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Yard Act también buscan una «Utopia» en su nuevo disco

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Yard Act, el último grupo de post-punk que ha conquistado las listas británicas, y también al panel del Mercury Prize, con su primer disco, ‘The Overload‘ (2022), vuelve. ‘Where’s My Utopia’, su segundo larga duración, se pone a la venta el próximo 1 de marzo de 2024. Remi Kabaka Jr., de Gorillaz, lo ha producido mano a mano con el cuarteto de Leeds.

El primer single, ‘Dream Job’, llega dispuesto a animar festivales con un ritmo inspirado en la música disco de principios de los 80. Los Kool & The Gang de ‘Celebration’ parecen una influencia clara en el tipo de melodías y percusiones y en todo el espíritu de la canción.

‘Dream Job’ habla de la relación de James Smith con la industria musical. «Me burlaba de mí mismo por ser un mocoso quejica e ingrato, a la vez que trataba de abordar cómo la industria musical es una bestia incontrolable que avanza a toda velocidad sin pensar y en la que cada una de las personas implicadas desempeña su papel», cuenta el músico.

Smith relata que ha intentado «articular la complejidad de sus emociones» en la música de su nuevo single, y que la «gravedad» con las que sentía esas emociones «no tenía cabida». No ha tenido más remedio que hacer una canción divertida. «Intenté plasmar (esas emociones) en una canción pop que dura menos de tres minutos una vez que la niebla se despejó un poco».

El repertorio de ‘Where’s My Utopia’ incluye una colaboración de Katy J Pearson, autora de uno de los discos destacados de 2022, ‘Sound of the Morning‘. Así queda el tracklist oficial:

1. An Illusion
2. We Make Hits
3. Down By The Stream
4. The Undertow
5. Dream Job
6. Fizzy Fish
7. Petroleum
8. When The Laughter Stops (ft. Katy J Pearson)
9. Grifter’s Grief
10. Blackpool Illuminations
11. A Vineyard for the North

Trevor Horn saca brillo a 11 clásicos con Tori Amos, Rick Astley…

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Trevor Horn, el superproductor que «inventó el sonido de los ochenta», como se le suele describir, gracias a su trabajo con Yes, Frankie Goes to Hollywood, Grace Jones, Malcolm McLaren o Dollar, publica nuevo proyecto en diciembre. En ‘Echoes – Ancient & Modern’, Horn ha recuperado 11 clásicos (de los ochenta y posteriores) y los ha regrabado con la colaboración de diferentes estrellas invitadas y arreglos orquestales totalmente nuevos.

El propio Horn canta el clásico de Roxy Music, ‘Avalon’ y produce a Marc Almond, Tori Amos, Rick Astley, Andrea Corr, Steve Hogarth, Lady Blackbird, Jack Lukeman, Iggy Pop, Seal y Toyah Wilcox & Robert Fripp en temas interpretados originalmente por Pat Benatar, The Cars, Depeche Mode, Frankie Goes to Hollywood, Billy Idol, Joe Jackson, Grace Jones, Kendrick Lamar, Nirvana y Yes. Entre las curiosidades, Tori Amos versiona a Kendrick, o Iggy Pop a Depeche Mode.

‘Echoes – Ancient & Modern’ sale a la venta en CD, vinilo y digital el 1 de diciembre, acompañado de un libreto que incluye una entrevista con el productor realizada por su viejo amigo y colaborador Paul Morley.

De ‘Echoes – Ancient & Modern’ han salido ya tres singles. ‘Slave to the Rhythm’, original de Grace Jones, se transforma en un baladón con la voz de Lady Blackbird. Después, Seal canta ‘Steppin’ Out’ de Joe Jackson dejándose empapar de ritmos propios del easy-listening y la bossa nova. Y, desde hace unos días, es posible escuchar ‘Love is a Battlefield’ de Pat Benatar cantada por Marc Almond, que se desmarca del resto de sencillos por su sonido decididamente synth-pop y electro.

Así queda el tracklist de ‘Echoes – Ancient & Modern’:
01 – Swimming Pools (Drank) feat. Tori Amos
02 – Steppin’ Out feat. Seal
03 – Owner Of A Lonely Heart feat. Rick Astley
04 – Slave To The Rhythm feat. Lady Blackbird
05 – Love Is A Battlefield feat. Marc Almond
06 – Personal Jesus feat. Iggy Pop
07 – Drive feat. Steve Hogarth
08 – Relax feat. Toyah Wilcox & Robert Fripp
09 – White Wedding feat. Andrea Corr with Jack Lukeman
10 – Smells Like Teen Spirit feat. Jack Lukeman
11 – Avalon


Miles Kane anuncia gira española para 2024

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Miles Kane actuará en cuatro ciudades españolas en la primavera de 2024. La primera fecha será el 5 de marzo en la Sala Bóveda de Barcelona, la segunda el 6 de marzo en el Kafe Antzokia de Bilbao, la tercera el 7 de marzo en Jaguar Club de Madrid y la última el 8 de marzo en 16 Toneladas de Valencia. Las entradas saldrán a la venta este viernes 27 a las 10 horas a través de la página web de Last Tour.

El motivo de la gira de Miles Kane es por supuesto ‘One Man Band’, su último disco, publicado el pasado mes de agosto. Para grabarlo, Kane regresó a Liverpool: «Hacer el álbum en Liverpool con mi familia me ayudó mucho a sacar esto de mí», ha declarado el músico. «A veces hay que retroceder para avanzar, y este proyecto me ha ayudado a redescubrir por qué cogí una guitarra».

Kanes es conocido por su carrera en solitario, pero también por su trabajo en The Last Shadow Puppets (junto a Alex Turner de Arctic Monkeys) o The Rascals. En solitario, Kane ha publicado ya cinco álbumes de estudio. Antes de ‘One Man Band’ llegaron ‘Change the Show’ en 2022, ‘Coup de Grace‘ en 2018, ‘Don’t Forget Who You Are’ en 2013 y ‘Colour of the Trap’ en 2011.

‘Si no estás’ de Iñigo Quintero arrasa… ¿pero lo merece?

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Parte de la redacción evalúa ‘Si no estás’ de Iñigo Quintero, actual número 1 global de Spotify.

«En el artículo de El País sobre Íñigo Quintero apuntan al cansancio del reggaeton como uno de los motivos del monstruoso éxito de esta canción. Aunque tengo mis dudas sobre lo orgánico de lo ocurrido, sí que es cierto que hay una sobredosis de «pollachochoculometerla», y que canciones como ésta no pueden ser más distintas; ya esté dedicada a Dios o a ¿otro hombre? (no es incompatible), ‘Si no estás’ es bastante linda, la letra se mueve entre el amor y el existencialismo de manera accesible, y la voz de Quintero no está nada mal, ayudando aquí a realzar el carácter dulce de la canción.

Es curioso también lo «rara» (entiéndase) que es para lo que podría parecer a simple vista: no hay un subidón de estribillo épico (la primera vez que la escuché pensé que en cualquier momento salían Morat cantando «cómo te atreves a volveeeer»), el estribillo de hecho solo suena como tal solo una vez, se apoya mucho en las estrofas arrastrando las palabras casi con desesperación, teniendo pegado incluso el outro (la única palabra que se repite, «amor», está aquí), y a lo largo de la producción, tanto vocal como de los instrumentos, hay como cien ideas al mismo tiempo. Y, frente a la moda de dos minutos o incluso minuto y medio, ¡’Si no estás’ dura tres minutos!. Alabado sea el Señor, supongo». Pablo Tocino

«El éxito de ‘Si no estás’ es un milagro para la música independiente que se contará en los libros de historia, pues, salvo que se demuestre lo contrario, y a pesar de lo que nos gusta elucubrar en redes sociales como si fuéramos investigadores de la CIA, detrás del lanzamiento de Íñigo Quintero (sorry pero las minúsculas me dan alergia) no se encuentra ninguna discográfica multinacional detrás, sino la distribuidora Acqustic, por la que ha pasado un sinfín de talentos salidos del underground en los últimos años. Le podría haber pasado a Aren, le podría haber pasado a García Picasso, le podría haber pasado a ilsen, le podría haber pasado a Franc, a PauByChance, a JADDØ… pero le ha pasado a este muchacho gallego que ha sido tocado por la mano de Dios TikTok y ha acabado plantándose en el número 1 global de Spotify. Me imagino a Bad Bunny rascándose la cabeza, a Dua Lipa buscando «WTF is Acqustic» en Google, a Ed Sheeran preguntándose qué está haciendo mal.

Aún así, soy absolutamente incapaz de hallar méritos suficientes en esta composición baladesca que me suena a una maqueta de James Arthur a la que le faltan unas cuantas vueltas para equipararse a una canción buena de James Arthur. Más que «rara», me parece que le falta músculo compositivo y que la producción, con diversos trucos, trata desesperadamente de animar una canción en realidad melódicamente flácida e insulsa. Iñigo Quintero la canta con sentimiento, pero me parece que vuelca emoción donde en realidad no hay nada. El debate sobre si ‘Si no estás’ es una canción religiosa o no me interesa menos en los tiempos en que Rigoberta Bandini le puede dedicar un disco entero al «Señor» y nadie se rasga las vestiduras, sobre todo porque Iñigo se ha preocupado por que ‘Si no estás’ sea ambigua y parezca otra canción romántica más. Pero no veo más allá en esta canción y las cifras que está haciendo me alejan cada vez más de comprender su éxito». Jordi Bardají

¿Merece 'Si no estás' el número 1 global?

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The Rolling Stones / Hackney Diamonds

La llegada de un nuevo disco de los Rolling Stones en este tramo final de su carrera siempre va a ser juzgada desde las expectativas. Si son muy bajas, la recepción será seguramente entusiasta a nada que haya un par de chispazos de calidad. Por otro lado, si se espera algo comparable a lo mejor de su excelente legado, la decepción está asegurada. Así, muchas de las reacciones y reseñas de los pasados días orbitan alrededor de estos dos polos.

En mi caso, lo que más me ha decepcionado de ‘Hackney Diamonds’ no es tanto el irregular nivel de composición de las canciones (algo esperable de un grupo que no ha sido capaz de hacer un disco nuevo en 18 años), sino aspectos problemáticos de su envoltorio sonoro. Tras la desagradable sensación al oír el tratamiento vocal en el muy digno single de adelanto ‘Angry’, el nuevo álbum al completo confirma el mal augurio: no se trataba de un capricho aislado, sino que ese detalle de producción se extiende por la buena parte del disco cual hongo cordyceps. Y no se trata sólo del poco disimulado corrector de afinación -que con unos ajustes más discretos ni se habría notado- sino de un ultratratamiento de la voz de Jagger a base de una fea distorsión que aplasta la voz hasta convertirla en una papilla sonora realmente irritante.

Nada en contra de los efectos en la voz de Mick: ha ocurrido a menudo en la discografía de los Rolling Stones, casi siempre con afán de experimentación. Pero en este caso la idea de Andrew Watt (productor de recientes discos de Dua Lipa, Iggy Pop o Pearl Jam) es dotarla de más agresividad, o quizá se trate de un intento de emular las voces saturadas de los Strokes. Sea como fuere, lo cierto es que ese tratamiento estropea buena parte de la experiencia ‘Hackney Diamonds’, convirtiendo muchas de las pistas vocales en extrañamente artificiales. Basta con comparar la voz de algunas de ellas (‘Get Close’, ‘Depending on You’) con, por ejemplo, ‘Driving Me Too Hard’ (donde el tratamiento de la voz es más natural), para comprobar lo desnaturalizado del resultado final. En las canciones donde ocurre es muy perceptible especialmente en las secciones con pocos instrumentos, como este momento de ‘Whole Wide World’, donde el Jagger real podría casi pasar por uno generado por IA.

El problema se agrava cuando los coros y armonías vocales caen presa también de ese tratamiento sobremasajeado, hiperprocesado con plug-ins digitales, que produce estribillos en los que todas las voces en combinación se aplastan en una sobreestilización con cierto brillo barato de bisutería. Elección estético-musical muy respetable sin duda, pero lo último que necesitan los Rolling Stones es acabar sonando como Aerosmith o Bon Jovi. Que es lo que acaba ocurriendo en casi la mitad del disco, especialmente combinado con una producción que a ratos coquetea con los excesos de las “guerras del volumen”.

Por otro lado, es justo decir que ‘Hackney Diamonds’ también tiene cualidades, y obviando (quien pueda) la producción vocal intermitentemente desagradable, supone una colección razonablemente aceptable de canciones de Stones de período tardío. Por ejemplo, hay unos cuantos “rockers” bastante dignos: ‘Angry’ no deja de ser pegadiza a pesar de esos giros hard-rockeros 90s que Watt imprime con su producción. La guitarras en estéreo de Keith y Ron se distinguen bien, suenan excitantes, con mención especial a una letra que normaliza que alguien que es bisabuelo desde hace diez años reivindique su vida sexual.

‘Bite My Head Off’ también funciona, con su sorprendente descarga de rabia en la que Paul McCartney cobra especial protagonismo haciendo un increíble bajo con fuzz que recuerda al ‘Birthday’ de los Beatles pero en clave punk rock. Resulta una agradable sorpresa que una colaboración no se quede en simple formalidad y realmente imprima carácter a la canción. Mientras, Jagger canta entre la diversión y la rabia versos como “si fuera un perro, me patearías… pero no llevo correa”, y un cómico “You think I’m your bitch / I’m fuckin’ with your brain” que suena convincentemente provocativo. Claramente la presencia de un invitado (como veremos más tarde) consigue sacar lo mejor de Mick.

‘Driving Me Too Hard’ es la joya de la parte más rockera del disco: suena en un momento, cerca del final de la cara B, donde desaparece por fin el molesto condón vocal, a tiempo para que el grupo borde una canción en la que cada parte está en su sitio y las musas de Jagger/Richards les regalan por fin una excelente melodía. Preciosos tonos de guitarra, y slides para redondear una canción que sí podría pasar tranquilamente a la parte interesante de su legado. Quizá la única del disco, pero hey, son 60 años de carrera. Es en raros momentos como ese en los que se percibe que funcionan los trucos de producción de Watt, como dotar al disco de mucho “low end” (banda de graves) para actualizar su sonido.

En cuanto al apartado de cortes aburridos hay espacio para unas cuantas canciones también: ‘Get Close’ falla a sus prometedores estrofas con un estribillo totalmente plano, además de la opresiva producción. En ‘Whole Wide World’ el ultraprocesado sónico se vuelve por momentos insoportable con unas melodías bastante mediocres, incapaces de levantar ese riff resultón. Son pasajes del disco en los que se evidencia que los Stones necesitan grasa, suciedad e imperfección, caos y desorden, y no una hiperestilización con extra de esteroides.

Tampoco entusiasma ‘Live by the Sword’, que contiene el bonito detalle de reunir (en diferido) a Charlie Watts y los chicos con Bill Wyman (una idea que hay que agradecer a Andrew Watt) pero no ofrece mucho más que un atractivo groove rocanrolero que incluye a un Elton John haciendo un piano por desgracia casi inaudible. Cosas como esa, o el hecho de que el exagerado filtro de eses (de-esser) haga que por momentos parezca que Jagger cecea, son detalles que te sacan fácilmente de la canción.

En el apartado de los tiempos medios, hay cosas dignas: ‘Depending on You’ ofrece otra buena melodía, en melancólica coherencia con una letra de fracaso sentimental que Jagger consigue alejar del piloto automático: “Las marcas de tus dedos en la oscuridad / Tu pasado y presente se enredan en mis brazos / Nuestros secretos, sellados en nuestras cicatrices / Compartiendo un pitillo en los escalones de un bar / Estaba convencido de que tenía tu corazón en mis manos”. También es correcta ‘Mess it Up’, la otra canción recuperada de anteriores sesiones con Charlie Watts, con su saltarín estribillo de toque disco y estrofas de inconfundiblemente Stones, impulsadas por jubilosos acordes de guitarra, y un buen post-estribillo con ribetes de funk.

Por supuesto no habría disco de los Stones sin una balada o medio tiempo cantado por Keith Richards, y ‘Tell Me Straight’ tiene un interesante tono aciago, en melodía y letra: “Todo el mundo tiene preguntas, y yo tengo una o dos / ¿Está todo mi futuro en el pasado? / Sólo necesito un poco de tiempo para aclarar mis pensamientos / Y averiguar si es cierto”. Nunca habíamos oído a Richards con un deje tan existencialista, que aporta aquí otro de los buenos momentos líricos del álbum.

Además es una canción que enlaza ‘Driving Me Too Fast’ con los dos cortes de cierre, formando una sólida recta final de cuatro canciones que salvan en cierto modo el disco. Porque tras ella llega ‘Sweet Sounds of Heaven’, otra pieza moldeada a semejanza de viejos clásicos del grupo en clave de himno (‘You Can’t Always Get What You Want’, por ejemplo, con cuya melodía comparte algunas similitudes), aunque aquí con un carácter gospeliano más marcado, y guitarras arpegiadas muy soul sureño (al estilo de aquella vieja ‘I Got the Blues’ de ‘Sticky Fingers’).

En ella, la presencia de Stevie Wonder y sobre todo Lady Gaga dan una inusitada vida a la interpretación, hecha en directo, casi medio improvisada, incluyendo esa coda final en la que todo el grupo brilla majestuosamente. Gaga no es Merry Clayton (ella la mencionó, no nosotros), pero consigue el milagro de que Mick produzca su mejor interpretación vocal del disco: solemne, emocional, divertida en esos intercambios finales. Y por supuesto (sí, voy a volver a decirlo) sin absurdos filtros. Lamentablemente hay que esperar al final de cada cara del disco para oír la estupenda voz sin aditivos de Jagger.

Porque además de ‘Sweet Sounds of Heaven’ las dos caras se cierran con sendas piezas acústicas de excelente calidad: ‘Dreamy Skies’, preciosa, recuerda completamente al Dylan más reciente, con esa exquisita y rugosa voz de country blues. Ron y Keith otra vez magistrales, el uno con dobro y el otro trazando sus riffs perfectamente imperfectos, que hacen pensar lo poco que se le nota la artritis (frase que puede parecer una broma pero no lo es). Se completa con una letra en favor de un bucolismo frente a lo moderno (“Voy a tomarme un respiro de todo / Donde no haya un alma a cien millas a la redonda / Cortaré leña, y una vieja radio AM es todo lo que tendré / Sólo suenan canciones de Hank Williams y algo de honky-tonk malo”). Un bonito alegato poético anti-tecnología que ya podría haber incluido los plug-ins digitales de Andrew Watt.

El final de la cara B cobra especial sentido simbólico: es una versión de la canción que les dio nombre hace seis décadas, el ‘Rolling Stone Blues’ de Muddy Waters. Cantada magníficamente por Mick y tocada con brutal belleza por Keith con una vieja guitarra Martin de los años 30, un flashazo de talento anciano verdaderamente insuperable. Si la discografía de los Rolling Stones acabase finalmente de esta manera resultaría un muy poético cierre de un ciclo musical que abarca la friolera de 60 años.

Floating Points juega a ser Giorgio Moroder en ‘Birth4000’

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Floating Points se ha involucrado en proyectos cercanos a la alta cultura. Su trabajo con el ya difunto Pharoah Sanders apareció en todas las listas de lo mejor de 2021. Recientemente interpretó aquel ‘Promises’ en un Hollywood Bowl agotado reuniendo a gente como Shabaka Hutchings, Kieran Hebden (Four Tet), Dan Snaith (Caribou), Kara Lis Coverdale y Hinako Omori, con Miguel Atwood-Ferguson como director. Este año ha estado componiendo su primer ballet para orquesta sinfónica y electrónica. ‘Mere Mortals’ será interpretada por el Ballet de San Francisco y se estrenará en enero de 2024.

Pero lo que nos ha presentado entre las novedades de este viernes es una grabación completamente diferente. Se trata de ‘Birth4000’, un regreso en toda regla a la pista de baile más desenfrenada. Con trazos de electro y el disco más sofisticado y futurista de finales de los años 70, podríamos considerarlo su pequeño ‘I Feel Love’ particular. Estoy seguro de que el vinilo white label que se ha puesto a disposición del público en Bandcamp -donde también figura una versión extended con una intro más «ambient»- consiente su mash-up con el gran clásico de Giorgio Moroder. Sobre todo porque, yendo de menos a más, parece que va a incluir la voz de Donna Summer en cualquier momento.

‘Birth4000’, nuestra Canción del Día hoy, se ha hypeado durante los últimos meses, pues su equipo parece muy consciente de sus posibilidades. Fue interpretada por Four Tet en su set de Finsbury Park, además de adornar la araña industrial de Arcadia cuando la interpretaron Shepherd y Caribou b2b en el Festival de Glastonbury de este año. También apareció en sets de festivales de Peggy Gou, Ben UFO, Call Super y Palms Trax, entre otros.

Nicki Minaj retrasa ‘Pink Friday 2’

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PinkFriday2

La fecha de lanzamiento del disco de Nicki Minaj se acercaba, pero ya no. La cantante ha decidido retrasarlo unos días, pasando ya a diciembre y quedando excluido de lo que serán las listas con lo mejor del año.

‘Pink Friday 2’, que iba a salir antes de Black Friday, el 17 de noviembre, pasa al 8 de diciembre. Del disco en principio conocemos tan solo 2 singles y no el tracklist. En primer lugar, ‘Super Freaky Girl’, editado el año pasado; y en segundo, la balada ‘Last Time I Saw You’, editada el 1 de septiembre.

Este tema alcanzaba el puesto 23 en Estados Unidos y el puesto 46 en Reino Unido, quedando fuera de todas las listas europeas, por lo que su impacto ha sido limitado. Se desconoce si el retraso se debe a un cambio en la estrategia o de reorganización del álbum. En verdad, el tema de Nicki Minaj que continúa en listas es ‘Barbie World’ para la banda sonora de ‘Barbie’.

Madonna se «celebra» como icono y mujer libre en una de sus mejores giras

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Live Nation

«¿Película o gira mundial?», preguntaba Madonna hace unos meses en sus redes sociales. La artista trabajó durante 2 años en un guión para un film sobre su vida, que finalmente no va a ver la luz, parece que por una falta de acuerdo con Universal Pictures en la duración del mismo. El proyecto, dirigido por ella, pintaba endogámico, y sus fans votaban claramente por la gira.

Y eso que el tour podía ser un problema, también. Madonna sufrió una lesión de cadera y otra de rodilla durante la gira pre-pandemia por teatros de ‘Madame X’, que nunca ha explicado más allá de una radiografía en su segunda casa, Instagram. Cierta actitud errática en esta red o en TikTok, y sobre todo una presentación totalmente desnortada junto a Maluma en un concierto especial en Medellín, nos hacían preguntarnos si Madonna estaba en condiciones de llenar estadios. El comienzo de ‘Celebration Tour’ certifica que sí: técnicamente el show es un bombardeo muy bien armado de vídeos icónicos, vestuarios más icónicos todavía, y hits de todas las épocas. A veces, el exceso de coreografía y autoexigencia evidencia más lo que ya no es capaz de hacer sobre un escenario, que lo que aún sí es capaz de hacer, pero en general y a pesar del miedo que dan esa rodillera y algunos riesgos innecesarios, luce estupenda.

También estamos ante una de las mejores direcciones artísticas que ha ideado en su vida esta gran maestra sobre cómo montar una gira. ‘Blonde Ambition’ fue la pionera, con su división en bloques narrativos. ‘Confessions’, la perfección. Pero ‘Celebration’ es la primera que reivindica totalmente su legado, que ya asciende a los 40 años, en una persona en general alérgica a revisitar su pasado. De hecho, Madonna ha rizado el rizo: ni después de haber sido hospitalizada este verano, esto es un tour de «greatest hits» como el que podrían haber hecho U2, con quienes comparte mánager. La mitad de sus temas más populares en Spotify ni aparece en el setlist. De las 10 canciones que me parecían seguras para el set, solo acerté 5.

Más bien asistimos a una narración muy personal sobre sus 40 años de carrera, en la que la selección de cada una de las canciones esconde un sentido muy concreto. La proporción entre canciones que conoce todo el mundo y canciones que no son tan populares pero sí son especiales para ella por un motivo u otro ronda el 50%. Es trabajo del público adivinar qué significa cada una… y también aquellas que suenan tan sólo durante unos segundos, que son muchas.

La sucesión de los temas no es cronológica, pero lo parece. Si casi todas las giras de Madonna han tenido una presentación, un nudo y un desenlace ligeramente definidos, en esta, por fin, el sentido es más evidente. No podemos adivinar si el show ha cambiado muchísimo después de que la artista pensara que podía morir este verano, pero el modo en que se dirige a la audiencia, la versión que escoge, ese momento en que en Amberes -esta crónica corresponde al show del 21 de octubre- rompió a llorar guitarra en mano, agradeciendo haber tenido una segunda oportunidad, lo ha resignificado todo. Porque el concierto celebra sus momentos más festivos, populares y de comunión con el público, pero también aparecen los más polémicos, los menos agradecidos, los más sufridos, aquellos que la deprimieron. Y es esta parte la que quizá no va a comprender el público generalista, pero la que nunca olvidarán sus fieles seguidores. Pasemos a los spoilers.

Lo primero que escucha el público en este tour es cristalino: «Cuando era muy joven, nada me importaba realmente, excepto hacerme feliz a mí misma. Yo era lo único que había. Ahora que he madurado, todo ha cambiado. Y nunca volveré a ser la misma, gracias a vosotros». Ese vosotros se refiere claramente a sus hijos y a sus fans. Las primeras personas en que pensó -en ese orden- cuando despertó hace unos meses de un coma inducido. En cuanto a sus hijos, tocan y actúan en el show. En cuanto a lo segundo, sus fans habían lloriqueado desde siempre porque ciertas canciones relevantes de Madonna nunca habían sonado durante una gira de la artista. Este tour recupera muchas de ellas, y sabe hacerlo generando una narrativa tan imponente que de repente ‘Nothing Really Matters’ parece la canción más importante que jamás haya escrito Madonna, por mucho que a duras penas la recordaras.

Tras lo que podemos considerar esta introducción, y según la narración de Bob The Drag Queen, el concierto continúa recordando los inicios de la artista: suenan cosas como ‘Everybody’, ‘Into the Groove’ o ‘Burning Up’, esta última con algún problema de sonido pero sobre unas proyecciones alucinantes tipo collage inspiradas en el CBGB de Nueva York y el arte pop de Andy Warhol. ‘Open Your Heart’, con la recreación del vídeo de Mondino, y ‘Holiday’ continúan la fiesta… que se rompe literalmente para retratar el drama que supuso el sida en los 80 para artistas y amigos. Fotos de fallecidos se despliegan durante ‘Live to Tell’ mientras la cantante vuela sobre el público mirando instantáneas de seres queridos y personas anónimas, tras un arduo trabajo de documentación fotográfica realizado por The Aids Memorial. Probablemente es lo más bonito que jamás haya hecho Madonna sobre un escenario, desde el recuerdo de su mejor amigo, Martin Burgoyne, con quien compartió piso, fallecido a los 23 años, hasta el reconocimiento de Freddie Mercury.

Madonna reza a continuación una “oración” por todos ellos, ya podéis imaginar con qué canción, y si digo que hasta los 20 segundos de cada tema recuperado tienen su sentido, es porque la artista solo sabe levantarse de ahí mientras suenan unos acordes de ‘Living for Love’, la canción de su «caída» oficial. Pero es mucho mejor aún el recuerdo somero de ‘Papa Don’t Preach’ a continuación. En otro de los momentos impactantes del show, Madonna revisita el icónico número de la masturbación femenina de ‘Blonde Ambition Tour’ tocando ‘Erotica’ y ‘Justify My Love’ -entre los pocos playbacks, en general luce bastante bien de voz-, y ‘Hung Up’ con y sin Tokisha. Con esos segundos de “Papa”, Madonna está recordando que nunca se dejará intimidar por una figura masculina.

Es llamativa la ausencia casi absoluta de canciones de amor. No esperes ‘True Blue’ para Sean Penn, ni siquiera ‘Love Spent’ para Guy Ritchie. La «película» de Madonna es la historia de la muerte de su madre, de su lucha feminista, de sus éxitos y fracasos, jamás la de los hombres con que se ha casado o que la han dejado. Cuando recupera, por ejemplo, ‘Crazy for You’, es para dedicársela a su yo treintañero, aquella mujer que arriesgó con canciones tan adelantadas como ‘Human Nature’. «No soy tu puta, así que no me tires tu mierda», decía esta letra antes de que supiéramos mencionar siquiera a una rapera o hablar de maltrato psicológico.

En muchos de los momentos más teatrales y vistosos del show, Madonna habla, abraza, agradece a una bailarina disfrazada de ella misma, dirigiéndose a ella con cariño y reconocimiento. El que muchas veces no tuvo por parte de nadie: por algo ‘Erotica’ y ‘Bedtime Stories’, sus primeros grandes baches comerciales, son dos de los discos más revisitados. No hay que echarle mucha imaginación para tratar de averiguar por qué recupera uno de sus temas menos exitosos, ‘Bad Girl’. Madonna sigue siendo esa “chica mala” que conoció la muerte en el vídeo de David Fincher, debido a sus pecados, y encima, ahora, bebe alcohol sobre el escenario. La culpa, la religión, siguen siendo temas favoritos en su set.

Otro tramo del concierto se dedica claramente a su cuasi muerte y renacimiento, y a cuáles han sido sus pensamientos al respecto, desde la broma de ‘Die Another Day’ al recuerdo de su madre en ‘Mother and Father’, pasando por la advertencia de que nunca parará por mucho que tú le supliques que no se suba a una silla (‘Don’t Tell Me’) y de que hay que aprovechar el momento (versión de ‘I Will Survive’). Finalmente el show habla de espiritualidad y maternidad, con el remix ‘Ray of Light’ o el número de ‘Bedtime Story’ que recuerda a su reciente trabajo sobre nuevas tecnologías, ‘Mother of Creation‘.

Que Madonna haya recuperado esta faceta espiritual, que sus hijos sean tan importantes para ella, es un alivio para los que siempre quisieron que volviera la artista madura, reflexiva, que «se-comporta-acorde-a-su-edad». A menudo sus propios fans gays lucen como sus nuevos verdugos masculinos. Por suerte para quienes nunca quisimos una sucesión de “rays of light” y contenemos en nuestro interior insoportables contradicciones, diferentes etapas, cambios de opinión y realidades más poliédricas, la artista cierra el show con ‘Bitch I’m Madonna’ y de fiesta, como siempre recordaremos a la intérprete que se lo montó ella sola en un escenario de MTV cantando ‘Like a Virgin’.

Muy poco antes se ha proyectado un dúo imaginario con Michael Jackson usando dicha canción, en uno de los momentos más cuestionables del set. También lo es el final definitivo con ‘Celebration’ y ‘Music’, que debería durar 10 minutos en vez de 1, o el modo en que se recupera ‘Don’t Cry for Me Argentina’, con la de cosas que quedan fuera. Pero es la reivindicación de Michael el movimiento más incómodo ahora mismo, teniendo en cuenta que él está cancelado en ciertos sectores. La idea parece querer poner en relieve la unicidad, la singularidad, lo irrepetible de los dos. A Madonna aún le interesa equipararse a Michael Jackson solo para recordarnos qué tipo de artistas no se ven todos los días. Ella ya solo saca discos cada 4 o 5 años… y cada 5 años, comprobamos que los nuevos reyes del pop son cada vez personas completamente diferentes.

The Rolling Stones / Beggars Banquet

‘Beggars Banquet’ supone un hito en la evolución artística de los Rolling Stones por diversas razones. Por un lado es el primer disco sin contribución creativa significativa de Brian Jones (que aguantaría sólo un disco más en la banda, para morir poco después de su expulsión en 1969). Por el otro, supone la primera colaboración del grupo con Jimmy Miller, el productor americano con quien establecerían una estrechísima relación durante casi una década, y que definiría el sonido de su fase imperial de 1968 a 1972 (‘Beggars Banquet’, ‘Let It Bleed’, ‘Sticky Fingers’ y ‘Exile on Main St.’).

A nivel estilístico es además un disco que equilibra muy certeramente un alejamiento de los experimentos psicodélicos de sus dos discos anteriores en favor de canciones más “roots”, pero sin abandonar sus ganas de seguir explorando instrumentos y ritmos nuevos. Un hecho que se percibe desde esa apabullante declaración de principios con la que ‘Sympathy for the Devil’ abre el álbum: la canción que sellaría definitivamente su imagen de chicos malos y satánicos es una de las canciones más icónicas del final de los 60, pero sigue sonando inusitadamente fresca en 2023.

En ella, sobre un hipnótico ritmo entre afro-caribeño y funk, Jagger canta en boca de Lucifer sobre todas las grandes matanzas de los que es responsable (la crucifixión de Cristo, la Revolución Rusa, el “Blitzkrieg” nazi, los asesinatos de los Kennedy…). Por aquella época el músico estaba saliendo con Marianne Faithfull, quien le influyó en muchos aspectos culturales, descubriéndole por ejemplo la novela ‘El maestro y Margarita’, que narra una visita a Rusia de un aristocrático diablo. Inspirado por él y con ganas de escribir una letra de corte épico con referencias históricas a la manera de Bob Dylan, Mick creó ‘Sympathy for the Devil’.

Durante la grabación en los estudios Olympic de Londres, Keith Richards sugirió un cambio de ritmo, que propició ese mítico groove que anticipaba el ritmo «baggy» del sonido Manchester con veinte años de antelación. Buena parte de estas sesiones fueron exquisitamente documentadas por Jean-Luc Godard (en el vídeo se ve hasta la parte en la que graban los legendarios “uh uh”, Marianne Faithfull incluida).

Además de su inventivo ritmo, su muy moderna duración (casi siete minutos), un extraordinario solo furioso, y unos versos macabramente brillantes que eran de lo mejor que había escrito Jagger hasta entonces (“Así que si me encuentras, sé cortés / Sé empático, muestra algo de gusto / usa tu bien aprendida educación / o mandaré tu alma al infierno”), ‘Sympathy for the Devil’ estaba sintonizada -casi como una profecía- con las malas vibraciones que pronto empezarían a oscurecer el sueño hippy de los 60: el desgraciado asesinato durante el concierto de los Stones en Altamont, la muerte por ahogamiento de Brian dos días después, y pocos meses más tarde eventos como la horrible masacre de la Manson Family.

‘No Expectations’, acústica y pastoral, ofrece bucólico respiro después del torbellino satánico, además de ser prácticamente el canto del cisne de Brian Jones… es verdaderamente la única canción del disco en la que aportó algo distintivamente suyo, esa excelente guitarra «slide» que había brillado en tantas piezas de blues y rhythm and blues en los primeros años del grupo, y que aquí reaparece narcotizada pero preciosa, perfecta, en esta bellísima joya de Stones acústicos con notas de despedida (“Llévame a la estación y ponme en un tren / No tengo expectativas de pasar por aquí de nuevo”). En su sencillez, también es una de las más bellas y sentidas interpretaciones vocales del disco, con la capa de oro añadida por el piano del gran Nicky Hopkins.

Tras ‘Dear Doctor’ y su delicioso pastiche country (así reconocido en numerosas ocasiones por Jagger y Richards), que versa sobre una boda anulada en el último momento (una nota decía “cariño, estoy en Virginia con tu primo Lou, hoy no habrá boda”), siguen las letras ambientadas en los EE.UU. con ‘Parachute Women’: en Dallas, Nueva Orleans y Carolina Jagger reclama -en un doble sentido sexual muy poco sutil- que las mujeres paracaídas aterricen encima suya y practiquen sexo oral con él. La canción es un blues al mejor estilo del grupo, influido por Muddy Waters pero con excelentes efectos de eco para añadir un extra de amenazante psicosis.

Sigue ‘Jigsaw Puzzle’, que aporta un cierre muy conceptual a la cara A, ejerciendo como de hermana de ‘Sympathy for the Devil’: melodía en la misma onda, similar duración larga, y otro ejercicio de estilo dylanita a cargo de Jagger, del que sale bastante bien parado. El hecho de que también esta canción tenga otra excelente melodía -sustentada en preciosos acordes suspendidos en tensión- y que las piezas de ese puzle empasten tan bien entre sí (músicos, melodías, arreglos, producción) es otra muestra del altísimo nivel de ‘Beggars Banquet’.

Aún más: la cara B se abre con otro cañonazo, en este caso en el estilo más reconocible de los Stones: si de las sesiones de este disco había salido meses antes el inmortal single ‘Jumpin’ Jack Flash’, en la misma onda está este otro megaclásico del grupo: ‘Street Fighting Man’. La canción es fascinante por varias razones: inspirada por los sucesos de Mayo del 68 en París y las protestas contra la guerra del Vietnam, su letra no llega a comentario, es una simple fotografía de un tiempo de turbulencia política… pero como testimonio pop de un momento en la historia es perfecta: a veces es todo lo que puede hacer una canción, de pop o de rock. El propio Jagger lo corrobora (“pero ¿qué puede hacer un pobre chico como yo, excepto cantar en una banda de rock and roll? / Porque en la somnolienta Londres no hay sitio para el luchador callejero”).

Pero sobre todo funciona porque a nivel musical es increíblemente excitante, además de encerrar secretos cautivadores: por ejemplo, que a pesar de su sonido indiscutiblemente rock, todas las guitarras que suenan son acústicas. Keith Richards las grabó en un cassette Phillips y después las reprodujeron a través de potentes altavoces para distorsionarlas (mismo truco usado en ‘Jumpin’ Jack Flash’, por cierto). Junto a la voz doblada de Jagger, el bajo tocado por Keith (único instrumento eléctrico de la grabación) y una curiosa batería de tamaño minúsculo tocada por Charlie Watts pero pasada por generosa reverb, ‘Street Fightin’ Man’ suena gloriosa.

‘Prodigal Son’ nos devuelve a los Stones acústicos más «roots», una pieza fascinante que es a la vez un respetuoso e informado homenaje al country blues blanco de los años 30 de gente como Frank Hutchinson, pero que a la vez es empujado hacia el rockabilly, como si fuese una breve lección de historia de la música americana. A continuación, ‘Stray Cat Blues’ es otra de esas piezas con groove funk, rica en riffs, actitud, y guitarras y pianos entrelazadas que los Stones empezaban a perfeccionar y que influenciarían irónicamente en la aparición del rock sureño como concepto (recordemos que los Allman Brothers, primer exponente del concepto moderno de ese estilo, surgirían algo después y tenían una significativa influencia de los grupos ingleses de los 60).

‘Factory Girl’ y ‘Salt of the Earth’ concluyen el disco en admirable e inspirada magia acústica. La primera aúna folk de inspiración irlandesa (mandolina, fiddle) con sonido de tabla india. Unas hechuras célticas que en realidad les sientan maravillosamente: algo lógico en una banda tan acústica, y tan inspirada en ese folk americano que originalmente no era otra cosa que música celta introducida en el nuevo continente a través de los Apalaches por inmigrantes escoceses e irlandeses.

En cuanto a ‘Salt of the Earth’, supone una de las primeras canciones del grupo cantadas por Keith Richards, a quien más tarde se une Mick. La voz rasposa del primero pone un contrapunto de cierre y final extrañamente emotivo, con ese canto a “la sal de la tierra”, los desposeídos, trabajadores y gente sin suerte (“Bebamos por la gente de baja cuna, por la gente que trabaja duro”). Como ocurre a menudo con los temas de cierre en los Stones, la íntima premisa inicial va creciendo poco a poco, con el añadido del brillante pulso rítmico de Charlie Watts, el piano de Nicky Hopkins, y el coro góspel de Los Angeles Watts Street, hasta llegar a un momento final casi extático, sellando así otro excelente disco de la era dorada del grupo inglés.

Estas dos últimas canciones ponen también de relieve la figura tristemente menguante de Brian Jones, ausente de ellas y demasiado despistado, perdido y sin inspiración durante buena parte de las sesiones, metido de lleno en una espiral de problemas personales, como si fuera el único miembro que se hubiese tomado literalmente esa decadencia plasmada en la foto doble de la carpeta ‘gatefold’ del disco, con la banda disfrazada de decrépitos pordioseros en una degenerada comilona.

Green Day carga contra el sueño americano en su nuevo disco

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Green Day está de vuelta. La banda de rock ha anunciado su próximo disco, ‘Saviors’. Se trata de la continuación de ‘Father of All Motherfuckers’, álbum que publicaron en 2020 justo antes del comienzo de la pandemia. También han sacado ya uno de sus temas: ‘The American Dream Is Killing Me’.

Para este nuevo trabajo, la banda ha vuelto a colaborar con el productor Rob Cavallo, quien ya lo hiciera en anteriores álbumes como ‘Dookie’, ‘Insomniac’, ‘Nimrod’, ‘American Idiot’ y ‘Bullet in a Bible’. Saldrá el 19 de enero de 2024, sin todavía confirmación acerca de la cantidad de canciones que conformarán el tracklist.

En cuanto al primer single del disco, Green Day ha anunciado que ‘The American Dream Is Killing Me’ es el segundo tema del álbum. Sin embargo, confiesan que se trató de una de las últimas canciones que finalizaron. “En cuanto la terminamos, dijimos: ‘Vale, esta es la que publicamos primero”.

El single es un tema completamente rock que grita sin tapujos ante la vida americana. De hecho, el repetitivo «el sueño americano me está matando» del estribillo es una queja abierta ante el estilo de vida corriente. No faltan los versos en contra de las redes sociales, mencionando directamente a TikTok, y el torbellino que supone la política por sus «dobles discursos de conspiración».

El videoclip de la canción, además, no puede ser más apropiado para la fecha que se avecina: el 31 de octubre. Optando por una temática de Halloween, la banda ambienta su vídeo musical en un mundo a lo The Walking Dead, protagonizado por zombis. ¿Sobrevivirán lo suficiente hasta su próximo single?

Massive Attack lamentan la muerte de su guitarrista

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Massive Attack han comunicado en sus redes sociales que su guitarrista Angelo Bruschini ha fallecido. Tenía 62 años y ya se había hecho público que sufría un grave cáncer de pulmón.

Angelo Bruschini, que había pertenecido a una banda de la escena de rock de Bristol llamada Blue Aeroplanes, empezó a colaborar con Massive Attack a mediados de los años 90, cuando ya habían grabado sus dos primeros álbumes, el seminal ‘Blue Lines’ y ‘Protection’.

Bruschini tocó en la grabación del que sería el disco más popular de Massive Attack, ‘Mezzanine’ (1998) y también en el siguiente, ‘100th Window’ (2003). Además, ha sido miembro de su banda en directo durante todos estos años, formando parte del que ha sido uno de los mejores shows que se podían ver de manera internacional durante dos décadas.

Massive Attack han escrito en redes sociales que era un “talento excéntrico y brillante” y han considerado que es “imposible cuantificar su contribución” a la trayectoria de la formación.

Los artistas escriben distintas cartas a Joe Biden sobre la guerra en Gaza

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El conflicto entre Israel y Hamás no ha dejado indiferente a nadie en Occidente, y la tensión va creciendo a medida que los países se posicionan. En la industria musical ya se están viendo reflejadas las consecuencias, como la cancelación de los MTV EMAs que iban a tener lugar la próxima semana.

Por ende, bastantes son los artistas que han querido tomar postura en el asunto y romper su silencio. Aparte de los comunicados personales que se han ido emitiendo desde el comienzo del conflicto el 7 de octubre, en las últimas horas se han enviado varias cartas colectivas al presidente de Estados Unidos, Joe Biden. En ellas, diversos grupos de artistas, destacando cantantes y actores, han querido dejar su firma en apoyo a su respectivo mensaje.

La primera de estas cartas expresa lo siguiente: «Pedimos que, como Presidente de los Estados Unidos, solicite el alto al fuego en Gaza e Israel antes de que se pierda otra vida. Más de 5.000 personas han sido asesinadas en la última semana y media. Un número que cualquier persona de conciencia sabe que es catastrófica. Creemos que toda la vida es sagrada, sin importar la fe o la etnia y condenamos el asesinato de civiles palestinos e israelíes».

Esta carta, además, recalca que «hasta el momento de escribirse, más de 6.000 bombas han sido lanzadas sobre Gaza en los últimos 12 días, lo que ha provocado que un niño muera cada 15 minutos». Concluye así: «Nos negamos a contar a las generaciones futuras que nos quedamos aquí y no hicimos nada. La historia está mirando». Entre los artistas que la firman, Caroline Polachek, Diplo y Dua Lipa.

La segunda de las cartas enviadas recientemente a Joe Biden, sin embargo, le agradece su liderazgo y le pide la liberación de todos los rehenes de Hamás: «Gracias por su inquebrantable convicción moral, liderazgo y apoyo al pueblo judío, que ha sido aterrorizado por Hamás desde la fundación del grupo hace más de 35 años, y a los palestinos, que también han sido aterrorizados, oprimidos y victimizados por Hamás durante los últimos 17 años que el grupo ha estado gobernando Gaza».

«Todos queremos lo mismo: que israelíes y palestinos vivan en paz. Libertad frente a la violencia brutal propagada por Hamás. Y, lo más urgente en este momento, la libertad de los rehenes. Instamos a todos a no descansar hasta que todos los rehenes sean liberados», continúa la carta. «Ningún rehén puede quedar atrás». La carta ha sido firmada, entre otros, por Katy Perry, Lana Del Rey y Rita Ora. De esta forma, cada vez son menos los artistas que deciden guardar silencio ante esta guerra.

Future Islands anuncia disco y encuentra la calma en ‘The Tower’

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Future Islands ya prepara su regreso. Después de tres años desde la publicación de su último disco, ‘As Long As You Are’ cuenta los días para ver publicada su continuación: ‘People Who Aren’t There Anymore’. El grupo ha acompañado el anuncio del disco con la publicación de ‘The Tower’, su nuevo single.

La gira de Future Islands finalizó hace solo dos meses. Sin embargo, el grupo ha estado trabajando en su séptimo trabajo discográfico, que se publicará el próximo 26 de enero de 2024. Future Islands explora aquí un sonido más tranquilo y relajado en ‘As Long As You Are’, distanciándose de la gran energía que caracterizaban algunos los temas antiguos del grupo.

Esto se percibe con total claridad en ‘The Tower’, donde se toman su tiempo para dejar que la canción crezca por sí misma a partir de la letra. De hecho, la fuerza del single radica en la narrativa del mismo: el cantante opta por mentirse con tal de evitar las consecuencias de hacer frente a la realidad. El oyente forma parte de esa mentira, escuchando en cada estribillo su falso «cuando todo está bien» hasta que lo intercambia en la última estrofa por un más honesto «cuando no lo está del todo».

El videoclip de la canción está dirigido por Jonathan van Tulleken, quien ha confesado que «poder colaborar en un vídeo musical con la banda fue un placer, especialmente uno que explora esa dualidad de luz y oscuridad literal y metafóricamente». Además, afirma que ha encontrado una interpretación «cautivadora e inquietante»

‘People Who Aren’t There Anymore’ estará compuesto por un total de doce temas, entre los que se encuentran los anteriores singles ‘Deep In The Night’, ‘King of Sweden’ y ‘Peach’. Este es el tracklist:

1. King of Sweden
2. The Tower
3. Deep in the Night
4. Say Goodbye
5. Give Me the Ghost Back
6. Corner of My Eye
7. The Thief
8. Iris
9. The Fight
10. Peach
11. The Sickness
12. The Garden Wheel

Sampha / Lahai

El de Sampha es uno de los casos más curiosos del pop reciente. Un artista capaz de colaborar con superestrellas del tamaño de Kendrick Lamar, Alicia Keys, Travis Scott, Stormzy, Frank Ocean o Solange, pero aún tan esquivo que puede pasarse más de un lustro sin publicar nuevo disco, a pesar de que el anterior, ‘Process’, publicado en 2017, le hizo ganador de un Mercury Prize. Sampha Lahai Sisay es una de las personas mejor conectadas de la industria, pero aún su figura es un enigma.

El misterio que rodea a Sampha da una dimensión diferente a su música, tan espiritual. ‘Lahai’ es efectivamente su segundo nombre, también el nombre de su abuelo, y ahora da título a esta ambiciosa obra que gira en torno a la conexión humana y sus diferentes expresiones, iluminada además por la paternidad de Sampha, que ha dado al músico una nueva visión de la vida.

El duelo de ‘Process’ (dedicado a la muerte de su madre) no ha desaparecido del todo en ‘Lahai’, como Sampha ha contado en una entrevista a este medio, porque el duelo siempre forma parte de la vida. Pero Sampha ahora se centra en el amor, el que le “eleva” en el neo-soul cósmico de ‘Suspended’, el que ve a través de los ojos de su hija en la contemplativa ‘Satellite Business’, o el que siente a lo largo del disco, arropado por sus seres queridos.

‘Lahai’ llega repleto de una musicalidad rica y arrebatadora. Con su habitual mezcla de soul, pop y electrónica, Sampha crea pequeñas cápsulas de magia que hipnotizan tanto como la portada del disco. Con la ayuda principalmente de El Guincho, hace rato ya convertido en un productor de primerísima categoría, pero también de Kwes o, a la instrumentación, de Owen Pallett, Sampha entrega una obra hermosa que no renuncia a los contrastes.

Es curioso que varios temas de ‘Lahai’ se apoyan en una composición a piano contemplativa, pero incluyen un fondo de percusión nerviosa, como mostrando dos caras de una misma moneda. Es el caso del primer single ‘Spirit 2.0’, que eleva el alma cuando Sampha canta precisamente que puede tocar el “cielo abierto” y sentir “menos miedo”. ‘Stereo Color Cloud (Shaman’s Dream)’ abre el elepé utilizando una fórmula parecida, combinando la maravillosa melodía de Sampha con un beat próximo al drum n’ bass, y ‘What If You Hypnotise Me?’ es otro ejemplo, aunque la composición no iguala el estándar de las mejores, algo de lo que ‘Lahai’ no escapa.

A lo largo de ‘Lahai’ Sampha exhibe un gusto musical excelente acompañado de sus diferentes colaboradores. Con una producción electrónica brillante a cargo de Pablo Díaz-Reixa, ‘Only’ es una de las mejores canciones de 2023. ‘Dancing Circles’, que llega antes, se basa en una saltarina melodía de piano que recuerda al minimalismo de Meredith Monk y Steve Reich. Y ‘Jonathan S. Leagull’, aparentemente la segunda canción de 2023 que se titula con el nombre de esta fábula escrita por Richard Bach (la primera fue de Ralphie Choo) sabe conmover con una mezcla perfectamente equilibrada de góspel y trip-hop.

Aún haciendo gala de una cohesión y un sentido de la dirección y la fluidez excelentes, ‘Lahai’ no evita caer en algún que otro momento de tedio con composiciones que producen un impacto menor. Es el caso de ‘Can’t Go Back’, que ni la colaboración de Owen Pallett logra levantar, o la influencia vagamente cabaretera de ‘Evidence’. Canciones menores que se suman a una serie de interludios o pistas instrumentales que pueden aportar más (‘Satellite Business’) o menos (‘Wave Therapy’). ‘Rose Tint’ pone el cálido y agradecido punto final.

Pero son pocos inconvenientes los que se pueden rascar en este trabajo que se percibe creado con un gran amor por el oficio, en el que Sampha se entrega emocionalmente como nunca, permaneciendo en tierra y a la vez anhelando en todo momento volar. Su voz sigue arropando tanto como sus allegados le arropan a él. Seis años después de ‘Process’, puede que se haya perdido gente por el camino, o puede que no, pero lo seguro es que la espera ha valido la pena.

Quién actuará en los Latin Grammys: Pablo Alborán, Peso Pluma…

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La ceremonia de los Latin GRAMMYs se celebrará por primera vez en España, concretamente en Sevilla, el próximo 16 de noviembre. Hoy Billboard revela la lista ampliada de artistas que actuarán en la gala, la cual incluye el nombre más nominado esta edición, Edgar Barrera, que parte como favorito con 13 nominaciones.

Se suman al line-up de los Latin GRAMMYs los también nominados Pablo Alborán, Camilo, Manuel Carrasco, Iza, Juanes, Ozuna y Eslabon Armado con Peso Pluma. Estos presentarán por primera vez juntos en televisión su éxito ‘Ella Baila Sola’, recientemente versionado por Måneskin. La lista completa de nominados está disponible desde hace unas semanas.

Borja, Natascha Falcão, GALE, Paola Guanche, Joaquina y León Leiden se suman asimismo al cartel. Previamente se había confirmado la presencia de Maria Becerra, Bizarrap, Feid, Kany García, Carin León, Christian Nodal, Rauw Alejandro y Alejandro Sanz, además de Laura Pausini, que recogerá el premio a la Persona del Año.

Quienes no aparecen entre los artistas confirmados en el line-up de los Latin GRAMMYs, de momento, son Shakira, Karol G y Keityn, que suman siete nominaciones por cabeza (como Camilo, que sí está confirmado). Bizarrap parte con 6, Pablo Alborán con 5 y Juanes con 4.

La gala número 24 de los Latin GRAMMYs tendrá lugar en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla. Ejercerán de presentadores Danna Paola, Sebastián Yatra, Roselyn Sánchez y Paz Vega.

Íñigo Quintero, número 1 global en Spotify con ‘Si no estás’

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Íñigo Quintero, el cantante gallego que ha protagonizado una de las mayores sorpresas musicales de 2023, después de haber logrado colocar su single ‘Si no estás‘ dentro del top 50 global de Spotify, sube a la cima de esta tabla, marcando un nuevo hito en su corta carrera.

‘Si no estás’ es desde hoy número 1 en el top 50 global de Spotify, imponiéndose a los éxitos recientes de Bad Bunny, Jung Kook, Tate McRae o Doja Cat. El tema suma cerca de 6 millones de reproducciones diarias en la plataforma sueca, y es el más escuchado en todo el mundo. Quintero es el primer artista de España que llega al número 1 global de Spotify con un tema firmado en solitario: Quevedo lo ha sido de mano de Bizarrap y su «sesión 52».

El éxito de ‘Si no estás’, impulsado por un viral romántico imparable en TikTok, se ha materializado en listas oficiales, y el tema ha sido número 1 en Francia, Suiza, Luxemburgo o Perú, además de por supuesto en España; y también número 2 en Países Bajos, Bélgica o Noruega, número 3 en Alemania o Austria, número 5 en Suecia o número 9 en Italia.

‘Si no estás’ es una baladón a piano, cantado con tremendo sentimiento, que remite a una de las mayores influencias de Íñigo Quintero, James Arthur. Detrás del descubrimiento de Quintero se encuentra la distribuidora Acqustic, si bien ha sido en TikTok donde el éxito se ha ido cociendo desde el pasado mes de agosto, hasta llegar a la insólita situación actual.

Poco se sabe de Quintero, más allá de que tiene 22 años, que es de A Coruña, que ha estudiado en el colegio religioso de Fomento Peñaredonda, y que actualmente reside en Madrid. Quintero no concede entrevistas y ‘Si no estás’ ni siquiera cuenta con videoclip oficial.

‘Si no estás’ es el primer single publicado por Quintero, en septiembre de 2022. Después han ido llegando ‘Sobredosis’, ‘Será por ti’ y ‘Sin tiempo para bailar’.

¿Podemos asumir la enorme cantidad de música que se edita?

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Cada día se suben 100.000 canciones a plataformas como Spotify o Apple Music. Esa cifra tiene truco: hay duplicidades, pistas antiguas, regrabaciones, remixes, pistas que no son realmente canciones… Pero al margen de cuál sea el número real de novedades diaria o semanal, es obvio que la deriva de la industria nos ha llevado a una sobredosis total de música, también aplicable a otras áreas culturales, como las series de televisión o la literatura.

Septiembre de 2023 ha sido un mes particularmente surrealista al respecto, con 20 álbumes saliendo cada viernes dedicados más o menos al mismo target. Desde la agencia de comunicación La Trinchera se quejaban recientemente de que los periodistas musicales españoles habíamos dejado de responder los mails, ¿pero cómo hacerlo cuando ni siquiera has tenido tiempo de reseñar el álbum de Wilco?

El nuevo capítulo de Revelación o Timo, el podcast de JENESAISPOP, se dedica a reflexionar sobre esta cuestión. Hablamos de la precaridad de la industria en general, de la prensa musical por extensión, pero también de cuánta información está dispuesta a asumir el público generalista. Es triste que ya apenas recordemos que Slowdive han sacado un discazo hace apenas unas semanas, porque ahora toca escuchar bien el primero de los Rolling Stones en 18 años, el nuevo de Sampha o lo que han hecho artistas procedentes del nuevo o el viejo underground que también pueden interesarnos si nos gusta la música diferente. Me encantaría llevar la cuenta de cuántos discos tienen editados ya King Gizzard & The Lizard Wizard y opinar de cada uno, pero para ello tendré que dar de lado lo que publican Melenas, Espineli o Xoel López. El día, simplemente, no tiene horas suficientes.

En esta hora de conversación, nos acompaña Marta Abellá de LUME, que trabaja al otro lado de la industria, llevando la comunicación de gente como Rocío Saiz, Las Odio, Monteperdido o Él Mató a un Policía Motorizado.

Hablamos de la enorme fragmentación del mercado, hablamos de cómo están cambiando las estrategias de comunicación (quizá ya no sea tan útil sacar 5 adelantos de todos los discos), y de hacia dónde puede ir esta industria tan loca en la que parece que nadie puede estar 2 meses sin sacar su temita, porque entonces el público se olvidará de ti, y jamás volverán a contratarte en el festival de moda. Incluso para los que somos fans de las estadísticas y las cifras públicas, parece que esta cuestión, sobre todo en cuanto a Spotify, se ha salido claramente de madre, y no está haciendo nada bueno ni por el mundo del arte, ni por nuestra salud mental.

COBRAH anuncia concierto en Barcelona

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COBRAH, autora de pepinazos de electro-house como ‘MAMI’, ‘GOOD PUSS’, ‘BRAND NEW BITCH’ o ‘ACTIVATE’, y que se diera a conocer hace unos años dentro de la escena BDSM sueca, anuncia concierto en España.

COBRAH ofrecerá un show el próximo 10 de febrero de 2024 en La(1) de Razzmatazz, en Barcelona. Las entradas se pondrán a la venta este viernes 27 de octubre, informa la sala en Instagram.

En su directo, COBRAH «ofrece un espectáculo impactante que combina música, moda y expresión artística, rompiendo barreras y desafiando normas».

COBRAH presentará en Barcelona su nuevo EP, ‘SUCCUBUS’, publicado hace unos días. Sus recientes éxitos ‘FEMININE ENERGY’, ‘SUCK’ y ‘MANIC’ forman parte del repertorio de este nuevo trabajo. ‘SUCCUBUS’ se trata del tercer EP de Clara Blom Christensen. El primero, ‘ICON’, vio la luz en 2019, y el segundo, ‘COBRAH’, en 2021.

Kali Uchis «te mata» con su apasionado bolero

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Kali Uchis se encuentra enfrascada en la promoción de su nuevo disco, ‘Orquídeas‘, que sale el próximo mes de enero. El primer adelanto, ‘Muñekita‘, está disponible desde agosto, conteniendo una curiosa referencia al ‘Papi Chulo’ de Lorna.

El segundo se puede escuchar desde hace escasos días, y toma un camino muy distinto. ‘Te Mata’ es un pedazo de bolero que coge el testigo de ‘La luna enamorada’ (de «Sin miedo«) y lo lleva al siguiente nivel. Es la Canción Del Día de hoy.

‘Te Mata’ es un bolero clásico, decorado con el sonido de las cuerdas y los bongós, y sangrante en su descripción de una relación tóxica (romántica o familiar) que ha sumido a Kali en una espiral de maltrato. «Me guardaba ese dolor dentro de mi alma» o «yo permitía tus acciones, me dolían como balas» son algunas de las frases que deja la letra.

Pero Kali se libera y, en el estribillo, abre sus alas y vuela: «pues eso ya pasó, y esa no soy yo», «nunca vas a poder cortar mis alas, y eso te mata», «por fin estoy feliz, mis días ya no son gris» son líneas que narran una historia de liberación y de búsqueda de la felicidad propia.

Así lo confirma Kali en un breve comunicado. Kali cuenta que ‘Te Mata’ versa sobre «liberarte a ti misma» y que está inspirada en «experiencias que viví cuando estaba creciendo» y que le llevaron a tomar la decisión de «escapar de lo que estaba viviendo para empezar a vivir la vida que quería». Y añade: «No creo k es justo k tantas personas tienen k sufrir por la maldad de otros y espero k la canción puede empoderar a whoever necesita escucharla».

El vídeo de ‘Te Mata’ alterna la estética típica de las telenovelas, con la de las películas de la edad dorada de Hollywood. Os dejamos, además, con el tracklist oficial de ‘Orquídeas’, que incluye colaboraciones de Peso Pluma, Karol G y Rauw Alejandro:

01 ¿Cómo Así?
02 Me Pongo Loca
03 Igual Que Un Ángel (con Peso Pluma)
04 Pensamientos Intrusivos
05 Diosa
06 Te Mata
07 Perdiste
08 Young, Rich & In Love
09 Tu Corazón Es Mío…
10 Muñekita” (con El Alfa and JT)
11 Labios Mordidos (con Karol G)
12 No Hay Ley Parte 2 (con Rauw Alejandro)
13 Heladito
14 Dame Beso / Muévete

Taylor Swift logra su 10º número 1 en EE UU con ‘Cruel Summer’

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Taylor Swift logra el 10º single número 1 de su carrera en Estados Unidos con ‘Cruel Summer’. El tema, original de ‘Lover‘ (2019), ya había alcanzado el tercer puesto en el Billboard Hot 100, y este había sido su máximo. Taylor se las ha apañado para asegurarse el número 1 de ‘Cruel Summer’ esta semana publicando tres versiones diferentes de la canción.

‘Cruel Summer’ se ha convertido en el gran éxito global de Taylor Swift en 2023 y, seguramente impulsado por su posición en el setlist de ‘The Eras Tour‘, logra la cima. Hay que recordar que este número 1 también pertenece a St. Vincent, pues es co-autora.

Con ‘Cruel Summer’, Taylor suma 10 singles número 1 en el Billboard Hot 100, una cifra que le hace empatar con Janet Jackson y Stevie Wonder. Así queda la lista actualizada de artistas que acumulan más singles número 1 en la tabla estadounidense:

20, The Beatles
19, Mariah Carey
14, Rihanna
13, Drake
13, Michael Jackson
12, Madonna
12, The Supremes
11, Whitney Houston
10, Janet Jackson
10, Taylor Swift
10, Stevie Wonder

Además, ‘Cruel Summer’ se suma a la lista de temas que más tiempo han tardado en llegar al número 1 de Estados Unidos, en su caso, 4 años, un mes y tres semanas, algo menos que ‘Red Red Wine’ de UB40, pero aún lejos de los 5 años de ‘When I’m with You’ de Sheriff, los seis de ‘Die for You’ de The Weeknd y Ariana Grande, y los 19 años de ‘All I Want for Christmas is You’ de Mariah Carey.

Taylor Swift y el productor de ‘Cruel Summer’, Jack Antonoff, han celebrado juntos el número 1 de ‘Cruel Summer’:

Ariana Grande trabaja junto a Max Martin en nueva música

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Tal vez obtengamos nueva música de Ariana Grande antes de lo esperado. La artista, que se está dando un largo descanso desde que publicara ‘positions’ en 2020, todavía no ha anunciado nada con respecto a su séptimo trabajo discográfico. Pero hoy, en su última publicación de Instagram, lo menciona directamente.

Si bien la cantante daba señales hace unos días de que quizás aún no tenía preparado su próximo álbum, su nuevo post en Instagram demuestra que se encuentra trabajando en él. Ariana Grande ha publicado algunas fotografías y vídeos en lo que parece ser su visita a una granja. Iban acompañadas del siguiente mensaje: «ag7: goat mother».

La última fotografía es, posiblemente, la más reveladora. En ella aparece el aclamado productor Max Martin, uno de los nombres más destacados de la industria. La artista ya había colaborado con él en discos como ‘Sweetener’. ¿Tendremos pronto noticias sobre algún nuevo single?

Troye Sivan, top 13 en Discos España

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Es la semana de Bad Bunny. El artista acaba de sacar su quinto trabajo discográfico y está volviendo a dominar las listas de éxitos. En España ha conseguido meter las 22 canciones del disco en el top 31, haciéndose con el número 1 y dominando el top 10 con hasta seis temas. Pero ha hecho lo propio en la lista de álbumes: ‘nadie sabe lo que va a pasar mañana’, nuestro Disco de la Semana, debuta en el número 1, mientras que ‘Un Verano Sin Ti’ experimenta una gran subida para volver al top 10.

Por otro lado, Troye Sivan también logra un buenísimo debut en nuestro país con su nuevo trabajo, ‘Something To Give Each Other’. El disco ha entrado directo a la posición 13, un gran puesto para el cantante. Es, además, número 10 en vinilos. ‘Something To Give Each Other’ ha sido número 4 en Reino Unido y número 20 en Estados Unidos. Su Australia natal le da a Troye Sivan el número 1, pero también son fieles Holanda (puesto 3), Alemania (puesto 9) o Noruega (puesto 9). Entre los países más hostiles, Italia (top 55) o Francia (top 60).

Dentro del top 20 también ha conseguido entrar el grupo de k-pop Tomorrow X Together, que acaba de lanzar su nuevo trabajo discográfico, ‘The Name Chapter: Freefall’. Lo ha hecho en el puesto 18.

En cuanto al resto de entradas, Soge Culebra mete su nuevo álbum, ‘Storm’, en la posición 58. Lo mismo hace Rick Astley con ‘Are we there yet?’ en el 77. Cerrando la lista, Marwan debuta en el 80 con ‘Canciones para una urgencia’, Diana Navarro logra que ‘De la piquer a la navarro’ entre en el puesto 90 y la versión en directo de ‘El honor y la gloria’ de Los Rebeldes en el 100. La banda sonora de ‘Nightmare Before Christmas’ se cuela en el 95.







Bad Bunny desbanca a Íñigo Quintero y toma casi todo el top 30 en España

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Iñigo Quintero no puede con Bad Bunny y el lanzamiento de su nuevo álbum. El artista, que llevaba varias semanas consecutivas en el número 1 con ‘Si No Estás’, le cede la primera posición al nuevo single de Bad Bunny, ‘MONACO’. El artista español, sin embargo, logra sobrevivir al huracán y se mantiene firme en el segundo lugar.

No obstante, Bad Bunny cumple todas las expectativas y logra un buenísimo debut con las canciones de ‘nadie sabe lo que va a pasar mañana’, que ha sido nuestro último Disco de la Semana. El puertorriqueño mete hasta seis temas dentro del top 10 y cuatro en el top 5: ‘MONACO’ en lo más alto del ranking, ‘PERRO NEGRO’ con Feid en el 3, ‘HIBIKI’ con Mora en el 4, ‘FINA’ con Young Miko en el 5, ‘SEDA’ con Bryant Myers en el 6 y ‘NADIE SABE’ en el 7.

El resto de temas de canciones inundan el top 31 de la lista. ‘TELEFONO NUEVO’ con Luar La L en el 11, ‘MR. OCTOBER’ en el 13, ‘BABY NUEVA’ en el 14, ‘THUNDER Y LIGHTNING’ con Eladio Carrion en el 15, ‘CYBERTRUCK’ en el 17, el single ‘UN PREVIEW’ en el 20, ‘GRACIAS POR NADA’ en el 21, ‘ACHO PR’ con Arcangel, De La Ghetto y Ñengo Flow en el 22, ‘MERCEDES CAROTA’ con Yovngchimi en el 23, ‘VOU 787’ en el 25, ‘LOS PITS’ en el 27, ‘NO ME QUIERO CASAR’ en el 29, ‘VUELVE CANDY B’ en el 30 y el single ‘WHERE SHE GOES’ en el 31.

El éxito de Bad Bunny ha provocado que pocas canciones nuevas pudieran entrar en la lista esta semana. Una de las supervivientes es ‘OA’, colaboración entre Anuel AA, Quevedo, Maluma, Mambo Kingz y DJ Luia que se mete por los pelos en el top 10. Las otras dos son ‘COLMILLO’ en la posición 51, donde se juntan Tainy, J Balvin, Young Miko, Jowell y Randy, y ‘SEYA’ de Gims y Morad en el puesto 79.



Flos Mariae se pronuncia sobre ‘La Mesías’

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Desde que se estrenara ‘La Mesías’ hace tan solo unos días, muchas son las personas que han vinculado la trama de la serie con el grupo pop religioso Flos Mariae. Conocido por temas que se han viralizado en Internet como ‘Amén’ y compuesto por siete hermanas, el grupo guardaba muchas similitudes con las hermanas protagonistas de ‘La Mesías’. Después de semanas de polémica en redes sociales, Flos Mariae se ha pronunciado para cargar contra la serie.

«Me horroriza y ofende gravamente saber que hay personas que están creyendo que una serie ficticia sobre el terror psicológico y el maltrato a menores está representando mi biografía o la de mi familia, porque os aseguro que no es así y mancilla mi honor y el de mis queridos padres y hermanos, que nada tenemos que ver con los personajes perturbardos de esta serie y la repugnante trama que se han inventado», escribía la integrante Maria Bellido en X. Alba Bellido la citó haciéndose eco de las «certeras palabras» de su hermana.

Otras tres integrantes de Flos Mariae, Montserrat, Patricia y Flor Bellido, han optado por emitir un comunicado conjunto en el que también se desmarcan de la serie de Los Javis y aseguran que «tuvimos una infancia feliz». Además, han mostrado su descontento con que «se esté dando a conocer usando la marca Flos Mariae».

El extenso comunicado carga duramente contra los directores de ‘La Mesías’, que han evitado pronunciarse sobre el tema en entrevistas, y contra los haters en general: «Somos conscientes de la envidia que despertamos en algunas personas y que por esta envidia e intereses económicos hay gente que miente sobre nuestra vida y sobre nosotras. Les perdonamos a todos, pero queremos desmentir las calumnias que algunos están difundiendo con intención de desacreditar y difamar».

Las hermanas solicitan que todos los medios de comunicación dejen de vincular a Flos Mariae con la serie, y aprovechan una de sus canciones para enviar un mensaje: «Si os gustó ‘Amén’, es porque en ella Montserrat plasmó lo que es vivir el que personas mientan sobre ti y te calumnien, aunque aparenten ser buenas como el pan. Por eso tras nuevas calumnias y difamaciones compuso la nueva canción ‘COMO UNA LONCHA DE QUESO’ para el Grupo Musical MAXMUND».