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La canción del día: ‘Everytime’ de Ariana Grande es el baladón de la etapa ‘Sweetener’

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Finalmente no son tantas las canciones de Max Martin (Katy Perry, Britney, Taylor) incluidas en ‘Sweetener’, el nuevo álbum de Ariana Grande. El compositor y productor sueco, co-autor también de canciones para Grande como ‘Problem’, ‘Love Me Harder’ o ‘Dangerous Woman’, firma en ‘Sweetener’ no más de cuatro canciones, dos de las cuales han sido sencillo, ‘No Tears Left to Cry’ y ‘God is a Woman’. Otra de ellas es la pista 8 y se llama ‘Everytime’, mientras el resto del disco es sobre todo obra de Pharrell Williams.

Como el éxito de Britney de 2003, el título de ‘Everytime’ convierte en palabra compuesta el sintagma “every time” (“cada vez”), que si bien es de uso común, gramaticalmente es incorrecta. Pero en su caso, ‘Everytime’ no es una tierna balada al piano sino una canción más dramática, con ritmos trap y atmósferas brumosas, que con la ayuda también de Ilya y Savan Kotecha (manos derecha de Max Martin) conforma una de las canciones más bellas jamás cantadas por Grande.

Se especula que ‘Everytime’ trata sobre la ruptura de Grande y el rapero Mac Miller. Aunque en realidad la letra es más universal, con una Grande “harta de luchar contra la energía” que le une a su amante (“cada vez que pienso que soy libro, vuelvo a caer ante ti”, canta), hay en ella referencias a “llamadas” en medio de un colocón que apuntan a Mac Miller y a sus adicciones, sobre las que Grande habló en su importante carta sobre las relaciones tóxicas.

Curiosamente, ‘Everytime’ incluye la frase “soy tan diferente cuando no estás aquí, es como algo sacado de Shakespeare, porque realmente no estoy aquí cuando tú no estás ahí”. Esta es una referencia a ‘Otelo’, la famosa tragedia de William Shakespeare de 1603.

Por cierto, las risas de Grande captadas en la canción proceden de las sesiones de grabación de la artista con Max Martin. En un vídeo de las sesiones colgado por Grande en Instagram puede verse a la artista grabando varias florituras vocales (por cierto impresionantes) en el estudio, ante las que una persona, probablemente Martin, clama “what the fuck”.

serpentwithfeet / soil

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Mientras en España Rosalía se está convirtiendo en la mayor representante de un nuevo flamenco -un fenómeno que en su estupendo artículo sobre ella, Jesús Jurado identifica con una “reclamación y dignificación de la identidad cultural andaluza” y con la “emergencia de un nuevo andalucismo”-, en Estados Unidos son otros quien buscan renovar el góspel desde los cimientos. Josiah Wise se crió en Baltimore, Maryland en el seno de una familia cristiana, y en su álbum debut como serpentwithfeet, ‘soil’, ha buscado informar la tradición de la música evangélica afroamericana con la realidad de su identidad como hombre negro queer, con el objetivo de “ofrecer a la gente negra y queer un folclore futurista y hecho desde el corazón”.

El resultado es un disco rico, experimental y orgánico, en el que destaca la trémula voz de Wise (hecha, dice él, más para la ópera que para el soul) y su gusto por letras dramáticas y un poco “over the top” como las incluidas en la mejor canción del disco, la emotiva -y por momentos escalofriante- ‘bless ur heart’: “contigo puedo vaciarme de todos mis ríos y convertirme en un increíble cielo” es una de las magnánimas frases que gusta Wise, y que presenta un ‘soil’ en el que el músico expresa su amor por un hombre con la intensidad con la que lo haría Björk -con quien ha colaborado-, por ejemplo en una espiritual ‘cherubim’ cuyo lema dice: “voy a dedicar mi vida a él”, o en una ‘wrong tree’ que, mediante palmas muy neo-soul, compara la búsqueda de un amor con escalar montañas y cruzar ríos.

En otros puntos de ‘soil’, en el que por cierto caben colaboraciones de Clams Casino, The Haxan Cloak e incluso Paul Epworth (Adele), ese drama no niega el sentido del humor. En ‘fragrant’, que suena como una canción de FKA twigs producida por Oneohtrix Point Never, Wise cuenta la historia del “amor ilegal” entre él y los otros hombres a los que su ex ha dejado, en líneas tan descaradas como “cariño, mientras los cuerpos de tus amantes se enroscaban en el mío, todos cantábamos tu nombre en armonía”, mientras en la deliciosa ‘mourning song’, que aúna texturas granulares con un órgano y un ritmillo de marcha, el artista reconoce: “estoy seguro que mis amigos están cansados de oírme hablar de ti, ¿pero qué clase de amante sería si no rindiera luto de manera apropiada?”

Con una mano bajo tierra y la otra apuntando al cosmos, tocando esa luna que aparece en la cubierta del disco, serpentwithfeet crea en ‘soil’ una música poética, dramática y jugosa que insufla nuevo oxígeno a la música espiritual de la “iglesia negra”, y demuestra que, entrelazando influencias que van, como él mismo ha reconocido, de Björk a Antonín Dvořák pasando por Brandy, se puede hacer arte de una idea en apariencia imposible. Algo con lo que seguramente Rosalía se sienta identificada.

Calificación: 7,8/10
Lo mejor: ‘bless ur heart’, ‘wrong tree’, ‘cherubim’, ‘mourning song’
Te gustará si te gusta: Björk, FKA twigs, Kelela
Escúchalo: Spotify

Las 50 mejores canciones de Radiohead y Thom Yorke: ‘Paranoid Android’, top 1

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El próximo 7 de octubre, Thom Yorke cumple 50 años. Es una buena oportunidad para hacer un repaso a su carrera en Radiohead y también a sus pasos al margen de su grupo principal. Una carrera que puede contarse entre las más influyentes de la historia del rock y que ha dejado canciones históricas desde los tiempos de ‘Pablo Honey’ hasta los del reciente ‘A Moon Shaped Pool’. Con motivo del 50 cumpleaños de Thom Yorke, recordamos sus 50 mejores canciones a través de una cuenta atrás.

1
Paranoid Android
1997

Creo que la impresión de escuchar por primera vez ‘Paranoid Android’ allá por 1997 es una de esas sensaciones relacionadas con la música que difícilmente podré olvidar. Veníamos de ‘The Bends’, un sólido paso adelante post-‘Creep’ por parte de Radiohead. Pero nada nos había preparado para aquello, una especie de suite-rock en cuatro movimientos muy diferenciados entre sí, que algunos calificaron como un ‘Bohemian Rhapsody’ de los 90 aunque en realidad el grupo de Oxford se inspiró más en The Beatles. Concretamente en la manera en que los Fab Four perpetraron canciones como ‘Magical Mistery Tour’, ‘A Day In The Life’ o ‘Happiness Is A Warm Gun’: fundiendo diferentes retazos de canciones sin acabar, según confesaba Thom Yorke en una entrevista para Select de 1997, firmada por nadie menos que Caitlin Moran. Cuenta la leyenda que una de las primeras versiones de la canción alcanzaba los 14 minutos, con un extensísimo interludio de órgano tocado por Jonny Greenwood, que incluso llegaron a tocar en directo en 1996, pero incluso a ellos les daba la risa.

La versión final, pese a contar “tan sólo” con 6 minutos y medio, no es sencilla en absoluto. La primera parte comienza con un ritmo cercano a la bossa nova, aunque la melodía y los arpegios de guitarra resulten melancólicos, con Thom cantando sobre una experiencia amarga en un bar de Los Ángeles, donde todo el mundo a su alrededor parecía puesto de coca. Decía que el recuerdo de la inenarrable cara de una mujer furiosa a la que tiraron una copa sobre sus zapatos (esa “gritona cerdita Gucci” a la que se alude en un verso) no se le iba de la cabeza (una escena que se reproduce en su vídeo oficial animado). Los estribillos, en los que se alude al título de la canción (una coña de Yorke sobre cómo la gente le veía como un tipo depresivo, citando a un personaje robótico de ‘Guía del autoestopista galáctico’ de Douglas Adams), ejercen de nexo entre las diferentes secciones de la canción y, después del segundo, hacia el minuto dos, la línea del bajo de Colin muta hacia un territorio más juguetón, menos solemne, incitando al Hammond y dando un giro total en el minuto 2:45h, con un guitarrazo que nos hace percatarnos de que estamos en otro lugar, un vendaval de rock alternativo típicamente 90s que cae al vacío un minuto después. En esa caída, una especie de marcha fúnebre con coros celestiales de Yorke, que evoca la muerte… aunque la referencia a los yuppies, “el pánico”, “el vómito”, podría hablar de la muerte en vida, la muerte espiritual de los acólitos del capitalismo extremo. Finalmente, ‘Paranoid Android’ vuelve a la furia del “2º movimiento”, en un “tour de force” de guitarras desquiciadas y ruido con el que la canción se estrella abruptamente contra el suelo.

La épica y la valentía de ‘Paranoid Android’ marcó drásticamente la percepción de todo ‘OK Computer’ y anticipaba, como primer single, el salto al vacío que Radiohead daban en aquel disco (aunque inicialmente ni pudiéramos sospechar cuánto). Pero también cambió la música rock para siempre: diría que su complejidad, la montaña rusa de estilos que tan pronto evocaban a Pixies como a Pink Floyd, fue posiblemente uno de las primeras señales de que los géneros musicales (y las tribus, aún muy presentes en aquellos tiempos) estaban abocados a disiparse, a fundirse y a amalgamarse en una unidad que nos ha servido el fluido en el que el pop contemporáneo se ha convertido. Y quizá la mejor muestra de ello es que ‘Paranoid Android’ ha sido versionada por respetados artistas de lo más variopinto: desde Sia al vanguardista músico de jazz Brad Mehldau, pasando por el violinista clásico Ara Mahlikian, dando una idea de la dimensión universal de ‘Paranoid Android’. Raúl Guillén.

2
Idioteque
2000

Radiohead hicieron un gran trabajo con ‘Idioteque’ en muchos sentidos. Si ‘OK Computer’ lo habían promocionado con un single que duraba 6 minutos, el siguiente disco ‘Kid A’ ni siquiera tuvo singles. La radio adoptó ‘Optimistic’, pero sus seguidores rápidamente adoptaron ‘Idioteque’ como nueva favorita. El grupo, que siempre se había especializado en transmitir sensaciones apocalípticas, se superaba aquí con una canción completamente electrónica, cuya base no puede generar más desasosiego, mientras la letra está recién sacada de un holocausto, con frases catastrofistas soltadas como al azar como “¿quién está en el búnker?”, “esto no es alarmismo, está pasando de verdad”, “¡las mujeres y los niños primero!” o «coge el dinero y corre»; junto a otras más reflexivas como “déjame oír las dos versiones”.

La canción empezó con una grabación de 50 minutos de improvisación de ritmos que tenía Jonny Greenwood. Thom Yorke dijo que había partes en plan “¿qué es esto?”, pero le gustó una sección de 40 segundos que había en medio. Greenwood tuvo dificultades para recordar cuál era el origen de esa parte, y resultó pertenecer a una pieza electrónica de Paul Lansky de 1973 llamada ‘Mild und Leise’ (también hay otro sample de ‘Short Piece’ de Arthur Kreiger de 1976). Lansky autorizó el sample al recibir una copia de ‘Idioteque’ y así se labró una de las producciones de Radiohead más claustrofóbicas, que además se puede bailar. Sí, ‘Idioteque’ ha llegado a sonar en Berghain, en mitad de una sesión de techno, a las 11 de la mañana de un sábado. ¿Acaso estábamos en una “Idioteque”? Sebas E. Alonso.


3
No Surprises
1997

Radiohead han hecho grandes canciones sobre la depresión, sobre la ansiedad, sobre la alienación… pero es más llamativo aún cómo pudieron hacer una canción social, una canción protesta, bonita, deprimente y a la par superviviente. La canción social suele tener un punto enfadado para llamar a la acción (‘Sunday Bloody Sunday’, ‘Zombie’, ‘A desalambrar’), y en ‘No Surprises’ lo percibimos también (el final en “such a pretty house” es un crescendo), pero lo raro es cómo se concentra en lo preciosista. Lo mejor es que tiene su sentido: el bucle de notas con que comienza sugiere rutina laboral, el timbre de los instrumentos de percusión escogidos, debilidad y fragilidad. El bajo, tensión. La guitarra, la reconocían deliberadamente como “infantil”. Y es claro lo que quieren retratar: la vulnerabilidad de las personas en un sistema en el que los políticos “no hablan para nosotros” y “los trabajos nos matan poco a poco”. ¿A alguien le suena? En relación, el vídeo dirigido por Grant Gee, mostrado al revés, en slow-motion y con mucho de lyric video, muestra a Thom Yorke al borde del ahogamiento mientras desarrolla un trabajo para la nación, en concreto el de astronauta. Más claro, el agua.

‘No Surprises’ fue la primera canción que se grabó para ‘OK Computer’ tras haber sido escrita durante una gira con R.E.M. y ha sido una de las que ha llevado a Radiohead más alto en las listas británicas: un número 4. Yorke explicó que le dieron mil vueltas a la producción, solo para volver a la versión primigenia que habían preparado. Con cuatro frases y mucho menos texto que un ‘The Times They Are A-Changin’’, pues la canción ni siquiera tiene una segunda estrofa propiamente dicha, Radiohead consiguieron un himno que desgraciadamente no ha perdido vigencia 20 años después. Todo lo que espero cuando abro las noticias es que “no haya sorpresas” y… Sebas E. Alonso.

4
Street Spirit (Fade Out)
1995

En muchas ocasiones he defendido el carácter vitalista de muchos temas de Radiohead frente al empeño de muchos en catalogarles como «grupo depresivo», pero evidentemente hay temas donde no hay optimismo posible: es el caso de ‘Creep’, de ‘Bullet Proof… I Wish I Was’, de ‘All I Need’, de (a su manera) ‘Idioteque’, de ‘Fake Plastic Trees’ y, sobre todo, es el caso de ‘Street Spirit’. Todos ellos temas reivindicables, pero solo uno de ellos tiene absolutamente cero unidades de esperanza, como, según cuenta la leyenda reconoce el propio Yorke, a quien le cuesta cantarla: «es sobre mirar al Diablo a sus ojos y saber que, hagas lo que hagas, siempre se reirá el último, y no puedo permitirme pensar en eso durante mucho tiempo». Se asombra de ver cómo sus fans no terminan de entender su significado, argumentando que cuando les ve sonriendo en los conciertos mientras la toca, le recuerda «a cuando llevas a tu perro para sacrificarlo y ves cómo sigue alegre y moviendo el rabo». «Yo no la escribí, se escribió sola», parece que dijo, «nosotros solo fuimos sus mensajeros, y ojalá esa canción no nos hubiese elegido como sus catalizadores… yo no escribí esa canción». También ofreció una explicación menos tenebrosa, sobre que la canción está inspirada en el libro ‘El camino hambriento’ y en la música de R.E.M. Pero lo cierto es que, viendo el vídeo dirigido por Jonathan Glazer (que comienza y termina con un aparente suicidio, ofreciendo entre medias distintas imágenes en blanco y negro aparentemente incoherentes) y leyendo la letra, especialmente la tercera estrofa («cracked eggs, dead birds, scream as they fight for life / I can feel death, can see its beady eyes / all these things into position / all these things we’ll one day swallow whole»)… parece bastante más probable lo primero. ‘Street Spirit’ no es solo una historia triste; es la futilidad, la carencia de sentido, el «perro negro» hecho canción.

Pensé en poner un ejemplo real para explicar esto, y tras dudar porque no quería que pareciese morbo gratuito, finalmente me decido a hacerlo (espero no haberme equivocado), porque me parece que un ejemplo real siempre ayuda a entender algo teórico; en este caso, todo lo teórico que podamos decir sobre el significado de la canción. El caso es que recuerdo un día concreto en que la escuché, el día de la masacre de Orlando. Ese día estaba especialmente sensible por otras razones, y lo ocurrido en Pulse me llegó especialmente. Después de ver la noticia de todos los que fueron allí a sentirse libres y alegres por unas horas sin saber lo que ocurriría, de leer los mensajes que uno de esos chicos se intercambió con su madre antes de morir, y de imaginar la historia de homofobia interiorizada del asesino, que le llevó a acabar con toda esa gente «como él», pensé en el sinsentido que había en todo eso. En esa noticia y en tantas otras que vemos por la tele o por Twitter mientras seguimos con nuestra rutina. Me hizo acordarme de ‘Street Spirit’, y recuerdo que decidí escucharla. Y me quedé un rato mirando al techo. Creo que la sensación que tuve cuando la canción acabó y yo seguía mirando al techo es un poco parecida a aquello de lo que hablaba Thom. «Inmerse your soul in love» se dice dos veces, la primera implorando la única esperanza posible, la segunda con un derrotista sarcasmo (ese «diablo riéndose» que decía Yorke). ‘Street Spirit’ no es una canción triste, es sencillamente uno de los temas más oscuros que he escuchado jamás, es esa canción que, a pesar de maravillarme, quito la mayor parte de las veces que escucho ‘The Bends’ (y eso que ese disco se las trae de por sí). Es esa atracción y a la vez horror por lo oscuro. Ese «cuando miras al abismo, el abismo también te mira a ti». Y por supuesto es -a estas alturas tenéis claro que lo voy a decir- una obra maestra. Pablo N. Tocino.

5
Creep
1992

Sí, da un poco de rabia comprobar día tras día que ‘Creep’ es la canción más popular de Radiohead, pero no por ello la canción ha dejado de ser grande, un clásico, ni mucho menos buena canción, en ningún momento a lo largo de los 26 años que hace que se editó. No todos los grupos pueden presumir de tener un single de debut tan sólido y contundente, tan icónico y original, pese a tratar un tema tan manido y universal como el sentirse “raro” o incluso patético en un mundo al que sientes que “no perteneces” y que a veces se nos antoja perfecto (“no me importa si duele / quiero tener el control / quiero un cuerpo perfecto / y un alma perfecta / que te des cuenta / de cuando estoy”). Thom Yorke tenía escrita esta declaración tan tristona desde finales de los 80 aunque no vería la luz hasta los 90, y Jonny Greenwood ha dicho que se inspiró en una chica que le gustaba y que por sorpresa fue a uno de sus conciertos. Aunque sin duda lo mejor que hizo Jonny al respecto fue tratar de “joder” la canción porque no le gustaba, añadiendo esos golpes de ruido antes de la explosión del estribillo, aporreando las cuerdas de la guitarra sin estar tocando ninguna nota en particular.

Thom Yorke, por su parte, realizó unas declaraciones sobre ‘Creep’ que son bastante interesantes para estar hechas en 1993: “Tengo un problema real siendo hombre en los 90. Cualquier hombre con un mínimo de sensibilidad o conciencia sobre el sexo opuesto debería tener este problema. Afirmarse uno mismo en su masculinidad sin parecer que estás en una banda de hard-rock es muy difícil. Es como la música que escribimos, no es afeminada, pero no es brutal en su arrogancia. Es algo que intento hacer: afirmar a una persona sexual pero por otro lado tratar de negarla desesperadamente”. Un himno, pues, sobre aquello que quieres ser y aquello que quieres evitar ser por mucho que te guste alguien, para todos aquellos que se han sentido diferentes alguna vez y con el que el grupo, después de varios desencuentros, se ha reconciliado, incluyéndolo ahora alguna vez suelta en su repertorio. ¿Y a quién le extraña? ¿A quién no le mueve un pelo? Sebas E. Alonso.

6
Karma Police
1997

Si alguna vez te has aproximado a una guitarra acústica para intentar tocar ‘Karma Police’ en plan amateur te habrás dado cuenta enseguida de que no podías recrear su sonido como tú querías. Dicen que las buenas canciones lo siguen siendo cuando se reducen a guitarra o a piano, pero ‘Karma Police’ se sostiene en las dos. Unos sencillos acordes a la acústica pero también una línea de piano casi lennoniana suenan a la vez, perfectamente encajadas, sin siempre parecerlo, en esta canción que fue el segundo single del disco definitivamente electrónico de Radiohead. Iban apareciendo las virguerías a medida que avanzaba (un sintetizador de Greenwood imitando el sonido de un coro, una guitarra con un delay que se retuerce casi ad eternum), pero la base de la composición no podía ser más clásica.

Radiohead pidieron que la gente no se tomara la letra completamente en serio, pues fue escrita a partir de una broma (llamar a la «policía del karma» cuando hicieran una canción o algo realmente malo), pero en realidad trata un tema serio. Es una amenaza contra los explotadores (“esto es lo que tendrás cuando te metas con nosotros”) y contra las explotadoras (“her Hitler hairdo is making me feel ill”) en lo que se ha interpretado como una canción que cuestiona el capitalismo (“estoy dando todo lo que puedo y nunca es suficiente / pero todavía estoy en nómina”). La canción contiene una coda final que suena a la vez desamparada (“for a minute there, I lost myself”) y aliviada (“phew, for a minute there, I lost myself”), pero que en cualquier caso no puede sonar más intensa. Radiohead incluyeron las letras de ‘OK Computer’ en el libreto “por gentileza del editor aunque nosotros las escribimos” y la de ‘Karma Police’ es una de las más ambiguas. El claustrofóbico vídeo dirigido por Jonathan Glazer, uno de los más importantes rodados por Radiohead, en esa persecución al actor húngaro Lajos Kovács desde un coche en el que viaja Yorke pero que él no conduce, no deja muy claro ni quién era el verdugo ni quién acaba ganando. Sebas E. Alonso.

7
Let Down
1997

Tras la desolación lírica y sonora de ‘Exit Music (For a Film)’, ‘Ok Computer’ recuperaba altura con ‘Let Down’, una canción que se llegó a plantear como segundo single del tercer largo de Radiohead pero que fue desestimada (lo cual no le impidió entrar en algún chart –el de Rock Moderno– de Billboard) por un videoclip fallido (aún inédito), dejando paso a ‘Karma Police’. Pero ‘Let Down’ es uno de los puntos álgidos no ya de aquel álbum sino de la carrera de Radiohead. No en vano, en 2016 la canción volvía a los setlists del grupo tras más de una década ausente (y parece que para quedarse). Un medio tiempo redondo, de construcción delicada y preciosista –a base de capas de guitarras y el riff de piano eléctrico con los que se dice que querían emular el “muro de sonido” de Phil Spector– para elevarse hacia lo épico. La instrumentación en ‘Let Down’ teje una especie de manto de ensueño, de ensimismamiento que evoca la sensación de alienación, de extravío, que uno siente cuando viaja –da igual la distancia– en un medio de transporte público, que, en una triste paradoja del mundo moderno, nos mantiene rodeados de semejantes sin que se establezca ningún tipo de vínculo entre nosotros, aumentando incluso nuestro aislamiento. Esa idea alimenta esta canción que, sí, muchos hemos escuchado en alguno de esos tránsitos y nos ha emocionado al ver lo pequeños e insignificantes que podemos ser, como “bichos aplastados contra el asfalto”. Aún así, ‘Let Down’ es una canción más emotiva que triste, y alberga una luz cegadora en una melodía vocal tan sencilla como descomunal, jugando con la intensidad y soñando con ese día en el que “una reacción química” permita que nos salgan alas y volemos libres. Como ese vigoroso precoro al que la batería de Selway insufla vida, como el regreso de un tercer verso y un nuevo estribillo cuando un enmarañado puente (en el que Thom canta “let down again”) parece abocarnos al (falso) final, ‘Let Down’ parece que sólo nos deja caer para poder agarrarnos y levantarnos de nuevo. Raúl Guillén.

8
Exit Music (for a Film)
1997

‘Exit Music (for a Film)’ fue realmente una canción para una película, en concreto la versión de ‘Romeo y Julieta’ de mediados de los 90 de Baz Luhrmann. Permitieron a Radiohead ver algunas escenas para escribirla y la imagen de Claire Danes décadas antes de ser Carrie de ‘Homeland’ con la pistola en la sien les inspiró esta composición. Sin embargo, ‘Exit Music’ es una canción que no es precisamente un pegote tipo bonus track en ‘OK Computer’ sino que está perfectamente integrada, resultando una de sus cumbres y sobrecogiendo desde que suena el primer acorde de la acústica.

La composición retrata efectivamente la huida de una pareja de su familia hasta convertirse ambos «en uno solo, en paz eterna», evolucionando desde el dolor hasta la explosión de la furia, representada por el crescendo que conforman sintetizadores, batería y por supuesto la voz de Thom Yorke. De su inicio en clave de canción de hoguera (Johnny Cash fue una influencia expresa en el tema) a la rabia contenida en el asfixiante y vengativo «we hope that you choke», con esas tomas vocales grabadas en medio de una escalera de piedra para tratar de capturar su reverberación. Yorke terminó increíblemente orgulloso del tema, hasta el punto de que dijo que era de lo poco que había hecho que podía escuchar a un volumen muy alto sin «avergonzarse» de ninguno de sus pasajes. Y no nos extraña, pues pese a no haber sido nunca single, es una de las grandes obras maestras de Radiohead. Sebas E. Alonso.

9
Fake Plastic Trees
1995

La sensación de vivir en un mundo “falso” con gente “falsa” y de no “encajar” en él ha estado siempre en las canciones de Radiohead. Una de las canciones a las que se lo debemos es ‘Fake Plastic Trees’. Su sello quería que repitieran un tema rockero a lo ‘Creep’ y de hecho intentaron que se lanzara como single una mezcla de esta canción a cargo de Bob Clearmountain, pero el grupo se negó naturalmente, pese a que ha tenido el humor suficiente para reconocer que esta composición les sonaba en principio como “una broma que no era una broma” y tan “pomposa y bombástica” como ‘November Rain’ de Guns N’ Roses.

‘Fake Plastic Trees’ puede acumular una serie de tópicos post-adolescentes propios de los jóvenes de veintitantos que la perpetraron, pero está tan bien hecha que a día continúa siendo una de las composiciones más mimadas y delicadas de su repertorio. La grabación se debate entre la delicadeza de las guitarras acústicas de un mundo que se muestra real y precioso y la rabia de las guitarras eléctricas que nos recuerdan que no lo es. La “cirugía estética de las chicas de los 80” que no puede luchar contra “la gravedad” porque esta “siempre gana” y un amor que también es de “plástico falso” están entre las cosas que nos “debilitan” o “agotan”… aunque no tanto como ese final en el que Thom Yorke, que ya había hecho una interpretación vocal espectacular, se pregunta, patéticamente: “si pudiera ser quien tú quisieras… todo el tiempo”. Es el grupo en el lodo, el mismo en el que nos sentimos muchos una vez y los artistas que la versionaron, tan variados como Alanis, Amanda Palmer o Marillion, entre muchos otros. Sebas E. Alonso.

10
This Mess We’re In
2000

2000 fue un año enorme para Thom Yorke, una cumbre absoluta entre la edición de ‘Kid A’ de Radiohead y las colaboraciones con Björk y PJ Harvey. Esta última había rodado una pequeña película en Nueva York en 1998 y en 1999 decidió pasar unos meses en la ciudad. Aunque insistía en que ‘Stories from the City Stories from the Sea’ no era su disco de Nueva York, porque algunas canciones fueron escritas en Londres, el 11-S un año después terminaría de darle un sabor diferente al disco, especialmente a este ‘This Mess We’re In’ que menciona la ciudad en la letra nada más arrancar, y habla de amaneceres entre rascacielos.

Si alguna vez has sentido que algo especial surgía con un dúo interpretando a una pareja, ‘This Mess We’re In’ es uno de los más desgarrados de la historia, y el encuentro de los personajes tiene todo el sabor de la inminente ruptura (“no necesitamos hablar / nos sentamos en silencio”) aunque uno de los dos siente algo aún (“noche y día, sueño con hacerte el amor”). Pero esto es sin duda un adiós, como queda patente en la desolada estrofa final en la que PJ Harvey aparece para repetir las mismas frases que Yorke, que ejerce de voz principal, pero enseguida adelantándose a él. Es como si él empezara a hablar, pero terminara ella: “¿Qué es lo que querías? / Solo quiero decir / No cambies nunca / Y gracias / No creo que vayamos a vernos nunca más / Y ahora debes irte / antes de que el sol se eleve sobre los rascacielos / y el paisaje de la ciudad surja / para hacerme sudar”.

¿Quién lo está dejando? ¿Él o ella? ¿Quién se precipita? ¿Por qué ese adelanto a las palabras de él? PJ Harvey es la única autora de la canción, y probablemente suyas sean todas las voces, pues en lugar de proponerse un dúo pimpinelesco, asegura que invitó a cantar a Yorke porque nunca nadie había cantado un tema suyo entero y le parecía que la grabación podría ir «a otra dimensión». Tanto se le fue la mano, tanto se puede llorar escuchando esta somera producción de guitarra eléctrica, teclados y algo de percusión, que inmediatamente después en la secuencia hubo que poner la ligera ‘You Said Something’. Cualquier otra alternativa (‘We Float’, por ejemplo) hubiera sido insoportable.

Nicki Minaj se equivoca en su cruzada contra Pitchfork… menos en una cosa

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Pitchfork ha publicado esta semana un artículo llamado “Nicki Minaj, 6ix9ine y la alarmante normalización del comportamiento depredador”, en el que la periodista Shanita Hubbard cuestiona que Nicki Minaj haya “colaborado” y “otorgado una plataforma” al joven rapero 6ix9ine (nombre real Daniel Hernández), quien ha reconocido ante los tribunales haber “usado” a una chica menor de edad durante una práctica sexual en 2015, cuando él tenía 18 años y ella 13. La asociación entre Minaj y 6ix9ine ha decepcionado a los fans de la rapera, quienes remarcan el tufo a pedofilia que desprende la historia de Hernández y recuerdan que el propio hermano de Minaj se encuentra preso actualmente tras violar, también en 2015, a una niña de 11 años.

Minaj se ha topado con el artículo de Pitchfork después de leer un tuit, luego suscrito por ella misma, según el cual Pitchfork ha usado un “doble rasero” para criticarla, ya que no escribió artículo alguno analizando el comportamiento de Kendrick Lamar cuando este amenazó con retirar su música de Spotify si el gigante del streaming no devolvía a sus playlists la música de XXXTENTACION, describiendo la política anti-odio de Spotify como una forma de “censura” (el fallecido rapero estaba acusado de violencia doméstica, entre otras cosas). Además, según el tuit J Cole también se ha posicionado a favor a 6ix9ine (no es exactamente cierto), y la propia Minaj añade que Pitchfork ha alabado ‘Do What U Want’ de Lady Gaga en varias ocasiones, tratándose de una colaboración con R. Kelly, quien está acusado de abusos sexuales.

En unos tuits posteriores, la autora de ‘Queen‘ se muestra incrédula ante el hecho que “a la gente le paguen por escribir estas cosas”, y concluye que “esto es lo que pasa cuando lanzas un gran trabajo después que se hayan gastado millones en destruirte”. “4 discos y sigo rompiendo récords. Soy número uno en 86 países después de que dijeran que era el fin para mí. Alabado sea Dios. Los va a poner a todos en evidencia. Escriben sobre 69 porque ‘Queen’ es impecable”.

Si bien Minaj tiene razón cuando apunta que Pitchfork puede haber utilizado un doble rasero (quizá motivado por la misoginia, como de hecho indica el tuit que suscribe) a la hora de analizar su colaboración con un artista problemático, cuando sobre Kendrick no escribió nada, la rapera también se equivoca en destacar las buenas críticas de Pitchfork a ‘Do What U Want’ de Lady Gaga, en primer lugar porque la canción salió en 2013, cuando el tema de los abusos sexuales no era tan candente como ahora (y aún entonces la colaboración fue duramente criticada), y en segundo, porque como todo fan de Gaga sabe, la artista terminó retirando el videoclip (para colmo, dirigido por el también polémico Terry Richardson) y desentendiéndose de cualquier relación con R. Kelly. Mientras, Minaj no solo ha colaborado con 6ix9ine sino que lo ha apoyado reiteradamente, se lo va a llevar de gira y además ha añadido ‘FEFE’ a su disco para empujarlo al número uno, incluso después de toda la polémica. Además, ¿realmente una cosa justifica la otra? Cuando Minaj defiende no ser la única artista que ha colaborado con artistas problemáticos, se le parece escapar que, a su vez, está reconociendo haber tomado una decisión cuestionable. De hecho, la rapera ha borrado su tuit sobre Gaga, ¿quizás se ha dado cuenta de algo?

Por otro lado, es sesgada la declaración de que ‘Queen’ ha “sido número uno en 86 países”, ya que Minaj se refiere únicamente a iTunes, que dejó de ser relevante hace rato en favor del streaming. De momento, ‘Queen’ no ha sido número uno en ningún mercado oficial y en Estados Unidos, el mercado principal de Minaj, se espera que sea top 2 por culpa de Travis Scott (quien también ha sumado “tour bundles” a las ventas del disco) con ventas inferiores a aquel. En Reino Unido ‘Queen’ ha sido top 5, una posición muy superior a la lograda por ‘The Pinkprint‘ en este mismo territorio (22), aunque no está claro con qué ventas.

Por su parte, Shanita Hubbard, la redactora del artículo de Pitchfork, se ha defendido en Twitter, escribiendo que no es su estilo armar “guerras de Twitter” y que si Nicki quiere contactarla para hablar el artículo, lo puede hacer.

Elon Musk reconoce haber visto a Azealia Banks delante de su casa

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Sigue dando sorpresas la historia más surrealista del año, un culebrón “crossover” entre dos iconos de la tecnología y la música, respectivamente, que ha llegado hasta medios generalistas como The New York Times o El País. El supuesto encuentro entre Elon Musk, jefe de Tesla, SpaceX y varias otras empresas, y la rapera Azealia Banks, quien asegura se encontraba en casa de Musk hace unas semanas con la intención de empezar una sesión de grabación con la novia del magnate, la cantante Grimes, pero que esta no apareció, se confirma ahora por el propio Musk.

Aunque en un primer lugar, Musk sostuvo en declaraciones a Business Insider no “conocer a Azealia Banks ni haberse comunicado con ella de ninguna manera”, dando a entender que la rapera jamás había estado en su casa (que es en realidad un complejo de cinco mansiones), o al menos que ambos no coincidieron, en una entrevista con The New York Times reconoce que vio a Banks delante de su casa el viernes por la mañana “durante dos segundos”, cuando él salía del gimnasio y ella se marchaba. Musk afirma que Banks se encontraba demasiado lejos para que ambos pudieran oírse, por lo que no confirma que Banks estuviera dentro de su apartamento ni mucho menos que se pasara ahí dentro “días” esperando a Grimes, como la rapera sostiene. Sin embargo, fuentes cercanas a Musk confirman a The New York Times que Grimes efectivamente había invitado a Banks a casa de Musk, pero que hubo un malentendido con los planes y que justo ese día Musk y Grimes viajaban fuera de la ciudad. Musk niega “absolutamente” el uso drogas que le atribuye Banks.

La historia hace aguas por ambas partes. Por un lado, Banks afirma no solo haber estado dentro de casa de Musk, sino haberle visto “en la cocina” hablando por teléfono, “estresado, con la cara roja y hurgando en busca de inversores, con la cola entre las piernas” tras anunciar en Twitter que se planteaba privatizar Tesla. Además, según Banks, el empresario estaba emocionado por conocerla pues “es un gran fan de ‘Anna Wintour’”. Sin embargo, Musk sostiene que apenas vio a Banks durante unos segundos delante de su casa, nunca dentro, y que a duras penas la reconoció (de forma hilarante, la rapera apuntó que haber estado dentro de la casa de Musk había sido como “vivir un episodio real de ‘Déjame salir‘”). La tercera parte implicada en la historia, Grimes, no ha hecho declaración alguna por ahora, si bien varias personas en Twitter aseguran que Musk y Grimes ya no se siguen en Instagram.

Mientras, esta noche El País ha publicado un artículo sobre las últimas noticias de Elon Musk en el que cabe una mención a “una rapera llamada Azealia Banks” cuya credibilidad es “nula” pues la artista es “tan grosera que le han suspendido la cuenta de Twitter”. Eso sí, en el texto se apunta que la explicación dada por Musk originalmente tampoco es “del todo convincente”.

Persiguiendo la huella de Richard Swift, un artesano del pop atemporal

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No se puede decir que el talento de Richard Swift no fue reconocido en vida, aunque sí, quizá minusvalorado. Su carrera en solitario, pese a contar con álbumes sublimes como ‘The Novelist’ o ‘Dressed Up For The Letdown’ –también con otros no tan brillantes, aunque aprovechables, como ‘The Atlantic Ocean’–, no contó con el predicamento que probablemente merecía. Y su último disco de estudio en solitario y en vida, ‘Walt Wolfman’ –un delirio, imaginando al gran poeta norteamericano como un hombre lobo, emparentado con los Eels más sucios–, data de 2010. A la espera de ese álbum final que preparaba y que su familia asegura que publicará, no parece un bagaje del calibre como para insistir en reivindicar su figura, ¿verdad?

Sin embargo, su visión de la música, a menudo ligada a un perfil tradicionalista del rock and roll, convenció a muchos, especialmente a otros artistas, que deseaban en ponerse en sus manos para grabar sus obras, dentro o fuera de sus estudios en un pueblo de Oregon, los llamados National Freedom. Desde 2010 en adelante, precisamente, Swift fue haciéndose con un nombre como productor, instrumentista o compositor, registrando trabajos y prestando colaboraciones a grupos y artistas muy distintos –más o menos populares, como Pretenders, Laetitia Sadier, Damien Jurado, Foxygen, Valerie June o Tennis, y menos conocidos, como The Mynabirds, Tahiti 80, Cayucas, Fruit Bats, Guster, Born Ruffians, Jessie Baylin o el mallorquín L.A.–. Pero en todos ellos permanece una constante: un gusto exquisito por lograr el “toque Swift”, esa tesitura de mágica atemporalidad que hace sonar a clásico y, a la vez, fresco, ya se tratara de soul, rock, pop o electrónica.

La reputación de Swift por su imaginación y riqueza como músico también le llevó a formar parte de bandas como The Shins, The Arcs o Nathaniel Rateliff & The Night Sweats, a asistir en grabaciones y giras a Hamilton Leithauser o Dan Auerbach, para los que fue un apoyo y un referente frecuente. Una contribución fundamental al pop contemporáneo –podríamos decir, sin rubor, que Swift fue el equivalente underground a Mark Ronson o Greg Kurstin– que hemos reunido en una playlist de 50 canciones de obras propias o ajenas y en orden cronológico, para degustar con calma y deleite, que dan cuenta del profundo calado de la figura de Richard Swift en el panorama alternativo (y no tanto) de lo que llevamos de siglo.

Rihanna y Childish Gambino ruedan algo juntos en Cuba

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Rihanna y Childish Gambino (el actor Donald Glover más allá de los escenarios) están rodando algo juntos en La Habana, como han mostrado unas imágenes de ellos juntos que han trascendido esta semana en las redes sociales. Curiosamente, las fotos han llegado poco después que se anunciara que Glover actuará en el evento anual Diamond Ball organizado por Rihanna, y que tiene lugar el 13 de septiembre.

Según el medio cubano Vistar, Rihanna y Donald Glover están rodando una película junto a Hiro Murai, director del videoclip de ‘This is America’ del propio Childish Gambino, también de varios episodios de ‘Atlanta’, la serie de Glover, y de otros vídeos como ‘Black Man in a White World’ de Michael Kiwanuka y ‘Cheerleader’ de St. Vincent. El filme se llamaría ‘Guava Island’ e incluiría en su reparto también a Letitia Wright (‘Black Panther’) y Nonso Anozie (‘Juego de tronos’).

Por supuesto, los fans de Rihanna y Glover ya están especulando con la posibilidad que ambos artistas estén colaborando en algún tipo de proyecto musical. Rihanna ultima actualmente su noveno álbum, que al parecer se centrará en el reggae, y Childish Gambino aún ha de anunciar el suyo tras lanzar ‘This is America’ el pasado mes de mayo y las canciones ‘Summertime Magic’ y ‘Feels Like Summer’ a principios de julio.

TT / Lovelaws

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No estoy seguro de que podamos calificar de acertada la decisión de ponerse “TT” como nombre artístico, al menos en lo que a lo 2.0 se refiere, teniendo en cuenta que prácticamente nunca vas a ser la primera opción que aparezca cuando te busquen. Es, eso sí, llamativa, pero tampoco es esa la razón por la que Theresa Wayman quiso usarlo, sino una anécdota familiar que cuenta en Vice, lo que se traslada también a lo que podemos ver ‘Lovelaws’: una colección de canciones que le ha apetecido hacer, sin búsqueda de éxito comercial y sin más motivo que la propia inspiración que le llevó a escribir cada una de ellas. No hay presiones al respecto, solo una muestra de lo que es capaz de hacer ella sola, y lo cierto es que sale bien parada. El disco supone el debut en solitario de la vocalista y guitarrista de Warpaint, que no es nueva en esto de hacer algo externo a su grupo: ya estuvo en la banda de Vicent Gallo o en BOSS (con Sarah de Hot Chip y Guro de All We Are). En cuanto a la banda de Los Ángeles, podéis estar tranquilos, no se han separado; de hecho, fueron las teloneras de Depeche Mode el año pasado, de Harry Styles este año, y actualmente están escribiendo su nuevo álbum.

De un carácter marcademente downtempo, ‘Lovelaws’ es mucho más intimista que las canciones del grupo junto a sus colegas Emily Kokal, Jenny Lee y Stella Mozgawa. La mezcla entre dream pop y rock experimental de Warpaint sigue aquí, pero tirando muchísimo más hacia lo primero, y añadiendo una generosa capa de trip-hop (una buena muestra de esto es ‘The Dream’), con algún toque industrial (‘Mykki’) y huellas de la influencia que, como ha dicho en más de una ocasión, para ella supone Björk (‘Dram’), además de curiosidades como el uso de elementos de ‘La Ventana Indiscreta’ en ‘Safe’ o el interludio acústico de Ludivine, la hija de Cedric LeMoyne (su manager), en ‘Sassafras’. Para armar todo esto, Theresa se ha rodeado en la producción de gente con talento pero no ceñidos a un único aspecto: Hal Ritson (MNEK, Jorja Smith, Clean Bandit, Charli XCX), Dan Carey (Sia, Bat for Lashes, Franz Ferdinand, La Roux o ¡Kylie!), Money Mark (Red Hot Chilli Peppers, Eagles of Death Metal, Beastie Boys) o hasta su hermano Ivan Wayman.

En una entrevista con Mondosonoro, la natural de Oregón comentaba su visión del amor (“soy una persona romántica en un mundo en que una relación es difícil, pero también necesito estar sola y no forzar el hecho de tener una relación”), ya que es un tema muy presente en el disco, pero no solo del amor romántico, sino también a amigos o familiares. Y es que, aunque en la composición musical del álbum lleva desde 2010, de las letras se ha ocupado durante los dos últimos años, donde las giras y su hijo no le han dejado mucho tiempo para citas y romances, y menos para la forma en que a ella le gustaría tenerlos. “Breathe for me, break down my wall? / If I feel in trouble and go dark / I want your open arms / Whatever I need, whatever I want / You’ll give it a try” canta en ‘The Dream’. Dice Theresa que este disco es ese tipo de música que puedes poner de fondo mientras haces otra cosa, pero que a la vez es ese tipo en el que, si te pones auriculares, te puedes adentrar totalmente. Lo cual no es necesariamente bueno, porque puede significar que esa música es genérica o intrascendente, y es cierto que en algunos momentos del disco se llega a rozar esto, pero, por fortuna, son mayoría los momentos en los que no, y pasajes tan conseguidos como el sensual “tell me you’re alive / make it feel right / make it feel right / you’ve got tonight” de ‘Mykki’ o “cause I feel like I’m falling / inside your eyes” de ‘Dram’ son lo contrario a intrascendente. ‘LoveLaws’, por tanto, aprueba con nota su misión como carta de presentación en solitario.

Nota: 7,3/10
Lo mejor: ‘Mykki’, ‘The Dream’, ‘Love Leaks’, ‘Dram’
Te gustará si te gusta: Warpaint, Banks, Portishead, Lana del Rey, Beach House, Let’s Eat Grandma,
Escúchalo: Spotify

La canción del día: Ciara busca sus orígenes en Nigeria en la vibrante ‘Freak Me’

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¿Qué está pasando en Estados Unidos? ¿Por qué de repente sus artistas buscan plasmar sus orígenes en su nueva música? ¿Tiene algo que ver Donald Trump? Miley Cyrus y Justin Timberlake, entre otros, han disfrazado de country sus últimos trabajos; Rihanna prepara ahora su disco reggae y Beyoncé ha conseguido las mejores críticas y ventas de su carrera bañándose en cultura africana en ‘Lemonade‘.

La influencia de Beyoncé se percibe en lo nuevo de Janet Jackson y también en el vibrante single que, hace unas semanas, publicaba Ciara. Si ya el desbocado ritmo “New Jersey” de ‘Level Up’ denotaba cierto punto “africanista”, ‘Freak Me’ es directamente una colaboración con el nigeriano Tekno, y un tema de clara inspiración africana en su acelerado ritmo y en su combinación de vientos metal, marimbas y los prominentes tambores que marcan el estribillo. JR Rotem se encuentra tras la producción, embadurnando la base con una pátina ultra digital que corta como un rayo láser.

Para completar esta reinvención, Ciara y sus bailarinas no se han ido a Nigeria pero sí a Sudáfrica (sí, sabemos que Solange lo hizo antes) para grabar un vídeo bailando esta canción en las calles de Soweto. El vídeo dura apenas 1 minuto y medio, pero sirve para convencernos de que la reivindicación de sus orígenes de Ciara va en serio. Como bonus, un vídeo de Ciara en el estudio, embarazada, bailando la maqueta de ‘Freak Me’.

¿Dónde narices van The 1975 con un single como ‘TOOTIMETOOTIMETOOTIME’?

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¿Sabes esa sensación cuando alguien te cuenta algo en serio y tú crees que te están tomando el pelo? A un servidor le ha pasado al escuchar ‘TOOTIMETOOTIMETOOTIME’ –así, en mayúscula, tres veces y juntito–, el nuevo single de los británicos The 1975. Una canción que nos remite a la reciente conversión al moderneo (o algo así) de ex-emopunks (whatever) como 5 Seconds of Summer o Tokio Hotel, con un ritmo post-dancehall (co-produce No Rome, un joven fichado por el sello Dirty Records a instancias de Matt Healy, precisamente) casi calcado a numerosas producciones de pop contemporáneo y cuya melodía resulta terriblemente simplona. Como toda buena canción absurdamente pegadiza necesita, claro.

Los fans de The 1975, famosos por defenderles a capa y espada sin importar qué hagan, están encantados. Quizá se identifican –cosa que lamentablemente no podemos hacer muchos– con la caterva de mozalbetes de todo tipo de morfología y etnia que acompañan a un Healy con el pelo oxigenado en el vídeo oficial de ‘TOOTIMETOOTIMETOOTIME’, únicamente disponible en Spotify. Y posiblemente ellos son el público al que va dirigida este tema y su letra sobre infidelidad en la era de la tecnología, que nos dirige directamente al título del álbum en el que se incluye, ‘A Brief Inquiry Into Online Relationships’.

Pero es evidente que este nuevo single del tercer disco del grupo de Manchester, convertidos ya en indiscutibles superestrellas internacionales del pop, es confuso, en cuanto a lo mucho que difiere de sus dos adelantos previos. ‘Love It If We Made It’ y su sorprendente reflexión sobre la modernidad tenían un aura de stadium pop épico, con cierta reminiscencia de Simple Minds, y ‘Give Yourself A Try’ sorprendía con su nervioso riff a lo Strokes. Pero ambas, a su manera, conectaban con el pop rock chulesco a lo INXS del exitoso ‘I Like it When You Sleep, for You Are so Beautiful Yet so Unaware of It’.

En cambio ‘TOOTIMETOOTIMETOOTIME’, aunque Healy advierte que es el momento más divertido del álbum que publican el próximo octubre, parece algo desconectado –en el plano artístico, no tanto en el lírico– de lo que ‘A Brief Inquiry Into Online Relationships’ prometía. Y, sobre todo, resulta pobre ante cualquiera de sus anteriores canciones, incluso aunque se trate de una burla –que no lo parece, ojo– de la modernidad. ¿Dónde narices quieren ir, exactamente, The 1975 con esta canción?

5 razones por las que ‘Heridas abiertas (Sharp Objects)’ está siendo la serie del verano

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Tenía todas las papeletas para convertirse en la serie de este verano. Por el sugestivo material de partida (la primera novela de Gillian Flynn, autora de ‘Pérdida’), guión-producción (Marti Noxon, conocida por ‘Buffy, cazavampiros’, ‘Mad Men’ o ‘UnREAL’), dirección (el siempre eficaz Jean-Marc Vallée, director de ‘Dallas Buyers Club’, ‘Alma salvaje’ o ‘Big Little Lies’) y reparto (Amy Adams, Patricia Clarkson). Y así ha sido. Con Netflix medio de vacaciones, guardándose sus platos fuertes para septiembre (las esperadas ‘Maniac’ y ‘The Chilling Adventures of Sabrina’), HBO ha aprovechado para animar la época estival: ‘Succession’, ‘Heathers’, ‘Random Acts of Flyness’, la última de ‘Casual’ y, por encima de todas, ‘Heridas abiertas’, una de sus grandes apuestas de este año. A falta de ver cómo termina, estas son las razones por la que está siendo el mejor estreno del verano.

1. El enorme peso dramático de la banda sonora
Empezamos por el principio. La primera imagen de la serie, con la que comienzan todos los capítulos, es la de la aguja de un tocadiscos descendiendo sobre un vinilo. Lo que suena a continuación es ‘Dance and Angela’, el tema principal de ‘Un lugar en el sol’ (1951), compuesto por Franz Waxman. Cada episodio empiezan con la misma melodía pero interpretada de distinta manera: electrónica, hip hop, piano… Según sea ésta, así será el tono del episodio: inquietante, melancólico, trágico… Esta vinculación entre música y narración, que alcanza su cenit en el tercer episodio, es una constante en la serie. Las canciones de Vitalic, Agnes Obel, M. Ward, The Acid, las numerosas de Led Zeppelin o la fabulosa ‘Pa’lante’ de Hurray for the Riff Raff, todas ellas sonando de forma diegética, proporcionan claves dramáticas, modulan atmósferas y producen chispazos emocionales.

2. Duelo en la cumbre: Amy Adams vs Patricia Clarkson
La eterna nominada Adams promete arrasar en los próximos premios de televisión. Su interpretación de una periodista alcohólica que vuelve a su pueblo natal para cubrir unos asesinatos y se enfrenta a los fantasmas de su pasado, es extraordinaria, a la altura de sus mejores papeles en el cine. Adams mira, observa, y a través de su mirada -triste, vidriosa, llorosa- expresa todo el dolor que lleva marcado en la piel. La extraordinaria Patricia Clarkson, su madre (que parece venir directamente desde el pueblecito de ‘La librería’), es todo lo contrario. Habla más que mira; y lo que dice, las palabras de desprecio que escupe, cortan como una cuchilla de afeitar. Su combate dialéctico, pérfido y dañino, es como esgrima verbal, un duelo tan fino como mortal.

3. El pringoso aroma del gótico sureño
Se ha definido a ‘Heridas abiertas’ como un ‘True Detective’ femenino. Algo de eso hay. Aunque aquí la parte dramática tiene más peso que la policial, los ambientes que evocan sí están en sintonía (aunque no sean los mismos) con los de la fabulosa primera temporada de la serie de Nic Pizzolatto. ‘Heridas abiertas’ está ambientada en un pueblo de Misuri cuya principal actividad económica es la matanza de cerdos. Un lugar conservador y apegado a las tradiciones en el que todavía se respira su pasado esclavista. Pero, como siempre, tras la pulcra superficie provinciana, debajo de los vestidos de niña buena que viste la hermanastra adolescente de Adams (interpretada por la prometedora Eliza Scanlen, que ya ha sido “fichada” por Greta Gerwig para su siguiente película) se esconde una realidad mucho menos idílica. La serie explota estos tópicos de la mejor manera, manoseándolos con manos sudorosas y ensangrentadas, pero sin llegar a explotarlos hasta dejarlos en la mera caricatura.

4. Su estilo visual: entre lo emocional y lo alucinado
Rimas visuales, asociaciones de ideas, destellos de memoria… Es de sobra conocido el gusto de Jean-Marc Vallée por atravesar sus ficciones con insertos, flashes, flashbacks y demás recursos estilísticos -la mayoría de las veces sin sonido- como forma de representar la subjetividad, la manera en que experimentamos los recuerdos y los pensamientos. En ‘Heridas abiertas’, donde el pasado tiene tanto peso en el presente, este era un aspecto fundamental. El director lo ha solventado de una manera parecida a la de ‘Big Little Lies’: a través de un uso muy expresivo del montaje que funciona como cobertura sensorial y rompecabezas emocional, como “heridas abiertas” entre los planos por donde se cuelan los traumas de la protagonista (y las palabras, atención a los mensajes ocultos) sin cicatrizar.

5. No tendrá segunda temporada
Está confirmado: ‘Heridas abiertas’ no va a tener segunda temporada. Ni falta que hace. Por fin una serie de éxito que no se va a alargar inútilmente como las recientes ‘The Handmaid’s Tale’ o ‘Por trece razones’. ¿Una sabia decisión de HBO? No, parece que la “culpable” es Amy Adams, que no quiere seguir con el personaje. Al fin y al cabo, ¿no está rodando HBO la (innecesaria) segunda de ‘Big Little Lies’? 8.

Los fans de R.E.M. se hacen ilusiones con el regreso del grupo por culpa de Ariana Grande

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Hoy es el día de lanzamiento de ‘Sweetener’, el nuevo álbum de Ariana Grande, y algunas de sus canciones han sido de lo más comentado en Twitter esta mañana, entre ellas la pista 4, ‘R.E.M.’, una de las varias composiciones y producciones de Pharrell Williams que incluye el disco.

Por supuesto, el título de ‘R.E.M.’ se refiere a las siglas de “rapid eye movement”, la fase del sueño en la que suceden los sueños más intensos. Pero no a todo el mundo se le ha ocurrido que este TT tenía que ver con Ariana Grande, lo que incluye a varios fans de R.E.M., el grupo de Michael Stipe, que al ver el término entre lo más comentado en Twitter hoy, se han hecho ilusiones pensando que el grupo había vuelto o que traía novedades de algún tipo. “He visto que R.E.M. era trending topic hoy y me he hecho esperanzas por una reunión… pero no”, dice uno de los desencantados tuits.

R.E.M. se separaron en 2011, meses después del lanzamiento de su último álbum, ‘Collapse into Now’. Ese mismo año, solo unos meses antes de que el grupo anunciara su disolución, JENESAISPOP hacía un repaso de su discografía, destacando como su mejor disco ‘Automatic for the People’. Entonces quedaban dos años para que Ariana Grande lanzase su primer trabajo, ‘Yours Truly‘.

23 discos de Prince llegan por primera vez a las plataformas de streaming

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Poco a poco la discografía de Prince va llegando en las plataformas de streaming, esas que tanto odiaba el genio de Minneapolis, pero a las que su familia y equipo ha dado luz verde tras la muerte del artista en 2016. En febrero de 2017, varios álbumes de Prince, entre ellos ‘Purple Rain’, llegaron a Spotify y demás plataformas, lo que nos dio pie a armar una playlist con grandes temas no tan conocidos del músico.

Y ahora, como parte de un acuerdo entre la familia y equipo de Prince y Sony Music, otros 23 álbumes de Prince están finalmente disponibles en streaming. La cosa tiene trampa en cuanto al disco de 1995 ‘The Gold Experience’, que está disponible al completo menos uno de sus temas principales, el éxito ‘The Most Beautiful Girl in the World’. Por lo demás no deja de resultar un goce poder escuchar al fin en streaming discos como ‘Emancipation’, ‘3121’ y rarezas tipo ‘Crystall Ball’, ‘N.E.W.S’ o ‘Rave Un2 the Joy Fantastic’. ¿Para cuándo los vídeos de Prince oficialmente en Youtube?

Estos son los discos de Prince disponibles a partir de hoy en streaming. Os recordamos que un nuevo álbum de Prince sale el mes que viene, ‘Piano & A Microphone ’83’, que recopila grabaciones a piano que Prince realizó en privado poco antes de lanzar ‘Purple Rain’.

1. The Gold Experience (1995) (“The Most Beautiful Girl in the World” greyed out, partial album streaming only; album unavailable for download)
2. Chaos and Disorder (1996)
3. Emancipation (1996)
4. Crystal Ball (1998)
5. The Truth (1998)
6. Rave Un2 The Joy Fantastic (1999)
7. Rave In2 The Joy Fantastic (2001)
8. The Rainbow Children (2001)
9. One Nite Alone… (2002)
10. One Nite Alone…Live! (2002)
11. One Nite Alone…Live – The Aftershow: It Ain’t Over (Up Late with Prince & The NPG) (2002)
12. Xpectation (2003)
13. N.E.W.S. (2003)
14. C-Note (2004)
15. Musicology (2004)
16. The Chocolate Invasion (Trax from the NPG Music Club: Volume 1) (2004)
17. The Slaughterhouse (Trax from the NPG Music Club: Volume 2) (2004)
18. 3121 (2006)
19. Planet Earth (2007)
20. Indigo Nights (2008)
21. LOtUSFLOW3R (2009)
22. MPLSoUND (2009)
23. 20Ten (2010)

Amaia Romero, confirmada en la 5ª edición de Flamenco on Fire

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Del 21 al 26 de agosto se celebra el festival de flamenco de Pamplona, Flamenco on Fire, que este año llega a su quinta edición. Entre los artistas principales confirmados se encuentran Estrella Morente, Diego “El Cigala”, Eva Yerbabuena, Tomatito y la Orquesta Sinfónica de Navarra o Gema Moneo, entre muchos otros que puedes consultar en la web del festival.

Además de los conciertos principales, Flamenco on Fire programa otros más pequeños por la ciudad de Pamplona, entre los que destaca el ciclo gratuito de Flamenco en los Balcones, que busca “llegar al corazón de cada espectador mediante pequeños recitales de formato tradicional, que tendrán lugar en los balcones de tres puntos emblemáticos de la ciudad pamplonesa”. En este ciclo participará Amaia Romero, ganadora de Operación Triunfo 2017 y oriunda de Pamplona, que se suma al festival y realizará un concierto acompañada de la guitarra de Pepe Habichuela y Marta Roble. Amaia inaugurará el ciclo actuando el martes 21 a las 13:00h. en el balcón del Ayuntamiento de Pamplona.

Antes y después de participar en Operación Triunfo, Romero ha demostrado sus dotes para el flamenco, por ejemplo versionando a Las Migas (vídeo abajo) o a Rosalía. Además, en las entrevistas ha asegurado que muy probablemente hará flamenco en su carrera, apuntando que no se centrará únicamente en este género.

Christine and the Queens hace un homenaje al BDSM y al “amor que puedes comprar” en ‘5 Dollars’

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Christine and the Queens publica su nuevo disco, ‘Chris’, el 21 de septiembre. El sencillo principal ha sido ‘Girlfriend’ (‘Damn-dis mois’ en su versión en francés), para el que la artista presentaba, el pasado mes de mayo, un videoclip espectacular, y el segundo llegaba hace unas semanas con el título de ‘Doesn’t Matter’.

A poco más de un mes de que llegue a las tiendas ‘Chris’, la autora de ‘Tilted’ presenta el tercer avance del álbum, ‘5 Dollars’. Es otro dulce número de synth-pop ochentero que Christine describe así, revelando su significado: “la canción es tan tierna y desaliñada… Va sobre un tipo de amor, el que puedes comprar. Es una interpretación literal. Un billete por un polvo: ¡qué aliviador puede ser, sorprendentemente! La dinámica de poder está tan clara como el agua en tus manos. Se convierte en un puro gesto de amor, el del consentimiento definitivo”.

Christine dedica ‘5 Dollars’ por tanto a la prostitución, y en su videoclip interpreta a una persona -no se sabe si prostituta o cliente- aficionada al sexo BDSM. La vemos ducharse con rasguños en la espalda y más tarde atándose un arnés de cuero al pecho, antes de ponerse el traje de ejecutiva para salir a trabajar. ¿Oficinista de día, dominatrix de noche?

Paul McCartney se atreve menos que CeeLo Green y Lily Allen y estrena single titulado ‘Fuh You’

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Paul McCartney, uno de tantos artistas que han recordado a Aretha Franklin tras su fallecimiento durante el día de ayer, protagoniza una de las novedades destacadas de la semana en cuanto a lanzamientos con su nuevo single, que además lleva el descarado título de ‘Fuh You’ (se ha atrevido menos que CeeLo Green y Lily Allen).

Tras ‘Come On to Me’ y ‘I Don’t Know’, ‘Fuh You’ es el tercer avance de ‘Egypt Station‘, el nuevo álbum del ex Beatle, que sale el 7 de septiembre, y aparte de por su título, que dará lugar a malinterpretaciones (dice “I just want it for you”, pero se entiende otra cosa), destaca por tratarse de una composición de Ryan Tedder, líder de OneRepublic y co-autor de éxitos como ‘Rolling in the Deep’ de Adele, ‘Halo’ de Beyoncé o ‘Bleeding Love’ de Leona Lewis. Efectivamente estamos ante una canción bastante popera que hasta podría ser de Ed Sheeran (su tema ‘Happier’ también es co-autoría de Tedder).

El propio McCartney ha contado que con ‘Fuh You’ ha buscado hacer una “canción de amor obscena”, por lo que quizás las malinterpretaciones de su estribillo -que suena a “solo quiero follarte”- no sean tan erradas al fin y al cabo.

Ready for the Weekend: Animal Collective, Christine and the Queens, Suede, Ximena Sariñana, Ladytron…

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Junto con el lanzamiento de ‘Sweetener’, el nuevo disco de Ariana Grande, este viernes 17 de agosto también se publican álbumes como los de Animal Collective, Death Cab For Cutie, Mitski, Cullen Omori (ex-Smith Westerns), Thee Oh Sees, Young Thug –a esta hora, aún no está disponible en España–, Slaves, Still Corners y el EP de regreso de Papa M tras las dificultades personales de David Pajo. ¡No está nada mal, para ser pleno verano!

Del mismo modo, también hay un buen puñado de singles y jugosos adelantos de próximos álbumes, como son los de Cat Power & Lana Del Rey, Janet Jackson & Daddy Yankee, Iron & Wine, Alex Anwandter o Kiesza que hemos venido destacando a lo largo de los últimos 7 días. Y con ellos, novedades de Calvin Harris, Suede, The 1975, Ladytron, Paul McCartney, Christine and the Queens, Low, Jess Glynne, MNEK, Ximena Sariñana, Kurt Vile, Jain, Fucked Up, Stefflon Don & Future, Justice, Cloud Nothings, Uffie, Roosevelt & Washed Out o Brooke Candy (que ha pasado de colaborar con Sia a hacerlo ahora con Pussy Riot, Mykki Blanco y MNDR), entre otros muchos.

También queda espacio para recopilatorios como la antología de Prince que alterna temas de su discografía entre 1995 y 2010 –cuando empleó como sobrenombre El Símbolo– con inéditos de esa era, una cara B inédita en el nuevo single de Noel Gallagher’s High Flying Birds, un remix de Cedric Gervais (el que convirtiera ‘Summertime Sadness’ en un megaéxito bailable) para Superorganism o sendas versiones de St Vincent (por The Wombats), Gillian Welch (por Father John Misty) y Elyse Weinberg (por Courtney Barnett) para la serie de directos exclusivos de Spotify.

Nas / Nasir

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Para muchos, tras publicar una piedra angular del rap de los 90 como ‘Illmatic’, Nas fue incapaz de igualar esa cima de su debut. Eso no quita que su carrera desde entonces sea una de las más exitosas, comercialmente hablando, del hip hop, con unas ventas estimadas de 25 millones de álbumes que entran en disputa directa con las de su archienemigo Jay Z. No parece casual que, 6 años después del acomodaticio ‘Life Is Good’, Nas se asocie con uno de los últimos ex-amigos de Shawn Carter, Kanye West, para la producción de su nuevo álbum. Aunque, habida cuenta de que desde hace varios discos el de Queens parecía haber perdido el tren del hip hop contemporáneo con producciones tremendamente anacrónicas, bien podría ser, sencillamente, una decisión estratégica para recuperar su relevancia.

Así las cosas, parece una buena decisión haber recurrido a West en este ‘Nasir’ que, a decir verdad, bien podría ser un álbum firmado al 50% como el de Kids See Ghost. El peso de West en el resultado del disco es claramente crucial y las dos canciones en las que interviene vocalmente, ‘everything’ y ‘Cops Shot The Kid’, están claramente entre lo mejor del disco. La primera, con ese fantástico gancho cantado a media por Ye y The-Dream (reminiscente de ‘808s and Heartbreak’) que elogia la diferencia y la sencillez para cambiar el mundo, es una de las mejores canciones surgidas de esta hornada de producciones que West lanzara semanas atrás, mientras que la segunda acierta al aproximar su estilo al universo clásico de Nas, apuntando a la violencia policial contra los afroamericanos (parece que, tras años hablando de dinero, chicas y limos, Nasir ha decidido volver a hablar de la vida en la calle), sobre un desquiciado sample extraído de ‘Children’s Story’ de Slick Rick.

Resulta algo decepcionante que, ante tan buenos resultados de su encuentro, ‘Nasir’ resulte algo cojo por temas prometedores pero mal rematados como ‘Bonjour’ o ‘Simple Things’, el primero extendido de más, el segundo muy rácano, sacando los colores a la producción lo-fi que West ha empleado en esta batería de 5 obras. Con todo, el tono general del disco se aproxima más al acierto que a esos errores, como el certero gancho que 070 Shake sirve en ‘Not For Radio’ –con un Diddy prescindible–, la tan escueta como poderosa base de ‘White Label’, basada en una tan fantástica como rebuscada adaptación del iraní Shahram Shabpareh del ‘Prison Song’ de Crosby, Stills, Nash & Young. Y parece que a West le ha dado por juguetear con el rock persa, puesto que el otro gran punto álgido de ‘Nasir’, ‘Adam & Eve’, está inspirado en un fragmento de ‘Gole Yakh’, del también iraní Kourosh Yaghmaei, sobre el que The-Dream canta un gran estribillo que parece genuinamente extraído de un disco de pizarra.

Donde no termina de atinar Nas es en la coartada lírica de este comeback: teóricamente, cada una de las letras de sus 7 cortes da una visión sobre los 7 pecados capitales. Y aunque la cosa cuela cuando se refiere al orgullo (el de la etnia afroamericana, retratado en ‘Not For Radio’) y la ira (‘Cops Shot The Kid’), la cosa se va volviendo más y más inconsistente a medida que avanza el disco. No sólo es la dudosa necesidad de aludir a su ex, Kelis, que recientemente le acusaba de haberla agredido física y psicológicamente durante su embarazo (en ‘Simple Things’, una canción supuestamente sobre la envidia… donde se dedica a fardar de sus numerosas conquistas sexuales). Sino que ni el calzador del estribillo consigue que la descripción de su laxo estilo de vida sirva para acusar la pereza en ‘Adam & Eve’ (más bien resulta un “elogio de”), ni está el mundo para soportar que un rapero millonario venga a dar lecciones emocionales sobre lo malo que es vacunar a los niños, como sucede en el segundo de verso de ‘Everything’ (que, para mayor randomness, trata sobre la codicia).

En todo caso, olvidándonos por un momento de sus letras (lo cual fue, en su día, su gran virtud), Nas consigue en buena medida lo que, a todas luces, buscaba con ‘Nasir’: recuperar vigencia y aproximarse al rap contemporáneo sin traicionar su estilo (técnicamente, su flow sigue siendo venerable).

Calificación: 6,7/10
Lo mejor: ‘Everything’, ‘Cops Shot The Kid’, ‘Adam & Eve’
Te gustará si te gusta: ‘ye’ y ‘808s & Heartbreak’ de Kanye West, y añoras al Nas de ‘illmatic’ pero sabes que difícilmente volverá.
Escúchalo: Spotify

La canción del día: Mitski se corona como cronista de la vida adulta con ‘Two Slow Dancers’

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El quinto álbum de estudio de Mitski, proyecto musical de Mitski Miyawaki junto a su inseparable productor Patrick Hyland, está llamado a ser el de su gran eclosión. Tras la irrupción de ‘Puberty 2’ (2016), apoyado por el sello Dead Oceans tras tres discos autoeditados y, por tanto, de menor repercusión, ‘Be The Cowboy’ venía llamando a las puertas de este 2018 con canciones tan distintas como la angustiosa ‘Geyser’ o la luminosa ‘Nobody’.

Una variedad que se confirma hoy con las primeras escuchas del álbum, con momentos bailables, (en la manera en la que lo entendería St Vincent, una de las referencias más recurrentes al hablar de Mitski) como ‘Why Didn’t You Stop Me?’, coloridos como ‘Me and My Husband’, volcánicos como ‘A Pearl’ o ‘Remember My Name’ y reposados como ‘Two Slow Dancers’, el tema que cierra dramáticamente el disco.

Precisamente nos centramos hoy y destacamos como canción del día este tema, que fue presentado hace una semana como el último avance antes del lanzamiento. Una balada ensimismada que, además, contiene buena parte de la carga lírica de ‘Be The Cowboy’: Mitski, como explicaba en su extensa nota de prensa, recrea en él un personaje, una mujer madura que, tras años de “engaños”, decide romper con lo establecido.

Y este hermoso tema ambiental, con el único acompañamiento de un órgano, dibuja a una pareja adulta bailando una lenta en el gimnasio de su antiguo instituto. Un frustrado amor de juventud que se reúne años después a sabiendas de que lo suyo terminará de una vez para siempre tan pronto acabe la música: “sería cien veces más fácil / si fuéramos jóvenes otra vez / Pero, tal y como es / Como es / Sólo somos dos bailando lentamente, los únicos que quedan”. Con este precioso tema, que uno puede imaginar sonando en alguna escena de ‘Twin Peaks’, Mitski se corona como fabulosa cronista de la vida adulta y dota a ‘Be The Cowboy’ de ese aura de “álbum destacado de 2018” (las primeras críticas publicadas ya lo auguran).

Janet Jackson presenta ‘Made For Now’, un solvente reggaeton pop de la mano de Daddy Yankee

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Una de las noticias más sorprendentes de la semana era el anuncio de la inesperada colaboración entre Daddy Yankee en el single de regreso de Janet Jackson, ‘Made For Now’. Y esta madrugada ha sido lanzado, ultracolorido vídeo dirigido por el reputado Dave Meyers (Kendrick Lamar, Ariana Grande, Camila Cabello) mediante.

La canción está producida por un nombre de la vieja escuela del R&B como Harmony Samuels (Ciara, Keyshia Cole, Fifth Harmony) y escrita por una cohorte de compositores que, además de Janet y el rapero portorriqueño, incluye a Randy Jackson, hermano de la cantante. Y es un solvente acercamiento del R&B y el soul con ritmos no exactamente reggaetoneros, sino caribeños en el sentido más clásico, con una guitarra haciendo un marcado riff. Aunque Daddy aporta su correspondiente verso, algo anodino, lo que destaca de ‘Made For Now’ es, en realidad, una melodía que recuerda vivamente el célebre ‘All Night Long’ de Lionel Ritchie, especialmente cuando los coros repiten esos “right now”.

‘Made For Now’, como decíamos, marca el regreso a la industria musical de Janet que, tras publicar en 2015 ‘Unbreakable’, interrumpió inesperadamente su promoción y gira en 2016 para ser madre y crear una familia con el que finalmente ha terminado siendo su ex marido, el magnate catarí Wissan al Mana. Tras dar a luz a principios de 2017, este año ha retomado esa gira que abandonó a medias y, presumiblemente, continuará trabajando en su 12º álbum de estudio, aunque ya se sabe que la Jackson no es precisamente impaciente preparando sus discos.

Ariana Grande publica ‘Sweetener’: el tema llamado como su novio, ‘Pete Davidson’, y otros detalles del álbum

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Hoy viernes, 17 de agosto, se publica uno de los lanzamientos más esperados del pop mundial en 2018. Se trata de ‘Sweetener’, el cuarto álbum de estudio de Ariana Grande, el primero tras el terrible ataque terrorista que se vivió en 2017, en Manchester, a la salida de uno de sus conciertos. Sin duda parece que la intro, ‘Raindrops (An Angel Cried)’ –en realidad, una versión de The Four Tops– está dedicado a las víctimas de aquella tragedia, al igual que su exitoso single principal ‘No Tears Left To Cry’. Sin embargo, lo que más parece marcar el plano lírico del álbum es su nueva relación sentimental, tras la ruptura con el rapero Mac Miller, con el actor Pete Davidson, con el que dice que supo que se casaría nada más conocerle (!).

Hasta el punto que le dedica de manera explícita uno de los 15 cortes del álbum, el titulado ’Pete Davidson’. Es, en cualquier caso, un pequeño guiño, casi una broma, puesto que se trata de un interludio de poco más de un minuto, casi al final del álbum, en el que, eso sí, le dice claramente que “toda su vida me estuvo preparando para ti” y repite una y otra vez que va a “ser feliz” a su lado. Ese tono edulcorado (ya sabemos a cuento de qué venía el título del disco) es generalizado en buena parte del disco, abundante en medios tiempos de soul pop y R&B como ‘R.E.M.’, ‘Everytime’ o ‘Better Off’.

Pharrell Williams es, claramente, el productor y compositor principal del álbum, puesto que no sólo interviene en su featuring, ‘Blazed’, y el ya conocido ‘The Light Is Coming’ (junto a Nicki Minaj), sino que firma o colabora en hasta cinco temas más. La única colaboración estelar, más allá de Pharrell y Minaj, es la de Missy Elliott en ‘Borderline’, aunque en los créditos encontramos a mucho sueco conocido, como Ilya (co-autor de ‘Bad Blood’, ‘Love Me Like You Do’, que ya tendría un papel crucial en ‘Dangerous Woman’), artífice junto a Savan Kotecha del otro single, ‘God Is A Woman’, o Peter Svensson: el guitarrista de The Cardigans es el compositor del que quizá sea el más claro “banger” de ‘Sweetener’, ‘Breathin´’.

Casi en el mismo instante del lanzamiento del disco, la pasada madrugada, se emitía en EE UU una entrevista con Ariana Grande en el famoso ‘The Tonight Show with Jimmy Fallon’, en el que, además de ofrecer una entrevista, la artista rendía un precioso homenaje a Aretha Franklin, interpretando junto a The Roots el mítico ‘Natural Woman’, que ya puede verse en Youtube.

‘Pose’ puede parecer un cuento de hadas, pero uno que a ningún niño le contaron

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Una serie protagonizada por mujeres. Una serie protagonizada por mujeres negras y latinas. Una serie protagonizada por mujeres negras y latinas pobres. Una serie protagonizada por mujeres trans negras y latinas pobres. Una serie protagonizada por mujeres trans negras y latinas pobres donde son actrices trans, y no actores cis, quienes las interpretan. Pensemos en alguien que va a presentarle su proyecto de serie a unos productores: cualquiera de esas categorías hubiese hecho difícil que la respuesta fuese “ok”, y más a medida que la frase se hace mayor. Y directamente imposible con las dos últimas frases. Está claro que sin el éxito de ‘Glee’, ‘American Horror Story‘, ‘Feud‘, ‘Popular’, ‘Nip/Tuck’ o ‘American Crime Story‘, es decir, sin la figura de poder que supone Ryan Murphy, ‘Pose’ no podría existir. Pero tampoco sin el caldo de cultivo en el que muchísimas activistas han trabajado sin descanso, siendo Janet Mock una de ellas: no en vano, la articulista ha sido en esta ocasión la mano derecha de Murphy y de su inseparable Brad Falchuk. ‘Pose’ es, en muchísimos sentidos, una serie necesaria. Y ese adjetivo que tantas veces se usa de forma condescendiente con productos que destacan por su labor social, pero no tanto por su calidad, no tiene aquí en absoluto esa segunda lectura. ‘Pose’ es una serie necesaria… y es una gran serie.

‘Pose’ presenta la serie con más intérpretes trans de la historia, con Mock como la primera mujer negra trans en producir, escribir y dirigir una serie, y coincide en el tiempo con dos polémicas sobre personas cis interpretando a personajes trans: la de Scarlett Johansson con su papel en ‘Rub & Tug’ (que terminó abandonando) y, a nivel nacional, la de Paco León con ‘La casa de las flores’. Y el casting no es solo un acierto por el hecho de que sean mujeres trans: ES un buen casting. Por nombrar solo a las tres protagonistas, MJ Rodríguez hace un gran trabajo con Blanca componiendo uno de los personajes más intrínsicamente puros que se hayan visto en televisión, Indya Moore está también sensacional como Angel, y Dominique Jackson, aunque salga perdiendo en lo interpretativo en comparación con las anteriores, lo suple todo con la presencia absolutamente magnética de su Elektra, que consigue que cada vez que aparece en pantalla, no puedas quitar tus ojos de ella.

En la parte masculina, quien se come al resto es el Pray Tell de Billy Porter (cuya amistad y momentos de intimidad con Blanca son de lo mejor de la serie), aunque también Ryan Jamaal Swain hace un buen trabajo con la inocencia de Damon, y Angel Bismark con el equilibrio entre macarra y bonachón de Lil Papi. Aquí los secundarios son, al contrario que en la mayoría de lo audiovisual, los blancos heterosexuales, y para ellos Murphy y Mock también han dado en el clavo con valores seguros como Evan Peters, Kate Mara y Chris Meloni, y un sorprendente papel de James Van Der Beek (sí, el mítico Dawson de ‘Dawson crece’) que aporta un enfoque curioso a la historia: su personaje y el de Peters trabajan para Trump (!) en medio del capitalismo de finales de los ochenta a lo ‘Armas de Mujer’ o ‘El lobo de Wall Street‘. Al situarse en esa época, y gracias también al presupuesto que toda producción de Murphy tiene, la BSO está tan llena de temazos como se puede esperar: Diana Ross, Tina Turner, Grace Jones, Janet Jackson, Whitney, Kate Bush, Donna Summer, 10cc, Sade, Bryan Ferry o Whitesnake se pasean por el universo de Blanca, Elektra y compañía.

Es evidente que todo lo que rodea a las personas trans despierta aún mucha confusión en la sociedad, y que ésta tiene mucho desconocimiento al respecto, y precisamente por eso es tan interesante que la serie se adentre en territorios inexplorados en este aspecto (o explorados desde el morbo y la exotización) como el tópico de que todas las personas trans quieren someterse a la cirugía genital, o cómo conseguían el dinero si querían dicha cirugía y los implantes de silicona, o cuál era la opción barata (lo más cercano en nuestra televisión es la historia de Marisol, «La Falsa Cirujana») o, tema tabú donde los haya, la tan cuestionada sexualidad de los hombres hetero que buscan específicamente una mujer trans con pene: Janet Mock escogió personalmente a Chris Meloni para su papel precisamente por eso, quería un actor con una apariencia concreta, “a quien nadie le cuestionaría su sexualidad”, según sus propias palabras. Y esto de “Janet Mock escogió” es importante: tener a personas trans, y LGBT en general, que saben con exactitud qué les ha faltado a lo largo de su vida, contando su propia historia, tiene mucho que ver con la sensación de veracidad (otro ejemplo eficaz en este sentido es lo inaudita que puede resultar cierta charla madre-hijo sobre sexo) que arroja ‘Pose’.

Una veracidad que solo ha sido puesta en duda en un sentido: cuando, al hilo de Kiddy Smile, hablé del documental ‘Paris is Burning’ (recomendable verlo antes de ver la serie, por cierto), mencioné el momento en que se decía que podías confirmar que una concursante era una “femme realness queen” cuando podía salir de la ball y llegar a su casa sin sangre; es decir, cuando pasaba por cis y por tanto no era víctima de ataques tránsfobos callejeros. La historia de unos personajes trans en los EEUU de finales de los 80 bien podía ser una ‘American Horror Story’, y no es lo que Murphy y su equipo han hecho. Aunque no se llegan a romantizar la pobreza, la prostitución callejera, etcétera, tampoco se muestran de forma sórdida. Pero ‘Pose’ no es anacrónica ni irreal, simplemente elige qué mostrar y cómo: sí, no funciona como una ficción con intención documental que podía tener la reciente ‘120 pulsaciones por minuto‘, pero si la sensacional obra de Robin Campillo acertaba de pleno en su representación de los clubs como evasión de las mierdas que tenían que soportar sus personajes, ‘Pose’ va más allá y consigue transmitir a la perfección el escapismo, la alegría y la sensación de comunidad que se podía encontrar en las balls.

En muchas piezas sobre la serie se menciona que consigue hacer historia (por el tema del cast) sin llegar a ser original, y discrepo. Claro que es original, claro que innova. Lo tremendamente nuevo de ‘Pose’ es otorgar felicidad a unos personajes que sistemáticamente son maltratados en la ficción, es ofrecer un happy place audiovisual (¡ese episodio de Navidad!) a un grupo que no suele verse representado, y menos de forma optimista. MJ Rodríguez cuenta que, el último día de grabación, dijo al equipo que podían sentirse orgullosos porque “incluso si no tenemos segunda temporada, hemos podido mostrar que somos más que simplemente estigmas”. Finalmente van a tener esa segunda temporada (¿con aparición de Madonna incluida?), pero esa es la clave: sin ser una serie de misterio, ‘Pose’ posee un gran plot-twist. [¡ATENCIÓN, SPOILER!] Y el plot-twist es precisamente que Blanca decida ayudar a Elektra en su peor momento, en lugar de aprovechar para pisotearla; es esa cita de Pray Tell en la que todos pensamos que se va a llevar un palo… pero no; es que Blanca diga “quiero ser yo quien le de a Damon las buenas noticias” y que no ocurra una desgracia que lo impida (como seguro que todos pensamos que ocurriría, por lo que estamos acostumbrados a ver), como decía la propia Janet Mock en una entrevista sobre esto, en la que también ironizaba sobre que el gran día llegará cuando Indya Moore lleve a Zac Efron como acompañante en la alfombra roja.

“¿Que es demasiado cuento de hadas?”, se preguntaba Mock sobre las críticas por este aspecto a ‘Pose’. “Vale, dejadnos crearlo. Esto no es ‘The Wire’ ni pretende serlo. (…) Y, aunque la serie fracase, mi comunidad podrá decirme ‘esto me ha hecho sentir bien, me ha hecho sentir esperanza, me ha hecho sentir que quizás debería ir a una audición para algún papel, y que quizás debería volver a la escuela’”. 8.

Aretha Franklin en 10 actuaciones icónicas

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Por más que supiéramos que Aretha Franklin nos dejaría en cuestión de horas, días, tras conocerse su estado grave a principios de esta semana, no resulta menos doloroso. La llamada reina del soul –aunque en realidad la auténtica raíz de su milagrosa voz está en el blues y el gospel– ha marcado un antes y un después en la historia de la música popular.

La historia de Aretha alberga una difícilmente asumible trayectoria discográfica con más de 50 álbumes (casi uno al año desde que su carrera diera comienzo, allá por 1960), y su voz y su figura, imponentes, han maravillado década a década en igualmente incontables actuaciones en directo a la altura de este icono. Por eso repasamos su historia en 10 de esas actuaciones que, por su importancia y simbolismo incluso histórico, siempre unidas a una calidad interpretativa sobrenatural, merece la pena recordar.

‘Won’t Be Long’, 1964

El primer single de los 76 que colocó en Billboard Hot 100 –un record sólo desbancado recientemente por Nicki Minaj– fue este de su disco de 1961 ‘ Aretha: With The Ray Bryant Combo’, uno de los primeros de su carrera, en una de sus primeras apariciones televisivas.

‘Chain of Fools’, 1968

Pese a estar educada en el gospel, la moda de la época casi empujaba a Aretha a convertirse en estrella del soul, en este caso perfectamente ataviada (extrañamente, sin la banda y los coros a la vista) con el estilo go-go tan 60s en esta colorida escenificación del enorme ‘Chain of Fools’.

‘Respect’, 1970

La irrupción de Aretha se hizo también meteórica en Europa, donde pronto comenzó a realizar giras por Francia y Países Bajos, sobre todo en festivales de jazz. En este caso, vemos una agitadísima interpretación del mítico ‘Respect’ en Antibes, Francia.

‘I Say A Little Prayer For You’, 1970

Una de las controversias más famosas del soul fue la enemistad entre Dionne Warwick y Aretha –se dice, incluso, que ese enfrentamiento podría ser retratado en la segunda temporada de ‘Feud’–, y muy posiblemente se debiera al hecho de que Aretha acabó apropiándose de este single que Burt Bacharach y Hal David escribieran para Warwick. Viendo esta interpretación, en un especial televisivo británico de Tom Jones, ¿quién osaría pedirle que se abstuviera de cantarla?

‘Bridge Over Troubled Waters’, 1971

Como decíamos antes, el circuito del jazz fue recurrente en las giras de Aretha quien, aunque es más reconocida como cantante, destacó también como pianista y organista. Esta sentida interpretación del clásico de Simon & Garfunkel en el festival de Montreal da buena cuenta de ello.

‘Dr. Feelgood’, 1971

El disco en directo en el Fillmore West de 1971 es uno de los mejores álbumes en vivo de la historia de la música, y un zenit en la discografía de Franklin. Su gran estado de forma, quizá en su máximo esplendor, y la comunión con el público son palpables en esta interpretación de uno de sus grandes clásicos más blues, ‘Dr. Feelgood’.

‘Mary Don’t You Weep’, 1979

No deja de ser una curiosidad, puesto que es simplemente una breve intervención de 2 minutos, pero esta aparición con una gran melena suelta en un especial navideño de Soul Train da cuenta de cómo, tan sólo con un par de versos, podía embelesar la voz y la presencia de Aretha.

‘Precious Lord’, 1984

Uno de los momentos cumbre en la historia de la cantante fue cuando cantó ‘Precious Lord’ en el históricamente crucial funeral del Reverendo Martin Luther King. Curiosamente, su padre también fue reverendo y esa misma canción fue cantada por Franklin en honor de ambos en 1984, en el funeral de su progenitor.

‘I Dreamed a Dream’, 1994

La figura de la reina del soul es tan descomunal que terminó inevitablemente ligada a la historia de su país, apareciendo en diversos momentos históricos como la conocida actuación en la primera toma de posesión de Barack Obama. Pero quizá no suele recordarse tanto que también dio la bienvenida a otro presidente demócrata, Bill Clinton. Además, lo hizo interpretando un número extraño, ‘I Dreamed A Dream’ (el baladón de ‘Los Miserables’) con una escenografía excesiva, marca de los 90. Sin embargo, aunque al principio parezca que eso hace aguas, Aretha encauza el libreto con un final E-S-P-E-C-T-A-C-U-L-A-R.

‘(You Make Me Feel Like) A Natural Woman’, 2015

Por supuesto, no podía faltar una de sus últimas actuaciones más notorias antes del anuncio de su retirada el año pasado. En una entrega de premios presidida por los Obama y acompañada de Carole King, autora de una de sus canciones más icónicas, ‘(You Make Me Feel Like) A Natural Woman’, Aretha arrancaba lágrimas (incluidas las del ex-presidente de EE UU) y demostraba que, a sus más de 70 años, aún tenía lo necesario para seguir siendo, por siempre, la reina del soul.

Aretha Franklin, recordada por artistas de todas las generaciones

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Aretha Franklin ha fallecido este jueves en Detroit. Tenía 76 años. Con ella se ha ido la Reina del Soul y una de las voces más importantes de la historia de la música negra y de la música popular. Para siempre quedarán canciones como ‘Say a Little Prayer’, ‘Respect’ o ‘(You Make Me Feel Like) A Natural Woman’ que siguen siendo escuchadas y versionadas a día de hoy.

La diversidad de los artistas a los que Franklin ha influido, o que simplemente la reconocen como una de las cantantes más importantes de la historia, se percibe en la diversidad de artistas que hoy la están recordando en las redes sociales. Paul McCartney, Diana Ross, su colaborador Clive Davis, Justin Timberlake, Christina Aguilera, Ariana Grande (que comparte una imagen de ella con Franklin), Chance the Rapper, Azealia Banks, Jake Shears, Florence + the Machine, Will Butler de Arcade Fire, Britney Spears y Liam Gallagher son algunos de los artistas procedentes de varias generaciones que han lamentado la pérdida de Franklin.

Por supuesto, los mensajes también están siendo diversos. Especialmente bonito ha sido el de Mariah Carey, quien ha escrito que el “poder de la voz de Franklin en la música y los derechos civiles abrió una puerta para mí y muchos otros”. Carey apunta: “Fuiste mi mayor inspiración, mi mentora y mi amiga. Me enseñaste que podía cantar las canciones que quería cantar y traer a Dios conmigo. Atesoro todos los momentos que pasé en tu presencia”. Por su parte, Brian Wilson se ha mostrado “apenado” por la marcha de Franklin y ha recordado que en los 60 solía escuchar a la cantante, una de las “más grandes y emotivas vocalistas”. Missy Elliott ha querido celebrar a Franklin compartiendo un vídeo de una actuación de la artista en ‘Soul Train’, escribiendo que se la imagina todavía “moviendo almas” en el cielo.

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Aretha Franklin. The Queen of Soul. The Icon. The ultimate singers' singer. The greatest singer and musician of my lifetime. The power of your voice in music and in civil rights blew open the door for me and so many others. You were my inspiration, my mentor and my friend. You showed me I could sing the songs I wanted to sing and bring God with me. You've inspired millions everywhere yet never left home, never left church. Today the entire world mourns your home-going and celebrates all the brilliance you left behind. I will forever cherish the moments I spent in your presence. Your indelible impact was earned not only by your incomparable voice but by your bigger than life personality, wit and humor. I say a BIG prayer for you. You will forever have all our RESPECT. Love, Mariah ♥️

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A Natural Woman.

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Thank you, Aretha Franklin.

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