Corría el año 2016 cuando Bruno Mars publicaba su último disco de estudio, ’24K Magic’. Puede que se te haya hecho corto -debido a las colaboraciones que el cantante ha realizado, por ejemplo ‘Please Me’ con Cardi B– o puede que se te haya hecho largo -porque todo aquello anterior a 2020 sabe a prehistoria-, pero lo cierto es que llevamos casi 5 años sin disco de Bruno.
En principio titubeante, pues el single principal y homónimo de ’24K Magic’ no logró más que ser top 5 en Estados Unidos y Reino Unido, el disco sí terminó siendo un gran éxito comercial. Especialmente ‘That’s What I Like‘ ha terminado siendo el mayor éxito de Mars en las plataformas de streaming, superando los 1.000 millones de reproducciones… con permiso de ‘Uptown Funk’ de Mark Ronson, en la que por alguna razón no está etiquetado pese a tener un protagonismo absoluto.
Y ahora Bruno Mars vuelve con otro nombre, lo cual puede decepcionar a algunos: ¿os imagináis que, también tras 5 años, Adele volviera con otro nombre? En cualquier caso, esta parece una aventura excitante, pues su nuevo proyecto promete. El invento se llama Silk Sonic, una elección un tanto extraña si recordamos que su colega Mark Ronson tiene un proyecto llamado Silk City en compañía de Diplo y con varios singles de éxito, pero bueno. Se trata de un dúo junto a Anderson .Paak, juntos han hecho un álbum y, como se puede apreciar en la misma portada, tendrá un protagonismo especial el bajista de Parliament-Funkadelic Bootsy Collins. Un invitado que seguramente ha hecho virar el proyecto todavía más hacia el funk setentero, un sonido que ha sentado siempre fenomenal a Bruno.
El próximo viernes 5 de marzo tenemos que reservar nuestras agendas para escuchar el primer tema de este proyecto, mientras el álbum llegará en una fecha aún por determinar. Será un macrolanzamiento para Warner en una industria desierta de grandes lanzamientos internacionales a causa de la pandemia, y también seguramente un punto de inflexión para la popularidad de Anderson .Paak, que ya había realizado una gira con Mars en 2017, y cuyo gusto por lo clásico le sienta como un guante al autor de ‘Locked Out of Heaven’. El público especializado ha amado discos suyos como ‘Venice’ o ‘Malibu‘, pero el pobre no tiene (o tenía) una sola entrada en el Billboard Hot 100, ni siquiera por sus múltiples colaboraciones con Kendrick Lamar, Justin Timberlake o Rick Ross.
Poco que decir de Bootsy Collins, quien saltara a la fama de mano de James Brown a principios de los años 70. A Parliament, se debe gran parte del sonido de los 70 y Collins fue co-autor por ejemplo del éxito ‘Give Up the Funk’, que imaginamos a Bruno Mars escuchando en su casa hasta la saciedad. Bootsy está, por méritos propios, en el Rock and Roll Hall of Fame.
A las 14.30 Sony me cita en un hotel de Plaza de España para entrevistar a C. Tangana y con una organización propia de superestrella internacional, a las 14.30, como un reloj, estoy haciendo mi primera pregunta al artista en la 20ª planta. Está a punto de salir ‘El madrileño’, el disco del artista que contiene algunas de las mejores canciones de 2020, que le han dado al fin sus primeros números 1 en la lista de singles en España. Es un álbum entregado al estilo de sus múltiples colaboradores, que no son Bad Bunny ni J Balvin, sino Eliades Ochoa para combinar son cubano y un pelín de flamenco en ‘Muriendo de envidia’, Omar Apollo en un tema que mezcla corrido y R&B como es ‘Te olvidaste’ o la divertidísima rumba ‘Los tontos’ con Kiko Veneno en plan «hasta los tontos tenemos tope».
Una canción preciosa, aunque no un hit potencial, es la balada ‘Cuándo olvidaré’, que se ve irrumpida por un discurso del difunto Pepe Blanco en el que explica que él puede hacer de Frank Sinatra pero no al revés. Todas ellas se ven modernizadas por la producción de El Madrileño y Alizzz, aunque los cambios son más sutiles de lo que me esperaba. Escuchando este disco, me he acordado más que nada de la música que pegaba en los 90 en España, la cual podía ser ‘Mi tierra’ de Gloria Estefan, uno de los álbumes más vendidos de la historia de nuestro país, pese a proceder de Cuba y Miami; o hits como ‘Sin documentos’ de Los Rodríguez.
Puchito, que aparenta de cerca algo menos de su edad, 30 años, es una persona educada, pero algo dura de roer. El macarra que imaginabas o hemos visto salir alguna vez por aquí o por allá, ha empezado a desaparecer como la marca C. Tangana, en este momento un fantasma durante esta promoción. Pero se mantiene esa cierta distancia que siempre mantuvo con la prensa, pues nunca la necesitó de verdad para lograr el éxito, y para muestra sus dificultades para entrar en radio, lo cual desde luego no le quitó el sueño a la hora de firmar cosas como ‘Nunca estoy’ o ‘Demasiadas mujeres’ con un sample de Joselito.
Cuando toda esta conversación bajo estas líneas que vais a leer termina, Antón sí se muestra en una posición mucho más relajada, se ríe cuando le digo que si ahora no le importa el éxito es porque sabe que el número 1 en este país esta semana (y posiblemente muchas más) lo tiene asegurado, y se anima a hojear un libro que he editado sobre la música fundamental del siglo XXI y le mandé hace un par de semanas a su mánager, pues ‘Ídolo‘ sale en él. Se detiene concretamente en las páginas de ‘My Beautiful Dark Twisted Fantasy’ de Kanye West y, sorprendentemente, en discos como ‘Bloom’ de Beach House o ‘Kill for Love’ de Chromatics porque le recuerdan a viajes y experiencias vividas con sus amigos. Asegura que no va a echar de menos en dicho libro a Travis Scott en contra de lo que me temía. Si le preguntas si le puedes hacer una foto pasando las páginas, su respuesta es «por supuesto», lo cual no está mal teniendo en cuenta lo que debe de cobrar esta persona por posar con cualquier fruslería. Eso sí, no intentes llevar la conversación exactamente por donde tú querías.
Promocionas este disco como el mejor de tu carrera. A mí me parece el gran disco de pop-rock que no esperábamos de tu carrera, el mejor ya se verá… Pero a lo que a mí me ha recordado es al pop-rock que vendía 500.000 copias en España en los 90.
No sé si sería pop-rock, hay mucho de canción popular de España, que es fácil asociar ahí, pero no sé si hay tanto pop ni tanto rock. Hay mucha música de raíz, y desde luego la guitarra tiene un papel fundamental.
En cuanto al rock, el disco se cierra con las guitarras del tema de Calamaro, bien arriba.
Eso sí que es rock, es el único tema de rock del disco y el único que he hecho en mi vida. Nunca me hubiese creído que iba a hacer ese tema yo tampoco.
Ahora que tienes 30 años, ¿te ves asentado de esta manera en este sonido?
La gracia del disco es que aborda muchos géneros: tienes son cubano, tienes rumba, tienes bachata, tienes R&B, folk, puede que country en algún momento, tienes corrido mexicano… La esencia del disco es el viaje. Y es una esencia que permite muchos viajes distintos. A mí me gusta pero no sé qué voy a hacer en el futuro. No tengo ni idea, la verdad.
Estaba esto que decías de que con 33 años no te veías rapeando… Nadie sabe con los 30 qué va a hacer a los 40, pero parece que hay cosas que ya no te imaginas haciendo.
Sí, aunque el otro día volvió a mi cabeza la idea de que quiero hacerme un disco de rap.
Bueno, has dicho que ya está hecho.
Sí, está hecho.
Eso seguro que lo sacas de sorpresa, tipo mixtape.
No sé… (sonríe) (‘El Madrileño’) ha sido un camino muy largo, ha sido un embarazo de dos años, ha costado mucho traerlo hasta aquí. Nunca había llegado a ningún disco con tanta sensación de que era el final de algo. Porque encima no hay gira. Para mí es el redoble final… que es el principio del recorrido para el público, para que todo el mundo entienda toda la música. Esta visión la tenía ya desde el primer single, y ahora quiero que todo el mundo entienda todo como un cuerpo completo. Para mí es un lugar de llegada y no estoy pensando nada en el futuro.
¿El primer single lo consideras ‘Un veneno’?
El primer single para mí es ‘Nunca estoy’, con ‘Nunca estoy’ yo ya tenía el disco entero en la cabeza.
Pero ahora parece muy claro que ‘Un veneno’ es el punto de partida. Aunque en aquel momento solo lo entendiéramos como un single suelto. No sé cuánto podías saber que iba a ser el principio de algo de manera subrepticia.
‘Un veneno’ es el punto de partida. Lo que sabía es que pretendía ahondar por ahí. ‘Un veneno’ no fue tan exitoso, pero se mantuvo «steady», la gente a la que de verdad le gusta C. Tangana lo siguió escuchando. No sé si decir a los «verdaderos fans» por no faltar a los otros, pero es una canción que no necesitó estar en la radio ni estar súper pegada. Se mantuvo ahí porque la gente que me escucha habitualmente es de las que más consume. Las que van teniendo éxito suben, pero esta, los que se quedan… siempre la oyen. Era muy distinta y no sabía qué quería hacer, pero sí sabía que quería hacer una búsqueda. Siempre he hecho una búsqueda hacia lo más autóctono: Dellafuente, Niño de Elche, Rosalía… Luego tenía la apertura de viajar por el mundo, de entender la música latina, y ahí sí que investigué en la música latina, buscando la conexión con España, con Cuba… Todo este batiburrillo no sabía hacia dónde iba. Pero ya estaba en ‘Un veneno’, que fue la primera vez que ejecuté algo y me di cuenta de que tenía un sentido y de que tenía una gran canción. A partir de ahí abrí la vía para el disco.
«Este no es un disco que se pueda hacer sin haber vivido toda mi vida. Esa es la gran diferencia con ‘Booty'»
Pero después estaba ‘Booty’, e incluso aquella canción de branded content para un ron cubano que te salió chula, y resulta que esa sí es del rollo de este disco.
Correcto: ‘Para repartir‘ (risas). Era una dirección. Este no es un disco que se pueda hacer sin haber vivido toda mi vida. Esa es la gran diferencia: ‘Booty’ es una gran canción, y aunque haya sido todo un éxito, es experimental. En el segundo verso cambia al patrón rítmico: ¿cuántas canciones que suenan en la radio cambian de patrón rítmico? Tiene mi voz editada, yo me he hecho un rap al uso. Es dura, es difícil y aun así es un hit, pero ese hit podía haberse hecho con 6 meses de preparación. Y este es un disco que necesita toda mi vida. Si no hubiese escuchado a Kiko Veneno de pequeño, si no entendiese a El Pescaílla, si no tuviese una idea de lo que significa la canción española respecto de lo folclórico… Si no hubiese hecho una indagación por Jorge Drexler, Chavela Vargas, Omara Portuondo… no hubiese podido llegar hasta este disco. Y luego lo que te decía del embarazo: el proceso de construirlo, que no sea un disco de una cosa ni de otra sino que sea todo…
He visto tu playlist de influencias, pero de la gente que hay en esa playlist o de aquella con la que has trabajado, ¿hay discos enteros que tengas como de cabecera? Porque la gente de tu generación ha tenido sus más y sus menos con el formato disco…
De Eliades Ochoa, que es un tío al que admiro muchísimo, hago una recopilación de sus canciones normalmente. Pero hay artistas que sí son de disco, como Calamaro, que sería ‘Honestidad brutal’. De Kiko Veneno no soy tanto de discos. ‘Échate un cantecito’ me parece la leche y ‘La familia pollo’ lo ponía mucho mi viejo en casa, pero él no es tanto de discos como de haber ido haciendo una reconstrucción. De Jorge Drexler, ‘Frontera’…
Quizá cuando te inspiras en el bolero, en lo tradicional, son más singles sueltos que salieron en 7″ en los 60 y cosas así.
Es que una cosa es la composición, hay discos muy de autor a los que salen esas obras que son completas y las agarras como juntas. Y luego otra es toda la gente que bebe de la música popular, que es de otro tipo: como en el flamenco, coges las letras, vas haciendo palos y es una conjunción. Pero cuando eres compositor, Jorge o Calamaro, ellos van al estudio, componen, cantan ellos, y salen discos más redondos. Pero respeto las dos cosas. ‘Honestidad brutal’ es el mayor ejemplo de un disco que me parece entero, de obra.
Jorge Drexler es también como gran productor, ¿no? Hace cosas muy chulas.
Y «Campy», con el que lleva trabajando muchos años también.
«Me hubiera gustado tener una gran voz o dominar un instrumento. Pero no. Yo soy pura intuición. Tengo otras cosas»
Cuando fuiste a OT, la gente se quedó con lo de «Hasta luego, Mari Carmen», y poca gente con lo bien que habías cantado. Perteneces a una generación en la que hay muchísimo playback, voces dobladas, etcétera, y creo que te pusiste en serio «voy a cantar bien» en Operación Triunfo.
(risas)
Y además sales en tu nuevo vídeo diciendo que te da envidia lo bien que toca Jorge Drexler, además de tocando tú mismo unas cositas. ¿Te pica cada vez más la técnica?
Siempre me ha picado porque nunca he tenido. Me hubiera gustado tener una gran voz o dominar bien un instrumento. Eso siempre lo he dicho. O haber tenido lenguaje de solfeo. Pero no lo tengo. Yo soy pura intuición. Tengo otras cosas. Siempre he tenido envidia a la técnica.
¿Lo ves como un rasgo de madurez, o crees que se puede perder cierta espontaneidad?
Creo que tú te has fijado ahora porque has atado cabos, pero siempre ha estado ahí. Yo siempre he dicho que ojalá mis conciertos tuvieran más de interpretación y menos de performance. Toda la vida lo he dicho. Desde el rap. Desde Crema. No es de este disco ni de la madurez. Siempre me ha dado envidia. Y siempre me ha sorprendido y he admirado a la gente que lo domina bien. Aunque creo que lo mío es otra cosa, no es el dominio de la técnica.
«Creo que es Rosalía la que te tiene que contar mis créditos en su disco. Pero ya te digo: ella, la hostia. Y El Guincho, un sueño»
¿Qué hiciste exactamente en ‘El mal querer’? Estás en 8 canciones acreditado, y nunca he sabido muy bien si estás más en las melodías, en los beats, en alguna letra. ¿En qué canción crees que hicisteis más cosas juntos y podemos oírte más?
Para mí es un honor haber estado en la composición de ‘El mal querer’, pero creo que es Rosalía la que te tiene que contar de qué va su disco. A mí no me gustaría que alguien dentro de 2 años dijese cómo él piensa que se hizo mi disco. Yo del mío te cuento cómo y si te lo intenta contar otro le diré que se calle la boca. Y el de ella, que te lo cuente ella.
Cuando la entrevistamos a ella, fíjate que le preguntamos si ella había tenido algo que ver con ‘Mala mujer’, porque tenía un piano salsero y un punto más tradicional, que en ese momento asociábamos con ella. Y nos dijo algo como: «Antón y yo cambiamos ideas…», pero que no. Y no sé por qué muy bien este tema nunca ha salido.
Yo creo que sobre su disco le corresponde a ella decirlo. Y más si no ha contestado ella nunca.
Pero porque nadie se lo pregunta…
Yo no sé por qué es. Pero ya te digo: es la hostia. Y El Guincho, igual: un sueño.
En uno de los temas nuevos, ‘Te olvidaste’, pareces apelar al «hate» («que se mueran todos los hijos de puta / están hablando a mis espaldas para que caiga»). ¿Cuán lejos tienes que llegar en esta vida para que no te afecte el qué dirán y no sea un tema que tratar?
Para mí es una canción que puede ser la típica canción romántica «yo soy así y tú nunca me vas a cambiar». Pero también es una canción que siendo cabrón y maleducado, es una reivindicación de que cada uno es como es y al que no le guste que le den por el culo. Que se joda. No va tanto por el «hate» musical, va más «al que no le guste cómo soy, hay otra gente en el mundo que conocer, curiosa». Llevado a las relaciones de amor, es como cuando una persona intenta que el otro pueda ser de otra forma. Muy típico: enamorarte de una persona, y luego cuando estás con ella, eso que te enamoró ya no es. «Si a ti lo que te gustó es que yo fuera nosequé, ¿por qué ahora quieres que yo sea de otra forma?». Va de eso, más que del «hate», que siempre lo hay y siempre lo va a haber, convivimos con eso.
«Me preocupa más el punto de la lubina que el lugar del ránking. Comer es mi pasión principal, por encima del sexo y de la música»
El disco tiene un punto muy romántico, con frases como «me he cansado del primer puesto (…) las cosas que me importan se fueron contigo» en ‘Párteme la cara’ o lo de «si pierdo el talento me da igual» de ‘Muriendo de envidia’. Que además va muy bien con el estilo musical, tipo bolero.
Total, va con el lenguaje. Y eran cosas que me apetecía decir en un disco mío: «ya no quiero el primer puesto». Me parecía un mensaje guay y nuevo que dar. Es algo que me pasa habitualmente. Soy muy ambicioso, pero ya hay cosas que no me importan. Me preocupa más el punto de la lubina que en qué lugar del ránking me estás poniendo tú.
Eso es por el confinamiento…
¡Me he puesto cocinitas! Me gusta mucho comer, es mi pasión principal, por encima del sexo y de la música, y estoy un poco chef.
Pues a ver si vas al Celebrity.
(risas) ¿Masterchef, no?
«Después de ‘Booty’ todo lo que no era un superéxito parecía un fracaso. Hasta que me he dicho que yo era otro tipo de artista»
En la entrevista de Rockdelux decías que has tenido temas que no han triunfado, ¿a cuáles te referías?
No es que no hayan funcionado. Tengo un colega de siempre, Jerva, que tiene un grupo, Antifan. Son colegas, con Isidro juego al baloncesto todos los domingos. Son hermanos que llevamos toda la vida rapeando juntos, y cuando digo que no ha funcionado…
Sí, que para ellos siempre tienes buenos números. Ya lo has contado. Pero dime un tema tuyo del que esperaras mucho más éxito y te haya decepcionado.
Desde que salió ‘Booty’… piensa que cuando entras en la línea esa de eres un artista urbano que estás pegando temas a nivel mundial… Hay una parte artística, pero eres un artista urbano que estás pegando temas a nivel mundial. Y cuando estás ahí, todo lo que no sea un palo dentro de la industria y de ese mundillo -si no eres capaz de formarte como artista-, todo lo que no sea un superéxito, ya es un fracaso. Una vez que ya has tenido uno, todo lo que no sea un superéxito es un fracaso. Con esa lectura, desde ese punto de vista, muchísimos temas míos no han funcionado. Sobre todo si yo me quería interpretar desde ese prisma. Si yo era esa persona, no lo estaba haciendo bien. Pero entonces me he dicho: «espérate un momento, a ver si tú no eres esa persona y te estás haciendo un lío y tú lo que eres es un artista que está haciendo mazo de cosas, y además fíjate la vida que te estás dando». Y ahí es cuando vuelves a recolocarte y se te ocurre hacer otras cosas y valoras otras cosas.
Si me dices que esperabas 100 millones de views para ‘Ontás’, me matas.
No (risas) Ese está perfecto para haberlo hecho una tarde con Fabi. Pero por ejemplo, la colaboración con Natti Natasha… eso podía haber sido un hit de escala mundial. Pues… Se escucha un poco en Dominicana, un poco en México, un poco en Chile, un poco en Argentina… pero no es ‘Booty’.
«Sí que creo que ha salido un disco vanguardista con un punto de nueva canción española»
Me ha gustado mucho el disco, pero creo que empezando con ‘Demasiadas mujeres’, que ya has explicado que es como el inicio de un viaje, de coger un avión desde Madrid y hacia el mundo, la gente puede esperar otra cosa. Puede dar la idea de que el disco va a ser más underground, de que van a salir más esas bases, más electrónico… en lugar de remitir tanto al pop en español. No sé si esto ha sido un debate entre Alizzz y tú, el hacerlo más españolete, más orgánico o más underground.
Sigue teniendo cosas modernas a nivel producción todo el disco, pero hay que estar metido en el género, porque sí que luego se vuelve más orgánico. Por ejemplo, si escuchas el corrido mexicano tiene un toque experimental que lo aleja de las playlists de corridos. El tema de Calamaro, el arreglo es complicado, hay una mitad sin toda la batería, que es raro para un tema de rock. Está el tratamiento de las voces, trabajar sobre un pad en vez de trabajar sobre la guitarra para los estribillos… Creo que podía haber más producción o más agarrotamiento, pero la produccion ha estado al servicio de las canciones. Sí que creo que ha salido un disco vanguardista, no son puras reminiscencias de estilos. Sí que tiene un punto de canción española, de una nueva canción española.
Hay detallitos en todas las canciones, pero no me parecía que buscaras un disco vanguardista.
Para mí sí. Si tú escuchas Jose Feliciano, ‘Un veneno’ no suena a Jose Feliciano. Mi idea era reivindicar cosas pero desde un punto de vista actual. Que fuese un disco que sonase a hoy en día. A lo mejor no lo he conseguido. Al haber metido tanta raíz, tanta cosa orgánica, a ti te falla para que fuera vanguardista. Te hubiera pedido más. A lo mejor. Cuando lo miremos con un poco de tiempo… Pero creo que todos los temas están mirando al futuro.
«En el disco no pone C. Tangana, ni en ningún lado de la promo. Cada vez que pone C. Tangana pido que lo borren. Solo pone El Madrileño»
En ‘Cambia’ hablas de sacarte el vestido de Puchi (Puchito). No sé si te estás quitando un personaje de encima, o eres el C. Tangana que conocimos… El Madrileño iba a ser tu nombre, pero al final no.
Sí, sí, El Madrileño es el nombre del proyecto.
No es tu firma.
¿No es mi firma…? En el disco no pone C. Tangana, ni en ningún lado de la promo. Cada vez que pone C. Tangana pido que lo borren. Solo pone El Madrileño.
Pero no lo borras de Spotify y todo eso, porque ahí tendrías que empezar de cero. Ahí el disco es de C. Tangana.
No me importaría por los números. Si es un reto, me propongo quitar C. Tangana y dejar El Madrileño. Se le va a caer el pelo a esta gente de aquí (NdE: risas de la gente de Sony presente). Si me estás poniendo como que si no me atrevo… (risas)
Por mí no lo hagas que me haces un destrozo en mi Tidal.
Está bien reivindicar El Madrileño y que C. Tangana también esté ahí, porque C. Tangana también ha sido… Pero ahora mismo para mí El Madrileño es el nombre del artista y del álbum y es lo único que me representa.
¿Por qué? ¿Tiene algo de malo C. Tangana? También tiene canciones que muestran cierta debilidad…
Porque sí. Porque lo que se queda quieto se muere, y no me gusta pensar que me he muerto. Siempre estoy intentando ir a por el siguiente movimiento.
«Estoy deseando que la gente joven me sorprenda y haga algo diferente, pero de momento…»
¿Qué crees que va a pasar en los próximos años con la música antes llamada urbana, trap…? Creo que tiene que pasar algo ya pronto que nos toque las narices a la gente. Que nos descoloque como pasó con aquello. Tú estás haciendo un disco que no tiene nada que ver con eso. Me parece muy significativo para lo que es un movimiento cultural…
Eres el primero que lo dice. Todavía la gente me mete en el mismo catálogo. Habiendo escuchado el disco.
Huele a que la gente con inquietudes va a pasar pronto a otra cosa. Y que van a salir más cosas, que nos descoloquen tanto como PXXR GVNG.
Ojalá que suceda. Estoy deseando que la gente joven me sorprenda y haga algo diferente, pero de momento…
Drake, antes era una referencia para ti. Me pregunto si tienes muchas ganas de oír su disco. Porque yo no.
(risas) Pues viendo los adelantos, creo que no mucho. No, creo que no… Pero me gustará el disco de Drake, porque escribe de puta madre, lo habrá compuesto con «PARTY» (PARTYNEXTDOOR), y está toda la gente buena ahí… y él es muy bueno, pero sí que me falta algo. Y es lo que he intentado hacer yo con el disco, proponer algo distinto.
Atresmedia está decidida a exprimir al máximo la nostalgia: hace poco se estrenó ‘Física o Química: El Reencuentro’, en breve llegarán los regresos de ‘Los hombres de Paco’ y ‘Los Protegidos’, y ahora tenemos el reboot de ‘El Internado‘, de momento en Amazon Prime y con visos a desembarcar luego en la plataforma de pago Atresplayer. Mientras Paz Padilla se pone de acuerdo con Vasile para que le deje rodar el reboot de ‘Mis adorables vecinos’, nos tenemos que conformar con la presencia de su hijo Alberto Amarilla en este ‘El Internado: Las Cumbres’ que es a la vez secuela y reboot: como regalo a los fans de la original, en el piloto hay un cameo de medio minuto de Yon González y Blanca Suárez, pero la secuela empieza y acaba ahí.
El resto es una historia totalmente nueva con la “difícil” tarea de estar a la altura de la original. Y me da la impresión de que la nostalgia ha convertido ‘El Internado’ en una serie mucho mejor de lo que fue: la mezcla de Harry Potter, ‘Lost’ y despelote en las duchas nos dio una serie muy adictiva, desde luego, pero también un poco cuadro. Hay que ver ‘Las Cumbres’ teniendo en cuenta eso.
La serie nos habla de un internado distinto, una época distinta y (a priori) una mitología distinta, presentándonos también muchos guiños y aspectos que permanecen: en el piloto tenemos una réplica del bromance de Marcos e Iván con eso de “te quiero tío, tómate muchas birras por mí” (en 2007 nos parecía tierno, en 2021 ese bromance suena más a no homo bro). Pero hay dos aspectos esenciales para que funcionase la original y que aquí fallan (y no, ninguno es aquel señor de Mail Boxes que entregaba sus paquetitos aunque estuviesen en cuarentena). Por un lado tenemos ese componente de misterio loco que en ‘Las Cumbres’ pasa bastante desapercibido a pesar de tener elementos tan buenos como el de las logias, y que podemos disculpar al ser la primera temporada.
Pero el principal está en sus personajes, con un guión que les carga de decisiones incongruentes y que abusa del “suelto información importante/traumática rápido y en un momento absurdo porque hay que decírselo al espectador”. De los dos protagonistas, Amaia (Asia Ortega) está relativamente bien perfilada pero Pol es intercambiable, y el problema no parece ser de Albert Salazar sino del material con el que tiene que jugar (la misma impresión da con Daniel Arias y Paula del Río). Todo tiene ese aroma impersonal que también deja el tema oficial de la serie (‘Corre’ de Natalia Lacunza).
Podemos pensar que, por mucha cantera que fuese ‘El Internado’, al principio los que levantaban aquello no eran los jóvenes, sino los personajes de Amparo Baró, Luis Merlo o Natalia Millán. Pero es que eso también falla aquí: con la excepción de Alberto Amarilla, nadie del reparto adulto destaca, porque tampoco sus personajes lo hacen, sabiendo de qué palo van desde el primer episodio (sí, incluyendo cierta “revelación” que es obvio que tiene truco).
Es especialmente paradójico que los personajes adultos sean tan planos teniendo en cuenta que ‘Las Cumbres’ quiere dar un giro adulto. Este intento se percibe por ejemplo en su huida de las tramas infantiles: en vez de niñas diciendo “Javier Holgado, eres un niño muy malo”, aquí hay niñas ahorcadas y mutiladas, en una especie de metáfora hardcore. También lo vemos en esa evolución del internado hacia una cárcel que no termina de resultar creíble, tanto por los perfiles de los alumnos como por la ambientación (otro fallo: hacen bien en presumir de sus preciosos exteriores, pero la diferencia con los interiores es brutal).
La mezcla de thriller adulto con líos entre adolescentes queda un poco coja por ambos lados: los personajes no están tan cuidados como para que nos interese obviar el misterio y centrarnos en subtramas (no ayuda un montaje un tanto abrupto cuando quieren introducir una trama, como con Adele y Rita), y lo que debería ser el turning point (coño, el asesinato de una niña pequeña de manera tan truculenta) se queda un poco en agua de borrajas, no siendo hasta los últimos episodios (donde a los fans de ‘House of Cards’ les resultará familiar cierto momento) cuando verdaderamente empieza a funcionar.
¿Podemos poner las esperanzas en la ya confirmada segunda temporada? Sí, porque desde luego hay potencial, y el giro al terror, si apuestan más por él, puede ser un acierto, como lo es el que se atrevan a cosas que la original tardó bastante o directamente no hizo. De momento, en esta primera temporada, ‘Las Cumbres’ se conforma con ser una serie, eso sí, muy adictiva. Pero quizás no por las razones adecuadas. Porque la adicción está más en ver qué pasa y no por qué, más en el impacto que en el misterio, y más en el concepto y la nostalgia que en sus personajes y su propia historia.
El regreso de Los Hermanos Cubero no se ha limitado a ‘Errantes telúricos‘. Este ‘Proyecto Toribio’ es un disco completamente instrumental que recupera el espíritu más tradicional de Enrique y Roberto. En una entrevista a eldiario.es, explicaban la razón del proyecto: “En ‘Proyecto Toribio’ tenemos algunos de los mejores violinistas del circuito de folk. Toribio del Olmo fue un violinista de Algora, Guadalajara”. Los Cubero quieren reivindicar el violín en la sonoridad folclórica de Guadalajara en particular y castellana en general.
El resultado es sorprendente, porque para oídos ya pervertidos por lo americano (como los míos), no se puede evitar asociar este instrumento a sonoridades propias de EEUU, especialmente al bluegrass al que tanto aman los Cubero. Pero no, porque en ‘Proyecto Toribio’ todo son canciones tradicionales y populares de la zona de Algora. El violín, efectivamente, es omnipresente. Incluso los Cubero dan un paso atrás, para poner en primer plano a todos esos violines y violinistas a quienes rinden homenaje.
Las tonadas tradicionales emanan una gran alegría y luminosidad, son pura alegría de vivir, desde la apertura con el vals ‘La caseta’. En ‘La gaviota’, el juego que hace Roberto con la mandolina es espectacular, dotando a la canción de unos aires muy melancólicos y mediterráneos. O cómo se van los pies en la deliciosa ‘Jota de Algora #2’, con el violín de María San Miguel al borde del desafino, pero sin caer en él, otorgando el punto justo de picante. El estupendo foxtrot del (claro) ‘Fox trot de Algora’ con el violín de Jaime del Blanco, jugueteando con la mandolina y la guitarra, incita a agarrarte a tu pareja y bailar. El jolgorio el ‘Pasodoble años 40’, transcurre entre silbidos y júbilo. Los Cubero nos abren la puerta, una vez más, a algo que estaba muy próximo pero que desconocíamos. ‘Proyecto Toribio’, además de un sentido tributo a Toribio del Olmo y a los violinistas de Algora, certifica la vigencia actual de una música tradicional y genuina.
El próximo 2 de marzo se celebrará una nueva entrega de los Premios Feroz, la alternativa desde hace unos años a los Goya. Parten como favoritos entre los nominados los responsables de ‘Patria’, ‘Antidisturbios‘ y ’30 monedas’, pues uno de los fuertes de estos galardones es que también se premian series; y entre las películas, ‘La boda de Rosa’ (9 candidaturas) y ‘Las niñas‘ (6 nominaciones). Foto: Tortade.
Pero antes de todo eso, ha tenido lugar esta mañana un acto para celebrar que se entregará el Premio Feroz de Honor a Victoria Abril, y esta ha acudido para dar la gran sorpresa, incomodando a los presentes como informa La Vanguardia. Ha dicho, sin mascarilla: «Esto no es el covid, es un coronacirco. Basta de esta farsa. La vida no puede ser el miedo. Hay algo peor que perder la vida y es perder la razón de vivir. Así que basta ya, ¿no? (…) Primero vino la variante inglesa, luego la brasileña, ahora la sudafricana…» y ha criticado a Macron por «arremeter contra nuestras libertades fundamentales».
Victoria Abril, que se mudó a Francia en los 90 rodando allí cintas como ‘Felpudo maldito’ después de haber destacado en España en cintas como ‘Amantes’ de Vicente Aranda -que le valió el Oso de Plata de la Berlinale- o ‘Átame’ de Pedro Almodóvar, ha dicho que en Francia «no vamos a un restaurante, a una exposición, a bailar… No podemos reunirnos desde hace un año. Tengo ganas de hablar; en Francia, no aquí que sí se pueden hacer cosas y rodar películas (…) Este año la Covid ni siquiera habrá provocado el 5% de las muertes naturales. Nos han convertido en cobayas. Si no puedes curar, no hagas daño…». Ha calificado la «pandemia» de «plandemia» y ha asegurado que «muere más gente con vacuna que sin vacuna», invitando a los presentes que no se crean lo que dice «la tele» y a «investigar en internet».
La protagonista de ‘Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto’ se suma así a una serie de artistas que han pasado de estar entre los más queridos del público a ser cuestionados por sus teorías negacionistas o conspiranoides, destacando los casos, en mayor o menor medida en cuanto a discurso errático, de Miguel Bosé o Bunbury.
La gala de los Premios Feroz ha informado de la asistencia el próximo 2 de marzo de muchos de los nominados y también de Paco León, Jorge Sanz, Loles León, Esty Quesada «Soy una Pringada» y Samantha Hudson, todo ello con guión de las creadoras del podcast ‘Deforme Semanal’. La presidenta de la AICE, María Guerra, decía ayer en nota de prensa antes de todo esto: «La pandemia nos tiene deprimidos y exhaustos. Evidentemente no vamos a negar el batacazo moral y económico que ha supuesto la covid19, sin embargo, nos proponemos hacer una ceremonia que huya de lo lacrimógeno. Vamos a celebrar las agallas de la industria audiovisual española. La cosecha del 2020 ha sido excelente en ficción y documentales». Añadía curiosamente, sin saber lo que se avecinaba: «Artistas y equipos técnicos se han puesto la mascarilla y se han dejado la nariz a golpe de PCR: han seguido rodando contra virus y distancia de seguridad», prometiendo además que «reinará la diversidad en una gala rupturista con los estereotipos tradicionales”. La ceremonia en cualquier caso podrá verse online, a través de Youtube.
Victoria Abril se hace un 'Miguel Bosé' y se apunta a la teoría de la conspiración del #COVID19:
Da igual el tiempo que pase o lo mucho que se haya imitado, exprimido o reinterpretado: ‘1984’ sigue alimentando la imaginación de los creadores. El director Mariano Schoendorff tira del hilo argumental y conceptual de la gran fábula orwelliana para ilustrar la nueva canción de Alizzz, conocido sobre todo por su trabajo junto a C. Tangana y co-productor de ‘El madrileño’, que se publica esta noche. Su tema ‘Ya no siento nada’ narra una historia de alienación y opresión en un entorno fabril y proletario.
Aparte de su discurso, hay dos claves visuales que permiten conectar el videoclip con la novela de Orwell: un calendario escrito en ruso y una cazadora con el nombre de Memminger Zeitung, un periódico de Baviera que tuvo relación con el partido nazi. ¿Una referencia a los totalitarismos soviético y nazi que criticó en su novela el escritor británico?
Como el reciente ‘Anima’ (Paul Thomas Anderson), ‘Ya no siento nada’ está protagonizado por un hombre, el propio Alizz, obligado a ser un engranaje más en el mecanismo de una sociedad alienada, adormecida, drogada como en ‘Un mundo feliz’. Y, al igual que el vídeo de la canción de Thom Yorke, será una mirada, un contacto visual cargado de deseo, de sentimiento, entre un hombre y una mujer, el que amenace con romper esa cadena. A partir de ahí se pone en marcha un intento de fuga romántica que, como en toda distopía, y en sintonía con la letra de la canción, está abocada al fracaso.
Wolf Alice vuelven tras haberse hecho con el Mercury Prize con su último álbum ‘Visions of Life‘, pese a que otros hubieran apostado más bien por todo lo contrario. Su tercer disco recibe el nombre de ‘Blue Weekend’ y sale el 11 de junio. El primer avance ha llegado a las plataformas de streaming esta tarde y tiene el apocalíptico nombre de ‘The Last Man On Earth’.
La canción empieza como una balada a piano. En ese momento parece que seguirá la línea de ‘Stay’ de Rihanna o, más adelante, conecta de algún modo melódicamente con ‘Angels’ de Robbie Williams. Palabras mayores en ambos casos. Sin embargo, después ofrece un vuelco psicodélico que remite a los 60, quizá a los Beatles, quizá más bien a las bandas que influyeron en Tame Impala, siendo también apta para seguidores de David Bowie (y de Harry Styles). La letra es una burla de los egocéntricos con frases como «cada libro que tomas, quitando polvo de una estantería, contiene líneas y más líneas y más líneas sobre ti». En el segundo estribillo, las «líneas» se transforman en «mentiras». La producción está plagada de detalles ligeramente ambient, resultando 100% Markus Dravs (Coldplay, Björk, Brian Eno, Florence).
La cantante y guitarrista de Wolf Alice Ellie Rowsell explica sobre este tema: “Trata sobre la arrogancia de los humanos. Acababa de leer ‘Cuna de gato’ de Kurt Vonnegut y había escrito la línea «Peculiar travel suggestions are dancing lessons from god» en mis notas. Pero luego pensé: «Tu peculiar sugerencia de viaje no es una lección de baile de Dios, ¡es solo una sugerencia de viaje! ¿Por qué todo tiene que significar algo más?».
La nota de prensa especifica que «los viajes intercontinentales, hoteles y largos viajes en autobús afectaron a la banda» tras el éxito del álbum anterior. Entonces, Wolf Alice «se mudaron a un Airbnb en Somerset, para reconfigurar quiénes eran juntos, lejos de los escenarios de festivales, autobuses de gira, entregas de premios y fans. Cimentaron su amistad y se pusieron a trabajar en algunas demostraciones incipientes en una iglesia convertida». Markus Dravs ha «ayudado a la banda a refinar su sonido a un punto aún más nítido», en un álbum que habla de las vivencias personales de Rowsell, situándose oficialmente entre «una nueva audacia y la vulnerabilidad».
1. The Beach
2. Delicious Things
3. Lipstick On The Glass
4. Smile
5. Safe From Heartbreak (if you never fall in love)
6. How Can I Make It OK
7. Play The Greatest Hits
8. Feeling Myself
9. The Last Man On Earth
10. No Hard Feelings
11. The Beach II
‘Quique dibuja la tristeza‘ fue un punto de inflexión para Los Hermanos Cubero, un disco en que dejaron de lado su labor de recopiladores/reivindicadores del folclore para ofrecernos una obra dolorosa y personal. El álbum catapultó su ya bien merecida fama previa entre conocedores y amigos músicos. Ahora, como para apartarse de la sombra enorme de «Quique», los Cubero han retomado un poco su senda tradicional. En ‘Errantes telúricos’ Enrique y Roberto dan una vuelta de tuerca a su sonido alcarreño-bluegrass y sueltan su vena más pop. Para ello, aparte de su mandolina y guitarra, cuentan con la colaboración de una multitud de artistas estelares: Christina Rosenvinge, Amaia, Rocío Márquez, Josele Santiago, Rodrigo Cuevas, Nacho Vegas…
Los discos con múltiples colaboradores en general hacen arquear las cejas (ya saben: suelen ser deslavazados y repletos de autocomplacencia). Pero aquí no hay nada por lo que fruncir el ceño. Los temas son principalmente composiciones de Roberto, quien logra una estupenda (con)fusión con las coplas tradicionales y, además, los Cubero impregnan a sus cómplices de su personalidad. A su vez, ellos se empapan del buen hacer de sus invitados, hasta fusionarse en feliz amalgama.
Así, entre unos y otros, consiguen un ramillete de canciones espléndidas: Christina Rosenvinge amplía fenomenalmente su registro en ‘La rama’ (tradicional), con simpáticas salidas de tono (el grito tribal con la que cierran). Aunque, para pasmo, escuchar en un disco de los Cubero ¡una batería! ¡Una guitarra eléctrica! Todo por culpa de (o gracias a) Grupo de expertos Solynieve, que conquistan con el country de ‘Así llegué a Granada’ (versión del ‘That’s How I Got to Memphis’ de Tom T. Hall). La vena más Gram Parsons vibra en la preciosa ‘Efímera’ junto a Amaia, con la guitarra de Enrique especialmente hermosa.
Pero, para campeonas, ‘Canción para un principio, canción para un final’, un tema original de Roberto que alcanza aliento de saeta eterna. A eso ayuda, claro está, Rocío Márquez, brillante y magnética, quien se lleva a los Cubero a su terreno de manera gozosa a la par que triste. O el tono fúnebre que desprende Nacho Vegas en la tradicional ‘La boda y el entierro’, una pieza que es tan telúrica y sombría como su propio título. La voz de Enrique siempre contiene luz, hasta en sus momentos más sombríos, y es sorprendente percibir cómo cambia el clima según cante él o Nacho. Aunque hay algún momento algo menos lucido, el cierre del álbum refulge con otro maestro como Josele Santiago en ‘Problemas a los problemas’; todo un himno al intentarlo una y otra vez, que eleva el ánimo gracias a su ritmo trotón y la bonita guitarra de Enrique que dibuja la melodía. Una vez más, la sencillez y austeridad de los Cubero esconden en ‘Errrantes telúricos’ un prodigio de hondura y sensibilidad.
Renovamos nuestra playlist de pop nacional o en castellano «Sesión de Control» con algunas de las novedades de las últimas semanas. Por ejemplo, esas canciones que alternan la tradición y la electrónica de Queralt Lahoz, Salazar, un poquito Chlöe’s Clue y Maximiliano Calvo, y la rumbita de Paco Moreno. A lo suyo, Parquesvr dicen haberse enamorado de la cantante de Fuel Fandango en su nuevo tema con El Rumbero de Vallecas. Y más a lo suyo aún, los franceses La Femme estrenan un tema en castellano que es una canción de dream pop absolutamente imposible, con la colaboración de Adiós Amores y una letra con frases como «No esperes nada de la vida porque la vida es una puta que pagas con tu cuerpo» o «No temas la vida o la locura porque todos estamos locos bajo los ojos de la Macarena».
El indie pop en sus diversas acepciones está presente en el tema de Los Nastys con Antía Van Weill, en el garajero de Mona desnuda, en el shoegaze de Escuelas Pías y en el corte un tanto sintético de Grasias, que es una de las componentes de Ginebras. Apela un poco más al rock ‘Cobi’ de Diamante negro. En representación del sonido bedroom pop e indie pop tan de moda en los últimos años, encontramos al cuarteto MENTIRA, o ahora a los mallorquines Da Souza, que nos hablan de «sobredosis de wasabi» en ‘Pep’, un tema para una serie de televisión de la TV3. Luz Futuro es el proyecto del canario Daniel Benavides, que va a gustar mucho a los seguidores de Décima Víctima y El Último Vecino (le veis en la imagen principal del artículo). Más electrónico pero también un poco after punk es el tema ‘no llegar’ de 9ckles con Roddei.
Babi, que tanto nos ha conquistado con singles como ‘NASA’ y ‘Amén’, estrena canción con Luna Ki. En este caso quieren llevarnos a Disney. Por su parte, SIMONA se fuma el porro sola en ‘Rosa pastel’, y el tema de Judeline, ODDLIQUOR y Tuiste puede gustar a la última Rosalía. Ama Befana nos ofrece una mezcla entre reggaetón y el sonido hip hop de un ‘Fancy’, y en otra vertiente de la mal llamada música urbana está el ‘Orgullo marroquí’ de Aiman Jr.
No falta el folk, con el tema de Blue Boredom y Astronaut Husband, y pasado por el filtro electrónico lo nuevo de Tórtel. Lia Pamina y Os Peregrinos se preguntan «por qué» en un disco de tributo a Rosalía de Castro. Ni tampoco falta la electrónica de mano de Ed Is Dead, cuyo disco está a punto de salir. Nada que ver, eso sí, con el punto PC Music de Stephen Please y Daniel Daniel.
España no iba a ser uno de los países mejor valorados en las apuestas de Eurovisión 2021 por la mala racha que arrastra en los últimos años, pero una vez escuchada ‘Voy a quedarme’ de Blas Cantó no parece que las apuestas vayan a cambiar demasiado. Es verdad que queda por escuchar la mayoría de canciones, pero también que ‘Voy a quedarme‘ ya aparece muy abajo en las quinielas. En la de EurovisionWorld, por ejemplo, saluda entre las seis últimas posiciones; y en Betfair queda entre los 29 y 33 de un total de 41 países, como informa 20Minutos. Y lo peor es que la canción tampoco es demasiado reivindicable más allá de los votos, por lo que tiene pinta de que nos vamos a olvidar de ella en menos que canta un gallo. Puedes comentar todas las apuestas en nuestro foro de Eurovisión. Aquí van 5 apuestas seguras:
Islandia con lo que sea
Comenzamos haciendo trampa porque la canción de Daði Freyr podrá escucharse a partir de marzo (como las de Bulgaria o Italia), pero a nadie se le escapa que el cantante islandés ha sido el ganador moral de Eurovisión 2020, la edición que nunca se celebró, debido a que el tema que presentaba ha sido un hitazo de la cuarentena. Islandia va por tanto primera en todas las apuestas con un tema aún desconocido que incorporará «coros» enviados por los fans del artista.
Lituania: ‘Discoteque’ de The Roop
Empatada con Islandia en la quiniela de Betfair va Lituania. El grupo de The Roop se quitará la espinilla de no haber podido presentar ‘On Fire’ en la edición de 2020 volviendo con este tema «discotequero» que suena como si a Glass Animals les hubieran hecho un remix de electro-house rompepistas de alguno de sus hits.
Francia: ‘Voilà’ de Barbara Pravi
Otro de los países que aparecen en el top 5 de todas las apuestas es Francia, que acude a Rotterdam con una balada dramática de chamber-pop y melodía tradicional tipo chanson marca de la casa. Se titula ‘Voilà’ y su intérprete, Barbara Pravi, se da un aire a Édith Piaf en lo vocal (ese vibrato, esas erres), salvando las distancias.
Noruega: ‘Fallen Angel’ de TIX
Personalmente mi favorita de las 4 canciones mejor valoradas hasta el momento en las quinielas: ‘Fallen Angel’ es un estupendo medio tiempo de «radio pop» contemporáneo que recuerda a unos Hoobastank más sintetizados. La puesta en escena está desesperada por llamar la atención, pero lo mejor es que no es necesaria. Por cierto, ¿desde cuándo Sondre Lerche tiene una banda?
Finlandia: ‘Dark Side’ de Blind Channel
Sorprendiendo exactamente a nadie, Finlandia presentará en Eurovisión 2021 un tema de heavy metal que también va divinamente en las apuestas. El épico ‘Dark Side’ de Blind Channel buscará la victoria obtenida por el país en el año 2006 con el mítico ‘Hard Rock Hallelujah’ de Lordi.
Espanto, el dúo de pop costumbrista de Teresa y Luis, ha lanzado un nuevo single sorpresa llamado ‘Fiesta sorpresa’. Es oficialmente el primer adelanto de su próximo disco, muy esperado por los seguidores del pop en castellano pues el anterior, ‘Fruta y verdura‘, editado en 2016, fue uno de los mejores de su año (el 17º en nuestro repaso). Un trabajo maravilloso con el que el dúo se superó a lo grande en su reflexión sobre la muerte desde el humor, en su reivindicación nostálgica y a la vez irónica de la vida pretecnológica y en su exploración de unas melodías y sonidos que lo mismo recordaban a Lorena Álvarez que a Carlos Berlanga. Puedes comentar ‘Fiesta sorpresa’ en el hilo de nuestros foros dedicado al pop en castellano o en el hilo de novedades.
‘Fiesta sorpresa’ llega meses después de ‘Mapa de la ciudad de Logroño’, disponible en la página de Bandcamp de Espanto, pero donde el segundo se servía de una base electrónica rudimentaria propia del kraut para presentar una melodía en realidad 100% folclórica, ‘Fiesta sorpresa’ opta por una amable fusión de rumba y bossa nova con la que Espanto siguen investigando la cotidianeidad que suele caracterizar sus letras. En este caso, la historia de ‘Fiesta sorpresa’ nos sitúa en una celebración nada bienvenida por el protagonista. “Ahora que todos queremos un fiestón, estar con amigos y bailar, aparece por sorpresa Fiesta sorpresa, una canción preCOVID, de cuando en el ambiente planeaba la pesadilla (factible) de una celebración sorpresa, con la casa llena de gente que te homenajea pero en realidad no te conoce», explica el dúo. El tema habla a su vez del «miedo añejo a que te saquen a bailar, a que te fuercen a disfrutar, cuando tu corazón siempre estuvo con los que salen fuera a fumar y a criticar a los que están dentro».
El tema plantea un escenario totalmente kafkiano aunque no haya sido voluntario: un grupo de personas invita a Luis -interpretado vocalmente por Teresa- a una fiesta para celebrar su figura, pero él no reconoce a nadie en el lugar. Más surrealista que esto es que se desconoce por completo el motivo de dicha celebración: la letra no menciona ningún cumpleaños ni tampoco ningún ascenso, por lo que no se sabe si quien ha organizado la fiesta son amigos o compañeros de trabajo. Lo único certero es que Luis no conoce a estas personas de nada y que el único motivo de la celebración parece ser la mera existencia del músico. Más adelante es revelado que la dichosa «fiesta sorpresa» está teniendo lugar en la propia casa de Luis, lo cual confirma la pesadilla. El músico queda definitivamente atrapado entre conversaciones banales, personas que le animan a bailar por inercia y otras que, cuando no fuman en su cocina, salen de su armario, tras haber colonizado su domicilio. El contraste entre la despreocupada y alegre música de ‘Fiesta sorpresa’ y la claustrofobia de le letra da lugar a otra estupenda canción suis generis de Espanto.
Travis Scott ha empezado a dar algunos detalles sobre lo que está tramando de cara a su nuevo disco, que se titula ‘Utopia’ según ya dio a entender el verano pasado en sus redes sociales. El rapero se enfrenta a expectativas enormes desde que arrasara en 2018 con un ‘ASTROWORLD‘ que también recibió muy buenas críticas por su sonido innovador en el que cabían elementos del trap, el hip-hop y y la psicodelia desde una perspectiva artificialmente lo-fi, e incluso la participación de Kevin Parker de Tame Impala en un par de temas. El single principal de ‘ASTROWORLD’, ‘SICKOMODE’ con Drake, es uno de los más reproducidos de la historia de Spotify y ha sido muy influyente por su sonido distorsionado y cambiante estructura.
En declaraciones a i-D Magazine, Travis ha dicho que está trabajando con gente nueva y buscando un nuevo sonido que parta del de su anterior trabajo para «expandirlo». Ha explicado: «Estoy evolucionando, colaborando con gente nueva, entregando un sonido totalmente nuevo, una paleta totalmente nueva». «Hay mucho material que quiero cubrir y me encanta el desafío que ello supone. Quiero crear un sonido que sea novedoso de la hostia. Puedo pasarme días golpeando mi cabeza contra la pared para intentar descubrirlo, pero cuando lo consiga, entraré en el éxtasis definitivo». El autor de ‘HIGHEST IN THE ROOM‘ ha señalado que está volviendo a hacer sus propios beats y que su intención con ‘Utopia’ es mantener a sus fans «vivos» y sobre todo no repetirse a sí mismo porque ve cada disco nuevo como el capítulo siguiente de una «saga».
Las palabras de Travis Scott recuerdan a los delirios de grandeza de Kanye West, pero también a las ambiciones de una Björk, y si hay un artista de hip-hop que puede definir el sonido de este género en la década que empieza, es él. Y el artista ha dado margen de sobra para sorprender a la audiencia con su próximo proyecto, ya que sus lanzamientos recientes o se han quedado en los márgenes del sonido de ‘ASTROWORLD’, como su EP con JACKBOYS, ‘THE SCOTTS’ con Kid Cudi o ‘FRANCHISE’ con M.I.A., o han buscado nuevos públicos fuera de Estados Unidos sin realmente demasiado mucho sobre él mismo, como ese ‘TKN’ con Rosalía que ha logrado un inaudito éxito en Europa. ¿Estará El Guincho en su radar de colaboradores? ¿Sonará ‘UTOPIA’ más bien como ‘The Plan’, su intrigante tema para ‘TENET’ de Christopher Nolan en el que manda el sonido de unos sintetizadores tipo ‘Drive’? Como apunte final, se habla incluso de un segundo álbum llamado ‘DYSTOPIA’ que saldría a la vez que el primero. Habrá que esperar para averiguar adónde le ha llevado Travis su ambición esta vez.
2020 no ha tenido piedad con absolutamente ningún sector de la cultura, pero uno de los más afectados ha sido el cine: festivales cancelados, estrenos de películas aplazados, cierres de salas en todo el mundo… La situación ha llegado a una gravedad que parece casi insostenible. Evidentemente, los Oscar no han sido una excepción, y se han visto obligados a cambiar su habitual fecha de finales de febrero a abril. De esta manera, algunas películas con año de producción en 2021, entrarán junto con las de 2020. Estamos ante el año más atípico de cualquiera de la historia de los premios, y quizá por ello, era el año perfecto para reconocer cierto tipo de películas más independientes y aclamadas por la crítica que siempre caen en favor de propuestas más académicas de los grandes estudios. No parece que vaya a ser así viendo el rumbo que han tomado los Globos de Oro, SAG, Critics Choice o las asociaciones de críticos, las cuales parecen esforzarse cada vez más en predecir los Oscar en lugar de reivindicar cintas que no cuentan con un gran marketing detrás para conseguir una nominación de la Academia.
Lo que sí que parece es que este año tendremos más diversidad que normalmente. Tres películas dirigidas por mujeres tienen altas posibilidades de conseguir una nominación tanto en mejor película como en mejor dirección: ‘Nomadland’ de Chloé Zhao; ‘Una joven prometedora’ de Emerald Fennell y ‘Una noche en Miami’ de Regina King; esta última sobre la segregación de la población negra en los 60 en Estados Unidos. Así como también están en puestos muy favorables para conseguir entrar la nueva película del siempre reivindicativo Spike Lee (‘Da 5 Bloods: Hermanos de armas’) y ‘La madre del blues’, protagonizada por Chadwick Boseman y Viola Davis. La representación asiática, además de Chloé Zhao, vendría por parte de ‘Minari’, la película de Lee Isaac Chung sobre una familia de inmigrantes coreanos en Estados Unidos que ha conquistado a la crítica americana desde Sundance 2020. Las opciones más académicas y con más posibilidades de conseguir un hueco son el drama judicial de Aron Sorkin ‘El juicio de los 7 de Chicago’, ‘Mank’ de David Fincher y ‘Noticias del gran mundo’ de Paul Greengrass. Y tampoco hay que subestimar a la británica ‘El padre’, la opera prima de Florian Zeller que le ha valido una nominación a mejor película dramática en los Globos de Oro. Sería sorprendente si acabase entrando alguna que no fuesen estas, pero como opciones no demasiado probables estarían ‘Sound of Metal’, ‘Soul’ o ‘Judas and the Black Messiah’. Damos así pues por perdidas las nominaciones de las sensaciones indie y de autor de la temporada: ‘Nunca, casi nunca, a veces siempre’ y ‘First Cow’.
Las dos favoritas ahora mismo son ‘Nomadland’ y ‘El juicio de los 7 de Chicago’, con nominaciones aseguradas en película y dirección salvo sorpresa mayúscula. ‘Mank’ parecía muy bien posicionada en un principio pero ha ido perdiendo algo de fuelle. Aun así, sería de esperar que Fincher se encontrara entre los directores nominados. Los otros dos puestos parece que se los disputarán entre King, Fennell, Lee, Chung y Zeller.
En cuanto a las categorías interpretativas, mejor actor se presenta como una categoría con varios candidatos fuertes. Boseman (‘La madre del blues’), Hopkins (‘El padre’), Riz Ahmed (‘Sound of Metal’) parecen seguros. Steven Yeun (‘Minari’), aunque en menor medida, también tiene bastantes posibilidades. El quinto puesto parece que estará entre Oldman (‘Mank’) y Delroy Lindo (‘Da 5 Bloods’). Aunque también podrían hacer como los Globos de oro y reivindicar a Tahar Rahim (‘The Mauritanian’). O ponerse internacionales y aprovechar el tirón del Oscar asegurado en película de habla no inglesa de ‘Otra ronda’ y nominar a Mads Mikkelsen.
Mejor actriz cuenta con un cuarteto de actrices bastante sólido y la ausencia de cualquiera de ellas supondría una gran sorpresa. Frances McDormand (‘Nomadland’), Carey Mulligan (‘Una joven prometedora’), Vanessa Kirby (‘Fragmentos de una mujer’) y Viola Davis (‘La madre del blues’) son fijas. La quinta plaza podría disputarse entre Andra Day en el biopic de Billie Holiday (‘Los Estados Unidos contra Billie Holiday’), la eterna nominada Amy Adams (‘Hillbilly Elegy’), una leyenda en su regreso al cine después de muchos años como es Sofia Loren (‘La vida por delante’) o una de las estrellas del momento, Zendaya (‘Malcolm & Marie’). A Adams le perjudica las malas críticas que ha tenido su película, pese a que ella ha acabado nominada al Sindicato de Actores. La cinta de Loren ha pasado demasiado inadvertida y no ha contado con el apoyo esperado de otros premios importantes. Desde aquí apostamos por Day o Zendaya, aunque lo que realmente sería fantástico es ver a Sidney Flannigan nominada por su conmovedora interpretación en ‘Nunca, casi nunca, a veces, siempre’. O a Jessie Buckley por ‘Estoy pensando en dejarlo’, pero la película de Kaufman es demasiado radical para la Academia, y ha sido ninguneada incluso por los premios de la crítica.
Las categorías de reparto parecen mucho más abiertas. En actor secundario Sacha Baron Coen (‘El juicio de los 7 de Chicago’), Leslie Odom Jr. (‘Una noche en Miami’) y Daniel Kaluuya (‘Judas and the Black Messiah’) son las opciones más seguras, aunque tampoco sería raro que alguno de ellos se pudiese caer. Por otro lado, Boseman puede conseguir doble nominación póstuma con ‘Da 5 Bloods’; Bill Murray lograr otra nominación gracias a Sofia Coppola con ‘On the Rocks’; o Jared Leto su segunda con ‘Pequeños detalles’, ya que dio la sorpresa tanto en los Globos de oro como en el SAG. La ausencia en estos dos premios ha menguado mucho las opciones de Paul Raci por ‘Sound of Metal’, el favorito de las asociaciones de críticos. Aunque no sería nada raro que los Oscar decidieran rescatarle, especialmente si la película recibe más nominaciones además de la de actor principal.
Actriz secundaria este año es de las categorías más difíciles de predecir. Glenn Close podría desde no estar nominada a ganar por ‘Hillbily Elegy’: las pésimas críticas a la película pueden jugar en su contra pero la sensación general de que la actriz se merece el Oscar de una vez podrían hacer que esto se pasara por alto. Precisamente Olivia Colman, quien le quitó el premio más recientemente, compite este año en la misma categoría que ella por ‘El padre’. Quien más premios de la crítica ha ganado ha sido Maria Bakalova por ‘Borat: película film secuela’, un tipo de nominación que no suele ser habitual en los Oscar pero que debido a la poca competencia y a su fuerte presencia a lo largo de la carrera parece factible. Youn Yhu-Jung (‘Minari’), Jodie Foster (‘The Mauritanian’), Amanda Seyfried (‘Mank’), la niña Helena Zengel (‘Noticias del gran mundo’) y la veterana Ellen Burstyn (‘Fragmentos de una mujer’) –que con 88 sería la intérprete más mayor en ser nominada- son las otras opciones. Por aquí apostamos por Close, Colman, Bakalova, Burstyn y Zengel; pero es realmente complicado.
En guion siempre se puede colar alguna opción menos obvia como pueden ser en adaptado ‘Estoy pensando en dejarlo’ o ‘First Cow’ o en original ‘Nunca, casi nunca, a veces, siempre’. Pero este año no se ve tan factible. En guion original ‘El juicio de los 7 de Chicago’, ‘Minari’, ‘Mank’ y ‘Una joven prometedora’ son las opciones más viables. ‘Palm Springs’ o ‘Sound of Metal’ podrían ocupar el quinto puesto.
En guion adaptado, ‘Nomadland’, ‘La madre del blues’, ‘El padre’, ‘Una noche en Miami’ y ‘Noticias del gran mundo’ son las mejor posicionadas, pero ‘Borat: película film secuela’ podría dar la sorpresa.
Las nominaciones se anuncian el 15 de marzo, aún hay tiempo para que surja alguna tendencia nueva que cambie ligeramente las opciones de algunas películas o actores, pero de momento estas son las candidatas que han estado en la conversación durante los últimos meses. Veremos qué pasa en las próximas semanas y qué sorpresas y disgustos nos deparan los Oscar. Siempre hay un poco de todo.
Llega el momento de la verdad para el niño bueno Samuel George Lewis que, desde Reading al sureste de Inglaterra y en torno a los 25 años, se ha hecho con su hueco en la electrónica internacional como os hemos venido contando en los últimos meses. Ha colaborado con AlunaGeorge y Clairo, se ha colado en créditos de la mismísima Dua Lipa (la estupenda ‘Hallucinate’) y ha venido presentando pequeñas maravillas como ‘Experience’ para Victoria Monét, en la que colaboraba uno de los totems del mainstream actual, Khalid.
Su puesta de largo es ‘times’, un álbum centrado en los sonidos que más le inspiran para la pista de baile: la música disco (atención a las cuerdas de ‘Feed the Fire’ con Lucky Daye), los ritmos funky, el house y los beats de los años 90… Todo ello en sintonía con Disclosure (de hecho SG Lewis llegó a remezclar su single con Lorde) y Totally Enormous Extinct Dinosaurs, quien de hecho aparece como co-productor ocasional, como sucede en el primer tema del álbum, ‘Time’, el entonado por Rhye.
‘times’ se sostiene en buenos pilares, como por ejemplo el oscuro ritmo tecno del viejo sencillo ‘Impact’, en el que SG Lewis logró reunir a Robyn, una de las voces más queridas del electropop gélido, no tan habitual como quisiéramos en la actualidad musical; y al expresivo y reivindicable -más después de haberle visto en vivo– Channel Tres. El nuevo single está a la altura y es aún mejor, lo cual es un elogio para Samuel, pues lo canta él y a nadie molesta. ‘One More‘, con la inconfundible guitarra de Nile Rodgers, merece en 2021 la atención que recibió ‘Lady’ de Modjo hace un par de décadas.
También sostienen el álbum el romanticismo de ‘All We Have’, que suena hasta poética como una canción de Caribou en su preciosa melodía o esa ‘Chemicals’, en cuyos créditos encontramos a Chad Hugo y que hoy por hoy solo puede sonarnos muy fuerte a Daft Punk. Después, el disco sucumbe a las minúsculas de su propio nombre, confundiendo la falta de pretensión con la generalidad, como en esa ‘Fall’ que cierra el disco sonando a M83 y Bon Iver sin ninguna necesidad. En un interludio habíamos oído al ingeniero de sonido Alex Rosner, una de las figuras esenciales del Nueva York de finales de los 70 y principios de los 80, decir algo así como que «si no hay armonía, no se baila». Aquí, armonía hay, ¿pero personalidad?
Como anticipamos la semana pasada que iba a suceder, el remix de ‘Ella no es tuya’ del dominicano Rochy RD, ahora con Myke Towers y Nicki Nicole, es el nuevo número 1 del país, tras ascender del puesto 16 a la cima en su segunda semana. Los primeros rayos de sol están ya por ahí y esto pinta a que va a ser una de las canciones del verano. También puede haber suerte para otro éxito que también hemos comentado ya en el site: ‘Location’ de Karol G, J Balvin y Anuel AA, con sus referencias a Madonna, Gaga y Kylie (Jenner, parece ser). La canción es la entrada más fuerte en el número 17 y su tendencia en los últimos días en Spotify España es al alza (ahora mismo top 13).
Es noticia en este caso quien no está en la lista: la aceptación de ‘Lo vas a olvidar’, el dúo de Billie Eilish y Rosalía que llevamos unos 3 años esperando, no ha podido ser más fugaz. De entrar al número 15 pasó al puesto 47, de ahí cayó al número 83 y desde ahí ha desaparecido ya del top 100, sin llegar al mes de longevidad. El tema llegó al top 40 en Reino Unido y al top 75 en Estados Unidos, pero durando tan sólo una semana. Nada que ver con la estabilidad de ‘La noche de anoche’ de Rosalía con Bad Bunny, que sigue top 5 en nuestro país y sumando streamings muy especialmente en México, Argentina y Estados Unidos, ahora mismo al alza tras su paso por Saturday Night Live (top 54 en Spotify USA, subiendo 22 puestos).
Entre las entradas en el top 100 español, a la de ‘We’re Good’ de Dua Lipa en el 54, ya comentada en la lista de álbumes, puesto que ‘Future Nostalgia’ ha logrado llegar al fin al número 1 de discos, hay que sumar las siguientes:
39 Nicky Jam, Romeo Santos / Fan de tus fotos
96 Nil Moliner / Mi religión
99 Myke Towers / Tú
‘Future Nostalgia’ de Dua Lipa sube por primera vez al número 1 oficial en España después de 47 semanas, las que hace que salió el disco. Durante estos 11 meses, el álbum de la cantante se convirtió en el 17º álbum más popular de todo 2020 en nuestro país, siendo disco de oro, pero nunca había pasado del número 2 en ventas/streaming.
Con motivo de su reedición, y pese a la irregularidad de esta, el disco sube ahora del número 9 al número 1. En la lista de singles de nuestro país, aún encontramos en torno al top 90 ’Don’t Start Now’ como triple platino y ‘Physical’ como doble platino. El nuevo sencillo ‘We’re Good’ produce una entrada modesta en el puesto 54, en la línea modesta de lo visto en Reino Unido (top 25) y Estados Unidos (top 49). El disco ha vendido más de 2,4 millones de copias, por lo que enseguida llegará al tercer millón.
En la lista general de álbumes en España encontramos una serie de entradas gracias a su buen funcionamiento en formato vinilo: el “greatest hits” de White Stripes llega al puesto 27 en el top 100 general gracias a que es número 2 en vinilos (solo por detrás del último de Foo Fighters, ‘Medicine at Midnight’); Fleet Foxes llegan al puesto 42 con ‘Shore’ gracias a que es número 3 en vinilos; The Pretty Reckless llegan al puesto 49 gracias a que ‘Death by Rock and Roll’ es top 16 en vinilos; y Valira llegan al puesto 59 en la general porque son top 19 en vinilos.
Discreta es la entrada de ‘Music’ de Sia, que no pasa del número 45, pero al menos es mejor que el número 90 logrado en Reino Unido por este disco, o el ninguneo de Estados Unidos. Ni siquiera se ha asomado por el Billboard 200, siendo top 66 en ventas, pero obteniendo muy bajo streaming.
Las entradas en España se completan con ‘Imperial’ de Soen en el 82 y el directo ‘A mi gente’ de Juan Peña en el número 93. Hablando de los metaleros Soen, hay que mencionar que Angelus Apatrida caen del puesto 1 al puesto 47 en su 2ª semana en la lista. Una pena que Promusicae no ofrezca una lista de récords al respecto al modo del Billboard y la OCC de Reino Unido.
The Horrors, una de las bandas de rock alternativo británicas más interesantes de los últimos años por discos tan bien considerados como ‘Skying‘ o ‘V‘, vuelven con un nuevo EP de apenas tres canciones y grabado a distancia que verá la luz el próximo 12 de marzo. Los de Faris Badwan, que publicaran su último álbum de estudio hasta la fecha en el año 2017, han querido volver a sus «orígenes industriales» en este lanzamiento según la nota de prensa oficial, el cual ofrecerá la «música más sucia (la palabra usada es «nastiest») que hemos hecho desde ‘Strange House'», según el bajista Rhys Webb, quien la describe como una «intensa estampida de industrial noise» y como un «regreso al espíritu y a la actitud que definieron nuestro primer disco, pero dirigidos como un cohete hacia el futuro».
El primer adelanto de este nuevo epé es ‘Lout’, que puedes comentar en nuestros foros y en el que The Horrors no pueden dejar más clara su intención de alejarse de la accesibilidad pop de ‘Something to Remember Me By’, una de las mejores canciones de su año; o de las aproximaciones al sonido de Joy Division que salen prácticamente a cada pestañeo, como la que ellos mismos entregaron hace más de una década en ‘Sea within A Sea’. Lo que ofrece ‘Lout’, por contra, es todo un estudio de las embestidas industriales de los mejores Nine Inch Nails, los de ‘Pretty Hate Machine’, y por tanto también de los mejores Marilyn Manson, los de ‘Antichrist Superstar‘. Ahora que los segundos gozan de peor imagen que nunca debido a las acusaciones de abusos sexuales y psicológicos vertidas recientemente hacia su líder, Brian Warner, quizá The Horrors están llamados a ocupar su lugar aunque sea desde un punto de vista nostálgico, quedándose solo con lo bueno. Sobre todo teniendo en cuenta que Nine Inch Nails no se han ido a ninguna parte y en los últimos tiempos han publicado algunos temas que no están nada mal.
No es ‘Lout’ la canción más inmediata de The Horrors de primeras a pesar de su sonido tempestuoso y agresivo y de su interesante composición en la que caben guitarrazos implacables, algo parecido a unos cantos gregorianos que cometen la función de interludio, y también sonoridades propias del heavy metal hacia el final de su minutaje. Tampoco es su apropiación del sonido NIN el más original: suena sobado a estas alturas, nada impactante. Pero con ella, The Horrors vuelven a confirmar lo que ya sabíamos de ellos, que no podemos dar por sentado ninguno de sus próximos pasos artísticos. Explica Faris que “’Lout’ trata sobre la relación entre la elección y el azar, la toma compulsiva de riesgos y forzar la suerte. Como banda, sobre todo en directo, siempre hemos tenido un lado agresivo y cuando comenzamos a escribir nuevas canciones, quedó claro que íbamos en esa dirección”. Añade el teclista Tom Furse: “Hay algo en el tema que se siente como un regreso a un sonido más pesado, pero en realidad está muy lejos de cualquier cosa que hayamos hecho anteriormente». En definitiva, The Horrors vuelven a darnos lo que queremos de ellos: algo arriesgado e inesperado.
Nadie sabe muy bien por qué se han separado Daft Punk. Pero también cabe preguntarse qué les unía 8 años después de ‘Random Access Memories’, un disco que no tuvo gira de presentación, por lo que realmente hace más de una década, desde 2007, que no tienen por qué reunirse habitualmente para ensayar, ni para compartir autobuses de gira, ni jets privados, ni planta de hotel. Y mucho puede separar un tour lleno de excesos, ¿pero no unirá un poquito también en lo bueno y en lo malo?
Hace unos años que el dúo dividía su tiempo entre Francia y California. Thomas Bangalter, que además sufre tinnitus desde 2002, se casó con la actriz Élodie Bouchez, conocida por sus papeles en cintas como la preciosa ‘Los juncos salvajes’ o más recientemente la comedia ‘Guy’, y en 2004 se mudaron a Beverly Hills para intentar potenciar la carrera de ella en Hollywood. En 2013 se informaba de que habían vuelto a vivir en París, pero puntualizando que las oficinas de Daft Punk continuaban en Los Ángeles. ¿Cada cuánto se veían estas dos personas exactamente? ¿Y cómo te llevas con ese amigo que conociste cuando tenías 12 y 13 años, como fue su caso? ¿Sigues siendo la misma persona?
Por mucho que la separación del dúo sorprenda poco, y se hayan prodigado menos todavía, lo cierto es que han dejado su huella en la cultura popular de varias formas. En este artículo repasamos 5 hitos y 1 cuenta pendiente.
Su amor por las grabaciones de estudio
Hace tan sólo unos días cambiamos el equipo de música principal de casa. Tras invertir un pastizal en un par de altavoces, la pregunta del millón era qué disco poner para apreciar diferencia alguna respecto al equipo anterior. Alguna grabación prodigiosa de los 80 de Roxy Music y Prefab Sprout está siempre entre las primeras opciones que vienen a la cabeza, y ‘Random Access Memories’, uno de los ‘200 discos clave del siglo XXI‘, es una de las pocas grabaciones contemporáneas que se han molestado en ofrecer algo espectacular desde el punto de vista técnico. Hablamos con Giorgio Moroder, colaborador del álbum, sobre ello, y lo tuvo claro: «Daft Punk son grandes perfeccionistas… Estudian cada sonido durante horas, el que utilizan tiene que ser el mejor sonido, tienen que tener los mejores ingenieros, me acuerdo de Lagatta, uno de los ingenieros franceses que graban con ellos… son absolutamente profesionales, el modo en que usaron 3 micrófonos (para recrear el sonido de 3 décadas diferentes) fue increíble. Es probablemente una de las mejores mezclas de la historia. Se preocupan muchísimo de la calidad de sonido». ‘Giorgio by Moroder’ es un espectáculo de instrumentos de cuerda, guitarras eléctricas, scratches y otros efectos, en el que siento especial debilidad por el modo en que se hace sonar las baterías exactamente como si estuvieran tocadas en tu propia casa. Y lo mejor es que esta canción jamás fue interpretada en vivo. Toda la experiencia que puedas tener con ella es tuya y de tu equipo, tuya y de tus auriculares.
Existen algunos reportajes sobre la fascinante creación de un álbum tan complejo como ‘Random Access Memories’, y además de Lagatta aparecen mencionados en este amplio artículo de MusicTech nombres esenciales como Mick Guzauski, Daniel Lerner o Bob Ludwig, este último una leyenda con más de 3.000 créditos que incluye nombres como Led Zeppelin, Queen, Jimi Hendrix, Paul McCartney, Nirvana, Bruce Springsteen, Radiohead o Coldplay. En el referenciado reportaje es Peter Franco quien toma las riendas y sitúa ‘Touch’ como la canción más complicada de grabar de todo el álbum. «La canción tiene 3 sonidos diferentes muy distintivos, así que la mezclamos muy lentamente en fases. Había vibraciones muy diferentes en esa pista. Habría sido realmente difícil de mezclar en una sola pieza, así que la despedazamos y la aunamos al final del todo. La pista tiene una orquesta y un montón de percusión. Las voces de Paul y un montón de moduladores. Fue difícil terminarla bien», explica sin ni siquiera hacer referencia a sus escalofriantes coros: quizá ni se acuerde de todo lo que hay metido ahí. En un mundo en el que el 99% de los artistas se mueven con vistas al directo porque es donde está la pela, Daft Punk se arriesgaron a perder dinero apostando firmemente por invertir en la fórmula de los viejos grandes estudios de grabación. Por suerte, lo de ‘Get Lucky’ salió mejor que bien y les dio buen rédito desde el punto de vista editorial.
Sus directos, cuando los había
Que en esta última etapa Daft Punk no se prodigaran mucho en directo, no significa que, cuando hacían conciertos, no los mimaran. Espectacular fue su presentación de los Grammy 2014 pese a algún pequeño traspiés vocal de Stevie Wonder en ‘Get Lucky’, y todo el mundo recuerda ‘Alive 2007’ como un absoluto hito de los discos en directo. Mientras algunos retocan los mismos hasta la parodia, hasta que ahí no queda absolutamente nada de la sensación viva, tiene mérito que un grupo de electrónica tienda a figurar entre los mejores discos en directo de toda la historia con este lanzamiento. Aunque no tuvieras la suerte de contemplar su gigantesca pirámide en vivo, por ejemplo en aquel Summercase que reunía a las mismas bandas el mismo fin de semana en Madrid y Barcelona, escuchar ‘Alive 2007’ es una absoluta locura. Una sesión en la que cada riff o sample reconocible de sus hits es un absoluto subidón. La entrada del bajo de ‘Around the World’, la de la guitarra tratada en ‘Robot Rock / Oh Yeah’ o la de ‘Brainwasher’ en su correspondiente mash-up levanta a un muerto.
Sus videoclips
Todos los que crecimos en los años 90 embobados frente a la MTV tenemos un recuerdo nítido de lo que significaron los vídeos de Daft Punk, el divertido mundo de fantasía y paranoia al que te transportaban, a menudo dejando cierta sensación WTF. Hasta el punto de que cuando no tenían nada que decir, no había videoclip, como pasó con ‘Get Lucky’, su mayor hit, que simplemente usó unas imágenes promocionales de Pharrell y Nile Rodgers que en su canal se consideran un «official audio». Pero cuando se pusieron, trabajaron con nombres de primera línea. Los 90 son el perro caminante de ‘Da Funk’ bajo los mandos de Spike Jonze, el vídeo hipnotizante de la salsa roja que Roman Coppola hizo para ‘Revolution 909’ o por supuesto el icónico baile calavera que Michel Gondry realizó para ‘Around the World’. Vídeo este último coreografiado por la granadina Blanca Li que recientemente ha presentado un divertido espectáculo de realidad virtual en Madrid.
Después llamó la atención el trabajo anime con Kazuhisa Takenouchi (Daft Punk son -eran- muy fans de Leiji Matsumoto) para la era de ‘Discovery’, lo que incluía singles como ‘Harder, Better, Faster, Stronger’, ‘Digital Love’ y aquel ‘One More Time’ que bailabas hasta en la incómoda pausa que tenía la canción, por mucho que no supieras en ese momento qué hacer con manos y pies. Y en la última era destaca el trabajo con Warren Fu. El omnipresente director se encargó de ‘Derezzed’ y sobre todo de la derretida historia de amor de ‘Instant Crush’, que Julian Casablancas se ofreció a rodar, y ha terminado siendo su videoclip más visto en Youtube (quitando los temas con The Weeknd). 400 millones de visualizaciones.
Sus producciones para otros
Otra de las grandes tragedias de esta separación es que Daft Punk ni siquiera vayan a existir como dúo para producir a otras personas: ha sido casi su única labor durante los últimos años, y ha dado bastante juego. Sus colaboraciones son escasas pero certeras. Cambiaron por supuesto el rumbo de The Weeknd, produciendo tan sólo 2 temas de ‘Starboy’, pero los 2 mejores, el que abría el álbum y le daba nombre, y ‘I Feel It Coming’. No una sino las dos sonaron en la última Super Bowl, y no precisamente porque Abel Tesfaye no tuviera hits donde elegir, sino porque le han acercado a un sonido más pop, universal y ahora sabemos que atemporal en su aproximación ochentosa. Hay que reivindicar la colaboración de Daft Punk con ese grupo tan infravalorado llamado Parcels, pero sin duda el disco que ha hecho historia en el siglo XXI, resultando fundamental para el desarrollo de gente tan importante como Billie Eilish es ‘Yeezus’ de Kanye West. Daft Punk se involucraron en dos de las canciones clave de aquel álbum, las delirantes ‘Black Skinhead’ y ‘I Am a God’, y también en ‘On Sight’, que abre el largo, y una debilidad personal, ‘Send It Up’. Las declaraciones sobre su colaboración son escuetas («Fue muy crudo. Kanye rapeaba, como gritando de manera muy primaria, realmente»), pero todos sabemos que West consideró la colaboración tan relevante que decidió abrir ‘Yeezus’ con 3 de estas 4 canciones. ¿Acaso quedaría con las ganas de que produjeran todo el álbum?
El misterio: los cascos, las no-redes, las no-entrevistas
Por supuesto existen las fotos de Daft Punk sin cascos, por supuesto existen entrevistas con Daft Punk, y en ese sentido recomiendo el número especial monográfico de Daft Punk de Les Inrocks de 2013 que se conforma de 100 páginas exclusivamente dedicadas al grupo con entrevistas con ellos y sus colaboradores de lujo, perfiles, videografías… El dúo explica, por ejemplo, cómo inspiró la música de ‘Discovery’ entre 1975 y 1985 porque era la música que les llevaba a su infancia; cómo Thomas solía ocuparse más de la parte «técnica» de la banda, pero consideraban su último álbum «más de equipo»; o cómo se han enfrentado siempre a las malas críticas. Dice Guy-Manuel: «‘Homework’, ‘Discovery’, ‘Human After All’… todas las críticas de nuestros discos han sido en principio desastrosas, y más adelante a los periodistas parece encantarles. Es sospechoso».
Si no hablas francés, el especial te sirve para tener una instantánea de la banda sin casco a toda página, entre otras. Pero fotos y charlas solían ser la excepción que confirma la regla, y para muestra que los ejemplares de la revista estén valorados en 50 euros en Ebay. El grupo era conocido por su carácter esquivo y por prodigarse poco. La última actualización de su Instagram data de hace 4 años y el mismo parece más que nada un ejercicio de estilo con todas las fotos en el mismo formato. Imaginar siquiera que ahí Thomas y Guy-Manuel de Homem-Christo pudieran aparecer haciendo cucamonas es una verdadera fantasía. Esa sensación de misterio ha contribuido a la idea de mito que ha rodeado al dúo y que ahora más que nunca durará para siempre.
Su incapacidad para trabajar con mujeres
Daft Punk no cogieron el móvil a Madonna -como tampoco Michel Gondry- a pesar de que ella siente una devoción absoluta por el sonido francés desde los 2000. ¿Pero qué hay de una Robyn? ¿Qué hay de una Róisín Murphy? ¿M.I.A.? ¿Christine and the Queens? En la citada entrevista de Les InRocks, cuando hablan de sus modelos, son todos hombres (Warhol, Bowie, George Lucas, Kraftwerk, Kubrick); cuando hablan de sus ídolos adolescentes son todos hombres (Hendrix, Doors, la Velvet); cuando hablan de sus grupos favoritos actuales son todos hombres (MGMT, Strokes, Animal Collective).
La lista de colaboradores de ‘Random Access Memories’ es tan larga que al final te preguntas por qué entre tal cantidad de artistas, de Julian Casablancas a Panda Bear pasando por Pharrell, Paul Williams, Nile Rodgers y Todd Edwards, no hay una sola voz femenina. Entre un arsenal de ingenieros de sonido y asistentes de ingenieros de sonido que se llaman cosas como Eric, Nicolas, Peter, Seth, Kyle, Kevin, Miguel, Mike, Bill, Derek, Doug… hay que hacer mucho scroll para localizar algún tipo de nombre femenino en una proporción de 20 a 1. Los de Alana da Fonseca y Charlie Pakkari son de los escasísimos que aparecen entre decenas de hombres y más hombres que ni la Liga Santander, aunque la búsqueda merece la pena: el portfolio de Pakkari también incluye un crédito como asistente musical de ‘Con las alas al viento’ de Rocío Jurado (1993). A falta de una explicación de por qué a Daft Punk no les gustaba trabajar con voces femeninas (¿quizá porque usaban las masculinas como modo de expresión propia? ¿o la de mujeres les parecía poco robótica?), ojalá se les clave esa espinita fuerte, se den cuenta de que es una cuenta pendiente y puedan volver, sobre todo al estudio de grabación.
No es la primera vez que “la Rosalía” sale en un vídeo con las cejas bien pobladas, a lo Frida Kahlo. Ya lo hizo en el clip de ‘A palé’ y en la portada de ‘Que no salga la luna’, donde evocaba el célebre autorretrato doble ‘Las dos Fridas’. En ‘La noche de anoche’ vuelve a lucir cejas tupidas, además de sus características uñazas de fantasía.
La novedad en su estilismo es un vestido que se aleja de la tradición flamenca y parece abrazar el romanticismo de la Regencia británica pasado por el filtro repipi de ‘Los Bridgerton’. El propio Bad Bunny, en batín mañanero, también parece emular el estilismo del duque de Hastings.
Por lo demás, ‘La noche de anoche’, que este fin de semana ha pasado por el famoso programa estadounidense SNL, es algo así como un cuento post coitum sobre la noche (de anoche) de San Valentín, una historia de amor del día después ambientada en un entorno que remite a la imaginería del surrealismo más clásico: cielos y arquitecturas magrittianas, entornos metafísicos a lo Giorgio de Chirico y amantes flamígeros como las jirafas en llamas dalinianas. Una metáfora, la de los amantes ardiendo, que resulta más obvia que meter el dedo índice entre el pulgar y el índice de la otra mano.
Este viernes 26 de febrero llega al mercado el nuevo disco de C. Tangana, ‘El madrileño’, que va a ser nuestro «Disco de la Semana». Y esta vez sí habrá edición física, e incluso Puchito ha estado firmando algunas copias para su venta en algunos grandes almacenes.
Como por todos es sabido a estas alturas, el disco ha venido precedido de 4 singles, 3 de los cuales aparecieron empatados en el número 1 de nuestra lista de mejores canciones de 2020. Hemos conocido después ‘Comerte entera’ y también conocemos ‘Un veneno’, solo que ahora aparece en el álbum en una mezcla diferente con José Feliciano. El single principal de ‘El madrileño’ tiene toda la pinta de seguir siendo durante unos cuantos meses más ‘Tú me dejaste de querer‘, pues la canción continúa en el puesto 3 de las más populares en España oficialmente y además ha llegado a ser número 1 de Los 40 Principales, con todo el sudor que al artista le suele costar entrar en radiofórmula. Pero aun así esta noche han llegado nuevas canciones al mercado.
Ya el listado de colaboraciones, con Kiko Veneno, Gypsy Kings y Elíades Ochoa, avanzaba que estaríamos ante un disco españolete, latino y tradicional y estos temas apuntan en ese sentido. ‘Nominao’ es un corte que surgió con Jorge Drexler en los Latin Grammy de 2020, versando sobre alguien que está fuera de lugar en dicha fiesta, sobre una sencilla línea de guitarra y cierta aproximación al R&B.
La polémica es mayor con ‘Hong Kong’ con Calamaro, un tema que divide tanto como lo han hecho en distintos puntos de su carrera los dos protagonistas. Puro amor/odio marca de la casa y nuestra «Canción del Día». En el vídeo producido por Little Spain, Andrés llega al lugar donde ensayan Drexler y Antón, y arrasa, llevándose desde ese momento todo el foco para bien o para mal. Se toca los huevos, toca la batería, le regala unos versos a C. Tangana… Ambos hablan en ‘Hong Kong’ de beber «hasta el agua de los floreros», de cenar «perico con navaja». La historia de salir a por tabaco y «volver sin tabaco ni mechero» es un poco más Rodríguez y explota.
El estribillo pasa de lo sórdido y arrogante a lo icónico, recordable como una canción infantil, solo que esta viene más colocada: «Tengo en el flor en el culo y un camello en Hong-Kong / tengo un cohete en el pantalón», frase esta última que también está generando críticas, si bien no es más que una referencia a la canción ‘Mil Horas’ de la banda argentina Los Abuelos De La Nada, de la cual formó parte Andrés Calamaro. También aparece este en esta minipelícula cantando ‘Jugo de tomate’ de Manal. Un tema, pues, que va tomando sentido creciéndose a guitarrazos y cerrando también ‘El madrileño’, en busca de lo épico.
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Tracklist:
1 – Demasiadas mujeres
2 – Tu me dejaste de querer ft. La Húngara Ninño de Elche
3 – Comerte entera ft. Toquinho
4 – Nunca Estoy
5 – Parteme la cara ft. Ed Maverick
6 – Ingobernable ft. Gypsy Kings
7 – Nominao ft. Jorge Drexlere
8 – Un veneno G-Mix ft. José Feliciano
9 – Te olvidaste ft. Omar Apollo
10 – Muriendo de envidia ft. Elíades Ochoa
11 – CAMBIA! ft. Carín León Adriel Favela
12 – Cuándo olvidaré ft. Pepe Blanco
13 – Los tontos ft. Kiko Veneno
14 – Hong Kong ft. Andrés Calamaro
Ferran Palau ha ido poco a poco dejándose conquistar por las mieles de los sintetizadores de los años 80, hasta el punto de que el mismo artista que tituló un disco con una imagen tan naturalista como las «aguas del riachuelo» ya a duras penas parece el mismo. Y lo de «mieles» va en serio, pues los teclados de ‘Parc’, su nuevo trabajo discográfico, no pueden sonar más sensuales y melosos, en sintonía con lo que el ex integrante de Anímic cuenta en las letras del disco. Porque a pesar de la estética infantiloide a la que sigue aferrado Ferran, siempre pegado a su gorra de adolescente urbanita, el artista quiere que sepas que está muy enamorado y, en ocasiones, también muy cachondo («ahora estoy contigo, y te veo diferente, no sé cómo lo haces, pero lo haces muy bien»).
Inspirado vagamente en la estética «slasher«, lo cual es perceptible en vídeos y fotos promocionales más que en la música, ‘Parc’ supone una nueva evolución en el sonido explorado por el músico de Esparraguera especialmente en sus dos álbumes previos, los premiados ‘Kevin‘ (2018) y ‘Blanc‘ (2016). Los canciones investigan la intersección entre las «slow jams» de R&B de los 80 y el «bedroom pop» más holgazán de Mac DeMarco, lo cual es obvio en cortes como el coqueto ‘Perfecte’; mientras los bpm mantienen un ritmo parsimonioso en todos los casos, sin exabruptos, y los sintetizadores gozan de más presencia que nunca, tanto cuando apuntan a las mencionadas «slow jams» eróticas de la época, como la sexy e intrigante ‘Perdó’; como cuando evocan las bandas sonoras de Vangelis, como sucede en una ‘Més enllà’ que, eso sí, «empieza con el susurro de Viernes 13».
Nunca sabremos cuán lejos podría haber llegado la inspiración cinéfila de ‘Parc’ si Ferran hubiese decidido ir un paso más allá en su camino hacia la exploración de esta estética, pues las canciones ni muerden ni empalagan, más bien parecen buscar, ante todo, resultar una experiencia agradable en lo sonoro, al optar nuevamente por un diseño de sonido minimalista y limpio que no abruma el alcance de unas melodías cucas y nada ambiciosas, las cuales a veces se pegan (‘Reflexe’) y otras no (‘Aranyes’ se sustenta más bien en el sonido de sus teclados suaves y fornidos). El disco sí sorprende en algún punto: ‘Lluny’ es un estupendo single memorable desde el primer estribillo («aún puedo ir más lejos, pero quiero que me lo pidas tú» no es una petición sexual según el contexto de la letra) y ‘Amor’ distorsiona la voz de Ferran hasta hacerla sonar apitufada, una técnica explorada por Frank Ocean o Connan Mockasin, el cual parece una influencia directa, que Ferran haría a bien de seguir descubriendo.
Ferran Palau actúa el 6 de marzo en el Festival FEMAC de Canovelles; el 10 de abril en el Festival Strenes de Girona, y el 24 de abril en el festival Guitar BCN de Barcelona.
Daft Punk han anunciado su disolución tras 28 años de carrera, confirman medios como Pitchfork o NME. El influyente dúo de electrónica francés ha decidido despedirse de su público con un fragmento de su película de 2006 ‘Electroma’ llamado ‘EPILOGUE’ y que puede verse en su página web. En dicho vídeo, los dos integrantes de Daft Punk, Thomas Bangalter y Guy-Manuel de Homem-Christo, se despiden el uno del otro antes de detonarse a sí mismos. El vídeo termina con el epitafio «1993-2021» para marcar los años de nacimiento y final de la banda.
Efectivamente es en 1993 cuando se forma Daft Punk, pero es unos años más tarde, en 1997, cuando llega al mercado su primer disco, un ‘Homework‘ que no es solo uno de los mejores de su año, sino que además resulta absolutamente revolucionario en su reinvención del house, el llamado «French house», que ellos no inventan pues surge en los años 80, pero sí perfeccionan y llevan a las listas de éxitos de todo el globo. La influencia de ‘Homework’ es alargada y llega hasta nuestros días, como saben de Justice a Monarchy, Royal Blood a La Casa Azul, de Toro y Moi a Coque Malla… pero muy especialmente The Weeknd, que en 2016 cuenta con el dúo parisino para co-producir dos de sus mayores éxitos, ‘Starboy’ y ‘I Feel it Coming’. Los dos suenan en la Super Bowl lógicamente sin la presencia de Thomas y Guy-Manuel, a quienes tampoco se esperaba por ahí… aunque alguna esperanza había. La publicista de Daft Punk, Kathryn Frazier, ha confirmado la separación del dúo al medio de Chicago sin especificar motivo, por lo que queda por saber si habido algún tipo de desacuerdo artístico entre sus integrantes, o si su disolución se debe al agotamiento o a que se han quedado sin cosas que decir.
El mencionado ‘Homework’ produce los éxitos ‘Around the World’ y ‘Da Funk’ pero es unos años después cuando sus integrantes adoptan la imagen de robots por la que serán siempre reconocidos, hasta el punto de que a día de hoy nadie sabe muy bien cuál es el aspecto de las personas que se esconden tras ellos. Su intención siempre ha sido traer el futuro a la pista de baile, y al futuro sonaron siempre sus espectaculares producciones de electrónica rompepistas: en 2001 ya ha salido ‘Believe’ de Cher, pero el dúo se apunta su propio tanto en el uso extremo del autotune en su disco ‘Discovery’, con la inclusión de los tres macrohits ‘One More Time’, ‘Harder, Better, Faster, Stronger’ y ‘Digital Love’, que no han dejado de ser pinchados en discotecas todo este tiempo después. El primero inspira prácticamente todo el ‘Fever’ de Kylie y el segundo es sampleado más adelante por Kanye West en su hit número 1 ‘Stronger’; entre estos dos lanzamientos, LCD Soundsystem les dedica uno de sus singles más emblemáticos, Madonna intenta colaborar con ellos sin éxito y Britney Spears de hecho llega a reunirse con ellos en la etapa pre-‘Toxic’… Todo esto da buena cuenta de la transversalidad de la música de Daft Punk, que fascina durante décadas a diversas generaciones, hasta hoy.
En 2012, un año antes de que llegara a la calle ‘Random Access Memories‘, reflexionábamos sobre lo atípica que resultaba entonces la adoración a un grupo que, hasta ese momento, solo había publicado dos discos buenos… porque el tercero, ‘Human After All’, lanzado en 2005, no solo recibe pobres ventas y críticas: peor que esto, el disco es con el paso de los años olvidado por la audiencia casi como si nunca hubiera existido. ‘Robot Rock’ y ‘Technologic’ aparecen en el recopilatorio de 2006 ‘Musique, Vol. 1’ porque alcanzan cierto éxito en Reino Unido, pero en este momento se intuye al grupo realmente falto de inspiración. Con un título como ‘Human After All’ incluso parece estar diciendo adiós. Sin embargo, el dúo sigue de gira, en 2007 publica el directo ‘Alive’, considerado otra cumbre en su carrera, hasta el punto de renovar por completo su reputación, y después de componer la banda sonora de ‘Tron: Legacy‘ (que no es la primera incursión de la banda en el cine, muchos años antes acompañan el lanzamiento de ‘Discovery’ con la película animada ‘Interstella 5555’), Daft Punk entra en una nueva fase de su trayectoria, la más increíble e inaudita de todas.
Contra todo pronóstico, ‘Random Access Memories’, un trabajo de disco-pop deliberadamente hortera y grabado en analógico para sonar lo más próximo posible a las producciones pop de los 70 y 80, que el grupo considera las mejores de la historia, se convierte en otro éxito mastodóntico para la formación, 20 años después de que Thomas y Guy-Manuel abandonaran su banda de indie-rock Darlin’ para ponerse los cascos y hacer historia: ‘Get Lucky’, su single con Pharrell Williams y Nile Rodgers de Chic, es la segunda canción más exitosa de 2013 solo por detrás de ‘Blurred Lines’ -¿de verdad no fue la primera?- y el largo, recordado por su bizarra campaña de promoción, se hace con el Grammy a Álbum del año. En este momento, Daft Punk consolidan su leyenda a pesar de llevar un lustro sin ofrecer un solo concierto. 8 años después de todo aquello, ya no será posible disfrutarlos en vivo a pesar de que su reputación como banda de directo no ha hecho más que crecer con el paso de los años, aunque solo haya sido por el «hype» que ha alimentado su hipotético regreso a los escenarios, rumoreado varias veces sin que jamás haya llegado a materializarse… y con el que el público sigue soñando hasta en el último momento.
La noticia de la separación de Daft Punk sorprende por su confirmación, pero visto que el dúo no ha vuelto a publicar un solo disco desde el año 2013, hay quien ya daba esta disolución por sentada. De hecho, las novedades relacionadas con el grupo han llegado a cuentagotas en los últimos tiempos: los australianos Parcels se daban a conocer en 2017 con un single co-producido por ellos; Thomas Bangalter a solas participaba en la banda sonora de ‘Climax’ o en la producción del polémico ‘Everything Now‘ de Arcade Fire y, por su cuenta, Guy-Manuel colaboraba con Charlotte Gainsbourg en ‘Rest‘. Después, la nada hasta que hace pocos meses trascendía la noticia de que Daft Punk compondrían la banda sonora de ‘Occhiali Neri’ de Dario Argento, desmentida poco después. Es momento, por tanto, de decir el adiós definitivo a una banda realmente revolucionaria.
Entre los virales que se han podido ver este fin de semana liderando Youtube España (y aún lo encontramos en el puesto 6 a la hora de redacción de esta noticia), hay que hablar de Cecilio G, que parece haber improvisado una canción que aparece en el citado visor de Google, pero no en las plataformas de streaming habituales.
Pero ‘The Animals’ lo tenía todo para transformarse en una canción que iba a gustar mucho a los seguidores de su vena más puramente rapera. Esta pista recibe su nombre de su inspiración en The Animals. El mayor hit de estos, una adaptación de la canción popular ‘The House of the Rising Sun’ (hace poco fallecía el guitarrista que ejecutó el riff inicial de este tema), conforma el estribillo de lo nuevo de Cecilio G. El resto son tres estrofas llenas de versos, siendo la tercera introducida de manera visible de esta manera: «Tercer cacho, qué pesao, macho».
Pero ‘The Animals’ es sobre todo noticia porque su vídeo contiene imágenes de las manifestaciones que se vienen sucediendo por todo el país (en este caso, Barcelona), en apoyo a Pablo Hasél, quien ha sido detenido por sus versos, entre otras cosas, contra el rey emérito. De ahí que ahora veamos a Cecilio G rapeando: «Cabrón, si soy el rey, ¿por qué no te callas?» y de ahí que referencie también su propio pasado en prisión por un delito de amenazas tras un incidente en el metro de Barcelona y otro de robo con fuerza: «Cuando anduvе preso me di cuenta de eso / que la muerte manda flores, pero nunca besos».
Un texto en el que caben Wu-Tang Clan, pero no ninguna «patrulla» «y menos la canina», así como reflexiones: «Eres como el chico que ha sufrido mucho bullying / Y en el desenlace quiere ser el malo de la movie». El autor de la estupenda y autobiográfica ‘Million Dollar Baby’ continúa, pues, de actualidad, pese a haber afirmado el verano pasado que dejaba la música. Recientemente ha publicado mixtapes como ‘TDPS2’ (segunda parte de ‘Todos presos‘) y el disco ‘SCORPIO’.
Betacam ha lanzado recientemente una balada a piano que cita como influencia a Elton John o Liberace, lejos del sonido synth-pop que escuchamos en su disco ‘Mítico’, uno de los mejores álbumes de 2018. Evidentemente ese clasicismo siempre ha estado en el fondo, pero esta canción que ahora estrena vídeo de Alberto de Lorite Rubio pretende mostrar su lado más descarnado y desprovisto de toda «ironía» o «cinismo». Foto: Dani Cantó.
‘Lo único que tengo’, aderezada también con una sección de cuerda, es una declaración de amor abierta en canal desde la primera línea («Te quiero cuidar / Te quiero hacer falta / Quiero estar ahí, quiero oírte dormir aunque estés constipada»). Como ‘Ojo por diente’ de Klaus&Kinski, es decir, como canción de amor moderna, no evita lo coloquial ni lo exento de glamour («Te recogeré cuando estés borracha / Diré ya está bien, te daré de comer y te llevaré a casa»). Y apuesta por mirar las cosas con la perspectiva que da la larga duración («No estamos tan mal, cualquiera lo habría dejado antes / lo hemos hecho guay, yo estaré contigo hasta que te hartes»). Tiene por tanto madera de clásico, es nuestra «Canción del Día» y hemos querido lanzar un par de preguntas a Javier Carrasco, también miembro de Rusos Blancos, sobre su composición.
Preguntamos a Betacam si hay alguna influencia concreta de los años 70 o de otro momento del pop que le haya podido llevar a escribir esta canción: «Ninguna en concreto y todas en particular, aunque está claro que casi toda esa tradición de balada al piano viene de los Beatles de ‘Hey Jude’ o ‘Let It Be’. Continúa con el Lennon de los 70, el de ‘Mother’, ‘Jealous Guy’ y ‘Mind Games’. Me gusta, porque Lennon en realidad era bastante limitado técnicamente (para las florituras ya estaba el bueno de Nicky Hopkins), pero siendo consciente de sus limitaciones, hacía muchísimo con muy poco. Hay algo también de baladón italiano de los 80, pero si hay alguien contemporáneo que lo borda es Jason Lytle de Grandaddy. Su primer disco en solitario es una preciosidad. Todas las canciones son prácticamente la misma, pero la producción es tan tan guay, con tantos detalles, que te lo tragas embobado. A veces fantaseo con pedirle que me produzca alguna canción al piano, quién sabe si en el futuro me lo podré permitir…».
Este tipo de melodías a algunos nos llevan a la melodía de la serie ochentera ‘Canción triste de Hill Street’ y el propio Betacam ha bromeado a menudo con ello en su cuenta de Twitter. Ahora se explica: «Como hijo de los 80 que soy (del 81, más bien) crecí al calor de las sintonías de televisión que llegaban (casi siempre tarde) a España. Había magia en esas melodías. No es como ahora, que puedes pasar las intros de las series o, directamente, no existen. Tenías 30 segundos para enganchar a una audiencia que podía conocerte o no y tenías que capturar la esencia de la serie en pequeñas sinfonías de 30 a 60 segundos. Piensa en las intros de ‘El Gran Héroe Americano’, ‘MacGyver’, ‘Alf’ o ‘Los Problemas Crecen’. En concreto, la cabecera de ‘Canción triste de Hill Street’ capturaba perfectamente esa melancolía y ese no-se-qué crepuscular que era lo que hacía grande la serie, aunque yo era muy pequeño cuando la pasaron en TVE 1 y apenas me enteraba de nada. Siempre bromeo con que el 80% de la música que hago viene de esa canción, pero por ejemplo en ‘Baile Letal 3’ de Rusos Blancos es que es un canteo».
Finalmente, nos deja una playlist que ha hecho con medios tiempos en los que manda el piano. Favoritas de toda la vida, donde conviven Carpenters con Eros Ramazzotti, y Mercury Rev con Sergio Dalma.