón. Huxley tenía razón. Eisenhower tenía razón. Y yo tenía razón». Este lema que puede leerse en las inmensas pantallas con forma de cruz de la nueva gira de Roger Waters viene a resumir el show. Vivieras los años 70 o conocieras discos como ‘Animals’ y ‘The Wall’ a posteriori, su cuestionamiento del capitalismo y de los líderes de Occidente siempre ha estado ahí, empapando a nuevas generaciones cada vez. Es difícil rebatir que el artista no haya sido consecuente consigo mismo.
A día de hoy, Waters se ha convertido en un grano en el culo. En Frankfurt cancelan sus conciertos porque su aversión a Israel por su opresión al pueblo palestino le hace lucir como un antisemita. Sus críticas a Zelenski han llevado a algunos por error a propagar el bulo de que apoya a Putin, cuando también ha criticado a este. Persigue a todo aquel que toca en Tel Aviv, mientras provoca odios en el mundo del artisteo. De lo primero que vemos en las pantallas de esta gira es una advertencia: «Si eres de los de «me gusta Pink Floyd, pero no su política», VETE AL PUTO BAR».
Hay más guasa de lo que parece en todo esto. A la voz que también nos pide que apaguemos los móviles durante el show le da la risa. Como diciendo… ¡eso sí que sería una utopía y no lo del marxismo! Casi me caigo de culo cuando una carcajada estalló por la megafonía en la parte de ‘Brain Damage’ que habla de «lunáticos». Y Marx Madera: esta gira tiene a bien llamarse «primer tour de despedida», una idea ya patentada por no otro que Phil Collins, pero que nos hace recordar que nunca sabremos cuándo será la última vez que veremos a un artista sobre las tablas. Saludos a Leonard Cohen, allá donde esté, quizá en el cielo de los judíos.
‘1984’, ‘Un mundo feliz’ y el discurso por la paz de Einsenhower son, como decía, el esqueleto sobre el que se vertebra ‘Sheep’, al tiempo que una oveja gigante sobrevuela el WiZink Center y nosotros la grabamos embobados, todo ello en perfecto retrato de nuestra propia estupidez. La operación se repetirá después con un cerdo, tan solo una de las muchas imágenes míticas recreadas esta noche que todos asociamos a la iconografía de Pink Floyd, a destacar el homenaje realizado a ‘The Dark Side of the Moon’, el disco que ha cumplido este mes 50 años y que ha vendido 50 millones de copias.
El escenario es generoso en triángulos como el de la portada realizada por el desaparecido Storm Thorgerson, y el repertorio en la interpretación de su icónica cara B. Suenan, seguidas, ‘Money’, ‘Us and Them’, ‘Any Colour You Like’, ‘Brain Damage’ y ‘Eclipse’, muy poco antes del cierre del show, en una segunda mitad que a veces se resintió de ese descanso de más de 15 minutos que parece obligatorio en artistas de cierta edad. O de todas las edades: la inmensa mayoría masculina de público asistente colapsó por completo los baños en dicho interludio, mientras los servicios de mujeres lucían vacíos. El mundo al revés, vaya.
Kate Izor
El edadismo fue, por cierto, una de las cuestiones abordadas anoche por Roger Waters («si veis que cojeo, es porque me acabo de torcer un tobillo, no por mi edad»), pero desde luego no fue la principal. Los muertos por brutalidad policial fueron el foco durante ‘The Powers that Be’. En ‘The Bravery of Being Out of Range’ se acusó de «crímenes de guerra» a Ronald Reagan (Guatemala), Clinton y Bush (Irak) e incluso Obama (por su apoyo a los drones). Se dio la oportunidad de las interrogaciones a Biden, pero como anticipando que hará lo mismo.
Waters disparó una metralleta en ‘In the Flesh’, rodeado de banderas con martillos. ‘Run Like Hell’ se convirtió en un alegato contra los números de plataformas como Youtube. ‘Déja vu’ se dedicó a Assange, sobre el que se repartieron panfletos dentro del recinto; y si digo que Roger Waters sigue tocando cojones a sus casi 80 años es porque dedicó lemas pancarteros de sus pantallas contra «el patriarcado», y también hubo vídeos a favor de las personas trans, a las que equiparó en marginación con indígenas y palestinos.
A veces, el repertorio se resiente. ‘The Bar’, compuesta en confinamiento con el fin de que «nos hablemos los unos a los otros en lugar de matarnos», no resiste comparaciones con sus clásicos. Y él mismo reconoce que ‘Two Suns in the Sunset’ no fue la mejor canción de Pink Floyd, pero que si la recupera es por su dedicación a las armas nucleares, ya en el año 1983. No puede ser más pertinente, pero tampoco más aburrida cuando ya es casi medianoche y el show se había retrasado 20 minutos. Por último, pero no menos importante, de todos los españoles en el «arena», Waters escogió saludar a su amigo Pitingo, amigo a su vez de la ultraderechista Isabel Díaz Ayuso. Una persona gritó indignada detrás de mí. Quizá le salvó que casi nadie le había entendido.
Viendo el concierto de mi amigo, hermano, único, genial y leyenda viva ROGER WATERS ES UNA PASADA !!!! pic.twitter.com/ZO2d56ZBpD
En cualquier caso, la solvencia de una banda de 10 personas vestidas de riguroso negro, a destacar Jonathan Wilson con una de las guitarras y el saxofonista Seamus Blake (y también esas dos coristas que aguantaron ahí estoicamente, a veces sin tanto que hacer), y las enormes pantallas de visualización 360º aprovechando la totalidad del graderío, te distraían del tedio en esos contados momentos. No se puede ir diciendo por ahí que el antiguo Palacio de los Deportes suena mal después de lo oído anoche. Y todos los subtítulos que complementaban las composiciones -rara vez en redundante efecto karaoke- eran un entretenimiento, cuando no arrancaban alguna lagrimita. Toda la historia narrada sobre la amistad entre el pionero Syd Barrett y Roger Waters, ese tren que compartieron, ese momento en que decidieron formar una banda, emocionaron incluso a aquellos que, de los 70, siempre fuimos más de Kraftwerk.
No hubo homenaje como era de prever al archienemigo David Gilmour, que se ha despachado a gusto en Twitter contra Waters, y de hecho sonado está siendo el modo en que Roger Waters ha fulminado algunos de sus solos. Antes de la explosiva ‘Another Brick on the Wall’, este ‘This Is Not a Drill Tour’ se abre con una versión reflexiva de ‘Comfortably Numb’ y logra ser uno de los momentos más recordables del set sin la impronta de Gilmour. También lo es el final. Roger Waters elogia a su esposa, habla del hermano mayor que acaba de perder, confiesa que ha saqueado a Bob Dylan y termina con un reprise de ‘The Bar’ y ‘Outside the Wall’, sonando en efecto al autor de ‘Blonde On Blonde‘. Es un cierre muy folk emocionante, en el que toda la banda desfila por todo el escenario, en fila india, portando sus instrumentos, hasta incluso la entrada de sus camerinos. Es ahí donde los vemos despedirse, en lo que sí que ha sonado durante casi 3 horas como la mismísima voz del pueblo.
‘Hunnybee‘, ‘So Good at Being in Trouble’, ‘Multi-Love‘, ‘That Life‘, ‘Necessary Evil’, ‘Swim and Sleep (Like a Shark)’… ¿cuántos discos faltan para que tengamos entre manos el disco de «greatest hits» perfecto de Unknown Mortal Orchestra? Cada nuevo trabajo de Ruban Nielson deja al menos un par de canciones imposiblemente pegadizas que solo pueden ser escuchadas en bucle, y en ‘V’, su quinto álbum de estudio, hay unas cuantas. Aunque el propósito es otro.
‘V’ es el primer disco doble de Unknown Mortal Orchestra. También es, en conjunto, un trabajo cohesionado de principio a fin, tanto que la secuencia intercala varios interludios que extienden y complementan el viaje alargándolo hasta la hora de duración. Un viaje que parte de Palm Springs, California, donde reside Nielson, pero que pasa también por Hawái, pues el neozelandés ha pasado tiempo allí últimamente por motivos familiares (su madre es hawaiana).
El rock lo-fi de Unknown Mortal Orchestra suena en ‘V’ en todo su esplendor. Sus canciones siguen siendo como una especie de nugget de pollo pop: crujientes por fuera pero tiernas por dentro. Las guitarras suenan áridas, su micrófono inundado de distorsión, la producción busca la bruma en lugar de la claridad… pero las melodías abiertamente pop de Nielson y su interesante timbre vocal no se dejan vencer por esa misma producción.
En ese pulso, UMO suma nuevos aciertos a su repertorio. ‘That Life’ es otra de sus canciones pegadizas hasta la extenuación. Dedicada a la buena vida, pero también a la oscuridad que se esconde cuando en el paraíso cae la noche. ‘Weekend Run’, una oda al fin de semana que conocemos desde hace dos veranos, llega con otro gancho infalible. ‘Layla’ es igualmente adictiva, una «slow jam» que se clava en el cerebro como una garrapata aunque no quieras. El estribillo resulta «annoying» al principio (ese «let’s get out of this to-o-own» arrastrado con voz de viejo), pero después es imposible escapar de ella.
Para su quinto disco, UMO ha querido hacer un trabajo que esté a la altura de su posición actual en la industria. Sin embargo, esa ambición le juega en contra por dos motivos: la duración no queda justificada porque las canciones, al final, no se diferencian tantísimo las unas de las otras ni siquiera en comparación con su repertorio previo, y porque las pistas instrumentales terminan aportando poco. Además, la brumosa producción hace que ‘V’ suene más pesado de lo que debería, cuando Nielson sigue escribiendo melodías estupendas que merecen disfrutar de mayor claridad.
El disco aún contiene otros buenos momentos. ‘The Garden’ no teme abrir la secuencia alargándose hasta los seis minutos, consciente de que su estribillo, repetido ad nauseam, podría durar el doble. Otro de los singles recientemente publicados, ‘Messhugah’, agrega un ritmillo disco y nos habla del amor desde un punto de vista más científico que espiritual, con referencias al «metabolismo» y a la «insulina» que, la verdad, apetece poco escuchar. En la tierna ‘Nadja’, Nielson recuerda la vez que se encontró en su cama un pelo de la chica a la que amaba y se lo tragó.
‘V’ añade diferentes capas dejándose influir por la música tradicional hawaiana en la acústica ‘I Killed Captain Cook’ o por la Motown en ‘In the Rear View’. No son, en cualquier caso, las canciones más inspiradas de ‘V’ y las pistas instrumentales pueden ser interesantes (‘The Widow’) o no (‘Keaukaha)’. Otra composición instrumental, ‘Drag’, pone fin al disco dejando una evidente sensación de alegría y satisfacción. UMO está contento y en ‘V’ se nota.
Hoy es el día más esperado por los fans de Depeche Mode que temimos el fin de la banda al fallecimiento de Andy Fletcher. ‘Memento Mori’ ya versaba sobre la muerte desde antes, pues Martin L. Gore tenía alguna composición desde 2019, pero ni que decir tiene que frases como «primero nos levantamos, luego nos caemos, tenemos que salir adelante antes de ahogarnos» adquieren un nuevo significado ahora.
Esta letra pertenece a ‘Before We Drown’, una de las muchas canciones lánguidas del disco, cuyo mejor exponente parece la afectada canción final. ‘Speak to Me’ es una de las 5 pistas del álbum que ya han incorporado al repertorio de la gira mundial en que se acaban de embarcar y que les traerá al Primavera Sound -tanto a Madrid como a Barcelona- en un par de meses. En el tour, el tema que han dedicado a Andy Fletcher no es nuevo, sino viejo, ‘World In My Eyes’.
Curiosamente, no han aparecido aún por su setlist dos de las pocas pistas de ‘Memento Mori’ que ligeramente se pueden bailar. Y las dos presentan títulos familiares a dos de los mayores hits de Depeche Mode, ‘People Are People’ y ‘Never Let Me Down’. Hablo de ‘People Are Good’, conectada con aquellos Depeche Mode que nos conquistaron en los años 80 de la eclosión industrial. Y sobre todo de la guitarrera ‘Never Let Me Go’, una de las pocas concesiones medio comerciales de ‘Memento Mori’.
Y es que el resplandeciente single ‘Ghosts Again’, coescrito con Richard Butler de Psychedelic Furs, no ha resultado nada representativo de lo que encontramos en el disco. De hecho, las otras contribuciones de Butler no tienen absolutamente nada que ver. ‘Don’t Say You Love Me’ parece -sin serlo- una de esas composiciones de crooner acabado que ha aportado Dave Gahan a la banda en lustros recientes.
Al grupo parece gustarle especialmente el baladón cantado por Martin L. Gore ‘Soul With Me’, de arranque celestial, pues ya lo están tocando, como el que parece el nuevo single ‘Wagging Tongue’, que como ‘Caroline’s Monkey’ suena a Kraftwerk. Medios tiempos medio dignos para un disco que pretendía ser una vuelta a la sencillez, como el ahora dúo ha explicado a Apple Music, pero que no termina de aprovechar dicha idea en absoluto.
Rosalía y Rauw Alejandro han publicado esta noche ‘RR‘, su EP conjunto, que contiene solo tres temas, ‘BESO’, ‘VAMPIROS’ y ‘PROMESA’. En el vídeo de ‘BESO’, Rosalía presume de anillo y revela que Rauw y ella se han comprometido. Es la última escena en un vídeo lleno de amor, paseos por la playa u otras ciudades del mundo y, sobre todo, muchos, muchos besos.
El EP exhibe un sonido deliberadamente crudo, poco refinado, pues el proyecto, desde su portada, parece improvisado. ‘BESO’ es el reggaetón melódico que ya esperábamos, ‘VAMPIROS’ es el otro banger reggatonero hecho para perrear en las discotecas. ‘PROMESA’ es el prometido bolero.
Las canciones de Rosalía y Rauw han sido producidas principalmente por ella con la asistencia de Noah Goldstein. Se trata de un productor que ha trabajado con Kanye West y también con la propia Rosalía en ‘MOTOMAMI‘. Otros dos colaboradores en el último disco de Vila Tobella aparecen acreditados en las tres pistas, por un lado, Dylan Patrice (‘SAOKO’, ‘DESPECHÁ’), por el otro, El Zorro, que no es otro que el propio Rauw.