Dos personas han muerto tras recibir disparos y tres han resultado heridas en Beyond Wonderland, un festival que se celebraba en Estados Unidos, en concreto en Quincy, Washington, durante este fin de semana. El autor de los disparos es uno de los tres heridos, y ha sido detenido.
Los hechos sucedieron el sábado a las 20.20, hora local, cuando un hombre abrió fuego contra gente al azar en el camping cercano al anfiteatro donde se celebraba el evento. El autor de los disparos se fue alejando del festival, pero siguió disparando al azar entre la multitud, antes de ser derribado por la policía. Kyle Foreman, de la oficina del sheriff, ha indicado que se desconocen los motivos de los disparos.
Aunque en principio, el festival continuó con su programación el sábado, incluso comunicando que ningún asistente había sufrido daños, el domingo se cancelaron todas las actuaciones. “Nuestros pensamientos y condolencias están con la familia y amigos de todos los afectados por este suceso tan trágico”.
En el cartel del sábado 17 de junio figuraban nombres de electrónica internacional como Dillon Francis. Entre quienes tuvieron que cancelar el domingo, Afrojack o Marshmello. TMZ indica que esta es la matanza número 307 de 2023 en Estados Unidos.
El Sónar ha llegado a su última jornada este sábado con los esperados shows de Eric Prydz, Bad Gyal o Amelie Lens. El festival ha reunido a 120.000 asistentes a lo largo de sus tres días, 51.000 en Sónar de Día y 69.000 en Sónar de Noche. Ya tenemos fechas de la edición de 2024, que se celebrará los días 13, 14 y 15 de junio.
La programación de Sónar de Día el sábado invita a ir picando y descubriendo diferentes propuestas. En SónarPark, Nusar3000 está tirando sus beats de Jersey club, UK garage y kuduro y, escondido bajo una capucha de esgrima, se lo pasa tan bien pinchando como el público bailando. En SónarHall, paralelamente, Perera Elsewhere -con tres músicos en el escenario- ralentizan el tiempo con una propuesta de trip-hop acuático que suena realmente inspirada en Portishead, pero con canciones menos definidas que se terminan confundiendo en una masa sónica que invita al tedio, más bien.
Más acción ofrece Leïti Sène en el escenario de SónarPark, aunque el público no parece muy impresionado. Él sabe animar el ambiente aunque sea “un poco pronto” -a media tarde- y sobre el escenario exhibe una confianza que ya querrían para sí muchos artistas. Aunque el truco de sacar a dos bailarinas contorsionistas que aparecen y desaparecen del escenario parece algo pasado de rosca.
Sergio Albert
La sorpresa de la jornada la da Lolo & Sosaku. Parece que hay curiosidad por descubrir su propuesta: la cola para entrar a Stage+D es larguísima. Es la primera vez que tengo que hacer cola para entrar en este escenario. La expectación es máxima… y seguro que cualquier expectativa no se corresponde con la realidad. Nos sorprende un show de puro ruido esculpido que, situado a medio camino entre la instalación artística y la improvisación, logra ser todo un espectáculo. Lolo & Sosaku echan mano de un arsenal de cachivaches industriales -algunos de los cuales echan chispas- y no dudan en invadir la pista cuando le viene en gana, involucrando al público. Mientras, una siniestra película western protagonizada por el dúo se proyecta en las pantallas. Atrincherados detrás de sus mesas de sonido, Lolo & Sosaku se hablan al oído, negocian su siguiente paso in situ y parecen dos científicos locos atrapados en un reactor nuclear (sobre todo Sosaku, al que le da por fumarse cinco cigarrillos a la vez). La escena es delirante, como una fábrica de hierro y acero musical, música industrial en el sentido literal de la palabra.
Sergio Albert
Otro de los conciertos destacados de la jornada, ahora en el Cómplex, es el de Lucrecia Dalt. Sus canciones, tan elegantes y misteriosas, se crecen en directo y crean un universo en sí mismo. Lucrecia canta y toca el sampler y su percusionista, Álex, acuartelado en sus instrumentos, toca las congas, las maracas y lo que parece una batería deconstruida, colocada en vertical, con el tambor suspendido en el aire. Mientras Lucrecia susurra sus melodías y nos emboba con sus frecuencias y subgraves hipnóticos, Álex aporrea las percusiones con auténtica pasión y verle es un espectáculo en sí mismo: mientras Lucrecia mantiene la compostura, Alex enloquece. Las canciones fluyen como agua, el “world building” nos lleva a algún lugar oscuro y húmedo en medio de la naturaleza, algunas canciones parecen una versión “slowed and reverbed” de Yma Sumac o Les Baxter, otras recuperan el espacio tétrico y liminal del disco anterior de Lucrecia, con voces distorsionadas que parecen rescatadas de algún lugar periférico del inconsciente. La respuesta del público es fervorosa.
Clara Orozco
Inaugurando el Sónar de Noche, Undo mete su tralla tecno y calienta motores para el show más importante de la jornada. Porque podemos hablar de Aphex Twin todo lo queráis, pero lo de Eric Prydz es una bestialidad. El DJ presenta ‘HOLO’, probablemente uno de los shows audiovisuales más importantes del mundo, en el que se proyectan imágenes en 3D espectaculares y hologramas sobre el público. El inicio pone los pelos de punta: cuando la pista se convierte en un océano de teléfonos móviles que capturan los primeros segundos del show, la primera imagen que emerge de la pantalla es la de un teléfono gigante que nos graba a nosotros. Es como un reto entre Dios y el pueblo, a golpe de iPhone.
Ninguna descripción de ‘HOLO’ hará justicia a la realidad. Los visuales son en todo momento impresionantes: vemos portales industriales que nos llevan hacia otra dimensión, ciberhéroes con tentáculos, astronautas perdidos en el espacio, satélites que proyectan luces láser, fumigadores que nos bombardean con sus chorros de humo… La música, por su parte, está perfectamente sincronizada con la acción visual, y el house progresivo de Eric Prydz sirve de perfecto fondo para lo que sucede en las pantallas. Había ganas de ver un espectáculo de este calibre que no fuera el de los Chemical Brothers por quinta vez y no ha decepcionado en absoluto.
Clara Orozco
Para mi pesar renuncio al set de Koreless (autor de uno de los mejores discos de electrónica de 2021, ‘Agor‘) para no perderme el estreno del show ‘AOVE’ de Samantha Hudson. Ella está totalmente en modo diosa presentando las canciones de su nuevo EP y su entrega en el escenario es visceral y absoluta. Acompañada por un grupo de bailarinas en tetas, Hudson pone patas arriba el SónarCar con sus ritmos makineros, el estribillo de ‘Maricón’ y sobre todo con el pepinazo de ‘Adicta al sonido’. En su faceta de pop star incluso recuerda a Lady Gaga pregonando por el amor y la libertad, animándonos a ser nosotros mismos. Samantha Hudson se deja la piel en el escenario y demuestra que se ha convertido en una gran performer.
Fernando Schlaepfer
Claro que, para pop star, Bad Gyal. También en modo diosa, Alba Farelo defiende su arsenal de hits con ese aire “cool” y distante que le caracteriza. Desganado, quizás, en algunos puntos, deliberadamente o no. Algunos dirán que esa es la gracia, otros que Bad Gyal le podría poner más ganas a las coreografías. A la mayoría le da igual: Farelo solo nos tiene que enseñar el culo y hacer twerking para volvernos locos. Y la acción escénica, entre bailarines y el uso de plataformas, está perfectamente medida. La evolución respecto a lo visto hace unos años en el Sónar de Día es exponencial, como ya demostró Farelo en sus conciertos en el WiZink y el Palau de hace unos meses.
La propuesta de Bad Gyal es curiosa. Como pop star parece algo disociada de su papel. A nivel escénico son sus bailarines quienes realmente se comen el escenario. El segmento de voguing es especialmente agradecido. Bad Gyal, por contra, asume esa pose de frialdad que vemos por ejemplo en Rihanna, su gran referente. Sin embargo, Bad Gyal tiene algo único: sus canciones son tan autorales, tienen una firma tan personal, y su repertorio de hits es ya tan abultado, que esa frialdad termina siendo lo de menos. Farelo es como una cantautora disfrazada de pop star, realmente, solo que en lugar de colgarse una guitarra, baila dancehall con una peluca de rubio platino. De ‘Flow 2000’ a la coreada ‘Fiebre’ pasando por el remix (aún inédito) de ‘Chulo’ con Tokischa, el repertorio habrá dejado a muchos afónicos.
Los caminos de internet son impredecibles. Si ‘Angels Like You’, una canción vieja de Miley Cyrus, está eclipsando el impacto de sus últimos singles, como ‘Jaded’, algo parecido le está ocurriendo a Taylor Swift.
Su canción más escuchada ahora mismo, además de ‘Anti-Hero’, no es ‘Karma’ con o sin Ice Spice, ni la nueva versión de ‘Snow on the Beach’ con Lana del Rey, ni ‘Lavender Haze’, sino un tema de hace muchos discos. ‘Cruel Summer’, un corte que estuvo en ‘Lover’, pero ni siquiera había sido single.
El viejo tema de Taylor Swift ocupa el puesto 15 del Global de Spotify, sobre todo gracias a su apoyo en países anglosajones: número 6 en Estados Unidos, número 22 en Canadá, número 25 en Irlanda, número 32 en Reino Unido, siempre refiriéndonos a las listas diarias de Spotify a día de hoy.
Pero incluso en las listas oficiales la canción se está abriendo camino. Esta semana la encontramos en el puesto 47 del Billboard Hot 100 y se espera que suba el próximo martes. Llegará al top 40 según las predicciones.
Taylor Swift ha decidido mover ficha y va a mandar la canción a la radio, como acaba de explicar durante un concierto. La cantante dice que nadie entiende por qué ahora se está escuchando tanto esta canción, pero asegura que siempre fue de sus favoritas, que peleó por que fuera un single en las discusiones, y que siempre fue su tema de orgullo y alegría para aquel álbum.
El 20 de junio de 2023, será por tanto la fecha oficial de salida para este single de un disco publicado en 2019. Y ojo, todo esto es una noticia excelente para St Vincent, que figura en sus créditos como co-autora.
Howard Donald de Take That formaba parte del cartel de un evento relacionado con el Orgullo LGTB+ que iba a tener lugar el 29 de julio en Reino Unido. En concreto, en Nottingham. Sin embargo, algunos usuarios se han dado cuenta de que Howard Donald ha dado «me gusta» a una serie de tuits de contenido tránsfobo y homófobo, y han denunciado la situación.
Los responsables del evento han decidido sustituirle, han dado las gracias por el descubrimiento, y han emitido un comunicado. Howard Donald ha eliminado su cuenta de Twitter debido al «backlash» sufrido, y ha pedido perdón en Instagram. «Tengo mucho que aprender», ha dicho.
Como informa NME, entre los tuits que Howard Donald ha apoyado están algunos del ultraderechista Andrew Tate criticando una campaña trans-inclusiva, un vídeo de la «activista» anti-trans Posie Parker y otro del polemista conservador Charlie Kirk criticando que Disney anunciara un evento del Orgullo.
El Nottingham Pride ha comunicado: «debido a los hechos recientes, Howard Donald ya no actuará en el Festival del Orgullo de Nottingham. Nos gustaría agradecer al público por avisarnos de la situación esta mañana y también agradecemos vuestra paciencia mientras hablábamos con las partes implicadas. Estamos trabajando en encontrar un cabeza de cartel sustituto que actúe junto a Horse Meat Disco, Tayce, Danny Beard y ESSEL».
Por su parte, Howard Donald ha pedido perdón a través de las Stories de Instagram: “He cometido un grave error de juicio al apoyar posts de las redes sociales que son despectivos hacia la comunidad LGTBIQ+. Lo siento profundamente y sé que he decepcionado a todo el mundo. Estoy decepcionado de mí mismo y siento mucho el daño que he causado con mis acciones desprovistas de educación. Claramente tengo mucho que aprender y es una prioridad para mí ahora mismo hacer esto”.
El arte y el dinero se dan la mano más de lo que nos gusta creer. En la sociedad capitalista en la que vivimos, el dinero es una parte importantísima para posicionarse rápidamente donde uno quiere. Incluso si hay que creerse aquello de “el dinero no da la felicidad” y derivados, sí es bastante obvio que ayuda a cumplir sueños.
Afortunadamente, existen otras formas de llegar lejos, aunque estas requieran un camino más largo y rocoso. A Marcus Brown, artista nacido en Baltimore cuya música se esconde bajo el pseudónimo Nourished By Time, su talento y trabajo duro es lo que le ha ayudado a conseguir que su álbum debut ‘Erotic Probiotic 2’ -secuela de un EP anterior de dos canciones- haya recibido críticas excelentes y lo haya puesto en el mapa como un artista a tener muy en cuenta. Quizá te suene por su aparición en el reciente disco de Yaeji.
Su sonido es refrescante desde el principio, y eso que está claramente influido por el R&B de finales de los 80 y principios de los 90, pero hay algo en ese toque casero, casi amateur, que alberga su música lo que la hace tan especial. Está grabado con pocos medios y en el trastero de la casa de sus padres, pero eso no impide que las canciones brillen intensamente.
‘Quantum Suicide’ sirve como introducción a su universo sonoro, una excelente muestra de cómo recrear un estilo de música sin depender excesivamente de sus referencias. En ella Brown habla de lo duro que es salir de la depresión, pero también nos convence de que es posible. “Es borroso el camino / pero iré igualmente” reza el estribillo sobre una base de melódicos pitidos entrecortados y una sugerente cama de sintetizadores. En esa misma línea temática y sonora -aunque todo el álbum presenta una gran cohesión durante sus 9 pistas-, ‘Shed That Fear’ continúa la secuencia con un animado ritmo construido con suspiros, coros y percusiones hasta desembocar en su luminoso gancho, que afirma que “tienes que deshacerte del miedo a fallecer / para poder vivir tu vida cada día”.
El capitalismo, uno de los temas clave de este proyecto, aparece por primera vez en ‘Daddy’, que mezcla el rap freestyle de sus versos con el hypnagogic pop, el hip-house o el bedroom pop. La estructura de la canción huye de lo convencional, y aún así, su pegadiza melodía y las transiciones entre sus diferentes partes la convierten en una de las más inmediatas del proyecto. Brown utiliza el humor para hablar del dinero: no puedes competir contra el sugar daddy de alguien si tú no tienes ni un duro.
En ese mismo tono humorístico aparece ‘The Fields’, el corazón del disco y la sublimación del sonido mutante y siempre sorprendente de Nourished By Time. El tema se construye bajo una fórmula más tradicional, pero de él surge un estribillo fantástico y divertidísimo: “Una o dos veces he rezado a Dios / nunca me ha respondido en inglés simple / más en señales y anuncios / que me dicen que siga consumiendo”. El componente crítico y social de sus canciones no puede estar integrado con mayor gracia. El cantante no tiene ninguna intención de dar sermones políticos, sino de denunciar la sociedad basada en el consumismo en la que vivimos con pequeñas dosis, sin renunciar nunca a la cualidad más lúdica de su música.
También explora temáticas más personales y complejas, concretamente el final de una relación que ha sido bonita y de la que está agradecido en la melancólica ‘Rain Water Promise’, cuya melodía fluye como una cascada entre juguetones pasajes de teclado y guitarras. Vuelve a esa experiencia para cerrar el proyecto con ‘Unbreak My Love’ una balada donde el tono grave y potente de la voz de Marcus Brown guía a una producción recargada de guitarra, sintetizadores y percusiones.
‘Erotic Probiotic 2’ se siente como una revelación, una impecable carta de presentación de un artista que apuesta por la mezcla de géneros y que mira al pasado (solo lo justo) para construir un futuro prometedor. El dinero siempre ayuda a hacer arte, sí, pero sin él también pueden salir joyas como esta. Sin talento no.
Lady Gaga ha escrito una carta a sus fans a través de Instagram para explicarles por qué ya no es tan activa en redes como solía. Y ha aprovechado para contar también lo que ha estado haciendo desde el verano pasado, es decir, desde que pudo terminar la pequeña gira de ‘Chromatica’. La artista ha estado escribiendo música para un proyecto por determinar, además de rodar ‘Joker’ y editar la película de su concierto.
«He estado experimentando mi creatividad desde el verano pasado, de un modo realmente especial y privado. Escribí y produje música para un proyecto especial, me preparé durante meses para desarrollar mi personaje para ‘Joker’ y grabé ‘Joker’ durante muchos meses, fue un periodo muy introspectivo», ha revelado.
Y continúa luego: «Puedo decir por primera vez en muchos años que mi amor por hacer arte, música, moda y apoyar a la comunidad nunca ha sido tan enriquecedor. Puede que ya no comparta mucho de mí misma online como antes, pero espero que sepáis que este tiempo dedicado a mí misma ha sido extremadamente sanador y me ha recargado el corazón, la mente, el cuerpo y la creatividad, para crear en mi interior y para tener una vida personal que es solo para mí».
Ante las posibles críticas, anticipa: «Estoy segura de que esto puede parecer diferente porque no siempre he sido tan recelosa de mi privacidad, y apuesto a que algunos os vais a reír, pero amo a mis fans, mis little monsters, muchísimo y eso nunca cambiará».
Entre los artistas que han mostrado su apoyo a Lady Gaga, Katy Perry, que ha escrito en Instagram: «te entiendo y te quiero».
Ir al Azkena Rock Festival es mucho más que acudir al recinto del festival. Es una experiencia inmersiva en Vitoria-Gasteiz que te puede llevar todo el día. Uno de los rituales es acudir a los conciertos en horario vermut en la Virgen Blanca. Al solazo la gente que está viendo la pachanga rockera de The Fuzillis se debe estar asando. Pero desde alguna de las terracitas se disfruta mejor. Este año hace calor, pero sin punto de comparación al infierno de 2022. A la sombra se está muy bien. Luego, a comer con los amigos azkeneros, breve receso, y vuelta a Mendizabala.
Paco Poyato
Cuando llegamos a Cordovas, en el escenario God (el principal) hace mucho bochorno, pero nada que una barcelonesa no pueda tolerar. La banda de Nashville gusta de la mezclas: ahora se lían con salsa a piano eléctrico, ahora una larga jam sobre batería, ahora un meloso lovers rock, ahora country con un toque disco, reggae… Llama la atención la manera de tocar del guitarra, pegado al cuerpo, concentradísimo. Se lían a cantar en un español un poco inventado (¿algo de una cachimba?) y vuelta a la cumbia. Bailes, risas y sano cachondeo, que entran muy bien a esa hora.
Un amigo me avisa de que la cola en el Trashville, el pequeño escenario que simula un saloon, es imposible, así que descarto a Los Tiki Phantoms y me dirijo a Earthless. El trío norteamericano practica algo que podríamos calificar de post stoner-post metal-post psicodelia. Se dedican a las introducciones largas y calmas a guitarra. A los 10 minutos de paisajismo, patapum, redobles de baterías y más paisajismo, pero ahora a ritmo rock. Lo suyo son largas suites para sumergirse y disfrutar además de su gran pericia instrumental y el buen sonido que están teniendo… Pero al final me vence la curiosidad, y voy a ver qué hace Leiva.
The Guapos cuentan con Leiva a la batería, pero también con Adan Jodorowsky (sí, hijo de). La batería está en primera línea (claro) y ellos van muy ídems, de traje y camiseta blanca a la Sonny Crocket. Eso sí, Leiva con sombrero. Lo que me genera estupor es ver a los roadies vestidos de tenistas amarillo pálido (?). Este es su primer concierto en España. Leo que este proyecto es un “homenaje al rock español”. Y sí, suenan a Tequila, a Los Rodriguez, un poco a Los Brincos… Pero también a Topolino Radio Orquesta y a Puturrú de Fua, por su insistencia en los temas veraniegos y en caer en multitud de tópicos, gracietas y chascarrillos (canciones sobre hacerse vegano y esas cosas). Un divertimento intrascendente.
Jordi Vidal
The Pretenders no tienen competencia. Nadie se solapa con Chrissie Hynde. Está todo el mundo frente al escenario grande. Suena la habanera de ‘Carmen’ y emerge Hynde, fiel a sí misma: su peinado, sus botas, su atuendo… Toda su clase rockera. Su voz también sigue sonando chula y juvenil, aunque me da la sensación de que a ratos le falla el sonido y no se le acaba de oír bien. Chrissie insiste varias veces durante el concierto en cantar “Vitoria” como el “Victoria” de The Kinks.
El concierto suena bien, la banda está engrasadísima y además The Pretenders pueden presumir de tener a James Walbourne, el guitarrista más flipado del festival, después del de Lydia Lunch, claro. Pero también tienen algo de formulario. Le dedica la preciosa ‘Back on the Chain Gang’ a Pau Donés y ‘Kid’ a miembros desaparecidos de The Pretenders. ‘Don’t Get Me Wrong’ cae a mitad del concierto, y el público se viene muy arriba, como arriba se viene también con el momento baladón ‘I’ll Stand by You’. Pero también cuando se pone más rockera en ‘Junk Walk’, o con el cierre casi jam en ‘Mystery Achievement’. Y aunque personalmente, la prefiero cuando se pone nuevaolera que rockera, Chrissie impartió su maestría. Y se permitió el lujo de dejar fuera ‘Brass in Pocket’. Ama.
Jordi Vidal
Los solapes dolorosos también existen en el Azkena. Tras Pretenders, la disyuntiva: ¿Calexico o The Undertones? Qué bien empiezan Calexico desde el escenario Respect: cumbia, rock, rancheras… Pero mi corazón, ay, están con The Undertones.
Paul McLoone no es Feargal Sharkey (el cantante original), pero hace una buena reinterpretación del legado. No para de menearse, pavonearse y parece gozar cual cochinillo en lodazal. Y el resto de la banda tiene una pegada enérgica. Y, claro, hits emocionales de punk pop para aburrir. Abren con ‘Jimmy Jimmy’ y ‘Girls Don’t Like It’, la energía es infecciosa, pero suena a lata. Ellos comentan algo del sonido y, patapam, se escucha todo más fuerte. Cae una favorita, ‘It’s Going to Happen!’, la hermana mayor de los Housemartins. Es tal el calibre de temazos que tienen, que se permiten el lujo de colocar la mejor canción de la historia, ‘Teenage Kicks’, en mitad del set, y se me pone el vello de punta, más cuando todos cantamos: “I wanna hold her wanna hold her tight, Get teenage kicks right through the night”. Nos hemos venido muy arriba y ellos siguen al mismo nivel. Porque hay vida más allá de la canción favorita de John Peel: los tres primeros discos de The Undertones son ley.
Paul nos hace cantar ‘I Gotta Get’ y se desata del todo en ‘Family Entertainment’. El guitarrista nos explica que deberían estar de vacaciones y sin embargo están ahí, en Vitoria, tocando. Y claro, cae otro clásico: ‘Here Comes the Summer’, aceleradísimo. Le dedican una canción a una persona que está en primera fila porque “mientras todos estábais en Pretenders, él ya estaba aquí”. Y empieza la cuenta atrás. “¡Tenemos cuatro canciones y diez minutos!”. Y sí, los meten a tiempo. En cada canción, cantan el tiempo que les queda: ‘Wednesday Week’, otra favoritísima mía ‘My Perfect Cousin’, (¡dos minutos y medio!) y cierran con una celebradísima ‘Get Over You’. Sí, todos somos más viejos, pero la energía adolescente de las canciones de The Undertones es eterna. Luego me chivan que Calexico han estado muy bien y que han tocado ‘Love Will Tear Us Apart’ y Alone Again Or’ de Love (¡argh!), pero no se puede tener todo en esta vida. Ni siquiera en el Azkena.
Incubus logran tocar, después de que la incertidumbre haya durado hasta casi el último momento, por el estado de salud de su cantante. Yo estoy exhausta tras The Undertones y necesito cenar. También probar el atestado Trashville, donde tocan Hola Ghost, que suenan a Calexico pero en heavy. Dos mariachis enmascarados y dos pintados cual calaveras: si aparece Ghost en el nombre de tu banda, es imperativo vestirse cual esqueleto. Hacen rancheras tremebundas. Como dice una amigo: estas cosas sólo las puedes ver en el Azkena.
Oscar L Tejeda
Incubus se ponen a cantar ‘Wish You Were Here’ poco antes de cerrar su set. Desde el escenario Love llega todo el ruido de Gwar. Pero dirigimos nuestros pasos al escenario Respect, porque están uno de los grandes reclamos del festival: The Soundtrack Of Our Lives. Los suecos llevaban separados desde el 2012, así que su reunión despierta gran expectación. De hecho, este es su segundo concierto desde que se reunieron. No lo parece, de lo bien que suenan.
TSOOL crean temas que podrían ser de tus grupos favoritos de los 60-70, pero sin resultar miméticos o perder personalidad. Hay quejas sobre su horario, las dos de la mañana. Pero su show es tan pomposo como absorbente y logran hacernos olvidar el cansancio. Ofician su particular misa psicodélica oficiada por su cantante Ebbot Lundberg, vestido cual sacerdote. Abren con ‘Galaxy Gramophone’ y sí, eso suena a viajar por la galaxia. El sonido es muy bueno, al menos en mi zona, y ellos ejecutan a la perfección. En ‘Bigtime’ Ebbot le da a la pandereta como el que reparte bendiciones, mientras el resto cabalgan entre el órgano, el bajo, la guitarra… ‘Second Life Replay’ suena a fantasía de Nancy Sinatra con Lee Hazlewood mezclada con Ennio Morricone. Hay un pequeño homenaje al ‘I Feel Love’ de Donna Summer. También hay un momento en que nos hacen agacharnos, pero a las tres de la madrugada mi cuerpo ya no da. Parece que se van a retirar, pero no: vuelven con la música de órgano eclesiástico, transformándose ahora en Moody Blues, ahora en los Beatles, ahora en una banda de rock pesado… El cierre perfecto de la jornada.
La jornada del viernes en Sónar empieza con reclamos como el nuevo show de Merca Bae o el directo conjunto de Santiago Latorre y Colin Self. Yo llego a eso de las 16.30 y los beats machacones de Musa Keys retumban desde el interior del recinto. Mi objetivo es claro: Bendik Giske.
El saxofonista noruego trae un show único, en el sentido de que es imposible que hayas visto nada igual. Él solo en el escenario de SónarHall se basta y se sobra para hipnotizar con su presencia y con el sonido de su saxofón, que malea a su antojo.
Giske aparece en el escenario vestido con una elegante gabardina negra y empieza a proyectar sus invocaciones místicas al saxofón mientras los efectos de humo y lumínicos le envuelven en un aura de misterio “noir”. En el segundo acto, Giske se quita la gabardina y revela su torso desnudo, escultural, mientras continúa soplando su instrumento o incluso percutiendo en él con los dedos. Desgraciadamente, un grupo de personas en las primeras filas habla de manera escandalosa por encima de la música e impide el disfrute del concierto. El público es respetuoso en general, pero no este grupo de personas en concreto, que, si tanto querían hablar, además a gritos, solo tenían que moverse a las filas de atrás. Nerea Coll
Este problema no se da en el set de Ryoji Ikeda: sería imposible hablar por encima de semejante bombardeo musical. En el mejor de los sentidos: aquel que va a un concierto de Ikeda lo hace para salir con los tímpanos reventados y el cerebro triturado. El set no decepciona. Ikeda presenta su disco ‘ultrasonics’ y se apoya en su habitual propuesta de beats de tecno glitch ultramecanizados e intensos visuales no aptos para ojos sensibles. La electrónica extrema de Ikeda, sus beats sísmicos y frecuencias imposibles, su utilización del ruido blanco y de los polirritmos, sigue siendo la última música del futuro. Nada más puede haber después que esta reducción absoluta de la música a ceros y unos capaz de hacerte sentir que te está dando una taquicardia en los momentos de mayor intensidad. Así de física y corpórea es la música de Ikeda, de esta manera cala en la piel y hace vibrar cada parte de tu cuerpo. Música avanzada… o, mejor dicho, directamente inalcanzable. Brutal.
Salir del concierto de Ikeda hacia el exterior puede ser parecido a quitarse unas gafas de realidad virtual y volver al mundo real. Ahí está MikeQ sacudiendo a los presentes con sus incesantes beats de voguing y samples de ‘Break My Soul’ de Beyoncé (MikeQ es sampleado en ‘Renaissance’). Llegadas las 19 de la tarde en el SónarVillage, con el calor aún animando el ambiente, el set de MikeQ sirve para calentar motores y darse un meneo con sus divertidos ritmos de ballroom y percusiones carnavalescas.
Igual de divertida, a su manera, es la propuesta de Lorenzo Senni. No veo venir tremendo set de ruidismo al sintetizador. Senni mete ruido crudo y lo retuerce, sus arpegios rítmicos en continua auto-interrupción sacuden toda noción de lo que es un concierto de electrónica: no es IDM, no es tecno, pero es todo a la vez y nada al mismo tiempo. Hay sonidos de videojuegos y muchísima deconstrucción. El baile emerge de vez en cuando, anecdóticamente. A Senni su anti-electrónica no le impide pegarse unos buenos saltos sobre el escenario, como un niño en una tienda de chucherías. No sabes por qué está saltando, pero da igual, verle en acción es divertidísimo. Y, su música, un descubrimiento.
El set de Max Cooper es un curioso repaso por multitud de facetas de la electrónica: los crescendos recuerdan a Moderat, pero luego la música gira hacia la IDM, mere ritmos de breakbeat de los 90 o hasta motivos típicos del brostep. Cuando la música despega, lo hace con el tecno-house más elegante, haciéndolos levitar. El set de Cooper es uno de los últimos de Sónar de Día (son las 21.00 de la noche) pero, en otro festival, sería un cierre espectacular. Toca abandonar barco, sin embargo, pues el día se transforma en noche y llega el plato fuerte de la edición.
La rave inversa de Aphex Twin
Nerea Coll
A 40 minutos de que den las 22.00 de la noche, aún en el recinto de Fira Montjuïc, se palpa en el ambiente un inicio de histeria colectiva. La cola para las lanzaderas es quilométrica y empezamos a arrepentirnos de no haber salido antes del lugar. Algunos, desesperados, corren a por taxis o incluso echan mano del Bicing para asegurarse la llegada a tiempo. Aphex Twin está a punto de empezar y nadie quiere perderse su aparición en el escenario. Mala suerte: llegamos 15 minutos tarde, pero Richard D. James estará actuando dos horas, así que el drama no es tan grande como parece.
Llegar a la nave industrial de Fira Gran Via L’Hospitalet, en medio de un concierto de Aphex Twin, puede ser parecido a descender en el mismísimo averno. En el mejor de los sentidos, que conste, pero es que el show de Richard D. James es diabólico en el modo en que retuerce toda noción de lo que es una rave y transforma la electrónica de baile en algo completamente imposible de bailar, pero que te deja los ojos como platos o directamente volado.
Curiosamente, a James es imposible verle a menos que te encuentres en las primeras filas: yo no le veo en ningún momento. Si me dicen que no ha aparecido ningún humano sobre el escenario, me lo creo. Porque lo que importa -aparte de la bacanal tecno que se ha montado- son unos visuales absolutamente impresionantes que te hacen sentir llegado al futuro. James toca medio escondido detrás de una suerte de jaula. Encima de su cabeza, un cubo lumínico preside el escenario proyectando diferentes imágenes geométricas, psicodélicas o del careto endemoniado de Aphex Twin. Y, desde el escenario, un océano de rayos láser baña a la audiencia. El show de Aphex Twin nos abduce en su propia fantasía sci-fi mientras sus frenéticos e incesantes ritmos de acid house crean un ambiente demencial, de locura total, idóneo para inaugurar el Sónar de Noche por todo lo alto.
Ariel Martini
Hablando de alienígenas, Fever Ray. Curiosa la propuesta escénica de Karen Dreijer, que le da la vuelta a lo clásico. Fever Ray actúa en traje, acompañade de su banda de cuatro músicos, alumbrada esta por la luz de una farola… Parecerían Frank Sinatra y su banda si no fuera porque los músicos llevan gorros con forma de nube y porque Karen Dreijer parece salide de otro planeta directamente. Las canciones de ‘Radical Romantics‘ se van sucediendo mientras el show se transforma poco a poco en un aquelarre de electropop que no renuncia a la rítmica tribal ni a las luces de neón.
En medio del torbellino de tecno duro que puede ser Sónar de Noche, el concierto de Shygirl es un oasis pop, una chuchería. El público recibe a Blane Muise con fervor y ella interpreta sus canciones con gracia sobre el escenario. Las pantallas, por su lado, proyectan diferentes logos de Shygirl. Ella, sus gemidos y su club-pop de beats cortantes y melodías dulces sirven para aligerar la intensidad de los sets vistos previamente.
Funcionales, pero dándonos exactamente lo que queremos, Bicep abarrotan el SónarClub ofreciendo una sesión clásica de tecno y house en la que cualquier parecido a sus dos discos es pura coincidencia. Solo los coloridos visuales nos llevan a ese mundo imaginado por Andy Ferguson y Matthew McBriar, mientras la música, en realidad, continúa sumergida en la oscuridad de la noche.
Seguís enganchados a ‘Padam Padam’. Lo nuevo de Kylie, tras ser lo más votado en JNSP, es ratificado en el “Desempate de Twitter”. El tema obtiene el 64% de los votos, casi triplicando ‘Tuya’ de Rosalía’, que se queda con el 27%. Tanto ‘Vulgar’ como ‘Popular’ de Madonna reciben solo el 4,5% de los votos cada una.
Entradas mucho más modestas protagonizan Aitana, Tulsa y Latto, en la última parte de la tabla.
El Partido Popular y VOX han llegado a un acuerdo rápidamente para gobernar la Comunitat Valenciana, sin necesidad de agotar los plazos. El pacto consiste en que el partido de ultraderecha tendrá 3 de las 10 carteras del futuro gobierno valenciano de coalición con el Partido Popular. Será una vicepresidencia con consellería de Cultura y dos consellerias más.
El extorero Vicente Barrera (VOX) será vicepresidente del Consell y asumirá la competencia de Cultura. Y eso que, como afirma Pablo Gil del diario El Mundo, la palabra «cultura» ni siquiera aparecía en el programa de VOX para la Comunidad Valenciana.
El acuerdo entre PP y VOX puede tardar días o semanas en formalizarse en comunidades como Murcia -donde hay una amenaza de adelanto electoral por parte de VOX- o Extremadura -donde el PSOE fue la fuerza más votada-. Sin embargo, parece que lo de dejar Cultura en manos de VOX podría ser la tónica general, por parte del PP, en los ayuntamientos que se constituyen este sábado 17 de junio.
Y es que en algunas ciudades el pacto está siguiendo una línea parecida. En Burgos ganó las elecciones municipales el PSOE, pero la promesa de Feijóo de que gobierne la lista más votada ha caído en saco roto y el PP y VOX han alcanzado ya un acuerdo para la alcaldía. Entre las carteras que se queda VOX, de nuevo, está la Cultura. Serán Seguridad Ciudadana, Distritos y Digitalización, Empleo, Industria, Comercio, Consumo e Innovación; y Cultura y Educación.
En Calvià, Manuel Mas (VOX) será el tercer teniente de alcalde. Entre sus carteras figura igualmente Cultura, como informa Diario de Mallorca: Movilidad y Transporte, Igualdad, Mundo Rural, Bienestar Animal, Mantenimiento (excepto instalaciones deportivas), IFOC y Cultura.
Otros ayuntamientos en que ganó el PSOE pero un pacto de PP y VOX dará la alcaldía a la derecha en acuerdo con la ultraderecha, son los de Valladolid, Toledo y Guadalajara. Pero en estos casos aún no se han repartido las carteras. En Valladolid no se conocerán los detalles del acuerdo ya cerrado de PP-VOX hasta la semana que viene, pero El Periódico de España ha informado de que VOX está exigiendo Cultura, con toda la polémica que ello conllevaría con la Seminci, pues el partido de Abascal es contrario a la misma por su «carga ideológica». El PSOE considera ya que peligra la celebración de este evento que ha puesto Valladolid en el mapa cinematográfico.
En Guadalajara, se ha anunciado que el PP se quedará 8 carteras de la alcaldía y Vox con 4, pero aún no se sabe qué se quedará cada partido. Aunque sí que el acuerdo tiene como principales referencias «la familia, la protección de las personas vulnerables, el respeto a las tradiciones y costumbres, y la nula injerencia ideológica en la cultura», como informa Newtral. Por último, en Toledo se ha comunicado que las carteras de VOX se anunciarán tras la constitución del ayuntamiento del sábado.
Entre las pocas grandes o medianas ciudades donde se conoce acuerdo entre PP y VOX, y Cultura parece que se lo quedará el PP, podría ser el caso de Elche.
Estoy consultando el programa electoral de Vox para la Comunidad Valenciana y no hay ninguna mención a la cultura. De hecho, ni siquiera aparece la palabra cultura
Recycled J llega a su tercer disco -EP’s aparte- siendo una de las voces románticas, sentimentales, emocionales -llamadlo como queráis- de la música urbana -ídem-. El símbolo representativo de este disco es una rosa -con sus espinas-. El single ‘150 canciones’ se promocionó con una portada en forma de corazón. El color, el rojo.
En esta tesitura, el nombre del álbum, ‘CASANOVA’, es ambiguo, en tanto que muchas de las canciones tienen un poso amargo, conduciendo hacia un desenlace de disco que no puede decir más claro: «si te vas, que sea PA NO VOLVER». El tema propiamente llamado ‘Casanova’ sí se jacta del drama de primer mundo que supone ser un «casanova». Su puente es un listado de conquistas. Pero hay puntos más agridulces, como al comienzo de la misma canción: «Colecciono historias con tres puntos suspensivos / La cago cada vez que me enamoro / Me convertí en mi peor enemigo».
Musicalmente, el disco equilibra las influencias urbanas y pop. El disco comienza sonando abiertamente pop, con el single ‘150 canciones’, tiene varios devaneos con el R&B de guitarrita, como el efectivo tema ‘Ganas’ o ‘NO HAY MANERA’, que arranca como una plana balada. Pero no renuncia al rap (‘PERRO HAMBRIENTO’, ‘ROSAS FREESTYLE’) ni a la electrónica con matices.
Esta última es la parte más rica, sobre todo cuando Recycled J no teme acercarse al electropop, como en el medio tiempo ‘10.000 kms’. O en la estupenda ‘PRIMADONNA’, por la que pasean Marilyn Monroe y todas las marcas posibles, de Chanel a Cartier, pasando por Calvin Klein, Ralph Laurent, Gaultier, Celine y Bulgari. La mencionada ‘ROSAS FREESTYLE’, con la co-producción de Pablo Rouss, está llena de detalle como una grabación de James Blake.
Recycled J quiere ser un artista entregado a la causa (del amor y del desamor), y es cuando se desmelena y se olvida de si está haciendo un hit o no, cuando realmente destaca sobre la media. La penúltima pista es una súplica que grita ‘DIME ALGO’, y qué buena forma habría sido esa de terminar este pasional álbum: chillando.
Muy buena temperatura en Vitoria-Gasteiz este 2023. El calor horrible que sufrimos el año pasado se queda en traumático recuerdo. Suerte de eso, porque Google Maps es el mal y me hace dar una vuelta inmisericorde para llegar al recinto de Mendizabala. Nota mental: fiarse más del criterio de una misma.
En el recinto, este año ganan en tendencia las camisetas de King Lizard and the Gizzard Wizard. Pero también se atisban multitud de Rancid, que para algo son el grupo estrella de la jornada. Una jornada inaugural, sin apenas solapes, aparentemente tranquila. Aparentemente, porque durante la tarde tuvimos exquisiteces esquinadas mezclados con momentos de fervor popular.
Este año los escenarios no llevan el nombre de artistas fallecidos durante el año anterior, una costumbre que el ARF hacía tiempo cultivaba. Suena ‘Song 2’ de Blur antes de que aparezcan Os mutantes, el mitiquísimo combo brasileño que fue el máximo exponente de la Tropicalia de finales de los 60. El único superviviente es Sérgio Dias. Sentado cual Buda, a la guitarra, y dirigiendo a la banda, me recuerda un poco al Brian Wilson actual. Aunque Sérgio mantiene buena voz. Rasgada, rota, pero sigue sonando expresiva.
El protagonismo, por eso, recae en la rumbosa corista. “¿Cómo están? Yo estoy jodido como la pulga de un perro muerto, pero voy a cantar”, nos espeta divertido, antes de sumergirnos en su viaje. Más psicodelia anglosajona en ‘Tecnicolor’ y ‘Time and Space’. Pero claro, la pasión del público se levanta con la tropicalia interpretada en portugués. El clásico ‘Bat Macumba’ trae la locura. Un muchacho de las primeras filas agita un cartel donde se lee “Rita Lee não morreu”. ‘A minha menina’, cantada por el teclista, sigue siendo casi tan gozosa como antaño. Sérgio Dias recupera su papel de líder entonando ‘Balada do louco’, nos sumerge en la melancolía, de las que nos recuperan con la garra y el duelo a guitarras de ‘Ando meio desligado’. Pero, ay. Se acaba el concierto sin cantar la legendaria ‘Panis et circenses’. Un poco frustrante.
Steve Earle sale a pelo, solo con la guitarra y la armónica, de riguroso negro bajo el solazo que aún cae. Un concierto acústico es algo arriesgado en un festival y en un escenario grande. Pero Steve no se amilana. Su cancionero americano cae riguroso, pero sentido. Y a medida que avanza el concierto, cada vez se va volviendo menos adusto, el público conecta del todo y él se va relajando. ‘Goodbye’ es muy sentida, pero va seguida de una polvorienta y potente ‘Feel Alright’, que la gente replica. Él ya hasta ríe, y se dedica a su repertorio más potente.
Nos explica su canción ‘Coal Country’, que va de una explosión en una mina que pasó hace 30 años en su país y mató a 29 personas. “Hay que proteger a los trabajadores”, afirma rotundo Steve. Y nombra a los fallecidos, uno a uno, al final de la canción. En este momento, Steve representa a esa América que parece perdida ya, la de los hombres y mujeres honestos y justos, haciendo un rock honesto, creyendo en la comunidad.
Jordi Vidal
Y a pesar de tanta austeridad, de tanto mensaje, a él cada vez se le ve más conectado y risueño. ‘Mr Bojangles’ entra casi en comunión festiva. Hay un momento de recuerdo a su hijo Justin Townes. Nos explica que lo perdió hace algo más de dos años. “Justin no estaba metido en opiáceos. Fue la cocaína (…) así que si me queréis ayudar, por favor: tened cuidado”. A pesar del duro mensaje, la versión del ‘Harlem River Blues’ de Justin suena esperanzada, la cantamos a pleno pulmón. Para cerrar, Steve coge la mandolina para que cantemos la preciosa ‘Galway Girl’. Steve se mira el reloj, le dicen que aún le queda una y se arranca con ‘Copperhead Road’. Un concierto tan recio como sentido.
A El Drogas la organización le hace un Neil Young. A la hora que él toca, no hay nadie más. “¡Daos prisa!”, se escucha desde el escenario. Se le ve en buena forma, a Enrique Villarreal. Todo van a ser clásicos. “Pues para haber acabado tan mal con Barricada, las está tocando todas”, señala sarcásticamente mi pareja. Pero la frase más oída de la noche es: “¡Es que me las sé todas!”. El Drogas se da un baño de masas con hits emocionales de rock urbano por un tubo, aunque se le va el sonido un par de veces. Como cierre, claro, ‘Blanco y negro’ debidamente alargado. Que nada más que acabe el concierto de El Drogas suene ‘Te estoy amando locamente’ de las Grecas me descoloca. Oscar L Tejeda
Lydia Lunch, rebautizada como Lydia Dinner, porque parece que todo el mundo se haya ido a cenar tras el Drogas, nos ofrece el concierto más punk y arisco que se ha visto nunca en el Azkena. Con el cultivado look de vieja bruja, con cara de mala leche y de desprecio, con la misma voz de una urraca desafinada… Ella y su banda Retrovirus no pueden generar más mala onda y chunguez. Sus músicos se flipan. Especialmente su guitarrista, el más sobreactuado que recuerdo haber visto en mi vida, calzado en pantalones y botas nazis. “Thirst my blood”, vocifera Lydia en ‘Still Burning’, creo.
Porque es tal la densidad, la viscosidad con que encara las canciones, que hace que no estemos muy seguros del repertorio. Solo nos queda dejarnos llevar, enajenarnos por el akelarre de ruido sincopado e infernal. Creemos reconocer el ‘Mechanical Flattery’ de ‘Queen of Siam’. Lydia nos habla de que su fantasma favorito es Roland S. Howard, el miembro maldito de The Birthday Party. Le dedica una letanía sulforosa y decadente, otra jam de ruido maligno. Ya para el final, Lydia nos suelta otra filípica: “Charles Manson, uno de los mejores poetas además de un psicópata dijo “haz algo “Witchy”. Va señalando a las primeras filas, mientras todo se acelera, el guitarrista se vuelve loco y nosotros. Perturbadora y catártica.
Rancid son el plato fuerte de la jornada, a tenor del número de camisetas. Antes de que empiecen, suena una versión de ‘Spanish Bombs’, no en vano The Clash es la referencia máxima de la banda californiana. Como el concierto de The Offspring del año pasado, Rancid nos ofrecen punk acelerado noventero. Sólo que Rancid tocan mejor, suenan mejor, le echan más ganas y tienen mejores canciones. Ya nada más arrancar se ven vasos volando en las primeras filas. La prudencia me marca alejarme de cualquier atisbo de pogo: esta noche me he traído las gafas en vez de las lentillas.
‘Tomorrow Never Comes’ y ‘Roots Radicals’ y ya empiezan los himnos coreados. No dan tregua. Sólo para preguntar al público si tienen su anterior disco, ‘Trouble Maker’. “Ahora vamos a cantar otra canción muy rápida” (¡todas lo son!), ‘Ghost of a Chance’. Van a tiro pegado, hay algún escape ska, la velocidad de crucero es alta, el jolgorio máximo. Pero, claro, la traca final y la locura se guarda para dos de los himnos de su mítico disco de 1995, ‘…And Out Come the Wolves’: ‘Time Bomb’ y ‘Ruby Soho’. A uno de los guitarristas se le rompe una cuera, pero le da igual. Ya no va a parar. Sudor y cabezazos.
PRIDE Barcelona vuelve otro año más con muchas actividades. Entre ellas los conciertos de artistas como Paulina Rubio (que últimamente está en todos los saraos) o Loreen. Los actos tendrán lugar entre el día 3 y 16 de julio, y cabe destacar la manifestación el sábado 15. Aunque falta gente por sumarse al programa musical, el cartel anunciado hasta ahora se podrá disfrutar en Avenida Maria Cristina los días 14 y 15 de julio.
Aunque ya hay nombres muy llamativos, este año se ha contado con artistas LGTBIQ+ como Karmento (cantante de ‘Quiero y duelo’), el folclore de Morreo, Rocío Sánchez o Ptazeta. Los nombres de Paulina Rubio y Loreen destacan a primera vista, pero el cartel es muy completo. Ms Nina, Ladilla Rusa, Eleni Foureira, Rosa López, María Escarmiento… Y los que quedan por confirmar.
Este año, PRIDE Barcelona le dedica la reivindicación a los mayores LGTBIQ+. Consideran que la conversación intergeneracional está muy apartada de la esfera pública, y la quieren rescatar. «Desde aquellas personas que acaban de descubrir su orientación o identidad, pasando por todas aquellas que la pueden disfrutar en plenitud y felicidad, hasta aquéllas que afrontan las últimas etapas y también quieren seguir disfrutando de una diversidad plena, rica y activa», explican en su web . Durante este pride, en Barcelona al menos, la salud, sexualidad, soledad e invisibilidad de las personas más mayores del colectivo será protagonista.
🌈📢Sabem que ho estàveu esperant i…ja el tenim aquí!
🎉Us presentem el line-up del Pride! BCN 2023, el millor cartell de la història! pic.twitter.com/h8nJWN3cPW
Amaia y Alizz vuelven a unirse en un nuevo tema: ‘Sexo en la playa’. Parece que será el anticipo de una nueva etapa para Alizzz, a la que Amaia se ha subido encantada. La canción tiene todas las papeletas para sonar durante todo el verano: es un pop bailable y muy ligero con toques de piano house y disco-funk. Con pelos y señales, ambos cantan lo que puede llegar a ser un amor de verano.
El videoclip está dirigido por Sofía Boriosi. En este, Alizzz y Amaia disfrutan de un verano en un camping, en el que todo el mundo parece estar inmerso en un gran deseo sexual: «Fuego en tu mirada / Tus uñas por mi espalda». El sonido del teclado hace que la atmósfera sea liviana. Nada pesa cuando es verano, o eso parece.
El tema es «el calor, las vacaciones, relajarse, no tener preocupaciones, sentirse guapo, y por qué no, coquetear», explica la directora. De esto ya habló Yung Beef en una canción que tiene el mismo nombre, ‘Sexo en la Playa’.
Guardando las distancias (el estilo, melodía y voz no tiene nada que ver) ambas hablan de un sentimiento universal. El amor de verano es relajado y Amaia y Alizz han captado perfectamente esto. «La melena al viento (Uh-uh) / Cremita por el cuerpo», dice la cantante de ‘El Relámpago’.
Quizá en el final de gira de Amaia, en el WiZink Center en septiembre, veamos que este ‘Sexo en la playa’ habrá sido parte de la banda sonora de nuestro verano. Las entradas aquí.
‘Attention’, el nuevo single de Doja Cat, se ha estrenado hoy. La cantante ya había ido dando pistas de lo que podíamos esperar de este por redes sociales.
Un alter ego, una nueva Doja ensangrentada (que recuerda mucho a su estilismo para el desfile de Schiaparelli esta pasada temporada de Primavera- Verano 2023), «está aquí», anunciaba en Twitter. Parece que «scarlet», así la ha llamado Doja, será hilo conector en sus próximos trabajos.
‘Attention’ comienza con una melodía de guitarra que se mezcla con la voz empalagosa y melódica de Doja Cat. Es una canción más larga de lo habitual: roza los 5 minutos. En el videoclip aparece ella dentro de un coche con toda su aura de estrella mientras explica: «Este no muerde, no se pone agresivo / Te enseño a tocarlo, a sostenerlo como si fuera precioso».
Parece que habla de su sexo, pero podría hablar también de su alter ego. Sea lo que sea, lo deja claro: «It don’t need your lovin’, it just needs attention».
Tras lo dulce llega el rap, y en el vídeo escupe las barras mientras pasea por una ciudad de noche. La frase «Mírame, mírame / Estoy desnuda» prueba que no es un rap violento. Las imágenes crean un entorno sexy en el que la cantante de ‘Woman’ se muestra muy cómoda: «Me pongo un tanga en el culo y te enseño cómo moverlo».
Doja es obscena pero sexy: el contraste está entre las letras y cómo las canta. Hay mucho ego, pero venera a sus referentes, en este caso a Nicki Minaj, a quien le dedica una barra: «Why she think she Nicki M? / She think she hot shit».
Hoy se publican los nuevos discos de Sigur Rós, Queens of the Stone Age, Django Django, Ghouljaboy, The Guapos, Ben Howard, King Gizzard & The Lizard Wizard, Killer Mike o Samuraï. De todos ellos puedes escuchar una pieza en nuestra playlist de Novedades «Ready for the Weekend».
Entre las superestrellas que sacan single, están Doja Cat o en otro nivel, Victoria Monét, hemlocke springs, Texas y Pretenders. En España destacamos el ‘Sexo en la playa’ de Alizzz y Amaia, ‘Matadora’ de El Último Vecino o ‘CANIJO’ de Judeline. Pero también hay novedades de Sen Senra, Chico Blanco o Marina Reche, que estrena la pegadiza ‘Oro’.
Entre los artistas que han venido presentando nuevos temas, están Georgia, ANOHNI and the Johnsons, Devendra Banhart, Bombay Bicycle Club… Sophie and the Giants tiene nuevo tema con Purple Disco Machine, e igualmente bailamos con lo nuevo de Peggy Gou. Recomendamos los singles de Vagabon, Luca Ching o Blanca la Almendrita. Y atención al tema que samplea o referencia lo nuevo de María Escarmiento…
La ventrílocua María del Carmen Martínez-Villaseñor, más conocida como «Mari Carmen y sus muñecos», ha muerto a los 80 años. La artista, natural de Cuenca, se encontraba en su hogar de Tenerife cuando sufrió una caída que al parecer ha provocado su fallecimiento.
Mari Carmen será recordada por sus personajes, los cuales han impregnado la imaginería popular desde los años 80 y hasta nuestros días. Sobre todo Doña Rogelia, que hace poco inspiró una performance feminista con motivo del 8-M, por poner un ejemplo.
Doña Rogelia daba voz a una mujer anciana española, alguien que rara vez tenía protagonismo en el prime-time de los 80 (o el actual), con mucha guasa e irreverencia, pero también estaban el pato Nicol, la adolescente Daisy o el león Rodolfo.
Mari Carmen apareció en ‘Noche del sábado’ en 1967 y en 1971 formó parte de ‘La graduada’ de Mariano Ozores y con Lina Morgan. Pero fue en los 80 cuando los espectáculos de variedades, tipo José Luis Moreno, la popularizaron entre la gran audiencia. Tras ‘Un, dos, tres’, ’Señoras y señores’ o ‘Aplauso’, tuvo un espacio propio llamado ‘Ay, vida mía’, en el que sus personajes entrevistaban a personalidades como Julio Iglesias, Isabel Pantoja o José Luis Corcuera. Por si creéis que Trancas y Barrancas inventaron algo.
Entre las personalidades del mundo de la cultura que están lamentando su muerte, destacan Pedro Ruiz o Santiago Segura. Dice este último: «Nos ha dejado una de las grandes cómicas de nuestra historia. Una mujer que durante décadas consiguió hacer reír a media España acompañada de unos muñecos, Mari Carmen. Maravillosa, de agudo ingenio, rápida, brillante y con una veloz agilidad mental sobre el escenario. D.E.P».
Este jueves 15 de junio el Sónar ha vuelto a abrir sus puertas en Barcelona, en el 30 aniversario de su nacimiento. Sónar celebra este hito con la instalación ‘Processing… 30 Years of Sónar’, que repasa las tres décadas de historia del festival a través de una experiencia inmersiva creada con inteligencia artificial. Pero, sobre todo, Sónar cumple años sin dejar de clavar la mirada en el futuro, por ejemplo, a través de otra de las instalaciones que se pueden disfrutar dentro del recinto, Plaça de Barcelona, una instalación interactiva organizada por el Ayuntamiento de Barcelona que incluye experiencias de realidad virtual, entre otros alicientes. El programa de Sónar +D vuelve a ser imperdible.
En la llegada al recinto de La Fira llama la atención que el escenario principal, SónarVillage, está este año completamente cubierto por un tejado, lo cual garantiza un mayor disfrute de la programación sin que influya el miedo a colapsar de calor en cualquier momento. Cualquiera que asistiera al Sónar el año pasado (y en años anteriores) recuerda que el calor del sol fue abrasador.
A eso de las 17.00 de la tarde presenta Marina Herlop su nuevo show. La catalana aparece en el escenario con el peinado más loco que ha llevado nunca, una mezcla entre los moños de Leia y las trenzas de burbuja. A Herlop le acompañan siete músicos sobre el escenario, varios de ellos clarinetistas, además de un percusionista que es clave en el nuevo sonido de directo de Herlop, en el que lo electrónico y lo orgánico casan.
La música sigue sonando como venida de otro planeta: las armonías estiradas de Herlop y sus beats de tempos descompasados, realmente atípicos, dialogan ahora con percusiones que parecen inspiradas en el gagaku japonés e incluso con el sonido de las castañuelas. Puede que en algún momento no sepas en qué idioma está cantando… hasta que recuerdas que Herlop a veces canta en un idioma inventado (cuando no usa el catalán). Sus canciones siguen fascinando a cualquiera que se topa con ellas, algo evidente en el respeto que le profesa el público, que permanece embobado ante sus melodías alienígenas y giros imposibles.
Quería catar el directo de 700 Bliss, pero solo me da tiempo de escuchar los últimos beats tribales que salen proyectados desde el SónarVillage, por lo que sin pensarlo mucho regreso al SónarHall a personarme en uno de los conciertos más importantes de la jornada, el de Oneohtrix Point Never. El acceso está bloqueado cuando llego, mientras grupos de gente esperan a poder entrar. Abierto el acceso, algunas personas salen disparadas hacia la primera fila.
Clara Orozco
Oneohtrix Point Never sale puntual, a las 17.45, y nos da la bienvenida de la mejor manera posible, con un sample (aparentemente) sacado de ‘Replica’, su mítico disco de 2011. A partir de ahí, Daniel Lopatin va alternando su habitual magia cósmica con los sonidos liminales extraídos de ‘R Plus Seven’ y otros pasajes de sintetizador de aires vintage y nostálgicos. Mientras, los visuales dibujan una extraña forma pentagonal (con forma de piano) que ejerce de portal hacia otra dimensión. Progresivamente, el set de Lopatin se va transformando en un set inclinado al tecno abstracto y parece directamente el de otro artista. Sin embargos el público responde entusiasmado. Nada que objetar.
Roncca
Una de las propuestas de la programación de Sónar 2023 que mejor hibridan música y visuales es la de Nosaj Thing y Daito Manabe, que presentan su show conjunto ‘Continua’. Al principio, los beats de hip-hop experimental de Jason Chung se mueven a tempo glacial. Mientras, las visuales de Manabe proyectan imágenes acuáticas, borrosas, que buscan (o eso parece) hipnotizarnos. La unión de música e imágenes crean la ilusión de que el público de SónarPark se encuentra sumergido en el agua. Pero, de repente, el beat se anima, se acelera y se instala en el dancehall, acelerando también a los presentes.
Más cerebral es el show de Kode9, que se celebra en el auditorio del SónarComplex. El británico Steve Goodman -fundador del sello Hyperdub, la persona que fichó a Burial- presenta ‘Escapology’, un proyecto que investiga un posible futuro en el que Escocia se separa del Reino Unido y se dirige hacia las estrellas. La pantalla emite imágenes de una bandera de Reino Unido ardiendo o de un mapa de Reino Unido mutante. Un extraño paisaje de campos verdes y cielos rosas protagoniza gran parte de la historia. Los textos, filosóficos, no transmiten un mensaje claro. Algunos incluso se proyectan rápidamente, sin que sea posible leerlos. Por su lado, la música puede pasar de un footwork elegantísimo a un deep house sísmico y rotundo… que quizá hubiera funcionado mejor en otro recinto. El contexto del auditorio, con la gente sentada como si estuviera en el cine, no termina de crear una conexión con artista y propuesta.
Nerea Coll
El set de Jokko Collective se centra en una faceta bastante más abstracta de la esperada, no tanto en los brutales beats que encontramos en su mixtape de 2020. No es, por tanto, un show rítmico del todo, sino que deliberadamente se instala en un lugar mucho más místico, de ecos tribales y ancestrales, emparejados con unos visuales espectaculares que nos sumergen bajo el agua o nos enseñan imágenes de la naturaleza. El ritmo bailable del tecno solo asoma tímidamente en algunos puntos del show, pero ellos son un colectivo y por tanto hablan diferentes lenguajes musicales: en Sónar demuestran que son grandes creadores de atmósferas. En vivo, mejor disfrutadas.
La primera jornada de Sónar 2023 se despide con el espectacular set de tecno-house futurista de Black Coffee, que reúne a prácticamente toda la asistencia delante de su escenario en el SónarVillage, en el que es evidentemente uno de los sets más divertidos del día: se nota, se palpa en el ambiente, que la gente tiene muchas ganas de fiesta. Uno de los platos fuertes con el que encarar viernes y sábado con más ganas todavía.
Bombay Bicycle Club anuncian este viernes una nueva gira que contará con dos fechas en nuestro país: el 13 de noviembre en la sala La Riviera de Madrid y el 14 de noviembre en la Sala Apolo de Barcelona. Las entradas estarán a la venta el 19 de junio a las 10h en www.livenation.es y ticketmaster.es.
La banda británica formada por Jack Steadman, Jamie MacColl, Ed Nash y Suren de Saram vendrá a presentarnos su sexto trabajo ‘My Big Day’ que verá la luz el próximo 20 de octubre, y sobre el que nos han dado todos los detalles, también. En él no se han cortado en invitar a algunos amigos de la industria para que aparezcan en él. Y vaya amigos: Damon Albarn, que acaba de ofrecer con Blur un concierto en La Riviera de Madrid, participa en ‘Heaven’; Nilüfer Yanya «medita» con el grupo después de sacar uno de los mejores discos de 2022; Jay Som aparece en ‘Sleepless’ recordándonos que hace mucho que no saca disco, y que la echamos de menos; y Holly Humberstone, uno de los talentos más prometedores surgidos recientemente de Reino Unido, colabora en ‘Diving’.
Todos estos temas y más formarán parte de ‘My Big Day’. El último disco de Bombay, ‘Everything Else Has Gone Wrong‘, salió poco antes de que cambiara el mundo, en enero de 2020.
El primer single, ‘My Big Day’, es el clásico corte indie-pop que se sumerge en un torbellino de efectos electrónicos y de distorsión. Jack Steadman, líder de Bombay Bicycle Club, produce este encantador tema que suena tan feliz como su título, mientras pide a su interlocutor que no se enfade con él por estar feliz, por dormir bien y por pasarse el día haciendo el vago o bebiendo, porque es su «gran día» y va a pasarlo como quiera.
El videoclip de ‘My Big Day’, la Canción Del Día de este jueves, también cuenta con un peculiar elenco compuesto por dos personalidades del mundo del indie, pues lo han dirigido entre John Higgs de Everything Everything y Kit Monteith, que toca percusiones en Foals.
01 Just A Little More Time
02 I Want To Be Your Only Pet
03 Sleepless (Feat. Jay Som)
04 My Big Day
05 Turn The World On
06 Meditate (Feat. Nilüfer Yanya)
07 Rural Radio Predicts The Rapture
08 Heaven (Feat. Damon Albarn)
09 Tekken 2
10 Diving (Feat. Holly Humberstone)
11 Onward
«¿El precio de las entradas cuenta para la inflación?», se preguntaba inocentemente mi compañero de podcast en el capítulo que dedicamos al precio de las entradas. Y ahora esa es la anécdota del momento en foros económicos y agencias internacionales después de un tuit viral de Michael Grahn, jefe de economía del Danske Bank.
La respuesta es que sí, aunque en una pequeña medida. Y sobre todo porque salpica a áreas relacionadas pero diferentes como la hostelería y el turismo. La noticia es que la inflación en Suecia ha subido en mayo un 9,7%. Esto es una bajada respecto al 10,5% de abril, pero sigue siendo un mal dato, peor de lo esperado. Por ejemplo, en España la inflación en mayo fue solo un 3,2% y Suecia esperaba este mes una cifra ligeramente más baja al 9,7%. A Michael Grahn se le ha ocurrido involucrar a Beyoncé en la ecuación.
La realidad es que el Renaissance Tour empezó en Estocolmo, eso produjo que miles de personas volaran a la ciudad y se hospedaran allí, donde la oferta turística es limitada.
Por eso, Michael Grahn ha explicado: «El comienzo de la gira mundial de Beyoncé en Suecia parece haber afectado a la inflación de mayo. Cuánto es incierto, pero probablemente 0,2 puntos porcentuales de los 0,3 puntos porcentuales que agregaron los hoteles/restaurantes. Quizás también subieron los precios de las entradas para conciertos. Por lo demás, como se esperaba».
El economista ha explicado que el dato volverá a las previsiones este mes de junio, cuando el tour de Beyoncé ya se ha alejado de Suecia para pasar a otros países como España.
🇸🇪 Beyonce's start of her world tour in Sweden seems to have coloured May inflation, how much is uncertain, but probably 0.2 p.p. of the 0.3 p.p that hotels/restaurants added. Perhaps also hiked concert ticket prices (recreation). Otherwise as expected.
Este año está siendo el de 070 Shake aunque quizá no por las razones esperadas. Su colaboración con RAYE en ‘Escapism.’ está siendo uno de los mayores éxitos en todo el mundo tras haber sido editado en 2022; también está sonando bastante el sampleo que le ha hecho Fred again.., aparece en el disco de Christine and the Queens y hace tan solo unos días publicaba otra colabo con RL Grime, ‘Pour Your Heart Out’.
Pero la artista tiene que seguir promocionando su propio material, esto es, su disco ‘You Can’t Kill Me‘, y va a ser el caso de la gira inminente que la va a traer a nuestro país.
070 Shake actuará en Sala Apolo (Barcelona) y Teatro Barceló (Madrid) los días 9 y 10 de julio como parte de los actos de 20º Aniversario de Primavera Sound. Las entradas saldrán a la venta mañana mismo, viernes 16 de junio a un precio de 22 euros más gastos de distribución.
Será una buena ocasión de verla en sala pequeña cuando está inmersa en un tour más bien de festivales, que incluye BBK Live. Desde la organización nos recuerdan que las entradas para el concierto de Barcelona se podrán adquirir con el Bono Cultural Joven a través de la web de Redtkt.
En un mundo tan vertiginoso en el que literalmente ya ni recuerdas lo que parecía un notición hace una semana, poca gente debe de tener ya presente a Youth Lagoon. El proyecto del estadounidense Trevor Powers sonó bastante en blogs entre 2011 y 2015 gracias a los tres álbumes que sacó aquellos años, ‘The Year of Hibernation‘, ‘Wondrous Bughouse‘ y ‘Savage Hills Ballroom‘. Entonces anunció su retirada porque consideraba que con dicha trilogía ya había dicho todo lo que tenía que decir y todo el mundo –o casi– se olvidó del tema. Raro era el artista que le versionaba o reivindicaba, raro el fan que le echaba de menos.
¿Está justificado su regreso con un nuevo álbum llamado ‘Heaven Is a Junkyard’? Absolutamente. Escucharlo es reencontrarse con un músico minucioso, pendiente de las pequeñas cosas, en cuyas grabaciones con la co-producción de Rodaidh McDonald hay restos de jazz, soul y electrónica a través de beats, pianos, samples…
El mensaje también es enriquecedor. El single principal ‘Idaho Alien’, inspirado en la novela negra, género que tanto le gusta (cita a Jim Thompson, por ejemplo), no evita el reconocimiento de pensamientos suicidas. «No recuerdo cómo pasó, la sangre llenó las patas de la bañera», repite su estribillo secamente. Después, en ‘Trapeze Artist’ proclama “Dios salve al trapecista”, hablando de adicción a las drogas, y de cómo una enfermedad le hizo perder la voz en 2021. “Mi voz ha desaparecido, con lo fuerte que solía ser”, lamenta.
Las canciones de Youth Lagoon nos hablan de más sangre (‘Rabbit’) y de la infancia (‘The Sling’), pero no siempre lo hacen con un tono meramente nostálgico o trágico. Su tono susurrado y tenue consiente cierta sorna, o como mínimo, cierta aceptación y conformismo respecto a la desgracia, y otro de los singles, ‘Prizefighter’, llega a sonar incluso optimista. «Ya conquisté el mundo, así que estaré bien. Conseguí la luz para guiarme. He vuelto a trabajar, eso ha terminado. Todo lo que quiero es pasármelo bien».
El grado de conexión que consigue Youth Lagoon con el oyente es muy fuerte. Pues además no está apelando con su sonido a la juventud seducida por la última oleada del bedroom pop, a la nostalgia del indie rock de los 90 o a la electrónica. Su propuesta es muy particular. ‘Mercury’ podría conectar en trucos de producción indistintamente con The Postal Service o el Dave Fridmann que trabajaba con Flaming Lips y Sparklehorse. ‘Lux Radio Theatre’ es incluso un tema instrumental.
Las referencias son originales, hasta el punto de que no sabes muy bien si ‘Little Devil from the Country’ podría ser un tema al piano de Fiona Apple, o en realidad no es más que un blues tradicional disfrazado de otra cosa, que nos habla ciertamente sobre un «pequeño demonio esperando en la parada del autobús».
La electrónica de ‘Helicopter Toy’, con cierto poso a Sigur Rós en sus acordes de piano y con una poética letra que se pregunta si el viento destrozará el helicóptero de juguete o lo ayudará a volar (gran metáfora), despide un disco diferente, deliberadamente fuera de tiempo, y que solo deja una duda. ¿Recordaremos mucho tiempo esto que hoy nos parece una pequeña maravilla, como nos lo pareció en 2013, o volveremos a olvidarnos, como de (casi) todo?
Parte de la redacción evalúa ‘Dance the Night’, el single de Dua Lipa para la banda sonora de ‘Barbie’:
«‘Dance the Night’ es la última chuchería disco-pop de Dua Lipa. Antes de que seguramente abandone este sonido en su tercer disco, al menos, en parte, ‘Dance the Night’ conserva el poder de seducción de sus mejores canciones, las cuerdas sampleadas son hipnóticas y la canción, aún haciendo gala de una producción horterilla, termina atrapando con sus diversos ganchos melódicos hasta que es imposible no ponerla en bucle.
Mi momento melódico favorito es el modo en que el pasaje “I could dance, I could dance, I could dance” se va resolviendo de diferentes maneras a lo largo de la canción. Y esa lyric del vestido apretado (“my outfit so tight, you can see my heartbeat tonight”) es maravillosa, puro pop». Jordi Bardají.
«Últimamente los periodistas, los fans… estamos abusando de la expresión «piloto automático» para definir una nueva grabación de un artista consagrado que no aporta nada a lo que ha entregado ya varias veces. Pero es que así mismo están abusando los artistas de la misma fórmula ad nauseam para mantenerse vigentes en playlists, para mantener sus oyentes mensuales altos, para no dejar de ser relevantes ni un segundo.
Así de sonrojante es ‘Dance the Night’. Por si no tuviste suficiente con la reedición de ‘Future Nostalgia’, con la reedición de la reedición de ‘Future Nostalgia’ y con el disco de remezclas de ‘Future Nostalgia’, aquí tenéis otra canción encima de la cual podéis cantar ‘Levitating’. O peor aún, una mezcla entre ‘Levitating’ y ‘CAN’T STOP THE FEELING’, aquella canción de Justin Timberlake que terminó siendo seleccionada como peor canción del año por la revista Time. Tremenda manera de matar el hype camino al tercer disco de Dua Lipa». Sebas E. Alonso.
Con la vuelta de Kjartan Sveinsson a la formación se anunció el regreso de Sigur Rós y con él el anuncio de un nuevo disco. El grupo islandés salió de gira en 2022 y tocó nuevos temas, por ejemplo, en el emotivo concierto que ofreció en Barcelona, el pasado mes de octubre.
Ahora, por fin, llegará ese disco que tantos años se ha hecho esperar, pues ‘Kveikur’, el último trabajo de Sigur Rós, salió hace ya una década. Esta semana se ha estrenado el primer adelanto, ‘Blođberg’, que, con sus plañideras cuerdas y luminosos efectos electrónicos, recae en la faceta ambiental de Sigur Rós. Y el álbum al completo saldrá esta misma noche, del jueves al viernes 16 de junio.
No será, del todo, un disco sorpresa, pues con su lanzamiento se lleva tiempo especulando en reddit. ‘ÁTTA’ además se está dejando caer por varias «listening parties» en Europa y Estados Unidos.
‘Blođberg’ es efectivamente el primer single oficial de Sigur Rós en varios años: ‘Óveđur’, su último single, data de 2016 y, aunque parecía dirigir al lanzamiento de un nuevo proyecto, finalmente se ha quedado totalmente descolgado en el catálogo de Sigur Rós.
En cuanto a lanzamientos largos, Sigur Rós ha seguido publicando proyectos interesantes, como ‘Route One’, un trabajo de ambient de 24 horas de duración, o el directo ‘Odin’s Raven Magic’.
1. ‘Glóð’
2. ‘Blóðberg’
3. ‘Skel’
4. ‘Klettur’
5. ‘Mór’
6. ‘Andrá’
7. ‘Gold’
8. ‘Ylur’
9. ‘Fall’
10. ‘8’