La Academia de los Oscars ha enviado un comunicado en la noche de este lunes (hora americana) para aclarar lo sucedido al término de su ceremonia, donde se anunció que la ganadora del premio a Mejor Película era ‘La La Land‘ y no ‘Moonlight‘ como se había decidido mediante la votación interna.
«Sentimos muchísimo los errores que tuvieron lugar en la ceremonia de anoche. Pedimos disculpas al equipo al completo de ‘La La Land’ y ‘Moonlight’, cuya experiencia se vio profundamente alterada por este error. Elogiamos la tremenda elegancia que han mostrado considerando las circunstancias. A todos los involucrados, incluyendo a los presentadores Warren Beatty y Faye Dunaway, a los cineastas y a nuestros fans de todo el mundo, pedimos disculpas». Hasta aquí, lo esperado. Lo curioso es que un comunicado que parecía aséptico a más no poder, pasa a lanzar balones fuera.
La Academia explica que durante 83 años ha confiado a PricewaterhouseCoopers la organización del evento, incluyendo todo el proceso previo y la elaboración de los resultados. El comunicado de la Academia culpa expresamente a PricewaterhouseCoopers del error y así lo certifica un comunicado paralelo de estos. «PwC ha asumido la total responsabilidad por las infracciones en los protocolos establecidos que hubo durante la ceremonia. Hemos pasado la noche y el día de hoy investigando las circunstancias, y determinaremos qué acciones se toman», dicen los Oscar. El comunicado de PwC culpa explícitamente al socio Brian Cullinan del error, por haber dado a Warren Beatty el sobre de Mejor Actriz en lugar del de Mejor Película.
Al parecer, a cada lado del escenario un responsable de PwC tiene una copia de todos los sobres de los premiados, que han de entregarse a los presentadores o descartarse, en función de por qué lado entren los presentadores. A Brian Cullinan se le olvidó deshacerse del de Mejor Actriz cuando su compañera Martha Ruiz se lo dio a Leonardo DiCaprio (por eso Emma Stone decía tener también el sobre con su nombre). «Lo sentimos muchísimo por la decepción sufrida por los equipos de ‘La La Land’ y ‘Moonlight’. Nos disculpamos sinceramente con Warren Beatty, Faye Dunaway, Jimmy Kimmel, ABC, y la Academia, ninguno de los cuales tiene la culpa de los errores de anoche».
Brian Cullinan no ha reunido valor para actualizar su cuenta de Twitter desde el domingo (ha borrado tuits fotografiando a Emma Stone), pero quien está gozando de todo esto es Trump, presidente de los Estados Unidos, que no tiene otro quehacer que comentar la gala en las entrevistas. «Creo que estaban tan concentrados en los comentarios políticos que no consiguieron que las cosas salieran bien. Fue un poco triste. Se llevó por delante el glamour de los Oscars. No fue una noche muy glamourosa. He estado en los Oscars y ya faltaba algo especial, pero acabar así fue triste».
Os dejamos con la parodia de James Corden sobre el desastre del pasado domingo, que ya ha sido objeto de memes.
En los últimos años, Pan Total ha publicado una serie de pegadizos singles de post-punk y new wave como ‘Zombies rápidos’, ‘Los chinos’ o ‘La columna’ que han demostrado ser revisiones de lo más refrescantes y carismáticas de estos géneros hechos en nuestro país. Hoy, el sello Autoplacer edita el primer disco oficial del grupo de Logroño, ‘El vector espectro’, que contiene otro gran single, ‘Movimiento moderno’, cuyo vídeo os adjuntamos, y ya está disponible en Bandcamp. Esto dice sobre él la nota de prensa:
«El vector espectro» es solo el comienzo de todo esto, un disco, el del cuarteto logroñés, que a buen seguro los situará en un puesto privilegiado en el pop nacional. El buen hacer de los riojanos ya les llevó a proclamarse campeones del concurso de maquetas Autoplacer allí por el verano de 2015. Ha pasado un año y medio de aquello y Edu, Fernando, Miriam y Víctor han ido dando forma a sus canciones de manera meditada y a fuego lento, porque las grandes recetas se cocinan así.
«El vector espectro» contiene doce canciones de pop mayúsculo con dejes a los ochenta de aquí y miras a lo mejor de la serie B, sin dejar de lado la ironía, y un poco el cripticismo, que los han caracterizado desde su primera, y ya cotizada, maqueta. Doce canciones que son doce aventuras en las que sus protagonistas viajan entre fiestas tediosas («Días negros»), la dupla Marx y Engels («Los chinos») o muertos vivientes («Zombis rápidos»).
Continuadores de una saga pop que parece no tener freno en la capital riojana, PAN TOTAL ponen todas sus cartas sobre la mesa con un disco directo, inspirado y altamente adictivo que, a buen seguro, les hará agrandar su radio de acción para que en poco tiempo todos caigamos rendidos a los encantos de «El vector espectro»…»
Parece que las filtraciones jamás dejarán de acechar a Lana Del Rey. Si la cantante hubo de precipitar la salida de su nuevo single, ‘Love’, a causa de una filtración, hoy es la maqueta de un nuevo tema, ‘Best American Record’, la que ha llegado a la red. Podéis encontrar la canción fácilmente haciendo una simple búsqueda en Google o debajo de estas líneas.
‘Best American Record’ es una balada que alterna estrofas con guitarra acústica y un estribillo dramático más «trip-hop» propio de ‘Born to Die’. La letra no podría ser más Lana: «él estaba obsesionado con escribir el próximo gran disco americano / no había nada que hacer cuando nos metíamos en la cama / lo hacía todo por la fama / mi amor bailaba bajo mi arquitectura / tenía un espíritu 70s, pero una mente más bien de los 90».
En una entrevista para la radio británica, Del Rey ha dicho que su nuevo disco tendrá un concepto «50/60s» -lo cual nos creemos habida cuenta de su colaboración con Miles Kane- pero que será más «social» debido al «acalorado clima político» con el que se ha encontrado durante su composición. «Quería dirigirme al sector más joven de mi público: es un disco más consciente y tiene un espíritu global».
Recientemente, Del Rey era noticia por participar en un hechizo colectivo contra Donald Trump, que no será el último.
El audio de ‘Best American Record’ está disponible en Youtube, como se indica en nuestros foros.
Este fin de semana ha fallecido Toshio Nakanishi a causa de un cáncer de esófago. Tenía 61 años. Nakanishi era líder de Plastics y Melon, dos de las bandas de rock más influyentes de Japón durante la nueva ola de los 70 y 80, y autoras de varios discos que hoy podemos considerar tesoros semi escondidos para melómanos o coleccionistas.
Se atribuye a ambos grupos -sobre todo a sus líderes, Nakanishi y su pareja, Chica Sato- el logro de haber traído la influencia del pop británico y americano, así como el grafiti y el hip-hop, a la cultura popular japonesa y si Nakanishi fue pionero del «new wave» con sus bandas originales, en los 80 fundó el primer sello de música de baile de Japón, Major Force, y en los 90 editó hip-hop como Tycoon To$h y y trip-hop como Skylab.
A espera de que algún sello muestre interés en reeditar en todo el mundo los fascinantes discos de Plastics y Melon, que contenían temazos como ‘Delicious’ u ‘Optimistic Depression’, que nada tenían que envidiarle al trabajo de Talking Heads, The B-52’s y Devo, que eran fans, recordamos 7 canciones destacadas de Nakanishi con la intención de revelar a nuestros lectores el «secreto» de su admirable trabajo.
Como recuerda un lector en Twitter, Masahide Sakuma, también integrante esencial de Plastics, murió en 2014 a causa de un cáncer, curiosamente también a los 61 años.
Sampha ha publicado este año su disco, ‘Process’. Ha sido un «proceso» digno de ver el tiempo que ha transcurrido entre la publicación de los primeros EP de Sampha Sissay en 2010 y 2013, sus colaboraciones en disco y en directo con SBTRKT y el lanzamiento de su álbum debut, pues el cantante británico se ha curtido con lo mejor de la música actual en los años que le han precedido: no tantos artistas pueden presumir de haber colaborado con Kanye West (‘Saint Pablo’), Drake (‘Too Much’), Frank Ocean (‘Alabama’) y Solange (‘Don’t Touch My Hair’) o de aparecer en un disco de Beyoncé antes siquiera de sacar disco. Pero canciones como ‘Blood on Me’, ‘Timmy’s Prayer’ o ‘(No One Knows Me) Like the Piano’ proyectan una magia especial y un talento que ha venido para quedarse. Hablamos con Sissay sobre ‘Process’, las vivencias que lo han inspirado, su relación con la electrónica británica o sus sonadas colaboraciones.
Se ha confirmado que actuarás en Coachella en abril. ¿Qué se siente al tocar en un festival tan popular ya no solo en Estados Unidos sino también en todo el mundo?
Me encanta poder actuar en Coachella, me gusta mucho el festival, toqué con SBTRKT hace un par de años y lo pasé muy bien.
Beyoncé es cabeza de cartel del festival junto a Radiohead y Kendrick Lamar. Hace 10 años esto hubiera dado lugar a críticas feroces. En 2017, es bastante normal. ¿Percibes que ha habido un cambio en la línea del festival que refleja otros estilos menos «alternativos»?
Parece que está cambiando. Habrá gente a la que le enfade que Beyoncé actúe en el festival, pero ella ha sido consistente con su arte en los últimos años y ha encontrado su voz. Además, Kendrick Lamar es alternativo… relativamente.
Tú mismo has colaborado con Solange, hermana de Beyoncé, en su último disco, por ejemplo en ‘Don’t Touch My Hair’, una de las canciones más importantes del álbum. Todo el mundo sabe qué significa esta canción para ella. ¿Qué significa para ti?
Me identifico con el sentimiento de la canción. El pelo es parte de mi herencia cultural y algo que debería tomarse en serio. La canción defiende que no deberíamos sentirnos culpables por protegerlo, de la misma manera que no deberíamos sentirnos culpables por alentar a otras personas a que tengan cuidado con sus acciones, por muy triviales que estas les parezcan. El pelo de Solange es un buen ejemplo. Su disco me ha ayudado a aprender sobre mí mismo y a hacerme preguntas que antes no me habría hecho.
«El disco de Solange me ha ayudado a aprender sobre mí mismo y a hacerme preguntas que antes no me habría hecho»
Actuaste con Solange en Saturday Night Live hace poco. ¿Cómo recuerdas la experiencia?
Fue menos estresante de lo que esperaba. Me abrumó un poco el montaje de la actuación, no me hizo sentirme cómodo, e hice un poco de coreografía, que se me da fatal, pero fue divertido. Saturday Night Live tiene una visión muy potente y fue un placer ver cómo funciona desde dentro.
‘Process’ se ha hecho esperar. ¿Era importante para ti que tu debut reflejara el disco que querías hacer al cien por cien?
No era importante. Hace un par de años me encontraba en un punto de mi vida en que no me parecía que estuviera produciendo música que valiera la pena. Tampoco me veía listo emocionalmente para publicar esta música en un disco y salir yo al mundo, con todo lo que eso conlleva, como que se te critique, hacer entrevistas y actuaciones… ‘Process’ no refleja toda mi vida hasta el momento sino que es un documento de esos dos años, un documento de que lo he conseguido.
¿Te sientes algo distante de tu propio disco ahora que lo has terminado y te encuentras en otro punto de tu vida?
Sí, siempre existe cierta desconexión con un disco después de hacerlo. Cuando lo terminas, cuando viertes tantos sentimientos en un disco, te deshaces de ellos y pasas a otra cosa. Así que hay desconexión pero yo trato de volver a conectar.
«Hace un par de años no me sentía listo para publicar un disco, con todo lo que eso conlleva, como que se te critique, hacer entrevistas y actuaciones: ‘Process’ es un documento de esos años»
Has trabajado en ‘Process’ con Rodaidh McDonald, productor de The xx y Låpsley, entre otros. ¿Qué ha aportado Rodaidh al álbum?
Rodaidh ha sido importante para dar forma al disco. En el estudio no impuso su estética de producción y dejó que mi paleta sonora brillara. Me ayudó a enfocar el álbum hacia una dirección y me dio confianza en mi voz, para que esta sonara más alta en la mezcla y para cantar de manera más directa. Rodaidh hace muy buenos arreglos. Además, a veces cuatro oídos son mejores que dos para identificar lo que funciona y lo que no en un disco. Para mí fue un piloto emocional durante la creación del álbum.
Es curioso lo que dices de que Rodaidh fue un «piloto emocional» para ti porque ‘Process’ te conecta con la «sensación de memoria» que te producen recuerdos como el fallecimiento de tu madre, que ha inspirado el disco. ¿Ha sido difícil escribir un disco tan honesto?
Fue difícil terminar el disco pero no así llegar a su núcleo emocional porque ocurrió de manera natural, no fue algo que yo planeara. Naturalmente esta experiencia ha impregnado el disco, tanto en la composición musical como en las letras, y fue una experiencia catártica en el sentido de que me ayudó a expresar emociones que reprimía antes de que muriera mi madre. Me gusta tener esta música como documento de esto porque una de las cosas que más me duelen en el mundo es la pérdida de la memoria. ‘Process’ es un documento emocional de estos sentimientos, por muy duros que sean.
«La muerte de mi madre fue una experiencia catártica, me ayudó a expresar emociones que antes reprimía»
‘Blood on Me’ expresa un sentimiento de urgencia y nerviosismo. En ella eres perseguido por alguien o algo. ¿Qué aspectos de la canción definen tu disco?
Más que nada la sensación de ser más valiente. El disco no es tan potente y amenazador como ‘Blood Me’ pero comparte características con la canción en el sentido de que me he esforzado más que nunca para dar lo mejor de mí en producción y letras. Además, el lenguaje armónico de ‘Blood on Me’ es similar al de otras canciones del disco, como ‘Kora Sings’. Ambas guardan una relación musical en términos de notación, además de personal en cuanto al momento de mi vida en me encontraba cuando las escribí.
Me gusta mucho ‘Kora Sings’, que, por supuesto, contiene una kora, que es un instrumento del oeste de África. ¿Cómo descubre este instrumento y por qué le dedicas una canción en ‘Process’?
De pequeño mi madre solía poner mucho a una cantante de Mali, Oumou Sangaré. Por ella me empecé a interesar en instrumentos del oeste africano, me topé con la kora y me encantó. Además, que haya una kora en el disco puede servir para darla a conocer a gente que piense que ‘Kora Sings’ va sobre una persona llamada Kora.
«No tengo ni idea de qué ve la gente en mí la mayoría del tiempo: supongo que les atrae mi pasión por la música»
Los arreglos de algunas de tus canciones me recuerdan al estilo «wonky» de músicos como Hudson Mohawke o Rustie y tú mismo eres amigo de y has colaborado con SBKTRT. ¿Todavía te identificas con la escena electrónica británica?
Al cien por cien. Escucho música electrónica todo el tiempo. Y estos artistas que mencionan escuchan otros tipos de música como soul. Es una relación circular. Ambos mundos se inspiran mutuamente.
También has tocado en ‘Endless’ de Frank Ocean, concretamente en ‘Alabama’. ¿Qué necesitaba Ocean exactamente de ti para esta canción?
Frank quería atar los cabos de su disco, ‘Endless’. Iba un poco tarde con el tema de averiguar cómo hacer del álbum una pieza continua, un todo. Conocí a Frank un año antes, cuando él trabajaba con otra persona de Young Turks, y charlamos un rato. Al final terminé volando a Nueva York y trabajando con él un par de días.
¿Qué buscan exactamente Kanye, Drake, Frank Ocean y Solange en tu música? ¿Qué crees que les atrae de tu talento?
No tengo ni idea, si te digo la verdad. No sé qué ve la gente en mí la mayoría del tiempo. Supongo que les atrae mi pasión y mi amor por la música, que es genuino.
«Nada que justificar, lo peor es lo mejor y lo mejor es lo peor», dice una de las frases de ‘Lo peor es lo mejor’, una de las nuevas canciones de Fangoria. «La censura está aquí, se presenta para defender los prejuicios que te volverán correcto e hipócrita», anuncia otra. Son Alaska y Nacho volviendo a armar un muro, como han hecho en tantas letras de su carrera, que no consienta el filtro de la crítica, del qué dirán, y que asiente aún más los cimientos de sus patrones estéticos. Al margen de modas, el dúo ha logrado triunfar en la última década, creando un estilo propio entre la electrónica rudimentaria y el show de variedades, que ha dejado satisfechos a miles de fans fatales.
¿Merece la pena «criticar por criticar» sus últimos pasos cuando sus letras (y sus entrevistas) hablan claramente de cuánto les resbala todo? El simple hecho de plantear este tipo de letras autoafirmativas a los 55 y 60 años es digno de análisis. Sobre todo porque suelen venir acompañadas de un reverso de debilidad. Lo mismo pasaba en el último disco de la coetánea Madonna (Olvido es menor, Nacho un pelín mayor), sobre la que tanto han hablado en estos 30 años para bien, para mal y para regular: que alternaba números autofirmativos como ‘Bitch, I’m Madonna’ con otros completamente vulnerables «estoy acabada» y «las críticas me duelen», como ‘Wash All Over Me’ y ‘Joan of Arc’.
En ‘Miscelánea de canciones para robótica avanzada’, que aparte de en reedición de ‘Canciones para robots románticos‘ se edita en un vinilo por separado, no encontramos canciones significativas como estas tres, ni tan divertidas ni tan dolientes, pero el espíritu es muy parecido. La «vulnerable» es ‘El día a día de mi psicopatía’, un drama pese a lo cómico de la rima, en el que, como en el caso de ‘Lo peor es lo mejor’, aparece como artista invitada la máquina, aportando dobles sentidos (ese «nos están programando»). Sin embargo, está claro que Alaska es aquí menos fuerte ahogada en «el comentario cruel que no se me olvidó y sigo buscando», atada a «la medicación que [le] están recetando» y a ese estribillo «Déjame buscar donde no hay / La realidad no es la verdad aquí», que acompañado del título sólo puede ser un delirio. El mismo de ‘La pastilla roja’ treinta años después.
Quizá Fangoria manejen personajes o incluso parodias o sátiras en estas canciones, pero por esa vía sus nuevas composiciones sonarían aún más impersonales, menos carismáticas, menos interesantes. Porque en lo musical, ‘Espectacular‘ es la composición más forzada que hemos escuchado a Guille Milkyway y ‘¿Qué quiere usted de mí?’ parece un conjunto de ideas de Chico y Chica (‘Chantaja’, ‘Coméntele a ella’) al que se le han extirpado la ironía y la acidez. Ninguna tiene entidad suficiente para aparecer en un futuro en un popurrí temático sobre lo que sea como el que han armado en ‘Canciones que hablan sobre bailar’, tirando de su propia ‘Bailando’ -versión Pegamoides, no Fangoria-, la de Paradisio y una versión industrial de ‘Toro’ de los indies El Columpio Asesino seguida de ‘Yo quiero bailar’ de Sonia y Selena. Bravo por ese momentazo aunque la sorpresa es la recuperación de ‘Estoy bailando’ de las hermanas Goggi. Temazo.
Pese al momento mixtape y a su desarrollo amateur, confirmado en un mash-up de ‘Disco Sally’ y ‘Fiesta en el infierno’ que jamás debió salir de Soundcloud, Fangoria vuelven a dar que hablar. Y aquí el crítico se muestra también vulnerable en sus contradicciones. Las de seguir más que atento a sus pasos por si les sale un disco con 10 canciones tan buenas como ‘Geometría polisentimental’ o ‘Fiesta en el infierno’ que parece que no va a llegar, pero el reconocimiento de que hay que dar las gracias por que el grupo no ceda a la tendencia (imaginad unos Fangoria jugando antes con el dubstep, luego con el trap y el tropical house) y se mantenga fiel a su micromundo, un sonido que no es el que gastaban hace 10, 20 ni 30 años y parece suyo de toda la vida. Sus admirados Pet Shop Boys hacen mejores canciones y discos, pero, la verdad, no han sabido renovarse así.
Calificación: 5/10 Lo mejor: ‘El día a día de mi psicopatía’, la reivindicación de ‘Estoy bailando’ Te gustará si: eres de los que pagan 60 euros por un CD de Fangoria con Lemon^Fly Escúchalo: Spotify
El nuevo disco homónimo de Dirty Projectors era uno de los lanzamientos musicales destacados de la semana pasada. Que el disco no lleve título es significativo de que Dave Longstreth lo presenta como un punto de inflexión en su carrera, un renacer. Para entenderlo en profundidad, indagamos en 8 discos que le pueden haber influido.
Sampha / Process
Une a Dave Longstreth y Sampha Sissay haber colaborado en el último disco de Solange, ‘A Seat at the Table’. Pero ni ‘Process’ ni ‘Dirty Projectors’ tienen mucho que ver con el disco de Knowles y sí mucho entre ellos, pues ambos abogan por un soul de letras honestas -a veces incluso demasiado- y producción digital futurista, llena de matices y relieves, que sitúan sus discos claramente en 2017. El de Knowles es más orgánico y clásico.
Justin Timberlake / Futuresex/Lovesounds
Que Dave Longstreth es capaz de escribir clásicos de R&B lo sabíamos desde que escuchamos la maravillosa ‘Stillness is the Move’; lo que no esperábamos es que su reconocido amor por Justin Timberlake y Beyoncé se fuera a materializar en un disco de manera tan clara como lo hace aquí. ‘Death Spiral’, ‘Work Together’ y ‘Winner Take Nothing’ son demasiado rocambolescas como para sonar en radio, pero esencialmente podrían haber aparecido en ‘Futuresex/Lovesounds’ sin haber hecho mucho ruido entre hits tipo ‘Sexyback’ o ‘My Love’. Por cierto, Jimmy Douglass, que mezcló el clásico de Timberlake y otros trabajos de Timbaland, mezcla aquí la pista 4, ‘Work Together’.
Björk / Vulnicura
Al margen de su sonido, ‘Dirty Projectors’ es claramente un disco de ruptura en el que Longstreth recuerda en sus letras, mayormente angustiado, por ejemplo en ‘Keep Your Name’ o ‘Work Together’, el fin de su relación con Amber Coffman, ex integrante de Dirty Projectors. Ella celebra su soledad en ‘All By Myself’ pero Longstreth ha colaborado en su disco, conque mal no deben haber acabado. ¿Otro disco de ruptura? ‘Vulnicura’ de Björk, ejemplo también de su propio tipo de soul moderno. Por cierto, ¿alguien recuerda el disco que Dirty Projectors y Björk publicaron en conjunto?
Dawn Richard / Redemption
Dawn Richard es la cantante invitada en ‘Cool Your Heart’: Dave no la ha invitado a la peor canción de su disco precisamente, sino probablemente a la mejor, y Richard es una suma magnífica a su composición, que es co-autoría de Solange. Si ‘Cool Your Heart’ sirve de vehículo para que alguien conozca de casualidad el interesante trabajo de Richard, que practica un R&B de sonoridades avanzadas, muy experimental, que resuena en varios puntos de ‘Dirty Projectors’, sobre todo en los más intensos, bienvenido sea.
Talking Heads / Remain in Light
Para entender la influencia africana de ‘Dirty Projectors’ en canciones como ‘Up in Hudson’ o ‘Cool Your Heart’ no hace falta remontarse a ‘Graceland’ de Paul Simon. De hecho, si Dave Longstreth hubiera estado activo durante los 70 y 80 probablemente se llamaría David Byrne, su grupo Talking Heads y el disco que presenta este año ‘Remain in Light’, como el disco de Longstreth, un artefacto de pop en modo «horror vacui» donde el grupo experimentaba con ritmos programados en bucle, polirritmos africanos y sintetizadores de una manera muy parecida a lo que hace Longstreth actualmente.
Dirty Projectors / The Getty Address
Aunque Dirty Projectors como grupo se hizo famoso en 2009 tras la publicación de ‘Bitte Orca’, el nuevo disco de Dave Longstreth tiene más puntos en común con su disco de 2005, ‘The Getty Address’: quizás las melodías sean menos memorables, pero la laboriosa composición y producción artesanal de este disco que Longstreth hizo solo en su habitación, la tremenda riqueza de texturas sonoras que maneja, su sensibilidad R&B, su belleza melódica clásica combinada con feísmo se ha traslado también a ‘Dirty Projectors’. De alguna manera, canciones como ‘I Will Truck’ o ‘Tour Along the Potomac’ podrían haber sido reinterpretados aquí sin problema.
Bon Iver / 22, A Million
La moda del autotune, el Prismizer u otras herramientas de distorsión vocal en trabajos recientes de Kanye West, Frank Ocean, Bon Iver o Chance the Rapper ha impregnado también el nuevo trabajo de Dirty Projectors. ‘Ascent Through Clouds’ es el ejemplo más claro, pero ‘Keep Your Name’ y ‘Work Together’ también presentan voces distorsionadas en contraste con la emotividad de sus arreglos tanto orgánicos como electrónicos, lo cual recuerda al último trabajo de Bon Iver, que también contenía ideas sonoras futuristas, aunque desde luego nada tan bailable como ‘Death Spiral’.
Vampire Weekend / Contra
Más allá de Talking Heads ha habido decenas y decenas de grupos de «indie rock» que han hecho canciones muy pop, con arreglos electrónicos, influenciadas a su vez por ‘Graceland’ de Paul Simon. Uno de ellos le queda muy de cerca a Dave Longstreth porque también es de Nueva York: hablamos de Vampire Weekend. ‘Contra’, su segundo disco, era mucho menos urgente que su primer disco y, por supuesto, muchísimo menos esquizofrénico que el disco de Dirty Projectors, pero contiene una frescura y creatividad que los fans de lo nuevo de Longstreth apreciarán seguro.
Este fin de semana, The Huffington Post ha publicado un artículo sobre Feist que recoge declaraciones exclusivas de la cantante canadiense sobre su nuevo proyecto solidario en Malawi. La autora de ‘The Limit to Your Love’ busca reunir 6.000 mochilas para que niños del distrito de Zomba con VIH puedan guardar en ellas su medicación, que pierden con frecuencia.
Pero lo mejor del artículo en cuestión es que recuerda que Feist no saca disco desde 2011, cuando publicó el notable ‘Metals’, y en un párrafo cuela, deja caer, «desliza» que se diría en inglés, la fecha de publicación de su próximo trabajo como si nada, como si no hubiera habido silencio absoluto respecto al mismo en estos últimos años. Solo se comparte un mes, abril, que es poco más del mes que viene. Y así, después de seis años sin material nuevo de Feist, la autora de ‘1234’ vuelve con nuevo disco sin avisar… y con algo más.
The Huffington Post aprovecha además no para anunciar, sino para recordar, que ya se sabía, que Feist ha hecho coros en el nuevo trabajo de Broken Social Scene, el grupo que la dio a conocer y que no edita álbum desde 2010, cuando salió ‘Forgiveness Rock Record’. Excelentes noticias, pues, para los fans de Feist, que disfrutarán de su talento por partida doble en 2017. Solo falta que el disco se anuncie oficialmente, para lo que no puede faltar mucho.
Esta noche en Nueva Zelanda se ha emitido un nuevo anuncio de Lorde que culmina con una fecha, 3 de marzo de 2017, esto es, este viernes. El anuncio presenta a la autora de ‘Royals’ en el asiento trasero de un coche picando y vestida para una ocasión especial. ¿A dónde se dirige Lorde? ¿A ‘Saturday Night Live’, donde actúa el 11 de marzo?
De manera notable, el anuncio contiene un trozo de lo que podría ser el nuevo single de la estrella kiwi, que consiste en una melodía de piano y un ritmo bailable en el estilo de… Coldplay. ¿Se viene Lorde con un single de pop influido por house después de haberse hecho un nombre con un estilo más bien tenebroso y minimalista en la línea de Purity Ring y Lana Del Rey? ¿Será 2017 el año en que Lorde haga ¿¿¿bailar??? a su público?
Lorde cumplía 20 años el pasado mes de noviembre, ocasión que aprovechaba para publicar una emotiva carta en las redes sociales sobre lo que ha sido su vida desde su salto a la fama. Anteriormente a eso, la cantante tenía el detalle de contestar por Instagram a un fan preocupado por la demora de su disco. «Soy una artista, escribo un disco cuando tengo historias lo suficientemente interesantes que contar, y es todo mío, cada melodía, cada letra, no es un equipo que haya encendido una máquina cada 18 meses como se enciende un reloj», explicaba.
Claramente no queda nada para que lo nuevo de Lorde llegue al mundo. Su nuevo single será lo primero que escuchemos de ella desde ‘Magnets’, su colaboración con Disclosure de 2016, y la excelente ‘Yellow Flicker Beat’, su excelente single para la banda sonora de ‘Los juegos del hambre: Sinsajo’. Han pasado cuatro años desde su exitoso álbum debut, ‘Pure Heroine‘, conque Lorde, más te vale que esto sea bueno…
Lorde ha publicado el anuncio en una nueva página web llamada «I am waiting for it». En la pestaña de la página puede leerse una palabra oculta, «M*******A».
Han pasado siete años desde que Jonna Lee y Claes Björklund fascinaran a medios y público por igual gracias a su proyecto audiosivusal iamamiwhoami, que fue un fenómeno viral durante 2010 gracias a sus videoclips codificados en las que la identidad de su protagonista (ella) tardó en desvelarse y que contenían una estética visual potente y enigmática conectada a la naturaleza nórdica, además de un estilo musical de electropop gélido similar al de Fever Ray que ha conseguido formar una base de fans de culto.
iamamiwhoami ha publicado tres discos desde entonces, ‘bounty’, ‘kin’ y ‘blue’, pero el proyecto parece haber llegado ya a su fin. Es lo que se desprende de su página web, que anuncia un nuevo single de Jonna Lee sola, ‘Samaritan’, para algún momento de este año. Ahora se hace llamar ionnalee.
‘Samaritan’ ya puede comprarse por anticipado en la web de Lee y es una colaboración de la sueca con la marca de ropa Comme des Garçons, lo que explica que la canción se venda en la web a 1 euro: la marca financia el proyecto, Lee promociona la marca y los fans no tienen que gastarse ni para un café para comprar el single. Lo que hacen las marcas, ¿verdad, Rihanna?
Curiosamente se anuncia este single como el de debut de Lee fuera de iamamiwhoami, pero Lee es autora de dos discos en solitario anteriores al proyecto que la hizo famosa, ’10 Pieces, 10 Bruises’, y ‘This Is Jonna Lee’, por su estilo folk-pop muy alejados a lo que Lee ha terminado haciendo. ¿Será que los repudia? Ahí en Spotify siguen…
Ariana Grande al fin ha estrenado el clip oficial de ‘Everyday’, el cuarto single de ‘Dangerous Woman’, tema en el que colabora el rapero Future que acaba de publicar dos discos de manera casi simultánea. Aunque por el momento la canción no está siendo tan exitosa como ‘Side to Side’, que aún se mantiene en listas muy por encima de esta, quizá este vídeo la ayude un poco a ascender.
Porque esta pieza, dirigida por Chris Marrs Piliero (ya trabajó para Grande en ‘Break Free’, y en su currículo figura también ‘I Wanna Go’ de Britney Spears), resulta bastante divertida. Muestra a Ariana cantando su canción en escenarios cotidianos en los que, nada casualmente, aparecen parejas de lo más variopinto enrrollándose con enorme pasión, dándose “esa buena mierda” a la que alude la letra de la canción. Parejas de toda condición sexual, edad y raza que se enrollan a lo bestia donde sea y delante de quien sea.
Ariana se encuentra en pleno ‘Dangerous Woman Tour’, una gira que tendrá parada en nuestro país el próximo mes de junio. En ella presenta un disco que con una estrategia atípica, la de ir pasito a pasito, ha convertido su último álbum en un éxito rotundo. Siguiendo en contra de la dictadura habitual del mercado, parece que Grande no se tomará un respiro cuando termine, sino que es más que probable que publique un nuevo disco en los próximos meses. La tendremos, pues, hasta en la sopa ahora que está a punto de estrenarse ‘La bella y la bestia’, versión con actores reales del célebre film Disney en el que ella interpreta con John Legend el tema principal, una revisión del que originalmente grabó Celine Dion.
Si hubiera una liga de discos pequeños-pero-prodigiosos, los de Renaldo & Clara tendrían bastantes números para ser los campeones de la categoría. Su anterior obra, ‘Fruits del teu bosc’, ya fue un álbum minúsculo pero precioso y repiten fórmula en ‘Els afores’: vuelve a durar 24 minutos, pero esta vez contiene diez canciones que no alcanzan los tres minutos; la voz (y el acento) de Clara Viñals sigue siendo la gran seña de identidad de Renaldo & Clara: aniñada y dulce, pero con un toque malicioso cuando es necesario. Eso y su construcción musical límpida, anclada en cierto pop británico de los ochenta, el Donosti sound y algo de folk, abrillantada por el sol mediterráneo de Julio Bustamante. De nuevo, una producción diáfana, de arreglos precisos e instrumentación primorosa (Víctor Ayuso vuelve a estar a cargo de la grabación). ¿Alguna diferencia entonces? Sí. Que ‘Els afores’ es todavía mejor. Viñals ha depurado su fórmula de pop delicado; ha desalojado parte de la melancolía y ha ganado en ímpetu, pero manteniendo intacta la frescura. El resultado son unas canciones palpitantes y vivaces, como pequeños animales silvestres.
Todos estas virtudes las resume ‘Fent amics’, el fabuloso primer single. Una joya de pop vivaracho, soleado y algo sixties, de estribillo sencillo y cautivador, en que destacan unos teclados locuelos que replican a Clara, mientras el resto de instrumentos suena como si también estuvieran invitado a la fiesta. Pero lo bueno del asunto es que ‘Fent amics’ no es el mejor tema del disco; el honor se lo disputan entre varios. Empezando por ‘Els afores’, en que una letra aparentemente banal sobre circular con el coche por las afueras, saltándose las normas de circulación entre carreteras desiertas, semáforos inútiles y descampados, se convierte en una vibrante gema salpicada de pequeños reproches envenenados. O ‘Sense voler’, una melodía memorable de pop sofisticado de los ochenta construida a base de juegos entre la línea de bajo, los leves sintetizadores y los coros. O ‘Fins un altre un dia’, cuyo enérgico estribillo remite a los mejores Belle & Sebastian. También cautiva la pereza estival de ‘Uns graus més’, la melancolía con poso soleado de ‘Els secrets’ o ‘Instruccions’, que es casi Bossa Nova rematada por un saxo soul…
Definitivamente, Viñals se ha convertido en una de las mejores compositoras de pop no de Cataluña, sino de toda España. Lo único que frena un poco mi entusiasmo por su disco es que se acaba demasiado pronto. Pero a buen entendedor, pocas canciones (y cortas, y preciosas) le bastan. Cuando ‘Els afores’ se termina, pues, simplemente hay que volver a darle al play.
Calificación: 8/10 Lo mejor: ‘Fent amics’, ‘Els afores’, ‘Uns graus més’, ‘Sense voler’ Te gustará si te gusta: El petit de cal Eril, Le Mans, Joan Miquel Oliver Escúchalo: Spotify
Eclipsada por la ceremonia de los Oscar 2017, precisamente, se producía la triste noticia del fallecimiento del actor Bill Paxton, a los 61 años. Al parecer, el actor fue sometido a una intervención quirúrgica de la que se derivaron una serie de complicaciones que han derivado en su muerte. Aunque su nombre no haya estado en la primera línea del cine en la última década, lo cierto es que el rostro de Paxton era muy frecuente como secundario e incluso como protagonista en numerosos filmes de los 80 y los 90.
En los primeros 80, Paxton daba sus primeros pasos en la interpretación figurando en un clip de Pat Benatar. Él mismo militaba en un grupo llamado Martini Ranch, y rodando un clip para ellos fue como James Cameron y él se conocieron y trabaron amistad, convirtiéndose más tarde en un actor fetiche para el director: contó con él en ‘Terminator’, ‘Mentiras arriesgadas’, ‘Aliens’ o ‘Titanic’, propiciando su entrada en la historia del cine como uno de los grandes scundarios del Hollywood contemporáneo.
Pero, al margen de sus trabajos para Cameron, Paxton también intervino en películas tan exitosas como ‘Calles de fuego’, ’Una chica explosiva’ (‘Weird Science’), ‘Depredador 2’, ‘Commando’, ’Twister’, ‘Apollo 13’, ‘Tombstone’ o ‘Límite vertical’. En la pasada década destacó en televisión al frente del reparto de la serie ‘Big Love’, por la que optó en tres ocasiones al Globo de Oro al mejor actor. Su último trabajo ha sido el de narrador en la adaptación con actores reales de ‘La Bella y la Bestia’, que se estrena en pocas semanas.
Tras ese giro de guión magistral con el que culminó la gala de los Oscar 2017, el error garrafal que hizo creer que la Mejor Película era ‘La La Land‘ cuando en realidad era ‘Moonlight‘ ya ha dado la vuelta al mundo cinco o seis veces, ha capitalizado la atención de estos premios y los memes se han cebado con el asunto. Sin embargo, nada hacía sospechar que aguardaba un vuelco final tan épico, y la ceremonia transcurría apacible hasta entonces. Repasemos en memes, cuán aburrida estaba siendo…
Y eso que Jimmy Kimmel dio ya alguna pista de que quizá la noche no iba a ser tan previsible como parecía, lanzando chuches desde los «cielos» en paracaídas, provocando la risa del respetable, alguna pérdida de papeles reclamando compartir las galletas, y el casi-aplauso de Nicole Kidman y sus descomunales manos. El presentador, además, se obcecó en trolear a Matt Damon, ¡incluso cuando estaba presentando un premio! Pero ni siquiera eso logró que todo fuera tan apacible que la propia esposa de John Legend, Chrissy Teigen, se echara un sueñecico en el patio de butacas.
En cualquier caso, el drama se ceñía sobre ‘La La Land’ tras perder varias categorías técnicas y la victoria de Casey Affleck sobre Ryan Gosling parecía un mal presagio, aunque luego Emma Stone y Damien Chazelle parecían dar la vuelta a la tortilla y cumplir con las previsiones. Sin embargo, llegó esa pirueta final del destino, con Warren Beatty y Faye Dunaway haciendo el papelón. Beatty ya intuía que algo no iba bien y le soltó la patata caliente a su compañera. A partir de ahí, drama, drama y más drama, leyendo en los labios de Emma Stone un ya célebre «Oh, my God!», recordando al célebre patinazo del presentador Steve Harvey en aquella gala de Miss Universo 2015, aludiendo al guión de la propia ‘La La Land’, y con M. Night-Shamalan atribuyéndose, genialmente, el plot-twist.
La polémica por la victoria de Manel Navarro en la final del concurso Objetivo Eurovisión sigue dando que hablar. Tras una rueda de prensa que levantó aún más suspicacias, RTVE ha buscado zanjar el asunto con un comunicado en el que da respuesta a una queja firmada por 600 personas y trasladada a través del Defensor del Espectador del ente público, Ángel Nogal. Básicamente, justifican que el jurado tenía el voto de calidad asignado previamente y que no hay reclamación posible. Por tanto, Manel Navarro y su ‘Do It For Your Lover’ seguirán siendo representantes oficial es de nuestro país en Eurovisión 2017. Este es el comunicado íntegro.
«Todo el proceso de elección del candidato a Eurovisión se ha realizado de acuerdo a las normas establecidas por la Unión Europea de Radio y Televisión, organizadora del festival. Todos los candidatos, 405, fueron informados y aceptaron las normas establecidas que se hicieron públicas con anterioridad al inicio de cada fase del proceso.
Además del candidato elegido a través del EuroCasting, TVE hizo un proceso de selección de otros cinco candidatos buscando entre cantantes y artistas con una carrera profesional ya iniciada. En su mayoría, estos cantantes habían participado en talent shows de TV o habían aparecido en otros programas.
El jurado de Objetivo Eurovisión 2017 estaba formado por tres reconocidos profesionales con criterio independiente, representantes de emisoras de radio de tres de los mayores grupos de comunicación de nuestro país: Prisa (Los 40 Principales), Atresmedia (Europa FM) y RTVE (Radio 3).
Por evidentes razones profesionales, los presentadores de radios musicales sueleen tener contacto con los artistas, cantantes y productores musicales. El jurado votó en primer lugar, sin conocer el voto del público. Cuando ejercieron “el voto de calidad” del desempate, ninguno de los tres modificó su primera votación.
Que el voto del jurado sea decisivo no es algo extraordinario. El año pasado, en la elección de Barei, los jurados nacional e internacional acumularon el 60% de representatividad y el público tan sólo el 40%. Este año el peso del público se incrementó al 50%, por lo que el llamado “voto de calidad” se asignó al jurado, práctica muy habitual en otros países.
Todo el proceso de televoto de la gala de Objetivo Eurovisión, como el Eurocasting, contó con la presencia de un notario.
TVE lamenta profundamente los incidentes que empañaron la final del programa Objetivo Eurovisión y es consciente de que este comportamiento fue seguido por unos pocos y que la mayoría de los seguidores de Eurovisión apoyan el festival y al representante español.
TVE por supuesto recoge todos estos comentarios que contemplará en futuras ediciones siempre con intención de mejorar».
Javier Bilbao lleva varios años sonando desde diferentes proyectos de música urbana underground, a veces más rap, como Infinitum, a veces más R&B, como su alias en solitario One Path. Pero siempre con un punto de vista heterodoxo, con altas miras en cuanto a producción y que, además, quiere y sabe cantar, no solo rapear. Hasta ahora venía siendo un secundario en la escena, trabajando de manera discreta pero constante. Pero cuando terminaba 2016 lanzó ‘Siempre parriba‘, una nueva mixtape con vocación de álbum, en la que se mira sin rubor en sus referentes (Kanye West, James Blake, Drake) y que contiene temas como ‘My muma’, ‘Koala’ o ‘No quisiste’ que tendrían que estar siendo ya un exitazo. Hablamos con el nuevo artista de la escudería Jägermusic para que nos hable de su visión de la escena rap estatal, de su vocación como cantante, de su alianza con la escena canaria
Has aparecido en nuestra web tanto como por Infinitum como por One Path, pero es probable que aún no suenes a muchos de nuestros lectores. ¿Podrías hacernos un resumen de tu bio musical? ¿Cómo has llegado a donde estás?
Empiezo a hacer música hace diez años y pruebo de todo hasta que me siento cómodo trabajando con Geri en Infinitum. Hacemos un par de discos de rap más allá de lo que casi todos consideran como rap y, cuando Geri decide que no quiere dedicarse profesionalmente a la música, me centro en mi proyecto en solitario como One Path, con una sonoridad más R&B, pero igualmente basado en el rap y la música contemporánea. Desde 2014 hasta ahora he estado haciendo música y vídeos sin parar, que he ido subiendo a internet y recopilando en varios discos que están en todas las plataformas digitales.
¿Para ti cuál es el gran paso artístico entre ‘Mi viejo choso’, tu primera mixtape como One Path, y ‘Siempre Parriba’, la más reciente? ¿Qué te gustaría que no pasara desapercibido?
Más allá de la evolución natural (y en parte no consciente) como artista, la mayor diferencia entre ambas es la cohesión que tiene la segunda. Mientras que en ‘Mi viejo choso‘ reúno temas hechos en 3 años distintos, los temas de ‘Siempre parriba’ se hicieron en un periodo de tan solo 6 meses, de modo que son menos variables en cuanto a sonido y planteamiento. Tras varios años de cambios, ahora estoy en una dinámica de trabajo en la que me siento cómodo y consigo crear de una manera en la que me siento más realizado y a la vez estoy públicamente en constante movimiento.
¿Cómo conociste a los Broke Niños Make Pesos y cómo surgió la idea de colaborar con ellos? ¿Qué crees que te han aportado ellos artísticamente, y al revés?
Nos conocimos hace años por internet cuando todos estábamos aún con nuestros proyectos anteriores. El punto de unión fue la afinidad musical respecto a lo que se hacía y las sonoridades que nos influían. Desde aquella época, hemos estado cerca casi todo el tiempo, colaborando a veces a la sombra y otras públicamente. La evolución de ambas partes ha sido distinta, pero considero que hemos tenido casi siempre puntos de apoyo comunes.
«[El término trap] se usa como un simple término de marketing»
Puede que haya quien caiga en la tentación de situarte en la escena trap, quizá por metodología de trabajo y generación, pero lo tuyo va por otro lado, ¿verdad? ¿Te molestaría caer en ese saco? Por otra parte, quizá te beneficiaría comercialmente, ¿no?
El conflicto principal con el uso de este término es la gran diferencia entre su origen (desde los 90s, el rap de Atlanta centrado en el conflicto del tráfico de drogas) y su sentido más habitual en la actualidad (asociado al nuevo sonido del rap y la música urbana, pero desligado de su origen en la mayor parte de los casos). Yo no suelo utilizar esta etiqueta para referirme a mi música, pero entendiendo que se usa como un simple término de marketing, tampoco me molesta especialmente que otros lo usen.
La gran diferencia, además de que te curras tus propias producciones y las cuidas mucho, es que para ti lo melódico es muy importante. ¿Es irrenunciable cantar para One Path? ¿Descartas rapear más?
Por lo general, cada canción la trato de forma distinta, según lo que en ese momento me salga, así que no suelo tener ningún planteamiento de base. En cualquier caso, en los últimos tiempos, el rap internacional tiende a ser cada vez más melódico, así que supongo que es simplemente una tendencia que desarrollamos con naturalidad.
Tú cuentas, y además se nota, que tu trabajo se inspira más en el R&B contemporáneo de James Blake o en el rap de más altas miras, como Kanye West o Drake. ¿Te preocupa que se puedan perder esos referentes al cantar en castellano, que tu público no lo aprecie?
Para mí, toda creación tiene referencias, a veces más claras, otras más escondidas. Esta intertextualidad me parece vital en el arte de nuestra época, hasta el punto de lidiar en ocasiones con conflictos de copyright. En cualquier caso, las referencias no son necesariamente una parte necesaria para comprender el discurso. Están ahí para el que quiera hacer una lectura más profunda, pero, para mí, lo importante en primer lugar es que la música se pueda disfrutar, más allá de cuáles sean sus raíces.
Me llama la atención que tu música haya conectado muy bien con el particular estilo de la generación de músicos y raperos canarios que han irrumpido en los últimos tiempos, tanto BNMP como los Locoplaya (Bejo, Don Patricio…). ¿Cuál crees que es la clave que te hace conectar con una expresión musical tan particular?
Creo que esto parte de una tendencia creciente de música de ánimo más desenfadado y positivo, el deseo generalizado de una visión distinta del rap, más fresco y de naturaleza más amable. El estilo de vida de las Canarias quizá conecte más con este mood.
«Siempre me ha parecido importante el trabajo que han hecho C.Tangana y AGZ abriendo camino a nivel mediático»
Y del resto del panorama estatal actual, ¿con quién crees que conectas más? ¿Quizá con Agorazein? Leí que ‘LOVE’S’ era uno de tus discos de cabecera, y francamente se nota en tu trabajo.
No hay nadie que represente de forma exacta el concepto de música urbana que yo trato de desarrollar, pero sí hay unos cuantos artistas que me gustan. Siempre me ha parecido importante el trabajo que han hecho C.Tangana y AGZ abriendo camino a nivel mediático, como representantes de este nuevo movimiento. En ese sentido, aunque no todo lo que han hecho me ha gustado como público, sí que son una de mis bandas de referencia en España.
¿Qué te parece ‘Siempre‘? ¿Te han dicho ya que la portada de ‘Siempre parriba’ recuerda un poquitín al bodegón de su portada?
Pregunta sin miedo, es obvio que está hecho a propósito. En el disco hay algunas canciones, como ‘Tentación’, que me enganchan bastante. A nivel de concepto creo que es un buen disco y sobre todo, muy necesario. Parriba.
He leído que eres un fan del formato mixtape y que te gusta que tengan tantos temas como sea posible. ¿Por eso has incluido las versiones de Kanye, Desiigner…? ¿Te planteas lanzar un álbum convencional y físico, de 10-12 canciones, dejando solo la crema?
Me gustan de siempre las mixtapes, que suenan mejor y más frescas que un álbum. Vivimos en una época donde la espontaneidad en la música se premia y creo que esto es un ejemplo de ello. Me he planteado hacer un disco más convencional, pero últimamente desarrollo todo de un modo mucho más natural y no tan premeditado. Hacer un disco de este tipo implicaría cambiar muchas cosas de mi método de trabajo que ahora mismo no me interesa cambiar, así que simplemente voy fluyendo. En cualquier caso, no tengo intención de editar en físico.
«Empezamos a acostumbrarnos a que muchos artistas peten en muy poco tiempo, pero yo siempre he visto lo mío como una carrera de fondo»
Me sorprende muchísimo que temas tan chulos como ‘No quisiste’, ‘Koala’, ‘No paro’ (aunque sea un original de Indigo Jams), ‘La muma’, ‘El jugo’… no lo estén partiendo en visitas de Youtube al nivel de otras cosas del rap nacional que, para mí, están lejos en calidad y aspiraciones de tus temas. ¿No te da coraje? ¿Qué crees que puede faltarte para contar las visitas por millones, petar salas por todo el país y aparecer por todas partes?
Empezamos a acostumbrarnos a que muchos artistas peten en muy poco tiempo, pero yo siempre he visto lo mío como una carrera de fondo. Por supuesto que me gustaría que me fueran mejor las cosas, pero lo único que puedo hacer es seguir trabajando e intentando jugar mejor mis cartas. Creo en mí mismo, el resto ya llegará.
También acabas de anunciar un nuevo proyecto junto a Recycled J. Cuéntanos más sobre él, por favor.
‘Milagro’ es un EP de 7 canciones que saldrá a lo largo de este mes. Cuatro de las instrumentales son mías y las otras tres, de horror.vacui. No hay mucho más respecto a la concepción del disco, es tan solo una contraposición de los estilos vocales de los dos.
«Me gustaría hacer música más universal y que un público cada vez mayor pudiera acceder a mi mensaje»
Hace solo unos días has lanzado ‘Guinda’, un tema nuevo que supone un acercamiento al pop bastante explícito. ¿Te gustaría progresar más hacia un estilo más universal, no tan encuadrado en los códigos del rap?
Para mí el rap es el punto de partida desde el que surge mi música y en este sentido me siento cómodo teniéndolo como punto de apoyo constante, pero sí me gustaría hacer música más universal y que un público cada vez mayor pudiera acceder a mi mensaje, lo cual es en definitiva mi misión, transmitir ideas positivas a la gente.
¿Te pones alguna barrera a la hora de avanzar en tu estilo? ¿Tienes «líneas rojas»?
Con el tiempo, mis gustos y mis intereses han ido variando mucho y, de tal modo, lo que me veo capaz de hacer o intentar va cambiando cada año. Intento no juzgar ninguna música e ir evolucionando según lo hace mi oído, encontrando nuevos terrenos que explorar, no tanto como una apertura hacia lo pop, sino a lo que me llama la atención en un momento concreto.
El clip es, también, muy distinto a lo que has hecho hasta ahora, con una mayor producción y cierta coartada artística. ¿Hasta qué punto trabajas también en tu evolución a nivel estético y visual?
Como artista, trato de centrarme en lo sonoro, pero obviamente tengo ciertas nociones sobre lo que me representa estética y visualmente. Sin embargo, debido a mis limitaciones, me es imposible desarrollar esta concepción sin dejar de lado la música. Ahora que el audiovisual es el formato casi obligado para nosotros, conseguir producir contenido regularmente es un gran reto que debemos salvar colaborando con otra gente, de modo que lo visual es en gran parte aportación de otros y no mía, por lo que el crédito debe darse al equipo con el que trabajo.
¿Hay algo más que estés preparando en este momento? ¿Actuarás para apoyar ‘Siempre parriba’?
No hay ningún proyecto concreto en marcha, sigo creando todo lo que puedo e iré publicando cosas sobre a marcha. Sí me gustaría girar con mi nueva música, aunque de momento no tengo muchas fechas.
«¿Puede ‘Moonlight’ arrebatar el Oscar a ‘La La Land‘?», nos preguntábamos hace unos días, añadiendo una serie de razones. Lo que no sabíamos es que podía hacerlo de una manera tan sumamente literal: se anunció que la ganadora era ‘La La Land’, su equipo subió al escenario, pero se tuvo que rectificar porque la ganadora era ‘Moonlight’.
En los últimos momentos de la ceremonia que ha tenido lugar esta noche, Warren Beatty leyó la tarjeta equivocada, la que contenía el premio a mejor actriz para Emma Stone. Un realizador tuvo que avisar a los productores de ‘La La Land’ de que no eran los ganadores. Fred Berger dice: «por cierto, hemos perdido». Jordan Horowitz irrumpe en el escenario y muestra el sobre que debían haber leído Warren Beatty y Faye Dunaway después de que alguien aparezca en el escenario y se lo entregue. Se trata de resolver el error histórico entre los sobres con humor, pero el asunto ya no tenía mucha gracia, como podéis ver más abajo. Imágenes de la ceremonia muestran a Leonardo DiCaprio saliendo del escenario con el sobre de Mejor Actriz, pues él lo había entregado, por lo que se le está acusando de haber propiciado el error involuntariamente.
Queda para ‘La La Land’ el consuelo de haberse hecho con el premio a mejor director (Damien Chazelle), mejor actriz (Emma Stone, derrotando a Isabelle Huppert y Ruth Negga), mejor fotografía, mejor diseño de producción, mejor banda sonora (Micachu se quedaba sin premio) o mejor canción (‘City of Stars’, interpretada por John Legend, vídeo debajo). Quien no ha ganado el premio a mejor actor ha sido Ryan Gosling, pues el galardón ha sido para Casey Affleck por ‘Manchester frente al mar‘, cinta que también se ha hecho con el mejor guión original.
‘Moonlight’ por su parte tiene, además del merecidísimo premio a mejor película y el de mejor guión adaptado, el de mejor actor de reparto para Mahershala Ali. El mejor montaje y la mejor mezcla de sonido han sido para ‘Hasta el último hombre‘ de Mel Gibson mientras que ‘Escuadrón suicida’, ‘El libro de la selva’ y ‘La llegada’ también han arañado premios técnicos. ‘El viajante’ ha sido la mejor película de habla no inglesa y el mejor corto ‘Sing (Mindenki)’ derrotando al español ‘Timecode’.
La ceremonia contó con un monólogo de Jimmy Kimmel, ya disponible en Youtube, con una actuación de Justin Timberlake (ver más abajo), con la protesta anti-Trump de Gael García Bernal (también debajo) o el recuerdo de Carrie Fisher.
Beatriz Luengo le ha dado las gracias por el vídeo en Twitter, pero metiendo la pata. En su texto indica que Diplo ha producido «todo el último álbum de Justin Bieber» y no es cierto. Diplo únicamente coprodujo con Skrillex el tema ‘Where Are Ü Now?’ de ‘Purpose’, que es casi un bonus track en el disco, pues salió meses antes.
Posteriormente Diplo ha seguido colaborando con Beyoncé, por ejemplo en canciones de ‘Lemonade’ como ‘Hold Up’ y ‘All Night’. Antena 3 recuerda los días que Diplo puso en Instagram que para él era un sueño hecho realidad colaborar con Beyoncé y que de hecho hacía coros en ‘All Night’. «No sé por qué ha dejado mi voz ahí», indicaba el productor.
Seguimos sin fecha para el nuevo disco de Major Lazer que en principio estaba programado para finales de 2015. Lo que sí hemos conocido es un nuevo single en el que aparecen Nicki Minaj y PartyNextDoor. ‘Run Up’ es número 25 esta semana en las listas británicas después de haber llegado a ser top 20. En Estados Unidos llegó al puesto 66, pero ya no aparece en el Billboard Hot 100. En España la canción está gustando más y esta semana alcanza una nueva cima, el número 63.
No es la primera vez que un director cae en la tentación de hacer una secuela tardía de una de sus películas más emblemáticas. Ni tampoco es la primera vez que se la podría haber ahorrado. ‘La última película’ / ‘Texasville’, ‘Wall Street’ / ‘Wall Street: El dinero nunca duerme’, ‘Dos tontos muy tontos’ / ‘Dos tontos todavía más tontos’, ‘Independence Day’ / ‘Independence Day: Contraataque‘, o la reciente ‘La niña de tus ojos’ / ‘La reina de España’. La excepción podría ser la excepcional ‘El buscavidas’ y la notable ‘El color del dinero’, pero a lo mejor tuvo algo que ver que no las dirigiera la misma persona.
¿Cuáles son los pros y los contras de ‘T2: Trainspotting’?
Lo mejor de ‘T2: Trainspotting’
1. El gag del principio. Superar la vigorosa secuencia de apertura a ritmo de ‘Lust for Life’ del primer ‘Trainspotting’ era casi imposible. Por eso, la habilidad de Danny Boyle para darle una vuelta irónica, comenzando la secuela con Ewan McGregor corriendo… de otra manera, es digna de aplauso.
2. Tiene subidones. ‘T2: Trainspotting’ avanza con la fluidez de un tren de mercancías del siglo XIX. Sin embargo, entre tanto frenazo, tiempo muerto y acelerón, hay algunas paradas que merecen la pena: la presentación de los personajes, el emotivo final a modo de homenaje autorreferencial o la enérgica y muy significativa secuencia del reencuentro y posterior persecución de Renton por «Franco». Si en la primera Mark huía de su futuro, aquí lo hace de su pasado.
3. La banda sonora mola. Vale, no tiene ni de lejos la fuerza icónica y la importancia narrativa que tenía en el primer ‘Trainspotting’. Pero hay que reconocer que las canciones que suenan en esta secuela, tanto las de artistas modernos (Young Fathers, Wolf Alice) como de clásicos (Frankie Goes to Hollywood, Blondie, Queen, The Clash…), le van como la aguja a la vena al tono nostálgico que planea por toda la película.
Lo peor de ‘T2: Trainspotting’
1. Pero, ¿qué me estás contando? Reunir veinte años después a los carismáticos protagonistas de una película icónica siempre genera curiosidad y cierto morbo. Pero su impacto dramático es de corto alcance. Si después de conocer «qué fue de…» y del pertinente reencuentro, la película no ofrece mucho más que un constante guiño-guiño, codazo-codazo, uno acaba con la misma cara de interés por la trama que la que tiene Spud por la vida. ¿Chistes sobre Viagra? ¿De verdad?
2. Su estilo visual (des)gastado. Toda la fuerza y la coherencia estilística que hizo de ‘Trainspotting’ una experiencia visual inolvidable, se convierte en esta secuela en un popurrí formal más o menos llamativo, pero sin mucho sentido y algo anacrónico. La estrategia de Boyle parece clara: buscar constantemente la complicidad del espectador iniciado a base de intercalar rimas visuales con el film anterior.
3. «Elige… no repetirte». La famosa diatriba nihilista con la que se abría ‘Trainspotting’ es redefinida aquí de la peor forma posible: con una perorata forzadísima y a destiempo que, independientemente de que la suscribas o no, tiene el mismo efecto dramático que alguien hablando de política en una clase de yoga. No es el lugar ni el momento. 5,9.
Aunque ‘Los impunes’ (Richard Price) es más sólida, ‘Hermano de hielo’ (Alicia Kopf) más sorprendente y ‘Tú no eres como otras madres’ (Angelika Schrobsdorff) más conmovedora (cualquiera de las tres pueden encabezar esta lista), el debut literario de Emma Cline es la novela que más me ha cautivado de 2016, la que me volvería a leer ahora mismo si no tuviera una montaña de novedades en la mesa a punto de derrumbarse como un alud. Cline escribe con una precisión y un desparpajo admirables. Su estilo está cargado de expresividad y sensualidad. ‘Las chicas’ huele a sexo, a sangre, a marihuana, a ropa sudada y a basura descompuesta. La autora atrapa la atención del lector como si fuera Manson con sus acólitos, embaucándole a través de una cautivadora narración situada en dos espacios temporales: el pasado, el verano de 1969, y el presente. Utiliza dos voces femeninas, la de la narradora durante la adolescencia y cuando es una mujer madura. Y lo hace con gran eficacia, demostrando su enorme habilidad para meterse en la cabeza (está narrada en primera persona) de una chica de catorce años de los sesenta y en la de una mujer de sesenta del presente.
El título original del libro, ‘The Whites’, hace referencia, por un lado, a la gran ballena blanca Moby Dick y, por otro, a “los blancos”, aquellos criminales que no pudieron ser arponeados por la justicia y quedaron impunes. Y de eso trata esta excelente novela, de un grupo de policías neoyorquinos que una noche ven cómo uno de sus “impunes” es asesinado en el metro. Cualquier novelista se conformaría con tirar del hilo de este argumento. Price no. Price amplía el campo de batalla e introduce una trama paralela tan (in)tensa y absorbente como la principal. Cualquier novelista se conformaría con tricotar estas dos tramas sin que se le deshilachen. Price no. Price hace punto de cruz. Cada jornada laboral del policía protagonista es una crónica de sucesos diferente, un crudo relato del día a día (en este caso, noche a noche) de un policía en la ciudad de Nueva York. Cualquier novelista se conformaría con escribir una buena novela policíaca. Price no. Price ha escrito un novelón.
Lo más sorprendente de la primera novela de Alicia Kopf, ganadora del Premio Documenta 2015, es su riqueza metafórica. Kopf escribe con un picahielo. Va rompiendo capítulos hasta quitar toda la capa congelada que la recubre. La capacidad de la autora para exprimir narrativamente las posibilidades metafóricas del agua congelada es impresionante. El hielo le sirve para reflexionar sobre el arte y los artistas, hablar sobre las relaciones familiares y poner imágenes evocadoras y llenas de lirismo a sus sentimientos: “He puesto el pie sobre hielo muy fino. Primero he resbalado. Ahora me hundo”.
La alemana Angelika Schrobsdorff, quien se hizo famosa en los sesenta por novelas de alto contenido sexual para la época como ‘Die Herren’, narra en este “relato real” la vida de su madre, Else Schrobsdorff. Por medio de las cartas que dejó escritas, los testimonios de amigos y familiares, y sus propios recuerdos, la autora reconstruye la existencia de una “mujer apasionada”, como reza el subtítulo del libro, que vivió intensamente y sin prejuicios la bohemia del Berlín de entreguerras, se casó tres veces, tuvo un hijo con cada marido y, dado su origen judío, tuvo que huir de su amada ciudad cuando los nazis llegaron al poder.
Los relatos de Berlín son terapéuticos. Están situados en lugares sórdidos, tristes, dolorosos: hospitales, prisiones, lavanderías, centros de desintoxicación… Están protagonizados por alcohólicos, inadaptados, fracasados, enfermos… Y hablan de adicciones, de problemas de salud, económicos, sentimentales, de infancias tristes. Sin embargo, están envueltos en una extraña alegría, en una ternura tan paradójica como vivificante. Y muy divertidos. Berlin demuestra tener un sentido del humor admirable. Sus relatos están atravesados por una luminosa y fina ironía en la que no cabe el cinismo (en esto se diferencia de Raymond Carver, con quien ha sido comparada).
El gran Michel Faber (‘Bajo la piel‘, ‘Pétalo carmesí, flor blanca’) vuelve con una ambiciosa historia de ciencia ficción “realista” a medio camino entre Stanislaw Lem (‘Solaris’, ‘Ciberíada’) y Douglas Adams (‘Guía del autoestopista galáctico’). ‘El libro de las cosas nunca vistas’ (Anagrama) se puede leer de dos maneras: como la apasionante odisea espacial y lingüística de un misionero intentando llevar la palabra de Dios a los habitantes de un planeta que está siendo colonizado por una gran corporación terrestre, y como la dolorosa historia de amor, epistolar e interplanetaria, entre un hombre y una mujer separados por una distancia sideral.
Podríamos definir ‘Tan poca vida’ como un cruce entre ‘Instrumental’ de James Rhodes, las novelas de Tom Spanbauer y las de Donna Tartt. Del primero es casi como su versión en ficción. Resultan sorprendentes los paralelismos entre la vida de Rhodes y algunas experiencias que se relatan con enorme crudeza en este libro. Yanagihara articula su novela a través del dolor, tanto el físico como el emocional. Escribe con una cuchilla de afeitar: abre tajos en la trama, la desangra, la infecta, y luego intenta a duras penas cauterizarla.
La segunda novela de Jenny Offill narra, desde el punto de vista de la mujer protagonista, la vida de una pareja en 46 pequeños capítulos: desde que se conocieron en Nueva York y “especulaban” sobre cómo sería su futuro, hasta que se casaron, tuvieron un hijo y el futuro les atropelló. Y lo hace sin estridencias, sin dramas; con una precisión, una ternura y un lirismo conmovedores. Offill estructura su delicado y minimalista relato a base de fogonazos, de parpadeos elípticos a través de los cuales la narradora desliza una impresión, describe un sentimiento, transcribe una cita o susurra una reflexión.
El autor demuestra su enorme pericia para combinar lo particular y lo general, el retrato psicológico del atormentado niño (Lemaitre juega con maestría con el punto de vista, con su percepción de la realidad) y la pintura de toda una comunidad, de un pequeño pueblo francés cuya aparente tranquilidad se verá alterada por un suceso terrible. ‘Tres días y una vida’ es una novela que se lee en tres días (son poco más de 200 páginas) pero que permanece en el recuerdo, quizá no toda una vida, como le ocurre al protagonista, pero sí lo suficiente para esperar con ansias la siguiente obra de este autor.
Siguiendo a su compatriota Patrick Deville, y por supuesto, al pionero de la novela de no ficción (que además aparece como un personaje en el libro), Truman Capote, Beigbeder construye un sugestivo, mitómano y muy, muy ameno biopic sobre el autor de ‘El guardián entre el centeno’ y la que fue su amor de juventud, Oona O’Neill (luego esposa de Chaplin y fuente de inspiración para ‘Desayuno en Tiffanys’). El autor mezcla con gran pericia realidad y ficción, documentación y fabulación, para crear una emotiva argamasa dramática con la que rellenar los huecos de la historia de (des)amor entre estas dos celebrities del siglo XX.
Anoche se celebró la última semifinal nacional sueca, conocida como Melodifestivalen. Loreen, ganadora en 2012 con ‘Euphoria’, era una de las últimas 7 aspirantes y presentó un tema oscurete llamado ‘Statements’ con una sombría pero lucida puesta en escena, en su línea. La canción, cuya letra tiene algo más que una doble lectura política, se representó con una bandera blanca, si bien lo más llamativo fue el puntazo Sia / Maddie de toda la puesta en escena.
‘Statements’ comenzó con una niña haciendo el playback de la voz de Loreen, y terminó centrado en la vejez añadiendo más interpretaciones al tema. Con todo, Loreen no fue una de las dos clasificadas para la final, aunque tampoco fue de las eliminadas. ‘Statements’ irá a una repesca de la que podría lograr el pase definitivo, si bien, si ni siquiera ha ganado en una semifinal, bajan sus posibilidades.
Los clasificados fueron Jon Henrik Fjällgren feat. Aninia con la étnica ‘En värld full av strider (Vearelde gusnie jeenh vigkieh)’ y Wiktoria con la festiva ‘As I Lay Me Down’.
Podéis seguir la actualidad eurovisiva en nuestro foro de Eurovisión, donde podéis encontrar opiniones tan interesantes como la de vdesantos («Mi teoría es: la gente ha estado ultrapendiente de su actuación y no de votar, y otro tanto habrá pensado que para qué votarla si se sabía que pasaba a la final. Eso, o que en ese país se les ha ido la olla») o Summy («Loreen le da mucho al porrito me da a mí. A mí tanto la actuación como la canción me han dado bastante igual.»).
Antes de que esta noche se entreguen los Oscar, se han anunciado los «ganadores» de los premios a las peores películas del año. ‘Batman v Superman’ y ‘Hillary’s America’ han sido las grandes «triunfadoras» de los Golden Raspberry Awards al hacerse con cuatro «Razzies» cada una. El documental político de Dinesh D’Souza, que ya había hecho una cinta anti-Obama y esta vez la ha hecho contra la aspirante demócrata a la Casa Blanca en 2016 es la peor película del año, tiene a la peor actriz (Becky Turner, que hace de Hillary en «recreaciones»), peor actor (el premio Dinesh D’Souza) y peor director (Dinesh D’Souza y Bruce Schooley). ¿Cuánta gracia tiene que en un documental recaigan los premios a los peores actor y actriz? ¡Bravo! Dinesh D’Souza ha tenido el valor de pronunciarse sobre su premio a través de un vídeo, que podéis ver más abajo (minuto 4).
Esta ha sido su declaración: «La razón por la que me lo habéis dado es que estáis demasiado amargados por que Trump ganara. No lo habéis aceptado y probablemente nunca lo haréis. Este tipo de premios son realmente buenos para mi carrera. Si hubiera ganado un Óscar, estaría acabado. No podría hacer otra película y mi público ni siquiera aparecería porque pensarían que me habría convertido en uno de vosotros».
Para ‘Batman v Superman’ ha ido el peor guión, la peor secuela, el peor actor secundario (Jesse Eisenberg) y el peor combo interpretativo (Ben Affleck y Henry Cavill). La gran «derrotada» de la noche ha sido ‘Zoolander 2’, que estaba nominada a 9 Razzies y sólo se ha llevado uno, el de peor actriz secundaria para Kristen Wiig. ‘Misconduct’, con Anthony Hopkins y Al Pacino, se ha llevado un premio al mayor fracaso en taquilla, mientras que Mel Gibson se ha llevado el premio al artista redimido por la buena aceptación de ‘Hasta el último hombre‘.
El cine bélico y los Oscar siempre se han llevado muy bien. Desde el principio. En la primera edición de los premios, la película ganadora fue ‘Alas’ (1927), un drama épico sobre la aviación militar. En la tercera, ‘Sin novedad en el frente’ (1930), otro drama bélico. Luego la lista seguiría aumentando con clasicazos como ‘De aquí a la eternidad’ (1953), ‘El puente sobre el río Kwai’ (1957), ‘Lawrence de Arabia’ (1962), ‘Patton’ (1970), ‘El cazador’ (1978), ‘Platoon’ (1986)… Y así hasta la más reciente: ‘En tierra hostil’ (2010). Sin olvidar la influyente ‘Salvar al soldado Ryan’ (1998), una de esas películas que, como ‘Doctor Zhivago’ (1965) o ‘Brokeback Mountain’ (2005), han pasado a la memoria cinéfila como ganadoras del Oscar aunque en realidad no lo consiguieran.
Según estos parámetros, por argumento, intenciones y presupuesto, la película más oscarizable de este año sería sin duda ‘Hasta el último hombre’. Cumple todos los requisitos: un intenso drama bélico de casi dos horas y media, centrado en la historia real de un héroe americano de la Segunda Guerra Mundial, con mensaje humanista (¿pacifista?), vocación comercial y realizada por un director, Mel Gibson, que ya sabe lo que es ganar un Oscar (con ‘Braveheart’, otra película que podríamos considerar bélica).
Sin embargo, hace tiempo que los Oscar se han «empequeñecido». En la última década, salvo el caso de ‘Argo’, que era una producción cara, las demás películas ganadoras (‘Spotlight’, ‘Birdman’, ‘The Artist’…) tenían el presupuesto y el espíritu de una película indie. De hecho, hasta hace muy poco, un filme industrialmente tan modesto (y negro, y gay) como ‘Moonlight‘, jamás habría estado nominado y, mucho menos, estar considerado uno de los favoritos.
‘Hasta el último hombre’, está claro, va a dar poca guerra en los Oscar. Salvo los premios de sonido (imprescindible “oírla” en una buena sala) y, quizás, el de montaje, la vuelta de Gibson al campo de batalla de Hollywood no va a dar en el blanco. Sin embargo, eso no quita para que sea una película notable. Un contundente drama épico, de vigorosa narrativa y muy bien interpretado por un esforzado Andrew Garfied, mucho mejor que en ‘Silencio‘. A pesar de sus debilidades (a veces cae en el melodrama más adocenado), solo por la secuencia de la salvaje batalla de Okinawa merece la pena pagar una entrada y aguantar el sermoneo cristiano y maniqueísta con el que nos bombardea Mel con más saña que los japoneses. 7,5.
A los opinadores/críticos/periodistas musicales nos va una coartada personal/sentimental en un disco. Nos pone to’ locos, vaya. Así que, imaginad: ‘Prisoner’ es el disco post-divorcio de Ryan Adams, que tras 6 años de matrimonio con la actriz y cantante Mandy Moore, ponían fin a su relación hace ahora dos años. ¿Oís el frotar de manos? Soy yo. Sin embargo, estas 12 nuevas canciones de Adams no han satisfecho mis ansias de salseo.
Porque en ellas encontramos al mismo Ryan sobrio, tranquilo, esmerado en hacer buenas y bonitas canciones de clásico rock and roll que venimos encontrando, con mayor o menor acierto, desde mediados de la pasada década con y sin The Cardinals. Y sí, eso incluye su versión íntegra de ‘1989’ de Taylor Swift. No hay en ellas grandes confesiones, ni relatos explícitos de lo que fue mal, de qué ocurrió. Son solo, nada más, 12 canciones en las que se intuye el esfuerzo del autor por que sean lo mejor posible. Y que, eso sí, deambulan de forma genérica por las dudas, los miedos y la desesperación del fin del amor.
Y lo consigue en buena parte del mismo, no hay duda. ‘Prisoner’ empieza de forma abrumadora, con los incontestables guitarrazos de ‘Do You Still Love Me?’, en voz de un amante desesperado por entender qué le está apartando de su pareja si aún hay amor. A ese gran nivel de classic rock and roll, crudo, directo y de quilates, rayan el tema titular del álbum (siendo la prisión una relación) y, sobre todo, ‘Doomsday’, un día del juicio final que el protagonista de la canción se marca como meta de su amor. Pero detrás está, como una sombra, la incertidumbre de la otra mitad, la certeza de que algo está roto. Y la armónica, duele.
Esa, además de un sonido espectacularmente sencillo, es la constante de ‘Prisoner’, si bien en esa triada inicial está el pico del álbum y a partir de ahí no es fácil mantenerse en lo memorable. Con todo, logra sostenerse por encima del notable durante un buen trecho, entre guiños al Springsteen de ‘Tunnel of Love’ (‘Haunted House’, ‘Shiver and Shake’), hondura electroacústica a lo Eagles (‘To Be Without You’, ‘Broken Anyway’) o ramalazos a medio camino de The War on Drugs (‘Outbound Train’) y sus adorados The Smiths (Marr subyace en las guitarras de ‘Anything I Say To You Now’). Aunque siempre está holgadamente por encima de lo correcto, sí se echa de menos algo más de chispa y, hacia su final, pierde fuelle mansamente. Pero, aun así, el decimosexto disco del músico de Jacksonville certifica que sí, que Ryan Adams, pese a sus viejos amagos de convertirse en el Curro Romero del rocanrol, es uno de los compositores más genuinos, fiables y dotados de su generación y su estilo.
Ryan Adams está confirmado entre los artistas que actuarán en los festivales Mad Cool (Madrid) y Cruïlla (Barcelona), el próximo mes de julio.
Calificación: 7/10 Lo mejor: ‘Doomsday’, ‘Do You Still Love Me?’, ‘Prisoner’, ‘Anything I Say To You Now’, ‘Outbound Train’ Te gustará si te gustan: el Springsteen de ‘Tunnel of Love’, The War on Drugs, The Jayhawks. Escúchalo: en Spotify.