‘Here’s Where The Story Ends’ siempre será una canción que reivindicar. Aunque The Sundays no siempre salgan en lo mejor del siglo pasado, no hay duda de que construyeron un clásico con aquel single que aparecía en su precioso debut, ‘Reading, Writing and Arithmetic’. Pudieron inspirarse demasiado en los Smiths, tanto en cuanto a arpegios como en cuanto a lírica (aquel inolvidable «nunca debería haber dicho que los libros que leías era lo único por lo que te quería»), pero es difícil escuchar esta canción sin que se te pongan los pelos de punta.
Youth Lagoon, que tras el notable ‘Wondrous Bughouse‘, ha publicado ahora ‘Savage Hills Ballroom’ precedido de singles como ‘The Knower‘, recuerda este pequeño clásico en una emisora realizando una versión que mantiene letra y melodía pero poco más. La instrumentación es completamente diferente, dando una interpretación más sombría a lo que nos contaba la canción original.
The Sundays están retirados desde su tercer disco, editado en 1997 y precedido por otro gran sencillo, ‘Summertime’. Pero la cantante Harriet y David, compositor principal, pareja en la vida real, nunca se divorciaron y últimamente nos sorprendían concediendo una entrevista a una revista de una compañía aérea. En ella se mostraban dispuestos a volver sin prisa pero sin pausa, porque tenían nuevas canciones escritas.
Actualización: gracias a un comentario descubrimos que un locutor británico aseguraba haber hablado este verano con el batería del grupo, que le habría indicado que The Sundays están escribiendo temas nuevos. Este es el audio.
Dorian, que ha sido cabeza de cartel de numerosos festivales este verano en España con el disco y la gira de ‘Diez años y un día‘, presenta ahora videoclip con dos protagonistas que conocerás muy bien: los actores Daniel Brühl (‘Malditos bastardos’, ‘Goobye Lennin!’, ‘Rush’) y María Valverde (‘Tres metros sobre el cielo’, ‘Exodus’, ‘Ahora o nunca’). Ambos buscan «cualquier otra parte» para estar juntos en este vídeo dirigido por el barcelonés Alexandr Tregón, director de anuncios para varias marcas de moda, en el que Brühl y Valverde se conocen y enamoran en un concierto de Dorian.
El vídeo corresponde a la nueva versión de ‘Cualquier otra parte’, considerada tanto por crítica como por público como un himno generacional, y que es el segundo corte del recomendable ‘Diez años de un día’, el disco de autoversiones acústicas que Dorian editaban el pasado mes de septiembre y con el que celebran sus primeros diez años como banda. Este mismo verano presentaban vídeo para otra de sus pistas, ‘Arrecife‘, también en modo directo.
Esta es la agenda de conciertos actual de Dorian:
Noviembre
Viernes 6: CIUDAD DE MÉXICO – Foro SALA D.F
Sábado 7: MONTERREY – Sala Escena
Viernes 13: QUERÉTARO – Sala Basement
Sábado 28: LIMA – Lima Indie Festival
Diciembre
Jueves 3 de diciembre: BUENOS AIRES – Sónar Festival
Lo peor ya ha pasado. Tras la marcha en 2012 de Chris Urbanowicz, el guitarrista principal al que le debemos buena parte de su sonido electrificado (con perdón de Tom Smith, cuya presencia vocal siempre ha sido un pilar imprescindible), Editors se quedaron cojos y desorientados. Su último disco, ‘The Weight of Your Love‘, no hizo más que confirmar la deriva a la que estaban condenados, cayendo en terrenos comunes en donde las canciones vistosas brillaban por su ausencia. Pero después de esa etapa gris en la que se vieron obligados a fichar a dos nuevos integrantes, Justin Lockey y Elliott Williams, el grupo ha cogido aire y ha vuelto con un trabajo que les reconcilia nuevamente con los seguidores que, por uno u otro motivo, les giraron la espalda cuando más faltos de apoyos estaban.
Encerrarse en una pequeña casa de la campiña escocesa les ha sentado más que bien. Según ellos mismos nos contaron hace escasos días, los temas que conforman su nuevo largo nacieron con una facilidad pasmosa. Tal es así que se han decidido a autoproducirse por primera vez, evitando que nada ni nadie les truncara cómo vislumbraban las canciones en su cabeza. Aunque lo mejor del asunto es que, lejos de ir por el camino fácil del revival post-punk guitarrero que les dio a conocer, para esta ocasión han querido volver a fijarse en las cajas de ritmos y los sintetizadores de aquel ‘In This Light and On This Evening‘ que dividió a la crítica y el público en 2009. Pero eso sí, a diferencia de aquel controvertido álbum, aquí todas las canciones encajan como un guante y suenan con una consistencia de lo más plausible.
El uso de las cuerdas, que ya empezaron a probar en su anterior largo, se consolida en piezas como ‘Salvation’. Y lo mismo puede decirse de esa épica innata en ellos que aquí, en números como la muy U2 ‘Ocean of Night’, ‘Forgiveness’ o ese cierre tan springsteeniano titulado ‘Marching Orders’, no suena para nada forzosa o fuera de lugar. Los simpatizantes del rock de estadios no se sentirán defraudados.
No obstante, si algo destaca en el quinto retoño de los de Stafford es esa oscura vuelta de tuerca a las pistas de bailes y los sonidos sintetizados. Destaca por encima de todas esa ‘Our Love’ en la que Smith recurre al falsete, pero mantienen muy bien el tipo recurriendo al minimalismo sonoro de Beach House en ‘The Law’ (en la que les echa un cable vocal Rachel Goswell de Slowdive) o poniéndonos sobre la mesa algo así como la hermana postiza de ‘Papillon’, que aquí recibe el nombre ‘Life Is a Fear’. Por mucho que el fantasma de la separación les persiguiera, Editors siguen en forma y firmando canciones que reivindicar.
Editors actúan el 16 de noviembre en Razzmatazz, Barcelona; y el 17 de noviembre en La Riviera, Madrid.
Calificación: 7,2/10 Lo mejor: ‘Ocean of Night’, ‘Life Is a Fear’, ‘Our Love’ Te gustará si te gusta: escuchar una versión mejorada de ‘In This Light and On This Evening’ Escúchalo: Spotify
Probablemente muchos y muchas conocierais ya a Whirr, la banda de noise-rock y shoegaze de San Francisco, por canciones tan dignas como ‘Mumble’ o ‘Ease’ o por su EP del año pasado ‘Around’, que prometía grandes cosas para la próxima puesta en largo del grupo, que este ya está ultimando según puede verse en su cuenta de Facebook.
Y quizás otros y otras supierais de la banda ayer mismo por motivos que nada tienen que ver con su música. El grupo ha sido objeto de una gran polémica en las últimas horas debido a unos comentarios tránsfobos emitidos desde su cuenta de Twitter que probablemente hayan arruinado para siempre su carrera. Los comentarios en cuestión, dirigidos a la banda transfeminista norteamericana G.L.O.S.S., eran tan desagradables que los sellos asociados al grupo, Graveface y Run For Cover, han tenido que despedirles.
Poco después de que estos sellos tomaran su decisión, Whirr emitían un comunicado en las redes sociales defendiendo que los comentarios tránsfobos publicados en su cuenta de Twitter son obra de un «amigo» al que han habilitado siempre el acceso a su cuenta. Los comentarios en cuestión, evidentemente ya borrados pero recogidos aquí, leían que G.L.O.S.S. «no es más que un grupo de chicos correteando en bragas y haciendo música basura» y se reían del alto índice de suicidios dentro de la comunidad LGBT indicando que «si te vas a suicidar, hazlo bien a la primera». El tuit remataba: «mi madre se suicidó, ¿por qué estos chavales trans no pueden hacerlo?».
Para más inri, el grupo enfadaba a sus fans retuiteando comentarios negativos sobre ellos en medio de toda la polémica. En su comunicado posterior, Whirr aseguran que dejaban a su amigo tuitear desde su cuenta porque era divertido pero que esta vez ha ido demasiado lejos y que ya no tendrá nada que ver con ellos. Además, apuntan que los comentarios no reflejan la opinión de ningún miembro de la banda y que esperan que sus seguidores no dirijan su enfado hacia las personas que han trabajado con ellos.
De manera hilarante, Sadie Switchblade de G.L.O.S.S. decidía crearse una cuenta de Twitter únicamente para llamar al grupo de todo: «¿no será que estáis tristes por haber perdido el barco del punk y hacer en su lugar música para gente que lleva el pelo como Macklemore y que escribe en blogs sobre copas de Bloody Mary infusionadas en bacon? Vuestra banda no es más que música de ascensor para entusiastas de GoogleGlass que leen Pitchfork y para liberales de NPR».
Charli XCX prepara ya su tercer disco, entre otros, con SOPHIE, el productor de «PC Music» autor de pepinazos como ‘Lemonade’ y ‘Bipp’ al que hemos oído últimamente en el último single de Madonna junto a Diplo. La colaboración de Charli y SOPHIE ha dado varios temas, tres de los cuales ya hemos oído en directo, entre los que se encuentra ‘Let’s Ride’, que la británica acaba de estrenar en la radio, retitulada ‘Vroom Vroom’.
El tema es un medio tiempo juguetón en la línea que prometía XCX para este nuevo disco, que ha asegurado será «la cosa más pop» que haya hecho nunca. En verdad, suena exactamente como esperas, con SOPHIE sacando su artillería de ritmos huecos y plásticos y Charli cantando una melodía pegadiza por encima, ahora desde cierta sensualidad. Muy apta para el sonido de la autora de ‘Sucker‘ que, en realidad, siempre ha tenido mucho de «bubblegum» pop y de pop japonés. Paris Hilton será otra influencia.
SOPHIE, por su parte, anunció su álbum debut hace unas semanas. Se titula ‘Product’, sale el 27 de noviembre y traerá 8 temas, de los cuales nos queda por escuchar un par, ‘L.O.V.E.’ y ‘Vyzee’. Es su primer gran lanzamiento comercial, de la misma manera que Charli es su primera gran colaboración en el sentido tradicional del término, pues su contribución a ‘Bitch I’m Madonna’ fue una co-producción.
El 21 de octubre de 1985, el número 1 de Billboard lo ocupaba ‘Saving All My Love For You’, de Whitney Houston. Jennifer Rush lo petaba en Reino Unido con el baladón ‘The Power Of Love’. Y en España, el número 1 de los 40 Principales era ‘We Don’t Need Another Hero’, el tema de Tina Turner para la BSO de ‘Mad Max’. Es curioso que, 30 años después, el universo del film de George Miller haya cobrado nueva vida. Parece solo otra señal de que, pese a que el mundo se ha transformado sustancialmente en tres décadas, algunas cosas no han cambiado tanto. Aunque nos hayamos empeñado en mostrar a Marty McFly hasta dónde ha llegado el pop en 2015, probablemente lo que más le sorprenda es lo que NO ha cambiado.
Es probable que alucine al ver cómo la Madonna que triunfaba en sus días con ‘Like A Virgin’ sigue en activo… pero con algo como ‘Bitch, I’m Madonna‘. O en qué anda metido Paul McCartney hoy en día, con unos tales Rihanna y Kanye West. Pero lo cierto es que, a tenor de algunos lanzamientos de los últimos meses, se sentirá como en casa: no solo podrá comprobar cómo Duran Duran (que triunfaban aquel año con ‘A View To A Kill’) o New Order (que publicaban entonces ‘Low Life’) siguen muy en forma con sus recientes lanzamientos. También notará que los éxitos de aquellos días firmados por Simple Minds, A-Ha, Wham!, Tears For Fears, Huey Lewis o Foreigner tienen su presencia en canciones de The 1975, Neon Indian, Brandon Flowers, Tanlines, Lower Dens, Chromatics e incluso en artistas de nuestro país como Anni B Sweet y Francisco Nixon.
Posiblemente también se sorprenda al ver que el funk de Lionel Ritchie y Stevie Wonder ha calado, y de qué manera, en temas actuales de lo más variopinto, de Kevin Parker (Tame Impala) con y sin Mark Ronson a Madeon (ft. Passion Pit), pasando por Beck o Jamie Woon. Se quedará hecho polvo al saber que ha muerto MJ, pero quizá sonría al descubrir que The Weeknd ha aprendido sus trucos la mar de bien. Y, si añora el ‘We Are The World’ que muchas estrellas grabaron contra el hambre en África, quizá el tono épico de Twin Shadow le sirva. Carly Rae Jepsen, por su parte, hace las veces de Whitney con el que probablemente sea el baladón del año. Si ese año es 2015 o 1985, parece lo de menos.
Troye Sivan, una de las revelaciones de 2015, cierra su trilogía ‘Blue Neighborhood’, la misma que titula su esperado álbum debut y que inició con ‘Wild’ y ‘Fools’, con un videoclip para ‘Talk Me Down’, que estrenó hace unos días. El tema es una balada espectacular producida por Emile Haynie y el vídeo está a la altura. Una historia de amor convertida en tragedia que empieza, de hecho, en un funeral. La intención de Sivan ha sido crear conciencia en relación al alto índice de suicidios que se produce dentro de la comunidad LGBT. «Creo que lo más importante para mí a estas alturas es poder ser honesto en mis canciones», ha dicho, «y estas canciones van sobre chicos. Con suerte estos vídeos serán lo más visto que haga en mi vida».
Uno de los lanzamientos más importantes de la semana es ‘Fading Frontier‘, el nuevo disco de Deerhunter. La coyuntura nos ofrece una oportunidad ideal para ofreceros un humilde repaso de su carrera, que ha hecho de ellos una de las bandas más queridas e influyentes del rock alternativo actual. Estas son 10 de sus canciones más representativas, algunas de las cuales son, también y como cabe esperar, sus mejores.
‘Octet’
Para su segundo álbum, ‘Cryptograms’, Deerhunter ficharon por el sello Kranky, famoso por editar a formaciones ambient como Stars of the Lid, Tim Hecker o Grouper. Con Lockett Pundt ya en el barco, el grupo grabó una primera versión del disco con la compositora Samara Lubelski, a la que conocieron durante un festival. Resultó que Lubelski no tenía «ni idea de cómo grabar un disco», según ha contado el mismo Bradford Cox en una entrevista, y Deerhunter decidieron echarla del proyecto y volverlo a grabar sin ella, lo cual resultó en el ‘Cryptograms’ que hoy conocemos.
Con el gran éxito de culto y crítica de ‘Microcastle‘, uno de los discos más importantes de la década pasada para numerosas publicaciones especializadas, es fácil desatender con frecuencia al álbum que lo precedió y, por tanto, olvidar su labor fundamental en el desarrollo de la que terminaría siendo para muchos y muchas la auténtica obra maestra del grupo. Pero sucede que ‘Cryptograms’ era un trabajo de lo más interesante donde el punk, la psicodelia, el shoegaze, el pop y el ambient se fundían en una obra que combinaba rock sangrante con paisajes etéreos de gran belleza.
De este disco es fácil destacar ‘Octet’, probablemente el primer clásico de Deerhunter, debido a su exquisita línea de bajo, un hallazgo rítmico de lo más infeccioso que no sabemos por qué nadie ha sampleado todavía en una canción disco-funk o algo parecido, y a un desarrollo espectacular donde ritmos y distorsión guitarrera dialogan hasta un clímax imponente al que finalmente se une un ritmo bailable. La letra son dos frases: «yo era el cadáver que perdió el control / hacia los pasillos fantasmagóricos». Suficiente para entender lo que ocurre aquí.
Bonus destacado: ‘Hazel St.’
‘Tech School’
Pero para entender el genio de la banda es necesario remontarse a los días de ‘Turn It Up Faggot’, su álbum debut, del que a duras penas se acuerda nadie porque se encuentra descatalogado (aunque disponible en Bandcamp) y eso que en su portada aparecía el pene de Jared Swilley, bajista de Black Lips, en todo su esplendor. El álbum tiene fama de malo y el propio Cox lo odia por considerarlo mediocre y hecho con prisas, entre otras razones, porque Lockett Pundt todavía no formaba parte del proyecto. En cualquier caso, es un compendio de canciones punk-rock viscerales y caóticas entre las que destaca ‘Tech School’, un tema urgente que desprecia la rutina académica y que no pocos encuentran lejanamente similar a ‘Cousins’ de Vampire Weekend, que salió cinco años después.
Bonus destacado: ‘Adorno’
‘Agoraphobia’
Deerhunter airearon su tercer disco de la confusión neblinosa con la que habían envuelto hasta el momento sus primeros trabajos para presentar la versión más accesible de ellos mismos. El resultado fue un álbum en el que las voces eran más claras, los instrumentos más nítidos, la labor tras los paisajes de distorsión mejor definida y, en general, la sensación de que estábamos ante grandes canciones más evidente que nunca. Este nuevo ángulo proporcionó a Cox, Pundt, Arhculeta y Boyles la inspiración para dar con canciones de calado emocional instantáneo como ‘Agoraphobia’, un brumoso medio tiempo de punteos delicados y cálida melodía vocal en la que Cox implora: «cúbreme / confortablemente». Se ha convertido en su canción más popular y no extraña que la propia banda decidiera que era lo suficientemente buena como para abrir el disco.
Bonus destacado: ‘Little Kids’
‘Helicopter’
Si para algo tienen talento Deerhunter es para hallar belleza en la más devastadora de las historias, como logran en ‘Helicopter’. Se trata de una balada psicodélica basada en un cuento corto escrito por Dennis Cooper (impreso, por cierto, en el libreto de ‘Halcyon Digest‘ con permiso de su autor) que narra la vida de un afamado joven trabajador del sexo conocido como Dima (de nombre real Dimitry Marakov) y su relación con «uno de los hombres más poderosos del crimen organizado en Rusia». El tema no es sino un retrato musical perfectamente compuesto de esta escalofriante historia donde amor, sexo, poder y misterio se entrelazan turbiamente y una prueba más de la habilidad de Deerhunter para capturar la tristeza del ser humano de la manera más hermosa, en este caso a través de la profunda desolación de esta vida decadente definida por la angustia y la soledad.
Bonus destacado: ‘Coronado’
‘Snakeskin’
El primer adelanto de ‘Fading Frontier’ es psicodélico y funky al mismo tiempo: las guitarras irradian luz propia pero Cox les da compañía con una interpretación quejumbrosa, siniestra: «nací ya clavado a la cruz / nací con una sensación / estaba perdido / nací con la habilidad de hablar / nací con unos andares de serpiente». De esta serpiente parecen nacer las sonajas que suenan a lo largo de todo el tema y que le otorgan a ‘Snakeskin’ un atractivo elemento rústico. De nuevo, hay algo vulgar, nada refinado, en el sonido de esta canción, pero los arreglos son espectaculares y sofisticados y sus ritmos tan irresistibles como una canción de Chic… o casi.
Bonus destacado: ‘Ad Astra’
‘Nothing Ever Happened’
Si ‘Agoraphobia’ es la canción más conocida de Deerhunter, ‘Nothing Ever Happened’ ocupa en su repertorio una posición parecida, si no superior. Compuesta por el batería Moses Archuleta, esta y no otra sería la canción que cualquier persona debería enseñar a sus amigos y amigas para convencerlos a la primera de que este grupo mola: si su intención con ‘Microcastle’ era escribir canciones concretas e inmediatas, esta es una de las cumbres de aquel objetivo, un tema de melodía atemporal sobre una persona que no sintió jamás nada en su vida y que podría haber sido escrita en algún momento de los últimos cuarenta años. La coda instrumental y su dinámico desarrollo asombran a cada escucha.
Bonus destacado: ‘Twilight at Carbon Lake’
‘He Would Have Laughed’
Pocos discos he oído en los últimos cinco años tan bien cerrados como ‘Halcyon Digest’. La balada que daba por concluido ese disco, ‘He Would Have Laughed’, dedicada a Jay Reatard, que moría mientras dormía a principios de 2010, es un retrato del tedio en la edad adulta en su máxima esencia, pero es su ambivalencia entre la vigilia y el sueño, trasladada no solo a su texto sino también a una música de tonalidades grises y dimensión psicodélica, en la que no faltan melodías apesadumbradas y guitarras acústicas de desarrollo tenue, lo que hace de ella una canción, en pocas palabras, preciosa. «¿Dónde están mis amigos?», se pregunta Cox al final, sin duda una cuestión con la que todos tendremos que enfrentarnos en algún momento de nuestras vidas.
Bonus destacado: ‘Revival’
‘Dr. Glass’
Algunas canciones no son menos importantes por haber aparecido en EPs en lugar de en discos largos. A menudo ocurre que algunos artistas escriben una canción excelente desde cualquier punto de vista que luego no hay manera de encajar en un proyecto mayor. Es el caso de uno de los temas incluidos en su EP de 2007, ‘Fluorescent Grey’, inmediatamente anterior a ‘Microcastle’. Y, en concreto, es el caso de la pista 2, ‘Dr. Glass’, un árido número de «grooves» vigorosos, guitarras amables y tecladillos ebrios sobre «parejas besándose y cadáveres pudriéndose» que sirve como testamento de la influencia fundamental que grupos como Stereolab y Broadcast han ejercido en el sonido de Deerhunter, y de la que se habla más bien poco. Una canción perfecta, si bien infravalorada.
Bonus destacado: ‘Fluorescent Grey’
‘Back to the Middle’
Para durar 2 minutos y medio, pasa mucho en ‘Back to the Middle’, uno de los cortes incluidos en ‘Monomania‘, el disco más crudo de Deerhunter desde ‘Turn It Up Faggot’. De ese gusto por la suciedad sacaron varias buenas canciones y ‘Back to the Middle’ es la que más sucinta y concisamente resumía el concepto de ‘Monomania’: una canción breve donde cada elemento no obstante es un gancho en sí mismo, desde las guitarras (dos líneas melódicas diferentes suceden en ambos canales) hasta los ritmos pasando por los teclados, y que contiene uno de los puentes instrumentales más satisfactorios que ha escrito el grupo. Pocas veces pasa que una canción ofrezca tanto que parece que dure más de lo que dura en realidad y eso es lo que hace de ‘Back to the Middle’ una canción importante. De haberla editado la Velvet (o los Strokes o Sparklehorse), hoy sería un clásico.
Bonus destacado: ‘Sleepwalking’
‘Desire Lines’
No son pocos los que piensan que la estrella de la formación es Bradford Cox, pero que es Lockett Pundt, sin embargo, quien escribe las mejores canciones. En verdad, quizás sí sean, por su consistente carácter cálido a la par que melancólico y el gusto de Pundt por cantar con una tranquilidad cercana a lo narcótico, las más reconocibles: por ejemplo, cuando suena ‘The Missing’ en ‘Monomania’ es evidente que es composición de Pundt y no de Cox. Sin ir más lejos, ‘Agoraphobia’ es de Pundt, como también lo es ‘Desire Lines’, que el propio Cox ha descrito como la mejor canción de Deerhunter.
El motivo no es otro que su coda instrumental. Si la canción durara tres minutos también estaría muy bien: su estribillo de «walking free / come with me / far away / everyday» es simple pero efectivo; sus ritmos seducen, sus guitarras dialogantes te hacen soñar. Pero es esa coda lo verdaderamente importante. Al principio, parece un puente hacia el estribillo final; sin embargo, Pundt decide de repente convertir la canción en una «jam» donde guitarras y ritmos vuelan de la mano implacables hacia el infinito, formando finalmente un paisaje tan hipnótico y bello que podría durar horas.
El Mercury Prize ha conseguido convertirse en el premio más prestigioso del mundo, para muchos por encima de los Grammy, al haberse concentrado en un solo galardón (el disco del año) y haber pasado a menudo de lo comercial para fijarse en nombres noveles, underground y desconocidos. Inspira en España al inminente primer Premio Ruido, que se entregará en enero tras revelar sus primeros nominados en diciembre. Pero en estos años, además de consagrarse, por supuesto ha tenido sus tropezones y rarezas. En una serie de artículos repasamos algunos de ellos. Estos son 10 grandes de la historia de la música británica que nunca han recibido un premio… ni ya posiblemente lo consigan.
PJ Harvey y Radiohead son los artistas más nominados de los 20 años de historia de Mercury Prize, pero claro, hay una diferencia: ella es la única que ha ganado dos veces (con ‘Stories from the City, Stories from the Sea’ y ‘Let England Shake’) y Radiohead no han ganado ninguna.
Los de Thom Yorke han estado nominados con ‘OK Computer’, ‘Amnesiac’, ‘Hail to the Thief’ y últimamente con ‘In Rainbows’, pero nunca se han hecho con el premio. Y ojo porque la lista de álbumes frente a la que han perdido es bastante sorprendente en la mitad de las ocasiones. En orden: ‘New Forms’ de Roni Size/Reprazent, el mencionado «Stories» de PJ, ‘Boy in da Corner’ de Dizzee Rascal y ‘The Seldom Seen Kid’ de Elbow. Aunque casi sorprende más que ‘Kid A’ ni siquiera fuera nominado. Sí lo lograba Yorke en solitario con ‘The Eraser’.
U2
Los artistas irlandeses también pueden ser nominados al Mercury Prize, aunque no lo parezca, pero U2, a pesar de todos sus éxitos en los Grammy incluso con cosas como ‘How to Dismantle an Atomic Bomb’ sólo han logrado ser nominados el primer año. Fue obviamente con su gran obra maestra ‘Achtung Baby’ y ni aun así pudieron con ‘Screamadelica’ de Primal Scream, marcando la línea editorial underground de los premios.
Blur
Blur han sido nominados por ’13’ y ‘Parklife’, y además Damon Albarn lo lograba con ‘Everyday Robots’. No ha habido suerte en ningún caso, pero no podemos dejar de recordar la mamarrachada vivida con Gorillaz cuando salió el grupo. Su debut homónimo fue nominado, pero pidieron la retirada de la nominación. Y lo hizo el bajista animado de la formación, Murdoc Niccals. De todas formas, habría ganado igualmente PJ Harvey…
Oasis
Aquí un enorme varapalo para el orgullo Gallagher: Oasis no tienen premio Mercury. El grupo llamado a ser «los nuevos Beatles», la banda multiplatino cuyos estribillos conocen todos los hooligans de pe a pa, se ha ido siempre a casa con las manos vacías. De hecho, sólo han sido nominados dos veces, las justas, por sus dos primeros discos. Con el primero perdieron contra ‘Dummy’ de Portishead y con el segundo contra ‘Different Class’ de Pulp.
Massive Attack
Mala suerte la de Massive Attack: ‘Blue Lines’ salía en abril de 1991, justo a unos meses de no ser elegible en la primera edición de los Mercury. Después, ‘Protection’ no era nominado y ‘Mezzanine’ perdía contra ‘Bring it On’ de Gomez. Probablemente, el jurado nunca volvió a plantearse volver a nominar a Massive Attack, pero sí hay una curiosidad: Shara Nelson, vocalista en ‘Blue Lines’ lograba ser nominada por su propio disco de 1993, ‘What Silence Knows’.
The Chemical Brothers
Tanto ‘Dig Your Own Hole’ como ‘Surrender’ perdieron en sus respectivos años, cuando a finales de los 90 el jurado del Mercury Prize estaba concentrado en rescatar más bien discos de jazz, dub y reggae y premiaba cosas menos superventas como Talvin Singh o Roni Size.
Tampoco The Prodigy lograron pasar de nominados con ‘The Fat of the Land’ y ‘Music for the Jilted Generation’.
Coldplay
Podríamos deducir que, tras el fracaso de U2 en los premios, Coldplay no iban a ser menos. Pero casi es noticiable que nunca hayan ganado, puesto que están entre los artistas más nominados de la historia, con tres menciones. Las han logrado con sus tres primeros discos (‘X&Y’ incluido), curiosamente, y no con ‘Viva la Vida’ ni el intimista ‘Ghost Stories’.
Belle & Sebastian
¿Recordáis la cara que se le quedó a un par de miembros de Belle & Sebastian al recoger un Brit? Pues nunca han ganado ni parecen haberse quedado cerca en este otro premio que les pega mucho más que los Brits, donde se reconoce sobre todo la popularidad. El Premio Mercury es anterior a la formación de Belle & Sebastian, así que sorprende bastante que el grupo sólo haya logrado una nominación. Y por ‘Dear Catastrophe Waitress’ en 2003. Seguro que los fans de su primera época están encantados con el Mercury…
Saint Etienne
Saint Etienne fueron nominados por su primer disco, ‘Foxbase Alpha’. Después, como si se hubieran extinguido, retirado, disuelto o peor, como si hubieran decaído, no volvieron a tener reconocimiento alguno. Su discografía incluye discos tan buenos y dispares como ‘So Tough’, ‘Sound of Water’, ‘Finisterre’ o los enormes ‘Tales from Turnpike House’ o ‘Words and Music by Saint Etienne’… pero nada.
M.I.A.
El año que Antony and the Johnsons ganó a pesar de que todo el mundo pensaba que era americano (nació en Inglaterra y por tanto podía competir con ‘I Am a Bird Now’), estaba nominada M.I.A. Como veis no ganó y después no volvió a ser reconocida, no sabemos si por su traslado a Estados Unidos o porque el jurado despreció la etapa más bestia de la artista nacida en Londres, que incluye discos tan notables y representativos del siglo XXI como ‘Kala’ o ‘Matangi’.
El primer premio Mercury se entregó en 1992, pero los últimos discos de 1991 podían ser votados (el período de elegibilidad va de otoño a otoño). De hecho, el primer ganador de un Premio Mercury fue ‘Screamadelica’, unas semanas anterior a ‘Loveless’. Sin embargo, ‘Loveless’ jamás fue nominado. Y lo que es peor, cuando My Bloody Valentine se decidieron a volver al mundo musical después de 22 años, el Mercury no los consideró porque ‘m b v‘ se editó a través de la web del grupo, no en iTunes ni en tiendas físicas tradicionales. El cabreo de Kevin Shields fue monumental.
Spiritualized
Uno de esos grupos que nadie puede creer que nunca haya sido nominado a un Mercury Prize, porque parece haber nacido exclusivamente para ello es Spiritualized. No es sólo que sea una injusticia que ‘Songs in A&E’ y ‘Sweet Heart Sweet Light‘ se quedaran fuera, es que no hay lista de 1997 o de lo mejor de los 90 que prescinda de ‘Ladies and Gentlemen We Are Floating in Space’. ¿Qué tiene el jurado contra Jason Pierce?
Depeche Mode
Vale que posiblemente el último disco realmente digno de ganar un Mercury Prize de Depeche Mode fuera ‘Violator’, editado un par de años antes de que existiera el premio… ¿pero la banda de Martin L. Gore no ha merecido ni siquiera una sola nominación por ‘Ultra’, ‘Songs of Faith and Devotion’ o ‘Playing the Angel’? Los Depeche Mode de los 90 y el siglo XXI dividen y a veces aburren pero no sabemos si hasta este extremo. Peores cosas hemos visto nominadas.
Pet Shop Boys
Otros que quizá perdieron su mejor oportunidad de ser nominados un par de años antes de que nacieran los premios fueron Pet Shop Boys, que editaban ‘Behaviour’ en 1990. Pero ojo, el dúo editaba ‘Very’ el mismo año que ‘Republic’ y ‘Ten Summoner’s Tales’ de Sting; ‘Fundamental’ el mismo año que ‘Black Holes & Revelations’ de Muse; ‘Yes’ el mismo año que ‘La Roux’; y ‘Electric‘ el mismo año que ‘Jake Bugg’ de Jake Bugg, todos ellos sí nominados.
Morrissey
Cuando los Smiths estaban en activo, no había Mercury pero sí durante gran parte de la carrera en solitario de Morrissey. Quizá ‘Vauxhall & I’ y ‘Morrissey, You Are the Quarry‘ no merecieran ganar a ‘Dummy’ y ‘Franz Ferdinand’ (este último caso podría ser largamente discutido), pero de que al menos merecían una nominación estamos seguros.
Stereolab
Posiblemente consideres Stereolab uno de los talentos más importantes de la historia de la música británica. ¿Cuántas veces han sido mencionados como influencia en cuanto hay un poquito de kraut-pop en un disco? El Mercury nunca los reconoció, ni siquiera en los tiempos de ‘Mars Audiac Quintet’ y ‘Emperor Tomato Ketchup’. Ni una nominación lograron cuando existían como banda. Cualquiera les convence de volver…
Broadcast
Otro grupo desaparecido antes de tiempo -en este caso por la triste e inesperada muerte de Trish Keenan– y sin que este jurado o equipo de jurados se lo pensara dos veces fue Broadcast. El único Broadcast que encontramos en la lista de nominados es ‘The Last Broadcast’ de Doves, un disco muy mono en su momento y quizá una inspiración para los ganadores Elbow, pero que palidece en magnetismo frente de ‘Haha Sound‘ o ‘Tender Buttons’.
Fuck Buttons
Fuck Buttons convencieron antes a la organización de las Olimpiadas de Londres para sonar como banda sonora del evento que al exquisito jurado del Premio Mercury, que no nominó a los de Bristol ni por ‘Street Horrrsing’ ni por ‘Tarot Sport‘ ni por ‘Slow Focus’, tres discos fundamentales de la electrónica de nuestros días.
Patrick Wolf
Otro artista británico que parece que no ha sabido encarrilar su carrera según este jurado ha sido Patrick Wolf, algo bastante difícil de creer cuando incluso el único disco que se considera un tropezón en su carrera, ‘The Bachelor‘, es el favorito de algunos. A todas luces ‘Lycanthropy’ o ‘The Magic Position’ merecieron una nominación.
Mogwai
Que se haya nominado a Belle & Sebastian una vez nos libra de pensar que los artistas escoceses estén excluidos del Mercury. Mogwai no lograron ser nominados ni en los tiempos de ‘Come On Die Young’ y ‘Rock Action’, cuando su música circulaba por la red como la pólvora en plan boca-oreja, ni mucho menos con sus notables discos posteriores.
Ni a favor ni en contra: simplemente sorprende, inspirándonos en su actual línea editorial, que estos 10 discos lograran una nominación al Mercury Prize, el premio más prestigioso de Reino Unido.
Ninguno de ellos ganó, pero después de averiguar que Morrissey o My Bloody Valentine nunca llegaron a ser mencionados, cuesta imaginar qué llevó al jurado a decantarse por estas otras opciones.
El hecho de que cada año voten personas distintas parece ser la clave, pero no deja de ser divertido recuperar estas 10 curiosidades.
‘Spice’, Spice Girls
No vamos a cuestionar el gracejo del debut de las Spice Girls. No en JENESAISPOP. Aunque los singles de ‘Spice’ estaban marcados (demasiado marcados), había unos cuantos (de ‘Wannabe’ a ‘2 Become 1’ pasando por el gran ‘Who Do You Think You Are’), además de un par de «fillers» divertidillos. Pero digamos que no es exactamente lo que solemos encontrar hoy en día nominado a los Mercury. ¡’Spice’ y ‘OK Computer’ estuvieron nominados el mismo año! Ambos perdieron contra ‘New Forms’ de Roni Size/Reprazent.
‘Everything Changes’, Take That
En la misma línea, unos años antes, era nominado al Mercury el segundo disco de Take That, el que contenía ‘Babe y ‘Relight My Fire’, entre otras. Eran buenas canciones, pero no es el Mercury Prize el típico escenario donde encontramos a boybands. One Direction ni por asomo han logrado una nominación: es inimaginable. Claro que todos sabemos quiénes molan más… Take That perdieron contra M People en la ceremonia de 1994.
‘Life thru a Lens’, Robbie Williams
Lejos de arrepentirse, el jurado, no sabemos si para enganchar al público o qué, volvió a nominar a Robbie en solitario. En aquel disco había hitazos como ‘Let Me Entertain You’, su gran clásico ‘Angels’ y ‘Old Before I Die’… junto a otros singles ya olvidados como ‘South of the Border’ o ‘Lazy Days’, que a punto estuvieron de hundir su carrera (‘Angels’ le rescató como cuarto sencillo, navideño). ¿Era tan «Mercury material»?
‘Chorus’, Erasure
Chvrches, Hurts o Little Boots no han logrado ser nominados al Mercury Prize (ojo, La Roux sí con su debut). Pero hubo un momento en el que el synth-pop estuvo mejor considerado entre su cambiante jurado. El disco de Erasure de 1991 logró ser mencionado en la primera edición de 1992. Contenía singles como ‘Am I Right?’, ‘Breathe of Life’, el tema homónimo o el inolvidable ‘Love to Hate You’. Erasure perdieron contra ‘Screamadelica’, en este caso un disco de Primal Scream que haría historia, y nunca volverían a ser nominados.
‘Ten Summoner’s Tales’, Sting
Hoy en día los Mercury son conocidos por castigar los álbumes multiplatino. No renunciaron a nominar ‘Back to Black’ de Amy Winehouse o ’21’ de Adele, que por supuesto no ganaron (¡¡y Amy perdió contra el debut de los Klaxons!!), pero desde luego han pasado de nominar siquiera los discos de Ed Sheeran y Sam Smith, que a pesar de ser británicos sí eran reconocidos en los Grammy.
Pero hubo un momento en el que esto no fue así: el cuarto disco en solitario de Sting, aquel que contenía los hits ‘If I Ever Lose My Faith In You’ y ‘Fields of Gold’, su canción más recordada a día de hoy, era nominado. Eso sí, ya se veía venir por dónde iba la cosa, pues perdía contra el debut homónimo de Suede en 1993.
‘Stars’, Simply Red
En la línea, no sabemos si Mick Hucknall guarda algún tipo de esperanza de volver a ser nominado a un Mercury Prize, pero en su momento sí lo logró con este superventas que fue el disco más vendido en Reino Unido en 1991 y también en 1992. Contenía el single homónimo, ‘Something Got Me Started’ y ‘For Your Babies’.
‘The Piano Concerto’, Michael Nyman
El premio Mercury siempre se ha molestado en reconocer otras músicas como el jazz, el folk, el reggae, el dub… pero sorprende que la única nominación para Michael Nyman sea la de este concierto inspirado en la música de la película ‘El piano’. La banda sonora de la excelente película de Jane Campion fue un fenómeno de masas, pero quizá por eso todavía nos deja más helados esta extraña mención. El álbum perdía en 1994 contra ‘Elegant Slumming’ de M People. ¿No es un hermoso mejunje?
‘Permission to Land’, The Darkness
Entre los grupos que parecía que lo iban a petar y se quedaron en nada, hay que destacar el caso de The Darkness. El grupo logró buenas críticas y desde luego un gran éxito comercial con ‘Permission to Land’, que contenía aquel mítico ‘I Believe in a Thing Called Love’. Pocos pudieron vaticinar que jamás repetirían aquel éxito, quedando para el recuerdo como una marcianada friqui de mediados de los 2000.
‘Simple Things ‘, Zero 7
¡Sia nominada a un Mercury Prize siendo de Australia! No, pero casi. Mucho antes de hacerse famosa fue la vocalista de dos canciones de este disco de Zero 7, ‘Destiny’ y ‘Distractions’. Eran los tiempos en que la electrónica downtempo, «chilly», todavía no estaba tan denostada como hoy. Y nos recuerda que no, alt-J y Young Fathers no son el primer caso en que Pitchfork y el Premio Mercury han diferido.
‘The Help Album’, Varios Intérpretes
El disco ‘The Help Album’ de la organización benéfica War Child presentó al mundo ‘Lucky’, nada menos que una de las canciones que terminarían perteneciendo a ‘OK Computer’ de Radiohead un año después. También había temas de Suede, Portishead, Oasis, Blur o Manic Street Preachers versionando ‘Raindrops Keep Falling On My Head’ justo después de la desaparición de Richey Edwards. Pero la verdad, teniendo en cuenta su concepto y que contenía temas de varios intérpretes y versiones, es un poco raro que llegara a ser nominado tal y como conocemos los premios a día de hoy.
En 2014 Gwen Stefani editaba dos sencillos de escasa repercusión comercial, ‘Baby Don’t Lie‘ y ‘Spark the Fire‘. Todo ello cuando se suponía que No Doubt preparaban la continuación de su último disco, el también malogrado (aunque se presentaba con un gran single) ‘Push & Shove‘. Tras el fracaso de este, en febrero de 2013 cancelaban su gira y anunciaban grabar un nuevo álbum del que nada se ha sabido.
Durante gran parte de 2015 nos preguntamos qué estaba pasando con Gwen Stefani y No Doubt cuando averiguamos que la cantante se divorciaba de su pareja Gavin Rossdale después de 13 años de relación y varios hijos en común.
Esa ruptura probablemente explique que Gwen Stefani regrese ahora sola con una balada pre-navideña, una muy resultona ‘Used to Love You’ que podría correr mejor suerte en listas de éxitos y radios. El tema se lanza hoy martes oficialmente por alguna extraña razón (el día de lanzamiento oficial de discos y singles es ahora mismo el viernes), y además lleva filtrado un par de días desde que Gwen lo interpretara en vivo el pasado fin de semana.
Produce J.R. Rotem, hombre detrás de un par de números 1 en Estados Unidos (‘Whatcha Say’ de Jason Derulo y ‘SOS’ de Rihanna’) y últimamente vinculado a la banda sonora de ‘Empire’.
Actualización: el vídeo ha sido subido a Facebook, consistiendo en Gwen llorando en primer plano, a lo ‘Nothing Compares 2 U’.
El pasado 30 de septiembre terminaba el período de 3 meses gratuitos de Apple Music para media humanidad. Ahora la compañía muestra sus primeros números. Según Tim Cook, 6,5 millones de usuarios se han convertido a la opción de pago, mientras otros 8,5 millones disfrutan aún de la versión gratuita por haber descubierto la existencia del servicio más tarde y estar en sus 3 primeros meses aún.
La cifra tiene sus puntos buenos y sus puntos malos: es alta para un servicio que acaba de comenzar (ya superan a Deezer), pero no muy espectacular si tenemos en cuenta toda la gente que tiene iTunes. El camino para superar a Spotify, en torno a los 20 millones de usuarios de pago, puede ser bastante arduo, y si lo consiguen.
Pero sobre todo, la cifra puede estar bastante sesgada. Son muchos -y entre ellos nos encontramos la parte más pringada de la redacción de esta web- quienes se han olvidado de que tenían que darse de baja para que el cargo de octubre no fuera pasado automáticamente a la tarjeta de crédito registrada, así que el dato «bueno» de verdad, el relevante, será el que tengamos dentro de unos meses.
Nada definitivo ha pasado estos tres meses como para averiguar qué sucederá en la guerra del streaming. Taylor Swift aparte, Apple Music no se ha caracterizado por acudir a la desesperada a por las exclusivas y su baza parece más bien editorial, con programas propios en Beats 1 y pequeños estrenos (la línea editorial, en general, es de muy buen gusto). La integración con tu biblioteca musical anterior permite tener toda tu música en un solo sitio (esté o no en streaming, de Joanna Newsom a Las Bistecs), si bien si no tienes o tenías iTunes, seguramente hayas pasado algunas dificultades. Entre las ventajas, las recomendaciones (te recuerda incluso recuperar discos antiguos propios) y entre las desventajas, que a veces tarda bastante en cargar o las playlists de amigos, menos accesibles y cuando existen. Por no hablar de que no puedes compartir las playlists…
El descrédito hacia el modelo «freemium» sigue ocupando debate, pero no parece que Spotify vaya a renunciar a él de momento. Así se pronunciaba en cualquier caso Jimmy Iovine de Apple Music recientemente: «Tenemos un problema en la industria. Es todo esto del modelo gratuito. La televisión no lo tiene, el cine no lo tiene, pero la música sí. En mi opinión personal, que no es la de Apple, hay que construir un servicio para superar lo de «gratis». Todo esto del «freemium», tal vez en un momento lo necesitamos, pero ahora mismo, es una estafa. Lo que esas compañías hacen es construir tráfico a la antigua». Palabras que suenan en sintonía con la opinión de Björk, que decía hace unos meses: «Primero vas al cine y después de un tiempo ya puedes recurrir a Netflix. Tal vez esa es la manera de que el streaming funcione. Primero lo físico y luego quizá recurrir al streaming».
El nuevo boletín de Foehn Records, además de recordar la existencia del notable EP que han editado de Brigitte Laverne o el de Harrison Ford Fiesta, entre otras cosas, nos deja una sorpresita: la portada del nuevo disco de uno de sus artistas insignia, Emilio José.
El nuevo álbum se llama ‘Agricultura Livre’ y no ‘♥’ como creíamos en un principio, y es anunciado para el próximo 23 de noviembre con esta cubierta tan resultona que veis aquí. Un desnudo casi tan lozano como ese rótulo que apunta a TRIPLE CD. No tenemos, de momento, tracklist para confirmarlo, pero nos lo creemos si atendemos a la trayectoria del artista.
Emilio José también comparte la portada en su Facebook, avanzando que esta semana podremos escuchar más canciones de este largo (larguísimo). Con «más canciones» se refiere al popurrí de 20 minutos que compartía este verano extraído de este ahora inminente lanzamiento. En él podíamos escuchar un sinfín de guiños bossa nova… lo cual tampoco era una sorpresa para los que hayan disfrutado del eclecticismo de su disco doble, ‘Chorando Apréndese’, con el que debutaba en 2009 tras haber formado parte de Apeiron. Por aquel entonces Foehn definía el álbum de manera también bastante curiosa: «Una obra maestra del pop, en broma. De ese pop que tiene como momentos clave de su evangelio el encuentro entre Brian Wilson y Van Dyke Parks. O mejor, la decadencia de ese encuentro».
Actualización: Emilio José estrena dos temas, uno dedicado a Kim Kardashian y otro a Bruna Linzmeyer, el primero fruto de esa vertiente bossa/The Free Design, y el segundo más electrónico.
Decía un profesor de crítica de arte de la facultad de Periodismo de la Universidad Complutense, de cuyo nombre no quiero acordarme, que el artista suele encontrar inspiración en los fantasmas a los que se enfrenta justo antes de dormir, en esos miedos e inquietudes que acuden a su conciencia cuando el día ya se ha ido. A esa hora imagino a Devon Welsh y Matthew Otto trabajando en su sonido y a esa hora también imagino a sus múltiples fans recreándose en sus composiciones, en la soledad de cuartos adolescentes desordenados… y no tan adolescentes.
Majical Cloudz dieron un salto a la fama con su disco anterior, ‘Impersonator‘, un álbum intimista y minimalista pero ambicioso en el que, sin aspavientos, trataban temas como la muerte o la depresión. Canciones como ‘Childhood’s End‘ sobrepasaban cualquier frontera estilística y más allá de etiquetas como la indietrónica se elevaban como composiciones atemporales que tanto podrían haber interpretado Björk como Tori Amos, los primeros Radiohead, The Passengers o Interpol.
‘Are You Alone?’, que en realidad no es su segundo disco, viene para consolidarles ahora que ya les conoce el público especializado (atentos a lo que se parecen sus portadas), y no es precisamente fallido. La base a punto de desbocarse (pero no) del tema titular -que referencia hasta en dos ocasiones ‘Motion Picture Soundtrack’ de Radiohead- es otra gran delicia, como ‘So Blue’ y el bonito in crescendo dream pop de ‘Game Show’, que aparece en la última parte de este nuevo largo.
A veces, en cambio, es difícil averiguar por qué el grupo suena siempre tan afectadísimo e intensísimo, pues precisamente sus nuevas letras no encierran figuras tan turbias como aquel cadáver a las puertas que encontrábamos en el tema mencionado de ‘Impersonator’. De hecho, muchas no disimulan su optimismo. ‘Disappeared’ es una despedida… pero de la que se extrae lo mejor. Así, su desenlace intenta dejar un buen sabor de boca: «si no te dejas ver más, espero que recuerdes que fuimos amigos, para mí el mundo nunca te hará daño». ‘Heavy’ en realidad debería llamarse ‘Not Heavy’, puesto que en ella Devon Welsh se muestra confiado y orgulloso de sí mismo («tienes que aprender a quererme porque soy lo que soy»). Y luego está el humor, pues la muerte que propone ‘Silver Car Crash‘ (y no es su primera canción «plateada») recuerda mucho a la de ‘There Is A Light That Never Goes Out’ de los Smiths, una canción melancólica, pero nunca deprimente.
A menudo parece que si le preguntaras a Devon qué le pasa, por qué está tan triste, te contestaría que porque sí. «Don’t ever ask me why» es el mantra de ‘Change’. «Cause I like it when a song goes slow», se recrea de repente en ‘Control’, una canción de dependencia; «What’s the point of a sad, sad song?», se pregunta en ‘Are You Alone?’… para contestarse a sí mismo en la pista siguiente, ‘So Blue’: «I’ll try not to be so blue».
No siempre podemos penetrar en las «tristes» historias de Majical Cloudz, y sus últimos intrascendentes vídeos, como comentan por ahí, tampoco ayudan demasiado (ellos mismos dicen que los hacen para sí mismos… pues vale). Vista la belleza que pueden extraer de la tímida luz que puede asomar en mitad de su depresión, los momentos en que referencian la muerte en ‘Easier Said Than Done’ y ‘Downtown’ suenan algo más aburridos, vacuos, casi forzados. Me quedo sin duda con el mensaje final del álbum, esa película que acaba bien («sobrevivimos y la audiencia suspira») y muy especialmente con la maravillosa ‘If You’re Lonely’, que recuerda el primer amor y la amargura que dejó su pérdida, pero sólo para recalcar que se puede seguir adelante y que merece la pena volver a intentar ser amado. Ahí sí, sin dramatismos gratuitos y dos años después de ‘Impersonator’, este ‘Are You Alone?’ suena adulto y evidencia que Majical Cloudz han logrado un sonido propio con muy poquito.
Escúchalo: 7,8/10 Lo mejor: ‘Are You Alone?’, ‘So Blue’, ‘Silver Car Crash’, ‘If You’re Lonely’ Te gustará si: echas de menos a los Radiohead más emocionales Escúchalo:Spotify
Neon Indian, el proyecto de synth-pop de Alan Palomo, ha estrenado vídeo para uno de los cortes incluidos en su nuevo álbum, ‘VEGA Intl. Night School‘. No es, eso sí, un vídeo cualquiera sino un corto de 8 minutos titulado ‘Slumlord Rising’ que combina las pistas 7 y 8 del disco, ‘Slumlord’ y el interludio ‘Slumlord Re-lease’, para el desarrollo de una historia misteriosa e inquietante en la que una fiesta nocturna se torna pronto en una pesadilla bañada en sangre. Dirigen la futurista pieza Tim Nackashi y el propio Palomo.
Por si cupiera alguna duda de que el tema se está convirtiendo poco a poco en una especie de clásico del R&B (a pesar de no ser del todo original) varios artistas ya lo han versionado, entre los que se encuentran Erykah Badu, cuya reinterpretación os recomendamos:
El último movimiento para impulsar esta canción en las listas es por supuesto su videoclip, que se acaba de estrenar. El vídeo, dirigido por Director X, tiene un claro componente viral, que no son las bailarinas sospechosamente parecidas a Nicki Minaj sino los bailoteos del rapero, a medio camino entre Carlton Banks y Chiquito de la Calzada… pero hay más:
1.- El homenaje a Elvis Crespo es evidente desde el primer momento:
¿Qué se esconde detrás de este extraño titular? ‘Carla Bruni’ era una de las canciones destacadas del notable debut de Capitán Sunrise, ‘Instrucciones para silbar bajo el agua‘. La autora de ‘Quelqu’un m’a dit‘ aparecía citada junto a su esposo en la letra y aparece en el vídeo en forma de careta, aunque no sea la protagonista principal. La protagonista es una feliz pareja rodeada de trabas, entre las que se encuentran terceras personas o la misma muerte. El director, Daniel Cuenca, ha dado a todo ello un fuerte aroma «nouvelle vague», lo que incluye más de un guiño a Truffaut.
El vídeo celebra la reedición del debut de Capitán Sunrise, ahora en vinilo, después del éxito de la edición en CD, que agotó enseguida sus primeras 150 copias, encontrando después una nueva edición de 100 unidades (ya también agotada). Se trata del primer vinilo de 12″ que edita su sello Discos de Kirlian. Serán 100 copias numeradas y con portada alternativa de Gorka Olmo. Se incluyen cupones de descarga con caras B de los singles editados. Más información, aquí.
Capitán Sunrise siguen con su Gira Acuática 180 gramos y en las próximas semanas presentarán el vinilo de ‘Instrucciones’ en Zaragoza (24 de octubre) en La Lata de Bombillas, junto a Los Fresones Rebeldes y Juan de Pablos DJ, y en Madrid (6 de noviembre) en la sala Phantom (antigua Boca del Lobo), en la fiesta de presentación de la segunda edición del Zaragoza PopFest. Visitarán también (aún sin fecha definitiva) Barcelona, Cádiz y Sevilla.
SOAK, o lo que es lo mismo, la joven norirlandesa Bridie Monds-Watson, es una de las aspirantes a ganar el prestigioso Mercury Prize el próximo 20 de noviembre gracias a su álbum debut, ‘Before We Forgot How to Dream‘, una colección de canciones acústicas con fondo atmosférico interpretadas con dulzura y cierto desasosiego adolescente. No es moco de pavo que SOAK, que solo tiene 19 años, se encuentre ya compitiendo con Róisín Murphy, Florence + the Machine o Jamie xx, pero así es. Además, va quinta en las apuestas. Semanas previas a esta noticia, charlamos con Bridie sobre su disco, la homofobia en su natal Derry o ABBA, de los que se declara fan incondicional.
Te han nominado a Artista revelación en los premios de la revista Q. ¿Actuarás en la ceremonia? Precisamente el 19 de octubre no tienes concierto programado en ningún sitio.
Estaré en la ceremonia, pero no para tocar. Solo asistiré a la gala.
Has dicho que varios sellos se interesaron en tu música antes de publicar tu disco. ¿Por qué terminaste decantándote por Rough Trade?
Fiché por Rough Trade porque tiene todo lo que quería en un sello. He recibido ofertas de varias discográficas que anteponían el dinero a la música y por eso Rough Trade me pareció la opción perfecta, porque es un sello que defiende justo lo contrario.
Algunas de las canciones incluidas en tu disco son muy antiguas. ¿No te da reparo cantarlas ahora o no te has aburrido de ellas?
A pesar de que algunas de mis canciones sean antiguas, ahora no las escucho y me parecen malas o estúpidas. No me han dejado de gustar solo por haberlas escrito hace tiempo. En verdad, tocarlas ahora me permite encontrarles nuevos significados. Cuanto más las toco más lecturas diferentes les saco. Sí que puedo llegarme a aburrir de mis canciones por tocarlas demasiado, pero no por ello me dejan de agradar o las dejo fuera de mi repertorio.
¿Es verdad que te enganchaste a componer canciones cuando tu padre te enseñó cómo tocar la guitarra? ¿Fue entonces que supiste que te dedicarías a la música?
Es cierto, empecé a escribir canciones cuando tenía alrededor de 12 o 13 años, cuando mi padre me enseñó a tocar la guitarra. Así empezó todo.
Cuéntame cómo surgió ‘Sea Creatures’. Es tu canción más conocida.
Escribí ‘Sea Creatures’ a los 14 años a modo de monólogo interior sobre lo que estaba pasando en mi vida en aquel momento, uno en el que traté de habituarme a varias situaciones a las que no estaba acostumbrada. Me ha sorprendido mucho su éxito porque la escribí hace mucho tiempo, aunque es probablemente mi canción más accesible e inmediata.
¿Crees que ha cambiado algo el modo en que Derry entiende tu sexualidad antes y después de ‘Sea Creatures’ o, en general, después de tu disco?
Mi popularidad me ha dado la oportunidad de poder expresar mi opinión sobre el problema de la homofobia local, en mi caso en un pueblo tan pequeño como es Derry, y estoy haciendo todo lo posible para hablar del asunto. Sin embargo, sigue habiendo gente allí cuyo objetivo es luchar precisamente por lo contrario.
Hace veinte años los artistas nuevos nacían de actuaciones en bares, cafés o cosas así. Ahora las herramientas para descubrir nuevos artistas son Youtube, Souncloud y Bandcamp. ¿Crees que has tenido suerte naciendo en esta generación o más bien no?
Internet ha cambiado las reglas del juego. Es estupendo que ahora todo el mundo tenga la misma oportunidad de que su música sea escuchada y de mantener el control de su propio trabajo. Antes tocabas un concierto en algún bar y solo unos pocos te veían, pero ahora, gracias a Internet, todo el mundo puede escucharte. Estas plataformas han hecho que la música sea más accesible para todos.
La música es más accesible pero también ha aumentado la competición. Cada vez es más difícil saber qué artista de tantos que salen es el que realmente vale la pena.
Ahora hay más competición que nunca; sin embargo, si la música es buena creo que tendrá éxito siempre y cuando encuentre el público adecuado.
Tu historia de Tegan and Sara es muy divertida, que no te dejaron ir a un concierto suyo cuando tenías 13 años y, dos años después, te convertiste en su telonera. ¿Has llegado a conocerlas? ¿Sigues su carrera o ya no tanto?
Sí, tenía 13 años en aquel entonces, de modo que mis padres me prohibieron ir. Me enfadé mucho por ello pero dos años más tarde tuve la oportunidad de telonearlas y de salir con ellas por ahí. Ahora, sin embargo, su música ya no me interesa tanto como antes.
Hablando de pop, has dicho que una de tus influencias es ABBA. Para la gente joven no es precisamente «cool» ser fan de ABBA.
Depende del tipo de persona que sea. A mí me encantan ABBA, aprecio sus canciones muchísimo y creo que es muy «cool» que te guste ABBA. Además, conozco a mucha gente a la que también le gustan.
SOAK actúa el 20 de octubre en la sala Bikini de Barcelona y el 21 de octubre en La Boite de Madrid.
Nick Offer admitía recientemente que una de las mayores ventajas de llevar casi 20 años en activo es que ya nadie espera nada de !!!. Con la libertad que eso supone, los autores del ya casi olvidado ‘Me and Giuliani Down by the School Yard’ -nunca me cansaré el chiste del título-, vuelven con ese toque punk que no se encontraba en ‘THR!!!ER‘ y que tantas alegrías les dio en sus inicios.
En realidad, con ‘As If’ !!! han tirado todo lo que tenían a mano contra una pared y se han quedado con lo que no se ha roto. ¿Y si hacemos una canción como si fuéramos Nina Kravitz? ¿Y si este tema lo estructuramos como uno de esos 12″ de principios de los 90? La lista de influencias con las que han creado ‘As If’, y que la propia banda ha recopilado en una playlist en Spotify, es una amalgama de estilos musicales que, en manos de los de Sacramento, se vuelven todavía más divertidos y bailables de lo que ya eran en un principio.
Mezclado por Chris Coady (Beach House, Future Islands, etc.) en Sunset Sounds, míticos estudios por los que pasaron pilares de la música disco como Sly Stone o Taste of Honey, y producido en su mayor parte por el propio grupo, ‘As If’ supone uno de los mayores divertimentos del año gracias a pepinos como ‘Freedom ’15’, ‘Sick as Moon’ y ‘Til the Money Runs Out’. Pero no sólo de pepinos vive el hombre y lo que convierte este trabajo en uno de los más disfrutables de !!! es que estos hits conviven en paz con ‘Bam City’ («We’ve just come back from Bilbao / It’s such a great little town«) o ‘I Feel so Free (Citation Needed)’.
Lo que en realidad hace de ‘As If’ un disco destacable es que, sin reinventar la fórmula, consigue dar un paso adelante dentro de la evolución del grupo, gracias al collage que forman sus canciones. A diferencia de ‘Random Access Memories’, donde daba la sensación de que todo estaba milimetrado, aquí la impresión es que no todo está tan medido y que, quizá por la falta de expectativas que mencionaba más arriba, !!! ha podido jugar con todos los elementos que han querido. Más allá de las virtudes o aciertos de una canción sobre otra (falta un gran hit, eso sí), lo que sobresale es la actitud de la banda, que en su sexto trabajo ha seguido manteniendo intactas las ganas de divertir al público y a ellos mismos. Sin presión, sin grandilocuencias. En unos tiempos en los que es más que habitual que una banda se estanque con su segundo largo, es de agradecer que se publiquen discos como ‘As If’.
Calificación: 7/10 Lo mejor: ‘Freedom ’15’, ‘Til the money runs out’ y ‘Bam City’. Te gustará si te gusta: El funk, DFA, etc. Escúchalo en: Spotify
Joanna Newsom ha sido noticia este fin de semana por conceder una entrevista en la que arremetía contra Spotify (su música no está en esta ni en ninguna otra plataforma de streaming salvo Pandora). Después de decir que la plataforma «desprendía gases como los plátanos» (lo cual le da bastante asco), acusaba a Spotify de no repartir dinero entre los artistas, prefiriendo preocuparse por los sellos.
La noticia ha dado la vuelta al mundo y Spotify ha decidido contestar a través de su jefe de prensa Jonathan Price: “Nos encantaría sentarnos con Joanna Newsom e intentar aclarar algunos de los malentendidos sobre cómo Spotify trabaja con los artistas, los autores y toda la industria musical. Por ejemplo, alguien le ha hecho creer que “no pagamos nada a los artistas por publicidad y suscripciones” y de hecho pagamos el 70% de todo nuestro beneficio, de cada dólar por suscripción y publicidad, en concepto de royalties. Estamos orgullosos de ser el mayor vehículo de crecimiento de la música ahora mismo y nos encantaría hablar con Joanna de cómo podemos hacer que el streaming funcione para los artistas y los autores del mundo. Nos encantaría trabajar con ella también”.
Joanna Newsom edita su nuevo álbum ‘Divers’, el sucesor de ‘Have One On Me‘, este mismo viernes. Acaba de estrenar vídeo para el tema homónimo pero no para de ser borrado de todas partes. Quizá en unos días podamos verlo. Más novedades, en nuestro foro de Joanna Newsom.
¿Recordáis el buen disco editado por Susanne Sundfør este año? Nosotros sí. Se llamaba ‘Ten Love Songs’ y en él había un tema llamado ‘Accelerate’ para el que la cantante presenta ahora videoclip con Stian Andersen a los mandos. En nuestra crítica ya destacábamos el espíritu gótico de este corte y ahora el vídeo se recrea en el blanco y negro, haciendo de toda la experiencia audiovisual algo mucho más ceremonioso.
Primero, Susanne se come el escenario como no imaginábamos en este tema lleno de intensidad tan válido para el festival de Eurovisión como para un concierto en el bosque de iamamiwhoami. La segunda parte del vídeo, cuando el tema cambia, incluye gente buceando desnuda, por lo que no deberíais ver esto en el trabajo o en clase.
Pero anda que no tiene gracia situarnos por un momento hace cinco años y tratar de imaginar quién habría podido adivinar esto: esa gira que Miley Cyrus realizará junto a Flaming Lips y que por supuesto no pasará por España (básicamente recorrerá parte de Estados Unidos a finales de 2015 también con una fecha en San Francisco a principios de 2016) tendrá como telonero a Dan Deacon. El artista lo explica así: “Me sentí como en ‘La caseta mágica‘ cuando me ofrecieron ser telonero de la gira de Miley Cyrus and Her Dead Petz, pero tengo una vida bastante extraña y tiendo a terminar en situaciones realmente raras que ni en un millón de años habría imaginado. Creo que es seguro decir que la experiencia de salir de gira con Miley Cyrus y los Flaming Lips será uno de los acontecimientos más inverosímiles de mi vida”.
Divertidísimo pero muy adecuado si recordamos la locura total que han sido los shows que ha dado Dan Deacon en Primavera Sound o lo que son sus discos, desde ‘Spiderman of the Rings‘ a ‘America‘ pasando por el último de todos, ‘Gliss Riffer‘.
Muy apropiadamente, Pitchfork recuerda que Dan Deacon remezcló ‘We Can’t Stop’. ¿Habrá dúo sobre las tablas? ¿Y qué será lo siguiente, Miley loca? Ardemos en deseos de averiguarlo.
Puede que ‘Why Make Sense‘ no sea el mejor disco de Hot Chip, pero desde luego siguen sabiendo cómo entretenernos con un par de buenísimas canciones… y también con otras cosas. El grupo de Alexis Taylor es noticia por dos cosas bien distintas. Por un lado, han compartido una versión de Bruce Springsteen.
‘Dancing in the Dark’ formaba parte de su repertorio en vivo últimamente y ahora han decidido presentar una versión de estudio para la edición deluxe de este último álbum, además de un vídeo para esta pista dirigido por Keiran Evans que contiene imágenes de un concierto en Nueva York. Como notaréis enseguida, la pista evoluciona hacia el ‘All My Friends’ de sus ex compañeros de sello LCD Soundsystem, que por cierto, hace poco tuvieron que negar que fueran a reunirse el año que viene.
Si eres de los que picaste comprando ‘Why Make Sense’ debido a sus infinitas portadas de diferente color, ‘Dancing in the Dark’ se editará también como EP aparte, incluyendo una versión alternativa de ‘Cry for You’ y dos remixes del sencillo ‘Huarache Lights’ a cargo de Soulwax y A/Jus/Ted. La fecha de la reedición del último álbum de Hot Chip es este 24 de octubre.
Aquí, el tema en vivo en la BBC.
Por otro lado, Hot Chip han remezclado y llevado completamente a su terreno ‘Tutti Frutti’, una de las canciones clave que han logrado hacer el último disco de New Order “Disco Recomendado” en nuestro site. Nos referimos, naturalmente, a ‘Music Complete’.